REVISTA
LA REVISTA DE LA CIUDAD
Economía quiteña y Buen Vivir Distribución mensual gratuita Mayo 2012. No. 26 20 000 ejemplares
El típico desayunito con seco Tres ventanas hacia las madres adolescentes Donka enamoró al público del Teatro Sucre
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MUNICIPIO DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO, 2012 AUGUSTO BARRERA G. Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito JUAN CARLOS GÓMEZ Secretario de Comunicación MDMQ
REVISTA
CARLOS VILLACÍS NOLIVOS Director Metropolitano de Medios Públicos CONSEJO EDITORIAL Mauro Cerbino Lucía Durán Paulina Recalde Hernán Reyes Ernesto Proaño Juan Paz y Miño EDITOR GENERAL Alfonso Espinosa Andrade FOTOGRAFÍA Martín Jaramillo Serrano fotografia.martin@gmail.com
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DIRECCIÓN DE ARTE
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Revista Q DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Diana Armas / Revista Q INFOGRAFÍAS / ILUSTRACIONES Diana Armas / dianaarmas@gmail.com
Con sentido
Otro Enfoque Otra economía es posible Cartas del lector Tu ciudad en cifras
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Embarazo adolescente Oficinas del Benalcázar 1 000 La casa ecológica de YAKU
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PASANTES / Sala de redacción Verónica Suárez Nancy Padilla María Fernanda Becerra FOTO PORTADA: Martín Jaramillo “Maíz en el Mercado de la Vicentina”
Culturas
Diversidades Los EDOC llegan en mayo
Un desayuno contundente
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¡Donka! El día de los museos Por los caminos de San Roque
Central
Unos apuntes de ALER
Tres ciudades que conviven
Tadashi Maeda visitado
12 La miel de la economía popular 22 Haciendo luz para Quito 24 Servir desde el sector público 28 Responsabilidad social 32 Ese primer trabajo... 34 La comida que comemos 38
COMERCIALIZACIÓN
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Tomás Ochoa llega al Centro de Arte Contemporáneo Imperdibles
Priscila Espinosa larevistadelaciudad@gmail.com Telef: 395 23 00 ext. 12090 / 098682026 MUNICIPIO DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO Dirección: Palacio Municipal, Venezuela entre Chile y Espejo / www.quito.gov.ec Número 26. Mayo 2012
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20 000 ejemplares MUNICIPIO DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO, 2012 Los artículos de opinión son responsabilidad exclusiva de los autores y no comprometen a la revista ni a sus editores. PRODUCCIÓN: Revista Q IMPRESIÓN: Imprenta Mariscal Av. 6 de diciembre 7015 • Telf: 2449710 ventas@imprentamariscal.com Invitamos a la reproducción citando la fuente
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otro
enfoque Otra economía es posible En el colegio nos enseñaban que el capitalismo es un “modo de producción”. Que es una manera de organizar la producción para cubrir las necesidades de la sociedad. En realidad, el capitalismo es un modelo civilizatorio, que además de regir la vida económica termina atravesando los consumos culturales, la vida social, las relaciones íntimas… Históricamente, el capitalismo, nave principal de la modernidad, devino en la cultura de masas. También auspició, durante siglos, la extracción y explotación de la naturaleza (y de la vida en general) bajo el precepto de generar riqueza. Esto ha terminado, a comienzos del siglo XXI, con una crisis global y con la conciencia de que
estamos a un paso de acabar mal con el ambiente, de matar a nuestra madre naturaleza. Ante esta realidad, otra economía es posible. Una economía donde lo fundamental sea la vida y no el capital, donde lo que debe crecer no son las finanzas sino la alegría. Una economía donde el trabajo sea más importante que el empleo. Una economía de la dignidad y no del enriquecimiento. Hacia allá camina la economía del país en el actual proceso político. Ese es el horizonte, el Buen Vivir en el que algunos, todavía, no logran creer. Alfonso Espinosa Andrade EDITOR REVISTA Q
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Escríbanos: larevistadelaciudad@gmail.com
Cartas del lector Como lector permanente de la Revista Q, les hago llegar una felicitación calurosa por su trabajo, pero a la vez me permito hacerles una sugerencia: sería importante que cada número de la revista cuente con un calendario de las principales fechas cívicas nacionales, para beneficio especialmente de los escolares. Saludos atentos, Luis Sotomayor
Por motivos de trabajo, tengo la suerte de viajar mucho por Latinoamérica. En Quito, desde hace varios meses, pido a amistades que me guarden la revista que ustedes publican cada mes, y se ha vuelto parte de mi lectura. Me ayudan a conocer un poco mejor esta ciudad maravillosa que es Quito (apenas hace tres años que vine por primera vez). ¡Sigan adelante! Marisol Contreras, amiga chilena
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Les escribo este mail, sin formalidades para felicitar por su trabajo al equipo de la Revista Q. He revisado los 4 últimos números (desde que conocí la revista) de portada a contraportada, y me parece que el trabajo es excelente, la redacción, el diseño, la calidad de los artículos, las imágenes, fotografías e infogramas. Especialmente me han gustado el número en el que sale un reportaje fotográfico del Congreso de Salsa, pues las fotos reflejaban lo que realmente vivimos detrás de la tarima, y el número en el que se publicaron varios artículos sobre distintos ámbitos de la salud, que es algo que me concierne y me interesa. Atentamente Esteban Aragón, estudiante de Medicina
Tu ciudad en cifras
Sí
¿Conoce o ha escuchado sobre la construcción del Metro de Quito? ¿Usted cree que el Metro de Quito mejorará la movilidad de las personas? ¿Está usted de acuerdo con la construcción del Metro de Quito?
85,6%
No
81,8% del 78,1 al 86,5%
14,4% 17,5% del 13,3 al 21% Fuente: Perfiles de Opinión
El metro pega Apenas se presentaron los estudios técnicos sobre el Metro de Quito, el tema se puso en boca de todos. Las conversaciones iban de la duda a la confianza, y conforme se supo que los expertos españoles estaban tranquilos con el proyecto, la gente se fue sumando. Claro que con el peso de cada día, un proyecto que estará listo en cuatro años suena lejano, pero la población quiteña, en general,
aprueba el plan, según cifras de un estudio de opinión realizado por la empresa privada Perfiles de Opinión. 2 440 entrevistas se realizaron en las ocho Administraciones Zonales del Municipio. Fueron personas mayores a 16 años las consultadas en el estudio, realizado entre el 29 de marzo y el 9 de abril pasados. Básicamente, quiteños y quiteñas están informados sobre el
proyecto y son favorables a su construcción, pues consideran, a priori, que sí será una solución a los problemas de movilidad de la ciudad. El proyecto del metro, que está en plena ejecución, significará un cambio sustantivo en la movilidad del Distrito y un fortalecimiento radical del sitema de transporte público en todo el Distrito Metropolitano.
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Diversidades
La fiesta del otro
cine Texto: Revista Q • Fotos: Cortesía EDOC
Más información: nbenitez.tellesgarzon@gmail.com
D
el 17 al 27 de mayo, Quito podrá disfrutar de la programación de los Encuentros del otro cine, EDOC. En el festival se destaca una retrospectiva de uno de los más importantes documentalistas de Brasil, Eduardo Coutinho, director de cintas donde logra extraer las confesiones más íntimas de los personajes retratados. La sección Panorama contiene el mayor número de películas (34) y ofrece una amplia visión de lo más reciente en producción documental a nivel mundial de los últimos dos años. Películas muy esperadas por los amantes del cine documental forman parte de esta sección como la última producción de Werner Herzog en 3D, Cave of Forgotten Dreams y This is not a film, del cineasta proscrito iraní Jafar Panahi, codirigida con Mojtaba Mirtahmasb, selección oficial del festival de Cannes.
Película: Cuates de Australia Director: Everardo Gonzalez Fotografía: Eduardo Herrera México, 2011 - 35mm. color (100 min.)
El valor de lo vivido: resistir y rehacerse, es otra de las secciones que traen los EDOC11. Aquí 22 películas abordarán experiencias, ya sea de los directores o de los protagonistas, que marcaron sus vidas y que les permitieron reconstruirse y renovar su realidad y su existencia. La maternidad, la infancia, la incapacidad, la vejez, la enfermedad y la muerte, el ciclo completo de la vida, son algunos de los tópicos que se abordan en las películas de esta sección. Otra de las secciones de este año, Imagen-Acción, abordará historias vinculadas a revoluciones, conflictos y luchas. Algunos de los ocho títulos que la componen son producciones con más de treinta años desde su filmación y de cineastas de la talla de Chris Marker o Jorge Sanjinés, cuya reposición guarda relevancia no solo como archivo histórico, sino como memoria de la imagen documental de otros tiempos. Este año, los EDOC11 presentarán ocho películas en la sección Cómo nos ven, cómo nos vemos, dedicada al Ecuador, sus culturas y procesos, ya sea desde la perspectiva de nuestros realizadores, o desde la visión de productores extranjeros.
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Diversidades
Cr贸nica de un desayuno
con seco Texto: Ver贸nica Su谩rez
mvsg23@gmail.com
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A
fuego lento, se mezclan ajos, tomates, pimientos, orégano y perejil con las presas de pollo y el refrito de ajo machacado. Una combinación singular para el famoso “sequito criollo”, un plato de almuerzo que muchos quiteños prefieren servirse en el desayuno. El plato, en esta ocasión mañanera, se acompaña de café, juguito y pan. “Daráme reforzadito, Veci” dice Mesías, vendedor de frutas del mercado de Iñaquito, para pedirse un seco de pollo en el puesto de Doña Rosita. Se sienta en una de las mesas plásticas decoradas con manteles de rosas azulinas. Se sienta ansioso y mueve las manos preparándose para saborear su platillo. Aprueba el ají del centro de la mesa y lo menea suavemente: “rrojo, este sí está picantito”. Por el lugar se esparce el olor de pollo condimentado en punto de cocción. El seco de pollo se elabora en dos etapas. La primera es seca y la carne se fríe en una olla hasta que se dora. En la segunda fase, el pollo dorado se cuece en agua, o también en cerveza, junto al jugo de verduras. Veinte minutos después, el plato estará listo. En la gastronomía quiteña, que rinde culto al carbohidrato como dios mayor, se acompaña con arroz y papas.
En Iñaquito, para Mesías no está de más una cerveza recién sacada del la refri, burbujeante y con la capa de espuma justa. “Ahora sí patroncito, ya le sirvo, hasta con yapa, para que vea”. Rosita acomoda la montaña de arroz sobre el plato, con dos piernas de pollo bañadas en jugo, un par de maduros y un cucharón de papas fritas. Espolvorea sal, cilantro y pimienta, y coloca “la cereza del pastel”: medio aguacate partido y encurtido de tomates. Una vez servido el plato, cuchara sopera en mano el comensal empieza a saborear al que llama entre risas “el manjar de los dioses”. Han pasado 10 minutos, dos canciones de cumbia, y está vacío más de la mitad del plato. “Ahora si ‘breve’ Veci, páseme unos ‘huevitos’ tibios con jugo de carne, para empezar bien el día”. Para otros comensales, el seco reemplaza a los huevos y es una dosis extra de proteína para aguantar el día. Suenan las cacerolas, porque Rosita sirve con rapidez otros secos para los clientes que empiezan a llenar el sitio antes de las 08:00. Vierte los huevos en una copa de cristal, riega encima el jugo de carne, remueve el menjurje y lo sirve a la mesa. En La Marín hay una hueca donde hacen lo mismo, pero con guatita… Un clásico quiteño poco explotado, este de los huevos tibios reforzados.
Si no es de pollo, puede ser de chivo o de carne. Lo importante, para los desayunadores de seco, es la abundancia y llenar la panza para todo el día. “Sin arroz al desayuno, a media mañana estoy con hambre y de mal humor”, confiesa Manuel, un comerciante que llega todas las mañanas al Centro Histórico desde su casa en el sur de la ciudad.
La copa de jugo de carne es una alternativa en sí misma, y algunos desayunadores la aprovechan como único recurso, “con un pancito para que llene bien”, en palabras de Jorge, un taxista que inicia la jornada antes de las seis de la mañana, pero que a las 08:30 necesita con urgencia esta copa nutritiva.
Hasta que llegue el seco se toma en dos bocados grandes la taza de café tinto calientito. Luego el seco, como si se atrasara a misa, recoge lo último del guiso con el pan, y el jugo de fruta ayuda para bajarlo todo. Tras pagar y santiguarse, sube desde la calle Benalcázar hacia el local que atiende cerca de La Merced.
Carmen Luna, que sirve este plato en su pequeño local cerca del Playón de La Marín, asegura que son muy pocas las mujeres que se inclinan por comenzar el día con un sequito“. La mayoría son hombres, porque muchos tienen trabajos en los que ocupan mucho el cuerpo; otros yo sé que no comen nada más en el día”. En sus cuatro mesas, seis varones desayunan, cuatro lo
hacen con seco de pollo y uno más le pidió para el final la copa de huevos con jugo de carne. Mesías completa su desayuno en Iñaquito, que repite cada día por cuatro dólares. “Estaré muy ocupado, pero para ‘el seco’ nunca falta tiempo, además con eso resisto hasta la noche, cuando termino la labor del mercado.” La historia es la misma en el Centro Histórico, donde obreros y cargadores de los mercados, choferes y comerciantes, burócratas y estudiantes prefieren romper el ayuno con uno de estos levanta muertos. Y hasta la noche…
Una mirada desde la nutrición Estefany Ramos, nutricionista, explica que el seco lleva una fuerte cantidad de proteínas y vitaminas, concentradas en los cárnicos, los maduros y la ensalada. La cantidad abundante de arroz aporta un número importante de carbohidratos para el organismo, lo que genera una sensación de satisfacción frente al hambre, que perdurará por varias horas. En los últimos años, el desayuno con seco ha ido saliendo del Centro y en los mercados populares. Las modas de la delgadez levantaron el mito de que si desayunas mucho luego no comes durante el día. Según una investigación publicada en Nutrition Journal (Revista de Nutrición) y difundida por la BBC, el desayuno abundante no reduce el consumo de calorías durante el día. El estudio de la Universidad Técnica de Munich, en Alemania, involucró a cerca de 400 personas, 280 de las cuales eran obesas y 100 tenían un peso normal.
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Central
Siguiendo los pasos de los que
trabajan Texto: María Fernanda Almeida / Alfonso Espinosa • Fotos: Martín Jaramillo mfernanda.almeida12@gmail.com / alfonjod@gmail.com
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Planta ensambladora Industria: Omnibus BB
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ALGUNOS HITOS DE LA HISTORIA ECONÓMICA DE QUITO Sociedades antiguas
Hace 10 000 años
Los habitantes de la región de Quito son nómadas. Su supervivencia depende de la caza y la recolección. Entre los animales que tienen a mano se cuentan venados, conejos y pumas, además de aves, como el guarro. El trabajo manual está determinado por la fabricación de instrumentos para la cacería (puntas de lanza) y la confección rudimentaria de ropas con pieles de animales.
Hace 3 500 años
El desarrollo de la agricultura en la meseta de Quito y sus al rededores marca el paso hacia una vida sedentaria, vinculada al calendario de cultivo y cosecha. Entre los alimentos que se cultivan están el maíz y el fréjol, los chochos y el tomate. Algunos de estos vegetales son originarios de América Central, pues existen circuitos de intercambio entre las sociedades antiguas.
Hace 3 000 años
Siglo XVI una villa nace 14
Con el establecimiento de una sociedad agraria, la región de Quito se establece como un importante espacio de intercambio. Los españoles al llegar nombrarán estos mercados como “tianguez”, usando una palabra náhuatl (azteca). Había uno en la actual plaza de San Francisco, otros en Cotocollao y Amaguaña. Desde el litoral y la selva llegaban cacao, sal, spondylus, algodón y fibras, yuca…
La ciudad española En 1534 Quito es fundada y la ciudad crece al pie del Pichincha. Llegan especies nuevas, como caballos, pollos, borregos, cerdos, trigo, cebada, caña, plátano, arroz. La economía sigue siendo agraria, se cultiva en los solares del actual Centro Histórico y se establecen ejidos (terrenos comunes) para el pastoreo. Aparece la moneda como medio de intercambio. Aparecen los gremios de los distintos oficios, impulsados por las escuelas creadas en los conventos.
