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Su voz se hizo palabra, para Alfonso Rangel Guerra // Roberto Arizmend
La voz se hizo palabra y la palabra cátedra y ejemplo. En ese transcurrir …..inexorable del tiempo, con paso sereno, seguro y apacible, se marca la huella indeleble en el camino. El hombre, sin duda, el centro, y la vida, lo esencial de la existencia. La Naturaleza no esconde secretos, los muestra con todos sus aromas y colores para que quien abra los ojos los descubra, la mente los capte e internalice y siempre las manos construyan desde que la luz anuncia el alba. La palabra segura y precisa, a tiempo e indubitable, anuncia destino para recorrer trayectos, y horizonte para que el sueño busque la línea imaginada, siempre la utopía. No hay necesidad de coerción o de amenaza la enseñanza valiosa es fina y comprensiva, una dúctil manera de armar rompecabezas en medio del desencanto o la indolencia. La palabra suave y precisa, en el momento exacto, es lo que modela a perfección a l joven, adulto o niño que la escucha. Aprender no es de edad sino de gusto por descubrirle al mundo sus secretos. Las aves conocen el momento preciso de emitir su canto, el viento arrastra aromas de todo el universo, la lluvia renueva ambiente y limpia los prejuicios, pero solo algunos descubren cómo y cuándo es el momento de decir una palabra y compartirla p ara formar y transformar, hacer de lo cotidiano un trozo de la historia.
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