Cuartoscuro 154, año 25, diciembre 2018-enero 2019 by Revista Cuartoscuro

MÉXICO $50 • US $10.95 • ISSN 1405-7913

R E V I S T A D E F O T Ó G R A F O S ■ D I R E C T O R : P E D R O V A L T I E R R A ■ A Ñ O X X V ■ N Ú M E R O 15 4 ■ D I C I E M B R E 2 01 8 – E N E R O 2 01 9 ■ C U A R T O S C U R O . C O M . M X

HISTORIA DE UNA FOTO: LAS MUJERES DE X’OYEP ■ RAMIRO DURÁN ■ JUDITH ROMERO ■ LA FAMILIA BERISTAIN ■ CARAVANA DE MIGRANTES ■

TEXTOS DE JUAN BALBOA ■ CAROLINA ROMERO ■ ANA LUIS ANZA ■ ELISA LOZANO

■ R E V I S TA D E F O T Ó G R A F O S ■ D I R E C T O R : P E D R O VA LT I E R R A ■ A Ñ O X X V ■ N Ú M E R O 1 5 4 ■ D I C I E M B R E 2 0 1 8 - E N E R O 2 0 1 9

■ W E B w w w. c u a r t o s c u r o . c o m . m x ■ F A C E B O O K C U A R T O S C U R O ■ T W I T T E R @ c u a r t o s c u r o m e x ■ I N S TA G R A M @ c u a r t o s c u r o m e x

Director y editor responsable PEDRO ANTONIO VALTIERRA RUVALCABA

Coordinadora editorial ANA LUISA ANZA

Administración / Publicidad

A 21 años de ocurrida la matanza de Acteal, recuperamos —paso a paso— el día en que decenas de fotoperiodistas hicieron de San Cristóbal

PEDRO VALTIERRA se adentró

VIRIDIANA SANDOVAL

su centro de operación y cómo

CAROLINA ROMERO

a X’oyep, junto con otros compañeros, donde tomó una imagen que hizo

FERNANDO RODRÍGUEZ

y sigue haciendo historia 6 El espacio donde se entrecruzan todos los

publicidad@cuartoscuro.com Página electrónica y redes sociales revista@cuartoscuro.com Diseño editorial Archivo Cuartoscuro/Pedro Valtierra LUCÍA CUEVAS JIMÉNEZ

archivo@cuartoscuro.com archivopedrovaltierra@cuartoscuro.com Fotógrafos MOISÉS PABLO (editor), SAÚL LÓPEZ, ISAAC ESQUIVEL, PEDRO ANZA, DIEGO SIMÓN, MARIO JASSO, GALO CAÑAS, MISAEL VALTIERRA

Distribución

COMERCIALIZADORA GBN, SA DE CV, Calzada de Tlalpan, 572 C302 colonia Moderna; delegación Benito Juárez; 03510 Ciudad de México. suscripciones@cuartoscuro.com

Cuartoscuro / Revista de fotógrafos, año XXV; núm. 154; diciembre 2018-enero 2019. Es una publicación bimestral editada por Cuartoscuro, SA de CV; Juan Escutia, 55; colonia Condesa; 06140 Ciudad de México. Teléfonos: 5211 2607, 5211 3197, 5211 2913. Registrado ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación, con el Certificado de Licitud de Título y Contenido núm. 16712. Registrado ante la Dirección General del Derecho de Autor de la Secretaría de Educación Pública, con certificado de reserva de derechos al uso exclusivo del título núm. 04-2006-072811555900-102. Certificado de circulación pagada, cobertura geográfica y estudio sobre perfil de lectores núm. ACGM-81-16 en la Secretaría de Gobernación: www.gobernacion.gob.mx. Precio del ejemplar: $50 MN en la República Mexicana y $10.95 US dlls. en el extranjero.

elementos de la fiesta taurina es para

RAMIRO DURÁN una forma

de reconciliarse con su infancia y el entorno en que creció, en el que “los toros” son una tradición y parte de la vida cotidiana 40 Una decisión personal impulsó a

JUDITH ROMERO a retratar a mujeres

que se salieron de patrones establecidos para tomar la determinación, razonada, de no ser madres 52 EN MOVIMIENTO continúa la historia en imágenes iniciada en el número anterior sobre la dinastía de los

BERISTAIN en el cine mexicano 64

CUADROSCURO ofrece información

sobre nuevas publicaciones, exposiciones, convocatorias y noticias para todos los interesados en la imagen 70 DE LAS MEJORES es una breve selección del trabajo de los fotógrafos de Cuartoscuro en los últimos meses, en esta ocasión sobre la cobertura de las caravanas de migrantes centroamericanos que entraron a México y viajan por el país hacia la frontera con Estados Unidos en busca de refugio 80 POR TA DA : Hoja de contacto, Serie X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

Impreso en Preprensa Digital, SA de CV; Caravaggio, 30; colonia Mixcoac; 03910 Ciudad de México. Cuartoscuro no asume responsabilidad por textos y fotos no solicitados. El contenido de los artículos es responsabilidad de sus autores y el de la publicidad de los anunciantes. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido por cualquier medio sin permiso expreso de los editores. Los derechos de todas las fotografías publicadas están reservados por sus respectivos propietarios y se indican con el símbolo ©. CERTIFICACIÓN DE CIRCULACIÓN PAGADA, COBERTURA GEOGRÁFICA Y ESTUDIO SOBRE EL PERFIL DE LECTORES POR AGENCIA CERTIFICADORA Y GESTORA DE MEDIOS S.C. REGISTRO ACGM-81-16

Mural en la colonia Revolución Mexicana. Autor no identificado. San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Marzo, 2018. © ANA LUISA ANZA

Mural en un centro comunitario de X´oyep. Chenalhó, Chiapas. Septiembre 24, 2018. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

C UART OSCURO Y L A F UNDACIÓN P ED RO VA LT IERR A CONVOCAN AL CONCURSO NACIONAL DE FOTOGRAFÍA CUARTOSCURO 2019

UN PUÑO DE TIERRA

a muerte es un hecho ineludible y la mortalidad, una condición intrínseca de la existencia humana. Nacer y morir. Los árboles, las plantas, los microorganismos, los animales, los astros y los humanos aparecen y desaparecen. Surgen y se van. La muerte se ha representado a través de la historia y las culturas de muchas maneras. En la forma de ritos, ceremonias, fábulas, historias, mitos, leyendas, supersticiones y ciencia se han creado un sin fin de representaciones sobre ésta. Se le han puesto mil y un disfraces y máscaras. Ha sido personificada: ha sido masculina, ha sido femenina. Le han compuesto himnos, ha sido innombrable, glorificada, poetizada, heroica, cobarde, justa, injusta, deseada y temida. La muerte nos angustia, nos entristece, nos intriga y nos asombra. En México, desde la antigüedad, ha sido una figura central en nuestra cosmogonía, expresada en cuentos y leyendas, con sus deidades representativas y complejas ceremonias. Ha jugado un rol central en nuestro entramado mitológico y simbólico, así como en el devenir histórico de estas tierras. Con el Concurso Nacional de Fotografía Cuartoscuro 2019 Un puño de tierra, se busca generar una reflexión a través de la imagen en la que los fotógrafos se den a la tarea de expresar y comunicar su noción, su sentir y pensar sobre la muerte, así como comunicar la visión de grupos, pueblos, etnias y tradiciones sobre ella. Cuartoscuro invita a retratar lo inasible, tarea que requiere del impulso creativo y el riesgo de buscar fotografías innovadoras y originales. ¿Se encuentra la muerte sólo en hospitales, callejones oscuros y cementerios o acaso aflora, destella y nos guiña un ojo desde detrás de las piedras en el camino, los árboles, las sombras, las flores y los momentos más bellos y lúcidos de la cotidianidad?

BA SE S ■ Podrán participar fotógrafos mexicanos —aunque vivan en otra parte— y extranjeros que residan en el país y presenten trabajos sobre México. ■ Se podrá participar con una fotografía o una serie de hasta seis imágenes, tomadas o realizadas en los últimos tres años y hasta la fecha del cierre de la convocatoria. ■ Está permitida cualquier técnica fotográfica: aná loga, digital, estenopeica, procesos antiguos en color o blanco y negro, y fotografías realizadas con celular, siempre y cuando cumplan con los requisitos técnicos señalados más adelante. ■ Las imágenes no deben ser alteradas mediante collage, fotomontaje o ilustración digital, así como tampoco se podrán agregar o quitar elementos de la toma original. Los fotógrafos deberán presentar el archivo original sin edición de sus imágenes inscritas, para demostrar la autoría de las mismas, las cuales serán revisadas por especialistas y se corroborará su fecha de creación. ■ Los archivos originales de las imágenes deben tener un tamaño no menor a 3000 pixeles del lado más corto y 300 pixeles por pulgada de resolución. RE C E P C I Ó N ■ Cada participante depositará una cuota de recuperación de 100 pesos (cien pesos pesos 00/100 m.n.) por cada foto individual o por serie. La cuota será de 7 dólares usd para los residentes en otros países. El depósito debe hacerse a la cuenta de la Fundación Pedro Valtierra, a.c., de Banorte, número 0165488729, clave interbancaria 012930001654887299. Es importante conservar la ficha de depósito o el comprobante de la transferencia, pues deberá adjuntarse a los requisitos de inscripción. Una vez realizado el depósito, ingresar a www.cuartoscuro.com/unpunodetierra para registrar el trabajo: • Adjuntar, digitalizado, el comprobante de pago. • Llenar los campos designados con su información personal: nombre completo, edad, correo electrónico, teléfono y ciudad. • Subir las imágenes participantes, cada una de las cuales debe llevar el título de la foto o de la serie, con un tamaño de 150 dpi de resolución por mil pixeles del lado más corto, en formato jpg. (El tamaño especificado en este apartado es sólo para su fácil envío por correo electrónico y evaluación del jurado.)

