REVISTA DE FOTÓGRAFOS ■ DIRECTOR: PEDRO VALTIERRA ■ AÑO XXI ■ NÚMERO 129 ■ DICIEMBRE 2014 ■ CUARTOSCURO.COM.MX 129 TEXTOS DE MARTHA PATRICIA MONTERO n PEDRO ANZA n SHANDOR BARCS n DAVID BACON n ANA LUISA ANZA n GALO RAMÍREZ n QUEUNAAYOTZINAPA:VOZNOSECALLA n CHRISTIAN PALMA n ADRIÁN BODEK n SHANDOR BARCS n DONNA DE CESARE $9.95US•$40México•ISSN1405-7913
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129 ■ DICIEMBRE 2014 ■
A partir del núm. 130 el costo de la revista Cuartoscuro será de 50 pesos Agradecemos su comprensión y apoyo. Portada: Ciudadanos se manifestaron para exigir la aparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. (México, df, 14 de noviembre, 2014) © DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ CUARTOSCURO.COM/
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32 Plasmado en muros, representado en jardines, en bardas imposibles y en su forma, olor y sonido real, ADRIÁN BODEK muestra que, como dijera el poeta, el mar nos sale al encuentro por todas partes. 46 La neblina que todo lo envuelve crea la atmósfera en la que SHANDOR BARCS se convier te en el extranjero de su tierra para narrar el día a día de una familia mixe. 56 Fruto de las guerras intestinas de Centroamérica, los salvadoreños —como tantos otros— fueron expulsados de su hogar hacia el sueño americano… transformados y estigmatizados, fueron deportados a su país en un proceso de años que DONNA DE CESARE documenta en imágenes. 66 CUADROSCURO brinda información sobre exposiciones, libros y noticias de interés para fotógrafos y aficionados. 78 TIENDA DE LUZ ofrece una síntesis de la importancia que la óptica tiene para la marca japonesa Sony y sus avances en el ramo. 83 PEDRO VALTIERRA ■ AÑO NÚMERO WWW.CUARTOSCURO.COM.MX FACEBOOK CUARTOSCURO ■ TWITTER @CuartoscuroMex DIRECTORIO
Por los 43, México despertó del aparente sueño de masacres, asesinatos, nar cobloqueos, balaceras y levantones: algo detonó en las conciencias y se convir tió en la voz de los desaparecidos de AYOTZINAPA que recorre calles en forma de manifestaciones, avanza a lo largo de las carreteras y exige el fin de la impunidad, como relata Martha Patricia Montero en esta breve, muy breve, selección de imágenes de los fotoperiodistas de Cuartoscuro que retratan cómo “la lucha sigue”. 8 Congelados en el movimiento, en el instante preciso en que despiertan emociones, pasiones, rechiflas o aplausos, los deportistas de CHRISTIAN PALMA se vuelven una imagen que nos hace pensar en los momentos anteriores y mantiene en suspenso el después de cada acción.
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Qué pasó en México el 26 de septiembre?
PORTAFOLIO
PABLO/CUARTOSCURO.COM
Inició con una especie de reality mediá tico del horror donde cronistas locales narra ban al minuto la casi jubilosa presencia de estudiantes de la Normal de Ayotzinapa en la cabecera de Iguala. Tras un ataque a tiros de la policía municipal que dejó varios muertos, la vorágine informa tiva asestaba un dato más: 43 estudiantes nor malistas desaparecieron prácticamente ante la vista de Nadietodos.imaginaba entonces que cada bala desperdiciada en vidas sería un tiro certero en los corazones de tantos. “Mujeres con la palabra del agua en el corazón de la lluvia” teatralizan la desaparición de los normalistas frente a la Secretaría de Gobernación. (México, df, 8 de octubre, 2014)
© MOISÉS
Ayotzinapa UNA VOZ QUE NO SE CALLA Martha Patricia Montero
Pero ya para el 8 de octubre, casi de manera espontánea, multitud de voces se sumaba por todo el territorio mexicano para expresar un grito único e inequívoco: ¡Vivos los llevaron, vivos los queremos!
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I. HERNÁNDEZ / CUARTOSCURO.COM
¿Qué pasó realmente ese 26 de septiembre? Otro crimen de Estado que trataba de conte nerse a nivel regional, con una primera marcha que tuvo lugar únicamente en Chilpancingo.
Marcha-peregrinación de Tixtla a Chilpancingo. (Tixtla, Guerrero, 23 de octubre, 2014) JOSÉ
© JOSÉ I. HERNÁNDEZ / CUARTOSCURO.COM
Arriba: Sepultura de Julio César Ramírez Nava, estudiante de Ayotzinapa asesinado. (Chilpancingo, Guerrero. 1 de octubre, 2014)
© JOSÉ I. HERNÁNDEZ / CUARTOSCURO.COM
La Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada ( seido) trasladó a los 27 policías detenidos. (17 de octubre, 2014)
En su palabra de ustedes se han visto reflejados millones. Muchos lo dicen, aunque la mayoría lo calla pero hace suyo su reclamo y en sus adentros repite sus palabras.
Por eso tiene fuerza su palabra de ustedes.
A nosotros nos importan sus palabras de ustedes. Su rabia, su rebeldía, su resistencia.
Se identifican con ustedes, con su dolor y con su rabia.
Fragmento de las palabras del subcomandante Moisés del ezln a los padres de los desaparecidos (15 de noviembre, 2014) Miles de personas acompañan a los familiares de los normalistas desaparecidos en su marcha de Los Pinos al Zócalo (México, df, 5 de noviembre, 2014).
© ISAAC ESQUIVEL / CUARTOSCURO.COM
Se vislumbraba ya entonces cómo, queriendo enterrar los hechos en impunidad y olvido, habían hecho florecer las voces de otro México. Ante la cruel descripción por parte de una “todopoderosa” autoridad de lo que —al pare cer— aconteció a los 43 normalistas y ante la incredulidad de los padres de los desapareci dos, voces de todo el país respondieron, más alto aún si cabe, con un poderoso: ¡Fue el Es tado! del Ángel de la Independencia al Zócalo. (México, df, 22 de octubre, 2014).
Manifestación
© ADOLFO VLADIMIR / CUARTOSCURO.COM
Fuera de Casa Guerrero (México, df, 7 de octubre, 2014) © ISAAC ESQUIVEL / CUARTOSCURO.COM
Hombres y mujeres de todas las edades, de niños a adultos mayores, sin importar lengua, raza, terruño o credo, gritaban en esa frase un profundo ¡Ya basta!, un agudo ¡Devuélvannos la esperanza!
Marcha silenciosa del ezln (San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 8 de octubre, 2014)
© ELIZABETH RUIZ / CUARTOSCURO.COM
Arriba: Las calles se llenaron de pintas. (San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 24 de octubre, 2014).
© ELIZABETH RUIZ / CUARTOSCURO.COM
En la unam durante el paro nacional. (México, df, 22 de octubre, 2014) © DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ / CUARTOSCURO.COM
Estudiantes de la UPN durante el bloqueo del periférico. (México, df, 21 de octubre, 2014) © ARMANDO MONROY CUARTOSCURO.COM/ Se pasaba lista a los 43 estudiantes de la normal rural, los desposeídos de todo y ahora hasta de su vida, y en cada nombre pronunciado una savia vital recorría a los presentes; con la fortaleza de saberse renovados en cada uno de esos rostros que, ahora mudos, clamaban un poderoso: ¡No se rindan! Quizá, como se leía en una de las pintas que la estela huma na iba dejando a su paso, “nos habían quitado ya tanto que terminaron quitándonos el miedo”
¿Qué cimbró en realidad a los mexicanos aquel funesto 26 de septiembre? Recibieron 43 estruendo sas cachetadas para despertar de la indiferencia; comenzó a importarles una escuela rural que care cía de lo más elemental, incluso del interés de todos y, a fuerza de sentirse, se hicieron presencia multi tudinaria y grito vivo, para mantener en alto un reclamo.
