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AÑO 12 • NÚMERO 142 • MARZO 2021
· El teatro, la cantada y otros extremos · Bob Fosse y todo ese jazz · Entrevistas con Ximena Nieto / Óscar Carapia / Mario Iván Martínez / Ángel Gilberto Adame / Carlos Velázquez · El teatro musical en México · Descarga un adelanto del éxito mundial: El club del crimen de los jueves
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PRECIO AL PÚBLICO 25 PESOS
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Tema del mes:
Índice
Musicales
5 Entrevista con Ángel Gilberto Adame 6 [El librero de] Bernardo Esquinca 8 El teatro, la cantada y otros extremos José Luis Trueba Lara
11 Entrevista con Ximena Nieto Yara Sánchez De La Barquera Vidal
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Directora General y editora
Una conversación con Óscar Carapia
Yara Sánchez De La Barquera Vidal
13 12 años de la Revista Lee+ / Recordando a Christopher Plummer
14 Bob Fosse y todo ese jazz / Gilberto Díaz 16 El teatro musical en México Francisco Solís
18 Ópera Rock / Gilberto Díaz 20 Entrevista con Mario Iván Martínez Francisco Solís
22 Rompiendo esquemas en Broadway Juan Cárdenas
23 La obra soñada / Adrián García 24 La revolución es interpretar música irlandesa / Anthony Kelly
26 Entrevista con Carlos Velázquez
Yara Sánchez De La Barquera Vidal
EDITORIAL
yara@revistaleemas.mx
Desde el preciso instante en que el teatro y la música se unieron de una manera indisoluble, se inició una carrera en pos de lo fastuoso. Los viejos corrales en los que se presentaban las obras dejaron de ser suficientes para contener este maridaje. La ópera no puede existir sin grandilocuencia; la zarzuela sigue sus pasos, y los musicales compiten con gran éxito en el terreno de lo imponente. Lo que sucede en esos escenarios nos deslumbra y, a veces, nos pasma. Sin embargo, la maravilla de estas producciones no se reduce a su magnificencia o a la posibilidad de crear piezas que se transformaron en parte de la cultura popular —como sucedió con una de las canciones de El hombre de la Mancha, que se convirtió en uno de los tópicos de las bodas—; estas obras también son una de las grandes escuelas sentimentales de los seres humanos. Los escenarios nos enseñan las pasiones y los sentimientos; nos dicen cómo podríamos ser y cómo somos y, por supuesto, nos sitúan ante algunos de los problemas que nos obligan a repensar nuestra vida. Esta escuela de los sentimientos no fue privativa del Romanticismo decimonónico; aún se hace presente y nos obliga a reflexionar sobre la guerra (como sucedió con Hair), la homosexualidad (el tema que marcó La hora de los niños), la compresión de lo religioso (como en Jesucristo superestrella) o el peso de la injusticia (conflicto principal en Los miserables). Así pues, los musicales son el espejo que nos refleja con precisión, y nos muestra cómo es —o cómo podría ser— el mundo y, justo por esta razón, era necesario que les dedicáramos este número de Lee+. Sólo algo tan fastuoso nos permite festejar algo muy importante y definitivo: estamos cumpliendo 12 años de vida y 142 números, algo que sin duda alguna merecería un musical. +
Irma Gallo
Coeditor José Luis Trueba Lara jtrueba@revistaleemas.mx Director de arte y editor audiovisual Edwin Reyes Maya edwin@revistaleemas.mx Difusión Cultural Beatriz Vidal de Alba Marketing Fabián Vásquez Escalante fabian@revistaleemas.mx Correctora de estilo Mariana Aguilar Mejía Editor de contenido Gilberto Díaz Consejo editorial Alberto Achar
En portada:
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30 In memoriam Jorge Lebedev Francisco Goñi
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Editor responsable: Yara Beatriz Sánchez De La Barquera Vidal, Información y Ventas Publicidad: (55) 5335 1327. Editado por www.taraediciones.mx contacto@revistaleemas.mx, Distribución: Librerías Gandhi, S.A. de C.V., Dirección: Benjamín Franklin 98, Piso 1 y 3, Escandón, Delegación Miguel Hidalgo, 11800, Mexico, D.F. Número de Reserva al Título ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2009-051820092500-102. Certificado de Licitud de Título No. 14505 y Certificado de Licitud de Contenido No. 12078 expedidos en la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Registro Postal EN TRÁMITE. Preprensa e impresión: Multigráfica Publicitaria S.A. de C.V. en Democracias no. 116, col. San Miguel Amantla, Azcapotzalco, C.P. 02700, Ciudad de México. Título incorporado en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación. Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa e indirecta, por cualquier medio o procedimiento, del contenido de la presente obra, sin contar con la autorización previa, expresa y por escrito del editor, en términos de la legislación autoral y, en su caso, de los tratados internacionales aplicables, la persona que infrinja esta disposición se hará acreedora a las sanciones correspondientes. El contenido de los artículos es responsabilidad de los autores. Librerías Gandhi y la casa editorial se deslindan de los mensajes expresados en los espacios publicitarios cuya responsabilidad pertenece al anunciante. Hecho en México. También encuentra la revista aquí: FILIJ • FIL GDL • FIL Minería • FIL Zócalo • Cine Tonalá • Cineteca Nacional • Universidades, preparatorias CDMX y área Metropolitana • Orquesta Sinfónica de Minería • OFUNAM •Teatro de la Ciudad Esperanza Iris • Colegio Nacional • UNAM • Universidad IBERO • Universidad ANÁHUAC del Norte • Biblioteca José Vasconcelos • Museo Nacional de Culturas Populares • Centro Cultural España • CONARTE (Monterrey) • CENART• MUAC • Museo Jumex • Museo El ECO • MUCA Roma • Museo Universitario del Chopo • Museo Soumaya “Loreto”• Museo Rufino Tamayo • Museo Franz Mayer •
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y las plumas quebradas
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as pugnas no eran poca cosa. Para muchos, el momento de decidirse y tomar partido había llegado. El arte que promovían los comunistas estaba atento a sus adversarios y a quienes osaran cometer la mínima desviación de su ideario. Eran los tiempos en que los camaradas obligaron a José Revueltas a arrepentirse de Los días terrenales y de El luto humano; los momentos en que Pablo Neruda le escribía odas a Stalin y a los defensores de Stalingrado; los días en que era necesario censurar a Gide por sus recuerdos de la Unión Soviética, o valía la pena sumarse al intento de asesinar a Trotsky. La fe absoluta y la certeza de que el paraíso existía obligaban a muchos a mirar hacia otro lado o caer en el engaño. ¿A quién podría importarle si las purgas y las persecuciones en la Unión Soviética condenaban al silencio y al gulag a los creadores? ¿Qué protesta podía escucharse en un mundo en el que salvar al socialismo era una seña de identidad?
Ve la entrevista en mascultura.mx y en YouTube revistaleemasdegandhi
Este enfrentamiento también ocurrió en México, y en Pasiones, fracturas y rebeliones, el nuevo libro de Ángel Gilberto Adame, se recorren las luchas protagonizadas por Octavio Paz, Pablo Neruda, José Bergamín y otros intelectuales durante casi cuatro décadas. Desde los años treinta del siglo pasado, hasta el momento en que Neruda ganó el Premio Nobel después de abjurar de su fe enrojecida, y cuando Bergamín, en cierta medida, fue condenado a la miseria. —Cuando elegí a estos personajes como objeto de mis investigaciones comenzaron a brotar todas estas historias —me dice Ángel Gilberto— y, al momento de empezar a trabajar con ellas, decidí que no sólo debía ser un notario de profesión, pues también debía serlo de la historia. Tenía que dar fe de hechos en esas pugnas, en esos enfrentamientos y en esas burlas feroces. Ésta es la fe de hechos más simpática que he creado en mi vida: es una relatoría de fracturas y desencuentros intelectuales. —¿Cómo ves al Octavio Paz de los años del realismo socialista, rompiendo lanzas con la izquierda? —En México, en los años treinta, el maximato había terminado y el país entraba al cardenismo. El mundo también era convulso: se iba saliendo de la crisis de 1929. En Europa irrumpían los gobiernos totalitarios, y se iniciaba la Guerra Civil española. Estamos ante un tiempo que definió las generaciones. A veces a Paz se le juzga con demasiada dureza, pero olvidamos que él llegó a esta década a los 16 años. Sus primeros atisbos políticos, en especial después de su estancia en España durante la guerra, están marcados por una militancia, aunque nunca llega a afiliarse al Partido Comunista, y en él siempre está presente la duda entre el socialismo real de la Unión Soviética y el socialismo a la manera de Trotsky. Y lo mismo le sucede con los procesos de Moscú y el sectarismo. Él duda en una época que no permite dudas. —¿La obra de Paz sería un enfrentamiento contra los radicalismos, contra las consignas y las censuras de partido? —Efectivamente, a él le preocupaban los radicalismos y los fundamentalismos, sin importar el bando en que ocurrieran: está en contra de las prédicas absolutas de la izquierda y la derecha. Él se enfrenta a los extremos que pierden a los escritores. Paz es un hombre de mutaciones, un hombre de su siglo, como lo llama Christopher Domínguez. Hablar de que él es un hombre de derecha es no conocer su obra. Todavía en 1968 está emocionado porque la revolución que no ocurrió en los años treinta aún puede ocurrir, aunque al final volverá a ser presa de la desilusión. Él encarna las ilusiones perdidas. —¿Y Neruda?, ¿cómo ves al hombre que escribió la “Oda a Stalin”, y que años más tarde hace lo posible por distanciarse de su pasado, con tal de ganar el Nobel para solucionar sus aprietos económicos? —Esto lo dijo Matilde Urrutia, su viuda. Aunque él muchas veces declaró que el Nobel no le interesaba, en corto se movía con todo para conseguirlo. En este caso, encontré al gran juerguista que armaba grandes pachangas de dos o tres días. Sus casas en Chile son casas de fiesta. Obviamente era un gran derrochador y, en los sesenta, es presa del sentimiento de injusticia. Quería el Nobel que merecía y también necesitaba la lana, porque la quiebra lo había alcanzado. —En cambio, Bergamín es presa de la miseria… —Cuando Paz le niega el Premio Cervantes a Bergamín, ocurre una condena de este tipo. Premiarlo, como decía Alberti, también implicaba negarle un lugar a la generación del 27. Él murió sin recibirlo y, cuando se lo entregaron a Alberti, él se lo dedicó a Bergamín, que acababa de morir. Estamos ante tres personajes, ante las rupturas y los enfrentamientos que forman parte de Pasiones, fracturas y rebeliones, de Ángel Gilberto Adame. +
Entrevista a Ángel Gilberto Adame
Las lanzas rotas
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El librero de Bernardo Esquinca
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n alguna conversación, Bernardo Esquinca (Guadalajara, 1972) dijo que era fundamentalmente un cuentista. Algo de esto puede resultar cierto e indudable: la trilogía integrada por Los niños de paja, Demonia y Mar Negro bastaría para no discutir este calificativo. Sin embargo, también es un espléndido novelista, como lo ha demostrado en la saga de Casasola y, además, ha trazado —junto con Vicente Quirate— el mapa de lo fantástico en Ciudad de México durante poco más de dos siglos. Sus libreros, que sin duda apuestan al camino de Robinson Crusoe, merecen ser recorridos. En ellos se encuentran algunas de las pistas y las pesadillas compartidas que le permiten entrelazar el terror con lo policiaco.