¿Q
ué hacemos los quiteños para llegar al fin de mes? ¿De dónde provienen los ingresos de la ciudad? ¿Producimos o solo somos prestadores de servicios? La ciudad, organismo con dos millones y medio de almas, ecosistema donde se compite y se comparte. ¡Qué tentación, poder decirle colmena u hormiguero! Pero la ciudad está llena de personas y, por ende, de anhelos y creatividad, de modos de entender y hacer la vida. La economía de la ciudad refleja esa diversidad. Escogemos, para esta narración, el relato de tres distintas jornadas en la ciudad, de tres ciudades diferentes que son todas una y la misma: Quito, taracea hecha de diferentes retazos de historia, ciudad de solidaridad y de desigualdades. La capital es un territorio económico complejo, exigente y atractivo para personas de todo el país. Empezamos el recorrido en el sur de la ciudad. Es la madrugada de un viernes de abril…
La ciudad que madruga Siete grados, viento helado. Trinos de pajaritos, escándalo de frenos de aire de camiones tempraneros: la ciudad está despertando. Luces naranja alumbran intermitentes el asfalto aún vacío de la avenida Mariscal Sucre. En las paradas, grupos de personas miran a su izquierda o derecha por si llega uno de los buses que cubren de madrugada alguna de las 38 rutas en el Distrito Metropolitano. Unos laboran en la construcción, otros en el mercado informal, la venta de alimentos y la limpieza. 01:00. El Mercado Mayorista, el sitio de acopio y distribución de alimentos más grande de Quito, está a reventar. Casi cien camiones ofrecen su mercadería. Los minoristas –muy locuaces y avispados– regatean los precios. Unos caen convencidos, pero Esteban Toro se mantiene firme. Viene desde Santo Domingo trayendo plátano verde, y por cinco tandas del producto no cobra menos
Empresa constructora RFS Instalación de cielo raso.
de nueve dólares. Por otro lado, Norma Espinosa (46), una mujer de cabellera negra y vivaces ojos, sortea su paso entre los 300 tricicleteros del mercado, cargando pesadas cajas de frutas que venderá apenas salga el sol. 05:00. En la Rodrigo de Chávez y Mariscal Sucre, Jorge Delgado (24) bosteza mientras espera su transporte a Tababela. Es electricista y hace un año coloca el cableado en el nuevo aeropuerto de la ciudad. A su lado, Lupe Guamán (50) respira agitada tras correr desde su casa hasta la vía principal. “Trabajo en la Universidad Internacional y no puedo perder el recorrido. Antes de que lleguen los alumnos y los profes tengo que limpiar bien las aulas y oficinas”. Por fin aparece el ChillogalloHospital del Sur: lleno, los vidrios empañados, sin asientos y con un fondo de vallenato más ronquidos. Julio González (39) con su jean azul y una mochila en su espalda
caminará más de ocho horas registrando el nivel en los medidores de agua de casas y edificios. Al otro lado de la ciudad, en el redondel de La Floresta, se oye la risa de María Ríos. La mulata de 46 años cautiva a sus clientes con el aroma que emana de los “cooler” forrados con plástico negro para guardar el calor (creatividad popular). Hoy venderá 12 libras de guatita, 3 pollos y 32 sánduches. Tiene desayunos para reyes, con arroz, huevo y ají. Para los más sanos, en tres jarras distintas sirve aguas medicinales con sábila, horchata… y gelatina de uva. 13:00. Primer descanso. Jorge y Lupe almuerzan en los comedores de sus empresas, pero por su trabajo Julio nunca sabe en qué sitio de Quito estará. “Almuerzo donde me toque, voy a unos sitios buenos, bonitos y baratos. Por un platito pago 1,75 dólares”.
Norma tiene a dos pasos, en el mercado, encebollados, caldos de gallina, secos, cuyes, hornado y más. La Picantería Martita pergona: “Almuerzos a 2, almuerzos a 2”. María preferirá El salón de Chaguarquingo, que hoy sirve almuerzos por 2,50 dólares (con sopa, segundo, jugo y postre, como a ella le gusta). 18:00. Lluvia torrencial sobre la ciudad. María Ríos toma un bus hacia la Loma de Puengasí; Jorge Delgado se dirige a la Villaflora; Lupe Guamán y Julio González parten hacia Chillogallo. Norma Espinosa se va a Turubamba. En casa, sin mayores lujos, sin cable ni Internet, sintonizan el noticiero y algún programa nacional. Meriendan aunque sea una taza de café. Pasadas las 22:00, ya están dispuestas a descansar. Mañana aunque sea sábado, muchos de ellos tendrán que trabajar.
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La vida viendo para otra parte Parque La Carolina, corazón del norte de Quito. Desde las 05:00, trotadores y deportistas mañaneros copan las aceras y senderos, en un afán diario por poner el cuerpo a punto. La cultura física, la diversidad gastronómica y de consumos culturales, su sentimiento de ser “globales” más que locales son algunas características de estos madrugadores, al menos de los sub-40, subidos al tercer piso, casi maduritos… Otros denominadores comunes son el ser profesionales (algunos posgraduados), graduados de colegios particulares y residentes de esta ciudad que comienza en El Ejido y se termina en el Aeropuerto Mariscal Sucre. Ejercen diversas profesiones liberales, unos; otros, sacan adelante emprendimientos o sostienen comercios medianos -micromercados, farmacias, una mecánica... 06:00. Trote o gimnasio, pero en seguida hay que estar en casa; las seis son la hora de las carreras. Los que tienen hijos, a despertarlos para mandarlos a la escuela, los que no, igual bañarse y ponerse a punto para la jornada. El comienzo del día se hace, a veces, acompañado de las noticas de la radio. La clase media se identifica con Diego Oquendo, Miguel Rivadeneira y Gonzalo Rosero, radiodifusores que mantienen espacios informativos y editoriales a primera hora de la mañana; también hay asiduos escuchas de las radios públicas Estatal y Municipal. “Somos hijos de señores de terno, que logramos sacarnos la corbata” dice Pedro, un graduado de Administración (la carrera con más alumnos en Quito). Trabaja en una importadora, que hace ocho años saca adelante con un socio y compañero de la Universidad. Traen computadoras y equipos
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Zoraida Yumbo, segunda generación de confiteros, en su local de la calle Rocafuerte.
electrónicos, y han importado celulares liberados y ollas finas. Los emprendedores no son lo más común. El quiteño, acaso por ser heredero de una ciudad-notaría, prefiere lo firmado y lo seguro al riesgo. La ciudad no es, como se ha dicho a veces, de burócratas, pero muchos quiteños sí prefieren ser empleados (con empleo eres mejor yerno, por ejemplo). Y en Quito hay empleo, se genera empleo suficiente para que llegue gente de todo el país, permanentemente. 11:00. En los apuros de la mañana, desayunan liviano. Algunos, solo un café o un jugo. A la media mañana se obliga un coffee-break, una picadita. Puede ser, y es pretexto para una escapada del trabajo, de la ofi, del laburo (la clase media, en el fútbol y la jerga, tiene vendida el alma a los argentinos, vaya usté a saber por qué).
El break de media mañana, cuando uno lo espía con un poquito de atención y otro tanto de malicia, revela datos interesantes de la sociedad norteña: su machismo, su facilidad para ser moralista en la declaración y pervertida en la acción, su estratificación simbólica, donde aún quedan los que creen que son más “blancos” que el resto (y piensan que eso es bueno). Esos cafés matutinos son la cancha donde se practican las populares disciplinas de la murmuración y el chismorreo. Lorena trabaja en una empresa de poco más de 30 empleados. Su jefe, el dueño y gerente, nos pide discreción sobre “los negos”. No hay nada ilegal: un campo petrolero “marginal” es su gallina de los huevos de oro, pero tienen inversiones inmobiliarias (compra en planos, vende acabado), trae carros. Lorena, graduada de Derecho, trabajó en el SRI buscando
cómo cobrar todos los impuestos posibles, “ahora acá trato de pagar lo menos que se pueda sin quebrar la Ley”, confiesa. 14:00. Almuerzo, tardecín, pero a tiempo todavía. Si es en “la zona”, puede ser en el Este Café; otros prefieren lanzarse a los patios de comidas de los grandes centros comerciales, que a esa hora son hervideros de gente comiendo sushi sobre espumaflex y pollo con guantes de funda plástica… Camila hace su parada para almorzar una ensalada y té negro que trae desde la casa. “Pero comer en el escritorio me parece lo más deprimente del mundo, así que salgo acá al mall para despejar la cabeza”. Hace poco superó una crisis de estrés y depresión que la tuvo a mal andar durante varios meses. (Males simbólicos, enfermedades del alma: otro signo de este grupo).
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Ella se dedica a la psicología clínica. Hace dos años regresó de España, donde terminó un posgrado que la autoriza como terapista para personas, familias y grupos. “Ahora estoy repartida entre la consulta y una consultora en mediación que estamos sacando adelante con un amigo antropólogo y otras personas”. Con 32 años, no se ha casado ni tiene previsto hacerlo. Consultada sobre el tema, se pone un poco seria y reflexiona, callada, un momento. “No creo que sea el momento, todavía. No me urge ser madre, y cada vez pienso más en tener un hijo sola”. Pero nada está todavía decidido, ni hace planes demasiado hacia el futuro. “Hay que ver por dónde te viene la vida, también”. 18:00. Ser profesional exitoso de clase media es casi sinónimo de ser “carrohabiente”. El uso del transporte público es minoritario y casi vergonzante entre quienes han logrado poscionarse (como un buen producto más) en el mercado laboral quiteño. Tener carro es síntoma de ascenso social, bajo el pretexto de brindar autonomía, independencia y libertad. Mateo es funcionario en una institución pública. Se dedica al sector cultural, donde desarrolla básicamente informes técnicos, que sirven como insumo para el desarrollo de políticas. Vive, diría mi abuela, en las nubes. En su auto, a las seis de la tarde, carece de autonomía para decidir hacia dónde ir, es todo menos independiente de su volante y está preso en el tráfico. Feliz propietario de un nuevo ‘depar’ por la Veintimilla, pasa a sus 36 años por la cuarta crisis de pareja de su vida adulta. Nunca se ha casado, pero tres intentos de pareja han fracaso por el mismo pecado de infidelidad. Cuestiona el sistema de valores, y trabaja para el Estado: es un rebelde con sueldo, uno de esos “fabricantes de mentiras” que hay por ahí. Se salva como personaje de Cortázar, cuando se revela y se desvela disfrutando de la agenda de música clásica de la ciudad. Solo eso, una orquesta afinándose, le da sentido a su vida. 22:00. Los jóvenes profesionales exitosos y emprendedores de clase-media-alta, en sus departamentos del norte de la ciudad o de los valles aledaños, usan su tele japoensa para ver producciones estadounidenses o seguir el deporte mundial en los comentarios de expertos argentinos. El “cable” es un recurso básico, y muchos tampoco comprenden ya la vida sin Internet (de banda ancha, obvio). Si hay vida social, no es en casa casi nunca. Bares, restaurantes, “lounges” y bailaderos son el destino de los noctámbulos. La vida cultural de la ciudad cuenta en este grupo social con sus mejores alia-
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dos: son los que van a conciertos, galerías, museos, buscando enriquecer su experiencia vital.
Quito gerencial Hay otra ciudad, la más chiquita, pero también la más poderosa. Con razones estadísticas, el Censo Nacional Económico del 2010 demostró que la economía del país esta hiperconcentrada en Quito y Guayaquil. En el microcosmos quiteño se refleja esa hiperconcetración: apenas el 0,32 por ciento de los establecimientos económicos de Quito son considerados “grandes”, es decir, con más de 200 empleados en rol. Estas pocas empresas mueven la friolera del 85,3 por ciento de las
ventas la ciudad. Es decir, de cada 100 dólares “vendidos” en Quito, 85 van para las empresas más grandes y los otros 15 se reparten para el restante 99,68 de tiendas, empresas y negocios.
por negocios lo que otras familias invierten en una vivienda para toda la vida. Usan ropa “de marca”, que adquieren en centros comerciales o en sus escapadas al extranjero, que no son poco frecuentes.
La “gente de plata” de la ciudad disfruta de una buena vida. Almuerza en locales de 6 a 8 dólares el plato, a diario. Va al cine una vez por semana y asiste a espectáculos al menos una vez al mes. Adquiere arte (cada vez menos) y está al día en tecnología digital. Ahora, por ejemplo, las tabletas que reemplazan las laptop ya están es sus manos.
Sus fines de semana no son de a parque: clubes privados los acogen, una comunidad criolla de la “beautiful people” de la cual se burlaba Marilyn Manson. Aunque hay excepciones, su grado de conexión con el país es mínimo. ¿O acaso alguno quiere donar la mitad de su fortuna, aunque sea por moda, para ser como Bill Gates y Warren Buffet?
Son poseedores y usuarios asiduos de tarjetas de crédito: confiados en su capacidad económica, deben
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ESTABLECIMIENTOS ECONÓMICOS:
Esmeraldas
Sucumbíos
0,3% 36 3
0, 6% 633
0, 4% 486
2,5% 2 80 9
89,8 % 101 937
Manabí
Sucumbíos
0, 3% 371 Napo
Santo Domingo
2,2% 2 52 8 Puerto Quito
3,8% 4 334
Pedro Vicente Maldonado Los Bancos Mejía
Cotopaxi
Ecuador: 511 130 Pichincha: 113 471
Rumiñahui D.M. Quito Pedro Moncayo Cayambe
Algunas cifras de la economía de la ciudad
ACTIVIDADES ECONÓMICAS: (Establecimientos / Personal ocupado) TOTALES PICHINCHA:
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(113 471 / 589 466)
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (132 / 9 781)
Comercio al por mayor y menor (55 155 / 144 788)
Actividades profesionales, científicas y técnicas (3 730 / 31 443)
Industrias manufactureras (11 737 / 84 957)
Atención de la salud humana y asistencia social (3 838 / 26 750)
Artes entretenimiento y recreación (1 001 / 5 697)
Enseñanza (2 916 / 57 005)
Otros servicios (9 935 / 22 621)
Actividades financieras y de seguros (905 / 3 595)
Actividades de alojamiento y servicio de comidas (12 087 / 45 795)
Construcción (605 / 17 742)
Actividades inmobiliarias (544 / 3 595)
Administración pública y defensa (571 / 42 432)
Información y comunicación (5 114 / 17 307)
Fuente: Censo Nacional Económico, INEC 2010 Investigación: Instituto de la Ciudad de Quito www.institutodelaciudad.com.ec Infografía: Diana Armas.
DESEMPLEO EN TRES PERSPECTIVAS
INDUSTRIAS ESPECIALIZADAS Porcentaje del empleo que concentra Quito del total nacional
Negros, afroecuatorianos y mulatos son los grupos étnicos con los mayores porcentajes de desempleo en el DMQ, con 7,8%, 6,9% y 6,2% respectivamente, mientras que sólo el 4,7% de los mestizos y el 5,1% de los indígenas se encuentran desempleados.
83,7% 53,7% 49,7%
negro/a afroecuatoriano mulato/a mestizo/a indígena blanco/a
49,3% 44,7% 39,7%
8%
36,2%
7% 6,2% 5% 5% 6%
0%
33,8%
20%
40%
60%
80%
Si se analiza por edad tenemos que el 64% de los desocupados son aquellos menores de 35 años.
31,7% 28,9%
Menores de 35
27,7%
EN QUITO HAY TRABAJO
64%
Tal es la fuerza de atracción del DMQ, que a pesar de sólo concentrar el 16% de la población total y el 18% de la Población Económicamente Activa del país, da empleo al 27% del total de trabajadores a nivel nacional.
0%
20%
40%
60%
80%
Las mujeres en el DMQ representan el 52% de los desocupados y sólo el 44% de los ocupados. Mujeres
Fuente: Censo Económico Elaboración: Instituto de la Ciudad
52% 0%
20%
40%
60%
80%
16% 11%
HABITANTES Y EMPLEO POR ADMINISTRACIÓN ZONAL La Delicia
8% 10%
3%
5% Calderón Quitumbe
En e l análisis a n ivel d e Administración Zonal (AZ), se puede observar que el 52% de los ocupados en el DMQ trabajan en la AZ Eugenio Espejo (Zona Norte), a pesar de que allí viven sólo el 20% de los trabajadores del DMQ. Esto posiciona a ésta como la zona de mayor actividad productiva.
Personal ocupado Habitates
QUITUMBE
10% 7%
52%
12% 7%
Eloy Alfaro
ELOY ALFARO
19%
MANUELA SÁENZ
Manuela Sáenz
EUGENIO ESPEJO LA DELICIA
2%
CALDERÓN
13%
20% 4%
Los Chillos
TUMBACO
Tumbaco
LOS CHILLOS
Fuente: Censo Nacional Económico, INEC 2010
Eugenio Espejo
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Central
¿Cuál es el éxito de la economía
solidaria? Texto: Pamela Robayo / Revista Q • Fotos: The Ecuador Honey Co. pamerobayo@hotmail.com
L
a del éxito económico es una carrera terrible e implacable. En el camino hacia la vida regalada que ofrece el “triunfo” no importa pasar por encima de personas, mentir a los consumidores, explotar a los empleados. Las ganancias justifican los medios. No importa matar al planeta, destruir la política, alienar niños, volvernos cada vez menos gente, más-cosa-que-compra. Ese es el evangelio del capital: los suicidios de jubilados en Grecia y la tragedia ecológica planetaria son dos consecuencias de ese credo. “Es imprescindible, entonces, nuevos modos de producir, consumir y organizar la vida”, en palabras de la socióloga Ana María Larrea, de Senplades. En los años 90, ese era el único camino que se ofrecía a la sociedad, argumentando un falso “fin de la historia”: no hay nada más allá de la democracia liberal ni del sistema de mercado. El obvio error ha sido cuestionado desde entonces, y otras prácticas económicas son posibles. Un modelo alternativo extraordinariamente interesante es el de la llamada “economía popular y solidaria”.
¿Qué es economía solidaria? El ensayista Milton Benítez, en una entrevista con diario El Telégrafo, aportaba con una definición de la economía solidaria.
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“Es la economía de la vida. No es la salida a la crisis económica, es una promesa de una humanidad para que vea por sus necesidades”. También la ubicaba con precisión: “si se define desde un concepto de mercado, la economía solidaria está en la feria”. Esta forma de organización económica está reconocida en la Constitución y tiene ya una ley que la regula y organiza. Según se define ahí, se trata de “formas y prácticas económicas, individuales o colectivas, auto gestionadas por sus propietarios”. Su característica particular es privilegiar “al ser humano como sujeto y fin de su actividad”. Se supone que actúen “en armonía con la naturaleza, por sobre el lucro y la acumulación de capital”. “Para la economía social el ser humano es el centro de la actividad económica y, por lo tanto, la economía debe estar al servicio de la vida y no la vida en función de la economía”, anota Larrea. Este precepto es uno de los pilares del actual proceso político del país. La ley caracteriza a economía solidaria con “La prevalencia del trabajo sobre el capital; de los intereses colectivos sobre los individuales; y, de las relaciones de reciprocidad y cooperación, sobre el egoísmo y la competencia”.
