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Día del Patrimonio de Nuevo León: opotunidad para todos por Daniel Sanabria
Este próximo 12 de marzo de 2017 se celebrará la 4ª edición del Día del Patrimonio de Nuevo León, una iniciativa que ha venido creciendo con el paso de los años como una verdadera celebración de la identidad, de la historia y la cultura nuevoleonesas. Caso único en todo México, lo que posiciona en la avanzada a la entidad en este tipo de eventos.
Intentaremos abordar a continuación algunos asuntos que nos ofrecerán un contexto más apropiado para poder entender el significado más profundo de esta celebración de la cultura y la naturaleza.
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Antecedentes
Este tipo de iniciativas no son nuevas. En el último tercio del siglo pasado comenzó un movimiento para revalorizar el patrimonio cultural y también natural de ciertas regiones y países.
Desde 1973 se celebró en Canadá la Journée Internationale du Patrimoine Canadien; desde 1985 el Consejo de Europa estableció las llamadas Jornadas Europeas del Patrimonio (1). En 1995 se celebró por primera vez en Sudáfrica el Heritage Day, con la idea de que fuera un feriado nacional. En América del Sur ya Chile celebra desde hace años el Día del Patrimonio Cultural. En Uruguay se celebra también desde 1995 (2)
Esto habla de la importancia mundial que ha adquirido el asunto, con diferentes variantes, pero buscando esa revalorización de lo local, regional y nacional, quizá ante la pérdida de la identidad por la globalización masiva impuesta en las últimas décadas.
El caso de Nuevo León
Observando la enorme cantidad de elementos vinculados al patrimonio cultural en todas sus manifestaciones, así como las riquezas del patrimonio natural, el conjunto de instituciones incluso de clase mundial dedicadas a la custodia, salvaguarda y difusión de estos, la fuerte presencia de lo privado y ciudadano, no hizo sino pensar en que no se debía dilatar la propuesta de un Día del Patrimonio para Nuevo León.
Así, con la idea de generar la instancia interinstitucional, quien escribe este documento decidió comenzar una serie de contactos y sondeos para poder determinar el posible apoyo para sacar adelante la propuesta.
Al ver la recepción positiva de la idea, nos propusimos autoconvocarnos entre un conjunto de actores para poder realizar una primera junta de arranque sobre el caso.
Esto sucedía hacia fines de 2013, con el fin de determinar el objetivo general del evento, su alcance y sus implicaciones, además de intentar identificar ya la mejor fecha para su realización.
Con más de una docena de participantes en MARCO, dimos comienzo a esta verdadera aventura que no era emprendida por una agencia de gobierno, como en el resto de los casos antes dichos, sino que era producto de un grupo de organizaciones de la sociedad civil organizada en conjunto con organizaciones del sector público de los diversos niveles (municipal, estatal y federal), cuya naturaleza común era un vínculo fuerte con el patrimonio, la historia y la identidad estatales.
La discusión sobre el alcance quedó saldada con la designación “Día”, porque sería un solo día en específico, concretamente un domingo, por ser el día en que las familias podían acudir; y “del patrimonio”, porque sería incluyente, no considerando sólo el patrimonio cultural, sino también el natural.
La discusión sobre la fecha fue interesante, pues se buscó un domingo fijo en el primer semestre del año (el segundo se evaluó como saturado por muchos eventos culturales en la ciudad de Monterrey, particularmente), y se buscó que fuera un mes donde no hubiera más que la transición entre el invierno y la primavera.
De ese modo llegamos a marzo, y para que no colisionara con la Semana Santa o Semana de Pascua, se dejó el segundo domingo de marzo de cada año.
Los beneficios
Una acción conjunta de las organizaciones vinculadas al patrimonio estatal, de manera eminente por la educación y la cultura, acotada, en un esquema colaborativo horizontal, generaba expectativas importantes de beneficio para todos.
Esto, fundamentalmente para la sociedad toda, a la que se daría acceso a sitios que comúnmente no podría acceder, a eventos que no suceden cotidianamente, para el conocimiento y disfrute de sus propias raíces culturales en sus más variadas manifestaciones, así como de su entorno natural.
Asimismo se visualizaba, en un contexto de violencia, como una oportunidad para comenzar a restañar el tejido social lacerado por la misma. De igual modo funcionaría como una fórmula de cohesión social ante la inmigración proveniente de muchos otros estados, que en pocos años amenazaba con modificar de manera amorfa la identidad nuevoleonesa. Por cierto, la perspectiva de atraer nuevos públicos con actividades gratuitas en domingo también generaba gran entusiasmo.