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© ISAAC ESQUIVEL CUARTOSCURO.COM/ Aquel aciago 26 de septiembre pasó que los mexi canos reconocieron que los habían pervertido y les habían arrebatado a México. Desde todos los rinco nes se volcaron entonces en carne viva a manifestar su dolor, su desamparo y una lista de exigencias irrefutables; todo con una inquebrantable capacidad creativa. Niños cuestionando: “¿Seré yo el próximo?”; maes tros sentados en medio de pupitres vacíos y un cartel en alto exclamando: “Pudieron ser mis estu diantes”; jovencitas perdiendo la inocencia al portar vestidos hechos con los rostros en papel de los desaparecidos…
21 Integrantes de la caminata 43x43 que viajó desde Iguala hasta el Zócalo capitalino. (México, df, 9 de noviembre, 2014).
Ciudadanos convocados por redes sociales se concentraron en la glorieta del Ángel de la Independencia para exigir justicia por el caso de los 43 normalistas desaparecidos. (México, df, 7 de noviembre 2014) © DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ / CUARTOSCURO.COM
Ciudadanos iluminan los retratos de los 43 normalistas de Ayotzinapa para exigir justicia por su desaparición forzada. © DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ / CUARTOSCURO.COM
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Después de la marcha de Los Pinos al Zócalo. (México, df, 5 de noviembre 2014). © DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ / CUARTOSCURO.COM
El sueño partió en lo más oscuro de la madrugada, cuando entre las balas, los desaparecieron. Al sueño no lo hemos vuelto a ver, los vientos se lo llevaron. Aquí los buscan quienes sin dormir, transitan hacia el alba, que se detiene en cada paso que falta hacia ellos.
Karem Nerio, estudiante de Letras, Monterrey
© ADRIANA ÁLVAREZ / CUARTOSCURO.COM
© DAVID POLO CUARTOSCURO.COM/
—¿Y dónde queda Ayotzinapa, profe? —Pon tu mano sobre tu pecho del lado izquierdo. ¿Sientes esos latidos? —Sí, —Ahí,profe.ahíestá.
26 En el Zócalo, en un flashmob convocado para protestar contra el gobierno. (México df, 8 de noviembre, 2014)
Andrés Casturera-Micher
Hay un tiempo valioso dedicado a protestar con arte, con frases contundentes tan bien pensadas y escritas con tal valor que sólo pueden motivar a la reflexión; carteles que trascienden su cualidad artís tica para no olvidar ningún rostro, ningún nombre, para hacerlos vivos por siempre. El Grito de Edvard Munch recreado para encarnar el dolor de miles; la suave luz de cientos de veladoras acompañando los pasos para avivar la protesta social. Página opuesta: (5 de noviembre, 2014)
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Marcha del Ángel de la Independencia al Zócalo (México DF, 8 de octubre, 2014). © ADOLFO VLADIMIR / CUARTOSCURO.COM (México, df, 16 de noviembre, 2014) © ISAAC ESQUIVEL / CUARTOSCURO.COM
En una de las marchas al Zócalo de la Ciudad de México, un estudiante de la Normal de Ayotzinapa declaraba: “La indignación nos tiene que llegar hasta el fondo. No tenemos miedo, lo único que tememos es a la gente que se queda callada”. Con sus mantas, la cantidad apabullante de gente reunida a su alrededor le respondía: “¿Qué cosecha un país que siembra cadáveres?... Si tú fueras el 44 también te bus caríamos...” Veladoras por los desaparecidos en el Ángel de la Independencia (México, df, 10 de noviembre, 2014).
© ISAAC ESQUIVEL / CUARTOSCURO.COM
Inicio de la marcha del contingente que salió del Ángel de la Independencia al Zócalo. (México, df, 20 de noviembre, 2014)
© RASHIDE FRÍAS / CUARTOSCURO.COM
Las luces de las velas se multiplican por doquier y mantienen el corazón de México encendido. n Veladoras en el puerto.
(Veracruz, Veracruz, 8 de noviembre, 2014) © FÉLIX MÁRQUEZ /CUARTOSCURO.COM
© CHRISTIAN PALMA E l fotoperiodismo posee una curiosa ley de atracción de cuerpos y mentes, por lo general jóvenes, que descubren en sus misterios un cosmos de géneros en el que, una vez adentro, el retorno es difícil.
Pedro Anza Christian Palma
Página opuesta: La colombiana Carolina Murillo durante su ejecución desde la plataforma de 10 m durante los GuadalajarapanamericanosJuegosde2011,octubre2011.
La concepción, a veces vaga, que se tiene de esta forma de vida, reduce con frecuencia la importancia de la imagen periodística a la foto política o de conflic to bélico. Sin embargo, los géneros son muy distintos entre sí y el valor no sólo estético sino de documento histórico se impregna en la imagen al disparar el obturador, sea frente al tiroteo, el discurso del tirano, o bien detrás del arco en donde el balón toca las redes y el murmullo de las gradas —minutos antes eufó ricas— rompe en un silencio triste y eterno.
Por lo general se piensa al fotoperiodista como aquel temerario que hace buenas imágenes porque “está en donde nadie quiere estar”. Sin embargo, hay otros que cargan su cámara sacándole jugo y luz a esos espacios cotidianos, aquéllos que encuentran grandes imágenes en acontecimientos aparentemente “intrascenden tes y sin importancia social y política”.
La función crítica de la fotografía de prensa y su armonía estética aparece así en la cobertura de espectáculos, deportes, cultura y la vida cotidiana. Y es que dicen por ahí que “no hay malas órdenes (hechos a cubrir) sino malos fotógrafos”.
32 DE BALONES Y DESIERTOS
PORTAFOLIO
Los fotones hacen su magia y llenan de luz la oscuridad que antes nublaba el sino del atraído, perdiéndolo en un laberinto amable en donde pelotas de futbol, balazos y gritos de rabia o alegría conjugan el día a día de quien carga en sus manos —como el detective su lupa— una cámara, dispuesto a contar las historias por las que tendrá que atravesar, sea por encargo de la redacción del periódico o por el mero placer de narrar a través de la imagen.
El fotoperiodista genuino de hoy es un Don Quijote moderno, un aventurero, un cuentacuentos o “cuentahistorias” que sale de su casa con su inseparable cá mara, un Rocinante también moderno, dispuesto a encontrar ese “instante pre ciso” del que hablaron los fotógrafos de antaño, sea cual fuere el lugar al que se dirige.Mientras platicaba con el fotoperiodista mexicano Christian Palma, algunas de las ideas precedentes comenzaron a tomar forma junto al aroma del café si tuado frente a nosotros.
© CHRISTIAN PALMA Página opuesta: La 2008.OlimpicosAguainstalacionessuLauraestadounidenseWikelsonduranteejecuciónenlasdelCubodedurantelosJuegosdeBeijingAgosto21,2008.
© CHRISTIAN PALMA Palma, quien ha trabajado en medios nacionales e internacionales como las agencias Eikon, Mexport, Cuartoscuro, Xinhua, ap, la revista EmeEquis y el perió dico Récord —además de haber colaborado en muchos otros y de tener sus propios proyectos— habla sobre cómo fue forjando su camino en el fotoperiodismo.
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Relata los detalles de aquellos tiempos en que, junto con su amigo Israel Rosas “El Timón”, actual fotoperiodista en el periódico Reforma, decidió iniciar un proyecto llamado La sobredosis —periódico estudiantil del cch Naucalpan, para el cual Christian aportaba las fotografías— durante la efervescencia noventera del movimiento político en México, con temas relacionados al seguimiento de las caravanas realizadas por los zapatistas después del alzamiento en armas del ezln, así como de las huelgas universitarias.