Hay un cliché que me choca: la imagen del escritor sepultado por su biblioteca. Existen muchísimas fotografías de autores con pilas de libros que se les vienen encima y casi los asfixian. Mi caso es distinto: no sé cuántos tengo en mi biblioteca, pero cada vez poseo menos. Me he mudado en varias ocasiones, y en cada cambio me he tenido que deshacer de muchos volúmenes. Yo creo más en la idea de la isla desierta, en tratar de responder la pregunta de “¿cuáles serían los libros que te llevarías a un lugar donde te transformarás en un Robinson con una minibiblioteca?”. Lo importante es ir depurando. En mis libreros no hay mil títulos. Sé que esto puede parecer poco al compararlo con las bibliotecas de otros escritores, que presumen tener miles y miles de volúmenes, aunque siete vidas enteras no les alcanzarán para leerlos. Es un hecho que los escritores somos bibliómanos; por eso también compro más libros de los que puedo leer. Sé que una cosa es el placer de leerlos y otra es el placer de comprarlos; a veces están relacionados. Aún así, como ahora vivo en un departamento muy pequeño y mis libros son menos, sé bien que cuando me mude a un lugar que será todavía más pequeño su número continuará disminuyendo. Y, al final, sólo me quedaré con los libros que me llevaría a la isla desierta. En el principio fueron los piratas. Yo tenía 15 años y nada leía. Mi hermano Jorge —que es un conocido poeta— se dio cuenta de esto y, en una de las comidas familiares de los sábados, me dijo que cómo era posible que no leyera. Entonces me entregó La isla del tesoro, de Stevenson, y me dijo que me daría un peso cada sábado que nos viéramos a cambio de que le dijera en qué capítulo iba. Empecé a leer el libro, y lo bebí literalmente. Jorge no tuvo que darme un solo peso, pues ya me había vuelto un adicto a la literatura de piratas. Él también me regaló el Sandokán de Salgari, y después le pedí a mi papá —que curiosamente tenía una biblioteca muy basta— que me comprara toda la saga del pirata malayo. Mi primera colección fueron los libros de este famosísimo personaje y sus Tigres de Mompracem. Ya después fui brincando a otros tipos de literatura, pero hasta hoy esos ejemplares —que forman parte de la mítica colección Sepan Cuántos de Porrúa y aún se editaban a doble columna— me siguen acompañando. 6
Lo que más leo es literatura de terror y policiaca. A este tipo de libros me une mi actividad como narrador. Mis novelas y mis libros de cuentos son una mezcla de estos géneros: una trama policíaca con elementos sobrenaturales. Por eso mismo, en mis libreros abundan este tipo de ejemplares y, por supuesto, están presididos por mi querido amigo Edgar Allan Poe. Cuando estoy escribiendo, esos libros y esa foto están enfrente de mi escritorio, y miro los lomos de las cajas llenas de pesadillas. Ahí hay desde literatura de terror del siglo xix —como Arthur Machen, el padre literario de Lovecraft—, hasta autores recientes como Clive Barker o Stephen King. También allí se encuentra la literatura mexicana de terror: Francisco Tario, José Emilio Pacheco, Guadalupe Dueñas, Inés Arredondo, la grandísima Amparo Dávila, y exactamente lo mismo ocurre con autoras latinoamericanas recientes, como Mónica Ojeda o Mariana Enríquez. Cuando estoy escribiendo, me gusta verlos; ellos me susurran sus pesadillas y me permiten convertirlas en las mías. El autor del que más libros tengo es J. G. Ballard. Es mi escritor favorito y el que más ha influido en mi literatura. De él tengo exactamente 29 libros. Ésta es la parte más valiosa de mi biblioteca, pues en mi librero están varios de los títulos que publicó la legendaria editorial Minotauro. Esos libros son maravillosos: tienen tapas duras e ilustraciones increíbles. Ballard decía que el surrealismo lo había influido, y las portadas de Minotauro —con obras de pintores de esta corriente— anticipaban a la perfección lo que yo encontraría en las páginas. No era fácil conseguir los libros de J. G. Ballard cuando empecé a coleccionarlos. Estamos hablando de mediados de los noventa, en Guadalajara, pues ésa era la ciudad en la que entonces vivía. Los tenía que cazar en las librerías y en las ferias del libro; los tenía que pedir a los libreros para que ellos le solicitaran a la editorial que se los mandara. Conseguir cada uno de ellos era una acción casi detectivesca. Hace 30 años no era fácil tener una colección de un autor poco conocido; no era como hoy, cuando todo está al alcance de un clic y es mucho más simple obtener los libros que uno desea. +
Leer un fragmento
Tema del mes
El teatro,
la cantada y otros extremos José Luis Trueba Lara
E
n esos días, nadie faltaba y casi todos iban a hacer lo que no debían. El estreno de una obra o la llegada de una compañía del otro lado del océano obligaban a los más fufurufos a presentarse en el teatro. La mera verdad es que muchos no iban para enterarse de lo que pasaría en el escenario; la obra era lo de menos. El chiste era estar ahí para ver y ser visto. Los grandes sombreros y las peinetas que usaban las señoronas le tapaban la vista a la persona que estaba en el asiento de atrás, pero éste tampoco era un problema digno de ser considerado. Ella tampoco estaba en el teatro para ver a los actores o a los cantantes. Y, como debe de ser, el público más o menos hacía lo que se le pegaba la gana: fumaban como chacuacos, comían de lo lindo, se echaban sus alipuses y platicaban mientras un despistado se desgañitaba con tal de hacerse oír desde el escenario y, en más de una ocasión, el apuntador también gritaba con tal de que el actor pudiera escucharlo. Claro que, algunas veces, lo que ocurría sí llamaba la atención del respetable: una actriz o una cantante que se caía de guapa merecía que los señores se concentraran en sus turgencias y, en más de una ocasión, los asistentes decidían formar parte de la obra. Si el malvado se pasaba de lanza con la damisela de buenos mirares, más de tres lo insultaban y, por supuesto, no faltaba alguno que lo invitara a batirse. Es cierto, las pasiones también se encendían.
¿Quién puede dudarlo? Algunas actrices y cantantes podían levantar a un muerto y eran la causa de chismes de buen calado. A mí no me consta, pero las malas lenguas dicen que el virrey Calleja arrastraba la cobija por una de ellas, y organizó una función para su beneficio. Al finalizar su actuación, el público se levantó a aplaudirle y arrojó monedas de oro y plata al escenario. Valía más que lo hicieran, pues don Félix María podría darles un jalón de greñas por no apoyar a la damisela que lo acompañaba en las noches más frías. Si ella era buenísima en el escenario era otro asunto; lo importante es que no podía ser despreciada. El caso de Calleja no fue el único: desde los tiempos de la colonia, ya era claro que a los políticos les encantan las faranduleras, y cuando el país estaba recién nacido, los escándalos continuaron sin miramientos. Quizá sólo existía una diferencia: los gobiernos —aquí no importa si eran liberales, conservadores, caudilliles o de cualquier otra estirpe— llegaron a la conclusión de que era necesario... apoyar al teatro y a la ópera ...como una manera de educar a los mexicanos. En algunas ocasiones, apostaron una lana pública para traer compañías europeas; en otras, le echaron la mano a las nacionales y, con ganas de meter orden, también comenzaron a regular los espectáculos. Antonio López de Santa Anna, por ejemplo, publicó un reglamento buenísimo: en él se prohibía meter toros al escenario, y lo mismo se hacía con las peinetas y los peinados que no dejaban ver a la gente; de pilón, mandaba que las obras no se presentaran mutiladas; que se les pagara como Dios manda a los actores, y que el público llegara desarmado. Es más, en aquellos tiempos también comenzaron a darle una manita de gato a los viejos teatros y construyeron algunos nuevos, que estaban chulos de preciosos. Poco a poco, la gente se convenció de que el chiste de ir al teatro era para ver y no para ser visto, un hecho que se vio fortalecido gracias al Romanticismo, que transformó las obras y las óperas en la mejor educación sentimental a la que podía accederse. Sin embargo, las rarezas no se desterraron de un día para otro. Cuando llegaron los esposos Montplaisir a presentar su espectáculo de ballet, las entradas para verlos se agotaron sin que su precio importara; esto indica que al público no le interesaba la danza, pues el grueso de los asistentes iba para echarse un taco de ojo gracias a las transparencias de los tules de Adèle Montplaisir. A una mujer con unos chamorros tan interesantes podía perdonársele que bailara de una manera tan extraña. En el caso de la ópera, las cosas también mejoraron. Para la inmensa mayoría de los habitantes del país, la ópera era todo un reto: los cantantes tenían la extraña costumbre de hacerlo en otros idiomas, y sólo había manera de medio entender lo que decían gracias a los chismes, sus gestos y lo poco que se sabía. Por fortuna, en los años treinta del siglo xix, llegó Filippo Galli, quien terminó por convencer a la audiencia de que
no estaba nada mal que las óperas se cantaran en sus idiomas originales. Sus argumentos eran muy sesudos, pero las divas de su compañía —que también estaban de muy buen ver— fueron la carta definitiva para que esto ocurriera. Desgraciadamente, don Filippo terminó metido en problemas; el gobierno se negó a pagarle lo que le debía a su compañía y, de no ser por el público, se habría quedado con una mano por delante y la otra por atrás. Cuando llegó el imperio y lo fuereño causaba furor entre lo más selecto del público, Maximiliano y Carlota... le metieron hartas ganas a los espectáculos: José Zorrilla se convirtió en el dramaturgo más aplaudido gracias a su Tenorio; los músicos profesionales ganaron el conservatorio, y los teatros estrenaban a la menor provocación. Sin embargo, el resultado final no fue del todo bueno: las actrices que se ganaron los aplausos de sus majestades —al igual que las que accedieron a presentarse ante los invasores gringos durante la intervención de 1846— se enfrentraron al odio popular y a la revancha que, en el menos serio de los casos, las obligó a cantar “Los cangrejos” o el “Adiós mamá Carlota”, para que les quedara claro ante quienes se habían arrastrado. En tiempos de don Porfirio —y a pesar de la competencia por el público y el apantalle que desató el cine—, el teatro y la ópera casi se mantuvieron firmes en la preferencia de una parte del público. En los escenarios, los autores mexicanos —como José Rosas Moreno, Juan de Dios Peza o Vicente Riva Palacio— se daban un tú a tú con los dramaturgos fuereños y, en más de una ocasión, les ganaron por mucho en el aplausómetro. Además de esto, los teatros se adecentaron hasta donde fue posible, y la gente ya iba a ver las obras que se presentaban. Las costumbres heredadas de la colonia y del siglo xix se batían en retirada, aunque la manda de ir a ver un Tenorio el Día de Muertos seguía como si nada y, en varios casos, daba pie para entrarle al bacilón con hartas ganas. Durante las primeras décadas del porfiriato, el público de la capital se lo disputaban varios teatros: el Principal, el Abreu, el María Guerrero, el Hidalgo, el Iturbide y el Merced Morales. A comienzos del siglo xx, uno de ellos —el Nacional— fue derrumbado para dar paso a la calle 5 de Mayo. Y, como a los porfiristas les parecía que este entretenimiento era “civilizador”, el gobierno construyó nuevos recintos para celebrar el centenario de la Independencia. En los escenarios, la competencia era casi feroz: Virginia Fábregas y Esperanza Iris se disputaban al poquísimo público de postín. Ellas, además de actrices, eran importantes empresarias que se convirtieron en dueñas de teatros después de la revolución. En los escenarios, las actrices levantaban pasiones y no pocos chismes y polémicas. Ellas, sin duda alguna, habían desplazado a los varones en los carteles que anunciaban las obras. Las presentaciones de María Conesa, Celia Montalván, La Patita Soler, Lupe Rivas Cacho —La Pingüica— y otras más eran una garantía de éxito y, como las fotografías ya estaban al alcance de casi todos, no era raro que se vendieran retratos de estas guapuras que, en algunas ocasiones, eran autografiados para mantener la pasión de su dueño. Es más, en más de un caso, las intérpretes se retrataban con muy poca ropa o en traje de rana, aunque sus poses —por lo menos a golpe de vista— 9
Tema del mes
