Revista Demencia #20: Pesadilla

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Revista literaria · Año 2 · N° 20 · Mayo 07 · 2017 Ilustración por Rodrigo Meade Cervera

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Revista literaria Demencia Año 2, N° 20, Mayo de 2017, es una publicación mensual editada por el equipo editorial de Demencia. Santander de Quilichao, Cauca, Colombia. www.revistademencia.wordpress.com Directora y editora responsable: Daniela Cadavid Libreros. Todos los textos e imágenes usados en esta revista se han usado bajo licencia de los creadores, bajo licencia Creative Commons zero o Creative Commons with attribution. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura de la editora de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de Revista Demencia o de los respectivos autores.


SUMARIO Demencia N° 20 · Mayo 2017

Contenido textual

Andrés Ruiz Carlos Fernando Imbachi Gamba Daniela Cadavid Libreros Emmanuel Núñez Fabiola Ugalde Francisco Barata Isaac Oré Manuel Gris Rodrigo Meade Temotzitlan Santillan Padilla

Dirección y edición

Daniela Cadavid Libreros

Corrección de estilo Amelia Nyan.

Diseño y diagramación

“Uno se da cuenta de que es desgraciado y miserable pobre y está ciego y desnudo, y con rostro de fantasma dolorido y amargado camina temblando por la pesadilla de la vida” Portada y Contraportada: Rodrigo Meade Cervera.

Jack Kerouac

Daniela Cadavid Libreros

12 Kaleidoscopic Cats Si la ciencia ficción nos fluyera por nuestro cuerpo al igual que la vida de estos gatos. En esta edición: Manuel Gris.

44 En el ínterin Un lugar donde todo tipo de magia puede suceder. En esta edición: Fabiola Ugalde.

28 El jardín del poeta

32 Postales

Nuevos poetas que abren de a poco su lienzo hacia el mundo. En esta edición: Temotzitlan Santillan y Andrés Ruiz.

Mensajeros Dementes que viajan entre olas fluorescentes. En esta edición: Francisco Barata.

06 La Inmaculada Letras que suenan como la música de las esferas. Por: Carlos Fernando Imbachi Gamba.

16 La caja oblonga Un mundo donde los cuentos pueden cambiar la realidad que los rodea. En esta edición: Isaac Oré.

22 El Telón de la luna Historias varias de dementes sin remedio, en esta ocasión conocerán a Maquiavelo. Por: Daniela Cadavid L. ~3~

38 El juego lúgubre Para los curiosos que andan en busca de nuevo material, o para los despiados critcos de la ciudad. En esta edición: Emmanuel Núñez.


Colaboradores Andrés Ruiz (Costa Rica) Amante de la literatura, apasionado escritor, aspirante a soñador, de tan solo 24 años. Carlos Fernando Imbachi Gamba. Santander de Quilichao (Colombia) Escritor de versos y cuentos químicamente alterados. En su tiempo libre dibuja sonrisas, crea sueños, toca el cello y la guitarra y usa bata blanca de científico loco. Tiene un blog propio llamado Tobogán de ideas y escribe para cartas en un sombrero. Daniela Cadavid Libreros. Santander de Quilichao (Colombia) Diseñadora gráfica, editora en jefe de revista Demencia, Telonera de la Luna, poeta y soñadora de tiempo completo. En los ratos libres imagina monstruos en las aceras e inventa imposibilidades. Número de la suerte: 21. Emmanuel Núñez En aplicación de la sentencia pronunciada por William Cowper: “el que lee mucho intentará algún día escribir”; surgen las primeras concatenaciones de palabras allá por 1997. Desde entonces procuro rodearme de papel y boli. Francisco Juan Barata Bausach. Valencia (España) 63 Economista. En el año de la corrupción (2014), le da por empezar a escribir. Escribe por gusto y para demostrar a esta sociedad en la que los empresarios y las instituciones han decidido condenarlo a la jubilación, que no acepta la condena. Ha conseguido 3 primeros premios, un segundo premio y tres terceros premios. ~4~


Isaac Oré Nació un año nuevo del 89, escribe poesía y cuentos. No ha publicado ningún libro. Viajó por toda Europa durante medio año. Sus cuentos han sido publicados en El Comercio de Lima y diversas revistas extranjeras. Manuel Gris. Barcelona (Poble9) 1982 Loco de las palabras y de escribir desde que tiene uso de razón, y sabe que si alguna vez le cortasen los dedos aprendería a usar los de los pies o la nariz con tal de seguir llenando folios y folios. Soñador y amante de la noche y de su inspiración. Y del Suchard. Y de la cerveza. azacel669.wix.com/manuescribe Rodrigo Meade Cervera, CDMX (México) Hiperactivo y un poco incongruente , sin olvidar distraído. Se dedica al diseño gráfico, y como no puede salvar al mundo de la distracción, vierte sus pensamientos en sus ilustraciones. Uno que otro día comparte imposibilidades. Temoltzin Santillan Padilla. (México) 35 años Estudio Letras Modernas ( Italianas) en la facultad de filosofía y letras de la UNAM, influencias principales Fernando Pessoa, Leopoldo María Panero, Xavier Villaurrutia, Luis Cernuda entre otros; la literatura y poesía son algo fundamental en su vida, cree en la libre creación, importa más el contenido que la forma.

