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Cuaderno Rojo
:: Exodus (Proyecto Gilgamesh) :: Gaztea Ruíz :: Sonia R. Fides :: Ignacio Escuin Borao :: Raúl Muñoz :: Joan Elías :: Gus Jiménez :: Carol Blenk :: Sara Guasteví :: Andrés González
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:: Nota de la editora :: Érase una vez :: Por qué decimos no :: Informe sobre la mina y planta de elaboración de la magnesita de Borobia
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:: J. Jesús Sanz :: Andriy "Baton" Antonovsky :: Juan Manuel Vidal :: Bernard Rives :: Santiago Calero :: Daniel Zerbst :: Javier de Juan-Creix :: Javier Seco
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:: Por si acaso :: Ana María Matute: ¡Ábrete, sésamo! :: Antonio y el estudiante :: Macondo era el perro de mi abuelo :: El peso de la blogosfera en español :: Willa Cather, una pionera oculta :: Qué mala soy entrevistándote :: Mujeres en pie de guerra :: La niña azul :: Cómic: Proyecto Gilgamesh
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Luz vigía -No a la mina de Borobia-
Cuadernillo rojo
El crisol
Pensando... En mi terraza, en esta época, por las noches hace un frío intermedio. Al fondo se ve una montaña; a un lado, la construcción de las piscinas municipales; de frente, un pequeño parque. Una carretera larga y vacía sube hacia la montaña. La luz de las farolas hace que todo parezca un poco incorpóreo. Me fijo por primera vez en un árbol bajo mi casa. Es pequeño, está un poco torcido. Pienso en los baobabs, aunque en realidad nunca he visto un baobab. El principito arrancaba los baobabs, pero a mí me gustaría plantarlos. Me termino de cepillar los dientes y cuento las estrellas por última vez. Hay muchas. Tantas como en Nicaragua, en Vitoria, en el pueblo. He crecido y sigo siendo pequeñita. Recojo las manos sobre mí, como si con ese gesto pudiera explicarme. Es septiembre, todo empieza y todo se escapa.
Bajo el denim lavado de mis vaqueros Helmut Lang
Un día cualquiera [ Gaztea Ruíz ]
[ Sonia R. Fides ] Para romper el alto muro ya no viene la madrugada (José Hierro) Tras romper el alto muro de la madrugada queda atrás la noche, cumplida su hora, cumplidos sus designios. Caen mis fuerzas a una cárcel cotidiana, me encuentra el mediodía tendido sobre el ancho río de la mañana, indeciso entre sus orillas, ampliamente derrotado.
Me voy haciendo pequeño en mi cuerpo gigante: árbol, semilla, anhelo. Al fin, en la tarde, dentro de mí, lejísimos de todo y todos, presiento llegar el potro estrellado de la noche.
Cómo decir de pronto: tómame entre las manos, No me dejes caer. Te necesito: acepta este milagro.
Paris ha perdido dos sombras a las cinco en punto.
(Julia Prilutzky)
Tu cuerpo y mi cuerpo permanecen boca arriba. Somos dos ahogados que respiran en asientos contiguos del aeropuerto Charles de Gaulle.
Todo termina cuando el futuro pronuncia nuestros nombres a través de la pantalla del teléfono móvil. Trato de hacer el amor con el presente bajo el denim lavado de mis vaqueros Helmut Lang, pero el avión ya ha dado la orden para que sus motores bailen y ningún tren de aterrizaje es tan fuerte como para sostener la pena si la pena decide ejercer su potestad como bisílaba. Los gatos le han prestado sus ojos, su mirada calienta nuestras articulaciones.
Las manos se reconstruyen -mientras colocas sobre tu dedo lo que nos convierte en mártires con las tarjetas de embarque en reglaLos oídos revientan de susurros pero el silencio, gobernando nuestras repletas copas de martini, me suplica que ejerza como sorda cuando nuestro equipaje esté sobre la cinta transportadora.
Por eso no me ha quedado más remedio que colocar el azar en tu maleta de mano. Necesitaba el mejor método indirecto para formalizar cualquier despedida. la 6...
la 7...
Ahora
La verdad de los perros y los gansos
[ Raúl Muñoz ]
[ Ignacio Escuin Borao ] Los
perros
tienen
ese
algo
que
les
hace
comprender que cada bienvenida ha de ser la más especial y cada adiós el más desesperado,
el más triste. La verdad de los perros es vivir
cada instante como el único instante, la verdad
que también comparten los gansos, estos por no
ser
capaces
de
más.
Perro
y
ganso
me siento, perro y ganso soy al mismo tiempo. Perro y ganso en cada calle y al soportar el
peso, el peso del aire y del agua en mi cuello, el peso cien veces, mil veces, mil doscientas veces tu peso sobre el mío. La verdad de los perros y los gansos es aquella que instruye sobre
alterofilia,
sobre
Perro
y
por
cómo
levantar
a
cada
instante el peso del agua, el peso del aire. ganso
lo
simple
y
lo
primario,
perro y ganso los dos en uno. Vivir así es más entretenido (y valiente, creo).
la 8...
Ahora, en esta hora calma de cojines calientes y cortinas supuestas en el vacío, de vientos feroces y cementerios viejos creciendo a lo lejos por donde juegan niños y crecen flores, de noches al fuego y humos al cielo que antes de partir secan mirandas y construyen pasados que nunca existieron, de arboledas secas que se queman como se quemaron pueblos en un tiempo tan lejano que aún lo recuerdo, así como se perdieron ancianos en laderas desiertas, olvidados en un pueblo sin rostro, poetas levantando armas y escondiendo letras, generales tensando sogas y firmando sentencias, campesinos ordeñando vacas y cavando tumbas, mozas lavando trapos y pariendo hijos, soldados de paja haciendo las maletas y trazando rutas, perdedores imaginando quimeras y pisando fango. Pero ahora, en esta hora calma de tiempos sin remedio y memorias que apenas se recuerdan, de voluntarios que se atreven a desenterrar las letras que alguien enterró junto a su propio cuerpo, que se brinda por años decenios o centenarios sin que las copas por quienes se festeja puedan saborear su propio aliento, y que los hijos de los hijos que cruzaron desosegados fronteras para no volver ni en esta vida ni en ninguna se cuelgan medallas creyéndose héroes nadie sabe de qué. Sólo ahora, en esta hora calma en que nuevas guerras nos acechan indiferentes o perplejos, se enfrían cojines que estuvieron calientes y se disipan vientos viejos, pero siguen creciendo firmes cementerios a lo lejos.
la 9...
arratsa balkoian...
Sargir
[ Gus Jiménez ]
[ Joan Elias ]
La nit neguiteja els arbres, calla el silenci. Cel immens, immens, hora barda, vora mar.
Per la memòria humil dels tendres camins de fang, passeig de llavis i naufragis, gest i cendra, la venjança sagitària. Càlides màscares dels vells mons, certituds de ritual incrèdul on trepitjo les dates funàmbules i sargeixo tots aquells silencis.
Esmolada fosca, poruga de vestigis, on tremolo sencer en bocins d’infantesa sota la lògica perversa dels estels.
la 10...
iritsi berria naiz, lanetik. menestra ta kiwi bat ta esnea gailetekin ta orain idatzi xumea zuri ta ohera. ohea baino lehenago hortzak daude eta hortzak eta gero orain bai ohea. ohean zer dagoen? ohean zu zaude eta mark dago eta ander eta araia ere, batzutan nagore bueltan etortzen da eta edurnek irrifarre egiten dit, eta toki zeharo ezkututik agerian batzutan gaiztakeriak egiten dizkidaten pertsona zitalak ere badaude. ohean herioa dago, herioa eta ni eta bizitzaren norantzak; bide guztiak batzen direneko lekua da ohea, 98ko uda ere egoten da eta txikitako balkoia, lazkaoko hura: nire ohea balkoi bihurtu nahiko nuke: batzutan bihurtzen da: dutxatik irten berria, 10 urte, amak afaria prestatzen du, zai egon beharko duzue, eta orduan dutxatik aterata eta afaltzeko itxaroten ari naizela balkoira irtetzen naiz; zorua epela dago, piyama motza jantzita daukat, horregatik balkoian esertzen naizenean, hankak luze jarrita, epeltasun goxo leuna sentitzen dut, harri pulituen leuntasun epel goxoa, eta eguzkia olaberria aldeko mendien atzean izkutatzen ari da, ez dut ikusten baino zerua odoletan egoteak eguzkia salatzen du, eta zorua eta piyama eta eguzkia eta dutxa eta lasaitasuna eta bizitza epela eta zoriona, non da zoriona?
batzutan ohean antzekorik izaten da, baino zaila litzateke ohea gainean dudala kaletik ibiltzea.
la 11...
Aunque sea mentira... [ Carol Blenk ] Aquella profesora era amarilla, supongo que aún te acuerdas de ella. Trabajaba aquí mismo, dos calles más allá, en aquel colegio. Era feliz, bueno, no del todo, a medias sólo, como la gran mayoría de nosotros. Iba y venía de su casa al colegio, del colegio a su casa. Y nunca equivocaba el recorrido, bueno, sí, algunos domingos, que era cuando iba a comer a casa de los padres de su novio. Porque ella era muy formal, nunca faltaba a aquellas comidas. Le aburrían un poquito, sobre todo a la hora de los postres, porque siempre ponían tarta de nata, y ella prefería el chocolate. Era tan educada que nunca se quejó. Jamás dejaba una sola cucharada en el plato. Pero un día de invierno, un domingo de enero, le sucedió algo extraño. Pasó por debajo del ático de la niña de los discos azules, como tantas otras veces, pero aquel domingo se oía una especie de música. Muy tranquila, muy suave, pero hipnótica. La profesora amarilla sabía que no debía pararse a escuchar aquel tema... eran casi las dos y la esperaban para comer. Tarta de nata de postre, pensó. Y se quedó muy quieta debajo del balcón de aquel ático. Y escuchó perfectamente...
Era genial. Se dejó llevar. Se quedó inmóvil, ojos cerrados y el corazón parado. No latía pero lo notaba más vivo que nunca. Cuando terminó la canción, la niña de los discos azules la estaba mirando. Nunca la había visto de cerca. Como mucho, la había encontrado en algún vagón del
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tren, en el último asiento. No gozaba de buena reputación en la ciudad. No era bien vista, nadie le dirigía la palabra. No recibía cartas y ni siquiera la compañía del agua se atrevía a cobrarle las facturas. Apenas gastaba agua, pero la poca que consumía le salía gratis. Lo mismo con la luz. Nunca llegó a instalar el teléfono, claro, si no hablaba con nadie! Decían que era muda.
Y allí estaba ella, frente a la niña de los discos azules, sin saber qué hacer. No sabía si lo que sentía era miedo o curiosidad. La miró. Y se dio cuenta de que de cerca era realmente guapa. Posiblemente, jamás se había encontrado con alguien tan bello. Y supo que nunca vería nada igual. Nunca. La profesora amarilla no fue a comer aquel domingo a casa de su novio.
A la mañana siguiente, al ducharse, se dio cuenta de que la piel le estaba cambiando de color. Ya no era amarilla, el color natural, sino que iba adquiriendo un tono azulado. Se asustó, pensó que estaba enferma... Se tomó la temperatura, se tomó el pulso, la tensión... Todo estaba bien y la verdad es que se sentía mejor que nunca. Tenía un gusto sutil a chocolate en los labios. Y no recordaba haber comido chocolate. Qué extraño era todo.
Vio que era tardísimo y que debía darse prisa si quería llegar puntual al colegio. Como cada lunes, como cada mañana de su vida. No desayunó porque no le daba tiempo y al coger el abrigo del comedor vio algo que la hizo retroceder antes de irse. Había alguien en el sofá, alguien cubierto por una manta, una figura pequeña y silenciosa. Se acercó y levantó con mucho cuidado la manta... era la niña de los discos azules. Dormía en calma, tranquila y relajada. Como si llevara mil horas allí. La profesora, que ya era del todo azul, le dio un beso y salió de casa sin hacer ruido, para no despertarla.
la 13...
Preludis
[ Sara Guasteví ]
Mentre plou pols i es desafinen els pianos a les cases on n'hi ha. Mentre l'oli s'escalfa al foc i els iogurts caduquen a la nevera. Mentre l'àvia s'adorm a ritme de pèndol al balancí. Mentre el tren marxa tan lluny com pot però sempre arriba al mateix lloc. Mentre la sola de les sabates es perd lentament per carrers i més carrers. Mentre el te fa un romanç d'amor als llavis. Mentre la calor s'insinua al cos i el despulla, però mai del tot. Mentre el desig és una ditada de mel i hores. Mentre. Tot són preludis lliures.