• Incluir una descripción de hasta mil caracteres en el campo designado. • Los trabajos que no cumplan con estos requisitos quedarán automáticamente descalificados. • No hay restricción de participación, pero por cada una se debe pagar la cuota pertinente; así, por ejemplo: para inscribir dos series y una foto individual, se depositarán 300 pesos, ya sea en un único pago o separado, y se adjuntará el comprobante en cada registro. La convocatoria estará abierta a partir de su publicación y hasta el viernes 22 de febrero de 2019. Al participar los fotógrafos manifiestan su conformidad con estas bases y autorizan a los organizadores el uso de sus imágenes con fines de promoción y exhibición, sin afectar sus derechos de autor. EL J U R A D O Estará integrado por profesionales de la fotografía, quienes valorarán la calidad conceptual y técnica de la imagen. Su decisión será inapelable. Cualquier asunto no previsto en la presente convocatoria, quedará a criterio de los organizadores y miembros del jurado. P REM I OS PRIMER LUGAR: 75 mil pesos, una cámara Nikon

d750 y lente 24120mm y publicación en la revista Cuartoscuro. SEGUNDO LUGAR: 50 mil pesos, una cámara Nikon d610 y lente 2485mm y publicación en la revista Cuartoscuro. TERCER LUGAR: 30 mil pesos, una cámara Nikon d7200 y lente 18140mm y publicación en la revista Cuartoscuro. Además, todas las imágenes seleccionadas formarán parte de la exposición Un puño de tierra, que se inaugurará en la Fototeca de Zacatecas, y de la edición 156 de la revista Cuartoscuro, abrilmayo de 2019. Los resultados se darán a conocer el 1º de abril de 2019 en www.cuartoscuro.com y en la revista impresa. La premiación se realizará el jueves 11 de abril a las 20:00 hrs. en la Fototeca, en el marco de la entrega del Premio a la Trayectoria Cuartoscuro 2019 y la inauguración de la exposición. I n f o r mes : concurso@cuartoscuro.com

luzPétrea Socorro Ruvalcaba y Juan Valtierra en el rancho “El Milagro”, Ojocaliente, Zacatecas. Marzo, 1999. © PEDRO VALTIERRA

portaFolio

Las mujeres de X’oyep

HISTORIA DE UNA FOTO QUE HIZO HISTORIA

Juan Balboa*

A 21 años de la masacre de Acteal, recuperamos la historia detrás de una fotografía que se volvió emblema, a nivel internacional, de la lucha zapatista.

oche del 2 de enero de 1998. El Hotel Casa Vieja de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, era un “panal” de fotógrafos. Habían llegado por el aniversario de la irrupción zapatista, seguros de que habría otra masacre como la de Acteal o de que el Ejército Mexicano irrumpiría en las zonas donde se movía el subcomandante Marcos. Tras lo ocurrido en Acteal (45 personas fueron asesinadas por un grupo de paramilitares el 22 de diciembre de 1997), en el municipio tsotsil de Chenalhó, el mismo donde se ubica X’oyep, las empresas de medios de comunicación nacionales y extranjeras enviaron a un “enjambre” de fotógrafos que ansiaban lograr “la foto”. Pedro Valtierra coordinaba a tres fotógrafos de La Jornada. El mismo número tenía en Chiapas el periódico Reforma y, otros, como El Universal, eran equipos de dos, por lo menos.

Esa noche del 2 de enero, pobladores de Chenalhó nos habían informado que habría “algo caliente en X’oyep”, una comunidad tsotsil que no aparecía en el mapa de la guerra contra el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (ezln) pero está ubicada en la carretera que conduce a Acteal. Me trasladé al Hotel Casa Vieja para platicar con Valtierra, intentaría convencerlo de que nos acompañara al día siguiente, muy temprano, a X’oyep. Él ya había hecho planes para viajar a la Selva Lacandona, en especial a San Quintín, uno de los principales campamentos del Ejército Mexicano ubicado en el municipio de Ocosingo. Regresé a casa. Acordé con el videoasta Carlos Martínez Suárez viajar juntos. En la noche, casi madrugada, recibí una llamada de Pedro informándome que iría con nosotros “si todavía hay un lugar para mí”. El 3 de enero de 1998, sólo 10 días después de la terrible matanza de Acteal, ya viajábamos de San Cristóbal a X’oyep; pasamos el desvío al municipio de San Andrés Larráinzar, atravesamos la cabecera municipal de Chenalhó y llegamos a una pequeña casa poco adelante de la comunidad de Yabteclum, donde dejaríamos el jeep para emprender una caminata de unos 5 kilómetros de montaña, la cual nos dejó exhaustos.

* Juan Balboa era corresponsal del periódico La Jornada durante los acontecimientos narrados.

Hoja de contacto, Serie X´oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © Pedro Valtierra /Cuartoscuro

Un niño en la entrada al campamento civil en X’oyep. Chenalhó, Chiapas. Diciembre 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

Página opuesta, arriba: Misa y peregrinación de familiares de los indígenas que murieron en la masacre de Acteal. Acteal, Chiapas. Diciembre 31, 1997. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

Página opuesta, abajo: Campamento de refugiados que huyeron por la masacre de Acteal. X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

Misa oficiada por las víctimas de la masacre. Acteal, Chiapas. Diciembre 31, 1997. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

Página opuesta: Indígenas desplazados realizaron una peregrinación hacia el lugar donde ocurrió la matanza. Acteal, Chiapas. Diciembre 31, 1997. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

11:05 / SORPRESA

Todo era tranquilidad y armonía en la comunidad. Los tres nos preguntábamos si de verdad habría “algo caliente”. Preguntamos por la actividad. La respuesta fue la misma: “Paciencia, paciencia…” Una hora después vimos mucho movimiento; mujeres y hombres aparecían como fantasmas por todas partes, gritaban en su lengua materna algo que no podíamos traducir y caminaban, todos, hacia un lugar específico. De súbito, como si la sorpresa fuera parte de su fuerza, siluetas de mujeres jóvenes y niñas aparecieron —muchas con bebés en los brazos y la espalda— en el camino rumbo a la punta de la montaña de X’oyep. Niños y hombres las seguían con andar lento, cautelosos. En menos de cinco minutos todos rodearon a los militares que montaban un campamento y serían más tarde protagonistas de uno de

los hechos más peligrosos desde que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional declarara la guerra, el cual pudo tener un desenlace fatal. Serían unos 300 metros de caminata. Consignas, gritos. Tsotsiles apareciendo en áreas de árboles frutales. Ahí estaba el objetivo de la comunidad: un grupo de unos 50 militares que habían llegado a construir una base –el campamento 20 en todo el territorio de Chiapas, en ese momento– en un cerro estratégico desde donde se divisaba una de las cañadas del municipio de Chenalhó, presuntamente zona que servía de camino a miembros del ezln. 11:45 / EL TRUENO

Los habitantes de San Juan X’oyep rodearon el acantonamiento del 94 Batallón de Infantería, a cargo del mayor Armenta. En tan sólo 15 minutos los militares se enfrascaron en una riña incontrola-

Muchos de los refugiados en el campamento eran niños. Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998 © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

Página opuesta, arriba: Niños y mujeres en el campamento de X’oyep. Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

Página opuesta, abajo: Una pequeña se alimenta en las precarias condiciones del campamento. X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

ble con los tsotsiles y su campamento se redujo a un pequeño círculo con viviendas, pertenencias y alimentos. Unas 30 pedranas (así se conoce a las nativas de San Pedro Chenalhó) encararon con gritos a los militares, quienes no despertaban de su pesadilla. Una empezó a empujar a un soldado alto que, sin pensarlo, abrazó su arma para evitar se la arrebatara, pues la tsotsil, de baja estatura, ya lo había intentado con una fuerza que dejó atónito al hombre, quien a pocos centímetros de su oído escuchaba el “trueno” que le escupía: “Fuera ejército de aquí”. Pedro caminaba alrededor del círculo formado por las mujeres de X’oyep. No daba descanso a sus cámaras. Descubrió la escena del militar alto y con espanto en su cara y la mujer, con “voz de viento de huracán”, aguerrida. No lo pensó mucho.