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Kaleidoscopic Cats Donde la realidad y la imaginaciรณn se vuelven arte

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El Hedor de Mi Podrido Cuerpo

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jalá lo que voy a contaros fuera una pesadilla de esas en las que puedes escapar simplemente gritando para encontrarte en tu cama, cubierto de sudor, y con la almohada en los pies y tu cabeza colgando del colchón. Ojala fuera así. Pero hay veces en la vida en que por mucho que los deseos sean puros y tengan como finalidad la felicidad, ya sea propia o ajena, el mundo se empeña en que nada tenga solución y entonces una se encuentra como yo, atada y golpeada, sangrando como un puto animal despellejado. El sabor de mi sangre ya ha dejado de darme asco hace, por lo menor, dos semanas creo, y ahora solamente es algo que me recuerda que lo que

me rodea es tan real como puedo serlo yo. Aunque su libertad es mayor que la mía. Me parece que la puerta vuelve a abrirse... no… es solo de nuevo esa familia de ratas que le han pillado gusta a roerme los pies cuando estoy durmiendo. El primer dedo que me arrancaron me dolió mucho, y digo mucho por decir algo que se pueda entender, no como medida de dolor (no creo que exista algo que se acerque siquiera a lo que sentí), pero tras cuatro más, y uno que está solamente el hueso al aire, podría decir que mi nivel de sufrimiento ha disminuido hasta ser solamente una brisa veraniega; algo leve y caluroso, algo que casi deseas tener para seguir recordando que eres un ser humano que puede sentir. ~8~


- Por Manuel Gris -

Desconozco el por qué ni el tiempo que voy a permanecer en esta habitación llena de manchas de humedad y que huele a mi propia mierda y a carne podrida (seguramente también mía), y no dejo de darle vueltas a las últimas palabras que me ha dicho el hombre que me ha violado esta mañana. Era la primera vez que lo veía. −Después de tanta espera, está valiendo la pena. –después me dio un puñetazo en la cara que me dejó fuera de combate aunque, en mis sueños, podía notar como seguía follándome. Hasta noté cuando se corrió. El hecho de que estuviera, según sus palabras, esperando, me hace pensar que esto no es un secuestro normal y corriente, de esos que se les va de las manos a los que me tienen encerrada.

Fotografía por freestocks.org

Es, sin duda, algo más. Mi cuerpo se ha convertido, o me da la impresión, en una forma de pago para todo el que entra aquí, como si el acto de golpearme y follarme lo que sea (el de ayer estuvo casi 20 minutos teniendo relaciones sexuales con el corte que me hizo en el muslo, hasta que su esencia se mezcló con la sangre que, incluso ahora, sigue saliendo al exterior de mi cuerpo) fuese la forma que tienen de poner las cosas en paz y seguir adelante con sus vidas. Soy un cajero automático. Soy un cheque en blanco. A veces me da por cerrar los ojos, haciéndome la muerta para tratar de engañar a mi cuerpo y que finalmente se rinda, pero mis órganos siguen funcionando y al rato me despierto de ~9~


