Lee+ 139 La invención del futuro

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AÑO 11 • NÚMERO 139 • DICIEMBRE 2020

La invención del futuro Los centenarios del sci-fi

· Conversamos con Dolores Reyes, Jo Nesbø y Don Miguel Ruiz · El librero de Hilario Peña · El futuro cumple cien años al menos dos veces por Alberto Chimal · El misticismo de la Ciencia Ficción · Reconciliación con la finitud por Óscar de la Borbolla · Descarga un adelanto de La ciudad de vapor de Carlos Ruiz Zafón

PRECIO AL PÚBLICO 25 PESOS




Yara Sánchez De La Barquera Vidal

La invención del futuro

6 [El librero de] Hilario Peña 10 El futuro cumple cien años

yara@revistaleemas.mx Coeditor

EDITORIAL

al menos dos veces /Alberto Chimal

12 Entrevista con Dolores Reyes / Irma Gallo 14 Futuro Imperfecto: 5 películas distópicas Código Academia

16

Directora General y editora

Tema del mes:

Índice

José Luis Trueba Lara

E

Una conversación con Jo Nesbø

Yara Sánchez De La Barquera / Trad. Erika Olvera

18 Este artículo no tiene eratas (sic) José Luis Trueba Lara

20 Los seres huecos / Rodrigo Coronel 22 El misticismo de la Ciencia Ficción Gilberto Díaz

23 [Para ver y oír] /Adrián García 24 El futuro es ayer / Rodrigo Coronel 26 Reconciliación con la finitud Óscar de la Borbolla

27 se busca un señor maduro así bien (In memoriam Luis Zapata) un vato que conoció a adonis

28 Don Miguel Ruiz:

n algunas ocasiones nos topamos con paradojas a las cuales les damos la vuelta. Esto es lo que siempre nos ocurre con la historia del futuro: aunque somos absolutamente incapaces de conocerlo y predecirlo a cabalidad, vivimos marcados por la tozudez de inventarlo o descubrirlo. Los seres humanos no podemos huir de nuestras ansias de conocerlo: las pitonisas y los adivinos, los futurólogos que posan como científicos y los predictores que apelan a la estadística, como los romanos lo hacían con el vuelo de las aves, son hechos que nos acompañan inexorablemente. En el futuro —tal vez siguiendo los pasos de Platón en La república y Las leyes— hemos sido capaces de crear mundos perfectos que a veces se convierten en tiranías, y en otras ocasiones lo transformamos en el lugar donde depositamos nuestros miedos más terribles por lo que está delante de nuestra mirada: los casos de 1984 o de Farenheit 451 podrían ser buenos ejemplos de esto. Efectivamente: el mañana es el receptáculo de los sueños y pesadillas. Las preguntas sobre la historia del futuro y las maneras como lo hemos imaginado no son ociosas: ellas son el recuento de los anhelos y los miedos, de la belleza y lo pánico?. Así pues, en este número de Lee+, te invitamos a que te asomes al recuento de un pasado que intentó vislumbrar el futuro. +

jtrueba@revistaleemas.mx Director de arte y editor audiovisual Edwin Reyes Maya edwin@revistaleemas.mx Difusión Cultural Beatriz Vidal de Alba Marketing Fabián Vásquez Escalante fabian@revistaleemas.mx Editor de mascultura.mx Rodrigo Coronel Editor de contenido Gilberto Díaz Consejo editorial Alberto Achar Jorge Lebedev En portada:

Los secretos de la actuación

De izquerda a derecha

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Yara Sánchez De La Barquera

30 [Niños] / Erika Olvera 30 [Jóvenes] / Fabián V. Escalante ¡Anúnciate con nosotros!

Isaac Asimov Phillip K Dick Ursula K. Le Guin Frank Herbert Ray Bradbury Diseño original para Lee+ por Juan José Huitrón

(55) 5335 1327/ contacto@revistaleemas.mx Envía tus comentarios a: elcliente@gandhi.com.mx

Editor responsable: Yara Beatriz Sánchez De La Barquera Vidal, Información y Ventas Publicidad: (55) 5335 1327. Editado por www.taraediciones.mx contacto@revistaleemas.mx, Distribución: Librerías Gandhi, S.A. de C.V., Dirección: Benjamín Franklin 98, Piso 1 y 3, Escandón, Delegación Miguel Hidalgo, 11800, Mexico, D.F. Número de Reserva al Título ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2009-051820092500-102. Certificado de Licitud de Título No. 14505 y Certificado de Licitud de Contenido No. 12078 expedidos en la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Registro Postal EN TRÁMITE. Preprensa e impresión: Multigráfica Publicitaria S.A. de C.V. en Democracias no. 116, col. San Miguel Amantla, Azcapotzalco, C.P. 02700, Ciudad de México. Título incorporado en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación. Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa e indirecta, por cualquier medio o procedimiento, del contenido de la presente obra, sin contar con la autorización previa, expresa y por escrito del editor, en términos de la legislación autoral y, en su caso, de los tratados internacionales aplicables, la persona que infrinja esta disposición se hará acreedora a las sanciones correspondientes. El contenido de los artículos es responsabilidad de los autores. Librerías Gandhi y la casa editorial se deslindan de los mensajes expresados en los espacios publicitarios cuya responsabilidad pertenece al anunciante. Hecho en México. También encuentra la revista aquí: FILIJ • FIL GDL • FIL Minería • FIL Zócalo • Cine Tonalá • Cineteca Nacional • Universidades, preparatorias CDMX y área Metropolitana • Orquesta Sinfónica de Minería • OFUNAM •Teatro de la Ciudad Esperanza Iris • Colegio Nacional • UNAM • Universidad IBERO • Universidad ANÁHUAC del Norte • Biblioteca José Vasconcelos • Museo Nacional de Culturas Populares • Centro Cultural España • CONARTE (Monterrey) • CENART• MUAC • Museo Jumex • Museo El ECO • MUCA Roma • Museo Universitario del Chopo • Museo Soumaya “Loreto”• Museo Rufino Tamayo • Museo Franz Mayer •

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H

E L

L I B R E RO

D E

H I L A R I O

P E Ñ A

ilario Peña nació en Mazatlán. Si se hubiera quedado en el puerto tal vez sería dependiente en una tienda de abarrotes, eso sí, uno muy requete leído. Pero la vida lo llevó por otros rumbos: terminó la carrera en Ingeniería Industrial y se fue a Tijuana, “donde puedes levantar dinero con pala”. Ahí, trabajando en una maquiladora, descubrió la materia prima de sus historias: gente normal que habla normal y luce normal pero que, al observarlos con cuidado, tienen una historia que los vuelve personajes literarios. Hilario empezó a escribir cuando se sintió listo, por mucho tiempo sólo lo hizo para él, hasta que un día se animó a enviar el manuscrito de Malasuerte en Tijuana y comenzó una nueva carrera con sus libros: El infierno puede esperar, La mujer de los hermanos Reyna, Chinola Kid, Juan Tres Dieciseis, Págale al diablo, Un pueblo llamado redención y Detective Malasuerte. Sus obras, con ganas de mostrarlas como un conjunto, forman un mundo poblado por comisarios, boxeadores y detectives. Adentrarse en el librero de Hilario ambientados en esa ciudad y, por supuesto, tamno es muy distinto de lo que sucede bién tengo Apócrifa. Libro negro, una obra maesen sus novelas. Ahí, en las entrepa- tra escrita por Rafael Villegas y, además poseo ños están los libros que le ayudaron El último retrato de Ambrose Bierce de Luis G. a darle vida al “verdadero detective Abbadie, quien me parece que es uno de los resalvaje de la literatura mexicana” — ferentes de la literatura de horror en México, de como F. G. Haghenbeck califica a Ma- él también tengo El Necronomicón: un comenlasuerte— y al resto de sus creaturas. tario y uno de sus relatos más singulares por +++ quijotesco y borgiano, La singular aventura en —El primer libro del que me la Cueva del Moro. gustaría hablarles es El duque de La En mi colección también tengo otra secHabana de Steve Fainaru y Ray San- ción interesante, creo que es la única que chez, que narra la odisea del “Duque” tengo completa y está dedicada a la historia Hernández, quien salió de Cuba para de la frontera entre México y Estados Unicumplir su sueño de ganar la Serie dos en el siglo XIX. En ella hay un montón Mundial con los Yankees de Nueva de libros sobre los apaches, los comanYork. Este libro pertenece a un género ches, los navajos y otros grupos indígenas. que me gusta mucho: las biografías, en Estos son los que siempre permanecen, especial las de las deportistas y sobre pues nadie en su sano juicio se los lleva. todo de beisbolistas, pues este es un de- Con los libros de otros géneros —como porte que me apasiona. Este es uno de el horror o el policial— la situación es los tesoros de mi biblioteca. muy diferente: llega un amigo, me pide Otro título que me parece importante prestado uno y ya no lo vuelvo a ver. destacar es Las estrellas mueren de noche No hay problema. Ya no soy un colecy otros casos de Dan Turner, detective de cionista. Esos libros me acompañaron Hollywood de Robert Leslie Bellem, aunque cuando estuve escribiendo mi wesal momento de leerlo detecté algunos erro- tern: Un pueblo llamado redención. res en la traducción; por ejemplo: se refieren Una escritora que me interesa mual “revolver” como pistola. Pero, más allá de cho es Amparo Dávila y lo mismo me estos problemas, las aventuras de Dan Turner sucede con una autora cuya obra está son uno de mis tipos de literatura policial pre- profundamente vinculada con Dáviferidos por fársica y autoparódica. Imagínense la: Atenea Cruz y su novela Ecos, en una especie de Philip Marlowe —el detective la cual se mezclan una vida marital privado creado por Raymond Chandler— pero complicada, lo circense y los fantastrabajando para las estrellas de Hollywood: sus mas y que transcurre en el norte de casos, por ejemplo, se entrelazan con actores México. Ella es fronteriza, fantástica, que representan vampiros y se creen su papel gótica. Por supuesto que también al estilo de Bela Lugosi y, por supuesto, también tengo obras clásicas como el Cantar hay monstruos y científicos locos. Este es uno de del mío Cid, Alicia en el País de las los libros a los que continuamente regreso. Maravillas, El llano en llamas; casi En mi librero también tengo muchos libros de todas están publicadas por Cáteuna editorial independiente que me gusta mucho: dra, otra de las editoriales que me Paraíso Perdido, la cual nació en Guadalajara en gustan, al igual que Alianza. 1998. Uno de sus libros que más me interesó fue +++ Old west Kafka, un western escrito por Cecilia MaHilario guarda silencio durangaña, en el que —como su título lo dice— se mezcla te un instante: ¿está oyendo los una historia de vaqueros con una trama kafkiana y gritos de los apaches?, ¿le llega absurda. De esta colección también tengo otro tex- el eco de un crimen o un round? to que me parece muy bueno: Réquiem por Tijua- Nadie lo sabe, tendremos que na de Néstor Robles, una serie de relatos de horror esperar para saberlo. + 6

Ve la entrevista en mascultura.mx y en YouTube revistaleemasdegandhi


Leer un fragmento


NO FICCIÓN

FICCIÓN

GARCÍA LUNA. EL SEÑOR DE LA MUERTE Francisco Cruz PLANETA

LA BAILARINA DE AUSCHWITZ Edith Eger PLANETA

Un libro sobrecogedor, potente e inspirador que busca ayudar a todas aquellas personas cuyos traumas les impiden vivir en plenitud los instantes de su existencia. Al igual que su mentor, Viktor Frankl, Edith Eger es una superviviente. Su experiencia vital y trayectoria como psicóloga le han permitido ayudar a miles de personas que viven incapacitadas por sus cicatrices emocionales.

SALVAR EL FUEGO Guillermo Arriaga ALFAGUARA

Premio Alfaguara de novela 2020. Una historia de violencia en el México contemporáneo en la que el amor y la redención aún son posibles. Marina, una mujer casada, con tres hijos y una vida familiar resuelta, coreógrafa de cierto prestigio, se ve involucrada en un amorío improbable con un hombre impensable. Salvar el fuego retrata dos Méxicos completamente escindidos. Una obra que retrata los absurdos de un país y, también, las contradicciones de la naturaleza humana. Una novela de amor que termina por brindar esperanza.

