Revista literaria · Año 3 · N° 27 · Julio 09 · 2018
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Revista literaria Demencia Año 3, N° 27 de Julio de 2018, es una publicación bimensual editada por el equipo editorial de Demencia. Santander de Quilichao, Cauca, Colombia. www.revistademencia.wordpress.com Directora y editora responsable: Daniela Cadavid Libreros. Todos los textos e imágenes usados en esta revista se han usado bajo licencia de los creadores, bajo licencia Creative Commons zero o Creative Commons with attribution. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura de la editora de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de Revista Demencia o de los respectivos autores.
SUMARIO Demencia N° 27 · Julio 2018
Contenido textual
Alejandra Olson Amelia Nyan Arturo Hernández Carlos Fernando Imbachi Daniela Cadavid Libreros David Plancarte Dionisio López Ramos José Luis Díaz Lycoris Radiatta Maru Vásquez Temotzitlan Santillan Padilla
Dirección y edición
Daniela Cadavid Libreros
Corrección de estilo Amelia Nyan.
“ -Anoche soñé que estaba esperando una carta –dijo la abuela. Eréndida que nunca hablaba sino era por motivos ineludibles, preguntó: ¿Qué día era en el sueño? –Jueves. –Entonces eran malas noticias –dijo Eréndidapero no llegará nunca” (La increíble y triste historia de la cándida Eréndida y de su abuela desalmada). Gabriel García Márquez.
Diseño y diagramación Daniela Cadavid Libreros
Portada: Yesid Flauterus
08 Art Brut
30 El Telón de la luna
Un rincón donde el sabio titiritero hace danzar una por una las palabras. En esta edición: Maru Vásquez.
Un recorrido por el Artbo FDS. Articulo y fotografía por Daniela Cadavid, fotos de Juan Escobar.
12 La caja oblonga Un mundo donde los cuentos pueden cambiar la realidad que los rodea. En esta edición: José Luis Díaz.
18 El jardín del poeta Nuevos poetas que abren poco su lienzo hacia el mundo. Un cantar al mundo, a la demencia. En esta edición: Alejandra Olson y Temotzitlan Santillan.
24 La Inmaculada Letras que suenan como la música de las esferas. Por: Arturo Hernández.
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38 En el ínterin Un lugar donde todo tipo de magia puede suceder. En esta edición: Carlos F. Imbachi.
44 Kaleidoscopic Cats Si la ciencia ficción fluyera por nuestro cuerpo al igual que la vida de estos gatos. En esta edición: Lycoris Radiatta.
50 Postales Mensajeros Dementes que viajan entre olas fluorescentes. En esta edición: David Plancarte y Dionisio López Ramos.
Colaboradores Alejandra Olson. Ciudad de México (México) Poeta, narradora, diseñadora. Publicó en “Cuentos para picar” de Letras Tintas. Ha colaborado en varias revistas NeoStuff, El Periódico de las Señoras, La rabia del axolotl, Crìtica de la BUAP, El Humo. Integrante del grupo Perfieria de Escribidores Forasteros, precedido por el poeta Sergio Ernesto Ríos. Amelia Nyan. Santander de Quilichao, Cauca (Colombia) Estudiante de mercadeo, correctora de estilo de revista Demencia, bailarina, roleadora, aficionada a la música. Canta en la ducha de domingo a lunes y toca el piano. Tienen un gato cuyo nombre no se le es permitido revelar. Arturo Hernández. Bogotá (Colombia) Docente y escritor, ejerce actualmente en múltiples áreas, demostrando siempre su vocación y amor por educar y aprender educando. Poeta melancólico, escritor crítico y director de la revista Internacional de Cultura y Artes Noche Laberinto. Carlos Fernando Imbachi Gamba. Santander de Quilichao (Colombia) Escritor de versos y cuentos químicamente alterados. En su tiempo libre dibuja sonrisas, crea sueños, toca el cello y la guitarra y usa bata blanca de científico loco. Tiene un blog propio llamado Tobogán de ideas y escribe para cartas en un sombrero. Daniela Cadavid Libreros. Santander de Quilichao (Colombia) Diseñadora gráfica, editora en jefe de revista Demencia, Telonera de la Luna, poeta y soñadora de tiempo completo. En los ratos libres imagina monstruos en las aceras e inventa imposibilidades. Número de la suerte: 21.
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David Plancarte. CDMX (México) Hijo del inframundo, drámatico empedernido, músico de corazón ausente y mucha alma. Le gusta la buena música, los libros inusuales, la buena gastronomía y las aventuras citadinas. Escribir, bueno... Es otra cuestión aparte. Por cierto, ama los memes. Dionisio López Ramos (España) Escritor aficionado, se identifica con los relatos cortos y los micros. Le gustan los piropos, dichos, refranes y reflexiones. Escribe en varias páginas relacionadas con la literatura en facebook; siendo una de ellas París Poesía Artes y Letras la más activa, la cual le concedió la participación en la Semana Internacional de Poesía. Jóse Luis Díaz Marcos. Albacete. España. Ha publicado relatos en diversas antologías y webs nacionales y extranjeras. También es autor de sendas novelas: «Paraísos de magia y fuego» y «Botij-Oh!» (blog personal): www.la-estanteria-2.webnode.es Juan Sebastián Escobar, Bogotá (Colombia) Fotográfo por placer, diseñador industrial de profesión y periodista demente. Le gusta la buena música, el humor negro y viajar alrededor del mundo. Lycoris Radiatta. México Soy escritora independiente, violonchelista aficionada, ente curioso y excéntrico, de alma gatuna, bibliófila, devoradora de libros y películas. A pesar de mi formación científica no he dejado el misterio y la fantasía de lado.