nuevo, aquí, viva. Es una mierda. Pero, mientras tus ojos brillan de alegría a veces, llego a un estado tan profundo porque estás casi fuera de esta vida. de relajación, ese que está a solo un Lejos de lo que tienes que vivir. Pero escalón del coma, que casi puedo nunca consigo lograrlo, siempre vuelvo notar que no estoy aquí ya sea porque aquí tumbada. alguien ha entrado “Son momentos maravillosos, Son momentos o un coche ha y eso que la mitad de las veces maravillosos, y pasado cerca de las imágenes que crea mi eso que la mitad la ventana tapiada cabeza son oscuras, perversas, de las veces las que hay en la pared caracterizadas porque hay un imágenes que de la derecha. grupo de criaturas, siempre están crea mi cabeza Y vuelta a empezar. ahí, enormes y que transmiten son oscuras, mucho calor a través de su piel...” perversas, Recuerdo a mis caracterizadas padres, o eso creo porque hay un grupo de criaturas, porque los golpes en la cabeza, además siempre están ahí, enormes y que de haberme hecho perder la visión transmiten mucho calor a través de su del ojo izquierdo y dejarme casi sorda piel que, riéndose y susurrándose cosas por completo, han conseguido que las unas a las otras, me señalan y lanzan mi memoria sea menos fiable que un piedrecitas solo para cerciorarse de tobogán cubierto de cristales, pero sus que sigo con viva. Normalmente estoy caras las tengo más o menos claras, en una cueva, acurrucada entre unas aunque no están contentas, nada de estalactitas, o estalacmitas (¿cuáles son eso, sino molestas porque les acabo las que salen del suelo?)… da igual, de decir que dejo los estudios y me lo importante es que cuando estoy voy a dar la vuelta al mundo por mi ahí, en otra prisión pero sin entender cuenta, que lo necesito porque me porque me siento más libre que en siento atrapada en esa casa. Después la habitación, sonrío con verdadera los insulto, y mi padre me abofetea por alegría, con una felicidad que ni primera vez en su vida. Está molesto y estando en mi vida antes de esto había defraudado, pero es mi vida, le digo, llegado a sentir, porque supongo que y haré lo que quiera. Y mi madre llora, cuando el sufrimiento y las ganas de y no me importa y cojo la mochila y morir superan por goleada el afán de me alejo de ellos y de esa casa. Del supervivencia, todo lo que se acerque, único hogar que he tenido nunca y aunque sea levemente, a la tranquilidad que, ahora, me parece el más bello y y la calidez de un baño caliente, es paz, perfecto del mundo. es calma, es ese momento en que tratas Ahora sí que se está abriendo la de cortarte las venas con una piedra puerta, así que trato de ponerme de ~10~


tiempo para esto. No me dijeron que iba a ser tan pesado. –deja escapar un pequeño grito y eyacula en mi cara mientras sonríe. Yo me quedo quieta como si fuese un maniquí o un juguete que ya ha tenido su utilidad y ahora le queda solamente esperar hasta la próxima vez que se acuerden de él −. Así que mañana te irás de aquí, y me ha prometido que va a darte una cama y todo, ¡vas a ascender, preciosa! Fotografía por Alice Young

pie pero me vuelvo a caer. La paliza de esta mañana ha sido muy fuerte, estoy segura de que tengo alguna costilla rota. −Te traigo buenas noticias –dice la voz. Esa voz. La misma que me metió aquí, que se ofreció a llevarme al siguiente pueblo aquel día que llovía hace, a mí parecer, más de cien años. −, te va a encantar, preciosa. –termina de decir mientras se baja los pantalones y empieza a masturbarse mientras me agarra del pelo. Coloca mi cara delante de su enorme pene y abro un poco la boca, obediente. Él me aparta. No quiere que se la chupe y, en parte, me alegro. No me apetecía nada, aunque sí que tenía ganas de notar algo caliente en mi boca después de al menos cinco días de comer solo papillas frías y fruta.

Le miro a los ojos y me sorprendo dándole las gracias. Él dice que de nada y me da un puñetazo en la cara que duele menos de lo habitual porque sus nudillos han resbalado con el semen. −Descansa, que mañana va a ser un gran día. –y se da media vuelta y desaparece tras la puerta. El calor de mi mejilla se mezcla con el del esperma y me digo que esta pesadilla se ha acabado. Mañana estaré en otro lugar donde una cama me espera y un nuevo jefe (así llamaban todos al que acaba de eyacular en mi) se hará cargo de mí. Estoy tan feliz. Tanto. Cierro los ojos y empiezo a imaginar. A volar. Y sonrío una vez más.

−He hablado con un amigo, y se va a hacer cargo de ti. Yo ya no tengo ~11~


El jardin del poeta PoesĂ­a que se esparce sobre el lienzo


“Los pescadores saben que el mar es peligroso y la tormenta, terrible. Pero eso no les impide hacerse a la mar� Vincent Van Gogh 1853- 1890


Sueño lleno de pesadilla Temotzitlan Santillan Padilla

Fotografía por Heather Zabriskie

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arrancados,

i vida es un sueño

Una canción ahogada en el rio,

Lleno de pesadilla.

Nausea por la falsedad

Con los afilados dientes de la ternura,

Que impera en los hogares,

Destrozados en el hocico del amor,

En las calles, en las plazas, en los parques

Y escupidos al olvido.

Lienzo repleto de claroscuros; Desmotivación Alimentada por el egoísmo; Ilusiones esfumadas, Un ladrido sin eco, Una sonrisa rota, vacía, Perdida en algún instante;

En los corazones. Castigo proveniente de la traición, Cruz de ceniza en la frente de los hombres, Pedazos de mi alma ~14~

¿Qué no lo dijo Bergman y lo plasmo en el séptimo sello? El amor es la mas negra de todas las pestes...