Primero se subió a un tronco que le daba un ángulo perfecto para hacer buenos encuadres, imágenes más limpias, una perspectiva mejor, su cámara podía captar los forcejeos. Después supimos que la mujer guerrera, Antonia Jiménez Jiménez —quien se convirtió en un ícono del movimiento de resistencia en Chiapas— fue una referencia en los movimientos sociales en México y un emblema en el ámbito internacional. 12:30 / “FUERA…”

Se escuchaba un concierto de gritos de mujeres pidiendo la salida de los militares: “Fuera… Los ejércitos están violando la ley mexicana. No es lugar militar aquí. ¿Por qué se meten acá? Es una violación de la ley. Aquí no es campamento militar”. Ellas continuaban empujando a los militares: “¡Fuera ejército!” Los gritos en tsotsil y español eran

Mujeres protestaban incluso cargando a sus hijos. X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

Página opuesta: Mujeres cargando niños formaron parte de la portesta. X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

más fuertes, con mucha energía, tanto que seguramente se les escuchaba en los poblados cercanos. Al concierto se sumaron voces de hombres y niños. “No empujen”, dijo uno de los habitantes de X’oyep a los invasores. Las mujeres zangoloteaban a los militares espantados, casi petrificados; sus rostros eran de asombro, molestia, encabronamiento, irritación pero, sobre todo, impotencia. No sabían cómo reaccionar, no se los enseñaron en sus cursos castrenses ni se los indicaba el protocolo del Ejército. “Fuera”, era la principal partitura de un concierto de gritos en español y tsotsil. Los jaloneos continuaron, cara a cara; los soldados ponían las manos en sus armas como intentando conservarlas. El ambiente era tenso y se esperaba una reacción violenta. Aguantaron. No se movían. Seguían sin romper el círculo en torno a sus mochilas, los enseres de cocina y las casas de campaña.

Uno de los militares con más alta jerarquía giró la cabeza hacia los pocos periodistas presentes y, sin pensarlo, amenazó: “Ustedes los trajeron con tal de hacer noticias”. Cada minuto el círculo de los militares se reducía. 13:00 / EL FOTÓGRAFO

Ánimos candentes: los bandos gritándose y los empujones cada vez más violentos desde ambos lados; el ambiente, como un volcán en ebullición. Los militares aventaban a las mujeres pero ellas no cedían un centímetro. Retaban, fruncían la cara, se mordían los labios, parecían salirse de sus cabales; no entendían qué pasaba, tampoco sabían cómo reaccionar. Quien operaba el radio no despegaba un minuto el auricular de sus oídos, manteniendo comunicación con la Comandancia de la 31 Zona Militar ubicada en Rancho Nuevo, San Cristóbal.

Elementos del ejército recogen sus pertenencias. X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

Página opuesta: Durante la misa celebrada por las víctimas de la masacre. Acteal, Chiapas, Diciembre 31, 1997. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

Los militares retiran sus pertenencias ante la mirada de las mujeres. X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

Era tanta la presión que apareció el militar de más rango, el mayor Armenta, a pedir una tregua: —Díganles que nos vamos a retirar, vamos a levantar las cosas —pidió a quienes consideraba los dirigentes. Le respondieron: —Ajá, ¿pero ya no van a regresar mañana? —No, no, no. —¿Ni pasado? —insistieron. —No, no, no… —Nosotros no queremos que vuelvan a entrar… El militar explicó: —No les hicimos nada, habíamos quedado que no íbamos a pasar para allá (al pueblo), que aquí íbamos a estar estacionados. Si querían la ayuda, bien; si no, también, pero ustedes no respetaron eso. —Queremos que se retiren pacíficamente —in sistieron algunos hombres de la organización civil Las Abejas. —Sí, nos vamos a retirar… Dígale a su gente que nos dé la oportunidad. Ya vamos a juntar las cosas. Mujeres y hombres conversaban alto en tsotsil. Muchos no creían al militar, quien pidió que todos regresaran al pueblo para organizar la retirada. Le respondieron a gritos que eso mismo habían prometido en otros poblados y se habían quedado. La paciencia se desbordaba. Valtierra ignoraba la conversación. Desaparecía entre los manifestantes, en medio de las mujeres y los militares. Con su cámara Nikon y el lente de 28 milímetros recorría el círculo donde las pedranas tenían prisioneros a los soldados. Sólo se escuchaba un sonido constante, sin descanso: era el obturador, no daba tregua a la cortinilla del aparato. Allí conocí al verdadero fotógrafo. De repente aparecieron periodistas, un reportero gráfico de Reforma y un equipo de Televisa. Nunca entendimos cómo llegaron o quién les aviso. El fotógrafo y el camarógrafo nunca se acercaron, todas las imágenes las captaron a siete metros, más o menos. El ambiente subía de temperatura, llegamos a pensar que los militares dispararían. Unos gritos retumbaban en la cañada de San Juan X’oyep. Era una sección de la Policía Militar (pm) que llegaba en apoyo de sus compañeros bloqueados por unas tsotsiles empoderadas.

Las mujeres rompieron la valla circular en torno a los militares, dejaron de empujar y forcejear con ellos. Empezó la calma. Los soldados aceptaron la tregua para recoger su equipo y retirarse. Armenta insistía en que se replegarían pero si ellos regresaban a su poblado. Los habitantes de X’oyep no le creían, le argumentaban un “hasta que ustedes se vayan, nosotros regresamos a nuestra casa”. Otra vez el bullicio. —Están espantando a la gente. Éste es el camino en donde salen al mercado, donde caminan con su familia, es donde nace el ojo de agua, el agua que tomamos —insistían los tsotsiles. Una mujer reclamó al militar por haber tomado la tierra del pueblo. Él le contestó que ella había pasado hacía unas horas: —Me dijiste buenos días, te dije buenos días. Pasaste y se te permitió el paso. Han venido a tomar agua y se les permitió… Y se fue contra uno de los líderes de Las Abejas: —No nos avientes a mujeres y niños. Lo ignoraron. Allí esperarían los pobladores a que se retiraran. —Prometiste salirte hoy… Mira, sigues aquí. Nosotros aquí vivimos. —No los estamos molestando —respondió el mayor. —No nos están molestando pero no necesitamos su presencia. Sentimos miedo. Pobres mujeres y niños temen a ustedes porque no son civiles, ustedes son ejército. Los periodistas se acercaron al militar. —¿Qué pasó, mayor? —le preguntamos. —No quieren la ayuda, no los vamos a obligar, pero debe imperar la prudencia para que no pase a mayores —respondió con voz baja. —Ayer vino una representante de ellos y habló con el mayor Quezada. Les dijo que si querían la ayuda que vinieran, nosotros no pasaríamos al pueblo. Nosotros cumplimos, ellos son los que no. Argumentaron que el terreno era propiedad de ellos y temen que las mujeres puedan ser molestadas. En ningún momento han sido molestadas. Venimos a ayudarlos… No quieren la ayuda pero tenemos la orden de permanecer aquí. —¿Se van a retirar? —insistió el reportero de Televisa.

Las mujeres exigen a los soldados abandonar el campamento de X’oyep. Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

Hoja de contacto, Serie X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

Página opuesta, arriba: Mujeres se posicionaron frente a la valla de militares. X’oyep, Chenalhó, Chiapas.

Página opuesta, abajo: Valla de mujeres. X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998.

Hoja de contacto, Serie X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

Aspecto del enfrentamiento. X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

Hasta los pequeños participaron en la exigencia de las mujeres. X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

Un grupo de mujeres exige a los soldados abandonar el campamento de X’oyep donde se habían refugiado después de la matanza de Acteal. Ésta es la imagen que se convirtió en una emblema de diversas luchas. Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

—No, seguiremos aquí. Informó que la ayuda era de atención a la salud. El grupo estaba conformado por médicos, enfermeras, medicamentos y hasta alimentos, dijo. Se le cuestionó acerca del temor de que las cosas pasaran a mayores y se salieran de control. –Pues sí –respondió– porque la gente está siendo manipulada, no están actuando con su propio criterio. Venimos en paz a darles la ayuda pero, si no la quieren, nosotros vamos a permanecer aquí. 13:30 / EN EL CERCO

Quince minutos después, de la parte baja del cerro de X’oyep se escuchó una voz: –Venimos a protegerlos a ustedes –era el hombre al frente de la Policía Militar (pm) con sus pertrechos y escudos eléctricos. Los gritos de los elementos de la pm eran más nítidos, estaban cerca del campamento militar en el cerro de X’oyep. Los soldados no rompían el círculo en torno a mochilas, alimentos, armamento y hasta una cocina portátil. Empezaron a reunir sus cosas, sin romper el sitio. De nuevo, choque de palabras entre el mayor Armenta y los de Las Abejas. —Ustedes dijeron que se iban, no están cumpliendo su palabra. Aquí no están los paramilitares. Aquí somos gente refugiada... Vayan a buscar a los hombres armados que están matando la gente. Ellos están en otro lado, no aquí. —A ellos los están buscando las autoridades correspondientes. No sé por qué nos vienen a agredir. Yo soy como ustedes. Yo también usé huaraches. La conversación entró en impasse. El mayor hacía tiempo para que llegara la Policía Militar, pues ya se divisaba la columna con cascos, fornituras, toletes y sus escudos eléctricos antimotines. Uno de Las Abejas le dijo que ya estaba hablando mucho, que ya no le iba a hacer más plática. —Si quieren mátame aquí, mátame. Aquí vamos a quedar igual como pasó en Acteal. Con voz tenue pero con un tono de advertencia: —Sálganse, sálganse, te lo digo despacito… La Policía Militar se encontraba cerca del campamento. Eso provocó otra vez el grito de “Fuera ejércitos, fuera, fuera…”