distaban mucho de ser pornográficas, pues seguían a pies juntillas los dictados estéticos de los desnudos pictóricos. Y, por si esto no bastara para mantener los escándalos, en algunos teatros se presentaban las impúdicas bailarinas de cancán, las coristas que dejaban muy poco a la imaginación, y las partiquinas, que estaban chulísimas aunque representaran papeles más allá de lo secundario. Todas estas mujeres —absolutamente modernas y precursoras de las bataclanas con poquísima ropa— eran parte de los entretenimientos a los que acudía la gente que sólo quería pasar un buen rato y alegrarse la mirada. En esos días, para que un compositor mexicano fuera considerado como un músico con todas las de la ley, tenía que haber creado una ópera. Aunque este género aún tenía poco público de a deveras —pues Ignacio Manuel Altamirano estaba completamente convencido de que el respetable era “capaz de interrumpir el Stabat Mater de Pergolesi o de Rossini, para que le cantasen ‘Las habas verdes’ o ‘La guacamaya’”—, la ópera tenía una respetabilidad que estaba más allá de cualquier duda que pudiera tenerse. Así, desde la década de 1870, la presencia de las óperas mexicanas fue casi notoria, aunque en más de un caso les fue bastante mal. El estreno de Guatimotzin, de Aniceto Ortega, se ganó el aplauso de los críticos más nacionalistas, pues —según se decía— sus intérpretes estudiaron los antiguos códices para caracterizar a sus personajes. Ignoro si cantaban bien o mal, si la música estaba buena o era malísima, el caso es que los disfraces eran una maravilla. Otro autor que destacó en aquellos tiempos fue Melesio Morales, quien sudó la gota gorda para llevar a escena su Gino Corsini. Los cantantes se pusieron sus moños, los ensayos fueron un fracaso bastante notorio y, al final, la ópera se estrenó protagonizada por la mismísima Ángela Peralta, que era considerada como la más chicha en estos menesteres. Don Melesio —a pesar de estos dolores de cabeza— siguió su carrera como compositor y, en 1891, se estrenó su ópera Cleopatra. Aunque seguramente él estaba contentísimo con este hecho, la crítica lo trató bastante mal (por decirlo de una manera políticamente correcta). Según algunos, los escenarios de Cleopatra en nada se parecían al antiguo Egipto, pues sólo recordaban algunos “paisajes de San Ángel y de Cuautla”, mientras que el templo ateniense era casi idéntico al Castillo de Chapultepec. Para colmo de las desgracias, la música tampoco gustó, mientras que la protagonista estaba muy lejos de parecer una heroína de las buenas. Por donde quiera que se le vea, Cleopatra fue un fracaso rotundo y no tardó en abandonar la cartelera. Algunos años más tarde —a finales de la década de 1890— los compositores de ópera comenzaron a indagar por otros rumbos. Los “francesistas”, encabezados por Ricardo Castro, Gustavo E. Campa y Felipe Villanueva, comenzaron a dominar la escena, justo como sucedió con los estrenos de Atzimba, El rey poeta y Keofar. A ellos no les fue tan 10
mal como a don Melesio con su Cleopatra, aunque es de reconocerse que el público —salvo el día del estreno— nunca llenaba por completo los teatros. “Las habas verdes” y “La guacamaya” seguían teniendo mucho más jalón que las divas que aguantaban la nota con todas sus fuerzas. En 1906 se presentó La leyenda de Rudel, de Ricardo Castro, la última ópera mexicana del porfiriato. El nuevo siglo despuntaba y, cuatro años más tarde, la bola se convertiría en el tema de los corridos. A la mayoría de las personas a quienes les gustaba ver obras cantadas, las ópera les resultaba demasiado indigesta, y la permanente necedad de cantar en otro idioma también los dejaba patidifusos. Eso de aprender italiano, francés o alemán para ir al teatro era demasiado. Por estas razones, ellos iban a ver las zarzuelas, en las que a las actrices y a los actores se les entendía todo lo que decían y, los más amolados, optaron por su propio camino: ir a los teatros de revista y a las carpas ...que comenzaron a notarse de a deveras hacia 1869, cuando Eduardo González trajo al país las obras de revista que pronto encontraron libretistas y músicos locales. Los triunfos de Manicomio de cuerdas, La cuarta plana y Las dormilonas estaban fuera de discusión; sin embargo, a comienzos del siglo xx, cuando se estrenó Chin Chun Chan, el teatro de revista se convirtió en un éxito indiscutible y, en muy pocos años, también se politizó de a deveras. Mientras los revolucionarios y los revolucionados se daban de plomazos, en los teatros se presentaban revistas con cómicos pelados, cantantes guapetonas y algunos cuadros que hacían las delicias del público. Casos como El País de la Metralla, la revista que se estrenó tantito después de la Decena Trágica, son una muestra de estos espectáculos. Sin embargo, cuando los generalotes se bajaron de sus caballos y le entraron con ganas a la grilla, las revistas también se sumaron a los bandos. Ejemplos de estas obras no faltan: Para que te portes bien Gil, Las calles de don Plutarco o La resurrección de Lázaro no dejan mucho a la imaginación sobre su contenido. Los libretistas y los actores se deslenguaron de a deveras, hasta que un día, cuando a Maximino Ávila Camacho no le gustó uno de los chistes y ordenó que mataran a golpes a uno de los actores, las cosas cambiaron. Guz Águila, el libretista, se fue a vivir a La Habana y todos le bajaron dos rayitas a los espectáculos: se podía hacer leña del árbol caído, pero meterse con los que estaban en el candelero no era saludable. A pesar de algunas revistas y cómicos que seguían pasándose de la raya —como Palillo que, según se cuenta, subía al escenario con un amparo en la bolsa para que no lo entambaran—, las cosas no cambiaron gran cosa hasta mediados de los años cincuenta, cuando una nueva moda arribó al país. En aquellos momentos, a nadie le importaba que las nuevas obras hubieran llegado demasiado tarde, pues ellas habían nacido a finales del siglo xix, cuando Florenze Zigfield descubrió la combinación perfecta de “brillo, música, comedia, show y negocios”, y comenzó a presentar las primeras comedias musicales en Broadway, el barrio neoyorkino que reunía “bares, cabarets, shows, vaudevilles, music hall, óperas europeas y comedias”. Así pues, en México, los musicales adquirieron carta de naturalización gracias a Manolo Fábregas, quien arrancó esta tradición con el estreno de Mi bella dama, en el mismísmo Palacio de Bellas Artes, donde nadie le negó aplausos. El éxito de esta obra —aunado a la construcción de su teatro— pronto dio paso a una serie de estrenos y reestrenos de musicales, en los que —como debe de ser— actuaba don Manolo: El violinista en el tejado, El hombre de la Mancha y otras obras más se presentaron para solaz de la clase media, que ya se soñaba en Broadway. Claro que, conforme pasó el tiempo, Fábregas perdió el monopolio y se enfrentó a nuevos competidores —como Julissa y su hermano— que compraron los derechos y montaron Jesucristo superestrella, Vaselina y otras más, claro, todas con covers y traducciones que en más de una ocasión resultaron involuntariamente cómicos. Tras estos primeros arranques y éxitos, lo demás fue un proceso de profesionalización e inversión. Los nuevos musicales —como Los miserables o El rey león—no eran poca cosa y, para ser montados, requerían de algo más que los esfuerzos de Fábregas, Julissa y sus seguidores. El musical había cambiado y con él su futuro. +
José Luis Trueba Lara. Escritor, editor y profe. Colabora en la radio y de pilón sale en la tele. Duerme la siesta con su esposa y ha publicado varios libros. Es un lector que ha llegado al extremo de trabajar para pagarse el vicio. @TruebaLara
Yara Sánchez de la Barquera
H
ablar del arte en un país tan rico como México es hablar de su cultura, de la pasión, la energía y el amor que cada uno de los artistas transmite en sus presentaciones, no importa si lo hacen cantando, pintando o bailando, como nuestra querida Ximena Nieto, coreógrafa y bailarina mexicana. Acompáñennos a dar un breve paseo por los momentos más importantes en su formación como artista, a presenciar un pequeño detrás de cámaras de cómo se vive el teatro musical en México, y a conocer los cambios que ha traído esta pandemia a la vida artística del país y cómo ha enfrentado esta situación ejerciendo la docencia a distancia.
Ve la entrevista completa en mascultura.mx y en YouTube revistaleemasdegandhi
Lee+: Ximena, cuéntanos de tus inicios, en general. Ximena: Muy complicado. Al Ximena: En general, estuve en el Olinca y no bailaba tanto, aunque principio me llamaron varias persí tomaba clases de ballet y de jazz. Mi enfoque era hacia el atletismo; sonas para dar clases. Entre la casa, por eso mi mamá buscó el Tec de Monterrey: porque tenían un progra- los hijos, pues no acepté. Siento que ma profesional de alto rendimiento. Comencé cuando tenía 15 años. la danza tiene que ser corregida en La danza siempre fue algo que me encantaba, que me gustaba, que me un salón. De otra forma es muy difíapasionaba... no quería dejar de tomar mis clases. cil, porque la danza implica llevar al Lee+: Las artes escénicas se topan con un gran problema ante la pan- extremo a tu cuerpo, con posiciones demia. Se mantienen las medidas de seguridad, pero cuánta gente está que no son naturales, y puede haber siendo afectada por la situación. Debería encontrarse una solución. una lesión. Pero en agosto me invitaXimena: No podemos pensar sólo en los actores que damos la cara ron a dar clases de jazz técnico a priny estamos en redes sociales: están los acomodadores, la gente de dul- cipiantes, y ahora mis grupos son de cería, de valet parking, los taquilleros... o sea, es una cantidad de gente Campeche, de Cancún, de Hermosillo, que trabaja alrededor del teatro buscando qué hacer. Mis amigos bai- del Estado de México; tengo mi pantalla larines se han puesto a vender una cantidad de cosas para pagar sus llena de niñas de todo México. Pero sí rentas y subsistir en estos tiempos; de repente salen llamados en la estoy al pendiente del piso que tienen... tele o nos organizamos entre nosotros, hacemos un evento virtual, y trato de cuidar a cada una de mis alumnos dividimos las entradas. Estamos funcionando como cooperativa. nas, aunque no puedo estar físicamente, Pero la gente acomodadora, de dulcería, que llevaba 20 años en el pero sí anímicamente. Esto ha sido importeatro, con un sueldo, ahorita no están pudiendo solventar eso. tante para la gente a la que le gusta bailar. Los primeros meses de la contingencia nos apoyaron; pero no Lee+: Siempre he admirado cómo el copensábamos que esto duraría, y vamos a seguir no sé hasta cuándo. razón de un artista tiene que estar al cien, Está muy complicado. Puedo hablar por la empresa en la que he lleno, en el mejor ritmo. Es la música de tu trabajado, Go Producciones. Se hicieron funciones que ya se tenían: alma. Estás trayendo algo al sembradío. Se Paw Patrol, Magos, La obra que sale mal. El centro cultural ii fue trata de la tierra que vas a arar, a regar todos funcionando con un aforo de 30% con todas las medidas de segu- los días, y el fruto que obtendrás de ahí, y la ridad. Echaban unas bombas sanitizantes al inicio de la función gente que lo va a recibir... Ese corazón tiene y al terminar; te tomaban la temperatura; había personas que re- que estar íntegro siempre. gulaban las salidas para evitar aglomeraciones. Pero volvimos a Ximena: Como dices, las emociones del semáforo rojo, ya no puedes abrir. Ha sido una gran pérdida. artista, en específico las emociones del artisLee+: ¿Tú crees que, en lo que se soluciona físicamente, po- ta en teatro musical, están muy cañonas. Pero drían ya reestructurarse los espectáculos por streaming? hay que tratar de aglutinar las emociones para Ximena: Se ha hecho, pero en diferentes tonos. Por ejem- dar lo mejor de ti. Hay momentos buenos, hay plo, un gran acierto de Go Producciones fue filmar las pro- momentos malos, hay proyectos que te hubiera ducciones que tenía en cartelera y venderlas por Cinépolis gustado hacer, pero vendrán otros y eso no te Klic. Así tienes la oportunidad de apreciar una obra, no hace ni mejor ni menor artista. Es una carrera como en el teatro, pero sí con calidad. En Estados Unidos hermosa. Si volviera a nacer, la volvería a eshan hecho cooperativas para tomar clases virtuales. Se coger… Y estoy muy agradecida de haber llegahan unido muchos coreógrafos, gente que está en monta- do ahí. También ahora disfruto la docencia. Me je siempre, y con quienes ahora tienes la oportunidad de gusta transmitir todo ese conocimiento. No te das tomar clase, vía Zoom. Aunque no es lo mismo, porque cuenta, pero ya pasaron 16 años, y ahora ya tengo la danza es presencial —necesitas el contacto físico con cosas que compartir. Y me gusta compartirlo con los compañeros y profesores—, ha sido bueno tener clases las nuevas generaciones. virtuales, también para la salud mental. Lee+: El aislamiento por la pandemia para personas Ximena nos deja con este sabor de esperanza y orcomo tú, que viven de la energía, de proyectar, de absor- gullo para el arte, el teatro musical y las nuevas geneber, de transformar, ¿ha sido complicado? raciones de artistas mexicanos. Apoyemos el arte. +
Sigue a Ximena Nieto en Instagram y Twitter @lamenanieto
Entrevista a Ximena Nieto
And all that dance
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Entrevista a Óscar Carapia Ve la entrevista completa en mascultura.mx y en YouTube revistaleemasdegandhi
The show must go on Yara Sánchez de la Barquera
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ara descubrir el arte es indispensable usar el corazón. Acompáñennos a observar el mundo del arte escénico a través de los ojos y el gran corazón de Óscar Carapia, director, coreógrafo y maestro mexicano, con 26 años de trayectoria profesional, pero 36 años de vocación, un enamorado de la magia del teatro desde los 10 años. Fundó y dirigió durante 15 años la Compañía de Teatro Musical uic. Obtuvo el Premio Bravo a la Mejor Coreografía en 1999, año en el cual también ganó el tercer lugar del Premio Nacional de la Juventud. En 2005, se hizo merecedor del Premio “Luis Sánchez Zevada”, de la Asociación Mexicana de Críticos de Teatro (amct), al Mejor Montaje Estudiantil. Como coreógrafo recibió tres premios por su trabajo en Mi bella dama (Teatro Insurgentes, 2003) y Siempre bailarás (Teatro Ramiro Jiménez, 2010). Lo mismo ocurrió con el premio al Mejor Musical Infantil de 2005, otorgado por la amct. Asimismo, tuvo a su cargo la dirección artística y la coreografía de espectáculos para cantantes como Alejandra Guzmán, Guadalupe Pineda, Imanol, Lisset y Filippa Giordano, y creó el espectáculo Una diva en el palacio, para Silvia Pinal. La trayectoria profesional de Óscar Carapia es una recopilación de anécdotas y grandes momentos en la historia reciente del espectáculo en México. En esta entrevista, nos ha dado un fragmento de su recorrido profesional. ¿Listos?