La brasileña Jessica Roberge durante la salida de la prueba 50m libres femenil S10 durante los Juegos Parapanamericanos de Guadalajara 2011.
36 Doble página: Liliana Ibañez (izq.) y Fernanda González en su salida de la prueba 200m libres durante el Campeonato Nacional de Natación Veracruz 2014 en la alberca Leyes de Reforma , de Veracruz. Junio 19, 2014. © CHRISTIAN PALMA
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En la primera portada de éste último, una imagen de Palma nos hace un guiño. “Yo no niego la cruz de mi parroquia”, dice Palma. “Aunque mi inquietud siempre ha estado más incli nada hacia la fotografía social, la foto de deportes ha sido una constante en mi experiencia y trayectoria, y me gusta. A final de cuentas la fotografía es una actividad humana, social y hasta política, y en la cuestión estética comencé a ver imágenes que me gustaban y me sorprendían. Las fotografías depor tivas son muy expresivas: la emotividad, el espíritu de atleta, la tristeza, el esfuerzo…”
El camino se hace al andar y Christian nunca se imaginó a sí mismo como un “fotógrafo de deportes”.
Fue la marcha implacable de la rutina diaria en prensa la que lo forjó y le mostró ese camino, prime ro en Cuartoscuro y después en el periódico Récord
Sus imágenes no sólo nos cuentan historias de los distintos eventos deportivos internacionales a los que ha asistido —como el Mundial de Alemania 2006, los Juegos Panamericanos de Santo Domingo en Repú blica Dominicana 2003, los Juegos Olímpicos en Londres, Río de Janeiro y Beijing, entre otros— sino también lo que ha visto a su paso. Así, ha trabajado proyectos más personales, como el uso cotidiano de la bicicleta en los distintos países que ha visitado, el zapatismo y su más reciente tra bajo —próximo a publicarse— sobre los indígenas Wixaritaris: La piel del desierto
“Me acuerdo de las primeras veces que entraba al cuarto oscuro, el olor de los químicos, un enamora miento total, sabía que por ahí iba la onda, me decía: Éste es el mundo que me gusta”.
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38 El canadiense Jaye Milley camina al término de suenparticipaciónel uci Paracycling Track VelódromoChampionshipWorldenelBicentenariodeAguascalientes.Ags.,Mexico. © CHRISTIAN PALMA Página opuesta: Francisco Torres, de Santos, pelea por el balón contra Fernando Espinosa, de Pumas, durante la jornada 14 del torneo Bicentenario 2010 en el Estadio México 68. Abril, 2010. © CHRISTIAN PALMA
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Al tener la fortuna de viajar a otros países, ciudades, estados, barrios, zonas cercanas o lejanas en las que nunca se hubiera parado si no hubiera sido miembro de esta estirpe nómada y aventurera, se permite conocer al otro, a lo otro, la alte ridad, choca con mundos que tiene y quiere retratar, vive una virtuosa maldición que le obliga a contar historias, a contarlas bien, siempre buscando esa imagen que se dibuja en el destino, a veces desde antes del disparo.
Retrato de un niño zapatista durante la semana de la Escuelita Zapatista en el Caracol de La Garrucha, Chiapas. Diciembre 30 de 2013. De la serie Escuelita zapatista. © CHRISTIAN PALMA Como todo fotoperiodista completo, Christian es un rebelde, vive en una co muna con la imagen, ha abolido el matrimonio y, sin postrarse ante el altar, ha jurado nunca casarse con un género.
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Un marakáme Wixárika camina rumbo a la ceremonia en el Cerro del Quemado, en las cercanías de Real de Catorce, San Luis Potosí, México. Febrero 6 de 2012. De la serie La piel del desierto. © CHRISTIAN PALMA Para Palma, la fotografía es una necesidad. Parece que la cámara que carga se ha encarnado en su piel, como en la de muchos otros fotoperiodistas, y la imagen se ha convertido en una necesidad biológica. El fotógrafo real es una planta con necesidades y espasmos constantes de fotosíntesis… “La foto es la forma más certera para mí de expresar mis necesidades… Que la gente perciba o se perciba, de cierta forma, a partir de lo que yo veo”. Al contemplar sus fotos, nos damos cuenta de que, como el atleta al que retra ta, Christian ha sudado la foto, se ha entrenado incansablemente en ella, se ha
La piel del desierto. © CHRISTIAN PALMA saltado el estiramiento previo. Es cierto, he ahí la trampa del deportista de la imagen que, a diferencia del atleta deportivo, una vez en el “campo de juego” se arroja con fuerza y sin brújula a la caza de la imagen, siempre con el gozo que da la incertidumbre de la totalidad que lo envuelve cuando tras su cámara espera. En sus fotografías hay un abanico de espacios, tiempos y contextos. Ahí está el instante —congelado el movimiento o en movimiento— ése en el que el indoma ble espíritu y cuerpo de una mujer sin pies se lanza en clavado como para salvar su vida a una alberca que la espera impaciente.
44 Doble página anterior: Un grupo de marakámes Wixárika se dirige hacia la ceremonia en el cerro sagrado de “El Quemado”. Wixárika es el nombre de la cultura también conocida como huichol , cuyos integrantes habitan en el oeste central de México, en la Sierra Madre Occidental, en territorio de los estados de Jalisco, Nayarit, Zacatecas y Durango. © CHRISTIAN PALMA Un par de duranteWixárikasmarakámesconversansucaminatahaciaelcerro“ElQuemado”.Febrero6de2012.Delaserie
Participantes del Campeonato de Aguas Abiertas 5k Ronald Jhonson 2010 se preparan para su salida en la costera de Acapulco. Enero 24, 2010.
© CHRISTIAN PALMA Se observan patadas y codazos malintencionados en campos de futbol, sea profesional o llanero, o las gotitas de sudor congeladas y atravesadas por flashes dando vueltas como astros alrededor de la cara magullada de un boxeador que recibe un derechazo.
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Pero vemos también la otra senda que Palma se ha trazado, en la mirada de futuro de un niño con pasamontañas sentado en algún banquito de aula en algún lugar de la selva lacandona y los pasos milenarios de un grupo étnico hacia su sitio sagrado.
EL MAR, POR TODAS PARTES
Adrián Bodek PORTAFOLIO
© ADRIÁN BODEK
Página opuesta: Venice, 2004.
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A lo lejos, alguien hizo ya su casa de suelo de rocas cubiertas de musgo, de líque nes, de algas y de cangrejitos que se mueven a su antojo por las hendiduras para penetrar sigilosamente a las cuatro paredes que son insuficientes para albergar sillones y sofás que podrían hacer más confortable el transcurrir del tiempo… en el mar.Adrián Bodek no estableció jamás una relación especial con el mar. No fue —ni es ahora— un fotógrafo submarino, un retratista de paisajes acuáticos, un hombre apasionado única y exclusivamente con el oleaje de la playa o la aparente calma del mar. Le gusta, dice, pero “como casi a todo el mundo”. Y como a casi todo el mundo, el mar le sale al encuentro por todas partes. Porque no hay que estar forzosamente a su orilla o sobre un buque para verlo. Nos inunda visualmente en ciudades y pueblos, su imagen salpica folletos y carteles, sus olas se reproducen en los restaurantes de mariscos, en changarros, en pintas callejeras, en tatuajes, en el diseño de una tela. El mar está siempre y se nos atraviesa en todos los caminos.
