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INNOVACIÓN
PREMIAN A LOS GANADORES
de Startup Building UAG
El programa Startup Building by UAG, de la Universidad Autónoma de Guadalajara y Banco Santander, sigue cosechando triunfos. En esta ocasión, los proyectos “M Aerospace” y “Agriicola” ganaron el Premio Santander a la Innovación.
“M Aerospace” se llevó el primer lugar en la categoría Acelera, con la cual obtuvo un premio de 450 mil pesos para seguir desarrollando su proyecto; este consiste en una impresora 3D metálica, accesible para el mercado.
Por su parte, “Agriicola” ocupó el segundo lugar en la categoría Lanza y obtuvo un premio de 150 mil pesos. Este proyecto consiste en una plataforma de administración, aprendizaje y monitoreo satelital para mejorar la eficiencia y reducir los costos en las actividades del campo.
Además del premio monetario, ambas startups ganaron el pase para representar a México en el Santander Global X Award, donde también podrán acceder a la beca Santander Idiomas Slang, un curso de formación enfocado al inglés de negocios y una
Juan Carlos Munguía, proyecto “M Aerospace”.
Heriberto Padilla, proyecto “Agriicola”.
mentoría internacional con Oxentia, división del área de innovación de la Universidad de Oxford.
La ceremonia donde se anunció a los ganadores se celebró de manera virtual y estuvo encabezada por el Dr. Arturo Cherbowski Lask, director ejecutivo de Santander Universidades y director general de Universia México. En su mensaje dio la bienvenida a los emprendedores que participaron en el evento y a los ganadores, quienes encontraron en el Premio Santander a la Innovación un impulso para materializar sus ideas.
El Mtro. Jaime Valls Esponda, secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), reconoció que los jóvenes emprendedores están haciendo el cambio en México. Agregó que el premio demuestra que México cuenta con jóvenes que aplican su inteligencia e ingenio para ser punta de lanza de las futuras generaciones. Por último, reafirmó que la formación y el desarrollo del talento de los jóvenes es y seguirá siendo la tarea primordial de la ANUIES.
ALMA MATER 30
Por Salvador Echeagaray Máster en Educación
Raíces: orígenes, palabras, términos. ¡Voces te nombran! Diriges, relacionas, señalas.
Palabras: significantes de los conceptos. Ideas y pensamientos fluyen boyantes.
Nombrar las cosas. Recordar. Vínculos de memoria. Creación.
Todo eso son las palabras. Némesis de lo que es. La realidad expresada. El flujo de la creación. Dios crea con palabras. “¡Hágase!” “¡Hagamos!” No bastó imaginarlo. Habría que expresarlo y decirlo.
Y es que las palabras son tan importantes que debemos valorarlas en su máxima extensión. “Las palabras son oro”. No tiraríamos monedas del fino metal por doquier. O, por el contrario, pocas palabras para todo un universo tan vasto. Eso también es desperdicio. Una palabra para cada cosa y una cosa con su palabra.
Nuestra juventud emplea unos cuantos términos para todo. Desgraciadamente, de las pocas palabras (300 en promedio) que se utilizan comúnmente, muchas son para denostar, para lastimar o para herir.
La fuerza de las palabras es tal que crean o destruyen. Repítele a un niño que es tonto y así se creerá toda la vida. Dile palabras buenas, optimistas y será bueno y feliz.
Con las palabras se expresa el amor o el odio. Qué mejor usar las palabras para decir: ¡te quiero, te amo, te necesito! Y qué triste decir: ¡te aborrezco, te desprecio! Usar palabras para amar, para desear lo bueno, para construir. Eso es lo que debemos hacer.
En la crisis de valores que vive nuestra sociedad, hemos hecho mal uso de las palabras. Nuestros “líderes sociales” no se quedan atrás. Usan sus palabras para mentir y calumniar.
Las palabras son conciencia del ser. Afirmamos nuestra existencia con palabras. Nos definimos. Dios se define con palabras a sí mismo. “Yo soy el que soy”. Dios mismo habría de definirse también como palabra, In principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum, et Deus erat Verbum (En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios. En el principio era el Verbo y el Verbo era Dios).
Nosotros nos definimos con palabras. Me llamo Juan, me llamo Jesús o me llamo Pedro. Los nombres, en su palabra, de alguna manera nos definen, nos moldean. Los nombres, en su etimología, tienen un significado que influye en nosotros. No es lo mismo ser la Beatriz que acompaña a Dante en su periplo por el Cielo que la Eva del Paraíso que es engañada.
Las palabras traducen la realidad de las cosas, nos permiten expresarnos. Nos facilitan la vida. Nos guían en el tránsito de este mundo y permiten nombrar sus maravillas. En el texto sagrado, Dios hace desfilar a todos los animales ante Adán para que éste, dotado de inteligencia, creado a imagen y semejanza de Dios, ponga nombre a cada ser. Nombrar con palabras, por tanto, también es dar y conservar la vida.
Así que valoremos el poder nombrar las cosas. Valoremos el uso de las palabras. Usemos palabras buenas, positivas, alegres. No dilapidemos la riqueza verbal que se nos da a todos.