Revista Número 8: Love is in the air

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Revista literaria · N° 08 · Febrero 27 · 2016

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Revista literaria Demencia Año 1, N°8,Febrero de 2016, es una publicación mensual editada por el equipo editorial de Demencia. Santander de Quilichao, Cauca, Colombia. www.revistademencia.wordpress.com Directora y editora responsable: Daniela Cadavid Libreros. Todos los textos e imágenes usados en esta revista se han usado bajo licencia de los creadores, bajo licencia Creative Commons zero o Creative Commons with attribution. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura de la editora de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de Revista Demencia o de los respectivos autores.


SUMARIO

Demencia N° 08 · Febrero 2016

Contenido textual Amelia Nyan Antonio Rivas Antonio Ferrugia Carlos Rasero Rodriguez Daniela Cadavid Libreros Daniela Thann David González (Aye) Francesc Barrio Julio Isaac Oré Jose Luis Acosta Fernández Manuel Gris Pilar González Navarro Rita Gardellini Santiago González Escobar Temoltzin Santillan Padilla

Fotografías Pág 7 - Misty Pittman Pág 8 - Jan Vašek Pág 9 - Zac Sturgeon Pág 10 - Won Young Park Pág 12 - Mike Burke Pág 14 - Jordan Whitt Pág 15 - Benjamin Faust Pág 26-31 - William DuBois Koo Kumi Pág 32 - Milada Vigerova Pág 35 - Okamatsu Fujikawa Pág 36 - Verne Ho Pág 38 - David González (Aye) Pág 42 - Antonio Rivas Pág 42 - Martin Miranda Pág 45 - Antonio Rivas Pág 46 - Fragmento de Hannibal (Serie) Pág 48 - Eva Blue Pág 52 - Tyler Shaw

Dirección y edición

Daniela Cadavid Libreros

Corrección de estilo Amelia Nyan.

07 Art Brut Un rincón donde el sabio titiritero hace danzar una por una las palabras. En esta edición: Daniela Cadavid Libreros Y Amelia Nyan.

10 La Inmaculada Letras que suenan como la música de las esferas. Por: Isaac Oré y Manuel Gris.

14 Postales Mensajeros Dementes que viajan entre las olas. En esta edición: Rita Gardellini y Jesús G. González.

18 El cuerdo loco Rabia y miedo, Amor que duele. Lee el séptimo capitulo de esta historia. En esta edición: Daniela Thann.

26 El Telón de la luna Entrevista a William Du Bois Koo Kumi, poeta Africano autor del libro “Beautiful Africa”. Por: Daniela Cadavid Libreros.

Diseño y diagramación Daniela Cadavid Libreros

32 La caja oblonga

Un mundo donde los cuentos pueden cambiar la realidad que los rodea. En esta edición: Marian Cañibano y Francesc Barrio.

38 El juego lúgubre Para los curiosos que andan en ~3~

Portada y Contraportada: Jennifer Studios Photographies. https://www.facebook.com/jenniferstudios

busca de nuevo material, o para los despiados critcos de la ciudad. En esta edición: David González (Aye) y Carlos Rasero.

42 Kaleidoscopic Cats Si la ciencia ficción nos fluyera por nuestro cuerpo al igual que la vida de estos gatos. En esta edición: Antonio Rivas.

46 Nature Morte Aux Cerises Naturaleza muerta con cerezas, un espacio para opinar sobre el mundo real e imaginario. En esta edición: José Luis Acosta.

50 En el ínterin

Un lugar donde todo tipo de magia puede suceder. En esta edición: Antonio Ferrugia.

54 El jardín del poeta Nuevos poetas que abren de a poco su lienzo hacia el mundo. En esta edición: Temoltzin Santillan y Pilar González Navarro.


Colaboradores Amelia Nyan. Santander de Quilichao, Cauca (Colombia) Estudiante de mercadeo, correctora de estilo de revista Demencia, bailarina, roleadora, aficionada a la música. Canta en la ducha de domingo a lunes y toca el piano. Tienen un gato cuyo nombre no se le es permitido revelar.

Antonio Fernández. Caracas (Venezuela) Joven poeta apasionado a la escritura y al trato social, estudia filosofía y es amante de las artes.

Antonio Rivas Carreño, Batres, Madrid (España) 71 años, Derecho UNED, publica en Facebook, en torno al “Realismo Mágico”. Experto en Literatura, como hobby ayuda a escritores noveles en poesía y narrativa y es un experto en Análisis y Crítica Literaria. Carlos Rasero Rodriguez. Sevilla (España) 1983 Su nacimiento poético es un poco nubloso, es parte de esa música infartada que la ciudad desprende, de esos intentos de mejorar sus pasos de baile en esta danza que es la poesía. Escribe porque decidió escribir y contar historias le hace libre. Daniela Cadavid Libreros. Santander de Quilichao (Colombia) Diseñadora gráfica, editora en jefe de revista Demencia, Telonera de la Luna, poeta y soñadora de tiempo completo. En los ratos libres imagina monstruos en las aceras e inventa imposibilidades. Número de la suerte: 21.

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Daniela Thann. Desde los confines de Internet. Líder suprema de una secta, vaga profesional y crítica literaria en La pluma insolente. Entre sus habilidades está escribir chorradas, invocar peña extradimensional la hostia de loca y autodenominarse cosas sin tener ni puta idea de lo que son, como por ejemplo artista conceptual. David González. Sabadell, Barcelona (España) La imaginación le ha acompañado desde que tiene uso de razón, a diario inventa historias, personajes, situaciones, gags, sketchs que se convierten en un microrrelato, una presentación literaria, una pieza de micro-teatro, o una publicación en cualquier red social. Su palabra clave: HUMOR. En 2014 publico su primer libro “Microrrelatos para macromomentos” Francesc Barrio Julio. Estudiaba Física en la U.A.B., pero pasaba más tiempo en el bar que en las clases. Ha sido editor de juegos de rol y redactor de revistas de juegos pero, finalmente, ha descubierto su vocación de escritor. Actualmente, trabaja de redactor de contenidos para un estudio de diseño”. Isaac Oré Nació un año nuevo del 89, escribe poesía y cuentos. No ha publicado ningún libro. Viajó por toda Europa durante medio año. Sus cuentos han sido publicados en El Comercio de Lima y diversas revistas extranjeras. Jenny Fernández Serramito. Escritora imparable, no porque no haya fracasado nunca, sino porque siempre sigue adelante. A sus 19 años todavía cree en el amor y aunque no crea en las historias de amor, vive en una cada día. Tiene la misma memoria que Dori en “Buscando a Nemo” por eso escribe y fotografía cada momento. Muchos afirman que está loca.” José Luis Acosta Fernández (España) 42 años Electrónico e informático. Trabajó cinco años como periodista gastronómico para la revista La Sidra y ha publicado multitud de microrrelatos y poesías en diversas editoriales españolas. Actualmente está inmerso en un ~5~


proyecto de novela que aúna el realismo sucio, el terror, y la ciencia ficción. Manuel Gris. Barcelona (Poble9) 1982 Loco de las palabras y de escribir desde que tiene uso de razón, y sabe que si alguna vez le cortasen los dedos aprendería a usar los de los pies o la nariz con tal de seguir llenando folios y folios. Soñador y amante de la noche y de su inspiración. Y del Suchard. Y de la cerveza. azacel669.wix.com/manuescribe Pilar González Navarro. Granada (España) 46 años. Diplomada en magisterio y funcionaria en Granada. Escribo prosa lírica, realismo mágico y verso libre. Declamar es otra de mis actividades y lo acompaño de vídeos. En YouTube pueden verlos. Rita Gardellini. (Argentina) Escritora Argentina, docente investigadora y directora de escuela primaria estatal. Autora de las novelas “Después de comer perdices o por qué las mujeres son boludas e insisten en enamorarse” (2011), y “No dejes que muera (2009).” Santiago González Escobar, Bogotá (Colombia) Es un joven de 14 años que ama las artes. Un demente apasionado, su sueño es ser algún día un reconocido artista, estudiar fotografía, diseño gráfico, escultura y pintura. Sus mayores gustos son la lectura (acompañada de un té o un café y un poco de rock) y el anime. Temoltzin Santillan Padilla. (México) 35 años Estudio Letras Modernas ( Italianas) en la facultad de filosofía y letras de la UNAM, influencias principales Fernando Pessoa, Leopoldo María Panero, Xavier Villaurrutia, Luis Cernuda entre otros; la literatura y poesía son algo fundamental en su vida, cree en la libre creación, importa más el contenido que la forma.

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Art Brut Una breve historia de amor Amelia Nyan

Fotografía por Misty Pittman.

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ecuerdo su cabello, cayendo como hilachas desordenadas sobre su rostro. Recuerdo sus caderas, moviéndose en ochos perfectos de izquierda a derecha, por tanto tiempo, que casi parecía doloroso. Recuerdo sus manos, tan cerca de cuerpos ajenos, llenos de un calor extraño y morboso que deseaba pasearse por entre sus piernas. Pero ella, a pesar de tentadora, jamás dejaba que ningún aire se colara una vez fijados los límites. Alguna vez mi mirada se cruzó con la suya, y sonreímos, como crédulos.

En algún punto, olvidé cuál era la brecha que ella marcaba para los demás, y quizás a ella le gustó mi reto, mi rebeldía, porque luego sentí sus manos aferradas a mi nuca, su boca abriéndose ante la mía, con fiereza. Nos tocamos, nos unimos, y nos dejamos. Ninguno llamó, ni explicó, ni contó nada pasados unos días. Yo la amaba, y sentía que el amor era recíproco. La cosa era que ése amor tan solo duraba un suspiro, y ambos, ya lo gastamos.

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Historias Inconclusas I Daniela Cadavid Libreros

Fotografía por Jan Vašek.

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eguro que más de uno la conocía, tenía nombre de vagabunda arrebolera y solo parecía estar contenta cuando andaba con su gran amigote. Le gustaba pasar las noches embadurna en cremas y cubierta de esponjosas sábanas de seda. Algunos decían que preferían buscarla exclusivamente para después de las fiestas, cuando sus almas y cuerpos estaban hechos pedazos y necesitaban algo reconfortante para acabar el día. Otros, sin embargo, disfrutaban las

tardes de domingo junto a ella, las idas a cine o las salidas con amigos. Ella en definitiva, era la mejor compañía para cualquiera menos para mí. Todo se desencadeno un día cualquiera del mes de mayo. Estábamos los dos solos sumergidos en nuestro acostumbrado baño de burbujas, yo le deslizaba la lengua por su cuerpo y me inundaba frenéticamente de su enloquecedor sabor mientras ella poco a poco se deshacía de sus ropas para dejarme entrever su carne rojiza. Me disponía ~8~

a poner los labios sobre sus carnosas curvas cuando de repente el entumecimiento de mis brazos me detuvo, y me encontré sumergido en un nebuloso ir y venir de las cosas, todo el mundo giraba a mí alrededor mientras ella caía al piso estupefacta. Esa noche sentí una punzada que me congelo el alma y el corazón. La muy maldita me había matado. Lástima que en el infierno las salchichas rancheras las vendan tan quemadas.


Historias Inconclusas II

Fotografía por Zac Sturgeon.

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o encontré en un parque un 14 de febrero a medianoche y me sentí el hombre más feliz del mundo, al parecer llevaba varios días sin comer porque se sentían sus costillas con solo tocarle la piel. No dude ni por un minuto en llevarlo a casa aunque tenía miedo que mi sordera no me permitiera oír sus aullidos cuando él quisiera comer, algo en su mirada me hacía pensar

que estaba más seguro dentro de casa que fuera. Le llame Lukas porque me recordaba a un chico que había conocido cuando vivía en Bruselas en casa de la abuela… Tenía los mismos ojos aguados, la carencia de humor y las pesadillas en mitad de la noche que lo caracterizaban.

caricias fueran demasiado inoportunas. Le gustaba lamer más que jugar, pero para un hombre como yo era de lo más apropiado.

Disfrutamos de muchas noches juntos frente al televisor. Nunca regresamos al parque… y a pesar de todo creo que ahí yacía su infelicidad, después de todo no le gustaba tanto ser un No hizo falta usar la fuerza perro y no parecerlo. para enseñarle cuando y donde debía comer, aunque a veces sus ~9~


La inmaculada Amour Isaac Oré

Fotografía por Won Young Park.