Ana Luisa Anza Digamos que no tiene comienzo el mar. Empieza donde lo hallas por vez primera y te sale al encuentro por todas partes. Mar eterno, de José Emilio Pacheco A hí, en plena barda, se asoma el pez de gruesa boca que interroga con su mirada al paseante desde su prisión de cemento. Despojado de su hábitat natural, crea reminiscencias que suenan a olas o al inexistente silencio del fondo submarino mientras parece implorar con su ojito saltón por volver a casa.
Allá —en un salto imposible— brinca la ballena, inflada probablemente con el helio que impulsa sus aletas de plástico para alcanzar el cielo invadido de postes y cables, como si se resignara a ser parte del panorama urbano que la exilia del mar.
Más acá, el hombre sobre la improvisada isla —quizá de concreto robado al es pacio donde manda la mano del hombre— parece soñar con un mundo donde él es un Crusoe buscando a su Viernes, o el náufrago que espera una botella con el mensaje que le devuelva lo humano a la vida solitaria en el no tan profundo océa no que lo rodea.
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48 La sala de Benicassim, 2003. © ADRIÁN BODEK
49 Vela, 2013. © ADRIÁN BODEK
50 Isla flotante, 2012. © ADRIÁN BODEK
51 Veleando en la 5 a avenida, 2012. © ADRIÁN BODEK
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11 de julio, 2010. © ADRIÁN BODEK Página opuesta, arriba: Tres pájaros de un tiro, 2014. © ADRIÁN BODEK Página opuesta, abajo: Pez-muro, 2005. © ADRIÁN BODEK
54 Lanchas voladoras, 2005. © ADRIÁN BODEK
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Pero aun viéndolo, no todos lo miran. El mar se desvanece, se desdibuja, porque está eternamente presente. Sólo algunos ojos deciden privilegiarlo y lo atrapan en imágenes como las de Adrián que a veces nos divierten o nos sorprenden pero las que, finalmente, nos hacen reflexionar acerca de nuestra relación con éste, como… y pensar que quizá si somos tierra, lo somos porque existe el mar. Vemos sus fotos y estamos mar adentro pues las tres letras con que lo nombramos desatan la imagi nación. Porque pronunciar la palabra mar hace que evoquemos desde las locas vacaciones, la apacible estancia a su orilla o la contemplación del sol hun diéndose en su horizonte, hasta el miedo ante su furia inexplicable y el rugido que, sin embargo, puede acariciar el sueño. Quizá la próxima vez que veamos un mural del mar artificial enmarcando a los bañistas que recién salen de sus aguas reales o la gigantesca fotografía que acompaña a los peatones a su paso por la quin ta avenida de Nueva York, podremos confirmar que, como siempre, el poeta José Emilio Pacheco tenía razón: nos sale al encuentro por todas partes.
ADRIÁN BODEK tiene un largo vínculo con la imagen. Su padre le regalaba “camaritas” y desde niño puso su pri mer cuarto oscuro. Cuando tenía unos 10 años, su abuelo lo llevó a la filmación de la película La noche de la iguana, pues era amigo del director, John Huston. Ahí tomó sus primeras fotos y comenzó a interesarse en el cine. Después de estudiar fotografía en Nueva York, ingre só al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (cuec) de la unam… para darse cuenta de que su medio de expresión era la fotografía. Ese camino eligió y nunca se ha arrepentido. A lo largo de los años, ha trabajado diversos proyec tos, desde Hoy no fío, mañana sí, a principios de los años 80 del siglo pasado, hasta su más reciente serie Memorias vivas. Brigadas Internacionales, compuesta de fotografías actuales de españoles que llegaron a México en el exilio. Pero en el camino entre viajes y tanto andar se le atra vesó el mar, por lo que decidió armar una exposición con el tema del agua, la cual se presentó a principios de 2014 en La Paz, Baja California Sur, y hoy retomamos para ver una selección de fotos que abarcan años de andar por el mundo.
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www.adrianbodek.cominfo@adrianbodek.com
FAMILIA DESDE LA NIEBLA Unmísticoaire PORTAFOLIO TEXTO Y FOTOS: Shandor Barcs
De la serie Familia en la neblina © SHANDOR BARCS Abajo: A Modesto le gusta escuchar música en su celular. Así se aprende las letras para luego cantar en una banda local. De la serie Familia en la neblina © SHANDOR BARCS
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Doble página anterior: Honorato toca el violín junto a sus creaciones, ya que con sus manos construyó su casa así como su primer violín. De alguna manera había un espacio reservado para Hermelinda en esta escena, quien sin saber que se estaba tomando la foto, salió a darle de comer a las gallinas.
H ay un aire de misticismo en Rancho Gua dalupe, en Tlahuitoltepec, Oaxaca. No sé si sea la neblina, la majestuosidad de las montañas o la vida cotidiana de la gente. Podría ser que se escuchan instrumentos musicales en los alrededores o que las tortillas saben distinto: a realidad.Estaren el campo mexicano es voltear a ver un mundo que, al menos viviendo en la ciudad, pare ciera que nos hubieran enseñado a esconder. Viajan do hacia allá, en algún punto del trayecto, se termi na el español y empieza el ayüük (lengua de los mixes) y, sin darte cuenta, te conviertes en extranjero. Luz y yo fuimos a la Sierra Mixe de Oaxaca y nos llevamos el equipo de fotografía como un juego, pensando que quizá podríamos tomar algunos paisajes. Ahí tuvimos la oportunidad de visitar a la familia Díaz CaminábamosCardoso.porRancho Guadalupe y nos de tuvimos a tomar una foto en el exterior de una cueva. Praxedis, una de las hijas de Honorato y Hermelinda, le insistió a su mamá que saliera en la foto. Creo que Praxedis valora de un modo distinto su pueblo porque lleva varios años trabajando en la Ciudad de México. En ese momento, Hermelinda se paró junto a la cueva y su nieta, Marlen, se puso junto a ella: ambas sonreían. A lo que inició como fotografía de paisaje, se le fueron incorporando los personajes, uno a uno. Ya en la casa del rancho, comíamos pan con Ho norato mientras nos contaba la historia de cómo aprendió por su cuenta a tocar el violín: primero con una rama jugando “de loquito”, hasta que se cons truyó uno de verdad. Aunque en Tlahuitoltepec el bachillerato es musical y mucha gente puede tocar algún instrumento, Honorato aprendió solo. Le estábamos tomando una foto con su violín y su casa, cuando salió Hermelinda a darle de comer a las gallinas. Sin querer resultó una escena mitad montada y mitad documental.
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Marlen y Hermelinda suben el camino de niebla. De la serie Familia en la neblina.
© SHANDOR
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Doble página anterior: Hay un ave que canta en las tardes, Honorato dice que reza el Padre Nuestro. De la serie Familia en la neblina. BARCS
© SHANDOR BARCS
Est ábamos frente a la cueva en la que Hermelinda vivi ó cuando era ni ñ a. La fuerza con la que se mueve por la montaña, corta y carga le ñ a, supera por mucho mi concepto de una mujer de su edad. Nos cuenta en su lengua que aú n hay personas que ocupan la cueva para pasar la noche cuando “les agarra la tormenta”. Cuando su nieta se par ó junto a ella, Hermelinda sonri ó desinhibida. Pese a la diferencia de sus vestuarios, inadvertidamente compart í an las mismas facciones y colores. De la serie Familia en la neblina. © SHANDOR BARCS
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En un principio quería alejarme de una visión folclorista, pero resultaba absurdo. Ahí lo que gene ralmente vemos como folclore no es folclore sino realidad. Hicimos tortillas, convivimos con los ani males, caminamos horas por las montañas, vimos a la familia sembrar, tocar música, ir a vender a la plaza, etcétera. Para donde uno decida voltear, hay una porción de realidad que en otro contexto sería folclorista.Considero que documentar la realidad es una labor hecha a partir de subjetividades: la mera pre sencia de la cámara interviene las escenas y se vuel ve un personaje. Desde el momento de encuadrar se estáEneditando.estaserie, Familia desde la niebla, utilicé técnicas de iluminación más comunes en el trabajo comercial, pero cuando volvía con la familia y les mostraba las imágenes, supe que se sentían identificados con lo que veían. La frontera entre el documental y la ficción en algunas ocasiones es nítida, y en otras se expande. Esta serie explora el terreno más pantanoso entre la construcción y la reproducción de la realidad. Aunque me quedan muchas dudas de qué hice en este proyecto, mi única certeza es que retraté fielmen te el sentimiento místico de ese paraíso. ■
Este proyecto —realizado con el apoyo del programa Jóvenes Creadores del Fonca y apoyado por la Secretaría de Relacio nes Exteriores— fue premiado en el Festival Internacional de Fotografía de Tokio en 2014 y exhibido en Corea del Sur en el Seoul Lunar Photo Fest.
