Pag. 1
REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOMAS DE ZAMORA
AÑO 6 I Nº37 I Julio-Agosto 2014
Tango precoz Los jóvenes se están apropiando de un género musical que tradicionalmente se abordaba en la adultez. Músicos y letristas con frescura; chicas y chicos en las milongas, dejan atrás posturas machistas y excluyentes.
Zambayonny renovado
Perón vive
Leonelli pinta el rock
Publicación bimestral de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora
Sumario
Director: Daniel Miguez
Consejo de Redacción: Jorge Benedetti Leonardo Castillo Germán Ferrari Gustavo Naón Pablo Romano Leonardo Torresi Eduardo Videla Martín Voogd
3
Editorial
4
Fotomérides: Frida Kahlo
6
Nuevos aires en el tango
12
Ser Pichuco
14
Perón vive
20
A 20 años del atentado de la AMIA
24
Dibuje, maestro: Alejandro Leonelli
28
Cambios en el Código Penal
32
Periodismo de datos
36
Fútbol de colectividades
Pamela Royo
40
Entrevista a Zambayonny
Contratapa y retiración:
44
El lector insolvente
Fotografía:
45
Cien veces Pappo
Télam Esteban Díaz Noelia Leiva
46
Mambo
48
Violencia de género en la literatura
50
Otra historia
Escriben en este número: Jennifer Almendras Liliana Aristiqui Soledad Arréguez Manozzo Horacio Raúl Campos Alejandra Fernández Guida Yanina Fuggetta Fernando García Gabriela Naso Fernando Núñez Matías Quercia Juan José Relmucao Julieta Romero Elizabeth Sadanouski Lais Vázquez
Ilustraciones: Reinaldo Cortés
Diseño:
Rubén Ortiz
Servicio periodístico: Agencia Universitaria de Noticias y Opinión www.auno.org.ar
Contacto: elcruce@auno.org.ar TE: 4282-8172 /6006 Dirección: Camino de Cintura y Juan XXIII, Llavallol, provincia de Buenos Aires (CP: 1836) ISSN, en trámite Derechos de propiedad intelectual, en trámite.
Pag. 2
Pag. 3
EDITORIAL Por Daniel Miguez
Argentina frente a los buitres El engorroso tema de la deuda externa y los fondos buitres fue abordado más de una vez en El Cruce, especialmente en el Nº 4, de abril de 2010, y en el Nº 26, de diciembre de 2012. Pero la realidad nos obliga a abordar nuevamente esta cuestión crucial a partir de la decisión de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos de no aceptar la causa iniciada por los buitres, dejando firme así la decisión de la Cámara de Nueva York y, por extensión, del juez Thomas Griesa. Como se sabe, Griesa obliga a la Argentina a pagarle a los buitres el total del valor nominal de los bonos de la deuda (que ellos compraron por un precio ínfimo), cuando el 93% de los acreedores aceptó -y está cobrando puntualmente- reducir sustancialmente ese monto inicial. Si Argentina le paga a los buitres antes de fin de año los otros acreedores también estarán en condiciones de reclamar el 100% de la deuda, lo que podría llevar a la Argentina al abismo. Esa es la foto de estos días. Pero la película empezó mucho antes. Cuando la dictadura de Pedro Aramburu e Isaac Rojas derrocó a Juan Domingo Perón en 1955 multiplicó la deuda externa, que era de 58 millones de dólares, por 12. El propio Perón al volver al Gobierno en 1973 redujo la deuda, pero otro derrocamiento y otra dictadura, la de Jorge Videla, José Martínez de Hoz y Domingo
Cavallo, la elevaron en un 485%, con el agravante de que el dinero ingresado no fue destinado a la inversión productiva. Nuevamente Cavallo, ya como ministro de Carlos Menem, volvió a hacer crecer la deuda improductiva en un 123%, llevándola a 122.000 millones de dólares. Una vez más Cavallo, como ministro de Fernando de la Rúa, en pos de mantener la absurda convertibilidad del peso, dio el golpe de gracia, que llevó a la quiebra (default) declarada por Adolfo Rodríguez Saá. Con Néstor Kirchner empezó un proceso de desendeudamiento, cuyos hitos fueron el pago al FMI y, fundamentalmente, un acuerdo con la mayoría de los acreedores que implicó una quita sustantiva de la deuda. El proceso lo continuó Cristina Fernández de Kirchner en 2010 al sumar al acuerdo a más acreedores hasta totalizar casi el 93% de los mismos. Del 7% restante que no aceptó el acuerdo, hubo un 1% que presentó la demanda ante Griesa, con los resultados conocidos recientemente. Mientras los que nos endeudaron siguen libres -e incluso dando consejos por radio y televisión-, el Gobierno se enfrenta a la difícil tarea de tratar de saldar la deuda con los buitres; de que, a la vez, no le impidan poder seguir pagándole al 93% que aceptó el canje de bonos con quita; y de evitar que éstos no se conviertan en nuevos litigantes.
Para la Argentina es un serio problema, pero no cuenta con la ventaja de no estar aislado. Porque el fallo de la justicia estadounidense implica un antecedente horroroso, no sólo para los países que esperaban reestructurar su deuda, sino por la peligrosa evidencia del fuerte avance del poder financiero sobre el poder político de los estados, aun de los más poderosos. A primera vista parecería que de nada le habría servido a la Argentina acordar con Repsol el monto de la expropiación de YPF y, incluso, haber conseguido por primera vez en la historia negociar la deuda con el Club de París. Pero es de esperar que no sea así. Algo debería cambiar en las reglas financieras internacionales a partir de este fallo insólito, como lo calificó el propio secretario general de la OEA, José Miguel Insulza. Da pena escuchar a algunos argentinos decir que hay que pagarle a los fondos buitres exactamente como lo ordenó Griesa, aun a riesgo del peor de los pronósticos. Por el contrario, lo que se requiere es, por un lado un amplio despliegue internacional en la difusión del problema y la búsqueda de adhesiones, y sobre todo, una estrategia hábil para sortear los obstáculos de modo que podamos pagar de la manera más favorable a la Argentina y que la deuda, que tanto dolor nos trajo, deje de ser una amenaza permanente.
FOTOMERIDES
60 AÑOS SIN FRIDA KAHLO
La que no pintó Su vida COYOACÁN En ese barrio de la capital mexicana nació el 6 de julio de 1907 y murió el 13 de julio de 1954. Sus padres, el fotógrafo alemán Wilhelm Kahlo y la mexicana Matilde Calderón, la anotaron al nacer con el nombre Magdalena del Carmen Frida Kahlo Calderón. DOLORES A los 5 años contrajo poliomielitis. A los 18 años viajaba con su novio en un colectivo que fue aplastado por un tranvía. La columna se le quebró en tres partes, igual que el pubis, ya que un pasamanos de metal la atravesó al ingresar por la cadera y salir por la vagina. Fue sometida a 32 operaciones. En los dos años de reposo con un corset de yeso comenzó a pintar. RIVERA Con el famoso muralista Diego Rivera comenzaron una tormentosa relación que duró toda la vida, incluido un divorcio, que los llevó a casarse por segunda vez. A las infidelidades de Diego, ella pagó con la misma moneda y tuvo muchos amantes de ambos sexos. TROTSKY Entre sus amantes estaba León Trotsky, que en su exilio mexicano vivía con su esposa en la casa de Frida, a pesar de que ella militaba en el Partido Comunista, al igual que Diego Rivera. Su filiación partidaria la transformó en la primera sospechosa del asesinato del político ucraniano y enemigo del gobierno de la Unión Soviética. Por eso fue detenida, hasta que se descubrió que lo había matado un agente stalinista. FINAL En 1953 su salud empeoró por las secuelas de sus enfermedades y el alcohol (ella dijo: “Bebía para ahogar mis penas, pero las malvadas aprendieron a nadar”) y le amputaron una pierna. Su última aparición pública fue el 2 de julio de 1954, cuando en silla de ruedas fue a una manifestación contra la intervención militar de EE.UU. en Guatemala. Pag. 4
Pag. 5
sus sueños
Su obra La columna rota (1944)
Dos desnudos en un bosque (1939) SURREALISMO André Breton la visitó en México en 1938 y ese mismo año comentó la primera exposición de Frida en Nueva York. En ambas ocasiones dijo que el trabajo de la artista era surrealista. Ella puso en duda esa categorización. “Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad”. PICASSO En 1939 Frida expuso por primera vez en París y deja impresionados a Pablo Picasso y a Vasili Kandinski. Picasso le escribió una carta a Diego Rivera en la que le dijo: “Ni tú, ni Derain, ni yo somos capaces de pintar un rostro como los que pinta Frida”. AUTOBIOGRAFICA La obra de Frida está atravesada por sus vivencias personales (“Mi pintura lleva con ella el mensaje del dolor”) y en ella abundan los autorretratos (“Me pinto a mi misma porque estoy con frecuencia sola y porque soy la persona a la cual mejor conozco”). Justamente comenzó a pintar postrada en la cama mirando su imagen en un espejo y por eso sus primeras obra fueron autorretratos. PINTURAS La mayoría de las pinturas de Frida son en lienzos no muy grandes. Su primer cuadro fue Autorretrato con traje de terciopelo, en 1926. Y el último, que quedó en su caballete a punto de concluir cuando murió, fue El marxismo dará salud a los enfermos, de 1954. Los dos cuadros que ilustran esta columna son Dos desnudos en un bosque, que Frida hizo para su amante la estrella de cine mexicano Dolores Del Río, donde alude al lesbianismo y a la vez a su sangre americana y europea; y La columna rota, de 1944 cuando le tuvieron que poner un corset de acero y es sufrimiento está expresado en esta pintura.
NUEVOS AIRES EN EL TANGO
Pa’ que bailen l@s muchach@s Por Liliana Aristiqui y Elizabeth Sadanouski Ilustración: Reinaldo Cortés
Pag. 6
Pag. 7
Una camada de músicos jóvenes enriquece el género con letras y arreglos actuales. Y los bailarines dejan de lado improntas machistas y excluyentes. Esas tendencias van de la mano con la creciente participación veinteañera en las milongas. Así, una música que fue considerada “para viejos” fue apropiada por otra generación.
Las letras se le atreven a problemáticas sociales como la desigualdad y la exclusión. En el baile, ya no es el varón el que manda y la dama quien lo sigue, sino que rige un cuerpo a cuerpo entre pares. En las milongas, los veinteañeros son mayoría. Y las orquestas siguen siendo típicas, pero los músicos tienen un look más descontracturado: menos gomina y zapatos de charol, más melenas y zapatillas. El tango, el mismo que creció entre los secretos de los cabarets, late fuerte en el under porteño y de los suburbios y tiene un denominador común: el sorprendente protagonismo de los jóvenes. Los tangos tradicionales que interpretaron Carlos Gardel, Edmundo Rivero y Nelly Omar siempre están presentes, y los músicos los reversionan para mantenerlos vivos. Pero la historia no termina allí. Recién empieza. “Los clásicos del ´40 te hablan de un empedrado, hoy los asfaltos mues-
tran otra realidad. Te hablan de San Juan y Boedo y todo el cielo, pero ahora hay una autopista”, comenta Alejandro “El Zurdo” Alustiza, guitarrista, compositor y director musical del quinteto Quiero 24. Según su mirada, los tangos actuales llegan a los jóvenes porque se involucran con el contexto en que vivimos. Desde 2005, “Quiero 24” frecuenta el under del conurbano y la movida tanguera porteña. Con sus temas “Pompeya no duerme”, “Apagá la tele” y “Se mueren de hambre”, se convierte en intérprete de una realidad con marcado contenido social y cultural. Otros grupos, como Mal Llevado, que nació en 2008, prefieren aggiornar clásicos. Su primer disco sólo tiene un tema propio, “El Croto”, una fusión de tango con candombe. Todas los demás son interpretaciones de canciones de Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese y Horacio Salgán. Héctor Esquivel, guitarrista y arreglador
musical del grupo, considera que en los últimos diez años se avanzó en el contenido de las letras de tango, pero admite que “es muy difícil instalar lo nuevo” de este género. Marina Rios, cantante del ambiente under, coincide en que hay cambios en los contenidos de las letras. “Hay una reivindicación de lo latinoamericano que hace años no existía y los jóvenes comparten ese sentimiento. Siempre tuvimos miradas europeas, pero ahora se entiende que Europa no tiene razón”, dice. Para Damián Olmos hay una camada de nuevos cantantes “impresionantes” como Hernán Frizzera, Alberto Medina con la orquesta Juan D’Arienzo, Marcelito Rey. Y orquestas como la Típica Fernández Fierro y Tanghetto, entre otras. De todos modos, a la hora de elegir, Olmos prefiere los temas que “te ponen la piel de gallina”, como “Pasional”, compues-
“Este tema es para Digma” #HoyQueEstamosSinTagma #ChisteDeAutor
to por Mario Soto en 1951, o “Como dos extraños”, escrito por José María Contursi en 1940. Otro boom en el under son las orquestas que generan un ambiente de baile en las milongas. “La Orquesta Típica Andariega” nació en 2009 con la idea de hacer un tango propio que apuntara a sacudir la modorra en las pistas de baile, a través del formato clásico del género: tres violines, tres bandoneones, piano, contrabajo y voz. “Nosotros tenemos un repertorio milonguero bailable. Estamos tratando de seguir la tradición de los años 40, pero con nuevas composiciones y arreglos. Todo es nuevo, pero también tocamos tango de hace muchos años. Creo que todo sirve. Para aprender algo tenés que tocar los temas históricos, pero también es importante que cada uno elija su propio camino”, relata Stine Engen, la bandoneonista danesa del grupo. Engen, de 29 años, tuvo su primer encuentro con el tango en 2007 cuando vino a la Argentina para estudiar Antropología por un semestre. En esa oportunidad conoció el circuito milonguero porteño y, desde entonces, se despertó su pasión por el género. Se compró un bandoneón y terminó integrándose a la Andariega. “El bandoneón fue algo que conocí viendo a las orquestas. Me resultó muy curioso y me gustó mucho su sonido. Se puede tocar fácilmente, no hace falta tener mucha fuerza. Al contrario, tenés que estar en un estado relajado”, relata.
Meta milonga Los ocho pasos básicos están compuestos por giros, lápices, agujas, caminatas al compás de la música en espejo y por los costados. Cuando se habla del baile, en el tango, se piensa en el hombre como el “guía” y que la mujer debe seguir cada movimiento. Otro pensamiento marcado a fuego es creer que si uno no sabe los pasos básicos o “no es del palo”, se queda afuera, mirando cómo bailan los demás. Sin embargo, para Sebastián Pereyra, bailarín y docente formado en el IUNA, hoy existen nuevos desafíos para Pag. 8
romper con los dogmas que perduran desde sus comienzos: el machismo y la excelencia. “El tango tiene que ser un diálogo de a dos porque es una danza popular de improvisación”, asegura. “Hay que romper con la idea de que el hombre lleva, marca y listo. Porque no es así. La mujer también baila y tiene que tener
un montón de espacios para que pueda adornar y sugerirte cosas.” En busca de ampliar la participación de las mujeres, María Florencia Garesio, bailarina, docente y una de las organizadoras en la milonga “Del Bichito”, propone “un baile orgánico”. “Apostamos a un baile que le sea cómodo al cuerpo de cada uno.
Pag. 9
¿Sietecase? #LaCríticaDelWingDerecho #ChisteDeAutor
Se mueren de hambre (Quiero 24) Qué lindos días de primavera, la gente espera a Papá Noel, fin de semana con la familia, tarde tranquila, en la pileta con un Frizzé. Mientras los pibes se mueren de hambre. Viaje a Miami, la chata nueva, casa en el Tigre, Hudson, Martínez, cenas lujosas, dobles propinas, campera Adidas, un lindo Rolex, llantas 3G. Mientras los pibes se mueren de hambre. Un iphone nuevo que te da el clima y la vecina huele a Channel Nº 5 que le hace juego con el diseño de mis zapatos de Pierre Cardin. Filosofías esteticistas, mil religiones, fachos, marxistas. Barrios privados de la miseria, de los paqueros que fuman mierda. Mientras los pibes se mueren de hambre. Veo políticos equilibristas alzando nenes pa’ la ocasión, les dan un beso, rezan “Los quiero”, total después la barren todo con Lisoform. Mientras los pibes se mueren de hambre. Avión privado, finde esquiando, tomando siempre de la mejor. Las promotoras de TC pista y las Tinellis hacen de todo por un spot. Mientras los pibes se mueren de hambre. Nuevos planetas, nuevas estrellas y la vacuna contra el estrés. Pastillas rojas, verdes, violetas curan los males que vos tenés. Pantallas planas en rascacielos, mil autopistas con mil cerebros, ambientes frescos, climatizados, grupos de Facebook, bótox, terapia, fútbol y asado. Mientras los pibes se mueren de hambre. Mientras los pibes se mueren de hambre.
No por la forma, sino por buscar la organicidad y en cada cuerpo, un tango distinto. Como la personalidad”. Bajo este nuevo paradigma, Sebastián Julien, que también es profesor y bailarín, coincide en que existe un afluente de gente nueva dentro del género que lo está reinventando y califica de antiguo ese có-
digo de baile tan monologado por parte del hombre. “Hoy se observa una construcción 50 y 50”, sostiene con convicción. Y afirma que existe una relación dialógica en el baile. “Lo que se reinventa es el código con el cual la gente se comunica entre sí. Hay como una línea en la cual uno de los dos propone, el otro responde, pero
la respuesta es una nueva propuesta. Es una dinámica muy placentera”. Esta nueva corriente se transmite de boca en boca, o paso a paso, a través de los amantes de la danza. “En los últimos seis años las mujeres están más presentes en el tango”, concluye Pereyra. Los auténticos milongueros van a bailar
Clemente cancela, aquí se queda la Clara; Saravá #¿SeHace? #ChisteDeAutor
casi todas las noches. Algunos, en locales del centro porteño; otros, en los suburbios, en espacios más informales. En casi todas las milongas hay clases de baile. Las veladas suelen comenzar a las 21 y duran hasta la madrugada. Para Ana Bocutti, organizadora de “Yira Yira”, la movida está en aumento. “Las milongas crecen. Es un lugar de encuentro y un espacio de pertenencia. Eso también hace que haya una movida artística por parte de los músicos”. Bocutti, integrante de la Asociación Organizadores de Milongas (AOM), afirma que la actividad se incrementa año tras año en todo el país. “En marzo se organizó la Semana de la Milonga, con entradas gratuitas para recorrer las milongas de la Ciudad de Buenos Aires. La idea fue promover la visibilidad de las milongas para que la gente se entere de la existencia de los locales”, explica. En agosto, la AOM tiene Foto: Noelia Leiva
Pag. 10
El circuito milonguero En la Zona Sur funciona la milonga “Mal Llevada” en el Centro Cultural Cultura del Sur, Meeks 1066, Temperley. El encuentro es cada 15 días los jueves a partir de las 21.30. En San Telmo, la milonga “Del Bichito”, todos los martes a las 20.30 en Independencia 572. La recorrida podría seguir por “Yira Yira”, los viernes a las 21.30, en Humberto Primo 1462. “La Milonga de Oliverio”, en Vera 574, Villa Crespo, va los miércoles a las 21:30. A la medianoche canta en vivo Marina Ríos. También en “Santa Bar”, Sarmiento 3501, un jueves por mes canta Ríos junto al violero Julio Massana interpretando temas actuales y tradicionales. “La Nueva Estación”, se hace los jueves a las 20, en Gaceta de Buenos Aires 3543 en Ciudadela Norte.
pensado realizar un primer encuentro de organizadores de milongas. Julien, que también es organizador de la milonga “Del Bichito”, cuenta que el público va “desde los 20 hasta los 60 pero sobre todo una gran cantidad de jóvenes”. Destaca las amplias posibilidades que ofrecen las milongas: “En la nuestra
las propuestas de la música en vivo son acústicas. Vienen tríos, dúos, orquestas y van variando los invitados. Buscamos que la música en vivo sea bailable”.
