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Entrevista a Jorge Senrra
Entrevista a Jorge Senrra
Desde el Centro entrevistó a Jorge Senrra, quien ingresó en el año 1987 al Ameghino y desempeñó durante 31 años la atención en diferentes espacios, principalmente en Hospital de Día y en Adultos, turno tarde. También fue presidente de la Asociación de Profesionales y desde hace muchos años lleva adelante la tarea docencia en nuestro hospital con su conocido curso sobre test de Rorschach, del cual decanta su libro Introducción al test de Rorscharch.
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Desde el Centro: Jorge, en primer lugar, te agradecemos tu tiempo para esta entrevista. Queríamos pedirte para comenzar que nos cuentes cómo nace Introducción al test de Rorscharch. Jorge Senrra: Bueno, yo hacía rato que quería publicar un libro sobre el tema de Rorschach, siempre he trabajado como analista, pero otro aspecto también de mi actividad, desde que me recibí, fue el tema de psicodiagnóstico. En el año 1985 me recibí en la Asociación Argentina de Rorschach y siempre fui desarrollando esa actividad paralelamente con la de analista, tanto en otras clínicas como en forma particular, pero no en el Ameghino. En el Ameghino entre en el año 1987, al equipo de Hospital de Día y ahí no usaba técnicas, sí lo hacía por fuera. Quería publicar un libro de mi experiencia en el tema psicodiagnósticos, especialmente porque sentía una especie de deuda conmigo, y ahí vino la pandemia, situación novedosa y angustiante para todos, que me llevó a reducir mucho el trabajo, algunos pacientes al principio no tenían mucha intención de la videollamada. Bueno, la verdad es que me empecé a despertar de noche, a no poder dormir, un poco angustiado por la situación y de pronto me dije "bueno, me levanto, no doy más vueltas en la cama" y empecé a escribir algo, porque yo ya había escrito sobre mi libro, pero era una cuarta parte y siempre lo demoraba, siempre lo dejaba para más adelante. Empecé a escribir y en el lapso de 2 meses terminé. Fue una manera de canalizar toda la angustia,
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yo por eso digo que sublimé esa angustia en una actividad que para mí era interesante, más que nada, como te decía, porque era una deuda conmigo, pasar el filtro de uno y darlo a ver ¿no? Después vendrán las críticas de los demás o el interés. Pero bueno, encontré en ese momento de la pandemia una posibilidad de canalizar la angustia mediante la escritura. Desde el Centro: ¿Y con tu práctica profesional dentro de la institución? ¿Qué hay de eso en el libro? Jorge Senrra: Como te decía antes, yo hacía esta actividad desde siempre pero no en el Ameghino. Por fuera siempre trabajé tomando psicodiagnósticos. He trabajado en clínicas, de forma particular, Trabajé en el año 81´ en una Obra Social dependiente de una empresa del Estado en plena época de la dictadura, con lo difícil que era eso en una época que a los psicólogos nos consideraban subversivos (se lo escuché decir al Gral. Ramón Camps en un noticiero de Canal 7 que se llamaba 60 minutos. Esa fue mi primera experiencia. Fui auditor varias veces. Siempre trabajé en psicodiagnósticos por fuera del Ameghino, pero lo que me dio el hospital –de allí el gran agradecimiento que le tengo–, es que me dio un espacio para la transmisión de este conocimiento. Especialmente cuando entré, en el año 1987, el Ameghino era un lugar muy psicoanalítico, muy lacaniano. Y la verdad que introducir algo de técnica al principio no me parecía, me daba un cierto escozor hasta que, en algún momento, se dio la posibilidad. Algunas personas me dijeron "ahí tenés una especialidad", me demostraron su interés, y yo pensé que del Ameghino no iba a venir nadie a mis cursos. Y me equivoqué, porque tuve un montón de compañeros del Ameghino que vinieron a las clases. Y la verdad que yo agradecidísimo, porque no solamente venía gente de afuera del Ameghino, sino que concurrían muchos compañeros. Desde el Centro: ¿En qué año empezaste con los cursos? Jorge Senrra: Hace más de 15 años. Al principio lógicamente era menos gente, no era el Ameghino un lugar habitual para esto, pero poco tiempo después empezó a circular. En el Ameghino los cursos de posgrados son generalmente todos de índole psicoanalítica. Y por eso de alguna manera me dio un poco de vergüenza, de meter algo que no era del perfil de la institución. Yo empecé en la institución en mis comienzos con la clínica de