Lee+: Cuéntanos, ¿cómo empezó tu acercamiento al teatro, a los musicales? ¿Cuándo dijiste “de aquí soy”? Oscar: Es una locura, porque, al final, tuve la bendición de crecer una familia —sobre todo mis abuelos maternos— en la que gustaban mucho de ir al teatro, al ballet, a la ópera, a conciertos… Desde que tengo uso de razón, te voy a contar esta versión del niño con short y suetercito, sentadito en Bellas Artes para ver el ballet de Amalia Hernández, ir al teatro Insurgentes... Estas cosas de antes, cuando el poder adquisitivo de la gente era otro y permitía que el arte fuera —como me gusta decirlo— parte de la canasta básica. Tengo recuerdos muy claros de haber visto en 1980 o 1981 a Olivia Bucio volando en el teatro Insurgentes, en aquella primera puesta en escena de Peter Pan, que era icónica con el Loco Valdés. Pero, sin duda alguna, hay dos hechos que me cambian la vida. En 1984, cuando tenía 10 años, por una cuestión de casualidad, como siempre lo he dicho, mis abuelos me llevan a Nueva York, y descubro una magia especial en este viaje, que me hace cambiar el chip, y que de repente me concientiza, a muy temprana edad, de que eso también es como un oficio, como una profesión o un estilo de vida, por así decirlo. En ese viaje, tengo la fortuna de ver cuatro trabajos que siempre he dicho que me cambiaron la vida, porque eran como chile mole y pozole. La primera noche, vi A Chorus Line. Era una obra que no entendía mucho de qué iba, pero que tenía dos números: en el primero, una mujer con un vestidito rojo que se partía el queso por bailar, y me parecía lo nunca antes visto, y luego ese final dorado, con esa música de Marvin Hamlisch, tan, tan bueno. De hecho, One está considerada la canción representativa del teatro musical a nivel internacional, y este rollo de su orquestación con metales y las trompetas y los sombreros, el espejo y las luces... Yo me volví loco ese día… Lee+: ¿Cuáles serían los pilares para que tú digas “esta persona trae el teatro, lo respira y exuda, ilumina Broadway”? Oscar: Creo que es una cuestión generacional. Después de ver The Rink, seguí muy cerca la carrera de Chita Rivera. Para mí, es mi diosa: tengo mi cuadrito de la virgen María a la salida de mi casa, y mi foto con Chita Rivera, y me persigno con ellas cada vez que salgo. Tuve la suerte, también —que es una cuestión de vida y lo agradezco enormemente—, de que en 1993 pude conocerla y pude entablar una relación personal, que tengo hasta el día de hoy. Se ha convertido en una mentora, en una aliada, en una persona que ha estado ahí cuando he tocado su puerta. Y no sólo ella, aunque, claro, es una figura internacional; también tengo que agradecer en México a Silvia Pinal, a Marga López (Q. E. P. D), a Ofelia, a Olivia Bucio, que han sido personas que siempre han estado dispuestas a ayudar a que los jóvenes creciéramos, y le echáramos para delante e hiciéramos teatro, y son grandes inspiraciones. Si creo que, para mí, Chita Rivera significa muchísimo, y mi maestra, Susan, también. La quiero y la venero, y ha sido una gran mentora. Evolucioné rodeado de mujeres. Para mí también es muy importante eso: soy tan fan de la mujer y me parece el género más bendecido de la existencia, porque por encima del camino que han tenido que labrar, mucho más difícil que el del hombre, la mujer ha salido adelante y ha salido con todo. Y para mí, aunque los grandes generadores a nivel composición han sido hombres, la que viene a cambiar la historia del teatro musical es una mujer llamada Agnes de Mille, porque ella entendió que se tenía que contar el teatro musical con las tres más grandes disciplinas que lo forman: la danza, la actuación y el canto, y no por separado, sino entrelazado. Ese legado se lo pasa a Jerome Robbins, quien lo hace de manera bestialmente maravillosa con West Side Story, Amor sin barreras, y de ahí empieza a generarse realmente el teatro musical. Sin duda, platicar con Óscar Carapia nos ha hecho recibir de primera mano la experiencia y el amor por el teatro musical, nos provoca enorgullecernos del gran talento mexicano y nos emociona para ser testigos de los próximos espectáculos. + Sigue a Óscar Carapia en Instagram @Oscarapia
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urante 142 meses, no hemos faltado a nuestros encuentros, y más de seis millones de veces hemos sentido la caricia de la mirada de los lectores que han recorrido los ejemplares que hemos publicado desde 2009 y hasta el día de hoy, nada menos que 2021. Más de seis millones de veces te hemos acercado a los autores de los géneros más variados. Exactamente lo mismo podemos decir de los libreros, que van de lo fastuoso al minimalismo, y revelan lo que sus dueños se llevarían a una isla desierta. Y, además, te hemos recomendado artistas, músicos y cineastas. Nada de lo humano nos ha sido ajeno. Durante 12 años, sólo hemos buscado algo maravillosamente simple: abrir espacios para las conversaciones; para que libros, creadores y lectores mantengan una plática silente, capaz de alojar las conjunciones y las disyunciones, los acuerdos y los desacuerdos, la posibilidad de entrelazarse con lo distinto y de unirse con aquello que desde siempre nos complace. Abrir las discusiones, dar paso a los encuentros y a las conversaciones es algo fundamental: los humanos somos seres simbólicos y existimos en las palabras. Ellas nos unen y nos separan, ellas nos llevan a la comunión y a la disidencia, a la posibilidad de imaginar futuros, comprender pasados y transformar presentes. Después de 12 años, hemos cumplido y seguiremos cumpliendo con las palabras, que nos muestran como lo que verdaderamente somos: seres humanos que buscan entrelazarse para comprenderse y entender el mundo. En medio de esta incesante pandemia, te damos las gracias por leernos, ahora más que nunca. Gracias por permitirnos expandir la ola cultural que tanto hace falta en nuestro país y en el mundo. ¿Qué seríamos sin los libros y sin el arte? +
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Hasta pronto, querido capitán
hristopher Plummer (1929-2021) fue, para muchos de nosotros, el conducto por el cual por primera vez tuvimos contacto con los musicales. Con su papel como el capitán Georg Ludwig von Trapp, fuimos ceremoniosamente introducidos a esa magia en The Sound of Music, para nunca más dejar de soñar. Plummer desarrolló una carrera variada en cine, televisión y teatro. Protagonizó obras en Broadway y con la Royal Shakespeare Company, bajo la dirección de Laurence Olivier y Peter Hall.
· Nombre completo: Arthur Christopher Orme Plummer. · Fecha y lugar de nacimiento: 13 de diciembre de 1929, Toronto, Canadá. · Debutó en Broadway en la obra The Starcross Story, en 1953. · Fue nominado por primera vez a un Premio Tony, por la obra J. B. · Ganó su primer Tony en 1974, por su papel en el musical Cyrano. · Sus primeros trabajos en cine fueron con los directores Sidney Lumet y Nicholas Ray. · Actuó en un total de 121 películas y 18 obras teatrales. · Fue de los pocos actores en ganar “la triple corona” en actuación, con dos premios Tony, dos Emmy y un Óscar, este último lo ganó en 2012, gracias a la película Beginners. +
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Fotografía: Keith Hamshere
y todo ese Jazz
Tema del mes
Gilberto Díaz
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ebo confesar que, en un inicio, como a muchos otros cimás atrevido de las vangua rdias europeas. Durante esta néfilos varones que nos adentramos por primera vez a crisis, las películas más ostentosas term inaban siendo las del género estudiar la historia del cine, uno de los géneros cinematomusical, que en la década previa goz aban de éxito comercial, prin gráficos que más se me dificultaron fue el musical. Y es que, entre cipalmente por la estandarización del color y la invención de nue la predisposición, el estereotipo y el cliché de que en ese tipo vos sistemas de sonido para las salas cin ematográficas. Para salir de de películas hasta comer o ir al baño es pretexto suficiente para esta crisis, los estudios comenzaron a llamar a directores jóvene cantar y bailar un número musical completo, el género no me res, con la intención de renovar una ind ustria que se encontraba al sultaba tan atractivo como los dramas y thrillers, que acaparaban borde del colapso, dando inicio a la segunda era del cine estadou mi atención, hasta que conocí la obra de Bob Fosse, y la historia nidense: el nuevo Hollywood. de cómo su experiencia en Broadway transformó la manera de En medio de esto, Shirley MacLane, quien era amiga hacer musicales cinematográficos. de Fosse, en equipo con la segunda esposa y socia de éste, Gw Entender el significado de Bob Fosse implica hablar de una insen Verdon, les sugirió a directivos de los Estudios Universal la ada titución que reformó dos medios. Su nombre también es importanptación de Sweet Charity. Para 1968, la película comenzó a filmarse te dentro del teatro musical norteamericano, porque supo llevar a en sets de Los Ángeles y Nueva York. Con el fin de asegurar que otro nivel un medio de entretenimiento que comenzaba a estancarse respetara la visión de la obra orig inal, Fosse tomó el asiento se a finales de los sesenta, para llevarlo a una sofisticación que sería de director, lugar que no soltaría durant e cuatro ocasiones más en vital para el circuito neoyorquino durante los años siguientes. Esta la siguiente década y media. En este laps o, se convertiría en uno de renovación ocurrió principalmente por el fenómeno de la puesta los cineastas más prestigiosos de la nue va era. Sweet Charity recibió en escena de Chicago, que finalmente llegaría al cine casi 15 años críticas muy duras, a pesar de cier tas innovaciones que Fosse después del fallecimiento del director y coreógrafo. ideó en los números musicales, princip almente por el poco margen Por otra parte, su incursión en el cine, aunque con una filmogra- form para transar el lenguaje del escenario a la pantalla; sin embargo, fía corta, llevó al género musical a salirse de los estándares teatrali- ser logró nominada a tres premios Ósc ar. zados de los sets de filmación, para acoplarse a las posibilidades del lenguaje cinematográfico en una dimensión más amplia. La lección aprendida con Sweet Charity lo llevó a dirigir otro De las marquesinas de Broadway a Hollywood musical de 1966. Fosse escuchó que la productora Allied Artists La trayectoria de Fosse comenzó tras la Segunda Guerra Mundial. se encontraba trabajando en una adaptación del musical Cabaret, Después de formar parte de un show de variedades de la marina y de inmediato se interesó en la película. La renuencia de los prode Estados Unidos, su paso natural fue dirigirse a Nueva York, e ductores, que preferían a algún director con más trayectoria, se intentar ser el nuevo Fred Astaire, o al menos eso era lo que el debía al fracaso económico del debut de Fosse. No obstante, el bailarín decía. Participaba regularmente en shows radiofónicos y productor Cy Feuer apeló al talento de Fosse para la puesta en esde televisión, con su primera esposa Mary Ann Niles. A partir de cena y la filmación de números musicales. Una vez contratado, duestos programas, sería invitado por Dean Martin y Jerry Lewis a rante los siguientes tres meses realizó una revisión exhaustiva del integrarse como parte de su equipo en The Colgate Comedy Hour, guion. Ahí comenzó su transformación del musical cinematográcomo coreógrafo de los números musicales. Este paso catapultó a fico: eliminó casi todos los números musicales que sucedían fuera Fosse para tocar las puertas de los estudios de cine. La Metro Gold- del Kit Kat Klub, convirtiendo al lugar en el centro de atención wyn Mayer lo contrató como bailarín para tres películas en 1953; la metafórico de la Alemania en los años treinta. Además, a diferenmás importante: Kiss Me, Kate, una adaptación libre de La fiereci- cia de la obra original, los números musicales se transformaron lla domada, de Shakespeare. El filme despertó el interés de algunos en diegéticos, funcionando como enlaces para mover la trama, y productores de Broadway. separando por completo la música de la historia, para no romper Una vez establecida su fama como coreógrafo, trabajó en las el realismo: un recurso que se volvería a utilizar en algunas partes obras The Pajama Game y Damn Yankees, a partir de las cuales de la versión fílmica de Chicago, de 2002. Por último, el papel de fue reconocido con el Premio Tony. Años más tarde, también se- Sally Bowles se lo dio a Liza Minnelli, quien originalmente había ría invitado a montar los bailables de sus respectivas versiones ci- audicionado para interpretarlo en la obra. nematográficas. Con el cambio de década, Fosse dirigió su primer La película fue un éxito entre el público y la crítica. Ganó ocho musical: Redhead. Para éste, buscó combinar cinco distintos estilos premios Óscar, incluido el de Mejor Director. Únicamente perdió de baile en una sola secuencia, proeza que hasta la fecha se recono- los de Mejor Guion y Mejor Película, ante El Padrino, de Francis ce como una innovación. También hizo las coreografías de la sátira Ford Coppola. Así inició una de las rivalidades cinematográficas How to Succeed in Business Without Really Trying. Pero sería en más icónicas de los setenta. 1966 cuando el nombre de Bob comenzaría su transición de las En 1974, Fosse dirigió Lenny, un falso documental acerca de la marquesinas de la Calle 46 hacia los cines. vida del comediante Lenny Bruce, basado en la obra de teatro de Aquel año, el cine comenzó a ser una inquietud cada vez mayor Julian Barry. Con esta película logró seis nominaciones al Óscar, para Fosse. Se le ocurrió realizar el montaje de Sweet Charity, un e hizo su famosa participación como la serpiente en la película El musical basado en la película italiana Las noches de Cabiria, del acla- principito, de Stanley Donen. Al año siguiente, regresó a Broadmado director Federico Fellini. El cambio más significativo entre las way para finalmente montar Chicago, proyecto que no había poobras sucede con el personaje de la protagonista, quien, en lugar dido concretar desde 1969. El intenso trabajo entre la producción de ser una prostituta, para el musical es una bailarina exótica en un de la película y el montaje del musical afectó fuertemente la salud centro nocturno (vaya diferencia). La obra de Fosse alcanzaría tal de Bob, provocándole un infarto y una cirugía a corazón abierto impacto que logró 608 presentaciones, y consiguió otro Tony por con fuertes secuelas. Esta experiencia lo llevaría a escribir y dirisu coreografía, además de muchas solicitudes para llevarla a otras gir su película semiautobiográfica All That Jazz (favorita de quien partes del mundo y realizar una adaptación cinematográfica. escribe). Gracias a esta obra, volvió a ser nominado a los Premios Óscar, pero su mayor logro fue haber conseguido la Palma de Oro Hollywood y todo ese jazz del Festival de Cannes de 1980. Es conocido que, para la década de 1960, el sistema de los estudios La filmografía de Bob Fosse es reducida, pero con eso basta de Hollywood se encontraba en una crisis a causa de una serie de para desmarcar los mitos que se tienen sobre los musicales en el restricciones morales en los contenidos. Éstas volvían las películas cine, un género abierto a la interpretación desde las emociones poco atractivas para la juventud estadounidense, que prefería el cine que provoca el movimiento y el sonido. + Gilberto Díaz es comunicólogo, productor de radio cultural y actualmente se encuentra desarrollando un proyecto de análisis y divulgación histórica de cine mexicano.