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h, qué será, qué será que vive en las ideas de esos amantes, que cantan los poetas más delirantes, que juran los profetas emborrachados…”Willy Colón - Oh qué será. El amor se encuentra en Los Campos Elíseos. El amor es recitar al cholo Vallejo en Montparnasse, y llorar, porque Vallejo toca tu alma hasta que

encuentra el punto exacto. El amor es viajar hasta Ginebra para visitar a Borges en el cementerio de los Reyes. El amor es la representación de dos átomos que sufren un trastorno. El amor puede ser ciego o puede ser brillante. El amor puede ser claustrofóbico o puede ser libre. El amor en Ámsterdam es libre. El amor en Alemania es frío. El amor es el fuego ~10~

acelerando tu vida. El amor es la agitación de tu vida. El amor es un corazón roto/ o dos / o tres/ o cuatro / o mil. El amor es el abrazo fuerte / Fuertísimo. El amor no tiene género, ni patria, ni lengua. El amor perdona. El amor son lágrimas de diamantes arrastrando el carmesí de un labial rojo. El amor es el rojo sangre de un felino en tu pecho. Reventando / Reventando.


El amor es Lemebel y sus amantes en las noches agitadas. El amor es Verlaine y Rimbaud. El amor es Juan Ramón Jiménez y Georgina Hubner. El amor es Caicedo y Patricia, su patita. El amor es Martín Adán & Ginsberg. El amor es Reinaldo Arenas y su amante en New York. El amor es Kodama & Borges. Borges y la literatura. Borges y Ginebra. Mil veces Borges. Mil veces los tigres de Borges. El amor es Lucho Hernández y Beatriz, que por los siglos sus poemas vivirán, porque llevan la sangre del suicidio. El amor es Pizarnik. El amor es Varela por su niño muerto en sus brazos. En sus brazos de oro. El amor es Vargas Llosa con su tía, con su prima y con una filipina. El amor es Gabriela Mistral y su amante poeta. El amor es Colorete con Cara de Ángel. El amor es Cara de Ángel y Oswaldo Reynoso. El amor de platón y el amor de Jesús. El amor de Neruda. El amor de Vallejo y

Georgette. El amor de Vallejo & Rita. El amor de Onetti y el amor de César Calvo. El amor de Nerval en París. El amor exacto y detallado de David Foster Wallace. El amor de Navokov y Lolita. El amor de Camus. El amor de Bubowsky por las putas. El amor y la centinela del amor. El amor suicida de Storni. El amor de Arguedas. El amor de Mishima y su amor a la muerte. El amor de Cortázar, el amor de Cortázar y otra vez el amor de Cortázar. El amor de Wolf. El amor de García Lorca, el puto amor de Whitman. El amor es el algoritmo más difícil. El amor es Bruselas y una cálida tarde. El amor es Versalles y esos sapos de oro que sólo se resignan a mirar. El amor es la encrucijada perfecta. El amor es un manicomio. El amor y las estrellas que se puede observar desde Praga. El amor y Viena. El amor es el intenso poder del ser humano, el poder que los dioses odian. El amor es la entrega de todo y ~11~

por todo. El amor todo lo cree y todo lo teme. El amor de 1989. El amor de la estrella de Algol y la estrella Denébola. El amor de Eskol. El amor de Ziu. El amor es la cuarta parte de nuestra galaxia. El amor es Andrómeda. El amor son los cuentos de Quiroga y los cuentos de Chuck Palahniuk. El amor es el finito por el mar. El amor es Dios y el ángel más bello. El amor es la selección de fútbol. El amor es la esperanza de perderse en Bratislava, por las calles pequeñas. El amor es Cusco & Machupicchu, el amor es la clandestinidad y el matrimonio. El amor es una frase, un poema, un suspiro suelto. El amor soy yo y eres tú, en otra paralela. El amor es la cuestión más infantil del planeta, porque nos llenamos de inocencia. El amor puede llegar a ser una herida profunda, quemante, duradera. El amor es una cosa de locos que no tiene tamaño. El amor nadie sabe qué es.


Toc Toc Manuel Gris

Fotografía por Mike Burke.

T

OC TOC TOC TOC TOC No pueden saberlo. No deben.

TOC TOC TOC TOC TOC TOC TOC TOC ¿Quién se lo habrá dicho? Nadie lo sabe, solo yo, aquella pared, la farola y el perro lleno de bichos impronunciables que se es escondía tras aquella caja de naranjas “El olivo”. Mal nombre para una marca de naranjas.

TOC TOC TOC TOC TOC TOC TOC TOC TOC TOC Ahora todo es silencio. La puerta consigue hacerlo desaparecer levemente, pero aquí sigue, hermoso como siempre lo ha sido. Como siempre me ha querido. Nada es real. Nunca lo ha sido. La tranquilidad es la sensación que me inunda, y me sorprende. ~12~

No creo que pueda escapar pidiéndolo amablemente y, aunque lo intentara, es la policía, ellos no escuchan, solo golpean, aceptan sobornos, desalojan a los okupas, matan sospechosos y, en alguna ocasión contada, ayudan a la viejecita de turno a cruzar la acera o ponen multas solamente para llegar al cupo mínimo que deben alcanzar cada mes. Son unos bestias, unos animales sin compasión, ¿cómo puede existir gente


así? Vaya, lo olvidaba, son de la raza humana. Eso lo explica todo.

porque les sale sin pensar llegado el momento. He llegado a odiarlo.

Sigo sin moverme, no sirve para nada seguir intentándolo pues la energía no debía ser malgastada en caprichos sin futuro (consejo paterno), así que hago propio y solamente espero.

Cuándo - solo 3 horas han pasado. Miro el reloj para asegurarme, porque tengo la sensación de que en realidad hace 3 años que ha ocurrido, pero no me engañaré, nunca he mentido. Hace 3 horas.

lejos si la miro desde aquí, pero no lo está. Sostiene la pistola de Andrés, le gustaba cazar. Demasiado, en el campo y en la ciudad. Cazó a muchas a mis espaldas, hasta que le paré.

Aquel perro lo vio y oyó el disparo y el sonido del Cómo - rápido, demasiado. cuerpo del hijo de puta Tardan mucho en entrar… Dicen que las cosas se de mi marido contra el bueno, aprovecharé para hacen rápido cuando no suelo al caer. ordenar las ideas un poco, se sabe bien lo que se está empezando por el famoso haciendo, pero no creo en ¿Y yo? y trillado “por qué” para esa mierda de afirmación. llegar, al cabo de un rato, Fue rápido, sí, pero porque Bueno, digamos que al famoso “dónde”. los dos lo deseábamos. Y aquella pistola tenía dos lo sabíamos. balas con nombre. Porque - “lo pedía a gritos, lo merecía, cualquiera lo Dónde - tumbada en La primera: Andrés. habría hecho”, son típicas mí casa. En mí salón. La excusas pobres de mente moqueta no parecía que La segunda. Perdón, no enferma, de personas que pudiera absorber tanto me he presentado. Me se han topado con tantos líquido cuando la compré, llamo Sarah. muros y cloacas en su vida pero así es. La sangre que no les queda más fluye muy rápidamente, que decir eso para poder se deberá a mi afición justificarse. Por lo tanto, al deporte, un corazón las acepto. 10 puntos. fuerte bombea rápido, Aplausos del público. eso tengo entendido. De entre mis labios pintados Quién - Andrés. Ese de color azul, o lo que nombre lo gritan mucho queda de ellos, hay un en todas partes, sin parar, agujero humeante. Mi sin esperar respuesta, solo mano parece que está ~13~


Postales Ya lo limpio, mi amor Rita Gardellini

Fotografía por Jordan Whitt.

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N LA CONFUSIÓN, SILVANA SÓLO ATINÓ A sostener la manopla, con tan mal tino, que de todos modos, no logró evadir la enorme aureola que quedó alojada en la alfombra. A su lado, los ojos nitrosos no se despegaban de sus acciones: «torpes acciones» diría él. Silvana ofuscada, dejó de resolver la imposible limpieza,

y comenzó a fumar. Pitadas lentas, olvidables, monótonas. Después del tóxico recreo, intentó recortar cada lado del sobrante con el cuchillo eléctrico. Pensó: curioso, era la primera vez que utilizaba la cuchilla para congelados. Sin embargo, a pesar del ruido que desprendía el forzado motor, no sirvió para gran cosa. Recordó las películas, y las magníficas ~14~ ~14~

sierras eléctricas que esgrimen al aire con tanto orgullo, tan precisas para aterrar, tan fácil de ubicar en cualquier casa americana pero ella no vivía en el primer mundo… así que era inútil quejarse. Ventajas, debía concentrarse en las ventajas. Por lo tanto, determinó dejar de complicarse con tan


desidia que estaba carcomiendo todo. Hablando con optimismo: le darían tres días al caso, que contabilizado en trabajo real, no sería ni media hora. Y pensar que había estado maquinando trozarlo, meterlo en la maleta, llevarla a una de las cientos de construcciones, arrojarlo en el hueco de un futuro Fotografía por Benjamin Faust. cimiento — ¿Se imaginan el trastorno del traslado, el envoltorio para que No le importó, decidió fastidiosas labores y se no gotee, la precaución no mirar hacia donde fue a asear. Se jabonó estaban sus ojos. Tomo las de no ser vista…? Ni varias veces, dejó siquiera había logrado llaves del auto, cerró las escurrir el agua casi con ventanas, apagó las luces, ser eficiente en la primera glotonería, y así: limpia, encendió una vela y abrió tarea—, y pensar que fresca y renovada, se la llave del gas. Se marchó todo lo resolvió con una vistió y se maquilló. exultante. ¡Feliz! Con una vela. En eso, él tenía Impecable, se dijo a sí razón, debía reconocerlo: misma, aunque sabía que sonrisa de publicidad en este país, se complica de dentífrico, pensando él encontraría defectos: él que quiere. que al menos por una demasiado labial, muy putísima vez había corta la falda, muy breve logrado complacerlo: no el pudor… «Mojigata» quedaría ni una manchita. eso necesitaba él: «una mojigata», callada, sumisa Ventajas, ¿por qué no iba y totalmente dedicada a él. Se alentó al verse a sumarse a la manada de frente al espejo y bajó con perezosos que asolaba al país? Planes sociales, cierta prisa. subsidios, feriados, días puentes… era importante Sobre la alfombra, contar con la avanzada avanzaba la mancha. ~15~


Fragmento del libro “El caminante de arena” Jesús G. González

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…] — ¿Cada uno de estos dragones son malos o buenos? —preguntó Níor deseando que estuvieran de su parte.

de estas criaturas, los actos de una de ellas pueden ser cuestionados, y considerados como terribles y excesivamente crueles por algunos de sus iguales. Pero —Nadie podría responder curiosamente esa misma acción, puede a tu pregunta —le ser estimada desde el respondió el dragón. —, pues depende extremo totalmente de multitud de ideas opuesto, valorándola como sumamente subjetivas, individuales y acertada y correcta, por colectivas. Si alguna de otro grupo distinto de estas criaturas atacara a los seres que apreciáis, iguales. Así funciona el bien y el mal, aunque serían verdaderamente no os llegue a gustar del malignos para vosotros todo. Sois vosotros los y para otros resultarían que debéis decidir lo que ser extremadamente bondadosos y buenos. es el bien y lo que es el Si debido a sus intereses mal para vosotros. decidieran atacar un poblado, serían inmundos A veces una persona ama y despreciables para ese profundamente a otra, y poblado, pero bendecidos piensa que todo lo que por el poblado vecino, intenta hacer por ella al que los anteriores nace del bien que habita tenían sometidos. En en su corazón, pero la otra la misma raza de una persona está sufriendo ~16~

enormemente con esa manera en la que la aman y le demuestran su amor. Para esa persona, recibir ese amor le provocará dolor en cada una de las demostraciones, pero la otra parte le argumentará que lo está haciendo con todo el aprecio que su alma puede albergar. No se puede decir que esa persona no nos ame, pero hemos de ver si la forma en la que nos aman, a nosotros nos hace bien. […] ¿Quieres leer más de “el caminante de arena”? Da click aquí


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El cuerdo Loco Rabia y miedo: Amor que duele Por Daniela Thann

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e sentó en el tocador y se miró en el espejo.