Todos los lectores de Murakami saben que le apasiona la música. Esta pasión no sólo lo llevó a regentar un club de jazz, sino a impregnar sus novelas de referencias y vivencias. En esta ocasión comparte sus querencias, opiniones y, sobre todo, ansias de saber sobre un arte que hermana a los humanos. El lector asiste a jugosas confidencias y curiosidades que lo contagiarán del entusiasmo y el placer inacabable de disfrutar de la música con oídos nuevos.

Año 997, finales de la Edad Oscura. Inglaterra se enfrenta a los ataques de los galeses y los vikingos. La vida es difícil y aquellos que ostentan algo de poder lo ejercen con puño de hierro y, en conflicto con el rey. En estos tiempos turbulentos, tres vidas se entrecruzan: el joven constructor de barcos Edgar; Ragna, la rebelde hija de un noble normando y Aldred, un monje idealista. Los tres se enfrentrán con el obispo Wynstan en un relato de ambición y rivalidad, nacimiento y muerte, amor y odio.

La historia de este reportaje se remonta a 2011, cuando Anabel contactó a uno de los abogados de Vicente Zambada, el “Vicentillo”, quien enfrentaba un juicio en Chicago. Él le entregó varios documentos del narcotraficante: un inquietante autorretrato como payaso y los diarios que escribió durante sus negociaciones para colaborar con el gobierno norteamericano. En esas páginas, el capo reconstruyó su historia y la de uno de los cárteles más poderosos.

Ricardo Anaya pone al descubierto las mentiras contenidas en el discurso de Andrés Manuel López Obrador sobre nuestra historia, y hace un repaso por diversos episodios del pasado que tienen un peso específico en el presente: el legado liberal, el autoritarismo posrevolucionario, el cambio de modelo económico y la transición a la democracia. “El país va mal y la gente lo sabe”, advierte el autor.

EL CLUB DE LAS 5 DE LA MAÑANA: CONTROLA TUS MAÑANAS, IMPULSA TU VIDA Robin Sharma GRIJALBO

PEDRO PÁRAMO Juan Rulfo EDITORIAL RM

La obra de Juan Rulfo es la creación literaria mexicana que ha recibido mayor reconocimiento dentro y fuera de su país. Pedro Páramo tuvo una larga gestación, Rulfo la mencionó por primera vez en 1947 y la concluyó entre 1953 y 1954. Pedro Páramo recoge lo más profundo de México y las formas y técnicas literarias más avanzadas de su siglo. Pocas obras tocan al lector como ésta, un clásico de la literatura universal.

UNO SIEMPRE CAMBIA AL AMOR DE SU VIDA (POR OTRO AMOR O POR OTRA VIDA) Amalia Andrade Arango PLANETA

Este libro presenta la historia de un fracaso: el sexenio negro de Felipe Calderón, una mezcla de malas maneras y mala suerte. Él llegó a la presidencia en medio de acusaciones de fraude y permitió la existencia de un gobierno marcado por una larga serie de conflictos. En este reporetaje, Olga Wornat nos ofrece la mejor investigación sobre el calderonato.

EL PASADO, PRESENTE Y FUTURO DE MÉXICO Ricardo Anaya DEBATE

LAS TINIEBLAS Y EL ALBA Ken Follet PLAZA & JANÉS

BALADA DE PÁJAROS CANTORES Y SERPIENTES Suzanne Collins OCÉANO GRAN TRAVESÍA

FELIPE, EL OSCURO Olga Wornat PLANETA

EL TRAIDOR Anabel Hernández GRIJALBO

MÚSICA, SÓLO MÚSICA Haruki Murakami TUSQUETS MEXICO

JÓVENES

¿Cómo fue que este personaje acaparó tanto poder en los sexenios de Fox y Calderón? Esta es la historia del exsecretario de Seguridad Pública que rendía cuentas a los narcos mientras mentía a los mexicanos. Un personaje que supo esconder una meteórica y corrupta carrera: de soplón de la policía a espía de Carlos Salinas de Gortari, de funcionario estrella de Fox a titiritero de la guerra de Calderón. Esta es la historia del “súper policía” que le vendió México al narco.

EL LADRÓN DEL RAYO (PERCY JACKSON) Rick Riordan SALAMANDRA INFANTIL Y JUVENIL

Robin Sharma desarrolló el Club de las 5 de la mañana hace más de veinte años gracias a los revolucionarios hábitos que le permiten a sus clientes incrementar la productividad, mejorar su salud y afrontar con serenidad la época en que vivimos. Este libro, de profundo impacto personal, nos descubrirá las rutinas que han hecho posible que muchas personas alcancen grandes resultados al tiempo que nuestra felicidad y vitalidad aumenta.

TRES PROMESAS Lesslie Polinesia MONTENA

LA HISTORIA DE LA SIRENA Ana Emilia ALTEA


ELECTRÓNICOS

ARTE Y RECREACIÓN

SOL DE MEDIANOCHE Stephenie Meyer ALFAGUARA

Revive la historia de amor inmortal de Crepúsculo contada desde la perspectiva de Edward Cullen. La inolvidable historia toma un cariz nuevo y definitivamente oscuro. Conocer a Bella es lo más perturbador e intrigante que le ha sucedido en todos sus años como vampiro. A medida que se nos desvelan detalles fascinantes del pasado de Edward y la complejidad de sus pensamientos entenderemos por qué este es el conflicto interno que define su vida.

GARCÍA LUNA. EL SEÑOR DE LA MUERTE Francisco Cruz PLANETA

¿Cómo fue que este personaje acaparó tanto poder en los sexenios de Fox y Calderón? Esta es la historia del exsecretario de Seguridad Pública que rendía cuentas a los narcos mientras mentía a los mexicanos. Un personaje que supo esconder una meteórica y corrupta carrera: de soplón de la policía a espía de Carlos Salinas de Gortari, de funcionario estrella de Fox a titiritero de la guerra de Calderón. Esta es la historia del “súper policía” que le vendió México al narco.

SALVAR EL FUEGO Guillermo Arriaga ALFAGUARA

Premio Alfaguara de novela 2020. Una historia de violencia en el México contemporáneo en la que el amor y la redención aún son posibles. Marina, una mujer casada, con tres hijos y una vida familiar resuelta, coreógrafa de cierto prestigio, se ve involucrada en un amorío improbable con un hombre impensable. Salvar el fuego retrata dos Méxicos completamente escindidos. Una obra que retrata los absurdos de un país y, también, las contradicciones de la naturaleza humana. Una novela de amor que termina por brindar esperanza.

LAS MEDIDAS DE UNA CASA: ANTROPOMETRÍA DE LA VIVIENDA Xavier Fonseca PAX MEXICO

Todas las medidas para el diseño de una casa: desde el tamaño de los muebles hasta la altura de los accesorios. Esta obra imprescindible, ofrece al profesionista y al usuario, de manera clara y sencilla, todos los datos de la antropometría, análisis de mobiliario, diseño urbano, control ambiental, incluyendo el uso de energía solar, circulaciones y otros.

MANDALAS: LIBRO DE ARTE PARA COLOREAR Larousse Editorial NUEVA IMAGEN En este libro encontrarás más de sesenta mandalas hindúes para colorear y crear hermosos mosaicos, que puedes conservar en el libro o convertirlos en parte de la decoración de tu lugar favorito. Aquí no hay límites: ilumínalos con plumones, acuarelas o con lápices de color. Solo tienes que elegir la mejor técnica y dejar volar tu imaginación. Al final, ¡tu libro de arte será único!

MANUAL DEL CAFÉ Nicolas Artusi PLANETA

¿Qué variedad de café elegir? ¿Cómo influye el tostado? ¿Cuál es el molido ideal para una cafetera italiana? ¿A qué temperatura tiene que estar el agua? ¿Cuál es el tiempo de infusión correcto para una prensa francesa? ¿Qué características debe tener el espresso ideal? Este manual revela toda la información necesaria para preparar la bebida perfecta y disfrutarla al máximo, es la guía definitiva para comprar, preparar y tomar el elíxir de los dioses.

UN SICARIO EN CADA HIJO TE DIO VV.AA. AGUILAR

A TRAVÉS DEL VASO Mariana H. RESERVOIR BOOKS

A través de testimonios escalofriantes y conmovedores, las autoras de este libro ofrecen explicaciones contundentes para entender por qué nuestros niños y niñas se vuelven criminales ante la indiferencia social, corrupción policiaca y la intolerancia del gobierno. Más aún, se detalla la incompetencia de las autoridades, los vacíos legales y la incapacidad de las instituciones para ofrecer a estos adolescentes opciones para alejarse del delito.

Este libro contiene rock, hip hop, pop, son huasteco, metal, música experimental, un par de boleros y una polca. Contiene 26 voces en vivo de los y las protagonistas de la escena musical entre los que destacan Amandititita, Fernando Rivera Calderón, Cecilia Toussaint, Dr. Shenka, Ely Guerra, Jaime López, Tito Fuentes, Natalia Lafourcade, Joselo Rangel, Jessy Bulbo, Daniel Gutiérrez, Chema Arreola, Pepe Mogt, Silverio, Sergio Arau, Sabo Romo y Ximena Sariñana

SEÑALES QUE PRECEDERÁN AL FIN DEL MUNDO Yuri Herrera EDITORIAL PERIFÉRICA

EL LABERINTO DE LOS ESPÍRITUS Carlos Ruiz Zafón PLANETA

Señales que precederán al fin del mundo es una de las novelas más singulares, también una de las más bellas y precisas. Como ya sucedía en su anterior novela, Yuri Herrera no escribe simplemente sobre México y la frontera, sino que crea su México a través de historias y leyendas del pasado y del presente. Y traza con exactitud el mapa de un territorio que es aún más gigantesco, hecho tanto de lo que está sobre la tierra como de lo que está bajo ella y pertenece a lo mitológico.

Daniel Sempere ya no es aquel niño que descubrió un ejemplar único de La sombra del viento. Es ahora un joven que sigue sin poder recordar el rostro de su madre y se exige a sí mismo conocer la verdad. Como un mecanismo de relojería, el embrujo de este relato nos arrastra a través de la más fascinante de las historias, en la que comparecen todos los personajes de esta saga.

NIÑOS MI LIBRO MÁGICO LECTOESCRITURA (CLÁSICO) NUEVA EDICIÓN Carmen Espinosa Elenes De Álvarez GRUPO EDITORIAL ONCESETENTA

HARRY POTTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL J.K. Rowling SALAMANDRA

JUGUEMOS A LEER. LIBRO DE LECTURA Y CUADERNO DE EJERCICIOS Rosario Ahumada EDITORIAL TRILLAS

LOS COMPAS Y LA CÁMARA DEL TIEMPO Timba VK MARTINEZ ROCA

ARCOÍRIS DE LETRAS CON LETRA SCRIPT Y CURSIVA Gabriela Almada y Ana Claudia Calderón TRILLAS


T E M A

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no de los más extraños efectos de la literatura sobre el mundo es una idea: la de que el futuro puede entenderse como una especie de lugar, un destino al que por supuesto vamos a llegar, pero que también podemos anticipar, e incluso experimentar, desde el presente. El concepto no fue obra de una sola persona, pero debe haber comenzado con un impulso moderno: “adaptar” o “actualizar” la idea del porvenir que se encuentra, por ejemplo, en los antiguos textos proféticos. En la Biblia se lee acerca de las visiones de Jeremías, Isaías y muchos otros; son relatos de las experiencias interiores de personas en estados alterados de conciencia. Según ellas, sus visiones eran de acontecimientos que aún no sucedían en su propia época. Entre el siglo XIX y el XX, muchos pensaron: ¿Por qué no crear historias –imágenes, todo tipo de discursos– en los que se haga lo mismo, pero mostrado como una experiencia objetiva? ¿Por qué no contar acerca de personas que viven en el porvenir, o que viajan a él? Los primeros “futuros” de la literatura La gran obra que abrió de par en par la puerta de esta innovación fue la novela La máquina del tiempo del inglés H. G. Wells, publicada en 1897. Su protagonista, por medios estrictamente tecnológicos, puede desplazarse por el tiempo como si éste fuera otra dimensión del espacio y llegar a un futuro remoto. No lo vislumbra: lo ve, lo huele, lo toca, lo pisa, está en él. Wells no es el primero que ambienta una narración en el futuro –hay ejemplos anteriores incluso en la literatura mexicana–, pero su influencia fue tal que a partir de entonces el concepto de “ir al futuro” se volvió un lugar común de la cultura popular en Occidente. Menos de treinta años después, en 1926, el editor y empresario estadounidense Hugo Gernsback inventó el término science fiction