Doble página: Trepada en una roca, Marlen esperaba a que termin á ramos una fotograf í a que finalmente no result ó . Manten í a una conversaci ó n por Whatsapp. Me pareci ó una escena esplendorosa: Ella, en un paisaje absolutamente ancestral, con sus botas rosas, escribiendo en su Smartphone en “Ayüük”, la lengua de los Mixes. Parecí a haberse abierto una grieta en el tiempo. De la serie Familia en la neblina © SHANDOR BARCS
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UNA HUMANISTAVISIÓN
David Bacon
PERSPECTIVAEN
Todas las reproducidasfotosen este artículo son de © Donna De Cesare, y publicadas en Unsettled / Desasosiego: Children in a World of Gangs, University of Texas Press, Austin. Página opuesta: “Gustavo” viv í a en el campamento de los insurgentes del fmln en el volcá n de Usulut á n. Coment ó que se unió a la guerrilla despu é s de que sus padres fueron asesinados por el ej é rcito. Usulután, El Salvador, 1988. © DONNA DE CESARE
F recuentemente se exhiben hoy los rostros y cuerpos tatuados de pandilleros salvadoreños para beneficio de los lectores de revistas y perió dicos estadounidenses y europeos. De manera similar, en los albores de la fotografía, hace más de un siglo, las imágenes de los indígenas tatuados de Nueva Guinea eran utilizadas para provocar a los lectores de National Geographic Los jóvenes salvadoreños son retratados tras las rejas o con armas, de la misma forma en que perso nas antes etiquetadas como “salvajes” alguna vez posaron con lanzas. Ésta es la deshumanización de lo indígena. Incluso el lenguaje que acompaña a las imágenes de la actualidad porta el mismo dejo de lo exótico, de lo peligroso y de lo “otro”, algo para asustar a los cómodos lectores de clase media con lo que parece ser una mirada al interior de un mundo ajeno y violento. Los habitantes de Nueva Guinea fueron descritos como caníbales sedientos de sangre. National Geo graphic abre “Gang War USA: El Salvadoran Gang Violence” (“Guerra de pandillas en EU: Violencia pandillera salvadoreña”) afirmando que “El Salva dor es uno de los países más violentos en la Tierra —con 10 veces la tasa de homicidios de Estados Unidos— y todo se debe a las pandillas importadas”. Hay violencia en Centroamérica, como la hay en todas partes, gran parte de ella consecuencia de la desigualdad social y la pobreza. Sin embargo, la violencia en El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Honduras se extendió debido a la política estadou nidense de patrocinar guerras contra movimientos populares que buscaban el cambio social. El legado de esas guerras es una enorme dislocación social y violencia, no sólo en Centroamérica, sino también en Estados Unidos. Esa violencia es el tema de Unsettled / Desasosiego, el libro de Donna De Cesare. La autora pasó dos décadas fotografiando a jóvenes salvadoreños, do cumentando el impacto de la violencia en sus vidas. Su obra no podría estar más distanciada del estereo tipo de los medios. Queda claro que ama a los sal vadoreños cuyas vidas han cruzado con la suya, y su convivencia y compromiso con ellos abarca muchos años. Su preocupación es mostrar la huma nidad de lo que hoy es una comunidad salvadoreña binacional, al tiempo que intenta lidiar con las con secuencias de la guerra y la migración. Su libro contiene 105 imágenes bellamente repro ducidas en blanco y negro, y está dividido en tres partes. La primera muestra imágenes que tomó durante la guerra de guerrillas, en la década de los 80 del siglo pasado. En la segunda, documenta la vida de jóvenes refugiados que se incorporan a la
Donna De Cesare DE LA VIOLENCIA Y LA JUVENTUD
68 Abelito con los restos de un fragmento de mortero que encontr ó mientras buscaba a su padre. San Antonio Los Ranchos, El Salvador, 1988. © DONNA DE CESARE
69 vida pandillera de Los Ángeles. En la tercera, regre sa a El Salvador y examina los resultados de la de portación masiva de jóvenes a un país que para muchos era prácticamente desconocido cuando lo abandonaron de niños.
Sus imágenes de la guerra no son escenas de ba tallas, sino tomas que muestran el impacto de la guerra en la gente común. Un grupo huye corriendo por una calle de San Salvador, ondeando banderas y camisetas blancas, presuntamente a los aviones del gobierno que vuelan sobre sus cabezas mientras bombardean su barrio en una ofensiva contra la guerrilla. En otra imagen, un niño llora aterrorizado ante un helicóptero fuera de cuadro. Un adusto re trato nos muestra a un jovencito mirando a la cáma ra, sosteniendo un fragmento de mortero. Los retra tados no son símbolos anónimos, sino personas que reaccionan individuamente con enojo, terror o de terminación.Losjóvenes de De Cesare no son sólo víctimas de la violencia. Un chico sostiene un rifle unido con cinta, un obvio simpatizante de la guerrilla. Esta imagen no simplemente critica la forma en que la guerra arrastra a los jóvenes, sino que muestra a su joven retratado tomando partido en un conflicto del cual sabe qué está en juego. En otro retrato, “Gusta vo” está sentado en un campamento en el bosque, tras unirse al FMLN después de que el Ejército mató a sus padres. Más de dos millones de personas, en su mayoría jóvenes, huyeron de El Salvador durante la guerra, gran parte de ellos con destino a Los Ángeles. Muchos cruzaron la frontera mexicana sin visas, frecuente mente abriéndose camino desde Centroamérica a pie. No fueron bienvenidos. Esta oleada de refugia dos dejó claros los costos reales de una política asesina: el haber armado al Ejército salvadoreño y apoyado a gobiernos de escuadrones de la muerte en aras de la lucha contra el comunismo. En Los Ángeles, los salvadoreños encontraron trabajo como jornaleros de esquina y empleados domésticos en casas, los oficios más sucios y menos fiables. Sus hijos se la pasaban en las calles de barrios pobres como Ramparts, donde la policía los coloca ba en fila contra la pared de una manera que les re cordaba a las familias su país natal. En una de las fotografías más reveladoras en la segunda parte del libro de De Cesare, tres jóvenes, de espaldas a la cámara, se encuentran arrodillados frente a una pared. La mano de un agente de inmi
De Cesare no vacila en mostrar la violencia y las drogas que se convirtieron en parte de las vidas de los jóvenes en Los Ángeles pero no busca satanizar los y, en lugar de ello, busca su humanidad. En un retrato evocador, tomado desde abajo, captura a Carlos González sosteniendo un retrato de su madre, asesinada por pandillas en San Salvador. En otro, De Cesare mira desde arriba a Ivonne, una joven recostada con su pequeño a su lado, le yendo una carta de su novio recién deportado de vuelta a El Salvador. La letra manuscrita en la pági na recuerda al graffiti en las paredes urbanas (la fo tografía siguiente muestra cómo empieza a aparecer el graffiti estilo Los Ángeles en El Salvador). La imagen transmite la soledad y el dolor de la separa ción que subyacen a la experiencia migratoria sal vadoreña.Estasección cierra con una imagen de salvadore
Carlos Gonz á lez tiene en su mano una fotograf í a de su madre, quien fue asesinada por pandilleros en Apopa, El Salvador. Dice que estaba preocupado por ella durante la guerra, pero que pens ó que iba a estar a salvo cuando terminara. Valle de San Fernando, Los Ángeles, 1994. © DONNA DE CESARE
70 gración de la “Fuerza contra Pandillas Violentas” (Violent Gang Taskforce) descansa sobre el mango de su pistola automática. Un joven sostiene las manos por encima de la cabeza. Otro las tiene esposadas a sus espaldas. Si el pie de la foto no dijera que fue tomada en el Westside de Los Ángeles en 1994, uno podría pensar que se trataba de Ilopango en 1984, durante la guerra.
