Revista q 38 mayo 2013

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REVISTA LA REVISTA DE LA CIUDAD

Dolor y delirio: consumos y adicciones Distribución mensual gratuita Mayo 2013. No. 38 25 000 ejemplares

Un diálogo sobre el programa Cultura Viva Pescando una trucha en Tandayapa Una policía mamá ganó el premio Manuela Espejo La ciudad estrenó su nuevo parque en el norte

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Este mes:

“TROTAMUNDOS” de Stich (POP) Retira tu cd con el ejemplar en las oficinas de la revista (Municipio Metropolitano de Quito, Venezuela entre Chile y Espejo). Para mayor información llamar al 3952300 ext. 12089.

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Encuéntranos en: • Municipio (Plaza Grande) • Administraciones Zonales • Centros de Desarrollo Comunitario • Empresa de Agua Potable • Empresa Eléctrica Quito • Museos y Centros Culturales • Bibliotecas Universitarias • Bibliotecas Municipales • Unidades de la Unión de Taxistas

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MUNICIPIO DEL DISTRITO METROPOLITANO DE QUITO, 2013 AUGUSTO BARRERA G. Alcalde del Distrito Metropolitano de Quito

REVISTA

CAROLINA ESPINOSA VERGARA Secretaria de Comunicación MDMQ CONSEJO EDITORIAL Mauro Cerbino Lucía Durán Paulina Recalde Hernán Reyes Juan Paz y Miño EDITOR GENERAL Alfonso Espinosa Andrade COORDINACIÓN EDITORIAL Aurelia Romero y Cordero aure_belen@gmail.com

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FOTOGRAFÍA Martín Jaramillo Serrano fotografia.martin@gmail.com FOTO PORTADA: Sesión de terapia de rehabilitación

Otro enfoque

Con sentido

Autor: Martín Jaramillo

Otro enfoque__________________ 5

Regularización de barrios_____ 46

DISEÑO, DIAGRAMACIÓN E INFOGRAFÍAS

Cartas del lector_______________ 6

Madres policías_______________ 50

Tu ciudad en cifras____________ 7

Fotoreportaje “Mamá”_________ 56

La entrevista __________________ 8

¡Qué iras! _____________________ 62

Diana Armas dianaarmas@gmail.com CONTACTO larevistaq@gmail.com Telef: 395 23 00 ext. 12089 / 0997319113 MUNICIPIO DEL DISTRITO

Diversidades

Culturas

METROPOLITANO DE QUITO

Tandayapa____________________ 14

Alma mía______________________ 64

entre Chile y Espejo / www.quito.gob.ec

Gente que habla con señas____ 18

Murales a otra escala___________ 66

Número 38. mayo 2013

Dirección: Palacio Municipal, Venezuela

EDOC_________________________ 70

25 000 ejemplares

Cultura y gestión ______________ 72

METROPOLITANO DE QUITO, 2013

Central

Bibliomanía___________________ 76

Los artículos de opinión son responsabilidad

Cifras, patrones y hábitos

Imperdibles____________________ 78

de consumo__________________ 20 Plantas enteógenas___________28 El problema de la salud________ 30

MUNICIPIO DEL DISTRITO

exclusiva de los autores y no comprometen a la revista ni a sus editores. PRODUCCIÓN: Revista Q IMPRESIÓN: Imprenta Mariscal Av. 6 de diciembre 7015 • Telf: 2449710 ventas@imprentamariscal.com

Una oscura economía_________ 36 Invitamos a la reproducción citando la fuente

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otro

enfoque La prohibición no es el camino

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l consumo de drogas ha sido acusado de ser uno de los principales problemas de la sociedad contemporánea, aunque hay enfermedades comunes que matan más gente y procesos políticos que afectan mucho más profundamente a la población de diversos países. Hasta hace muy poco tiempo, todo lo relacionado con las drogas, su uso y comercio, ha estado controlado por lo que el escritor estadounidense –y ‘pope’ de tres generaciones contraculturales– William S. Burroughs definía como “el sistema médicolegal”: las sustancias consideradas ilícitas han sido combatidas con una guerra que diversos foros y analistas han demostrado es inútil y está perdida. En el 2008, la Constitución que el pueblo ecuatoriano aprobó por definitiva mayoría cambiaba radicalmente el escenario: el artículo 364 determina que el tema de las adicciones

es asunto de Salud Públlica. No de la Policía. No de los jueces. De los médicos. Por supuesto, una trancisión de este tamaño no puede realizarse en poco tiempo, y la institucionalidad del país está cambiando para bien: ha sido una gratísima sorpresa para la revista la receptividad y colaboración del Consep y otras instancias públicas, que dejan atrás tiempos en los que la información llegaba tarde y tras idas y vueltas de oficios inoficiosos. Pero hay, además, otras cosas en esta Q, la del “38 que no juega”: una entrevista con Fernanda Riofrío, cabeza del programa Cultura Viva. Y hay una nota sobre el programa de Galerías de Arte Urbano. Para las mamás, el especial fotográfico y un reportaje sobre las madres policías. Como siempre, esperamos que sea de su agrado. Y si no, contarán, para ver qué hacemos.

Alfonso Espinosa Andrade EDITOR REVISTA Q

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Escríbanos: larevistadelaciudad@gmail.com

Cartas del lector Referencias omitidas Felicitaciones por abril Revista Q: Con agrado, tuve el gusto de leer su número de abril dedicado a los libros y su trascendencia histórica. Me pareció un gran número, el tema está tratado de la mejor manera. Espero que este tipo de iniciativas se repliquen y sigan investigando para que nosotros, los ciudadanos, podamos conocer mejor el origen y la historia de nuestros elementos de identidad. Saludos Cordiales, Agustín Guerra.

Amigos de la Q: Primero felicito su trabajo. Segundo, quisiera que la revista realice un reportaje sobre la situación de los perros callejeros en la ciudad, así como sobre las medidas básicas de higiene y seguridad que deben tener los dueños de los perros para darle el mejor cuidado a su mascota pero también permitir una convivencia tranquila con el resto de vecinos y sociedad en general. A espera de su respuesta, me despido. Beatriz Salgado.

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En la Revista Febrero / Marzo 2013. No. 35 / 36 en la que aparece mi artículo sobre la exposición de La Ronda se omiten las citas del texto, apareciendo como mías las ideas de otros autores. Mucho agradeceré si puedo enmendarlo con una nota en la siguiente revista en la que se incluyan las citas que aparecen en el artículo original y las copio a continuación: Bourdieu, Pierre (1999). “Efectos del Lugar”, en: La Miseria del Mundo. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. Kingman, Eduardo (2012). San Roque: indígenas urbanos, seguridad y patrimonio. Quito: Flacso, Heifer International. Wacquant, Loïc (2007). Los condenados de la ciudad. Gueto, periferias y Estado. Buenos Aires: Siglo XXI Editores. Didi- Huberman, Georges (2005). Ante el tiempo. Historia del arte y anacronismo de las imágenes. Buenos Aires: Ed. Adriana Hidalgo. Un abrazo y espero que todo vaya bien. Lucía Durán N.d.E.: Lamentamos las omisiones con el riguroso trabajo académico de Lucía Durán, a quien saludamos cordialemnte.


Tu ciudad en cifras

L

as ciudades son centros de dinámica, integración e interacción social y económica. El desarrollo de las mismas es inconcebible si no se toma en cuenta la importancia que tiene la forma en que sus habitantes se mueven por ellas. La vida actual exige, a la mayoría de los ciudadanos, una movilidad constante, ya sea para llegar a sus lugares de trabajo, de estudio o de ocio. De acuerdo con la encuesta de movilidad realizada en el 2011 por el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito (MDMQ), se producen 4.3 millones de viajes a diario en la ciudad. De estos, 84.4% son mecanizados (52.2 % transporte público 19.5% escolar y empresarial 3.3% taxis y 9.3% vehículos particulares) y el 15,6% restante son en transportes no mecanizados (a pie y en bicicleta). Cada día, el 81,5% de los quiteños sale de su hogar y emprende viajes regulares. El 73% de viajes son en transporte público, mientras que entre aquellos que no utilizan transportes mecanizados, el 98% viajan a pie y apenas el 2% en bicicleta. Se realizan 13 206 viajes en bicicleta dentro de la ciudad en un día normal, tomando en cuenta que la bicicleta es un medio de transporte rápido, económico y de múltiples beneficios a la salud propia y del planeta, lo que la convierte en una excelente opción para movilizarse dentro del perímetro urbano. En agosto del 2012 se inauguró el Sistema de Bicicleta Pública BiciQ, con el objetivo de promover esta forma de transporte sostenible. Este sistema funciona previa afiliación con un costo anual de 25 dólares. Cubre un trayecto norte-sur que va desde la estación Norte del Trolebús hasta la Plaza de Santo Domingo en el Centro Histórico y otro trayecto este-oeste desde la Av. América hasta la Av. 12 de Octubre. Actualmente, cuenta con 7 425 usuarios registrados (2 563 carnetizados y activos) y permite la ejecución de 1 000 viajes en días laborables y 273 viajes durante los fines de semana. Los desplazamientos de mayor importancia dentro del Distrito Metropolitano de Quito son norte-norte (16,1%), sur-sur urbanos (15,1%); norte- La Delicia urbana-Calderón (10,5%); y centro-norte (7,03%). BiciQ cubre dos de estos cuatro flujos –el norte-norte y el centro-norte (23,1%) – y en su segunda etapa llegará también al flujo sur-sur urbano, alcanzando un 38,2% de cobertura. El sistema BiciQ dispone de 425nm unidades distribuidas en 25 estaciones.

Transporte público general 52.2%

Transporte escolar y empresa 19,5%

No mecanizado 15,6%

Automóvil 9,3%

Durante el 2013, el proyecto seguirá creciendo para llegar a mayor cantidad de habitantes, promoviendo la conservación ambiental, la efectividad de tránsito por la ciudad y la generación de un estilo de vida más saludable.

FUENTE: Boletín estadístico del instituto de la ciudad www.institutodelaciudad.com.ec

Taxi 3,3%

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Entrevista

Visibilizar y potenciar la

Cultura viva Entrevista: Alfonso Espinosa Andrade • Foto: Paco Salazar

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C

ultura Viva es un programa que articula (es decir, empaca y anuda) distintas acciones culturales del Municipio. Darle visibilidad a las expresiones culturales en todo el territorio del Distrito, hacer conocer y darle aliento a la rica diversidad de culturas y expresiones que circulan, potenciar los procesos locales: esos y otros son los objetivos de este plan estratégico, sobre el cual conversamos con su directora, María Fernanda Riofrío.

Llega un rato en el que se construyen los edificios y debes empezar a trabajar con la programación, a pulir las herramientas y la metodología con la que buscas que la población florezca. Entonces comienza el programa de Cultura Viva, que es ir y ver qué está pasando en los barrios, en las parroquias, en el territorio, para inyectar más ganas y provocar esos saltos, esos florecimientos, partiendo desde las iniciativas propias de la gente.

La cultura no es ornato ni decoración, es proceso de crítica y conocimiento social. Este plan busca gestar ciudadanos y producir ciudad desde la acción y la actividad cultural, desde las artes y el diálogo, desde la reflexión y el cultivo de prácticas variadas. Aterrizará, principalmente, en los Centros de Desarrollo Comunitario y en todos los espacios públicos de barrios y parroquias.

Quienes trabajamos cerca del Muicipio lo tenemos más claro, pero tal vez la gente no está del todo informada aún. ¿Qué es y cómo se usa un CDC?

María Fernanda nos atiende en un bar culturoso y bohemio del norte de la ciudad, tras una jornada pasada entre Yaruquí, Píntag y el barrio de San Juan. Educadora (no de aula, sino de todo lo demás), su más reciente trabajo antes de esto ayudó a revivir la Fundación Mundo Juvenil, ubicada en el parque La Carolina. Ahora el reto que enfrenta tiene escala metropolitana. ¿De dónde nace el programa Cultura Viva y por que lo ejecutan desde la Fundación Museos? Es que la Fundación Museos de la Ciudad es ya un ente gestor y ejecutor. En algún lado se gestan las ideas y, entonces, ¿quién las hace? Ahí la Fundación empieza a aterrizar las ideas: hace pocos años surgió en el Municipio la idea de los Centros de Desarrollo Comunitario, que son estos lugares esplendorosos donde la comunidad se va a acercar y se va a potenciar toda su participación, sus emprendimientos de vida.

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za puede ser hermosa, pero si no pasa gente, es un sitio muerto por más árboles que tenga... ¿Qué pasa, en la ciudad, con los espacios públicos? Hay parques de barrio cerrados con cercas y alguien monopoliza la llave, calles con cadenas...

Son los Centros de Desarrollo Comunitario: si hablas de centros, hablas de puntos de encuentro, de puntos de generación; los centros son puntos de explosión, pero también de acopio. No solo hablamos del Centro como las cuatro paredes sino de todo lo que puede generar en el espacio público y en la comunidad alrededor, en cuánto puede impactar en el día a día del ciudadano de a pie.

Hay la mala costumbre de privatizar el espacio público, es un proceso que viene de hace tiempo y que se está revirtiendo, aunque son lógicas que vienen desde atrás. Por ejemplo la vereda frente al negocio, donde solo se parquean mis clientes, o esta cancha donde solo nosotros jugamos los miércoles... Culturalmente hemos estado acostumbrados a pensar que el espacio público no es de nadie, como no es de nadie lo ensucio, lo abuso, lo maltrato. La idea a implantar es que el espacio público es de todos, tuyo también. Y eso no es un cambio municipal, es un cambio de mentalidad de todos nosotros en la ciudad: del señor que tiene la llave del parque, del guardia del local que cuida la vereda y de los que usamos el parque y las calles.

Los CDC son espacio público “puro y duro”, es así como están concebidos. ¿Cómo lograr que estos espacios, formalmente públicos, sean efectivamente ocupados por la población, usados y apropiados?

También hay espacios privados –como los edificios abandonados, por ejemplo– que se vuelven públicos porque la comunidad o los colectivos se apropian de ellos y les dan uso y valor, los resignifican....

Cultura Viva es uno de los proyectos que tiene la ciudad, justamente, para activar los espacios públicos. Si la población participa, y decide no usar y ocupar esos espacios, el Municipio podrá hacer millones de cosas, pero no lograremos nada: tendríamos un plan llamado cultura muerta. Si no es la gente la que usa esto espacios, los gasta, los besa y los critica, les da la vuelta y los hace suyos, no habrá pasado nada. El corazón del programa es que estos Centros de Desarrollo Comunitario potencien a la población y que la población potencie a los CDC. Es un proceso de ida y vuelta. La pla-

Claro: y es que tenemos en la cabeza la idea que lo público es lo gubernamental, y eso no es cierto. Es clave el rol del público, de la gente. La población tiene que asumirse como dueña del espacio público, del CDC, del parque, del parqueadero... Ahora bien, la gente llegará a ocupar estos espacios desde sus propias prácticas, tradiciones, identidades... Hay unas tradiciones que debemos potenciar y otras formas de enfrentar lo público que es necesario cambiar. Todo evoluciona y nosotros como sociedad en Qui-


to estamos en el punto de empezar a concebir lo público como propio, como mío. Cada ciudadano llega al espacio público con su bagaje, su carga cultural, sus ideas. ¿Cómo hacer que sea un sitio para todos, para todas? Ahí es donde entra el trabajo de las instituciones: garantizar que, en ese espacio público, tú puedas cumplir todos tus derechos culturales. Y sin prejuicios, viendo qué hay en cada sitio. Anda a ver, por ejemplo, la maravilla que es el ensamble de guambras músicos en Calderón: hacen música contemporánea, de todo. ¿Cómo es esa historia? Un músico sinfónico, que vive en el barrio, vio el CDC y decidió ocupar y aprovechar ese espacio. “Yo tengo que devolver lo que la ciudad me ha dado” dijo él. El es profe voluntario; los chicos, de 12 a 18 años, pusieron los instrumentos. Anda a ver cómo suenan, es una maravilla... Sobre la lógica de trabajo cultural con la comunidad, el terreno de la cultura ha respondido en el país a la idea de que la gente es algo así como un almohadón vacío que hay que rellenar de arte, libros, música. Eso versus la noción evidente de que cada quien trae su relleno, que somos algo así como empanadas de todos los sabores. ¿Cómo hacemos para visibilizar esa variedad? Es una idea superada, en efecto, pero todavía se practica esa cultura de autoridad e imposición. Primero, hay que enseñarle a la gente que hay empanadas de todos los sabores, hay que hacer evidentes esas diferencias como una riqueza de la sociedad. No porque soy ‘mono’ voy a hacer solo empanadas de verde, también hay chilenas, y de viento (que te da más poesía que empanada). Pero si no reconozco al otro, no podré saber que hay millones de diferentes: entonces,

la primera cosa es que la institución tiene que salir a decir cuántos otros habemos, mostrar que somos una canasta de variedad. Esa es nuestra labor: evidenciar a los otros, a las diferentes culturas. No hablamos nunca más de “La Cultura”, hablamos de las culturas, en plural. Y mi cultura no me la dan ni la tengo: la construimos todos y cada día. Entonces, se vuelve una cosa más de hacer: no estoy esperando que me vengan a leer Shakespeare, sino que, mejor, yo te leo, yo te escucho, yo te escribo... El afán de Cultura Viva es que la población interactúe, se relacione, se tensione y vea todos los conflictos que puede haber entre todos estos diferentes, y que lo haga en el espacio público. Hace un año, en la exposición el D_Efecto Barroco, que estuvo en el Centro de Arte Contemporáneo, se cuestionaba la idea de la cultura como lugar de encuentro y armonía, aduciendo que ese discurso del barroco americano invisibilizó conflictos, procesos de resistencia y tensiones tremendas, que siguen presentes y latentes. ¿Cómo se posiciona en este sentido Cultura Viva? La cultura barroca se presentaba como algo “universal”, pero en realidad se quedaba en la élite. Ahora la tendencia de la cultura es visibilizar el conflicto, sacarlo a la luz, ponerlo en la palestra. Claro que en la cultura podemos encontrarnos, pero es incluso más interesante y enriquecedor desencontrarnos: diferir sobre significados, opinar diferente, pensar de otro modo. En ese disenso empiezan a surgir nuevas formas, nuevos discursos, nuevos decires, nuevas palabras. El gran de reto de este proyecto es cómo bajamos esto al día a día, porque estamos seguros de que la cultura se hace en el día a día. ¿Y qué pasa en ese proceso de aterrizaje? Siempre es una cosa

el trabajo en el escritorio y otra la puesta en escena y la ejecución en tierra firme de los proyectos. ¿Con qué se han encontrado en este arranque del proyecto? Es la riqueza mayor de nuestro trabajo. Un enunciado puede decir que hay que llevar música a todos los espacios”, en el día a día es llegar y averiguar qué música hacen aquí, qué música les interesa aquí, qué música quieren conocer aquí. Y, a partir de eso, generas un programa. Y en los Chillos hay ocho taitas que son expertos en tocar el pingullo: no tiene sentido llevar un ensamble de música contemporánea nomás, también llevas al pingullo, que es toda una ciencia, y buscas cómo hacer que se enseñe a las nuevas generaciones. Y te toca aprender que el pingullo no toca notas, sino sentimientos, que no tienes el do-re-mi. En la sociedades, el cambio cultural es el más complejo, más hondo y difícil que el cambio político o económico. Es un proceso intenso y de largo aliento. ¿Cómo aporta a esto el plan Cultura Viva? Hay que empezar a pensar como sociedad, en general, que no se van a ver resultados mañana. En cultura y en educación los resultados se verán en la ciudad en 20 años, quienes llegan al poder solo por las elecciones, se dedican al show y al evento, porque eso se ve ahorita y ahorita me da votos, pero este programa quiere hacer cambios a 20 años, dejar atrás el eventismo. Hay que recordar que son un proceso. En nuestro progama de Cultura Viva verás un fuerte componente de escuela, de educación no formal (que es el 90 por ciento de nuestra formación). Otro pecado frecuente del quehacer cultural en el país fue imponer una separación de “alta cultura” y “cultura popular”. ¿Cómo confrontan desde Cultura Viva esta falsa división?