Los jóvenes y el baile Carolina Lang, de 20 años, cuenta que se acercó al tango a partir de un taller en la escuela secundaria. Ese primer contacto la llevó a frecuentar las milongas junto con amigos. “Desde aquella primera vez, no lo pude dejar.” Quedó sorprendida por el respeto que hay en los ambientes tangueros en general, “muy necesario para que no sea incómodo bailar tan pegado, con gente que uno no conoce”, aclara. El caso de Martín Combal, de 23 años, es diferente. Su curiosidad por conocer qué eran las milongas lo introdujo en el baile, una actividad ahora que comparte con amigos. “Es un ambiente con gente muy copada”, describe. Para Stella Moreira, de 32, bailar tango es recuperar la cultura argentina. “Es la música que representa el sur de América latina”, enfatiza. Pero no sólo los argentinos tienen curiosidad o pasión por este género musical. Engen, la bandoneonista danesa de la orquesta Andariega, asegura que se enamoró de las milongas por su “magia” y sintetiza un sentimiento compartido: “No lo conocí en otro lado. Tienen una cosa muy especial. Te encontrás con gente de todo el mundo y de todos los sectores de la sociedad. Gente que va a pasarla bien.” Dicen por ahí que nada se pierde, sino que todo se transforma. Y el tango y su movimiento cultural no son la excepción.
Pag. 11
Boy George #TimbreEnAbbeyRoad #ChisteDeAutor
EN PRIMERA PERSONA
Alma rea y digital Por Ianina Trigo *
Dicen que el tango te espera. En mi caso, me atrapó cuando era una nena rulosa y demasiado flaca. Habrán sido las “audiciones” radiales que ponía mi abuelo a todo volumen o las anécdotas que contaba mi abuela de los bailes con la orquesta de Osvaldo Fresedo y del médico Alberto Castillo en su casamiento, qué sé yo. El asunto es que el tango primero me llegó por la música y ya de adolescente por el baile. Era el bicho raro de la escuela: me gustaban los Beatles, Charly García, Gardel y Charlo. Iba a la cancha, al teatro y a las milongas. Agarré justo una renovación tanguera que veía con buenos ojos que un grupo de pibes fuera a bailar en zapatillas y sin rouge. Muchos de ellos empezaron también a tocar, primero las canciones del repertorio tradicional y de apoco se animaron a componer tangos nuevos y a romper las barreras del género, como
ya una vez lo hiciera Piazzolla. Y así hubo una orquesta que sacó un piano a la calle (sí, un piano acústico, en un carrito, para tocar sobre Defensa) y varios poetas que le pusieron letra a melodías del siglo XXI. Hoy me resulta imposible pensar en el tango como un género pasado de moda, al menos en la Ciudad de Buenos Aires. Si pienso en tango, pienso en muchísimos músicos, bailarines, cantores, organizadores de milongas y festivales, difusores y defensores del género, todos jóvenes. Es abrumadora la cantidad de bandoneonistas sub-30 que hay. Y la presencia femenina en cantantes e instrumentistas. ¡Y los extranjeros que vienen a aprender a bailar o a tocar! La mayoría se enamora de la música y de la ciudad y se queda a vivir acá. Los grupos y las parejas de baile viajan por todo el mundo mostrando lo nuevo y basta pasar una noche recorriendo milongas para sentir la efervescencia de la juventud en las pistas. Y lo mejor de todo es que no es incompatible con otras manifestaciones artísticas asociadas a esa franja etaria. Quizás por lo urbano, por cierto inconsciente colectivo malevo y portuario, por algunas lecturas, por el húmedo gris adoquinado que resiste en lo profundo de los barrios y porque Buenos Aires en invierno es un tango perfecto es que nos identificamos tanto con el 2x4 como con el rock. Es más, hay un coqueteo permanente entre ambos géneros y las orquestas típicas suenan a banda grounge y los Spinettas escriben Olvido. El tango joven es un movimiento permanente que se manifiesta en milongas organizadas
por grupos autogestionados de músicos independientes, que a la vez arman festivales y mantienen clubes que son salas de conciertos y también escuelas a la tarde o boliches de recalada a la noche. Y en todos los casos se busca rescatar el alma popular, barrial, un tanto rea y bohemia que es característica tradicional de los tangueros, pero con ipod y sonido actual.
* Productora de solistas y orquestas de tango desde hace varios años y organizadora de la Milonga en Orsay.
Yo recomiendo A riesgo de ser arbitraria y demasiado breve, pero apelando a la posibilidad del googleo, va una lista de opciones para descubrir, investigar o recomendar: Grupos y Cantores: Rascasuelos – Amores Tangos – China Cruel – Altertango – Astillero – Fernández Fierro – Quasimodo Trío – Julieta Laso – Negro Falótico – Emiliano y Lautaro Greco – Cristian Zárate Salas: CAFF – Almagro Tango Club – Oliverio Girondo – El Faro de Villa Urquiza – Sanata – El Bar de Roberto Milongas: (¡todas con la posibilidad de tomar clases!): La Milonga Antimufa – Práctica La Maleva – Práctica Patricios – La milonga del Indio en Plaza Dorrego – Milonga 10 – La milonga del Parakultural – La Catedral Radio: Demoliendo Tangos (AM750) – Fractura Expuesta (Radio Madre) – Radio Malena
Esto no da para más ¡En este país no se puede vivir! #PartidoQueBarbaridad
ANIBAL TROILO X 3
Ser Pichuco Por Gabriela Naso
El cantor de tangos Ariel Ardit, el documentalista Martín Turnes y el bandoneonista Ernesto Guillermo Baffa le entregaron a El Cruce sus miradas sobre uno de los íconos de la música popular a cien años de su nacimiento.
Pag. 12
Pag. 13
En Argentina hace falta un Pacto de la Moncloa #PartidoQueBarbaridad
ARIEL ARDIT
MARTÍN TURNES
Uno de los máximos referentes del tango contemporáneo
Director del documental “Pichuco”
Aníbal Troilo influyó y me definió en mi anhelo de cantar con orquesta típica. Cuando comencé a estudiar canto, mi intención era ser un cantante lírico hasta que por fin escuché, con detenimiento y de una manera muy especial, a Gardel. Desde ese momento, supe que lo que yo debía cantar era tango y así fue. Pasó el tiempo y comencé a interiorizarme sobre la historia del tango, las grandes voces y las orquestas fundamentales del los años 40. Al escuchar la de Aníbal Troilo, sentí una proximidad especial con esa sonoridad, me sucedió algo similar que con Gardel. Entonces sentí que quería ser un cantor de orquesta típica, como la de Troilo. Los aspectos a rescatar de Troilo están, precisamente, en algo que también es comparable con la figura de Gardel, y es el resumen del concepto tanguero, sin estridencias, apelando siempre a la sensibilidad. Toda su obra como compositor y director de su orquesta típica es su mayor aporte a la identidad tanguera. A mi entender, lo más distintivo de Troilo fue su inigualable buen gusto. Nadie lo superó en ese aspecto. Una vez dijo: “Mi orquesta toca y tocará como si tuviera que acompañar a Gardel”. En la actualidad, soy el único cantor de orquesta con típica propia; por lo tanto, no podía perderme esta oportunidad histórica de homenajearlo en su centenario. “Canta a Troilo” fue pensado con el objetivo de dejarlo registrado en un disco que saldrá en agosto. Con este trabajo intentamos homenajear con identidad y mucho respeto, pero sin imitar.
Antes de la realización de la película, mi visión de Troilo era la que tienen muchos jóvenes de alrededor de 30 años que se criaron entre canciones de rock y no escuchan tango habitualmente. Sin embargo, al poner un disco de Troilo, no sabés bien cómo pero conocés todos los temas. Partiendo de ahí, la figura de Troilo se fue agigantando al comenzar la investigación y la producción del film, durante el proceso de realización de las entrevistas y al escuchar una y otra vez toda su obra para elegir los temas que incluiríamos. Durante dos años me desperté y me acosté pensando en Troilo y en la película. Hoy, mi visión sobre la figura del “Gordo” es muy distinta. Ahora, soy totalmente consciente del enorme valor de su obra; de que hablar de “Pichuco” es hablar de la época de oro del tango; de su importancia como intérprete, compositor y director; de que por su orquesta pasaron los mejores cantores, músicos y poetas --muchos de ellos luego se convirtieron en directores de sus propias orquestas--; y de que es uno de los grandes referentes para cualquier músico, y en especial para los bandoneonistas, tanto a nivel nacional como internacional. Si bien en la película no ahondamos en aspectos de su vida íntima, en cada entrevista que hicimos o cada charla que tuvimos, siempre emergieron palabras de amor y agradecimiento, así como alusiones a su carisma, generosidad y talento. Troilo tocaba con el alma y se nota muchísimo en las grabaciones. Aunque no fue un compositor prolífico, los 60 temas de su autoría fueron éxitos. Tangos como “Garúa”, “Sur” y “La última curda” dan cuenta de esto. Teniendo en cuenta que los arreglos llegan a ser casi 500, claramente su gran mérito fue grabar temas ajenos y hacer que suenen mejor que la versión original. Esto me llamó la atención desde un comienzo y me parece un gran ejemplo a seguir.
ERNESTO BAFFA Bandoneonista y compositor de la orquesta de Aníbal Troilo durante 15 años ¿Qué decir de Aníbal Troilo? Como persona le empató a Dios y como músico y compositor fue una eminencia. ¿Qué se puede hablar de Troilo? Es lo más lindo que he conocido en mi vida. Tuve la suerte de trabajar unos cuantos años con él y también con otras dos estrellas, como Horacio Salgán y Ástor Piazzolla. No me alcanzan las palabras para definir esos quince años durante los cuales estuve en su orquesta. Empecé de muy pibe, a los 26 años, y estuve hasta los 41. Troilo significó todo para mí.
Pag. 14 Pag. 14
Pag. 15
En sus casi ocho décadas de vida, Juan Domingo Perón habitó una cantidad de casas difícil de contabilizar y ubicar para los historiadores, distribuidas en Argentina, Chile, Italia, Paraguay, Panamá, Venezuela, República Dominicana y España. El Cruce recorrió tres de las más emblemáticas y ofrece un itinerario para que el lector reconstruya una vida que aún cimienta la política nacional en este siglo.
LOBOS
Allá, en la pampa húmeda Por Juan José Relmucao
Hay que pensar casi media hora o dejar que la distancia entre el museo Juan Domingo Perón y la plaza céntrica de Lobos complete la idea, pero al final uno cae: la P en el logo de La Palabra, el autodenominado “Clarín de Lobos”, es una ilustración ultraberreta de la provincia de Buenos Aires, con la Bahía de Samborombón representada como si alguien hubiera perforado la P con un picador de boletos de tren. Tener ese diario puede significar una conquista del editor que atrajo con el “Impresionante despliegue policial” un regalo de un empleado de la casa-museo donde nació uno de los más grandes líderes populares de América latina o una gentileza de Julio, el mozo de siempre en “La Marina”: -Disculpe, ¿usted estuvo cuando volvió Perón a Lobos en el 53?” El camarero sin mácula se pierde de golpe entre las mesas que recorre hace años y los hilos que sostienen esa postura servicial del oficio –el cuello tenso, los ojos muy abiertos, el mentón hacia adelante– se aflojan. Quedan el hombre y su recuerdo. “¡Pero cóoomo no! Si yo le di un ramo de flores. Tenía 7 años. Había ido con mi colegio y me tocó ir a recibirlo.” -¿Mucha gente ese día? “Puff, impresionante. ¡Todo el pueblo! Fue una cosa… es una pena que no tenga una foto de cuando le di el ramo; sé que debe haberla. Mi mamá preguntó entre la gente Pag. 16
de la Municipalidad pero no tuvo suerte”. En la regresión hasta ese 25 de octubre cuando Juan Domingo Perón volvió a su casa –a ser Juan Sosa, el hijo de Juana, la descendiente de tehuelches, la que era ama de leche en el pueblo, la que lo bautizó en el nombre del Padre pero sin el nombre del padre–, Julio Palasezze perdió un poco la voz, que ahora surcaba temblorosa el aire, debajo de dos ojos que se humedecieron, se cerraron y se volvieron a secar. - ¿Azúcar o edulcorante? ********** “¿Cómo andan mis paisanos?”, dice que le dijo Perón. Dice que un rato antes Aldo Pedro Poy había salido del despacho con la mano en alto. “No me la lavo nunca más”, dice que gritó. Además del hombre que se tiró en palomita hacia la inmortalidad, dijo que ese día en la Quinta de Olivos estuvieron los planteles campeones del ’73: el Central de Griguol y el Huracán de Menotti, y varios deportistas amateurs destacados en infinitas disciplinas. Pero, ¿por qué estaba ahí? “Yo era profesor nacional de educación física –cuenta el intendente de Lobos, Gustavo Sobrero– y militante de la JP. En el ‘74, durante el mandato de mi padre como intendente, con mis compañeros asumimos la conducción del área de deportes de Lobos. Entonces ideamos una competencia deportiva que perdura hasta hoy: las Olimpíadas de la cuenca del Salado. Para organizarla pedimos un subsidio a la entonces Confederación de Deportes de Argentina. Nos dijeron que sí y nos citaron, junto a muchos deportistas más, en
la Quinta de Olivos.” Como nadie les había avisado que iba a estar Perón, se enteraron ahí mismo, literalmente de la mano de Poy. “A pesar de su edad, el General estaba muy lúcido. Después me enteré de que estaba realmente enfermo, pero en ese momento relacionó deporte y educación con una lucidez impactante. Además, hacía poco habían dado el golpe en Chile, y Brasil, Bolivia y Uruguay estaban bajo dictaduras. Él decía que eso impedía la liberación y el desarrollo de los pueblos y explicó que todo pasaba la anuencia de algunos de adentro y la colaboración de muchos de afuera, en clara referencia a Estados Unidos, Kissinger, la CIA. De eso hablaba su consigna liberación o dependencia, y si pensamos en la era neoliberal que sufrió América latina en los 90, vemos que tenía una visión y una lucidez tremendas”. ¿Cuánto de ese pensamiento alumbró durante su origen en Lobos? Si bien la certeza es casi imposible, Sobrero contesta: “En varios reportajes y libros el General habla de una niñez pueblerina: habla de el paisano Magallanes que le enseñó a andar a caballo, dice que aprendió a montar antes de caminar, recuerda la higuera en la que solía jugar y de la que hoy queda un retoño en la casa-museo de Lobos. Esos recuerdos indudablemente han impactado en la valoración del terruño, la pertenencia a un lugar, la vida en contacto con la naturaleza. Esas primeras vivencias las mamó de esta tierra y cimentaron su futuro, complementadas con la formación que lo convirtió en lo que fue”. Esas primeras vivencias descansan en el museo de –por supuesto– la calle Presidente Perón (antes Buenos Aires): una casa modesta de fines del siglo XIX, recuperada de las manos del tiempo y de las sucesivas dictaduras que intentaron destruir el legado del niño que aprendió a caminar y a hablar entre esas paredes grises y que en 1900 cruzó el alto portal de madera y dejó su ciudad natal para desandar, aún inocentemente y, su inevitable camino hacia la historia.
Pag. 17
GASPAR CAMPOS
De la multitud al silencio
Por Julieta Romero
Antes del gobierno del “Tío” Cámpora, de la Masacre de Ezeiza y de la fórmula Perón-Perón, dos hombres que habían sido enemigos políticos se abrazaron un par de veces en menos de 48 horas. El 19 de noviembre de 1972, Juan Domingo Perón, recién llegado al país después de 18 años de exilio, y Ricardo Balbín, inamovible líder de la UCR, se animaron a pensar un futuro distinto, una ilusión sellada con un primer abrazo en Gaspar Campos 1062, en el partido de Vicente López. Dos días después, llegaría el segundo. Aquel barrio se transformó en concurrido y ruidoso únicamente mientras que el General vivió allí, hasta su muerte en 1974, junto con su última esposa, María Estela Martínez, y su secretario José López Rega. Hoy, la casa, que pertenece al Partido Justicialista bonaerense, está envuelta en un silencio cotidiano, sólo alterado por las tareas hogareñas que desempeña la familia que vive allí y se encarga de su mantenimiento. Un solitario busto de Perón hecho en cobre y oculto en la arcada de la entrada da cuenta de quien vivió en esa casa, de un blanco inmaculado, que si no fuera por el significado histórico que tiene pasaría inadvertida entre las otras de la cuadra. Sin embargo, antes de 2008, el pasto y la maleza dominaban el terreno y la estructura estaba descuidada, como si un pedazo de la historia argentina hubiese quedado en el olvido, destinado a cubrirse de yuyos y telas de araña. Pero ahí seguía en el mismo lugar de siempre. Hasta el momento de su remodelación, se creyó que la casa moriría de pie. Ahora, no se destaca mucho de los otros hogares de la cuadra: el pasto está cortado al ras, con canteros y arbustos que le dan un toque de verde al blanco; las rejas que separan la morada de los transeúntes son negras y no superan la altura de un hombre promedio. Tiene tres pisos, un garage y un estilo de chalet inglés que parece compatible con lo que un anciano Perón hubiera buscado para pasar sus últimos días. Algunos memoriosos recuerdan la tranquilidad quebrada por los cantos: “La casa de Gobierno / cambió de dirección. / Está en Vi-
cente López / por orden de Perón”. “Cuando Perón volvió yo era muy chiquita, la cuadra era un caos. Nuestra primera reacción fue cerrar todo. Me produce cierta emoción cuando alguien recuerda, pero el argentino tiene poca memoria”, destaca Victoria, vecina de enfrente, en diálogo con El Cruce. En la zona saben quién habitó esa mítica casa, pero a la mayoría les “da lo mismo”, porque se consideran “apolíticos”. No obstante, la vecina Andrea Ramírez enfatiza: “Es un orgullo vivir al lado de donde vivió un presidente. Es un sentimiento independiente a los partidos políticos, porque no soy peronista”. Al tocar el timbre se oyen niños jugando. Luego, sale una mujer que asegura ser la casera del hogar y que no deja entrar a nadie salvo que tenga permiso del apoderado del PJ bonaerense, el diputado Jorge Landau. Desde 2006 hay un proyecto que aspira transformar en museo la casa, que hasta ahora sólo fue remodelada. En cierta oportunidad, el entonces presidente venezolano Hugo Chávez se había emocionado con dormir en la antigua residencia de Perón y había propuesto que además de museo funcionara como alojamiento para los mandatarios extranjeros. Más allá de las decisiones políticas, la casa sigue ahí. Uno de los gariteros que cuidan
la cuadra la recuerda con cariño. Cada vez que la ve, vuelve a evocar el día en que el General regresó definitivamente a Argentina. “Fue impresionante el fervor que se vivió en ese momento. Los bocinazos, la gente trepada a los árboles… nunca voy a vivir nada igual, se me ponía la piel de gallina”, reseña Máximo Garay, que desde hace tres años custodia la esquina de Gaspar Campos y Penna. Y añade: “Este lugar parece el gauchito Gil, todos los peronistas que pasan, paran o tocan bocinazos”. Tanto los gariteros como los vecinos afirman que la paz habitual sólo se rompe con reuniones del PJ o celebraciones de fechas importantes en el calendario peronista. En cualquier circunstancia, afloran los recuerdos del líder en el balcón de la casa, vitoreado por los jóvenes que habían crecido con el alma y el corazón puestos en el destierro. Aquel balcón cuya leyenda reza, porque así lo quiso su primer dueño, “Nec temere nec timide” –no temer, no ser temido–.