El lanzamiento
El Consejo Organizador, que así se pasó a denominar esa reunión de coordinadores de espacios y actividades, en su gran mayoría decidió que había que comunicar en grande la iniciativa, realizando un evento inicial con los líderes de las diversas instituciones adherentes.
Esto se realizó el 21 de enero de 2014 en un sitio icónico para todo Nuevo León: la explanada del Museo del Obispado.
Allí, 25 líderes descubrieron el logo diseñado para el evento, junto con el lema “Vivamos lo nuestro”, impreso en una enorme manta visible a gran distancia.
Con gran presencia de medios se dio el impulso necesario para dar a conocer a la población en general esta importante iniciativa cultural.
Las primeras ediciones
El 9 de marzo de 2014 se realizó la primera edición del Día del Patrimonio de Nuevo León (DPNL). Fue un comienzo interesante con 18,347 asistentes reportados en 179 actividades gratuitas y de libre acceso realizadas por 44 organizaciones en 51 espacios.
Al siguiente año se decidió restringir la cantidad de actividades en cada espacio y hacerlas de tal modo que fueran de mayor afluencia. Adicionalmente se dio un especial enfoque al tema de la mujer, por coincidir con el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. De este modo se logró que el 8 de marzo de 2015 se reunieran 23,028 asistentes en 114 actividades realizadas por 46 organizaciones en 60 espacios distintos.
El reconocimiento oficial
A finales de 2014 dio comienzo el proceso para el reconocimiento oficial del Día del Patrimonio de Nuevo León, elevando una petición al Congreso firmada por los representantes de las diversas organizaciones adheridas al mismo.
Corrían tiempos electorales y de cambio de congresistas, por lo cual hasta que asumió un nuevo Congreso, no se dieron avances significativos.
Ya luego de un encuentro con diputados de diversas facciones, se llegó a acordar que se buscaría el reconocimiento oficial de este evento en el Calendario Cívico del Estado.
Esto se logró en noviembre de 2015, con la publicación del Acuerdo Número 54 en el Diario Oficial del Congreso Estatal, luego de obtener la anuencia de la Secretaría de Gobierno de Nuevo León.
Con esta oficialización, el ímpetu para la edición del año 2016 se mostró aún más fuerte. La celebración de este hecho tuvo lugar en un evento realizado en el Horno 3 del Parque “Fundidora” el 20 de enero de 2016, donde representantes de una treintena de organizaciones refrendamos nuestro compromiso con el DPNL.
Edición 2016
Como explicábamos, la oficialización del DPNL provocó aún mayor respaldo de las instituciones y el público en general. Los municipios llegaron a participar en una proporción de dos terceras partes del total en el estado, por señalar un dato de enorme significación.
En este año se hizo énfasis en el patrimonio arqueológico, sabiendo que varias instituciones custodian colecciones muy valiosas de esta índole.
A resultas del esfuerzo mancomunado, participaron 42,097 asistentes en 129 actividades realizadas por 64 organizaciones en 84 espacios diferentes.
El presente y el futuro
Este incremento tan importante de asistentes ha generado para el año 2017 mayor efervescencia y expectación, máxime que el proceso ha llevado a la intención de incorporar de manera decisiva el patrimonio deportivo del estado y avanzar más profundamente en la valoración del patrimonio natural estatal. ¿Qué se puede esperar en el futuro? Creemos que habrá más variedad de actividades, más organizaciones, más involucramiento y participación masiva de la gente.
En resumidas cuentas, creemos que todo debe de tender hacia una verdadera verbena popular que se viva en barrios y colonias, en pueblos y rancherías.
Pronosticamos que el modelo institucional tocará techo y se expandirá a otro tipo de manifestaciones colectivas que quizá tomen el marco formal como un medio para la celebración popular de la identidad cultural de Nuevo León. §
Referencias
1. European Heritage Days. Consultado el 18 de enero de 2017 en la página de la European Commission, en la World Wide Web. https://ec.europa.eu/programmes/creative-europe/actions/heritage-days_en
2. Patrimonio Uruguay. Consultada el 18 de enero de 2017 en la World Wide Web http://www.patrimoniouruguay.gub.uy/