Un panal en Quito En el caso de Quito, según estudios de la Secretaría de Desarrollo Productivo y Competitividad (SDPC) del Municipio sobre el Censo Económico, 79 320 personas trabajan en este sector de la Economía Popular y Solidaria. Mueven anualmente, en ventas, poco más de 220 millones de dólares. No piense, amable lector, que los esfuerzos de la economía popular den productos poco acabados. La colaboración, más bien, permite alcanzar grados de excelencia en la calidad. Es el caso de la “miel varietal” que se produce en Ecuador Honey. “Seas o no economista, si quieres entender de solidaridad y
buen vivir acude a una colmena antes que a la academia”, recomienda Salomé Flores, la principal gestora de esta microempresa artesanal del Distrito.
apoyos de diversas instancias estatales, como el Mipro (a nivel de Gobierno Central) y entidades locales, como el caso de Conquito, en la Capital.
“Lo que da cuerpo, color y sabor a la miel, es la floración de la cual está hecha. El clima de nuestro país y su biodiversidad hace que tengamos miel de floraciones tan singulares como el aguacate o el rábano, por ejemplo”. Estas floraciones no alcanzan para una macro-producción, la cantidad es limitada pero la calidad es incomparable.
Carlos Díaz es Director de Desarrollo de la Subsecretaria de la Micro Pequeña y Medianas Empresas y Artesanías (MIPYMES). Nos explica que se basan en cuatro estrategias: fomentar la productividad, impulsar proyectos de asociatividad productiva, articular acciones de distintos organismos públicos y crear centros de fomento productivo.
Ecuador Honey trabaja con los pequeños apicultores para evitar que muchas variedades exquisitas de miel se pierdan. Mediante la autogestión el apicultor puede producir la miel varietal con el asesoramiento adecuado y ganar más que vendiendo a las grandes empresas. “La meta es ampliar nuestro radio de acción, gracias a entidades como el Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro) y la Asociación de Apicultores de Pichincha, estamos gestionando nuevos espacios destinados a la producción artesanal de miel”.
“También buscamos mercados para la exportación sin que el microempresario o el artesano tengan que hacerlo a tientas”, asegura Díaz. Entre los programas del Mipro que apuestan por una economía incluyente hay desde asistencia técnica (Producepyme) y financiamiento (Fondepyme), hasta guías para la exportación (Exportapyme).
Apoyo estatal y municipal
Dentro de los sectores empresariales en Pichincha que se han beneficiado de estos programas están los sectores agroindustrial, artesanal, automotriz, del cuero y calzado, textil y de confecciones, química y farmacia, y software.
Además de su inclusión en la Constitución y del desarrollo de la Ley, la Economía Solidaria recibe
El Municipio quiteño, por su parte, mantiene a Conquito, instancia para el impulso de em-
prendimientos y promoción económica. Uno de los programas de Conquito en el plano de la Economía Solidaria es Quito Efectivo. Su coordinadora, Raquel Peñafiel, parte de entender al ser humano como sujeto y fin de todos los proyectos y competencias en la economía del Buen Vivir. Sirven, con su programa, a personas que no tienen acceso al mercado empresarial. Los caracteriza como mujeres jefes de hogar, pequeños productores agrícolas, personas con discapacidad, inmigrantes, familias de emigrantes, analfabetos… Se trata, en muchos casos, de personas en vulnerabilidad económica y de habitantes de zonas periurbanas y rurales del DMQ. “En Quito Efectivo, más que otorgar un crédito, nos focalizamos en capacitar a la gente que esté interesada en establecer su propio negocio para que pueda elaborar su propio proyecto”, explica Peñafiel. “Con todo planificado, accede al crédito. Las facilidades de pago y la bajísima tasa de interés garantizan el éxito del microempresario y su comunidad”. Hasta diciembre de 2011, Quito Efectivo canalizó 2 886 958,69 millones de dólares hacia emprendimientos productivos en el DMQ. Uno de ellos es Ecuador Honey…
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Central
La Eléctrica Quito, una empresa
ejemplar Texto: Alfonso Espinosa • Fotos: Martín Jaramillo alfonjod@gmail.com
Cables de alta tensión en la Central de Guangopolo.
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¿S
abía usted que un túnel de 8 kilómetros lleva agua desde la central hidroeléctrica de Guangopolo hasta la de Cumbayá? ¿Sabía que esa son solo dos de diez centrales hidroeléctricas, parte de un complejo sistema que alimenta con electricidad a la ciudad? Quien está a cargo de esta infraestructura, y de garantizar que el servicio de luz, como lo llamamos coloquialmente, llegue a nuestras casas, es la Empresa Eléctrica Quito (EEQ). La Central de Cumbayá es histórica. Su producción de 40 megavatios (Mw) la ubicaba como la mayor planta de producción del país en 1961, año de su inauguración. La obra, en esos años, implicó construir el túnel de conducción desde la Central Guangopolo (que emplea las aguas del río San Pedro), el reservorio de regulación, la tubería de presión y la casa de máquinas. La central, que acaba de cumplir 50 años, mantiene casi como en exposición sus equipos analógicos, verdaderas joyas de la ingeniería eléctrica. Ahora, la planta se controla mediante un sofisticado sistema informático, de uso internacional, llamado Scada. Si antes sorprendían las cajas de switches y controles manuales, ahora corta el aliento ver un cuarto climatizado donde cientos de cables, procedentes de miles de sensores instalados en las turbinas, generadores, tuberías y válvulas en toda la central, alimentan segundo a segundo el sistema con información precisa. Santiago Jaramillo, ingeniero de la Central, nos guía por el lugar y lo explica todo. Su relación con esta maquinaria es completamente personal, y hace algunos meses él fue quien se apersonó de la celebración por los 50 años. Muestra con orgullo unas fotos del proceso de construcción, rescatadas en buena hora del olvido. (Cuña para el Museo de Ciencias de Chimbacalle: algo está de hacer para hacer más significativo ese espacio tecnológico relevante).
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Santiago Jaramillo maneja el Sistema Scada en Cumbayá.
En la Central de Guagopolo también encontramos a un comprometido Germán Torres (31 años en la empresa), que habla de las turbinas viejas como de sus guaguas, y de la grande y nueva con un respeto casi sacro. Será porque ahí, en Guangopolo, entre cables se ven un par de Dolorosas, y algún Corazón de Jesús… Jaramillo, ingeniero vinculado hace más de 10 años con la EEQ, nos explica el sistema: el agua traída desde Guangopolo, pasa primero por los ‘tanques desarenadores’, donde se sedimenta. El agua ya limpia va al ‘tanque de cabeza’, que conecta con las tuberías de presión (en medio hay dos torres, parecen silos, pero sirven para equilibrar la presión del agua). Por dos tubos de 220 metros de largo y 2,44 metros de diámetros interno, el agua desciende 138 metros (unas 580 gradas). La presión lograda con la caída im-
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pulsa a cuatro turbinas tipo Francis hasta las 514 revoluciones por minuto. Las turbinas alimentan cuatro generadores verticales (dos japoneses y dos alemanes). Cada generador tiene una capacidad para producir 10,5 Mw. Esa corriente sale por una línea hacia Tumbaco y por otras dos hacia el Anillo Eléctrico Quito, que es como se llama al circuito de alimentación de la ciudad. En Tumbaco, ciudad-dormitorio, el consumo durante el día es de 10 Mw, “pero en la noche se dispara hasta 18” explica el ingeniero. Más allá de prender un foco o ver la tele, la electricidad tiene mucho que ver con el crecimiento de la economía. Muchísimas pequeñas industrias y establecimientos económicos del más diverso tipo dependen de la electricidad para su funcionamiento. Para establecimientos que venden alimentos o sirven comida, la electricidad
les garantiza poder conservar sus productos frescos. Es uno entre decenas de ejemplos posibles. Si la acción de la EEQ tiene incidencia en diferentes ámbitos de actividad económica, también es amplio su impacto territorial. La generadora y comercializadora provee de servicio eléctrico a los cantones de Quito, Rumiñahui, Quijos, Archidona y Puerto Quito, y parcialmente a los de El Chaco, Cayambe, San Miguel de los Bancos y Quinindé. En su zona de concesión, la demanda de energía ha crecido de 2 859 gigavatios (GWh) en 2009, a 3 648 GWh en 2011. La EEQ aprovecha el sistema hídrico para generar electricidad, y por fuente hidráulica produjo 462,48 GWh el año pasado. Otros 150,33 GWh originados en centrales térmicas completaron los 612,81 GWh que la EEQ produjo. Esta prevalencia de la producción hidroeléctrica es una apuesta
Turbinas de la Central de Guangopolo.
también a futuro, y las estaciones de La Victoria, El Batán y El Troje sumarán 14,5 Mw al sistema. El año pasado, la EEQ dispuso de 3 814 Gwh, de los cuales colocó el 93,25%. Esa tasa de pérdida (energía producida y no colocada) sitúa a la EEQ dentro de estándares internacionales. La Empresa está en plena transición, pues de acuerdo con la Constitución debe ser una empresa cien por ciento pública, y actualmente el 1,15% de sus acciones pertenecen a industriales y comerciantes. El funcionamiento de la empresa, en muchos aspectos, es ejemplar: las tasas de cobertura que ofrece son las más altas del país y su modelo de gestión ha servido para otras empresas eléctricas del país.
Central Térmica Luluncoto Central Térmica Gualberto Hernández
Central Hidroeléctrica Guangopolo Central Hidroeléctrica Nayón
Pedro Vicente Maldonado
Central Hidroeléctrica Cumbayá
Puerto Quito San Miguel de los Bancos
Quito El Chaco Rumiñahui Mejía
Quijos
Archidona
Central Hidroeléctrica Papallacta
Zona de trabajo de la EEQ y principales centrales de generación eléctrica
Central Hidroeléctrica La Calera
Central Hidroeléctrica Loreto
Central Hidroeléctrica Pasochoa Central Hidroeléctrica Los Chillos
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Central
A
ños atrás al entrar en una oficina de cierta institución pública, se observaba el siguiente panorama: pegadas a la pared dos imágenes de considerable tamaño, una del Divino Niño y otra de “La Churona”. Frente a cada ícono religioso se alzaban altares improvisados, provistos de veladoras blancas encendidas y flores de plástico, colocadas sobre mesas y archivadores. Ahora, en 2012, el ambiente de trabajo de los servidores públicos ha tomado otro aire. Las oficinas no son más espacios de libre expresión religiosa o
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cultural. Las paredes permanecen inmaculadas, los escritorios guardan pilas de documentos y no faltan computadores sobre ellos. El cambio significativo de los espacios de trabajo, de ese “hábitat urbano” en el que día a día se desenvuelven los funcionarios públicos, sirve de analogía para la transformación que éstos han atravesado. Los síntomas de la evolución son visibles no sólo físicamente, sino en el imaginario social ciudadano (medianamente) y sobre todo en las propias conciencias de los empleados públicos.
Funcionarios
públicos Texto: Gabriela Balarezo • Fotos: Martín Jaramillo gabriela.balarezor@gmail.com
2.0 29
Antes, hablar sobre ellos implicaba tocar estereotipos que por lo general cargaban con connotaciones negativas. La asociación funcionario-estereotipo persiste, son las variables las que fluctúan. Menos folclor, más formalidad, exceso de trabajo, mayor capacidad técnica... Ahora queremos esbozar ese perfil renovado que reluce en los empleados públicos, en base a una extensiva observación de campo, realizada a diestra y siniestra en la ciudad capital (que para suerte mía tiene una concentración increíble de instituciones públicas). La investigación está respaldada también por testimonios de usuarios y funcionarios. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), informan que en la provincia de Pichincha, en Administración pública y defensa hay 571 esta-
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blecimientos y 42 432 personas empleadas. En la categoría Distribución de agua, alcantarillado, gestión de desechos y actividades de saneamiento, existen en la provincia 97 establecimientos y 1 565 empleados. Entonces, 43 997 empleados públicos laboran en Pichincha. No están incluidos quienes trabajan en las áreas de Enseñanza y Actividades de Salud Humana y Asistencia Social. Pichincha agrupa más establecimientos y empleados estatales que cualquier otra provincia del país. Esto es parte de la capitalidad de Quito, donde se asientan más establecimientos públicos que en cualquier lugar (482 relativos a Administración Pública y defensa y 82 correspondientes a Distribución de agua). La evidencia apunta a que, pese a los esfuerzos de descentralización, como el Plan Nacional promovido por el Gobierno Nacional y la Senplades, en
la capital la concentración de servidores públicos es alta. De hecho, por décadas se afirmó que Quito era una ciudad “de burócratas”. En realidad no lo es, pero el peso del sector público sí se siente en la ciudad. Sumándose a una metamorfosis sutil en la mentalidad quiteña y salarios con cifras ascendentes, las fallas en los esfuerzos de descentralización han logrado que el empleo como servidor público gané aún más popularidad en la ciudad. Más bien, es una revalorización, que tiene que ver con la reivindicación del servicio público, que durante el neoliberalismo se catalogó como ineficaz, corrupto y nocivo. Tras la caída aparatosa de ese discurso, el prestigio de los empleados públicos ha reflotado. Los funcionarios han dejado de asociarse con ese ser folclórico que abandonaba su puesto de trabajo cuando se le venía en gana
para “pegarse” un buen plato de papas con cuero o que atendía al ciudadano al tiempo que con un palillo exploraba sus fosas bucales. “Antes las señoritas se peinaban, se maquillaban o se pintaban las uñas frente al usuario”, recuerda Cecilia Rosero, asidua usuaria los establecimientos del Estado. Las remuneraciones que perciben los empleados en el sector público mejoraron y (se cree) han existido esfuerzos por homologarlos en todas las instituciones. Como la Ley de Transparencia lo exige, en cada unos de los sitios web de las entidades se enlistan los valores según el cargo desempeñado, con lo cual aquellos ubicados al tope del organigrama pueden alcanzar los 6 000 dólares y los situados en la base (como mensajeros o asistentes) reciben 500 dólares mensuales. Los parámetros para asignación de salario se establecen en Ley Orgánica del Servicio Público, se toman en cuenta obligaciones a cumplir y preparación. La evolución salarial que caracteriza al funcionario del nuevo milenio de pronto vuelve atractivo y jugoso al trabajo dentro del sector público, con lo que cabe preguntarse si las personas que acceden a puestos dentro de este rubro lo hacen por vocación o por la seguridad económica que implica un sueldo que promediado resulta “digno”. Esa mística de trabajo (cualidad indispensable de un servidor público) existe solo parcialmente: los funcionarios son conscientes de lo que representa su labor para la sociedad, pero son escasos los que se mueven por verdadera vocación y realmente logran ponerse en los zapatos del ciudadano. Otro elemento que determina o condena la existencia del servidor público es la eficiencia. Demasiado se escucha y se habla sobre los problemas de eficacia en los procesos y trámites burocráticos. “Actualmente disponen de mucha tecnología, que entiendo ayudaría
a que la atención o desempeño sea más eficiente, sin embargo en ciertas instituciones la atención no es ágil”, afirma Nellie Araujo, que hace algunas décadas trabajó como servidora pública y ahora es parte de los usuarios. Los adelantos tecnológicos en tanto representan herramientas útiles de las que se puede valer el empleado u obstáculos en su largo camino hacia una productiva labor. Sandra Cisneros, funcionaria municipal de la Administración Norte, comenta al respecto aludiendo a cierta situación caótica que afrontó la institución al momento de migrar a archivos digitales las bases de datos. Si bien ahora se exigen niveles más elevados de preparación a los aspirantes a cargos públicos y muchos demuestran un gran interés por la actualidad política, existe una inmensa brecha en el campo de la capacitación. El ideograma del funcionario público 2.0 todavía no está listo, quedan algunos rasgos por mencionar. Básicamente se identifican dos grandes grupos de servidores públicos: aquellos que prestan atención al usuario y los que realizan labores de oficina y no tienen contacto diario y directo con los ciudadanos. Los segundos se mueven en una ambiente de trabajo más relajado y en la mayoría de los casos reina entre ellos el compañerismo. Para los primeros el escenario se pinta en tonalidades más grises, tal vez por la presión de atender a un gran número de usuarios, con interminables trámites por realizar y con rosarios de dudas. Por otro lado un servidor público de atención al cliente promedio (estereotipado) lleva el cabello engominado (si es hombre) y está bien maquillada (si es mujer), es imperturbable, almidonado, realiza acciones mecánicas, se viste con formalidad, denota aburrimiento, emite frases repetitivas y además aprendidas, sus expresio-
nes carecen de emoción, teclean continuamente y parecen estar agobiados gran parte del tiempo. Ambas categorías de empleados de instituciones del Estado, comparten una increíble habilidad para hacer tres cosas a la vez (o más), tienen poca capacidad de innovación (o no hay a quién proponerle nada) y actúan en base a instrucciones predispuestas. Casi siempre hay un “reglamento” cuya autoridad supera leyes, constitución y lo que sea. Es lo más importante, punto. Además, el personal de atención a los ciudadanos está sometido a una rutina estresante de trabajo excesivo. Por ejemplo, los técnicos del INEC reciben entre 700 y 1 000 solicitudes de información diarias, lo que deviene en usuarios molestos que esperan y esperan a ver si es que algún día llega un correo con los datos requeridos. De manera adicional existen otros modos de clasificar a los funcionarios. Hay los de contrato (que temen a diario verse enfrentados de golpe al desempleo) y los de nombramiento, que por tener asegurado su puesto no se esfuerzan lo suficiente, fomentando la mediocridad (los mismos funcionarios tienen esa percepción, algunos pasan los últimos cinco años antes de la jubilación calentando el puesto sin hacer mayor cosa. Despedirlos sale carísimo, por lo que las instituciones prefieren ser “pacientes”). A simple vista las condiciones de trabajo e infraestructura se han regenerado enormemente. Ahora se cuida muchísimo la imagen que se proyecta hacia la ciudadanía, ¿será un cambio meramente superficial, que esconde inestabilidades internas y puntos ciegos? El panorama general del empleado público se retrata aún en claroscuros, pero el cuadro ha dejado de ser sombrío. La transformación es evidente, aunque los aspectos positivos se impongan sobre los negativos.