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Hay la creencia de que si en el proceso cultural intervienen actores ya reconocidos sí es cultura, pero que si vas al barrio no está pasando nada. Y resulta que llegas al barrio y tienes unos proyectos culturales dignos del mejor reportaje, que solitos ya son potentísimo, pero simplemente han sido de bajo perfil, pero no es que no existan y no aporten. Reconocer la trayectoria de los mejores artistas no está mal, ojo, lo malo es que sea excluyente, que el acceso del público sea restringido. Y está mal que por darle voz y voto a esa “alta” cultura se haya dejado sin voz ni voto a la otra, que es tan potente y tan generadora de ciudad y de ciudadanos. Entonces, si le damos potencia al día a día, a los gestores, a los colectivos –hay unos colectivos alucinantes en la ciudad–, si logras darles voz, voto y visibilidad Quito explotará como una potencia cultural del carajo. Si lográramos ver todo lo que está sucediendo... A veces es el turista quien tiene esa mirada, porque durante cinco o siete días no hace más que patear calle y gastar suela; y en Quito estos visitantes se sorprenden de la rica y variada vida cultural de la ciudad, y eso a pesar que se dan la vuelta apenas por un par de lados, el Centro, La Mariscal... Y hay arte urbano, y hay librerías chiquitas que son una joya... Claro, caminar por la Junín, en San Marcos, es espectacular, hay colectivos, como La Caracola, que se lanzan a la calle. Armaron una exposición; como no tenían galería, conchabaron a las tiendas del barrio y ahí se expusieron las obras; hicieron un concierto, ante falta de escenario pusieron a los músicos en un balcón y la gente en la calle. Estos proyectos los encontramos en dónde vayamos dentro del Distrito. La cultura no es solo llevar eventos, sino activar procesos. Nos piden

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eventos: ok, es la agenda política local. Nosotros buscamos cómo hacer que el acto puntual termine sembrando o contribuyendo a un proceso ya existente en el lugar. Esa es la pregunta que nos hacemos en Cultura Viva: cómo potencializamos los procesos existentes en cada lugar, lo que es una herramienta política súper fuerte, pues entregas a los ciudadanos el poder de decir quiénes son, qué quieren, con qué sueñan y hacia dónde van, la ciudad cambia. La ciudad cambia cuando la gente se empodera de sí misma. A veces, en el trabajo en la comunidad, uno se encuentra con distintos modos de consumo cultural: una clase media más globalizada, más sofisticada en sus exigencias... y grupos populares que ven al arte, la literatura y la música como algo distante, que hay que respetar. La cultura es un territorio de nombres sagrados, como el de Guayasamín, que sigue siendo enviado como embajador del arte ecuatoriano aunque criando malvas hace más de diez años. ¿Cultura Viva busca cambiar estas lógicas? Queremos romper con esos discursos y visibilizar los procesos, los actores, los gestores. Hay que unir esfuerzos dentro del Municipio. Y hay que romper las industrias: en el cine, por ejemplo, visibilizar documentales, poner el cine para sordos, los trabajos de cortometrajes que hacen los chicos cada día... En lectura, no se trata de repartir libros, sino de trabajar con la gente en talleres de lectura, donde la palabra escrita gane peso y valor, pero que la lógica del no leer no sea porque el libro es caro: aquí hay que estudiar el problema, y encontrar por qué no leemos. Hay un componente de modernización: hay que subir las 11 bibliotecas a 53, que deberán estar interconectadas, ponerse al día con el siglo XXI.

QUITO CULTURA VIVA Es un programa metropolitano, coordinado por la Fundación Museos de la Ciudad, cuyo objetivo es fortalecer la creación, la formación, la participación y el disfrute de vecinos y vecinas en producciones y expresiones artísticas generadas dentro y fuera de los barrios. Este programa Distrital cuenta con la participación de las siguientes entidades:

Fundación Museos de la Ciudad Secretaría de Cultural del MDMQ Secretaría de Coordinación Territorial y Participación Ciudadana del MDMQ Instituto Metropolitano de Patrimonio Fundación Teatro Nacional Sucre Centro Cultural Metropolitano QUITO CULTURA VIVA te invita a participar de las siguientes actividades: 1. Cine Q: proyecciones de cine al aire libre y en tu CDC más cercano

2. Escuelas de Arte y Cultura: talleres de música, danza, pintura, y más.

www.quitocul


3. Quito Lee: campaña de incentivo a la lectura en el tiempo libre

4. Historias Barriales y Memoria Viva: talleres y actividades sobre saberes, patrimonio y memoria social

5. Barrio Museo: exposiciones de los museos y centros culturales de Quito, más cerca de ti.

6. Fotografía a cielo abierto: laboratorios de fotografía y exposiciones fotográficas sobre temas de tu zona

7. Sucre Viajero: El teatro Sucre va a los barrios. Un espectáculo musical para bailar y gozar.

Barrio museo

Joaquín Pinto: PINTOR DE QUITO No te pierdas la oportunidad de acercarte al Quito del siglo XIX Del 26 de abril al 19 de mayo de 2013 CDC Guamaní Una nueva propuesta de itinerancia de algunas de las exposiciones más importantes del Distrito.

turaviva.gob.ec

Joaquín Pinto: Acuarela 1899.

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Diversidades

De pesca a

Tandayapa Texto y fotos: Juan Carlos Moya jcmoya2@gmail.com

La Laguna está “sembrada” de truchas, Lo que garantiza que eL turista, aún eL novato en artes de pescar, obrtendrá eL premio a su paciencia.

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eñalo con el dedo en el mapa de caminos: «Tandayapa», un pueblito subtropical ubicado al noroccidente de Quito, a una hora y media, yendo a velocidad de paseo. Para llegar allí, tomaré ruta hacia La Mitad del Mundo y luego la carretera Calacalí - La Independencia, vía a los Bancos. Tandayapa: pescar una trucha, servírmela a la parrilla, subir al teleférico, caminar entre la fronda húmeda y los colibríes, arrullado por el agua del río. Allá voy. Amanece. Mochila, zapatos de baja montaña, sombrero y subo al jeep. Acelero por la Avenida Occidental. Calculo mi llegada antes de las ocho. Registro admirado, y con gozo sabatino, el cambio de geografía y clima cada diez o quince minutos de camino: Quito y sus orillas desbordan contornos disímiles, colores que matizan el paisaje. Así, tras la grisura de una llovizna en la avenida América me hallo ya bajo el sol opaco y polvoso de la Mitad del Mundo. Recuerdo a Apache, el perro de un viejo y querido guardabosques. Habría dado todo por traerlo, sin su collar, para que vaya con la cabeza y orejas al viento por la ventanilla mirando, como yo, los cerros pálidos, ese desierto flanqueando la ruta, el polvo que se pega al parabrisas. Al llegar a Calacalí, dominios de Carlota Jaramillo, ‘La Voz Inolvidable’ se me antoja cantar mientras no dejo de ver el horizonte: «Qué distintos los dos, tu vida empieza. Y yo voy ya por la mitad del día. Tú ni siquiera vives todavía y yo ya de vivir tengo pereza». No hay radio en el jeep. Se vale cantar y el paisaje ayuda. Metros más adelante, se encuentra ya el peaje. El paseante debe recordar guardar su recibo y no arrojarlo por la ventanilla del auto. Es parte de su seguro vial. Entonces el camino se torna serpentino. El viento frío de la Sierra es todavía compañero y encima de las altas cumbres macizas las nubes corren hacia el oriente. Viajar hacia el subtrópico, dejando atrás la algazara de Quito, el destemplado estrépito de la ciudad, es refrescante, pero ante todo: es un privilegio poder cambiar de pisos climáticos y geografías a tan poca distancia y tiempo de camino. Cada vez que guío a amigos foráneos, ellos no salen de su asombro y más de una ocasión, piensan que han cruzado el portal de una dimensión paralela. Desde luego, yo les acoto: así es Quito. Todavía es temprano y el sol ya engorda entre la fronda subtropical. El verde se impone a la vera del

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Abajo, entre los matojos y arbustos, desde el fondo del precipicio, se escucha el rumor del río saltando sobre las piedras. Después de pasar la reserva de los Yumbos, cuya cascada natural deja una leve espuma y aguas cristalinas, se llega finalmente a nuestro destino. Tandayapa es como un refugio que se va abriendo, abajo, junto al río, entre los árboles y la neblina. Se dice que el pueblo está a 1600 metros de altura. Y todavía pertenece a los Andes, pero hay una cosmética que nos remite a la Amazonía. Es el oxígeno también, sereno y puro, que acoge y sosiega. Chispea y sale el sol. Me gusta sentir las gotas de agua en la cara. Quizá bordeamos los veinte grados centígrados. Y detengo el jeep junto al puente, sobre el río. Un coro hecho de sapos y el chasquido del agua me desconecta y al mismo tiempo que respiro, soy bendecido con una lluvia de mariposas amarillas que corren detrás de un hombre, «cien años de Tandayapa», pienso con una sonrisa. Junto al río, en casetas de picnic, las familias preparan asados de pollo o tilapia con patacones y ají criollo. Es fácil ver como el hombre hace de su medioambiente su casa.

La pesca es el pretexto para un viaje que abre la oportunidad de un contacto con la naturaleza: una experiencia que los ‘animales urbanos’ debiéramos tener más seguido.

De las cabañas, hay tres o cuatro, salen sonrientes un grupo de alemanes y suecas, cuyos pelos amelcochados resaltan debajo de las diminutas flores rojas, al ingreso. Allí el ejecutivo o el viajero puede trasnochar y hacer suya la luna de Tandayapa y esa calma inquietante que es propia, aquí, del bosque montano y nublado.

El teleférico y la laguna camino y de pronto ya la humedad se respira como bálsamo. Vetas verdes, amarillas y naranjas que se mueven como espejos de luz sobre las montañas. Atrás, muy atrás, ha quedado la subida de Pucará y extraño no haber parado a beber sangría, buena para la sed del viajero. A pocos minutos de Tandayapa, ideal para desayunar, se hallan el paradero y reserva ‘El Pahuma’ y más adelante el célebre café Armadillos. Tanto el uno como el otro son pródigos en desayunos donde la carne estofada o la trucha con arroz y café son suficientes para agradecer el fin de semana.

Tandayapa a la vista Kilómetro 54: Tandayapa, llamado como ‘El paraíso del pescador’, se abre luego de un camino de herradura (antigua ruta a Nono), de fácil acceso, y desde un inicio los que deseen pueden saborear un jugo de caña de monte, rodeados de colibríes y orquídeas.

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Estaciono el jeep junto al restaurante, hay mucho espacio y veo a los madrugadores jugando un partido de ecuavoley. Resisto el apetito ante el olor de la trucha asada que se desprende tanto de las áreas de picnic como del salón. Un grupo de chinos devoran los platillos entre sonrisas. Compro un boleto y me embarco en el Teleférico para navegar sobre las nubes. A cientos de metros de altitud, desde una silla de plástico, observo el paisaje: abajo la laguna, las copas de los árboles, el vapor subtropical que hace pensar que todo esto es un sueño brumoso. El Teleférico tiene siete años y trescientas personas lo toman por semana. Mientras dura el viaje se puede vislumbrar, muy abajo, las carreteras amarillas arrastrándose como serpientes entre las montañas. En pocos minutos, niños y familias, gastan adrenalina. Al llegar a la estación, empieza la aventura de los senderos naturales. Las pantorrillas se ponen a prueba al subir la pendiente de gradas y luego los senderos se retuercen caprichosamente entre el bosque mojado y el ruido de las lagartijas corriendo sobre las hojas del mismo color de su piel.


Gota a gota se construye la sinfonía interior de este lugar. La sensación de estar perdido entre tanta vegetación no es extraña. Los pájaros de distinto plumaje y tamaño se asustan con los nuevos visitantes. Llegar a los miradores es asunto para corazones fuertes y ejercitados en el deporte. Pero desde ahí, la vista es colosal.

Trucha a la parilla Cansado, sí; satisfecho, también. Desciendo del Teleférico ya casi al mediodía, junto a la laguna. Hora de almuerzo. Hay que comer y para ello: pescar. Así que tomo una caña y me sumo a la diversión con los otros turistas, a la pesca deportiva: esto quiere decir que todo está hecho para que nadie se quede sin su trucha. Hay cientos de ellas y están nadando a ras del agua. Esperando la carnada. La pesca deportiva está diseñada especialmente para el solaz en familia, y también para los ejecutivos estresados, que de Quito llegan muchos. El paraíso del pescador tiene ya diecisiete años de vida turística. Allí la mente se cura, se relaja.

Las truchas que pican pesan hasta tres kilos y medio. Y salen del agua coleteando con fuerza. Y a mi turno, apenas lanzó el hilo y el anzuelo, ya pica una. Y está grande. «¡Quieta trucha!» le grito. La llevo hasta una pequeña caseta y de allí el pescado es llevado a la parrilla del salón. Aquí se vende trucha al vapor, al carbón, a la plancha y ceviche de trucha. Estos deliciosos platos se pueden acompañar con un jugo hecho con frescos limones agridulces de la zona. Otro plato ligero es el conocido como papitrucha, elaborado con chicharrón crocante de la piel del pescado y papas fritas bien doraditas. Pido una taza de café y mi trucha a la parrilla llega desbordando el plato, con papitas fritas y ensalada. Luego de comer, limpio las gafas de mis anteojos y me dispongo a ver como atardece. A lo lejos las cabañas se bañan en risas y destellos de sol. Pienso, por qué no, quedarme a pasar la noche en Tandayapa. Mañana, a primera hora, levantaré el vuelo a otro punto turístico. Están invitados, todos, a acompañarme. El viaje recién empieza. Alisten, pues, cámara y sonrisa. Hasta la próxima.

Los senderos permiten recorrer la vegetación por dentro: el acompañamiento de guías conocedores enriquece el paseo.

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Diversidades

Gente que habla con

La comunidad sorda y la lengua de señas en el Ecuador, un enfoque socio-antropológico Texto: Paulina Vásquez vasquezpaulina@hotmail.com

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os sentidos constituyen las puertas de conexión de los seres humanos con el mundo exterior, con los otros y con la posibilidad de expresar la propia sensibilidad, los pensamientos y sentimientos más profundos; el lenguaje, en este sentido, se entiende como la capacidad de transmisión de ese mundo interior. En este contexto, lo peor que le podría suceder a una persona sería no contar con una lengua o un sistema estructurado de signos que le permita comunicarse, construir al otro y poder construir el mundo. En Ecuador existe una Comunidad Sorda con una presencia creciente, la cuál hace tres años emprendió el sueño de tener su Diccionario Oficial de Lengua de Señas Ecuatoriana, que se convirtió en un reto para su comunidad llevado a cabo con el apoyo de varias instituciones como la Vicepresidencia del Ecuador y el Ministerio de Educación con el Proyecto de Educación Inclusiva, con lo cual fue posible realizar esta investigación a nivel nacional. El producir un diccionario de estas características nace por la necesidad de contar con un documento que recoja las señas más representativas de la Comu-

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nidad Sorda a nivel nacional, pues la lengua de señas no es universal. Cada país tiene su propia lengua de señas e incluso, cada región del país registra sus variaciones. Como con cualquier idioma, dependiendo del lugar y las condiciones propias, hay un modo particular de usar la lengua de señas. Este diccionario recopila las señas básicas a nivel nacional, acercándose al aprendizaje de esta lengua. Hoy por hoy el Diccionario Oficial de Lengua de Señas Ecuatoriana se encuentra disponible en su versión impresa y en dvd. Esta ha sido una gran oportunidad para la comunidad Sorda, pues le ha permitido darse a conocer como un grupo fuerte y cohesionado, poniendo al alcance de la sociedad en general este valioso material para todas aquellas personas que estén interesadas en conocer más sobre esta comunidad. Para mayor información sobre como conseguir este material, pueden escribir a fenasec@yahoo.es o visitar la página web www.fenasec.org.ec.

Una comunidad, una identidad, una cultura Cuando hablamos de las personas Sordas –con mayúscula–, nos referimos a una condición socio-an-


tropológica de las mismas, no a su condición física. Esta es una distinción que la propia comunidad Sorda señala, para referirse a su situación como un grupo social con una lengua, identidad y cultura propias. Hace algunas décadas se emprendieron esfuerzos serios desde la investigación lingüística y sociocultural para comprender a esta comunidad desde la diferencia, y no desde la deficiencia. Sin embargo, son pocos los aspectos que conocemos y muchos los prejuicios o ideas equivocadas que tenemos sobre lo que es esta condición, lo que es la lengua de señas, la forma de vida cotidiana de las personas Sordas, su educación, sus posibilidades de desarrollo personal o sus rasgos como grupo social y cultural. El tema de la sordera es complejo, pues no se refiere a una realidad única y homogénea, sino a una condición que tiene muchos matices, que puede ser abordada desde varios enfoques. El más tradicional ha sido el enfoque clínico que ha caracterizado a esta condición como una deficiencia, basada en el hecho de que la única forma de comunicación válida –y la única que consideramos legítima– es la que predomina en nuestra sociedad mayoritariamente oyente, aquella que denominaremos “vococéntrica”, o que privilegia la dinámica habla-escucha. Esto ha tenido como consecuencia que, durante siglos, las personas sordas, sean sometidas a sistemáticos, intensos y desgastantes procesos de corrección, intervención y medicalización para encauzar esta llamada “deficiencia”, partiendo de los estándares de comunicación de la sociedad oyente. Sin embargo, luego de muchos años de aplicación de estas medidas, se han podido observar resultados poco alentadores que muestran a una gran mayoría de personas sordas que no han podido desarrollar plenamente su potencial debido a limitaciones comunicativas y educativas, por lo que han quedado aisladas en su propio mundo. Es innegable el aporte que la medicina tradicional ha realizado para ofrecer tratamientos que signifiquen una opción para las personas que busquen en la medicina una respuesta a esta condición y que, sin duda, puede resultar exitosa en unos casos particulares. Sin embargo, es necesario comprender que esta condición, además de una realidad fisiológica, tiene componentes sociales y culturales. Es necesario visibilizar para comprender esta problemática de una forma más integral.

“Personas viso-gestuales”: sentir el sonido En la actualidad, contamos con estudios realizados por William Stokoe, Ursula Bellugi, y Oliver Sack que han puesto al descubierto el hecho de que la lengua de señas es una lengua propiamente dicha, con una estructura, gramática, modismos particulares, que se pueden llegar a comprender estando en contacto directo con la Comunidad Sorda, quienes son los únicos capaces de introducir a los oyentes en el ámbito lingüístico y cultural de su comunidad. El experimentar el mundo desde una sensibilidad distinta a la habitual, trastoca la jerarquía convencional de los sentidos, es así que los sonidos son percibidos por estas personas desde otra dimensión A través del tacto, el sonido se convierte en vibración y en movimiento, el cuerpo y la piel se convierten en los receptores de cualquier señal proveniente del exterior y del interior, lo que convierte a las personas sordas en personas extremadamente sensibles y expresivas al momento de comunicarse. Las personas sordas son predominantemente “visogestuales”, es decir, que a falta del sentido del oído, han desarrollado la vista y el tacto como canales privilegiados para su comunicación. Por este motivo, es totalmente errado y además ofensivo utilizar el término sordomudo para referirse a estas personas, ya que éstas pueden comunicarse de manera fluida a través de su lengua natural que es la lengua de señas. Algo importante es conocer que esta no es una “opción” para las persona sordas: es la única forma de comunicarse, es una necesidad propia de su condición. Esta demanda incluye a los espacios educativos, los cuales, hasta hace pocos lustros, aún mantenían un oralismo dogmático y rígido en las aulas, lo que no les permitía a las personas Sordas desarrollar todo el potencial de su cerebro a temprana edad al no contar con una lengua que les permitiera hacerlo. Si hay algo que cohesiona profundamente a un grupo social, es sin duda, el uso de una misma lengua. En este caso, la lengua de señas se convierte en algo primordial para las personas Sordas, quienes señalan como parte de sus derechos fundamentales el poder hacer uso de su lengua natural para una comunicación integral, efectiva y correspondida con su entorno.

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Central

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teresitaponce@yahoo.com alfonjodgmail.com

Texto: Alfonso Espinosa Andrade • Cuadro: Diana Armas • Fotos: Teresa Ponce

consumo

Breve paseo por los bordes del

‘La gran coca’, óleo sobre lienzo de Diana Armas que hace una alegoría tierna y cruel –según su estilo– sobre los cocainómanos, su droga y su soledad.