La verdad es que aquel aspecto le sentaba muy bien. Tal vez con un tono de piel más pálido se vería aún mejor, pero no era un buen momento para recrearse en ello. Se quitó la peluca rubia y empezó a desmaquillarse.

rato durante más tiempo. – Dijo la extraña persona que ocupaba el tocador. Con mucho esfuerzo, el agonizante consiguió vocalizar lo que podría interpretarse como una grosería.

– ¿Qué? ¿Te asombra escucharme hablar ahora? – sonrió levemente a su A su espalda, el bulto que propio reflejo. – No iba a estropearte la sorpresa yacía bajo las sábanas tan pronto. Supongo que emitía leves murmullos, como si algo en su interior para alguien como tú debe ser duro de asimilar. tratara de comunicarse desde lo más hondo, Empezó a abrir los como si se negara a irse cajones de aquel tocador, del todo. que no era suyo, en busca de algo que pudiera usar – Eres testarudo ¿eh? como paño para quitarse Es una mala decisión los últimos restos. En resistirse, ya no hay lugar de ello encontró solución y solo vas a una cosa mucho más conseguir pasar un mal ~18~

interesante, una carta, al parecer escrita por su víctima, a una mujer que no parecía tener ningún interés en él. La leyó con una ceja alzada y una sonrisa socarrona, dejando escapar de vez en cuando una risita. – El amor duele. – pronunció en voz alta. Eran las últimas palabras de la misiva. – ¿El amor duele? ¡Jajajaja! El amor duele, dice el pobre infeliz. ¿Qué sabrás tú lo que duele el amor? – Soltó una carcajada digna del pasillo de un manicomio. – ¡Mira al pobre niñato! le da calabazas una muchacha y ya se cree un gran poeta


atormentado. – Se limpió con el dedo las lágrimas de risa. – Ya que estás decidido a quedarte por este mundo un poco más, te voy a contar yo una historia sobre amor que duele de verdad. – Dijo mientras empezaba a peinar la larga peluca rubia. – Verás, había una vez un hombre muy rico y bien posicionado. Tenía un título nobiliario, un palacete, una joven quinta esposa y un montón de críos, la mitad de ellos subnormales o lisiados; como lo oyes, mientras que el resto de la nobleza se deshacía de su progenie defectuosa, rompiéndole el cuello o ahogándola después del parto, él los criaba, alimentaba, vestía y hasta les ponía nombre. Una verdadera colección de engendros es lo que tenía aquel tipo en su palacio. Le encantaba llenarse la boca diciendo en sociedad que él creía firmemente que toda vida humana merecía una oportunidad. Supongo que en su definición de

vida humana, no entraba la de las cuatro esposas anteriores, que habían fallecido después de pasar todo su matrimonio como vulgares yeguas de cría. Pero a lo que íbamos. Un día, su joven quinta esposa, quien aún conservaba las ganas de vivir, tuvo un desliz con uno de los mozos de cuadras. Un hombre pelirrojo, delgaducho, muy poca cosa la verdad; pero bueno, sobre gustos no hay nada escrito, dicen. De aquella unión nació otro crío, uno sano, pero pelirrojo. El vivo reflejo de su padre. Créeme, no había manera de justificar aquello; ella rubia y su marido igual. Ninguno de los dos tenía pecas, ni aquellas orejas de soplillo, ni esa nariz chata. Y varias generaciones inmortalizadas por cuadros en los pasillos daban fe de que aquello no era una herencia recesiva de ninguna de las dos familias. Así que ya te puedes imaginar la que se montó. – Guardó un largo silencio mientras seguía ~19~

peinando pacientemente la peluca rubia. – Decir que el mozo fue despedido sería mentir. En realidad le dieron una brutal paliza en el bosque, después de la cual, para su suerte, nadie se molestó en comprobar si seguía vivo. En cuanto recuperó la consciencia escapó, tampoco se fue muy lejos. La mujer en cambio no tuvo tanta suerte. Fue hallada muerta en el camino que iba del palacete a la ciudad. Según parece unos bandidos asaltaron su carruaje. También mataron al conductor y a los dos ayudantes de cámara que iban dentro con ella, pero ninguno de ellos tuvo una muerte tan violenta como la suya. “Mutilada en vida”, decían los registros... “profanada en vida”... eso ponía, “profanada” en lugar de “violada”. A veces tanta corrección y tanto eufemismo no hace más que empeorar la expresión ¿No te parece? Se referían a ella


como un objeto, una pertenencia, eso es todo lo que fue la pobre en vida para los demás. Un bien que intercambiar por favores, un medio para tener descendencia. Supongo que no eres tan inocente como para creer realmente que aquellos bandidos no eran asesinos a sueldo... En mi opinión, nada profesionales y con un pésimo gusto por la estética. A mí no me gusta trabajar así, es una falta de respeto hacia la profesión ¿sabes?

mezcla de terror y belleza que intento transmitir en mis obras. – Se giró un momento a comprobar que su interlocutor aún seguía con vida. – Aún resistes ¿eh? Que encantador... Tú quedarás precioso, ya lo verás.

Terminó de peinar la peluca, la guardó en su bolsa y se miró en el espejo; aun llevaba puestos los enormes pendientes de oro. Sonrió y pensó, mientras se los quitaba, que tampoco le quedaban nada mal y que debería usarlos más.

– Pero con el niño fue otra historia, resulta irónico que alguien tan cruel fuera incapaz de deshacerse de un simple crío, sobretodo uno que daba tanto que hablar ¿no? El caso, es que también se quedó con él. Lo crió, alimentó, vistió y hasta le puso un nombre estúpido. Pero a diferencia de al resto de sus repugnantes hijos, a este lo repudiaba.

Se aseguró de que la redecilla del pelo seguía colocada en su sitio y empezó a maquillarse de nuevo. Tardaría un rato, esta vez debía envejecer sus rasgos.

– Cada servicio es para mí, una forma de hacer arte. – continuó. – Debe ser hermoso a la vista. Me gusta pensar que el primero que encuentre el El crío no hacía más que resultado de mi visita se buscar su aprobación sentirá conmovido por esa ¿sabes? Se pasaba el ~20~

día estudiando en la biblioteca, aprendiendo a manejar armas; un chico atento y con unos modales impecables para su corta edad. Y todo lo que recibía de su padre era puro desprecio en forma de miradas asesinas en público, palizas, insultos y comentarios hirientes... y eso solo cuando no le estaba ignorando, lo cual hacía la mayor parte del tiempo. Lanzó un largo suspiro mientras aplicaba un buen trozo de cera alrededor de sus ojos. – Pero el niño lo adoraba, amaba a su padre adoptivo por encima de todas las cosas, y tenía la esperanza de que en el fondo, su amor también era correspondido. Tal vez porque no conocía otra forma de amar, tal vez porque no tenía a nadie más en su vida que se lo enseñara. Ni siquiera sus hermanos, que le ignoraban y le tiraban piedras si trataba de acercarse. Unos sanos hijos de la nobleza, al fin y al cabo.


Con ayuda de una fina Empezó a quitarse el horquilla empezó a marcar vestido que aun llevaba. arrugas en la capa de cera que le cubría la cara. – Pero no le duró mucho la dicha al chico. Como – Pero una calurosa noche siempre que estaban en de verano todo cambió. familia le llovían muestras Era el cumpleaños del de desprecio por parte de cabeza de familia, vamos, todo el mundo. El colmo del hombre del que te fue cuando sus primos llevo hablando todo pequeños empezaron a este rato. Era algo que tirarle comida encima. celebraba siempre en la Ninguno de los adultos intimidad, solo con su hizo nada al respecto, familia más cercana. pero él sí... Empezó a aplicarse unos polvos color beige para fijar su obra. No daba mucho el pego, pero sería suficiente para engañar a cualquiera debajo de una capucha y en medio de las apenas iluminadas calles. – A pesar de todo eran muchos, ya te puedes imaginar: veinte hijos, más el ilegítimo veintiuno; sus cinco hermanos con sus respectivas mujeres; la anciana madre ya chocha; sus veinticinco sobrinos y algún que otro pariente más de su estima. Hasta dejaba a los sirvientes participar en el banquete, eso sí, en una mesa aparte.

Dejó caer al suelo el corsé junto con el relleno que había utilizado para simular tener senos. – Le abrió la cabeza a uno de esos pequeños bastardos con una de las jarras de vino. El niñato se puso a berrear como un cerdo al que estuvieran matando. – Sonrió para sí mismo mientras se vestía con una túnica desgastada y sucia. – El niño pelirrojo se llevó una buena paliza de su padre por ello, delante de todos los allí presentes... entre patada y puñetazo escuchaba los comentarios de ~21~

aprobación por parte de los adultos y las risas de los demás chiquillos. Y aunque pueda parecer lo contrario, aquella fechoría por la que estaba pagando es lo que le salvó la vida aquel día. Terminó de vestirse con las sucias ropas y el calzado desgastado. Echó un vistazo en dirección a la cama. El bulto ya no se movía y hacía rato que había dejado de hacer ruido. Se encogió de hombros; de todas formas la historia la estaba contando más para sí mismo que para él. Recogió la ropa de mujer que había dejado en el suelo, la metió dentro de su bolsa y se sentó de nuevo delante del tocador. Acomodó un mechón de pelo anaranjado que asomaba por la redecilla y volvió a examinar con desaprobación lo que se había hecho en el rostro. Menudo desastre... menos mal que he traído el manto con capucha y la barba postiza.


Mientras terminaba de disfrazarse no pudo evitar continuar rememorando los hechos en su cabeza. Recordó a su padre agarrándolo del pelo, arrastrándole hacia su habitación y encerrándolo dentro, mientras él y el resto continuaban la fiesta. Recordó también haber escuchado unos cuantos chillidos y gritos de alarma justo antes de que el silencio envolviera el palacete. Después de eso salió de su habitación forzando la puerta sin demasiado esfuerzo, como ya había hecho cientos de veces; muerto de miedo, pero decidido a descubrir qué estaba pasando. Lo que encontró Voutanio fue una sala llena de familiares y criados completamente inertes en el suelo, encima de las mesas y las sillas. Por lo que veía, algunos cayeron antes que otros, los niños primeros, por supuesto. Había muchos adultos rodeando aquella mesa que cayeron mientras

intentaban saber qué les había pasado a sus hijos. La mesa estaba llena de todo tipo de dulces, era el momento del postre.

desaparecieron en dirección a los pasillos que llevaban hacia los dormitorios, entre ellos el suyo.

¿Dónde estaba la guardia? Se le hizo un nudo en el estómago solo de Escuchó un fuerte sonido pensar que había estado al otro lado de la puerta, a nada de ser capturado, y se escondió debajo de probablemente asesinado, la mesa. A través de la por aquellos intrusos. rendija que había entre el mantel y el suelo pudo Aquel hombre rodeó ver como se abría el la mesa hasta llegar portón y entraban tres al patriarca. Voutanio pares de zapatos. escuchó como rebuscaba algo en un fardo. – ¿Habéis terminado con toda la guardia? – Era una Con mucho cuidado voz cascada, pertenecía a intentó conseguir una alguien de edad avanzada. mejor perspectiva, quería ver quien era, su voz le – Con toda, señor. La sonaba. Por suerte había ayuda interna nos ha desarrollado una gran venido muy bien, y habilidad para moverse no hemos encontrado en silencio. demasiada resistencia. Se situó entre las piernas – Bien, dejadme solo. Id de uno de sus tíos. El a revisar las habitaciones cadáver estaba sentado de esa ala, y los pasillos, al lado del de su padre, no quiero que nadie me y a través del pequeño moleste. Y saquead todo espacio que quedaba lo que encontréis, quiero entre el mantel, apoyado que parezca un robo. en el reposabrazos de la silla y sus piernas, – Muy bien, señor. – Y podía observar sin llamar dos pares de zapatos demasiado la atención. ~22~


De momento solo veía unas manos, que en aquel instante cogían la cabeza de su padre por la barbilla.