© DONNA DE CESARE
71 ños manifestándose en defensa de sus derechos como inmigrantes. Han confeccionado una repro ducción de una ametralladora, no con el fin de glo rificar la violencia pandillera, sino como recordato rio de la violencia del Estado de la que huían los salvadoreños al dirigirse a Estados Unidos. Para finalizar, De Cesare documenta las conse cuencias de la deportación masiva de salvadoreños jóvenes. Esto no sólo sirvió para desmembrar aún más a las familias, sino que envió de regreso a El Salvador a jóvenes que entonces replicaron allá la cultura pandillera angelina. Las imágenes actuales que aparecen en los medios, las de los jóvenes tatua dos en las prisiones salvadoreñas, sacan esto de con texto. Los jóvenes deportados fueron tratados como criminales a su llegada a El Salvador por los gobier nos derechistas hostiles a la juventud y a los pobres. Su política Mano Dura fue desarrollada con ayuda de las agencias estadounidenses de imposición de la ley que exportaron las políticas antipandillas de Los Ángeles.Lasimágenes de De Cesare muestran a jóvenes enredados en la violencia pandillera, pero nueva mente no los sataniza. De Cesare no cree que la violencia de alguna forma sea inherente a la cultura salvadoreña ni que sea el resultado de defectos ra Los agentes de inmigraci ó n que forman parte del Equipo Especial en contra de las Pandillas Violentas se concentran en investigar y deportar a los j ó venes inmigrantes que, sospechan, tienen lazos con una pandilla. Westside, Los Ángeles, 1994.
72 Dora Alicia, quien organiz ó un sindicato de vendedores ambulantes, trabaja en un barrio controlado por la Mara Salvatrucha. Aunque dice que a veces preguntan por comida, nunca la han amenazado, pero le preocupa que esto podr í a cambiar si descubren que su hija pertenece a una pandilla diferente en el barrio donde ella vive. Westside, Los Angeles, 1993. © DONNA DE CESARE Abajo: Ivonne lee una carta de su novio pandillero poco tiempo despu é s de que lo deportaran a El Salvador. Pico Union, Los Ángeles, 1994. © DONNA DE CESARE
73 ciales y personales. En lugar de ello, sus imágenes documentan la realidad de comunidades fracturadas por esta migración forzada en ambas direcciones. Un grupo de jóvenes convive en un espacio para dormir en un departamento abandonado por una familia que se mudó a Los Ángeles. Miembros de una pandilla angelina se reencuentran en San Sal vador. Un joven presume un tatuaje en la espalda en honor a su hermano muerto, una costumbre popular en Estados Unidos. Las imágenes muestran hombres descamisados y tatuados junto a sonrientes jovencitas, pero parecen naturales más que posadas, violentas o sexualizadas. Otra retrata a un hombre joven sosteniendo a un bebé, pensando, de acuerdo con el pie de la foto, sobre cómo hallar un empleo, un hogar y un futuro. No es una visión color de rosa de las pandillas. Un joven yace en un charco de sangre, muerto en la acera. Otra imagen muestra a un hombre sostenien do sus manos sobre su cabeza en segundo plano, posiblemente a la espera de ser ejecutado, mientras una mano sostiene un revolver contra la espalda de una figura en primer plano. En un paralelo a la imagen tomada en Los Ángeles, un policía guate malteco tiene a dos jóvenes, con las camisas sobre sus cabezas, parados contra la pared.
Cuando La Loquita, Cashy y Shy Boy comenzaron a asociarse con las pandillas en Los Á ngeles, sus familias pensaron que la mejor manera de mantenerlos a salvo y fuera de las pandillas era enviarlos de vuelta a El Salvador. Sin embargo, las bandas rivales se extend í an desde los Estados Unidos hasta El Salvador, y el ú nico lazo en que confiaban los j ó venes era el de su propia pandilla.San Bartolo, El Salvador, 1996. © DONNA DE CESARE
Como cierre, el libro incluye tres tomas que seña lan a otro futuro posible para estos jóvenes: un ritual familiar que celebra la herencia indígena, jovencitas que apuntan sus ideas para reducir la violencia y un maestro ayudando a un estudiante a aprender ha bilidades computacionales en un centro comunitario. De Cesare no intenta presentar un panorama de todos los aspectos de la vida comunitaria salvado reña, en uno u otro país. Lo que hace es brindarle al lector una mirada humanista a una faceta de la ex periencia salvadoreña: cómo han sido impactados los jóvenes por la guerra, la violencia y la deportación. Sin embargo, es inquietante que concluye justo antes de que el fmln fuera electo para gobernar El Salvador en 2009 (reelecto este año). En su texto, De Cesare cita al psicólogo social jesuita Ignacio Mar tín–Baró, quien sostiene que para lidiar con el im pacto de la violencia generalizada se requiere no sólo aliviar el sufrimiento individual, sino crear una sociedad justa. Si algún pueblo ha luchado por una visión así, definitivamente es el salvadoreño. Hoy, quienes lucharon por ella tienen cierto poder para convertirla en una realidad. Y en su mayoría son jóvenes, como los retratados en las fotografías de De Cesare. ¿Existe hoy una alternativa a la vida pandillera y a la pobreza, como pudo haber soñado
Se re ú ne una multitud en la escena del crimen tras el asesinato de un miembro de la Pandilla de la Calle 18 en el barrio de Villa Nueva. Ciudad de Guatemala, Guatemala, 2001. © DONNA DE CESARE
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75 Despu é s de que el “Shy Boy” original Jos é Bola ñ os fuera asesinado, su hermano menor, Édgar, tatu ó en su espalda una tumba en su memoria y comenz ó a frecuentar los lugares de reuni ó n de pandilleros. Apopa, El Salvador, 1995. © DONNA DE CESARE Abajo: La policí a guatemalteca busca y detiene de manera rutinaria a los j ó venes que creen que puedan tener afiliaciones con las pandillas, sin importar que est é n involucrados en actividades il í citas o no. Ciudad de Guatemala, Guatemala, 2003. © DONNA DE CESARE
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Un joven participa en un ritual espiritual con su familia en las ruinas mayas de Iximche. Sus padres esperan que esto lo haga formar una conexi ó n m á s profunda con su patrimonio cultural. Iximche, Guatemala 2001. DONNA DE CESARE
©
Gustavo mientras se encontraba sentado en el bos que? Si se está deportando cifras récord de gente de Estados Unidos, ¿podemos ver los rostros de los jóvenes en los barrios de Los Ángeles que ahora se sientan frente a los autobuses que transportan a sus amigos al arresto? El libro incluye imágenes de la vida laboral de jóvenes salvadoreños: una de chicos en la pizca de café en las faldas del volcán Usulután y otra de Dora Alicia, que organizó un sindicato para los vendedores callejeros en Los Ángeles. Éstas sugieren que una mayor documentación profundizaría la comprensión de cómo esta comunidad no sólo ha sobrevivido, sino que se ha convertido en una de las fuentes de activismo laboral más importantes de Los Ángeles.Ellibro de De Cesare le hace plena justicia a las imágenes y, en un salto tremendo para un libro de fotografía, contiene un texto enteramente bilingüe, lo que lo vuelve accesible para la comunidad docu mentada por la fotógrafa (e incrementa de manera significativa su potencial de comercialización). Sin embargo, todos los pies de foto aparecen agrupados al final del tomo. Esto priva a las imágenes de un contexto importante, e incluso despolitiza a algunas. Sin el pie de foto, el chico con el rifle unido con cin
77 ta casi es simplemente otro jovencito armado más. Algunas de las imágenes abarcan dos páginas, dando cabida a fotos más grandes, pero el margen interior incluido dificulta ver la imagen de manera integral.Enconclusión, Unsettled / Desasosiego es un logro impresionante y muestra la profundidad de com prensión y documentación hecho posible mediante muchos años de trabajo y compromiso de parte de una fotógrafa brillante. ■ Unsettled / Desasosiego. Children in a World of Gangs / Fotogra fías por Donna De Cesare / University of Texas Press, Austin, Texas / 164 pp.
