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● Planificando el pastoreo de primavera ................Pág.6 y

to determinado (por ejemplo: sectores anegados o que destinará a cultivos, fechas y sectores con mayor riesgo de abigeato, incidencia de incendios, etc.).

¿Cuál es el periodo de recuperación adecuado bajo mis condiciones?

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Piense que los animales no comen potreros, comen plantas… por lo tanto, en un mismo potrero puede haber algunas plantas sufriendo sobrepastoreo y otras sufriendo sobredescanso (demasiado tiempo desde la última vez que la comieron). Cuando los animales pasan muchos días en un mismo lugar, prefieren los rebrotes de las plantas que comieron antes, reduciendo su crecimiento y eventualmente matándolas. Por eso bajo sistemas de pastoreo continuos o semi-continuos (varios meses en un mismo lugar) terminan por desaparecer por sobrepastoreo las especies de plantas que generalmente consideramos más valiosas: las más nutritivas, con mayor tasa de rebrote y crecimiento más rápido (Figura 1). En cambio, las especies que crecen pegadas al suelo (fuera del alcance de la mordida del animal) o aquellas menos palatables y nutritivas terminan por dominar.

Determinar el tiempo de recuperación más adecuado tiene algo de ciencia y algo de arte, por lo que probablemente requerirá algunas temporadas de observación y pruebas. Como regla general, el tiempo de recuperación adecuado será el suficiente para que las plantas hayan alcanzado casi su máximo desarrollo. Si dejamos un área del potrero sin pastorear (con un cerco o jaula de exclusión), el periodo de recuperación adecuado será cuando el sector que fue pastoreado se vea casi igual al sector sin pastorear. Dependiendo del clima y la zona, esto puede ser 20, 40, 60 o más días en los periodos de crecimiento más rápido y aproximadamente el doble para los periodos de crecimiento más lento. Esto implica que si estamos en una zona con temporada de crecimiento corta, quizás deberemos pastorear una sola vez en toda la temporada de crecimiento. Incluso en sectores deteriorados podría ser necesario no pastorear mientras las plantas estén creciendo para darles tiempo de desarrollarse mejor y cubrir una mayor cantidad de suelo.

Uno de los errores más frecuentes es usar tiempos de

Figura 2: Planificación de pastoreo usando la planilla de la red Savory Internacional (muestra el efecto de meses de uso)

recuperación muy cortos. El temor generalmente es que el pasto “se suba” y pierda valor nutritivo. Sin embargo, la mayoría de las veces la pérdida de valor nutritivo afecta menos a los animales y a las finanzas del campo que la pérdida en producción de forraje y la menor carga animal producto de ella. Si el menor valor nutritivo afecta mucho a los animales, debe considerar la posibilidad de suplementarlos en períodos críticos o buscar animales más rústicos, que se adapten mejor a la zona y condiciones.

Armando el plan

Solo una vez que haya hecho estas consideraciones podrá empezar a construir su plan. Para esto puede ayudarse de una planilla donde pueda identificar cada potrero y el periodo de tiempo por el que está planificando. Tenga en cuenta que cada potrero tiene una superficie y productividad diferente, por lo que conviene trabajar sus cálculos en base a la disponibilidad estimada de raciones diarias o días animales (la cantidad de forraje que come un animal estándar, o “unidad animal”, en un día).

La red Savory Internacional tiene una planilla diseñada especialmente para hacer esta planificación (Figura 2) y entrega capacitaciones para que los productores puedan hacer este proceso paso a paso. Más información en www.savory.global o en el hub representante en Chile (www. efectomanada.cl).

Prevención de Enfermedades Clostridiales

Constanza Hernández G. Profesor asociado Universidad Católica de Temuco Mg. en Sanidad Animal

La presencia de enfermedades en la ganadería de carne del país ocasiona importantes pérdidas económicas, así como disminución de la productividad del rebaño y eventualmente, restricciones al comercio. En el caso de las Enfermedades Clostridiales, nos enfrentamos a una enfermedad causada por bacterias del género Clostridium, que están ampliamente extendidas en la naturaleza y que requieren de ciertas condiciones para provocar la enfermedad en los animales.