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Central
Responsabilidad social:
Quito Verde Texto y foto: Revista Q
U
n empresario moderno no es uno que habla en iPhone y usa carro híbrido: es una persona consciente y responsable con su entorno social y natural. Ese cable a tierra que permite a los gerentes bajarse del jet set y aterrizar en el parque del barrio se llama responsabilidad social corporativa, un concepto que ha ganado terreno en el mundo y también en Quito. No se trata de “lavar la cara” de empresas privadas a través de la filantropía, sino de desarrollar estrategias para la acción ciudadana, coordinada y apoyada por empresas privadas, en beneficio de todos y todas. El caso del proyecto “Quito verde y limpio” sirve de ejemplo.
Cuidando el espacio público Esta es una iniciativa de la Secretaría de Desarrollo Productivo y Competitividad del Municipio que apunta a mejorar el cuidado de parques, mediante la par-
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ticipación activa de los vecinos y vecinas, con el apoyo y financiamiento de empresas privadas. El proyecto está en una primera etapa piloto, en la cual participan siete empresas: Claro, KFC, Fybeca, La Favorita, Adelca, Mutualista Pichincha y Uribe & Schwarzkpof. Miembros de la ONG Gesculturas apoyan también la ejecución del proyecto. Ellos realizan un trabajo puerta a puerta en los barrios donde se va a intervenir (en total serán 21,5 hectáreas), para motivar a la gente. Se trata de romper las lógicas paternalistas, en las cuales la comunidad agradece humildemente al patrón de la empresa que viene a dejar sus dádivas. Acá la idea es fomentar una lógica de participación y exigir a las empresas estos canales de retorno para la riqueza que obtienen de la sociedad. “Quito verde y limpio” actuará en Solanda, Quitumbe, Miraflores, Jipijapa, Rumipamba e Iñaquito. El primer parque donde ha ate-
rrizado esta iniciativa de participación es el de la calle El Heraldo, en el norte de la ciudad. También en el parque Palermo, en el sur, se han realizado ya los diálogos y procesos de concienciación ciudadana; las acciones de mantenimiento al parque empezarán en mayo. También se han instalado contenedores diferenciados para distintos tipos de deshechos, en espacios públicos como el parque de la Granda Centeno. El plan de acción de “Quito verde y limpio” tiene ejes culturales, deportivos y de inclusión. Otra característica importante del proyecto es la generación de empleo, pues el mantenimiento de los parques está a cargo de empresas privadas. El trabajo que estas empresas desarrollan es supervisado por la Gerencia de Espacio Público del Municipio. Otras instancias involucradas son las Secretarías de Cultura y la de Deportes, además del Patronato San José.
Es un proyecto de ganar o ganar: la comunidad gana, pues se suscita una apropiación del espacio público, que se beneficia con la inversión privada. Ganan las empresas que participan, pues establecen vínculos afectivos reales con los ciudadanos y no una mera relación con consumidores. Gana el Municipio, finalmente, pues una comunidad consciente y empoderada y unas empresas responsables y enchufadas con su entorno ayudan a construir una mejor ciudad.
La Ordenanza Metropolitana 333 En Quito, la Responsabilidad Social Corporativa es ley. El Concejo de la ciudad aprobó el año pasado la Ordenanza No. 333 de Responsabilidad Social del DMQ. El concejal Pablo Ponce, presidente de la Comisión de Desarrollo Económico del Distrito, explica que en este instrumento legal “se articulan dos conceptos clave: desarrollo económico territorial y responsabilidad social”. Sin la segunda no es posible el primero. Ponce explica para qué le sirve la ordenanza a la ciudad: “es una norma que contempla la Responsabilidad Social de una forma integral, ya que busca la generación de un territorio competitivo y una sociedad sostenible”. La referencia para la Ordenanza 333 es la norma ISO 26 000, “el consenso global más importante” sobre el tema, según explica el Concejal. La ordenanza creó en Quito el día de la Responsabilidad Social, que tendrá lugar cada 26 de julio.
La iniciativa privada Otro campo para el desarrollo de la Responsabilidad Social desde las empresas tiene que ver con la generación de procesos ambientalmente amigables y con la generación de empleo para grupos de población en riesgo. Un proyecto de este cariz es el que llevan adelante en Biowash Car, un emprendimiento apoyado por la Fundación HIASS. Patricia Saavedra explica que se trata, por un lado, de ofrecer un lavado de carro ecológico. Es decir, no usan jabón y apenas gastan agua. Así, el lavado de los vehículos no implica un desperdicio de recursos necesarios para la vida de la gente ni contamina el entorno. La otra veta de Biowash Car es su personal. Trabajan con jefes de familias refugiadas en el país. Hay gente de diversas nacionalidades que ha llegado al Ecuador buscando seguridad y un espacio para hacer la vida y ver crecer a la familia. Uno de los obstáculos principales en estos procesos de desplazamiento es el acceso a un trabajo que les garantice unos ingresos mínimos. Este proyecto abre esa puerta, con lo cual la acción económica se vuelve motor de procesos de inclusión social necesarios y beneficiosos para todos.
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Central
34
Chambas para
guambras
Texto: Mafer Becerra • Fotos: Martín Jaramillo maferbecerra1992@hotmail.com
U
na mezcla de estrés, responsabilidad y satisfacción personal. El primer empleo es una experiencia vital para los jóvenes de hoy y siempre, pues constituye la “patadita” de buena suerte para lo que podría ser su futura vida laboral. Para ayudar a los estudiantes y egresados universitarios en su inserción al mercado laboral, el Ministerio de Relaciones Laborales creó hace cinco años el proyecto “Mi primer empleo”, que ofrece pasantías pagadas en entidades públicas o privadas para que los jóvenes mejoren sus condiciones de empleabilidad en el ámbito profesional. “Mi primer empleo” inició a mediados del año 2007 y en su primera etapa benefició a 581 jóvenes a nivel nacional y en el año 2010 ubicó a 2 150 jóvenes en 110 entidades del sector público. A pesar de los esfuerzos del Gobierno por incrementar ese 18% de la PEA (Población Económicamente Activa) que se concentra en Quito, hay dos grandes problemas que aquejan a los tiernos trabajadores: la temporalidad y la flexibilidad horaria.
Tres jóvenes cuyo desafío es trabajar sin dejar de ser jóvenes nos acercan a esta realidad. Su grupo de edad (entre 18 y 35 años) es de los que tiene altos indicadores de desempleo en Quito (64 de cada 100). Sus buenas y malas experiencias en su primer empleo servirán como punto de partida y guía para un buen desarrollo dentro la fuerza productiva de la sociedad.
Un gran sueño tras el trabajo con un balón Ropa deportiva, un balón de fútbol y mucha paciencia son las únicas herramientas que Daniel Córdova necesitó para su primer empleo. A los 17 años empezó como entrenador de niños pequeños en un curso vacacional de fútbol. Ser menor de edad no fue un impedimento para él, pues su pasión es el fútbol y trabajar enseñando este deporte le encantó. “Daba mis clases y al mismo tiempo aprendía. Todo lo que se enseña también se pone en práctica”, indica. Se ocupaba de la motricidad de los niños de 3 a 6 años. Cosas bá-
sicas como pisar la pelota, patear, hacer pases, definir los límites de las canchas son algunos de los conocimientos que Daniel transmitía a sus pupilos. Daniel destinaba sus ingresos para su alimentación y gastos personales. “Vivo con mi papá pero mi trabajo era mi sustento económico, pues yo hacía mis compras y no pedía dinero para nada”, cuenta Daniel, a quien su empleo le ha ayudado a ser independiente. Después de dos años con un sueldo acorde a sus escasas tres horas de trabajo a la semana y con una meta clara, Daniel abandonó su empleo para dedicarse a lo que realmente le apasiona: jugar al fútbol. Ahora forma parte de la primera división del Deportivo América de Quito, en la segunda categoría del campeonato nacional. “Si no tienes perseverancia no llegas a jugar en primera división”, dice con firmeza al referirse a su mayor sueño: ser arquero profesional. Firmó un contrato por un año. En este tiempo deberá demostrar sus condiciones para mantenerse en el equipo mientras dura la
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temporada y seguir tras su ideal. “Solo debo ser puntual, respetuoso con todos y saber jugar al fútbol. Lo principal es tener una vida muy sana”. Su nuevo y mejor salario tendrá un fin diferente en esta ocasión. Quiere ahorrar para sus estudios en Psicología Deportiva y preparación de arqueros. “Para los jóvenes como yo: si desean hacer algo, háganlo de corazón, no por obligación”.
Los roles de una joven madre emprendedora Estudiante, profesora, vendedora, mamá, hija, amiga y mujer. Todo eso es Daniela Serrano, quien con 19 años forma parte del 27% de mujeres que son madres adolescentes en el Ecuador. “El ser madre tan pronto es difícil. Yo trabajo para sustentar a mi hijo, para sacarlo adelante y para darle una buena vida, a pesar de
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que yo sea joven”, dice Daniela mientras atiende a su retoño de dos años. Con una sonrisa de oreja a oreja y su aspecto juvenil derrocha energía como profesora en las clases de Play and Learn, Music y Art, programas que ofrece el centro de estimulación temprana donde se desarrolla profesionalmente desde hace seis meses. Cumple dos roles en el lugar: uno pedagógico y otro administrativo. Esta doble tarea, a veces, le permite ganar un dinerito extra. Colchonetas, payasos, colores, juegos y pies descalzos acompañan a Daniela en sus divertidas labores en Gymboree. “Mi experiencia en el trabajo es hermosa, yo adoro a mis niños y me encariño mucho con ellos”. Sus alumnos son niños de 0 a 5 años y cuando uno de ellos falta, se preocupa y les llama inmediatamente.
Siempre da un paso más allá al entablar lazos de amistad con las mamás. “Creí que lo papás no me iban a querer porque soy súper joven”, cuenta al recordar que al inicio, su edad fue un ‘pero‘ para las dueñas, temerosas de su decisión. Después de varias pruebas, al fin la contrataron. Lo que más le sirvió es ser madre. “Cuando una es mamá, es mucho más fácil dar consejos. Ya te sabes las etapas de desarrollo y cómo lidiar con bebés”, afirma Daniela que también estudia sicología a distancia, carrera que se relaciona directamente con su trabajo actual. El estar afiliada al seguro social, ganar un salario mayor al básico y obtener bonos de vez en cuando mantienen a Daniela estable económicamente y con la tranquilidad de poder solventar los gastos de su hijo. “El dinero que gano lo empleo en el cuidado de
mi hijo: la niñera, la alimentación, la vestimenta. Todo es para él, yo no me compro nada”, dice con orgullo de su papel de madre trabajadora. Está convencida de que una persona joven sí puede conseguir empleo, que es difícil pero no imposible. Asegura que mientras más joven, mejor, porque se gana independencia económica. “Me gusta trabajar porque así gano experiencia laboral y crezco como persona”.
Periodista en formación, hijo ejemplar en potencia Diego Puente de 21 años está cerca de culminar la carrera de periodismo y desde hace más de dos años se desempeña como redactor en Ecuador Inmediato. “He tenido una experiencia excelente, ya que he puesto en práctica los conocimientos adquiridos en clase, sobre todo he aprendido a relacionarme con la
gente”, indica con entusiasmo cuando habla de sus labores profesionales.
pleo y contribuir al máximo desarrollo de la empresa”, dice este periodista en formación.
Necesita dos horas para trasladarse desde su casa hasta la redacción. Con todos los trajines y tiempo que le demanda la educación hace espacio en su horario para cumplir con sus obligaciones. “Es difícil trabajar y estudiar al mismo tiempo. A veces tengo que decidir: el trabajo o el estudio”. Asegura poner mucho esfuerzo en su trabajo porque es una responsabilidad que adquirió.
Tras haber prestado sus servicios como pasante con una remuneración mínima, ha crecido económica y profesionalmente dentro del medio en el que trabaja, hasta alcanzar su propio sustento. Huérfano de padre hace siete años, es uno de los pilares en la manutención de su hogar. “Mi sueldo no lo gasto en mí, lo aporto a mi casa. Esto no es un peso, más bien es una satisfacción poder ayudarle un poco a mi madre mientras ella trabaja”.
Una oficina modesta con computadores, radio-grabadoras y televisores es el escenario donde Diego pasa siete horas diarias cada fin de semana. Monitorea, escribe y se mantiene al tanto de las noticias para cumplir con las expectativas que su jefe, amigo y guía tiene de él. “Me siento bien en mi trabajo. Trato de no perderlo. Quiero seguir en este em-
Diego hace malabares con su tiempo. Debe mantener un buen promedio en la Universidad para conservar una media beca, no descuida sus obligaciones en Ecuador Inmediato, cumple con su papel de buen hijo y hasta se da modos para ser buen novio.
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Central
Texto: Anna Wilking • Fotos: MartĂn Jaramillo
Alimentando la
capital
avw202@nyu.edu
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“M
ango, mango…mango dulce, cincuenta centavos”. Me detengo, compro una fundita y empiezo disfrutar el rico sabor de la fruta. Verde y con sal es aún mejor. Estoy en la Floresta, un barrio en el norte de Quito en donde el cultivo de mangos parece algo ajeno. De hecho, casi todo lo que comemos en la capital viene de otro lugar. Aparte de la gente que tiene huertos propios, la mayoría de los quiteños, si quieren comer, deben ir al mercado para comprar sus frutas, verduras, carne, mariscos, leche y más. Matilde Castro, que lleva más de 35 años vendiendo sus productos en varias ferias de Quito, explica que “la mayoría de la fruta vienen de la costa: los bananos, plátanos, verdes, piñas, maracuyá, mangos, aguacates, melones, naranjas, limones”. Otras frutas no viajan tanto. Doña Matilde aclara que “tomate de árbol, duraznos, higos, peras, manzanas (por temporadas), taxos y moras vienen de Tungurahua”, la tierra de las flores y las frutas. Ambato todavía es el huerto frutal en la Sierra. El otro lugar en la Sierra con alta oferta de fruta, especialmente de frutillas, está por Otavalo, en Imbabura. “Dependemos de Chile para manzanas, kiwis y uvas, pero afortunadamente en Ecuador tenemos abundancia de frutas y como es un país tan pequeño, todo llega a la capital proveniente de la costa en pocas horas”, señala una vendedora, que ofrece sus productos en la feria que se instala en la Vicentina todos los jueves.
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Las verduras en cambio, suelen venir de la Sierra. Las papas y otro tipo de vegetales, tubérculos, choclo, coliflor, lechuga, apio, zanahoria, brócoli, cilantro, habas, mote, todo tipo de granos como fréjoles blancos, rojos, negros y lentejas, por ejemplo, vienen de Ambato, Otavalo y Machachi, relativamente cercanos a Quito. “De Machachi viene queso fresco, leche, yogurt… Tienen muchas fincas de vacas de leche allí”, me dice un vendedor de la feria de la Floresta (que tiene lugar todos los viernes en la calle Galavís).
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Como resultado de la disminución del cultivo de productos agrícolas, los jóvenes de Nono y de todas las parroquias rurales han migrado a Quito para encontrar trabajo como empleadas domésticas o como albañiles, como comerciantes o dependientes de negocios. Moscoso señala que “es muy triste ahora cuando te vas a Nono: solo ves a gente mayor. Todos los jóvenes ya se han ido, porque ya no tienen posibilidades allí”.
No siempre ha sido así. Anteriormente lo que se comía en Quito no necesariamente provenía de otros lugares. Parroquias rurales, como Nono, tuvieron un papel muy importante en la agricultura y la alimentación de la ciudad hasta los años sesenta y setenta.
Jimmy, quien vende pescado en el mercado de la Vicentina, explica cómo consigue su producto. “Normalmente voy a San Roque muy temprano. Las camionetas empiezan llegar de la costa tipo dos o tres de la mañana y compro 150 dólares en pescados y mariscos distintos, para después vender en las ferias de la Vicentina, la Floresta y los Valles”.
Raúl Moscoso, investigador del Instituto de la Ciudad, quién participó en un estudio sobre esa parroquia del noroccidente del Distrito, comenta que “lamentablemente, los sitios como Nono ya no siembran los mismos productos que antes. Los campesinos ya no tienen acceso a los terrenos más fértiles”. La razón: “ahora hay algunas fincas industriales que pertenecen a muy pocas familias privilegiadas que se dedican sobre todo a la producción de la leche”.