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nos marihuaneros había en el parque, y el parque era inseguro. No contaba que nadie lo mantenía ni que estuviera sucio, no importan los juegos abandonados ni la falta de luz. Los libadores no eran el problema, ni siquiera los rateros que te arranchaban el celular o la mochila del colegio. Todo se aguanta, pero marihuaneros... Los usuarios, consumidores y aficionados a las drogas constituyen uno de los recipientes de culpa mejor diseñados por la sociedad contemporánea. El adicto: así le dicen despectivamente, aunque su adicción sea considerada una enfermedad, como la apendicitis o la gripe. Como drogado, es el culpable ante su familia, ante sus amigos, ante la sociedad y ante sí mismo. A confesión de parte, relevo de prueba dice un perverso principio jurídico: su confesión de consumidor es que fuma droga, o se la esnifa por la nariz, o se la toma en forma de pastilla, o se la pincha con jeringa directo a la vena. No hay, en el mundo perfecto de la perfecta vida social, lugar para estos vuelos individuales, que de seguro te hacen muchísimo daño y te convierten en un monstruo de maldad. Además, para la sociedad maniquea donde las cosas son blanco o negro, bueno o malo, las drogas son malas, toda ellas, en cualquier dosis, en cualquier contexto. Son el infierno.

Supongamos que soy Virgilio, el de Dante y la Divina Comedia; digamos que seré tu guía en este viaje por el averno. Acércate y no te separes: vamos a ir recorriendo las pailas del infierno de la droga en Quito. Has de tener cuidado, pues los infiernos seducen a veces a las almas oscuras y perdidas, fascinan a los corazones más honrados y a las mentes más lúcidas. Mi recomendación es que no te acerques mucho, porque te puedes quemar. Pero, como dicen en mi barrio: cada uno, cada uno...

Dé claseando En la observación para escribir este artículo hemos identifica-

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do tres tipos o clases de usuarios de drogas y sustancias. Unos son los que usan drogas recetadas por el médico: la cultura occidental y alopática –los médicos que nosotros decimos “normales” son alópatas, señora– considera que al mal se lo combate con un principio contrario. Contra la infección, antibióticos; contra el dolor, analgésicos; contra la tristeza, antidepresivos... Toda la vida, y la salud también, son una guerra, un combate de lo bueno contra lo malo. Mucho se puede escribir sobre decenas y centenas de medicamentos cuyo único fin es aprovecharse del hábito de consumo de las personas y de su obsesión con un cuerpo perfecto y una salud de hierro. Pongamos por ejemplo a esas pastillas que ayudan al hígado para que puedas beber como un cosaco y amanecer sin chuchaqui y con el hígado intacto. El ejemplo nos lleva al segundo grupo de consumidores: los que con mayor o menor frecuencia e intensidad emplean sustancias que tienen a mano por afuera del sistema médico, pero debidamente identificadas y registradas en el marco legal vigente. Cualquier vecino mayor puede comprar en la tienda del barrio estimulantes como la cafeína o la taurina, irritantes del sistema nervioso como el azúcar blanca, un depresor de sistema nervioso como el alcohol, un ansiolítico cancerígeno como el cigarrillo... Estas “drogas legales” nos dan una pista de por qué la gente emplea sustancias. El escritor francés Antonin Artaud (1896-1948), en una carta pública cuando la morfina se volvió ilegal sin receta, reclamaba por un acceso más libre a lo que él veía como un paliativo contra el mal de la angustia de existir, un remedio contra una enfermedad del alma. Los enfermos del alma. Occidentalmente podremos hablar de ellos y hablar de salud mental; en otros tiempos fueron malditos, en otros sitios aún, iluminados. Con una mirada menos romántica los vemos como el sujeto más débil

en un campo de relaciones muy complejo: el usuario y consumidor de sustancias declaradas ilegales es, al mismo tiempo: • el hipnotizado cliente de un mercado mafioso, el más neoliberal y desregulado de los negocios, uno de los más globalizados y que va a la cabeza en usos de la más avanzada tecnología, rapidez de entrega, autonomía; • la estadística que justifica inversiones millonarias pero no en su salud, sino en su encierro y juzgamiento, en armas y súper fuerzas militares para combatir a sus proveedores y a los campesinos que producen materia prima, • finalmente, el chivo expiatorio de varios problemas de violencia, como en el reciente y trágico caso del asesinato de una joven mujer, donde el abogado acusador hacía hincapié en que los hombres que brutalmente agredieron a la chica “habían fumado cigarrillos de marihuana”. Otro caso, repetido muchas veces, es el de relatar la violencia intrafamiliar y alegar el consumo de alcohol como causa que “explicaría” la agresión. Como si lo malo fuera la sustancia y no la estructura sociocultural machista que está implantada: una “droga cultural” –el machismo– que causa mucho más daño que otras prácticas. Pero esa es otra historia.

Amo mi síntoma Emilia Lecaro, estudiante de psicología de la PUCE, me ayuda a reflexionar desde el psicoanálisis sobre las adicciones: “Son el ejemplo de síntoma (aquella repetición de la que no podemos escapar) perfecto para comprender cómo el sujeto muchas veces se siente cómodo con su síntoma y busca siempre regresar a un estado placentero, sin buscar una “solución” o una “cura” a su síntoma”. Los consumidores encuentran en sus drogas un placer que aliviana sus faltas, sienten que el consumo les permite abrir un espacio en el cual pueden por fin lidiar con sus problemas. Es como darse un respiro, abrirle un paréntesis a la realidad. “Es común que los pacientes


que padecen de adicciones no busquen ayuda pues se sienten cómodos con su síntoma y crean que pueden controlarlo” me dice Emilia en su casa de La Floresta. ¿Y entonces? ¿Qué hacemos con un amigo, madre, hijo, hermana que vemos cayendo en espiral? ¿Dejamos nomás que se encuentre consigo mismo, que toque el Nirvana, que se pierda solo en su camino? No del todo. Primero, vea si la espiral de caída que usted ve es real o la está fabricando su miedo, su desconocimiento del tema. Un dato para su referencia: las Naciones Unidas, en sus cifras, reconocen que de la población consumidora de sustancias y drogas, apenas menos del 1 por ciento tiene grados de consumo problemáticos. 99 de cada cien consumidores no tienen un “problema” real en su vida, más allá de la ilegalidad evidente de sus hábitos. Por cierto, hay adictos a las drogas, pero también a la pornografía, el trabajo, el ejercicio físico, la colección de objetos, la compra de zapatos...

La mentira de la prevalencia Un parrafito con algo de historia: el 17 de junio de 1971, el entonces Presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, usó por primera vez el término Guerra contra las drogas. Esta guerra declarada por los EEUU acabó siendo “comprada” por todo el planeta... o impuesta gracias incluso a las Naciones Unidas (que maneja el asunto de drogas y de delito en la misma oficina y dentro de la misma lógica). Para justificar que la guerra debía seguirse peleando había una cifra máxima, que pretendía informar sobre cuánta gente usaba, por ejemplo, marihuana. Para que el número fuera representativo e impactara en la opinión pública construida a punta de titulares, se escogió el dato más grueso: la “prevalencia”. ¿Alguna vez probaste “yerba”? ¡Pues ya eres parte de la estadística, aunque hayas vomitado y jamás la hayas vuelto a ver ni en tarjeta! Y no es solo el autor de la nota quien cuestiona el dato de la pre-

valencia: lo hace Diego Baca, director del Observatorio Nacional de Drogas (OND), en su oficina de la 12 de Octubre. Este departamento del Consejo Nacional de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), realizaba investigaciones meramente cuantitativas, pero desde el 2010 ha profundizado su labor y desarrolla una rica mirada sociocultural, que aporta mucho a la comprensión y análisis de uso y consumo de sustancias y drogas. Baca, joven técnico de alta calificación, dice que en la prevalencia quedan dentro Raimundo y todo el mundo, y que contra ese dato hueco “que no te dice en realidad nada” ahora identifican los casos de “consumo problemático”. Las variables de frecuencia, cantidad y tiempo dedicado a cada consumo permiten obtener estadísticas más útiles sobre distintos tipos de usos. El uso conflictivo tiene que ver con el daño personal y de salud, y con el daño social, de deterioro de las relaciones o su reemplazo

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por otras, articuladas plenamente en torno al consumo: los panas son las personas con las que bebo o con las que esnifo coca, aunque no me acuerde de sus nombres ni sepa quiénes son en realidad. Este mes de mayo, dice Diego con sano orgullo, el OND presentará más cifras, nuevos cortes de sus estudios. Un dato más que no quiero que se escape de nuestra visita a Diego Baca: sus estudios en Centros de Adolescentes Infractores desmienten la relación, tan promocionada como una verdad inapelable, entre la conducta criminal y el consumo de estupefacientes. Las estadísticas, pan de la vida de Baca, le dicen que no es así. Y él les cree.

La era de los decapitados Los estudios del OND dicen que la marihuana encabeza la lista de las drogas que se perciben como más accesibles y más ofrecidas. En la calle, sin embargo, es más fácil conseguir cocaína y derivados, especialmente polvo base, que se fuma mezclado con tabaco en las “pistolas”, las “tolas”. Un informante del bajo mundo le tiene puesto apodo a la base de coca: es la “caspa del diablo”. Durante los minutos que dura el consumo de este humo dulce y de olor pungente, el placer es intenso y la sensación de seguridad resulta confortable. Entre los consumidores con más recursos económicos hay cierta fascinación por las “tolas”: la misma fascinación con la que chicos de atildados apellidos se perdieron, en las primeras décadas del siglo XX, en una bohemia de alcohol, morfina y cloral. A comienzos del siglo XX, el uso de opiáceos era frecuente como tratamiento médico. Sintetizada en 1805, la morfina aliviaba dolores mejor que ningún otro medicamento, pero generaba dependencia. Los morfinómanos, representados icónicamente por los poetas modernistas de la Generación Decapitada,.

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El historiador Wilson Miño, autor de un excelente estudio de esos poetas malditos, nos explica que el consumo de morfina tuvo gran impacto en las clases altas, porque eran las que tenían dinero y acceso a la medicina; en menor medida, aclara Miño, afectó también a las clases medias, que entraron en la novelería de copiar lo que los más pudientes hacían. No todo terminó en pintorescas historias literarias: decenas de familias de la ciudad vieron decaer a algún miembro, obligado de por vida a comprarle al Tiburón o a algún otro vendedor sus dosis extra de morfina. El Estado intervino para cortar el mercado ilegal, y los consumidores llegaron a tener hacia los años 40 del siglo pasado acceso a dosis en el sistema público de salud. Un cortina de dolido silencio familiar ha hecho que estas historias sean mucho menos conocidas.

Paraísos artificiales a mano Volviendo al presente, los paraísos artificiales en Quito quedan cerca. En la ciudad se tiene fácil acceso a diferentes drogas y sustancias ilegales: con el contacto adecuado se puede conseguir marihuana de buena calidad (la variedad llamada creepy domina en el mercado, pero hay hasta cultivadores hidropónicos); cocaína más o menos cortada (es decir, más o menos pura) y su derivado de uso masivo más popular, la base. Hay drogas sintéticas “para oír la radio a colores” y, como una novedad, en los últimos meses ha aumentado la circulación de LSD, el alucinógeno ácido lisérgico. (Un concierto en un conocido bar culturoso de la elite capitalina a comienzos de año tuvo por nombre “Full ácidos, ¿cachas?”). Un cincuentón me dice que no es de ahora, lo de la facilidad de acceso; que aunque los celulares lo facilitan todo hoy en día –y todo incluye encargar droga a que te la lleven a entregar– hace 30 años había que conocer qué “huecas” cerca de la Universidad Central eran “las propias”.

El infierno tan temido Es la paila peor, la del sufrimiento. Empieza cuando ya no es gracioso. La coca empezó estimulándote y mírate ahora, 10AM y buscando desesperado el sobrecito con la porquería, listo el trago que en 15 minutos te aliviará la taquicardia, empezando un día más entre cientos de días grises que quieres vetear de blanco. Pareces un personaje del cuadro de Diana Armas que abre este artículo: caricatura de ser humano, dolor liberado, lora tonta. Mírate, marihuanero eternamente adormilado, lento de reflejos, los músculos flácidos. Tú también, alcohólica tempranamente envejecida, anciana de 40 años que pide caridad con gesto incierto. Este es tu espejo, basuquero sucio convertido en gamín asustado de los autos y de los perros, pero sobre todo asustado de su propia alma. Uno que conocí iba a ser para siempre un niño, un niño con un viejo mordiéndole el corazón desde las entrañas. Muchos de estos seres marginales entran en un ciclo terrible, donde ser consumidores les fue marginando y dejando fuera de la red de soporte afectivo mínima que todo ser humano necesita para sobrevivir. Quedan en el margen y terminan muriendo allí, no necesariamente por la sustancia de la que puede ser hasta dependiente, sino por el hambre, el frío y la falta de higiene implícitas en una vida callejizada. En el mundo las drogas más mortales son las derivadas de la amapola (opio, morfina, heroína). Su presencia y uso son mínimos en el país y en la ciudad, pero en los últimos años tiene un nombre específico: la Pentazocina, un medicamento indicado para dolores de mediana a gran intensidad, usado sin prescripción médica busca generar una sensación de aislamiento y distancia ante la realidad. Su sobredosis es potencialmente mortal. Pero no es la mortalidad el problema de fondo, me dice un terapista que prefiere que su nombre


no se publique, “tengo pacientes que sus familias no saben por qué vienen”. Este psicólogo clínico con años de especialización dentro y fuera del país asegura que los consumos problemáticos no siempre son evidentes. “No siempre podemos enfrentarnos a nosotros con éxito: a veces, somos más implacables que los demás al juzgarnos. Entonces, creo que los consumidores usan sustancias, muchas veces, para poder relacionarse con ellos mismos, buscando poder reconocerse y valorarse durante un momento en un escenario tolerable”. Por supuesto, sería ideal que ese gesto de cariño para con uno mismo sucediera nomás cada mañana sin tanto drama. Pero la vida, lo sabemos, no es tan sencilla.

Caminos de salida En Quito la salida del mundo de las drogas, como tantas otras cosas, depende de dónde hayas nacido. Quiero decir, en qué familia. Los aniñados, la gente de dinero, las familias que tienen la capa-

cidad de hacerlo, con frecuencia buscan enviar al consumidor problématico fuera del país. Tras lo que oficialmente se difunde como un “posgrado”, por ejemplo, fulanito o fulanita de tal vuelven “cero kilómetros”. La inversión para los que se quieren atender en el país, en los centros privados, es muy cara. De más está decir que ningún seguro de salud te cubre, y las historias de terror sobre los procesos de los centros de rehabilitación (CR) son terribles. Lejos de ser voluntario, en muchos casos las familias, convencidas por y confiadas en el personal de los CR permiten el secuestro de las víctimas, que permanecen confinadas, que son sometidas a diversos maltratos físicos y psicológicos y que también son tratadas en muchos casos por personas cuya única credencial es haber superado ellas mismas un proceso de rehabilitación: no es personal médico ni psicológico calificado salvo en pocos casos. Hay, sí, médicos inescrupulosos que van una vez por mes, pasan

revista a los 50 pacientes, firman que están perfectos y cobran 50 por con consulta. Nada mal para una dura jornada de trabajo: 6,7 meses de salario digno 2013 (USD 368) en ocho horas. Cada paciente paga entre 1000 y 2000 por un mes de interno en el CR, y el tratamiento dura mínimo 6 meses, casi siempre 10, a veces más... Los casos más tristes son los de consumidores ocasionales cuyas familias, más conservadoras, menos informadas, terminan encerrándolos. En los CR hay consumidores duros y pacientes con historias de vida mucho más dolorosas que la de estos pacientes “novatos” en el consumo. ¿Qué te hace más daño? ¿Usar de vez en cuando drogas o pasar seis meses encerrado con consumidores de ligas mayores, quizá perturbados, todos tratados por igual sin ningún respeto? Son mejores las opciones “ambulatorias”, procesos de terapia que incluyan, además de trabajo con el paciente, un acercamiento a la familia, al contexto social, a los

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Deshabitados (2002) empezó con la documentación de un hospital abandonando en Quito. Cada espacio fue “transformado” en una galería, mediante la colocación digital de grandes fotos sobre las paredes de los cuartos vacíos.

Estas

fotos en blanco y negro muestran internos de las cárceles de la ciudad consumiendo drogas.

El diálogo entre los espacios y las imágenes otorga una nueva función a este edificio del siglo

XIX y genera una

crítica institucional, en la cual la eficiencia de las institcuiones públicas es cuestionada.

María Teresa Ponce, fotógrafa www.mariateresaponce.com

espacios culturales. En temas de salud mental, en general hay más oportunidades de vivir mejor si estás conviviendo y confrontado con la realidad. Un ejemplo tonto: si estás con gripe, no pareciera buena idea encerrarte a que te cures en una sala llena de gente... con gripe. Que es lo que hacemos con los adictos internados. Y ya dije que el ejemplo era tonto. Lo que quiere en este sentido Alexandra Delgado, del Consep, es Art. 364.- Las

adicciones son un problema de salud pública. Al Estado le corresponderá desarrollar programas coordinados de información, prevención y control del consumo de alcohol, tabaco y sustancias estupefacientes y psicotrópicas; así como ofrecer tratamiento y rehabilitación a los consumidores ocasionales, habituales y problemáticos.

En

ningún caso se permitirá su criminalización ni se vulnerarán sus derechos constitucionales.

El Estado

controlará y regulará la publicidad de alcohol y tabaco.

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR (2008)

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una “red nacional de prevención”, concebida como un programa comunitario, intergeneracional y permanente, antes que las meras campañas de información de este Consejo, que se centraban casi exclusivamente en jóvenes. Delgado, psicóloga por la Universidad del Azuay, se ajusta los lentes y lanza la mejor frase de este reportaje: “el consumo problemático es una enfermedad geopolítica”. Es la Directora de Control de la Demanda y tiene clarísimo que los consumidores son producto, también, de un sistema sociocultural que está muy corrompido. Mucha competitividad deriva en muchos estimulantes; mucho estrés en más uso de analgésicos con opiáceos; mucha soledad, en más antidepresivos... Y en el telón de fondo el lavado de dinero, la economía mundial que es la mayor dependiente del dinero del narco. La joven y capaz funcionaria valora la Constitución como única en el mundo, y critica que está aún en proceso de aterrizar en el territorio. Mientras tanto, ojalá esta

profesional –que protesta cuando no le noto el cantado cuencano– logre que más y más personas en el país se convenzan de su punto de vista sustentando, académico, lúcido: no todo uso de drogas o sustancias es problemático; ni los consumidores son nada más que eso, consumidores. De ser problemáticos, lo que merecen no es castigo ni conmiseración, sino atención médica y psicológica, quizá afecto, quizá apredner a quererse. Ni criminales, ni inmorales, ni siquiera malos ciudadanos: los consumidores son personas que necesitan, quizá, cierto apoyo especial para sobrevivir. Que esta visión sea más común y permee en la sociedad exige una reestructuración de imaginarios sociales, superar visiones de pecado y delito, un debate sobre la regulación o autorregulación... En fin, un cambio cultural, no solamente en los consumidores sino en toda la sociedad, añade Alexandra, que sonríe confiando en que esa transición ya está en proceso. Ojalá.