SAN VICENTE
El refugio del General Por Leo Torresi
¿Es acá? ¿Acá es donde fueron los tiros? ¿Se puede entrar con el auto? ¿Le pregunto al señor adónde poner el auto? ¿Será un señor peronista? ¿El auto, señor..? ¿Tan al lado de ese arbolito estará bien? ¿Cuánto es? ¿Es para allá? ¿Y este puentecito? ¿Y el lago que no tiene agua pero tiene puente? ¿Una cosa tan linda la habrá mandado hacer Perón o ya estaba cuando compró la quinta? ¿Había agua cuando pasaba Perón? ¿Pasaba Perón con Evita? ¿Paseaban por acá? ¿Y estas estatuas? ¿No son las que los simios tiraron sin la cabeza al Riachuelo, ahi al lado de la Isla de Marchi? ¿Viste la Isla de Marchi? ¿No es lindo el chalé, no es como un chalé de Bariloche, con la piedra Mar del Plata? ¿En este porche fue la foto? ¿En la foto estaban con los perros, o no? ¿Las sillas estas de fierro son las mismas, o eran otras? ¿Habrá adentro una foto para confirmar? ¿Y en este living escucharían la radio Evita y Perón, lo dos solos? ¿O siempre había otra gente, como en las casas de los políticos? ¿Y qué hace una araña en la bañadera de Perón? ¿Y cómo aprovecharían esta cocina tan grande Perón con Evita? ¿Lo de allá es el museo? ¿La recorrida empieza por acá o por acá? ¿Este auto era de Perón? ¿Por que el cartelito no dice si era de Perón? ¿No tiene vidrios porque los rompieron todos el día que Perón volvió acá, la última vez? ¿O era otro auto, un Auto Justicialista? ¿Por qué
Pag. 18
no podemos despegar la vista de esto, que después de todo no es más que una linda maqueta? ¿Vamos a ver el torreón que se construyó de Perón? ¿Por qué le gustaban tanto estos torreones a Perón? ¿Por milico? ¿Qué hacía ahí arriba Perón? ¿Y por qué, señora, no se arrima usted un poco más a la cámara así usted sale un poco cortada pero el torreón sale hasta la punta? ¿No me dijo mi vieja que estaba “el tren presidencial”? ¿Con quién vino mi vieja acá? ¿Pero viajaba Perón acá, era el tren del que saludaban Evita a la gente emocionada? ¿Y adónde está Perón? ¿Será allá? ¿Vamos ahora, vamos? *** ¡Es acá! Ahí estaba el Madonna ese. Loco. Pase, pase, déjelo ahi. El puente sobre el lago: a cualquiera que, sin necesidad de lago, ni de puente, haga un lago artificial y le ponga un puente, hay que felicitarlo. Seguro que Perón y Evita paseaban. Cerca están sus estatuas sin cabeza: una es Evita con el escudo peronista. Es largo de contar pero fue así: Perón las había pedido para el conjunto del gigantesco Monumento al Descamisado que se iba a hacer en Figueroa Alcorta y Austria. No se llegó hacer, y lo que sí se hizo para el conjunto, y el escultor Leone Tomassi tenía en su atelier, fueron estas estatuas. Pero la Libertadora las fue a buscar, y zac, las decapitó y las tiró al Riachuelo. En 1996 la
recuperaron y acá están, por lo menos, y son un testimonio. El chalé es lindo, con piedra Mar del Plata. La foto fue en este porche, pero las sillas eran otras; unas de caña, una con el caniche arriba y los dos mirándolo, Perón con sus botas de quinta. Adentro hay de todo, cosas originales de una casa que sufrió algunos saqueos; muebles de Gaspar Campos; un biombo que le regaló Mao. Tiene algo de invadir caminar por una casa, espiar una cama, o la bañadera de Perón, habitada por una araña. Vamos al museo nuevo, de 2002. El auto es un Fiat 130 y se lo regaló la Fiat a Perón. Un auto importado de los que acá hubo pocos, de 1974. Y el que está, este, no tiene vidrios porque los rompieron el día de los líos. No es una locura, pero a un auto uno siempre se lo puede quedar mirando un rato. Pasando el auto, hay muchas fotos lindas, juguetes de la Fundación Evita ¡la foto del tipo en la Plaza subido a un farol con la bicicleta! En la maqueta del 17 de octubre uno viviría, se quedaría a vivir ahí. El otro día alguien preguntaba en Twitter cuánto hay que quedarse frente a un obra de arte. Ah, si, el torreón de Perón, tiene 10 metros y ahí arriba, donde están los vidrios, Perón grababa discursos. El tren, que se construyó en Tafí Viejo está en una estación que le hicieron encima, es decir que es una estación de la que el tren no sale para ningún lado. El tren es una artesanía obrera, la verdad, y tiene el balcón de Perón, el balcón ferroviario, el que usaban con Evita para saludar cuando salían al interior. Y entrando al mausoleo está la imagen de Evita en el hombro de Perón, que no deja conmover por las veces que la vimos antes, y ahora otra vez, y es lo único peronista que hay en el sector. El mausoleo es de hormigón, líneas austeras, como un monumento al mausoleo, y los vidrios blindados. En las otras 18 hectáreas de parque, en esos árboles que hay, en las fotos, una música que pasan, unos discursos, un puente que pasa por un lago sin agua (pero quién sabe en aquella época), Perón vive.
Pag. 19
Aquí vivió
JUAN
DO M ING 1895 O Calle Buenos Aires 1380 (Lobos) (*) (**)
P
1917
PE
Tartagal (Salta) Villa Guillermina (Santa Fe)
1913 Paraná (Entre Ríos)
O
San Martín entre Lavalle y Tucumán (Capital Federal)
1902 Cabo Raso (Chubut), Camarones (Chubut), Comodoro Rivadavia (Chubut)
ÓNG ER
1905
1900 Chank Aike (Santa Cruz)
1919 Laferrere 3259 (Capital Federal), San Cristobal (Santa Fe)
RÓ
N
JU
AN D
1941
1942 Arenales al 3291 (Capital Federal)
1944 Posadas 1547 (Capital Federal)
DO M IN GO
Av. Perú entre San Lorenzo y Montevideo (Mendoza) Colón y Mitre (Mendoza) Agustín Alvarez y Martínez de Rosas (Mendoza)
U AN
1929 Eleodoro Lobos 1453 (Capital Federal), Zapata 315 (Capital Federal), Santa Fe 3641 (Capital Federal) 1936 O 1939 Bassano (Italia), Chietti (Italia), Piazza Esquilino 29, (Roma, Italia) Portal Fernández Concha MIN G O PERÓN J (Santiago, Chile)
1946
1955 Las Mercedes (Asunción, Paraguay) López Cué (Villarrica, Paraguay) Hotel Washington (Colón, Panamá) Calle 9 Nº 10.009 (Colón, Panamá)
PE R ÓN
Residencia Presidencial, Av. Libertador y Austria (Capital Federal), Quinta de San Vicente San Vicente, Buenos Aires)
JU A
1958
N
1956 Edificio Lincoln, calle 38 de barrio La Exposición (Colón, Panamá). Hotel Colón (Colón, Panamá), Barrio Guaqueiputo (Caracas, Venezuela) Barrio Florida (Caracas, Venezuela), Quinta Mema, barrio El Rosal (Caracas, Venezuela)
DO
I M
N GO
PE
AN
1962 Quinta 17 de Octubre, Navalmanzano 6, barrio Puerta de Hierro (Madrid, España)
N JU
Hotel jaragua (Santo Domingo, Rep. D PE R Ó Dominicana), Hotel Paz (Santo Domingo, Rep. OMINGO Dominicana), Sánchez y Washington (Santo Domingo, Rep. Dominicana) (***)
1960 Hotel Pez Espada (Torremolinos, España) Hotel El Pinar (Torremolinos España) Chalet María Luisa, barrio El Plantío (Madrid (España) Doctor Arce 11 2º Piso (Madrid, España)
1972
RÓ
Gaspar Campos 1065 (Vicente López, Buenos Aires)
N
JU 1974 AN DOM Quinta Presidencial (Olivos, Buenos Aires) ING (*) Actualmente Presidente Perón 482. O P ERÓ (**) Hay investigaciones que indican que Perón nació en Roque Pérez (Buenos Aires) el 7 de N octubre de 1893 y no en Lobos el 8 de octubre de 1895, como está registrado oficialmente. (***) Actual Autopista 30 de mayo, km 10.
MEMORIAS A 20 AÑOS DEL ATENTADO A LA AMIA
“Con cada uno de ellos me morí, me velé, me enterré y resucité” Por Lais Vázquez
Quienes salieron vivos del ataque que, en 1994, dejó 85 muertos, no sólo tuvieron que luchar contra el dolor de perder a sus seres queridos, ver destruida su fuente de trabajo y sufrir secuelas físicas. También lidiaron con una causa que en vez de condenar a los culpables, obstruyó los caminos a la verdad. Dos sobrevivientes relataron a El Cruce sus historias y renovaron, una vez más, su reclamo de justicia.
Pag. 20
Existen momentos en la historia argentina que nos tocan de una manera especial. Cuando recordamos la Guerra de Malvinas o pensamos en los 30 mil desaparecidos, sentimos el dolor de los que sufrieron como propio y nos unimos para reclamar algún tipo de reparación. Lo mismo ocurre con el atentado a la AMIA. La bomba que explotó la mañana del 18 de julio de 1994 frente a la entidad judía dejó 85 víctimas fatales y a 20 años de ese hecho no hay ninguna respuesta. La hipótesis acerca de que la organización iraní Hezbollah fue la responsable del ataque nunca pudo ser comprobada. La investigación sobre la conexión local para perpetrar el crimen sólo dejó encubrimiento, pistas falsas y sobreseimientos. Y entre todos esos escombros quedaron sobrevivientes. “Estaba enfrente de la AMIA y me desperté del coma a los 40 días. Viví esa situación, pero no sé lo que pasó en ese momento”, explicó a El Cruce Humberto Chiesa, quien trabajaba en su imprenta cuando todo estalló. “Fui la primera persona en ser rescatada porque Zeebi Broner, un amigo mío, tuvo el coraje de ir a buscarme. Tenía una he-
Pag. 21
rida grave y me llevaron al Hospital de Clínicas. Mi socio, Guillermo Galarraga, que era mi amigo íntimo desde el colegio, y Fabio Bermúdez, un empleado, fallecieron.” Otro caso es el de Hugo Fryszberg, que trabajaba en la mutual desde 1980 y estaba dentro del edificio cuando escuchó un estruendo y a alguien gritar “tírense al piso”. “Ese lunes llegué y llamé a los chicos de sepelios para que me bajen un sobre. Ellos me pidieron que suba porque había mucho trabajo y así lo hice. Me quedé con ellos un rato, era mi grupo de amigos personales. Minutos después de que bajé, no puedo precisar la hora, ocurrió el atentado. Estoy vivo porque hubo destrucción 20 metros adelante de donde yo estaba. Una vez que pasó todo, se escuchó el silencio. De a poco comenzó un murmullo. Había un humo negro muy denso por el que no se veía nada. Había gritos y un olor muy ácido, muy picante. Salimos a un patio que daba con la medianera del edificio de Uriburu. Subimos por una escalera y ahí todos tuvimos el primer contacto con la realidad. Abajo, una montaña de escombros con cientos
de tipos gritando, tirando sogas. Entonces vi la parte que faltaba y dije: Chau, los chicos de sepelios no están más.” Ese mismo día, Fryszberg fue a la morgue para reconocer a las víctimas y a la madrugada del siguiente tuvo que ir a trabajar como todos los días, pero esta vez al edificio de la AMIA en Ayacucho. “Tenía una inercia y una vocación de que algo había que hacer. No había tomado conciencia de la magnitud. Eso llegó mucho tiempo después”, expresó el sobreviviente en diálogo con esta revista. Las secuelas físicas y emocionales fueron innumerables. Chiesa estuvo dos años en convalecencia porque le cambiaron el parietal izquierdo, sufrió varias intervenciones para sacarle vidrios del cuerpo, no sabía si iba a poder volver a caminar y por mucho tiempo casi no hablaba. “Cuando me desperté quedé en un shock muy grande. Lo único que sabía era que no me querían dejar ir al baño y cuando vi mi cara en el espejo me di cuenta del motivo.” Fryszberg quedó con un 35 por ciento de incapacidad laboral. Su soriasis, que estaba controlada, recrudeció. Y perdió capacidad auditiva a causa de la explosión.
El tiempo, lejos de ofrecerle la sanación que tanto se le atribuye, le propinó nuevos golpes. “Tuve el triste rol de atender a toda la gente que venía con su muerto y de esperar a que vayan apareciendo mis amigos. Cuando aparecieron, yo tenía que hacer la ficha, organizar el velatorio e ir al cementerio. Y con cada uno de ellos yo me morí, me velé, me enterré y resucité. Fueron momentos y días muy terribles. Seguí trabajando dentro de la AMIA hasta mayo de 1996, cuando me echaron. No fue sólo a mí, fue toda una movida. Nos pagaron indemnización, pero ese fue el segundo bombazo, porque después de 16 años y todo lo que pasé, me sorprendió un viernes el telegrama de despido. Por el recuerdo de mis amigos, tomé el lugar de ellos, para representarlos de la mejor manera, y sin embargo así terminó mi relación con la AMIA.” Los sobrevivientes no sólo tuvieron que superar el atentado, además sobrevivieron a todo lo que vino después. Incluso a un procedimiento judicial que en vez de acercarlos a la verdad, oscureció aún más la situación. El juicio oral para esclarecer los hechos se
hizo entre 2001 y 2003. Con él se absolvió a un grupo de policías bonaerenses y lo único que se sacó a luz fueron irregularidades en el expediente de la investigación. El ex presidente Carlos Menem, el ex juez Juan José Galeano, el entonces titular de la SIDE, Hugo Anzorreguy, y los comisarios Jorge “Fino” Palacios y Carlos Castañeda están acusados por el encubrimiento del atentado, para frenar la llamada “pista siria”, en una causa que aún espera el juicio oral. En la misma investigación están acusados Galeano, Anzorregui y los ex fiscales Eamon Müllen y José Barbaccia, por el pago de 400 mil dólares al armador de autos Carlos Telleldín para que involucre a un grupo de policías bonaerenses. También está pendiente el juicio contra Carlos Telleldín, acusado de haber armado la Traffic-bomba. “Todos los días salía del trabajo y me iba ver el juicio”, recordó Chiesa. “Solo hablaba sobre los autos como si yo estuviera explicando cómo se imprime un libro.” Dato aparte, durante los días que duró el proceso judicial, Chiesa vivió por casualidad un episodio que lo impresionó. Mientras iba por una autopista, su auto tuvo un problema en el embrague y necesitó que le hicieran un remolque. En el camino a su casa, Chiesa escuchó que el encargado de llevar su coche insultaba a la policía. Al preguntarle por qué estaba enojado escuchó la respuesta más inesperada: “Porque
yo llevé la camioneta de Telleldín”. “Yo creo que no podemos dejar de ver lo que pasó acá, porque desde afuera habrán puesto la plata, pero acá hay un personaje llamado Carlos Menem que no sé cómo hizo para no ir a juicio. Me siento con un sombrero y un traje con rayas blancas y negras, porque siento que estoy preso. Todas las noches sale el tema, en un sueño, cuando uno se despierta o cuando te tocan la espalda de atrás. Y los demás están libres”, afirmó. Fryszberg coincidió con la misma idea. “Hayan sido los iraníes, los sirios o quien
El acuerdo con Irán El Memorándum de Entendimiento fue firmado entre las cancillerías argentina e iraní el 27 de enero de 2013 para la revisión de la documentación de la causa AMIA, tarea que estaría a cargo de una “Comisión de la Verdad” integrada por cinco juristas internacionales que elegirían ambos países. El objetivo era que las autoridades judiciales lograran interrogar en Teherán a los acusados por el fiscal Alberto Nisman y que actualmente tienen pedido de captura de Interpol. Tanto la DAIA como la AMIA criticaron que se llegara a un tratado con un Estado sospechoso de haber participado en el ataque y pidieron su inconstitucionalidad. Por su parte, asociaciones civiles como Memoria Activa y 18J, que agrupan a sobrevivientes, familiares y amigos de las víctimas del atentado, consideraron al acuerdo “una luz de esperanza” en una causa que estaba parada desde 2006. El 15 de mayo, la Sala I de la Cámara Federal lo declaró inconstitucional. El gobierno apeló y ahora, la palabra final la tendrá la Corte Suprema de Justicia.
Pag. 22
sea, hubo alguien acá que aprovechó todo. La trama es mucho más macabra, no sólo por el resultado sino por la previa. Es tan importante y fundamental el tema de la causa local porque fueron nuestros vecinos, que quizás caminaron al lado nuestro pergeñando la logística.”