Cuando le es posible, Jimmy viaja a Santo Domingo los miércoles para comprar pescado allí porque es más barato que en el mercado San Roque, y puede entonces tener mejores ganancias. “Pero es difícil, ir a Santo Domingo sin carro es un trámite. Irme a San Roque es más fácil”. Jimmy vende todo tipo de pescados: tilapia, sol, corvina, hueso de gata, pargo, dorado, atún... Compra 15 libras de camarón para vender. Debido a que la mayoría de ferias son barriales, sus clientes son amas de casas. “Vendo mi pescado para
familias individuales, en cantidades muy pequeñas: capaz una libra, dos libras a la vez. Hay que tener un poco de paciencia y persistencia en este trabajo”. Jimmy no es el único que depende de San Roque para abastecerse y vender en las ferias barriales de la ciudad. Este mercado en el Centro Histórico ha sido clave en la historia de Quito por siglos como el mercado más grande del capital. Hoy lo ha desplazado el mercado Mayorista, que se abrió hace un par de décadas para reemplazar los mayoristas ambulantes en el Centro de Quito. San Roque vende las verduras más baratas, mientras que el Mayorista tiene mejores precios en las frutas. Para el pescado hay que ir al San Roque. Casi todos los restaurantes y el Supermaxi por ejemplo, compran ahí sus productos de mar. Jimmy revela que “a veces el Supermaxi compra todo, es demasiado. Y entonces a nosotros venden más caro”. Aunque hay cosas más económicas en el Mayorista, muchos vendedores prefieren ir a San Roque porque es más conveniente, en especial para los que venden en los mercados del norte. San Roque no solo es el sitio de más alto consumo de productos de todo el país, ahora el Municipio lo reconoce también como patrimonio de Quito. Las
autoridades del Cabildo quieren renovar y transformar el mercado, para superar una imagen de desorden, caos, suciedad y delincuencia y lograr un lugar ordenado, limpio, moderno, que incluso tiene altas posibilidades como destino turístico. Los cambios que quiere hacer el Municipio implican un riesgo, pues San Roque podría perder su identidad primordial como el mercado más importante de Quito. Probablemente con los cambios, productos como legumbres, frutas, pescado o carne no van estar disponibles como lo han estado tradicionalmente. Si el mercado San Roque se quiere transformar en un destino turístico, es probable que los precios de los productos aumenten significativamente, y seguramente no llegaría la misma cantidad y variedad de productos si el Municipio les regula con más requisitos. Es una idea linda que reconoce la importancia que San Roque tiene para la historia de la capital, pero sería trágico implementar cambios que afecten el acceso al mercado para las cientos de personas que dependen de San Roque diariamente para alimentar a sus familias y seguir con sus negocios de venta al menudeo en las ferias y en las tiendas barriales de Quito.
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Con sentido
Cuando las
guaguas tienen
guagua Texto: Nancy Padilla • Fotos: MartĂn Jaramillo nancy_padi@hotmail.com
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U
n milagro siempre va acompañado de llanto. Los bebés no entienden eso cuando nacen, pero desde que llegan al mundo lloran. Por otro lado, están las madres que sollozan al enterarse que el “milagro” viene en camino. Marcela, de 17 años, es una de ellas. De 16 a 19 años se considera una adolescencia tardía, aunque “Marce” aún tiene la timidez de una niña. Con cinco meses de embarazo, se ha visto en la obligación de hacerse un chequeo en el Centro Médico de Orientación y Planificación Familiar (Cemoplaf). Su novio y una amiga de su madre, Patricia, la acompañan a la cita médica. Han preferido reunir un poco de dinero para no atenderse en lugares públicos, porque en el Patronato Municipal San José, según cuenta Patricia, “mi sobrina entró con dolores y nadie se apersonó de la situación”. No quieren repetir la historia y prefieren pagar para que se les trate un “poquito mejor”. El novio de Marce no quiere decir su nombre. Tiene 20 años, su cabello se eleva por la cantidad de gel que lleva puesto. Asegura que será responsable, mantendrá a su hijo, acabará la universidad, entrará a trabajar, estará presente en las citas médicas. Quiere ser un ejemplo. Los padres del “novio de Marce” no se imaginan que serán abuelos. La psicóloga Cecilia Paredes asegura que es indispensable “preparar el terreno” antes de dar la noticia del embarazo a una adolescente. Por alguna razón, el oficio de Cecilia mantiene algún extraño parecido con el periodismo: buscar la imparcialidad, brindar la información de todos los ángulos posibles y no incluirse en la vida privada de las personas.
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Las palabras de Cecilia han surtido efecto en la vida de ciertas muchachas que han cambiado de opinión con respecto a tener o no el bebé. Sin embargo, también hay mujeres que entran al consultorio y dicen: “No quiero cuidarme y tampoco quiero tener hijos”.
En la Maternidad Han pasado tres meses desde que Patricia M. Dio a luz a su bebé en la Maternidad Isidro Ayora. Es hora del chequeo médico. Se encuentra satisfecha, la han tratado bien. Salvo por la “mala cara” que le regaló una enfermera, cuenta que su estadía allí fue confiable. A diferencia de Patricia, Roberta (nombre cambiado) preferiría olvidar la atención que recibió en la Maternidad Isidro Ayora hace dos años, cuando tenía 19. Explica que gritaba del dolor, nunca había experimentado tal sensación. La joven tenía siete meses de embarazo cuando “el agua de fuente se rompió”. Su hija (ya sabía que sería una niña) nacería prematura. Su nombre sería Valentina. El parto fue apresurado, “no sé si la estaban monitoreando o no”, pero Valentina, su Vale, se ahogó en el vientre. Roberta solo vio a su hija una vez, cuando los doctores la colocaron sobre su pecho. Estaba morada, sin movimiento… Insensibles, como acostumbrados a lidiar con la muerte, no dijeron nada.
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La madre de Roberta se quejó de no haber recibido ni información ni diagnóstico preciso. No supo lo que estaba pasando. “Creo que los médicos deberían tener corazón. Nos trataron como a perros. Ya me daba miedo acercarme a preguntar sobre la salud de mi hija”. Cuando Roberta abandonó la Maternidad, su madre buscaba una cosa: olvidar el amargo capítulo y creer que jamás estuvieron ahí.
En Conocoto Hay diez chicas en el hogar de la madre adolescente, fundado en 1979. “¿De dónde provienen los fondos para mantener el lugar? Providencia divina. Dios no falla”, responde la directora, sor Patricia Luzuriaga. Hoy están diez adolescentes. Ellas realizan talleres de recreación, alfabetización, espiritualidad y aprenden también agricultura. Las chicas llegan voluntariamente, muchas de ellas “echadas de la casa”, donde no hubo comprensión ante el hecho consumado del embarazo. Una de ellas es Carla (nombre cambiado), que mientras lava platos cuenta su historia. Tiene 16 años y dos hijas, la primera fue resultado de una violación que “gracias a Dios no fue por parte de ningún familiar”. De ese episodio ya no recuerda más. Cuando quedó embarazada por segunda vez, su madre ya no quiso mantenerla. Las chicas dicen tener pleitos normales entre ellas, pero
nada que no se pueda solucionar. Como comparten todos los días juntas, ya han aprendido a convivir una con otra, ya no pelean ni por el control de la televisión. Les gusta ver “Combate”, programa juvenil presentado por RTS. Lo que tienen prohibido son ciertas novelas “no aptas para adolescentes”, según cuentan. En cierta ocasión, la directora las encontró observando una de las telenovelas prohibidas y las castigó haciendo que se levantaran media hora antes de lo normal, a las 05:30. Sorprende el carisma de Verónica (nombre cambiado), una adolescente que quiere ser locutora de radio. Ella habla sin parar, parece que tiene energía suficiente para cantar, bailar, reírse, jugar con su hija, todo eso al mismo tiempo. Vero es una historia por separado… No quiere hablar del padre de su hijo porque le da una “rabia incontenible”, que se apacigua solo cuando observa el rostro de su bebé. En el Hogar de la Madre Adolescente, el ambiente se vuelve confortable. La gente convive con anécdotas y experiencias. Se apoyan entre ellas, se dan ánimos. En esta ocasión por ejemplo, una de las muchachas tuvo su hija el Domingo de Resurrección: por votación unánime, se llamará Gloria. Cuando se les pregunta sobre el trato de las instituciones públicas en las que han sido atendidas, todas dan respuestas positivas. Afirman que han sido tratadas decentemente, desde antes hasta después del parto. Cada una tiene una historia diferente, un mundo propio repleto de aventuras, tristezas, sinsabores, pero también felicidad. Se turnan para cuidar sus hijos entre ellas. Algunas tienen paciencia, otras no. Algunas son inmaduras, otras ya se enfrentan de frente con la vida. Se reúnen para compartir sus cursos de agricultura, siembran plantas. Arrancan la hierba mala no solo del jardín, sino de sus vidas.
Una de cada cinco madres En Ecuador, se planea reducir en un 25% el embarazo adolescente mediante un plan intersectorial, que incluye información, conciencia cultural y la entrega de métodos anticonceptivos en centros y subcentros de Salud. Estos establecimientos van a ofrecer capacitación e información. Ecuador es el segundo país en Latinoamérica que registra el mayor índice de embarazos adolescentes, tras Venezuela. Según el censo de 2010, el 23% de los partos que se registran corresponden a adolescentes. Es por esto que el Gobierno ha tomado cartas en el asunto. El objetivo es que los jóvenes y los adultos disfruten de su sexualidad responsablemente. En una cultura mnachista como la ecuatoriana, es importante que especialmente los hombres entiendan que esa responsabilidad es compartida por varones y mujeres.
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La vida
en 20 pisos Fotos: César Morejón • Martín Jaramillo cesamore@hotmail.com • fotografia.martin@gmail.com
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ran años buenos para la economía ecuatoriana. El petróleo folclóricamente desfilado como Virgen en procesión iba dejando platica en la república ex bananera. Las ciudades empezaron a tomar carácter moderno: en Quito, túneles horadaban la montaña y pasos a desnivel agilitaban la circulación de los pocos autos que empezaban a congestionar la ciudad. 20 pisos: el Benalcázar 1000, obra de los constructores Sevilla Martínez, sorprendía por su altura. Tomar en cuenta que pocos años antes de 1974, los lugareños apreciaban los ocho pisos del Seguro Social con asombro. Los 20 pisos que levantaba el gigante de hormigón y vidrio incluso daban miedo. En breve estuvo ocupado, y su vocación de entonces se ha mantenido ya casi 40 años: estudios jurídicos diversos llenaron las oficinas, y hasta ahora los Doctores en Derecho son los señores del lugar. Y al verlos allí, en su medio ambiente natural, uno descubre que el tiempo puede detenerse. La decoración, los muebles, a veces hasta los teléfonos te mueven a la nostalgia. Alguna computadora y los omnipresentes celulares son los cables hacia el presente, pero basta encontrar un papel tapiz para dar un salto en el tiempo. Luego, en el edificio se dan permanentemente encuentros integeneracionales llamativos. Los jóvenes aprendices y asistentes de los señores abogados contrastan en sus formas livianas con lo ceremonioso de sus jefes. Estos abogados de antes, que hasta el pijama han de usar con corbata, tan serios, tan responsables. Al día en leyes y reglamentos, son verdaderos maestros de la práctica jurídica. Y eso genera otro nivel de encuentros, pues por servicios al Benalcázar 1000 llegan desde señoras pitucas hasta obreros despedidos, buscando un “doctor” que les ayude…
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Con sentido
Q
uienes vivimos en Quito conocemos cómo está distribuida la ciudad urbanísticamente. Las casonas antiguas, los edificios modernos, los barrios populares, los sectores residenciales y los dedicados al comercio. El espacio urbano en el que convivimos se dibuja y desdibuja ante nuestros ojos: nos informa sobre la calidad de vida y del entorno natural y social que nos rodea. Resulta imperante hacer un alto y observar con perspectiva. Quizá haya que dirigir la mirada casa adentro para reformular actitudes, comportamientos y acciones en nuestra relación con la naturaleza, y por ende con nosotros mismos. El espacio habitado, la casa, es el lugar primario de convivencia e interacción, mediador entre la cultura y el ambiente. Si el hogar en nuestra vivienda es nuestro hábitat de calidez y seguridad, es el espacio idóneo para la construcción de una interrelación positiva con la familia, la comunidad, y la naturaleza. Los modos de vida, hábitos y costumbres determinan el nivel de bienestar de cada persona. Así, cuando al final de la tarde continuemos reproduciendo casa adentro aquellas prácticas cotidianas amables con el medio am-
biente, incluso desde nuestros hogares formaremos parte de un Todo. En torno a estas reflexiones, YAKU Parque Museo del Agua ha trabajado desde hace más de un año en la planificación e implementación de una propuesta expositiva y vivencial en su más nuevo espacio educativo: MEDIA AGUA. Este término es comúnmente usado para referirnos a una construcción pequeña, con el techo inclinado en un solo declive. En YAKU estas dos palabras dicen mucho más. Dentro de la propuesta que el Parque Museo de El Placer ha desarrollado, estas dos palabras expresan un punto de equilibrio entre nuestras necesidades como sociedad y el respeto al entorno natural y sus ciclos.
Una casa en Yaku La casa que desde inicios de mayo forma parte permanente de YAKU parece una vivienda como cualquier otra. Solo dentro podemos observar la integración entre tecnologías novedosas y saberes ancestrales en espacios pensados para el bienestar térmico del hogar, el uso responsable del agua, el aprovechamiento
media Texto: Stephen Bruque y Sandra Priori Fotos: Cortesía YAKU Parque Museo del Agua comunicación@yakumuseoagua.gob.ec
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de energías alternativas y el manejo de desechos. El concepto que está aterrizado acá es el de sostenibilidad, que deviene en una actitud propositiva, que reflexiona más allá de lo inmediato, y mide sus acciones como legado para las futuras generaciones. Lo sostenible nos acerca a una visión biocéntrica, su principio fundamental es la conexión con la vida. “Mientras más acerquemos nuestras acciones al carácter cíclico de los procesos naturales, más contribuiremos a mantener en equilibrio nuestras condiciones de bienestar” (Verdaguer, 2000). En nuestros hogares, esta sinergia está en la multifuncionalidad y versatilidad de los espacios y en la aplicación de las “tres erres”: reducción, reutilización y reciclaje. Cada solución planteada será más sostenible cuantos más problemas resuelva simultáneamente. En Quito, las propuestas de vivienda con estas características todavía son muy escasas. La sostenibilidad se ha incorporado hace poco en la planificación urbanística. La entrada de tecnologías alternativas aún tiene costos altos en comparación con recursos mayormente masificados. Pese a esto, es necesario eva-
luar las propuestas y considerar las opciones. Conocimientos y saberes a mano permiten la aplicación de principios básicos de sostenibilidad a través de recursos al alcance de todos. La creatividad es clave en el pensamiento ecológico.
Inventar y recrear Media Agua es una suerte de puesta en escena de un espacio demostrativo que visibiliza la recuperación de los saberes ancestrales y la funcionalidad de las nuevas propuestas tecnológicas relacionadas con métodos constructivos e ingeniería sustentable. Esta exposición nos invita a reflexionar colectivamente, con tiempos y miradas propias, desde una propuesta educativa que nos provea de experiencias significativas que se traduzcan en cambios en nuestras prácticas cotidianas. Cada espacio de la casa-hogar es un centro de producción y reproducción cultural. La habitación y el ocio, el baño y la limpieza, la cocina y la alimentación. Cada uno posee una carga en nuestra memo-
agua
llevar la Pachamama a casa
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ria e identidad, y le a cada lugar y acción les damos un valor. Mediante los recursos educativos de Media Agua se evidencia cómo ideas, concepciones y prácticas que consideramos naturales son en realidad, elaboraciones históricas y sociales, que zona analizadas en su relación con el Buen Vivir. Pensemos, por ejemplo, en la alimentación. ¿De dónde llegan los alimentos hasta nuestra mesa? ¿En qué condiciones se producen? ¿Qué calidad de productos consumimos? Comer vincula lo ambiental y lo social, reúne a las personas con la Pachamama, fuente de todo alimento. Las acciones cotidianas en la cocina reproducen una y otra vez un ritual, que significa más si es celebrado en comunidad.
Buscando respuestas Una nueva relación con la naturaleza va más allá de construir un espacio y de usar de determinados recursos. En Yaku este proceso inició mucho antes de la colocación de la primera piedra de Media Agua, y continuará en la medida en que logremos una retroalimentación por parte de nuestros visitantes. Para ello proponemos una serie herramientas que complementen la propuesta y refuercen algunos de los principios de auto sustentabilidad y consumo
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responsable. Priorizamos la aplicación práctica de conocimientos, que posibiliten una participación activa y que apelen a la creatividad. En los espacios de YAKU se desarrollarán, entre otros, talleres de reciclaje, agroecología, elaboración de jabones y la feria taller Juguete Cambio, encaminada a promover otro tipo de vínculos con los objetos en un intercambio de juguetes usados. Son actividades dirigidas a grupos sociales específicos como niños, adultos mayores o mujeres; ejercicios de apertura y receptividad en los que esperamos y deseamos una interacción entre los visitantes y la propuesta museográfica. Es fundamental la reflexión y la autocrítica personal, que nos conduzca a un diálogo colectivo para activar la organización social desde lo local. En este sentido, en 2011, en el marco de la Primera Cumbre Nacional de Autoridades Locales “Pacto Climático de Quito”, se establecieron diez acciones de la ciudad frente al cambio climático. Una es la sensibilización y generación de conocimientos sobre el respeto y cuidado al ambiente. Media Agua posibilita un contacto vivencial con el concepto de “aprender haciendo”, suscitando acciones ciudadanas que alimenten las políticas públicas.
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Culturas
Donka deslumbró con su
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n silencio, sin querer perder las sensaciones que deja la función, con toda la intención de pescar algo, encuentro el lugar y el momento para apretar rewind en mi disco duro y tratar de revivir en mi mente cada parte del espectáculo vivido. Donka, una carta a Chéjov, es un homenaje del actor y director teatral Daniel Finzi Pasca a Anton Chéjov (escritor y dramaturgo ruso de finales del siglo XIX). Por cerca de dos horas y media, Finzi Pasca y compañía nos sumergen en un mar de historias, pedazos de cuentos, ideas, personajes, vidas... Su viaje por la mente de Chéjov es como un tour por el mundo de los sueños, o un sueño donde caben todos los mundos. En las tablas del escenario se mezclan y conviven el dolor, la risa, la enfermedad, el arte, la muerte, la esperanza. La obra se parece a la vida: siempre en la búsqueda del alma que no se perdió, sin pretensiones, sin juicios de valor y sin dejar un mensaje. Ni siquiera importa encontrarle un sentido: el placer y el goce estético van dictando sus claves al alma, no a la razón. En la íntima familiaridad que propor-
ciona el Teatro Sucre a los quiteños, desde el corazón fluyeron la risa, el llanto, el asombro. La compañía Finzi Pasca es el resultado de algunas etapas previas en la vida artística de Daniel. De joven viajó a la India y fue voluntario con enfermos terminales. Inspirado por ese dolor y es esperanza crea Teatro Sunil, su primera compañía, junto a Maria Bonzanigo (musicalización de Donka) y su hermano Marco. Desarrollan la danza, el clown y la actuación en una técnica que llaman “el teatro de la caricia”. Dieron a luz casi 20 espectáculos que recorrieron varios países del mundo. Por negarse a realizar el servicio militar obligatorio está preso un tiempo corto. Allí termina de escribir Ícaro, obra que es una charla con un enfermo terminal sobre la vida y la muerte. La obra pasó de hogares y hospitales a las salas de teatro. Ícaro también ha recorrido el mundo y ha sido representado en seis diferentes idiomas por el propio Daniel, más de 700 veces en los últimos 20 años. Esta obra encierra la esencia misma de la compañía.
