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Editorial
Editorial
Para los universitarios nuevoleoneses, el 5 de febrero tiene un significado singular, porque ese día conmemoramos dos sucesos históricos de señalada trascendencia. Uno de ellos, de re- levancia nacional, es la Constitución Política de los Estados Unidos Mexica- nos, de 1917. El otro, de importancia estatal, es la fundación, en 1964, del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León (STUNL).
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En el caso de nuestra Carta Magna, no olvidemos que hace 100 años, gracias a su contenido progresista, México ocupó un sitio descollante entre las naciones del mundo, al reconocer los derechos del ser humano como la base de las instituciones sociales, al establecer como principio indiscutible que la soberanía reside en el pueblo; al afirmar que el pueblo se constituye en una república representativa, federal y democrática, cimentada en el voto popular, la autonomía de los estados y el equilibrio de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.
Como coronación de la gesta revolucionaria iniciada en 1910 –caracterizada por profundos rasgos democrático-burgueses–, la Constitución incluyó preceptos benéficos para todos los mexicanos: las garantías individuales (Art. 1), la educación laica y gratuita (Art. 3), la libertad de imprenta (Art. 7), la libertad de culto (Art. 24) y lo referente al trabajo y la previsión social (Art. 123).
¿A quiénes recordamos este 5 de febrero? A los mexicanos caídos entre 1910 y 1917 –un millón, aproximadamente–; a quienes tomaron las armas y combatieron; y a aquellos que con la palabra y la escritura forjaron y redactaron las leyes contenidas en el texto de nuestro documento mayor.
El otro suceso histórico que los universitarios nuevoleoneses conmemoramos el 5 de febrero es el de la fundación del STUNL, el primer sindicato universitario independiente surgido en nuestro país.
Fue un grupo de profesores liberales, progresistas –donde estaban los comunistas–, el que, superando todos los obstáculos, impulsó la fundación del STUNL hace 53 años e integró en su seno a todos los trabajadores al servicio de la universidad.
Inspirados en los principios ideológicos de la Constitución de 1917, el STUNL fue concebido para la defensa de los intereses económicos, sociales y profesionales de los trabajadores universitarios nuevoleoneses. Para guiarlo en esta ardua tarea, sus fundadores le fijaron los siguientes objetivos generales y específicos, contenidos en el Artículo 4 de sus estatutos:
El Programa de acción del Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León, comprende los siguientes objetivos generales y específicos:
I. Luchar por el perfeccionamiento continuo de nuestro sistema democrático de gobierno y por la permanencia de las instituciones revolucionarias.
II. Cuidar siempre que la educación esté al alcance del pueblo.
III. Impulsar la educación nacional para que cumpla el objetivo fundamental de orientar a la juventud en la práctica de los principios de responsabilidad ciudadana, de solidaridad social y de confraternidad humana universal.
IV. Mantener el respeto a las convicciones políticas, a las ideas filosóficas y a las creencias religiosas que sustenten y profesen cada uno de los trabajadores de la universidad.
También en el Artículo 5 que establece: El Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Nuevo León mantendrá invariablemente su independencia y autonomía, sin más limitaciones que las que la Ley establece, y no aceptará injerencias en su vida interna de organismos políticos ni religiosos, ni podrá intervenir oficialmente en actividades políticas o religiosas.
Conmemoremos, pues, los dos sucesos antes mencionados e insistamos en la observación de los principios que los inspiraron, sin olvidar jamás a quienes con valor los defendieron —y aún hoy defienden— ante los bene ficiarios de los injustos privilegios. §