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Francisco Solís
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El mismo Lin-Manuel Miranda ya había sorprendido a la crítica diferencia de otros países, en los que el teatro musical es parte de la cultura popular, en el nuestro siempre ha tenido una con su obra original In The Heights, cuando ganó, entre otros, el especie de pomposidad; es un gusto adquirido, como los que- Tony a Mejor Musical y Mejor Guion Original. Un montaje que, sesos gourmet y los vinos añejos. Esto tiene una explicación económica gún él mismo narra, fue complicado de producir, pues el retrato elemental: el teatro musical es caro, tanto en su producción como en de la vida tranquila, apasionada y vibrante de un barrio latino de Nueva York no correspondía con la visión tradicional que tenían su consumo. En los años cincuenta, Manolo Fábregas tenía la firme intención los inversores, de representar a los latinos como estereotipos de peligrosos delincuentes. de adaptar los espectáculos, y así participar en el diálogo en el cual Uno de los últimos éxitos en Broadway ha sido Dear Evan Hanel mundo teatral estaba inmerso. Tal vez por esto el teatro musical ha adquirido ese halo de elitismo. Quizá por esto, salvo en contadas excep- sen, cuyo protagonista, un joven que cursa el bachillerato, tiene un trastorno de ansiedad crónica, y enfrenta sus miedos en un ciones, se presenta como un medio para culturizar, para ver “lo que aquí ambiente escolar hostil. Este montaje ha sido muy alabado, porno sucede” y convertirnos en “hombres de mundo”. Esto, aunque parezca poner en la escena una sombra negativa, no tie- que ayuda a revertir la creencia de que adolescentes antisociales ne nada de malo. Nadie dijo que todas las expresiones artísticas deben pueden cambiar y obtener ayuda. Tenemos que tomar estas lecciones para llegar a nuevos púser democráticas y populares; de hecho, pocas verdaderamente lo son. ¿Cómo es, entonces, que desarrollamos este gusto? Si tienes la fortuna blicos: han de que generarse narrativas que inspiren al público a de nacer dentro de una familia que desde pequeño te expuso al teatro, reflexionar sobre su condición en el mundo. Finalmente, de eso entonces las obras musicales no te resultarán extrañas y descabelladas. Sin se trata la diferencia entre un simple espectáculo y una elevada embargo, la puerta por la que la mayoría de nosotros entramos al mundo forma de arte. Se ha vuelto parte de la tradición del teatro musical en Médel teatro musical ha sido mediante el cine, que tiene una mayor difusión y cuyo acceso no es tan restrictivo. Algunas de las películas musicales clá- xico el hecho de que las grandes compañías productoras, que sicas se llegan a ver, incluso, en televisión abierta. No es raro encontrar se dedican a la importación de espectáculos, dejen muy poco margen para la expresión original y creativa de los directores, alguna retransmisión de Mary Poppins o The Sound of Music. Tal vez llega un momento en el cual una película o una canción que hace con el fin de que se desarrolle una narrativa propia que nos el cine musical se convierten en gusto. En mi caso fue Dancer in the Dark permita salir de la mera refactura de propuestas. Es verdad que muchas de las producciones llegan como (2000), de Lars Von Trier. Me pareció impactante la manera en la que se conjugaban las composiciones musicales con el estado psicológico del per- franquicias, y vienen ya con un recetario muy estricto sobre sonaje de Björk. Después de esto, pude ver con otros ojos West Side Story cómo han de montarse. No es culpa de los productores locay The Sound of Music. El cine es la puerta de entrada al teatro musical por les que no se les dé libertad creativa a los artistas. Además, excelencia. Pensemos en cintas como The Producers (2005), la versión de aunque sea con calcas exactas, las grandes productoras son Susan Stroman con Uma Thurman, que además es una crítica al propio es- una gran fuente de empleo para el batallón de personas que pectáculo teatral y el show business. ¿Qué más acercamiento requerimos? Las requiere la ejecución de los espectáculos musicales. Cumpelículas musicales se siguen realizando y apuestan por ambas cosas: revivir plen con una función clara y necesaria: acercar al público mexicano a la experiencia del teatro musical internacional. los clásicos musicales y desarrollar narrativas nuevas. También debemos considerar que, gracias a esta práctiPor otro lado, la nostalgia siempre es una buena herramienta para el consumo. Así, existe otro intento, a la vez frívolo y efectivo: tomar las canciones de algún ca, hemos podido presenciar en México montajes tan regrupo o cantante y realizar, a partir de las letras, una historia (no siempre buena volucionarios como Les Misérables, The Lion King y Billy o coherente) a manera de musical. Ejemplos recientes sobran: Hoy no me puedo Elliot, así como algunos de los más irreverentes: Rent, Q levantar, de Nacho Cano, basado en los éxitos de Mecano, o Mentiras: el musical, Avenue, The Book of Mormon y Kinky Boots (cuyo estreen el cual José Manuel López Velarde toma un nostálgico repertorio de canciones no seguimos esperando con ansias). Existe una tradición de adaptación o tropicalización populares de los ochenta para armar una historia absolutamente divertida e intrascendente. El éxito de estas puestas en escena es innegable y puede convertirse en de obras exitosas mundialmente. No podemos olvidar los esfuerzos de creadores como los Fábregas, Silvia Pinal y una vía para que alguien experimente el teatro musical por primera vez. Sea cual sea la puerta de entrada, cuando te has expuesto este tipo de teatro, la Julissa, quien hizo época con la obra Vaselina. Ellos busexperiencia puede llegar a ser sublime, transformadora y trascendental, una vez can hablarle directamente al público mexicano, al tiemque encuentras ese musical en el que parece que se han conjuntado los astros para po que le entregan producciones de altísima calidad. La intención de hablarle directamente al público entregar, al mismo tiempo, teatro, danza, canto y poesía. ¿Existirá acaso una vía más efectiva para encaminar a las nuevas generaciones mexicano la podemos ver en los trabajos de algunos hacia el teatro y la comedia musical? Intentos no han faltado. Recientemente po- creadores, entre los que podríamos mencionar a Tina dríamos pensar en fenómenos televisivos como High School Musical o Glee, que se Galindo y Mario Iván Martínez, quienes buscan darle adaptan completamente a las expectativas de su auditorio. Resulta necesario rees- un giro a sus producciones y que, a falta de textos oritructurar el discurso y resonar con las narrativas y preocupaciones actuales. En su ginales, los escriben, o realizan sus propias versiones de los musicales de la escena internacional. libro Un siglo de teatro en México (2011), David Olguín ya nos advertía: A diferencia de los otros géneros teatrales, el musiHoy, las comedias tipo Mame, Hello Dolly!, Gipsy, El hombre de la Mancha, cal mexicano apenas ha tocado una dramaturgia proEl fantasma de la ópera poco tienen que decir al espectador contemporáneo pia con unas cuantas puestas en escena. Entre éstas, e, incluso, en esta misma tónica podríamos incluir a la polémica Jesucristo podemos mencionar Josefa: el musical de México, de superestrella. Esto es un hecho. El nuevo público espera otra cosa, aparte del José González Ortiz, y La gran familia, de los herdivertimento o del virtuosismo; por lo menos, hacerse la ilusión de pensar en manos Lomnitz y la Compañía Nacional de Teatro; ambas representan hechos históricos mexicanos con serio, de reflexionar en torno a la azarosa existencia del nuevo siglo. textos y composiciones originales. Con esto no quieTal vez el caso más emblemático sea, actualmente, el musical Hamilton, de Lin- ro decir que la narrativa mexicana deba ser necesaManuel Miranda, que, a pesar de sus imprecisiones históricas, se ha convertido en el riamente nacionalista o histórica, sino que le hable musical más exitoso del mundo, no sólo porque a nivel técnico combina una puesta directamente a la audiencia mexicana, que haga eco de escena de época con música urbana, sino porque el discurso es inspirador, y repre- en ella; que las traducciones de obras contemporásenta una historia que resuena en la comunidad de inmigrantes que configura la nueva neas, clásicas o universales sean seleccionadas con una finalidad discursiva, con un propósito; que se demografía americana.
Francisco Solís. Es maestro en letras clásicas. Siempre ha tenido una relación con el teatro, ya sea como productor, director o profesor, impartió Teatro del Siglo xx en el cam y actualmente imparte Literatura Contemporánea y Posmoderna. Su rango de intereses es amplio, desde la literatura y la filosofía clásicas hasta las nuevas tendencias de la cultura pop. Escritor independiente para diversas publicaciones. <fco1900@gmail.com>
El teatro musical en México, ?
Fotografía: Les Misérables en su representación en México
tradición sólida o fatuo coqueteo?
utilice el lenguaje del teatro musical para hablarnos sobre cosas que nos muevan, nos inspiren y nos transformen. Se requieren un discurso y una intención, ya sea personal, social o política. Eso le dará el peso y la relevancia que merece tanto despliegue de talentos. ¿Por qué parece tan complejo desarrollar el gusto por el teatro musical? Quizá esta pregunta esté mal planteada. En su lugar debemos analizar qué es lo que no se está haciendo. Por el momento, tendremos que dejar de lado la discusión sobre la especialización en la formación y la centralización de los espectáculos; pero podemos mencionar que los apoyos gubernamentales que existían para la producción teatral están desapareciendo. Con la actual crisis sanitaria, parece increíble que, para un tipo de arte en el que convergen tantas disciplinas, no exista algún plan de protección hacia sus creadores. Es por ello que, una vez superada la pandemia, los consumidores de cultura tendremos una gran responsabilidad para mantener muchos barcos a flote. Debemos incentivar a los creadores para que realicen los proyectos pertinentes considerando nuestro lugar y momento, y para que encuentren la forma de sacarlos adelante a pesar de la falta de incentivos. El teatro musical, por sí mismo y como forma artística, tiene todos los elementos para atraer audiencias y convertirse en una industria que se sostenga por sí misma, no solamente en la forma, sino también en el contenido. Como público, debemos hacer nuestra parte. ¡Vayamos al teatro! +
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puesta en escena estridente
Opera rock:
Gilberto Díaz
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esde la irrupción cultural del rock and roll a finales de los años cincuenta, siempre se intentó vincular al entonces reciente género musical con otras expresiones artísticas, con el fin de atraer a nuevas audiencias. Lo hicieron el cine, la radio y, por supuesto, también la televisión. Sin embargo, los escenarios teatrales apenas y coqueteaban con la idea de incorporar al nuevo género musical en sus producciones. Años más tarde, con el inicio de la llamada Era de Acuario, el boom de la contracultura, la liberación sexual y el jipismo, el rock pasó de ser un lucrativo negocio de música bailable para jóvenes a convertirse en el medio de expresión artística dominante, haciendo que los intérpretes tomaran conciencia de su oficio, e inevitablemente se asumieran como artistas. Con ello cambiaron por completo la manera de concebir un álbum musical, que pasó de ser una mera colección de canciones a ser vista como una obra íntegra de principio a fin, en la cual las canciones debían llevar orden y sentido, como si se trataran de los capítulos de un libro. Con una obertura, un desarrollo y el gran final, fue como nacieron los álbumes conceptuales. Muchos de ellos —tal vez sin notarlo— toman gran influencia del teatro musical, específicamente de los discos que compilaban las canciones de los musicales más populares, los famosos Original Cast Recording. Esto provocó que, muchas veces, los nuevos álbumes de las bandas de rock fueran denominados ópera rock. Aún existe un debate para definir este curioso subgénero musical. No existe una regla definida, sobre todo porque, para algunos, la ópera rock requiere de un montaje con actores, mientras otros consideran que no requiere tal parafernalia, porque su fuente es la grabación en sí. Lo que es un hecho es que esta variante del rock adoptaría cada vez más elementos escénicos para acompañar las presentaciones en vivo de los álbumes conceptuales, los cuales terminarían por resguardarse bajo el paraguas del rock progresivo. 1967 fue un año clave para el nacimiento de los álbumes conceptuales. La publicación del ya mítico Sgt. Peppers Lonely Heart’s Club Band, de The Beatles, sentaría las bases de la ópera rock, influyendo en otras bandas para realizar trabajos mucho más centrados en contar una historia a través de canciones y en diversificar la instrumentación de cada tema.
the lights are always bright on Broadway.