Los militares ya habían levantado el campamento y tenían apilados mochilas, pertrechos de combate… Los gritos continuaban. Una tsotsil le agarró el casco a un militar, quien no sabía qué hacer, la empujaba con violencia. Otras mujeres intentaban arrebatarle el arma. Se puso muy violento, pero sólo hubo gritos y algunos jaloneos. Siguieron los reclamos. Se escuchaba otras voces de hombres en tsotsil. Hablaban de la Constitución. “Chiapas, Chiapas no es cuartel, fuera ejército de él”. 14:20 / “TODOS SOMOS LÍDERES”

La Policía Militar apareció gritando, golpeando con sus toletes los escudos eléctricos: —¿Quién es su líder? ¿Dónde está su líder? Díganme quién es —el grupo era encabezado por un militar que mascaba algo como coca y parecía estar fuera de sí. —Venimos a protegerlos a ustedes. Con espuma en la boca, roja la cara, el hombre de piel blancuzca que dirigía la Policía Militar hablaba como loco, preguntaba insistente y giraba la cabeza como buscando al supuesto dirigente. La respuesta en tsotsil fue unánime: —Aquí los líderes somos todos. En su desesperación por comunicarse con el supuesto líder, preguntó: —Do you speak english? —estupefacto, no sabía qué decir. —No sean cobardes, ponen a sus mujeres e hijos. Que sus líderes den la cara. Los gritos en tsotsil eran como una cascada. El reloj marcaba poco más de las 15:00 horas y el policía militar seguía con su retahíla: —Venimos a trabajar con ustedes, no es posible estar divididos entre mexicanos. Nosotros apoyamos a los indígenas, queremos que haya paz. No venimos a agredirlos, nunca nos darán esa orden. Y leía un “acordeón” pegado atrás del escudo eléctrico antimotines, cuyo texto pronunciaba: “Ciudadanos, vengo a nombre del gobierno legalmente establecido y conforme al artículo noveno constitucional a invitarlos que desistan de su actitud que muestran y se retiren pacíficamente a sus lugares. Tengan la seguridad de que sus demandas, por conducto de sus dirigentes, serán atendidas y resueltas la totalidad pero para ello tendrán que desalojar”. Y seguía:

LLegada de la policía militar al campamento. X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA / CUARTOSCURO

Hoja de contacto, Serie X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

El ejército fue sustituido por la policía militar. X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

Un grupo de mujeres pide a la policía militar que se retiren. Chenalhó, Chiapas. Enero 3,1998. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

—¿Por qué son tan cobardes y ponen a las mujeres y los niños al frente? ¿Por qué sus líderes no dan la cara? Más gritos: —Fuera, asesino, chupacabra, defienden a los paramilitares —y algunos de los hombres empezaron a empujarlo e intentaron quitarle el escudo, pero se retiraron porque recibieron toques eléctricos. Nos hicimos señas con Pedro para reunirnos con Carlos Martínez Suárez. Sentíamos que podríamos ser agredidos físicamente, pues éramos personas incómodas para todos los militares, ya nos habían acusado de manipuladores de los manifestantes y de provocar la protesta.Temíamos que nos quitaran los equipos fotográfico y de video. La agresividad de la Policía Militar asustó a muchos de los que participaban en la protesta. Esperábamos que en cualquier momento empezaran los golpes y a detener a algunas personas. 14:55 / ATERRIZAJE FALLIDO

Buscábamos alternativas para salvar el material fotográfico y de video cuando escuchamos el sonido de un helicóptero. Tenía matrícula xcbgc de la Policía de Seguridad Pública del Estado. Finalizaron los empujones. El aparato hizo tres intentos de bajar al campamento pero no lo logró. Sólo se pudo observar que alguien fotografiaba desde la nave. Veinte minutos después logró aterrizar. Nadie bajó y volvió a despegar. Más empujones y gritos. A las 15:35 horas el helicóptero reintentó descender. La neblina cubría el cerro de X’oyep, por lo que regresó a su base, cerca del poblado de Polhó, municipio de Chenalhó. 15:45 / REFUERZOS

Los tsotsiles se retiraron hacia el poblado. —Nos comunicaron que llegan más soldados y seguramente nos quieren agredir. Diez minutos después llegaron más integrantes de la infantería. 15:55 / EL GENERAL

Unos 150 soldados cercaron el cerro. El helicóptero regresó y provocó más tensión. En su último aterrizaje bajó un general. Entendimos que era el encargado de la zona de Chenalhó. Lo abordamos los

Un helicóptero de sobrevuela el campamento de refugiados. X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

Hoja de contacto, Serie X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

Detrás de la valla. X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

pocos periodistas que nos encontrábamos ahí. Al ver las cámaras de televisión asumió una actitud de diplomático; la Policía Militar guardaba silencio. El general Jiménez confirmó que se quedaban. —Queremos darle seguridad a la gente. Algún tipo de agresión no creo que pase. La gente no está violenta, simplemente está mal informada. Era el momento de desaparecer en la escena para difundir el material. Un joven nos acompañó hasta la carretera. Llegamos sin novedad. 17:15 / EL TROFEO

Llegamos a San Cristóbal y Pedro fue a revelar los rollos al único lugar donde se ofrecía el servicio, cerca del parque central, a pocas cuadras del Hotel Casa Vieja. Una hora más tarde regresó. El reloj marcaba unos 10 minutos antes de las 21. Se aisló de fotógrafos, camarógrafos y periodistas que llegaban a esa hora de las regiones territorio del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Todos se concentraban en el restaurante para compartir anécdotas, peripecias y los materiales logrados. En la habitación del hotel, Pedro se dio cuenta de lo que tenía. En una de las tiras de negativos de uno de los rollos encontró la imagen histórica que tituló Las mujeres de X’oyep, fotografía que hizo historia: el periódico La Jornada rompió con su diseño de portada y desplegó en toda su primera plana la imagen de la pedrana ejerciendo presión contra el militar; hizo visible a la mujer tsotsil en el conflicto del ezln contra el Ejército Mexicano; se volvió un ícono y una de las más importantes en la historia del fotoperiodismo mexicano. Es una de las imágenes más reproducidas en portadas de revistas, documentales, pósters, playeras y apareció en las protestas en México y el mundo para apoyar el movimiento zapatista o rechazar la presencia del Ejército Mexicano en Chiapas. Las mujeres de X’oyep fue premiada en la Tercera Bienal de Fotoperiodismo de 1998, fue Premio Pagés Llergo de la revista Siempre! y ese mismo año ganó el Premio Internacional de Periodismo Rey de España por la mejor imagen noticiosa internacional. ■

Portada de La Jornada al día siguiente de los acontecimientos.

Cartel en Italia.

Portada de libro.

Portada en revistas internacionales.

Cuadros para colgar en muros, pintados por habitantes de Chenalhó.

Hoja de contacto, Serie X’oyep, Chenalhó, Chiapas. Enero 3, 1998. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

Hoja de contacto, Serie misa y peregrinación por las víctimas de Acteal. Acteal, Chiapas. Diciembre 31, 1997. © PEDRO VALTIERRA /CUARTOSCURO

portaFolio

Ramiro Durán

LA FIESTA BRAVA COMO Carolina Romero

la fiesta taurina hay que aprenderla de niños y desde las emociones, dice Ramiro mientras su memoria acude a su infancia, cuando se divertía jugando con el capote de torero que le había regalado un vecino, veía los carteles que anunciaban las corridas y escuchaba los gritos del público emocionado, que lo hacían imaginar todo lo que podía estar pasando adentro de la plaza. Ramiro Durán vivió su niñez en un poblado zacatecano “con muchas limitaciones”, Jalpa, tierra norteña de una tradición taurina que es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial del estado. Al lado de su casa estaba la plaza; sin embargo, nunca entró a ver una corrida. A los toros de lidia los conoció auditivamente: “Escuchaba que la gente gritaba, pero eran cosas a las que un niño no iba. Veía carteles, pero sólo era una cosa de mera imaginación”, cuenta, y explica que —a pesar de la polémica sobre el tema— nunca se cuestionó, porque era parte de su cultura.

La mano del apoderado. Jalpa, Zacatecas. Diciembre 25, 2016. © RAMIRO DURÁN

UNA METÁFORA DE LA VIDA

Toriles. Jalpa, Zacatecas. Diciembre 25, 2016. © RAMIRO DURÁN 42

Títeres de Don Eleno Flores. Juchipila, Zacatecas. Enero 19, 2017. © RAMIRO DURÁN

“Si uno quiere usar el razonamiento [para entender la tauromaquia], no funciona. Es una cosa como comer víbora o comer zorrillo en la Sierra Tarahumara”, explica. “Hay que asimilarla de niño sin cuestionamientos racionales”. Con los años, vivió una ruptura con su pueblo, se separó de su familia y decidió irse a estudiar y a andar por el país. Entonces se hizo antitaurino. Sin embargo, situaciones tan cotidianas como acercarse al calor de las velas y olfatear la cera, o caminar y de repente oler el estiércol de los animales lo obligaban a evocar las imágenes que conoció en el pueblo, así decidió reconciliarse con su infancia —y dejar de pensarla como una época privada de la modernidad— a través de la fotografía. Sus pasos lo regresaron a su pueblo, tomó su cámara, fue a una plaza de toros y simplemente le dio oportunidad al subconsciente. El resultado son las imágenes que aquí presentamos: dos corridas en Jalpa y otra en la localidad vecina de Juchipila, Za-

catecas, en plenas fechas de Navidad y Año Nuevo. “Actualmente, vivimos en una época en la que se puede odiar al torero que es un ser humano y es la antihumanización y venerar al toro como si lo conociéramos”, comenta. La afición de Ramiro tiene una historia que se pue de contar con el retiro del novillero Rodolfo Rodríguez, El Pana, y después de que sus lecturas sobre la tauromaquia lo impresionaron y le mostraron que la vida de los toreros los obliga a olvidarse de su propio cuerpo, del tiempo y de las necesidades físicas, y la cual le pareció la de un poeta del siglo xviii. Ramiro asistió a la última corrida de El Pana y asegura que, sin hacer muchos movimientos y con una suerte de espectáculo que parecía más teatro que deporte, el torero conseguía llenar la plaza de magia y poesía con las que, incluso, podía hacer llorar a la gente. “Al final hizo un brindis y le dedicó el toro a las prostitutas, para mí fue sui generis”, recuerda Rami-