Persones i coses Persones
La tieta no va saber mai que tardava molt més en acabar la sopa si se la menjava amb forquilla. La senyora Pepis comprava pollastres a l'ast quan la família dinava a casa seva: "eh que sóc espavilada...?" deia tota orgullosa. "Li puc fer un dibuix mentre pren cafè?" deia enmig de mil gargots el fill del pianista del barri. "Però tu què t'has pensat?" escopia amb bocins de poma a la boca la senyora que com més volia aprimar més s'engreixava. "Oye, no tendrás un...?" que no, que no donem res als desconeguts. "Pero si a ti te recogimos en la calle, ya no te acuerdas?", deia el fakir i malabarista d'idees brillants.
Una tarde raramente oscura
[ Andrés González ]
“No, no me aburro. Pienso”. Ella, como una efigie sonriente en su mecedora de playa, se lo dijo así, de sopetón. Como si pasar las horas en el balcón, frente al mar pero sin hacer nada, no tuviera ningún secreto. Una revelación para un ansioso chico de 20 años, tan preocupado por hacer y sin tiempo para sacarle jugo al tiempo. Era una mujer con toda la vida, la suya y las de los demás, delante de sus ojos.
Sobre la mesa de playa tenía una pila de libros, un suplemento cultural de un diario local, las gafas de vista y unos tebeos del nieto más pequeño. Los libros se los había prestado él, X, su nieto mayor, intrigado por la calma y aparente inactividad de su abuela durante las dos semanas que ya se había comido el verano. En un viaje al pueblo, había inspeccionado durante dos horas los libros de su habitación, pocos a esa edad, para elegir alguno para ella. Tomó, entre otros, ‘El amor en los tiempos del cólera’. Coincidían en esa novela la buena literatura y una historia cercana a su abuela, creía X. Pero ella no necesitaba fantasear con amores tardíos. Sin embargo, su respuesta fue: “Ya no leo casi, me cansa la vista”.
Coses
El pas de zebra fugia corrents cada vegada que algú volia passar-hi per damunt, i així durant unes hores s'amuntegaven un munt de persones en un cantó del carrer. Aquells mitjons i la samarreta van passar tot l'abril a l'estenedor perquè cada dia plovia una miqueta. A la senyora del disc que cantava cançons de fum no li sabia greu ratllar-se durant segons en síl·labes impossibles. Mentre va durar la primavera, les fulles es pujaven als arbres i els jerseis queien a terra. El mariner de la fotografia somreia sempre, com per art de lifting però en bonic. la 14...
la 15...
-¿Y en qué piensas? -le preguntó una tarde raramente oscura. - En mi hijo. -respondió con su típica carcajada entre dientes. Le parecía una obviedad que hablaba de su hijo más joven, el tío de su interrogador adolescente. El que estaba más lejos y más cerca. Treinta y pico de años tenía y, por lo que X sabía de él, disfrutaba de su edad. El padre de X, el hijo mayor, disfrutaba a su vez de la suya pero, al parecer, atraía menos preocupaciones. Y seguía pensando.
Vestido todo de color mostaza, el abuelo, ajeno a la conversación, leía un grueso volumen de historia, la suya, y saboreaba una paloma de anís en la cocina mal iluminada. Mientras, H corría detrás de una pelota de plástico que se le había escapado fuera de banda. En el pasillo de la enorme casa de paredes y puertas estropeadas por el paso de tantos inquilinos y meses de agosto, S y T, como buenas nietas, caminaban arriba y abajo con ropa secada al sol y bolsitas de maquillaje. La tarde empezó a virar hacia al anochecer, cuando ya la gente salía en busca de horchata en la acera de abajo, libres de la arena de todo el día y frescos con el la 16...
champú de las vacaciones. X se sentó al lado de su abuela con la intención de averiguar un detalle que le desvelara el secreto. Para matar el silencio, leyó por encima el diario e incluso le comentó a su abuela una noticia intrascendente, que hizo reír a los dos.
Sentado, como su abuelo, a horcajadas en una silla, llevaba una bermudas y una camisa de colores que acababa de planchar en su cuarto mientras se dirimía entre la posibilidad de buscar a sus amigos en las tascas del barrio o dejar otra noche en blanco. X no estaba en su mejor momento, ese año había sido el más crítico desde que recordaba. Había pasado su segundo curso de universidad echando sal en la herida de su primer amor. Un buen motivo para querer hacer y no hacer, la excusa perfecta para culpar a las tardes raramente oscuras.
Una avioneta sobrevoló la costa frente a su balcón. Hacía su recorrido de vuelta después de haber paseado durante todo el día su banderola promocional por las playas. Fue un instante fugaz, poco llamativo pero tan entretenido como suele ser ver pasar un avión desde tan cerca. Ella miró y él esperó una explicación a su gesto. El vuelo de la avioneta publicitaria parecía haber soltado viento sobre su cara, ese era el gesto. Pero ella tenía el cabello suelto inerte, aunque naturalmente algo despeinado por esos días tranquilos. Se volvió y le confesó a X: “Es como la avioneta que nos trajo desde Orán”. Con el ruido del motor todavía resonando a lo lejos, añadió divertida: “Casi se le podía ver la cara al piloto, ¿verdad?”.
- ¿Te acuerdas de él? -dijo X claramente interesado. - Es algo que no se olvida así como así. Estábamos deseando llegar. Llevábamos diez años esperando ese viaje. -empezó a contar, pausada pero enérgicamente. - ¿Y cómo era el piloto? -dijo X desviando sin querer la conversación, esperando tal vez una historia sobre un personaje a lo Indiana Jones. - Para mí, en ese momento, era oro en paño. El viaje no fue del todo bien. Vinimos de noche, con mucho trajín y sacudidas. Pero era un buen piloto. Conducía muy bien el aparato. Luego, el aterrizaje fue como la seda. Pero yo no respiré hasta que llegamos. - ¿Íbais...? -indagó X. - Pues el abuelo, tus tías, tu padre y yo. Cargados de maletas hasta arriba. Era la primera vez que subíamos a un avión y, fíjate luego, toda la familia ha viajado por todas partes. la 17...
El telón de la tarde se fue cerrando y ella le contó mil y una historias verdaderas, como cuando intentaba disimular ante las vecinas argelinas el peso de los kilos de jabón que fabricaban en casa y que acarreaba en el fondo del carrito del recién nacido. O las tertulias políticas de su abuelo en la habitación que tenían por vivienda, mientras ella preparaba café para los visitantes y todos fumaban intentando enderezar con palabras lo que había sido torcido en la distancia. O el viaje en el barco que les trasladaría al exilio, las personas que les ayudaron para siempre y la infinidad de trabajos desempeñados para poder sobrevivir. Ella se levantó, con la noche sobre el mar que les trajo a casa, y preparó la cena en silencio, pensativa. Como siempre en esos días lejanos y cálidos, críticos, vitales y confusos. Cenaron en la mesa de la cocina una ensalada de pasta y, sobre las once de la noche, ella fue a acostar a H. El abuelo salió al balcón y terminó su vaso de vino con las manos sobre el cinturón, sentado frente a la oscuridad y con la única compañía del ruido de los coches en la calle. Dejó sobre la mesa de playa su tomo de historia, la suya, y ofreció una sonrisa amplia y sincera a su nieto.
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Nota de la editora Cualquiera que se haya parado a hablar conmigo más de cinco minutos sabe dos cosas sobre mí: 1) que dirijo una revista literaria; 2) que soy de pueblo. Bien, la revista literaria es ésta que tienes en tus manos ahora, y mi pueblo, un pequeñito pueblo de la provincia de Soria, con unos 43 habitantes en invierno y unos 200 en verano, es uno de los principales afectados por la previsible construcción de una mina de magnesita a cielo abierto en el cercano municipio de Borobia.
No me gusta emplear esta revista para fines “personales”. En 10 años, sólo una vez he publicado un texto mío, y eso obligada por la necesidad de llenar 4 páginas a última hora. Tampoco he reseñado ninguno de los otros proyectos en los que participo. Ahora por primera vez quiero dedicar un espacio aquí a un tema que me toca de lleno. En las siguientes páginas recojo informaciones que tienen que ver con este atentado ecológico. No sé si servirá de mucho, pero el río de mi pueblo está a punto de desaparecer tal y como lo he conocido hasta ahora, y tengo que contarlo. Nuria Rita Sebastián Cisneros - Directora de Iguazú. Revista Artesanal de Literatura y Cultura. - Persona pequeñita de pueblo.
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´ Érase una vez... Érase una vez una empresa que llegó a Borobia con la idea de explotar un yacimiento de Magnesita y Dolomía en las faldas de la Sierra de Tablado. Para llevar a fin su propósito convocó una reunión en el pueblo en el año 2000 donde nos informaron que el yacimiento era uno de los mayores del mundo ofreciendo promesas de desarrollo que a su juicio serían la salvación del pueblo. El Ayuntamiento de Borobia convocó una consulta popular sobre la propuesta en Septiembre del mismo año. El resultado fue de 87 % de los votos en contra. ¿Por qué el pueblo de Borobia dijo no?
El caso es que la explotación pretende la construcción de una cantera que afecta a una superficie de 9 km. de largo y 50 mts. cié ancho a lo largo de toda la falda sur de la sierra de Tablado en las que se ubican las cinco fuentes en las que nace el río Manubles, de las que se abastece nuestro pueblo para beber y el resto de los pueblos de su cuenca. Con ello es inevitable la destrucción total de tales acuíferos puesto que el mineral que se pretende explotar reside en las capas donde se encuentra el agua Además del deterioro que conlleva una cantera de tales características, la explotación provoca inevitablemente la desecación del río Manubles Es inconcebible que a estas alturas del siglo XXI, donde Soria quiere convertirse en* sede mundial del desarrollo sostenible, la única formula que se proponga para dicho desarrollo sea una empresa de este tipo, que amenaza las aguas de las que bebemos, el paisaje e incluso el resto de los recursos, tanto agrícolas como ganaderos de los que vive la mayor parte de la población de Borobia.
Queremos progreso para nuestro pueblo, para todos los pueblos, pero no a través de propuestas destructivas corno ésta, sino de la implantación de empresas respetuosas con nuestro entorno y que creen realmente puestos de trabajo. La Junta de Castilla y León debería tratar de crear esas empresas en los pueblos en vez de dar licencia de investigación a minas como la que se propon^. Por eso nuestro NO rotundo a esta mina y NO a la política de desarrollo rural de la Junta de Castilla y León y de las instituciones del Estado. la 21...
Por qué decimos NO La creación de la mina generará graves daños al medio ambiente y al desarrollo sostenible de las poblaciones de las cuencas de los ríos Manubles, Aranda, Ribota e Isuela. Daños en los acuíferos
La modificación de la actual red fluvial, con desaparición de la misma por alteración de su topografía, conllevará una pérdida relevante del volumen de agua de los ríos Manubles y Aranda.
Tanto las labores mineras, como la planta de tratamiento con hornos de calcinación de la magnesita, requieren importantes volúmenes de agua que finalmente serían detraídos de los caudales circulantes del río. Tristemente, la localidad de Borobia, vería desaparecer los manantiales de los que ha brotado agua desde tiempos inmemoriales. Degradación de los ríos
La actividad industrial de la mina, con sus movimientos de tierra, su transporte y acumulación, supone una movilización de partículas que incidirán drásticamente sobre la turbidez del río, dejando de ser un río de agua transparente para ser un río permanentemente turbio. La posible presencia de elementos químicos en el agua en cantidades indeseables, así como los vertidos, constituirán un riesgo permanente sobre la totalidad de la cuenca del río.
La existencia de balsas mineras podría suponer un riesgo que, en el caso de rotura, afectaría a las personas de la localidad de Borobia y sus alrededores. No tenemos que olvidar acontecimientos recientes en nuestro país y los problemas que ocasionaron poniendo en jaque a la población más próxima, la
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integridad de los organismos vivos de su entorno y la economía de una zona colindante al Parque Nacional del Coto de Doñana, hablamos de la rotura de las balsas de la mina de Aznalcóllar. Deterioro del ecosistema
Además de las afecciones a los acuíferos, a los ríos, las emisiones a la atmósfera de la planta de tratamiento, inherente a la actividad minera, tendrá un efecto negativo en las características físico-químicas del agua de lluvia. El aumento de partículas, la modificación del PH, el incremento de magnesio…todo ello alcanzará las tierras de Agreda y el Moncayo, incluido el espacio protegido del Parque Natural. Extinción de la biodiversidad
El tramo medio y bajo del río rebosa biodiversidad ante la ausencia de agentes contaminantes, esta es la clave de la presencia de algunos indicadores biológicos como son el mirlo acuático, el martín pescador, o la nutria, todos ellos en la cúspide de la cadena trófica en los medios acuáticos. La alteración de las comunidades biológicas fluviales constituidas básicamente por organismos bentónicos y planctónicos daría lugar a la desaparición de estas especies indicadoras de ríos vivos y sanos.