El Marqués de Karioli boqueaba intentando conseguir más aire. Su torturador no parecía tener interés en terminar Una de ellas tomó el pulso con aquello rápido, no del Marqués. apretaba lo suficiente como para ahogarlo – Bien... he llegado a del todo. tiempo. – Engañar a una pobre Levantó la cabeza del niña, hacerle creer que patriarca y con la otra solo eras amable y mano introdujo unas ganarte su confianza con de gotas de líquido en lo que yo le negaba... su boca. – Apretó un poco más fuerte. – ¡Para después Durante unos cuantos hacerle eso! – Gritó. –... minutos no pasó nada sabiendo que por miedo más, solo se escuchaba no diría nada, sabiendo la respiración de aquel que se creería culpable misterioso hombre. por aceptar tus regalos ¡Pensando que ese era De repente el cuerpo el precio que debía del Marqués empezó a pagar! ¡Un precio que moverse, primero con nunca supo cuál era! ¡Un pequeños espasmos precio que una niña de y después tosiendo 16 años jamás debería violentamente tratando pagar! ¡¡Saco de mierda de recuperar el aliento. inmundo!! – Hablaba Por poco tiempo, pues apretando los dientes con aquellas manos se muchísima rabia. lanzaron directamente hacia su tráquea. Voutanio temblaba bajo la silla. Estaban matando – ¡Quería matarte con a su padre delante suyo mis propias manos, sucia y no era capaz de hacer escoria depravada! nada ¿Qué iba a hacer? Aquel hombre lo mataría. ~23~

Otra parte de sí mismo pensaba en qué habría hecho el Marqués. No entendía a qué se refería el asesino, pero debía ser algo horrible, porque jamás había visto a alguien tan enfadado como él, ni siquiera su propio padre. Empezó a llorar en silencio, nunca había estado tan asustado. El asesino se sentó a horcajadas encima del Marqués y continuó ahogándolo, esta vez pegando su cara a la suya y mirándole fijamente a los ojos. Ahora Voutanio podía verle la cara: era aquel mago de la corte... – Mi hija ha muerto hoy... ¿Me oyes? ¡Ha muerto hoy! – Estaba fuera de sí y cada vez que gritaba empapaba en saliva la cara del Marqués. – ¡Ha muerto dando a luz a uno de tus bastardos! Aflojó y dejó que su víctima pudiera coger un poco de aliento. – Dime una cosa ¿Cuántas veces lo hiciste antes de que me lo contara?


¿Cuantas veces violaste a mi hija, Karioli? – No sé... no sé de qué me hablas. – Logró articular. – ¡¿Qué no sabes de que te hablo?! – Le rompió la nariz de un puñetazo. – ¿Por qué...?. – dijo Karioli cuando pudo volver a hablar. Señalaba con la mirada a toda su familia muerta. – Mierda criada por ti no puede ser buena, mierda criada contigo no debe vivir, mierda que te ha criado debe ser escoria, mierda que te obedece merece morir. Tu linaje entero muere aquí, todo rastro de ti y tu familia, porque basura como tú no debe ser recordada. Dime, ahora que estamos iguales ¿Que se siente, Karioli, cuando te quitan todo? – Volvió a apretarle la tráquea, esta vez con más fuerza. – Pero Vlax es justo, Karioli. Me ha dado una nieta que no se parece nada a ti, el puro reflejo de su madre... y a ti te espera una eternidad en el infierno, junto a tus

ancestros y tu pútrida descendencia.

Sarlatanos siguió apretando un buen rato después de que hubiera Los ojos del Marqués muerto. Aún seguía se salían de sus completamente en órbitas, su cara estaba tensión, con una mirada completamente de puro odio, como si amoratada, mientras todo aquello le hubiera miraba aterrado a su sabido a poco. Cuando agresor. Entonces, casi recuperó la compostura inconscientemente desvió se bajó de encima del la mirada durante un cadáver, abrió las puertas segundo, y lo vio. del pasillo y llamó a los dos mercenarios a los Su hijo adoptivo, el que había ordenado bastardo, ahí mismo, inspeccionar las debajo de la mesa habitaciones. mirando la escena horrorizado. Su mano – Rematad a todos, nunca empezó a alzarse en su se sabe... – hizo una pausa dirección y le apuntó con y añadió. – Pero antes un dedo acusador que id a saquear el resto de su agresor, concentrado alas, aún tengo que hacer en terminar la faena y algo aquí. Cuando volváis cegado por el odio, no haced lo mismo con llegó a ver. cadáveres. Con su último aliento Karioli intentó condenar con su mismo destino al último miembro vivo de su familia, al hijo que nunca fue suyo, al que nunca llegó a amar. Las últimas palabras que escuchó, de boca de Sarlatanos fueron “Se llama Trella... Trella”. ~24~

– Muy bien, señor. – Y dicho esto, desaparecieron por la puerta principal. En cuanto lo hicieron, Sarlatanos recogió su fardo y se adentró en los oscuros pasillos que momentos antes habían ocupado sus esbirros.


Debajo de la mesa Voutanio seguía llorando en silencio mientras miraba el cuerpo inerte de su padre. Tenía los pantalones mojados de orina y las piernas apenas le respondían. Con mucho esfuerzo consiguió levantarse. Y lo primero que hizo, antes de siquiera pensar en escapar, fue abrazar, por primera vez, al hombre que nunca en vida había sido capaz de mostrarle afecto. Como había escapado no lo recordaba con claridad, lo único que le venía a la mente era estar en el patio y escuchar cómo se marchaban los intrusos; y finalmente la gran montaña de llamas, en la que él mismo convirtió su ya destruido hogar. Fénix... El adulto que ahora era ya no lloraba, hacía tiempo que no podía, ni encontraba motivación para hacerlo. Ahora veía aquellos recuerdos desde la fría distancia y la perspectiva de los años. Sentía odio, sí, y lástima

por el niño que fue, pero no se lamentaba ni estaba triste. Solo quería su justa venganza. Se dirigió hacia el cadáver que había en la cama y lo miró sonriendo con macabra ternura. Era un joven bien parecido, castaño y con unos preciosos ojos azules. – No me gusta matar con veneno...me trae malos recuerdos. Pero me debo a los deseos del cliente. – Cogió la botella de vino que había encima de una de las mesitas, empapó un poco la escena y se la puso en la mano al cadáver. – Han insistido mucho en que pareciera un suicidio, y la verdad es que la carta que he encontrado me viene de perlas ahora mismo. – Puso la carta en su otra mano y dejó un botecito vacío de cianuro en la mesita. Miró la escena poco convencido, movió algunas sábanas e hizo algunos retoques en el pelo y la ropa; y cuando finalmente estuvo satisfecho, se inclinó sobre ~25~

el muerto, lo besó en los labios y le dijo al oído: – Creías saber que el amor duele, y no tenías ni idea de cuánto... ahora sí. Dicho esto, y después de haber recogido sus pertenencias, Sapio Aima saltó por la ventana, cruzó el jardín sin ser visto y desapareció entre las mal iluminadas calles de la ciudad.

Continuará…

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el telon de la luna Amelia Nyan

Entrevista a William DuBois Koo Kumi

~26~


una gran variedad de libros de forma gratuita y compartirlos con amigos o familiares.

W

illiam DuBois Koo Kumi, joven poeta ghanés de la región de Mampong. Autor del libro “Beautiful Africa” y participa activamente del proyecto “Trotro Vibes” el cual busca educar e informar a los Ghaneses sobre los problemas esenciales que existen en su comunidad, con el fin de crear las respectivas soluciones. Adicionalmente incentivan a la lectura mediante música acústica y poesía, la cual llega a la audiencia por medio del sistema tradicional de Ghana: los trotros. El proyecto cuenta con una aplicación para móvil en la cual pueden leer

La entrevista se realizó originalmente en inglés y pueden encontrarla en nuestro blog al dar click en este enlace: https://revistademencia. wordpress. com/2016/02/28/ interview-to-williamdubois-koo-kumi-byamelia-nyan/ Revista Demencia: Cuentanos sobre ti… sobre el lugar en el que naciste. ¿Quién es William DuBois? ¿Qué tipo de cosas te inspiran en tu diario vivir? William Du Bois: Me llamo William Du Bois Kumi, vengo de Mampong Akuapem, un pueblo en la región oriental de Ghana. Actualmente curso el segundo año de comunicación en el Instituto de Periodismo de Ghana. Soy poeta y fotógrafo, pero soy ampliamente reconocido por mi poesía. El lugar en ~27~

el que nací es adorable, un pueblo en la montaña y todo, sea natural o artificial me inspira. La mayoría de ocasiones mis experiencias diarias son las que me ayudan a crear trabajos que resultan duraderos por la manera en la que mi audiencia se comunica con ellos. Mi espacio creativo no está cerrado a un par de cosas aunque de cuando en vez depuro mi cabeza. RD: ¿Por qué empezaste a escribir? ¿A qué edad? WDB: Empecé a escribir a los… no puedo recordar, pero recuerdo porque empecé a hacerlo. No escogí el escribir, él me escogió a mí. De niño era una persona muy reservada y callada, así que la mayoría de las cosas que llegaban a mi vida ya fueran buenas o malas no podían ser comunicadas por la manera en la que viví mis primeros años. Era más de observar que de hablar, así que cuando me di cuenta que todas esas palabras que lograban abrirse


paso desde las oscuras esquinas de mi retina y mi corazón podrían ser llamadas poesía; comencé a leer poemas a eso de los 13, aproximo porque nunca pensé estar ante los rostros y mentes de las personas con mis escritos, así que no mantuve registro de ellos al botar la mayoría sin documentarlos. En aquellos días escribía poemas al encontrarme con algo a lo que no estaba acostumbrado en mi rutina. RD: ¿Qué estilos de poesía prefieres? ¿Por qué escribes y declamas poesía?

WDB: No tengo estilo de poesía alguno. No quiero restringirme cuando estoy siendo libre. Seres, pensamientos y mensajes que he retenido en mi necesitan ser escritos sin restricciones. He leído poesía y no soy fanático de aquella dictadura de reglas. Cada palabra que pongo en el papel tiene su ánimo y su tono, y aunque los lectores pueden detectar estos rasgos, ¿podrán imaginarlo como yo lo haría? No, en realidad no. Así que escojo alcanzar a mi audiencia con mi voz, mis emociones, mis estados de ánimo y tonos para que mi mensaje sea bien comunicado. ~28~

También, la mayoría del tiempo creo personajes imaginarios y los envío a aventurarse con mis poemas y necesito ser un dios por una vez en el escenario para dirigirlos a través de la aventura. Ésta es la razón por la que declamo o represento mis poemas. RD: ¿Cuáles han sido los escritores que han tenido influencia en tu carrera como poeta? WDB: Un puñado de escritores ha logrado influenciarme de diversas maneras. Algunos de ellos, cuando empecé a encontrar mis pies en la poesía. William


Shakespeare llegó desde la biblioteca de mis abuelos repetidas veces, así que no había manera en la que pudiese evadirlo; también en una colección de poemas cuyo nombre no recuerdo, William Stafford, Langston Huges, Kofi Awoonor, Kofi Anidoho han jugado su parte en mi camino poetríl. Los que llamo inspiraciones silenciosas son mi abuela, mi madre, mis tías y algunos familiares que jugaron su parte en mi lengua madre (Twi).

encontrar tu libro y tus poemas?

que tan profundos o gramaticalmente correctos eran los poemas, necesitaba lanzar mi mensaje y esto no hubiese podido RD: ¿Qué te motivó a suceder sin la ayuda de publicar una antología? otros poetas como yo (de ¿Cómo hiciste contacto la misma o distinta edad). con los otros poetas que Tuve mis poemas listos hacen parte de “África he hice un llamado en hermosa”? Facebook para convocar poetas que quisieran WDB: Me fijo metas cada contribuir con sus escritos año, así que la antología a la publicación. La llamé fue una de ellas en “África hermosa” porque mi proyecto número pinté la belleza de África diecinueve, cuando tenía a través de las palabras; la esa edad. Ése mismo año, belleza de la guerra, del escribí más de ciento amor, de la cultura y las cincuenta poemas y todos problemáticas sociales y estaban conectados a mis políticas, entre otras. raíces. Tenía que decirle al mundo que yo había RD: ¿Dónde pueden llegado, no me interesaba nuestros lectores ~29~