D E L

M E S

Las historias más típicas que ella se contaba –y se cuenta aún– de sí misma la tienen siempre de protagonista de la historia, única y excepcional, superior a todas las demás, gracias, entre otras cosas, a su tecnología: su boleto de entrada a un futuro siempre mejor, más venturoso. Con el tiempo, la ciencia ficción se ha diversificado de muchas formas y se ha utilizado, incluso, para cuestionar las visiones optimistas del futuro que Gernsback promovía, así como las opiniones de Estados Unidos respecto de sí mismo y de su sitio en el mundo. Desde luego, este siglo XXI, y en especial en este año dislocado y pandémico, la mayor parte de la Humanidad ya no cree más en aquellas bendiciones del futuro, y más bien miramos con miedo lo que aún pueda venir. Los centenarios Pero resulta que la ciencia ficción sigue siendo utilizada en todo el mundo como un marco para el pensamiento acerca del futuro desde dentro de las artes; y algunas de sus figuras más importantes en la lengua inglesa siguen siendo recordadas. Dos de ellas cumplieron sus centenarios en 2020: los escritores estadounidenses Ray Bradbury (1920-2012) e Isaac Asimov (19201992). Ambos son famosos por razones muy diferentes, pero la trascendencia de sus obras es una muestra, al mismo tiempo, de la resistencia de la noción del futuro visible, imaginable, y de cómo los artistas individuales pueden apropiarse de ella y adaptarla para los fines más variopintos. Ray Bradbury, por ejemplo, no tenía una formación científica, nunca la buscó e incluso se sentía incómodo con el calificativo de escritor de ciencia ficción. Además, escribió narraciones de muchos otros tipos: poesía, ensayo, guiones de cine y televisión, y hasta un

El futuro cumple cien años al meno –también conocido como sci-fi– para nombrar y vender las historias que publicaba en sus revistas. La palabra science (ciencia) califica a fiction (narrativa); las dos juntas deben entenderse como narrativa científica, historias impulsadas por el discurso y los conocimientos de las ciencias…, y en castellano las entendemos mal por una traducción apresurada, y decimos ciencia ficción, pero no nos metamos en esa discusión ahora. Lo importante es que el término inventado por Gernsback tuvo tanto éxito, dentro y fuera de Estados Unidos, que también se hizo parte de la cultura occidental y pasó a nombrar las obras de Wells y de incontables autores afines. Hace unos noventa años, pues, que existe la noción de que hay un grupo de obras narrativas dedicadas a imaginar el futuro al que podría llegar la especie humana mediante la aplicación de la tecnología. El mismo Gernsback creía que sus historias servirían sobre todo para promover la educación científica y técnica entre lectores jóvenes –y mayoritariamente hombres y blancos, hay que decirlo–. Éstos serían seducidos por la noción de que el futuro a) sería inevitablemente mejor que el presente, más lujoso, más emocionante, y b) cierto tipo de conocimientos podrían convertir a cualquiera de ellos en parte de ese avance. La ciencia ficción empezó también como un subconjunto de la literatura con una fuerte carga ideológica de su país natal. Esta era una nación que crecía y que terminó por convertirse en potencia mundial, la más próspera y poderosa del mundo.

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tratado de escritura creativa –muy bueno, por cierto–: Zen en el arte de escribir. Para él, la tecnología, los personajes y entornos de la ciencia ficción no eran un fin sino un medio: los empleó, igual que a otras porciones de la cultura popular de su país –como el pay de manzana o el beisbol–, como ingredientes en narraciones muy personales, menos rigurosas que líricas, como sus Crónicas marcianas, Las doradas manzanas del sol o El hombre ilustrado. También creó escenarios distópicos como el de su novela Fahrenheit 451, pero ésta, de hecho, no es solamente una defensa de los libros y la lectura, sino una crítica de los medios masivos como la televisión: su argumento es antitecnológico, con lo que da la vuelta a una de las premisas fundacionales de la ciencia ficción. Isaac Asimov, por su parte, sí se dejó encantar por las razones de Gernsback y de otros promotores tempranos de la ciencia ficción. Estudió bioquímica hasta llegar al doctorado, trabajó en investigación científica militar durante la Segunda Guerra Mundial, y combinó su carrera como escritor de cuentos y novelas con otra, aún más prolífica, de divulgador de la ciencia. Si Bradbury dejó imágenes memorables que actualmente se repiten, incluso sin pensar demasiado en su origen, Asimov contribuyó enormemente a la popularización de sus especialidades sin salir de ellas. Agregó al vocabulario de la especie humana palabras nuevas como robótica, que él inventó en su serie de cuentos Yo, robot; creó imágenes y escenarios icónicos

Alberto Chimal, es escritor. Está a punto de aparecer su nuevo libro: La saga del Viajero del Tiempo, publicado por la UNAM. @albertochimal


P O R

A L B E RTO

C H I M A L

como Trantor, el planeta cubierto completamente de edificios y que es una sola ciudad descomunal, que aparece en su serie de novelas de la “Fundación” y después se ha replicado –con otros nombres– en numerosos libros y películas. En su novela Los propios dioses, probablemente la mejor aunque no la más apreciada de cuantas escribió, discutió los peligros de la explotación irreflexiva de los recursos naturales y de la inercia de políticos y demás autoridades ante los problemas mundiales; ambos temas, desde luego, se han vuelto mucho más visibles y cruciales en nuestro propio tiempo. Las viejas lecciones del futuro ¿Por qué se sigue recordando a autores como estos, incluso más allá de quienes son sus aficionados? Como se ve, ninguno de los dos, a pesar de su enorme popularidad y las muchas huellas que han dejado con su trabajo, se limitó a ser un propagandista del “futuro” o de las bondades de tal o cual tecnología. Habrá quien crea que la ciencia ficción no es más que eso: parienta de la publicidad del siglo pasado, que estaba repleta de productos de consumo que querían aprovechar la moda del porvenir, como plumas atómicas, tostadores supersónicos, tintorerías electrónicas. Pero en este momento de convulsiones globales,

os dos veces y en el que además Estados Unidos vive una crisis profunda y tal vez irremediable –desigualdad económica, racismo, deterioro institucional, profunda polarización y enemistad social–, es aún más claro que nos hacen falta muchas reflexiones sobre cómo puede cambiar la especie humana, y cómo hacer que esos cambios nos lleven a situaciones mejores que las presentes. Lo mejor de las obras de Asimov y Bradbury, igual que las de Ursula K. LeGuin (1929-2018), Philip K. Dick (1928-1982), Octavia Butler (19472006), Frank Herbert –quien también cumple los 100 en este año– y otros grandes autores de la ciencia ficción en lengua inglesa, es que son nuestros viejos heraldos del futuro. +


CO N V E R S AC I Ó N

CO N

D O LO R E S

R E Y E S

Fot og raf ía: Ma len aQ

U N A

“Pero a mí no me interesaba eso: narrar desde ese lugar, muchas veces erotizando los cuerpos de las mujeres muertas, incluso planteando, en torno a la prostitución, una suerte de conexión de la historia de vida de la protagonista con ese desenlace, los estereotipos. Para nada me interesaba abordarlo de esa manera. Justamente yo quería sensibilizar, visibilizar y narrar desde otro lugar, desde el nuestro, que es el lugar del enorme costo emocional, existencial, que tienen para nosotras todas las mujeres que nos están faltando y que nos están arrebatando absolutamente todos los días”. 12


P O R

I R M A

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ice Dolores Reyes (Buenos Aires, 1978) que Cometierra se le apareció durante un taller literario, mientras seguía la lectura del cuento de un compañero, con los ojos cerrados para concentrarse mejor. Era un relato que terminaba en un cementerio, y ahí Dolores –que nunca había publicado nada pero asistía al taller que impartía la escritora, también argentina, Selva Almada– vio por primera vez a una jovencita, casi niña: “flaca, de pelo oscuro, largo; la piel morena también, del color de la tierra, sentada en un cementerio, estirando la mano hacia abajo de las piernas, llevándose a la boca y comiendo tierra”. Así nació el personaje para el que le tomaría cinco años construir una anécdota, un lenguaje, un tono y, finalmente, escribir Cometierra (Sigilo editorial), la novela que ya está disponible en México, España, Estados Unidos, Francia, Italia y Polonia, y está por publicarse también en Suecia, Reino Unido y Grecia. La llegada de la ficción Una vez que vislumbró a su protagonista, Dolores Reyes se dio a la tarea de pensar “qué podía pasar con esa tierra tan particular de un cementerio que está en contacto con otros cuerpos, y ahí tirar un poco de la ficción y ver qué acontecía. Se me ocurrió que quizá algo del orden espiritual o del alma pasase a la tierra, además de la carne, los huesos, los pelos, la sangre de la persona, al morir. Entonces, eso otro es lo que Cometierra incorpora en su cuerpo cuando come tierra y lo puede ver”. La primera vez que la adolescente averigua qué fue lo que pasó con alguien es cuando come la tierra alrededor del ataúd de su madre. Lo que ve definirá su destino: La sacudieron. Veo los golpes aunque no los sienta. La furia de los puños hundiéndose como pozos en la carne. Veo a papá, manos iguales a mis manos, brazos fuertes para el puño, que se enganchó en tu corazón y en tu carne como un anzuelo. Y algo, como un río, que empieza a irse. Hija de un feminicidio, Cometierra estará, desde entonces, debatiéndose entre comer la tierra que le llevan los familiares de las desaparecidas con la esperanza de que les ayude a encontrarlas, y experimentar una y otra vez sus pesadillas, o vivir su vida como una adolescente lo más “normal” posible. “En América Latina estamos tan acostumbrados a ver gente y organizaciones y buscadores que están buscando a sus mujeres que ya no están, y no sólo no están ellas sino no está su cuerpo, no está su recuerdo”, dice Reyes en entrevista. “Esto es: borrar a las mujeres es algo tan frecuente y también es frecuente que los Estados no se hagan cargo. Entonces, Cometierra tiene que responder con esas poquitas herramientas que tiene, esa poca experiencia porque es una chica muy joven y está en un barrio absolutamente precarizado, y sin embargo, puede resolver”. Dolores Reyes se embarcó en la difícil tarea de escribir una novela sobre un tema del que ya han corrido ríos de tinta (los feminicidios): “Ese dolor, que me atraviesa el alma, es el que me está sosteniendo para hacer esto, para que esto no siga repitiéndose todos los días sin que le importe a nadie”. La docente, activista y feminista apostó por el uso de un lenguaje poético, que le costó cinco años de trabajo, pero no se quedó sólo ahí: “Venía leyendo bastante al respecto. Creo que incluso es inevitable porque esto se viene trabajando desde hace muchísimo tiempo. Pienso en Borges y La intrusa, pienso en (Juan José) Saer y dos novelas: Cicatrices y La pesquisa, que abordan el feminicidio; pienso en algunos textos de Cortázar, de Sábato y en un montón más; en el género negro, en general, en donde la prostituta es asesinada una y otra vez”, rememora la escritora argentina. “Pero a mí no me interesaba eso: narrar desde ese lugar, muchas veces erotizando los cuerpos de las mujeres muertas, incluso planteando, en torno a la prostitución, una suerte de conexión de la