La conservación de estas especies indicadoras es incompatible con el impacto ambiental del proyecto minero. Constituyen por lo tanto una garantía de futuro para la calidad de vida y salud de los ciudadanos, y una etiqueta de calidad indispensable de sus productos agrícolas y las actividades turísticas e industriales, de las que presumen sus gentes y todos disfrutamos. la 23...
Informe sobre la mina y planta de elaboración de la magnesita de Borobia
[ Plataforma en Defensa del Agua y la Tierra ]
¿Qué es la magnesita y para qué sirve?
La magnesita es un mineral rico en magnesio que se utiliza para la elaboración de ladrillos refractarios, abonos químicos, pasta de papel… su uso, por tanto, está básicamente destinado a la industria siderúrgica y agropecuaria. Elaboración de la magnesita
El proceso de la mina a cielo abierto es el siguiente: “las labores de arranque de la mina se realizan mediante perforación y voladura con explosivos (cientos de miles de toneladas de suelo arrancados). Una vez realizada la voladura, el mineral extraido se transporta con una retroexcavadora, cargando el material sobre camiones basculantes que realizarán el transporte desde el frente de la explotación (una zona de la Sierra de Tablao) a una planta de tratamiento de la magnesita (otra zona del Tablao) en donde se procederá a una trituración primaria, seguida de molienda en molinos autógenos y separación por medios magnéticos. Posteriormente y dependiendo del destino final del producto, la magnesita se calcinará a temperaturas entre 1.100 ºC a 1800 ºC en un horno giratorio”. La elaboración de la magnesita se realiza por tanto mediante un proceso de calcinación en el que se emite a la atmósfera un volátil con cierto componente ácido (lluvia ácida) que se impregna en la masa forestal y acuosa dañandola y contaminandola. Esta lluvia ácida puede llegar a la cadena alimentaria y provocar problemas de salud. Tanto la mina como la planta de elaboración de la magnesita necesitan importantes recursos hídricos, que devolvería con altos niveles de contaminación. En España existen dos yacimientos de magnesitas importantes: en Rubian (Lugo) y en Eugui (Navarra) completándose con la planta de elaboración de la magnesita de Zubiri (Navarra). Estudios la 24...
medioambientales de la Universidad de Navarra realizados sobre el impacto que este tipo de mina tiene en la zona de Eugui pone de manifiesto el alto nivel de contaminación de la zona. Según el Instituto Geológico Español la magnesita puede obtenerse sintéticamente (a partir de salmueras y aguas marinas), es decir que en principio no se necesita una mina para obtenerla.
Mina y planta de magnesita de Borobia. Datos del entorno natural donde se quiere explotar la mina
Borobia es un pueblo de unos 340 habitantes situado en el extremo este de la provincia de Soria rayando con Zaragoza. La Junta de Castilla y León está impulsando la explotación de una mina a cielo abierto de magnesitas e instalación de una planta de elaboración de la misma en la Sierra de Tablao (1.750 m) en el término municipal de Borobia. Esta sierra está situada al lado del Moncayo y rodeada de zonas protegidas: la zona del Moncayo-aragonés declarado “Parque Natural”, el sabinar de Ciria-Borobia por donde discurre encañonado el río Manubles y que incluye los humedales o lagunas de Ciria, Borobia y Noviercas, y el espacio natural de la “Sierra del Madero”. Esta zona del Moncayo y la Sierra de Tablao tiene por tanto una particularidad importante: son tierras y aguas compartidas por las Comunidades Autónomas de Aragón y Castilla y León y sirven de frontera natural entre estas dos comunidades, de manera que la ladera norte de los montes queda en el término de la provincia de Zaragoza y la ladera Sur en la provincia de Soria. Todo el mundo conoce el Moncayo como aragonés y poca gente sabe que existe también un Moncayo soriano (sobre todo la Administración Autonómica de Castilla y León). La zona del Moncayo y sus inmediaciones aragoneses está declarada Parque Natural y es un espacio protegido como tal desde hace años y la zona soriana del Moncayo tiene la 25...
declarado una zona LIC y ZEPA pero sin el grado de protección que en Aragón. Sus inmediaciones, entre las que está la Sierra de Tablao y Sierra de Toranzo, no tiene ningún tipo de protección pese a tener todas las características para serlo. Razones para decir que no a la mina de magnesitas de Borobia en la Sierra de Tablao
El pueblo de Borobia ha rechazado mediante referéndum popular este proyecto de explotación de la mina porque: Supondría la destrucción de la Sierra de Tablao. Como hemos explicado anteriormente, esta sierra no es un cerro insignificante, es una sierra satélite del Moncayo, alta montaña (1.750 m) y situada al lado de un Parque Natural. Durante años ha sido objeto de estudios universitarios por su gran riqueza geológica y paleontológica además de su flora y fauna. Los métodos de explotación de la mina son por perforación y voladura por lo que el impacto paisajístico sería brutal: destrucción del sistema de recarga natural del río y los acuíferos, contaminación visual, acústica, polvo…
La Sierra de Tablao, además y sobre todo, es cabecera de cuenca del río Manubles, alfluente del río Jalón (Confederación Hidrográfica del Ebro) y el yacimiento de magnesitas se sitúa justo en los acuíferos y fuentes donde nace el río Manubles que abastece de agua potable a la población. El yacimiento discurre de forma transversal a lo largo de la vertiente sur de la Sierra de Tablao de este a Oeste en una longitud de 7,3 km y no se puede extraer la magnesita sin alterar el sistema Hidrogeológico de la zona, y sin dañar de forma irreversible fuentes, arroyos, rezumes y acuíferos.
Hay por tanto un conflicto claro de intereses entre el mineral o el agua. La propia Confederación del Ebro ha advertido de los efectos devastadores que supondría la explotación minera sobre las reservas de agua (calificadas de alta calidad) de la zona, y pese a ello la Junta de Castilla y León sigue adelante con el expediente. En este punto queremos profundizar sobre la información facilitada por la Confederación del Ebro (al acceso de cualquier ciudadano a través de internet: www.chebro.es ->banco de datos->datos y estudios>hidrogeológicos->Dominio Central Ibérico). La Confederación del Ebro delimita su cuenca en 8 Dominios Hidrogeológicos. Nosotros estaríamos en el Dominio 6 o Dominio Central Ibérico. A su vez, este dominio se divide en Unidades Hidrogeológicas, pues bien, justo las dos unidades Hidrogeológicas intercuencas (a caballo entre el Duero y el Ebro) pertenecen a la zona del Moncayo-Sierra de Tablao-Sierra Toranzo: 6.21.- Unidad Hidrogeológica Araviana-Vozmediano 6.22.- Unidad Hidrogeológica Borobia-Aranda de Moncayo.
Tenemos por tanto que esta zona no solamente es hidrogeológicamente rica en reservas de agua, sino que es una zona la 26...
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donde se dan frecuentes trasvases hídricos de aguas subterráneas entre ríos y cuencas y la mina provocaría daños irreversibles en los acuíferos de ambas. En concreto, afectaría a los ríos Araviana (alfluente del Duero) y a los ríos Manubles, Aranda, Isuela y Ribota (alfluentes del Ebro). En total 35 pueblos sorianos y aragoneses se verían afectados.
Por último, la Sierra de Tablao es un símbolo histórico en el pueblo de Borobia. Durante cinco siglos la ladera Sur de la Sierra del Tablao con sus 1.600 hectáreas formó parte de un latifundio, de manera que las tierras cultivables para los vecinos de Borobia eran bastante escasas, razón por la que nuestros antepasados alternaban para subsistir periodos de trabajos agrícolas y pastoreo con otros oficios temporeros: cuadrillas de esquiladores, jornaleros, trabajos en las remolacheras de Aragón y Navarra, etc. En todo este tiempo, no obstante, hubo una constante reivindicación social para que las fincas de la Dehesa del Tablao pasaran a los vecinos de Borobia, así a principios del siglo pasado se producen momentos de gran conflictividad social y los jornaleros ocupan la Dehesa. Llegamos al año 1936 y Laurentino Gómez Singler, el último propietario, oferta al Ayuntamiento y al pueblo de Borobia la posibilidad de comprar esta tierra y todos los vecinos se vuelcan para adquirir una parcela haciendo esfuerzos económicos ingentes: la gente se empeña y el que no tiene dinero lo pide prestado... así el latifundio de la Sierra del Tablao se divide en 16 quintos (cada quinto tiene unas 100 Has) y en cada quinto participan en “régimen de proindiviso” multitud de propietarios de manera que se puede decir que, en la actualidad, casi todas las familias de Borobia son propietarias de alguna finca de la Dehesa del Tablao. la 28...
En el expediente de ocupación temporal para investigar publicado el 7 de junio de 2005, la Junta de Castilla y León pretende ocupar dos quintos: el quinto las Redondillas y el quinto de Valdemedel (en cuyo límite se encuentra la Fuente Antón Pastor). Esta Dehesa Agropecuaria es una de las zonas más prósperas en pastos para la ganadería y en cultivos, base de nuestra economía, que se vería expropiada a favor de intereses vascos. Agricultores, ganaderos y una incipiente industria agro-turística se quedan sin sus principales recursos. Igualmente se verían afectados todos los pueblos de la ribera del río Manubles ya que viven básicamente de la agricultura.
Borobia esta en la agenda local 21 fomentando proyectos de crecimiento sostenible, dentro del respeto a la naturaleza. la mina rompe este destino elegido y los proyectos que han surgido al amparo de esta idea: La construcción del Observatorio Astronómico “El Castillo” junto con una infraestructura de 1 centro rural (cuyas habitaciones están dedicadas a los planetas y decoradas en función de ellos) y 1 casa rural. la construcción de un Jardín Botánico con multitud de variedades de árboles en el paraje de la Ermita de Todos los Santos y 20 proyectos recogidos en la Agenda Local entre los que se incluye repoblar zonas de la Sierra de Tablao de acebos y pinos y recuperar una antigua senda de los Taberneros que cruzaba la Sierra hacia los pueblos de Aragón y que constituye una de las sendas de la Calcenada. Pueblos afectados por la mina
Al igual que los montes, también compartimos ríos Aragón y Castilla y León. Como el agua no entiende de limites provinciales ni de Comunidades, la mina afectaría a las reservas de agua de todos estos pueblos. - 9 pueblos de la cuenca del Manubles: Borobia y Ciria (Soria) y Torrelapaja, Berdejo, Bijuesca, Torrijo de la Cañada, Villalengua, Moros y Ateca (Zaragoza). - 8 pueblos de la cuenca del Aranda: Pomer, Aranda de Moncayo, Jarque, Gotor, Illueca, Brea, Oseja y Arándiga. - 6 pueblos de la cuenca del río Ribota: Malanquilla, Aniñón, Clarés de Ribota, Cervera de la Cañada, Villarroya de la Sierra y Torralba de Ribota. - 4 pueblos de la cuenca del río Araviana: Beratón, La Cueva de Ágreda, Noviercas y Ólvega.
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- 8 pueblos de la cuenca del río Isuela: Purujosa, Calcena, Trasobares, Tierga, Mesones de Isuela, Nigüella, Chodes y Morata.
La cuenca del Manubles se ha posicionado por unanimidad en contra del proyecto, y a partir de ellos los pueblos de la cuenca del río Aranda, Isuela y Ribota. Los pueblos de la cuenca del río Araviana han manifestado su apoyo solidario pero no se dan por afectados. Expediente de la mina de magnesitas en la Sierra de Tablao
La explotación de una mina lleva tres fases: exploración, investigación y explotación.
La 1ª fase de exploración ya se ha realizado. La empresa ha realizado calicatas, sondeos, tomado muestras, etc. según los datos parece ser que estamos ante uno de los yacimientos de magnesitas mas grande de Europa. Existen por tanto muchos intereses economicos para que el expediente siga adelante. Es más, creemos que una de las razones por las que no se ha incluido la zona Sierra Toranzo-Sierra de TablaoMoncayo soriano como espacio protegido es para explotar esta mina. En la actualidad estamos ya en la 2ª fase o de investigación. En esta fase la empresa realizaría estudios más en profundidad con vistas a resolver los problemas que se pueden plantear en la explotación.
En el B.O.C y L de fecha 23 de Enero de 1998, se publica el Anuncio relativo a la admisión definitiva del Permiso de Investigación “San Pablo” con dos expedientes: uno soriano (el que nos ocupa SO-1.280) y otro zaragozano (ZA-3.026).