Veinte años sin justicia “Cuando empieza mayo, junio y julio siempre hay un título en un diario. En esta etapa del año la causa empieza a activar-
Pag. 23
se. Pero lo que no tenemos es una forma de esclarecer lo que pasó el 18 de julio. Lo que yo quisiera es que a 20 años se abra un juicio y a la gente que operó en el Estado y se volvió encubridora, se le saquen esas vestiduras”, reflexionó Chiesa. “Este atentado fue para todos los argentinos. Es como la causa de las Madres. Es de todos.” Justicia, no venganza. Esa es la consigna que sostienen los sobrevivientes desde hace años. “No queremos nada más que saber la verdad. Que se investigue seriamente. Lucho y luchamos para dejar el testimonio, para que no se olvide. Para que nunca más vuelva a pasar”, resaltó Fryszberg. Las historias conmueven. Ambos relataron sus vivencias con ojos emocionados y voz, por momentos, temblorosa. Pese al dolor, los retrocesos en la causa, las tormentas constantes, lo único que tienen para ofrecer al mundo son buenos mensajes: “Alguna vez me han preguntado si yo tenía bronca con la comunidad judía por lo que había pasado –contó Chiesa-. Eso es como si tuviera bronca con los musulmanes por lo mismo. Cuando una persona es mala no tiene que ver con la nacionalidad o la religión, sino con la actitud de esa persona. Yo no discrimino”. Cada 18 de julio los encuentros son duros. Los años pasan, los familiares de las víctimas mueren y la respuesta sigue pen-
El resarcimiento que no llega En 2005 el entonces presidente Néstor Kirchner aceptó la responsabilidad el Estado y junto a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos se firmó una serie de puntos a cumplir, entre ellos, la obligación de promulgar una Ley de Reparación, para pagar una indemnización a los familiares de los muertos y a los sobrevivientes con heridas de condición grave o gravísima. Ese proyecto pasó varias veces por el Congreso, nunca se votó y acaba de perder estado parlamentario. “Los familiares están pasando situaciones monetarias y financieras muy difíciles. Pasaron 20 años, hay familias que quedaron destruidas. No están pagando por los muertos. No es que están cambiando plata por dejar de luchar. Esto es una obligación del Estado”, reclama el sobreviviente Hugo Fryszberg. No solo sufren daño moral. “Tomo un medicamento muy costoso, que sale 1800 pesos”, cuenta Humberto Chiesa. ”Esto fue en 1994, ¿cuántos años pasaron para que yo pueda cobrar una indemnización? Al principio me daba vergüenza reclamar algo, pero perdí mi negocio. Tenía empleados, deudas… y si bien mucha gente me ayudó, otros no estuvieron cuando los necesitaba.
diente. Chiesa es miembro de Memoria Activa y Fryszberg, de 18J, agrupaciones de familiares y amigos de las víctimas que los acompañan como querellantes en la causa y les brindan asistencia psicológica. Mantener vivos los conceptos de Memoria, Verdad y Justicia es su objetivo. El respaldo de los seres queridos fue fundamental. Fryszberg se refugió entre su esposa y sus dos hijos y Chiesa en su nieta, Abril, quien le devolvió la sonrisa. Así es
que hoy siguen siendo sobrevivientes. “Es una mochila, pero tenemos que ver que seguimos viviendo. Por lo único que hay luchar es por la verdad. Sabemos que la justicia es lenta, pero acá se hizo todo lo posible para encubrir. Veinte años es muchísimo. Es un número que te marca –concluyó Fryszberg-. Los muertos nunca van a descansar en paz hasta que los culpables paguen por lo que hicieron. Y por todo eso estamos trabajando.”
Alejandro Leonelli
Crear es como comer o levantarse a la mañana Por Juan Relmucao y Fernando Núñez
Raro, psicodélico, pero efectivo. Especialista en tapas de rock (pregunten por Ale Leonelli a los fans de Pez) dibuja con el disco en repeat y se mete en los ensayos para fijar el concepto. Se tira a la pileta con su arte: “Es complicado laburar para la Coca Cola y hacer caricaturas de Bin Laden”. Por su estudio pasó El Cruce. “Uh, este chabón no tendrá una tuca, ¿no?”. Son dos, están de civil. Vieron el Gol ´96. Esto es Colegiales; el único modelo ´96 lo maneja el portero. “Documentos, ¿qué están haciendo?” (con esa pinta de conurbano.) “Somos periodistas”. Cara de lástima. Alguien peló carnet. Impreso en una Epson. Autogestión: tendrán sus miserias, pero te dan el comprobante de lo que sos. Se fueron. A pocas cuadras Alejandro Leonelli, ilustrador, artista gráfico, NO PUBLICITARIO, (NO, ¿OK? NO). Abre la puerta de su estudio prestado y ofrece bebida, asiento y 27 grados en un mayo lluvioso. -¿Separás tu obra artística de tu producción laboral? -Sí, esa separación se da hasta en la época del Renacentismo. Y antes, más quizá, porque los tipos pintaban exactamente lo que decía la Iglesia. Todo el tiempo. Ahora las cosas están muy (busca las palabras) complicadas para ganar guita en el ámbito visual. Está todo muy embarrado, muy complejo. Pag. 24
-¿Cómo es ser un artista visual independiente? -Y… hay algo de Tarzán: te soltás de una liana, y te quedás esperando a que venga la otra. Y en ese momento estás... (Hace el gesto de estar en suspenso). Yo empecé a hacer flyers de bandas en el ´95. Estaba en séptimo grado. Y a través de esas bandas conocí a otras. Uno de los pibes laburaba en una agencia publicitaria cómo trainee y me recomendó. Cuando me fui de ahí no laburé nunca más en relación de dependencia, dentro de otra agencia publicitaria. Nunca más (se ríe, casi sorprendido). -¿Hubo apoyo familiar? En mi casa había apoyo total porque mi tía dibuja y mis viejos vienen de la generación más hippie. Ya tenían esa apertura. Tengo una estructura social que más o menos entiende que estoy en esta. Además tengo una vida súper sencilla, muy alejada de la opulencia. Al mismo tiempo, el laburo le va dando forma a tu vida, hasta que llegás a un punto de simplicidad en la que te manejás tranquilo.
-En tu caso, ¿ser independiente significa hacer lo que querés? -Vos no podes elegir qué tipos de laburos hacés para ganar guita. Si tu laburo es 90% antisistema y trata de no repetir la mismas formas de representación tradicionales, va a ser complicado que te llamen. Laburar para una marca es como si yo te diera una de esas reglas con moldes de letras y te dijera: “podés escribir lo quieras…. pero sólo con esto”. -¿Entonces? -Entonces tenés que decidir. Lo que voy a tratar de hacer ahora es tirarme a la pileta una vez más y evitar cosas que no quiero hacer. Si vos llevás un mensaje así es complicado que te llamen. Es complicado dibujar para Coca Cola y hacer caricaturas de Bin Laden. -¿En qué estadio está tu carrera? -Estoy tratando de dejar de hacer cosas que no exijan lo mejor de mí. Más que nada porque las hago con el 30 por ciento de mi energía. Y no está bueno laburar
Pag. 25
comer, levantarte a la mañana, así. -¿Te sentís en tu elemento? -No es el lugar donde me siento más cómodo. Si hay un tipo solo que opina es más fácil, pero al mismo tiempo laburar la gráfica de una banda, que incluye otros puntos de vista, es difícil. Las condiciones ideales las conseguí con Pez, con Humo del Cairo, siempre con acuerdos y desacuerdos. Estoy dejando de laburar con bandas en parte por esto y porque no se da mucho esa libertad y no quiero decir “dame el disco y la tapa la hago como se me canta”.
con esos niveles, nunca. Imaginate que te va bien con la estructura laboral que tenés. Te va bien en serio hasta que empezás a vivir únicamente de esa estructura. En un momento vas a necesitar escindir tu arte de tu trabajo otra vez. Siempre va a existir eso. Un artista -yo no lo puedo hacer muy bien por ahora- tiene que vivir una armonía entre su trabajo y su arte. -¿Como encarás el laburo de hacer una tapa? -Hago mi lectura escuchando el disco. Dibujo con el disco en repeat, trato de ir a los ensayos y meterme en la banda en serio. Más que por compromiso, lo hago así porque no tengo otra forma. Nunca me tomé esto específicamente como un laburo. Es como una cosa que tengo que estar haciendo. Es una actividad que no está siempre relacionada con algo satisfactorio. Es loco. Es como muy orgánico. Como
-¿Cuánto de tu ideología se ve en tu obra? -Hay mucho de eso en lo que hago. Pienso que como están las cosas en estos días, que cualquiera sube cualquier cosa a Facebook, hay que pensar qué tipo de imágenes comparte uno. Yo todavía no encontré cómo escaparle a las formas de representación de siempre. Hace poco comencé a preguntarme ¿Desde qué lado quiero expresar? Es complejo, estoy casi todo el día en un ostracismo total en el que reflexiono sobre el hecho de la belleza y la verdad. Hacer cosas por hacerlas o hacer cosas con un objetivo, un sentido y una responsabilidad. -¿Qué objetivos tenés como artista? -Estoy muy obsesionado con no tener que traducir tanto, estilísticamente hablando. Tengo una estética súper heterogénea pero lo quiero dejar de hacer. Mi objetivo es tratar de buscar una forma más uniforme. Más que nada para mi cabeza. Otro objetivo es dejar de usar la computadora. Quiero hacer un dibujo o lo que sea, escanearlo y usar la PC sólo para eso. No para producir.
Alejandro Leonelli, artista visual -Comenzó a trabajar para grupos de rock cuando estaba en séptimo grado. Desde hace tiempo realiza todas las gráficas de la banda Pez (entre otras). -Trabajó en una agencia publicitaria a los 20. No es publicitario. -Realizó una exposición en FM Gallery, de California; de esa exposición salió el libro Mental Vomits On Ink. -A pesar de varios intentos, nunca estudió de manera formal. Aún así, dicta clases de creatividad. -Con su esposa, Malén Di Santo, son la dupla creativa que lleva adelante el estudio y taller Gogogoch. El nombre da una idea del estilo de comunicar: raro, psicodélico, contundente y efectivo.
Gogogoch: un poco más lo propio “En 2008, después de ocho años de estar con Malén (su mujer) nos dimos cuenta de que habíamos estado siempre laburando con bandas, pero separados. Con muchos formatos, haciendo cosas diferentes. Y pasó que en la agencia microscópica donde laburaba, Amauta Lab, a veces llegaban laburos de mucha guita. Y ahí nos dimos cuenta de que el laburito que hacíamos se estaba transformando en nuestra forma de vida. No era así porque ganáramos plata, sino porque lo estábamos haciendo todo el tiempo. En 2008 hicimos el sitio (www.gogogoch.com.ar) bajo la premisa de que se pueda ver la evolución de los trabajos. Desde ese momento laburamos bastante bien, ahora queremos empezar a dejar de trabajar con lo que los otros nos dan y hacer un poco más lo propio: Editar un libro de fotos de Malén, por ejemplo. Jugarnos con esa, que nos vaya como nos vaya, pero con la nuestra.”
Dibuje, maestro
Pag. 26
Leonelli/Gogogoch
Pag. 27
CAMBIOS EN EL CODIGO PENAL
“Una reforma racional y más justa” Por Leonardo Castillo
Roberto Carlés, coordinador de la comisión que elaboró la iniciativa, en una entrevista con El Cruce, defiende la necesidad de reformar una norma que sufrió más 900 modificaciones a lo largo de su historia y de debatir una ley alejada tanto de “la lógica de la mano dura” como de “las teorías abolicionistas”. “A 96 años de su sanción, y con más de 900 reformas sobre su redacción original, la necesidad de una reformulación se impone por decantación. Hoy por hoy, los jueces no disponen de parámetros claros sobre los cuales fallar”, sostiene Roberto Carlés, coordinador de la comisión que elaboró el anteproyecto del nuevo Código Penal, cuando se le pregunta sobre las razones que justifican la modificación del texto que establece penas y sanciones en el sistema legal argentino. Doctorado en Derecho Penal, Carlés habló con El Cruce sobre las implicancias de la reforma que próximamente será debatida en el Congreso y defendió la iniciativa al asegurar de que se trata de un anteproyecto “moderado y racional, muy alejado de la lógica de mano dura y absolutamente diferenciado de las teorías abolicionistas”. “Esperábamos críticas y oposiciones a esta reforma, para dar esas discusiones estábamos preparados los integrantes de la Comisión que elaboró el anteproyecto, pero lo que nos descolocó un poco es que se utilizaran argumentos de tan baja estofa para denostar el trabajo que realizamos”, admitió Carlés, secretario adjunto de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología (ALPEC). Pag. 28
-Una de las objeciones que se le formulan al anteproyecto es que se plantea la eliminación de la reincidencia como agravante al momento en el que un juez deba establecer una pena. ¿Esto es así? -La reincidencia no se elimina. Eso es una falacia.Lo que se elimina en rigor es la libertad condicional y se establece un régimen de penas alternativas. A este beneficio se podrá acceder a partir del cumplimiento de la mitad de la pena, pero si se trata de una persona con antecedentes o condenas anteriores tendrá que haber saldado dos tercios de la duración del castigo que le impusieron. Estas penas alternativas pueden consistir en trabajos comunitarios o algún mecanismo con el cual se resarza a la víctima. -¿Y cómo es ahora? -En la actualidad, nadie controla la libertad condicional de una persona. El único requisito que se exige después de concederse es que el condenado, una vez que sale de prisión, se presente ante un juzgado para firmar un papel. Lo que proponemos ahora es desarrollar mecanismos de control de parte del sistema judicial sobre el condenado que recibe este beneficio. -Desde algunos medios de comunicación se afirmó que con algunos fallos, la Corte Suprema de Justicia había desacreditado el anteproyecto al ratificar la constitucionalidad de la reincidencia. -Eso es parte de una campaña orquestada desde algunos sectores políticos y por medios de comunicación. La Corte ratificó en varios fallos que otorgar el beneficio de la libertad a un reincidente era constitucional. Lo que proponemos en esta reforma es un sistema distinto, que comprometa más a la Justicia en la verificación del cumplimiento de la pena. -¿El anteproyecto implica necesariamente la reforma del Código Procesal? -Sí, porque hay cuestiones de procedimiento que debemos ajustar. Hoy tenemos un problema a la hora de procesar a las empresas o agentes económicos. La intención es ajustar estas
Pag. 29
Qué tiempor aquellos cuando los campeonatos los ganaban los equipos grandes #PartidoQueBarbaridad
nociones para ver de qué manera juzgamos a una corporación que haya cometido un delito. Hoy, las responsabilidades pesan sólo para las personas. -¿Qué pasaría con los delitos económicos en el nuevo Código? -Muchas penas se agravan y se establecen penas más severas de las que existen ahora, sobre todo en cuestiones como los delitos de lavado de dinero, defraudación y trata de personas. Son cuestiones que no se difunden porque el acento de los medios y de algunos políticos está puesto sobre el delito callejero, dejando en un segundo plano las tramas ilegales complejas. Alguien debería explicar por qué. -Otras de las objeciones que se le hacen al anteproyecto es que se termina con la prisión perpetua. -Tampoco es cierto. Veamos las cosas con un poco de perspectiva… En 1917, cuando se aprobó el Código Penal actual en Diputados, el Senado le introdujo la pena capital. Cuando el proyecto volvió a la Cámara Baja, Rodolfo Moreno, el diputado que había redactado el proyecto, le introdujo la figura de la reclusión perpetua para que la iniciativa se aprobara. Pero de hecho, esa pena nunca existió ni se aplicó. -¿Cómo es eso? -Claro, el Código actual establece que a los 20 años de habérsele dictado una pena a perpetua, el condenado tiene derecho La Comisión que elaboró el anteproyecto de reforma del Código Penal estuvo conformada por juristas de diversas tendencias como el ministro de la Corte Raúl Zaffaroni, el ex diputado de la UCR e integrante del tribunal que condenó a las Juntas militares, Ricardo Gil Lavedra, y Federico Pinedo, diputado del PRO, entre otros letrados y académicos de prestigio. La iniciativa cuenta con el aval de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y, antes de ser presentada en el Congreso, se debate en asociaciones profesionales e intermedias con el propósito de difundir sus alcances entre la ciudadanía.
de pedir la libertad condicional. En la práctica, la reclusión de por vida nunca existió. Salvo en el caso de (Carlos) Robledo Puch (preso desde 1972 por haber asesinado a 11 personas) que no accede a la libertad condicional por decisión de los jueces. De todos modos, es una situación muy especial, una excepción que confirma la regla. -¿Cuál es la pena máxima que se fija en el anteproyecto? -La pena máxima es la de 30 años, que es la establecida por la Convención de Roma para el delito de genocidio. Argentina ratificó esta convención que dio origen a la Corte Penal Internacional. Es una sanción razonable para delitos graves. Es lo que corresponde. -Usted participó en varias discusiones sobre el Código en entidades barriales, ¿cuáles fueron las principales inquietudes que notó en la gente en relación a este proyecto? -El nivel de las preguntas resultó muy satisfactorio. Hubo cosas que tuvimos que aclarar y que tenían que ver con esta campaña que se desató contra el nuevo Código. Muchas consultas sobre los delitos ambientales, los económicos y cuestiones sobre la trata de personas. Noté inquietudes que estaban muy alejadas de la lógica de “mano dura” que se agita desde algunos sectores políticos. -¿Cuál fue la crítica más desacertada que escuchó en relación a este código? -La de que iban a quedar en libertad 17 presos y que con este Código el dictador (Jorge) Videla habría quedado en libertad. Son burradas muy grandes. La juntada de firmas en contra del proyecto se impulsó en base a esos argumentos que son falsos, engañosos. Por lo tanto, esas rúbricas son nulas porque quienes suscribieron fueron engañados. -¿Cuál es el contrasentido más grande que conlleva el Código actual? -Hay muchos. Tengamos en cuenta que tras 900 reformas y modificaciones legales que remiten al Código se creó un engendro por el cual los jueces pueden decidir cualquier cosa. Existen delitos contra la propiedad que contemplan sanciones más duras que las de los crímenes contra la vida. En la cuestión del abigeato esto es muy claro. Robarse una vaca es más grave que matar a una persona. Evidentemente, estas normativas que ensuciaron el Código son el resultado de la acción de lobbies empresariales. -En ese sentido, ¿qué significó la sanción de las leyes impulsadas por Juan Carlos Blumberg que el Poder Legislativo sancionó hace 10 años? -Fue la gota que colmó el vaso de los desarreglos en los que nuestro sistema penal está inmerso. -¿Cómo tomó la carta que el papa Francisco le envió a Raúl Zaffaroni en respaldo a este anteproyecto? -A mí no me sorprendió. Estuve este año en Roma reunido con Francisco y me expresó que le conformaban el abordaje contra la trata de personas que incluimos en el Código. Se trata de una reforma racional, moderada y mucho más justa que las normativas que tenemos ahora.