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Colaboradores Maru Vásquez. LRC, escorpión de un cuarto de siglo, nacida el 11 del 11. Mamá de Oreo. Amante de las letras, los viajes y la buena comida. Temoltzin Santillan Padilla. (México) Estudio Letras Modernas ( Italianas) en la facultad de filosofía y letras de la UNAM, influencias principales Fernando Pessoa, Leopoldo María Panero, Xavier Villaurrutia, Luis Cernuda entre otros; la literatura y poesía son algo fundamental en su vida, cree en la libre creación, importa más el contenido que la forma.
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Art Brut “El arte se dirige a la mente, y no a los ojos. Siempre ha sido considerada de esta manera por pueblos primitivos, y ellos tienen razón. El arte es un idioma, el instrumento del conocimiento, el instrumento de la comunicación”
Jean Dubuffet
pintor y escultor francés
Ella soy yo Maru Vásquez
E
lla juega a olvidar.
En realidad nunca lo logra, pero juega entre la espuma de la bañera a ser alguien más.
parece funcionar. Ese pasado cautivo y callado definió la
Ella juega a no recordar. Se pierde entre los caminos maltrechos de la ciudad intentando encontrar en el reflejo a alguien más. Le gusta pensar que Márquez tenía razón cuando mencionaba ese artilugio magnificador de buenos recuerdos para lograr sobrellevar el pasado, aunque sin duda, algo debía andar mal en su memoria, pues a ella entre más lunas pasan menos le
El olvido nunca llega, pero tampoco la verdadera historia. Todo es una construcción de percepciones que nadie es capaz de interpretar del mismo modo que ella lo siente. Nadie entiende y está cansada.
mujer que ahora es, sin embargo, ahora vive a diario una lucha incansable para huir de él. ¿A los cuántos soles se deja de intentar escapar de la falta de verdad?
El dolor cambia a las personas y también lo que les queda en la memoria, ¿de qué otra forma sería posible que no pueda volver a usar ese vestido rojo o que cada lugar grite el nombre de alguien que ya no está? Entre más intenta olvidar, más construye sobre los recuerdos y se vuelve más incrédula frente a la realidad. Es tan fácil
perder el control de la mente. Y tal vez el olvido más que sobre un artilugio, se rige por algo como el entrelazamiento cuántico; y mientras un lado de la historia mantenga avivados los recuerdos, la contraparte jamás podrá olvidarlo, ¿será por eso que su madre insistía tanto en que fuera precavida con los protagonistas que participan en sus historias?
Le duele la cabeza, el pecho y la vida cada que analiza de más, pero aún no descubre cómo frenarse cuando empieza a divagar. Algunos tragos de mezcal después, mientras una rebanada de naranja juguetea entre sus labios y el recuerdo de años atrás, decide dejar de contenerlo, dejar de pelear en esa guerra que nunca ganará.
Cada noche tropieza con la misma piedra, disfrazada de 27 de julio, lencería y un traumatismo craneoencefálico. “El olvido está lleno de memoria”, y su vida también.
Fragmento de “La Caja Oblonga” de Edgar Allan Poe
“He dicho que la caja en cuestión era oblonga. Tendría unos seis pies de largo por dos y medio de ancho. La observé atentamente, y además me gusta ser preciso. Ahora bien, su forma era peculiar y, tan pronto la hube contemplado en detalle, me felicité por lo acertado de mis conjeturas... A juzgar por su forma, sólo podía servir para guardar una copia de La última cena de Leonardo; no ignoraba, además, que una copia de esa pintura, ejecutada en Florencia por Rubini el joven, había estado cierto tiempo en posesión de Nicolino. “
La caja Oblonga Donde los cuentos cambian la realidad que nos rodea
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Me preguntaré
E
l olvido, silenciosa elegido para terminar de desmoronarme. ¿La e infatigable merezco? ¡Qué pregunta! amenaza, ha Ni siquiera los peores, por estado siguiendo mis débiles pasos. Y, ahora que advierto ...Como en botica, hay su agresión, como de todo: dragones, suele ocurrir con calaveras, vehículos, tantas cosas, ya es demasiado tarde: frases… ¡Qué mareo! la maraña de mis Enfrente, un mostrador. recuerdos, arena Detrás, una chica con contra la ventisca, más tinta en su piel, se deshace con al menos en la visible, todos vosotros que un tebeo del dentro. También conmigo. También, ¡ay!, Capitán Trueno... contigo, querida Pilar. Esta pérdida de la identidad es la forma, especialmente cruel, pienso, que la vida ha
ruines, la merecen. Supongo. Y, siendo así, ¡imagínate yo, que, sin ser un santo, sí puedo decir ~14~
Jose Luis Díaz
que he sido, y aún sigo siendo, un buen hombre! Allá su conciencia, si la tiene. ¡Mira, nunca lo había pensado! ¿La vida tiene conciencia?