En el B.O.C. y L de 7 de Junio de este año 2005, sale la información pública del expediente de Ocupación Temporal en el Permiso de investigación “San Pablo”, solo para el expediente soriano, a favor de la empresa vasca MAGNESITAS Y DOLOMIAS DE BOROBIA S.L. y la declaración de utilidad pública.
Javier Seco Voces de la Tierra I 2004. Técnica mixta, hierro y resina sobre tabla 77cm x 100cm la 30...
Se han presentado 83 alegaciones a la ocupación temporal de la Sierra de Tablao (quintos de Valdemedel y Las Redondillas) para investigar. Todavía no existe resolución a día de hoy, 10 de Diciembre de 2005, a las alegaciones pero desde los Ayuntamientos y vecinos de los pueblos somos pesimistas al respecto. la 31...
Si se aprueba la ocupación temporal definitiva se inicia un proceso de expropiación forzosa puesto que se ocupan bienes y derechos de los propietarios legítimos. El promotor de los tres expedientes mineros de Borobia “San Pablo”, “Tablado” y “San Roque” es JOSE LUIS ZURUTUZA ARRATIBEL, que vendió estos derechos mineros a la empresa vasca MAGNESITAS Y DOLOMIAS DE BOROBIA S.L., de la cual es Administrador único, no obstante los accionistas reales no se conocen hasta la fase de explotación. Recientemente la empresa ha contratado a una consultora y al SR JUAN PAMO como portavoz de la empresa, para hacer campaña de marketing y venderse como salvadores de la comarca con la demagogia de los puestos de trabajo que van a crear. La buena noticia es que las Cortes y el Gobierno de Aragón se han posicionado claramente en contra del proyecto y han pedido por unanimidad la paralización del expediente (incluido el PP aragonés). La Chunta aragonesa, a través del diputado José Antonio Labordeta ha llevado el tema al Congreso. La Junta de Castilla y León sigue para adelante y con las declaraciones del Director General de Minas nos tememos que resuelvan seguir con el proyecto adelante. Esta va a ser una carrera larga y necesitamos estar todos unidos si queremos pararlo. Por eso es importante informar a todo el mundo, contarlo a los amigos, ponernos en contacto con personas que puedan ayudarnos desde cualquier foro: universidad, asociaciones, fundaciones, colectivos... contarlo a la familia, los amigos, en el trabajo... Más información
[ http://www.noalaminadeborobia.com] [ http://borobia.iespana.es ]
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Juan Jesús Sanz Lunéame bajo ella
Cuadernillo rojo :: J. Jesús Sanz :: :: Andriy "Baton" Antonovsky :: :: Juan Manuel Vidal :: :: Bernard Rives :: :: Santiago Calero :: :: Daniel Zerbst :: :: Javier de Juan-Creix :: :: Juan José Seco ::
Andriy "Baton" Antonovsky
Andriy "Baton" Antonovskiy
Juan Manuel Vidal
Bernard Rives
Olé olé 36 cm x 29 cm x 12 cm
Scherzo 80 x 50 x 18
Bernard Rives
Chispa 27 cm x 18 cm
Tango 32 cm x 18 cm x 6 cm
Descubriendo lo cotidiano
Los paisajes urbanos de Santiago Calero nos presentan lo cotidiano, lo habitual; sus fotografías muestran las cosas que vemos y a las que no prestamos atención, creando a través de ellas ambientes, sentimientos. Sus imágenes son documentos del día a día que nos sorprenden por su proximidad y calidez. Vemos personas, objetos, circunstancias que van más allá de ellas mismas, que recrean algo más de lo que aparentan. El paso del tiempo se detiene en cada instantánea y cada una de ellas deja entrever detalles de lo que tenemos alrededor y que nunca hemos tenido tiempo de mirar. (Reseña en La fotografía actualn.º 93, 2002)
Santiago Calero
Javier de Juan-Creix
Daniel Zerbst
Tentar la suerte 2004. Objeto intervenido 40cm (diรกm) x 17cm
Quietud 2004 Objeto intervenido 11,5cm x 8,5cm x 2cm
Javier Seco
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Por si acaso
[ Emilio Barco ]
Hay una canción que no me quito de encima, una melodía larga, que no rima mucho y que canta un músico tímido, que se aparta el pelo por detrás de la oreja mientras habla, que mira asustado, y que es de verdad. Alhajita te hallaré aunque digas que no. Me voy por tus ojos, enamorados, buscándote en mi canción
En el mismo momento en que se producen, y casi sin querer, unimos los momentos que nos pasan a una canción que los acompaña, a un lugar donde sueles estar mucho, a una prenda pequeña y ajena, a un olor profundo que empiezas a reconocer, a unas costumbres que nunca pensaste, o a una retahíla de palabras nuevas que alguien recién inventa para ti. A los rios pregunté dónde estabas amor. Y ellos me dijeron, que con la espuma, andaba tu corazón
Mi canción es la de Quique y algunas de las palabras nuevas son: por si acaso, contenta, inesperado, deseo o dispersarse (ésta inventada por blenk, porque hay palabras que las inventan las personas, porque no existían antes, aunque haga miles de años que estuvieran), todas esas palabras albergan detrás una historia, pero también son importantes en la manera de decirlas, en los labios que las pronuncian o en las sensaciones que producen, normalmente calor. Ay palomita te vas, ¿dónde irás?. Lo que me has dejado, ya ha echado raíces, que el viento no ha de arrancar
Alguien una vez me explicó que el mar del sur te hace estar en silencio, como si estuvieran pasando las cosas por dentro y las estuvieras sintiendo tan reales que no hiciera falta explicarlas, y que es un mar que se toma con vino, caminando por la orilla... y que, por el contrario, el mar del norte te hace hablar sin parar, como si se fuera a acabar el mundo, como si todo necesitara una explicación más cuando aún no acaba el atardecer, y se toma despacio con licores de alta graduación, whisky, vodka, ron... Lo que te pasa en el mar es fácil de asociar y nunca se olvida, o eso dicen, yo me lo creo, por si acaso. Hay un olor la 50...
profundo que entra dentro de mí, que viene y va, y que tiene una mezcla de sudor, vainilla y mar. No se puede andar así sin poderte encontrar. Cuando cae la tarde, me acerco al rio, y en él te siento llegar
Recuerdo un concierto hace años, de The Cure en Barcelona, donde el cantante no se separó del micrófono en las dos horas que duró la actuación. No le hacían falta aspavientos, ni poses de estrella de rock. Las canciones enlazadas una detrás de otra se sostenían por si solas. Quique se planta delante del micrófono con su guitarra, y su cara cambia del dolor a la esperanza y... “cuando cae la tarde”... cierra los ojos, que por un momento tristes, brillan cuando dice... “en él te siento llegar...” Sola en el atardecer, ¿qué lucero hallarás?. Tu boca florece, y en mi guitarra, alumbra mi soledad
Amanece de repente, salgo rápido de casa con el pelo aún mojado y la camiseta por fuera, bajo las escaleras tarareando “que el viento no ha de arrancar...”, paso por delante de un escaparate poniendo una pose afectada, imitando a Quique (desde luego),... antes de llegar al metro, de repente una lágrima me cae por los ojos de lo que me llega a emocionar la canción (¿o es, en ese momento, la vida?)... en el andén leo que “un color nos recuerda que muchas veces nos equivocamos, y a veces las cosas no son del color que las vemos”... pasan las paradas mientras pienso en los “colores” que me emocionaron en un momento determinado, en por qué empezaste a disfrutar cuando las conversaciones no acababan nunca y no te querías ir, por qué empezaste a cogerle cariño a tus inseguridades, por qué prefieres el mar en invierno y pasear a su lado con las manos en los bolsillos, por qué buscas los mismos lugares para tomar café, por qué te importa tanto asociar momentos a cosas y eso te hace feliz, por qué un dia te llegó a emocionar tanto ese b.log, por qué comenzaste a beber vino, por qué anhelas el deseo por encima de todo, por qué empezaste a querer a una persona, por qué te apuntas los diálogos al salir del cine, por qué no puedes dejar de escuchar cincuenta veces una misma canción. Por si acaso.
[escuchando Aljahijita, de Quique González] [ Emilio Barco es el autor de la bitácora Días de Esdepp ] [ http://blogs.ya.com/esdepp/ ] la 51...
Ana María Matute: ¡Ábrete, sésamo!
[ Entrevista por Arantxa Díaz Muñoz ]
La Catedral de Santa María me abría su puerta de atrás. Cargada con agenda, grabadora, ejemplares del número dieciséis de Iguazú, bolígrafos y hasta pilas de reserva, me esperaba primero la noticia de que el vuelo de Ana María Matute se había retrasado y que probablemente no pudiera recibirme por el ajetreo que le deparaba su agenda. Después Roberto, nunca sabré agradecértelo con palabras, me procuraba un lugar donde aguardar los siguientes pasos de la escritora. A las dos y cuarto de un mediodía tan cálido como Ana María, Carlos, otro de los miembros de la Fundación Catedral Santa María, me llevaba en su coche al céntrico hotel donde se alojaba la autora de Olvidado Rey Gudú, Tres y un sueño, Los Abel, La pequeña vida o Primera memoria.
Los nervios afloraban en el vestíbulo del hotel. Huéspedes despistados buscaban el comedor y ese olor, que es casi siempre idéntico en las recepciones, les ayudaba a encontrarlo.
Ana María Matute aparecía con la calma que da el haber visto tanto y el haber hecho de sus días una aventura, un juego de una niña traviesa que sabe que la vida "es una equivocación maravillosa". Hechas las presentaciones y advertidas del poco tiempo del que disponíamos, unos quince minutos, nos sentábamos. Frente a nosotras el parque de la Florida, con los guiños de sus árboles a una mujer que reconoce su atracción por la naturaleza, especialmente las que despiertan en ella el bosque y el mar.
Coqueta, colocaba el bolso encima de la mesa que nos separaba, apoyaba su bastón de empuñadura con forma de galgo, y paciente, me recomendaba que le preguntara aquello que más me interesara. ¡Si ella hubiera sabido la tormenta que me estallaba por dentro! Repasábamos primero su infancia. Iguazú- Ana María, durante su infancia sufrió enfermedades que la tuvieron encerrada en su habitación. ¿Cómo le marcaron? Ana María Matute- Me marcaron más muchas otras cosas. A ese tiempo enferma le debo el ser reflexiva y mi pasión por la literatura.
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Mansilla de la Sierra es uno de esos lugares que cita cuando se refiere a su niñez. Solíamos pasar allí los veranos. Mi madre tenía allí una finca maravillosa. Prefería jugar con los niños. ¿Era un poco "chicote"? No, nunca he sido un chicote. Siempre he sido muy femenina. Las niñas de esa época no eran como las de ahora. Me aceptaban más los niños. ¿Qué aprendió de los niños de Mansilla? Sólo íbamos allí en verano. Eran distintos a aquellos niños que conocí en los colegios de Madrid y de Barcelona. Era difícil entablar unas amistades que se truncaban al cambiar de colegios.
En su libro Tres y un sueño encontraba el día anterior esta descripción del bosque. "El bosque empezaba detrás de la casa, y casi nadie iba allí. La niebla se acercaba tanto que borraba las copas de los árboles y entonces todo parecía íntimo y secreto, tan cerrado y pegado al suelo que la obligaba a permanecer horas y horas entre los troncos, en el húmedo velo, sin deseo alguno de volver a casa." ¿Qué supone el bosque para usted? Me encanta disfrutar del bosque, del mar ... Cuando era niña me escapaba al bosque y mi madre me preguntaba que a dónde iba, que por qué salía corriendo.
Háblenos de su aya vasca. Había entrado con diecisiete años en la casa de mi madre y se ocupó de nosotros y también de mi hijo. Lo daba todo. Fue una segunda madre para mi. Hasta que cumplí los tres años nos hablaba en euskera. No sé por qué dejó de hacerlo, porque mis padres nunca le dijeron nada. Siguió hablándonos en castellano con una sintaxis muy divertida. Era de Zumaia y cuando nos portábamos mal nos amenazaba con no llevarnos a su pueblo. Al final nos portáramos como lo hiciéramos, siempre nos llevaba con ella. la 53...
El Ritz, Barcelona, el Nadal... ¿qué sintió cuando entró al Ritz por vez primera? Eran otros tiempos. Allí se celebraban las puestas de largo. Ahora el Ritz es el Palace... No recuerdo qué sentí en ese momento. Yo era muy joven. ¿Es cierto que recogía todo tipo de materiales y hacía maquetas de pueblos? Maquetas no, eran pueblos. Entonces vivía en Sitges y enfrente de mi casa había una carpintería. Entre los recortes que tiraba el carpintero encontraba escaleras, puentes... Levantaba pueblos enteros y tropeles de niños se acercaban a ver cómo alguien tan mayor jugaba con todo aquello y les contaba relatos que los fascinaban. Había un conde que vendía sus cuadros a cambio de chuletas. Cuando los cuadros se acabaron, no hubo más chuletas. Se suicidó precipitándose al mar... Todos aquellos niños disfrutaban con esos relatos.