Subalternos y público. Diciembre 25, 2016. © RAMIRO DURÁN 46

Subalterno. Jalpa, Zacatecas. Diciembre 25, 2016. © RAMIRO DURÁN

Picador. Jalpa, Zacatecas. Diciembre 25, 2016. © RAMIRO DURÁN

ro, quien se conmovió y fascinó de una manera casi instintiva. “Me hice de más apertura, empecé a ver las corridas de toros y me gustaron más como una manifestación. Yo no estoy ni a favor ni en contra”. En sus fotografías, Ramiro plasma el espacio en donde se entrecruzan visualmente todos los elementos de la tauromaquia, desde la diversión de los aficionados, el rito del torero, el color de los vendedores y el paso del toro que casi siempre termina en sangre. La mirada que comparte tiene un atisbo de documental alejado de la polémica y que no toma postura, no hay buenos ni malos, ni héroes ni villanos, sólo el fiel transcurrir circunstancial de una fiesta, la brava. Para él, el regalo más grande que tiene un torero es estar cerca de la muerte, “porque el día siguiente es maravilloso. Cuando uno salva la vida, ésta se siente diferente. Eso veo en la tauromaquia, una metáfora de vida”. ■

Monosabio. Juchipila, Zacatecas. Enero 19, 2017. © RAMIRO DURÁN 50

portaFolio

Judith Romero

OTRAS MUJERES: LA LIBERTAD DE DECIDIR

Ana Luisa Anza

Deyanira, De la serie Otras Mujeres, Playa Aguachil, Ixhuatán, Oaxaca, México, 2017. © JUDITH ROMERO

eo la curva inconfundible en la silueta de perfil de la joven y no puedo evitar preguntármelo. Miro a aquella otra mujer que, tranquila, intenta calmar a las criaturas que corren a su alrededor y, de nuevo, busco una respuesta. Contemplo esa estancia repleta de recuerdos en forma de imagen, portarretratos repletos de sonrisas infantiles de quienes hoy son ya adultos… y surge la duda. Y es que Otras mujeres, el trabajo de Judith Romero —una extensa investigación sobre la decisión sobre ser o no madre— inocula de alguna manera un cuestionamiento permanente en quien lee sus textos y contempla las fotografías de la serie. Es como una necesidad de saber, sobre todo para alguien que jamás se hizo ese planteamiento, como es el caso de muchas mujeres de mi generación.

Mariana, De la serie Otras Mujeres Tigre, Argentina, 2015, © JUDITH ROMERO

Así que primero fue el asombro, una especie de reacción inmediata, cuando la escuché hablar de la decisión que, como muchas otras mujeres, tomó acerca de la maternidad. Asombro no por la resolución en sí, sino porque no puedo recordar a nadie de mis otros años hablando de plantearse la no-maternidad como una elección, aunque estoy segura de que muchas jamás se identificaron conscientemente con el concepto de que mujer es forzosamente un sinónimo de futura madre. Hoy, lo tengo claro, existe una generación que se hace la pregunta que quizá pocos de sus padres se hicieron. Por eso el trabajo de Judith no sólo trasmite esa curiosidad por saber sobre los motivos de otras mujeres –tanto las que decidieron libremente no ser madres como las que optaron por la maternidad– sino que convierte en un tema importante la posibi-

lidad de salirse de moldes sociales establecidos y plantea la libre elección de ser mujer o ser mujer/ madre, como dos alternativas perfectamente válidas. Judith fotografió no sólo a mujeres de distintos contextos socioeconómicos, sino de diversos países y sexualidades, adentrándose en su intimidad: sus retratos, los objetos que las rodean y los espacios en que habitan nos muestran su forma de verse y entenderse como mujeres que decidieron no ser madres. Sin duda, sus conversaciones brindan un contexto que guía a quienes ven sus imágenes para interpretarlas y encontrar en ellas el reflejo de su decisión como mujeres libres. Por ello, reproducimos fragmentos de las entrevistas de Judith realizó con algunas de las mujeres fotografiadas:

DEYANIRA

Mariana De la serie Otras Mujeres Tigre, Argentina, 2015,

Desde niña fui muy independiente. Salí de mi pueblo a los 14 años. Viví alejada de mi familia para construir un futuro distinto. Puedo decir que mi espíritu fue libertario y nunca se ató a circunstancias o lugares. Mi decisión de no ser madre fue un proceso que se dio naturalmente, pero socialmente fue difícil. Para como fue educada mi generación, haberlo decidido implicó ser más señalada por otras mujeres. La maternidad era un tema que ni siquiera se cuestionaba, se pensaba que era una especie “orden natural” y no una decisión libre. […] En los sesentas y setentas esta decisión de no ser madre era pecado mortal. Claro que hoy puedo decir que fue una decisión responsable conmigo porque vivo feliz y segura de haber tomado la decisión, sin poner la opinión de los demás sobre la mía.

GISELA

El embarazo para mí es impensable, hasta cierto punto diría que le tengo rechazo y siento que me generaría locura, no podría vivirlo como algo idílico. Yo no quiero estar atada con responsabilidades de la maternidad, quiero ocuparme de otras cosas que me dan satisfacción; quizá por eso me digan que estoy “autocentrada”. Yo no me siento con las características plenas de las mujeres, hay algo así como de lo andrógino en mí; no sé bien, pero no fui una niña femenina y hasta ahora tampoco. […] A veces te dicen: “Hasta que no tengas un hijo no sabrás lo que es la vida” o “un hijo es lo más importante en la vida”. Quizá es verdad, incluso desde un punto de vista sociológico estoy de acuerdo en que la experiencia es importante. Pero no necesito tener hijos para imaginar la experiencia de ser madre. CLAUDIA

Somos 10 hermanos de la misma madre y distinto padre. No nos criamos juntos, mi mamá nos desparramó en varios lados. […] Para mí era normal no ir a la escuela. […] Era muy chica cuando supe que estaba embarazada; tenía 17 años, no le dije ni a él ni a mi familia la situación en la que estaba. No le

Claudia, de la serie Otras Mujeres, Buenos Aires, Argentina, 2015, © JUDITH ROMERO

quería decir nada porque cuando alguna prima quedaba embarazada el hombre terminaba abandonándola y esta manera tonta de pensar me hacía no decir nada. Así que decidí abortar sin saber el riesgo que implicaba un aborto y menos a los cuatro meses de gestación. […] Soy la única de mis hermanas que no tiene hijos, ellas también tuvieron vidas muy duras. Si yo me hubiese quedado en Catamarca capaz estaría llena de hijos, porque allá la vida es otra, las mujeres son para estar fregando los pisos y cuidar a los hijos; lo veo en mis hermanas y mis sobrinas, que están jovencitas, todas llenas de hijos, con cinco o seis hijos. Con mi actual pareja llevo más de 20 años juntos y siempre me decían: ¿y para cuándo? ¿tantos años juntos y todavía no han encargado? ¿qué están esperando? Lo que varias veces nos dijeron fue: ¿y quién es el que no puede? A veces

Lisa De la serie Otras Mujeres Buenos Aires, Argentina, 2015, © JUDITH ROMERO

Página opuesta: Lisa De la serie Otras Mujeres Buenos Aires, Argentina, 2015, © JUDITH ROMERO

cargan mucho a mi marido sus amigos, diciéndole que no sirve como hombre…se lo dicen en forma de broma. FABIANA

He decidido no tener hijos […] y sé que esta decisión me va a acompañar el resto de mi vida. No necesito de la maternidad para decir que estoy realizada. La realización viene de los proyectos que llevo a cabo, de lo que logro crear para mejorar el mundo. Colocar un hijo en el mundo no es simplemente embarazarse. El embarazo es la parte más pasajera de la maternidad. Noto que algunas mujeres de mi generación romantizan en relación con la maternidad. ¿Qué significa ser madre para mí? Significa colocar un niño en el mundo y darle las posibilidades para que sea alguien que pueda venir a interferir en el mundo,

a dedicarse al mundo, a actuar sobre el mundo de forma que lo transforme, que lo torne en un lugar mejor. Es una responsabilidad muy grande y yo no tengo disponibilidad para hacer esto. Tengo otros proyectos en la vida, lo que me realiza no es la maternidad. Yo no necesito tener un hijo para decir que soy una mujer.[…] Cuando dices que no quieres tener hijos, aún hay personas que creen que es porque no te gustan los niños o porque tuviste una desilusión amorosa o porque tienes algún problema físico que te impide tenerlos. LISA