Dicen que los años nos enternecen más que nunca, que, de algún modo, cerramos el círculo de nuestra existencia volviendo a las candorosas emociones de la niñez. Es posible, sí. Quizá por eso, que me perdone mi sangre y la ajena que tanto he querido, y quiero, te añoro como te añoro, Pilar, mujer de mi vida, que me
faltas desde… desde… ¡¿cuándo?! ¡Ay, que no me acuerdo! He anotado la dirección, por si las moscas. Según el chico de la vecina, en este sitio trabajan bien, seguro, y no barato, pero tampoco a precio de oro, como algunos que él conoce. Con mi pensión, y para lo que quiero, dice que tengo más que de sobra. Le ha hecho gracia que yo, a mi edad… Que el abuelo quiera… No lo culpo: algunas cosas solo se aprenden a golpes de tiempo. ¿Es aquí? Sí, creo que sí… «Calle…, nº…». ¡Ahí está el cartel! ¡Es esa puerta! Como dicen en la tele, prueba superada.
Entro y me anuncia un tintineo sobre mi cabeza. El sitio es pequeño y las paredes son un enorme catálogo de dibujos. Como en botica, hay de todo: dragones, calaveras, vehículos, frases… ¡Qué mareo! Enfrente, un mostrador. Detrás, una chica con más tinta en su piel, al menos en la visible, que un tebeo del Capitán Trueno. – ¿Es aquí donde hacen tatuajes? – pregunto por preguntar. Noto que se muerde la lengua. – Sí, señor. Aquí es. ¿Puedo ayudarle en algo? – Pues sí. Vengo por eso, por un tatuaje. – Para regalar, imagino. ¿Es para su hijo, ~15~
para su nieto…? ¿Tiene pensado algún motivo?
– ¡Y qué no duele, hija! Estoy acostumbrado. Seguro que no es nada Pone cara, como comparado con el dolor dicen los jóvenes, de «¡Zas que me supone pensar… en toda la boca!». En fin…– – Es para mí. Y, sí, sé lo que quiero.
– Eh… Por supuesto... Y, dígame, ¿qué es eso que quiere? Saco la antigua fotografía, con marco incluido, de mi querida Pilar. – Es de cuando fuimos novios, su primer regalo. ¿Ve la dedicatoria: «Te quiero. Pilar»? Eso es lo que quiero. Aquí, en el antebrazo, para que pueda recordarla. Con su misma caligrafía y el mismo azul desvaído. Como si yo también fuera esta imagen firmada por ella.
Vamos a otra habitación, una especie de consulta de dentista, y allí, encarnada en estas manos también femeninas, vuelves a dedicarme tu amor, añorada Pilar. Ahora, en la piel y para siempre. Para siempre. Y, aunque yo mañana, víctima del olvido, no pueda recordarte, sí podré… percibirte. Y me preguntaré por ti, «¿Pilar? ¿Qué Pilar?», y por tu amor. Y, así, del algún modo lejano, muy lejano, seguirás conmigo. Seguiremos juntos. Para siempre.
Me observa.
Transcurrida la noche, amanezco con la – Si me permite el comentario, me parece un molestia prevista en el antebrazo y otra, súbita, motivo precioso. en el lado izquierdo del – Gracias. pecho. Descubro esa parte, ahora también – Ya sabe que esto irritada y… ¡¡No… no de los tatuajes, duele, puede ser!! ¿verdad? No mucho, pero duele –sonríe. Presa del vértigo, vacilo hasta el baño. Allí, ~16~
me enfrento al espejo y… «¡¿Una segunda dedicatoria?!». Las letras, doblemente invertidas a mis ojos, «raliP .oreiuq eT», cobran significado, grabadas también con aquella misma caligrafía y aquel mismo azul desvaído. Siento que voy a desmayarme. Cierro los ojos. Cuando los abro, vencido sobre la porcelana, releo mi pecho en el azogue: «Te quiero. Pilar». Qué absurdo, pienso: alguien alojado en el fondo de mi corazón me recuerda su amor. – ¿Pilar…? ¿Qué Pilar…?
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El jardin del poeta PoesĂa que se esparce sobre el lienzo
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“Los pescadores saben que el mar es peligroso y la tormenta, terrible. Pero eso no les impide hacerse a la mar� Vincent Van Gogh 1853- 1890
Hilo de nada
L
os testigos son fieles espectadores en la unión de neuronas sencillas
con redes interminables de laberintos.
El testigo uno, charla desde su metal hasta el cielo : muy sencillo reconocer a la enamorada: ojo clínico el de usted el interlocutor, entrevista, busca invade la memoria del testigo. No hay nada más refrescante, para la razón, que una limonada. Dos limonadas, con una
charla sin prisa,
El testigo uno,
como esperando llegar al horizonte.
mira un homínido asustado,
El testigo dos, observa desde sus hojas hasta el concreto : uy, veo el fulgor que le cae de las patas de gallo,
en cierto momento perdido : pero, usted que hizo mientras le ofrecían el aprendizaje de su vida: huir
pero siempre lo quiere negar:
el interlocutor, con cabeza hundida entre rodillas,
y, ¿cómo era?
y el grisáceo cemento lo aguarda.
el interlocutor, se pone la camisa del Yo,
Aproximación intercelular.
para reconocer el camino.