Música
S.F. Sorrow is Born, he played with a Pinball wizard who sure
e plays a mean pinball, Jesus Christ! Superstar! Who are you? What have you sacrificed? There´s
Una de las primeras óperas rock, si no es que la primera, sería autoría de The Pretty Things, banda originaria de Kent, asociada con números psicodélicos de improvisación. En 1968 publicó S. F. Sorrow, un álbum estructurado como un ciclo de canciones que relatan la vida de Sebastian F. Sorrow, desde su nacimiento, su paso por el amor, la guerra, la tragedia, la locura y la desilusión de la vejez. A diferencia de otras óperas rock conocidas, cuenta la mayor parte de la historia a través de pequeños capítulos en forma de párrafos, que se imprimieron en las notas del LP, alternadas con las letras de cada canción. Para las presentaciones en vivo, cada miembro de la banda interpretaba varios personajes, aunque realizaron muy pocas por lo complejo de los montajes para la época. The Who – Tommy Pete Townshend siempre ha negado que el álbum de The Pretty Things haya influido en la composición de su cuarto disco; lo cierto es que la influencia es palpable, aunque el mérito de Tommy va más allá de la placa. Ante la necesidad de hacer evolucionar el estilo musical de la banda, de la misma manera que The Beatles y The Beach Boys lo hicieron antes, pero con la necesidad de seguir interpretando en vivo y el deseo de salirse de la estructura de las canciones de tres minutos para dejar de depender de los singles, Townshend reflexionó sobre la historia de un niño “ciego, sordo y tonto”, con una trama inexacta, pero que buscaba sintetizar las enseñanzas del gurú Meher Baba, convirtiendo la travesía de Tommy en una historia de realización espiritual y pinball. El álbum fue transcrito rápidamente a otros medios, y logró su primer montaje por la Ópera de Seattle en 1971. Su versión cinematográfica salió en 1975, pero no sería sino hasta 1992 que esta ópera rock se convertiría en musical de Broadway. Tim Rice & Andrew Lloyd Webber – Jesus Christ Superstar Siguiendo con el concepto de la realización espiritual, muy en boga a finales de los sesenta, los dos compositores y productores de Broadway se encontraban sin el presupuesto suficiente para realizar un montaje teatral, por lo que, aprovechando el éxito de Tommy, se dedicaron a contar esta versión de la pasión de Cristo desde la producción de un álbum conceptual. En palabras de Lloyd Webber, “la pieza fue escrita como un álbum de rock desde el principio, para contar la historia a través de la propia música”. Sin diálogos hablados, la trama se basa libremente en los relatos de los evangelios de la última semana de la vida de Jesús, comenzando con la preparación para la llegada de Jesús y sus discípulos a Jerusalén, y terminando con la crucifixión. Pero destaca
sobre todo por su representación de conflictos políticos e interpersonales entre Judas y Jesús, así como por la exploración psicológica de los personajes, con actitudes, sensibilidades y lenguaje coloquiales, los cuales impregnan las letras de esta ópera rock. Ésta fue la primera ocasión que un musical de este tipo funcionó con la fórmula inversa: el éxito del álbum llevó al debut de la obra en Broadway en 1971, y a su adaptación al cine en 1973. El concierto de rock como una ópera Pero más allá de esta convergencia entre el álbum conceptual y la puesta en escena, la ópera rock encontró en muchos otros actos un foro de presentación independiente, realizado por las mismas bandas. En 1972, David Bowie explotaría su talento histriónico con The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, un álbum conceptual con el cual rompería los moldes de la personificación para contarnos la historia de un alienígena que cayó a nuestro planeta, bajo una estructura que recuerda mucho al clímax de A Day in the Life, de The Beatles. Para las presentaciones, Bowie se inspiró en los movimientos y las caracterizaciones del teatro noh japonés, colocando un peso dramático a cada interpretación musical. Pero Bowie no sería el único. Peter Gabriel llevaba mucho tiempo trabajando en Genesis el manejo teatral de sus presentaciones, por lo que la idea de un álbum conceptual que narra de principio a fin una versión retorcida de Alicia en el país de las maravillas, centrada en un chico de la calle llamado Rael, y su viaje nocturno en una realidad paralela de la ciudad de Nueva York, dio como resultado The Lamb Lies Down on Broadway. Éste disco llevó a una ambiciosa gira por teatros de Europa, Estados Unidos y Canadá, donde la banda interpretaba la historia con un show de slides y utilería abstracta, además de vestuario que representaba el submundo neoyorkino. Gabriel hacía uso de sus habilidades de expresión corporal para traer a la vida a Rael y a esos seres deformes que bautizó como the slippermen. Incluso otros cantantes, que ya habían incursionado en el teatro musical, se aventuraron a realizar álbumes conceptuales. Fue el caso de Michael Lee Aday, mejor conocido como Meat Loaf, quien se juntó con el compositor Jim Steinman para componer una de las óperas rock definitivas de los años setenta: Bat Out of Hell. Se trata de un álbum influenciado por el sentimiento adolescente norteamericano de los suburbios, similar al abordado por Bruce Springsteen en Born to Run, que narra en episodios una fantasía adolescente sobre la rebeldía y el miedo a madurar. El álbum, como sus posteriores secuelas, fue convertido en musical en 2017. Como hemos notado hasta ahora, definir qué es una ópera rock resulta complejo, pero podemos concluir que una vez que el rock forma parte de una puesta en escena su dimensión artística adquiere infinitas posibilidades. +
a Star Man waiting in the sky, but boy, could he play guitar like a bat out of hell. I'll be gone when the morning comes.
The Pretty Things – S. F. Sorrow
But when the day is done and the Sun goes down and the lamb lies down on Broadway, They s
Entrevista a Mario Iván Martínez
Francisco Solís
L
a pandemia ha causado grandes estragos en la escena nacional. A pesar de ello, existen creadores que siguen trabajando. El internet y las transmisiones en vivo han generado un nuevo medio para la expresión teatral. Con ejercicios de prueba y error, los teatreros intentan llevar algo de entretenimiento y reflexión a su público durante el encierro. Esto, muy probablemente, constituirá una nueva forma de entretenimiento. Platiqué con Mario Iván Martínez, escritor, director, productor, cantante, actor y diseñador: un realizador en toda la extensión de la palabra, para que me diera algunos datos sobre el teatro musical mexicano, y aprovechamos la ocasión para platicar un poco sobre los estragos que la pandemia ha tenido en la comunidad teatral. Lee+: ¿Crees que regresemos pronto a los teatros? ¿Cuándo veremos nuevamente teatro musical? Mario Iván: Las funciones presenciales son muy riesgosas. Hasta que no haya inmunidad de rebaño, la gente no se va a sentir del todo cómoda al asistir a un teatro. Tampoco los creadores, y más en una comedia musical, en la que puedes tener músicos en vivo: tanta gente cantando, bailando, sudando… resulta muy riesgoso. Podría ser posible en alguna obra para cuatro actores. Les puedes hacer una prueba de covid a todos, incluso hasta a 10 actores. Pero pensar en 30 actores, bailarines, orquesta… Hasta que esto no encuentre una inmunidad, hay que seguir reinventándonos, y tomando este contexto surrealista como un reto a nuestra creatividad, más que sumirnos en el pasmo.
el mismo manejo de la voz para que te registre la persona que pagó su boleto en la última fila. Ha sido una experiencia grata y necesaria para compartir nuestro trabajo el día de hoy. Lo que hacemos, incluso después de la transmisión, es un encuentro (meet and greet) con algunos miembros del público para intercambiar ideas, y ellos nos manifiestan si verdaderamente se sintieron involucrados o no, y el resultado ha sido muy positivo. Pero sí hay que adaptar lo que fue concebido para teatro presencial. No lo puedes traducir de inmediato al teatro en videotransmisión. Lee+: ¿Cómo has sentido la reacción de los compañeros creadores ante la pandemia? Mario Iván: Lo peor que puedes hacer es quedarte inmóvil. Yo no me he sumido en el pasmo; me he rehusado; he lanzado cápsulas de cuento. Desde que inició la contingencia, logré convocar a grandes personajes para lanzar más de cien cápsulas en mi página A soñar despiertos, que es mi fanpage. Han participado Susana Zabaleta, Ignacio López Tarso, Eugenia León, El Hijo del Santo, Álex Lora, Héctor Bonilla, Fernanda Tapia, Álvaro Cueva, Elena Poniatowska y Lila Downs. Todos dijeron que sí, dijeron “cuenta conmigo para aliviar a los niños en el encierro”. Creo que la comunidad artística tiene mucho que aportar y es muy generosa. Debemos realizar lo que se puede realizar en estos momentos. Mientras haya salud y entrega, estaremos hurgando en la creatividad. Lo peor que nos puede pasar como artistas es abandonarnos. Hay que reinventarnos para transformar el agobio en templanza y esperanza.
El teatro en tiempos de pandemia
Lee+: Como creador, ¿cuál es la mejor forma de tomar una situación como la que estamos viviendo? Mario Iván: No puedes detenerte, hay que encontrar alternativas. Justamente Gandhi me ha colocado mis audiolibros. Tengo una colección de 23 audiolibros para niños, que he grabado durante 20 años. Y ahorita, en el encierro, me ha servido como una fuente de ingresos. También he hecho varias transmisiones de teatro en línea: mis espectáculos Van Gogh, un girasol contra el mundo, ¿Qué me cuentas, don Quijote? y Descubriendo a Cri-Cri, funciones tanto familiares como para adultos. Lee+: ¿Cuál ha sido tu experiencia con las transmisiones en vivo? ¿Crees que este medio tenga lo necesario para transmitir el lenguaje teatral? Mario Iván: Nos hemos esmerado en adoptar el lenguaje del cine y de la televisión, con el fin de que no parezca “teatro grabado”. Necesariamente te tienes que adaptar para tocar base, para que la gente se sienta incluida. Esto implica el adaptar tu estilo actoral a la cámara. Tienes que pensar que no estás en un teatro y puedes tener
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Lee+: Cuando tomas un proyecto, ¿qué es lo que te hace temblar las piernas y decidir apostar por él y realizarlo, cueste lo que cueste? Mario Iván: Que sean proyectos que hablen con el público, que tengan vigencia y que nos permitan a nosotros, como actores, lograr que el público salga distinto de como entró al teatro. Causar la catársis, conmover, tocar... Nosotros somos el vínculo entre el autor y el espectador, para volverlo trascendente. Tocar emociones, sacudir y llevar a la reflexión. Mario Iván Martínez ha decidido enfrentar la pandemia y construir con los medios a su alcance: distribuye en los medios electrónicos, se sigue conectando con otros creadores para entregarnos espectáculos de calidad y alivio para sobrellevar esta crisis. Todos los viernes, realiza una transmisión en vivo en su fanpage de Facebook: A soñar despiertos <https://www.facebook.com/asonardespiertos>. Puedes consultar las entradas a sus espectáculos virtuales a través de <boletia.com>. +
Artículo
Rompiendo esquemas en Broadway Juan Cárdenas
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Oh! Calcutta!, de 1971, fue una sorpresiva revista erótica roadway presenta constantemente producciones rimbom- originalmente presentada en el Teatro Belasco, y una de las bantes y complejas. Compite con obras más exitosas jamás presentadas. En ella colaboraron temáticas, estilos de narración, nom- escritores de la talla de Samuel Beckett, Sam Shepard, Jules bres importantes en las marquesinas, Feiffer y John Lennon; abordaba temas como intercambio atuendos y elementos escenográficos de parejas, orgias, o fetichismo. Había desnudos totales, lo envolventes. Es una experiencia. Como cual provocó que uno de sus públicos predilectos fueran consecuencia, en este barrio del centro los turistas japoneses (esto estaba prohibido en Japón). de Manhattan en Nueva York, nunca han Después de más de seis mil representaciones y 85 millofaltado la crítica, el escándalo y la polémi- nes de espectadores, la puesta en escena llegó a su fin en ca. Múltiples escritores y productores han 1989; en parte, por el escándalo causado por el producllevado a escena piezas que sacudieron a la tor del show, Norman Kean, quien asesinó a su esposa, la gran manzana, principalmente por las te- actriz Gwyda DonHowe, y luego se suicidó. Polémica de máticas que abordan o por cómo lo hacen. inicio a fin. La ópera rock del legendario Andrew Lloyd Webber Éste es un rápido recuento de algunas de sobre los últimos siete días de la vida de Cristo fue recilas más épicas. bida con entusiasmo por los jóvenes, quienes vieron la La multifacética e iconoclasta Mae West representación humana aplaudible. Pero la intolerancia escribió y protagonizó la escandalosa religiosa se hizo presente. Las protestas afuera del Teatro farsa sexual Sex, sobre una prostituta de Mark Hellinger sólo consiguieron mayor difusión. Su esMontreal. El New York Times la calificó treno ocurrió en 1971, y con el paso del tiempo, varias como “una obra tosca, inepta, de produc- temporadas en diferentes épocas han demostrado evoción barata y mal interpretada”, pero eso lución y tolerancia; en 2000 y 2012, la puesta en escena no le importó al público en 1962, que aba- no generó grandes protestas en Broadway. En 1998, una obra probó la incapacidad de la socierrotó el teatro Daly de la Calle 63. Antes de cumplir un año, la policía arrestó a todo el dad estadounidense para tolerar la crítica satírica relielenco por indecencia durante una redada. giosa: Corpus Christi, de Terrence McNally. Ésta repreEn un segundo intento, West escribió Plea- sentaba a Jesucristo y a los apóstoles como un grupo de sure Man, que recibiría el mismo trato del homosexuales viviendo en Texas. Furia, caos, amenagobierno. Luego se fue a Hollywood, donde zas y una rápida clausura con apenas 56 representase convirtió en una sensación; pero ya había ciones en el Manhattan Theatre Club Otra obra cuya vida fue recortada dramáticamente dejado su huella en Broadway. Lo extraño de este caso es que, varias déca- es El testamento de María. En este guion, la madre de das antes, la censura dio algunas muestras de Jesús cuestionaba la divinidad de su hijo. Aunque el tolerancia alentadoras. La obra La hora de los autor, Colm Tóibín, recibió una nominación al Tony niños —que contaba la historia de dos profesoras como Mejor Obra, la presión de grupos religiosos le lesbianas— tuvo gran éxito en el Teatro de Maxi- permitió apenas 16 representaciones antes de cerrar ne Elliot, en 1934, cuando toda mención sobre la permanentemente en 2013. Avenue Q también puso a prueba a Broadway, esta homosexualidad era ilegal. Sin embargo, nadie fue vez de una manera muy simple: usando marionetas arrestado por estas interpretaciones. La obra Té y simpatía abordaba temas similares, para ridiculizar temas adultos. Nadie esperaba ver típero su controversia quedó en segundo plano por teres teniendo sexo, entre otras cosas (sin embargo, la maravilla de guion: crudo pero ligero, fluido e in- ahora que lo lees, tal vez quieres ver títeres teniendo teligente. La historia se centraba en el joven Tom sexo). Por suerte, aunque ya no en Broadway, sino a Lee, quien es constantemente acusado de ser gay, las afueras, aún puedes aplaudir esta sencilla provoaunque se enamora y enreda con la esposa de un cación, que sigue vigente desde 2003. Cuando los creadores de South Park están inprofesor de su facultad (quien sospecha que su marido es gay). Demasiado enredo y temas polémicos volucrados, la controversia está casi garantizada. Como prueba, basta esta historia de dos misiopara 1953, cuando fue estrenada. Uno de los años más intensos en la historia de narios mormones en Uganda, cuya fe es puesta la humanidad tuvo una de las obras inauguradas a prueba. A diferencia de Corpus Cristi, El limás extremas y polémicas. En 1968, el musical Hair bro mormón lleva más de 10 años en gira por abría el telón. A pesar de cantar acerca de temas el mundo, ridiculizando a una religión entera, y como la revolución sexual, relaciones interraciales, no parece tener un final cercano. ¿La razón? La Vietnam, homosexualidad o la contaminación, en sinceridad con la cual es presentado el guión. aquel año lo que provocó mayores protestas fue la Trey Parker y Matt Stone optaron por desnuescena final del primer acto, en la que todo el elenco dar los hechos de una religión sin temor a las terminaba desnudo. Al revivir la obra en 2009, este consecuencias, en ello recae su éxito. Una desfachatez inteligente. + detalle pasó casi desapercibido.