La legislación sobre consumo de drogas se debate entre lo penal o un problema de salud pública Texto: Cristina Heredia cris.heredia83@gmail.com

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a legislación ecuatoriana en materia de sustancias controladas es una de las más duras a nivel de la región, pues según las normativas vigentes se asume que los acusados por delitos de drogas son culpables hasta que demuestren su inocencia, mientras lineamientos de sentencias mínimas obligatorias garantizan penas extremadamente largas. Alexandra Delgado, directora Nacional de Control de la Demanda del Consejo Nacional de Control de Sustancias Estupefaciente y Psicotrópicas (CONSEP), explica que en 1988 se recrudecieron las penas por el consumo de droga en los países de América Latina y estas normativas no abordaban el tema de una manera holística. “Luego de tantos años, nos hemos dado cuenta de que la prohibición de la droga ha fracasado, de hecho ha disparado mucho el consumo y ha evitado que se hable abiertamente del tema, la gente se limita a dar sus posturas”. El sociólogo ecuatoriano Adrián Bonilla, en una entrevista en el portal www.elciudadano.cl, refiere que antes de la caída del muro de Berlín el control de drogas era la política central de Estados Unidos hacia la región andina. Las leyes antidrogas tenían como objetivo la erradicación de las plantaciones ilegales pero, señala Bonilla, esta política ha fracasado a lo largo de los 30 años en que ha sido aplicada “porque el problema de las drogas no es un problema de seguridad, sino que de salud pública”. Así lo reconoce ya la Constitución del Ecuador. De acuerdo a un balance realizado por el Transnational Institute Drugs and Democracy, la Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas o Ley 108, vigente desde 1990, contiene un enfoque especialmente punitivo. Más del 40% de sus artículos se dedica a la represión, desplazando aspectos como la prevención, educación o rehabilitación. La Ley no distingue entre ofensores de menor escala y traficantes de gran envergadura, por lo cual, las penas por portación o tenencia de cantidades menores pueden ser iguales a las de cantidades significativas de estupefacientes. La normativa 108 estipula que la pena por tráfico ilícito, posesión o transporte de drogas es de 12 a 16 con acumulación de hasta 25 años de prisión, que son mucho más años a los previstos como sanción para castigar homicidios. Frente a esto, en el 2008 la Asamblea Constituyente aprobó una resolución para el indulto de las “mulas del narcotráfico”

o personas que transportan pequeñas cantidades de sustancias psicotrópicas y estupefacientes. Asimismo, la nueva Constitución establece en su artículo 364 una visión distinta del abordaje del consumo de drogas: “Las adicciones son un problema de salud pública. Al Estado le corresponderá desarrollar programas coordinados de información, prevención y control del consumo de alcohol, tabaco y sustancias estupefacientes y psicotrópicas; así como ofrecer tratamiento y rehabilitación a los consumidores ocasionales, habituales y problemáticos. En ningún caso se permitirá su criminalización ni se vulnerarán sus derechos constitucionales”. Delgado señala que en este contexto y a la mira de las reformas que están próximas a realizarse por parte de la Asamblea al Código Penal, se han abierto debates y conversaciones sobre los retos para legislar. “Lo que se debe mirar son los daños asociados al uso de la droga y no a la droga en sí, pues la droga se trata de un objeto que puede ser utilizado para efectos terapéuticos, ancestrales o para causar daño”. La experta afirma que los usos no están criminalizados en la legislación ecuatoriana; sin embargo, en las cárceles aún hay personas que están ahí por uso y no por tráfico o microtráfico de drogas. Dicho de otro modo (no lo dijo Delgado): ante la falta de una regulación sobre el tema, la decisión de si el portador de cantidades mínimas de sustancias es consumidor o traficante queda en manos del agente policial, abriendo una peligrosa brecha para corrupción, extorsiones y discrecionalidad (depender del criterio de la autoridad y no de la Ley). Para la funcionaria del Consep, el consumo no debe ser sancionado penalmente sino que debe ser presentado como un cuadro clínico, que tiene que ser abordado por instancias médicas y no en una cárcel. En estos casos se deben activar redes de servicios sociales que debieran existir en el país. Es decir, en su opinión, los casos de consumo deben ser analizados dentro de un código de salud que no solamente brinde atención al consumidor, sino que abarque a sus familias de forma sistémica. En el Ecuador, desde 2011 el Consep ha incrementado 51 Puntos de Acción de Red a nivel nacional, en diferentes Municipios y comunidades. El Consep aspira a que el debate sobre estas reformas sean tratado en la Asamblea para que sean abordadas desde un ámbito de salud público y no penal.

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Plantas que tienen al

dentro

Central

Texto: Aurelia Romero y Cordero • Foto: Archivo RQ aure.romero@gmail.com

E

l uso de raíces, flores, frutos y tallos de diversas especies vegetales como facilitadores de experiencias espirituales está largamente documentado. Investigadores como Plutarco Naranjo ha identificado en estudios el uso de ayahuasca hace más de 1000 años en la Amazonia. También Misael Acosta Solís registró los usos, por ejemplo, del guanto y del San Pedro. Pablo Yépez, etnobotánico, nos atiende en su oficina cerca del parque Guanguiltagua. “El uso de las plantas es el pilar fundamental para la supervivencia de las culturas” afirma, y describe que las plantas nos han dado todo a los humanos: alimento, material para construir, vestimenta. También las plantas, como sustento vital que son, nos dan apoyo y soporte para la vida espiritual. Ojo: las plantas útiles para el espíritu y la conexión no siempre se ingieren, aunque igual se respetan: la hierba marco, el paico y el matico, por ejemplo, sirven para limpiar. Las tres crecen bien en cualquier quebrada quiteña (o en maceteros). La primera es preferida por limpiadoras y sanadores gracias a su fragancia.

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Yépez entra de lleno en materia y nos regala una palabra hermosamente poética: enteógeno, neologismo que viene del griego, en éntheos, que significa “con dios dentro”, “inspirado por los dioses” y génos que quiere decir “origen, tiempo de nacimiento”. Por tanto, el significado etimológico de enteógeno alude a la posibilidad de llegar a ser inspirado por un dios, así como al “nacimiento” que esto supone. De las enteógenas de este lado del mundo, que se sabe han sido usadas en los rituales espirituales andinos, una de las más importantes es la ayahuasca. “Es el sustento cultural de toda una región cultural que incluye a pueblos siona, secoya, shuar, achuar, quichua” explica Yépez. Esta es una liana –nos explica– que como otras plantas sagradas te permite soñar despierto, pero su uso no es gratuito, sino ritual, y demanda preparación previa. Su nombre científico es Banisteriopsis caapi, aunque el alemán Franz Josef Niedenzu la llamó Banisteria quitensis. Otro tanto pasa –o debería pasar, pues como con otras sustancias las plantas sagradas son motivo

de abusos y usos ignorantes– con el San Pedro, el cactus que ha provisto de mescalina a rituales andinos desde tiempos preincaicos. El Echinopsis pachanoi es un cactus que se aprecia aún en la entrada de casas de la ciudad: daba protección y se usaba medicinalmente con muchos usos. Su nombre, dice Pablo Yépez, es que “el cacto de los cuatro vientos, como lo conocen, te abre las puertas del cielo, es el guardián”. Su flor, blanca, enorme, fragante, es un espectáculo aparte... Común también, y curativa y alucinógena, es la huilca, la Anadenanthera colubrina, que crece en toda Sudamérica. Cerca de Loja en el valle de los longevos este árbol crece bien y alto: el nombre del lugar era Huilca-bamba, acabó en Vilcabamba. Y hace cientos de años, décadas antes que los gringos, parece que ya iban grupos a curarse con esa infusión dulzona de la corteza del árbol. Otro árbol que tiene enorme presencia y usos variados en la tradición andina es el guanto. “Las trompetas del Juicio”, como le dicen, se siembran mucho junto a los cementerios. A Pablo Yépez le han dicho que el guanto tiene la energía de un águila grande, que guía tu alma. La familia de las Brugmansias tiene 10 miembros, todos ellos con cargas más o menos importantes de escopolamina. Se usan como sedante, como calmante y como alucinógeno. La coca, consumida en hoja masticada –mambeada, dicen en el Putumayo– es también ancestral de toda la región andina. Como la ayahuashca, en realidad es una familia de plantas cuyas variedades se cultivan ancestralmente. Convertida en enemiga pública del mundo y objeto de campañas globales de eliminación y fumigación, la especie es parte clave no solo del mundo de los altos andes, sino de la ancestralidad suramericana en pleno.


flor DEl guanto, En su variEDaD anaranjaDa. la planta Es usaDa traDicionalmEntE con DivErsos finEs curativos En toDa la rEgión anDina.

Su componente activo es la celebérrima cocaína: un estimulante del sistema nervioso central, un supresor del apetito, y un anestésico tópico. Luego, hay muchas otras especies psicoactivas, “con dios dentro”, propias de Quito –todas, nos explica Pablo atraen fauna, insectos, hacen bien a otras especies vegetales. Está el Chiricaspi (familia de las Brunfelsias) de flores moradas frecuente en La Mariscal, la Salvia divinorum (de origen mexicano y cultivada con fines ornamentales) en diversos jardines; el chamico, en especial la variedad Datura ferox, tiene propiedades curativos, se usa para adivinación, se consume en infusiones y también se fuma; la Iochroma (flor tipo campanita, hay rojas en las escalinatas arriba de la iglesia de La Paz) tienen propiedades alucinógenas pero también son potencialmente mortales; la hoja de tabaco crecía medio silvestremente en Guápulo, cerca del monasterio, y la Nicotiana tabacum tiene bastantes más usos que el del hacer cigarrillos: sirve para limpiezas y tratamientos diversos, así como para rituales.

Finalmente, hay tabaquillo (Cestrum chimborazinum es la variedad más común en nuestro territorio) cuyo uso también está documentado. Es otra de las decenas de solanáceas (una familia de plantas) que dominan nuestro entorno.

“No te hacen mal ni te hacen malo” dice Pablo, que cree en el uso ancestral de estos vegetales, como caminos de conocimiento que se recorren generación tras generación. “No se trata de adicción, sino de la comprensión y conexión con la naturaleza: es el instrumento fundamental para la conservación”.

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Central

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Las drogas: desafío para la

Salud Una mirada desde lo público y privado

Q

uito, viernes, 21:00. La gente se reúne en bares, plazas o disponen su casa para la noche y la madrugada. No pueden faltar la música, la conversación ni la botella para animar a los asistentes. Durante la farra, otros deciden fumarse un ‘porro’ de marihuana o estimularse con una que otra ‘cosita’, frente a los que se diverten solo con agua. El consumo de drogas atraviesa varios círculos sociales de la capital. Algunas historias pasan desapercibidas en la noche quiteña, otros consumos son estigmatizados socialmente. Según la 4ta. Encuesta Nacional (2012) del Observatorio de Drogas del Consejo Nacional de Sustancias Psicotrópicas y Estupefacientes (Consep), realizada a 514 962 estudiantes entre los 12 y 17 años, el 3,6% de ellos usan con frecuencia el alcohol (más de 4 veces en las dos últimas semanas en menos de un año). Con respecto a otras drogas, el 0,80% de encuestados afirma usar frecuentemente marihuana (uso a diario o casi a diario durante menos de un año); un 0,32% con respecto a la cocaína y un 0,12% heroína. Pero, ¿Qué ocurre con la población en general? En el país no existen datos globales ni actuales. Sin embargo, un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre prevalencia con respecto al consumo de alcohol, señala que Ecuador es el segundo país en América Latina con mayor consumo per cápita: se ingieren 9.4 litros de alcohol por habitante al año.

Sesión

de rehabilitación en un CR privado de la ciudad de Quito. La terapia de grupo es una de las estrategias más frecuentes

El Estado ecuatoriano no desconoce estos sucesos. Por ello, promueve una nueva mirada institucional que reconozca la complejidad de los fenómenos sociales, culturales y económicos que inciden en el uso de drogas. También se ha implementado una nueva categorización para el análisis de los usos de

Texto: María Fernanda Almeida mfernanda.almeida12@gmail.com

Fotos: Martín Jaramillo

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Vilma Escobar es terapista en uno de los centros ambulatorios que el CONSEP tiene como parte de su red integral de prevención.

drogas (tiempo, frecuencia y cantidad) que se contrapone al estudio de prevalencias, con el propósito de fomentar una discusión más amplia e inclusiva, junto con la implementación de programas de prevención. El artículo 364 de la Constitución reconoce a las adicciones como un “problema de salud pública”. Además, rechaza la criminalización y la vulneración de los derechos constitucionales de aquellas personas que consumen drogas. Alexandra Delgado, Directora Nacional de Control de la Demanda del Consumidor del Consep, valora estos cambios de paradigma. La experta asegura que el Estado con su política de salud pública, además de la prevención, debe fomentar una autoreflexión social con respecto al consumo. “Como Estado no debemos catequizar a nadie, somos un Estado laico, se tienen que brindar espacios para la construcción y reflexión”.

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condición problemática”. Sin embargo, cree que para romper con este estigma desde el ámbito de la salud es necesario retirar el mito de que todos los casos deben resolverse en internación cuando podrían ser abordados como un tratamiento ambulatorio (depende de la circunstancia). “La idea es que nuestros servicios de salud se adapten a las necesidades de las personas y no que ellos se adapten a nuestras necesidades”, concluye.

La realidad Lejos de la valoración positiva de estos cambios de paradigma, la atención pública para tratar las adicciones todavía está en implementación. Según información proporcionada por el Ministerio de Salud y el Consep, la capital solamente cuenta con 3 centros de atención ambulatoria y ambulatoria intensiva. No existe la atención residencial.

Delgado también desestima los términos de encasillamiento que –hoy por hoy– se han adoptado para los consumidores, tales como: ‘alcohólico’, ‘drogadicto’, ‘marihuanero’. “Un consumidor problemático es una persona que tiene un cuadro clínico, que debe ser abordado; no por eso pierde su nombre, su identidad y menos sus derechos humanos”, explica.

Los Centros de Atención Ambulatorio gratuitos que maneja el Consep, en Quito y en Guayaquil, pueden ser contactados a través de la línea 1800 CONSEP (263767). Según Alexandra Delgado, durante el 2012 se registraron 2 600 atenciones en los dos centros. De esta cifra, un 70% de pacientes mantiene contacto con los centros de recuperación; un 30% se ha incorporado al ámbito laboral y un 40% continúa con sus estudios.

El psicólogo Roberto Enríquez, técnico del Componente de Salud Mental y Adicciones del Ministerio de Salud Pública, considera importante diferenciar el uso, el consumo y la dependencia de drogas. “Hay personas que usan alcohol o marihuana, y no entran en una

El Ministerio de Salud tiene dos centros de atención en la capital: el Hospital del Sur y el Centro de Salud Mental de Calderón. El Dr. Diego Mera, psiquiatra del Centro de Calderón, asegura que desde agosto de 2010 hasta el 2012 se registraron 3.103 historias clínicas. De ellas, 109


Francisco Cabezas atiende al familiar de un paciente: trabajar con el entorno social es fundamental para la recuperación.

fueron casos relacionados con el consumo de drogas atendidos en los dos últimos años (3,51% del total). Si bien parecería que la cifra de casos por consumo de drogas es baja, esta tendencia para el Dr. Mera tiene una explicación. El galeno afirma que alrededor de un 80% de personas que usan droga no buscan ayuda, frente al 10% que sí lo hace. Agrega que existen otras causales como accidentes de tránsito, violencia intrafamiliar y violaciones que aunque tengan relación directa con el uso de drogas no son evaluadas como un problema de adicción. ¿Qué sucede si hay una intoxicación por drogas y requerimos atención de urgencia? Los hospitales públicos tienen la capacidad de atender estos casos en las salas de emergencia. El médico de turno del Hospital Pablo Arturo Suárez asegura que los casos más frecuentes son intoxicaciones por alcohol. El proceso inicia con una valoración del paciente y un lavado gástrico. En caso de un paro cardiorespiratorio o un estado coma, la atención es más especializada. Emergencias también tiene un departamento de salud mental para valorar cuadros de crisis, ansiedad y anunciar posibles tratamientos ambulatorios a los que podría acceder el paciente. Una atención que se brinda en todos los hospitales públicos, según el galeno. Sin embargo, la experiencia pasada de una joven quiteña, quien prefiere mantener su nombre en el anonimato, no se ajusta a esta realidad. Ella afirmó que tras ser estabilizada debido a una intoxicación por consu-

mo de cocaína, nunca le hablaron de algún tratamiento ambulatorio ni le ofrecieron ayuda psicológica luego que sufrió una crisis de pánico.

¿Qué propuestas se plantean? El Ministerio de Salud creará 5 centros públicos de atención especializada en el país para hombres y mujeres. Los espacios contarán con infraestructura adecuada y personal idóneo para brindar atención ambulatoria y residencial. Hace un mes se capacitó al personal de 15 centros de salud para que también atiendan casos de drogodependencia en estos sitios. El Consep tiene previsto la creación de centros de atención pública en Machala y Gualaceo, los que se sumarían a los dos ya existentes. Como plan de prevención, la institución ya tiene 53 especialistas que trabajan en la Red Nacional de Prevención Integral del Consep. Desde el 2012, ejecutan proyectos locales en 51 cantones del país para prevenir el consumo de drogas, un problema que acarrea la deserción escolar, violencia intrafamiliar y exclusión social. Para el 2013, el proyecto se incrementará en 30 nuevos cantones.

La otra realidad En Ecuador no existe el número total de centros privados para adicciones. El Ministerio de Salud informó que desde enero de 2013 realiza un levantamiento de estos datos. Sin embargo, basta con ingresar a Internet para encontrar más de 50 sitios solo en Quito, tales como: el

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Centro Terapéutico Caminando a la Libertad, Comunidad Terapéutica San José de Guamaní, Cetapi, etc.

31 años, decide romper el hielo y contar su historia a través del cine.

Un sondeo telefónico revela que los precios de atención residencial en estos centros varían entre los 600 y 1.000 dólares mensuales, depende de las comodidades, los tratamientos y una evaluación socio-económica. En la mayoría de ellos se reciben hasta 30 personas, y en general, son divididos por género.

“Azul es turquesa” es una película basada en hechos reales que critica las prácticas que ocurren en algunos centros privados de rehabilitación. Una visión desde el maltrato, el engaño y la manipulación a la que son sometidos miles de pacientes internados que no tienen la posibilidad de salir, y, menos aún, conversar con su familia.

En la Fundación Dejando Huella, ubicada en la vía a Pifo, viven 26 pacientes y trabajan 17 especialistas. Según la directora Lorena Nuñez, los tratamientos suelen durar entre 6 y 9 meses, tiempo en el cual, los pacientes reciben terapias psicológicas grupales o individuales, y evaluaciones psiquiátricas. Nuñez reconoce que la mayoría de casos son debido al consumo de alcohol y cocaína. Aclara que el tratamiento residencial para los pacientes requiere un aislamiento inicial. “El internamiento produce efectos psicológicos, entre ellos, la negación de la enfermedad, una vez superada esta etapa se inicia el acercamiento con la familia”.

La película, en la que trabajarán 50 actores y más de 15 personas en producción, está auspiciada por el Ministerio de Salud Pública y Cinetel. La cinta se estrenará en abril o mayo de 2014 en las principales salas del país. El objetivo también será fomentar una campaña en la que junto al Ministerio de Salud se analice esta problemática y se presenten soluciones de fondo.

También existen aquellas organizaciones de la sociedad civil como Narcóticos Anónimos (NA) que brindan tratamiento ambulatorio gratuito. Carlos Luis, su coordinador, explica que la organización actualmente tiene 115 grupos en 50 ciudades de 21 provincias. La recuperación en NA se basa en terapias de conversación en grupo, cuyo requisito para ser miembro es únicamente tener el deseo de abandonar el consumo drogas.

Estar ‘limpio’

Desde enero de 2013, el Ministerio de Salud realiza visitas a los centros privados para otorgarles el permiso de funcionamiento. De acuerdo a los protocolos, éstos deben cumplir con buenas condiciones sanitarias; trabajar con un equipo técnico conformado por psicólogo, psiquiatra, médico, trabajador social; mantener fichas y planes únicos terapéuticos; y contar con espacios mínimos de 6 m2 por cama y 3 pacientes por baño. El pasado 11 de abril, la Dirección Provincial del Ministerio de Salud, Fiscalía, Ministerio del Interior y Defensoría del Pueblo, clausuraron un centro de rehabilitación de mujeres, ubicado en el Valle de los Chillos. Durante más de 5 horas supervisaron el funcionamiento del centro, y al no cumplir con varios requisitos, fue cerrada temporalmente. Durante el 2012 se hicieron públicas numerosas denuncias por maltrato en varios centros privados de adicciones. Estos hechos alertan a un debate público sobre el funcionamiento de lugares ilícitos, en los cuáles, los pacientes son maltratados de forma física y psicológica.

Denunciar el engaño Mónica Mancero conoce muy bien esta sensación porque estuvo internada a causa de su adicción a las drogas en varios centros privados y psiquiátricos donde sufrió una serie de maltratos. Hoy, la joven actriz de

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Mónica Mancero, desde su rol como directora, también revelará la falta de trato de algunos profesionales, que a su criterio, “justifican sus agresividades con el comportamiento de los internos” con el objetivo de “irritarlos y maltratarlos”.