La ciudad más poblada,
La tarde húmeda levanta el ánimo para armar la historia.
donde los encuentros bordan historias.
Que no es trágica, pero tampoco feliz. Al final, quedan las instantáneas sepia. ~20~
El frío visita un cielo despejado, ella espera en los minerales de la sala lunar.
Testigo uno,
…
recupera el olor lavanda del perfume
El interlocutor, mira el abismo,
que juega entre los rizos de la enamorada
olvida
: así es como conocí las venas excitadas por el amor:
como se articula, codifica, construye la realidad. Y, desde la presencia del testigo humano,
momento extraordinario
la historia se comienza a el interlocutor, conecta las reproducir neuronas de la conciencia : un día en el parque antigua. : enamorados El testigo dos,
: vivieron juntos
reconstruye los fragmentos desmantelados,
: el interlocutor perdió sus recuerdos
pensamiento calidoscópico
Los testigos de corto y largo plazo
: tu historia no se parece a ninguna
abren los instantes a los transeúntes,
pero tampoco es diferente de todas :
que ven a la enamorada ~21~
esperar sentada en el frío metal, mientras las hojas verdes se hacen viejas y el deseo que el interlocutor regrese para contarles la historia en que reconoció a la doncella que lo cautivó.
El interlocutor ve nubes y, toca la mano de la doncella su cuerpo responde con fibras erizadas, pero en su mente no hay hilo de nada. Alejandra Olson
Recuerdos Temotzitlan Santillan
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M
i memoria, corcel indómito desbocado
nos hacen vibrar, nos erizan la piel aceleran los tumbos del corazón, una y otra vez;
que en cada galope revive Los recuerdos, hermosos recuerdos. tatuajes Los recuerdos son dibujados en nuestra imágenes, hechos, psique, lugares, sensaciones,
son los instantes en que mi pasión y anhelo se postran en sus labios, en que mi lengua recorre sus simétricos y bellos hombros, en que su preciosa nariz frota la mía;
Recuerdos son nuestros caricias, melodías, aromas, cuerpos desnudos al bordados en la mente con miradas; ritmo hilo cósmico; Los recuerdos, púas que cada día se entierran en el alma envenenado con miseria el ser; Los recuerdos, monstruos que inyectan miedo aún después de mucho tiempo. Dolor que circula en las venas, un esperpento que mancha nuestra senda. Errores y malas decisiones, tragedias, burlas, golpes, actos infames. El universo equilibra todo y hay recuerdos, que nos hacen sonreír,
Una tarde de agosto en que dos almas se descubrieron
de nuestros gemidos al unísono del viento;
de ninfa, elegante y sublime, deleitarme con cada
Recuerdo es un delfín y una Elfa navegando sin rumbo
detalle de su alba, tersa y lechosa piel;
En la marea del amor.
Los recuerdos torturan y a entre el hastío anodino; veces matan, en que una mano celestial los recuerdos inspiran y comenzó a escribir esa elevan; historia; te vuelven cobarde y dan Recuerdos son escucharla valentía, y hablarle, cielo o infierno, luz y huir del gris presente; oscuridad, perderme en admirar su ira y ternura; efigie
Recuerdos son días que nuestras manos se sujetan como dos enredaderas en busca de libertad, ~23~
La inmaculada
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“…nada me retiene ya, y me complazco en permitirme el furor sagrado, y asaltar insolente a los mortales con la franca confesión de haber hurtado los cálices áureos de los egipcios, para construir con ellos el tabernáculo de mi Dios lejos de los confines de Egipto. “
Johannes. Las armonías del mundo, libro V, Proemio.
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Memoria Arturo Hernández
“En medio de la noche alguien se ahoga”. Marina Tsvetaeva
T
e has puesto a escuchar
ese trasegar sin tumbas al paso del adiós
el tibio rezumar de las promesas
ese ataúd sin señas, ni preguntas, ni amor.
en los pedestales de la viva nada
Te has puesto a hablar
como frente a sepulcros de los días. Y has descubierto la lágrima… la música del lloro entre los huesos
como a paredes a medio estar entre la sombra como a quien espera en el muelle inútilmente
participando sus ansiosas melodías
la barquita hecha despojos por la corriente.
al opuesto júbilo de la vejez cercana.
¡Y todo el dolor del mundo
¡El cuándo en las promesas,
pretextado a expensas del alba
te parece turbio!
en mi corazón azul es bienvenido!