G A L LO

historia de vida de la protagonista con ese desenlace, los estereotipos. Para nada me interesaba abordarlo de esa manera. Justamente yo quería sensibilizar, visibilizar y narrar desde otro lugar, desde el nuestro, que es el lugar del enorme costo emocional, existencial, que tienen para nosotras todas las mujeres que nos están faltando y que nos están arrebatando absolutamente todos los días”. Retratar al feminicida Así como existe el padre feminicida, en Cometierra hay hombres con distintos registros emocionales: el hermano mayor, el Walter, que cuida y protege a la adolescente; el amigo, Hernán, que siempre está enamorado de ella pero la relación nomás no se da, y Ezequiel, el policía que irá a buscarla para que la ayude a averiguar el paradero de su prima y con quien iniciará una relación amorosa y sexual no exenta de una dosis de sometimiento. “Lo que quería era problematizar, porque Virginie Despentes dice muy acertadamente que si me pongo a hablar con amigas y con mujeres en general, muchas van a contar que fueron abusadas, o golpeadas o maltratadas; incluso amenazadas de muerte”, responde Reyes con respecto a este abanico de personajes masculinos. “Entonces, cuando me reúno con un grupo de hombres, incluso con amigos, necesariamente tiene que haber maltratadores, abusadores, violadores. Siempre construimos al feminicida o al abusador, al maltratador, como una suerte de monstruo. Y esto es solo en algunos casos extremos. La mayoría son hombres comunes, hombres de familia, que de un día para otro nos enteramos que mataron a su mujer, a su ex pareja o a una amante embarazada. El feminicida puede ser el vecino de toda la vida, el que corta el pasto y nos saluda cordialmente”. A la hora de concebir a sus personajes masculinos, a Dolores no le interesaba construir estereotipos, porque afirma que: “no vamos a avanzar creando un imaginario de feminicidas monstruos, sino en la medida que vayamos deconstruyendo mandatos de violencia y viendo realmente qué es lo que nos pasa”. La tragedia de América El clasismo y el racismo que definen la mayor parte de las relaciones sociales, económicas y políticas en este continente también son temas que trata Dolores Reyes en su novela. “Eso también quería abordarlo, cómo son sopesadas muchas veces las vidas de las víctimas de esta manera. Acá es muy común encontrar esas expresiones tan poco afortunadas como ‘estos negros aquello o lo otro’, para referirse no sólo a los afrodescendientes sino por supuesto a la gente morena, descendiente de indígena, que en realidad somos todos, por supuesto, porque somos de una mixtura absoluta. También transitamos esta lengua y esta cultura, porque no sólo la raza nos performatea, también la pertenencia a una tierra o a una cultura. Así que nosotros no somos, ni vamos a ser nunca, blancos europeos, ni nuestra lengua va a ser esa”, dice la escritora. “Pensaba mucho en todas las tragedias de América que en realidad vienen asociadas a esto: no sólo a asesinar al otro, sino a tratar de hacerlo desaparecer, a borrarle su cultura a la fosa común, desde la Conquista de América, pasando por todas las dictaduras hasta el presente. Hacerlo desaparecer: algo muy propio de América”. A punto de finalizar la entrevista, Dolores Reyes, madre de siete hijos, entre varones y mujeres, dice: “Construyamos una sociedad de varones que no sean agresivos, y que no sean asesinos y que no sean violadores. No podemos estar guardando a nuestras hijas de esa monstruosidad porque es generalizada”. +

Irma Gallo, periodista y escritora. Fundadora de La Libreta de Irma: https://lalibretadeirmagallo.com/ Premio Nacional de Periodismo Cultural René Avilés Fabila 2018. Autora de Profesión: mamá (Vergara, 2014), #YoNomásDigo (B de Blok, 2015) y Cuando el cielo se pinta de anaranjado. Ser mujer en México (UANL, 2016 y VF Agencia Literaria, 2020; segunda edición en eBook). Twitter: @irmagallo

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C I N E

Futuro imperfecto:

5 películas distópicas para reflexionar sobre el presente Erick Estrada, crítico de cine, fundador de Cinegarage y profesor de Código Academia, nos da su top 5 de películas distópicas. Puede afirmarse que presentar futuros terroríficos tanto en la literatura, como en el cine, es algo inherente al género de ciencia ficción. Así, en la película de Georges Méliès, El viaje a la Luna, que en 1902 inauguró el género dentro del séptimo arte, la Humanidad pudo ver por primera vez en una pantalla cómo uno de los grandes sueños de la humanidad se trastocaba en pesadilla. “Un poco en broma, un poco en serio, el público podía pensar que la Luna no era el satélite plácido y tranquilo que se veía desde la Tierra”, nos cuenta el reconocido crítico de cine, Erick Estrada, quien es uno de los profesores de Código Academia. “Y que la tecnología del futuro, que haría posibles los viajes espaciales, también hacía probable que descubriéramos que no estamos solos en el universo”. Otra de las películas precursoras del género es Metrópolis, llevada al cine por el gran Fritz Lang, en 1927, pero escrita por su entonces esposa, Thea von Harbou. La historia transcurre en 2026 y muestra una ciudad dividida. Mientras la clase dominante disfruta de una

vida disipada en el exterior, los trabajadores —totalmente oprimidos— residen en una ciudad subterránea, «”cumpliendo jornadas extenuantes y entregando su fuerza a un mundo destructor, dependiente de la producción, y se asume que también del consumo”, explica Estrada. Aunque estudios contemporáneos han visto en esta película una apología al fascismo —entonces en ciernes—, y que es bien conocido que Lang tuvo oportunidad de cortar todo lazo con la ideología nazi, es claro que la cinta refleja también preocupaciones comunes en esos momentos, como la mecanización y los peligros de la tecnología. Y es que tanto la literatura como el cine —al igual que toda expresión artística— han servido para hablar de pasiones y alegrías, pero también para explorar nuestras ansiedades y temores. Aquí van las 5 películas distópicas que nos recomienda Erick:

1. Alphaville (1965) Jean-Luc Godard Un thriller capitalista de altos vuelos, en un planeta lejano en el que una megacomputadora controla tiránicamente a los humanos para beneficio de su creador: un hombre que busca acumular nuestra información y que ha prohibido los sentimientos más básicos. Las megaempresas contemporáneas no van muy atrás en esos planes. 2. Fahrenheit 451 (1966) François Truffaut Basada en el libro homónimo de Ray Bradbury. Esta cinta muestra la casi inevitable llegada de las tiranías radicales a los gobiernos del mundo y la deshumanización del planeta. Además plantea la instauración de sistemas de comunicación audiovisuales que, a conveniencia de esos gobiernos, suprimen el pensamiento más allá de la imagen. La precarización del pensamiento como instrumento del esclavismo real y espiritual. 3. El planeta de los simios (1968) Franklin James Schaffner El planeta de los simios -basada en la obra homónima de Pierre Boulle- es la paradoja perfecta de la ambición humana. Primero convierte al Hombre en el centro del Universo, para después transformarlo en un consumidor sin escrúpulos. Ver las tiranías humanas reflejadas en un mundo de simios es una de las mejores cachetadas que, como “civilización”, hemos recibido. 4. Blade Runner (1982) Riddley Scott Sólo la gente sana puede abandonar un planeta carcomido por la contaminación. Los animales se han extinguido y lo más humano que se encuentra en las calles son los ”replicantes” que, desafortunadamente, buscan poseer un poco de humanidad. Creo que el mundo cada vez se parece más a esa ciudad en la que Ridley Scott ubica su historia -inspirada, por cierto, en la novela de Philip K. Dick: Sueñan los androides con ovejas eléctricas-. 5. 12 monos (1995) Terry Gillam El director Terry Gillam y el guionista David Webb Peoples extienden la pesadilla de viajes en el tiempo planteada por el cortometraje La Jetté de Chris Marker (1962): el encuentro trágico con uno mismo. Además, lo hacen en un mundo donde, debido a una pandemia, la naturaleza ha recuperado el control del planeta. Todo es evidente. Somos nosotros. +

Aprende más sobre cine, arte, arquitectura y diseño, de la mano de especialistas activos y reconocidos. Iniciamos cursos en enero. Nuestros cursos: —Apreciación cinematográfica | Imparte: Erick Estrada, director de @Cinegarage —Historia de la fotografía contemporánea | Imparte: Arturo Delgado, galerista y promotor de arte —Taller de feminismo | Imparte: Daiset Sarquis, especialista en teoría de género —Introducción al arte contemporáneo | Imparte: Christian Gómez, crítico de arte

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+ info: www.revistacodigo.com/academia-codigo



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Fot ogr afĂ­a : Stia n Br och


E N T R E V I S TA

Una conversación con Jo Nesbø Yara Sánchez De La Barquera / Trad. Erika Olvera

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o Nesbø (Oslo, Noruega, 1960) saltó al universo de las estrellas literarias de la mano del detective Harry Hole, protagonista de doce de sus novelas. También es cantante de la banda noruega Di Derre, otra plataforma de proyección artística muy exitosa. Antes de la publicación de su nuevo thriller independiente, The Kingdom, nos sentamos con Nesbø para conocer todo sobre su más reciente libro. Lee+: Si tuvieras que hacerlo en solo una o dos frases, ¿cómo describirías la trama de The Kingdom? Jo Nesbø: Dos hermanos con un oscuro secreto familiar se reencuentran en la finca donde crecieron. El hermano menor tiene un gran plan que promete que hará ricos a todos en la aldea, mientras que el hermano mayor, que se ha enamorado perdidamente de su cuñada, hace todo lo posible por ocultar lo que realmente sucedió hace años. Lee+: ¿Qué inspiró tu nuevo libro? Jo Nesbø: Vida, ficción, sueños y música. Lee+: ¿Quiénes son los protagonistas clave de esta historia?, ¿podrías presentarnos a los protagonistas de The Kingdom? Jo Nesbø: Roy es el narrador y hermano mayor que se quedó en la granja después de la muerte de sus padres y de Carl. Ahora tiene treinta y tantos años y dirige la gasolinera. Es un hombre con los pies en la tierra, de pocas palabras y sin amigos cercanos, pero es muy querido y respetado por la forma en que dirige su negocio. Es soltero, ha tenido dos largos romances con mujeres casadas, pero la única mujer de la que ha estado enamorado era la ex novia de su hermano menor. Carl es un chico encantador, socialmente inteligente e inteligente que ha regresado con su esposa Shannon de Canadá. Quiere construir un hotel en el pueblo. Es recibido como un salvador pero nadie sabe que huye de un escándalo financiero. Shannon es una mujer fuerte, talentosa y sensata, una arquitecta cuya ambición es construir su obra maestra en el espectacular paisaje de las tierras altas de la Noruega rural. Lee+: The Kingdom es una historia que ahonda en la dinámica familiar y la relación entre hermanos, ¿por qué elegiste este enfoque para tu nuevo libro?

Jo Nesbø: Estoy seguro de que haber crecido con dos hermanos tiene algo que ver con eso. Existe este vínculo de lealtad que es tan fuerte, y en esta historia ese vínculo se prueba al extremo. Entonces, es la eterna pregunta: dado un dilema moral, en el que tienes las voces en competencia de tu corazón y tu cerebro, ¿qué eliges? ¿Qué habrías elegido tú si fueras uno de los tres personajes? Lee+: The Kingdom es una historia ambientada en un pueblo rural muy pequeño, ¿cómo contribuye este entorno de pueblo pequeño a la historia?, ¿existen diferencias entre escribir una historia sobre un crimen ambientada en una ciudad y una historia sobre un crimen ambientada en una comunidad rural? Jo Nesbø: Cuando tienes una historia ambientada en un espacio confinado, donde hay un universo interior y exterior distinto, crea un contexto en el que el lector espera que le des las principales variables del universo interior. Creo que el contrato es que no puede haber información o personajes nuevos y sorprendentes en el universo interior que simplemente entran en escena después del primer acto. Lee+: A diferencia de tu novela anterior, Knife, The Kingdom es una novela policíaca independiente, ¿en qué se diferencia escribir una historia independiente de escribir una entrega en serie? Jo Nesbø: El arco de la historia es diferente. No hay pasado que no puedas cambiar, ni futuro en el que tengas que pensar. Aparte de eso, escribo sobre las mismas cosas: amor, asesinato, lealtad, codicia, moralidad, lujuria y miedo a morir. Lee+: ¿Qué es lo que más te emociona que los lectores descubran en este libro? Jo Nesbø: Con suerte, el paisaje y la mentalidad de este país montañés noruego será tan fascinante para los lectores como lo ha sido para mí. +

Agradecemos a Penguin Random House UK el apoyo brindado para realizar esta entrevista.