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Juan Cárdenas. Es un escritor y fotógrafo mexicano radicado en Las Vegas. Ha expuesto su trabajo desde hace más de 20 años y bajo el seudónimo Desautomatas busca en su arte la reinterpretation y replantación de todo discurso e idea. Síguelo en @Desautomatas
Adrián García
La obra soñada
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esde la antigua Grecia, el teatro ha sido parte fundamental del arte; un recuerdo efímero de que a los humanos nos gusta contar historias y también escucharlas. Desde que nos reuníamos alrededor de una fogata y pintábamos mamuts en las paredes de cavernas hasta las series por streaming vistas en nuestros celulares, resulta claro que las historias vienen grabadas en nuestro adn. El teatro es, en parte, el arte más romántico: cada detalle que podemos apreciar sucede de manera única e irrepetible. Cada diálogo, movimiento y reacción nos dan aquella sensación de finitud que lo vuelve tan especial. Desde las tragedias griegas, pasando por Shakespeare, hasta llegar al Libro de Mormón, han existido grandes artistas que dejaron su legado en cada uno de los escenarios; así que decidimos hacer un crew imaginario con los mejores en cada área teatral, una especie de alineación de ensueño.
Dramaturgia William Shakespeare (1564-1616) Poeta y dramaturgo inglés, famoso por escribir las más irreverentes comedias, así como tragedias que podrían provocar una crisis existencial a cualquiera. Su increíble talento para captar las emociones humanas como el amor, los celos o la venganza lo llevó a convertirse en el escritor más importante de la lengua inglesa y el favorito de la reina. Ahora que lo hemos elegido, todo depende de qué humor se encuentre nuestro escritor para saber si va a entregarnos algo ligero como La fierecilla domada o alguna obra densa al estilo de Tito Andrónico. Si no encontramos su nombre dentro de los créditos, es posible que su manuscrito esté firmado como el Bardo. Producción Andrew Lloyd Webber (1948) Productor, escritor y compositor británico, es la mente maestra detrás de las más exitosas puestas en escena de los últimos 40 años. Se trata de un especialista en producir musicales revolucionarios, como Evita, El fantasma de la ópera y El mago de Oz. Ha ganado tres premios Tony y un Óscar. Al final, este caballero de la corona británica resulta perfecto para producir obras que trascienden a la cultura pop. No tomaremos en cuenta el pequeño detalle de Cats, la película. Compositor Lin-Manuel Miranda (1980) Creador de Hamilton, la obra más relevante en los últimos años, este autor, originario de Nueva York y con raíces latinas, ha enfocado gran parte de su carrera a crear contenidos incluyentes. Tiene el récord de más nominaciones a los premios Tony, y podemos estar seguros de que sus composiciones siempre van a suponer una elocuente y afilada carga política. Además ha compuesto versos en rap para algunos de los personajes más célebres de la historia estadounidense. Actor Laurence Olivier (1907-1989) Actor y director inglés que participó en más de 120 obras teatrales. Para muchos, se trata del más grande actor de la historia, y probablemente no se equivocan. Su rango actoral sobresalía gracias al singular método con el que trabajaba: “desde dentro hacia afuera”. Además, siempre usaba algún
aparato protésico, pues para poder desempeñarse no podía parecerse a él mismo. Actuó tanto en Reino Unido como en Broadway. Con todos estos méritos, Oliver es el actor perfecto para llevarse el protagónico de nuestra obra imaginaria. Actriz Liza Minnelli (1946) La diva por excelencia. A pesar de haber participado en pocas obras de teatro, Liza Minnelli es una de las mejores actrices que ha pisado un escenario. Cuenta con una fuerza escénica incomparable, además de una voz única, que la convierten en energía pura al momento de interpretar su papel. Ganadora de los premios Óscar, Emmy y Tony, Minelli interpretaría como ninguna el papel protagónico de nuestra obra soñada. Escenografía Ian MacNeil (1960) Este escenógrafo inglés se volvió célebre por sus diseños de vanguardia, que dejan con la boca abierta al público dentro de las salas de teatro. Entre sus obras más notables destacan las escenografías de Billy Elliot el musical y Ha llegado un inspector. Un dato interesante es que MacNeil lleva muchos años siendo abiertamente homosexual y realizando activismo a favor de esta comunidad, con el objetivo de dejar la puerta abierta para que más creadores puedan realizar su trabajo fuera del escrutinio público. Con el talento de MacNeil podemos estar seguros de que nuestras escenografías darán mucho de qué hablar. Coreografía Susan Stroman (1954) Ganadora de cinco premios Tony, esta directora y coreógrafa es una institución dentro del mundo de las bambalinas. Saltó a la fama gracias a sus singulares estructuras de movimiento, y pasó a la historia como la primera mujer en ganar el Tony a Mejor Dirección y Coreografía en la misma noche por el musical Los productores. Podemos estar seguros de que nuestra obra mantendrá al público mirando de un lado al otro del escenario. Vestuario Ann Roth (1931) Diseñadora de vestuario estadounidense. Ha dividido su carrera entre el teatro y el cine, desarrollándose de maravilla en ambas disciplinas. Participó en más de 130 películas y en aproximadamente cien obras de teatro. Fue galardonada con los premios Óscar y Tony por la obra El Nance. Sus invenciones van desde vestidos de la Segunda Guerra Mundial hasta trajes de ciencia ficción. Esta multifacética vestuarista se convirtió en inspiración para cientos de estudiantes alrededor del mundo. Con este crew podemos estar seguros de que nuestra obra soñada va a ser todo un éxito. +
Tema del mes
Dirección Konstantín Stanislavski (1863-1938) Actor, director y pedagogo teatral de origen ruso, célebre creador del método interpretativo Stanislavski y cofundador del Teatro de Arte de Moscú. Su búsqueda intelectual sobre la actividad del actor y la creación de personajes lo llevó, desde joven, a experimentar con el subconsciente y las motivaciones de los personajes unidas a las del actor. Tuvo alumnos célebres, como el actor Mijaíl Chejov. De esta forma, el gran Stanislavski es el director ideal para guiar a los actores y sacar el mejor provecho de éstos.
Música
n o i c u l o v La esrine a s e d n la ir a ic s ú m r ta e r p ter
en la hambruna de cuando —al igual que n, blí Du en a bandas oll arr La historia se des s jóvenes se inspiran en igran cada semana. Lo nda, la imagen rechico em Irla as un en son con nsa n, per pie de ció te cia les gen ini uando la eligente historia de a oscura 1840— mi int a vez un cer n sus de ece o ige ofr dir vas y e , un da a Bowie, qu como Duran Duran currente suele ser una joven figura pareci un pasaporte irbra de en ta los go, r tra po bar Se do em oe. rca Sin hér ma a. o cool com con espum e un lenguaje visual símbolo ant el os ás am e: ver un Est és, s. los nd ale al irla sic fin o eur videos mu sica, que al landés o en cualquier cuando el propios transformador de la mú mostrado desde 1534, de la escuela y el poder ca se alejan en un barco es chi con su y vu oe hér ta el del arpa. El arpa se ha pla ir, de clu a con ned Al mo la es. erado at, con gro vu el bra ñó a Londres en un desesp poetas, modelos, célebre Enrique VIII acu r si el arpa también se je casi metafísico: van s, po via se are un lug par o os nd ocu otr cia pre ini e tre En abl ca, de pes angloirlandesa. ho, resulta inevit i y ix. hec vii e los est a sig nte los de Fre s r. ida nfa láp r triu encuentra esculpida en istas y intento po para cruzar el mar. lico celebraba a los arp The Frame de 1990 suficiente combustible nen tie El antiguo mundo gaé con de o con la exitosa banda ver baj a el ó der toc ban y, la de coe, rne Ca naj n me ho El director, Joh algunos videos—, antes la música, a manera de la cual también dirigió ndés a símbolo de la Irlanda el irla par en ma ión tió gra pac vir pro gru con un —a se lk, un arpa de oro ad de Ir- a 1993 ando Bachelor's Wa ied cre Soc ión La . vis nes . tele cio las en era ícu ar gen a trabaj pleto a hacer pel revolucionaria durante do verde menzar tarde dedicarse por com nimizó el arpa dorada con fon gran influencia, y más eet, John Carney lo mi de Str g n Sin elió landeses Unidos utilizó gió reb elo la erg de al elb ion Spi e desnac ven lo cab Ste , bo o ba” nd sím y Si bien, cua el e un hombre con bar como motivo central será escuchada”, era de que ector “no era más qu s y dir e má eva est ade nu e a és, qu nd arp do irla un ien el Spielberg de 1798. “Es sura a la dic podría ser visto como andarte, debido a la cen . tacar que Carney ina lema inscrito en el est bel isa ca épo la de etidos des ortal película que se bién usa barba. cual los arpistas eran som igió Once, la ahora inm e destruyó el tam dir y qu rne na, Ca , bru eet ham la historia Str n g gra Antes de Sin toria de un músico y Una vez superada la mpo, en musical: la his enorme pobreza y mi tie a o presuo un baj sol ó y un voc mu a , pro tió con y vir és ada idioma irland tradición de con ado. Once fue film a sum igu ant con su no Markéta or con a , am to esa un nd musical de The Frames, jun gración, la música irla por Glen Hansard de lo xix, gracias al resurda sig , consiiza el cas on en mi tag ó nó pro aci y eco ren o, s, nes est melodías gaélica todo y las restriccio n ado, el Estado pu Co pas lo ca. sig che el Begun, te s En tan Ha ta. can ng cel : And the Heali ia Irglová, una gimiento de la cultura ción de Van Morrison can guerra de independenc a la un r en liza ado uti n roc ero der británico fue rd. és de obtener gui retada por Glen Hansa la gran química ). Sin embargo, despu ida, para ser interp enos amigos, así que rim irlandesa (1919-1921 bu rep n era nte y me rne eva Ca nu y á ía lov ser a Irg para conseguir nd rd, n Irla nsa aro ia, Ha ion la independenc to de cada uno se fus incipiente Estaen El . tal ana le tab rom este trío no ca el óli y s cat s. El genio creativo de ad entre ello esta vez por la Iglesia con canciones originale religión en una socied convirla no , r bal der po glo mo ido o to ten sic en clá mi sos un oci do irlandés fue su obra a un recon jo ncia dañina de la du lue inf con y La or por o, il. am sm civ su mi re sí rra los brilla por y ha hablado sob carbonizada por la gue teatro musical. Carne Rain. il y a los escándalos de de ant the ra in inf ob so ng en nci abu ola al Da nd ía en tié cir Iglesia condu cionaron duSinatra y Gene Kelly fun e nk qu s Fra que are de la lug r , tos po és” éxi ón beb ros y a es también la raz adas los prime “hogares para madres s solteras eran confin istas auténticos, y ést art dre ma los las tan les can cua en lo Le rante años, en inistradas por bajista, tamilares a cárceles y adm tuvo tanto éxito. director, compositor y en casas de trabajo sim y enterrados Once os tad eba arr n destaca no sólo como era se y os ontrado con hij rne enc Ca sus n he e qu Joh me ras do iglesias, mient su voz suave. A menu de ico ún nto n, o en alblí tale el Du r eron a bién po sicos callejeros de en fosas comunes. afton, hogar de los mú io y la televisión expusi n. Carney Gr rad bó le la , bar cal 50 y la 19 lde en de mi él hu ada En la déc un hombre acerbo, roll estadounidenEs and e. k art roc de al Irlanda, n s de ció ese iva osi nd rat musical y nar n lle- guna exp los jóvenes músicos irla s y el pop folk tambié revolucionaria tradición s a un atle la no o Be me e uad al Th tin a, zco con ent no ha ses Co s . se. En los año de la música sería con letras hermosas ada as sic déc ren clá sus gra las la en ícu go, eet pel bar o Str sonora de Sing en Ir- creand garon a Irlanda. Sin em siempre toca la banda punk y a la guerra civil e to qu ien co vim ísti tur mo a al s guí cia la de 1970, gra . Era la época de este moda como The Troubles ridos en autobús. una época dorada en landa del Norte, conoci a con el atracti- cor ací ren esa nd ndesa está atravesando irla jor moirla a a me sic sic un mú mú la ido La ts; hab Ra n ha The Boomtow o Phil Lynott. es cantautor, y nunca com o nd es, gunté mu nes el bli pre le du do te, os To . ien ker una charla rec bandas mento vo mundial de los roc izar la música local. En quién década de 1980, con ton a la sin re, a en Cla ió par ty nac nto un na me Co der de al te La era mo o y autor provenien Fat Lady Sings, que sic y sus mú en pp tre ty, En Ha her . Do ing esa nd eth vid en la música irla principal; a Da irlandesas como Som ar si estoy interesado n Baby pieron en la corriente uch bié um esc irr Tam a . rse erí eill ma deb for O'N a de o se Lis O'Neill y poco tiemp a última banda aciones destacan Susan nes irlandeico de Bono y U2. Est a, quienes recomend a de las mejores cancio un uel además del éxito volcán , esc ery de nn s Fla igo ck am Mi de y po an gru Hannah, un Sus un de Old r lk, po de Ta rf ve, nta Lo res Clo integró en veinte años; Oh My ormarían en nomb o z nsf die tra os se im y , últ Feeney, en ses ie los cla Jul de sas sible Beautiful, de se reunían después de to, y el genio de Impos olu o. abs nd o mu sic el clá o tod en conocidos s escuchar sica. ícula mu- voz y mú o y cantando, y puede ordar Sing Street, la pel nsard continúa tocand r en prerec Ha a ipa nn tic iga Gle par obl le me sue U2 n ió de bié rib La historia ansard.com>. Tam obra para la cual esc enh y, <gl rne en dujo la Ca n ías pro , Joh lod 19 és me 20 nd pandémicas. En ntada en los sus sical del director irla bién benéficas en épocas no tam nes. La película, ambie l es cio cua ion can la tac a sus sen par de e ve, ias qu Lo var la letra de romántica Modern amigos de la escuela a edi de oso po com esp gru de su un gía con de e olo ia viv ia de los pri- ant . Markéta Irglová ochenta, es la histor ribió varios episodios gran medida, la histor esc en y , ece igió Par dir da. de ban ar a forman un a urbana, en lug de los tiemtres hijos en Islandia. o ambientada en la zon protagonista y sus ido un largo camino des en meros días de U2, per jov El . no Bo de rf a e Irlanda han recorr nta sic eva y audaz Clo mú nu a La da un ala s, ud día aca de y los alu s la exclusiva ólico, en el cual se aban las arpas. Todo cat em to qu titu se e ins qu olución: toun en rev a, s la po uel es la esencia de a. Los chicos se llega a su nueva esc a en Grafton Street. Ésa por parte de la Iglesi uen il res ant inf voz so y abu al, al e clarament libertad person er ruido. + o a una puerta hacia la mar una posición y hac aferran a la música com . cas chi r oce con para también como un medio
Anthony Kelly
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Anthony Kelly. Es un escritor y guía turístico irlandés. Le encantan Irlanda, el cine, la música y la fotografía de paisajes. Es padre, y espera poder visitarnos algún día, pues adora la comida mexicana.
