EL MONO #92 ESPECIAL DENTISTAS vol.2

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agur, juantxo

El pasado julio murió Juantxo Martínez Ros, “Argibili”. Muchos lo conocisteis en los 90 cuando trabajaba en la tienda de discos Frudisk. Si no, puede que hayáis escuchado su vacilona voz en Eguzki Irratia. Si seguís sin saber de quién os hablamos, tened por seguro que os lo habréis cruzado en algún bar o sala, porque Juantxo -nos apostamos lo que sea- fijo que ostenta algún tipo de récord de asistencia a conciertos. Siempre fue un buen amigo de la revista. En nuestros primeros años nos llevó varias veces a la Eguzki, donde desbarramos a gusto sobre música, cine y cómics. Era un pozo sin fondo de conocimientos y en más de una ocasión aportó anécdotas a nuestros naburrismos. También, para la fiesta de tercer aniversario que organizamos en noviembre de 2015 en el Terminal, nos deleitó -bajo el cinematográfico seudónimo de Antonio Fargas- con una fabulosa sesión de hitazos a base de punk, rock y powerpop. Aquel día hicimos la previa en La Tortilla y él se comió unos chipirones. Con todo esto del puto Covid apenas ya coincidíamos en conciertos -el último que recordamos es uno de Juárez en Zizur-, pero sí que nos veíamos de manera ocasional por la calle, yendo de aquí para allá, a la salida del trabajo, dando una vuelta o haciendo algún recado. Cuando algo tan triste ocurre así, de repente, un montón de preguntas de difícil respuesta nos caen encima y no hay gran cosa que se pueda decir. Dejaremos, pues, que sean versos de canciones de grupos que le gustaban a Juantxo -de Scientists a Dylan, de Hoodoo Gurus a Hendrix, de The Clash a Granero Distorsión, de Bowie a Johnny Thunders pasando por Elvis, NCC, Van Zandt, y muchos más-, los que nos ayuden a despedirnos de él. Un fuerte abrazo a su familia, amigos y amigas. Agur eta ohore!

Juantxo, tenías miedo a morir y ya estás muerto, muerto, muerto. En la muerte o en la gloria no puedes poner ahora tus brazos alrededor de un recuerdo. Preguntas :”¿quién eres tú?” y la respuesta, amigo mío, la lleva el viento, porque en realidad no somos nada.

¿Recuerdas aquellos azulejos transparentes, aquellas noches en el tobogán vampiro como lobos sobre ruedas? Echados de los atascos en las escaleras del sótano teníamos buenas vibraciones. Escuchábamos al niño vudú y pedíamos pasar la noche juntos con Pancho y Lefty.

Es una historia triste, has emprendido la huída y hoy es el día en que te lo van a devolver. A estas alturas ya deberías haberlo hecho, te diste cuenta de lo que tenías que hacer. No creo que nadie se sienta de la forma en que lo hago por ti ahora.

Cuando la música termine seremos el hombre viejo que pide un bourbon, un scotch y una cerveza.

Nos has dejado sin diversión, en una reacción psicótica. Es duro para ti caminar por el lado salvaje en un sólido infierno de oro.

Al final, tenías razón; la vida mata, pero bailaremos sobre tu tumba como moscas humanas. Por lo menos, nos queda la satisfacción de que aquí llega el sol de nuevo.

Dime, ¿quién parará la lluvia?. El perro sabueso necesita amor y te has convertido en un satélite del amor.

Buscaremos una emisora en la radio libre Europa para gritar: !¿dónde está mi mente?!

En nuestro recuerdo, Juantxo, siempre serás joven.


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