CAMBIOS EN EL CODIGO PENAL
Más penas y olvidos Por Jennifer Almendras
Hace una década, el Congreso aprobó una reforma al Código Penal que endurecía penas para ciertos delitos. Expertos en Derecho Penal coinciden en que esas normas no contribuyeron a resolver el problema de la inseguridad. Sin embargo, hay quienes insisten en las mismas recetas. Hace diez años, una multitud se concentraba frente al Congreso para reclamar mayores penas contra los delitos. Respaldaban al hombre que los había convocado, Juan Carlos Blumberg, cuyo hijo Axel había sido secuestrado “al voleo” y luego asesinado. Los legisladores aprobaron pronto el paquete de leyes que desde allí propuso, inspirado en su propio dolor pero sobre todo fogoneado por los ideólogos de la “mano dura”. Una década después, los problemas para el control de los delitos por parte del Estado persisten. Hay dirigentes políticos que insisten con la mismas recetas y aparecen grupos dispuestos a aplicar métodos aberrantes de represalias ante supuestos delitos. ¿Sirvió esa reforma del Código Penal? ¿Fue un avance o un retroceso? Los especialistas en derecho criminal y penal coinciden en que el aumento de las penas no es una solución para el problema de la seguridad y en que las reformas penales no pueden hacerse “al voleo”, y menos Pag. 30
como respuesta espasmódica al reclamo de las víctimas de la violencia. Esa reforma permitió la sumatoria de condenas hasta un máximo de 50 años de prisión, se subieron las condenas por portación de armas y para autores de secuestros extorsivos seguidos de muerte. La abogada y criminóloga Claudia Cesaroni, integrante del Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (Cepoc) sostiene que a pesar de que a esas leyes se las denomina Blumberg,“el ideólogo de su petitorio fue Roberto Durrieu, quien había sido subsecretario de Justicia de Jorge Videla” de manera que “el Parlamento Democrático terminó incorporando al Código Penal un catálogo de medidas elaborado por un empleado de los dictadores” “No se ganó nada y se perdió coherencia y la oportunidad de debatir sin presiones, si realmente las medidas resolvían algo o no”, afirma Cesaroni. “El aumento de la pena a 50 años, que es una pena inhumana que implica pasar la vida preso, es con-
traria a todos los criterios de reinserción social y a todos los tratados internacionales de derechos humanos. El sentido último de esa reforma es clausurar la vuelta a la libertad. Todo eso es contrario a los principios de reinserción”. “Otra discusión no saldada es si hay que escuchar las demandas de las víctimas para hacer reformas penales”, sostiene.“Hay países que tienen pena de muerte y son altamente criminógenos, como Estados Unidos”, dice, y advierte que “a partir de la idea de que no alcanza con poner más penas, se alientan medidas cada vez más brutales, hasta llegar a situaciones de violencia contra las personas que cometen algún tipo de delito”, como las que se hicieron públicas en los primeros días de abril. Para la criminóloga, el pedido de “mano dura” está emparentado con lo que desde los medios se denominó como linchamientos. “Poner en discusión si espertinente matar a una determinada categoría de personas, y para peor, privatizando la venganza en cabeza de los pretendidos linchadores, es un retroceso inadmisible. Son turbas enceguecidas y alimentadas por el discurso de muchos políticos que dicen que quien comete un delito tiene que pudrirse en la cárcel. El Estado tiene que hacerse presente, buscando a los responsables de esos actos brutales y condenándolos como delitos gravísimos”, advierte Cesaroni.
Pag. 31
“Nunca se ha visto una mirada más numerosa, capaz de ser languidamente velada por emociones poéticas, así como vivir del mundo exterior” #UnSobrinoSobreElTío
“Con las Leyes Blumberg se perdió aún más la coherencia del Código Penal”, afirma Darío Kosovsky, abogado penalista, docente e investigador del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (Inecip). Para él, esa reforma fue “una de las peores intromisiones” en la ley penal. “Los efectos se pueden apreciar con las acciones revanchistas, vengativas de casos puntuales como si eso fuera una solución a algo. ¿Acaso con los linchamientos quisieron mostrar al Estado lo que debería hacer?”, reflexiona. “En materia de seguridad, las leyes Blumberg han tenido un impacto absolutamente negativo, en términos de que no han provocado ninguna mejora en los índices delictivos y han causado retrocesos en las reformas funcionales que se habían encarado en ese momento. Además, la prisión preventiva como herramienta de gestión de los conflictos no ha servido como elemento de mayor tranquilidad para la población”, afirmó el investigador del Inecip. “Se ha perdido tiempo, expectativas, recursos mal aplicados, dinero, recursos humanos. Se han perdido avances en reformas políticas que se habían logrado en el
ámbito de la Provincia de Buenos Aires, se retrocedió dramáticamente a nivel institucional sobre avances que se habían dado por otras gestiones”, agregó. Esteban Díaz, defensor oficial en lo Criminal y Correccional de La Matanza y profesor de Criminología en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora sostiene que “en la práctica, lo que produjo esta legislación es un endurecimiento de las penas, lo que no permite la excarcelación, por lo que las personas permanecen encerradas hasta que se establezca una pena o se llegue a un juicio”. Uno de los delitos cuya pena más aumentó es la portación de arma de guerra: el mínimo que antes era de dos años y 6 meses pasó a ser de tres años y 6 meses. Para Díaz, uno de los aspectos positivos de la reforma fue la Ley de Servicios de Comunicaciones Móviles, el registro de teléfonos celulares, porque “permite de esa manera ante el eventual delito que se pueda rastrear, esclarecer el delito y castigar al autor”. Díaz sostiene que el delito ha disminuido, no tanto por efecto de estas leyes sino por acciones preventivas como “los programas
de desarme, en los que el Estado da una cantidad de dinero a los ciudadanos por cada arma que se entrega”. En el plano de la prevención,“las políticas que hoy se aplican son buenas”, afirmó, en relación con la mayor inversión en educación e inclusión social. Para Cesaroni, “hay que pensar un nuevoCódigo Penal”. “Hay un anteproyecto que debe ser sometido a discusión democrática. A partir de ahí, establecer un sistema lógico de penas donde lo más grave tenga más pena y lo menos grave, más baja.”La especialista sostiene que “pensar que la cárcel es la gran solución es un error”. Kosovky opina que antes que reformar el Código Penal es necesario modificar el de Prodecimientos Penales. “Tener un sistema inquisitivo, donde el proceso de las investigaciones están a cargo de los jueces de instrucción con escritos secretos y sin audiencias, hace perder coherencia”. Según el especialista, se debería dar a los fiscales un nuevo sistema u otras herramientas para gestionar los conflictos, es decir “sacarse de encima los procesos penales leves, que no ameritan que los juzgados y las fiscalías se llenen de casos menores”. De esta forma, el sistema penal se utilizaría para gestionar conflictos y permitiría que el Estado democrático pueda encontrar otras herramientas, con lo cual el sistema procesal penal debería desagotar el sistema para que realmente se encargue de la justicia. La Ley 25882 cambió el artículo 166 del Código Penal. Incrementa un tercio de la mínima y máxima en la condena a quien porte un arma de fuego si se comprueba que es apta para disparar. En cuanto a la Ley 25.891 de Servicios de Comunicaciones Móviles establece el registro de usuario, que obligan a las empresas a registrar y sistematizar los datos personales de los clientes de telefonía móvil. Por último, la modificación del Artículo 189 bis que endurece la pena de 5 a 15 años para los delitos con armas.
Nadar en la (sobre) abundancia Por Soledad Arréguez Manozzo
El rigor, chequear las fuentes. Algunos preceptos no cambian. Pero las herramientas sí, y hay que aprender a manejarlas para no perderse la información. Sandra Crucianelli, referente del periodismo de datos en el país, contesta la pregunta: ¿hay que hackear al periodismo? Cuando las computadoras llegaron a la redacción donde trabajaba fue una de las primeras en encenderlas. La curiosidad por ese nuevo entorno llevó a Sandra Crucianelli a especializarse en el periodismo de investigación con énfasis en fuentes digitales y bases de datos. Años más tarde, como docente del Centro Knight para el Periodismo en las Américas de la Universidad de Texas, escribió un manual práctico dirigido a ayudar a los periodistas a entender mejor cómo utilizar las herramientas digitales en su trabajo diario. “El periodista del futuro tiene que estar muy bien formado en estas ramas, conocer las herramientas y recursos”, subrayó la periodista argentina, en una charla con El Cruce. -¿Cómo modifica la práctica periodística el avance de las nuevas tecnologías? -Los cambios vienen desde hace varias décadas. En los últimos años, en especial desde 2005, se han visto nuevos paradigmas de la comunicación motivados por la tecnología y la aparición de la web 2.0. El acceso a esta tecnología acerca a los periodistas a nuevas fuentes de información, y en este proceso cambia el modelo de comunicación y se establecen nuevos parámetros Pag. 32
y herramientas. Los periodistas no estamos acostumbrados a trabajar en un mundo de sobreabundancia de información. La capacidad de generación de datos no nos da el tiempo para procesarlos y encontrar noticias delante de ellos. El que no tiene las herramientas puede verse perdido para encontrarlas y procesarlas. -¿La tecnología viene a redefinir conceptos claves de la profesión como “fuente”? -Depende del tipo de relación que el periodista tiene con su audiencia. Los preceptos del periodismo siguen siendo los mismos, pero cambian las herramientas y los escenarios. Si bien se plantean desafíos en un nuevo escenario, la cuestión de fondo sigue siendo la misma: verificar la fuente y tratar de no desviarnos del camino de la verdad periodística. En 2008 creamos un medio digital basado en fuentes digitales, sin otra herramienta que la tecnología. Hay otras formas de hacer periodismo que prescinden de la tradicional, por ejemplo el periodismo basado en documentos, con acceso a base de datos. -El periodismo siempre se nutrió de datos ¿Cuál es la novedad que introduce esta disciplina? -La primera gran distinción es que se maneja un gran volumen de información, por ejemplo 3 mil o 14 mil filas de una hoja de cálculo. La otra es que hay un mayor nivel de interactividad en la visualización de esa información: el usuario decide qué quiere ver y cómo. La tercera es que, para procesar los datos, se necesitan dos habilidades que no estaban incorporadas en la práctica periodística: el Data Mining, el minero de datos, que lo hacen los analistas de sistemas, y el programador informático que conoce el lenguaje para crear aplicaciones de noticias (News Application). Esto es nuevo en el equipo periodístico. -Este escenario implica conocimientos que no son periodísticos. El perfil del comunicador se fusiona con otros vinculados con la informática ¿Hay que hackear el periodismo?
Pag. 33
“La nariz aristocrática era, en sus narinas, un órgano vivo: narinas ampliamente abiertas y temblorosas” #UnSobrinoSobreElTío
FICHA Sandra Crucianelli @spcrucianelli
Especialista en Periodismo de Investigación y Precisión, con énfasis en fuentes digitales y Data Journalism. Se desempeñó como productora periodística y conductora de los noticieros Siete Mundo y Bahía en Síntesis, del Canal 7 de Bahía Blanca. Knight International Journalism Fellow, trabaja en Buenos Aires para el International Center For Journalism (ICFJ). Miembro del Consejo Asesor del Centro de Periodismo Digital de la Universidad de Guadalajara, en México. Escribió el libro Herramientas digitales para periodistas, publicado por el Centro Knight de la Universidad de Texas. En 2008 fundó Solo Local. Info, un proyecto de periodismo digital hiperlocal basado en el uso de fuentes digitales, para la ciudad de Bahia Blanca. Se dedicó a investigar el uso de datos abiertos (Open Data) aplicados al periodismo; la experimentación en narrativa multimedia y las utilidades de las redes sociales para periodistas, con énfasis en Facebook y Twitter.
Datos abiertos: pinta tu aldea Con las nuevas tecnologías de la información, organizaciones, empresas y el Estado pueden abrir sus datos al alcance de la mirada popular. Eso tiene la capacidad de transformar los procesos de toma de decisión y de creación de políticas públicas. De este modo, al abrir el acceso a un dato, su valor y su utilización se incrementan. La utilización de datos abiertos constituye un paso fundamental para alcanzar la transparencia en el sector público. Estas herramientas dentro de la gestión gubernamental permiten visualizar estadísticas, segmentar problemas, analizar tendencias y correlaciones en tiempo real, con el fin de desarrollar programas basados en información estadística que den respuestas efectivas.
Me interesa promover dentro de los medios la cultura hacker; es decir, el hecho de que los editores entiendan que necesitan un programador dentro de la sala de redacción, creando equipos
de datos. La mayor apertura de la información nos coloca en un escenario desconocido. Hay una necesidad de adaptarnos para no perder noticias. Un día los gobiernos tenían datos abiertos en formatos como *csv. El Open Data no fue buscado por los periodistas. El periodista del futuro tiene que estar muy bien formado en estas ramas, conocer las herramientas y recursos. ¿Cuál es la importancia de que los datos sean abiertos? Se trata de un movimiento a nivel mundial: poner datos accesibles al alcance de la gente, con valor social. Es muy importante que los gobiernos ofrezcan datos abiertos ya que hay una gran cantidad de noticias atrapadas allí. Podemos descargarlos, analizarlos e interpretarlos. Todavía no hay una utilización masiva, y no siempre los datos que están en línea son los que queremos trabajar.
Una fusión
impensada de saberes Por Soledad Arréguez Manozzo
Convertir un conjunto de datos crudos o aburridos en una historia atractiva puede resultar abrumadora. O una grata tarea compartida que agregue valor al producto periodístico. Más de un periodista se habrá preguntado cómo transformar la gran cantidad de cifras y porcentajes de un censo en un artículo que no desaliente al lector a los pocos párrafos. Es que si bien las noticias siempre presentaron datos, la superabundancia de información en un mundo digital puede llegar a convertirse en un dolor de cabeza. El periodismo de datos, especialidad que ganó popularidad en los últimos años, analiza, interpreta y visualiza grandes volúmenes de datos públicos para contar historias con la máxima información disponible en la galaxia Internet. El avance de las nuevas tecnologías, y sobre todo, la red 2.0 revolucionaron el procesamiento de datos con herramientas que permiten narrar historias con una mayor (y mejor) calidad de contenidos. Pag. 34
Con mayor frecuencia las redacciones utilizan software especializado que permite encontrar nuevas relaciones entre documentos y transformar simples variables en aplicaciones interactivas, visualizaciones, videos, infografías o conjuntos de datos abiertos. De esta forma, proponen a la audiencia una lectura distinta de los portales web, ya que con tan solo un clic decide qué información guardar y cuál descartar. Estos mecanismos favorecen la interacción entre el equipo de noticias y los usuarios de la web. Hechos, variables, atributos, números, referentes y valores flotan en la inmensa World Wide Web (www). La tarea de convertir un conjunto de datos crudos -aburridos, confusos o distorsionados- en una historia atractiva puede resultar abrumadora. Para buscar e interpretar enormes caudales de información, los periodistas trabajan de forma colaborativa con especialistas de diferentes áreas (ingenieros en sistemas, programadores, diseñadores, desarrolladores web, estadísticos) en una fusión impensada de saberes para las re-
Pag. 35
“... hablaba con todo el cuerpo: la articulación del brazo con el hombro era jovial, la de la mano con el brazo era encantadora” #UnSobrinoSobreElTío
El periodismo continúa el debate sobre su futuro en este escenario. “Los medios son intermediarios por excelencia entre la información y la audiencia. No sé si hay que reiniciarlos, pero al menos habría que actualizar el sistema operativo, defragmentar el disco y prender el wi-fi”, señaló Belbis.
Tecno + Data
dacciones décadas atrás. En encuentros como Hack/Hackers Buenos Aires, los comunicadores se reúnen junto con programadores (hackers) para realizar innovaciones en el modo en que los medios presentan la información. En estos espacios, se busca compartir experiencias sobre el procesamiento de datos: cómo ordenarlos, jerarquizarlos, inter-
Sitios con open data datospublicos.gov.ar/ data.buenosaires.gob.ar/ cij.gov.ar/gobiernoabierto/ google.com/publicdata/directory/ Navegando datos The Guardian: www.guardian.co.uk The New York Times: www.nytimes.com The Texas Tribune: www.texastribune.org pretarlos, mostrarlos, compartirlos y dejarlos abiertos para que otros navegantes
también puedan explorarlos y presentarlos en nuevas plataformas. Para Juan Ignacio Belbis, docente e investigador en la UP, el periodismo se nutre al integrar en sus procesos diferentes disciplinas. “Las riquezas más grandes surgen de la imbricación de las visiones, herramientas e ideas de personas que vienen de diferentes profesiones, industrias y orígenes”, aseguró en diálogo con El Cruce. Entonces, el periodismo de datos se propone “agregar valor al producto periodístico desde la profundidad, y a su vez facilitar el acceso a esos contenidos”. En una sociedad tecnologizada, una noticia puede surgir de una pelea en Twitter o de un video casero en YouTube. “De alguna forma este entorno de convergencia cultural afecta al proceso de producción periodística al ampliar la oferta de fuentes de información y nuevos ritmos de entrega de noticias”, de acuerdo con la mirada del especialista.
Algunas herramientas digitales para transformar datos: Google Spreadsheets, Fusion Tables o Google Refine. Estas herramientas gratuitas de Google permiten procesar gran cantidad de datos y presentarlos de forma atractiva para una mejor interpretación. Fusion Tables permite almacenar datos abiertos en repositorios y, finalmente, visualizarlos en una tabla, mapas, gráficos o líneas de tiempo. Many eyes. Es una plataforma gratuita que permite crear cuadros estadísticos, infografías y gráficos interactivos. El servicio de uso público permite que haya conversación alrededor de una visualización, los usuarios pueden aportar sus puntos de vista de la visualización y proponer otros enfoques, otras visualizaciones, a partir de los mismos datos. Datawrapper. Servicio gratuito para la elaboración de visualizaciones simples como gráfico de barras, diagramas circulares y gráficos lineales. Es una herramienta de código abierto para realizar cuadros en cuestión de pocos minutos. Tableau. Herramienta de análisis multidimensional de datos para visualizarlos en paneles interactivos. Es uno de los recursos utilizados para contar historias con visualizaciones que fomentan la retroalimentación. Piktochart. Utilizado para crear infografías de forma sencilla y compartir los resultados en páginas web o redes sociales. Por medio de plantillas, la herramienta permite personalizar el fondo, colores y textos de las presentaciones.
CLUB Y PATRIA
Bandera
de mi corazón Por Matías Quercia
El fútbol sirve para generar identidad a partir de los clubes. Y ni que hablar de las instituciones que tienen una colectividad por detrás. Aquí, la lucha de Español, Italiano, Armenio y Paraguayo por transmitir las tradiciones de sus ancestros con la pelota como lazo de sangre.