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la psicosis en hospital de día y después en la atención en el equipo de adultos. Donde yo, repito, nunca tomé técnicas. En ese momento ya existía inclusive el equipo de psicodiagnóstico. Algunas veces algún colega me pedía realizar un psicodiagnóstico porque había una lista de espera larga, entonces yo empecé a hacerlo por expreso pedido y de vez en cuando. Lo he hecho varias veces, siempre con las anuencias de la coordinadora del equipo de psicodiagnóstico, ya que no quería invadir el campo profesional. Pero la verdad que el Ameghino, por sobre todo, me ofreció la posibilidad de la transmisión. Mi agradecimiento mayor con este libro, es al Ameghino porque es el lugar donde mayormente me formé como analista y donde también me dieron esta posibilidad. Desde el Centro: Aparece la docencia y la transmisión como un punto importante en tu libro, así como el entrecruzamiento con el hospital y la cuestión pública. Te quería preguntar, yendo al tema que trabajas, al psicodiagnóstico o a la técnica de Rorschach en lo particular, si existe algún tipo de diferencia en lo que es un hospital y otro tipo de espacio de atención ¿Hay un diferencial en hacer psicodiagnóstico en un hospital público que en otro espacio? Jorge Senrra: Sí, la diferencia fundamental va a estar dada porque esta es una técnica que se puede tomar en un montón de ámbitos y cada uno con un perfil particular. Por ejemplo, en el ámbito forense se la utiliza mucho, para el daño psíquico en cierto perfil particular, así como se la puede utilizar en la orientación vocacional y es otro perfil particular. A su vez, se puede utilizar en selección de personal y también es otra característica distinta. En el ámbito de lo público, y sobre todo como hace el Ameghino, que tiene formación tan diversa, no solamente adultos, sino niños, bulimia, anorexia, psicosis con hospital de día, con la cantidad de servicios que hay, tiene la posibilidad de trabajar también en la cuestión clínica. Por eso yo muchas veces, me ha pasado con colegas, un poco por los años de experiencia en psicosis que tuve en el hospital de día y también por aplicar esta técnica en todos esos ámbitos que te mencioné, muchas veces me decían "mirá, tengo un paciente, me gustaría saber si vos le podés hacer un psicodiagnóstico, si me podes ayudar con el diagnostico, alguna cuestión que yo no veo." Y en ese sentido, y como te decía, siempre intentando de no obstaculizar el trabajo del área de psicodiagnóstico, trabajábamos algún caso. El ámbito 272
público, sobre todo de nuestro hospital que no es un ámbito público cualquiera, porque el discurso médico no es tan fuerte como en otros ámbitos de lo público. Nosotros tenemos una particularidad, que nuestro discurso se impone sobre el discurso médico, a diferencia de cómo puede ser un hospital general, ¿no? Donde también hay servicio de psicología y psiquiátrica pero la incidencia es otra. Desde el Centro: En esto que decías de tu practica en psicodiagnóstico y que el Rorschach atraviesa distintas variables y tipos de atención, que es muy importante en un hospital, hablaste también de cambios en tu trabajo a lo largo del tiempo, incluso en el Ameghino, cabe la pregunta ¿cómo crees que es, si hubo un cambio o no, o cómo está hoy en nuestra institución? Jorge Senrra: Yo creo que sí, ha habido cambios. Por un lado, yo me recibí en el año 1981, entré a la facultad en el año 1973 y me acuerdo en el año 1973, por un examen final, que a Lacan se lo conocía muy poco. Ya en los años ochenta, cuando me recibo, sí ya estaba muy difundido y todo era muy psicoanalítico, muy clínico. Incluso, no nos olvidemos que acá los primeros psicoanalistas fueron psiquiatras de la APA. Al principio había que tener mucha guita para analizarse porque eran 5 veces por semana. Después, lógicamente, empezó a haber una modificación a nivel social, incluso el psicólogo no era solamente para el ámbito clínico, sino que empezó a tener ingreso en otras actividades. Más que nada se empezó, me parece, en lo laboral, haciendo selección de personal, empiezan a aparecer demandas para un determinado perfil de recurso humano. Yo también empecé haciendo selección de personal, pero como estaba en una obra social también fui formando