¡Quiero verte muerto! Andrés Ruiz

Fotografía por Jayden Yoon

Q

uiero verte muerto y morir contigo!

me gritaba el subconsciente, la noche que morí.

subsuelo del infierno. Y el cielo lloraba rosas, con ácidos perfumes ante el regocijo de su adverso.

Ya vuelto sustancia putrefacta, envenené a los gusanos que comieron de mis sesos

Enfermando fatalmente mi pecho

hasta morir conmigo.

¡Quiero vivir muerto!

¡Quiero verme muerto y vivir sin ti!

Pero en el reflejo de los espejos de mis ojos, se percibe vida.

le grité a mi consciencia, la noche que besé el

de remordimientos inconmensurables.

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hambre ávida por los sueños la inspiración llegó en silla de ruedas Y en los fogones, me aguardaba la mejor de mis sonrisas.


La inmaculada

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“…nada me retiene ya, y me complazco en permitirme el furor sagrado, y asaltar insolente a los mortales con la franca confesión de haber hurtado los cálices áureos de los egipcios, para construir con ellos el tabernáculo de mi Dios lejos de los confines de Egipto. “

Johannes. Las armonías del mundo, libro V, Proemio.

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Courtesy of Sebastian Unrau

Sueños en bucle Carlos Fernando Imbachi Gamba

T

erminaba de acomodarse en la tina, nada como un largo baño con agua caliente para aliviar el estrés de una jornada larga en el trabajo. Mientras la música sonaba de fondo, se organizaba un poco más para tomar su libro y continuar su lectura.

iba leyendo. Sintió de repente un calambre en la pierna y en un reflejo se movió para tratar de recuperarse, pero después de eso sintió como el agua se tornaba más espesa y oscura, y su cuerpo estaba totalmente paralizado.

Horrorizada, se sujetó de los bordes de la tina y trató de impulsarse hacia Mientras el tiempo afuera, pero fue en vano, pasaba, y sus ojos se un par de brazos salieron sumergían en las letras, su mente divagaba en los del agua y la forzaban escenarios y acciones que hacia adentro de nuevo. ~18~


Courtesy of Genessa Panainte

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Intentaba gritar, pero no salía ningún alguien bañado en lo que parecía sonido de su boca, el tiempo alquitrán hasta el cuello, era transcurría y veía todo oscuro, ella misma y en un abrazo la sentía como su cuerpo se sumergió hasta el fondo de desvanecía y finalmente la tina una vez más. se dejaba llevar a las Abrió los ojos y notó “Exaltada se despertó profundidades del que su celular estaba de un tirón, miró espeso fango que ya vibrando en el suelo, llenaba todo el lugar. hacia ambos lados y estaba de nuevo Antes de sumergirse se encontraba en su sumergida en la tina; completamente, habitación, aún agitada todo era muy raro, pudo ver cómo unos parecía que no eran se frotó las manos que ojos la asechaban solamente un par de desde el espejo y tenía congeladas, y vio sueños lúcidos los una sonrisa aparecía cómo su pijama estaba que tuvo, inquieta se lentamente. en su lugar...” movió un poco para Exaltada se despertó salir y vio que debajo de un tirón, miró hacia de la tina había una libreta ambos lados y se encontraba en con algo escrito y no el libro su habitación, aun agitada se frotó con el que soñó. las manos que tenía congeladas, y vio Estiró el brazo y alcanzó los apuntes, cómo su pijama estaba en su lugar y empezó a leer desde la primera rápidamente asimiló que fue tan solo página, en su asombro notó que era una pesadilla. justo lo que acababa de soñar y todo Más tranquila, se levantó y caminó a la lo vivido en ese pequeño episodio cocina por un vaso con agua, el silencio en el baño, solo que ahí estaba casi frío y la noche oscura se apoderaban terminado, la última frase que leyó de cada habitación; fue después de fue “No creas que esta también es poner el vaso en el lavaplatos que una pesadilla”, y la sonrisa apareció recordó que no había cepillado sus de nuevo en el espejo. dientes, así que subió al baño. En unos minutos, mientras se miraba en el espejo vio como algo se movía en la tina, así que se giró y se acercó lentamente para corroborarlo, pero antes de dar el último pasó se frenó como siguiendo una corazonada, y fue entonces que de la tina se levantó ~20~


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Fragmento de “La Caja Oblonga” de Edgar Allan Poe

“He dicho que la caja en cuestión era oblonga. Tendría unos seis pies de largo por dos y medio de ancho. La observé atentamente, y además me gusta ser preciso. Ahora bien, su forma era peculiar y, tan pronto la hube contemplado en detalle, me felicité por lo acertado de mis conjeturas... A juzgar por su forma, sólo podía servir para guardar una copia de La última cena de Leonardo; no ignoraba, además, que una copia de esa pintura, ejecutada en Florencia por Rubini el joven, había estado cierto tiempo en posesión de Nicolino. “