Recuerdas los motivos, las palabras
Me he puesto a hablar
con las que tan sólo ayer te definías…
como invocando luces que se van
Hemos intentado escuchar
y el corazón confiesa tristemente,
ese silencio más inmenso que lo dicho
me sobrevivo. ~26~
-El Poderoso“Ser feliz significa percibirse sin horror”. Walter Benjamin
H
an madurado al fin, todos los oscuros rostros de su duda. Desgarran sus manos invisibles al volver
los tiempos confundidos como la palabra. Y si hubo claridad se fue vaciando… Nada en su cuerpo a medio estar entre la sombra padeció exordios más sublimes que su origen negro. Hay ecos trashumantes en eso que despierta,
y la marca de las manos como un hollín caído entre las sílabas de un dolor impronunciable… …¿entonces qué? Junto con su rostro maduró la ceniza en la que las blancas flores del infierno se me desbordan como oraciones sin voz. ¡Y cuando cae su mandíbula bostezando la misma sílaba infrecuente… El hueso del tártaro
eso que llora siempre ante la futilidad del tiempo,
se reduce a la sed de un peregrino!
mecánica, herméticamente como un innombrable.
brillan ante el sordo eclipse de los gritos
¡Ah! Y si dejó las huellas de las alpargatas sobre las pupilas de una fauna incorruptible
Y las secuelas de lo que es correcto que se extingue en las brumas ya vacías que sueña sin perdón El Poderoso.
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-A Laura Hernández“Y he aquí que todas mis potencias no logran arribar al límite de lo perdido”. Héctor Rojas Herazo
C
on las manos huecas he comenzado al fin a recoger tus fechas. He sacrificado la luz
de mi yo permanente, con las manos huecas. Tarde me he amparado a tus pocos recuerdos para herirme con ellos. La luz de noche del cielo se balancea tenue y linda como tu sombra hendida con una sola soga al cuello. A trasluz veo tus pasos dados, incautos, al miedo. Con las manos vacías y huecas me ha tocado volver a juntarte como días sin fecha ni lengua como almas sin voz ni lenguaje. ~28~
~29~
S
abes hacia dĂłnde voy? ÂżMe conoces? Vivo tras el alfeizar de la luna radiante y cada noche rescato un fragmento de su luz para dibujar atardeceres.
el telon de la luna
Fotografías por Juan Sebastían Escobar
Tras el lente, arte en Bogotá Regresamos al ArtBo Fds. Daniela Cadavid Libreros
L
levamos años asistiendo a los mismos museos, viendo pasar exposiciones increíbles y otras más bien descartables, pero el público poco a poco ha ido mutando, cada vez más familias se unen entorno al arte, ya no solo son los estudiantes obligados por escuelas y universidades. Lo cual nos lleva a una pregunta más compleja ¿Qué cambio en todo esto? Bueno, supongo que los museos son más baratos, tienen eventos gratis e impulsan a los incautos a entender desde perspectivas menos complejas aquellas obras que llenan
las salas de exposiciones del país. Bajo esta mirada decidimos que era momento de descubrir algo nuevo, y nos dimos un paseo por el Artbo fin de semana de este año. Nos tomó por sorpresa que la inauguración fuera en el monumento a los héroes: aquel que en los años 50 fue diseñado por dos artistas refugiados que trabajaron para Mussolini y que en un inicio se visualizaba como una gran puerta de entrada a la ciudad de Bogotá. El cual albergaría en su interior una academia de historia, un museo y 14 bajorrelieves ~32~
alusivos a la historia de Colombia. Esto, sin embargo, no se hizo realidad y pocos citadinos hoy en día conocen lo que alberga en su interior este imponente monumento. ¡No podíamos estar más emocionados! La inauguración ocurrió de noche, iluminada por una intervención del colectivo Atractor, en la cual se exploraba la transducción visual, sonora y espacial de algoritmos computacionales a través de la unión entre el arte y la tecnología. Podías interactuar con la luz en relación al espacio y ver
Luis Fdo. Pelaez
Luis Fdo. Pelaez
Mauricio Esquivel
Luis Fdo. Pelaez
Otoniel Borda
efectos visuales, sonoros y básicamente pensar en el orden y el caos. La verdad fue muy llamativa y se basaba en conceptos bastante sólidos, el problema fue el público. Más que un problema le podríamos llamar una obra de arte en sí misma, desde personajes empleando la clásica pose del conocedor pierna adelante, rodilla flexionada, cuerpo levemente ladeado, copa de alcohol en una mano y el otro brazo
flexionado con la mano apoyada en el mentón y la mirada fija, seguido de un ligero mantra: hmm… interesante hasta hombres y mujeres salidos o del futuro o de la época de Shakespeare, fue ahí donde perdimos el norte. Dejamos de observar las obras y nos centramos en aquel público de clase alta que exageraba su interés y lo usaba de excusa y pantalla para exhibirse como obra ~35~
de arte en sí misma. Lo asombroso era lo bien que lo lograban, podías naufragar por los movimientos artísticos y centrarte en las pinceladas de sus gestos a través de las cascadas de luz y el espacio sombrío del interior del museo. Lo primero en acabarse fue el alcohol, lo segundo el interés por centrarse en la obra. Por otro lado, no podemos pasar de largo la maravillosa experiencia