un equipo en el 1981 en una empresa del Estado. Logro también formar un equipo de atención psicoterapéutica por fuera de la obra social, un equipo barrial. Al principio eran pocos, 5 o 6, después fueron equipos más grandes. Y ya te digo, el psicólogo sobre todo en los años ochenta era uno y después, con la ley del psicólogo, en el año 1985 empieza a tener otra inserción, si bien se lo pedía a nivel social, había una necesidad o una demanda. Los primeros tiempos, no solamente con la dictadura militar, sino también pos dictadura, se empezó a producir una apertura en los hospitales y ahí aparece el Ameghino, lugar muy clínico y psicoanalítico, que en esos primeros años pos dictadura empezó a producir
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una apertura mayor. Y es así que hoy en día el psicólogo no se reduce solamente al ámbito clínico. Desde el Centro: ¿Cómo se puede ubicar con el psicodiagnóstico una cuestión no tan clínica, especialmente en el Ameghino? Jorge Senrra: En el Ameghino, la Lic. Estela Adra, que está ahora a cargo del servicio de psicodiagnóstico, siempre estuvo haciendo psicodiagnóstico, incluso antes que yo entrara. No podría decir con exactitud eso, pero recuerdo un hecho: con Estela y con otra psicóloga más, estuvimos a fines de los años 90 trabajando juntos porque al Ameghino se lo convocó, por un arreglo que se hizo entre Alfonsín y Menem en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, para un poder judicial nuevo que la ciudad no tenía. Y los que intervenimos en eso, 3 psicólogos y 2 médicos psiquiatras que hacían las entrevistas, teníamos que hacer la evaluación psicológica de los aspirantes a jueces y fue algo novedoso porque nunca se había hecho. Es más, nunca se había hecho incluso en el poder judicial y lo hicimos nosotros por primera vez. Y la verdad que fue una experiencia fantástica porque habremos visto no sé, 500 personas. Al principio ahí, en el Ameghino, y después tuvimos que ir a trabajar al Consejo de la Magistratura, porque necesitábamos computadora, secretaria y en el hospital no lo teníamos. Fue una experiencia más que interesante. El psicodiagnóstico siempre existió; los test empiezan a cobrar mucha relevancia en Estados Unido e Inglaterra después de la Segunda Guerra Mundial. Cuando los soldados venían muchas veces traumatizados, con dolencias, etc. Los primeros psicodiagnósticos a nivel mundial empiezan a expandirse después de la Segunda Guerra y a Argentina entran mucho después, porque no había carrera de psicología, empiezan creo que en el año 1957 o 1958, cuando nace la Facultad de Psicología. Desde el Centro: ¿Cómo crees que se encuentra la recepción de este uso de técnicas y evaluativas en nuestro hospital y aprovecho para preguntarte lo mismo a nivel general? Jorge Senrra: A nivel general creo que costó más, pero no lo digo por mi. Yo tuve una buena recepción en el Ameghino, quizás porque ya me conocían y yo también porque fui presidente de la gremial de profesionales. Por fuera del hospital hubo una mayor receptividad. O sea, fue mucho antes
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de mi entrada al Ameghino. Como te decía, yo trabajaba desde el 1981 y trabajé en psicodiagnóstico además como psicoterapeuta, tomando técnica siempre. Ya se pedían en esos tiempos, en los primeros años de los ochenta, desde empresas para hacer selección de personal, o psiquiatras o neurólogos que me derivaban muchos pacientes para hacer evaluaciones. En el Ameghino tardó un poco más, porque era un lugar muy fuerte en lo psicoanalítico, sobre todo en lo lacaniano. Y en ese tiempo, esto es una opinión muy personal, el lacanismo tenía como una especie de resistencia a todo lo que no fuera psicoanálisis. Desde el Centro: ¿Y en psicodiagnóstico hay una lectura psicoanalítica posible? Jorge Senrra: No. Yo creo que es bueno que un psicólogo tenga formación psicoanalítica, pero no es tan fácil hacer psicoanálisis con los test. Los test son una técnica, tiene sus limitaciones. Es como si yo fuese médico, viene el paciente, hago una primera evaluación, tengo una teoría del diagnóstico, le pido análisis de sangre, orina, radiografías, una serie de técnicas también y después con eso le hago el diagnóstico preciso. Bueno, con el psicodiagnóstico puede pasar exactamente lo mismo. Que un psicólogo tenga formación psicoanalítica me parece primordial, sirve