Carlos Castilla del Pino afirmaba en la conferencia que inauguraba el ciclo de "El arte de vivir. El ser humano como arquitecto de su vidal", que no hay inmortalidad, hay memoria. ¿Cómo quiere que la recuerden? Que me recuerden por mis libros. Apagaba la grabadora, que no servía para nada porque la voz de Ana María Matute es suave, casi etérea. Me despedía de ella con la sensación de no haber estado lo suficientemente preparada, de no haber estado a la altura de las circunstancias. Ya en la salida del hotel Ana María, la niña traviesa , intentaba abrir las puertas con un "ábrete sésamo". Bajaba despacio las escaleras, una figura menuda, con el pelo blanco, ojos curiosos y sonrisa sabia. la 54...
El faro de Ceuta. 22 de mayo de 2005 | Sección OPINIÓN
L.G. Álvarez
Antonio y “El estudiante”
Corría el final de la década de los sesenta cuando se inauguró la librería “El estudiante”. Eran los tiempos de la guerra de Vietnam, la celebración de los XIX Juegos Olímpicos en México, el segundo transplante de corazón en el 68, la llamada “primavera de Praga”, los desórdenes estudiantiles del Mayo francés, que tuvieron repercusión en toda Europa -por ejemplo, en España se decretó el Estado de excepción (1969)-, los sucesos en la Plaza de las Tres Culturas en México D.F., el asesinato de Robert Kennedy, la boda de Jacqueline Kennedy con Onasis, la conquista de la Luna en julio del 69, la dimisión del General De Gaulle, la independencia de Guinea española, la guerra de Biafra, Matesa, la proclamación de Juan Carlos como sucesor de Franco, etcétera.
Todo eso y mucho más sucedió a finales de los sesenta. Sin embargo, aquí, en nuestra ciudad, la vida transcurría como traspasada por la mansedumbre de las cosas y de los sucesos locales. Todo lo citado anteriormente nos cogía algo lejos. Intuíamos que después de la revolución obrera-estudiantil de mayo en Francia nada iba a ser igual, pero poca o ninguna
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repercusión inmediata tuvieron aquellos sucesos en nuestra ciudad. Quizá, nos emocionamos sobremanera con la llegada de Amstrong a la Luna aquella noche del 21 de julio. Pero nada más. Y de repente, “El estudiante”.
La librería “El estudiante” estaba ubicada en la calle Falange Española, 22. Concretamente en la llamada “Galería Revi”. Al fondo a la derecha, en donde una vez estuvo el estudio de “Fotomatón”. Su apertura fue un aldabonazo en aquel yermo panorama culturalliterario ceutí. Allí fue nuestro primer contacto con el boom latinoamericano, con el nouveau romance francés de Alain Grillet y compañía de la década anterior, allí adquirimos tímidamente los volúmenes de “Historia del pensamiento socialista” de Fondo de Cultura Económica y un largo etcétera. Estábamos como enloquecidos. No se conocía en Ceuta algo parecido. “El estudiante” era el centro de reunión de la llamada “progresía” de aquel entonces. Se hablaba, se discutía y los más jóvenes quedábamos deslumbrados por los conocimientos políticoliterarios de aquellos que alardeaban de estar en el secreto de adivinar el futuro de nuestro país. Hubo quien nos impresionó susurrándonos al oído su
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pertenencia al clandestino PSOE, o tal vez al Partido Comunista. Era el delirio. Nos estremecíamos al pensar que ese desconocido que alguna vez entró en la librería perteneciera a la Político-Social. En tales casos se bajaba la voz y se miraba de reojo al intruso, que con su no deseada presencia rompía aquella atmósfera mística que nos envolvía entre las cuatro paredes de “nuestra” librería.
El artífice de todo aquello fue Antonio. Contaba Antonio que allá en su Sevilla natal había pertenecido como vocalista a una Orquesta. Y a fe que tenía “pinta” de ello. Después, ya en Ceuta, trabajó durante algunos años en la fábrica de harina hasta que cerró. Pero era un enamorado del libro. Antonio era una persona cálida, cercana, tranquila, pacífica. De natural bueno. En el sentido antropológico de bondadoso. Noble, prudente, generoso, desprendido. Tan así es que su generosidad y su desprendimiento le causaron dificultades económicas que tuvieron que ver con el cierre de la librería al final de la década siguiente. Después de cerrar “El estudiante” se trasladó al Morro, en donde abrió un local en el que se podían adquirir objetos de escritorio y escolares. Quiero recordar que también estuvo ubicado en la antigua Plaza de los Reyes en una caseta prefabricada. Nunca perdió su carácter entrañable, su bondad la 56...
y su calidez. Hace unos diez años tomó la determinación de trasladarse con su esposa Antonia a la residencia de la tercera edad “Virgen de África”, situada en la barriada San José. Él continuó con su cartera, en donde llevaba sus trípticos y folletos de enciclopedias y libros, visitando a sus clientes de toda la vida.
El pasado viernes 13 enterramos a Antonio. Aunque sus apellidos eran García Moreno, le conocíamos como Antonio el de “El estudiante”. Allí, en el Tanatorio, abracé a sus hijos. Recordamos las vicisitudes de aquellos años dorados de la librería “El estudiante”. Indudablemente, algo de todos nosotros se va con él. Nos queda su hermoso recuerdo, su alegría de vivir pese a las dificultades. Evidentemente, ya no somos aquellos jóvenes que hicimos de “El estudiante” nuestra sala de estar; pero, de alguna manera, entre las cuatro paredes de su librería él nos inculcó el gusto por el libro y por la lectura. Quizá, en estos tristes momentos, me embargue un suave y dulce sentimiento de nostalgia; no tanto, posiblemente, por su fallecimiento como por su cálido recuerdo. Descanse en paz.
Macondo era el perro de mi abuelo
[ Abel E. Cantero ]
Un beso, abuela.
Antonio García Moreno era mi abuelo, y Macondo se llamaba su perro. El nombre al perro se lo pusieron sus niñas –mi mamá y mis tres titas-, y bien orgulloso que estaba el abuelo de ello. El abuelo era muy generoso. Aunque a veces me prometía cosas y después no se hacían realidad, yo le quería igual. Recuerdo que pasaba horas y horas con él y con Macondo en una caseta de metal que estaba en la Plaza de los Reyes de Ceuta. Dentro había estanterías repletas de libros; y por fuera era blanca, con un búho y la palabra Paideia pintados en negro junto a la entrada.
Allí recibían alegremente Antonio y Macondo a la gente. Allí leía yo mis cómics de El Pato Donald, Los Picapiedra, Los Pitufos, Vikie el vikingo, Mortadelo y Filemón, 13 Rúe del Percebe, Scooby-Doo, Superlópez…; y libros como Cuentos al amor de la lumbre, Jeruso quiere ser gente, Momo, El misterio de la isla de Tökland… y también aquellos libros en los que en cada página decidías hacia dónde iba a ir la historia con varios finales a descubrir… ¿O lo de Superlópez y los libros fue después…? No recuerdo... A veces todo se encuentra de sopetón en el baúl de la infancia y se confunde… Pero no, no: Cuentos al amor de la lumbre lo tuve en mis manos allá, seguro. Aquellas historias e ilustraciones de trazo grotesco me impactaron sentado en el suelo, bajo la estantería que estaba junto a la puerta; donde se sentaba el abuelo en su banqueta a tomar el aire, mientras esperaba a algún lector interesado en conocer los libros que aguardaban a su llegada. No sé si antes o después de este libro, sufrí mi primera cicatriz sobre la Plaza de los Reyes, tras tropezar con uno de los tenderetes que se montaban durante la feria del libro y caer al suelo de bruces. Mi abuelo dejó su tenderete y acudió a socorrerme, avisado por algún
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conocido de la familia del accidente. Mi madre llegó un poco más tarde, convencida de que aquello no había sido nada; pero cambió de parecer cuando vio el corte que mi abuelo dejó al descubierto, tras retirarme de la barbilla uno de esos pañuelos blancos que siempre llevaba encima para secarse el sudor de su amplia frente.
(…inclinaba la cabeza un punto hacia abajo, recordando un tanto el gesto de un cantante cubano a punto de entonar una melodía –tez morena, cabeza ancha, nariz chata, pelo cano muy rizado y fino bigote-; entonces se pasaba con delicadeza el pañuelo sobre la frente, esbozaba una sonrisa, levantaba la cabeza y, con el tono agudo y nasal de su Machín del alma, exclamaba en andalú: ¡Ojú qué caló, shiquiyo!)
Al llegar a la entrada del hospital, dice Toñi, mi madre, que introducían en camilla a un soldado que se había suicidado, y que todavía temblaba el cuerpo. Mientras me atendían en el dispensario de primeros auxilios, la aguja cosiéndome la herida hizo sentarse a mi madre a un lado, ya que se sentía un tanto conmocionada por la sangre, las prisas, el muerto que temblaba, mi niño, la sala de urgencias, el doctor, la enfermera, la aguja, el hilo, la sangre, mi niño... En cuanto acabó la breve intervención, ofreciéndome cariño, consiguió que ambos volviéramos a sentirnos en paz de nuevo. Había finalizado la pequeña vorágine. Después fuimos a la casa de mis abuelos, en el Pasaje Cerni, subiendo unas escaleras un tanto incómodas y siempre húmedas, que olían a piedra en descomposición; pero que se abrían al final, una vez pasada la casa, a un espacio abierto: el descampao al que iba a pasear con Macondo, reviejo y alegre como siempre. En una de las paredes de la despensa –un cuartillo situado al fondo del pasillo, junto a las otras dos habitaciones que hacían de dormitorio-, justo sobre la nevera que medía como un metro y poco que tambíén servía de estantería para las revistas y una planta-, estaba el retrato de un tipo con barba y bigote, pelo largo y boina militar con una estrella en la frente –impreso sobre fondo rojo-, que había sido colgado allí por mis titos cuando aún vivía Franco y yo no había nacido. Nadie me dijo nunca que aquel tipo fuera el Che Guevara, lo descubrí mucho tiempo después, ya en Barcelona. (…qué rica estaba aquella jugosa tortilla de patatas que sólo sabía cocinar tan bien el abuelo, y la leche Carnation, cuyas latas eran la 58...
como las de la sopa Campbell’s, pero con leche dentro; y las tostás con manteca colorá y azúcar, y las milhojas de crema...)
De mi estancia en la casa de mis abuelos, también me quedó grabado un gracioso ritual cotidiano: “Buenas noches” decía el presentador del telediario; “Buenas noches” contestaba el abuelo, consiguiendo hacerme reír de nuevo. Por aquel entonces, tan sólo había dos canales de televisión en los que veía los fines de semana programas como Cajón Desastre, Fraguel Rock, La Bola de Cristal… O no… Otra vez el baúl de la infancia... Me acercaba mucho al aparato de televisión, eso sí; allí comenzó a manifestarse la miopía que me diagnosticarían más adelante. Son recuerdos vivos, tan fuertes que, hasta hace relativamente poco, creí que había pasado en casa de mis abuelos un año entero. Pero tan sólo fue un mes; mientras mis padres realizaban el traslado a Barcelona. No recuerdo, en cambio, el sufrimiento por verme alejado de mis padres. Se ve que siempre que hablaba con mamá por teléfono le preguntaba que cuándo volvían papá y ella de Barcelona. Mi madre a veces me comenta, cuando recordamos aquella situación, que un día llegué a decirle que era una mentirosa, y que sabía que no iba a volver jamás. Mi padre, que también se llamaba Antonio, moriría de cáncer en la ciudad condal al poco de reencontrarme allí con él y con mi madre. Pero esto forma parte de otra historia, y ya será contada si acontece… También me acuerdo de las carreras en bicicleta por el jardín del vecino Antoñito y por el descampao, de mi amigo Raúl, otra vez la sonrisa perenne del abuelo Antonio, cómo me bañaba la abuela Antonia en un barreño y Macondo, que venía conmigo a todas partes… Podría decir que la muerte de Macondo fue la segunda muerte a la que hube de enfrentarme en mi vida; dos años después de llegar yo a Barcelona. Algo normal, si tenemos en cuenta que Macondo ya tenía 15 años, y eso es mucho para un perro. Supongo que fueron tanto aquella especie de alegría canina como su fortaleza de carácter lo que le hizo aguantar tanto. O tal vez fuera el afecto, la dedicación y el espíritu jovial de su compañero humano, mi abuelo, lo que le hiciera querer sacarle a la vida todo lo bueno, y sólo eso. Las desgracias, mejor guardarlas en un cajón.
