ESPECIAL
E S P E C I A L ANTICORRUPCIÓN
UNA VISIÓN INTERNACIONAL POR: ANDREA GALLINA*, especialista Senior en Gobernanza del Banco Mundial.
Este flagelo azota a todos los países del planeta. Una mirada global de este fenómeno con énfasis en América Latina y el Caribe.
SOBRE LA CORRUPCIÓN
E
l fenómeno de la corrupción a nivel global ha tomado grandes proporciones. Se estima que un trillón de dólares al año se gasta en sobornos pagados a funcionarios públicos por parte de empresas privadas en los países industrializados y en las economías emergentes. Este monto es 400 veces más grande que la financiación global para el control de la malaria y 10 veces más grande que el gasto global en medicamentos contra el cáncer. La evolución del fenómeno de la corrupción es un fenómeno que se puede medir utilizando, sobre todo, encuestas de percepción a expertos y hogares. Los indicadores a nivel regional y global permiten medir año tras año la evolución del fenómeno. Una síntesis de 32 de estos indicadores es elaborada por el Banco Mundial con su proyecto del Worldwide Governance Indicators (WGI, por su acrónimo en inglés). Del análisis de estos indicadores en los últimos 15 años es posible concluir que: 1) en las regiones de Asia meridional y África subsahariana se encuentran
los países con los puntajes más bajos, o sea donde la corrupción es más alta; 2) en América del Norte, al contrario, se encuentran los países con los mejores indicadores; 3) en varias regiones del mundo, la corrupción ha empeorado ligeramente en los últimos cinco años, y 4) la tendencia en la mejora en el control de la corrupción es muy limitada y los cambios caen dentro del margen de error estadístico. Los resultados de los WGI muestran, a pesar de sus limitaciones a la hora de comparar entre países, sobre todo aquellos ubicados en regiones diferentes, que las “buenas instituciones” no son necesariamente un “bien de lujo” y que la modernización de las instituciones de un país no depende necesariamente de su riqueza monetaria, sino de la voluntad política y el liderazgo necesario para establecer un contrato social que va más allá de los intereses particulares. Por ejemplo, en África subsahariana se encuentran países como Botsuana cuyos indicadores son parecidos a los de Francia y son mucho mejores que a los de Italia, a pesar de
* Para las fuentes de información utilizadas en este artículo contactar al autor a agallina@worldbank.org
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REVISTA A
Mayo 2016