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Artículo Caballo: El cuidado de un caballo viejo

ENRIQUE SUÁREZ CASTILLO

Rancho El Yaqui www.ranchoelyaqui.com

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Las condiciones en que tenemos nuestros caballos ahora han cambiado mucho y el efecto directo es que ha incrementado su esperanza de vida. También es cierto que esos mismos cambios han ocasionado que tengan más lesiones.

Lo primero que hay que dejar claro es cuándo un caballo es viejo. Si nos fijamos en los deportes, un caballo de salto es joven y terminando su entrenamiento más o menos a los 10 años, una yegua reproductora de reining está iniciando su carrera reproductora después de haber competido, más o menos a los 7 años y los caballos de trabajo, yo he tenido varios casos, siguen trabajando a los 20 años.

Bajo un estándar de trabajo, se puede decir que si el caballo está sano y activo, realizando su actividad sin enfermedades de la edad presentes a sus 20 años, puede considerarse un caballo viejo, si pasa los 30, poco común pero más frecuente, sería un caballo muy viejo.

Queda claro que depende de su uso y el cuidado que se le haya dado a cada caballo, entre otros factores genéticos y de conformación, lo que determinará hasta cuándo el caballo seguirá siendo útil; sin embargo, en esta misma conclusión va implícito que debe darse un buen cuidado al caballo, por lo tanto si se le dan los cuidados preventivos tendremos un caballo excelente por mucho tiempo, sin dejar de lado el hecho de que los cuidados o precauciones deben cambiar aproximadamente a los 15 años.

Para entender cómo cuidar a nuestros caballos, debemos primero entender qué sistemas o procesos se ven más afectados con la edad, entre estos podemos encontrar los siguientes:

Los problemas de la edad más frecuentes en caballos con más de 15 años son:

• Anormalidades dentales, incluyendo lesiones en las mejillas, diastemas (espacios entre los dientes), desgaste excesivo y/o sobre crecimiento. • Anomalías dermatológicas como: hipertriciosis (pelaje largo y ondulado, falta de muda), tumores en la piel e hipersensibilidad a los piquetes de insectos. • Lesiones oftálmicas como cataratas, degeneración vítrea y retinopatía senil. • Anomalías cardiacas como los soplos. • Secreción nasal o anormalidades respiratorias. • Cojeras o lesiones y muchas deformaciones en los cascos. • Enfermedad de Cushings (enfermedad de la glándula pituitaria).

En caballos arriba de 25 años se presenta los siguiente:

• El 100% tienen algún tipo de anormalidad dental y ocular. • La mayoría tienen alguna cojera por diversas razones. • Prevalencia creciente de anormalidades dermatológicas, cardíacas.

Muchas de estas condiciones son difíciles de detectar al ojo poco entrenado por lo que es necesario que un médico veterinario realice chequeos periódicos para detectar la aparición de problemas o enfermedades y proponer diagnósticos y soluciones.

Los cuidados preventivos desde una edad temprana, entender las etapas del desarrollo del caballo y cuidar el proceso de entrenamiento, así como la edad a la que se inicia, la nutrición y todos los factores que ya conocemos son de vital importancia para tener un caballo útil y longevo.

Entender que el proceso de envejecimiento trae otros desafíos, ayuda a observar con otra perspectiva a nuestros caballos, revisarlos continuamente y tomar las medidas necesarias para que, si no logramos detener alguna condición, al menos el desarrollo sea más lento.

Es muy normal que esto se realice minuciosamente con reproductores de alto valor genético, pero debería aplicarse a todos los caballos para alargar su vida útil.

Aquí no hay curas milagrosas de último momento, lo único que podemos recomendar es que, en la medida de lo posible, se realicen las revisiones y prácticas pertinentes alrededor de la vida de nuestros caballos, desde la gestación, para prevenir que se presenten problemas y atajarlos cuando se presenten.

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