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El peso de la blogosfera en español
[ Bonhamled ]
Leo en El mundo un artículo sobre el peso, escaso de la blogosfera en español.Es una pena que todos los hispanohablantes seamos tan poco activos en este mundo. Tenemos mucho que decir, somos de diferentes paises, culturas, modos de ver la vida pero todos, en general tenemos un punto de vista poco colaborativo con el mundo blog. Algunos pueden decir que es parte de la ética católica (base de la cultura en español aunque no se sea católico) frente a la protestante (Webber dixit) sin embargo otros paises como Italia o Polonia tiene un mayor peso en algunos casos (ver wikipedia) que nosotros y provienen de una cultura católica. Nuestra blogosfera es bastante estática, confiamos en unos pocos blogs, que varían poco y no somos muy dados a los fenómenos colectivos ni comunales, cada uno de nosotros, los bloggers, somos vigilantes en nuestra propia atalaya y hacemos poco por una red social global y swarming de opinión y de ideas.
El mayor avance de otras lenguas en internet, incluso con menor número de hablantes, es debido a que cada uno de los blogosnautas o bloggers tienen una conciencia de hacer y mover el fenómeno blog (crear opinión) y, por lo tanto, aumentar la importancia y visibilidad de su lengua madre. Que la lengua más empleada en los blogs, de acuerdo a Sifry, sea el japonés y el español vaya a un precario cuarto puesto nos debería hacer pensar. Escribí, no hace mucho, sobre esto mismo quejándode de la poca colaboración en wikipedia y lo llamé "wikipedia en español o la 60...
vaguipedia". Quizás la cosa no deba tratarse de una manera tan simple diciendo que somos vagos ya que las circunstancias son muy variadas. Más que la ética o la vagancia es el nivel de vida lo que nos hace estar por debajo de otros lenguajes del mundo (en este caso estaría China, India, Rusia, por ejemplo).
Esta falta de preponderancia, por diferentes causas, de los blogs en castellano hace que nos "retrasemos" en la incoporación a las nuevas tendencias: • tanto del periodismo blog (mucho de lo que se llama blog en periódicos es periodismo de nueva marca pero no tiene las características básicas del blog: espíritu gonzo, vinculos, comunicación, personalidad, amateurismo); • como del comercio o marketing blog (imágenes corporativas, etc).
Osea que estamos por detrás en cuanto a la visibilidad, influencia y peso del mundo blog (también en la capacidad de ganar dinero con ello) pero no estamos por detrás en lo que se refiere profesionalidad "amateur" de los bloggers. No creo que andemos a la zaga de otros que hablan en la lengua de Shakespeare, Mishima o de Victor Hugo es una cuestión de contenidos más que de idioma.
La diferencia en el número de bloggers o en el de usuarios está en el número de ordenadores o en el acceso a banda ancha, ahí si que hay una diferencia notoria y estos dos parámetros están relacionados, a su vez, con un tercero, que apuntaba al inicio, que es el nivel de vida que es el que marca, a fin de cuentas, que se emplee más o menos un idioma en internet. Cada uno de los blogonautas en español buscamos a nuestro propio Nemo en nuestro interior. ¿lo encontramos? Bonhamled, el autor del blog Recuerdos del día de mañana [http://almadormida.blogspot.com], se define a sí mismo como “treintañero, urbanita y descreído de todo lo que veo y oigo”. Principalmente escribe sobre temas políticos y sociales, al mismo tiempo que reflexiona sobre Internet y el mundo blog en particular como agentes de un nuevo panorama social. Resultan especialmente interesantes sus periódicas entrevistas a otros blogueros. la 61...
Willa Cather, una pionera oculta
[ Thais Morales ]
¿Cómo empezar a hablar de Willa Cather? No es fácil. Esta mujer, nacida el 7 de diciembre de 1875 en Back Creek Valley, cerca de Winchester, en Virginia, es una de las autoras más destacables del modernismo norteamericano. Willa escribió 12 novelas (con una de ellas, “One of ours”, ganó el premio Pulitzer en 1923), numerososos relatos, poesía (uno de sus poemarios está escrito desde el punto de vista de la poeta griega Safo) y una gran cantidad de críticas, reseñas y artículos periodísticos. Su primera novela se publicó cuando había superado los 40 años de edad, a pesar de llevar toda su vida escribiendo, algo que siguió haciendo hasta el día de su muerte, en abril de 1947, a los 73 años..
Para Cather importaba más la sugestión que la enumeración, de manera que en más de una ocasión se refirió a su estilo, casi minimalista, calificándolo como “desnudo”. Aunque sería más comprensible si dijésemos que sus historias tan sólo nos muestran la punta del iceberg de lo que ocurre, una cualidad que encontramos más tarde en Hemingway.
“A veces me da la impresión de que muchos escritores pretenden multiplicar sus ideas en vez de simplificarlas; quieren escribir una historia de cada idea que se les ocurre. Tanto si se trata de un pianista, de un pintor o de un escritor, el arte debería simplificar, ese es para mí el objetivo del proceso: simplificar, sacrificando muchas cosas que, en sí mismas, resultan interesantes y agradables, y aproximarse todo el tiempo a una sola cosa: a ello”, dijo en una entrevista que le hicieron en 1913.
Admiradora de Whitman, Mark Twain, Nathaniel Hawthorne, Henry James y de la escritora lesbiana Sarah Orne Jewett*, Willa Cather apostó por un estilo sobrio y simple, paralelo a su preocupación –como otros escritores modernistas – por la creciente mecanización, la pérdida de valores y la masificación del consumo que empezaba a imponerse en la sociedad norteamericana, cada vez más urbana. Cather escribió acerca del conflicto “entre lo nuevo y lo antiguo, la ciudad y el campo, el artista y la sociedad, y lo hizo entre ideales y realidades, entre el deseo y el autocontrol” (Robinson, Phyillis C. Willa : The Life of Willa Cather, 1983). la 62...
En su vida y en su trabajo, su nombre va asociado a numerosos lugares de Norteamérica, New York, Pittsburg, Quebec, New Mexico, y especialmente Nebraska, donde se crió a pesar de haber nacido en Virginia. Una de sus novelas más exquisitas, “Mi Antonia” (narrada desde el punto de vista masculino), transcurre en Nebraska, cuando este Estado empezaba a ser destino de inmigrantes europeos que provenían de la región de Bohemia y de los países escandinavos. “Me interesaban los inmigrantes europeos de Nebraska porque me crié entre ellos. Cuando tenía 8 años, nuestra familia se mudó desde Virginia hasta este estado del oeste”, explicaba Willa, que trató el tema de los pioneros en gran parte de su obra. Sus novelas más importantes pueden dividirse cronológicamente. En una primera época, nos encontramos los libros que la hicieron más conocida: los que son una crónica de la vida de los granjeros y los inmigrantes del medio oeste, entre los que se incluyen “Pioneros” (1913) (título inspirado en una obra de Whitman) y “Mi Antonia” (1918).
A continuación, hallamos una serie de novelas como “Lost lady”, de 1923, (que fue llevada al cine ante la gran decepción de la autora, que prohibió que jamás ninguna de sus obras volviese a ser llevada a la gran pantalla), y “The professor’s house” (1925), en las que nos presenta espíritus muy sensibles, a punto de ser derrotados por lo que Cather consideraba la estupidez y el mercantilismo de la vida moderna. De alguna manera, la autora pretende reflejar la destrucción de la vida en provincias y la muerte de la tradición de los pioneros. Por último, y prueba de la búsqueda de valores sólidos en medio de su proceso de alienación por culpa del mundo moderno, en “La muerte llama al arzobispo” (1927), quizás su trabajo más admirado, y en “Shadows on the rock” (1931), retrata los primeros pioneros católicos en Nuevo México y Quebec respectivamente. Willa Cather (bautizada como Willela en honor a una tía que murió de difteria) ha dejado una extensa obra que para muchos es extremadamente conservadora y poco experimental, mientras que para otros, resulta una obra experimentalista, que convierte “lo silencios y la ambigüedad de su narrativa en un instrumento eficaz para involucrar al lector en la escritura del texto que está leyendo, ya que le fuerza arellenar los numerosos espacios en blanco según su propio criterio” (Jo Ann Middleton, “Willa Cather´s modernism”).
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Y si con respecto a su obra se da esta doble visión, no menos ocurre en lo que se refiere a su vida. La controversia respecto a su lesbianismo es un tema de discusión que sigue abierto y que ha hecho correr ríos de tinta. Sin duda, la obra que más incide a este respecto es el libro de Sharon O’Brien, “Willa Cather: the emerging voice”, de 1980. En su adolescencia, Cather dio muestras de su ambigüedad sexual adoptando una personalidad masculina bajo el nombre de William, con el que firmaba sus cartas. La máxima preocupación de su madre durante muchos años fue la de convertir a su hija mayor en una mujercita, luchando contra las preferencias de Willa, que desafió las normas de la época cortándose el cabello y vistiendo como un chico. Es más, firmaba por aquel entonces su cartas con el nombre de William.
El estudioso de su obra, James Woodress, asegura en su libro “Willa Cather: Her life and art”: “Si como lesbiana se entiende a una mujer que tiene relaciones sexuales con otras mujeres, entonces, de acuerdo con los documentos existentes no se puede afirmar que Cather fuese lesbiana. Por otro lado, si una lesbiana es una mujer cuyos lazos afectivos primarios son con otras mujeres, independientemente de relaciones sexuales, definición adoptada por algunas feministas, entonces, Cather, definitivamente, lo era”. Y es que en la vida de Cather, las mujeres fueron siempre fundamentales. En sus años universitarios, mantuvo una relación muy íntima con Louise Pound, a quien en 1892 escribió una carta declarándole su amor y lamentándose de que una intensa amistad femenina fuese considerada “antinatural”.
Posteriormente, en 1899 Cather conoció a Isabelle McClung, la hija de un destacado juez de Pittsburg –ciudad en la que trabajó en la revista de mujeres “Home Monthly” y en el diario “Leader”-. Su primer encuentro, en el camerino de la actriz Lizzie Hudson Collier, marcó el inicio de una intensa amistad que se prolongó hasta la muerte de Isabelle en 1938. La pareja viajó en verano de 1902 a Europa y visitaron Inglaterra y Francia. A pesar de que Isabelle contrajo matrimonio en 1916 con el violinista Jan Hambourg, hecho que provocó un profundo abatimiento en la escritora, su relación con Isabelle prosiguió y la escritora pasó largas temporadas en la casa del matrimonio, en Jaffrey, New Hampshire, donde Willa escribió “Mi Antonia” y donde está enterrada por deseo expreso suyo. Tras la muerte de Isabelle, en 1939, escribió en una carta a Zoë Atkins: “A menudo, la gente escribe sus libros para una sola persona, y para mí, Isabelle era esa persona”. Otra mujer que dejó huella, especialmente en su trabajo literario, fue la escritora lesbiana Sarah Orne Jewett, a la que conoció en 1908 mientras
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realizaba un reportaje en Maine para la revista “McClure”**, de la que fue editora. “Tuve la inmensa suerte de conocer a Sarah Orne Jewett, que había leído mis primeras historias y tenía opiniones muy claras respecto a ellas y a mis carencias literarias de entonces. Me dijo: escribe la historia tal y como fue, no intentes que se parezca a esto o a aquello. No puedes escribir a la manera de otros, tienes que encontrar tu propio estilo. Si el camino es nuevo, no te asustes, no quieras escribir el relato que te pida una revista. Escribe la verdad y depués deja que ellos la elijan o la rechacen”, explicó Willa en una entrevista. En su ensayo “Miss Jewett”, incluido en la colección “Not under forty”, Cather escribió: “Miss Jewett no sólo tenía vista, sino también oído. Desde la infancia debe haber atesorado expresivos fragmentos del habla local, del idioma nativo, que enriquecen y anuman sus páginas. La lengua que utiliza su gente es la lengua del lugar. Ningún escritor puede inventarla. (...) Un habla así constituye la lengua más hermosa que pueda tener un esritor, y nunca podrá conseguirlo con un libro de notas. El mismo debe ser capaz de pensar y sentir en esa lengua..., es un regalo de un corazón a otro”.