WDB: El libro se promueve en bibliotecas en línea alrededor del mundo. En tiendas virtuales como Amazon y Createspace pueden obtener su copia de “África hermosa”. Pueden escribir mi nombre en cualquier motor de búsqueda y los resultados posiblemente serán sobre el libro. RD: ¿Qué recomendarías a nuestros lectores que publican sus libros en Amazon? ¿Has intentado contactar editoriales? WDB: La autopublicación es buena, muy buena. Yo fomento que lo intenten si tienen promotores en línea y una audiencia dispuesta a pagar. Mi libro ha sido promovido por gente que no conozco, las bibliotecas y tiendas virtuales lo hacen también. No he contactado editorial alguna aún y no lo tengo en mente por ahora porque estoy concentrado en una documentación


audiovisual de mis trabajos.

seguidores comenzaron a preguntarme sobre cuando lo haría de RD: ¿Tienes algún nuevo. Nos subíamos proyecto literario próximo a buses de transporte a la fecha? público (Trotro, como se les dice en Ghana) y WDB: Lo tengo declamábamos nuestros actualmente y he poemas a los pasajeros trabajado en él por un de manera gratuita año, no es próximo luego de enseñarles sino en proceso. Se como leer libros gratis titula “Vibras de Trotro”. en sus dispositivos También tengo ideas móviles, lo cual era un en las que incorporo programa apoyado por la fotografía y el Worldreader. Así que performance poetríl. No Trotro Vibes es una sé cómo resultará pero es campaña para inculcar lo que se viene. hábitos lectores en los ghaneses. La mejor RD: Háblanos acerca de experiencia fue desde Trotro Vibes, ¿cómo se el día en que el trato fue dio? ¿Cuáles han sido cerrado, el equipo es tan las mejores experiencias asombroso que las cosas de participar en éste no hubieran podido salir proyecto? mal al intentar hacer de Trotro Vibes un éxito. WDB: Trotro Vibes surgió Tuvimos a la BBC, a los a finales del 2014 cuando noticieros y a los radios un grupo de poetas fue entrevistándonos y una contactado por una ONG tendencia de tres días en llamada Worldreader Ghana y África, todo de para embarcarse en una un totazo. Gracias a los campaña de lectura miembros de mi equipo, llamada Poesía Trotro. son sorprendentemente La campaña vio a mi fantásticos. equipo (Tyba Poetry) liderando la causa RD: ¿Qué está sucediendo así que la gente y los con la poesía en tu país? ~30~

¿la gente está mirando, leyendo y vendiendo poesía o prefieren el fenómeno de los bestsellers? WDB: A la poesía le va bien en Ghana, ahora mucha gente está escribiendo y declamando. Algunos están haciendo dinero con ello y otros la están luchando. El mundo siempre ha sido un lugar donde la gente se satisface con lo que creen que es lo mejor o con lo que las masas conocen como lo mejor. Hay algunos buenos escritores aquí en Ghana cuyos trabajos no han saboreado la radio o la televisión porque los medios y las masas están conformes con lo que conocen. RD: Este número de la revista será sobre el amor. ¿Podrías declamarnos uno de tus poemas que exprese el amor que sientes por África? Estoy pintando Pintando retratos de


África Pintando la hermosa cara de la madre África Cuyos hijos e hijas corren desde ella Entonces dile al ingrato que si amará verla -------------------------------Estoy esculpiendo Esculpiendo el esfuerzo de nuestros antepasados Vendidos como esclavos como botellas de whiskey y espejos

Asantewaa, Kwame Nkrumah, Kunta Kente Entonces dile a los desesperanzados que la esperanza se ha instalado en África -------------------------------Estoy construyendo Construyendo los imperios agrietados de África Donde nosotros nacimos y crecimos Reconstruyendo las villas privadas

Cegados con la biblia, obligados por la civilización

Donde nuestros cordones umbilicales fueron plantados

Entonces dile a los traidores que si a ellos les gustaría

Entonces dile a los desahuciados “hogar dulce hogar”

--------------------------------

--------------------------------

Estoy tejiendo

Estoy cantando

Tejiendo los nombres de los héroes y las heroínas

Cantando canciones de orgullo

Du Bois, Luther King, Shaka, Marcus, Yaa

Cantando canciones de la liberación de África ~31~

Canciones de ingenio, canciones de guerra que traerán paz Canciones de esperanza construidas en lágrimas y cansancio, Canciones cantadas en los cementerios Entonces dile a los guerreros que ellos pelearon una buena batalla -------------------------------Estoy dibujando Dibujando una nueva África donde la paz reinará Una nueva África donde nuestro patrimonio resucitará Una nueva África donde atentar contra la vida estará prohibido Entonces dile a los desesperanzados que la esperanza se ha instalado en África.


La caja Oblonga Donde los cuentos cambian la realidad que nos rodea

La sangre de un joven dragón Marian Cañibano

C

uenta la leyenda, que decidió el mágico dragón mantener sus sueños dormidos ante la eternidad de sus pesadas existencias. Cuentan, los vivos ojos del bosque, que la diferencia y la belleza quedaron unidas para siempre en un solo ser, capaz de obsequiar a los humanos de corazón puro, la sabia magia de su amor imposible. Durante décadas, habían estado los sentimientos del joven dragón observando aquel creciente esplendor verdoso, nacido en la feminidad de otra especie, zigzagueando en sus retinas las nuevas palmas de sus delicadas y recién nacidas ramas. La majestuosidad de aquel débil y hermoso tronco fue

ganando espacio en su mitológico y enorme corazón. Aquella frondosidad multiplicada de sus estilizadas hojas, no se cansaba jamás de llamar la atención de su ardiente mirada, tupiendo primaverales encajes con sus agujas, mientras se iba colmando la visión de su cielo. Fueron así, poco a poco, enamorándose sus sentidos de aquella perfecta figura dracaena, redondeando con su esperanza y el verdor de su sombra el horizonte terrenal, su único horizonte, el de un joven dragón enamorado. Pero ella había nacido estática y también maldita. Debiendo tragar las ganas de echarse en sus brazos, si quería seguir alimentando la necesidad ~32~


de savia en aquel cuerpo de madera, unido para siempre a las entrañas de la madre tierra. Sin ser capaz de que su amado dragón, escuchara la intención de sus enamorados gestos empujados por la fuerza compartida del viento.

propiedades. Con una somnolienta desesperación aceptó, sin pensar, la pesada condición, arrollando el final del sueño, sin poder imaginar otra cosa que no fuera su primer encuentro con aquella dracaena recién florecida.

Embriagado por su olor, el dragón rondó durante años las pisadas que albergaban sus crecientes raíces hasta no poder más su locura, hasta sentir morir sus ganas de seguir viviendo mientras ardiese el fuego en su juvenil deseo. Hijo del aire, lo intentó de mil formas. La sombra de su cuerpo, deambulaba los cielos fijando la mirada en su imagen, en busca del momento, del instante preciso, donde las diferencias pudieran quedar reducidas al sentimiento de un futuro primer beso.

Ardió la pasión bajo el manto de lunas y llenas ternuras. Ambos enamorados correteaban felices entre brillantes hojas y lomos plateados, mimetizando sus abrazos de animal plantado, haciéndose temblar las caricias, convirtiendo en susurros la belleza de sus melodías, refugiándose la existencia del joven dragón en el regazo de su distinta especie, arropado entre sus hojas mientras le cantaban rebosantes de dulzura sus ramas. Y al pasar, las estaciones saludaban su deseo de más savia ardiente, avivando la necesidad de fundir sus almas en un acto más, nunca suficiente, de puro amor.

Exhausto ante la quietud de su respuesta y seguro de sus sentimientos, decidió invocar la ayuda de sus ancestrales maestros, revelándosele en un sueño, la posibilidad de otorgar el don del movimiento gemelo a su amada. A cambio, a él se le impondría uno más, uno que albergaría en sí mismo más poder que el fuego de sus entrañas, el de curar el mal de la carne humana. Jamás podría negarse a ayudar a un inocente, su esencia le empujaría hacia él sin importar las consecuencias, ni aún heridas de gravedad sus escamas podrían renunciar a prestar su ayuda. Y su sangre correría peligro, en cuanto fueran descubiertas sus nuevas

Una noche, algo llamó la atención del joven y embelesado dragón. Un débil aullido desconocido hizo vibrar la puntiaguda tranquilidad de sus orejas. Extrañado, su cuerpo dejó de obedecer órdenes del corazón, poniéndose sus cuatro patas en pie mientras procuraba tranquilizar a su amada. Ella, también, intentó advertirle de mil formas. Estruendosos crujidos de astas y ramas le imploraban que volviese a su lado, sus nerviosas hojas se agitaban al viento, desesperadas ante el miedo de perderle, implorándole que no la ~33~


abandonase el sustento y el calor único de su cuerpo. Pero el joven dragón plateado, fue consciente. Obedecía al instinto de su soñado acuerdo. Volvió a besar con dulzura su corteza, sin llegar a pisar su suelo, como si no fuera a existir más momento, abrazando entre sus crecidas alas la curvatura perfecta de su inocencia y en su obligado vuelo miró atrás, despidiéndose de ella con una lágrima. Y con la sensación de dejar anclado a la tierra el único motivo de su existencia, se le nubló la vista, sin entender por qué sus garras parecían querer escalar con rapidez las nubes, dejando atrás el universo de su florecida belleza. Al otro lado del bosque, el llanto desgarrado de una madre se esforzaba por intentar sujetar entre sus manos la vida de su pequeña. La inocencia de la niña expulsaba por la boca la sangre de sus heridas en un intento fallido de explicarle su angustia. El dragón plateado rasgó una de sus escamas mientras sobrevolaba la triste escena, procurando con sus círculos que se gotease el rojo antídoto sobre el vientre herido de aquel cachorro humano. El efecto, inmediato, de su don sobre el mal de la carne, secó las lágrimas de la incrédula progenitora. La sonrisa de su hija le señaló al cielo, en dirección a su salvador, quedando revelada así su joven e indefensa existencia. La noticia de sus cualidades sembró de batidas el bosque, apiñando entre

los picos más escarpados las agudas vistas de los mejores cazadores. Todos querían encontrar a aquel mágico dragón. Unos por necesidad, otros por avaricia. Pero todos iban en su busca sin ofrecer a la, hasta entonces, feliz pareja enamorada ningún atisbo de tranquilidad en su recién deseado descanso, destrozando a su paso todo aquello que sus pies arrancaban, violando las reglas de la naturaleza, destruyendo la tranquilidad del bosque. No tardaron en llegar también las acusaciones y condenas por pertenecer a distintos mundos. El joven dragón, permaneció escondido entre las astas resinosas de su amada durante incontables días, con sus incontables noches. Palpitando sus corazones al compás del miedo. Implorando la sensatez sus razones, de nuevo, la ayuda de sus alados ancestros. Cuenta la leyenda, que decidió el mágico dragón mantener sus sueños dormidos, ante la eternidad de sus pesadas existencias. Mezclándose el don de su sangre con la savia en el cuerpo de su amada, fundiéndose sus respiraciones en una sola. Otorgando en el futuro, a quienes acudiesen con pureza a ellos, la magia de su amor dormido para curar las heridas de la carne humana. Demostrando que la belleza del alma, queda unida para siempre, sin importar especie ni procedencia, a la pureza en el sentimiento de dos jóvenes enamorados. ~34~


Diario de una desesperación Francesc Barrio

Fotografía por Okamatsu Fujikawa.

17 de octubre de 1875

H

oy he llegado a la vieja mansión. Es una inmensa casa señorial en lo alto de una colina, a las afueras de la ciudad. Lejos de todo, lejos de todos. El viejo Bassile, mi tío abuelo, me la dejó en herencia al fallecer. Era un personaje extraño, huraño, no muy propenso a relacionarse con la gente. En la familia siempre habíamos pensado que era un ricachón excéntrico, demasiado apegado a su dinero. Fue una sorpresa para todos cuando recibimos la noticia de su muerte y se efectuó la lectura de su testamento.