de estar en el interior del monumento, era una pieza inacabada. Con sus grietas, su olor a humedad y siglos pasados, sus telarañas y sus paredes blancas vacías de la oscuridad que las mantiene encerradas. ¿Por qué no volverlo un museo? Esa fue la pregunta que nos llevamos. Descubrimos que en 2016 Peñalosa anunció su restauración y definió que se usaría como sede alterna del museo de Bogotá, pero hasta donde sabemos solo ha sido parte de selectas inauguraciones de festivales. Para no aburrirlos más con nuestras ideas y no alargar demasiado este texto queremos contarles lo mejor y lo peor de este Artbo fin de semana. Entre las obras que más nos llamaron la atención en el recorrido que hicimos podemos señalar a Robert Saldarriaga con su exposición Nueva Venecia y a Cesar León con sus perspectivas forzadas en Galería
Doce Cero Cero. Ambos artistas generaron piezas llamativas y realistas que involucraban al espectador con la obra y que soportaban la obra en el uso y aplicación de los materiales empleados. La galería más atractiva desde nuestro punto de vista fue la galería Sextante, pero de ella les hablaremos en nuestro próximo número con más calma. ¿Quién nos quedó a deber? Mmm podemos decirles que la feria independiente tuvo menos participantes este año y pocas editoriales nuevas, lo cual nos dejó un poco tristes y a la vez felices, por algunos cuantos amigos nuevos. Pero nuestro no rotundo del recorrido fueron los clichés del arte actual, Mauricio Esquivel con su obra autónoma: Sellos que se ponen una y otra vez, relojes con lápices, etc…, sumadas a la de otros artistas, cuyos nombres no vale la pena mencionar, con obras compuestas de un carburo de silicio bastante dudoso y otras ~36~
con simples cajas o trozos de cartón esparcidos por la sala. Quizás son cosas del arte que los mortales nunca entenderemos. Sin ganas de ofender, pero con nuestras más sinceras opiniones, les dejamos este texto. Esperamos salgan a recorrer los museos de está y todas las ciudades a las que vayan, esos viejos y hermosos edificios están llenos de misterios.
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Rueda Suelta
Robert Saldarriaga
Cesar Leรณn
En el interin
País sin memoria Carlos Fdo. Imbachi
H
ola de nuevo, nuestro nombre es Mariana, somos de Tuluá aunque nos hagan creer que nacimos y vivimos toda nuestra vida en Bogotá. Este diario lo escribo desde hace unos diez años, donde todo empezó. Quizás te impacte un poco lo que te contaré, pero esto se ha convertido en una rutina, cada año nos reinician el cerebro, nos introducen nuevas ideas, nuevo entorno y una nueva vida, todo para no correr el riesgo de que recordemos algo de lo ya vivido y despertemos. Esa es la
razón de que escriba estas letras, para tratar de recordarte lo que somos, lo que hemos vivido y hemos avanzado. ¿Cómo es que sé que todo esto es un montaje? Es fácil, en uno de tantos cambios cometieron el error de ubicarme donde ya lo habían hecho antes, lo que hizo que todo viniera a mí en una mezcla entre Déjà vu y epifanía. Fue en ese instante en que empecé a escribir estos mensajes, la primera regla es que siempre debemos llevar una carta con nosotras en un lugar poco visible, de tal forma de que siempre nos enteremos de nuevo ~40~
de todo y podamos seguir actuando. La segunda es que en dicha carta debe haber una breve explicación (como esta que estoy dándote) y la ubicación de toda la información que hemos recopilado estos años. Nos controlan, nos mantienen vivos porque les conviene tener tantos lacayos hipnotizados viviendo en este mundo de fantasía para seguir teniendo el poder, seguir incrementando su capital y hacer crecer su ego. Hace diez años, se trepó al poder un hombre que era realmente un títere, creemos que los
grandes mandatarios son quienes deciden qué hacer y el rumbo de todos, pero encima de ellos hay personas entre las sombras, personas que realmente tienen el poder y la capacidad de tomar decisiones tan drásticas y radicales como acabar con todo un país, una cultura, una idea y cualquier cosa que represente una amenaza. Son hombres sin escrúpulos, dispuestos a todo para conservar su estatus y su dominio, y las masas son torpes Mariana, son crédulas y terminan matándose unos a otros defendiendo a quienes están encima
de ellos, mientras los del poder están durmiendo plácidamente en sus hogares. Quisiera que todos despertaran igual que yo, que nos reveláramos, y para ello requerimos algo que se esparza casi que por el aire, algo así como un virus, que elimine toda duda de que estas palabras son ciertas y podamos de una u otra manera enfrentarnos a tales “figuras de autoridad”. El pueblo es perezoso, tremendamente crédulo y asustadizo si se toma como un conjunto y no cada individuo por ~41~
su cuenta. Hay veces que creo que lo de borrarnos la memoria es algo que muchos hacen voluntariamente. Las personas fácilmente olvidan quién los acompaña, quién los apoya, quién ha sido influyente (para bien o para mal) y quién les ha hecho mucho daño, y cualesquiera que sean sus razones, no nos podemos dejar llevar por eso. Somos un pueblo sin memoria, que ya lo era desde antes de que empezaran a hacerlo de forma obligatoria y sin consentimiento. De otra manera, no hubiéramos llegado a esta situación,
no hubiéramos permitido que nuestra vida se volviera esta burbuja de ambiente controlado que es ahora. Son diez años de esclavitud inconsciente, y por nuestra parte llevamos cinco de rebelión, de acciones subversivas y estrategias de guerrilla, que permitan que la gente despierte de nuevo. Poco a poco va creciendo el grupo y creo que este año es el último que vivimos la vida como nos quieren hacer creer que es.
