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Mutra y el discurso de Paz: lo inasible del presente // Nicelia Butten

Uno de los temas más recurridos en la obra de Octavio Paz es el tiempo, su búsqueda, su paso y lo impermanente. En Libertad bajo palabra, publicado en 1960, se reúnen varios poemas que abordan esta preocupación del poeta. En particular, en Mutra se reflejan algunas estampas de la sensación de “caer en la cuenta” de que el presente se le está escapando al poeta. Esta misma sensación es discutida en el discurso que ofreció en 1990 al recibir el Premio Nobel. Entonces, describió el entorno en el que vivía cuando era niño en Mixcoac, cerca de Ciudad de México. Se trataba de una casa grande, con un jardín y la biblioteca de su abuelo:

"Libros con cuadros, sobre todo libros de historia, avivados con furor, suministraban imágenes de desiertos y selvas, palacios y chozas, guerreros y princesas, mendigos y reyes. Naufragamos con Sinbad y con Robinson, peleamos con d’Artagnan, tomamos Valencia con el Cid… El mundo era ilimitado pero siempre estaba al alcance de la mano; El tiempo era una sustancia flexible que tejía un presente ininterrumpido."

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Más adelante, menciona que el hechizo se rompió poco a poco y no de repente, y describe una escena de cuando un primo le muestra una foto de soldados marchando por una avenida:

"'Han regresado de la guerra', dijo. Este puñado de palabras me perturbó, como si presagiaran el fin del mundo o la Segunda Venida de Cristo. Sabía vagamente que en algún lugar lejano una guerra había terminado unos años antes y que los soldados marchaban para celebrar su victoria. Para mí, esa guerra había tenido lugar en otro tiempo, no aquí y ahora. La foto me refutó. Me sentí literalmente desalojado del presente."

En tanto, los primeros versos de Mutra reflejan la sensación de algo que llega lentamente y sin embargo es poderoso, vehemente y sin posibilidad de dar marcha atrás:

Como una madre demasiado amorosa, una madre terrible que ahoga como una leona taciturna y solar, como una sola ola del tamaño del mar, ha llegado sin hacer ruido y en cada uno de nosotros se asienta como un rey

En su discurso continúa:

"A partir de ese momento el tiempo comenzó a fracturarse más y más."

En Mutra es el tiempo del mismo día el que comienza a fracturarse hasta el ocaso:

Este día herido de muerte que se arrastra a lo largo del tiempo sin acabar de morir, y el día que lo sigue y ya escarba impaciente la indecisa tierra del alba, y los otros que esperan su hora en los vastos establos del año, este día con sus cuatro cachorros, la mañana de cola de cristal y el mediodía con su ojo único, el mediodía absorto en su luz, sentado en su esplendor, la tarde rica en pájaros y la noche con sus luceros armados de punta en blanco, este día y las presencias que alza o derriba el sol con un simple aletazo:

Al frente del auditorio en Estocolmo, el poeta asegura que en este transcurrir la muerte es también un elemento importante:

"La muerte es también un fruto del presente. No puede ser rechazada, porque es parte de la vida."

La muerte en el poema es apenas un gesto sutil pero claro en el siguiente verso:

"Todos vamos cayendo con el día, todos entramos en el túnel…"

El poeta busca por varios caminos, intenta varias salidas, se siente confundido y se pierde y al mismo tiempo se encuentra:

"En esta peregrinación en busca de la modernidad, perdí mi camino en muchos puntos sólo para encontrarme de nuevo."

***

Dios, no quiero ser a tientas, no quiero regresar, soy hombre y el hombre es el hombre, el que saltó al vacío y nada lo sustenta desde entonces sino su propio vuelo, el desprendido de su madre, el desterrado, el sin raíces, ni cielo ni tierra, sino puente, arco tendido sobre la nada, en sí mismo anudado, hecho haz, y no obstante partido en dos desde el nacer, peleando contra su sombra, corriendo siempre tras de sí, disparado, exhalado, sin jamás alcanzarse…

El discurso concluye con optimismo, abraza la búsqueda como parte de la vida del hombre y aunque jamás llegue a sujetar del todo el presente, el poeta lleva la mirada a ese instante en que tiene algún descubrimiento que lo mueve. Denomina lo anterior como una verdad que es presente y es presencia:

"Buscamos la modernidad en sus incesantes metamorfosis, pero nunca logramos atraparla. Ella siempre escapa: cada encuentro termina en vuelo. La abrazamos y ella desaparece de inmediato: era sólo un poco de aire. Es el instante, ese pájaro que está en todas partes y en ninguna parte. Queremos atraparlo con vida, pero se aletea y se desvanece en forma de un puñado de sílabas. Nos quedamos con las manos vacías. Entonces las puertas de la percepción se abren ligeramente y la otra aparece, la verdadera que estábamos buscando sin saberlo: el presente, la presencia."

***

Y hundo la mano y cojo el grano incandescente y lo planto en mi ser: ha de crecer un día.

Notas

Octavio Paz, Obra poética I (1935-1970). Obras completas, edición del autor, Círculo de lectores, Fondo de Cultura Económica, 2001, p. 204. Discurso de Octavio Paz al recoger el Premio Nobel de Literatura de 1990, 31 de agosto de 2019. [en línea] https://www.ersilias.com/discurso-de-octaviopaz-al-recoger-el-premio-nobel-del-1990/

Índice de ilustraciones

Pág. 61 Cornelio Tácito (Enero 2017) Fotografía tomada de https://afuegocruzado.wordpress. com/2017/01/10/la-poesia-segun-octavio-paz/ Pág. 63 Ríos Rocha, Daniel (Abril 2017) Fotografía tomada de http://www.de180grados.com/octavio-paz-las-contradicciones-del-poder/

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