Patricio Recalde celebra cada 15 de febrero. Para este músico es una fecha especial porque hace 8 añoscvdejó su adicción a la base de cocaína, luego de pasar por más de 4 clínicas de rehabilitación. Hoy, está ‘limpio’ gracias a su fuerza de voluntad y a cada una de las terapias que recibió en Narcóticos Anónimos. Retomó los viajes aventureros, los conciertos de blues, la cercanía con su familia y la responsabilidad de ser padre. “Es bonito vivir la vida real, es bonito sentir al rojo vivo las alegrías”. Una historia similar vivió Diego Rivadeneira (29). Las cortadas en su mano izquierda, escondidas bajo la manga tono azul, dan cuenta de esta realidad. No terminó de cumplir los 15 años cuando ya consumía marihuana, alcohol, cocaína, pastillas y hasta cemento de contacto. El 5 de junio de 2012, el ex-vocalista de rock metal, tocó fondo tras permanecer dos meses en delirio por consumo diario de drogas. Intentó jalar el gatillo de una pistola, pero la bala nunca salió. De inmediato llamó al Centro Terapéutico Manantial para buscar ayuda. Diez meses más tarde reconoce que la ayuda terapéutica y espiritual ha dado resultados. Dice estar listo para salir al mundo, tener su propio restaurante y trabajar como chef. El consumo excesivo de drogas no solo afecta a un tipo de persona, no distingue edad, sexo, posición económica; simplemente llega. Estudios señalan que esta tendencia es multicausal y no responde, necesariamente, a patrones disfuncionales. La sociedad ecuatoriana debe tratar el tema sin tapujos, entendiendo que el uso y la dependencia son conceptos distintos, pero reconociendo que el exceso puede dejar una ventana abierta al caos.


infografĂ­a:

Diana Armas

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Un revólver de fabricación artesanal y numerosos paquetes con “dosis personales” de base de coca incautados por la Policía Nacional.


Una oscura

economía Texto: Andrea Rodríguez • Foto: Victor Hugo Asencio/Andes andrerodriguez71@gmail.com

Un negocio importante El narcotráfico es el negocio ilegal más importante del mundo. Mueve unos 500 000 millones de dólares, según cálculos de la Organización de las Naciones Unidas. Con esa cantidad, el Ecuador financiaría un Presupuesto General del Estado como el actual durante los próximos 20 años. El monto es tan importante que sostiene a las economías de los países donde tiene una presencia importante la producción o el consumo. En Colombia, los cerca de 20 000 millones que mueve el narco al año son aproximadamente el 50 por ciento del Producto Interno Bruto: es decir, por cada dólar producido legalmente hay otro, producido en la economía negra del narcotráfico.

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En el Ecuador, las cifras no son, ni mucho menos, tan significativas. El año pasado, el Estado reportó 42 toneladas de estupefacientes incautadas. En los últimos años, el récord de capturas se dio en el año 2009, cuando se interrumpió el tráfico ilícito de 68 toneladas de estupefacientes, principalmente cocaína y marihuana. En lo que va del 2013 se han detenido 5 toneladas de drogas ilegales, según datos del Ministerio del Interior. En el marco del negocio global, esas cantidades son muy poco representativas, y el país más bien tiene alguna presión por ser considerado un corredor de tránsito para las sustancias hacia Estados Unidos y Europa. Los análisis también reparan en que Ecuador, el país más densamente poblado de América del Sur, no tiene superficies que permitan el cultivo de grandes cantidades de plantas que pueden ser procesadas como drogas ilícitas (así, ante el descenso de áreas dedicadas al monocultivo de coca en Colombia, estas plantaciones crecieron pero no en Ecuador, sino en Bolivia y, más significativamente, en Perú). De los casi 20 mil laboratorios que se supone procesan drogas en la región, en territorio ecuatoriano se han encontrado apenas tres. Finalmente, aún los datos de prevalencia (si ha usado alguna vez una droga) sitúan al país en mejores condiciones que Brasil, Costa Rica y Perú, donde según reportaba en 2010 el informe de las Naciones Unidas y su Oficina para las Drogas y el Delito, el consumo de cocaína estaría aumentando.

Los caminos de la hierba Las 42 toneladas, puestos en plata contante y sonante, serían unos mil millones de dólares, nomás, si se tratara de cocaína (calculando a 25 000 el precio por kilo de clorhidrato en la calle). La marihuana no suele circular en esas cantidades, pues se prefiere, en cada sitio el producto local, acaso siguiendo la línea de los Estados Unidos, don-

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de según el informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, en 2009 se incautaron más de 2 000 toneladas de cannabis, a los que habría que sumar lo que sí entra, en efecto, cruzando la frontera desde México. Si en el mayor consumidor del mundo los carteles mexicanos tienen de hecho incidencia en su mercado de “hierba”, en Ecuador el caso es inverso. Hace una década, la gran mayoría de la marihuana que circulaba en las calles de las ciudades grandes del país provenía de Colombia. En las ciudades pequeñas había menos cannabis. Hace pocos años empezó a llegar marihuana del Perú, de mejor calidad: semillas de una variedad llamada Skunk arribaron desde Ámsterdam hasta el hemano país andino y fueron cultivadas para su comercio internacional. Siempre, en estos períodos, han existido también cultivadores internos, locales –los consumidores locales recuerdan a un campesino de un valle aledaño que tenía una plantación completa y te vendía la mata entera–, pero parece que han cobrado más fuerza desde hace tres o cinco años: la calidad de producto es de mayor concentración de psicoactivos, con lo cual las dosis son menores. Los consumidores se refieren a esta variedad como “creepy”. Como bien anota una calcomanía del colectivo Diabluma, el cultivo en pequeña escala de cannabis es una de las fórmulas para combatir al crimen organizado. Algunos activistas hablan de “tres plantas por cabeza” para poder plantar para el autoconsumo, y en seguida hay que parar la grabadora porque echan media hora de rollo sobre lo buena que es María con ellos y sus amigos...

¿Por qué no legalizar? Desde hace unos pocos años la opinión de que no tiene sentido mantener la llamada guerra con-

tra las drogas gana adeptos. En el capítulo dedicado a América Central y el Caribe, el informe citado de la JIFE advierte de que sigue con preocupación “el llamamiento hecho en altas instancias en favor de la legalización de drogas ilícitas, basado en la presunción de que la despenalización del tráfico reduciría la violencia conexa”. La Secretaria de Estado Hillary Clinton, en una entrevista, no apoyó la idea planteada de legalizar el consumo para que el tráfico se controle. “Hay mucho dinero en ello” señaló Clinton, quien aclaró que “puedes legalizar la posesión de pequeñas cantidades, pero los que están haciendo tanto dinero vendiendo deben ser detenidos”. En el análisis de la ex primera dama de los USA, el interés mayor de los traficantes es tener más adictos, en especial entre los jóvenes. “No quieres darles a los traficantes de drogas una excusa para volver a los jóvenes adictos a las drogas legalmente”. Otros argumentos en contra de la legalización es lo problemático que resultaría regular un negocio donde los poderosos carteles pueden “tumbar” el escenario económico al irrumpir con sus capitales hipertrofiados. Hay quienes temen una corporativización del consumo, y no les entusiasma la idea de acabar fumando cannabis de la Phillip Morris... Por supuesto, a los negociantes de armas les conviene que esto siga siendo ilícito, clandestino e ilegal y que, por lo tanto, demande de fuerzas de seguridad privadas al servicio de cuidar el negocio. Moverán sus influencias para que la guerra contra el narco no termine, porque venden armas a ambos lados, una guerra es una guerra, y eso siempre es un negocio. También a los dueños y administradores privados de las cárceles les conviene seguir recibiendo presos –en Estados Unidos, Gran Bretaña y Holanda crece el sistema carcelario privatizado, y se ali-


infografĂ­a:

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menta, en mucho, de infractores contra las legislaciones que sancionan y criminalizan el consumo de sustancias.

En el Centro se vende full Algunos aparentan ser transeúntes, otros indigentes y algunos más vendedores de caramelos. No importa el rol que asuman, el objetivo es el mismo: vender droga. Los llaman brujos, pushers, dealers, y operan en el norte, centro y sur de la ciudad, aunque, según la Dirección Nacional Antinarcóticos, el Centro Histórico es una de las zonas de Quito donde más droga se expende (según el número de dosis incautadas y microtraficantes detenidos). Para Lucila B., esto no es una ninguna revelación. Desde que trabaja en el sector de la Plaza Grande presencia, a diario, el expendio de droga. “Hay muchachitas que se dedican a vender y se pelean con

otras por los clientes que vienen acá. Una de ellas sacaba unos papelitos del cintillo de la cabeza y los vendía. Hay otras que asoman con guaguas para disimular”, asegura la señora, aunque más que para disimular, es para evitar ser detenidas. Lucila apenas podía creer que los compradores eran, en gran mayoría, jóvenes. “Da una pena ver a estudiantes de colegios asomarse para comprarle los paquetitos”. En algunos casos, las envolturas son tan pequeñas como el dedo pulgar y pueden contener pasta de cocaína y marihuana. En el sector de San Roque, Anita (nombre ficticio) se dedica al negocio desde que tenía 10 años y aunque ha sido detenida en varias ocasiones, continúa expendiendo la droga en diferentes zonas del centro y sur de la ciudad. Durante algún tiempo, no solo vendía marihuana, sino que también la con-

sumía para mitigar el cansancio, el hambre y el intenso frío de la noche, pues el negocio se mueve más en esas horas y las de la madrugada.

Un análisis de la academia Diego Cando Murillo, investigador asociado de la Facultad Latinoamericana de Estudios Sociales, Flacso, explica que en el centro hay varios centros de acopio de droga, como San Roque, El Panecillo, Santo Domingo y Santa Clara, desde donde se distribuye a distintos puntos de venta del centro histórico, entre ellos, los exteriores del Coliseo Julio César Hidalgo, calles Pichincha y Pedro Fermín Cevallos, a donde acuden los expendedores en busca de potenciales clientes. En estos sitios, según Diego Cando, la marihuana se vende por tamugas (porción) a un precio promedio de 50 centavos, todo dependerá de la

Desarrollo alternativo preventivo:

otro camino A

nte las políticas impuestas de castigo a los campesinos y fumigación de las zonas sembradas (con consecuencias en todo el medioambiente aledaño y relacionado), otros caminos son posibles. Uno es el Desarrollo alternativo preventivo, modelo de política de Estado que el Ecuador ha propuesto a nivel internacional desde el 2011 que el año pasado fue aprobado por los países del G77, China y los países de América Latina y El Caribe. El desarrollo alternativo preventivo tiene que ver tanto con aquellos países que tienen cultivos, como con aquellos países que tienen actividades ilícitas de producción, acopio y tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

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dos a programas, proyectos e iniciativas regionales, para América Latina y El Caribe, África y Asia, que comprendan actividades productivas lícitas en las que intervenga la población de zonas de alto riesgo vinculadas al cultivo, producción, acopio y tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas.

Qué busca el DAP El objetivo del desarrollo alternativo preventivo es lograr un equilibrio en el marco del desarrollo integral y sostenible, entre los componentes sociales, económicos, ambientales y políticos al interior de un territorio determinado, que permita asegurar la presencia de un tejido social:

Por qué el Ecuador lidera el lanzamiento de un Sello

• Socialmente Equitativo

El Sello Mundial de Desarrollo Alternativo Preventivo propuesto por Ecuador al mundo sirve para concretar la aplicación del principio de responsabilidad compartida. No se trata de declaraciones líricas, sino del apoyo económico y político de los países desarrolla-

• Ecológicamente Equilibrado

• Económicamente Rentable

Más información en el minisite:

www.consep.gob.ec/sellodap


calidad e incluso del lugar donde se expenda.

La droga llega a casa como la comida rápida

manifestaron haber consumido drogas (marihuana y cocaína).

“La pasta base, con regularidad, se vende en gramos. Algunos vendedores utilizan el papel cera del cerillo del fósforo para envolver el producto que equivale a una porción y cuyo precio varía de 50 centavos a 1 dólar”. En otros casos, también lo empaquetan en plástico, aluminio y papel. De acuerdo con la investigación desarrollada por Diego Cando en coordinación con la Flacso, los expendedores y consumidores de la zona del Centro Histórico provienen, principalmente, de un nivel socioeconómico bajo.

Quienes se dedican a este negocio son los ‘pushers’, personas que distribuyen los estupefacientes en motos y vehículos. En su oferta, incluyen combos para atraer a más usuarios que se contactan con ellos. “Por razones de seguridad únicamente atienden a clientes que son referidos por un consumidor ya conocido y de esta manera evitan ser denunciados”, advierte Cando. Hoy en día, la entrega personalizada de sustancias ilícitas es frecuente entre personas de un nivel socioeconómico medio y alto, que evitan concurrir a sitios poco seguros, donde se exponen a ser asaltados o incluso detenidos.

“Como la investigación se realizó en el año lectivo 2011-2012, podemos afirmar que muchos estudiantes comenzaron a los 11 y 12 años”. Vásquez aclara que la venta dentro de los centros educativos se realiza con “cierto camuflaje”, pero la mayoría de los alumnos saben quiénes son los expendedores y cómo se abastecen. Un informe de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (Cicad) señala que la marihuana es la droga ilícita de mayor consumo entre los escolares sudamericanos.

Para los primeros, la comercialización de las sustancias ilícitas se tornó en un medio de sustento y para evitar ser detenidos, muchos de ellos aparentar ser consumidores, ya que se aseguran de llevar pequeñas cantidades de droga lo que impide que se dicte orden de prisión en su contra. El hecho de que el centro histórico sea uno de los puntos más críticos, no significa que no existan otras zonas difíciles, como es el caso de La Mariscal, donde confluyen distintos perfiles de consumidores con mayor poder adquisitivo. Según el estudio de Diego Cando, en este sector, hay un gran número de extranjeros ávidos por las sustancias ilícitas. Aunque no resulta sencillo identificar con precisión donde se expende la droga, hay calles, como la Juan León Mera y Calama, donde la venta se realiza en las noches y madrugada. La proximidad a bares y discotecas incide en la proliferación de los expendedores de sustancias ilícitas al menudeo. Además, de acuerdo con el Observatorio de Seguridad Ciudadana, del 2011, hay algunos puntos críticos de expendio, como los valles, donde la droga no siempre se vende en la esquina de alguna calle, sino en los mismos domicilios.

Basta una llamada telefónica y los expendedores llevarán las sustancias a dónde la soliciten, como si se tratase de un distribuidor de comida rápida. Pero ¿cómo contactan a estos distribuidores? En principio, estas personas solo contestan llamadas de números conocidos. Por lo general, los clientes frecuentes son quienes recomiendan el servicio a otros, creando así una red que, cada vez, suma más y más usuarios. Al otro lado de la línea, se escuchan las preguntas de rigor: ¿cuánto quiere? ¿a qué dirección le llevo? Las estrategias utilizadas para la entrega de las sustancias, con frecuencia, varían. Una joven que prefirió no ser identificada detalla que la droga puede llegar envuelta en papel celofán como si se trata de sushi. Entre los clientes hay gente de diferentes edades, incluso jóvenes que, en algunos casos, también distribuyen los estupefacientes en planteles educativos. Sobre este tema, Napoleón Vásquez, director de Programas Educativos Psicología y Salud, explica que un estudio realizado por esta entidad en 26 colegios del Distrito Metropolitano de Quito, reveló que el 35% de los 902 estudiantes

De acuerdo a un estudio del Cicad, el consumo de marihuana es siempre más alto entre los estudiantes hombres con relación a las mujeres, en todos los países de América Latina. En la etapa de la adolescencia, puede resultar difícil diferenciar entre la experimentación, el uso frecuente, el abuso y la adicción a una droga y se debe tener presente que esta época tiene características especiales. Según la cuarta encuesta sobre consumo de drogas en estudiantes de 12 a 17 años, el Consejo Nacional de Control de Sustancia Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep), el promedio de edad de uso de drogas subió de 12 o 13 años a 14,3. Según esta entidad, los índices de consumo han disminuido en el país a diferencia de la encuesta realizada en el 2005 y en el 2008. Entre las drogas más consumidas están el alcohol, el tabaco, los fármacos, marihuana y pasta base de cocaína. Ricardo Loor, director del Consep, dice que mientras se expenda droga en las urbes, persistirá el riesgo de que ésta llegue también a los colegios. “Hay chicos que obtienen la droga a través de sus mismos padres, que trafican, y hay otros que por ganarse un dinero deciden ingresar al negocio y vender a sus compañeros al interior del plantel”.

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Con sentido

Parque

Bicentenario Texto: Revista Q • Fotos: Martín Jaramillo

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A

legría, sobre todo, es lo que se sentía en la cálida mañana del sábado 26 de abril. Esa fecha alguna vez se desempolvará de los libros de historia, donde deberá quedar registrada como un día memorable para la recuperación de espacio público en la ciudad. Espacio tan público que se dieron críticas a la misma autoridad que lo estaba entregando. Pero, solo en justicia, se debe reconocer que los ciclistas dolidos por la muerte de un compañero de pedales en la vía pública –hecho lamentable– fueron minoría dentro de las decenas de miles de ciudanos que circularon ese día por el parque. Antonio y Marcela, padres “maduritos” de un universitario y dos adolescentes,agradecen que cerca de su casa, en la avenida del Maestro, exista ahora este espacio. “Para irse donde el primo, que vive por la Coca-Cola, ahora puede cruzar el parque en bici, es seguro y ya le queda más cerca” dice este ingiero civil. Para la pedalista quiteña Anita Padilla, tener una pista larga “y planita” le sienta bien para entrenar. En realidad, no contaban ella y sus colegas con un espacio adecuado para entrenar y, aunque viviendo en el Valle le quedará lejos, seguro se organizará para aprovechar la pista del Bicentenario. Dos señoras de los sesenta y piquito, que mejor no quieren decir el nombre, estaban encantadas con el lado de los arbolitos, donde fue cancha de golf de los oficiales militares, según cuentan. Ahora es espacio para el picnic, la acampada y hasta para el romántico recueste con mucha incluida. Las señoras ven el beso con sonrisa cómplice y mejor se van más allacito. Por suerte, hay sitio para todos y para todas en el parque...

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Con sentido

seguimiento a la

regularización Texto: Cristina Herdoíza • Fotos: Martín Jaramillo cricilca@gmail.com

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E

l Municipio Metropolitano de Quito cuenta con una Unidad especial para la regularización de barrios. Esto como parte de una política municipal de ordenamiento territorial que busca resolver los problemas de la tenencia irregular de predios. Los “terrenos sin papeles”, en muchos de los casos, estaban asociados al tráfico de tierras y a todo lo que esta práctica muchas veces mafiosa conlleva.

gunos de estos barrios arrastran dificultades como el no acuerdo por parte de los herederos para la venta del predio, como el caso de Cucho Hacienda.

Ya en el mes de mayo de 2011, luego de un diagnóstico en el territorio, se conoció que existían 470 barrios por legalizar. Los problemas de estos asentamientos giraban principalmente en torno a la documentación legal que reconozca a quienes ocuparon el suelo como propietarios legítimos de la tierra.

Tres barrios emblemáticos del norte del Distrito

El proceso de regularización, que en administraciones anteriores duraba eternidades según testimonian los vecinos, empezó en el 2012 a tener mejores resultados. Se espera que hasta el 2015 los 470 barrios estén legalizados, lo que implica que entre las tres unidades –en La Delicia, Quitumbe y Centro de la ciudad– deberán atender al menos 100 barrios anualmente. La Unidad Regula Tu Barrio de La Delicia se ha propuesto regularizar 20 barrios anuales. El proceso tiene un componente legal, uno técnico y otro socio-organizativo; puede durar entre 7 meses y 25 años, como es el caso del barrio Atucucho, considerando los problemas que se arrastren del pasado. Hay muchas variables que inciden en esto, relacionadas principalmente con la forma en que se ocupó el predio años atrás, el tratamiento que se dio a estos procesos, las formas asociativas y el tipo de documento que se tiene como respaldo de la propiedad. Actualmente el Municipio trabaja únicamente con asentamientos humanos de hecho y consolidados, que son irreversibles. Al-

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El documento habilitante para iniciar el trámite es la compraventa de derechos y acciones, además del acuerdo ministerial de la organización social, directiva actualizada, listado de socios, pago de impuesto predial, entre otros.

