5 minute read
Noticias de Suomi // Nazario Sepúlveda
Nazario Sepúlveda
EL PAÍS, por el lado de acá, es desconocido; sólo los estudiantes de intercambio han oído acerca de él y algunos acceden a ir a estudiar allá porque en la educación es totalmente primer mundista además de su buena economía e ingreso per cápita. El nombre de Suomi sólo es utilizado por los que ahí viven, pues el mundo occidental, y también el oriental, creo, lo conocen con un nombre latino. Esto se debe a que se hallan en una latitud muy boreal y, si bien en la Europa del norte hubo un sitio, mítico o real, llamado Ultima Thule, durante la Edad Media el lugar ocupado por esta región llena de lagos y bosques es Finlandia: el quinto de los países septentrionales, llamados también escandinavos, es el único que no tiene un idioma como el de los otros cuatro, que derivan de la lengua germánica.
Advertisement
Con un lenguaje de origen no europeo llamado finlandés, este país del fin del mundo ha destacado en la literatura, la música y el cine. Con su industria fílmica, apenas conocida por acá, está realizando un cine importante y valioso que en Monterrey se exhibe con cuentagotas. Por ello fui a uno de los contados cines con pocas funciones para conocer, antes de que la quitaran a los pocos días, un film de un cineasta finlandés llamado Klaus Härö con una obra suya titulada El artista anónimo (Tuntematon mestari), cuya visión me dejó muy complacido.
La película me reveló cómo viven, actúan, sueñan y aman los que habitan en la capital de este país llamado Helsinki. Gracias al director Härö y a la guionista NN Heinämaa, conocí una historia realista, aparentemente simple, acerca de las vidas de un anciano, un adolescente y una mujer madura de la clase media que descubrían, en un lapso breve de tiempo, el drama principal de sus vidas. Al enfrentarlo, evitando por fortuna el melodrama, los personajes comprendían cómo el arte, en este caso la pintura, podía influir tanto en sus vidas gracias al muy realista y bello retrato atribuido a un pintor ruso del siglo XIX, que reunió en forma profunda y seria a los tres personajes, que pudieran haber sido los modelos de algún cuadro del pintor ruso Repin. Por ello, el film de arte tiene como leitmotiv al arte de la pintura en forma sutil e inteligente.
En El artista anónimo, el film de Härö, encontramos el cine realista que se ocupa de los personajes cotidianos, aparentemente anodinos, pero a los que les ocurre la aventura de vivir, de conocerse a sí mismos. El viejo comerciante de arte llamado Olavi, vive en su galería modesta y ordenada, en donde vende obras de finlandeses, rusos, suecos y de otros países. Recibe la visita de su nieto adolescente que vive con su madre divorciada, los tres son individualistas y solitarios. El joven, muy bien actuado por un chavo llamado Anos Brotherus, es rebelde, listo y logrará que el abuelo lo acepte, pero lo más importante, que lo eduque y le haga ver que desea que maneje el negocio, que no es de mucha clientela. Aparece el episodio de la venta, que ocurre en una subasta de cuadros de valores diversos en la que el viejo Olavi descubre un cuadro relegado, una obra anónima, hecha tal vez por un ruso, que decide adquirir a un precio alto, pues de ser de quien él sospecha, la obra valdría muchísimo más de los 10,000 euros por los que la gana. Entonces el cuadro empieza a cambiar las vidas y destinos de los tres.
El cuadro es sencillo y austero: la imagen de un hombre treintón, de pelo largo y barba que mira al frente en forma muy intensa. El joven nieto aprende sobre el arte como negocio y como expresión de belleza; el abuelo, para pagar la anónima pintura, utiliza los ahorros destinados a la educación universitaria del muchacho; la hija, interviene reprochándole a su padre su frialdad y su egoísmo. La búsqueda del autor del cuadro casi es una historia detectivesca, llevada a cabo por el joven en una tranquila ciudad nórdica cuyos habitantes viven el otoño boreal. Hasta el hombre del retrato del siglo XIX se vuelve esencial en la resolución del caso, pues de él no se sabe si era un campesino, un monje, un hombre del pueblo o acaso fuera un ícono de Jesucristo. Esto último podría ser la causa de que el pintor no lo hubiera firmado, comprobándose así que Olavi tenía la razón al atribuirle la obra al ruso Ilya Repin. La película, no obstante, evita el tema religioso.
El artista anónimo, técnicamente hablando, no utiliza efectos especiales y espectaculares. El director Härö empleó mucho las tomas en primer plano, sobre todo para retratar a los actores del film y para escudriñar los detalles del cuadro de Repin. Esta magnífica obra fílmica, claro, la vi en una sala vacía mientras las muchas salas vecinas estaban ocupadas en difundir el churrerío espectacular de Hollywood, con sus películas que son fácilmente olvidadas e inútiles tras haberlas visto. Era de esperarse, los otorgadores de estrellitas no le dieron ninguna a este film de arte sobre el arte, pues el film de Härö es tan sereno como la ciudad de Helsinki, que es donde ocurre todo el relato sobre el caso del ícono misterioso. Mientras escribo estas líneas, la película finlandesa ha disminuido en las dos o tres salas que la proyectaban; la cultura cinematográfica de la ciudad está por los suelos gracias a las muchas e inútiles salas del área metropolitana que no paran nunca en la presencia absolutista del cine de Hollywood.
Así, continúo viendo el cine que vale la pena. El haber conocido El artista anónimo me ha traído la buena noticia de que en Suomi, o mejor dicho Finlandia, siguen ocurriendo hechos muy positivos para el arte fílmico y que aparte de Aki Kaurismaki, el único director finlandés conocido en Monterrey, también hay otros como Klaus Härö que le da a los cinéfilos del mundo la oportunidad de conocer a la tierra del fin del mundo, en donde sus habitantes, por fortuna, están tan vivos y creativos como los de los otros países escandinavos.
Por último quiero referirme al hecho de que El artista anónimo revela que la cultura artística de Härö es amplia y variada, pues al emplear aquí la música de fondo no recurrió a las obras de Jan Sibelius, evitándose de este modo que el nacionalismo del cineasta cayera en los lugares comunes. Así están las cosas en Suomi, alias Finlandia. Las noticias son buenas pero muy pocos se enteran de ellas.
Índice de ilustración
Pág. 41-44 Sanna Vickman, Yle News (Enero 2019) Fotografía tomada de la página https://yle.fi/uutiset/3-10578790
Pág. 44 IMDb (2018) Fotografía tomada de https:// www.imdb.com/name/nm0405605