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Nutrición:Beneficios del uso de probióticos en la salud animal.
Beneficios del uso de probióticos en la salud animal.
Nota especializada
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EDITH ROJAS ANAYA Centro Nacional de Recursos Genéticos-INIFAP.
MARIO A. ESPINOSA MARTÍNEZ Centro Nacional en Investigaciones Disciplinarias en Fisiología y Mejoramiento Animal.
GERMÁN BUENDÍA RODRÍGUEZ Sitio Experimental Hidalgo-INIFAP.
SERGIO IVÁN ROMÁN PONCE Campo Experimental La Campana-INIFAP.
RAMÓN I. ARTEAGA GARIBAY Centro Nacional de Recursos Genéticos-INIFAP.
Boulevard de la Biodiversidad # 400, Rancho Las Cruces, Tepatitlán de Morelos, Jalisco, C.P. 47600. 01(800)0882222. edith_ra23@hotmail.com.
Introducción
México se ubica entre los principales países productores de alimento. Sin embargo, importamos un porcentaje que varía entre el 20% al 30% de los productos de origen animal tales como, leche de bovino, carne de bovino, carne de ave, carne de ovino, huevo, entre otros. En resumen, no somos autosuficientes en la producción de alimentos de origen animal, por lo tanto, la seguridad agroalimentaria en nuestro país no está garantizada. Lo anterior, atenta contra la población con menores ingresos y que por lo general se encuentra en el medio rural en sistemas de producción de autoconsumo.
Diversos factores afectan los niveles de productividad y competitividad de los sistemas de producción ganaderos, uno de ellos es la sanidad animal misma, que por cierto, tiene la mayor tasa de retorno en la inversión. En este sentido, debemos de estar conscientes que la salud animal es un bien común, debido a que el estado, los productores y la sociedad en general deben de interactuar para salvaguardarla en lo cotidiano.
A nivel de unidad de producción, existen diversas prácticas que coadyuvan a mejorar la efectividad de prácticas sanitarias o simplemente a mejorar los niveles de resistencia a enfermedades. Una de esas prácticas es el uso de probióticos en la producción animal.
¿Qué es un probiótico?
Probiótico no es un término acuñado recientemente y tampoco es un conocimiento nuevo. Se utilizó para hacer mención a que “existían mejoras en la salud derivadas del consumo de microorganismos vivos”. Lo anterior como resultado de observarse que los consumos de leches fermentadas desplazaban a los agentes patógenos (capaces de causar daño) incrementando la longevidad humana. Esta leche fermentada contenía lactobacilos, que son bacterias capaces de producir ácido láctico (bacterias acidolácticas).
En la actualidad, el término probiótico se usa para describir los “factores promotores del crecimiento producidos por microorganismos” y desde 1990 los probióticos son definidos como un complemento alimenticio de composición microbiana viable que influye beneficiosamente en la salud”.
Los microorganismos comúnmente utilizados como probióticos pertenecen a los géneros Lactobacillus, Bifidobacterium, Enterococcus, Propionibacterium, Saccharomyces, Prevotella y Oscillibacter. Todos estos benefician a la salud debido a que se asocian con la producción de moléculas y células antiinflamatorias relacionadas con la respuesta inmune local en el intestino.
Los probióticos no deben ser confundidos con los prebióticos. Los prebióticos son definidos como sustancias no digeribles, o poco digeribles que benefician al organismo que lo consume estimulando selectivamente el crecimiento o la actividad de bacterias benéficas. Aunque los efectos de ambos son muy similares, solo se diferencian porque los prebióticos atraviesan el tubo digestivo sin alterarse.
¿Para qué sirven los probióticos?
Una actividad ampliamente reconocida de los probióticos es permitir el mantenimiento del equilibrio de la composición microbiana en el intestino o también llamado microbiota intestinal. Estos regulan e incluso evitan el establecimiento de microorganismos en el intestino causantes de daño; aunado a ser capaces de promover cambios en la composición de la microbiota intestinal que mejoran la salud del individuo. Las cepas bacterianas o las mezclas de las mismas de donde se obtienen los probióticos son a partir del contenido gastrointestinal de diferentes especies animales; también es posible obtener dichas bacterias a partir de heces fecales para ser utilizadas en productos probióticos con destino a la producción animal.
Para que un producto pueda ser catalogado como un probiótico, debe cumplir con las siguientes características: 1. Deben permanecer vivas y estables durante su empleo y al ser administradas.
2. Las bacterias utilizadas no deben ser patógenas o producir efectos proinflamatorios para evitar enfermedad en animales sanos o inmunocomprometidos, es preferible posean características inmunoestimulantes.
3. Deben ser capaces de sobrevivir a enzimas y acidez del tránsito gástrico y al ambiente intestinal, así como ser resistentes frente ácidos y sales biliares.
4. Los microorganismos deben adherirse a las superficies epiteliales y producir componentes antimicrobianos.
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¿Cómo funcionan los probióticos?
Los probióticos actúan limitando la presencia de microorganismos causantes de enfermedades. Lo anterior lo logran produciendo sustancias como ácidos acético y láctico que disminuyen el crecimiento de microorganismos patógenos. Además, su presencia puede causar la muerte de microbios patógenos ya que compiten por nutrientes en el ambiente intestinal y promueven la respuesta inmunológica. Estas bacterias probióticas pueden producir otros compuestos que eliminan a las bacterias dañinas del intestino como la bifidocina B (Bifidobacterium), plantaricina (L. plantarum) y nicina (Lactococcus), son considerados antimicrobianos, y evaluados para que en el futuro induzcan menos resistencia que los antibióticos convencionales.