Debido a que las Enfermedades Clostridiales son causadas por bacterias ampliamente distribuidas en la naturaleza, como esporas en el ambiente y en muchos casos en los intestinos de los animales, es factible encontrarlas en la mayor parte de los rebaños del país, pudiendo afectar a ovinos y bovinos. Los Clostridium causan enfermedades no contagiosas producto de la liberación de toxinas. En las enfermedades clostridiales, el agente por sí mismo no es el causante de los daños ni de la muerte del animal, sino que requieren de un factor desencadenante que produzcan las condiciones adecuadas de baja cantidad de oxígeno en los tejidos para que así los Clostridium pueden activarse, reproducirse y provocar la enfermedad mediante la liberación de las toxinas, siendo éstas las responsables de los síntomas clínicos, así como de las lesiones observadas y finalmente la muerte del animal.

Curso rápido

Estas enfermedades son de curso rápido que ocurre generalmente en forma de brotes, aunque también pueden producir muertes por goteo. Estas enfermedades, por su rápido curso y toxicidad, no tienen cura, siendo la forma más clásica de detección la aparición de animales muertos en el campo, por lo que el examen de necropsia es crucial para determinar la enfermedad específica que la causó. Los signos previos a la muerte de las Enfermedad Clostridiales (cuando las hay) se pueden confundir con otras enfermedades, lo que hace que muchas veces no se tenga un diagnóstico definitivo si no se hace el análisis posterior. Adicionalmente, después de la muerte del animal las bacterias invaden tejidos lo que podría enmascarar el origen del problema, por lo que la sospecha al encontrar un animal muerto, así como la toma y el envío de la muestra laboratorio son críticos para conseguir un diagnóstico correcto y así establecer medidas de profilaxis y prevención futuras.

Las enfermedades causadas por el género Clostridium se conocen como Enfermedades Clostridiales y se dividen en tres: de grupo no invasor o neurotóxicos donde se incluyen el tétano (causado por Clostridium tetani) y el botulismo (originada por C. botulinum); otro grupo es el invasor de tejidos o histotóxicos, donde encontramos la enfermedad conocida como Mancha (causada por C. chauvoei); la Hemoglobinuria bacilar infecciosa (C. haemolyticum), el Edema maligno (causado por C. septicum), Big Head y la Hepatitis necrótica, ambas causadas por C. novyi que afecta principalmente a ovinos. Finalmente, el grupo enterotóxico, donde encontramos a las enterotoxemias causadas por Clostridium perfringens.

La Mancha, también conocida como carbunco sintomático o pierna negra, es la Enfermedad Clostridial más frecuente en bovinos. Se caracteriza por generar una infección aguda con inflamación de los músculos, toxemia grave y una alta mortalidad. Se asocia a un foco necrótico en el músculo causado por un golpe que genera un microambiente sin oxígeno en el tejido que activa a las bacterias a liberar sus toxinas. Éstas son las que causaran finalmente la muerte del animal. En la necropsia se ve como un área difusa café oscura que le otorga un aspecto de carne cocida, y que le da el nombre a la enfermedad.

Prevención

Como las Enfermedades Clostridiales producen muerte súbita y no tiene cura, el enfoque sanitario debe apuntar a su prevención. Evitar la muerte de nuestros animales y mantenerlos sanos mediante la vacunación. Las vacunas evitan que los animales enfermen a pesar de que durante su vida tengan contacto con estas bacterias, ya que, los Clostridium están presentes en el intestino de los mismos animales y pueden permanecer varios años en el medio ambiente en forma de esporas, por lo tanto, es prácticamente imposible evitar el contagio. Existen diversas vacunas contra las Enfermedades Clostridiales en el mercado, para

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