La caja Oblonga Donde los cuentos cambian la realidad que nos rodea

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Fotografía por Advait Jayant

Amarillo Tornasol Isaac Oré

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también que era una e pronto un planta muy adictiva y disparo entro como una daga atractiva a la vez, fueron noches de Marihuana sin dolor en la espalda y en el pecho, se despertó asustado y sudoroso. Hace varias “Un Chamán cerca del semanas que tenía río Nanay, él lo llevaría esa pesadilla, hace por las sendas místicas varios días no podía dormir bien a causa del amazonas. Él podría de los sueños tan deshacer todo mal que lo perturbadores. aquejaba, y podría desde No había luego alejar sus pesadillas, funcionado todo todo por el módico precio lo que sus amigos de mil soles.” le recomendaron. La marihuana le generaba sueño y hambre, pero luego se despertaba con una paranoia terrible, escuchando Tame Impala, pensaba que los policías pero esa planta persa lo seguían, pensaba con sus hojas sativas ~24~

no podían disuadir las pesadillas violentas de todas las noches. También probó con Clonazepán, pero sólo veía todo pasar muy lento, era un fantasma, esa cosa muerta que te mira desde otro paralelo, además de caer en un sueño profundo, lo que más le causaba miedo era no recordar nada del día anterior. Probó con un Cóctel de Stilnox y Vicodin, pero suspendió su uso al considerarlas más adictivas que la Marihuana. Su amigo E, le recomendó que probara cocaína, pues si su temor


eran las pesadillas con ese polvo blanco no dormiría y su cerebro se olvidaría por completo de las pesadillas, pero tampoco funcionó, sólo sentía que su corazón se aceleraba poco a poco, como una bomba de tiempo a punto de explotar, suspendió su uso cuando tuvo que alzar sus piernas para sentirse un poco más vivo o en todo caso para salvarse la vida. Probó también con Marihuana medicinal traída desde Holanda, una hermosa planta AK47 que las fumaba todas las noches, pero tampoco pudo suspender esa pesadilla. Entonces, fue cuando

sus pesadillas, todo por el módico precio de mil soles. Estuvo en Nanay, el Chamán que iba a sacudirlo en el mundo Ayahuasca era bastante amable y era sabio, tendría 63 años, estaría metido en el Amazonas cerca de los Bora por cinco días con sus noches. Experimentaría el brebaje al tercer día, cuando realmente estuviera Viajó hasta Iquitos, preparado. Las pesadillas su amigo le había persistieron en esas recomendado un Chamán noches amazónicas, el cerca del río Nanay, él lo chamán cantaba rezos llevaría por las sendas amazónicos, como si místicas del amazonas. estuviera llamando a la Él podría deshacer todo naturaleza, esa imagen mal que lo aquejaba, y viva y nítida. podría desde luego alejar su amiga le recomendó un Neurólogo, un especialista en esos temas, para que pueda darse cuenta que la ciencia siempre acierta ,pero nada funcionó, el doctor sólo le causo desconfianza y varias tomografías que él miraba con un sólo ojo, como queriendo examinar lo ya examinado.

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Probó por fin el Ayahuasca, miles de colores explotaron en su cerebro, lilas transformándose en amarillos tornasolados. Graves movimientos del aire, podía también ver los ojos vivos de los Lagartos, pudo ver el demonio de su pesadilla y sus ángeles, su pasado y su futuro, pudo verse en el mismo sueño, en la misma loca intranquilidad que lo aquejaba cada noche. Estuvo varías noches más en esa isla y esa casita donde servían Maracuyá y agua de Cocona, también había encontrado algo de amor alquilado, una linda princesa amazónica que ayudaba en esa especie de hotelcito en medio de la selva. Y así fue, que como se le fue el dinero, también tenía que volver, ya las pesadillas no volvían más, estaba tranquilo, sin un aura tremendamente iluminado. En el pueblo tras casi quince días selva dentro, se hizo leer las manos por un brujo que le recomendaron.

pesadillas –Le dijo éste, con una voz bastante baja, mirándolo fijamente a los ojos, abriéndole la mano para que le pague el dinero por su mirada al futuro. Los primero cinco días no tuvo nada, pero luego volvieron, como sombras toscas, deslizándose en las ventanas y en los colores negros a las tres de la mañana y nunca a las dos. Se despertaba siempre a las tres de la mañana, luego de una pesadilla larga y violenta. Estaba asustado, sus ojos abiertos, siempre alerta, como un animal con miedo. Miguel Valdivia se suicidó el doce de abril del 2004, en su habitación, se mató cortándose las venas y sumergiéndose en una tina con agua caliente, eso haría que la sangre no deje de fluir. Aún las flores conservan la triste mirada que tenía el flaco Miguel, contándole a todos sus terribles pesadillas.