Pag. 36
El fútbol es una pasión sin fronteras. Una sensación que puede certificar cualquier hincha. Los colores de las camisetas materializan una historia de arraigo. Una identidad. Sin embargo, hay clubes que no se quedan sólo con lo que ocurre dentro del campo de juego. Están los goles, las vueltas olímpicas y también las angustias. Pero a todo eso, a decir de los protagonistas, se les agrega “un sentido de pertenencia que va más allá de los estrictamente deportivo”. Se trata de los clubes que le dan una “expresión cultural” a las colectividades que se asentaron en la Argentina a lo largo de los siglos pasados. Cultural y no simplemente deportiva porque, según quienes lo viven a diario, canalizan una forma de ser, una pertenencia, que absorbe a todos. Esas palabras se repiten en Deportivo Español. Allí, desde el presidente, Daniel Calzón, hasta un histórico como el ex arquero Pedro Catalano disfrutan de “ser españolistas”. Y lo mismo sucede con Sportivo Italiano, su archirrival europeo, que en toda su estructura, cualquiera sea el cargo, considera al “azzurro” como una “segunda casa”, sea quien fuera, un
Pag. 37
ex presidente como Franco Saulino o un colaborador desde un medio partidario como Fernando Mainero. No se queda atrás Deportivo Paraguayo, que representa a un grupo “con un arraigo increíble”, que incrementó su número de seguidores en las últimas décadas. Así lo entiende, por caso, Leonardo Ramírez Acuña, defensor del “Guaraní”, erigido como un emblema del plantel. “Mis raíces son paraguayas y el club es un espacio de construcción de mi identidad”, resume el futbolista nacido en Argentina, pero con cien por ciento de sangre paraguaya. Y similar historia se repite en Deportivo Armenio, como lo supo poner en palabras uno de sus fundadores, Vahram Citcioglu, que antes de fallecer, en 2011, dejó una consigna: “Mi gran deseo es ver a los jóvenes integrarse en el club, que estén todos unidos y sientan la armenidad”. Esa cuestión es la que intenta responder El Cruce, en la búsqueda de una orientación hacia lo que significa ese sentido de pertenencia a unos colores que no son simplemente los de una camiseta de un club de fútbol, sino los de la bandera de sus patrias.
Las raíces Abre el juego Antonio Spinelli, de familia italiana y fanático del ACIA. Esa sigla habla del principio del Sportivo: Associazione Calcio degli Italiani in Argentina. Así se lo conoció al club al ser fundado en 1955. Hoy quedó como apodo. “Eso marca los orígenes. La realidad es que tenemos un pedazo de Italia acá, y eso para nosotros es fundamental”, remarca quien traba-
Verdugo de gigantes En sus dos temporadas en la A, Armenio selló dos hitos para el recuerdo: venció a River en el Monumental y a Boca en la Bombonera. A los de Núñez le dio vuelta la historia tras caer 2 a 0 gracias a un triplete de Raúl Wensel. Al Xeneize, en tanto, lo derrotó 1 a 0, con un gol de Silvano Maciel, aprovechando un error de Hugo Gatti. Fue el último partido del Loco como profesional.
La época dorada Español se mete en la pelea grande. Dos terceros puestos en las temporadas 85/86 y 88/89 y un par de participaciones en la Copa Conmebol (92 y 93) fueron los hitos del conjunto del Bajo Flores en su etapa dorada. Entonces se lucía el enorme Pedro Catalano en el arco y José Luis Rodríguez era su gran figura y goleador.
jara en las divisiones inferiores de la institución. Actualmente, si bien está alejado de la actividad, no se olvida porque “la sangre tira”. Spinelli, sin embargo, pone en consideración una problemática: “Si bien es cierta esa cercanía, a mi entender, las raíces se van perdiendo poco a poco. Tiende a perderse la identidad de manera pronunciada porque se fue muriendo la generación que creó los lazos con la institución y tanto los hijos como los nietos de aquellos que la fundaron ya no tienen el mismo interés”. Pero la pelota, caprichosa, busca romper esa dificultad mediante alegrías en la cancha, intentando consolidar ese interés diluido. Es que, asomándose a los 60 años del puntapié inicial, “el Tano” consiguió esta temporada el ascenso a la Primera B Metropolitana luego de un par de campañas en la C. Y con ese envión se afirma, dado que pretende volver a ser lo que era, añorando los pasos de gloria que lo supieron llevar a Primera en 1986-87, la única temporada en
que se codeó con la elite del fútbol nacional. Según Mainero, el declive de Italiano se originó en “no poder asentarse en una categoría”. Aun así, se pegó el salto de calidad que se requería. “Era una obligación subir y por suerte se logró. Esta felicidad tiene que servir para no volver a sufrir este tipo de dramas. Hay que mirar para adelante como un desafío para no caer otra vez. Es verdad que la fuerza de las raíces se va perdiendo. Pero en Italiano aún hay un sentido de pertenencia que no se va a desvanecer nunca, y estos logros deportivos ayudan a que ese amor se sienta más fuerte”, explica el periodista partidario. Del otro lado del duelo de las dos Penínsulas está Español. Así, a secas. Por inconvenientes legales, propiciados por pronunciados desmanejos económicos, aquel Deportivo Español nacido en 1956, el mismo que tuvo una historia rica en la máxima categoría, con 14 años ininterrumpidos, entre 1985 y 1998 -antes había estado en 1967-, entró en un bajón y, quiebra mediante, pasó a llamarse, ya en 2003, Club Social, Deportivo y Cultural Español de la República Argentina, sello que se logró gracias al aporte de los socios, que defendieron a su club y evitaron su desaparición. “Estamos pagando las consecuencias de tanta desunión y espero que esta vez tomemos conciencia de que tenemos que estar unidos.” Así se expresaba el presidente en octubre de 2012 al momento de tomar las riendas de la entidad. Hoy, consciente de las dificultades que decantaron en el presente futbolístico e institucional,
Un golpe para subir Calzón sabe que “de los golpes se aprende” y “tiran todos para el mismo lado, algo que brinda aire fresco para luchar”. A fin de cuentas, lo que se busca es mantener las raíces, no perderlas. Y una marca de ese registro, “acompañando a la colectividad”, se estampó en la propia camiseta. ¿De qué se trató? De una simple pero fortalecida campaña durante 2013 para que Madrid sea la sede de los Juegos Olímpicos en 2020 –compulsa que finalmente ganó Tokio--. La iniciativa radicó en utilizar un logo que rezaba “Apoyamos a Madrid 2020”, una consigna que se extendió a lo largo del planeta. Ese arraigo lo define Catalano, el histórico arquero que vivió la época de gloria de la entidad del Bajo Flores: “Español significa todo en mi carrera. Pasé mis mejores años acá, y eso para un futbolista es inigualable”. Con 333 partidos disputados de forma interrumpida bajo el arco del “Gallego”, una cifra récord para Primera División, retornó en los últimos años al club como entrenador de arqueros. “El club representa mucho, lo llevo dentro del corazón”, añade. “Cuando llegué, Español estaba en la C y en el club no había casi nada. Sólo tenía una pileta en el fondo. Además, el estadio tenía una sola platea de 30 metros y ni siquiera había campo de juego. Por suerte, me tocó vivir todo el crecimiento, porque estuve cinco años en la C, cinco en la B y después pude ser parte de los años más gloriosos en Primera”, rememora. Ese auge, con Catalano en el arco, la dupla Oscar López y Oscar Cavallero en el banco de suplentes, y el cuestionado Francisco Ríos Seoane como presidente, quedó en el olvido con el correr de los años y las complicaciones financieras. Dificultades que, a partir de los pedidos de quiebra, no sólo llevaron al cambio de nombre sino también a perder su predio, desde 2008 compartido con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que tomó la Ciudad Deportiva y se la cedió en un comodato por 20 años para desplegar, justamente, actividades deportivas, aunque parte de esas hectáreas, ocho en total, fueron destinadas al Ministerio de Seguridad para la Policía Metropolitana. El ex arquero no olvida esos momenPag. 38
Italiano apenas estuvo una temporada en Primera. Apenas seis partidos ganados --uno inolvidable sobre San Lorenzo, en cancha de Ferro--, 11 empates y 21 derrotas lo condenaron a perder la categoría. Sin embargo, para subir se dio el gustazo de mandar al descenso por primera vez a Huracán, al que superó en la final del Reducido, donde el Globo buscaba zafar de la Promoción.
tos de zozobra. “Fue terrible ver el club cerrado. La verdad es que era una desolación. No podía creer lo que veía y me puse a llorar, porque todo estaba destrozado”, comenta. Ahora, no está completo Español. Tiene su estadio, Nueva España, y un campo para las inferiores, pero no puede desplegar todo lo que podría darle a la colectividad en el Bajo Flores. Tal vez el impulso llegue gracias al ascenso a la B Metropolitana logrado este último semestre tras ganar el reducido de la Primera C.
Inmigrantes y migrantes Y surge otra gran disyuntiva: la esencia y pertenencia necesita un espacio, y ese sitio cuesta conseguirlo. Así ocurre con todos los clubes, y los que representan a las colectividades no son la excepción. El ejemplo más evidente es Deportivo Paraguayo. Anfitrión en la cancha de Liniers, una entidad vecina en La Matanza, el “Guaraní” tiene su sede en Constitución, en la Ciudad de Buenos Aires, y su campo de deportes en Villa Scasso, en González Catán. La ausencia de un lugar fijo le impide asentar a la colectividad y asociarla con un barrio. Pero eso no es problema para Ramírez Acuña. “No representamos a un barrio o a una ciudad, lo hacemos con un país detrás, y eso no es para tomar a la ligera”, subraya. Similar idea maneja Víctor Vidal Ayala, coordinador de fútbol de la entidad. “Ser el club de una colectividad es una responsabilidad muy grande”, indica. A diferencia del jugador, aclara que es vital tener un espacio propio. “En Villa Scasso tenemos más de cinco hectáreas y la
idea es ir armando nuestra cancha. Eso nos permitiría tener un lugar en el cual refugiarnos más”, señala. Histórico de la institución, en la que fue futbolista y director técnico, hoy, con 65 años, es un pilar en la estructura que sostiene al club. Y, con conocimiento de causa, impone su presencia: “Soy paraguayo y a este club le dediqué mi vida, muchas horas de esfuerzo y sacrificio. Por eso quiero verlo crecer, tener su espacio, su lugar”. Abrió sus puertas en 1961, pero las glorias deportivas no están plasmadas en trofeos ni medallas. Con apenas un puñado de años durante la década de 1990 en Primera C, el devenir futbolístico de Paraguayo se asocia en la última de las divisionales del fútbol argentino, y, campaña floja mediante, recientemente fue desafiliado por ser el peor promedio en esa categoría y deberá estar sin mover la pelota por una temporada, cediéndole la plaza a Puerto Nuevo. Pero eso no quita el grado de pertenencia que tiene la gente que lo hace funcionar. “Esta entidad tiene mucha vida social, con festivales representativos todos los fines de semana. Se vive de estas costumbres”, explicó Vidal Ayala. En sintonía está Ramírez Acuña: “En una colectividad, el sentimiento se hace más fuerte. La realidad es que no es lo mismo que en cualquier club”. La ecuación es simple: si bien no hay un espacio físico concreto para desarrollar con total disponibilidad el tiempo, “el sacrificio por estos colores supera cualquier tipo de inconveniente”. Y eso, obviamente, está por encima del fútbol. Ese sitio específico sí lo consiguió Deportivo Armenio. En Ingeniero Maschwitz, en el partido de Escobar, está instalado el Estadio Armenia, fiel reflejo, con los vi-
Pag. 39
vos naranjas, rojos y azules, de la madre patria. La felicidad de la colectividad se plasmó en la década de 1990. Tras peregrinar por distintas canchas, el lugar ya está asegurado. Lejos quedó aquel par de temporadas en Primera División cuando hacía las veces de local, en la mayoría de las ocasiones, en la cancha de Platense. Walter Oudoukian, el máximo artillero del “Tricolor” en el 87-88, señaló la trascendencia de contar con un campo propio. “Era absolutamente necesario tener un estadio que sea nuestro”, enfatiza. Y si bien reconoce que la actualidad está lejos de ser aquella de finales de los 80, apunta sobre la base de lo ya conseguido: “Hay que priorizar una buena infraestructura. Desde allí se puede mejorar todo, sea futbolístico, con divisiones inferiores en pleno crecimiento, o institucional, con un sustento consistente”. En ese mismo objetivo anda, más de 20 años después, Sportivo Italiano. Errante, luego de mucho recorrido y varios cambios, casi como los golpes que debieron sufrir aquellos inmigrantes que llegaban en barcos desde Europa, el ACIA halló su destino en Ciudad Evita. Sin embargo, antes de recalar en un terreno lindero a la autopista Riccheri, nada resultó sencillo. Debió esperar hasta 2005 para inaugurar el Estadio República de Italia en esas hectáreas compradas en 1989, pero muchos todavía recuerdan, con añoranza, su pertenencia a Bella Vista, sitio que lo marcó desde fines de los 60 hasta su cambio definitivo de residencia. En el medio, “el Tano” fue local en Platense, Argentinos, All Boys, Atlanta y hasta en Colegiales. Y allí radica el problema de la pertenencia para Spinelli y Mainero, quienes coinciden en que “Italiano es Bella Vista”. “No había posibilidades de sentirnos parte de un barrio si no había barrio”, argumenta Spinelli. Mainero redobla la apuesta: “Este es el único equipo que tiene que viajar cuando es local. En Bella Vista estaban los predios, las piletas y, fundamentalmente, hay un grupo grande que sigue al equipo”. Pero ya está determinado y no hay vuelta atrás. Entonces, será cuestión de “afianzar las raíces para que los chicos encuentren en Ciudad Evita al club de su colectividad”.
Esa es la premisa que persigue Paraguayo. De la mano de Marcos Vila, que estuvo en el club hasta hace poco más de un año como coordinador de las divisiones inferiores, el “Guaraní” dinamizó su cantera y hoy cuenta con un 70 por ciento de su plantilla nacida en el club, un registro que antes era imposible. “A los chicos les cuesta mucho acercarse porque es difícil ver en la situación en que está el equipo. Es el último orejón del tarro y la realidad es que los jóvenes siempre aspiran a más”, analiza. Pero explica su proyecto: “La prioridad es convencer a los jóvenes de que se acerquen, y una manera es llenando la cancha para motivarlos. En eso es fundamental el trabajo de la dirigencia, ya que no debe cerrarse y considerar que los hinchas sólo deben ser de la colectividad. Hay que abrir el espectro, acercar la colectividad a los demás, no ser herméticos”. Y funcionó. De los menos de diez jugadores que había hace unas temporadas, el tiempo llevó la cifra a 200, y hoy hay más de un centenar de equipos de insignia paraguaya en una liga interna. Vidal Ayala lo corrobora: “Son equipos representativos de pueblos de Paraguay que sirven para darle el salto de calidad a los chicos”. En Armenio, la intención es parecida. Refrescar las divisiones inferiores es una pauta trascendental si se quiere convertir en realidad las palabras de Citcioglu. No es
Cuna de un grande Deportivo Paraguayo tiene el honor de haber propiciado el inicio de la carrera de un futbolista que triunfó en Europa. Se trata de Julio César Dely Valdés, temible goleador, considerado el mejor jugador de la historia de Panamá. Y todo empezó en el “Guaraní”, tras una prueba desestimada en Argentinos Juniors, donde brilló su hermano Armando.
un logro sencillo, pero tampoco imposible. Ya lo habían insinuado dos ídolos de la institución, uruguayos ambos: Miguel Gardarian, símbolo y capitán de aquel conjunto que disfrutó la Primera División, y Apraham Yeladian. En su saludo al club por el medio siglo de vida en 2012, Gardarian enfatizó: “Todo es más fácil si la colectividad, completa, se pone a trabajar en pos del mejoramiento del club”. Y su compatriota agregó: “Esta institución marca a fuego a los que visten sus colores, y así debe seguir siendo”. Y no olvidó su situación particular: “Muchas cosas me marcaban esa identidad con los colores, como recuerdos de mi abuelo. Para mí, estar ahí era como jugar con la selección armenia; no era lo más alto en la gloria deportiva pero sí en lo sentimental”. Aquellos que defendieron las insignias de una colectividad se aferran al pasado. Al decir de Spinelli: “De los mínimos detalles que todavía perduran en representación de las naciones de nuestros viejos”. Con la “azzurra” de Italiano; la “roja” de Español; las tradiciones familiares en Paraguayo o el recuerdo permanente de un Armenio que cobija la historia trágica de aquellos iniciadores que llegaron a Argentina hace un siglo y que volvieron a partir desde el fútbol, “la expresión cultural” está asegurada de generación en generación.
ENTREVISTA
Zambayonny se puso la gorra Por Alejandra Fernández Guida Fotos: Esteban Díaz
Pag. 40
Pag. 41
Como un Justin Bieber sin YouTube, Diego Perdomo se hizo conocido por internet. La tele le puso un rostro y las puteadas un rótulo. Pero el cantautor procaz devino trovador y ahora lo pueden ir a ver las parejitas. Con su último disco, “Los años locos”, Zambayonny ahora escucha más suspiros que los agudos “pip” de la censura.
Antes de los 40: Abanderada del pedazo, quiero un lugar entre tus brazos. Después de los 40: El corazón de las muñecas cumple con la receta de no latir nunca jamás. A. 40: Yo quiero ser famoso, famoso, pero famoso de la chota para abajo. D. 40: Estos son los años locos, mi amor, mirá a tu alrededor, mirá qué maravilla. A. 40: No hay culo más ajeno que los que te dejan ciego. D. 40: El tiempo vuela, vuela, pero no pasó por esta vez la primavera. A. 40: No me hablés de amor mientras me chupás la pija porque no se te entiende nada. D. 40: La gorra.
linda de Palermo Seco, que con un “paja, pija, teta” hace una revolución.
Producto de una tele todo x 2 pesos, Zambayonny sobrevivió a Fita, la abuela que daba consejos; Sandor, el hombre mosca paraguayo; o a Rubén Peucelle, el ancho. Apareció en la Televisión Abierta de Gastón Duprat y Mariano Cohn con una máscara de catch y un repertorio verde oscuro. Hay que decirlo, Anabela Ascar lo hubiese hecho más famoso.
“No me gusta que le pongan nombre a las cosas. Me parece que si tenés la capacidad de hacer una canción que esté a la altura de un buen plan, te conviene no tener planes y hacer buenas canciones. Yo intento hacer buenas canciones y no tener planes. A veces hago canciones que parecen muy lineales, pero tienen muchos chistes escondidos. Hay citas, hipertextos, guiños. A veces me doy cuenta en un show, tal vez dos o tres tipos entienden un chiste. Esos tipos disfrutan. Entonces creo que de mi música cada uno saca lo que quiere. Sin planes.”