La gran compañera de Willa Cather a lo largo de 40 años fue Edith Lewis, con la que, según leemos en el libro “Lesbian lists (a look at lesbian culture, history and personalities”)”, mantuvo un “matrimonio bostoniano” desde 1908, año en el que comenzó a compartir un apartamento con ella, hasta su muerte, en 1947. A pesar de estas relaciones, Cather cultivó la imagen de celibato y pretendió rechazar cualquier relación sentimental a favor de su arte. Declaró que no podía comprometerse con nadie para poder gozar de absoluta libertad para trabajar en su escritura, que lo era todo para ella. Mantuvo casi un hermetismo absoluto con respecto a su vida privada, consciente tal vez, del conflicto que suponía el amor entre mujeres.
De hecho y probablemente consciente de que su homosexualidad sería mal entendida, Willa Cather se empeñó en los últimos años de su vida en destruir, con la ayuda de Edith Lewis, todas aquellas cartas personales que pudo encontrar. Es más, en su testamento dejó escrita la prohibición de la 65...
que se reproducieran o se citasen las cartas que quedasen. A pesar de ello, la correspondencia que se salvó puede consultarse y la información que contiene es de propiedad pública.
La escasa correspondencia que ha podido recuperarse dan una imagen de Willa Cather muy distinta a su imagen pública, que ella misma alimentaba. Según Guy Reynolds en su obra “Willa Cather in context: progress, race, empire”, por un lado está “la escritora que afirma haber encontrado un nuevo filón temático, la experiencia de los inmigrantes en el Medio Oeste. Por otro lado, una Cather que acentúa su alejamiento de la vida norteamericana contemporánea. La primera es una novelista “engagé”, consciente del cambio cultural en América y deseosa de comentarlo; la segunda es una fugitiva de su época”. Esta especie de doble personalidad no es extraña si nos trasladamos a la época que le tocó vivir, que daba poco margen a comportamientos que para la mayoría de norteamericanos resultaban aberrantes. No en vano otras artistas y escritorasn como Gertrude Steinn eligieron un exilio voluntario en Europa, sobre todo, París. Sea como sea, Willa Cather ignoró el papel social que se le atribuía en su época a la mujer y llevó una vida marcadamente independiente, siguió una carrera que ella misma eligió y se dedicó a escribir siguiendo su propia visión del mundo e identificándose con cada uno de sus logros literarios. NOTAS
*Sarah Orne Jewett (1849-1909), nació en Maine. Su vida estuvo marcada por sus amistades con mujeres, que culminaron en un matrimonio bostoniano con Annie Fields después de que ésta enviudara. Entre sus obras: “A country doctor” (1884), sobre las aspiraciones de una mujer que quería practicar la medicina, “The country of the pointed firs” (1896), donde rige el matriarcado. ** La revista McClure, una publicación literaria y política, fue fundada por Samuel McClure en junio de 1893. En ella se publicaron trabajos de escritores tan populares como Rudyard Kipling, Jack London y Arthur Conan Doyle. Sus ventas empezaron a decaer en los años 20 y el último número apareció en marzo de 1929.
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Qué mala soy entrevistándote
[ Carol Blenk ]
No recuerdo de qué manera llegué al blog de Paola (Qué mala soy dosificándote) [ http://dememoria.blogspot.com/ ]. Supongo que, al igual que me ha pasado con otros tantos blogs, llegué saltando de un enlace a otro. Lo primero que me impactó fue el título. Buenísimo. Pensé que podría ser un título perfecto para una novela. Incluso para un corto, por qué no. Pero después de leer unos cuantos posts, me di cuenta de que no, de que ese podía ser únicamente el título del blog de Paola. Su título. Personal e intransferible.
Así que me metí en el blog sin hacer apenas ruido, sin dejar mi opinión. Cuando me gusta demasiado un blog, no suelo dejar comentarios al principio, me limito a entrar y a salir cerrando la puerta con sigilo. Para no molestar, tal vez. Me puse a leer sus primeros posts, los de justo hace dos años, y me quedé embobada. Eran buenísimos. O al menos eso me pareció. Bueno, supongo que dio la casualidad de que yo por aquella época estaba viviendo historias similares a las que ella narraba. Lo que leía me parecía genial. Los mejores posts de amor que había leído. Qué bien lo narraba todo. Pero hubo un momento en que tuve que dejar de leer porque me parecía que estaba devorando los párrafos, y dos años dan para escribir mucho. Así que aún me quedan muchos posts por leer. Pero habrá que dosificarlos bien. Como esas buenas comidas que nunca deseas que se acaben. Y así fue como seguí entrando en su blog. Y comencé a hacer ruido y a dejar comentarios. Paola es amable, te sonríe, te contesta y bromea cuando hace falta. Y te da la impresión de que acaba de comenzar, y eso es genial. Es uno de esos blogs en los que te sientes cómoda, en los que nunca falta ni sobra nada, no sientes el típico agobio del blog supertransitado, comentado y visitado. En su punto justo. Me gusta la gente generosa, la que te sorprende y te envía pequeñas sorpresas a tu cuenta de correo. La gente que no te hace preguntas
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pero que, sin embargo, te deja que les hables porque siempre escuchan. Y Paola es una de esas personas. Y por eso le pedí la entrevista. Porque sabía que me diría que sí. Tan sólo tuve que decirle que tenía una vena periodística no satisfecha y enseguida accedió. Y ésta fue la entrevista...
1. ¿De dónde viene el título de tu blog? Qué mala soy dosificándote podría ser también “qué pesada soy pensando siempre en ti”...o “hablando siempre de ti”...o “escribiendo siempre sobre ti”, etc. Es esa idea. No sé si me explico... Cuando no dosificas bien algo o te pasas o no llegas. Y no hace efecto, o se te gasta antes de tiempo... 2. Sí, a muchos nos pasa, dosificamos fatal… ¿Recuerdas cúal fue tu primer post? (y no vale hacer trampa, es decir, acudir a los archivos del blog) Mi primer post se llamaba Peta Zetas y es del 18 de Octubre de 2003. Prometo que lo digo sin mirar porque además lo borré, ya no aparece. Era un recuerdo de aquel verano, mezclado con el recuerdo de muchos otros veranos. Lo que ocurrió es que al cabo de un año de haberlo escrito me pareció tan rematadamente cursi que lo hice desaparecer. Y lo peor es que me pasa eso mismo con tantos otros posts, entonces, tendría que borrar medio blog. Me rio mucho de lo que escribo , mi blog es muy cómico.
3. (Qué buenos eran los peta zetas, pero qué artificiales!) ¿Blog o bitácora? Me quedo con “bitácora”. Es más fantasioso, te puedes imaginar como una navegante, apuntando cada día todo lo que va ocurriendo en el barco... Como si cada día tuviera un rumbo diferente, de hecho, es así ¿verdad? Sol y tormentas.
4. ¿Cuál fue el primer blog que leíste de forma asidua, el primero al que realmente te enganchaste? El primero al que me enganché se llamaba Cerebro, es del 2002 creo, y el diseño era rojo y negro. Le perdí la pista, supongo que ya no existe. Era de un chico que explicaba las idas y venidas con su novia y las fiestas que se montaba con los amigotes. Me parecía una fantasmada descomunal pero me enganché y me gustaba. 5. ¿Has conocido en persona a algún/a blogger? Sí, pero lo ideal sería encontrarse en algún bar, de forma natural, y reconocerse, como me pasó con Guasteví (burningguastevi.blogspot.com). Supe que era ella porque había estado mirando las fotos que tiene
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colgadas en su fotoblog. Me acerqué y le dije...” te voy a hacer una pregunta un poco rara...¿tú tienes un blog?” La respuesta fue que sí. Con Ike Janacek de las Islas Canarias, me fui una semana de vacaciones a Lisboa. También nos acompañó una chica que comentaba en mi blog, a la que tampoco conocía.
6. Pues qué fuerte lo de reconocer a un blogger por ahí… ¿Y por qué comenzaste a escribir en el blog? ¿Necesidad personal? ¿Curiosidad? ¿Inquietud? ¿Deseo de…? Por todas esas cosas a la vez, supongo. Ganas de comunicarte, de expresar algo, de hacer públicos unos sentimientos y compartirlos. Pero te comunicas porque te leen, si no te leen es como un diario personal. Al principio, escribía paralelamente en otra bitácora comunitaria de ficción llamada Me gusta el Vicio y el Autoservicio (autoservicio.blogspot.com), que no tenía nada que ver con memoria, pero me servía para reírme mucho cada día. Era un ciber-culebrón sobre las andadas de un grupo de vecinos, muy en plan cachondeo. Mi personaje era una italiana, Luara, muy pasada de vueltas y que trabajaba de bailarina y camarera en un bar de ambiente llamado Homolulú. Lo mejor eran los comentarios de los lectores. Incluso hubo algún cameo de otros blogguers de la época. Muy divertido. 7. Y si mañana mismo se decretara una ley que prohibiera (y bloqueara) la publicación de blogs… ¿cómo te sentirías? ¿qué harías? Haría un blog de papel y lo repartiría por los lavabos públicos en los bares, quizás sería de utilidad y todo...
8. Dime tres cosas que no soportes: manías, fobias, no sé… Hablo dormida y me río en sueños, puede ser molesto, pero es una manía incontrolable. Tampoco me gusta oír el tic tac de un reloj. A mi compañera de piso sí le gustaba oírlo, entonces llegamos a un acuerdo: Encerramos el reloj en el cajón. Se oía igual pero no tanto. Ella se concentraba en buscar el tic tac y yo en olvidarlo. En cuanto a fobias... No me gustan las atracciones de feria o parques temáticos, ni ese tipo de cosas que pueden ser peligrosas. No me compensa pasar miedo por gusto. 9. Y ahora dime tres cosas que te encanten… 1. El desayuno en la cafetería antes de entrar a trabajar. Me cunde aunque solo sean 5 minutos. 2. Sentarme al piano, imaginarme cosas e ir tocando. No tengo nada de
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técnica pero me relaja, me refiero a que no sigo ninguna partitura. 3. Quedar para tomar algo, hablar con alguien, reírnos, salir por ahí.
10. Cuéntame un momento emotivo como blogger… Cuando le dio el infarto a mi padre, en diciembre del año pasado. Recibí muchos comentarios y mails. Me hicieron mucha compañía. Luego me di cuenta de que pasé esos días sin ser muy consciente del tema, mi padre estaba a punto de morirse y yo escribiendo en mi blog... desde luego… Parece hasta frío pero era una vía de escape. 11. ¿Les pones cara y ojos a los bloggers, los imaginas físicamente o no? Cuando llevas un tiempo leyendo a alguien sí. Te imaginas como puede ser esa persona. Y más sin dejan pistas... si ponen fotos de sus zapatos, etc., como haces tú…
12. Ummm, no vuelvo a colgar fotos de mis zapatos ;) Dime ahora cuál es el primer enlace (sea blog o sea un website) que visitas cada día, sin falta. Lo primero primerísimo que visito es mi correo. Luego leo algún blog. Pero suelo hacer la ruta de blogs los sábados o viernes noche que no he salido y estoy en casa. 13. Dime tres objetos que haya ahora mismo sobre tu mesa de escritorio (no vale el ordenador, jeje). Una botella de agua, una lámpara de aceite que no uso y dos sobres de carta.
14. ¿Te has planteado escribir un último post? Sí... de hecho el año pasado lo escribí en noviembre, creo. Se llamaba Rosebud, haciendo referencia al final de Ciudadano Kane, pero al cabo de dos días volví porque me daba pena dejar a “memoria” abandonada después de tantos meses. Bah, fue una pataleta. Luego tuve que ingeniármelas para volver sin que se me cayera la cara de vergüenza. Creo que cuando dejas un blog de verdad, no haces un post final, dejas de escribir o lo borras y punto. la 70...
15. Y recomiéndame, para despedir la entrevista: una buena canción, una peli y alguna lectura…
El año pasado, justo hace un año, me regalaron un libro de Alessandro Baricco, Océano Mar, que me encantó. Me gusta cada línea de ese libro, así que lo recomiendo. Se lee en seguida, luego te quedas con ganas de más y no sabes si has estado soñando o leyendo, en serio, es muy bueno. Una canción, ahora escucho a menudo You’re beautiful de James Blunt porque me gusta y suena mucho en todos los sitios, pero no tengo canción preferida de la vida, me gustan muchas canciones, en general y muchos tipos de música. Una peli, pues aunque soy bastante mala para esto, Big Fish por la realidad mágica que envuelve al Sr. Bloom, Deseando Amar por lo de “Si consigo otro billete, ¿vendrías conmigo?” ah! y High Fidelity, porque las empanadas mentales del personaje se parecen a las mías. Porque... no valía responder Indiana Jones, ¿verdad?
Día improvisado
jueves, octubre 30, 2003 by memoria.