-Seguirás con las ~26~


Courtesy of Eutah Mizushima

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S

abes hacia dĂłnde voy? ÂżMe conoces? Vivo tras el alfeizar de la luna radiante y cada noche rescato un fragmento de su luz para dibujar atardeceres.


el telon de la luna


Fotografía por Joel Filipe

Babushka espacial 0221 Daniela Cadavid Libreros

S

oñé que me devoraban unas sanguijuelas que desgarraban desde dentro mis entrañas y se adherían una a una a cada centímetro de mi cuerpo. Gritaba y suplicaba que acabarán pronto, que no dejarán de mi ni un solo pedazo, pero todo seguía igual. Ellas ahí, yo acá y el vidrio. Ese maldito vidrio que dividía mi cubículo de cientos otros, allá donde había hombres y mujeres con padecimientos tan diversos, tan diferentes a los míos. El chico que estaba rodeado de serpientes era extrañamente

el más tranquilo de todos, hasta parecía que le gustaba estar ahí rodeado por ellas. Acariciaba lentamente sus largos cuerpos, se cubría con sus viejas pieles y dejaba que sus afilados dientes rozaran ligeramente su piel hasta hacerlo estremecer. Era como una orgía de una película porno sobre zoofilia. ¿Tendría que dejarme consumir por las sanguijuelas, sería ese el propósito? ¿Llegaría a ser placentero?

¿Acaso las sanguijuelas poseen largas y rasposas lenguas? Baje mi mirada lentamente hacia mis brazos, nada, ni una sola condenada sanguijuela. Seguí recorriendo mi cuerpo con la vista y de repente entre mis piernas se extendían unos grandes hombros negros, masculinos, imponentes, llenos de fuerza. Su cabeza se hundía entre los pliegues de mi vulva y se retorcía como Cthulhu. Debe ser un sueño, me dije… Un extraño sueño.

Mordisco, lengüetazo, viscosidad, sangre y más sangre emanando de mi cuerpo. Espera… ¿He dicho lengüetazo?

Pellizco, sacudida de cabeza, ojos cerrados, gemido … gemido… mmmmm … Grito.

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Antonia estaba sobre su cama leyendo un libro mientras pensaba en las recurrentes pesadillas que había tenido a lo largo de estos cuatro meses: animales, sexo, gente desnuda, partes de seres humanos esparcidas por las calles y ella en todos encerrada en algún lugar disfrutando y sufriendo en carne propia en cada uno de los escenarios. Les atribuía sus pesadillas a las clases de arte vanguardista, Dalí se enfocaba demasiado en sus sueños y atribuía demasiados simbolismos en cada uno de sus cuadros. Símbolos que le pedían estudiar a detalle, día y noche, porque al fin y al cabo era su tesis la que estaba en juego. ¿Por qué había querido ser psicóloga? Freud le estaría susurrando al oído todas las perversiones que rodeaban su mente “inocente” de niña ejemplar. ¿Acaso era posible disfrutar de los placeres prohibidos? Sebastián despertó asustado por el grito de una chica pelirroja que se dejaba devorar por

una serie de monstruos extraños. Abrió los ojos y cegado por la difusa realidad que se extendía en la oscuridad de la noche tanteo las paredes buscando la lámpara de noche. Encendió la luz y encontró su libreta. ¡Chanfle! Con que eso era lo que le faltaba a la escena, se dijo entusiasmado y bocetó rápidamente en su libreta a un corpulento hombre de hombros negros sobre las piernas de la chica. A la mañana siguiente le entregaría a la editorial la historia completa de un Dios de otro planeta que fecundo nuestro mundo y lo rehízo desde sus horribles entrañas. XFRET 0221 no dormía, odiaba dormir cuando estaba rodeado de señoritas tan interesantes, tan bellas, repletas de una piel tan seductora y fría. Siempre había deseado tener una granja de hormigas, pero a su padre la sola idea le había parecido la peor de todas las estupideces. ¿Para qué quería seres tan insignificantes si podía tener un gran ~32~

invernadero para plantar mezclas inimaginables? Era la pregunta que le repetía cada fin de semana cuando lo encontraba sumergido en la pecera de las serpientes jugueteando con ellas. ¿Pero para que quería él un creador de historias en una ciudad interminable, una pelirroja con una alteración genética que la predispone a la zoofilia, un burdel de serpientes y otras dos mil esferas con seres humanos alterados para cometer atrocidades? Nada, no hacían nada divertido. Anuncio SHJ: Queridos seres universales lamentamos informales que el planeta 0221 fue consumido por un incendio provocado desde su núcleo en los laboratorios de creación. Hemos rescatado unas hermosas serpientes y un pequeño chico ciego. Si alguno desea alojarlo en su planeta acérquese a la central antes de la hora del almuerzo, posterior a eso serán eliminados. Gracias por su atención. ¡Feliz bombardeo!