Finalmente, no tenía tanto dinero como pensábamos. Y me lo había dejado todo a mí. Él no tenía descendientes, no tuvo hijos, tampoco tuvo grandes amigos y, por supuesto, tampoco era muy dado a la beneficencia. Era un hombre obsesionado con su trabajo, aunque nunca supimos a qué se dedicaba realmente, siempre encerrado en su laboratorio. Tampoco nos había importado. Por eso fue especialmente sorprendente que me dejara lo poco que le quedaba: la vieja mansión con sus tierras y un pequeño depósito que cubriría los gastos de la casa por unos años. ~35~


Mayor fue la sorpresa al llegar a la mansión. Me la encontré prácticamente vacía. Los criados habían huido llevándose lo poco de valor que debía quedar, dejándome como único recuerdo los restos de un misterioso incendio en el ala que cubría la biblioteca y el laboratorio. Aún no sé qué haré con la propiedad. Supongo que la venderé. Estas viejas paredes no valdrán mucho, pero algo podré sacar por los terrenos. No tengo prisa, me daré unos días para pensar y luego decidiré qué hacer. Supongo, que nada me ata a esta casa. 24 de octubre de 1875 Apenas llevo una semana en esta vieja casona y creo que ya me estoy volviendo loco. Hago todo lo posible por mantener la cordura, pero no me es posible. Vine a tomar posesión de la casa y siento que es la casa la que me está poseyendo a mí. No, la casa no, es más bien ella. Su presencia, que flota en el ambiente cargado de las habitaciones de esta vetusta residencia y se introduce en mi sueños tornándolos bellos y apacibles. Huelo su perfume en los pasillos de esta vieja mansión, entreveo su silueta desapareciendo tras una puerta, veo su rostro reflejado en las ventanas, sueño con sus abrazos y sus caricias, con el olor de su piel, con su pelo desordenado.

Fotografía por Verne Ho.

25 de octubre de 1875 Siento su llamada. No puedo resistirme. He vagado por toda la propiedad como un loco, buscándola. He recorrido todas sus habitaciones y pasillos, he errado por sus estancias vacías, he rebuscado entre los viejos trastos de las golfas, en todos los armarios, he abierto todas las puertas, he recorrido los jardines en su búsqueda. Pero, esquiva, nunca consigo atraparla. 28 de octubre de 1875 Hasta hoy no he descubierto una puerta oculta entre la maleza que comunica con el sótano. He encontrado unas escaleras y un largo pasillo. Es un ~36~


lugar húmedo y lúgubre, iluminado únicamente por la luz de un triste fanal. Al final hay una vieja puerta de hierro oxidado, cerrada con un candado. No he hallado la llave que lo abra, y mis esfuerzos para forzarlo han resultado vanos. Necesito herramientas. 29 de octubre de 1875

y corales que cubren sus intimidades. Triste, me mira, abre los labios sin decir nada. Tan solo siento, en mi mente, en mi alma, su deseo, su necesidad de mí. Ya no sé qué hacer, ya no existe el día ni la noche para mí, simplemente paso las horas arrodillado, llorando desconsolado, compartiendo su dolor, apoyado en el cristal.

Sentía su presencia cada vez más cerca de mí. Llamándome, suplicándome que la salvara. Tenía la absoluta certeza que la hallaría tras esa puerta sombría. Tras cortar el candado con una cizalla, he corrido a su encuentro,

Siento su llamada. No puedo resistirme. He vagado por toda la propiedad como un loco, buscándola. desesperado por abrazarla al fin. ¡Maldito viejo! Lo que he encontrado es una especie de pecera gigantesca, un prisma de unos ocho pies de alto y cuatro pies de ancho y de profundidad; todo de vidrio con los cantos de hierro remachado. Con unas válvulas a un costado y unos tubos flexibles que la comunican con un motor a vapor cuyo sentido aún no he entendido. La pecera está repleta de agua, con unas piedras decorativas y unas algas en su fondo y en su interior mi amada, una bella sirena, piel pálida como la nieve, su pelo rubio meciéndose con el líquido elemento y un vestido de algas ~37~


El juego lugubre Amores imposibles I David González (Aye)

E

l glóbulo blanco y la bacteria se amaban tórridamente a escondidas.

Obligados a tener que vivir como prófugos, malgastaban su microscópica existencia huyendo de un sistema inmunológico que había priorizado la búsqueda, captura y muerte de esos dos proscritos microorganismos. Conscientes del rechazo celular que generaban, nunca pasaban más de un día entero en el mismo escondite: toda precaución siempre era poca. El objetivo de los dos enamorados seres unicelulares, culpables de incesto molecular a ojos de la Citología, consistía en llegar, fuese como fuese, hasta el corazón y rogarle asilo biológico, pues habían oído decir que para él nada era imposible.

~38~


Árboles del Japón Carlos Rasero Rodríguez

Isla de Okinawa, 5 de Diciembre de 1556

Q

uizás sea este mi primer momento, un instante prolongado en una vida. Mi madre desprende un calor incontrolable, al nacer de su vientre siento que me ama, siento el profundo olor a placenta que desprende mi pequeño cuerpo, el líquido en el que se suspende es un caudal ocre incipiente de vida. Mi padre, cuyas manos danzan sobre el aire aclarando la oscuridad, inicia todo lo bello que un hombre puede conseguir. Me sostiene ahora en sus brazos como mi madre lo hacía en su interior. Con su dulce mirada endurece al horizonte que se brinda ante mí. Osaka, 8 de Febrero de 1764 Toshio es hermosa como antes lo fue su madre y antes de eso su abuela, y antes de eso… He conocido demasiado de cualquier familia desde que nací. Tiene el cabello rizado y reluciente, a diferencia de todas las demás, su cuerpo es delicado a pesar de su inexistente fragilidad interior. El reflejo interpretado por el agua traiciona a la propia vida, al ciclo

interminable con fin. Apenas represento la tierna edad de 15 años y Toshio piensa que mi rostro no es aniñado, que la mirada que ofrezco es el telón de lluvia que paraliza al tiempo. Mi voz profunda refleja mi verdadera edad. Isla de Honshū, 16 de Mayo de 1836 En esta playa siempre consigo cierta paz, el ruido de las olas al llegar al extremo de su cúspide, es una melodía natural. A veces sorprendo a mi propia mente al observar mis verdaderas manos de inexistente imagen. Reconozco que prefiero estar aquí que en cualquier otro sitio. Toshio apreció con humildad este regalo de vida, podría ser el último lugar en el que el mundo viera nuestro amor. La vida con ella… nunca nadie fue tan querido como lo fui yo, ni nadie pudo darme tan hermosos hijos, nadie podría convertir un corazón cerrado como un puño en una flor abierta meciendo el dulce rocío. Su voz es un candil de tibia luz e imponente claridad. Regreso a casa, una pequeña visión alterando el espacio, de madera, con sus largos arcos orientales, con sus puertas deslizantes. Abrazo a Toshio, con su pelo blanco y su piel agrietada, pero con sus ojos de pétalos en flor, con la brisa ~39~


dulce, con el mismo tacto de siempre y con la misma sonrisa de pubertad. Anochece y vemos al sol caer, todo es oscuridad y un último suspiro que la lleva a un lugar prohibido para mí. La dejo acostada, vestida y perfumada, como ella quería, esperando encontrarse con todos aquellos familiares que yo había conocido en el pasado. Lloro, lloro como nunca antes lo había hecho. Kawasaki 12 de Junio de 1900 El tazón sigue resguardando el calor del Ramen, el vapor puede convertirse en una lente difusa de un sueño dentro de la realidad. Suelo tomar de postre un delicioso Mochi, y un par de botellas de sake, hasta perder la cordura, en un intento persistente de encontrar un lugar existencial en donde el tiempo fluye y no se estanca. El Fugu es un plato milenario, un pez globo venenoso, existe una única forma de cocinarlo para no tentar al destino, pero también existe un único hombre en el mundo que puede tomarlo de cualquier forma sin viajar a la otra vida. No estoy muy seguro como trascurre el tiempo físico, represento la edad de 30 años, desde hace unos 60, parece el mismo día desde que Toshio abrazó las últimas palabras que embellecen al Sakuza, nuestro hermoso cerezo en

flor japonés. Abandoné la playa, la casa, mi trabajo, mi vida, como abandoné al tiempo desde que nací. Mis hijos me ofrecieron seis bellos nietos, ahora ya mayores, y durante un tiempo la ausencia se disfrazó de un dulce conformismo, de dragón rojo fluyendo interiormente. Por lo general, los minutos esparcen su opresión al son de mantras racionales, la vida se escapa sin entender el sentido de este ciclo necesario. Hace muchos años que estoy solo, con el único recuerdo de unos cabellos rizados de fragilidad emocional. Mi voz es la de Toshio, a pesar del tiempo. Región de Kanto, 23 de Noviembre de 1923 Tras el temblor, miles de personas eximieron su propia voluntad para ayudar a los demás. A pesar de mi nihilismo creciente en estos últimos años, decidí afrontar mi infinita existencia como una prueba religiosa, aunar todas mis fuerzas en un único punto. Desde el principio no comulgué con los mensajes necios e irracionales del japonés medio, ni con los Comités de Vigilancia que veían en los coreanos la insignia de la malicia ancestral. Volví a llorar, por segunda vez en mi vida, al ver a mis vecinos de Okinawa asesinados por estúpidas insinuaciones, las armas del desconsuelo recogiendo


la lluvia salada brotada de profundos mares humanos. Después de un tiempo desistí, infligí a mi alma la única realidad que no podía tocar. Al exponerme tanto sólo he conseguido separarme del mundo, de las razas que regalan dolor a cambio de un dolor mayor. Hiroshima, 6 de Agosto de 1946 Hace un par de años, habitaba en el bosque, junto con los únicos seres de igual longevidad. Los árboles tienen su propio lenguaje, utilizan el aire para rozar sus cuerpos en un viaje de ida y vuelta, se aman entre ellos como un sueño de madrugada en la página sagrada de Japón. Aprendí a deshacerme de toda moral aprendida, social e incluso racional, emprendí entonces mi propio ciclo temporal, en mi mente, junto a la onírica naturaleza. Pero un día, en un instante de meditación, sentí una brisa vieja de olor nuevo, un precepto íntimo de revelación. Era un mensaje de mi subconsciente, pero en aquel momento no pude descifrarlo. Pensé en cada una de las horas importantes desde mi nacimiento, eliminé otras, añadí casi sin proveerlo

algunas que no creí relevantes en su momento, reestructuré mi vida como piezas de Igo sobre un tablero de piedra, en un ataque a mi propia consciencia. Aquello me llevó todo un año. Viajé desde el frondoso bosque de Aokigahara a la ciudad de Hiroshima, y durante el viaje pude contemplar cómo el silencio de las cuevas mentales puede hacer crecer a un hombre. Llegué a mi destino el mismo día que el cielo se encendió con llamas atómicas y la tierra calentó al grito en una resistencia imposible. Nunca vi nada parecido, todo acabó ese día, creí que incluso yo terminaría, pero si estaba en aquel lugar, hoy hace un año, no era para morir. Comprendí aquella revelación, era el momento de transformarme, adentrarme en el único camino que me llevaría donde mi existencia tenía su sino. Todo quedó arrasado, incluso yo, pero de la tierra contaminada, herida y machacada, surjo en este momento como un Ginkgo Biloba, el único ser existente capaz de transformarse, un árbol cuyo centro es una mujer. El camino fue largo, pero con tu ayuda, por fin puedo dejar de vivir de una forma que nada me representa, junto a ti, Toshio… … Gracias por guiarme hacia ti. ~41~


Kaleidoscopic Cats Donde la realidad y la imaginación se vuelven arte

Cuatro amores Por Antonio Rivas

Fotografías 1 y 3 por Antonio Rivas, Fotografía 2 por Martin Miranda.