Nunca pensé en ser madre. No tengo recuerdos de haber soñado o pensado tener hijos, jamás en la vida me imaginé embarazada. Es como una línea de pensamiento. Es difícil definir cómo se llega a esta decisión, es algo tan adentro mío que es como si siempre hubiera existido. He decidido no tener hijos porque pienso que tener un hijo es el compromiso más grande que puede asumir una persona. No es que le tenga temor ni que me falte el valor, pero es para mí una decisión totalmente tomada y asumida, y no un mandato cultural. La decisión de no tener hijos no la vivo como fuera de lo común, lo vivo como algo natural. […] El traer a alguien a este mundo no me genera emoción. Claudia G., de la serie Otras Mujeres, Cahuil, Chile, 2017, © JUDITH ROMERO

Fabiana De la serie Otras Mujeres São Paulo, Brasil, 2014, © JUDITH ROMERO

MARIANA

Creo que aquí, en Argentina, el tema del lesbianismo es más abierto que en cualquier otro país de América Latina. Pero siento que en el mundo gay hay un apuro por volver a representar la heteronorma. Por ejemplo, hablar del matrimonio gay y la adopción es importante en términos legales y jurídicos, en términos de ley y de derecho. Pero, ¿por qué avalar una estructura que no es necesaria? Conocí mujeres, con quienes salía, y al tener hijos se replegaron totalmente. Renuncian y denuncian la otra forma, la

de no ser madres, lo acusan como algo libertino. Te das cuenta que ellas son madres, pero dejan de ser mujeres. Yo no creo en el instinto materno, de hecho mi ex, que tuvo una hija, en alguna ocasión me dijo: “Me tuve que ocupar de relacionarme con mi hija, no fue algo natural”. Me gusta el término “instinto del deseo”. La idea de un hijo es con otro, con aquél con quien existe ese deseo. Porque si no, es muy dual (madrehijo); si no hay un tercero —llámese pareja— se convierte en algo extremadamente egoísta. ■

Gisela De la serie Otras Mujeres Buenos Aires, Argentina, 2015, © JUDITH ROMERO

enMovimiento

LOS BERISTAIN: UNA DINASTÍA DE PELÍCULA

(SEGUNDA PARTE)

Elisa Lozano

Arturo es un actor todo terreno que nos ha dado

LUIS BERISTAIN

alegrías, que ha bailado en escena, que nos hecho reír, nos ha hecho llorar y realmente ha enriquecido nuestro repertorio emocional. Juan Villoro Con cariño para Rossana Barro

omo anunciamos en el número anterior, continuamos con el portafolio de imágenes dedicado a la familia Beristain, concluyendo lo referente a Luis, para abordar la trayectoria de su hijo, el reconocido actor Arturo Beristain.

Foto: Autor no identificado. © FILMOTECA DE LA UNAM 64

■ 1952

Luis Beristain trabaja por vez primera bajo la dirección de Luis Buñuel en la película Él, que fue exhibida en el Festival de Cannes al año siguiente. En la imagen [abajo, a la izquierda] aparece con Arturo de Córdova, Carlos Bahena y actrices no identificadas. ■ 1962

Diez años después de su primer encuentro, Beristain y Buñuel volverán a reunirse en la película El ángel exterminador, en la que el

El 9 de noviembre de ese mismo año, Dolores y Luis Beristain se convierten en padres de Arturo y Francisco. Foto: Luis Beristain. © COLECCIÓN ARTURO BERISTAIN

actor interpreta a un excéntrico masón casado con una bella mujer (Patricia Morán). Ambos son una de las parejas invitadas a la elegante cena ofrecida en la Mansión de los Nobile, de la que sin causa alguna, inexplicablemente no podrán salir. Las colaboraciones con Buñuel dieron a Luis Beristain una gran proyección internacional. Desafortunadamente, unos días después de terminado el rodaje de El ángel exterminador, Luis Beristain murió. La noticia causó hondo pesar en el medio artístico, los periodistas de espectáculos le dedicaron páginas completas como sentido un homenaje. En Cine Mundial (2 / 04 / 1962) un reportero escri-

Foto: Autor no identificado. © FILMOTECA DE L A UNAM

Foto: © LUCERO ISAAC. COLECCIÓN ARTURO BERISTAIN

bió: “Se corta una dinastía”, afortunadamente, erró en su vaticinio, ya que la dinastía Beristain continuará con el actor…

Programa de mano de la obra Locura de amor. © COLECCIÓN ARTURO BERISTAIN

ARTURO BERISTAIN ■ 1968 ☛

Año vital para la historia contemporánea de nuestro país y para Arturo Beristain, quien luego de realizar estudios en el Conservatorio Nacional de Música, cambia el rumbo de su vida e ingresa a la Escuela Nacional de Arte Teatral del inba, dirigida entonces por el maestro José Solé. En pleno movimiento estudiantil, la escuela es cerrada, los alumnos y el propio Solé son encarcelados, lo que provoca gran frustración en el joven. Ante ello, el día 9 de noviembre, como un regalo por su cumpleaños número 16, la gran actriz Ofelia Guilmáin lo integra al reparto de la obra Locura de amor, en la que Arturo aparece como el paje de la reina. ■ 1971

Arturo Beristain tuvo un afortunado debut en el cine mexicano al interpretar a “Gabriel”, protagonista de la película autobiográfica de Alberto Isaac, Los días del amor, donde compartió crédito con notables figuras del cine clásico y de la cultura nacional, como Juan José Martínez Casado, Anita Blanch, José Luis Cuevas, Abel Quezada, María Teresa Rivas y el cinefotógrafo Jorge Stahl Jr.

Foto: © RAÚL ARGUMEDO. COLECCIÓN ARTURO BERISTAIN

■ 1972 ☛

Arturo Beristain, Gladys Bermejo, Diana Bracho Claudio Brook y Rita Macedo, en El castillo de la pureza de Arturo Ripstein, quien escribió con José Emilio Pacheco el guión de la película basándose en un caso real ocurrido en los años cincuenta. Por su interpretación como “Porvenir”, Beristain recibió el premio Ariel en la categoría de mejor coactuación masculina. Fue la última película fotografiada por el gran maestro de la luz, Alex Phillips Sr. El castillo de la pureza se estrenó al año siguiente en el Cine Diana y permaneció 18 semanas en cartelera. Arturo Beristain, Gladys Bermejo, Diana Bracho Claudio Brook y Rita Macedo. Foto: © MANUEL PALOMINO. FILMOTECA DE L A UNAM

■ 1974 ☛ ■ 1975

Meche Carreño, Arturo Beristain y Maritza Olivares, figuras nodales del cine mexicano de los setenta, en una imagen que forma parte de la ambientación de la película La vida cambia, de Juan Manuel Torres. La fotografía de la película fue del laureado Gabriel Figueroa. Posicionado ya como una figura juvenil importante del periodo, Arturo Beristain realiza una actuación especial para el director Felipe Cazals en la cinta Las Poquianchis.

Arturo Beristain y Meche Carreño en La otra virginidad, película que marca el inicio de una fructífera relación creativa y amistosa entre el actor y el director Juan Manuel Torres. Foto: Autor no identificado. © FILMOTECA DE L A UNAM

Foto: Autor no identificado. © COLECCIÓN ARTURO BERISTAIN

■ 1976 ☛

Arturo Beristain, Salvador Sánchez, Gian María Volonté, Eduardo López Rojas y actores de la película Actas de Marusia, de Miguel Littin, que tuvo gran repercusión internacional; fue nominada al Óscar en la categoría de mejor película extranjera, a la Palma de Oro en el Festival de Cannes y en México recibió doce nominaciones al Ariel, obteniendo nueve estatuillas. Fue la primera cinta mexicana

Foto: Autor no identificado. © COLECCIÓN ARTURO BERISTAIN

estrenada simultáneamente en siete cines de París. Dos años después, con el mismo director, Beristain hará el papel de un estudiante en El recurso del método, film basado en la novela de Alejo Carpentier. De nuevo bajo la dirección de Alberto Isaac, Arturo Beristain da vida a “Sebastián Quiroga”,

en la película Cuartelazo, que narra los hechos sucedidos durante la Decena Trágica. En la imagen lo acompañan José Martínez Casado, Miguel Ángel Ferriz y figurantes. Fotografiada por Jorge Stahl y Daniel López, la cinta fue filmada en blanco y negro para dar la apariencia de los documentales de la Revolución. ☛ Página opuesta: Foto: Autor no identificado. © COLECCIÓN ARTURO BERISTAIN

■ 1988

■ 1978

En los años siguientes, Beristain desarrolla una intensa actividad en el teatro, la radio y la televisión, incursiona en la docencia y en la administración pública. Durante los años que estuvo al frente del Departamento de Teatro del Instituto de Cultura de la Ciudad de México, se produjeron más de 80 espectáculos. Lector voraz, ha sido también un incansable promotor de la lectura. En la imagen [derecha], el actor en El águila de dos cabezas, de Jean Cocteau, producción del Canal 11 para Teatro al aire libre.

“Mi madre fue una gran compañera a lo largo de mi carrera, una actriz que estuvo conmigo en las luchas del Sindicato de Actores Independientes, que estuvo en el Teatro Universitario, que fue siempre un apoyo y una maestra muy importante. Ella me enseñó el respeto y el amor a la carrera. En El secreto de Romelia logró una interpretación muy bella”, dice Arturo Beristain. Por esa actuación Dolores recibió el Ariel, así como el Premio ace, otorgado por la Asociación de Cronistas de Espectáculos de Nueva York.