Es notorio el esfuerzo, el sacrificio, el trabajo que está detrás de barrios consolidados como Atucucho, Cucho Hacienda, Puertas del Sol, Puertas del Norte y Santo Domingo de Carretas. Ello, independientemente de los conflictos dirigenciales o de intereses económicos que pudieran haber a su alrededor. Es loable y emociona solo pensar que un día, soleado o sombrío, mujeres, hombres, niños y niñas ocuparon las tierras que aparentemente “compraron”, o que creían suyas, o que simplemente ocuparon para poder gozar de un espacio para hacer su vida y empezar el camino del bienestar. Atucucho se creó a partir de una invasión a un predio estatal, que antiguamente pertenecía a la Liga Ecuatoriana Antituberculosa. Al disolverse la Liga, el terreno pasó a manos del Ministerio de Salud Pública. Esta ocupación de tierra tiene 25 años, pero recién el 18 de mayo de 2012, vía ordenanza, se regularizó. En quichua, ‘atu’ es lobo y ‘cucho’ es rincón. Este barrio, enclavado en la ladera norte del Pichincha, se llama algo así como rincón del lobo o escondite del lobo. El proceso iindividual para obtener las escrituras está en marcha y, en poco tiempo, los dueños y dueñas de los 2 137 lotes podrán verdaderamente decir que son propietarios, y no solo de la tierra, sino de

las viviendas que ahí edificaron. Todo legal, legalizado y reconocido por la autoridad competente. Cucho Hacienda es otro barrios emblemático del norte de Quito y su crecimiento no siempre organizado; este caso es importante, porque en él se visibilizan claramente los intereses de las partes. Estos predios, propiedad privada de la familia Pazmiño Navas, han pasado por dos invasiones, fruto de las cuales hay dos organizaciones: Cooperatriva de Vivienda Camino a la Libertad y el Comité Promejoras Barrio La Paz del Condado. Entre ambos grupos existen relaciones conflictivas, que han incidido en el proceso de regularización. Además, los herederos de este predio son mucha personas y no se ha podido llegar a acuerdos entre las partes. Ante esta circunsancia el Municipio ha debido intervenir directamente y optar por un proceso de oficio para la expropiación especial del terreno, a favor de las personas que lo ocupan, independientemente de la organización a la que pertenezcan y atendiendo al art. 596 del Código Orgánico de Ordenamiento Territorial Autonomía y Descentralización (Cootad). A través de este procedimiento se asegura la venta del predio, a un precio justo, determinado por catastros, considerando el tiempo en el que se dio la invasión. Los 790 lotes pasarían a ser propiedad de cada familia. En Puertas del Sol, Puertas del Norte y Santo Domingo de Carretas se encuentran 540 lotes que forman parte de un predio mayor, denominado Cristianía. Este fue adquirido al señor Julio Adolfo Bravo Nieto. El Comité Pro mejoras del Barrio Periférico Puertas del Norte compró la propiedad a la familia Bravo Robles en calidad de herederos de Julio Adolfo Bravo.


Los 540 lotes fueron regularizados mediante Ordenanza Metropolitana 2025 de fecha 01 de junio del 2012, y se encuentran en fase post ordenanza, para iniciar el proceso de escrituración individual. Finalmente, cada posesionario será propietario titular de su terreno.

Un paso adelante Del 2001 al 2009, según informa la Secretaría de Coordinación Territorial y Participación, se regularizaron 175 asentamientos humanos de hecho y consolidados. La Unidad Regula tu barrio invierte cada año 1,4 millones de dólares en los procesos regulatorios. De ahí que, entre el 2010 y el 2012 fueron regularizados 169. Esto da cuenta de una mejora cuantitativa del proceso; sin embargo, vale preguntarnos sobre la calidad de vida en los mismos, desde una mirada integral y de desarrollo con un enfoque de derechos.

Pág. anterior: Vista panorámica del barrio Atucucho, donde la regularización ha sido exitosa. Arriba: Una vecina del barrio Cucho Hacienda espera, como todos allí, un acuerdo que los legalice

Centro: El barrio Puertas del Sol, ya regulariazdo, recibió recientemente obras deportivas. Abajo: el comercio de vìveres es una de las actividades más frecuentes en el barrio de Atucucho.

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Con sentido

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Angélica Borja ganadora del premio Manuela Espejo 2013, es un ejemplo no

aure.romero@gmail.com

Texto: Aurelia Romero • Fotos: Martín Jaramillo

mujeres

que viven con un doble reloj

solo para sus compañeras de uniforme sino para las mujeres en general.

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Andrea Hernández ha debido pasar largas temporadas separada de su pequeña, ya que ha servido en distintas provincias del país.

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l primero de marzo de este año culminó el Seminario Internacional sobre Policía Comunitaria y Seguridad Ciudadana, donde distintos expositores policiales nacionales e internacionales hablaron sobre su experiencia para combatir la delincuencia. Este encuentro coincidió además con los festejos por los 75 años de profesionalización de la Policía Nacional del Ecuador. Dentro de este marco, donde se enfatizó el cumplimiento de las metas alcanzadas con la implementación de políticas públicas por parte del Gobierno Nacional (como la redistribución nacional de 4300 policías en 368 Unidades de Policía Comunitarias), se habló también de la importante presencia de oficiales mujeres dentro del cuerpo de la institución. De acuerdo a lo declarado en el discurso del este Seminario, “el papel de la mujer es fundamental, sobre todo en el acercamiento a la comunidad, cambiando una imagen represiva por una civil y comunitaria”. La integración de la mujer a las filas policiales empezó en 1983, cuando la Escuela de Policías Alberto Enríquez Gallo de Quito ofreció una formación de alto nivel para ellas. En el 2008 con las reformas constitucionales, se aprobó además el ingreso de aspirantes casados y con hijos, tanto hombres como mujeres. Antes de esto, lo

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primero era la formación profesional como policía y los hijos venían después. Hoy en día, según los datos de la Dirección General de Personal de la Policía Nacional, existen a nivel nacional 42715 policías, de los cuales 4225 son mujeres: 62 oficiales superiores, 319 oficiales subalternas y 3844 clases y policías. 2723 de estas mujeres son policías madres. Ser mujer y ser policía pero además ser madre plantea un escenario interesante y humano, una mirada sobre una realidad cotidiana que la indiferencia en la que vivimos sumergidos no nos permite percibir, mucho menos comprender, velados como estamos por relacionar de forma prejuiciosa a la policía con abusos, corrupción y complicaciones. Pero ¿cómo viven en realidad estas mujeres cuyo trabajo les exige cumplir un compromiso con la sociedad a todas horas y el ser madre también les exige todo su tiempo? Sentada en su oficina, la coronel María Elena Rosero Erazo, subdirectora de la DINAPEN y policía desde que ingresó a la institución en 1983, cuenta que ser madre y ser policía es “un doble sacrificio, porque a la vez que se sirve a la sociedad también hay que servir a la familia”. Madre de dos mellizos de 10 años, un hijo de 14 y una niña de 3 años, María Elena primero siguió la formación policial y luego se casó y se volvió madre. Su primer es-


poso, también policía, murió asesinado. Se volvió a casar, con otro oficial. Para ella su trabajo y su familia son igual de importantes, hay que aprender a combinarlos.

otra y que realmente ser mamá es lo más lindo, pero ser policía y ser mamá es difícil porque no se puede cumplir por completo con su hija.

“El tiempo que se tiene hay que dedicarlo a los niños, hay que aprovechar el tiempo en familia. Como sociedad nos preocupamos demasiado de nuestro trabajo; lo primordial es formar gente con valores dentro de la familia, dándoles tiempo de calidad, escuchándoles. Las cosas no son fáciles, uno como policía ve tantas cosas, yo soy muy cauta con los permisos que les doy. La única forma de proteger y formar a nuestros hijos es hablarles con la verdad a medida que crecen”.

“Ser policía era el sueño de mi vida, que empezó cuando tenía 16 años cuando tomé el curso de educación vial. Al inicio no me apoyaban en mi casa, pero mi abuelito sí me apoyó y entonces mis papás también lo hicieron. Tengo familiares militares, pero la única policía soy yo”.

María Elena cuenta que ahora que hay siete coroneles mujeres dentro de la policía, existe mayor comprensión para las madres policías. “Sabemos que el peor sufrimiento es no poder estar todo el tiempo con los hijos, que a veces había que escaparse un ratito del trabajo para ver cómo estaban y en eso pensamos, ahora la institución es más abierta a estas circunstancias y comprende el sacrificio que significa, lo valora”. En Cooperativa Caminos a la Libertad, al norte de la ciudad, vive Andrea Hernández, personal operativo de la Compañía de Mantenimiento del Orden (CMO) de la Policía Nacional. Junto a su hija de tres años y medio, cuenta que poco a poco se van entendiendo la una a la

Andrea cuenta que al principio la academia era difícil, pero que poco a poco fue acostumbrándose. Hace un año dos meses le dieron el pase a Quito desde Tulcán, condición que cambió su vida. “Yo ya era madre pero nunca había podido vivir con mi hija. Recién ahora comparto con ella las noches y los francos. Desde los tres meses vive con mis papás porque nació con displagia de cadera y yo no tenía quién la cuide. Ahora estoy aprendiendo qué es ser mamá de verdad”. Andrea empezó su servicio en Azuay y con tanto pase no podía hacerse cargo de su hija. “Al principio no me decía mamá, me decía ñaña. Venía una vez al mes a verla y lo más difícil era eso, que no me reconocía”. Su hija no la reconocía cuando Andrea se ponía el uniforme: tenía que sacárselo y soltarse el pelo para que se le acerque.

Verónica Quimbita, además de compartir el día a día con sus compañeros uniformados, tiene por esposo a un Cabo de la Policía Nacional.

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Jéssica Narváez decidió que sería parte de las fuerzas del orden a pesar de que ya era madre de su primera hija.

La nena dice que tiene cinco mamás: Andrea, sus dos hermanas, su mamá y su abuelita. Sonriendo Andrea cuenta que su hija es inquieta, que llena las paredes de dibujos y que a veces dice que no le gusta que su mamá sea policía. “De poquito en poquito hay que hablar con ella para que entienda y no me reclame, porque mi carrera policial recién empieza pero ella es mi vida. Yo soy madre soltera y tengo que ser su padre y madre, pero con una sola palabra de ella yo tengo fuerzas para seguir adelante y todo lo que hago lo hago por ella”. En la Unidad de Policía Comunitaria del parque Sixto María Durán, la cabo segundo de Policía Diana Mafla – graduada en el 2005– viste su uniforme y camina por el parque mientras cuenta que tiene un niño de 5 años y unos mellizos de 7, que su pareja es policía también y que los niños viven en Ibarra con su mamá. Ella y su esposo viven en Quito juntos y visitan a sus niños frecuentemente, pero solo cada mes y medio los francos les permiten estar a todos juntos. “Siendo policía puedo tener estabilidad económica para mi familia y además puedo ayudar a la gente. Ser mujer policía ayuda a tener el carácter más fuerte y a soportar de mejor manera los problemas, pero también signifi-

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ca que no siempre tengo el tiempo suficiente para estar con mis hijos”. Dice que como policía está en contacto con la realidad y es duro verla cuando uno tiene hijos, porque entonces se comprende los riesgos a los que están expuestos. Para Diana, es importante que la juventud tenga una guía en casa y que sean consientes de los esfuerzos de sus padres por darles un mejor futuro para mantenerse alejados de la violencia y los vicios. “Eso de no estar todo el tiempo con ellos dificulta que yo los reprenda, de eso se encarga su papá. Pero ambos siempre conversamos con ellos, creemos que eso es lo más importante”. Explica que sus hijos no le reclaman el ser policía, que lo entienden. Pero su mayor miedo es que un día uno de ellos le reclame que se desvió porque ella no pasaba suficiente tiempo con ellos. Sin embargo, la guía de su mamá, que es quien los cuida, es vital para mantenerlos lejos de cualquier problema. Hospital Quito No. 1, Unidad de Atención al Personal Policial con Discapacidad, tres de la tarde. La Cabo Segundo de Policía Angélica Borja, nacida en Carchi y residente en la ciudad desde los 20 años, está en su puesto de trabajo atendiendo otra entrevista. Hace casi cuatro años, en septiembre del 2009, y con dos meses de embarazo, fue atropellada mientras supervisaba un


accidente de tránsito. Ahora, es la nueva ganadora del premio Manuela Espejo que entrega el Municipio de Quito, en reconocimiento a su labor. “Jamás imaginé que en ese operativo iba a acabar de víctima”, cuenta Angélica. Lo más terrible para ella fue pensar que le había pasado algo a su hija, pero no fue así. Ella nació sin complicaciones que ahora tiene 3 años, pero Angélica perdió su pierna derecha y una parte de su cadera. Cuenta que siempre quiso ser policía y que cuando llegó a tercer curso tomó la decisión definitiva. Le motivaba la labor de ayuda y protección que cumple un policía. “Lo más ventajoso de ser policía es que se tiene una profesión y se gana cierto respeto. Lo menos ventajoso es que el servicio no le permite a una estar en casa todo el tiempo que quisiera”. Angélica fue primero policía, luego mamá. “Intento disfrutar cada momento, tanto cuando estoy con mi hija como cuando cumplo con mi trabajo. Cuando no estoy en casa, mi hija se queda con mi hermano y con sus dos hijas, se llevan muy bien. A ella le gusta ponerse mi gorra del uniforme, me dice que le traiga a mi trabajo, le gusta que yo sea policía”. Al preguntarle qué mensaje tiene para otras madres, ella responde: “No nos dejemos vencer por las dificultades, tenemos que sacar la fuerza interna que llevamos y salir adelante a pesar de cualquier cosa que nos pueda suceder. Todos tenemos problemas de diferente índole y lo importante es poner empeño y seguir luchando”. La mañana de un sábado cualquiera al sur de Quito en el barrio La Forestal, la Cabo Segundo de Policía Verónica Quimbita, del Grupo de Tránsito de Pichincha, prepara a sus dos hijos, un niño de y una nena, vistiéndolos luego del baño. El desayuno ya está listo y mientras ella los peina, su esposo también se prepara para empezar el día. Ambos son policías y hoy están francos: hoy es día de familia. “Como policía una tiene la oportunidad de apoyar a la ciudadanía haciendo labores. Cuando uno tienes familia es complicado porque hay que dejar a los niños con alguien más, en mi caso con mi mamá”. Para Verónica, ser policía madre lo cambió todo porque ahora ya no tiene que cuidarse en un trabajo riesgoso como el que tiene solo por ella; ahora también es por sus hijos. Entre semana casi no pueden compartir con sus hijos ni ella ni su esposo, pero durante los fines de semana todo es paseos y salidas para compartir. “A mis hijos les gusta que seamos policías, pero no quisiera que sean policías, quiero que ellos lleguen más lejos que yo. Por ellos lo doy todo, son la más importante”, asegura mientras los dos niños juegan en la sala de su casa con sus bicicletas. Para cuidar de sus hijos, ambos se encargan de estar pendientes de todo lo que pasa con ellos y la mamá de

Verónica los cuida cuando ambos están trabajando. Hoy será un día de parque y risas, de pasar juntos porque para Verónica, ser madre le hizo valorar lo importante que es la familia. La Cabo Primero Jéssica Narváez, que trabaja en el Servicio de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT) asegura, con una expresión de alegre orgullo, que el servicio policial es un trabajo que exige vocación, entrega, responsabilidad y amor para ejecutarse. Jéssica tiene dos hijos, una mayor de 15 y otro de 7. “Cuando ingresé a la Policía yo ya era mamá soltera y fue un cambio fuerte. Dejé de tener tiempo para mi hija. El año pasado por ejemplo fui a estudiar un curso en España durante un tiempo y mis hijos se quedaron aquí con mi mamá. Ya están acostumbrados a no verme mucho pero igual me reclaman”. Jéssica sabe que ella no puede ser una mamá normal, irse de viaje en los feriados con ellos o ir a todos los eventos de su colegio. Por eso mismo, aprovecha los momentos que están juntos durante los fines de semana y los llama constantemente. “Siempre con un buen carácter puedo combinar mi lado de policía y mi lado de madre. Hay que equilibrar las responsabilidades en casa y en el trabajo. Yo planifico cuando ya estoy libre, cuando ya estoy en casa, porque en mi trabajo todo es muy cambiante”. Cuenta que con los permisos es poco a poco. Intenta hablar con su hija para saber qué está haciendo y saber cómo se siente. Como mamá, dice que hay cosas que son sí pero que también hay cosas que son no y eso está claro en la casa. Su hijo es el de carácter alegre, siempre con una broma lista y muy suave al trato. La parte más fuerte para Jéssica de ser mamá y policía es no poder estar ahí para sus hijos siempre, pero lo más lindo es saber que sus hijos siempre la esperan en casa: “siempre tengo alguien que me quiere aquí”. Las madres policías coinciden en reglas básicas para llevar de la mano estas dos realidades: no confundir el papel de madre con el de policía; cada uno debe ocupar su lugar correspondiente. No llevar el arma a casa bajo ninguna circunstancia, porque es mucho riesgo. Y lo más importante: cada minuto disponible fuera de servicio debe ser para sus hijos, para disfrutar y compartir en familia porque es eso lo que les da fuerza para seguir sirviendo a la comunidad en su campo profesional. ¿Qué existe detrás de este uniforme, más allá de la placa y la autorización, sobrepasando los prejuicios? Existen vidas. La sociedad instantánea en la que vivimos nos exige un cambio de mentalidad. La única manera de sobrevivir una realidad donde los absurdos son el plato de centro de cada día es recordar que en cada persona no tenemos una función, un obstáculo, un imaginario o un prejuicio: tenemos a un ser humano, con todo lo que ello significa.

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Con sentido

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G

loria Suárez llegó a Quito a los 13 años. Nació en Imbabura. Su madre trabajaba en el campo y no le alcanzaba para mantener a su familia. Gloria trabajaba cuidando a niños más pequeños que ella para ayudar a su mamá. En Quito, la situación no mejoró. Tuvo que dejar sus estudios para trabajar como asistente doméstica. A los 20 años se casó. Nacieron tres niños. Al segundo los médicos le diagnosticaron Osteogénesis. Cuando Kevin cumplió los ocho años, el ex esposo de Gloria se fue. Ella cuenta que estaba consumido por los vicios y nunca pudo sobreponerse a los retos que le dio la vida. Para Gloria el camino junto a sus hijos continuaba. Explica que le puso temple y coraje para salir adelante. “Cuando dependía de mi esposo mi hogar era un caos, tengo lástima por él, porque se ha perdido los momentos más hermosos de nuestros hijos….”. Especialmente la enfermedad de su segundo hijo le daba fuerzas a Gloria. A veces, recuerda, tenía que salir de madrugada con su hijo en brazos porque sufría una crisis y necesitaba atención urgente. Dejaba a los otros dos pequeños solos. Muchas veces fue maltratada en los Hospitales. Pero, “que mas me tocaba”, suspira, “necesitaba el turno para la atención”. Cuando Kevin tenía diez años fue intervenido quirúrgicamente en sus extremidades inferiores. La operación se realizó gracias a la gestión de la Fundación Ecuatoriana de Osteogénesis Imperfecta. Dr Francois Fassier, de Canadá, y el Dr Ignacio Parra, de España fueron los responsables.

Mamá

Fotorreportaje: Edison Serrano ecuadordocumental@gmail.com

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Lamentablemente, Kevin salió severamente afectado en su capacidad motriz intelectual. “El pequeño ya no era el mismo charlón e inquieto que conquistaba a la gente con su sonrisa”, cuenta Gloria. Al poco tiempo, los médicos diagnosticaron que quedaría como vegetal. Al año, el pequeño reaccionó. “Me agarró con fuerza y gritó ¡Maaamá……!! “Ese fue el momento más feliz de mi vida”, recuerda Gloria mientras una lagrima espesa recorre su rostro... La Fundación Manuela Espejo, precedida por el Vicepresidente Lenin Moreno, llegó a su casa y le donó una silla de ruedas, una silla de baño y un colchón antiescaras. Pudieron, también, haber recibido el bono Joaquín Gallegos Lara, que es de 240 dólares, que es para que las madres de niños con discapacidad no trabajen y cuiden a sus hijos. Pero Gloria prefiere trabajar en las noches en una empresa de limpieza y cuidar a Kevin en el día. De este modo gana un poco más y mantiene a sus otros hijos. Su sueño es comprarse una casita. Son las 07:00 PM, Gloría ha cumplido su jornada de madre por este día. Ahora debe despedirse de sus niños y susurra en el oído de su pequeño: “Pórtate bien…”. Kevin con la mirada de bandido sonríe. Al tomar el bus que la llevará hasta la fábrica donde trabaja, intenta dormir un poco. Apoyada en la ventana cierra los ojos y se da fuerzas para no dejarse vencer por el sueño. Sus labores empiezan a las 08:00PM y terminan a las 06:00 AM. Al retornar a su hogar Gloria cae rendida. Duerme tranquila porque ha traído el pan diario para su familia. Pero, Shuu……. ¡Silencio!! Que a doña Gloria le quedan unas horitas de descanso hasta que su niño ‘el remolino Kevin’ la despierte….