Ahora que ya tiene 40, Zambayonny tiene una estética Facundo Cabral con la gorrita del Che. No abandona ese aire de Burzaco sazonado con psicobolchismo de San Telmo. Por eso no es raro que el tipo sea popular entre la monada y cool para la gente
Que el Coco Sily de la canción; que el Hugo Varela de barba recortada; que el Leo Masliah de este lado del Río de la Plata. Había que ponerle una etiqueta, la encontraron: “Cantautor del género romántico escatológico”. Guau. Busquemos otra: “Rockero pasado por agua que le tocó el culo al lenguaje y se le fue un dedito”. Mejor dejémoslo a él:
Cuando Mark Zuckerberg todavía no había dejado la mamadera,
El sobrino: Arthur Cravan, poeta, boxeador, dandy escandaloso. Nació en 1887. Murió en 1919; quizá, no se sabe bien.
Diego Perdomo comenzó a subir sus canciones y cuentos a la web; y a meterse en la piel de distintos personajes como Karmelo Restelli, Gatubelita y Leopoldo Mistral, a quienes inmortalizó en aquellos dosmildosos blogs. Dejó su Bahía Blanca no natal y se quedó en la Ciudad.
***
Fanático del tándem Rodríguez-Sabina-Serrat, Zambayonny se apareció en todos lados con una criolla bajo el brazo y con relajo lingüístico le empezó a cantar al que “coge y no convida, pero tiene póster de Badía”, al que puede dejar de reír, dejar de apostar, dejar de dormir de más, pero no puede dejar la paja y a “la incogible”, claro. Su pluralidad de voces, que desemboca siempre en una que parece salida de un licuado de Jorge Cafrune con una pizca de Pato Fontanet, fue ganando lugar en la frontera entre lo real y lo virtual.
Me convenzo de que el mejor lugar para hacer una entrevista es un bar de Palermo, cerca de esa plaza en la que los bares alternan parlantes con percheros. Nadie te mira. Zambayonny tiene algunos kilos de más, la misma barba vareliana, pero más blanca, y la gorra, por supuesto. Está promocionando su nuevo disco “Los años locos”. Que no vendrían a ser estos.
“Yo soy un escritor: elijo una voz y la llevo a fondo. Tengo varias voces. A veces se puede entender que en una película o en un libro hay ficción, pero en una canción se cree que el compositor escribe desde la experiencia de vida. Como si todo fuese real. Dando por sentado que los cineastas no, los dramaturgos tampoco, en cambio los cantantes sí, ellos dicen la verdad. Para mí está bueno que las canciones tengan dos o tres lecturas, porque si no corro el riesgo de hacer un disco de chistes. Un disco de chistes aguanta una escuchada sola. Es mucho más resultadista una canción con una buena puteada, la que no esperás. Esa canción, seguramente, la vas a compartir varias veces, te vas a reír. Es menos probable que pase con una canción que te haga llorar. Me parece que llorar uno llora solo, en cambio la risa casi siempre es compartida.” Los puristas del lenguaje comenzaron a tildarlo de soez, machista, guarango. Lo era. Pero con la máscara inofensiva del perdedor que elige contar con malas palabras sus derrotas. Se fue imponiendo con sus rimas matemáticas que sacan lo peor de la adolescencia masculina. De pronto pasó de ser un perfecto Corona para una revista porteña a un artista que los etiquetadores llamaron “de culto”. Andy Chango lanzó distintas formas de llamar al porro en un programa de Mauro Viale y Zambayonny explotó el diccionario de sinónimos del pene y los llevó a sus letras. Las múltiples formas del arte. Así, el bahiense logró hacer canciones románticas desde lo más carnal del asunto. Sexo con amor: qué más se puede pedir. “El humor sano me molesta muchísimo. Humor para toda la familia… Andá a venderle entradas a tu familia. ¿Qué es sano? ¿Cuál es la enfermedad del otro humor? Humor es lo que te hace reír un contexto determinado. Nada más.”
Pag. 42
-Te aviso que prendí el grabador -le advierto. -No importa, más barbaridades no puedo decir -contesta. -No te subestimes- replico.
Espero la puteada casi con obsesión. Marco en mi libreta con un palito cada una de sus malas palabras. Boludo, forro, pajero son las únicas que dice en más de una hora de charla. Tres malas palabras que Fontanarrosa --había que nombrarlo— beneficiaría con una amnistía e integraría gozoso al lenguaje cotidiano. “Antes distorsionaba la voz y puteaba. Ahora hago otra cosa. Yo creo que todo en el mundo tiene contras. Nada es absoluto. Es muy difícil lograr unanimidad con algo, conformar a todo el mundo… Y no tiene que ver con el humor. Si escribís cuentos de terror o el horóscopo, te va a pasar. Uno no es inocente. Uno sabe que eso lo va a tocar en vivo, que lo va a tener que defender en notas, hacerte cargo en debates sobre tus letras, así que de alguna forma me cuido.” Espero que pida un whisky al que maree en hielo antes de pegar el sorbo y que en algún momento de la conversación descarrile con algún piropo bien chancho. Me olvido que estos ya no son los años locos. Diego pide una Sprite de las de vidrio, que ni siquiera termina; cuenta que a metros del bar vive Natalia Oreiro con Mollo; que ya no va la cancha a ver a Olimpo; y que banca a Arjona y a Tan Biónica. También dice que ama la radio y no sorprende. Tiene un vozarrón versátil que hasta el año pasado calentó frente al micrófono en un programa que hacía con el bloguero ex K Lucas Carrasco. Ahora va a las radios, pero de visitante. Lo que no deja de hacer es de escribir. Escribe para su columna de fútbol que publica todos los domingos en el diario Tiempo Argentino; escribe para sus futuros discos; escribe para los nuevos libros que ya van a llegar… Escribe todo el tiempo, dice. “Cada vez que saco un disco, hay alguien que me dice ‘malísimo. No te escucho más’. Yo creo que si hago un disco con Paul McCartney me van a decir, ‘cualquiera, te vendiste, forro’. Y si hago un disco puteando, hablando de la paja, me van a decir ‘te repetís, siempre lo mismo, chanta’. No hay forma de
Pag. 43
El tío: Oscar Wilde. 1854-1900. Escritor, dramaturgo... ¡Oscar Wilde!
conformar a todos. Entonces siempre me conformo con estar contento.” Todo hecho artístico implica un posicionamiento político. En Zambayonny no hay un indecible, no hay discursos moralizantes de cantante pastor. Dice lo que quiere decir con la palabra que mejor cabe, pero que no se debe decir. Hay en su obra una búsqueda política. La de la incorrección. Pero también hay un posicionamiento político desde lo fáctico. Es que para Perdomo la política tampoco es una mala palabra. “Me llevo maravillosamente bien con esta época política. Es la primera vez que uno tiene tanta empatía con un gobierno y con una idea de país. Porque yo siempre estuve muy ligado a la política, desde mi infancia. Pero discutía desde la posición de minoría y oposición, así que casi siempre terminaba mal. Ahora cambió el modo de discutir, porque cuando te avalan algunos resultados es más fácil.” El compañero Zambayonny, entonces, va y vuelve todo el tiempo sobre su último disco. Dice que este año pensaba escribir su tercer libro (antes publicó “Biografía de un Superhéroe” y “Leyenda de un Superhéroe”), uno de relatos de fútbol, pero le bajó la temperatura a la fiebre del Mundial y no lo pudo terminar. Vuelve. Dice que “Los años locos” lo tiene contento. Habla de violines, vientos y una banda que acompaña. Habla de la estética del mensaje, de la voz del cantor y el indulto del público femenino. Ya no molesta con su lenguaje. Parece que Perdomo se puso la gorra.
Bajámelo Antes de 2006 no había Twitter, Facebook ni Preguntados. Pero Zambayonny entendía que la posta estaba en la web. Un teclado, el micrófono de la computadora y 20 temas por semana. Prolífico. Después su doble, triple, séxtuple vida en los blogs. Fue psicólogo, una pibita zarpada y un cantautor cubano dueño de una cadena de casinos. “Los años locos” sólo puede comprarse a través de MercadoLibre. Zambayonny entiende, aunque a veces le pifia: “Yo pensaba que con 15 años de internet íbamos a encontrar a mucha gente nueva haciendo cosas distintas. Iban a surgir pibes que hicieran cosas buenísimas y que no estuvieran visibilizados. Y no pasó a ese nivel. No hubo un estallido de aparición de nuevos artistas. Tal vez tenga que ver con que las nuevas generaciones no nacieron bajo los influjos de internet y en 20 años sí suceda. La cultura se mueve a través de lo que va a pasando, pero todavía no se movió lo suficiente”.
El lector insolvente
Por
leotorresi
Un animal demasiado solitario se come a sí mismo ¿Qué hay de bueno nuevo? preguntamos siempre en La Libre y muchas veces, de sinceros que son ahí, contestan: mmmmmhhh. Pero esta vez dijeron: Eisejuaz. “Mirá, vení (ahí nos tutean)” y le sacaron el nailon a la edición reciente de El Cuenco de Plata, para que leamos un poco. Ese día nos llevamos la antología que salió de la Cerdos y Peces, que ya teníamos vista. A Eisejuaz (escribo esto, justo, justo, cuando estamos discutiendo en Twitter que algunas palabras terminadas en “z” son muy lindas -perspicaz, procaz, lenguaraz-) lo trajo el verano. Hallado en el revoltijo un poco insalubre (una floja relación tiempo búsqueda/ éxito) que constituye la única librería de Copelyssa (adecuación de fantasía del nombre de la cooperativa de origen), una playa entre popular y extravagante, y en crecimiento que queda un poco más allá de Necochea y un poco más acá de Claromecó. Ahí estaba el clásico de Sara Gallardo a veinte pesos, en una edición de cuerito refinado de esas que cada tanto sacan (o sacaban) los diarios para que en el caso de que la lectura quede (quedara) para más adelante o para nunca, estos libros funcionen (aran) para el living de la familia o el despacho careta del profesional. Eisejuaz, que significa “Este también”, alterna los trabajos bajo jefe a los que lo convocan por una fuerza sobrehumana
Pag. 44
(parecida a la caricaturizada en Patoruzú) con sus huidas místicas empujadas por la voz de dios, que dice escuchar y se propone acatar. Monologa en una lengua inventada por la autora: cosas como “nada no había”, “nada no pasó”, “en ningún lado avisen”. Tiene bastante que ver con eso lo que dice Mujica Láinez cuando advierte que hace falta superar “la desazón de las primera páginas” para entender el juego y experimentar como lector el paso por una obra que no se parece a otras. Manucho hace fácil una opinión en la carta que en el año de la publicación original, 1971, le escribe a su amiga la autora: “¡Qué audacia! Todo se ajusta en él a la perfección: la psicología del conmovedor -tan humano y santo- indio mataco: la atmósfera en la cual se desarrolla su vida; los personajes que lo rodean, encabezado por el infernal Paqui (Nota acá en el medio de MML: Paqui es un hombre al que Eisejuaz cuida y a la vez tiene preso; por eso, y por otras cosas Eisejuaz es “angel y demonio”) el idioma con el cual Eisejuaz narra su historia terrible y absurda, una lengua que implica una verdadera creación, que manejas admirablemente de un extremo a otro del libro y que temo sea contagiosa.” Nuestra edición viene con un prólogo con pasajes de esos que lo confinan a uno al lugar de pequeño lector caniche (como si no alcanzara con la insolvencia). Parece, según escribe la crítica Elena Vinelli, que
así como Henry James en Otra vuelta de tuerca puso una trampa en la que mete la pierna tanto el lector creyente como el lector “avisado” (dos siglos de lectores), Sara Gallardo “crea una subjetividad masculina de la que decidir si es mística o psicótica implica más al lector (a su ideología y supuestas marcas culturales) que el personaje mismo y a la autora.” Leemos: Eisejuaz le dijo a un hombre: -Sigo mi camino ¿Qué podrías decirme? -Hijo, un animal demasiado solitario se come así mismo.
Se te rompe la cara de nuevo Por Fernando García
¿Biografía? Nooooo... José Bellas y el autor de esta nota resolvieron que al Carpo le hacía falta un diario de motocicleta, un read @ roll. Cómo se hizo 100 veces Pappo, que trae historias nuevas en su segunda edición. Hacer 100 veces Pappo se pareció mucho y nada al periodismo como se lo entiende. Sí utiliza sus herramientas pero no tiene un horizonte de verdad porque el rumor que atraviesa el libro quiere, necesita, de la bruma de la leyenda. Habiendo conocido, entrevistado y hasta trabajado (escribir el texto del autohomenaje Pappo & Amigos) con Pappo hay una parte de este proyecto en la que José y yo preferíamos seguir siendo los chicos de Paternal y Flores que, como tantos otros, sabíamos de la proximidad de la bestia negra del rock argentino (nunca, nunca, me leerán eso de “nacional”). Aún conociendo a los entrevistados como los habíamos ido conociendo en nuestros años de periodistas de rock (¿existe algo así todavía?) esta especie de fiesta coral del disparate se quería parecer a eso que muchos habíamos hecho de juniors: buscar la casa de Pappo. No hubo en el proceso de recopilación y edición (la verdadera escritura de 100 veces Pappo) esa intencionada mirada de fan (con orejas caídas de perro cocker) que, por lo general, deja como resultado una prosa lacrimógena sino que se mira a los otros para buscarse a uno mirando a Pappo. ¿Tá? 100 veces Pappo está escrito y tiene tapa y se compra en librerías y tiene el código ese que tiene que tener pero es más una recopilación oral que un libro. De hecho venía escribiéndose así, en el habla, entre nosotros preguntándole a TODOS por historias de Pappo y después hablando horas por teléfono. Venía así, escribiéndose hablando, mucho antes de que la editorial Norma nos pidiera “una biografía” para la primera edición.
¿Una biografía? ¿Para Pappo una biografía? A José y a mí no nos gustan ni un poco las estatuas del rock. Pappo pedía un formato veloz, un diario de motocicleta Harley Davidson. Read & roll… Por lo tanto la “biografía” fue devuelta con un “no” y la contraoferta de hacer del uno al cien un Pappo en mosaicos que cuando se arma se te rompe en la cara de nuevo. Contamos hasta casi treinta con lo que llevábamos puesto (estoy hablando de años…y de muchas veces con Pappo viendo para creer!!!!!!) y el resto las salimos a buscar. Como cazadores furtivos de memoria. Un día nos fuimos al Tigre. Vitico nos cruzó a la isla en bote. Pasamos una tarde al sol riendo mal en el último lugar donde Pappo había ensayado. Los músicos quieren hablar de su actualidad porque los fantasmas joden, se sabe. Entonces jugamos al policía malo-policía bueno. Una de José por el disco nuevo y esperando los silencios o las distracciones venía la estocada en busca de la historia 47 o 54. 100 veces Pappo debió ser papiro (¿pappiro’s blues?) porque la oralidad no se detiene cuando se trata de traer el cuerpo pesado de Carpo a la tierra de nuevo. Una segunda edición agrega historias pero aún así sigue sucediendo. Hace un rato, en un estudio de grabación con el gran Mario Breuer. -Seguro sabés la de Vitico con Pappo, ¿no? -¿Cuál? -Que le dice ‘Pappo, me voy a la farmacia a ver que hay de comer’… No, no la tenía y es buenísima. 100, 500, 1000 veces Pappo entonces…
Fernando García, corresponsal del diario El País de Montevideo,es periodista cultural especializado en rock y en artes plásticas. Es programador en el Malba. Autor de Los ojos. Vida y pasión de Antonio Berni y de Conversaciones con León Ferrari. En 2011, con su colega José Bellas publicó 100 veces Pappo. Las increíbles historias del último rocker argentino (Ediciones B), que ahora se reedita. Este año fue primer premio del concurso de ensayo 2014 del Senado de la Nación, con Criminal Mambo. Underground, contracultura y Edipo 1973-1989.
Cocina de autor
Pag. 45
”Estos pibes quieren mover”, reflexionó el cantate de Pier (vos tampoco sabés el nomun cigarrillo / y los taxis / iban siempre en otra dirección. Era un poema de Karmelo IriTodo eso que no tiene la Feria del Libro. Zindo & Gafuri ediciones
Todo lo que entra se deforma Por Yanina Fuggetta
“La libertad no es despreciable”, suelta Mauro Lo Coco y no duda: proyectar una editorial autogestionada, invertir en arte y financiarla de bolsillos propios no es una tarea sencilla, para nada. Es un agujero negro donde muchos preferirían no entrar. El sí, y encontró en la poesía un camino para sacarse “cosas de encima”. Licenciado en Ciencias de la Comunicación (UBA) y docente de nuestra universidad (y de varias) en Lingüística y Semiología, junto a los colegas Patricio Grinberg (Semiología) y Nicolás Pinkus (Introducción a la Comunicación) armaron en 2009 Zindo & Gafuri ediciones. “Una vez una alumna se enteró de que editábamos poesía y nos dijo que teníamos que mostrarlo más”. Y ahí están asumidos, son poetas, compañeros y amigos que se conocieron en el 2000, durante una beca de la extinta Fundación Antorchas (1985 – 2006), una ONG que por aquellos tiempos se dedicaba a subsidiar proyectos culturales, de ciencia, literatura y educación. Antorchas para ellos aparecía en el momento propicio, a fines de los noventas y principios del flamante decenio, cuando a mitad de una crisis socioeconómica, esta organización resolvía estimular y promover la actividad artística. Mucho después de cafés y charlas fuera de las aulas, amistades entabladas; recorridos circuitos literarios urbanos y no tanto; incursión en la narrativa y la poesía, y el debate acerca de los bretes para publicar, en 2009 lo concretaron: Nacía Zindo & Gafuri. Debatieron en la casa matriz de Pinkus y ahí entre tanto daiquiri llegaron al bautismo: se eligieron los nombres de dos maestros Zen que visitaron la Argentina durante 1999 y cuyas enseñanzas atraviesan el espíritu estético en el que Grinberg, Pinkus y Lo Coco coinciden. Grinberg fue discípulo de John Zindo en su taller de Taichi Apparel en Río Cuarto. Pag. 46
Pinkus y Lo Coco se forjaron en el Seminario de Sunyata Saraswati que dictó Steven Gafuri en Beccar en Agosto de 2010.
Semblanza independiente Recalculando: John Zindo y compañía iluminaron a estos ya iluminados muchachos para forjar su proyecto bajo las directrices estéticas de Grinberg que eligió y rescató algunos artistas para ilustrar las portadas de sus primeros libros en 2010: John Hinde, ¿y más adelante? Claudio Parentela y Boris Mikhailov. El primero de ellos acompañó a Manila (Grinberg), Niño Cacharro (Lo Coco) y las Mayorías de Uno (Pinkus). “Aunque la distribución es un quilombo y la pagamos nosotros, nos encargamos de la circulación y de ver cuáles librerías pueden darle un espacio a esos libros, si son rentables o no comparado con otros productos editoriales”, explica Lo Coco y agrega que hay una división de tareas con una estructura de cooperativa: “Cada autor que se suma nos da una mano para que la editorial crezca y las decisiones se toman de manera consensuada”. En el 2012 aparecen nuevas producciones literarias: 18 éxitos para el verano (Lo Coco) VHS (Grinberg) Tándem para un animal pink (Pinkus), Soltería (Santiago Castellano) y más títulos de escritores locales y extranjeros. Luego de un año Zindo comienza a desarrollarse más y para el 2013 se dan el gusto de publicar Indeterminación de John Cage, traducido por Grinsberg y No hay más, del vasco Karmelo Iribarren. Otra perlita más: la colección Timoumi, que colabora en la difusión de poetas inéditos.