Algunas otras moléculas producidas por las bacterias probióticas, actúan para promover la respuesta inmune activando diferentes células inmunes cuya acción se ve reflejada en un incremento en la infiltración de algunos tipos de células blancas y otras células asociadas a la inflamación mejorando la respuesta inmune en el sitio de inducción, como el tejido epitelial.
¿Cuáles son los beneficios de los probióticos en la salud animal?
Los beneficios de los probióticos en la salud animal se obtienen como resultado de las interacciones entre los microorganismos benéficos y el animal, especialmente en el desarrollo del sistema inmunológico lo cual promueve:
La mejora en el aprovechamiento de los nutrientes que el animal consume a través del alimento.
Que el animal tenga mejores respuestas inmunes ya que hay modulación de procesos regulados por la liberación de citosinas, las respuestas suelen ser más controladas hacia los microorganismos patógenos que se presenten.
Derivado del control en la regulación de citosinas, se promueve además la participación en otros órganos del sistema inmune, permitiendo tener una respuesta inmune más generalizada y no solamente en mucosas de intestino.
Una acción importante que tienen los probióticos es su efecto en las barreras físicas primarias del sistema inmune, como la modulación de la microbiota intestinal, lo que permite un balance e incluso supresión de microorganismos patógenos, por esta razón se les ha considerado como mejoradores en el contexto inmunológico sin que estas interacciones afecten el equilibro del tubo gastrointestinal.
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¿Cómo intervienen los probióticos en la salud y producción animal?
Los diversos actores que participan en la producción animal están centrando sus esfuerzos en la obtención de productos de alta calidad, al menos costo posible, que sean inocuos para el consumidor y con la mejor huella ambiental posible. Lo anterior no sería viable sin tener en cuenta la participación de la salud animal como pieza fundamental en la producción de alimentos de origen animal.
En la producción animal el objetivo primordial es procurar una buena condición sanitaria que reditúe en la obtención de los derivados de cada especie (leche, huevo, carne, etc.) que sean económicos y rentables. Esto considerando que existe una relación entre el funcionamiento del tubo intestinal y la condición corporal, el índice de conversión alimenticia y la incidencia de enfermedades.
En la relación hospedero y su microbiota nativa o endémica, es importante considerar que esta no incluye solamente microorganismos benéficos sino también aquellos que pueden ser potencialmente patógenos; se debe recordar que este conjunto tiene un efecto sobre la estructura y función del intestino. La microbiota intestinal está conformada en su mayoría y de manera general, por microorganismos que aproximadamente el 90% es permanente, el otro 10% es transitorio. En este sentido, es importante recordar que cada especie animal tiene una composición microbiana intestinal distinta, por lo que el impacto que tendrá una formulación probiótica dependerá de factores tales como raza, edad, entre otros, ya que además la densidad de microorganismos varía en las diferentes zonas del tubo digestivo, más aún si se comparan especies no rumiantes y rumiantes.
Es evidente que los probióticos proveen a los individuos una mejoría en las condiciones de salud, especialmente al tubo gastrointestinal. Lo anterior, en salud animal es de alta relevancia ya que los desequilibrios en la salud gastrointestinal repercuten en la productividad, e incluso se ha demostrado que influyen significativamente en la producción de gases de efecto invernadero asociados con efectos de cambio climático.
En el campo de la producción animal medicina veterinaria, el uso de probióticos se ha popularizado, ya que se ha demostrado que promueve una mejor conversión alimenticia, lo que se ve reflejado en aumento de peso corporal y crecimiento del animal. Lo anterior se debe principalmente a que las bacterias que los componen (bacterias ácido lácticas, BAL) proporcionan nutrientes que colaboran en los procesos de digestión y adsorción de facilitando el metabolismo.
Diversas publicaciones sugieren que estos productos probióticos pueden promover la presencia de microorganismos benéficos que mejoran la composición de la microbiota intestinal en diversas especies. En el ganado bovino, los probióticos se han utilizado para seleccionar animales con mejores producciones de carne o leche.
Todo lo anterior nos permite realizar propuestas de composiciones probióticas especificas, no solo por especie, sino además por etapa reproductiva en los animales que promueva el desarrollo del animal y permitan la obtención de mejores productos alimenticios que impacten de alguna manera en el bienestar del consumidor.
Es importante resaltar que los mecanismos que se han descrito previamente para que un probiótico aporte beneficios a un animal, no son los mismos en animales que aún no tienen el rumen bien desarrollado de aquellos que ya lo tienen funcional. Se han publicado informes respecto a la eficacia de la administración de probióticos en becerros, donde se observó una ganancia de 2% en la eficacia alimenticia y hasta una ganancia el 7 Kg en el peso de la canal. En cuanto a la producción de leche, vacas suplementadas en la alimentación con productos probióticos, se observó un aumento en la producción que dependiendo de los animales va del 3 al 10% sin que se hayan visto modificadas las características de la leche.
Por otra parte, se ha observado que los efectos de los probióticos se ven favorecidos cuando los animales están sometidos a estrés por ejemplo frente a infecciones (presencia de diarreas y otras) o condiciones sanitarias incorrectas. En dichas condiciones es recomendable incorporar como suplemento los probióticos en los becerros destetados y con esto se espera respuestas más efectivas ya que se mejora el microbiota del tracto digestivo.
Con estos antecedentes, y conociendo que los probióticos son productos aceptados como compuestos seguros para se uso en diferentes especies incluyendo bovinos, en el Centro Nacional de Recursos Genéticos del INIFAP se desarrolla un proyecto de investigación con la finalidad de contar productos probióticos obtenidos directamente de unidades de producción de lechería familiar con el objetivo de utilizarlos en becerras y con lo anterior atender el problema de contar con hembras de remplazo con mejor condición corporal y sanitaria, que por tanto se vea reflejado en una mejora en la producción de leche.
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Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Cuernavaca. Morelos.