A

TU ESPOSA.- Sevilla, año 62. Tú tenías 17 años e ibas para los 18. Conociste por entonces a una chica muy guapa, morena, que siempre andaba muy deprisa. Un día viste pasar a aquella chica tan guapa, tendría diecisiete años pero era hermosa y muy elegante. Con esa belleza semejante a las magníficas puestas de sol que coronan en verano los días serenos. Aún no había cumplido sus dieciocho años, tenía el pelo y los ojos negros, el talle arqueado y con los movimientos aflamencados de la

típica mujer andaluza; su cara, siempre radiante, seducía por su tinte criollo, cuya animación sólo puede describirse por la blancura coloreada por igual, comparándola con una muselina arrojada sobre la púrpura; tenía formas redondeadas, atrayentes por la gracia que sabe unir la languidez y la vivacidad, la fuerza y el abandono; atraía e imponía, seducía sin prometer nada, era alta, lo cual le permitía darse a voluntad aires y porte de reina; era amable y afectuosa, perfecta, fácil en la vida pero se convertía en terrible e implacable si se ~42~


lastimaba su amor propio de mujer, en este caso nunca perdonaba; sentados en torno a la mesa camilla tú mirabas algo de reojo y con mucho sonrojo a aquella hermosa jovenzuela, ya mujer, y como al descuido rozabas por debajo de la misma tus manos con las suyas y tu corazón entonces palpitaba sin control pareciendo querer desbocarse. Siempre añoraste con emoción y melancolía aquellos momentos de vuestro incipiente noviazgo cuando en la mesa camilla le echaste ligeramente la cabeza hacia atrás y le pediste que cerrara los ojos, ella lo hizo y tú le robaste un beso; pareció que era la primera vez que ella recibía un beso, pero no lo rechazó, te gustaron sus labios, es decir, el gusto, el modo como se hundían, cómo se entreabrían suavemente y cómo se escapaban con confianza y cariño; os mirasteis después como preguntándoos y respondiéndoos al mismo tiempo, pero en la tenue luz que arrojaba la endeble bombilla de quince vatios que, pegada a un cordón bajaba del cielo raso, viste o te pareció, que su mirada era triste, pero esa triste dulzura la hacía sin duda más hermosa e interesante; de todas formas qué sabrías tú a tus diecisiete años, nunca estuviste seguro de lo que las mujeres quieren decir cuando te miran. A partir de ese día el zaguán de su casa fue el lugar que escogisteis para escuchar a diario los respectivos silencios de vuestros corazones. Así pasaron con paciencia, lentitud y ternura los seis meses que duró vuestro noviazgo pues siempre creíste que el amor era fruto de una

elaboración, igual que la seda, y que va creciendo lentamente, como la úlcera de estómago. A los seis meses de ese primer beso os casasteis en la Iglesia de San Julián. Veintiocho de junio de 1963. ¡POR ESO AMASTE TANTO A TU ESPOSA! A LA ABUELA DOLORES.- Después de un largo silencio la venerable cabeza de plata volvió de la cocina donde preparaba unas rosquillas con harina, aceite, huevos, canela, anís y matalahúga. Era una venerable anciana con un humilde vestido negro y cabellos de plata que cubría el picón del brasero con la ceniza del día anterior. Ella, en realidad, era más madre que abuela y, contemplándoos con una dulzura indescriptible, iba echando un día sobre otro y los iba enhebrando todos con un hilo de melancolía y tierna esperanza. El brasero de picón unas veces olía a gris y otras veces a incienso o tomillo; la abuela parecía tener unos setenta años y aunque necesariamente canosa y arrugada, todavía conservaba vivacidad en la mirada, disposición a reír y mucha actividad de cuerpo y espíritu; la abuela Dolores era una vieja pasa, alta, enjuta, ligera, siempre despierta hilandera y cocinera excelente, hablaba poco, como si suspendiese su respiración al hablar, todo su cuerpo era bondad y su fidelidad más intensa su nieta hija Belén; la seguía de lejos, la cuidaba con rosarios y oraciones, sabía que su pasado había dependido siempre de ella pero le temía con espantosa ~43~


inquietud a su futuro, deseando que nunca… tuviera la desdicha de seguir los pasos de su madre biológica, que se fue por tabaco y si te vi no me acuerdo. Por eso su espíritu se inundó de una inmensa alegría cuando percibió que tus ojos se iluminaban con una luz especial al mirar con asombro, ternura, veneración, adoración y un tanto azorado a su nieta del alma. Aparentemente tú tenías aspecto de estudiante, tus ojos miraban tan viva, tan sencilla y tan francamente como si fueras un estudiante idealista, y tu voz aflautada de barítono le resultaba a la abuela muy agradable; por eso, la abuela siempre te quiso a ti como yerno. En aquellos años ya parecía que se iba a ir, que se moriría pronto, era esa clase de persona fuerte y decidida que cuando la conocemos se muere tres años más tarde, pero a partir del momento en que tú apareciste en sus vidas su vejez se convirtió en otra especie de juventud, más penetrante a la transparencia, a la ligereza, saltaba del sueño a lo cotidiano sin establecer diferencias, como si se alejase sola caminando sobre las aguas: tu segundo amor, la abuela Dolores, amor a una venerable, generosa y preciosa anciana. ¡POR ESO LA AMÉ TANTO! A TU HIJA PEQUEÑA.- Treinta y ocho años ¡Cómo quieres a tu hija pequeña! Ella sabe que hace tiempo te pusiste a echar la cuenta de todas tus desgracias, a pasarles revista. Y por eso ya sabe que durante muchos años no lograbas

extinguir de tu pecho el brasero ardiente de angustia y desolación que te consumía de forma implacable, que te pasaste la vida llena de temor, llena de temor tu alma y ese temor engendraba sin duda la tristeza y el desconsuelo. Pero ahora las cosas han cambiado, has luchado mucho contra todas las dudas y las sospechas de tu alma, pero ahora sueles mirarte al espejo y cuando te ves observas un rostro menos enjuto, más tranquilo, más resuelto, un rostro claro de mirada más profunda y acariciadora. Ahora ya sabes que hay una verdad para ti, y que esa verdad era tu hija pequeña. Y que nunca tuviste culpa de lo ignominioso de tu vida. Por eso ya eres más capaz de encontrar las palabras fácilmente para expresar lo que tu alma quiere decir y, como perlas multicolores las vas ensartando con rapidez en el hilo sólido del deseo de purificar tu corazón del fango y del cieno. Y por eso también, a veces, cuando un rayo de sol atraviesa las vidrieras de tu casa, llevas una mano hacia él, y cuando se posa en tus dedos, lo acaricias suavemente con la otra mano y con una leve sonrisa piensas en ella, tu niña pequeña, en ella y en sus dos renacuajos que son su vida y la tuya. Tú, su padre, desde lo más profundo de tu corazón, la bendices. Y bendices a tu niña chica, ¡PORQUE LA AMAS! A LA SOLEDAD.- Hoy te sientes triste, muy triste. Son aproximadamente las cinco de la madrugada y te ha ~44~


robado el sueño algo así como un susurro estridente, como un silencio irregular y delicado, como un risueño lamento. Salen de tu mente las palabras como polvo mental sobre la hierba y oyes gemir al huracán a través de las vidrieras de tu casa en penumbras, que te trae desde muy lejos un cierto olor a inexistencia. Vuelves a tener sal en los ojos y sal en el alma, lo habéis entendido bien: lágrimas y angustia. Pero no, no es totalmente cierto: amas profundamente la soledad porque la felicidad que sucede en compañía de la gente es muy superficial, todo lo bello y transcendente siempre ha ocurrido en soledad, pero no sintiéndote solo. Es como una especie de retiro pero no aislamiento, es como un estado meditativo. Por eso cantas, lees, escribes poemas, escuchas música, y todo lo conviertes en una especie de dulce

espera. No es en absoluto tristeza. Una vez que has saboreado lo más hondo de la soledad, toda relación es superficial. Ni siquiera el amor puede profundizar tanto como la soledad, porque en esa soledad hasta el amor del otro está presente. No tengas miedo. Espera un poco. En ese silencio hay una quietud que tiene dentro una especie de danza, un movimiento inmóvil. Nada se mueve, pero a pesar de ello todo es realmente veloz, profundo vacío, pero lleno de esperanza. Son paradojas de la vida que a veces se encuentran y entonces las contradicciones se disuelven. Tarde o temprano tienes que aceptar tu propio aislamiento, tu propio destino, escrito en el Libro de la Vida. Una vez que te enfrentas a él, cambia su color, su carácter, su sabor, y se vuelve completamente diferente, convirtiéndose en una soledad radiante. Por eso ¡AMAS LA SOLEDAD!

~45~


Nature Morte Aux Cerises

José Luis Acosta Fernández

Esa cosita tonta y loca llamada amor (O como pulsar un gran botón rojo que dice “no tocar”)

E

l amor. Qué indescriptible. Me siento tan osado tratando este tema. ¿Quién soy yo para hablar de amor? El amor no se describe. Se sufre. Se lleva hasta las últimas consecuencias. Se siente en las entrañas y en el estómago. Se sufre en un gran conjunto de síntomas físicos. Ese título absurdo que he tachado…Qué tonto. El amor es así al principio, luego vienen los problemas. Da igual. El caso es que quería afear y celebrar algo a la vez; el amor de los adolescentes, de los renancentistas, de los ingenuos, va por ellos: https://www.youtube.

com/watch?v=zO6D_ BAuYCI “Crazy little thing called love”, Queen, The Game, 1979. El amor. El bálsamo más poderoso, la droga más letal. Conozco a un chico… no sé qué ha sido de él. Tenía una novia que se quería cortar las venas. Él escondía cualquier objeto afilado. Cuando no tenía cuchillas se arrancaba tiras de carne con los dientes. Ella dejó de cortarse cuando él empezó a acuchillarse los antebrazos. Oh, como se querían. ~46~

Se pelearon. Condena para el chico. Una jueza puso fin a esa bonita historia de amor con una orden de alejamiento. Les salvó a ambos. Les salvó a ambos de ese amor tan retorcido impregnado de puñetazos, tirones de pelo y cuchillas sangrantes. https://www. youtube.com/ watch?v=ZmcJCIHXlCg “Crime of passion”, Mike Oldfield, The Complete. 1984 Hay otro chico… Esta historia es muy curiosa. Dejó a su novia de toda la vida porque pensó que estando al lado de una chica alta, atractiva, guapa


Fragmento de la serie Hannibal.

y sexy se acabarían sus problemas de autoestima. Pensó en el pack completo, con un añadido de felicidad. Se dio cuenta que no amaba a la chica alta, atractiva, guapa y sexy una noche, cuando estaba con ella en la cama, mirándola fijamente después de una gran dosis de sexo. “¡No la quiero!” Pensó. Además ella no era buena persona. Se metía con su novia. Eso le hizo explotar, o más bien fue una deflagración lenta. “Para ti” le dijo en la cafetería de la estación a la chica alta, atractiva, guapa y sexy. Le había dado un

café decorado con una tela de araña. “¿Me estás llamando bruja?” Dijo ella. Él sonrió. Se despidieron para siempre. Ella se fue llorando y él con el deseo de pedir perdón a su novia y rogarle volver. Afortunadamente, su chica nunca lo perdonó. Necesitamos alguien a quien amar. Ya lo dijo Freddie: https://www.youtube. com/watch?v=kijpcUvb8M “Somebody to love”, Queen, “A day at the races”, 1976 ~47~

Quien sea. Si es guapo o guapa y tiene buen cuerpo mejor. Mejor eso que estar solo, ¿no? ¿Y qué decir de aquel chico que se enamoró de la chica equivocada? Sólo podía suplicar que no le hiciese más daño, en vano. “Preciosa puta, bella mentirosa” cantaba él en inglés. “Mi enfermedad, mi infección” “Soy tan impuro…” https://www.youtube. com/watch?v=p_


and thrive Win this deadly game Love crime, love crime I will survive, live and thrive” Estribillo de la canción “Love Crime” de Siousix Sioux & Brian Fotografía por Eva Blue.

usBEy6jnI “Reptile”, Nine Inch Nails, “And all that could have been”, 2002. Luego llegó el crimen y el fin del ¿amor? Ahora un poco de amor cocinado para servir y comer. SPOILER del final de la serie Hannibal. Al fin sabemos lo que tenía preparado Hannibal Lecter al agente Will Graham. Se lo dijo allí, después de que matasen entre los dos al psicópata que se hacía llamar “Dragón Rojo”.