FotografĂ­a por Sebastian Spindler ~33~


Postales



Courtesy of Marvin Meyer

Manuela Francisco Barata

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M

i sueño era recurrente, más que sueño, una extraña pesadilla. La veía, a ella, a mi chica, a Manuela, en la cima de un escarpado risco, asomada al precipicio, solo vestida con la desnuda belleza que me turbó cuando nos conocimos. Intentaba acercarme a ella, y preguntar qué buscaba en tan escarpada cima, pero multitud de cuerpos de mujer surgían como arenas fangosas a mis pies y me impedían llegar a donde se encontraba, enredándome entre brazos desnudos, pisando rostros vacíos, aplastando senos, hundiéndome entre una masa viscosa de sangre y fluidos descompuestos dónde flotaban tantos cuerpos sin vida. Así, cada noche se repetía la misma pesadilla, sin permitirme llegar al final, sin poder aproximarme a ella… sin saber cómo acababa. Manuela y yo vivíamos juntos, iba ya para

cuatro años, o cinco, no recuerdo con precisión. Era guapa, su belleza me atrajo lo que su cuerpo me sedujo y cuando nos hicimos uno, la pasión fue parte de cada día. Pero el tiempo amortigua deseos y normaliza sexualidades, por lo que nuestro amor se convirtió en cotidiano, como tantos otros. Nuestra vida pasó a ser una vida como tantas otras. Manuela y yo nunca discutíamos, en realidad era ella la que evitaba cualquier atisbo de confrontamiento, me quería tanto, decía siempre, que discutir no le valía la pena. Nuestro trabajo era apasionante, el suyo como redactora en un portal digital de noticias, el mío de bróker en una agencia de bolsa. Al comienzo, lo primero fue nuestra pasión, luego con el tiempo el trabajo me fue absorbiendo, y empezaba a llegar más tarde, sin darnos cuenta el tiempo pasaba y yo cada vez tardaba más en llegar a casa. ~37~

Manuela nunca preguntaba, llegaba a casa sin que su trabajo le esclavizara como a mí lo hacía, una noche la vi llorando, pero nunca preguntaba, nunca decía nada. El tiempo pasaba dejándome sin espacios para el amor, los diferentes horarios de apertura de las bolsas extranjeras, la pasión por mi trabajo, el llegar tarde y cansado, el tener a compañeras en la oficina, brillantes y atractivas, libres y desinhibidas, el tiempo que había pasado desde que del amor enloquecido por Manuela pasé a quererla, era mi compañera, pero los cuatro años…y surgió la necesidad de apagar mi sexualidad donde tenía más tiempo, en el trabajo. Primero fue con Sandra, también lo hice con Nuria, Lucía me buscó, descargábamos la tensión, liberábamos el estrés, distraíamos nuestra juventud follando cuando nos venía. Para mí era parte del trabajo, no constituía traición, porque yo quería a Manuela, era


mi compañera. Cada vez Manuela estaba más triste, cada vez se sumía en un mutismo que me enervaba, porque encima de tener que soportar la tensión de mi trabajo, las presiones para obtener los mejores resultados a nuestros clientes, el tener que acostarme con otras mujeres porque mi deseo sexual interfería en el trabajo de no suprimir tanto estrés. Todo eso era una carga muy pesada de llevar.

acercarme a ella, con los pantalones por las rodillas solo conseguí caerme de bruces, sangrando por la nariz y se fue. Debía salir tras ella para explicar mi comportamiento, pero Míguela me requirió, era mi jefa y tardé algo más en buscar a Manuela. Al llegar a casa no estaba, era inusual, me senté a ver la tele esperando su regreso.