Texto: Viviana Croce • Fotos: Martín Jaramillo nocasillas@hotmail.com
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circo
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Mientras tanto, crea además obras importantes para circos y compañías de teatro de nivel mundial, entre ellas Corteo, estreno del Circo del Sol en el 2005. Más de tres millones de espectadores han visto hasta hoy la obra. En una siguiente etapa forma la compañía Inlevitas con Julie Hamelin, en donde trabajan más la ópera, el teatro acrobático y el video. Y finalmente, en la compañía Finzi Pasca fusiona al Teatro Sunil con Inlevitas. Este clown, teatrero, director y descendiente de fotógrafos, luego de varias nominaciones y premios internacionales por su nivel creativo y capacidad de producción, recibe en 2010 la invitación del Festival Chéjov, encuentro internacional de teatro de Moscú, para realizar y dirigir la obra en celebración del 150 aniversario de nacimiento del médico y dramaturgo. En esta maravillosa puesta en escena aplica toda su
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experiencia, dominio escénico e inventiva para plasmar la visión que le inspira el genio del maestro ruso. No fue difícil para el director de Donka encontrar de donde sacar ideas para su pieza en la obra del ruso. Su conexión con Chéjov es tan potente, que a veces no se sabe si la idea es de Daniel o de Anton: Finzi Pasca introduce su caña de pescar en el mismo mar. Entre la risa y el llanto, los actores de la compañía nos deslizan por historias y escenas que no dejan de conmovernos. Se impone la belleza estética y la calidad artística, que logran tocarnos en las fibras más profundas con una delicadeza humana, sincera y desenfadada. Son personajes de Chéjov, reinterpretados magistralmente por este grupo. La escenografía en colores, entre rosado fuerte, blanco y negro, simboliza acaso la intensidad
de la vida, la pureza, el caos y la muerte. Pocos elementos clave surgen, en momentos precisos, y apoyan las historias representadas. Sin importar si son trágicas, cómicas o cotidianas, van teñidas de un sutil humor y son contadas desde las múltiples habilidades de los actores (hay contorsionistas, malabaristas, bailarinas aéreas, trapecistas, teatro de sombras, música en vivo, danza... Y, por supuesto, actuación teatral pura y dura). La utilización de coros musicales y teatrales guían al público por las diversas etapas emotivas de la historia. Es un recurso bien aprovechado a lo largo de toda la obra. La música resulta un complemento perfecto de las vívidas imágenes escénicas. Los actores hablan bien el castellano (y estudiaron la jerga quiteña). Introducen en los diálogos sus propias lenguas (portugués,
italiano, francés), pues no se trata de dejar de ser quienes son por representar otros personajes, sino de jugar, con mucho humor, con diversas facetas por las que todo ser humano puede llegar a pasar o comprender. Como decía el propio Chéjov, “la vida debe ser como es y los hombres como son en realidad, sin artificios”. Da gusto presenciar espectáculos con esa calidad humana y de producción. Historias sin un orden lineal, con el caos como factor común, y por ello tan reales, tan parecidas a lo que como seres comunes vivimos. No nos queda sino reírnos de la condición humana. Y, tal vez, como Chéjov, soñar con que mejores tiempos llegarán. O, como Finzi Pasca, inventarnos esos tiempos, hacerlos presentes, traerlos a escena.
D
e Chejóv hay tanto que decir, pero mejor es conocerlo a través de sus relatos y dramas. Su afición mayor era la pesca, y era ahí donde en el silencio, además de peces, le llegaban ideas para sus escritos. De allí el título, Donka: así se dice en ruso a la campanita atada a la caña de pescar que suena cuando un pez pica. Su vida estuvo llena de controversias. Rusia, segunda mitad del siglo XIX, familia humilde. Atraviesa dolorosas situaciones personales y el entorno socio-político está convulsionado: desde aquí desarrolla su espíritu y filosofía. Médico de profesión, escritor por vocación, humano (no humanista) por naturaleza. Su arte se desenvuelve en tres etapas: primero la del humorista, acaso su mejor época literaria; luego el pesimismo, cuando empieza a crear desde del dolor y la tragedia de los débiles y de sí mismo, a satirizar sutilmente las miserias morales de su entorno. Finalmente, con la aceptación de la teoría evolucionista de Darwin y Lamarck, a fines de siglo, la vida toma otro sentido, la humanidad tiene una esperanza en la adaptación. Chéjov empieza a creer que tiempos mejores llegarán, aunque tal vez no para su generación: había que alegrarse y trabajar para los descendientes que tendrían mejor suerte, sin preocuparse tanto por el propio sufrimiento. Korolenko acertadamente lo llamó “un alegre melancólico”. Un hombre terriblemente consciente de los aspectos mundanos de los seres, que utilizaba en sus escritos de manera descriptiva, mas nunca como tela de juicio. Uno de los padres del teatro del siglo XX, Constantin Stanislavsky, en cuyos métodos se inspira el célebre Actor Studio de New York, desarrolló su arte escénico en buna parte montando obras de Chéjov. Fueron célebres sus montajes de El tío Vanya, Las tres hermanas y El jardín de los cerezos. Chéjov le enseñó algo que hoy es indispensable para el teatro: los personajes, por más que sean solo escritos, tienen alma y psicología propias. Si el actor no conecta su alma y su psique con el personaje, en escena no sucede nada…
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Culturas
Estos sitios, los
museos ¿Para qué sirven ahora? Texto: Andrés Palma • Foto: Casa del Alabado / Archivo Revista Q apalma@museociudadquito.gob.ec
Antes de contestar para qué sirven habría que procurar contestar qué cosa son y, en especial, qué cosa son además de ser lo que creemos que son y, especialmente, en qué se están convirtiendo.
M
useo es una palabra que encierra a muchas otras. Lo primero que trae a la mente es un lugar que guarda y exhibe cosas antiguas y necesariamente importantes, con frecuencia bellas. Pero al decir museo también hablamos de puertas hacia el descubrimiento emocional e intelectual, de puentes que nos acercan a temas científicos, sociales, tecnológicos, artísticos y ambientales. Los museos son, también, instituciones de gestión de proyectos comunitarios, de mercadeo social y de búsqueda de recursos, de establecimiento y sostenimiento de redes de comunicación y de investigación. Son grupos humanos multidisciplinarios, que toman cada vez más riesgos y que en vez de suponer nada, conocen a sus públicos un poco más y un poco mejor cada día.
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Además de ser lugares de la memoria, de la identidad, de la cultura, del pasado, y de resguardar objetos y conocimientos, los museos también son lugares de encuentro entre personas, puntos de referencia en ciudades y pueblos; edificios más o menos grandes. Adentro, educadores, historiadores, diseñadores, arquitectos (y un larguísimo etcétera) inventan experiencias más o menos memorables. Afortunadamente, no cuentan con todas las respuestas: por el contrario, los nuevos museos se están especializando en generar en nosotros nuevas interrogantes, en descongelar la fatídica realidad de la “única respuesta correcta” y en abrir las posibilidades para una interpretación crítica y creativa de la realidad. También son lugares donde ahora importa menos lo que sabemos -o creemos saber- y cada vez, con mayor frecuencia, son sitios donde escuchamos, desde otras voces, más de una historia con respecto a un mismo tema. Si durante años fueron espacios con poco o nada que decir sobre el presente y el futuro, hoy se vuelven lugares que toman posturas acerca de los temas que tratan, y sitúan estos temas en relación con su entorno. De esta manera los museos fortalecen sus vínculos con nuestro día a día, pues más que para aprender una fecha o una fórmula, son lugares ideales para desarrollar procesos de pensamiento, poner en práctica nuestras habilidades de comunicación e inventar nuestra propia manera de resolver problemas. Los museos sirven para conocer, valga la redundancia, “cómo es que conocemos”. El fin de una visita a un museo o centro cultural no es una calificación, sino algo quizá más trascendente: el establecimiento de nuevas conexio-
nes entre nuestro mundo emocional e intelectual y los temas de la vida. Es un descubrimiento que adquiere nuevos sentidos en la medida en que nos conocemos mejor, proceso apasionante que nunca termina. Los museos y centros culturales abandonan cada vez menos al visitante a la hora de construir significados. Democratizar la cultura no se concreta en llevar más gente a más museos para escuchar un discurso oficiado, sino en establecer estrategias exitosas de mediación con comunidades diversas. Los museos son lugares con voz; agentes de cambio local, actores y gestores comunitarios y nuevos blancos ideales para la crítica. Hoy pueden ser sitios de protocolo que reciben a ilustres visitantes; mañana, refugios para la nostalgia, oasis para la lectura o sede comunitaria. Son escenarios ideales para el arte, lugares de gala para organizaciones; ingeniosas alternativas para festejar bodas y cumpleaños; son bulliciosos talleres de pintura, danza, poesía, música y teatro, además de estancias de calidad para ese anhelo diario: no hacer nada. El éxito de la visita a un museo tiene un alto componente emocional. Acercarnos museológicamente a ciertos temas genera en nosotros actitudes –positivas o negativas– y esa actitud es, finalmente, la búsqueda y la razón de ser de un museo. Si el interés en un tema surge, inmediatamente se pondrán a nuestra disposición una serie de otras fuentes –además del museo– a partir de las cuales empezaremos a establecer relaciones y a generar nuevas reflexiones. Los museos sirven para hacernos permanentemente una invitación: ¿qué tal si tomamos una postura informada con respecto a nuestra realidad? Y además: ¿qué tal si, al hacerlo, la pasamos bien?
Más de una definición de museo Un museo es una institución sin fines de lucro; permanente y al servicio de la sociedad y su desarrollo, abierta al público, que adquiere, conserva, estudia, comunica y exhibe los testimonios materiales e inmateriales de la humanidad y de su entorno con fines de educación, estudio y recreación. ICOM, Consejo Internacional de Museos http://icom.museum
Los museos son instituciones públicas y dinámicas que rinden cuentas a la sociedad y que dan forma y manifestación a la conciencia, las identidades y la comprensión de las comunidades y las personas en relación con su entorno natural, histórico y cultural, a través de programas de documentación, conservación, investigación y educación que responden a las necesidades de la sociedad. Asociación Sudafricana de Museos www.sama.za.net
Instituto Brasilero de Museos Los museos son casas especiales que guardan y presentan sueños, sentimientos e intuiciones que se han materializado en imágenes, colores, sonidos y formas. Los museos son como puentes, puertas y ventanas que nos llevan a diferentes mundos, tiempos, culturas y personas. Instituto Brasilero de Museos www.museus.gov.br
Los museos y centros culturales son espacios abiertos, donde invitamos a la participación, al diálogo y a la construcción de ciudadanía; donde buscamos provocar y sentir todo tipo de emociones; activar las memorias y las voces de la comunidad, traer lo lejano, reconocer al otro y lo otro; somos espacios cotidianos de creatividad y transformación de la sociedad. Sistema Metropolitano de Museos y Centros Culturales de Quito http://politicasmuseosdmq.blogspot.com
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Culturas
Texto: Camila Witt Witt โ ข Fotos: Hugo Sรกnchez
Tres rutas para aprender
San Roque
camiwitt@gmail.com
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l barrio San Roque, en el Centro Histórico, es uno de los más antiguos y tradicionales de la ciudad. Cuenta con un patrimonio material sorprendente, con edificaciones que patrimoniales monumentales , como San Francisco. Tan importante como los edificios es la memoria que los habita: en San Francisco funcionaba el tianguez (mercado) desde antes de las conquistas inca y española. Los Cronistas de In-
dias anotaron productos de la Amazonia, la Costa y los Andes intercambiándose en esta feria. Y la leyenda de Cantuña… “Los caminos de San Roque” son un intento de mantener vivo el patrimonio material e inmaterial. Lo llevan adelante 21 vecinos, convertidos en “Guardianes del Patrimonio”. Se trata de una asociación comunitaria que busca conservar y potenciar la memoria del barrio mediante tres rutas turísticas.
Este proyecto de turismo comunitario se inició en 2008 con procesos de diálogo, capacitación, organización barrial y apropiación, impulsados por la ONG Gescultura. “Los caminos” son producto, ante todo, de la organización del barrio. La intención de esta labor comunitaria es mejorar la calidad de vida de los habitantes de la parroquia mediante la apropiación y aprovechamiento de su pasado.
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está Diego Salazar, cuarta generación de su familia que vende periódicos ahí. Por décadas ha visto a su barrio llenarse de modernidad. Por eso decidió sumarse a los Guardianes. “Toda mi familia ha vendido periódicos y revistas en este lugar. Yo nací aquí”. Su corazón persigue los recuerdos de la infancia: ahora, Diego puede contar la historia de su barrio, su vivencia y la de su familia. Patricia, embajadora de su comunidad y de su historia, avanza por las calles Cuenca, Imbabura, Rocafuerte. En cada casa, una historia. Por ejemplo, explica que donde está ubicado el Museo Casa del Alabado funcionaba el Centro de Acopio, donde los vendedores del Mercado de San Francisco se abastecían. “Esa de allá era una tienda de juguetes y piñatas, abajo vendían galletas y confites, muchos de esos negocios están ahí desde antes de que yo nazca”. Recuerda que cuando era niña, las parejas tenían diez hijos o más. “Las señoras venían con sus empleadas a comprar verduras, frutas y carnes para sus familias”. La actividad era intensa en el mercado. Allí, con tristeza, cuenta que ahora la gente prefiere la comodidad de los supermercados y los centros comerciales. “Si hay una razón por la que quiero difundir el patrimonio es porque quiero ver este mercado lleno de gente, de voces, de risas”. Patricia Pavón, flaquita y chiquita, tiene un carisma y una alegría que mejoran el genio del más refunfuñón. Esta guía y guardiana del patrimonio es del barrio, como su madre y su abuela. Hablar del barrio, para ella y los otros 20 socios de los caminos, es algo íntimo. Patricia guía el “Camino al Mercado”, que reconoce la actividad económica y cultural presente en la zona desde la época ancestral, con sus hitos, con sus novedades y también con sus añoranzas.
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Patricia es la cuarta generación de vendedoras de chicha en el Mercado San Francisco. “Me crié ahí y toda mi vida intenté aprender los secretos de mi abuela y mi madre sobre la preparación de la bebida”. Suavemente conduce a los visitantes a través del tiempo, por los comercios y talleres artesanales del barrio.
Asombra la cantidad de puestos vacíos. Los propietarios fallecieron y sus hijos o nietos no han querido continuar con el negocio familiar. El mercado va perdiendo puestos, y los Guardianes del Patrimonio buscan cómo convencer a los familiares de los vendedores fallecidos para que reabran y, sobre todo, para que no dejen morir una parte fundamental de su historia.
Este recorrido arranca en la plaza de San Francisco, a donde llegan los olores de las bodegas de especias y confiterías. En una esquina
La importancia del patrimonio cultural inmaterial reside en el acervo de conocimientos y técnicas que pasan de generación a
generación. Rosa Lagla da buena cuenta de esto. Con su cabello cano y arrugas en las manos y en el rostro, conoce las bondades de las hierbas y especias de todo el país. Todos los días realiza limpias con ortiga, ruda, congona, santa maría y otras plantas que, con la colonia y el trago, curan del espanto, el mal aire, y “eso que está de moda ahora que es el estrés”.
por niño o personas de la tercera edad. La Asociación de Vecinos Guardianes del Patrimonio de San Roque se encuentra ubicada en las calles Benalcázar 430 y Bolívar (frente a la Plaza de San Francisco).
FOTOS 1. Calle Cuenca, entre Bolívar y Rocafuerte. 2. Rosa Lagla vende yerbas para curar el cuerpo y el alma. Ella misma es curandera. 3. Patricia Pavón, entusiasta guía Guardiana del Patrimonio. 4. Diego Salazar, cuarta generaciónd e vendedores de periódicos en San Francisco.