para hacer un diagnóstico, sirve para redondear algunas cosas. A mí me ha servido muchísimo. Desde el Centro: entonces, podríamos decir que es una interdisciplina con un espacio de evaluación Jorge Senrra: Sí, totalmente. Lo que pasa, como te decía, y claramente no lo digo por la gente joven que viene con otra formación, es que hay psicoanalistas de los más viejos, los de mayor edad, que venían con aquella formación donde el psicodiagnóstico estaba visto como una especialidad menor. Y muchísimas veces podrían haber tomado un psicodiagnóstico en algún determinado momento, y te aseguro que hubiera ayudado para separar algunas cosas, para esclarecerse. Porque te puede brindar una información interesante, lo cual eso no quiere decir que la tomes al pie de la letra. Y la verdad que el psicodiagnóstico a mí me ayudó, pero no lo tomo siempre, lo tomo de vez en cuando, cuando veo que algo se me escapa o que no le alcanzo a captar. Es una herramienta. En una entrevista
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psicodiagnóstica la escucha psicoanalítica es el 50%, hay que escuchar bien cuando se toma un psicodiagnóstico, hay que hacer preguntas adecuadas. Y la escucha en el profesional psicoanalista es muy importante, las demás son complementos, pueden servir, pueden aclarar algo, otras veces puede ser que no, pero todo depende de cómo se la usa ¿no?, no se hace psicoanálisis con las técnicas. Desde el Centro: Jorge, creo que con todo lo que contaste y todo el recorrido que hiciste, evidentemente tu libro es el recorrido no solamente de tu experiencia clínica y docente dentro de la institución, sino también un elemento más para esto último que decías, lo que es visibilizar otro tipo de intervenciones, de posibilidades dentro de la práctica clínica. Como herramientas, como usos posibles para algo más, entonces, creo que parte de tu libro sirve mucho a eso. Jorge Senrra: En esto te aclaro algo, porque yo siempre tengo una posición de bastante perfil bajo, en el sentido de que nunca me la creí y no lo haré. Porque algunas veces me ha pasado que me han dicho "Vos sabes Rorschach con eso sacás todo ¿no?". No, ¡ni con el psicoanálisis sacas todo! El mismo Freud decía que es como la capa de la cebolla, que llegas a un punto que ya no vas a poder, llegas al punto más duro, es una técnica, tiene sus limitaciones y hay que saber utilizarlas. Es una técnica, te puede servir y lógicamente, como todas las cosas, a mí me ha pasado, a veces esta posición... Recuerdo un compañero me decía "mirá, me gustaría tomar técnicas, me salió un trabajito". ¡No! ¡En esto hay que formarse! No te voy a dar una charla de 10 minutos para que vos “tomes técnicas”. En esto hay que formarse, como te formas en cualquier aspecto en la vida. Por eso digo que muchas veces se lo ha tomado como una cosa menor, como una herramienta no muy importante, y yo digo que, como todas las cosas, puede servir o no. Desde el Centro: Por eso tu libro también visibiliza esto de que la técnica, en lo particular el Rorschach o el psicodiagnóstico, que no sea un simple auxiliar, sino también darle la seriedad y la teorización que implica ejercer dicha práctica. Jorge Senrra: Claro, por este hecho es que desde hace muchos años empecé a dar el curso en el Ameghino y lo sigo hoy en día de forma virtual.
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Y espero volver a hacerlo presencial. Me voy haciendo amigo de un montón de gente por esta cuestión, del vínculo afectivo que uno va estableciendo con la gente. Para mí es una de las mejores cosas que te da la docencia. Fui ayudante de Psicología Evolutiva un par de años en la facultad y creo que todos, todos tendríamos que pasar por una experiencia de docencia. Yo creo que ahí uno aprende a manejar el padre de la horda que todos tenemos adentro, porque viste que en una posición de autoridad te podes poner jodido, cagar a la gente y yo creo que la función del docente es estimular. Más allá de la transmisión que uno pueda hacer, la función es estimular al otro a que lea, que estudie, que se forme Desde el Centro: Me diste a pensar otra característica de tu libro entonces, la de motivar. Te agradecemos por tu tiempo y tus palabras Jorge. Jorge Senrra: Motivar, principalmente lo que busco es eso con el libro. Gracias a ustedes por la entrevista.
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