EQUIDAD DE GÉNERO

Lo perdido y lo ganado la pandemia: La educación,

un tema aún pendiente

Enriqueta PÉREZ*

SAN LUIS POTOSÍ, SLP.- Ciertamente, durante la pandemia las escuelas no cerraron, mantuvieron diversos modelos de aprendizaje entre los que se encontraban el virtual, el hibrido y, por su puesto, el presencial, y, ahora, en franco regreso a las aulas, como docentes podemos observar en los estudiantes diversos comportamientos. Antes de continuar, aclaro que sólo abordaré aquellos colegios donde se tuvo el privilegio en que su comunidad tuviera acceso a internet, supongo que aquellas escuelas en las que no tenían acceso a ese recurso la pérdida pudo ser peor. Ahora bien, de las escuelas o colegios que mantuvieron las sesiones virtuales e hibridas, la evaluación puede ajustar a la que a continuación describiré, es posible que los resultados e impacto sean distintos para cada una de ellas, lo cierto es que en una balanza las pautas observables fueron y son las siguientes:

Aspectos positivos:

Los docentes se enfrentaron a la forzosa incorporación de técnicas de información provenientes necesariamente de medios computacionales y aplicaciones de internet (TICs), cambiaron sus narrativas, a fin de entender los nuevos ambientes, incorporaron cambios sustanciales en los conceptos como sesiones síncronas y asíncronas, conocieron una infinidad de plataformas que apoyaban el trabajo colaborativo, así como el trabajo individual, todos ellos buscando en todos los sentidos continuar con los procesos formativos de los estudiantes, en ese sentido, capacitarse y actualizarse no fue una opción, fue una acción que el contexto obligaba a ser y hacer la diferencia.

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Se desarrollaron otras habilidades no prescritas en los currículos escolares (currículo oculto), los alumnos no pararon, pero lo realmente preocupante es hoy al tenerlos de regreso, ser testigos de las grandes pérdidas. Un aspecto positivo fue poner en la mesa la naturalización de la violencia pasiva y la necesidad del equilibrio mental, psico -social en los estudiantes, cuestiones como la forma en qué ellos se estresaron ante diversas circunstancias, abordando sus posturas con rotundos “no” porque ello implicaba -so pretexto de no ser la generación de cristal, sino la de la visualización del estrés como violencia socio emocional a causa del colegio o escuela. Ciertamente, al menos en mi generación negarse a realizar trabajos escolares no era opción y menos con

* Licenciada en Sociología por la UNAM, se desempeña actualmente como Coordinadora Académica de la Sección Bachillerato del Colegio Internacional Terranova, Consejera Ciudadana de la Coordinación de Prevención Social de Violencia y la Delincuencia con Participación Ciudadana, representante legal de Ambientare AC, y participante en diversas ONG del Estado. dichos argumentos, actualmente los estudiantes pueden con otra mirada hacer una revisión de la validez de estar estresados so pretexto de cargas excesivas de trabajos o tareas, si bien es cierto, la realidad siempre será peor y es posible que esa experiencia de aprendizaje no la consideren, también es cierto que mantenerse equilibrados mentalmente es una premisa para que el conocimiento se pueda generar.

Aspectos negativos:

Los alumnos regresaron en muchos casos a ser y mantener una actitud pasiva de frente a sus propios aprendizajes, la autorregulación nunca fue una propuesta viable para ellos, deseable y anhelada por los profesores, pero ésta no llegó a materializarse realmente. El desarrollo de habilidades vio un freno importante, la capacidad de pensar de manera crítica, creativa y de generar trasferencias se vio nulificada. La excesiva dirección en las instrucciones hizo que el pensamiento lógico se perdiera, sin nombrar la integridad académica, el tiempo de trabajo constante y la focalización en los trabajos entre otros. Cabe hacer mención que en este momento los profesores han experimentado diversas manifestaciones de frustración, frustración ante la incapacidad de generar alumnos autónomos y deseosos de aprender por sí mismos, por más técnicas involucradas y por más plataformas empleadas, la frustración de no ver trasferencias es infinita. Hoy día, con este regreso, es cómo volver a empezar con una forma diferente, acostumbrarlos a leer, seguir instrucciones, pensar, a pensar simplemente está implicando para los docentes una nueva revisión y estrategias, de teorías pedagógicas que puedan una vez más regresar al centro a los alumnos, de pensar en cómo desarrollar las habilidades que quedaron dormidas, esta pandemia si bien es cierto nos dejo enseñanzas también nos golpea a la cara demostrando que debemos trabajar arduamente para generar y formar en los estudiantes habilidades que les permitan ser agentes del cambio.

La educación sigue siendo un ápice del gran sistema que debemos repensar.