Según una tradición, que no alcanza a comprender, los días de mayor ajetreo son los martes y viernes. Cuanta que antiguamente, las hierbateras solo hacían las limpias en estos días. Sin embargo, “¿dígame usted si yo debo esperar para curar a alguien que viene a pedir mi ayuda a que llegue el día indicado?”, pregunta, mientras toma ramas de las plantas y camina hasta el fondo de su local para atender a un paciente. Ya fuera del mercado, es casi una obligación tomarse un vaso de ‘agua de la vida’ en el local Selva Oriental. Esta infusión la preparan hace 25 años con la mezcla de 27 hierbas, miel y limón. Gloria, la guardiana más joven y nieta de la propietaria, asegura que tiene propiedades curativas, desintoxicantes y energéticas. Además, venden frascos con líquidos, polvos, jabones y botellitas de pequeños tamaños con ‘pociones’ para la buena ventura, el amor, el dinero… “En este local, al igual que en toda la cuadra, muchos se dedican a la medicina ancestral”, indica Gloria. Guaguita, ya se interesa por aprender secretos del negocio y además coordina los recorridos por las diferentes rutas turísticas que presentan Guardianes del Patrimonio. Este recorrido únicamente intenta ser un abrebocas a una experiencia mágica que pueden vivir los visitantes. Dentro del proyecto se incluyen dos rutas más “Camino de hoy” y “Camino de vuelta”. El precio por el recorrido es de 6,50 dólares para adultos y de 3,50
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Culturas
Apuntes en medio del
camino Texto: Nelsy Lizarazo • Foto: www.etsy.com / Green Retro Radio Secretaria Ejecutiva ALER
Lugares, preguntas y desafíos de nuestro quehacer radiofónico en el cambio de época
“En la comunicación se teje el lenguaje de la vida, es transmisión de información, de mensajes, construcción de redes. La comunicación está hecha de escucha, espera, paciencia, entendimiento, comprensión, intención correcta, pensamiento limpio, correspondencia entre pensamiento, palabra y acción. Debe haber un estado emocional, un espacio y un tiempo para escuchar y para saber manejar la información. Cuando se genera comunicación desde el espíritu se pueden leer las conexiones entre los seres existentes, humanos y no humanos. Así nuestros sentimientos, pensamientos, acciones y actitudes transmiten mensajes que expresan, transforman y sanan. La comunicación es el lenguaje de la enseñanza. La comunicación es una red, en la que todo lo que estamos pensando, diciendo y haciendo, tiene efecto en todos”
“El sendero de la eternidad” Fundación Carare, Bogotá, 2011. Pensamiento de la nacionalidad Carare, Colombia.
De qué lugar venimos: origen histórico en un cambio de época La historia de las radios populares en nuestro continente es una historia reciente, de apenas sesenta años, tal vez un poco más. Pasamos por ser escuelas radiofónicas-alfabetizadoras, a tono con las propuestas desarrollistas de la Alianza para el Progreso; cambiamos de mirada y bebimos de las fuentes inspiradoras de la educación popular y su propuesta pedagógico-política, sello de identidad de las radios populares del continente vigente hoy tal vez más que nunca. Llegó la década de los noventa, el neoliberalismo a ultranza y con él, el debilitamiento de las propuestas. Entonces vivimos la primera “explosión” de radios comunitarias en el continente: sostenidas en el voluntariado de sus propias audiencias, jugándose por la reconstitución del tejido social cercano, por acompañar las luchas e iniciativas de sus propias comunidades.
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Hoy conviven, en el mismo lugar político, conceptual y comunicativo, las radios que nacieron como educativas, las que nacieron como populares, las que nacieron como comunitarias… Todas, sin renunciar a su lugar político, coinciden en el empeño de fortalecerse como propuestas comunicativas para la vida, capaces de acompañar los procesos locales, nacionales y regionales de transformación.
En qué lugar transitamos: nuestra situación en movimiento Nuestra historia, nuestra mirada sobre ella y nuestras ganas de acompañar el momento histórico de nuestra gente: esos motores han movido en los últimos años a nuestra reflexión y nuestro debate. Desde esa dinámica hemos ratificado algunos lugares de nuestra historia. Hemos construido un modo de enunciar nuestro lugar hoy, que es, al mismo tiempo, nuestra aspiración.
Nos situamos en el lugar de la comunicación como derecho y como proceso, como espacio de interrelaciones, como la ciudadanía misma. Una y otra, comunicación y ciudadanía, interhumanas. La comunicación como lugar de construcción de conversaciones y por tanto, de construcción de cultura. El lugar desde el cual quienes nos dedicamos a hacer comunicación, disputamos un poder, el poder simbólico. El poder de la palabra, el de la construcción de discursos sociales que hablen de nuevas realidades y nuevas aspiraciones, que coexisten en este presente con viejas realidades y aspiraciones impuestas. Así pues, nos hemos plantado desafíos en cuadro campos o dimensiones, cuyos atisbos de como vivirlos y resolverlos en este futuro ya presente, los describimos a continuación:
En el campo informativo: los hechos vs el contexto Las radios populares y comunitarias desandan ahora algunos pasos dados en falso: constatamos hoy que la incidencia que buscamos no está en la cantidad de noticias que pasen por nuestra programación. Noticias y fuentes de información noticiosa hay miles, tantas que no se pueden digerir, ni comprender. Y están trabajadas de manera tan fragmentaria e inconexa y dependen tanto del flash informativo, del suceso, del escándalo, que es imposible pretender incidir en la vida privada o pública sostenidos en lo noticioso. Así pues, parece necesario asumir el desafío de la producción informativa amplia, analítica, de contexto, de seguimiento de los hechos y de los procesos que se desatan a partir de ellos.
El campo educativo: la pregunta vs la respuesta Las radios populares y comunitarias se identifican y afirman como radios educativas, por tanto una de sus preocupaciones fundamenta-
les radica en producir nuevos sentidos con su trabajo comunicativo. Por tanto hacer producción radiofónica que movilice emociones, desate preguntas relevantes, genere dudas, anime a poner en cuestión lo que aparece incuestionable, a elaborar nuevas comprensiones en torno a aquello que parece “natural” y normal. Más aún en un tiempo de incertidumbres, un tiempo como este tiempo. En el campo participativo: la voz que suplanta vs las voces que hablan Nuestras radios siempre se han enunciado a sí mismas como radios participativas. Se han constituido históricamente desde esta característica. Sin embargo han sido tantos los usos de la categoría participación que vale la pena volver sobre ella y sobre el desafío de “hacerla carne” en nuestras radios y redes. Porque son un espacio privilegiado para el ejercicio de la comunicación como un derecho de todas las personas. Un derecho que encuentra pocos espacios y oportunidades para ser ejercido y que es, sin embargo, derecho fundamental en la construcción democrática. Amplificar podría ser un buen sinónimo para la participación que estamos llamados a recuperar y fortalecer: amplificar las voces presentes en nuestras radios, muchas voces, todas las voces en nuestros espacios comunicativos… amplificar también el volumen de esas voces diversas y tal vez muchas veces contrarias, que necesitan ser escuchadas y que, todos sabemos, no encontrarán muchos espacios para expresarse.
El campo deliberativo: la proclama vs el diálogo La deliberación, el debate, la argumentación razonable, las diversas perspectivas-miradas-posturas frente a un mismo hecho, la opinión inteligente y clara... Nuestras audiencias merecen esto y mucho
más. Han demostrado largamente sus potencialidades de resistencia, creación y transformación, sus capacidades críticas. Hoy, en el presente del futuro, ante las necesidades y búsquedas complejas del mundo contemporáneo no cabe entregarles discursos unívocos, miradas únicas, posturas antidialogantes. Tenemos pleno derecho a tener postura, pero ello no significa creernos que la nuestra es la única posible, la “verdadera”, y cerrar filas y micrófonos frente a posturas distintas e incluso, contradictorias. Una comunicación democrática es una comunicación deliberante, dialogante, razonable y razonadora, capaz de poner en juego argumentaciones y puntos de vista. Estamos hoy construyendo el futuro que queremos. Tenemos los medios en nuestras manos. Nuestros medios están en nuestras manos. Tiene sentido lo que estamos haciendo y si tiene sentido, entonces tenemos esperanza. Nuestra identidad nos mueve, una vez más, a sintonizarnos con la historia de nuestros pueblos. Sabemos hacerlo. Debemos hacerlo.
Sobre ALER La Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica es una asociación civil, constituida por 107 organizaciones radiofónicas de 17 países de América Latina y El Caribe. ALER desarrolla procesos de comunicación radiofónica educativa. Trabaja, junto a otros actores sociales, por la democratización de las comunicaciones y de la tecnología, por el desarrollo humano sostenible, y por la construcción de sociedades justas, equitativas y democráticas. En septiembre tendrá lugar en Quito el Encuentro Latinoamericano de Comunicación Popular y Buen Vivir “En el Mundo desde Nuestro Mundo”.
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Culturas
Maeda
para principiantes Texto: Luis Vargas • Fotos: MartĂn Jaramillo luchovargas0925@gmail.com
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T
adashi Maeda pide que enciendan las luces. Por los aplausos, él sabe que hay público, aunque desde el escenario no distingue cuántos ni quiénes son. El Teatro Variedades está lleno. Los técnicos cumplen su pedido y el músico dice: “No me gustaría estar tocando para mí mismo”. La gente celebra su comentario con risas y aplausos. No fue la única vez que lo hicieron.
Todo tiene una explicación Tadashi toma una taza de café en la sala de su casa, en Lumbisí (nororiente de Quito). Es la mañana siguiente a su presentación y su cabello está mojado. “Puedo ser chistoso, pero no puedo dar lindas palabras”, menciona sin reírse. Su humor es hereditario. Él cuenta que en Osaka (Japón), donde nació, existen muchos comediantes. Por ende, la capacidad para bromear se desarrolla entre familiares. Si alguien intenta hacer un chiste y no resulta, enseguida otro lo arregla.
Rematar bromas y componer canciones: dos cosas que Tadashi Maeda sabe hacer Lo segundo requirió de una decisión y más tiempo. A sus cinco años, él quería participar en la lucha libre. Su madre miraba que su pequeño pasaba sin hacer nada en casa y quería inscribirlo en una escuela de karate, pero no había ninguna. La única era la de música. El instrumento predilecto era el piano, pero las clases eran entre semana. Ella sólo podía llevarlos los fines de semana, cuando dictaban violín. El niño aprendía rápido. Sin embargo, la única intención de la madre era que su hijo no desperdiciara su tiempo frente al televisor y por eso, cuando él empezó la escuela y ya tenía una actividad fija, suspendió las clases de música. A los 9 años, Tadashi acercó de nuevo el violín a su quijada. Fue por gusto propio. A esa edad participó en un concurso y ganó. El premio ratificó su talento. De pronto, una
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bicicleta plástica de tres ruedas cruza su relato. La conduce Pungo, su segundo hijo. Tiene tres años y pasea con curiosidad por la sala. Tadashi no sabe si él será músico y tampoco se preocupa de que no lo haga. Pungo maneja hacia a la cocina y la historia continúa. A los 16 años, Tadashi decidió ser compositor. Astor Piazzolla, uno de sus héroes musicales, lo inspiró. Calcula que tiene alrededor de 200 piezas escritas. ‘Pájaro que nunca vuela’, dedicada a su esposa Chinatsu, es una de ellas. Es un pasillo que, para Tadashi, requiere una aclaración: “Ella no es un pájaro que nunca vuela, esa canción se llama así. No tiene ningún sentido negativo. Si alguien piensa que estoy insultando a mi esposa, eso no es así”. Chinatsu, quien revisa su laptop y escucha la explicación desde el comedor, ríe como si la escuchara por primera vez.
Bromear todo el tiempo y valorar la música nacional: Tadashi es bueno para eso Dice que le gusta la simplicidad del pasillo. Dice, además, que “un hombre que no tiene pasado no va a entenderlos cuando los escuche”. Hay otros géneros que no le gustan por su complejidad, pero no detalla cuáles son para no sonar discriminatorio. Respeta el pasillo y por tal razón lo escucha atento para captar los ritmos, los arreglos y los tonos. A veces, también, oye música japonesa popera de los 80. YouTube es su máquina del tiempo. No es por gusto, sino por nostalgia. Los videos repiten su memoria personal. Tadashi supera las madrugadas con Michael Jackson o Elvis Presley.
Todo tiene una explicación En el 2006 dejó de tocar y regresó a Japón. Quería dedicarse a escribir en ensayos. Se puso corbata y acudió a entrevistas de trabajo. No tenía experiencia y rechazaban sus solicitudes. “Yo no podía escribir en linda manera”. Uno de sus po-
sibles empleadores le propuso que adquiera experiencia y regresara después de un año. El panorama no era el mejor. Otro, con frontalidad, le aconsejó volver a la música. Tadashi fue a su casa, abrió el estuche de su violín y tocó. Durante un tiempo escribió en un blog, a la espera de que alguien lo llame y lo contrate. Una vez sucedió y le solicitaron que prepare un artículo sobre música brasilera. Reconoce que fue debido a su conocimiento y no a su estilo narrativo. Las ganas de escribir no desaparecen. En Twitter, cuenta, sigue a personas que crean haikus. Así aprende palabras que no conoce y se inspira. Su meta es escribir canciones en español. “Tal vez un día esté escribiendo o abra un restaurante. No puedes quedarte como violinista hasta el final de la vida”. Tadashi sabe cocinar porque trabajó en restaurantes. La comida nacional le agrada. Uno de los platos locales que prepara es la guatita, “pero con sabor a curry”. Dice que cuando sale a almorzar con sus compañeros de trabajo, ellos optan por un chaulafán, y él prefiere un yahuarlocro Mientras otros eligen un terno para sus presentaciones, él se inclina por los bordados indígenas. Le encanta la ropa colorida, así como las cosas gratuitas. Hace 20 años, Tadashi caminaba por un centro comercial de Estados Unidos donde ofrecían sin costo la perforación de una oreja. Desde entonces, el actual Director Musical de la Fundación Teatro Nacional Sucre tiene un arete de plata en su lóbulo izquierdo. Llegó a Ecuador por una beca del gobierno japonés y vino como profesor de música. Enseñó en la Sinfónica Juvenil y luego en Cuenca. Aprendió música nacional y reinterpretó la Vasija de barro como Vasija de teflón. Es un provocador nato, un suscitador. En eso, también, Tadashi Maeda es un maestro.
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Culturas
Incendio en el vacío:
Ochoa Texto: María José Martínez • Fotos: Tomás Ochoa mjmartinezx@gmail.com
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“L
os indios, movidos a cólera y envidia contra los españoles debido a la desmedida codicia destos, vertieron oro fundido en boca de cuantos pudieron atrapar para saciar su codicia, pronunciando estas palabras: come oro insaciable cristiano. Y para más tormento y humillación, cortaron a varios, aún vivos, los brazos y las piernas y los pusieron sobre las brasas y se los comieron”. Teodoro De Bry (1528-1598) El artista contemporáneo Tomás Ochoa propone una recreación en video de la célebre escena de De Bry, pero no en el siglo XVI, sino hoy, con un español de terno y camisa tragando oro fundido. El video, más que una representación es una sustitución alegórica, la confiscación de un instante emblemático para dar un nuevo sentido a la imagen. La ironía del suceso no deja de ser perturbadora. “Siempre me ha interesado contar la historia desde la visión de los vencidos”, confiesa el artista.
C
uenca, 1969. En el centro de la región austral del país, una de las más azotadas por la migración, nace un hombre que vivirá este hecho desde el doble enfoque del ciudadano y del artista. Tomás Ochoa es un creador, pero también es un autoexiliado. Como artista, habla de nuestros tópicos, los tópicos de estos días: la trashumancia, la minería, los nuevos colonialismos, las tragedias del Tercer Mundo. Ochoa se sitúa desde un enfoque histórico, poético, casi épico. 1989. Tomás estudia Lengua y Literatura como una estrategia de aproximación al arte. Cada vez más, su interés se vuelca hacia la plástica y lo visual. Uno de los varios premios que gana le permite estudiar artes visuales en la UNAM (México), y regresa al país y colecciona reconocimientos hasta casi llenar el álbum de todos los posibles en aquel entonces. 1999. La gran tragedia sucede. Lo previsible, pero no por ello menos desgarrador. Malos manejos financieros públicos y privados hacen volar en pedazos la economía nacional como nunca había sucedido en la historia del Ecuador. El aparato productivo colapsa. Miles de hombres y mujeres quedan en el desempleo. Decenas se quitan la vida o mueren por falta del dinero para sus medicinas. Y cientos de miles, millones, abandonan el país.
Tomás Ochoa (Cuenca, 1969) Empleó antiguas fotografías de los mineros; las recreó en negativo, con pólvora que encendió sobre el soporte. El resultado son éstas imágenes.
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“La crisis también derribó el mercado del arte. Muchos artistas se fueron. Me quedé en el vacío, y eso me llevó a nuevas reflexiones” recuerda Ochoa. La crisis financiera no solamente determinó su periplo migratorio, sino que también fue un catalizador de su rumbo artístico. Se decantó por lo experimental, por medios como la fotografía y el vídeo, por nuevos formatos y espacios expositivos, por incluir en su dis-
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curso lo que estaba sucediendo a su alrededor. Ese fue su salto de lo moderno a lo contemporáneo. Hoy, él entiende su trabajo como una forma de activismo. Su tarea: hablar desde el compromiso con su entorno.
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000. Tomás Ochoa deja el país. “La gente que salió del Ecuador lo hizo al haber constatado que si se quedaba en este país estaba irremediablemente perdida. El escuchar con-
versaciones en los locutorios de España de madres que no han visto en cinco años a sus hijos y les preguntan “cómo han crecido”, irremediablemente te genera una fuerza empática de la que no puedes escapar”. Ochoa tradujo esta empatía se en “Indios Medievales”, una colección que busca un paralelismo entre líderes ejecutados que guiaron rebeliones indígenas (Túpac Amaru, Túpac Catari, Bartolina Sisa), y migran-
migración, cuando habla de su obra e incluso cuando habla de él mismo (dice tener una ausencia, “un hueco en el cerebro, un quiste subaracnoideo en el área de broca, que coordina el lenguaje. Por eso reviso todo lo que digo. El arte exige cierta rigurosidad”). Sospecha que es esta anomalía orgánica la que le permite hacer otras conexiones. 2010. Tomás Ochoa regresa al Ecuador para exponer. “Me fui jurando no volver. Pero al volver 2010 me reconcilié con el país. Ahora hay políticas culturales. Estamos muy lejos de la perfección, pero es que antes no había nada”.
tes ecuatorianos, que hacen también historia y son inmolados a su manera. Dice trabajar sobre las fisuras de la realidad, en los intersticios. Para el autor, la ausencia es la materia de la cual está hecho el arte. “El momento en el cual se siente más el amor es en el adiós. El arte es esto: conexiones inéditas sobre una ausencia. Éste es el terreno de la creatividad”. La ausencia dicta la obra: cuando habla de
Portovelo, principios del siglo XX. El gerente de la compañía minera inglesa SADCO toma fotografías de sus trabajadores, indígenas y mestizos de la localidad. Los trabajadores, que nacían pobres de la minería y morían pobres y enfermos, untaban su cuerpo con el barro de la mina para guardar algo de ese oro que se llevaban los ingleses. Un siglo después, los pueblos mineros de Portovelo y Zaruma, enclaves antiguamente dominados por una élite inglesa que despreciaba a los pobladores de estas tierras, tienen pretensiones de atraer al turismo gracias a su pasado de explotación extranjera. El atractivo para los visitantes consistiría en las casas centenarias construidas al más perfecto estilo inglés, que sin embargo esconden un número indeterminado de personas de todas las edades con las más variadas formas de discapacidad. Los pobladores locales dicen que esto es efecto de la contaminación por cianuro, arsénico y mercurio proveniente de las minas. Sobre este escenario, Tomás Ochoa produce una video instalación en la cual un minero de hoy reproduce el gesto con el barro de las minas. Se apropia de las imágenes y ejercita una sustitución alegórica, pero esta vez en grandes formatos y con una técnica que se podría describir, cuando menos, como explosiva: granos de pólvora sobre lienzo, a
los que prendió en llamas, resultando de esto una fotografía grabada en fuego; el producto de un pequeño incendio. En esto consiste su serie “Cineraria”.