“Esto es lo que quería para nosotros” le dice a Will Graham. Matar juntos. ¿Eso es amor? Hannibal cree que sí. https://www. youtube.com/ watch?v=ePkEVjAF8o4 Horrible y hermoso, como todo lo que rodea a nuestro canibal favorito. Y es que Hannibal es algo más que un psicópata elegante. Es la metáfora del amor fatal, destructivo, del que no podemos apartarnos a pesar de lo que significa para nosotros: El fin. “I will survive, live


Âż ? leerĂĄs

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En el interin Tres amaneceres / Doce ojos Antonio Ferrugia

Carlos y Ofelia

E

l, vivía en Caracas, era fanático del fútbol y crítico de cine. Lo llamaba mi mejor amigo, desde hace algún tiempo. Era calvo, sus ojos tenían un brillo particular, al hablar entonaba las palabras de una forma sutil y delicada, como si quisiera que solo yo lo escuchara. No tenía errores ortográficos, escribía artículos muy elaborados, nunca escribía nada solo por escribirlo, y medía la gravedad de cada palabra antes de teclearla. Solíamos hablar mucho, todas las mañanas antes de entrar a la universidad, estando en algún pasillo, aunque nunca durante la clase. Sus ojos inmiscuían todo, nada escapaba de esa mirada profunda y fuerte, ni mi sonrisa más sublime o mi suspiro más calmado. Era alto, un poco esbelto, de piel blanca, algo bronceada por jugar fútbol de más chico, y manos grandes. Un día me invitó a salir, fuimos al cine y vimos una de sus películas favoritas, Synecdoche, New York, durante toda la proyección, ciento veinte cuatro minutos, no dijimos nada, no emitimos ni el menor ruido, sus ojos no se desviaban ni por un segundo de

aquella gran pantalla, se encontraba en un estado de hipnosis. Sujetaba mi mano con cierta fuerza en las escenas que le exaltaban, y luego solo la tomaba con cierta dulzura. Vivíamos en lugares separados, aunque no supiera por cuantos kilómetros, siempre sentía que el tiempo era lento cuando lo tenía que ver. Sentía algo por él, a su lado siempre reía, mi cerebro se estimulaba con cada conversación que teníamos, creo que era sapiosexual y aun no lo sabia. Sin darme cuenta me había enamorado de mi mejor amigo, de sus ojos, de su voz, de sus manos, de su altura, de sus palabras, de su forma de tratarme. En pocas palabras, me había enamorado de Carlos, mi mejor amigo. Nos conocimos en la universidad, ella era estudiante de letras, escribía en un blog y era algo salvaje. Las palabras no siempre expresaban como la veo a ella, me siento corto a veces, es mi mejor amiga. Sus labios son rojos, algo intensos, cuando sonreía no podía evitar verla, sentiría que un segundo de algo maravilloso se esfumaría sin ~50~


ser recordado. Hablaba algo alto, su tono era perfecto y modulaba bien cada palabra. Nunca la vi como a las demás chicas, algo había de extraño en ella, creo que era su forma de escribir. Cuando conversábamos lo hacíamos en cualquier lugar, a veces en el pasillo, en donde me gustaba verla porque la luz se reflejaba en su rostro iluminándolo más de lo usual. Era un poco baja, quizás de tamaño promedio, su piel era blanca y suave, tenía una cabellera larga, voluminosa y atractiva.

de su pequeño tamaño, de su forma de hablar, de cómo la luz realzaba su rostro, como reía disimuladamente. En pocas palabras, me había enamorado de Ofelia, mi mejor amiga.

Amélie y Pablo Había subido al pueblo desde muy temprano, vendería unos sacos de naranjas o los cambiaría por manzanas. Pablo se encontraba en casa, en el huerto, cortando más naranjas para mi

Sus labios son rojos, algo intensos, cuando sonreía no podía evitar verla, sentiría que un segundo de algo maravilloso se esfumaría sin ser recordado... Nunca la vi como a las demás chicas, algo había de extraño en ella, creo que era su forma de escribir. Una tarde la invité al cine, proyectarían mi película favorita, Synecdoche, New York, ciento veinte cuatro minutos, que pasaríamos juntos ella y yo. Le tomé la mano algo fuerte en alguna escena, en otra solo la mimé suavemente, al final solo quería estar seguro de que seguía al lado mío. Nuestros hogares estaban algo separados, pero no era ningún inconveniente, estando a su lado el tiempo era lento, pero cuando cada uno iba de regreso a casa sentía como el tiempo se alargaba más. Nuestras conversaciones me estimulaban, su forma de hablar, como movía los labios y lo que me hacían sentir sus palabras, siempre supe que era sapiosexual. En mi interior sentía como me enamoraba de sus manos, de su cabellera, de su voz,

regreso. Yo sin embargo, me tardaría más de la cuenta. Fui a la iglesia, me persigné al entrar, luego me dirigí hasta la figura de mi Señor Dios. Bajo de él había casi cien velas, solo algunas estaban prendidas. Encendí una e hice una oración para cuidar a Pablo, lo amaba. Él era mi compañero, mi mejor amigo, mi esposo, la persona con quien decidí pasar el resto de mi vida, sin reproches, con discusiones, malos y buenos momentos. Mi voto de amor, fue la sinceridad y el suyo de sencillez. Todas las mañanas me regalaba una flor amarilla, todas las tardes una flor blanca y antes de que el sol se ocultara me regalaba un beso. Recé por él, por su salud, ya no éramos tan jóvenes como antes, por su cariño, por su amabilidad ~51~


Fotografía por Tyler Shaw.

con los demás, por su dedicación a nuestra promesa de amor. Recordé entonces cuánto lo amaba, cuanto amaba a ese hombre que había dado lo mejor de su vida por ambos. Ya quería salir de la iglesia, vender o cambiar los sacos de naranjas por manzanas e irme, llegar a casa, dedicarle un beso y abrazarlo. Me persigné de nuevo y al levantarme, ahí parado, estaba Pablo, con una mano en el corazón y portando una brillante y abierta sonrisa. Estaba algo sofocado, aun con la ropa de trabajo, y aun así llegó hasta mí, me tomó en brazos y me besó por un minuto. Luego me dijo que nunca más se apartaría de mi lado, era lo que él más amaba en su vida y por lo que vivía también. Amélie se había ido al pueblo desde temprano, iba a vender los sacos de naranja que dejé preparados el día anterior. Luego de que se fuera me cambié de ropa, fui hasta el cobertizo

y tomé mis guantes para comenzar a trabajar. Tenía que cortar más naranjas para su regreso. Posé una vieja escalera en el árbol más cercano y comencé mi labor. De un momento a otro, la escalera se rompió y caí al suelo, fracturándome dos vertebras del cuello, muriendo en el acto. Cuando desperté, estaba de pie junto al cuerpo que una vez ocupé, todo a mí alrededor era extraño, inusualmente lento. Mi primer pensamiento fue Amélie, al instante, como un haz de luz, estaba frente a lo que fue mi boda. Ella tenía un vestido blanco y bello; de improvisto, esa imagen desapareció siendo sustituida por aquel viaje de campo que hicimos unos años después, ella me tomaba muy fuerte de la mano mientras nos besábamos; un segundo después solo la vi a ella, sentada en una iglesia. Viajé de recuerdo en recuerdo y no había ninguno en el que ella faltara. Toda mi vida la pasé con la mujer que más amaba, que luego se convirtió en mi ~52~


mejor amiga, mi compañera en las buenas y en las malas, en esa persona con la cual no podría vivir… Sentí un fuerte golpe en el pecho, luego otro y otro, al cabo de un segundo perdí la conciencia. Al abrir los ojos nuevamente, estaba tumbado en el suelo, de alguna forma había vuelto a mi cuerpo y mi primer pensamiento fue de nuevo Amélie. Me levanté, y sin cambiarme de ropa fui directo hacia el pueblo, en busca de ella, sabía donde encontrarla. Al verla, sonriente y sofocado, recordé cuánto la amaba y le prometí nunca más apartarme de su lado.

María y Antonio Era el pasillo de artes lleno de personas, hombres y mujeres, y también estaba María. Vestía una camisa blanca, sus lentes opacaban el brillo de aquella prófuga mirada, aunque su presencia no se inmutaba. No nos hablamos desde hacía días, por un malentendido. Todo por culpa mía. Sin embargo ahí estaba ella maravillando en una discreta danza a mis ojos. Reía y hablaba, era como un concierto de violín y piano, que a cada segundo me exaltaba.

¡Me tenía que disculpar, pedir perdón, hincarle un colmillo a mi orgullo y someterme al suyo! El piano seguía sonando, ella seguía ahí sentada frente a mí, me ignoraba, y me sentía molesto ¡Quería que me viera, que notara mi existencia, que supiera que yo estaba ahí también, observándola y escuchando la sinfonía de sus palabras! El piano más se exaltaba, su presencia me colmaba de furia, quería hablarle, que su voz solo se dirigiera hacia mí. Por unos segundos, llegó a convertirse en todos mis pensamientos, en todos habitaba ella, por lo tanto ella lo era todo para mi. Su voz era canto de aves, su piel mi cielo, su ojos las estrellas, el calor de su corazón la llama que daba vida al mío. Se puso de pie, y el piano se calmó, toda su belleza había ascendido a niveles ¡Más que reales! ¡Complicados! Y ¡Abstractos! ya no existía melodía que la acompañara… Necesitaba disculparme, ya no podía aguantar más no estar a su lado, y compartir de buenos momentos juntos. Escuchar ese piano y a esa sinfónica dirigidos a mí solamente. ¡No hablarle era una tortura!

¡No podía dejar de pensar en ella, estaba al frente mío, a mi izquierda a mi derecha, delante y atrás, no podía dejar de escuchar el piano de su voz! Lo abarcó todo en un segundo y ya no podía dejar de verla. ~53~


El jardin del poeta Poesía que se esparce sobre el lienzo

No basta para el amor Temoltzin Santillan Padilla

N

o bastan las letras para el amor,

ni un deseo febril que conjuga lo más sucio,

un Dios caprichoso, alabado cada día,

una tarde otoñal al succionar su ser entre sus piernas,

que domina el imaginario colectivo;

ni un poema escupido desde las entrañas del alma.

ni la puesta de sol que bendice a los enamorados,

las chupa todas de nosotros,

En estos tiempos no basta para el amor

ni mil flores cortadas, ni un suspiro o una promesa,

pasión,

colocadas con

un “te quiero”, ni una frase ni el llanto del verano, labrada con sentimiento,

un mensaje digital o un emoticón, ni una tierna mirada; ahogarse en sus ojos claros. Ni la matutina sonrisa, tontear o guasear,

una sanguijuela de emociones,

y cuando nos ha dejado vacíos, nos vomita,

un crimen en su nombre,

siempre quiere más y cuando no se lo das te mutila.

ni comulgar o mentir, ni la sabiduría o el dinero.

Para el amor no basta ni la vida misma.

ni los hijos, ni los celos,

El amor es el que da todo y también lo quita, ~54~


AMOR con mayúsculas Pilar González Navarro

D

e todos ha salido alguna vez

un “te quiero”, más o menos, mas sólo distinto. Eso es cierto. Pero el amor no tiene grados, ni exponente, cierto también, se quiere o no se quiere, así es, pero lo que se dice “amor” sólo hay uno, también es cierto. Porque… “te quiero cariño, te quiero padre, te quiero madre,

te quiero hermano, te quiero primo,

y pueda pensar que solamente

te quiero amigo”, también es amor

es un tópico o que “no se lleve”

pero eso sí es distinto.

yo por ti, hipoteco mi vida.

Porque yo te quiero, yo os quiero, pero mucho menos que a mi hijo.

Eres mi vida en la tuya, mi sol, mi luna y mi cielo,

Porque yo lo engendré,

mis lágrimas y mi risa

y lo llevé muy dentro,

y toda, toda mi fortuna.

lo parí y por ello casi muero y no me importaría por él morir mil veces más. Por ti y para ti vivo, hijo mío

Y no es que os quiera menos, solo os quiero menos que a mi hijo, que él es mi AMOR con mayúsculas.

y aunque nadie sabe nada

Da click aquí para ver el video ~55~



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