) ic (s s a t a r e e n e ti o Este artículo n

vanguardia a ículos sobre estética de uiente: “Dedico estos art sig sus amigos”. lo os tod s me s mo uno oce an o exquisito gusto con puede olvidar. Faltab cuy , me de… se sa no nde día ina impreCo ese la pág ó la pas o que editor —con de las suyas, y en fuera canonizado, y un bargo, el tipógrafo hizo rdia a la em gua Sin van te de a cor étic ses para que Juan Diego la est de estos artículos sobre del nuevo integrante co raja edi “D de : igos”. o leía alg am se ar sus sa sac os de ganas la Iglesia para crear busto conocemos tod n de isión de asociarse con sa de…, cuyo exquisito ció dec nde lica la Co exp ó la a tom sea est a zá ial— ba qui est o ma cel y la “b” en el teclad to. La razón que ani “g” san la de del sa ía es ero can gen gen cer y imá La sky las rov un librín con revelar cuán sab fervor: la Iglesia tecación que terminó por ualidad ni un asunto de o pasó ivo cas sól equ la una ella a: era vid mi no la de ad es a ied ide así soc to. La stión. Ni modo, del retrato oficial del san era la chamacona en cue nía los derechos de autor retratar varias pinturas de dedo. que or ía err hab un o por sól ia ra: tor ido maravillas de la aje, después a la his cuate era simple y luc son per e est la errata que reveló las ía o, rec suy lo apa e de tien don e nos nqu Au que, en un spa ohi ido nov y grabados inas y, para que y buenos compet res a cronológica en las pág a de la Condesa tiene mu hug sos, Pablo rio pec mo n me ría os ega libr agr sus le se ordenarían de maner apocarla. En uno de los pies de rigor, se de rían s pod má do, ade por eso, cui as ás des letr s nom y, una tuviera alg a del siglo XVI que es simpatiquísima Nican Mopohua, la obr a da cuenta de una que rud Ne de es ia: ion tor ric his tantitos fragmentos del las apa ir completita su ano para dar cuenta de a me permito transcrib , y hasta llegó a coescribió Antonio Valeri Cuando el libro estuvo aba erratas y erratones o. cre tod pro era re eso uir , oag tán Alt n después de estar que de ero a irti nci la Guadalupana. Tan adv alguien tuvo la ocurre portada, donde se la ta, en ren as imp arl la a loc queridísimo rse nda ve punto de ma dad es que se las librerías. A él, a mi o o algo así. “La mera ver ramados los libros por campo de der el en no eza o pro poc ¿a ella debería tener un prólog oaguirre, pertenece aqu a mientras hacía cara de Alt son l per nue bombanesa Ma rim dijo , un ón” medio rab que se trataba de errores que contaré. Por o, para sol los él o com una so rrió ndo ocu soy bien abusado? ara le más del proyecto se rimador cubano, jac o nda lifu ma obra al me , y una afío te igo des am año el mi Ante tam ser escrito por lares imprimió logo en cuestión debía en y en muy pocos ejemp qui El s. ma tas fan idea de las buenas: el pró sus . ya de perdida, por uno de maestra de la tipografía la mismísimo Arzobispo o, el poeta. ncia lo firmara. Se hizo ó ine unt Em reg Su —p s? que ore era , Err nto —¿ aron muchos caso, para acabar pro pas no ontestó Altoaguirre. y —c sia— rto Igle cie la a por s decir, —Ninguno, rió que allí ía ten con que petición a los socios —e re sob mo impreso, se descub un tísi a un mensajero con atroz que Pero al abrir el elegan go fue a un par nto aba sie falt días para que se aparecier le ciosa. Lo único que sista había escrito: “Yo pre ver de el la siento de chu don “Yo aba n: est ató te err una hoja que en un lacre. An ía colocado su de listoncitos atrapados devora”, el impresor hab me ada firm ina ser sublime eran un par la pág devora”. n fue obvia: se fotografió un fuego atrás que me n juntos una lantal maravilla, la decisió Ahora sí, la obra estaba pable impresor tomaro o. cul y log or pró o aut so com o ndo pus ara Jac las aguas de la de neias dio me enc ulg por el Arzobispo y se en bendiciones y las ind aron los ejemplares las ult ía sep ten y n, cha piló de y, a requete list : tseller de a deveras. bahía de La Habana. de un asunto peliagudo imprenta y, cesarias para ser un bes uirre nos pone delante volvió a preparar para la oag se Alt se, ín o uar libr cas pet el El va, per a a agu den inir Sin dec o una pregunta erratas no sólo tien fuera, alguien sensato hiz parece indicar que las los idiomas y tantito antes de que se os hicimos cara todo Tod brincarse las trancas de ?”. de s spo ace obi cap Arz son del n ta bié car la tam ó s do muchos ley pue n eci uié pad es “¿Q o cómoda: un error. El cas ncarnaciones las han s para saber si no tenía traducciones. Estas ree Neruda, el las de o ía ari dec cul ”, pus cia Cre de menso y la revisamo sen rse “ante tu grata pre la primera edición del lee en ía : res deb o y pan”, rito de lech esc don , ía: sos ten bas “be que sí lo lupe terminaba y, en vez de escribir ”, y la Virgen de Guada que, cuando tipógrafo metió la pata fue ve gra nte me “ante tu gata presencia era ”. Lo verdad errata. puso “besos, leche y pan k se mostraba muy tante sobajada por una colocaba delante de tres al inglés, la palabra mil nos o “r” duj tra nta se rrie rio chu ma pin poe el alta a var lo. La ausencia de una ía Pab ten nte ba lágrimas” a don el clérigo —que segurame la oronda y le “costa atas no son tan graciodesgracias inminentes: por lo que restaba de no ier nte, la mayoría de las err Inf me al ada aría aci den sgr De gen Vir la a en el Cielo— nos con nsa ofe pería el trato por tamaña la sas como eternidad, la Iglesia rom se tendría que destruir le, ato al cos mo arle ipus le — y, para acabar de ech hop tos topples, fortuna —y gracias al Pho obispo una condesa en Arz al edición completa. Por irle dec que er ten sin os am que salv nos niño elegido por Dios mos la “r” faltante y arde en el trasero o un asada. eque rab gen go bar la fue una reg un ado Por . firm han ero ía que hab los editores incle de un cantin ; sin embargo, no todos animal), transformó en el achich por se l ina tal (am con s os ida Esa vez tuvimos suerte ert libr inv sus son letras y las erratas aparecen en ral tienen poco chiste: l divididas (anim-al tenido nuestra fortuna, estas mal por animal) o ma de (an los das mp tila eje mu Los as s. abr ado pal l . 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P O R

J O S É

LU I S

T RU E B A

fuerte que quie bra el ritmo y destruye su m “conforme el le agia. Efectivam ctor se adentra ente, en la lectura to el autor y el ed do va bien mie itor se diluyen ntras y se vuelven invi basta con un «p sibles; sin emba equeño ruido» rgo como el que pr para que ambo oducen las erra s se muestren y tas se rompa la ilusió La lucha contra n”. estos microbios de origen descon ocido y picadura implac able es tan antigua como los copist as medievales de los protagon y la imprenta. istas de estos co Uno mbates es el co mano al original rrector que le m del autor y las di ete stintas pruebas libro, su chamba que se hacen de tiene un fin pr un eciso: eliminar que se cometie las metidas de ron. pata Ante tamaño di lema, en la Edad ramente irlande Media, algunos ses— llegaron monjes —segua una conclusió cualquier respon n que los libraba sabilidad: cuan de do el scriptorium, se se iban a dorm ir y abandonaba aparecía Titivilo n , un demonio ba se dedicaba a tr stante menor qu astocar las letr e as y cambiar la nuscritos. Es ob s frases de sus vio, masagrados, el mism si ellos se dedicaban a la publ icación de text ísimo Satanás qu os perjudicar a D er ía da rle s en la torre con tal ios. Tanta era la de fama de este di cuentan alguno ablillo que —se s— uno de sus gún mayores triunf papa Clemente os fue la muerte IX, a quien le del dio un supiritac una terrible erra o cuando desc ta en su libro de ubrió homilías. La existencia y las malas mañas tada en alguno del buen Titiv s tratados med ievales que se pa ilo, fue documendice que su prim saban de sesudo era aparición oc s. Se urrió a finales Tractatus de pe del siglo XIII en nitentia de Juan el de Gales. Sin em laicismo se fue ba generalizando, rgo, conforme el este pobre diab y, muy probab lo pe lemente, mutó en el famoso du rdió sus poderes que aún se pase ende de las er a por las editoria ratas les. Para desgracia de los correcto res y los editore culpar a los sere s, la posibilidad s sobrenaturale de s de las erratas die. Ellas pueden ya no convence explicarse por a nacausas mundana nuscrito llegaba s. Si mi maa una antigua im prenta donde el tenía que armar cajista los renglones tip o por tipo, las bilidades de qu posie cometiera un error aumentaba manera asombr n de osa: de entrada, si yo tenía una detestable, invo letra caba al temible Titivilo y provoc las lamentacion aba es de los tipógra fos, justo como en un texto de se lee mediados del sig lo XIX: “¡Dios angustias del tr sabe las abajador que te nía que descifr nuscrito ilegibl ar un mae, [pues] se tr abaja después reconstruir su a fuerza de obra, según las alteraciones, lo las rectificacion s ajustes y es del escritor!” . Y, nomás para terminar de co mplicar las cosa tenía que tomar s, el cajista de un pequeñísi mo receptáculo 380 caracteres uno de estos y colocarlo, lo cu al implicaba qu no caía en el lu e —si su mano gar preciso— él agarraría uno eq crear una errata uivocado para que, tal vez, se sumaba a las qu mientras apreta e yo había creado ba 25 mil teclas o mientras le da caligrafía incom ba vuelo a una prensible. Ante es remedio que as umir que Ramón tos hechos, no me queda más Gómez de la Se vocado al señala rna no estaba eq r que “la errata uiestá adherida al Así pues, cuan fondo de las ca do las páginas jas”. llegaban a man tenían, por lo m os del correcto enos, dos brotes r ya de erratas: las m Evidentemente ías y las del cajis , él trataba de ha ta cer lo más que correcciones qu podía, pero entre . e marcaba, las las que se hacían co las que creaban n buena punter nuevas erratas ía y la situación se nunca acabar. Es volvía un cuen posible que, en to de este momento, que los correcto tú estés pensan res ortográficos do que tienen los pr to han logrado ocesadores de te eliminar por co xmpleto este prob ble que ayudan lema. Es indisc bastante, pero utiellos también so de la verdad. + n vencidos a la hora

L A R A


P O R

RO D R I G O

CO RO N E L

Libros sencillos que dicen cosas complejas

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na tarde lluviosa, Manhattan se ve asediada por un ataque aéreo. Un avión privado sobrevuela la isla y su piloto, ocasionalmente, dispara sobre el paisaje. A su paso, el avión deja una estela de miedo y caos, mucho caos. En medio de ese ambiente enrarecido, la agente novata del FBI, Odessa Hardwicke, y el veterano Walt Leppo, se vuelcan a su caza. Intuyen de quién se trata y, más importante aún, su lugar de destino. Cuando el avión finalmente aterriza, el tripulante, un político de medio pelo caído en desgracia, se dirige a su casa con las peores intenciones, sospechan los agentes. Pero justo cuando sus pronósticos son confirmados, un inesperado vuelco en la historia coloca a Hardwicke en la incómoda posición de ser la verdugo de su propio compañero. A partir de entonces, los planes de Odessa cambian por completo y la racionalidad pasa a segundo plano. A su vida llega Hugo Blackwood, un peculiar abogado británico de más de 400 años de edad —sí, 400 años de edad—, cuyo arribo viene acompañado por criaturas extraordinarias, como un ángel de origen mexicano, o un puñado de demonios antiguos y perversos que se deleitan en provocar sufrimiento y caos: los “seres huecos”. Este es el comienzo de la más reciente novela de Guillermo del Toro y Chuck Hogan: Los seres huecos (Alianza de Novelas), cuyo desarrollo se segmenta en tres periodos históricos distintos y en tres zonas geográficas diferentes: 2020, entre Nueva York y Nueva Jersey; 1962, en la Delta del Misisipi; y 1582, en Londres. Cada periodo está reservado para explicar y ubicar a los personajes de la historia: de dónde viene cada uno y cómo fue que sus historias se entretejieron. Así conocemos el origen de Blackwood y su añeja relación con el agente Earl Solomon, el vínculo que, finalmente, pondría en contacto a la agente Hardwicke con el abogado extraordinario. Al margen de las criaturas fantásticas, la intensidad del relato, la aparición de algunas religiones de ascendencia africana o los atractivos guiños de lo Oculto y sus formas, el libro de Del Toro y Hogan es también reflejo de las tensiones sociales en las distintas épocas consignadas en la novela. Monstruos como el racismo o la esclavitud son a ratos tan terribles como los demonios y sus asechanzas. Por ejemplo, en 1962 un joven agente Solomon fue enviado a Gibbston —un pequeño poblado del Deep South estadounidense— para resolver una serie de linchamientos contra la comunidad negra. Sin embargo, su presencia en el pequeño poblado se justificó porque el último linchamiento tuvo por protagonista a un hombre blanco. Durante su investigación, además de las perniciosas fuerzas ocultas, Solomon también debió enfrentarse a los prejuicios de una sociedad ostensiblemente racista, respaldada, por cierto, por sus estructuras institucionales. ¿Qué habría de ser más terrorífico: la existencia de seres malvados e inmateriales o una turba de hombres ataviados con túnicas blancas y máscaras puntiagudas? Esa tensión se encuentra presente a lo largo de todo el libro, como telón de fondo a la acción, las batallas y las apariciones fantasmales. Los seres huecos, y los malignos personajes que a su alrededor convocan, se aprovechan de las llagas del dolor abiertas en el pasado. El suplicio y la aflicción de la esclavitud, marcas que cruzan la geografía norteamericana, los atraen. De hecho, en no pocas ocasiones a lo largo de la novela, el escenario de las batallas entre el bien y el mal es un cementerio de esclavos. Blackwood es sensible a esa realidad, tanto que inmediatamente después de haber protagonizado una pelea estelar contra un espíritu maligno en el corazón de Manhattan, el abogado dice: “Si los errores del pasado no se abordan y se tratan con honestidad, los espíritus oscuros brotarán a través de las heridas sin sanar. Es lo mismo para las ciudades y los pueblos que para las personas”. Una declaración que bien podría rubricar cualquier activista estadounidense y de todo el mundo. Insertar historias fantásticas en ambientes socialmente comprometidos es una característica del cine de Del Toro. En La forma del agua una mujer muda debe enfrentarse a la misoginia de un agente de seguridad; en El espinazo del diablo y El laberinto del fauno, la Guerra Civil Española es el correlato de un mundo poblado por seres mitológicos. Tal parece que —como si de una moraleja se tratara— detrás de la crudeza del odio cabe imaginar un mundo fantástico y quizá más amable. Hay frases engañosamente sencillas que bien valdría la pena leerlas con los puños en guardia. Anécdotas intrascendentes que al contemplarlas mejor proyectan una luz peculiar. Libros que se han propuesto algo más que lo evidente: entretener. Los seres huecos abreva de esa infrecuente práctica. +