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Con sentido

¡Qué iras! Texto: Revista Q

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Un papelito roto U

n amigo lector de la Revista Q, hace varios números, nos hacía caer en cuenta del desperdicio desconsdierado de recursos que son los “boletos” o “recibos” que las unidades de ciertos circuitos del transporte público quiteño entregan a sus pasajeros. Cada usuario del Trolebús –después de pagar el respectivo pasaje– recibe uno de estos tiquetes, debidamente numerado, donde consta debidamente el valor de la transacción y que es entregado al ciudadano... debidamente roto. Su vida útil promedia los 30 segundos, en los casos más longevos, y apenas supera los tres en los más breves: es el tiempo que le toma a uno deshacerse del inútil papelito, dizque obligado recibo por el servicio público prestado, casi tan importante como una factura o inclusieve más, según se infiere del respeto reverencial que los cobradores tienen sobre el sacro papel roto. Como uno se niegue, en su justo derecho, a tener que dar botando la basura, se llevará una raspa, cuando no una brusca intervención de los guardias privados que velan por la seguridad en andenes y estaciones. El funcionario o la funcionaria del servicio de transporte, molesto(a) tras la ventanilla, clavará ojos de puñal o pondrá expresión dolida ante la incomprensión que uno, necio, necio, le

ofrece como única respuesta a su sacrificada tarea de entregarnos religiosamente, como hostia a la fila de comulgantes, ese resto inútil de celulosa. Basta ver cualquiera de los andenes del Trole, no en la hora pico sino justo después: en cada andén debem sacar unas cinco fundas de basura, de las más grandes, llenitas de ese papel-basura, cuyo único sentido pareciera ser cumplir alguna disposición de organismos de Control, que por mejor intención que haya tenido resulta indolente con el ambiente y añade costos innecesarios al sistema de transporte público, tanto por la emisión de los boletos como el personal necesario varias veces al día para recuperarlos del tacho de la basura. ¿Cuál es el sentido de este tipo de medidas de supuesto control? No sería difícil para una ciudad con la infraestructura de telecomunicaciones de Quito tener sistemas de tarjeta, que beneficien con tarifas y planes diversos a los usuarios: son medidas que demandan un poco de cabeza técnica y otro tanto de creatividad alimentada con la práctica ciudadana. Tampoco hay que inventar el agua tibia ni el hilo negro: hay cientos de ciudades que tienen bastante avanzados sus sistemas de movilidad... sin necesidad de gastar toneladas de papel sin sentido.

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Culturas

La gestión de

Alma mía

Texto: Revista Q • Cuadro: La Señora de las Flores (Víctor Mideros, ca. 1910) larevistaq@gmail.com

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omo conmemoración de los 35 años de Quito como Patrimonio Cultural de la Humanidad y ocupando Quito la copresidencia de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas junto con Madrid este año, la Fundación Museos de la Ciudad y el Centro Cultural Metropolitano llevarán a cabo el proyecto “Alma mía, modernidades en Suramérica 1900-1930”. La iniciativa museística-trascendental aterriza en una exposición, a inaugurarse en octubre 2013 y que permancerá abierta hasta marzo de 2014 en Quito. La curaduría de la exposición está a cargo de la historiadora del arte Alexandra Kennedy-Troya y del historiador del arte Rodrigo Gutiérrez Viñuales. Este período en la historia quiteña fue de relevancia debido al cambio que generó en la producción y asimilación del campo cultural y de las expresiones artísticas. La apertura de nuevos espacios físicos e intelectuales, la construcción de nuevos lugares públicos (plazas, parques, museos, galerías, librerías, cines y cafés) y el inicio de varios periódicos y revistas permitió la difusión de una nueva forma de comprender y vivir la realidad, de la mano de nuevas ideas y novedosas formas de encuentro. Esta exposición temporal busca evidenciar el rol del Ecuador dentro de la corriente simbolista y modernista que surgió en Iberoamérica a inicios del siglo XX y se extendió durante sus tres primeras décadas, corriente que quedó claramente expuesta en la obra de artistas, músicos, literatos y cineastas que usaron sus piezas de creación para repensar, criticar y reflexionar sobre su realidad con un toque artístico simbólico, pero también alegórico. Con el paso de los años, estos símbolos se convirtieron en una fuente de identidad y en una presencia cotidiana de las generaciones poste-

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riores. Para muestra un botón: el tango argentino, la samba brasilera y el pasillo ecuatoriano son ejemplos claros de cómo la herencia simbolista se convirtió en rasgo identitario. Esta propuesta museográfica, pionera en su naturaleza, será instalada en siete sedes de forma simultánea: el Museo de la Ciudad, el Centro Cultural Metropolitano, la Capilla Sucre de la Catedral Primada Metropolitana, la Iglesia de la Merced, el Convento de San José, la Casa Museo María Augusta Urrutia y el Cementerio de San Diego. Los circuitos de exposición serán de dos tipos: un circuito expositivo que estará abierto para todos los públicos y circuito educativo basado en principios de inclusión. Ambas iniciativas se plantean como herramientas para fomentar reflexión entre los visitantes sobre los contenidos de la exposición y sobre su relación con los fenómenos que actualmente experimenta la sociedad. Debido al amplio universo de público que se beneficiará con el proyecto “Alma mía”, se plantea también hacer publicaciones especializadas, educativas, informativas y publicitarias. Esta iniciativa contará con espacios de participación directa, para que los visitantes se vinculen de manera afectiva y simbólica con la exposición temporal. El proyecto “Alma mía” busca también integrarse como una iniciativa que combine esfuerzos de la empresa pública y privada, abriendo sus puertas al financiamiento de diversas entidades. Para quienes desean colaborar con el financiamiento de “Alma mía”, pueden comunicarse con el Museo de la Ciudad al teléfono 2283283 o a través de la web www.museociudadquito.gob.ec.


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Culturas

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Nuevo muralismo entre lo urbano y lo público Te x

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lo lejos, orgullosa, e imponente se divisa una monumental composición con cálidos colores amarillos que llenan de vida y calor un rincón cerca del coliseo General Rumiñahui. En la pared sobresale un hermoso maíz, del que se desprenden y del cual dependen una pareja con rasgos mestizos, hombre y mujer en comunión. El mural, hecho con piezas de cerámica, cubre la fachada lateral del edificio de la Universidad Andina Simón Bolívar, elaborado por Pavel Egüez. Este es uno de los murales públicos fácilmente reconocibles con los que cuenta la ciudad. Con el pasar de los años, quiteños y quiteñas hemos visto como paulatinamente esta ciudad fue cambiando su arquitectura y sus elementos ornamentales, como plazas, esculturas y murales. En la década de los sesenta y setenta del siglo pasado, con el crecimiento institucional de la época, espacios públicos y privados apelaron a los murales como medio para hacer alegorías de sus funciones. Es el caso de el mural de Galo Galecio en el edificio general del IESS, o el mural de Eduardo Kingman, que adorna la fachada de la Cima de la Libertad.

Proponen temas y gráficos que no siempre son fáciles de entender: como la música nueva, generan incomodidad y, antes que entusiasmo, a veces reciben la apatía de transeúntes y vecinos. Pero de apoco, estos lenguajes se vuelven parte de la vida y la convivencia en la ciudad. El fenómeno del muralismo urbano no le pasa solo a Quito, es una corriente a nivel mundial, una nueva y dinámica tendencia que busca apropiarse y revivir espacios urbanos públicos y privados en desuso, como fachadas laterales, muros de contención y demás infraestructura gris y aburrida. Esta nueva práctica busca reclamar el mobiliario urbano como medio legítimo y apropiado para la expresión ciudadana. Composiciones robustas con fuerza y desenfado, colores vivos que invitan al esparcimiento continuamente, relatos de identidad y un poco de crítica social forman parte de la nueva propuesta.

La nueva propuesta de las Galerías de Arte Urbano, que elevan a los muros el arte más formal e intelectual, adornando la ciudad y socializando el legado palpable de los maestros. Son una nueva opción para disfrutar en esta nuestra ciudad, una ciudad responsable amigable e incluyente.

Esta nueva tendencia se robustece con una nueva generación de artistas gráficos, que no vienen solo de la Escuela de Artes: encontramos entre este nuevo contingente humano de creadores licenciados en artes, ilustradores de cepa, fotógrafos, además de diseñadores gráficos, que con mucha entrega, desinterés e ilusión forman este gran batallón de talento humano, listo para entrar en acción cuando la sociedad lo demande.

Esta práctica de la pintura pretende democratizar al arte, sacándolo del pedestal quieto y frio de una sala de exposiciones, o de la solemnidad de un museo, o de la intimidad de la colección particular. La pintura se brinda, en el mural, generosa y abierta ante a los transeúntes, que durante un par de minutos se permiten a ellos mismos ser espectadores y público de una composición y atender al relato plástico, plasmado en gran formato con colores vivos y brillantes. Los murales son un poco como las plantas, buscando el sol a través del gris oscuro y triste del concreto.

En sociedades andinas como las nuestras hay una gran riqueza cultural y artística, así como una gran riqueza humana y afectiva. Somos ricos en cariño, alegría y color, la relación que los latinos y especialmente los andinos tenemos con el color es particularmente estrecha, siempre los ha sido en nuestra comida, vestido, paisaje… Esta influencia directa es lo que tienen en común las nuevas propuestas que plantean legitimar esta tendencia pictórica con trabajo y calidad, en formatos que permitan su disfrute colectivo.

En un momento fueron signo de poder, cuando los señores y miembros de la burguesía, encomendaban murales ornamentales en las entradas de sus casas y haciendas, incluso en conventos e iglesias. En los últimos años, sin embargo, otros murales han surgido no desde el poder sino desde la rebeldía alegre que ocupa y activa el espacio público, lo vuelve sitio vivo.

En la región, capitales como Lima y Bogotá no se quedan atrás y emulan políticas culturales, similares a las que en ciudades como Barcelona, París o Berlin se llevan a cabo, en donde los Gobiernos locales promueven el muralismo urbano en el marco de políticas de inclusión ciudadana y, además, como un atractivo turístico, que responde a las necesidades del turismo cultural, uno de los de mayor incidencia en nuestros países. El mural urbano permite al turista disfrutar y al ciudadano producir y convivir con su espacio.

En los últimos diez años la ciudad se ha vista paulatina y gradualmente cubierta por los graffitis, expresión espontánea que busca llamar la atención de la gente con letras deformes de tamaños gigantes, seres mitológicos y retratos de los habitantes escondidos de la urbe. Es una práctica vinculada especialmente con agrupaciones juveniles, y más intensa en barrios periféricos (aunque la céntrica Floresta es también

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territorio conquistado por estos artistas de la lata de aerosol).

Para fin de año, los artistas locales del mural urbano, graffiteros y graffiteras, están cocinando un encuentro internacional en Quito. Aunque no hay fechas ni vale contar todavía quiénes son los padrinos, esta fiesta de la pintura y del color quiere proponerle a la


ciudad que no solo paredes o muros pueden ser usados como lienzos: edificios completos pueden darle una nueva escala al mural urbano y ampliar los territorios de expresión de este colectivo de creadores inquietos. Fachadas y muros verticales permiten su observación desde diferentes distancias y son característicos de esta nueva pintura. Sus temas generalmente atienden a la realidad del contexto en que son realizados y muchos artistas crean a partir del diálogo con la comunidad, el barrio, los vecinos… Se apuesta por un uso cuidadoso de un espacio que es de todos los que por allí habitan, del que camina a diario cerca, del que trabaja ahí. Las mejores dinámicas vuelven participativa e incluyente a esta práctica, y cuestionan y dinamitan la idea moderna del autor individual y genial en sí mismo, desplazada por la de un creador que dialoga con su gente y con su historia. La ciudad se transforma y se adapta, como las capitales de la región, y en Quito cada vez crece más la apertura al mural urbano, reconocido como una práctica dinámica e incluyente. En nuestros muros conviven lo clásico y lo nuevo, pues la inclusión genera varios espacios, encuentros y diálogos en la ciudad, entre artistas nuevos y de élite, noveles y consagrados.

Una ciudad-galería El 4 de abril arrancó la Galería de Arte Urbano 2013. Diferentes muros entre La Y, al norte, y Quitumbe, al sur, serán intervenidos con murles basados en obras de grandes firmas del arte ecuatoriano. Participan artistas vivos, como Nelson Román o Isabel Ullauri, y otros ya desaparecidos, como Oswaldo Guayasamín o Gonzalo Endara Crow. En total, los murales ocuparán 3 800 metros de espacio público, según reportó la oficina de la concejala María Sol Corral. El alcalde Barrera agradeció a los titulares de las obras y a los artistas que han cedido sus derechos, y también a los cerca de 100 artistas que van a reproducirlas en los espacios públicos. “Este proyecto no es costoso, pero tiene un enorme valor simbólico. Refleja la dignidad del espacio público de Quito”. Fátima Endara, hija de Endara Crow, valora el proyecto realmente como un aporte para la ciudad. “Casi a los 16 años de la muerte de mi padre, plasmar una de sus obras en La Y nos llena de alegría. Lo pintamos con cerca de 40 discípulos y talleristas que trabajaron directamente con él desde el 8 de abril”. Uno de los artistas, Ricardo Dávila, opina que se humanizará a la ciudad. “Este es el inicio de un proyecto que espero tenga mucho futuro y mucho vuelo”.

Foto realizada por el autor del artículo en Lima, Perú, durante un proceso colectivo de arte urbano latinoamericano.

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Culturas

Después del éxito de ‘Sin Otoño, sin primavera’, Iván Mora presentará el documental ‘La bisabuela tiene alzheimer’. Fotografía del rodaje (cortesía Cinememoria).

EDOC

La fiesta de los documentales

Texto: Revista Q

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E

ste año la edición XII del Festival Internacional de Cine Documental “Encuentros del Otro Cine” empezará el 9 de mayo en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Se presentarán 121 documentales de 37 países, todas producciones posteriores al año 2011. Estarán presentes 12 cineastas ecuatorianos y 10 extranjeros, entre los invitados destacan Marcel Lozinski (a quien este año el Festival le dedica una retrospectiva), John Appel, Ignacio Agüero y Mercedes Moncada. En Quito, los EDOC se quedan hasta el 19 de mayo. Luego estarán en Guayaquil del 13 al 26 de mayo y después se presentarán simultáneamente en varias ciudades del país, como Cuenca y Manta. Como destacados del EDOC 2013, la película de Appel “Wrong Time, Wrong Place” (En el momento equivocado y en el lugar equivocado), centrada en los atentados de Oslo de 2011, propone una reflexión necesaria y profunda sobre el terrorismo, mientras que Lozinski, quien es considerado junto a Krystof Kieslowski uno de los padres del documental polaco contemporáneo, dictará un taller práctico en la FLACSO. Entre los cineastas ecuatorianos que estrenan sus obras se cuentan, entre otros, Pocho Álvarez, con su filme “Pieldolor”, Mateo Herrera con “Resonancia” y la ópera prima de Pavel Quevedo “La Tola Box”. Álvarez aborda testimonios sobre violencia contra las mujeres, Herrera se adentra en su pasión musical compartiendo tiempo con el renombrado maestro Lutier Raúl Lara y Quevedo retrata la tradición boxística del barrio La Tola en Quito. El festival se organiza con el apoyo de varias entidades públicas y privadas. Entre otros, los auspiciantes incluyen a la Municipalidad de Quito, la Casa de la Cultura Ecuatoriana, la Universidad de las Américas, el Consejo Nacional de Cinematografía, la FLACSO y los servicios culturales de las embajadas de Brasil, Francia, Alemania y España. De forma paralela al festival se celebrará el I Coloquio Internacional de Cine Documental organizado por la Universidad Andina Simón Bolívar entre el 14 y el 16 de mayo, con participación de académicos de varios países.

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Culturas

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Cultura: un nuevo sistema para gestionarla Texto: Revista Q • Fotos: Martín Jaramillo

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E

l Ministerio de Cultura del Ecuador (MC) presentó el Sistema de Información Cultural (SIC) el jueves, 11 de abril, en el Centro de Arte Contemporáneo (antiguo Hospital Militar). Este sistema constituye una plataforma informática a disposición de todas y todos los interesados para abordar los temas ligados al quehacer cultural, y busca facilitar los procesos de participación en las convocatorias a fondos concursables, auspicios y festivales (actualmente esas convocatorias provienen mayoritariamente del MC).

de infraestructuras y espacios expositivos (públicos, privados y comunitarios), laboratorios, colectivos y redes de producción, reflexión y circulación cultural para la creación, producción, investigación, promoción y circulación de temas, proyectos y procesos relacionados con la cultura. Como directorio nacional cultural, el RUAC permitirá conocer el universo de actores culturales que requieren la atención de las instituciones del Sistema Nacional de Cultura.

Además, la iniciativa abre la posibilidad real de construir un directorio de artistas y gestores culturales, así como de productores y espacios de exhibición, localizar y visualizar los recursos culturales del país y exponer la riqueza cultural nacional existente. Para este proceso se apuesta por las tecnologías de la información y la comunicación y por un proceso que conecte al territorio cultural ecuatoriano con la nube informática del siglo XXI.

Subsistema que realiza el seguimiento y la gestión de los proyectos culturales del Ministerio de Cultura a través de una base de datos centralizada donde se incluyen estudios enmarcados en el desarrollo de los proyectos.

Atlas de Infraestructura y Patrimonio Cultural del Ecuador (AIPCE):

Mayra Estévez, Subsecretaria de Artes y Creatividad del Ministerio de Cultura, subraya que a partir del uso y difusión de esta herramienta se podrá contar con información certera sobre la cual diseñar políticas públicas para el sector cultural del país. Territorializar el derecho a la expresión cultural, logrando que el principio reconocido en la Constitución aterrice en toda la República es una necesidad sobre la cual hay que trabajar.

Plataforma que identifica y mapea los recursos culturales existentes en el país, localizando así tanto los lugares patrimoniales como los espacios culturales. Muestra datos estadísticos de interés, como patrimonio natural y cultural, infraestructura, educación, índice de desarrollo humano y otros.

El sistema cuenta con cinco ejes de ejecución, cada uno de los cuales se plantea como un proyecto propio (subsistema) que a la vez se integra con las otras iniciativas que conforman el SIC:

Proyecto generado en el año 2010 cuyo producto final es un DVD que contiene la sistematización sonora de 15 pueblos y nacionalidades indígenas de nuestro país, conscientes de que el patrimonio sonoro del Ecuador es la memoria histórica de los pueblos y el sustento de la cohesión y la construcción de nuevas identidades.

Subsistema de Incentivos Ciudadanos para la Cultura (SICC): Maneja las solicitudes de convocatorias de Fondos Concursables, Festivales y Auspicios a través de un portal Web, llevando un registro actualizado de datos de los proyectos postulados por la ciudadanía.

Subsistema de Registro Único de Actores Culturales (RUAC): Plataforma de información y base de inclusión que comprende a artistas, gestores culturales, activistas comunitarios, investigadores, académicos y proveedores de servicios culturales. Se trata de un inventario

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Subsistema de Administración de Proyectos Culturales (SAPC):

Atlas Musical y Sonoro del Ecuador (AMSE):

Cada uno de los  subsistemas  del Sistema de Información Cultural cuenta con su respectiva página web a través de la cual se puede acceder a los datos. Los cinco ofrecen información confiable, oportuna y actualizada sobre la naturaleza que configura los escenarios culturales y patrimoniales del Ecuador. Se trata de una propuesta por la democratización de la cultura, por la regulación de políticas culturales y por la promoción de una diversidad cultural que, muchas veces, no encuentra cómo ni dónde difundirse.


El RUAC depende de la participación

E

l RUAC (siglas del Registro Único de Actores Culturales) es un portafolio nacional de artes, culturas y creatividades. Una plataforma de información a nivel territorial que comprende a artistas, gestores culturales, activistas comunitarios, investigadores, académicos, proveedores de servicios culturales. Constituye un inventario de infraestructuras y espacios expositivos que promueven la producción de la mano con la difusión cultural y la reflexión sobre las obras. Se trata eminentemente de una herramienta de construcción colectiva. Requiere la participación activa y permanente de los actores culturales para la promoción y circulación de proyectos y procesos relacionados con las artes, con la cultura y con las propuestas creativas, así como las dinámicas de creación, producción o investigación. Además de ser un directorio nacional que facilita la búsqueda de portafolios según el campo de acción, el RUAC consolida una línea base que nos permite cono-

cer el Sistema Nacional de Cultura, coordinado por el Ministerio de Cultura del Ecuador. En definitiva, es un archivo vivo que nutre las políticas sectoriales. El RUAC activa la proximidad entre los actores culturales, las redes sociales y las ciudadanías en general. La promoción y visibilización de las prácticas artísticas y culturales. A escala nacional e internacional, nos permite hacer una valoración de la oferta cultural desde los territorios y dentro de la geopolítica de creación. La mirada de las prácticas culturales que propone el RUAC es abierta, pues concibe a las artes, las culturas y las creatividades como actividades que no están separadas de otras prácticas y manifestaciones sociales: están atravesadas por un contexto histórico y social. El RUAC es un espacio virtual es de fácil acceso para quienes deseen inscribirse y para los interesados en indagar los diferentes aspectos sobre la producción artística y cultural del Ecuador Contemporáneo, dentro y fuera de sus fronteras.

