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Hollywood sin cines ni premios EL HOLLYWOOD QUE SE VA, ICONOS QUE DESAPARECEN Y EL K.O. A LAS PREMIACIONES. ¿ES EL CAMBIO DE PARADIGMA EN LA INDUSTRIA? POR RANNY VAZQUEZ
Cuentan los entendidos que había pocos lugares mejores que el Cinerama Dome cuando se trataba de ir a ver una película. Pantalla curva, tres proyectores y un espacio que personalizaba el escenario de acuerdo a la temática del estreno, un sitio que respiró cine desde 1963 y que terminó convertido en un templo para Hollywood, pero el sitio lamentablemente cerró sus puertas hace algunas semanas. Lastrado por todo el episodio pandémico las cadenas Arlight Cinemas (propietarias del Cinerama Dome) y Pacific Theatres anunciaron el cierre definitivo de sus sucursales luego de un año de inactividad. Se va así un ícono del Hollywood clásico ubicado en pleno Sunset Boulevard que recibió a montones de cinéfilos, directores y gente muy ligada al cine, pero el cambio de paradigma en la industria que conocemos no solo abarca lugares históricos que alcanzaron fecha de caducidad, también el apartado de premiaciones, esos eventos televisivos que alguna vez mantuvieron relevancia y que han atravesado casi una década de récords negativos, bajos ratings y un evidente desinterés por parte del público. El contexto sanitario ha dejado muy perjudicada una industria que ha tenido que lidiar con producciones y estrenos postergados, butacas vacías y números alarmantes para el formato de exhibición tradicional, en medio de todo esto Hollywood ha buscado la forma de
adaptarse al contexto, las premiaciones son el vivo ejemplo, tuvieron lugar bajo circunstancias casi inéditas pero ni las buenas intenciones hacen posible conquistar una audiencia que siente desde hace rato que ya no encuentra algún tipo de atractivo ante dicha dinámica. Peor aún, la credibilidad de estos eventos presenta una declive que su propio gremio ya no puede permitirse ignorar, casos como la cancelación de la próxima gala de los Golden Globes en un intenso ejercicio de señalamientos ante la nula diversidad dentro de su estructura invitan a pensar si nos acercamos al final de un modelo que cada año aporta una agenda política percibida como oportunista por un gran sector de la opinión pública. Hollywood pasó por una transformación en medio de la pandemia, mientras tanto, las normas históricas fueron arrojadas por la ventana y los estudios tradicionales optaron por apostar todo a los servicios de streaming. Esto, y el hundimiento de un ícono hollywoodense en paralelo con este periodo gris para el cine, plantea una analogía más que evidente. Hollywood tendrá que reinventarse como en otras oportunidades lo hizo y probablemente consiga abordar dicha transición tarde o temprano, pero eso no quiere decir que tal panorama no venga acompañado de diferencias en la forma de consumismos del séptimo arte.