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C I E N

A Ñ O S

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F R A N K

H E R B E RT

El misticismo de la ciencia ficción Gilberto Díaz

“No conocerás el miedo. El miedo mata a la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado, giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allá donde haya pasado el miedo ya no habrá nada. Sólo estaré yo.” “Letanía contra el miedo”, Dune

Frank Herbert

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e podría decir que en este 2020 se ha celebrado el centenario de la ciencia ficción, debido a que conmemoramos el nacimiento de tres de los más importantes autores del género: Isaac Asimov, quien, en la época de mayor auge de este género literario, nos habló sobre la trascendencia humana a través de la tecnología; de Ray Bradbury, que con su narrativa retrató la condición humana –principalmente en sus Crónicas marcianas– como un elemento innegable que siempre acompaña nuestra evolución; y para completar la trifecta de centenarios, la celebración del nacimiento de Frank Herbert, de quien podría decirse que en su pluma condensó las inquietudes de Asimov y Bradbury, en una obra que ha trascendido silenciosamente pero con un impacto contundente en la cultura popular. Hablemos de Frank Frank nació el 8 de octubre de 1920 en Tacoma, Washington, pero radicó gran parte de su juventud en Salem, Oregon, lugar en donde se enrolaría en el trabajo periodístico haciendo distintas funciones, para después participar como fotógrafo en los batallones de construcción en la marina de los Estados Unidos. Pero no sería en el frente en donde encontraría el sentido de su existencia. Tras la guerra, tomó un curso de escritura creativa en la Universidad de Washington, siendo él y su esposa los únicos de la clase en ser publicados, esto lo llevaría de vuelta a la vida del periodismo, en la que llegaría a laborar en hasta cuatro distintas publicaciones. Esta vida de periodista lo acercaría a los conocimientos que serían clave para su narrativa. Mientras trabajaba para un diario californiano en Santa Rosa entabló una fuerte amistad con los psicólogos Ralph e Irene Slattery, quienes lo llevarían por el camino del pensamiento de Heidegger, Freud y Jung, así como sus primeras nociones acerca de la meditación y la práctica del budismo Zen. El mismo Herbert confesaba que había empezado a leer sobre ciencia ficción apenas diez años antes de empezar a escribir sus propias historias, pero es innegable el efecto que ésta tuvo en su escritura. A menudo combinaba su trabajo periodístico con sus relatos, otorgando una voz cada vez más propia a sus crónicas y reportajes; mientras que su trabajo de ficción se volvía mucho más 22

incisivo en la investigación previa, sin perder la simpleza de su lenguaje que poco a poco adquiría un tono entre la poesía y la dialéctica. Así fue que a principios de los sesenta estaría por escribir la obra que redefiniría la forma de entender la ciencia ficción. Dune, a Dune: la vanguardia Puede decirse que Herbert ya se encontraba en la vanguardia de los que buscaban una manera de elevar su conciencia. Sus artículos periodísticos se concentraban en preocupaciones por el medio ambiente, a menudo trataba con la comunidad científica y procuraba entender y comunicar la importancia de un entorno equilibrado. Paralelamente, se había empleado como redactor de discursos para un político mccartista. En su primera novela, El dragón en el mar, se refleja mucho de esta experiencia: la tensión psicológica de su trama y el escalamiento de los conflictos que llevarían a una crisis mundial de combustible, de alguna manera terminaron por casi predecir con exactitud los eventos que suceden en la actualidad, casi 50 años después de haber sido publicada. En 1960, tras trabajar en un reportaje acerca de las dunas del estado de Oregon que nunca se concretó, Herbert encontró la fuente de inspiración para canalizar todos sus intereses, esa voz constante búsqueda de significado y trascendencia espiritual. Seis años profundizó en su investigación, en los que se adentró no sólo en el ecosistema árido, sino en la mente; preocupaciones e inquietudes de una humanidad lejana, en un futuro que ha trascendido las esferas terrenales, para expandirse en una colonización perpetua del Universo y que, sin embargo, mantiene los mismos rasgos de conflicto, ambición y poder entre sus pares. Dune es una obra que sintetiza todo el aprendizaje de Frank Herbert en cuanto a filosofía, política, religión, ecología y psicología. En la novela se condensa la idea de una humanidad futura que ha logrado romper los límites de la mente y que, al mismo tiempo, mantiene sus dilemas existenciales y el cuestionamiento de su propósito en el Universo. A diferencia de otras novelas de ciencia ficción, en las que la regla son las descripciones exactas de cada situación y evento, Dune es una inmersión en la psicología de los personajes y los pensamientos que desencadenan los conflictos, los cuestionamientos de índole filosófica y la confrontación de ideales políticos en un sistema que se equilibra a sí mismo. Frank Herbert escribió Dune con un ritmo y musicalidad poética que atrapa al lector desde su lado más inconsciente, porque transmite ideas y emociones con una profundidad que no podrían explicarse con objetividad, y sin embargo se comprenden desde


la naturaleza del ser, por que las emociones de Paul Atreides –el protagonista–, con sus dudas, son las mismas que las de cualquier lector. Lo mismo ocurre con la naturaleza de los conflictos y conspiraciones políticas, pues en Dune hay mucho de las guerras de Corea y Vietnam, la depredación política y económica de los recursos naturales y un ecosistema que se abre paso a sí mismo. Podría decirse que en muchos sentidos, Dune se contrapone a la trilogía de la Fundación de Asimov. Dune al cine La ficción de Herbert no consiguió el éxito inmediato y se encontró –como muchas otras obras– a punto de pasar inadvertida por el poco interés de las editoriales, pero aun así logró abrirse paso con su publicación en una editorial enfocada en los manuales de mecánica automotriz, Chilton Book, y ganar el naciente premio Nebula en 1965, así como el premio Hugo en 1966. El peso de Dune es tal que se le equipara en importancia con El señor de los Anillos. De la misma forma en que la obra de Tolkien ha tenido que recorrer un camino largo y complicado hacia su adaptación en los medios audiovisuales, la obra de Herbert tuvo que pasar por el ambicioso y fallido intento de adaptación por parte del cineasta y psicomago Alejandro Jodorowski, así como el posterior intento, por parte del productor italiano Dino De Laurentiis con Ridley Scott, y la infame versión de 1984, de la que el mismo David Lynch reniega hasta la fecha. Pero, paradójicamente, a pesar de las dificultades que significaron adaptar la complejidad metafísica y filosófica de Dune, la influencia de la obra de Herbert ha sido contundente en los medios audiovisuales, pues existen un sinfín de referencias en series de televisión –como Star Trek–, animación y videojuegos que se atreven a explorar el universo (interior y exterior) creado por Frank Herbert; incluso el “romance espacial”, por algunos conocido como “ópera espacial”, ha retomado constantemente las ideas y la profundidad existencial y espiritual de Dune. La influencia más notoria y evidente de todas, sucede en una galaxia muy, muy lejana, donde un imperio galáctico se encuentra en decadencia y el elegido para traer balance al Universo carga con el peso de una profecía que va más allá de su alcance. Efectivamente, Star Wars no hubiera sido posible sin Frank Herbert, sin su exploración espiritual y sin su conciencia de un equilibrio humano que vaya de la mano con el avance tecnológico y el respeto al entorno natural. Dune se convirtió en una saga literaria de seis novelas que se ha colocado como una de las más importantes del género y que ha dejado su huella en toda la ciencia ficción escrita desde entonces, convirtiendo nuestra exploración del universo en un necesario viaje al interior de nosotros mismos.+

Angel-A (2005, dir. Luc Besson)

André Moussah (Jamel Debbouze) es un desvergonzado artista que recorre las calles de París a sabiendas de que le quedan pocas horas de vida si no salda sus deudas con la mafia. Cuando sus posibilidades parecen agotadas hace su aparición Angel-A (Rie Rasmussen), un ángel muy poco convencional y quien le ayudará a salir del abismo. Con una mezcla de ficción y comedia, AngelA logra transportarnos a un mundo que roza el realismo mágico, dejándonos una muy agradable sensación visual. Probablemente esta sea una de las películas menos populares de Luc Besson, pues resalta por su simplicidad, a diferencia de otros títulos más conocidos como El Quinto Elemento o Lucy. A veces los ángeles no llegan de la forma en que esperamos, pero debemos tener por seguro que siempre vienen para salvarnos.

Lodger David Bowie

Uno de los artistas más innovadores en la historia de la música, estandarte y fuente de inspiración, un extraterrestre que pasó algún tiempo en la Tierra, probablemente lo conozcan como Starman, Ziggy Stardust o Blackstar. Lodger es el decimotercer álbum de David Bowie. Apareció en 1979 como punto final a la trilogía de Berlín, la cual es una serie de discos grabados por el artista británico en colaboración con Brian Eno durante los setenta. Con el tiempo, este material se convirtió en uno de sus trabajos más emblemáticos, logrando una mezcla entre música del mundo, pop experimental y art rock. “Fantastic Voyage” y “Boys Keep Swinging” son algunos de los temas que destacan por su genialidad. Para escuchar este material se recomienda usar casco de astronauta. Una vez alguien dijo: “Se tu propio Bowie”. + 23

Gilberto Díaz es comunicólogo, productor de radio cultural; y actualmente se encuentra desarrollando un proyecto de análisis y divulgación histórica de cine mexicano.