Debí dormirme por el cansancio acumulado y la pesadilla volvió a mi mente, Manuela seguía al borde del precipicio, yo Una noche, para relajarnos después de una luchaba por acercarme a su lado entre la masa sesión muy movida en purulenta de cuerpos sin la Bolsa de Tokio, estaba vida que la protegían, follando con Míguela, la pero esta vez conseguí jefa del departamento, zafarme de los pestilentes sobre la mesa de su fangos y le llamé, pero despacho, oí tras de mí de mi boca no salían una voz conocida que palabras, se volvió como me gritó: si me escuchara, sus ojos - Luis, ¡eres un hijo eran tristes, enrojecidos de puta! por el llanto, ─” ¡Manuela ven a mi lado! ” ─, chillé Del susto, y porque esa sin palabras que ella voz…dejé el polvo a escuchaba porque negó medias, me volví y vi el rostro de Manuela, pálida, con la cabeza, extendió su mano, me pareció con lágrimas en los ojos de rojo fulgor de tristeza y un saludo, un adiós, un rabia confundidas. Intenté algo desconcertante y se ~38~

despeñó por el precipicio, yo con enmudecidas palabras grité horrorizado mientras se precipitaba al vacío… El timbre de la puerta me devolvió a la realidad, pero aquella pesadilla parecía tan real que me dejó el cuerpo bañado en sudor frio. La insistencia del timbre me extrañó, era tarde y Manuela seguía sin aparecer, con inquietud decidí abrir. Eran dos agentes de la Guardia Civil, preguntaron si allí vivía Doña Manuela Alcázar Segura, dije que sí, yo era su pareja, entonces con extrema delicadeza dijeron que Manuela había muerto hace unas horas en un extraño accidente de circulación. Me quedé inmóvil y me desmayé. Al rato desperté entre sanitarios, los agentes llamaron a urgencias, me encontraba más lúcido, suficiente para preguntar por algo que se me quedó de las palabras que utilizaron los Guardias al comunicarme el accidente de Manuela, “extraño accidente”. Los


Fotografía por Oliver Thomas Klein

agentes aclararon que el automóvil de Manuela se precipitó por un barranco en la sierra, en una recta sin curvas. La primera impresión antes del atestado sugería que podría haber sido voluntario. Quedé descompuesto porque la pesadilla y la realidad se habían confundido, algo vino a mi mente y fui hacia nuestra habitación ante la extrañeza de los agentes. En la cama, en nuestra cama, vi una nota, era letra de Manuela, la cogí, sentado al borde de nuestro lecho leí… “Luis, si estás leyendo esta carta habré confirmado mis sospechas y me estas

engañando con otras, lo presentía, mi corazón más que presentimiento aseguraba certeza que me negaba a aceptar, pero eras diferente cuando yo te quería cada día más, eras distante cuando yo necesitaba tanto de ti y si tú me has dejado de querer, si te has ido con otras, ya no tengo nada que hacer a tu lado, pero como mi amor es locura, me iré muy lejos, donde me olvide para siempre de ti, no puedo vivir una vida que sin tu amor ya no es vida. Adiós vida mía, adiós Luis.” No quería admitir que la pesadilla me estaba advirtiendo, que fuera un presagio, no creo en esas cosas y no sentía que lo ~39~

que hacía era engaño, solo trabajo. Surgieron lágrimas, pero lo que más destrozaba mi corazón, lo que me sumía en un abismal abatimiento, era no saber si lloraba por perder a mi compañera o por perder un amor que tan inmenso fue, no lo sabía, no lo sabía…y eso me dolía.



En el interin


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Nieve de Ginebra Fabiola Ugalde

Ganadora del concurso de poesía ¡Celebremos el día del niño!

R

uidos en la casa, siempre ruidos en la casa.

el día sin preocuparnos hasta olvidarnos del hambre.

Hoy son mis primitas, ayer éramos Paola y yo

Cuando le dimos más importancia a nuestros vestidos

El tiempo gira de maneras insospechables.

Que a quién tenía el mayor puntaje en la rayuela.

Me da miedo la velocidad en que la pequeña Natalia crece. Crece con un amenazante aviso. Nosotras somos más y más viejas.

Estos segundos de meditación me dan paz y me regresan no en el tiempo sino en el sentimiento.

En qué momento dejamos de pasar todo

Cojo a la pequeña Natalia de la mano y pinto

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una rayuela de más de 30 números Le reto a superar mi puntaje de cuanto yo tenía su edad, La veo reír y jugar y mi corazón vuelve a entender lo verdaderamente importante en la vida. Disfruto de una Fanta bien fría y sonrío con la sonrisa más franca que he tenido desde los 8.



El juego lugubre

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Muerden Emmanuel Núñez

E

mergen del averno de la memoria

una legión de instantáneas corroídas. desatan, otra vez, su pérfido apetito. Con afiladas garras de presa, trepan en continuo ascenso hasta anudarse a la garganta. Allí se aferran con fuerza desmesurada

y muerden;

muerden hasta descarnar un grito: de angustia, de rabia o desesperación. Muerden, con el voraz apetito del hambriento. Y se relamen. Satisfechas.

Orondas de gula.

Dejando tras de sí una sombra ojerosa, regresan a su abismo nebuloso para digerir las mieles de su triunfo en aletargada complacencia, hasta que, pasada su forzada hibernación, Fotografía por Yingpis Kalayom

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