La web de la editora y la fan page son dos plataformas que les permiten adelantar algunos poemas de los libros que vendrán, publicar otros en PDF y aprovechar ese recurso que ofrece el mundo 3.0: jugar con la interactividad y con un formato poético más corto. En Zindo aseguran que la venta de libros crece con el tiempo. Las lecturas en vivo son un camino para difundir sus poemas: “Estamos muy lejos de la cultura de la reciprocidad, a veces es más fácil dar me gusta en el facebook que leer el libro entero. Hay escritores que conocemos sólo en las redes sociales, está todo inflado y sin ningún núcleo material”. Mientras tanto, cada poeta goza de su libertad creativa y describir su oficio no es tarea simple, vaya que no lo es. “En la poesía, cabe cualquier cosa y todo lo que entra necesariamente se deforma. Su significado no es opcional, ningún texto escapa al significado” señala Grinberg. En Manila el repertorio poético está dividido en tres partes. (Fedra, Drop y Huye) y las palabras infunden energía y “cargan la realidad”. Estamos ante una lectura onírica, cargada de imágenes, de sensaciones, percepciones, como en la apertura de Fedra: “Flotador, casi dormido/ lento para que pueda verse lento su parpadear/ intenta decir de pronto, extraño el calor y lo que deja/ no dormir, el desarreglo, lo
Pag. 47
bre) cuando leyó: Aquel lugar inhóspito / fantasmal / frío / en el que nunca / te quedaba barren en Zindo & Gafuri, la editorial de poesía que tiene el point. ¿Y que es el point?
más visible del lugar a esa hora, la misma explicación/ lo que intenta y su deriva”. Nicolás Pinkus presenta en su Tándem para un animal Pink un poco de más de una decena de poemas y cita dos frases de sus poetas preferidos, el estadounidense Ezra Pound y el francés John Perse. En ese mundo que habita dentro de sus versos están el amor y sus derivados. También su inconsistencia, sus distancias y su espectro. Porque el amor no es consenso, es disidencia, es lejanía y también es dolor, y así lo evidencia en Ícaro: “Quiero que sepas que nunca vas a entender mi dolor/ que ni lo intentes, no estás para eso /yo estoy para eso / vos tenés que saber /lo que ya sabés: que soy un tipo extraordinario, lleno de placeres y conquistas vitales y que me río mucho y que, a pesar de las gangrenas del alma, disfruto un montón”.
Yo nací en Lanús, Lanús ciudad y ghetto El festival Internacional de Poesía de Rosario, las lecturas en las universidades y centros culturales porteños son espacios que los Zindo conocen a la perfección y les cierran. No desestiman las movidas del conurbano, pero salir del ghetto los legitima y avala: “Es algo súper sano y necesario, son experiencias. Fuimos a lugares con poesía que no dábamos ni dos mangos y allí vendimos muchos más libros que en otros eventos consagrados de poesía”, destaca Mauro. En Zindo cada autor trabaja con construcciones poéticas distintas, ¿Cuál es la afinidad de la gente con la poesía? La poesía es un texto breve, eficaz e impactante que aprovecha la Web. Tiene más posibilidades técnicas en la red social que la narrativa y el ensayo. En general la gente no es muy afín a la poesía. Y menos a la poesía moderna porque tiene una complejidad de lectura que requiere un entrenamiento o experiencia. No está naturalmente orientada
hacia la poesía como género. Con respecto a eso, en Niño Cacharro por ejemplo, tiene una lectura más compleja que 18 éxitos… Me negaba a publicar 18 éxitos. Es un libro que me divirtió mucho escribirlo en 2001 y se publicó recién en el 2012. Te doy un ejemplo, cuando vos tenés pareja querés que los otros se enamoren de lo que a vos te gusta de vos. La cagada es que se enamoran de otra cosa, como sucedió con 18.... Niño Cacharro es un libro muy árido y el otro es más narrativo y accesible tal vez. Pensé que la gente se acercaría más con Niño… Niño… es uno de los primeros libros de Zindo, ¿Cómo fue el proceso de escritura? Fue durante una época que me fui a vivir a un lugar semi abandonado, sin luz ni agua, me fui precarizando cada vez más. Por ese entonces Tenía 27 años, ya era docente universitario. El libro tiene mucho que ver con esa experiencia, lo arranqué es una casa abandonada y lo terminé cuando no tenía ni hogar. Fue terrible, uno no valora las cosas hasta que está privado de eso. Hubo un estado anímico muy perturbado, y paradójicamente mientras estaba becado con muchos libros nuevos no tenía donde vivir, comía salteado de verdad. Los noventa fueron muy difíciles. Y paradójicamente no fue el que más pegó en los lectores… Estoy pegado a ese libro en particular, porque la experiencia emotiva fue tan intensa que quizás Niño Cacharro tiene esa carga para mí y no es tan bueno. Hay que saber admitir que por ahí hay una verdad, y a muchas personas puede gustarle más o no alguna obra. Está bueno y no está mal negociar con ello, ¿no?
VHS Patricio Grinsberg primer principio, asustarse, segundo principio, adivinar Un vestido rosa, el pianito de juguete que nunca le compraron, la cara desencajada de su madre rodeada de policías, en la primera versión hay cubos de plástico, un abecedario con dibujos de animales, todo visto mal Como después de kilómetros Hay un principio, hay un yo diciendo yo, todavía me acuerdo, a la mañana llovía, el viento nos daba miedo Tándem para un animal Pink (Zindo & Gafuri 2012)
Casa Irmelin. Balcón. Noche. Nicolás Pinkus El alerce tiene dos cortezas, una más clara; La otra, siempre sobreimpresa a la primera, De color Maple, ocre Rojizo; si sigo con la vista el deambular del tronco parece que la funda como si dijeran “no te voy a dejar sin piel, no te voy a dejar sin escudo ante el afuera”
La costumbre de perder (fragmento) Mauro Lo Coco aprendí a decir que estuve triste, me dicen que no respondía yo me acuerdo los partidos enteros de buscaminas que me hacía cuando quería trabajar no me recuerdo tan mal salvo la inercia porque al final viste te avivás que perder podías sin drama si todo lo que tenías son dos giladas lo reponé con una rachita cualquiera y listo, no pasa nada si la volvés a estropear tranquilo
VIOLENCIA DE GÉNERO EN LA LITERATURA
La salvaje ira de Zeus Por Horacio Raúl Campos
Revisar el androcentrismo en la ficción no tiene otra meta que sacar de la opacidad el maltrato hacia la mujer que luce naturalizado en grandes obras literarias del mundo occidental. Los textos de escritores griegos y romanos de la Antigüedad sirven como evidencia inicial de la agresión simbólica y literal ejercida por los hombres desde los inicios de los tiempos. “Siéntate en silencio y acata mis palabras, no sea que ni todos los dioses del Olimpo puedan socorrerte cuando yo me acerque y te ponga encima mis inaferrables manos”. La violenta amenaza la realiza nada más y nada menos que el jefe de todos los jefes: Zeus. Se lo dice a Hera su esposa, que se había puesto preguntona, hacia el final del canto I de la Ilíada (vv. 565-567). Hera está enojada con su esposo porque ella odia a los troyanos y le pide que ayude a los aqueos. Esa violencia verbal, con promesas de ir más allá, lo hace en el contexto de una agria disputa entre Agamenón, el jefe del alto mando aqueo, y Aquiles. Estos se pelean por dos mujeres, que a su vez son botines de guerra. De allí la cólera del último. Pag. 48
Lo que sigue a la reprimenda de Zeus tiene una escalofriante vigencia. El narrador dice que Hera “sintió miedo y se sentó en silencio doblegando su corazón”. Entonces salta Hefesto, el hijo de ambos, pero no para salir en defensa de su madre: “A mi madre yo exhorto, aunque ella misma se da cuenta, a que procure complacer al padre Zeus, para evitar que vuelva a recriminarla mi padre y a nosotros nos perturbe el festín”. Hefesto después le pide a la madre que atraiga a su padre “con halagadoras palabras”. “Soporta, madre mía, y domínate, aunque estés apenada; que a ti, aun siéndome tan querida, no tenga que verte con mis ojos apaleada”. Hay un hondo parecido con ese famoso consejo que habría dado un policía cuan-
do una mujer fue a una comisaría a hacer la denuncia después de varias golpizas: “Hacele un guisito que se le va a pasar”, que equivale más o menos a decirle cositas lindas a Zeus para que se calme. En los versos subsiguientes de ese mismo Canto, Hefesto justifica su proceder porque él mismo siente también temor de la violencia de su padre. Recuerda dirigiéndose a Hera: “(…) Ya en otra ocasión, a mí, ansioso de defenderte, me arrojó del divino umbral, agarrándome del pie”. Como se lee, no era la primera vez que su padre procede de manera violenta contra su madre e incluso contra el hijo que fue víctima por atreverse a defenderla. Se podrían comprender las palabras del hijo, que es también el herrero del pueblo, desaliñado y rengo, porque en definitiva quiere evitarle a su madre una paliza. El canto termina cuando todos los dioses se marchan cada uno a su casa. Zeus también y se acuesta a descansar. Y a su lado, Hera. Es decir, que todo continua como si nada hubiera ocurrido. Se trata de la sumisión total. Hasta un nuevo hecho de violencia verbal-psicológica, que en definitiva configura también un maltrato físico o una agresión directa contra el cuerpo como la sufrida por Hefesto.
Pag. 49
sión son de la misma jerarquía social que los personajes o héroes, sean guerreros o dioses antropomórficos. Las diosas están dominadas por sus pares masculinos. No se postula aquí que el patriarcado en la ficción (tampoco en el mundo de la experiencia real) sea un fenómeno unívoco y sin fisuras.
Dominación invisible
La violencia contra Hera aparece otra vez en el canto XV de la Ilíada “(…) ¿No recuerdas cuando estabas suspendida en lo alto y de los pies te colgué sendos yunques y te rodeé las manos con una cadena áurea irrompible?” (vv.16-20). Si bien Hera interviene en la asamblea para interceder a favor de los aqueos, no deja de ser por ello un sujeto pasivo y finalmente sumiso. Se va a la cama junto al agresor, que tiene nada más y nada menos que carácter divino. Está en la cúspide del poder. Todo ello se puede leer en la comedia, poesía épica, la historiografía y la tragedia. Pensemos en los raptos de mujeres, por ejemplo. Las múltiples formas de violencia del hombre hacia la mujer en la literatura y en la historia de la Antigüedad no suele ser un tema abordado por las cátedras de esas disciplinas en las universidades nacionales. Aunque escasos, hay estudios sobre el tema. Indagar el androcentrismo en la ficción no tiene otra meta que recuperar la memoria y sacar de la opacidad ese maltrato hacia la mujer que está explícito y ‘naturalizado’ en la literatura del mundo occidental y cristiano. Ni el Martin Fierro escapa a eso. Los textos de escritores griegos y romanos de la Antigüedad están repletos de maltrato hacia las mujeres. Y son personajes de la elite. Las mujeres objeto de agre-
Arrojar víctimas al mar no es una tarea inventada por el terrorismo de Estado del siglo XX. Posee una larga tradición y ese lugar es utilizado también para cometer homicidios particulares. Heródoto (s. V a.C.), algo así como un ‘periodista’ viajero de la Antigüedad, cuenta un episodio de violencia dentro de la residencia de un monarca que le resulta “incalificable” por la forma. “En Creta hay una ciudad, Oaxo, en la que reinaba Etearco, quien, como era viudo, y tenía una hija cuyo nombre era Frónima, contrajo nuevas nupcias para darle una madre a esa hija. Pero la segunda esposa, una vez instalada en el hogar, creyó conveniente comportarse con Frónima como una verdadera madrastra. La maltrataba y hasta que finalmente la acusó de impudicia y convenció a su marido de que su afirmación era cierta. Persuadido por su mujer, Etearco tramó contra su hija una acción incalificable. Resulta que en Oaxo se encontraba Temisón, un comerciante de Tera; Etearco le brindó hospitalidad y le hizo jurar solemnemente que le prestaría el favor que le solicitara. Después mandó a traer a su hija y se la entregó ordenándole que se la llevara y la arrojase al mar”. (IV, 154). Etearco lo que hace es contratar a un sicario para que asesine a su hija. Temisón la lleva en su embarcación, la sumerge atada, la vuelve a sacar y la lleva a Tera, donde la entrega a un ricachón, que la toma “por concubina”. El tipo le salva la vida después de torturarla un rato. Pierre Bourdieu, que estudió la cuestión de la dominación masculina, señala que la jerarquía entre el hombre y la mujer se encuentra legitimada en la sociedad. Ese
estado se remonta a la Antigüedad y quedó plasmado en las grandes obras de la literatura del orbe y es tan indiscutible el tema que hasta las profesoras de literatura ven ‘natural’ ese punto. El sociólogo francés asegura que siempre vio “en la dominación masculina y en la manera como se ha impuesto y soportado el mejor ejemplo de aquella sumisión paradójica, consecuencia de lo que llamó la violencia simbólica, amortiguada, insensible e invisible para sus propias víctimas, que se ejerce esencialmente a través de los caminos puramente simbólicos de la comunicación (…) El orden social funciona como una inmensa máquina simbólica que ratifica la dominación masculina en la que se apoya”. (11-22) Los textos clásicos están repletos de desprestigio, descalificaciones, violencia física y verbal, y hasta violación sexual lisa y llana contra la mujer. Un ejemplo de ello es lo que está en boca de Andrómaca de la tragedia homónima de Eurípides: “Me acosté por la fuerza con mi amo (…) ¡Ay de mí, por estas desgracias! ¡Oh desdichada patria mía! ¡Qué terribles cosas me pasan! ¿Qué necesidad tenía yo de dar a luz y añadir una carga doble a mi pesar? Yo mismo fui como esclava hacia las naves de los argivos, arrastrada por mi cabellera, y, cuando llegué a Ptía, entregada como esposa a los asesinos de Héctor” (vv. 390-403). Bibliografía -Homero, Ilíada, Madrid, Gredos, 1982. Introducción, traducción y notas de Emilio Crespo y revisión del filólogo español Carlos García Gual. -AA.VV., La violencia de género en la antigüedad, 2006. En http://www.femiteca.com. Universidades de Rovira i Virgili de Tarragona y de Barcelona, España. -Herodoto, Los nueve libros de historia, Barcelona, Océano, p.271-272. Estudio preliminar de la argentina María Rosa Lida de Malkiel. -Pierre Bourdieu, La dominación masculina, Barcelona, Anagrama, 2000. (Traducción de Joaquín Jordá). -Eurípides, Tragedias I, Madrid, Gredos, 1982. (Traducción y notas de A. Medina, J.A. López Férez y J.L. Calvo).
Otra historia
Por Germán Ferrari
Poco humor “El show debe continuar”, incita un antiguo adagio que circula en el mundo del espectáculo. Así lo entendieron no pocos cómicos que se siguieron riendo durante la última dictadura y continuaron con sus espectáculos, con algunos retoques obligados por la censura, como si en la Argentina no pasara nada o como si necesitara de su contribución humorística para sostener las atrocidades del régimen. Basta con ver la película La fiesta de todos para entender de qué estamos hablando. En 1978, el humorista Tato Bores volvía a la televisión con “Tato para todos”, por Canal 13, con sus habituales monólogos políticos, después de cuatro años de ausencia. ¡Había que volver a la TV a hacer humor político en la Argentina gobernaba por Videla! La falta de archivos audiovisuales nos priva de ver los programas completos de esa época. Por suerte, los archivos gráficos nos dan pistas de las ideas que forjaban sus sketches, entre alguna irreverencia y sonrisas cómplices. A mediados de 1981, la revista Status publicó una singular entrevista a Tato, sin signos de puntuación -para mostrar la verborragia del reporteado- y con la aclaración “censurado” cuando se le escapaba alguna “mala palabra”: Status - ¿También tuvo problemas en los tiempos de Onganía? Tato Bores - …después de haberme tenido cuatro años en la frigidaire cuando me descongelaron empecé a decir cosas que… ¿Con Onganía? Landrú tuvo problemas con Onganía yo no de entrada nomás lo sacó en la tapa de Tía Vicenta conversando con otra morsa y al general no le gustó era un duro qué le iba a gustar yo Pag. 50
lo conocí cuando ya no era más gobierno muy simpático me saludó muy cordial pero la época de Onganía no fue buena para el humor político no había un soto de actividad política a los radicales que son tan sufridos los encanaban cada vez que se juntaban a comer no había diputados no había trascendidos era difícil encontrar aspectos graciosos en aquella realidad mi programa… Status - Pero en circunstancias similares, en 1980, usted hizo capote. Tato Bores - … medio empezó a teclear hacia 1969 no nada que ver Videla con Onganía nada que ver con Videla la política estaba prohibida y a la vez no estaba prohibida todos se quejaban de que no había libertad pero podías decir lo que se te cantaba la situación económica era excelente y después resultó que era un despelote qué sé yo hubo temas de sobra para hacer humor político y nosotros gracias a Aldo Cammarota y a Juan Carlos Mesa no perdimos ninguna oportunidad. En 1983, la Argentina se encaminaba esperanzada hacia las urnas para dejar atrás la dictadura. Desde la pantalla televisiva, el programa “Extra Tato” mostró un número musical en el que el monologuista y la joven vedette Camila Perissé canturreaban con cinismo su desengaño hacia una democracia que aún no había comenzado: Se acercan ya las elecciones los candidatos van a hablar y de sus discursos, ay, cómo me aburro no hacen más que sanatear. Se acercan ya las elecciones, todos prometen sin cesar, [...] ay, cuántas macanas
que tenemos que escuchar. Y va Robledo, también Contín, y está Frigerio, más Alfonsín. Se acercan ya las elecciones, no me quisiera equivocar, y aunque estoy seguro entro al cuarto oscuro y no sé por quien voy a votar. Ese imaginario del autoproclamado “cómico de la Nación” ya despuntaba en la etapa previa al golpe de 1976. En Los años setenta de la gente común, el investigador Sebastian Carassai afirma que los monólogos de Tato reflejan una “sensibilidad de clase media” y apuntan “contra la presión impositiva, la inoperancia estatal, el exceso de levantamientos militares, las penurias económicas, la escasez de combustible y la dificulta de los políticos para ponerse de acuerdo entre sí”. El humor no es cosa sencilla…
Pag. 51
Pag. 52