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Culturas

BIBLIOMANÍA

La clínica de los seres hablantes: psicoanalistas de Quito, 20 años de viaje “Estas páginas de Trayectoria…, recopiladas por Gino Naranjo, dan cuenta y reúnen una parte del trabajo que a partir de 1992 se realiza con la Asociación Lacaniana Internacional (A.L.I.) en Ecuador para la transmisión del psicoanálisis. A lo largo de 20 años, conferencias, seminarios, jornadas, encuentros y algunos artículos preparatorios –publicados aquí– dan testimonio de una ardua labor organizada y sostenida por miembros de la A.L.I., ecuatorianos y extranjeros, instalados en Quito. Este trabajo ha surcado un lugar de intercambio inquieto y renovador en el medio ecuatoriano, en el cual las palabras de los maestros y psicoanalistas europeos de la A.L.I. han hecho tambalear una afición puramente intelectual de las enseñanzas de Sigmund Freud y de Jacques Lacan hacia la atención de un Real insoslayable: la clínica de los seres hablantes que somos, la formulación de verdaderas preguntas y una disposición a responderlas de una manera lo más consecuente posible con el legado de Freud y de Lacan para el psicoanálisis. Ello implica lo que, al prestar nuestra oreja en tanto psicoanalistas, plantean nuestros pacientes y que no dista mucho de aquello que también se manifiesta a nivel de lo que se suele llamar la vida pública, política o social. En resumen: el trabajo que realizamos con la A.L.I. introduce a una ética, que sin soslayar ni denigrar la moral, o sea, esas costumbres que fabrican una existencia más o menos soportable, abre el espacio para indagar, para esclarecernos cada vez más sobre los enigmas, equivocaciones, contradicciones, sobre lo que funda la infelicidad de lo humano: el no ser

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otra cosa que hablantes, hechos de la lengua, sujetos al lenguaje y al hecho de hablar (hablaseres, propuso Lacan) ... la mayor parte es la transferencia, pivote de la trayectoria que nos labra y labramos a cada instante…”. Iris Sánchez, diciembre de 2012

Este catálogo aproxima a los interesados en el psicoanálisis a diferentes propuestas originadas en

Quito. Se editó y

está disponible bajo el sello de

Rayuela, que recién estuvo de aniversario, en la Alemán E1262 y Juan Ramírez. 22 73 787.


Anaquel de novedades Antología de crónica latinoamericana actual

 Dario Jaramillo Agudelo, ed.

 «La crónica periodística es la prosa narrativa de más apasionante lectura y mejor escrita hoy en día en Latinoamérica.»

«Un lector que busque materiales que lo entretengan, lo asombren, le hablen de mundos extraños que están enfrente de sus narices, un lector que busque textos escritos por gente que le da importancia a que ese lector no se aburra, ese lector va sobre seguro si lee la crónica latinoamericana actual».

«Entre los grandes capítulos de la crónica latinoamericana se encuentra la violencia (el cronista, a menudo altavoz de la víctima, se sitúa a veces fuera de la moral convencional para poder oír las razones del asesino o de quien usa a los niños como objeto sexual). Pero la crónica cuenta también con un territorio apacible, como lo muestran las que hablan de héroes literarios (Borges, Monsiváis, Pavese...), ídolos de masas (Gardel, los Rolling Stones o un futbolista estrella), historias de vidas anónimas o insólitas (como las inmersiones en la vida de alguien con el salario mínimo, o en el mundo del intercambio de parejas)...»

DARÍO JARAMILLO AGUDELO

Equidae: fotos de caballos

 Christine Chemin
 
 La artista franco-ecuatoriana Christine Chemin presentó en la Casa de la Cultura Ecuatoriana la muestra pictórica y libro Equidae. Las obras tienen un cuidado realismo que destaca la armonía de su figura, la gallardía de su porte y la vida que hay en su mirada.

La artista, nacida en Costa de Marfil, se sitúa en un punto de confluencia entre la postura tradicional y las nuevas tendencias. “Hay una idealización del animal adoptado como modelo, en cuyos ojos hallamos una luz como de inteligencia, todo sobre un fundo adecuado, para completar con las airosas crines un conjunto vital, equilibrado y armonioso”, afirma la curadora Inés Flores.

Cancionero Ecuador: Antología musical indispensable

 

 Pablo Guerrero, compilador e investigador

 El Archivo Equinoccial de la Música Ecuatoriana ha editado el cuarto tomo de su Cancionero Ecuador: Antología Musical Indispensable: historia sonora del Ecuador en partituras, con partituras antológicas de música popular, étnica y académica del Ecuador. La edición de la obra en formato digital está disponible mediante el siguiente procedimiento: depostiar el donativo sugerido de doce dólares por tomo, en la cuenta de ahorros 3217152600 del Banco Pichincha o en la cuenta corriente N° 0103150801-7 del Banco Promerica (ambas a nombre de Fidel Pablo Guerrero, 170737601-6). Tras el depósito enviar el respectivo comprobante de depósito o transferencia al correo musicadelecuador@gmail.com, inmediatamente enviarán a su correo electrónico el tomo solicitado del Cancionero Ecuador en formato de PDF.

La Trasnoche de una poeta

 Ángeles Martínez

 

 “Trasnoche” es el más reciente título de la poeta cuencana Ángeles Martínez. El libro pertenece a la colección “Último Round” de la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay. El poemario, al decir de Cristóbal Zapata, “hace acopio de ese filón ocurrente e imprecatorio que la autora ha convertido en su marca estilística, pero transita hacia una dicción más feliz y gozosa”. Colección de los mejores textos escritos por Martínez en el último lustro, “Trasnoche” confirma –según Zapata– a Ángeles Martínez “como una de las más vívidas expresiones de su género y de su generación en la actual poesía ecuatoriana”.

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IMPERDIBLES

Exposiciones

agenda cultural

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Miradas Sureñas: fotos Proyecto del Taller Aquelarre, uno de los más prestigiosos de Uruguay, que llega a Quito, con la propuesta de ocho fotógrafas uruguayas que narran su entorno, su tiempo y su gente. Hasta el 12 de mayo Centro Cultural Metropolitano Sala V De martes a sábado de 09h00 a 17H30 / Domingo de 10H00 a 13H30 Entrada Libre

Polifonía: plástica y poesía Un proyecto multidisciplinar que integra el trabajo plástico de autores nacionales e internacionales, entretejiendo un diálogo entre dibujo, escultura, poesía sonora, video e instalación. Del 10 al 31 de mayo Alianza Francesa De lunes a viernes de 09H00 a 19H00 / Sábado 09H30 a 12H00 Entrada Libre Paradigmas Exposición plástica de la artista Rosario Flores, una muestra centrada en la feminidad. Utilizando la simbología histórica, muestra su visión personal construida en sus experiencias de vida, sobre el mundo y la realidad. Del 10 de mayo al 08 de junio Casa de la Fundación Teatro Nacional Sucre 19H30 Entrada libre

Vida y Muerte en el Hospital San Juan de Dios Recreación de escenas cotidianas expuestas y recorrido con personajes encarnados. Todo mayo Museo de la Ciudad De 09H30 a 16H30 Entradas: $3 general, $2 estudiantes y tercera edad, $1 menores de 12 años Visualidad de Quito Exposición fotográfica sobre la ciudad y sus momentos durante el primer siglo de la fotografía en la ciudad, desde 1860 hasta 1950. Hasta el 02 de junio Centro de Desarrollo Comunitario Alangasí (Parque Central de Alangasí) De martes a sábado, de 09H00 a 17H00 Entrada Libre Visitas a la Época de Oro Visitas al Museo de la Música y Teatro de la Época de Oro “Ernesto Albán”, con la presentación de la Revista Musical “Recuperando la Música Ecuatoriana de la Época de Oro”. Desde el 12 de mayo Centro Cultural “La Casona de las Artes” (sector Rancho San Francisco) Domingos, de 14H00 a 18H00 Entradas: $20 por persona Día Internacional de los Museos: 18 de mayo Rutas culturales especiales de la Zona Centro Norte de Quito en homenaje a la conmemoración de este día, al ser los museos un referente histórico, identitario y cultural. Del 16 al 18 de mayo Museo de Historia Natural Gustavo Orcés V / Casa Cultural Trude Sojka / Museo de Arte Moderno De 09H00 a 16H00 Entrada Libre

“Brujerías” Inauguración de la Exposición de pintura de la artista Diana Armas. Todo mayo Cafelibro (Leonidas Plaza y Wilson) Lunes a sábado, 12H00 a 22H00 Entrada Libre

Premio Mariano Aguilera Los investigadores, artistas y gestores culturales que ganaron las diez becas del Premio Nuevo Mariano Aguilera de 2012 exponen sus proyectos en el Centro de Arte Contemporáneo a partir del mes de mayo. Apertura: 02 de mayo / 19H00 David Cevallos, “Ejercicios de paciencia”•Estefanía Peñafiel, “Cuenta regresiva”•Oscar Santillán, “San Agustín”• Tranvía Cero, con “P010”•Víctor Costales y Julia Rometti, “Agitación-Vegetación o los movimientos de las plantas”•Libertad Gills, “Cine Foro: Comuna Engabao” • Anthony Arrobo, “A History of the light”•Conferencia de Christian León, martes 7•Lanzamiento “Trascámara: La imagen pensada por fotógrafxs” de Alex Schlenker, jueves 9


Teatro y danza Las Aventuras de Alvin Sputnik: El explorador de alta mar La obra fusiona animación, títeres, proyecciones y música en vivo. Narrada por Tim Watts y producida por Chris Isaacs, Perth Theatre Company y Nic Clark. 14 y 15 de mayo Teatro México 11H00 y 15H00 Entradas: $10 adultos, $5 niños, tercera edad y personas con discapacidad Danza Contemporánea El Taller Permanente de Experimentación Coreográfica presenta una forma de vivir y bailar. Dirigido por Kléver Viera. 21 y 22 de mayo Teatro México 11H00 y 15H00 Entrada libre Venciendo La Cordura El grupo Rama de Plata presenta su obra teatral, enfocada a albergar a los exiliados, señalados, marginados. Dirigida por Ciro Gómez. 15 y 16 de mayo Teatro Variedades Ernesto Albán 19h30 Entrada: $10, estudiantes $5

Mujeres habitadas Un proyecto que busca el cambio y el aporte a la cultura nacional a través de nuevas propuestas. Una propuesta multidisciplinaria que expone como resultado escénico un híbrido de cantos, poesía, danza y música para que el arte sea entendido y apreciado en un contexto determinado. 10 de mayo Teatro México 19H30 Entrada: $5 Romerías Tradicionales Una muestra de religiosidad popular se manifiesta en este evento, recreado la tradición de las antiguas romerías en nombre de personajes religiosos populares. Hasta el 31 de mayo Santuario Franciscano “Nuestra Señora de Guápulo” Desde las 07H00 Entrada libre

Música Cirque del Shay: Michael Shay y sus amigos Propuesta que combina rock, blues, bluegrass, yumbo, cumbia, samba, electrónica, huayno, jazz y folk. 04 de mayo Teatro Variedades Ernesto Albán 19H30 Entradas: $10 general, $5 estudiantes Lanzamiento del CD “La Santa Fanesca” Presentación de la primera producción musical de la banda Swing Original Monks. Luego de tres años de trayectoria y varias presentaciones internacionales, la agrupación regresa a la capital con disco y show. 10 y 11 de mayo Teatro Variedades Ernesto Albán 19H30 Entradas: $8

Trío Pambil y Banda Sinfónica Metropolitana de Quito Presentación de música nacional, mezcla de tradición y propuesta contemporánea, en el concierto de inauguración de la propuesta “Nuestra Música”. 04 de mayo Teatro México 19H30 Entradas: $3 Sven, el Payaso Triste de la Noche Sven, el Payaso Triste vuelve a las tablas de la Asociación Humboldt más llorón, enojado y bipolar que nunca. Pide al público no reírse de las enfermedades mentales que le acechan y escuchar con recogimiento su tercera temporada. Del 30 de mayo al 08 de junio Asociación Humboldt Jueves a sábado, 20H00 Entradas: $10 general, $7 estudiantes

Minúsculos Navíos Navegando en la Memoria Espectáculo de dos obras del Patrimonio Literario del Ecuador montadas con un peculiar lenguaje de danza y teatro, este teatro-ensayo de la Casa de la Cultura dirigido por Antonio Ordoñez y el grupo de Danza Estabones de Marisa Créténier trae a escena el cuento del escritor Raúl Pérez Torres “El marido de la Señora de las Lanas “e interpretan los hechos históricos de la novela “Las Cruces sobre el Agua” de Joaquín Gallegos Lara. 15 de mayo Auditorio Alianza Francesa Quito 19H30

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Talleres Iniciación a la fotografía digital con vsfoto.net

Taller “El reportaje: Primo hermano de la literatura”

Del 20 al 30 de mayo

Del 14 al 16 de mayo

Asociación Humboldt

Ciespal

De 18H30 a 20H30

De 09H00 a 17H00

Costo: $90

Costo: $90+IVA

Taller “Movimientos corporales para tu salud y bienestar”

Taller de Pintura Batik

Del 08 al 29 de mayo Patio del Arupo Miércoles, de 18H00 a 19H30 Costo: $30 (incluye materiales y refrigerio)

Del 15 al 31 de mayo Centro Cultural Benjamín Carrión Martes, jueves y viernes, de 10H00 a 12H00 Entrada gratuita previa inscripción

Taller de Teatro para niños de 7 a 12 años

Taller de Escultura en Cerámica con Sofía Ullauri para jóvenes de 15 a 25 años

Desde el 13 de mayo

Del 15 al 31 de mayo

Patio de Comedias

Centro Cultural Benjamín Carrión

Lunes y martes, de 16H00 a 17H00 Costo: $150 +IVA

Martes, jueves y viernes, de 10H00 a 12H00 Entrada gratuita previa inscripción

• La muerte de Jaime Roldos / Manolo Sarmiento y Lisandra I. Rivera, Ecuador, 2013, 123’, español SEGUIDO DE UN FORO CON LOS DIRECTORES JUEVES 9, 19:30 Teatro Nacional CCE • Y en el centro de la tierra había fuego / Bernhard Hertzenauer, Ecuador, Alemania, Austria, 2013, 78’, español, alemán con subt SEGUIDO DE UN FORO CON EL DIRECTOR VIERNES 10, 18:45 S1 del OchoyMedio • La bisabuela tiene Alzheimer / Iván Mora Manzano, Ecuador, 2012, 52’, español SEGUIDO DE UN FORO CON EL DIRECTOR SABADO 11, 17:00 S1 del Ocho y Medio • Pieldolor / Pocho Alvarez, Ecuador, 2011, 66’, español SEGUIDO DE UN FORO CON EL DIRECTOR SABADO 11, 17:30 INCINE • Tierra Adentro / Gerardo Merino Rosero, Ecuador, 2013, 58’, español SEGUIDO DE UN FORO CON EL DIRECTOR SABADO 11, 20:00 Alfredo Pareja CCE • Soñarse muerto / Micaela Rueda, Ecuador, 2013, 80’ SEGUIDO DE UN

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Lanzamiento “Diario de Escritura” Belém Muriel presenta un libro de cuentos que escribió entre Francia y el Ecuador. El libro está ilustrado por su padre el artista ecuatoriano Guillermo Muriel. 30 de mayo Mediateca de la Alianza Francesa 19H30 Entrada Libre Tertulia Literaria Byron Torres Azanza, de Loja, conversará con el público acerca de su libro “Desvíos entre el café y la locura” 07 de mayo Cafélibro 20H00 Entrada Libre

Presentación “Reloj de Péndulo” Franco Jaramillo, reconocido poeta lojano, presenta su nuevo libro en Quito. 21 de mayo Cafélibro 20H00 Entrada Libre Octava Maratón del Cuento Festival que reunirá a reconocidos escritores de literatura infantil nacionales e internacionales, para promover e incentivar la lectura entre niños y jóvenes, con conversatorios y relato de cuentos, difundiendo principalmente la producción nacional ¡Todos invitados a leer y soñar! 18 y 19 de mayo Centro Cultural Itchimbía De 10H00 a 18H00 Entrada Libre

Literatura

FORO CON LA DIRECTORA DOMINGO 12 ,18:00 S1 del OchoyMedio • La Tola Box / Pavel Quevedo Ullauri, Ecuador, 2013, 87’, español SEGUIDO DE UN FORO CON EL DIRECTOR DOMINGO 12, 18:30 INCINE • Tal y como somos / José Zambrano Brito, Ecuador, 2012, 35’, español SEGUIDO DE UN FORO CON EL DIRECTOR DOMINGO 12, 16:00 Alfredo Pareja CCE • ¿Quién es X. Moscoso? / Juan Rhon, Ecuador, Vietnam, EEUU, Colombia 2012, 55’, español SEGUIDO DE UN FORO CON EL DIRECTOR LUNES 13, 19:00 S1 del OchoyMedio • Todo sobre mi mate / Nelson Scartaccini, Uruguay, 2012, 52’, español SEGUIDO DE UN FORO CON EL DIRECTOR LUNES 13, 21:15 INCINE • Laguna / Diego Valencia, Ecuador, 2013, 26’, español SEGUIDO DE UN FORO CON EL DIRECTOR MARTES 14 17:00 S1 del OchoyMedio

• Años Viejos / Jose Yépez, Ecuador, 2013, 58’, español SEGUIDO DE UN FORO CON EL DIRECTOR MIERCOLES 15 18:45 S1 del OchoyMedio • El barrio de las mujeres solas / Galo Betancourt, Ecuador, 2013, 67’, español MIERCOLES 15 21:00 INCINE • Resonancia / Mateo Herrera, Ecuador, 2013, 64’, español SEGUIDO DE UN FORO CON EL DIRECTOR JUEVES 16 20:45 S1 del OchoyMedio • Despedida / Alexandra Cuesta, Ecuador, EEUU, 2013, 10’, inglés con subt SEGUIDO DE UN FORO CON LA DIRECTORA JUEVES 16 20:15 INCINE

EDOC primeras funciones ecuatorianas


WEBYARTE

Cine Ciclo de Películas Cultura Libre

CRAJES

http://crajes.tumblr.com/

Ciclo de proyecciones en torno a la educación y las expresiones culturales. La cultura libre fomenta el acceso universal al conocimiento, la creación artística y el intercambio cultural.

DAVID SYKES

http://blog.davidsykes.com/ sweet-skulls/139

Auditorio Alianza Francesa 19H30 / Entrada Libre Lunes 06 de mayo: Good Copy, Bad Copy Lunes 13 de mayo: Remix Manifiesto Lunes 20: Educación Prohibida Lunes 27: ¡Copiad malditos! 7 Mil Millones de Otros Proyecto cinematográfico de 6000 entrevistas filmadas en 84 países: ¿Qué aprendió de sus padres? ¿Qué querría transmitir a sus hijos? ¿Qué pruebas tuvo que atravesar? ¿Qué representa el amor para usted? Para descubrir qué nos separa y qué nos une. Auditorio Alianza Francesa Martes 28 de mayo, 19H30: Historias de amor y sueños y renuncias Miércoles 29 de mayo, 19H30: Sentido de la vida y miedos Viernes 31 de mayo, 18H00: Sueños de infancia, hacer durar el amor, la felicidad Entrada Libre

ALBERTO SEVESO

www.visualnews.com/2012/03/22/ alberto-sevesos-smoke-art/index.php

AGNES CECILE

http://agnes-cecile.cleanfolio.com/

IMPERDIBLES

agenda cultural

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E

n los dos primeros días de apertura de la primera fase del parque Bicentenario, la respuesta de la ciudadanía batió todas las previsiones. Entre el sábado 27 y domingo 28 de abril, un total de 299.544 personas visitaron, disfrutaron y se apropiaron de este nuevo espacio. La cifra supera ampliamente las visitas que registran otros parques como, por ejemplo, La Carolina (200.000 mensuales) o el parque Metropolitano Guaguiltagua (110.000 mensuales).

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