Me he bajado en una estación que no era la mía y te he improvisado. Porque esta mañana era muy parecida a otra contigo, porque hoy no he pensado dos veces y ya estaba en tu andén. Y me dices que por qué no sé quedar. Y yo no te digo que a veces eres como una canción que necesito recordar, para tenerla dentro, en los labios y sentirla, y que tiene que ser así, de golpe. Hablo y hablas y como otras veces pienso que eres más niña que yo pero me arrastras, me invaden silencios llenos de lo que no te digo, como cuerdas al aire que siguen sonando entre nota y nota. Y estás muy lejos, y yo no me atrevo a tocarte, y no puedo volver a coger un papel y escribirte que me debes un beso a las 11 porque ya lo hice una vez y me diste demasiados. Hoy deseaba que me volvieras a hacer preguntas cuando no tengo voz para respondértelas. Pero nos hemos besado con las manos en los bolsillos, como si tuviéramos que guardar algo
De cómo se hizo MUJERES EN PIE DE GUERRA y otras insoportables levedades del ser y la memoria [ Susana Koska ] El rodaje de Mujeres en pie de Guerra se inició en Beziers (Francia) en enero del 2003. Su documentación sin embargo, data de mucho antes. No me acuerdo ya del cuándo, aunque tal vez tendría que explicar el por qué… Primero hay una razón autobiográfica, siempre fui una niña fascinada por las historias que contaba mi madre de la guerra y la posguerra; mi madre que cuando estalló la guerra tenía 5 años, tenía recuerdos vívidos y trágicos de aquellos años y yo la escuchaba como quien escucha a una contadora de cuentos, el sumum de mi infancia era escuchar a mi madre y a mi tía Rosa en los tórridos agostos paseando por Logroño, sus evocaciones del pan blanco del Fernando Pereira estraperlo y el regreso de Francia de mis tíos. Pero en su génesis Mujeres en pie de guerra fue una idea para una obra de teatro, una pieza de teatro íntima y femenina.
Mi placer por investigar y la ayuda inestimable de Antonina Rodrigo que fue maestra paciente y bibliotecaria de urgencia (y a quien le debo tanto) me llevó al descubrimiento de ellas, de sus actos... Su idealismo y su valentía me hicieron recorrer muchos kilómetros, leer muchos libros, dar con documentos y propuestas que yo desconocía (sabemos tan poco de quienes fueron)… y así fue como establecí contacto y al hilo de cartas, de llamadas telefónicas, de conferencias y congresos, de citas desconcertantes en ruidosos cafés fue como fui llegando a ellas, y tengo que decir que ellas siempre me recibieron con los brazos abiertos, con una generosidad sin límite de tiempo, hoy puedo considerarlas mi familia. Al conocerlas cambiamos de formato por una razón obvia, si ellas lo pueden contar, ¿por qué hacer ficción de la realidad? Ninguna actriz podrá decir como ellas sus propias vidas, nadie las defenderá como ellas mismas.
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Presentamos el proyecto a las autoridades pertinentes y escuchamos un clamoroso silencio. Para entonces era difícil decirle a Neus que volvió viva de Ravensbrück que nadie me daba dinero y que tenía que abandonar, así que empezamos a grabar. Sin un guión predeterminado, grabamos inicialmente las entrevistas, y a medida que íbamos teniendo dinero para seguir adelante (los fans de Loquillo y Trogloditas merecen toda mi gratitud) seguimos viajando y grabando. Las entrevistas a las 8 protagonistas finalizaron en abril del 2004. Había participado en muchos rodajes, pero nunca desde este lado de la cámara o mejor dicho de los dos lados a la vez, así que mejor no menciono mis errores, que han sido muchos, aunque la ignorancia me ha dado impunidad y audacia para grabar sin teoría… hoy cuando escribo esto me espantan los fallos y pienso en lo osadía que me ha dirigido en este camino.
El equipo de rodaje como es de suponer ha sido exiguo: un operador de cámara, una Sony PD 150, 2 micros de corbata, una maleta pequeña de cuarzos y una mini dv como soporte técnico. Una de las premisas era lograr la intimidad entre la que cuenta y la que escucha, sin maquillaje, en sus casas, predominando la luz de las ventanas, como en las conversaciones que he tenido a lo largo de los años con cada una de ellas. Cada una de ellas, Sara, Neus, Rosa, Teresa, las hermanas Puig Antich y mi tía Rosa son un documental en sí mismo, y una de mis principales preocupaciones es que ese material tenga un formato de libro, para ampliar el abanico, para pintar el cuadro que en el metraje cinematográfico son como breves pinceladas. Ante la cantidad de material grabado, 20 horas, una vez transcritas las entrevistas, fueron coincidiendo las historias de manera coral, sobre papel, ayudándome de fotografías personales, cartas y hemerotecas diversas, fascista y antifascista. Un collage, un puzzle, un recorta y pega, un patchwork que entre todas las voces crea una historia única y común.
La BSO durmió durante un año, esperando que finalizáramos el documental y salió a la venta el 6 de octubre del 2004, distribuida por discos DRO. Se grabó en Clandestinus el estudio volante de Jaime Stinus, junto a Loquillo, Gabriel Sopeña y Jordi Pegenaute, en los intervalos de una gira, realimentándonos. Paco Ibáñez grabó una emocionante versión de La Mala Reputación con Loquillo, renovada por sus voces, la del viejo y la del joven, que quedó registrada para la posteridad. Sacar la banda sonora adelante provocó la espantada de Loquillo de su anterior compañía de discos cuando se negó a editarla por ser “un disco sobre la guerra civil”. Sin embargo seguimos adelante, pagándola de nuestro bolsillo hasta que la 73...
finalmente DRO se arriesgó a comprarla y esperar hasta el estreno del documental.
La BSO es un elemento narrativo más, nos ubica en el tiempo, nos permite reflexionar, imaginar. Una vez más, es una voz generacional, junto a la mujer del tren que busca, yo misma. Los herederos del silencio de la historia, de los años de plomo. Junto a Loquillo he trabajado en muchas ocasiones, pero Mujeres en pie de guerra nos permitió fluir de manera distinta, compartimos lecturas y descubrimientos, las letras y la investigación crecieron de manera paralela y así muchas canciones, como El año que mataron a Salvador que fue escrita antes de que Carme y Merçona estuvieran en el documental. A veces una canción hizo que buscara en determinada dirección y otras, como De tripas corazón, un himno de los años últimos del franquismo, se convirtió en la voz que nos ilustra la deportación. A veces la voz de Loquillo es un personaje que cuenta lo que no se dice. Todas las canciones tienen un lugar en el documental, cada una ilustra un momento de nuestra historia, que no es sólo la de las protagonistas, sino la de todos nosotros. En enero del 04 entré por primera vez en una sala de montaje, allí junto a Xavi Burgos, al frente del AVID con una paciencia infinita ante la novatada. De nuevo nos rascamos los bolsillos para comprar imágenes de archivo y montamos una versión de 60 minutos. La experiencia en la sala de edición fue muy interesante, me sentí cómoda, porque me permitía hacer lo que estaba dentro de mi cabeza, con libertad. Jose Luis Rebordinos nos propuso proyectarla en los II Encuentros de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián. La exposición que Fernando Pereira ha realizado para el proyecto se pudo ver en la Biblioteca Central durante el tiempo de la muestra. Ese fue el impulso último, un favor que no le agradeceré suficientemente. Mujeres en pie de guerra clausuró los encuentros con el cine lleno y emocionado. Después de la travesía del desierto fue realmente gratificante y renovador. Eso fue el 26 de marzo de 2004, la cinta estaba caliente, una semana después de haber salido de la sala de montaje.
Ante la posibilidad de llegar a los cines, decidimos dejarnos llevar por el entusiasmo y la aventura al estilo Cassavettes. Rehicimos el montaje con entrevistas nuevas hasta llegar a un metraje de largo. Esa es la versión que se puede ver en universidades, casas de cultura, algunos cines de arte y ensayo, encuentros de cine feminista y festivales. Estrenamos en los cines Meliès en Barcelona el 22 de octubre y desde entonces la aventura continúa esta vez cara al público atónito a veces, sorprendido ante tanta alegría de vivir en un escenario de tragedia.
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Yo deseo que la voz de estas mujeres, sus experiencias y su generosidad pueda escucharse en todos los lugares, es un deber con nuestra historia, con nuestra memoria, la histórica, pero también la femenina.
Enriquecer nuestras vidas con su coraje, es lo mínimo que les debemos, a ellos que como dice María Salvo, les ha costado tanta sangre. En cuanto a mí, sé que podría haberlo hecho mejor, la inexperiencia juega malas pasadas, las aventuras personales, no son nada fáciles. A medida que iba dando pasos, mi vida ha ido cambiando, cada una de ellas me ha llevado de la mano, hasta un poco más allá. La lección de vida aprendida me hace mejor persona, mujer en pie de guerra también. Les agradezco haber nacido, saber de donde vengo, ellas han sido maestras e impulsoras, luz en el Fernando Pereira camino. He aprendido que merece la pena correr riesgos, que hay que ser firme en las ideas, consecuente con el pasado y el presente. Sacar este proyecto adelante no ha sido, ni es fácil, tirar de la idea, impulsarla, ha sido a veces decepcionante, para qué negarlo, hemos llamado a todas las puertas y se nos han abierto tan pocas… muchas veces tuvimos ganas de tirar la toalla. Pero seguimos adelante, de pura rabia a veces y aunque hoy puede que nos den la razón y hayamos dejado cadáveres por el camino, hemos aprendido la gran lección de la independencia.
Mujeres en pie de guerra es un proyecto global: distintos autores, pintores, músicos, actrices, diseñadores gráficos, una narradora alrededor de una misma idea. Es la historia de las mujeres que en este país dieron su vida por el compromiso de la libertad. Es un homenaje, un deber de la memoria; recogiendo el testigo formamos parte de ella, de la lucha por la paz, por la dignidad, que ellas dignas hijas de su tiempo, pioneras de la igualdad y la solidaridad han compartido con nosotros, para que se sepa, para que no se pierda en el olvido. ::: En la página web www.enpiedeguerra.net encontraréis mucha más información sobre el proyecto y el documental. :::
[ Artículo publicado en la bitácora colectiva Todas ] [ http://www.faq-mac.com/bitacoras/todas/?p=171 ]
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Quiénes somos
Iguazú. Revista Artesanal de Literatura y Cultura. Dirección: Nuria Rita Sebastián. Secretario de redacción: Abel E. Cantero. Maquetación, diseño y corrección de textos: Nuria R. Sebastián. Portada: Teresa Sanz y Pinyol. Portadillas (pgs. 3, 19 y 49): Vanesa Casanova. Este número: Emilio Barco, Anna Blau, Carol Blenk, Bonhamled, Abel E. Cantero, Coordinadora de municipios afectados por la mina de Borobia, Arantxa Díaz, Joan Elías, Ignacio Escuin Borao, Andrés González, Sara Guasteví, Gus Jiménez, Susana Koska, Thais Morales, Raúl Muñoz, Proyecto Gilgamesh, Sonia R. Fides, Gaztea Ruiz. Fotografías: Vanesa Casanova (pgs. 6,12 y 13), Jon Urtxegi (pgs. 15 y 18). Cuadernillo central: J. Jesús Sanz, Andriy "Baton" Antonovsky, Juan Manuel Vidal, Bernard Rives, Santiago Calero, Daniel Zerbst, Javier de Juan-Creix, Javier Seco. Distribución: Abel E. Cantero (Barcelona), Noelia Jiménez (Tarragona), Arantxa Díaz (Vitoria). Relaciones internacionales: Donoso Peñalba (Nicaragua), Jorge Dzib (México).
Edita: Asociación Cultural Iguazú. c./ Reyes de Navarra , n. 8, 2º drcha. 01002 Vitoria-Gasteiz. Tfno.: 945 26 92 26 / 646 645 772. Web: www.revistaiguazu.com Email: nuria@revistaiguazu.com, nuriarita@gmail.com. En colaboración con: ¡Adentro! Grupo Cultural (tfno.: 620 96 07 52). D.L.: SS 1142/99. Imprime: Imprenta Sacal, S.L. (tfno.: 945 128 154, comercial@imprentasacal.com). Publicación subvencionada por la Universidad del País Vasco. Puedes encontrar Iguazú en los siguientes lugares:
Gasteiz: Facultad de Filología, Geografía e Historia. Librería Zuloa. Bilbo: Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación (edificio reformado). Librería de la UPV del Campus de Leioa. Donosti: Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación. Barcelona: La Central del Raval. Madrid: Librería Pasajes. Sevilla: Librería Rayuela. Librería Nuño. Librería Amaranta. Cuenca: Tienda de la Facultad de Bellas Artes, "Cola de conejo". Los puntos de distribución se irán actualizando en la web.