DOCUMENTACIÓN CINETECA NACIONAL

■ 1993

María Rojo y Arturo Beristain como “José Antelmo Cruz” en la película Los vuelcos del corazón, argumento y guión basado en el cuento Resurrección sin vida, de José Revueltas. De su estrecha colaboración, el director de la película, Mitl Valdez, comenta: “Arturo se caracteriza por ser un actor muy profesional y compulsivo en la manera de construir al personaje; participa en todos los rubros de la producción (vestuario, locaciones, escenografía) porque busca una manera de apropiarse emocionalmente de lo que está a su alrededor.

Lo más interesante de nuestro trabajo fue que él, en muchas secuencias, se convirtió en coautor mío y en adaptador de José Revueltas como escritor”. ☛

■ 2010

A lo largo de su prolífica carrera, Beristain ha dado vida a personajes históricos disímbolos, como Antonio López de Santa Anna, Lázaro Cárdenas y a Porfirio Díaz en El atentado, de Jorge Fons. “He ocupado la silla presidencial varias veces”, dice con humor.

■ 2012

Una de las grandes satisfacciones de Arturo Beristain ha sido actuar bajo la dirección de su hija Natalia en No quiero dormir sola, cinta inspirada en la vida de su abuela Dolores. ■ 2017-2018

Arturo Beristain ha participado en un centenar de obras de teatro dirigidas, entre otros, por Julio Castillo, Héctor Mendoza, Luis de Tavira, Ludwik Margules y José Solé. Siempre activo, en el reciente año Beristain actuó además en Los grandes muertos obra en

Arturo Beristain, Gastón Melo, Mariana Giménez, Carlos Remolina, Astrid Romo y Diana Fidelia en El convivio del difunto, dramaturgia y dirección de Martín Zapata. Foto: © SERGIO CARREÓN IRETA. CORTESÍA COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO

En la imagen, Beristain aparece como “Coravino“ personaje de Numancia, de Miguel de Cervantes Saavedra, versión de Ignacio García con la dirección de Juan Carrillo. Foto: © SERGIO CARREÓN IRETA. CORTESÍA COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO

seis piezas de Luisa Josefina Hernández, de las cuales dirigió dos, lo mismo que Tandas y Tundas, escrita por la actriz Judith Inda, Russel Álvarez y Gonzalo Blanco y La esfinge, de Flavio González Mello, que formó parte del evento “24 Hour Plays México”. En el cine participó junto a su hijo Camilo Beristain en la película Leona, de Isaac Cherem, estrenada en el 16º Festival Internacional de Cine de Morelia. Desde estas páginas reconocemos sus aportaciones al arte y nos unimos al festejo por sus 50 años de vida profesional deseándole ¡larga vida al maestro Arturo Beristain! Cuartoscuro agradece la generosidad de: Arturo Beristain, Judith Inda, Natalia Beristain, Mitl Valdez, Busi Cortés, Roberto Fiesco, Hugo Lara, Dariela Ludlow. En la Cineteca Nacional, a su director, Alejandro Pelayo Rangel, así como el apoyo de Dora Moreno, Tzutzumatzin Soto, Mariana Bermúdez, Arnold Acevedo, Nelson Carro,

Para festejar sus 50 años de trayectoria, el pasado 29 de septiembre Arturo Beristain ofreció una función gratuita en el Teatro de la Ciudad del monólogo Conferencia sobre la lluvia, de Juan Villoro quien al término de la misma, expresó: “Es un privilegio que él haya decidido celebrar con esta obra; es un honor que un actor como Arturo se haga cargo del texto porque, evidentemente, cuando él lo encarna, le pertenece muchísimo más que lo que le perteneció alguna vez al autor”. A su vez, a nombre de la Compañía Nacional de Teatro del INBA , su director artístico Enrique Singer, le entregó un reconocimiento. Foto: © SERGIO CARRÉON IRETA. CORTESÍA COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO

Guillermo Vaidovits, Raúl Miranda y Roberto Ortiz. En la Filmoteca de la unam, a su director Hugo Villa Smythe y Antonia Rojas. En la Compañía Nacional de Teatro, a Enrique Singer, director artístico; Alegría Martínez, del Departamento de Archivo y Difusión, y al fotógrafo Sergio Carreón Ireta. ■

cuadrOscuro

En la muestra Somos todo aquello. Miradas al acervo del Museo Archivo de la Fotografía la cineasta Christiane Burkhard explora el archivo del Museo Archivo de la Fotografía para recuperar imágenes de los ríos de la ciudad que fueron entubados; la artista visual Patricia Lagarde retoma fotos del Ángel de Independencia, que se cayó durante el sismo de 1957, como fuente de inspiración de nuevas obras, y la historiadora Carmen Tostado muestra imágenes inéditas de 1968. La exposición busca reactivar el acervo del MAF, conformado por casi dos millones de imágenes, y darle nuevas lecturas y formas de abordar los materiales históricos. Permanecerá en exhibición hasta finales de febrero de 2019. © ARCHIVO MUSEO ARCHIVO DE L A FOTOGRAFÍA

Peninsulario, muestra de Alfonso Cardona, aborda al paisaje como registro, archivo y territorio de hallazgos o intervenciones fortuitas, infaustas o efímeras; conflictos y desenvolvimientos cotidianos, rituales o políticos. Estará abierta al público hasta marzo de 2019 en el Centro Cultural Tijuana. © ALFONSO CARDONA

La exposición colectiva Operación peine y tijera. Los largos años sesenta en la Ciudad de México integra alrededor de 400 piezas entre escultura, pintura, grabado, fotografía, objetos, propaganda, hemerografía y documentación que muestran una revisión, desde una perspectiva históricocultural, de un periodo en que el arte, la cultura de masas, la publicidad y el consumo crearon nuevos imaginarios en torno a la vida moderna en la Ciudad de México. Autor no identificado. Destrucción de una ciudad perdida, 1973. © COLECCIÓN MUSEO ARCHIVO DE L A FOTOGRAFÍA

Mirada en fuga se enfoca en la propuesta estética del fotógrafo alemán Guillermo Kahlo para capturar la magnitud de los inmuebles hasta en los mínimos detalles. Una veintena de imágenes revelan la pulcritud, limpieza y precisión con que tomaba el interior y los exteriores de emblemáticas construcciones de la Ciudad de México. La muestra permanecerá hasta el 20 de enero de 2019 en la Sala Nacho López de la Fototeca Nacional, en Pachuca, Hidalgo. © GUILLERMO KAHLO

Visualidades en conflicto, expuesta en el FotoMuro del Centro de la Imagen, constituye el primer corte de una investigación colectiva que incluye fotografía, trabajo de campo, entrevistas e intervención de archivos realizadas entre Zahara Gómez, Juan Orrantia y Mauricio Palos en Argentina, Guatemala, Colombia y México entre 2017 y 2018. Esto encadenado a un proyecto sobre el legado de la Guerra Fría en América Latina dirigido por Andrea Noble previo a su deceso. Se suma a la exhibición Rodrigo Morales, quien propone visibilizar los procesos de emancipación y resistencia producto de las dictaduras latinoamericanas. © ELIC HERRERA

En construcción consta de 100 fotografías realizadas por 41 albañiles-beneficiarios de la fundación Construyendo y Creciendo, que desde hace 12 años busca el desarrollo educativo de los trabajadores de la construcción, a quienes capacitó en temas de fotografía y composición de imagen para que pudieran retratar la realidad que viven dentro de las obras en la Ciudad de México. La exposición está abierta en el Foto Museo Cuatro Caminos hasta el 31 de diciembre. © EDHER ENRIQUE AGUIL AR MORALES 71

Con su imagen, Corre como el infierno, el fotógrafo italiano Antonio Tartaglia fue el ganador de los Urban 2018 Photo Awards. Presentamos una selección de las fotos ganadoras. © ANTONIO TARTAGLIA

URBAN 2018 PHOTO AWARDS

cuadrOscuro La fotógrafa sudafricana Jo Ractliffe expone Hay tiempo, no hay tiempo en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, como parte del proyecto Hacer noche. La muestra toma su impulso de dos fenómenos que la conectan a Oaxaca y presenta obras emblemáticas de la artista, así como material inédito que busca reflexionar sobre la práctica de la fotografía, la juventud, envejecer, o la enfermedad; la persona que no es, la persona que uno fue y aquella que uno aún puede ser. Estará abierta hasta el 13 de enero junto con la exposición Aquí se rompió una taza, del fotógrafo Pieter Hugo. © JO RACTLIFFE

Ya está a la venta el calendario fotográfico de las becarias del Fondo Guadalupe Musalem, de Oaxaca. Cuartoscuro hace un llamado a comprar este calendario hecho por jóvenes que quieren hacer de sus vidas algo especial. Los calendarios están a la venta a 150 pesos, en la Ciudad de México, en las oficinas de Cuartoscuro (Juan Escutia 55, Colonia Condesa) y en Café Café, en Monte Albán 25, Colonia Narvarte, además de Librerías Gandhi, a nivel nacional. © ANA CRISTINA REYES RODRÍGUEZ

RESULTADOS DEL PREMIO ALEMÁN DE PERIODISMO WALTER REUTER

Felicitamos al fotógrafo Saúl López, integrante de la agencia Cuartoscuro, por haber obtenido el Premio Alemán de Periodismo Walter Reuter en la Categoría de Fotografía y Caricatura, cuyo tema en 2018 fue la contienda electoral en México y sus expresiones democráticas. Presentamos también el trabajo de los otros tres finalistas.

