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¿POR QUÉ ES NECESARIO UN ACUERDO SOBRE COMERCIO DE SERVICIOS? Lo más importante es entender que todos los negocios (—sin importar su tamaño— y todos los segmentos de la economía, incluyendo la agricultura, la manufactura y la energía), dependen de los servicios para tener éxito.
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POR: PETER ALLGEIER, Presidente de la Coalición de la Industria de Servicios
Los países en vías de desarrollo y las pequeñas empresas requieren de acceso a servicios eficientes y económicos para competir en mercados internacionales e incrementar su eficiencia y competitividad en el país.
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Qué importancia tienen los servicios? La economía internacional vive una revolución: la revolución de los servicios. Su repercusión en nuestra vida y trabajo es tan dramática como la revolución industrial de hace 150 años. El sector de servicios emplea a la mayor cantidad de personas en el mundo —cerca de 3.2 mil millones— y genera la mayoría de nuevos empleos. Es responsable del surgimiento de numerosos economías. Representa el 70% del PIB del mundo y ha continuado escalado desde 59% en el año 1990 y 64% en el año 2000. Si bien las cifras son impresionantes, la revolución de servicios es más que número de empleados o datos del PIB. Lo más importante es entender que todos los negocios —sin importar su tamaño— y todos los segmentos de la economía, incluyendo la agricultura, la manufactura y la energía, dependen de los servicios para tener éxito. Toda actividad económica depende de servicios de apoyo. En otras palabras, de servicios que permitan a productores de los sectores de manufacturación, agricultura, minería y demás, alcanzar metas de productividad y ventas de la forma más eficiente posible, en especial si buscan entrar a las cadenas de provisión, un fenómeno predominante en el comercio internacional. Las empresas de manufacturación dependen del sector de servicios. Por ejemplo: General Electrics,
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¿Por qué es necesario un Acuerdo sobre Comercio de Servicios?
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General Motors y Boeing dependen de empleados de servicio en sus compañías o de proveedores externos para labores de contaduría, finanzas, diseño de productos, logística, publicidad, sistemas, telecomunicación, entregas a domicilio y mucho más. De igual manera, todo granjero puede atestiguar sobre la necesidad de servicios. El sector agrario requiere de seguro de cultivos, servicios de extensión, financiamiento, almacenamiento, distribución, mercadeo y mantenimiento, entre muchos otros. Los países en vías de desarrollo y las pequeñas empresas requieren de acceso a servicios eficientes y económicos para competir en mercados internacionales e incrementar su eficiencia y competitividad en el país. ¿Por qué se necesitan nuevas regulaciones internacionales de servicios? El último importante acuerdo sobre servicios fue el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (en inglés, GATS), firmado en el año 1995. Pero el mundo ha cambiado drásticamente desde entonces. Ha habido avances en el ámbito tecnológico, en el flujo de información a nivel global, en la innovación de prácticas empresariales y en el empleo generalizado de la Internet. Ninguno de ellos fue contemplado en las negociaciones del GATS a comienzos de la década de los 90. Las normas para la provisión de servicios internacionales deben ajustarse a la realidad del mundo digitalizado actual. De la misma manera que la ruta de seda fue el canal de conexión mercantil entre Asia, Europa y África del norte durante los siglos 6 y 14, la Internet es la nueva ruta de seda del siglo 21. El mundo precisa con urgencia un nuevo acuerdo sobre el comercio de servicios. La ausencia de dicho acuerdo propicia que el gobierno imponga numerosas restricciones a proveedores de servicios. ¿Qué es el ACS? En el año 2012, un grupo de países —frustrados por las suspensiones en la Ronda de Doha y deseosos de aumentar sus servicios— inició negociaciones para un acuerdo autónomo de servicios. Acordaron incluir a todos los países que estuvieran dispuestos a negociar un acuerdo de alta calidad para la provisión de servicios internacionales. Desde entonces, 50 países, incluyendo Colombia, los cuales representan el 70% de los servicios provistos a nivel internacional, han acordado un ambicioso borrador para el Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (ACS). Las negociaciones se llevan a cabo en Génova, aunque aparte de la Ronda de Doha. No obstante, son absolutamente legales
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dentro del marco de la Organización Mundial del Comercio, la cual permite acuerdos entre integrantes de la OMC siempre que el acuerdo cubra substancialmente todos los sectores del servicio y elimine toda discriminación por parte de quienes firman el acuerdo. ¿Cuáles son los principales temas a tratarse en el nuevo Acuerdo de Servicios? Para entender a cabalidad el potencial de la economía de servicios, resulta de vital importancia eliminar las barreras y formas de discriminación hacia el sector. Esas barreras incluyen el ingreso a nuevos mercados, la discriminación en mercados extranjeros y el error generalizado de desalinear las normas del comercio internacional con el desarrollo y la realidad de novedosas prácticas empresariales. El incremento en el uso de la Internet permite exportaciones de pequeñas empresas a un grado inimaginable hace sólo una década. Sin embargo, las barreras a las que se enfrentan las pequeñas empresas son muy perjudiciales, puesto que carecen de recursos para sortearlas.
La prosperidad de países enteros depende de la economía de servicios. Se requieren condiciones que permitan a proveedores de servicios locales e internacionales convertirse en una importante fuente de empleos y crecimiento.
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Los principales obstáculos que impiden a empresas de servicios beneficiarse de su competitividad, innovación y trabajo arduo son: • Las restricciones de flujo de información entre países y la localización forzada de almacenamiento y administración de información, incluyendo servidores. • La competencia desleal de empresas gubernamentales, incluyendo subsidios, desgravaciones de ley, regulaciones aplicables únicamente a empresas privadas y provisiones e imposiciones de supervisión discriminatorias. • La discriminación, la falta de transparencia y los procesos no adecuados para licencias y regulación. • La apropiación local forzada y la capitalización equitativa. Un ambicioso acuerdo internacional sobre servicios sería una de las contribuciones económicas más importantes del siglo 21. Admitiría que vivimos una revolución de servicios, de la misma manera que en épocas pasadas se vivió una revolución industrial. La prosperidad de países enteros depende de la economía de servicios. Se requieren condiciones que permitan a proveedores de servicios locales e internacionales convertirse en una importante fuente de empleos y crecimiento, y facilitar la habilidad de los demás sectores económicos para maximizar su contribución en aras del aumento de empleos y el crecimiento.
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