Q
uito, 2012. Tomás Ochoa se plantea seriamente volver al país. Quizá sea un poco nostalgia, o quizá por la idea de que no viviría mucho pasados los 40. Ahora piensa que puede ser un poco más, en todo caso no mucho más allá de los 50. Él es de los que creen, como James Dean, que hay que dejar un cadáver bonito, aunque admite con humor que en su caso eso ya no sería posible. A sus 47, las huellas de una vida nómada se dejan ver en unas ojeras profundas y algunas arrugas en su rostro moreno, mestizo y algo arrogante. Alto y delgado, vestido de negro como un espectro. En caso de retirarse mientras la fiesta todavía esta buena, como él mismo dice, si no deja atrás un cascarón bonito, sería al menos uno interesante. Tomas Ochoa vive hace diez años en Suiza. Los helados paisajes contrastan este Tercer Mundo feraz que es el germen de su obra. Su reflexión sobre las ausencias lo lleva a entender que, aunque viva en otro país, su trabajo continúa siendo pensar su propia tierra. Queda pendiente superar otro vacío: acceder a públicos más diversos, más allá de los expertos y los especialistas. Quiere encontrarse con la persona de la calle y generar la magia de la operación binaria entre creador y observador: la recepción de un mensaje que acorta una distancia y llena esa ausencia final. En mayo Tomás Ochoa expone en el antiguo Hospital Militar. El resultado de este encuentro aún está por verse. Esta será su primera muestra antológica en el Ecuador. Centro de Arte ContemporáneoDel 22 de mayo al 22 de julio Antiguo Hospital Militar, Montevideo y Luis Dávila Martes a domingo, 09h00 a 17h30 ENTRADA LIBRE.
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IMPERDIBLES
agenda cultural
LA REVUELTA DE L@S IDIOTAS -El Fandango Angelical-
Danza contemporánea canadiense
Inspirado en el mito de los ángeles caídos y con textos de Rafael Alberti, Rosario Castellanos, Alejandro Jodorowski, Mary Coryle, Aguaviva y entradas cómicas del circo tradicional
Provocar emociones a través de la danza contemporánea.Una compañía de repertorio de renombre internacional, el Ballet Jazz de Montreal (BJM) ha ido creciendo con toda su energía y espíritu de exploración, y se ha hecho conocer desde su nacimiento en 1972.
9, 16, 23, 30 de mayo, a las 20h30
31 de mayo, 1 y 2 de junio, 19h30
Patio de Comedias entre Av. 18 de Septiembre y 9 de Octubre
Teatro México, Tomebamba y Antisana (Ciudadela México)
Costo: 5.00 dólares
www.teatrosucre.com
Entre Nos C.C.L.A.M. - Ibarra
Tempo clown
La obra “Entre Nos” presenta dos mujeres que se encuentran al azar, establecen una relación en sus diferencias, no exenta de humor y tragedia, y sienten amparo en las diferencias
Eduardo “Mosquito” Mosquera y Christoph Baumann en una obre bajo la dirección del actor y clown argentino Victor Stivelman.
17 al 26 de mayo, de jueves a sábado, 20h00
Del 2 al 27 de mayo, jueves (2x1), viernes y sábados 20:30; domingos 18:30.
Studio Theater, Asociación Humboldt,Vancouver y Polonia, esq.
Patio de Comedias (18 de Septiembre E4-26 entre 9 de Octubre y Av. Amazonas)
Costo: 8.00 dólares general
Entradas: 10 Gral., 7 Estud. y 5 3era. Edad
El carnaval de los animales
El grillito del trigal
La Marcha de los títeres
Creación coreográfica de Hervé Maigret, con los bailarines de la Compañía Nacional de Danza del Ecuador y la Orquestra Sinfónica Nacional del Ecuador interpretando la inmortal mùsica de Camile Saint-Saëns
Obra de teatro infantil Basada en el cuento homónimo de Hernán Rodríguez Castelo. Actúan:Tanya Benítez y Geovanny Pangol
Martes 29 y miércoles 30 de mayo, 20h00 Teatro Nacional de la Casa de la Cultura
Patio de Comedias (18 de Septiembre E4-26 entre 9 de Octubre y Av. Amazonas)
Proyecto educativo, donde los concursantes se reflejan en sus obras, que tratan sobre la protección del oso de anteojos, de las consecuencias de la deforestación, el tráfico de la vida silvestre y la contaminación del agua. La obra será una combinación de teatro de reciclaje, de sombra y de varillas.
Entrada Libre
5 dólares (todo público)
teatro y danza
Del 5 al 27 de mayo, sábados y domingos 11:30 hrs.
12 y 13 de mayo 11h00 Studio Theater, Asociación Humboldt,Vancouver y Polonia, esq.
LA REVUELTA DE LOS IDIOTAS
Costo: 5.00 dólares La Rana Sabia en Yaku El grupo decano de los tìteres ecuatorianos presentará cuatro obras durante mayo, como parte de las actividades complementarias y educativas del Museo del Agua. 12, 19, 20, 31 de mayo, a las 11h00 Auditorio del Yaku (Parque Museo del Agua), Calle El Placer OE 11-271, barrio El Placer Costo: 3.00 general Le Mobile (Canadá) Entre móvil humano y móvil criminal, entre suspenso y suspensión, forma y contenido dialogan en un agradable rompecabezas. 31 de mayo y 1 de junio, 19h30 Teatro Nacional Sucre, Manabí N8-131 entre Guayaquil y Flores Costo: 10.00 dólares
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Recital de Piano Hartmut von Lieres
Hartmut Von Lieres (Alemania)
Con sus composiciones propias, una mezcla de Jazz e improvisaciones, deja fascinado al público.
Recital de Piano Miércoles 16, 19h30
Miércoles 30 de mayo, 20h00
Sala de Recitales Casa de la Música (Arriba del Parque de la Mujer) av. Marina de Jesús
Sala Goethe,Asociación Humboldt,Vancouver y Polonia, esq.
Costo:5.00 dólares
Costo: 8.00 dólares general Nuevo Amanecer El grupo Nuevo Amanecer nace en 1983 en Ecuador, donde desde sus inicios realiza una intensa labor pedagógica y de difusión de la música ecuatoriana y latinoamericana. Miércoles 16 de mayo, 19h30 Auditorio, Alianza Francesa
Domingo Familiar Concierto Tres Sopranos Domingo 20, 17h00 Sala de Conciertos,Casa de la Música (Arriba del Parque de la Mujer) av. Marina de Jesús
Trío Alkymia
Lunes 21, 19h30
Música Flamenca
Sala de Recitales Casa de la Música (Arriba del Parque de la Mujer) av. Marina de Jesús
Serie de Celebridades,Orquesta de Cámara de Sttutgart
Miércoles 23, 19h30
Sala de Conciertos,Casa de la Música (Arriba del Parque de la Mujer) av. Marina de Jesús Costo: 60.00 dólares
Costo: 15.00 dólares Luneta, 20.00 dólares Platea, 25.00 dólares Palco
ACEREKO JAZZ Exploraciones en los sonidos del free jazz.
Jueves 10
Teatro Nacional Sucre, Manabí N8-131 entre Guayaquil y Flores
Entrada libre
Costo:5.00 dólares
La Orquesta de Cámara de Stuttgart fue fundada en 1945,considerada como no solamente la más antigua sino, sin la menor duda, como una de las más perfectas organizaciones camerísticas que existen en la actualidad.
11 y 12 de mayo, 19h30
Recital de Música de Cámara Un concierto con música académica de pequeño formato.
Sala de Recitales Casa de la Música (Arriba del Parque de la Mujer) av. Marina de Jesús
Interpretarán las canciones de Tom Waits (foto), llevando a los asistentes en un profundo viaje al mundo de la música de este gran artista. El espectáculo está lleno de humor convirtiéndose en algo inolvidable.
Costo:5.00 dólares
Costo: 8.00 dólares general
Martes 8,19h30
Concierto de L.O.D.H.O La Orquesta de Hombres Orquesta (Québec, Canadá)
Sala de Recitales Casa de la Música (Arriba del Parque de la Mujer) av. Marina de Jesús Costo:5.00 dólares Orquesta Sinfónica Nacional El principal conjunto del país, con partituras de los grandes compositores. Jueves 24, 20h00 Sala de Conciertos,Casa de la Música (Arriba del Parque de la Mujer) av. Marina de Jesús Costo:5.00 dólares
Zoë Keating (Canadá) Orquesta en una sola mujer. Utiliza un violonchelo y un ordenador portátil, para la creación de música compleja, inquietante y convincente. 17 de mayo, 19h30 Teatro Nacional Sucre, Manabí N8-131 entre Guayaquil y Flores Costo: 15.00 dólares Luneta, 20.00 dólares Platea, 25.00 dólares Palco
Lisa Kohn Recital de Jazz Martes 15, 19h30 Sala de Recitales Casa de la Música (Arriba del Parque de la Mujer) av. Marina de Jesús Costo:10.00 dólares
música y conciertos
Chimbacalle radioactivo
E
ste 18 de mayo, el grupo muscial Papaya Dada lanza a la nube virtual el primer single de su nuevo disco, intitulado Chicha Radioactiva. La banda, que explora más el lado contemporáneo y propositivo de la música popular bailable del Ande (y sobre todo la ecuatoriana), ha reinterpretado en esta ocasión el psacalle Chimbacalle. Las mil primeras descargas serán gratuitas a través de facebook.com/papayadada.
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IMPERDIBLES
agenda cultural
Sinopsis - Gerhard Richter
“arte por igual”
A través de 27 obras se presenta todas las fases creativas, desde la pintura fotográfica de los sesenta, las pinturas abstractas de los años 80 y 90, además de los cibachromes de los 2000
204 acuarelas pintadas por jóvenes con capacidades diferentes, participantes en el proyecto “Recreación artística para la inclusión de personas con discapacidad”
Todo el mes de mayo, martes a domingo, de 9h30 a 17h30 Museo de la Ciudad (García Moreno y Rocafuerte) Costo: 3.00 dólares adultos, estudiantes 2.00 dólares, 1.00 dólar niños y 3ra edad
Martes a viernes de 09h00 a 17h00; fines de semana y feriados de 09h00 a 13h30 Museo de Acuarela y Dibujo Muñoz Mariño, Junín E2-27, San Marcos. Entrada Libre Art Crafts Exposición de productos artesanales Hasta el 13 de mayo de 11h00 a 19h00 Venezuela N11-224 y Caldas(Diagonal a la Iglesia Basílica del Voto Nacional) Entrada Libre Miradas sobre Quito A CIELO ABIERTO Cien fotografías que cuentan la historia de Quito, sus rincones, sus costumbres y su gente. Hasta el 30 de mayo, horario permanente Bulevar de la Av. Naciones Unidas, Parque de La Carolina Costo: Circulación Libre
Exposición amistades Ilícitas La muestra visibiliza las luchas de los movimientos lésbicos en el país, particularmente por erradicar las clínicas que pretenden “curar” la homosexualidad. Abierta desde el 9 de mayo hasta el 10 de junio, martes a domingo, de 09h00 a 17h30
Muestra colectiva de los estudiantes de la carrera de Artes Plásticas de la Universidad Central del Ecuador
Centro de Arte Contemporáneo de Quito (Antiguo Hospital Militar)
Entrada libre
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Entrada libre - Mediación especializada para niñ@s y adolescentes.
Sucesos & Transiciones
Centro de Arte UTE, Bourgeois N34-102 y Rumipamba
Entrada libre - Mediación especializada para niñ@s y adolescentes. Exposición Antológica de Tomás Ochoa “Relatos Transversales” Tomás Ochoa (Cuenca, 1969), ha sido reconocido como uno de los artistas contemporáneos latinoamericanos más destacados de su generación Hasta el 22 de julio,19h00 Centro de Arte Contemporáneo de Quito (Antiguo Hospital Militar) Entrada Libre Muestra fotográfica sobre el Barrio San Juan
5 de mayo, martes a domingo, de 09h00 a 17h30
Centro de Arte Contemporáneo de Quito (Antiguo Hospital Militar)
Abierta hasta el 3 de junio. Inauguración 3 de mayo, 19h00
Centro de Arte Contemporáneo de Quito (Antiguo Hospital Militar)
Obras que serán exhibidas junto con una selección de trabajos anteriores: performances, vídeos, fotografías y objetos.
Esta muestra cuenta con pinturas óleo sobre lienzo, madera, vidrio y esculturas mixtas, recopilación de ideas en diversos años de transición artística de José Fonseca
Entrada libre
Abierta del 10 de mayo al 2 de junio, martes a domingo, de 09h00 a 17h30
La exposición con que se abrirá la SALA LOCAL consiste en una reflexión poética sobre el paisaje del Barrio de San Juan
Hasta el 27 de mayo, martes a domingo, de 09h00 a 17h30
Sala Goethe, Asociación Humboldt,Vancouver y Polonia, esq.
Por tercera ocasión consecutiva se presenta en Ecuador la Bienal de Tipografía Latinoamericana “Tipos Latinos” en su Quinta Edición. Es la exhibición más grande del mundo en su categoría.
Esposición de Clémentine Beaugrand y Antoni Collot (Francia)
Apariencias y temperamento José Fonseca
Del 2 al 26 de mayo , de lunes a viernes de 10h00 a 18h00. Inauguración: miércoles, 2 de mayo, 19h00
Bienal Latinoamericana de Tipografía “TIPOS LATINOS”
Centro de Arte Contemporáneo de Quito (Antiguo Hospital Militar) Entrada libre - Mediación especializada para niñ@s y adolescentes. Naturaleza Sagrada Antonio Romoleroux Martes 8 de mayo / 19h30 inauguración Galería del Colectivo de Arte Cienfuegos Entrada libre
Entrada libre - Mediación especializada para niñ@s y adolescentes.
Exposiciones
Conferencias
Cine
Mayo en el Centro Benjamín Carrión
M
ayo reúne a escritores, críticos e intelectuales en el Centro Benjamín Carrión. Un ciclo que nos llevará de la literatura al arte y la estética contemporánea, pasando por un repaso evaluativo de las tres figuras fundamentales de la cultura ecuatoriana, la importancia de la lectura literaria en niños y jóvenes y el siempre sugestivo y atractivo tema de la cultura mexicana.
Uno de los actos destacados en esta agenda es la conferencia magistral ¿Qué es el arte, qué es la estética, qué es la crítica artística?, que dictará el filósofo y crítico catalán de arte Xavier Puig Peñalosa. Desde un cuestionamiento y puesta en tela de duda de convenciones normalmente aceptadas, Puig busca reformular tanto el concepto de estética como el del arte, y en consecuencia el de crítica artística. La entrada a estas conferencias y conversatorios es totalmente libre. Todos invitados.
AGENDA Jueves 3: Luis Zúñiga: Un as de alto vuelo. 17h30. Miércoles 9: Xavier Puig Peñalosa: ¿Qué es el arte, qué es la estética, qué es la crítica artística? 17h00. Lunes 14: Galo Cevallos Rueda: El cuento de la historia. Benjamín Carrión. 18h00. Martes 15: La universalidad del arte ecuatoriano. José Gabriel Navarro. 18h00. Miércoles 16: La poética y la historia en Jorge Carrera Andrade. 18h00. Jueves 17: Carlos Sylveira. La importancia de la lectura literaria. 15h00. Lunes 21: Miguel Enrique Tinajero. Mariano Azuela, escritor de la revolución mexicana. 17h30. Martes 22: José Guadalupe Posada, grabador e ilustrador mexicano. 17h30. Miércoles 23: José Alfredo Jiménez, músico y compositor. 17h30. Jorge Washington E2-42 Y Ulpiano Páez Telfs: 22 21 895 / 22 21 896 / 22 23 604 www.benjamincarrion.com
Oberhausen on tour Festival de cortometrajes más importante de Alemania, que en este año cumple con su 58ava edición. 4, 5 y 6 de mayo Ver horarios en www.ochoymedio.net Nada es mejor que nada en absoluto Un documental de Jan Peters, 2010. Cada uno lucha a su manera por la supervivencia económica – el autor fracasa en su intento Miércoles 23 de mayo, 19h30 Studio Theater, Asociación Humboldt,Vancouver y Polonia, esq. Entrada libre Le bal des actrices, de Maïwenn Una directora quiere rodar un documental sobre las actrices, sobre todas las actrices: las populares, las desconocidas, las intelectuales, las cómicas, las olvidadas Miércoles 30 de mayo, 19h00 Alianza Francesa Entrada libre
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