Toda la información que hemos podido recopilar en estos años, evidenciada en fotos, cartas, videos, entre otros materiales, se mostrará de forma masiva por la televisión nacional, y por canales clandestinos sobre los cuales no tienen dominio aquellos señores de corbata que se ríen de nuestra ignorancia.
Nuestro deber, es apretar el botón y dar la orden de que empiece la acción, no sin antes asegurarnos de que la mayor cantidad de personas en el país vea dicha transmisión. ¿Y Nuestra vida corre peligro, cuál es la hora cero? A las el hecho de que algún seis y media de la tarde, espía se entere de lo que justo en el momento en estamos haciendo, hará que somos obligados a que el trabajo de cinco ver el discurso de nuestro años y la única esperanza querido presidente. de salvar nuestros verdaderos amigos, La verdad, no sé qué familia y el mundo en pueda pasar después general, se vaya al carajo. de esto, no sé cómo Este año será aquel en reaccionarán las personas, el cual todo vuelva a la qué impacto pueda normalidad, o nosotras causar y cuáles sean las olvidemos lo que somos verdaderas consecuencias una última vez, o quién de nuestros actos. Los sabe qué tanto podrían seres humanos somos hacer con nuestras vidas impredecibles, y de fácil después de todo lo que alteración, más que un hemos aprendido. pez en un acuario o un ~42~
pájaro mientras bebe agua de una fuente. De lo que si estoy segura es que más de uno tendrá pavor, no del hecho de saber el engaño en el que vivían, sino porque no sabrán qué hacer de aquí en adelante, sino hay quién les imponga una orden. Querida Mariana, no tengo más que desearte mucha suerte, que logremos alcanzar esta libertad tan anhelada, que nuestra vida sea lo que era antes, o mejor. Debemos encontrarnos con Joaquín en el bar que queda sobre la quinta avenida, será fácil de identificar porque tenemos recuerdos muy gratos ahí. Y para darte una pista de dónde empezar a redescubrir quiénes éramos antes de la primer limpieza mental, ¿qué tal si revisas las memorias del conservatorio de la universidad allá en Tuluá? Atentamente, La versión número nueve de nosotras
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Kaleidoscopic Cats Donde la realidad y la imaginaciรณn se vuelven arte
~44~
~45~
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¿Quién eres? Lycoris Radiatta
T
ras permanecer dos días completos profundamente dormida, la pequeña salió de su letargo.
– ¡Necio! ya le dije que yo soy Argarath, el gran Señor de las Tierras Altas.
El padre extrañado por el comportamiento de su hija se aproximó hacia ella para revisar que no – ¿Cómo te encuentras querida Ely? – pregunta su tuviera fiebre. padre acongojado. – ¡Impertinente! ¿Cómo – Yo no soy Ely, me llamo osas tocar al Gran Señor de las Tierras Altas? Si no Argarath, Señor de las estuviera tan cansado Tierras Altas – responde ya mismo te degollaría. la niña con una voz Pero…– bostezó – debo increíblemente ronca acabar con ellos… y masculina – perdí a mis hombres cuando peleábamos en el desierto El padre asombrado prefirió seguirle la contra los Kweletz. corriente, pero casi se cae de la silla al reconocer – Vamos pequeña, la vaga silueta del ¡ya déjate de bromas! famoso combatiente – contestó en que difusamente tono preocupado. se superponía con ~47~
el cuerpecillo de su adorada hija. – Di…disculpe mi atrevimiento Gran Señor de las Tierras Altas pero esa batalla ya se ha librado. – ¿Cómo dices? – escupió enojado – ¡si yo soy el único que he de vencerla! – Esa batalla sucedió hace más de trecientos años... Argarath al escucharlo de súbito se incorporó de la cama, cuando notó por fin su diminuto y femenino cuerpo. – Dime una cosa, buen hombre… ¿qué sucedió en esa batalla…, vencimos?
– Sí, Gran Señor. ¡Los Kweletz fueron combatidos y derrotados! – Me alegro – dijo esbozando una sonrisa socarrona. – Sin embargo, Gran Señor Argarath de las Tierras Altas, me temo que usted ya no se encuentra más con nosotros en esta tierra. Y justo en ese momento, el Gran Argarath exhaló fuertemente un suspiro al tiempo en que deshabitaba el cuerpo de Ely. Luego de ese episodio, la pequeña durmió durante 5 semanas seguidas. Cuando hubo despertado su padre corrió a su encuentro.
– Pero Señora, ¡es usted la que ha venido a visitarnos! – le recriminó el padre. La mujer observó su entorno, incluyendo las ropas modernas que llevaba el hombre. – Debe de haber un error, señor mío. Yo estaba en mi salón esperando a un distinguido caballero cuando inexplicablemente terminé aquí. – Señora, si me disculpa el atrevimiento… ¿puedo saber su nombre? – Madame Gayoffi.