Arriba: Confianza popular.

Abajo, izquierda: La ruta de las boletas.

En medio: Si le das más poder al poder.

Abajo, derecha: Democracia bajo fuego.

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A partir del 3 de diciembre, la exposición de la XVIII Bienal de Fotografía estará abierta al público en el Centro de la Imagen. Los migrantes, con sus anhelos, sueños y sufrimientos están presentes en la instalación neoTrópico. Microrrelatos sobre la travesía, del artista y fotógrafo GERARDO SUTER , presentada dentro de las actividades del 16º Encuentro de Fotografía / NL Foto 2018 + Cine. La instalación, conformada por textos, fotografías y proyecciones de las paredes narra la odisea de los migrantes en la búsqueda de mejores condiciones de vida para ellos y sus familias. Estará abierta en la Cineteca-Fototeca Nuevo León del Centro de las Artes hasta fines de 2018. © CORTESÍA FOTOTECA DE NUEVO LEÓN

Pedro Valtierra, fotoperiodista y director de Cuartoscuro, inauguró su exposición Testigo de México, como parte del homenaje que le fue organizado por la revista Macroeonomía –dirigida por Mauro Jiménez Lazcano– y la Secretaría de Cultura de México en el Museo Nacional de San Carlos. Noviembre 14, 2018. © MARIO JASSO / CUARTOSCURO

Estas son las fotos ganadoras del Primer Concurso Nacional de Fotografía Digital “Alumnos indígenas, Orgullosamente CONALEP”. El certamen tuvo la finalidad de reconocer la importancia de la incorporación y permanencia de los estudiantes de origen indígena en la educación y contribuir al fomento y difusión de los valores de los pueblos originarios. De arriba a abajo: © P RIMER LUGAR . ALICIA HERNÁNDEZ AGUIL AR,

del plantel Iztapalapa II UODDF. SEGUNDO LUGAR. © CINTHIA ANAI OVIEDO NAVARRETE TERCER LUGAR © GUSTAVO DÍAZ BARRIENTOS, del CONALEP Manuel

Maples Arce en Veracruz

Desde el 3 de diciembre, hasta el 3 de enero, los fotógrafos del mundo podrán participar en la edición 2019 del World Press Photo. Recientemente, la fundación del certamen dio a conocer tres premios nuevos para ese año, los cuales estarán a la par con el concurso World Press Photo of the Year y pondrán el foco en “las historias que importan”. Para consultar las bases y registrar tu trabajo, consulta www.worldpressphoto. org/activities/photo-contest © ESPEN RASMUSSEN, PANOS PICTURES, VG . TERCER LUGAR

en la categoría Asuntos contemporáneos, Historias.

Se fue doña Socorro, con sus historias de la vida en el campo y la sonrisa de sus recuerdos en el rancho, con sus comentarios siempre puntuales y su secreto del ingrediente más importante de la sopa de fideos. Lamentamos profundamente el fallecimiento de doña

SOCORRO RUVALCABA CARRILLO VDA. DE VALTIERRA, madre de Pedro Valtierra, director de la agencia y revista Cuartoscuro, ocurrido el pasado 1 de noviembre de 2018.

TRANSNACIONALISMO Y FOTOGRAFÍA EN AMÉRICA L ATINA

Este ejemplar recoge una serie de análisis desde diversos puntos de vista y dosciplinas que tienen que ver con maestros de la lente. Este volumen colectivo es el resultado del Cuarto Coloquio Internacional Transit, dedicado a lo transnacional en la fotografía y el cine latinoamericano. El libro es coordinado por el Enrique Camacho y Jorge Cruz, y es una publicación de la Universidad Nacional Autónoma de México.

EL SENTIDO DE MIRAR. LOS HERMANOS VALTIERRA EN EL FOTOPERIODISMO MEXICANO

En este libro, el fotógrafo Eloy Valtierra ofrece una interpretación académico y artística del trabajo de él y sus hermanos Pedro, Victoria y Rodolfo. El volumen está conformado por seis capítulos que abordan la historia de la fotografía y el fotoperiodismo mexicano, así como las vivencias y obras más trascendentes de los hermanos Valtierra, originarios de Fresnillo, Zacatecas, cuyo trabajo –señala– se ha caracterizado por mantener presente un estilo crítico, estético y emotivo en sus imágenes. El sentido de mirar está coeditado por Ediciones Sin Nombre y Eikon.

Descanse en paz

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Año Nuevo en San Cristóbal, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 1994. © ANTONIO TUROK L A FIESTA Y L A REBELIÓN, DE ANTONIO TUROK

La fiesta y la rebelión, libro publicado por Ediciones Era, es un recorrido por la trayectoria fotográfica de Antonio Turok, el cual comprende imágenes de sus diferentes viajes y registros documentales de las regiones de Chiapas, en la época del ejército zapatista, Centroamérica, Guatemala y Nicaragua; Oaxaca, y más recientemente Estados Unidos en diferentes etapas, por ejemplo el 11 de septiembre, la elección de Obama y la elección de Trump, entre otros temas. Lo acompañan textos de Eduardo Vázquez Martín, David Huerta, Coral Bracho, Juan Villoro y Blanche Petrich, entre otros. El ejemplar se presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara el pasado 25 de noviembre, como parte de las novedades de la editorial, y ya se encuentra a la venta en librerías en general. Mi casa no es un burdel, Oaxaca de Juárez, 2006 © ANTONIO TUROK

lasMejores Integrantes de la primera Caravana Migrante, que salió desde Honduras con destino a Estados Unidos, se lanzaron al río Suchiate para cruzar la frontera entre Guatemala y México. Octubre 19, 2018. © ISAAC ESQUIVEL / CUARTOSCURO.COM

Camioneros dieron ride a los migrantes que se trasladaron de Donaji, Oaxaca, hacia Acayucan, para continuar con su camino hacia la frontera norte de México. Noviembre 2, 2018. © ANDREA MURCIA / CUARTOSCURO.COM

Izquierda: Miles de migrantes hondureños y de otros países centroamericanos llegaron a la frontera entre México y Guatemala, para cruzar al territorio nacional en su camino hacia Estados Unidos. La Policía Federal fue rebasada en su intento por detenerlos. Octubre 19, 2018. © ISAAC ESQUIVEL / CUARTOSCURO.COM

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Miles de migrantes centroamericanos continuaron la caravana hacia el norte del país del albergue de Irapuato , Guanajuato, hacia la carretera con rumbo a Guadalajara. Noviembre 12, 2018. © DIEGO SIMÓN SÁNCHEZ /CUARTOSCURO

lasMejores Página opuesta, arriba: Migrantes centroamericanos descansan y reciben alimentos en las instalaciones del auditorio Benito Juárez, en Jalisco, donde las autoridades del estado habilitaron como albergue. Noviembre 12, 2018. © FERNANDO CARRANZA / CUARTOSCURO

Página opuesta, abajo: Luego de que la primera caravana se separó y se dispersó en grupos hacia la Ciudad de México y Puebla, algunos integrantes arribaron a Córdoba, Veracruz, con el fin de descansar un poco en el albergue de la Arena del poblado. Noviembre 4, 2018.

Migrantes salieron del albergue en el Auditorio Benito Juárez, en Zapopan, Jalisco, para continuar su camino hacia el norte del país. Noviembre 13, 2018. © FERNANDO CARRANZA / CUARTOSCURO

lasMejores Un grupo de 357 centroamericanos arribó a Tijuana, Baja California, después de viajar en camión durante tres días desde Nayarit. Familias enteras provenientes de Nicaragua, Honduras y El Salvador salieron de sus países a causa de la violencia. Los migrantes serán enviados a distintos albergues en la ciudad. Noviembre 13, 2018. © OMAR MARTÍNEZ / CUARTOSCURO

Por segundo día consecutivo, miles de migrantes de Honduras se refugian en las inmediaciones del estadio Jesús Martínez “Palillo”. Ciudad de México, Noviembre 6, 2018. GALO CAÑAS / CUARTOSCURO.COM

Un migrante encuentra transporte para continuar con su camino hacia el norte del país. Zapopan, Jalisco. Noviembre 13, 2018. © FERNANDO CARRANZA / CUARTOSCURO.COM

lasMejores Migrantes de la caravana se dirigieron al muro divisorio entre Estados Unidos y México, después de cruzar la República en su intento de solicitar asilo político, ante una fuerte vigilancia policial en ambos lados de la frontera. Noviembre 13, 2018. © OMAR MARTÍNEZ/ CUARTOSCURO

FUNDADA EN 1993, ES LA PRINCIPAL REVISTA DE FOTOGRAFÍA EN MÉXICO Y AMÉRICA LATINA. PROMUEVE Y ESTIMULA LA CREACIÓN DE IMÁGENES DE FOTÓGRAFOS PROFESIONALES Y AFICIONADOS, ASÍ COMO DE ARCHIVOS HISTÓRICOS. SUSCRIPCIÓN ANUAL: $350 PESOS (6 NÚMEROS)