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Actualidades: Sardo Negro a Panamá
México ha comenzado a exportar ganado en pie Sardo Negro de registro a Panamá con todas las de la ley.
Jaime Iturbe, criador de la raza en su rancho El Redentor del municipio de Jesús Carranza, Veracruz, envió a finales de agosto pasado ocho novillonas y dos sementales a una de las ganaderías lecheras más importantes de esa nación centroamericana. De esta manera, el país del canal se suma a otros que en la región ya cuentan con sangre original de esta raza cebuina de origen mexicano, considerada de doble propósito y que en los últimos años se ha convertido en una de las preferidas de nuestros criadores tanto en pureza como en cruzas comerciales.
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Para realizar esta exportación fue necesario vencer la burocracia estatal y federal, con un sinfín de papeleos y pruebas que tenían que repetirse porque perdían su vigencia debido a la lentitud de los trámites. Pero gracias sobre todo a la acción de un proactivo embajador de Panamá en México, Alfredo Armando Oranges Busto, y a la perseverancia de Iturbe, finalmente los animales pudieron ser embarcados por tierra y llevados sin novedad a su destino. “Un día me contactó el embajador Orange para decirme que había unos ganaderos de su país interesados en adquirir Sardo Negro —cuenta Jaime Iturbe—, y al tiempo llegó con los señores Víctor y Luis Pérez, padre e hijo, que estuvieron aquí en el rancho un par de días, vieron el ganado y las salas de ordeña, y se fueron más que convencidos de que se trata de animales muy buenos en pureza y para hibridar.” El Redentor tiene tres salas: una para las vacas mochas, otra para las de cuerno y una tercera para las comerciales. “Me dijeron que se interesaban sobre todo en hacer embriones de Sardo Negro mocho con semen sexado.” Los panameños adquirieron las ocho novillonas donadoras, un toro mocho y otro de cuernos. Entonces comenzó la batalla burocrática, que demandó cuatro o cinco viajes a Tecamachalco para hacer y volver a hacer las pruebas. Finalmente, el 30 de agosto, se dio el banderazo de salida a ese ganado en sencilla ceremonia efectuada en El Redentor con la presencia del propio embajador y de funcionarios locales, así como del presidente de la Asociación Mexicana de Criadores de Cebú (AMCC), Ricardo Casanova, quien nos dijo que actualmente, después del Brahman, el Sardo Negro es la raza cebuina que más ejemplares registra. Animales Sardo Negro ya habían llegado antes a Panamá desde México, pero no de manera legal, según se reconoce en el medio cebuista. Sin embargo, esa clase de exportaciones no sólo no cuenta en los récords oficiales para un seguimiento adecuado y verificable, sino que pone en peligro la sanidad animal y la certeza de las relaciones comerciales, sembrando la duda en los esfuerzos que hacen muchos ganaderos por difundir la cría profesional. De todas maneras, en el caso del Sardo Negro “cada vez hay más demanda en Centro, Sudamérica y los Estados Unidos”, afirma Luis Espín, sobrino de Iturbe y criador también de la raza en su rancho Oro Verde, que como El Redentor se localiza en la colonia Nuevo Morelos del citado municipio de Jesús Carranza. Se han realizado exportaciones formales de animales y material genético a Costa Rica y Colombia, entre otros países. “Guatemala tiene su asociación de criadores de Sardo Negro; en Colombia, la Asocebú lo reconoce también como raza y ya lo está registrando, y lo mismo hace Costa Rica, donde al igual que en Nicaragua hay criadores que se están organizando para formar sus respectivas asociaciones”, dice Espín. El objetivo de los empresarios panameños que adquirieron ganado de El Redentor es tanto formar su propia cría de Sardo Negro como fortalecer su producción de leche y derivados, que es su actividad principal. La exportación de esos animales se dio apenas tres semanas después de la firma de un “acuerdo de asistencia bilateral estratégica” firmado entre los dos países, que abarca desde producción industrial hasta turismo y educación, según dijo el embajador de Panamá el día del banderazo. Señaló que su país posee “gran capacidad logística con dos puertos que conectan con 1,570 puertos del mundo, nueve cables que manejan 100% del internet y una economía dolarizada desde 1904, más de 70 bancos y leyes especiales que protegen la inversión extranjera, y sobre todo brazos y corazón abiertos para México”. En los acuerdos comerciales a los que se llegue están listos para participar el Banco Nacional de Panamá y el Banco Agropecuario, agregó.
Los ejemplares exportados recorrieron durante ocho días 1,970 kilómetros para llegar a su destino en Panamá, una estación cuarentenaria, antes de ser trasladados al rancho de la familia Pérez donde se establecerá la cría de Sardo Negro. Cabe mencionar que el 8 de septiembre Jaime Iturbe y otros criadores mexicanos llegaron a la Ciudad de Panamá para tomar parte en un encuentro de ganaderos de los dos países, donde estuvieron también el viceministro de Desarrollo Agropecuario, Carlos Rognoni; el embajador de México en Panamá, Luis Manuel López Moreno, y los directores de Ganadería y Salud Animal de ese país. Jaime Iturbe nos relató que su familia tiene sus raíces en el estado de Morelos —de donde suponemos que procede el nombre de Nuevo Morelos dado a este jirón veracruzano—. El primero en trasladarse allí fue su padrino, don Silvino Espín Velasco, a principios de los años sesenta del siglo pasado; más tarde, en 1969, llegó su padre y adquirió El Redentor, un rancho con una antigüedad de dos siglos que anteriormente se llamaba Malpaso. “En 1976 le compró toros Sardo Negro a don Alfonso Heliodoro Huesca Gómez [considerado uno de los principales fundadores del Sardo Negro], y dos años después las primeras 15 novillonas; luego vinieron otras compras, y en 1990 nos dimos de alta en la AMCC”, cuenta Iturbe. Agrega que El Redentor ha sido desde siempre una empresa familiar con gran apoyo de su esposa, doña Norma Álvarez Mendoza, y de sus hijos Viviana, Raísa, Aletheia y Manuel. La continuidad parece asegurada, ya que los hijos se fueron a estudiar fuera pero ya todos regresaron. Además, “trabajamos en sociedad con mi hermano Jesús Alberto y con sus hijos, así como con mi sobrino Miguel, que nos apoya en la cuestión sanitaria y los movimientos del ganado”. Esta ganadería trabajó un tiempo la transferencia de embriones con el método convencional, “pero vimos que la fecundación in vitro es mucho más funcional pues genera más fertilidad y capacidad de reproducción”. De ella proceden todos los lotes que llevará en diciembre a la próxima Nacional de Cebú que se efectuará en Tuxtla Gutiérrez.
Iturbe nos dice, que en los Estados Unidos hay mucho interés por el Sardo Negro mexicano, por lo que está viendo la manera de poder exportar ejemplares allá de manera legal; no es algo fácil porque El Redentor se encuentra en zona B de la campaña contra la tuberculosis bovina (como todo el sur de Veracruz, debido sobre todo a la vecindad con el estado de Oaxaca, donde con el pretexto de los usos y costumbres muchos productores se niegan a aretar el ganado).