De súbito un escalofrío trepó por el cuerpo del padre, reconocía su nombre. Hace 50 años fue el crimen pasional más famoso; la muerte – ¿Estás mejor Ely? de Madame Gayoffi y – ¿Quién es Ely? – exclamó su amante a manos de la voz chillona de su esposo. una señora. – Madame Gayoffi, no sé El padre retrocedió cómo decirle esto, pero… y entrecerró los ojos; – No te quedes así, vio la silueta de una ¡vamos dilo, te lo ordeno! refinada señora. – ¿A qué debo el honor de – Usted… ya ha fallecido –soltó el padre de golpe. su visita? ~48~
– Pero ¿qué has dicho?, ¡insensato! El padre buscó y revolvió entre algunos papeles viejos. Le pasó un periódico, el cual conmemoraba el hecho sobre aquella fatídica noche. Madame Gayoffi lo leyó, comprobando que el hombre decía la verdad y dándose cuenta a la vez de la fecha actual al ver otros periódicos menos amarillentos; ¡se había saltado cerca de 50 años! – ¡Son calumnias!, ¡una broma de mal gusto! – chilló rehusándose a creerlo, deshabitando el cuerpo tan infantil. A continuación, la pequeña Ely durmió por 7 meses completos; al abrir los ojos, el padre estaba a su lado. – ¿Hija? – Está ciego ¿o qué? – le respondió – ¡si soy varón, y muy viejo por cierto! Esta vez el padre ya no hizo ningún intento por descubrir ahora quién se había metido en el cuerpo de su hija.
El erudito invasor, se llamaba Miret; quien por cierto hablaba demasiado. Había vivido por lo menos hace más de 1,276 años, según estimaciones del padre ya que no había registros tan antiguos como para comprobarlo. Aquel anciano le compartió varios de sus secretos sobre las matemáticas, la astronomía y la agricultura. Era tanta la información que brotaba de este hombre que, aunque hubiera escrito brevemente la milésima parte de lo que decía, ya hubiera llenado una infinidad de enciclopedias en tan pocas horas de haberlo conocido. Pronto al erudito comenzó a rondarle por la cabeza el motivo por el cual estaba habitando un cuerpo que no era el suyo. – Sabes…, creo que he muerto. – le dijo repentinamente al padre. Y acababa de terminar de decirlo cuando su alma se despegó del sabor de la vida que por poco tiempo la pequeña le había
proporcionado de nuevo. Finalmente, después de dormitar 3 años enteros, al despertarse no había nadie a su lado. Salió de la habitación y vio junto a la puerta a un hombre viejo y cansado. – ¿Quién eres? – le preguntó el viejo. – Soy tu hija Ely, ¿es que acaso ya no me recuerdas, papá? El erudito invasor, se llamaba Miret; quien por cierto hablaba demasiado. Había vivido por lo menos hace más de 1,276 años, según estimaciones del padre ya que no había registros tan antiguos como para comprobarlo. Aquel anciano le compartió varios de sus secretos sobre las matemáticas, la astronomía y la agricultura. Era tanta la información que brotaba de este hombre que, aunque hubiera escrito brevemente la milésima parte de lo que decía, ya hubiera llenado una infinidad de enciclopedias en tan pocas horas de haberlo conocido. ~49~
Pronto al erudito comenzó a rondarle por la cabeza el motivo por el cual estaba habitando un cuerpo que no era el suyo. – Sabes…, creo que he muerto. – le dijo repentinamente al padre. Y acababa de terminar de decirlo cuando su alma se despegó del sabor de la vida que por poco tiempo la pequeña le había proporcionado de nuevo. Finalmente, después de dormitar 3 años enteros, al despertarse no había nadie a su lado. Salió de la habitación y vio junto a la puerta a un hombre viejo y cansado. – ¿Quién eres? – le preguntó el viejo. – Soy tu hija Ely, ¿es que acaso ya no me recuerdas, papá?
Postales
Bitácora del capitán: 01101101. David Plancarte
E
stos son tus mejores años, los que te dejaron muerto. Luego están los años venideros, los que te quitan la luz Y por último, los años melancólicos, los que te hicieron ser lo que eres.
Por el rabillo del ojo todo tiembla, nada es como antes. Ya no puedo tirarme con mis amigos en el césped, y perder el tiempo. A dónde se fueron todas mis promesas rotas, todas esas amistades que juramos mantener. La persona del espejo se parece menos a mi bello recuerdo... 01010111 01101000 01100101 01110010 01100101 00100000 01100100 01101111 00100000 01001001 00100000 01100010 01100101 01101100 01101111 01101110 01100111 00111111 00001010 01010100 01100101 01101100 01101100 00100000 01101101 01100101 00100000 01110111 01101000 01100001 01110100 00100000 01111001 01101111 01110101 00100000 01110011 01100101 01100101 00001010 01001001 00100000 01101110 01100101 01100101 01100100 00100000 01110011 01101111 01101101 01100101 01110100 01101000 01101001 01101110 01100111 00100000 01101101 01101111 01110010 01100101
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Dionisio López Ramos
A
veces, la vida teje alrededor de las ilusiones fantasmas sin nombre que atrapan. Espejismos con huecos absorbentes tragando en tu interior, te comen el alma y se adueñan de tus sueños. Después, vomitan lo mejor de ti; demasiado tarde... se apaga la luz.
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