Un grupo de mujeres j ó venes de uno de los barrios m á s pobres y violentos anotan sus sugerencias de c ó mo reducir la violencia en la sociedad salvadore ñ a en un taller de capacitaci ó n para el liderazgo sobre el tema de los derechos de g é nero. San Salvador, El Salvador, 2009. © DONNA DE CESARE
EXPOSICIONES DEFOTÓGRAFOOPOSICIÓN Casi medio siglo permaneció en la oscuridad el Archivo Tomás Montero, y un acervo que no se mira no cumple con el propósito primordial de la fotografía: ser vista. El fotógrafo reaparece cuando los negativos cumplen su proceso y se convierten en imágenes que sean reflejo de antaño en una exhibición. Es el caso de la muestra Hacia los márgenes. Tomás Montero Torres, Fotógrafo de oposición, ahora en el Centro Cultural TlatelolcoUniversitariodela unam (ccut). Montero murió a los 56 años y fue su familia —concretamente sus nietas— quienes realizaron el rescate y fotoperiodista.delconservaciónarchivodel Abierta hasta marzo de 2015.
ReflejosIzquierda:eninundación. M é xico, df, 1952 [60387]. © ARCHIVO TOMÁS MONTERO. Esta imagen de la inundaci ó n del verano de 1952 fue tomada en el cruce de Paseo de la Reforma y Bucareli, donde permaneci ó la estatua del Caballito de 1825 a 1979. Al fondo puede verse el Edificio Corcuera, demolido despu é s del temblor de 1957, que era famoso por su publicidad de llantas. NiñoDerecha:quijote. M é xico, df, ca. 1950 [13371]. © ARCHIVO TOMÁS MONTERO deBeneficenciadeHuérfanoslaTacubaya. M é xico, df, 1949 [59245]. © MONTEROTOMÁSARCHIVO
78 CUADR SCUROCUADR SCURO
deIzquierda,arribaa abajo: Indígena con flauta.
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© LEO MATIZ Cumbia. © LEO MATIZ Diego Rivera. © LEO MATIZ
DELINSTANTÁNEASSONIDO “La vida sin música sería un error” escribió el filosofo alemán Friedrich Nietzsche en su libro el Ocaso de los ídolos. El presentanFundaciónCasanostálgica.vecesromántica,tierra,elporqueamericanocontinentesecaracterizasumúsicatienesabordelcolordelaguapachosa,yalgunasuntantoácidayElMuseoDiegoRiveraylaLeoMatizlaexposición
Instantáneas del sonido. La mirada de Leo Matiz a la música en América Latina, un recorrido por diversos países de Latinoamérica durante la década de los años 40 y 50 del siglo pasado, en 72 fotografías en blanco y negro que muestran el interés del colombianofotógrafoentorno a los sonidos y silencios del continente. Hasta el 21 de enero de 2015 en el Museo Casa Diego Rivera, Pocitos, 47; Zona Centro en Guanajuato, Gto. EL OLVIDO MATA Ante la indiferencia acerca de causamalariaNíger,mundialhumanitariasrelacionadasnoticiasconcrisisanivelcomoladeendondelaeslaprincipaldemuerteen menores de 5 años, o en Haití, que después del fuerte terremoto que sacudió la isla en 2010 no ha Sinrecuperarse,podidoMédicosFronteras( msf) pone en marcha la campaña denominada “Crisis olvidadas”. Se trata de propiciar una reflexión en torno al papel de los medios comunicación,de los que cuando seguimientodan puntual pueden ayudar a reforzar procesospolíticasdecisionesyacelerardegestión y decisión, o simplemente relegar al olvido y a la desmemoria a cientos de personas que sufren por conflictos políticos sociales, sanitarios y Paraeconómicos.lograrlo, se acondicionó un remolque para montar una exposición con fotos, textos y video la cual itinera por distintos puntos de la Ciudad de México y del unaciudadaníasensibilizarcrisisrecordarMetropolitana,áreaparalasprofundasdelmundoyalaatravésdefrasedeacción: El olvido msf.mx/.http://crisisolvidadas.mata.
80 ¡FELICIDADES, RASHIDE! Todos en Cuartoscuro nos sentimos orgullosos por nuestro compañero Enrique Rashide Serrato Frías, quien ganó este año el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de Fotografía por su reportaje “Escuelas de cartón”, el cual fue publicado en el número 120 de esta revista. ¡Felicidades, Rashide! Izquierda, arriba: “Archway”, de la serie Constructions. Massachusetts,Boston,2012-2013.
© MARÍA MARÍA ACHA KUTSCHER Derecha, abajo: De la serie Womankind/ Serie 3, 2012. © MARÍA MARÍA ACHA KUTSCHER Abajo, izquierda: Enrique Rashide Serrato Frías, fotógrafo de la agencia Cuartoscuro, durante la entrega de su Premio Nacional de Periodismo en la categoría de Fotografía.
© FABIOLA MENCHELLI Derecha, arriba: De la serie Womankind/ Serie 3, 2012.
© FABIOLA MENCHELLI Izquierda, abajo: “Three 90º Angles”, de la serie Constructions. Boston, Massachusetts, 2012-2013.
© JUAN PABLO CUARTOSCURO.COMZAMORA/ Abajo, derecha: Enrique Rashide Serrato Frías con Elena Poniatowska durante la ceremonia de entrega del Premio Nacional de Periodismo.
© JUAN PABLO CUARTOSCURO.COMZAMORA/
Arriba: De la serie Paisaje 1819220 © EDITH MORALES
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NOTICIAS LAGANANXVI BIENAL María Acha-Kutscher, por la serie Womankind, y Fabiola Menchelli, por Constructions, se hicieron acreedoras del premio y apoyo económico de 75 mil pesos, respectivamente, en el 16ª Bienal de Fotografía, y su obra formará parte del Acervo del Centro de la Imagen. El jurado, integrado por los fotógrafos Mauricio Alejo, Maya Goded, Eniac Martínez, la curadora Magnolia de la Garza y Escalante,Mireyadirectora de la colección “Isabel y Agustín Coppel, a.c.”, evaluaron los portafolios de los 629 participantes de 29 estados del país.