Por Adrián García 23 @adrian_garciros


El futuro es ayer Rodrigo Coronel

E

l futuro se decidió ayer. Las deliberaciones que le darían lugar ya se tomaron. Ese tren ya partió y nosotros somos sus pasajeros inconscientes; su destino lo decidimos hace mucho tiempo, sin haberlo siquiera registrado. La inercia de nuestras decisiones, buenas o malas, dirigieron su locomotora, ésta tomó tracción y se dirigió sin chistar a donde la enviamos. Así que es posible, sin haberlo planteado con todas sus letras, adivinar la estación de llegada. Porque esa estación la escogimos nosotros. Punto. Por paradójico –y evidente– que parezca, en el pasado se cocinó el futuro. Que se presenta, al menos para nosotros –la Humanidad–, entre incierto y terrible. Con una crisis sanitaria boyante y un desastre ecológico a cuestas, las previsiones sobre el mañana lucen, por lo menos, funestas. No son éstas las mejores horas para prefigurar su contorno; no tanto por falta de imaginación, sino por una entendible distorsión, debida a la cercanía con la “catástrofe”. Cientos de miles de muertos después del impacto del Covid-19, con una economía mundial endeble e inestable, y con horas de encierro a cuestas, el ánimo social es más bien fúnebre. En un ambiente así, cualquier reivindicación del optimismo sabe a provocación. En el futuro solíamos depositar nuestras más caras esperanzas. Ahí proyectamos nuestras ambiciones y deseos. Era, hasta hace algunas décadas, un lugar feliz. Ahora –justo ahora– muy poco tiene de agradable. El risueño aspecto de hace algunos años es hoy una mueca amenazante. Y toda vez que esa mueca se fraguó ayer, su llegada más bien parece un reflejo del pasado. La historia del futuro Yuval Noah Harari (Haifa, Israel, 1976) es un historiador que escribe del futuro. Desde hace algunos años, cualquier aproximación sobre el futuro tiene el remate de su pensamiento. Tiene sentido. A medida que el futuro se fue distorsionando y se alejaba cada vez más de las utopías reconocibles, una pregunta iba royendo la seguridad en el mañana: ¿Y ahora qué? El acierto de Harari, el origen de su éxito e influencia, quizá haya sido responder esa pregunta con una necesaria dosis de confianza en el ingenio humano. Un recurso habitual hace un tiempo, pero últimamente olvidado en vista de nuestros últimos y penosos desaciertos –el cambio climático, la desigualdad económica, la emergencia del autoritarismo alrededor del mundo, etcétera–. Tal parecía que el pesimismo se había instalado, más que

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como actitud, como metodología. Así mismo, en la medida en que el futuro perdía su aspecto de puerto confiable y luminoso, todo planteamiento que le devolviera su luminosidad era bien recibido. En la ecuación de su éxito no debería soslayarse la necesidad de nuestras sociedades por asirse a discursos que le brinden un mínimo de seguridad y sentido a la, en ocasiones, delirante realidad. Que un historiador escriba del futuro parece paradójico. Sin embargo, en la visión de Harari no hay contradicción alguna. Para el israelita, la historia es una herramienta liberadora. El pasado es un fardo intransferible que necesariamente condiciona –aunque más exacto sería decir que condena– al presente. Pero al identificar los paradigmas que configuraron y dieron sentido a ese pasado, es más sencillo desmontarlos en el ahora. Para Harari, la historia recurre a un procedimiento freudiano, que para exorcizar traumas precisa de nombrarlos. Aunque más que del futuro, Harari posee una evidente sensibilidad para hallarle sentido al presente. En su habilidad por entender el presente, probablemente radique la razón de su claridad respecto del mañana. Tres causas, tres consecuencias Nombrar las tragedias por las que ha atravesado la Humanidad es tarea dolorosa y titánica. En Homo Deus. Breve historia del mañana (Debate), Harari, quizá en un exceso de la abstracción, las reduce apenas a tres: el hambre, la peste y la guerra –no obstante, una necesaria gradación coloca al hambre como la mayor de todas–. Esta tríada infame, desde luego, se conecta: no hay hambre sin peste, o guerra sin hambre. Son estas tres las mayores asesinas de la historia. Las narraciones del mundo antiguo están repletas de escenas atroces provocadas por su llegada. Su característica más definitiva y, entonces, desoladora, fue su fatalidad. Pelear contra ellas era pelear contra las disposiciones del destino y, ya se sabe, pelear contra el destino era pelear contra Dios mismo: una herejía. A cada una de ellas, Harari responde con las hazañas humanas que hoy las hacen casi anecdóticas. Por ejemplo, en cuanto al hambre, el historiador trae a cuento el millón de muertes que ésta provocó en el 2013 y opone los tres millones de decesos que causó la obesidad. Frente a la guerra, la Humanidad ha opuesto el entendimiento a través de sus organismos internacionales –aunque en ocasiones sean vulnerados– y su relativo éxito para conculcar las opciones armadas –descontando, por cierto, fenómenos como el terrorismo o la delincuencia organizada–. Y ante la peste, el historiador recuerda los más sonados éxitos de las últimas décadas para erradicar algunas enfermedades. La Humanidad ha logrado, punto por punto, vencer a sus más grandes enemigos. Así que, dice Harari, se ha despertado de una larga pesadilla y por la mañana ha hojeado el periódico para preguntarse: “¿Qué hay hoy en la agenda?”. Pues bien, una vez que las pesadillas regulares han sido descartadas, los siguientes objetivos son: la inmortalidad, la felicidad y la divinidad. Nada más. Las tres nuevas tareas a ser acometidas son planteadas como consecuencias lógicas de haber acabado con la guerra, el hambre y la peste. Sin una amenaza latente, con un buen número de enfermedades potencialmente mortales controladas –o en vías de serlo–, y con una industria en cambio constante, es entendible que la inmortalidad sea la siguiente casilla en el tablero de la Humanidad. En la búsqueda de ese ambicioso proyecto habrían de contarse las nuevas iniciativas que vinculan el mundo digital con el orgánico; es decir, la inclusión de soluciones cibernéticas en auxilio de los cuerpos –como nanorobots en el torrente sanguíneo o prótesis que responden a los impulsos cerebrales–.

En cuanto a la felicidad como objetivo, en aras de su búsqueda actualmente se gastan grandes sumas de dinero; algunas farmacéuticas deben la salud de sus balances financieros a la popularidad de sus antidepresivos. Una industria, por cierto, relativamente nueva y con un desarrollo muy superior a las de otras ramas de la medicina. Los anteriores desafíos redundarían en la divinidad como un propósito no sólo abordable, sino coherente. Así, sin Dios o dioses con los que competir, pues su eternidad pasaría al paisaje de lo corriente, el ser humano se convertiría en su propia medida, en su propio Dios. El Homo sapiens dejaría su lugar al Homo deus. El costo de la aventura no es menor. Antes, el mundo antiguo encontraba el alivio de sus múltiples desgracias en la confianza de un plan mayor, uno desconocido pero enorme y complejo, que era auspiciado por Dios. Así, si el hambre, la peste o la guerra azotaban nuestra pequeña villa, siempre quedaba el remanso de la resignación al decir “Dios así lo quiso”. De alguna manera, la responsabilidad de las tragedias era transferida y los seres humanos seguían con sus vidas –los que podían conservarla– seguros de que el sacrificio de aquí sería recompensado en el más allá. Pero sin esa mente poderosa y divina, sólo queda nuestra voluntad. O el vacío.

“El futuro no es lo que solía ser”” Yogi Berra ¿Hacia dónde? Harari pertenece a una tendencia de pensadores que han puesto un llamativo “pero…” a las muchas y legítimas críticas que inspira la condición actual de la realidad. Al igual que otros, como Steven Pinker, estos pensadores colocaron por delante los avances y ventajas que la democracia, la ciencia, la modernidad en pleno, han traído al mundo. Son pensadores que parten de la “gran fotografía”; es decir, a partir del gran plano de la realidad han concluido que las cosas no están tan mal, y que si bien son muchos los pendientes por resolver, en una hipotética competencia con el pasado nuestra civilización va ganando por goleada. Al margen de sus conclusiones, la visión de Harari deja intacta la certeza de que la voluntad humana es lo suficientemente poderosa como para constituirse en un propósito en sí misma. Quizá también sea lo suficientemente poderosa para cambiar la estación de llegada de ese tren que montamos sin mayores precauciones. Y, ya se sabe, cambiar la dirección de un tren andando no es tarea fácil. +

25 Rodrigo Coronel es editor y periodista. Pero antes que otra cosa es lector.


P O R

Ó S C A R

D E

L A

B O R B O L L A

Reconciliación con la finitud N

o podía darse mejor momento para reflexionar sobre la eternidad que la actual circunstancia de encierro. Es tan claro que el tiempo no fluye, que el presente se ha estacionado, que no se mueve, que no se quita, que está ahí. Y, por ello, se me ocurre que la exasperación que muchos experimentamos es el contexto indicado para acometer un concepto que, normalmente, carece de un referente claro. Porque la eternidad es esto: el presente estacionado. A la luz de esta vivencia se vuelven pueriles las visiones escatológicas del más allá. Es un hecho que no soportamos el presente, es decir, la permanencia de lo mismo, la indistinción del lunes y del martes. En el actual encierro, los días de la semana se han vuelto intercambiables, aunque, en el fondo, todos los días tienen el clima amodorrado del domingo. Un domingo perpetuo es la eternidad y, por ello, bien visto, cualquier más allá, sea de dicha permanente o de martirio ininterrumpido, resulta insoportable. Las visiones religiosas en las que figura un más allá de la existencia, un sitio (bueno o malo) después de la muerte me parecen utopías mal cuajadas, sobre las que no se pensó lo suficiente. Y no crean que olvido La divina comedia de Dante, que es no sólo una joya literaria de arquitectura perfecta, sino un compendio teológico fundamental y, pese a ello, hay un problema que no se resuelve: el asunto de la eternidad. Esa eternidad que hoy empezamos a comprender con sólo unas cuantas semanas de encierro. ¿Se imaginan un año, 10 años, mil años de lo mismo?, ¿una eternidad, o sea, un presente estático constante? ¿Qué placer extático o qué castigo terrible se podrían seguir gozando o sufriendo permanentemente? Casi me atrevería a decir que, al margen del premio o del castigo contenidos en el más allá, la sola eternidad de lo que fuese sería absolutamente inaguantable. Y esta afirmación es clarísima hoy que palpamos en toda su extensión el presente. ¿Qué se hace con la eternidad? Esta pregunta, al parecer, tampoco se la formularon los existencialistas. El sinsentido o el absurdo del que hablan da la impresión que nace del desconsuelo de que el más allá no existe. La vida perdió sentido en aquellas propuestas porque no se trascendía a ninguna parte. Si hubieran pensado a fondo en la eternidad que habían perdido se habrían alegrado, pues no era una ventaja existir para siempre. Y es claro que la eternidad se hizo para pasarla muertos y que en eso, precisamente, radica el extraordinario valor de la vida: en que se acaba. La finitud tensa el tiempo y nos llena de prisa, prisa por vivir, prisa al hacer, prisa porque el presente se acaba y no alcanza para coronar nuestros propósitos. Es nuestra finitud la que da sentido a la vida: vivimos (en el sentido más pleno de este término) porque —qué paradójico— algún día tendremos que morir. +

Óscar de la Borbolla, ensayista, filósofo, narrador y poeta, su último libro Nada es para tanto - Todo está permitido, reúne en un solo volumen dos novelas eróticas se encuentra publicado en el FCE.

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I N

M E M O R I A M

LU I S

Z A PATA

(1951-2020)

se busca un señor maduro así bien un vato que conoció a adonis por un vato que conoció a adonis ( a ver ¿ya? o sea ¿ya empiezo a hablar? oquéi es que no soy mucho de estas cosas bueno ¿por dónde empiezo? oquéi conocí a adonis en la cineteca ahí nos quedamos de ver yo lo vi primero en grainder estaba cerca y dije pus va a ver qué pedo y total yo andaba así como entre aburrido y medio ganoso y con ganas de un señor maduro bien ya antes había salido con uno que vivía en el piso de arriba de mi depa era viudo y ginecólogo era un bigotón guapo pero como raro pus no sé raro se me hacía raro c o m o que la voz la tenía como de pito o sea pinche voz horrible que la neta sí me hizo pensármela pero ya a la mera hora ni me fijaba en eso salí un rato con él nos veíamos y todo tranquilo pero ya después tuvo unas actitudes horribles era un vato súper celoso y nada qué ver o sea no éramos nada y ya me mandaba mensajes de “¿en dónde estás?” “¿con quién estás?” y obvio le dije sabes qué bai así ya no me late y estuvo jodeijode un rato lo peor es que a veces me esperaba afuera de mi depa y yo de “puta madre y ahora qué” y me saltaba por la ventana lo bueno es que mi depa quedaba en un primer piso pero oye imagínate salirte de tu depa dos o tres veces a la semana por la ventana qué horror ¿no? entonces un día le hablé a una amiga y le dije “mira el ginecólogo no me deja en paz hazme paro y déjame quedarme en tu depa” y listo me fui con ella de hecho todavía vivo con ella adonis llegó a ir ahí pero bueno ya me fui por otro lado conocí a adonis en la cineteca la neta yo lo busqué a él ¿por qué? pues era muy guapo en las fotos se veía muy bien como finito con el cabello largo algo tenía que te llamaba un buen la atención y total le mandé un mensaje que qué onda me llamo tal que dónde andas que hay que armar algo y quedamos fue rapidísimo y como sin pedos ay es que qué hueva los vatos que te la hacen súper cansada y apenas te saludan ya te mandaron una foto de su pito jejeje o sea sí está chido a veces luego la neta no estás como de humor total vimos roma y a mi me dio como equis o sea sí está muy cabrón reproducir la ciudad como era antes pero pus no sé igual no le entendí jeje pero a adonis le encantó y ya me estaba diciendo que sí es cierto que así era la ciudad que la yalitza está poca madre que el sonido total una obra maestra en fin ahí me di cuenta que a adonis sí le late o latía no sé un buen el cine y sí sabía muchas cosas acá del cine y bueno bajita la mano salimos del cine y pues que un cafecito que una chelita y que mi depa queda cerca y pus ya se armó y adonis cayó en mi depa obvio no fue la única vez varias veces salimos al cine nunca vi tanto cine como cuando estuve saliendo con adonis y no te voy a mentir me gustaba mucho salir con él aunque ya me llevaba un buen de años una cosa que se me hizo rara es que nunca me hablaba mucho de él tenía grainder y todo pero no tenía feisbuc ni tuiter pero como que estaba tranquilo ¿eh? o sea no era como esa banda bumer que uta todo lo del internet los encabrona pero bien que ahí están stalqueándote en feisbuc y hasta en tuiter viendo a ver las pendejadas que pones pero adonis no era así te digo que era bien alivianado y como muy reservado de su vida o sea por más que le decía “¿bueno y tú

qué onda?” nada se ponía a hablar de cine de música y a veces de libros ¿perdón? no fíjate que de libros no hablaba mucho ¿que si me habló de algún libro en especial? pues sí me acuerdo de uno que le gustaba mucho y hasta me lo prestó pero yo toda torpe lo perdí qué puto coraje porque esa vez fue la última que lo vi es que haz de cuenta todas las semanas nos veíamos dos o tres días una cosa súper chida pero hubo un par de semanas antes de que me prestara el libro que como que estaba más mmmm más lento no sé como si se le estuviera acabando la pila o sea porque sí tenía una edad y aún así todo le funcionaba chido jeje pero de un tiempo acá lo veía más cansado no sé y flaco puff no me había dado cuenta pero ya los pantalones le bailaban horrible en la cintura y fíjate que él me llegó a decir y yo le decía que flaquito se veía más guapo total me prestó el libro que te dije esa noche nos vimos en bellas artes fuimos al oasis y dije “¿pus ya no? de aquí a mi depa” ah, porque siempre terminábamos en mi depa nunca en el de adonis un día sí le dije “oye pus ora toca en tu depa ¿no?” y como que se puso serio y ya no insistí total le dije “¿ya nos vamos al depa?” y me dijo pus que no que esa noche tenía otras cosas que hacer que me cuidara y me dio un beso y tan tán se fue y como si se lo hubiera tragado la tierra ya no volví a saber de él ya no me contestó el cel ni los mensajes borró su perfil en grainder neta se hizo de humo por eso te escribí cuando vi tu tuit de que andabas buscando gente que hubiera conocido a adonis y obvio dije “yo conocí a adonis” aunque no sé si puedes conocer conocer a alguien como adonis un señor maduro así bien )+

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E N T R E V I S TA

Don Miguel Ruiz: Los secretos de la actuación Yara Sánchez De La Barquera

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de las personas que están a nuestro alrededor. No se puede enseñar lo que no sabes. Para darle sabiduría a tu esposa o a tus hijos, primero tienes que dártela a ti mismo. Como actores, buscamos representar nuestro papel de la mejor manera posible, esto nos permite lograr la aceptación y alejarnos de la crítica. Si somos artistas nos importa mucho la opinión del público, de quienes nos están observando: estamos rodeados de críticos y, como queremos su aceptación y su aplauso, nos esforzamos por complacernos. Sin embargo, el principal crítico al que nos enfrentamos somos nosotros mismos. Nos censuramos por todo lo que creemos que no hicimos bien y, por supuesto, también nos convertimos en críticos muy severos con los otros actores. Así pues, cuando nos damos cuenta y asumimos que todos somos actores y críticos que sólo pueden ver lo superficial —pues todos están muy atentos a su papel y sus sueños—, tenemos una gran ventaja: cada día que seamos más sabios nos importarán menos las críticas y perderemos el temor a las palabras de los demás. Entonces podríamos improvisar, elegir con cuidado a los personajes que nos acompañarán en nuestras creaciones y, por supuesto, podríamos enseñar a los otros que son los actores, los protagonistas de su vida. Entonces, sólo entonces, podemos actuar de una manera más auténtica y ser nosotros mismos sin que las palabras de la crítica nos hieran, pues los demás quieren controlar al actor y decirle cómo debe vivir y representar su papel. Es cierto: si logramos descubrir el secreto de la actuación dejaremos de buscar ser lo que no somos y nos convertiremos en lo que verdaderamente somos. +

Fotografía: Aaron Landman

D

on Miguel Ruiz es uno de los escritores más conocidos de la literatura espiritual y el desarrollo personal. Sus obras dedicadas a la sabiduría tolteca fusionaron los antiguos conocimientos con la física moderna y el sentido común, esto le permitió crear una filosofía para los buscadores de la verdad y la autenticidad como individuos. Su libro más vendido, Los cuatro acuerdos, revela los pasos para la transformación personal a largo plazo y ha sido leído por millones de personas. Don Miguel ha publicado una nueva obra: un curso para los estudiantes de los misterios de la vida. A través de la metáfora del teatro y el actor nos ayuda a mirar los conflictos y las preocupaciones desde una perspectiva distinta: la vida como una gran representación en la cual los seres humanos se limitan a recitar el guión que aprendieron desde que eran niños, un papel que podría cambiarse gracias al autoconocimiento y la improvisación. Lee+ platicó con él sobre El actor. Cómo alcanzar la autenticidad y esto fue lo que nos contó: +++ –Desde siempre, nuestra vida ha sido una obra de teatro, sólo que no nos habíamos dado cuenta de que esto ocurría. Los seres humanos estamos tan profundamente metidos en el personaje que representamos que ni siquiera somos capaces de reparar en que somos unos actores que continuamos repitiendo el guión que aprendimos desde la infancia y que, en algunas ocasiones, nos permite lograr nuestros fines: ser queridos, aceptados y respetados. Sin embargo, en otros casos, este mismo guión nos obliga a repetir incesantemente una serie de acciones que sólo nos provocan sufrimiento, dolor y pena. Todo el mundo está actuando, y las otras personas tampoco han descubierto que son personajes. Por esta causa, los seres humanos no somos capaces de conocernos a nosotros mismos, únicamente nos sentimos como personajes, y con el resto de la gente ocurre exactamente lo mismo: ellos son los actores secundarios de nuestros sueños de existencia. Es decir, lo que sabemos de las otras personas es lo que creemos de ellas y esto mismo nos ocurre con nosotros. Por estas razones, los seres humanos creemos que somos lo que no somos y pretendemos ser algo muy distinto de lo que en verdad somos. Pero, cuando nos damos cuenta de que siempre hemos estado actuando, esto nos da una ventaja increíble sobre las demás personas que viven a nuestro lado: sabemos que todo lo que pasa no es real aunque parezca serlo. Además, podemos reconocer que nos aliamos con otros actores para lograr un determinado fin, y que juntos somos capaces de crear muchísimas cosas. Siempre estamos en acción, siempre estamos creando aunque no nos demos cuenta de ello. La vida continua, avanza, nunca se detiene y siempre nos está enseñando. Ella es la gran universidad. Necesitamos darnos cuenta de lo que realmente somos y no únicamente de lo que pretendemos ser. Necesitamos saber que estamos actuando, que somos artistas y siempre estamos creando y buscamos la belleza. Si nosotros somos capaces de asumir que esto es cierto, podemos enseñar nuestra sabiduría a los otros y esto puede transformar nuestra existencia y la

Ve la entrevista en mascultura.mx y en YouTube revistaleemasdegandhi



Libros para niños

Erika Olvera

Si hay un género dentro de la literatura que sea disruptivo por excelencia, ése es el de la literatura infantil. ¿Temas complicados? ¿Situaciones difíciles? ¿Tono irreverente? ¿Formatos raros? ¿Tipografías juguetonas? ¿Paletas de colores diferentes? ¿Humor ácido? Todo eso y más se da de manera natural en los libros para niños que, como digo siempre, son para todos. La literatura infantil posee verdaderas joyas a nivel estético, principalmente en los álbumes ilustrados. Se trata de auténticas obras de arte que desafían e innovan constantemente lo establecido por la industria editorial tradicional. De hecho, en gran medida es gracias a ellos que la tecnología de las imprentas fue evolucionando a lo largo de los años. En ellos podemos encontrar obras de arte tan sólo en las cajas tipográficas, además de las ilustraciones, que cada vez son reproducciones más fieles del trabajo de los artistas gráficos. Se trata de objetos preciosos que contienen varias capas de significado que, como gatillos, son capaces de detonar en los lectores todas las emociones posibles. Este mes recomendamos dos títulos que poseen la dosis exacta de humor e ingenio para llevar poderosas historias a los lectores más estrictos.

niños

¡Devuélveme mi libro!

Sirena y punto Sergio Andricaín y Diego José Gontorr, Manuel

Travis Foster y Ethan Long

Monroy (ilustraciones)

(Leetra) La lectura puede unirnos de maneras inesperadas. Eso es lo que les sucede a Roji y a Zul cuando luchan por el “mejor libro del mundo”. A través de divertidos diálogos e ilustraciones llenas de humor, los autores contagian al lector sobre todas las maravillas que se esconden en los libros.

(El Naranjo) Un libro entrañable sobre la amistad, complicidad, solidaridad y diversidad de género. Éste cuenta la historia de dos mejores amigos, quienes comparten las tardes paseando, dibujando, leyendo e inventando historias. Entre los dos no hay secretos, por lo que un día, uno de ellos le revela al otro su más grande deseo…, y éste hará lo posible para que se vuelva realidad. +

Las lunas de Sartre

Fabián V. Escalante

Vanessa R. Migliore

(Editorial Hidra) El poder que controla las lunas ha sido robado y el equilibrio de la magia se encuentra en riesgo junto con el futuro de la metrópoli. Sartre es considerada la ciudad más importante del continente por atraer a las lunas sobre ella. La gema del dragón —el objeto más importante que reúne todo ese poder— ha sido robada, nadie sabe cómo ha sucedido y la reina dragón no se detendrá hasta recuperarla. La desaparición de la gema ha hecho que los ciudadanos comiencen a enfermarse. En la metrópoli sólo hay dos maneras de vivir: cómodamente en la superficie mientras se es bendecido por alguna de las lunas el día del nacimiento o sobreviviendo en el sombrío mundo subterráneo. En este lugar encontraremos a una de las principales personajes de esta historia: Rhea, una ladrona que nació una noche sin luna y ha logrado sobrevivir. Ahora esta situación le ha dado un objetivo y la búsqueda de una oportunidad. Sigrid ha tenido una mejor vida, es una de las protectoras de la reina, sus inseguridades la hacen creer que es débil, ahora buscará la gema para demostrar que su fuerza y valor es muy grande. Durante la travesía descubrirán la verdad y uno de los secretos más grandes sobre la metrópoli.

Lo que construiremos, planes para un futuro

Jóvenes

Oliver Jeffers

(Fondo de Cultura Económica ) Los planes a futuro comienzan cuando te reúnes con tu pasado y tu presente, cuando te encuentras con todo lo que te hace feliz y con lo que buscas mejorar. De lo que se trata es de construir un espacio donde todo lo que te importa esté reunido, donde haya tiempo para ser feliz y descansar. Oliver Jeffers —autor de libros ilustrados para niños y para cualquier persona que desee encontrar algún mensaje sin límite de imaginación— presenta este nuevo libro en el que conoceremos la grandeza de construir un futuro lleno de amor y sin límites. A través de las páginas vemos una carta de un padre a su hijo que nos ayuda a descubrir cuál es la importancia del momento adecuado de crear un futuro seguro y amoroso. Los sueños son las expectativas de lo que deseamos, nos ayudan a construir y fijar una meta para un futuro brillante. Los protagonistas de esta historia son un padre amoroso y su pequeña hija a quien le explicará las herramientas que utilizarán, los caminos que van a seguir y cómo mostrarán todo el amor que han guardado para poder iniciar un futuro, Él construirá el futuro de ella y ella irá construyendo el de él. +





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