GARCÍAPREMIOSCUBAS El libro Tejedores de imágenes: delinvestigaciónmetodológicasPropuestasdeygestiónpatrimonio fotográfico y audiovisual, editado por el Instituto Mora, ganó en la categoría libro de texto escolar y Underwood & Underwood: Una visión estereoscópica de México. Ciudad de México y alrededores. Escenas de provincia, de la Iberoamericana,Universidad recibió mención honorífica en la categoría Libro de Arte o FacsimilarEdiciónenel Premio Antonio García Cubas. Arquitectura en México 1900-2010. La construcción de la modernidad. Obras, diseño, arte pensamientoy es la obra ganadora en la categoría de Libro de Arte, que da relevancia no sólo al trabajo de los arquitectos, sino también al de los fotógrafos Armando Salas GuillermoGuillermoPortugal,Zamora,Kahloy Hugo Brehme.
FOTOAX 2014 Edith Morales Sánchez ganó la Primera Bienal de Oaxaca, Fotoax 2014, con la serie fotográfica Paisaje 1819220, con un premio único de 50 mil pesos. Katies Sietlik y Baldomero Robles recibieron mención honorífica, por las series I am Así y Loo naa, juradorespectivamente. Elintegradopor Patricia ArmandoMendoza,Cristeto y Gerardo Montiel, seleccionó 16 finalistas, de entre los cuales se eligió al premio único y las dos menciones honoríficas.
DELGEOGRAFÍADOLOR La fotógrafa Mónica González presenta Geografía del dolor, un documental web interactivo, libro y exposición fotográfica, que continúa su trabajo de documentación de personas desaparecidas. Junto con su equipo de producción Sacbé —integrado por Javier García, Iván Castaneira y Alejandra Saavedra— recorrieron 14 estados del país recopilando las historias. El trabajo puede consultarse en www. geografíadeldolor. com LIBROS EL WIXARITARIPEREGRINAR El libro La piel del desierto, una tradicional deperegrinajeTrejo)literaria(Christian Palma)–crónica fotográfico(Luis Ramírezsobreellos wixaritari en el Cerro Quemado cerca de Real de Catorce en San Luis Potosí, se presentó en Foto 13, en Tlaxcala. El libro documenta cómo los representantes de las comunidades wixárika peregrinaron a su lugar sagrado para consultar a sus divinidades acerca de las medidas a tomar con respecto a la explotación del área sagrada de Wirikuta por varias compañías agroindustriales y mineras. Por ahora el libro se puede comprar directamente con Palma en chrysael@ yahoo. com.mx. SÁNCHEZ serielaDe 1819220Paisaje SÁNCHEZMORALESEDITH©
MÁS EXPOSICIONES CUÍDESE MUCHO
RiffleIzquierda:shooter, Sandy Morin, detalle de Cuídese mucho , © SOPHIE CALLE , 2007 Actriz, Victoria Abril, detalle de Cuídese mucho , © SOPHIE CALLE , 2007 Ambas adagp Cortesía Galerie PaulaPerrotin,EmmanuelParís;GalleryCooper,NY
“Me hubiese gustado que las cosas fuesen de otro modo. Cuídese mucho”, firma “x” al final de la carta que entregó a la artista francesa Sophie Calle (París, Francia, 1953) en una epístola de ruptura —vía electrónica— hace 6 años. Esas palabras se convirtieron en el detonante del proyecto Cuídese mucho (Prenez soin de vous), en el que 107 mujeres dieron una interpretación a esa Cantantes,despedida. artistas cómicas, una bailarina de danza hindú, una niña de 9 años, actrices, filósofas, periodistas, escritoras, historiadoras, además de la madre de la artista conceptual francesa analizaron la carta y la interpretación de cada una de ellas fue usada por Calle —mediante el retrato fotográfico, el video y el texto— para conformar un mapa en una multidisciplinariamuestraquese exhibe en el Museo Tamayo ContemporáneoArte hasta febrero de 2015. (CONSUMO)CONSUMPTION Prix Pictet es una muestra que reúne a los 11 finalistas del quinto ciclo del premio fundado en 2008 por el Grupo Pictet, un banco suizo establecido en 1805. Desde su creación, este premio se ha centrado en la promoción de la fotografía que trata temas de sostenibilidad, en especial las relativas al medio ambiente. Este año el concurso se centró en el consumo. La muestra estará en el Museo Nacional de Arte (Munal) hasta marzo de 2015.
MÁS NOTICIAS AFELICIDADESCLAUDIO Felicitamos a Claudio Contreras Koob, un apasionado fotógrafo de naturaleza y miembro de la Liga Internacional de Fotógrafos por la Conservación, por haber obtenido el primer lugar del Concurso Nacional de Fotografía Científica 2014, con una imagen del colibrí canelo o colibrí yucateco, libando una flor de platanillo en Yucatán. ■
Enmedio: Hong Hao. My Things No. 1 , 2001. Beijing, China. De la serie My Things . 121 x 211.5 cm, impresión a color / c-print, © HONG HAO / PRIX PICTET LTD 2013/14 Izquierda, abajo: Juan Fernando Herrán. Bifurcaci ó n / Junction , 2008. Medellín, Colombia. De la serie Escalas. 122 x 175.5 cm, impresión de pigmento inyectado, © JUAN FERNANDO HERRÁN / PRIX PICTET LTD 2013/14
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Carl Zeiss emplea un nanorevestimiento para sus cristales llamado t Star (t*) sobre la última capa óptica del lente, lo que permite reducir la reflexión de la luz hasta en un 90 por ciento sobre lentes convencionales, indica Valencia. Sony tiene los lentes estratégicamente posicio nados en las luminosidades necesarias para profesionales y aficionados. Como ejemplo, el lente más luminoso con el que cuenta es un clá sico f1.4 50 mm. La ventaja es que lente y cámara Sony trabajan en conjunto para corregir distorsio nes, lo cual es una innovación no sólo de cristal y óptica, sino de lograr una sincronización electrónica para optimizar resultados. Sony tiene tres gamas diferente de óptica: Sony Standard, Sony g Lents y Lentes Montura E de Carls Zeiss. Para quienes se encaminan a un campo profesional, la sugerencia es adquirir un lente 24-70 mm f4 o f2.8 o un 70-200 mm f4 o f2.8, y para un estudiante que busque lente todo terre no, la opción podría ser un 18-250 mm, con la li mitante del f que es hasta 6.3. [Galo Ramírez] VX9110 A-1200 VX9124 A-1200
TIENDADELUZ ÓPTICA IDEAL DIGITALSony SEL2470Z A-1200
83 Calidad, luminosidad y rapidez es lo que busca un fotógrafo cuando adquiere un lente para su trabajo diario. “No perder momentos clave” es la línea que sigue la empresa japonesa para satisfacer las necesidades de sus usuarios, explica Ricardo Valencia, gerente de mercadotecnia de Sony Alpha.
Señala que los lentes del Sony son los más rá pidos, pues pueden enfocar en .06 s mientras que otros que lo hacen en .4 s. El binomio que ofrece Sony —de una cámara rápida y un lente optimi zado para un enfoque rápido— da como resulta do que nada se le escape al fotógrafo, dice. La línea Alpha nació en 2006, cuando Sony adquirió la calidad y eficacia que ofrecía la em presa Minolta. Ya en 1995 se habían acercado con la mejor empresa de óptica, Carl Zeiss, en la cual nacieron las primeras Cyber shot. Con la fotografía digital todo cambió. Antes, todos los lentes estaban diseñados para negativo; lente y negativo no interactuaban salvo por la luz. Ahora el lente provee de información a la cámara, tal como la distancia focal, apertura de diafragma, estabilizador de imagen y reducción de ruido. Valencia señala que Sony es el fabricante nú mero uno de sensores, tanto para cámaras de foto como de video o cine y dice que “el 50 por ciento de todas las cámaras del mundo, sin im portar la marca, tiene un sensor Sony”. Afirma que al conjuntarse el productor núme ro uno de sensores, Sony; la mejor empresa de óptica, Carl Zeiss; y la experiencia de Minolta, el resultado es “óptimo rendimiento tecnológico”.
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