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Ve la entrevista en mascultura.mx y en YouTube revistaleemasdegandhi
Irma Gallo
E
n Mantén la música maldita, su libro más reciente, el escritor y periodista coahuilense Carlos Velázquez lanza una premisa que, como una bomba molotov, provoca un incendio en todos los textos, dotándolos de nuevos sentidos: “El poder de la música es inconmensurable. Sin música la gente como nosotros estaría perdida”. Este “nosotros”, no me cabe duda, somos todos. Desde Soda Stereo y The Who, pasando por el descubrimiento (para mí) de bandas y personajes como El Muertho y los Pellejos, hasta las leyendas Iggy Pop, Billy Idol y Roger Waters, las crónicas de este libro nos tocan a mujeres y hombres; jóvenes y ya no tanto, y no podemos sino recibirlas con todos los sentidos abiertos. “Todos los textos aquí cuentan una historia —dice Carlos Velázquez en entrevista con Lee+—. Son crónicas, hay muchas historias, algunas anécdotas. No son textos netamente periodísticos, es decir, no son textos que hablen nada más de la música en abstracto”. La música como un modo de vida “Hay un texto sobre Rogers Waters, y digo que es una especie de crónica porque es visto a través de la vida de un fanático de Pink Floyd, para quien, ahí lo dice él mismo, es un estilo de vida”, cuenta Carlos. “Es una persona ya jubilada, que va por el mundo siguiendo a Roger Waters cuando hace sus giras. Entonces, lo mismo lo ve en Monterrey que en Guadalajara, que en Ciudad de México, que en Londres, que en París. Y eso es algo que solamente cosas como el rock son capaces de producir. Lo más cercano a esto es lo que ocurre con las porras de futbol, que cuando un equipo va a jugar contra Veracruz van en el autobús y tal, cuando van contra Chiapas, van igual. Pero sucede a mucha menor escala. El fanático de rock es, quizá, uno de los fanáticos más entregados, y el fanático de rock mexicano es todavía uno de los más apasionados”. Carlos Velázquez atribuye esta pasión a que “nosotros, como público mexicano, tuvimos durante muchos años una carencia muy grande de conciertos, y sobre todo de muchas bandas que siempre queríamos ver y que nunca venían al país. Entonces, cuando se empieza a hacer este circuito de conciertos de rock a nivel mundial, a llegar las giras a lugares cada vez más alejados de las grandes capitales, la gente empieza a ‘sacarse la espina’, a darse todos esos lujos que no se podían dar, porque en aquellos años solamente la gente que tenía mucho varo podía viajar a Estados Unidos o a otros lugares para poder ver a los artistas que quería”. Dos conciertos de rock en español que marcaron a Carlos Velázquez “En el 94, fue Caifanes en la Plaza de Toros Torreón, que vinieron con El nervio del volcán; para mí fue una experiencia muy brutal porque la banda estaba en su mejor momento desde mi punto de vista —comenta—. Y que vinieran a Torreón, que nos voltearan a ver, que nos observaran, que vinieran a compartir lo que estaba pasando en el rock mexicano fue muy significativo. Y un poco antes, creo que fue en el 89, en la gira del en vivo de A todo calor, vino también El Tri a la Plaza de Toros Torreón. Yo nunca había estado en un concierto; fue el primero. Recuerdo que junté muchísimo dinero para comprar el boleto (yo tenía 11 años) e ir a ver al Tri”. A pesar del esfuerzo del entonces pequeño Carlos para comprar el boleto, su mamá no lo dejó ir al concierto. Sin embargo, el incipiente fanático del rock se escapó y se fue con unos amigos mucho mayores, lo que le costó una fuerte reprimenda.
Entrevista a Carlos Velázquez
Una señora con leggings: el sentido del humor en estas crónicas “Nosotros siempre nos estamos burlando de todo —dice Carlos—. Hay algunas cosas que no pueden escapar al escarnio. Por ejemplo, yo siento mucho respeto por los músicos, pero llego a ver a Billy Idol y lo primero que me salta a la vista es que está lleno de rucos. Y luego, resulta que sale Steve Stevens, que es uno de los mejores guitarristas de la historia; sale con el pelo así, como de muñeca arrumbada; entonces uno lo ve y te da risa porque ya está grande y, por tratar de seguir conservando su imagen de rockero, algunas veces cae en el ridículo. Sale con unos leggings pegaditos, como si tuviera 15 años, el pelo así… Sin embargo, el concierto fue un megaconcierto. Billy Idol podrá cantar las mismas canciones de hace mucho tiempo, pero ¡qué canciones!”. Mucha de la gente que Carlos conoció en su infancia y adolescencia se perdió: terminaron enganchados con la droga, en la cárcel o muertos. Los que se salvaron, está seguro, fueron quienes crecieron escuchando rock. +
Irma Gallo. Periodista y escritora. Fundadora de La Libreta de Irma: <https://lalibretadeirmagallo.com/> Premio Nacional de Periodismo Cultural "René Avilés Fabila" 2018. Autora de Profesión: mamá (Vergara, 2014), #YoNomásDigo (B de Blok, 2015) y Cuando el cielo se pinta de anaranjado. Ser mujer en México (UANL, 2016 y VF Agencia Literaria, 2020; segunda edición en eBook). Twitter: @irmagallo
LOS LEÍDOS NO FICCIÓN
FICCIÓN MUJERES DEL ALMA MÍA Isabel Allende PLAZA JANÉS
Isabel Allende bucea en su memoria y nos ofrece un emocionante libro sobre su relación con el feminismo y el hecho de ser mujer, al tiempo que reivindica que la vida adulta hay que vivirla, sentirla y gozarla con plena intensidad. En Mujeres del alma mía, la gran autora chilena nos invita a acompañarla en este viaje personal y emocional desde la infancia hasta hoy.
LA CIUDAD DE VAPOR Carlos Ruiz Zafón PLANETA
Carlos Ruiz Zafón concibió está obra como un reconocimiento a los lectores que le siguieron a lo largo de la saga iniciada con La sombra del viento. El eco de los grandes personajes y motivos que animan a las novelas de El cementerio de los libros olvidados resuena en los cuentos de Carlos Ruiz Zafón —aquí reunidos por primera vez, y algunos de ellos, inéditos— en los que prende la magia del narrador que nos hizo soñar como nadie.
SALVAR EL FUEGO Guillermo Arriaga ALFAGUARA
Premio Alfaguara de novela 2020. Una historia de violencia en el México contemporáneo, donde el amor y la redención aún son posibles. Marina, una mujer casada, con tres hijos y una vida familiar resuelta, coreógrafa de cierto prestigio, se ve involucrada en un amorío improbable con un hombre impensable. Salvar el fuego retrata dos Méxicos completamente escindidos. Una obra que retrata los absurdos de un país y, también, las contradicciones de la naturaleza humana. Una novela de amor que termina por brindar esperanza.
CONFIANZA CIEGA John Katzenbach EDICIONES B
Vuelve el maestro del thriller con una nueva novela de acción trepidante en la que nada de lo que ocurre es lo que parece ni nadie es quien dice ser. Cuando Maeve desaparece sin dejar rastro, su hija Sloane no se sorprende: si su madre tenía que desaparecer, sólo podía ser en extrañas circunstancias. Sin embargo, esta vez es distinto. ¿En quién puede confiar ahora Sloane?
EL CLUB DE LAS 5 DE LA MAÑANA: CONTROLA TUS MAÑANAS, IMPULSA TU VIDA Robin Sharma GRIJALBO
Robin Sharma desarrolló el Club de las 5 de la mañana hace más de veinte años, gracias a los revolucionarios hábitos que le permiten a sus clientes incrementar la productividad, mejorar su salud y afrontar con serenidad la época en que vivimos. Este libro, de profundo impacto personal, nos descubrirá las rutinas que han hecho posible que muchas personas alcancen grandes resultados al tiempo que nuestra felicidad y vitalidad aumenta.
EL PODER DEL AHORA UN CAMINO HACIA LA REALIZACIÓN ESPIRITUAL Eckhart Tolle GRIJALBO
El poder del ahora es un libro único. Tiene la capacidad de crear una experiencia en los lectores y cambiar su vida. Hoy es considerado una obra maestra. Para lograr la iluminación sólo tenemos que comprender nuestro papel como creadores de nuestro dolor. Es nuestra mente la que causa los problemas con su corriente de pensamientos, atándose al pasado, preocupándose por el futuro.
CÓMO GANAR AMIGOS E INFLUIR SOBRE LAS PERSONAS Dale Carnegie DEBOLSILLO
El único propósito de este libro es ayudar al lector a que descubra, desarrolle y aproveche esos poderes latentes que no emplea. Algunos puntos importantes del contenido: Maneras de agradar a los demás—Cómo causar una buena impresión—Convertirse en buen conversador e interesar a la gente—El secreto de Sócrates—Cómo obtener cooperación—Cómo criticar y no ser odiado por ello.
LIBRO AGENDA PEQUEÑO CERDO CAPITALISTA 2021 RETOS FINANCIEROS Sofía Macías AGUILAR
¿Ya te cansaste de sufrirle a fin de mes, de que no te alcance para metas más grandes o que una emergencia te ponga al borde de la quiebra? ¡Entonces este libro agenda es para ti! Si algo nos enseñó el año pasado es que tus finanzas no pueden quedar abandonadas. Si sigues estos retos, este año no te quedarás en la teoría o en los típicos buenos propósitos.
DE ANIMALES A DIOSES Yuval Noah Harari DEBATE
GAMBITO DE DAMA Walter Tevis ALFAGUARA
La serie de hoy. El libro del momento. El personaje de tu vida. Desde su primera publicación en 1983, esta novela se convirtió en un libro de culto para ajedrecistas y amantes de la gran novela americana. Un secreto que de repente explotó a finales de 2020, con el estreno de la serie basada en esta historia, conquistando en tiempo récord al mundo entero.
Hace cien mil años, al menos seis especies de humanos habitaban la tierra. Hoy sólo queda una: la nuestra. ¿Cómo logró nuestra especie imponerse en la lucha por la existencia? ¿Por qué nuestros ancestros se unieron para crear ciudades y reinos? ¿Cómo llegamos a creer en dioses o en naciones; a confiar en el dinero, en los libros o en las leyes? Harari traza una historia de la humanidad y las tres grandes revoluciones que nuestra especie ha protagonizado.
JÓVENES LOS COMPAS Y LA MALDICIÓN DE MIKECRACK Mikecrack, El Trollino Y Timba VK MARTÍNEZ ROCA
HARRY POTTER Y EL LEGADO MALDITO J. K. Rowling SALAMANDRA
FINALMENTE SOY YO Lesslie Polinesia MONTENA
UN DÍA DE LLUVIA Ana María Machado Y Françesc Rovira SANTILLANA
LA REINA ROJA Victoria Aveyard OCÉANO GRAN TRAVESÍA
ELECTRÓNICOS
ARTE Y RECREACIÓN
UN DAÑO IRREPARABLE. LA CRIMINAL GESTIÓN DE LA PANDEMIA EN MÉXICO Laurie Ann Ximénez Fyvie PLANETA
MANDALAS: LIBRO DE ARTE PARA COLOREAR LAROUSSE EDITORIAL NUEVA IMAGEN
EL NEGOCIADOR. CONSEJOS PARA TRIUNFAR EN LA VIDA Y EN LOS NEGOCIOS Arturo Elías Ayub GRIJALBO
IMAGEN, ACTITUD Y PODER Lucy Lara AGUILAR
EL DUQUE Y YO Julia Quinn TITANIA
VAN GOGH PARA COLOREAR LAROUSSE EDITORIAL NUEVA IMAGEN
Las palabras de la autora son duras: “Desde el comienzo de la pandemia en México, me indignaron las declaraciones de Hugo LópezGatell: su insistencia en que la enfermedad no era más grave que la influenza, el exceso de confianza y el espectáculo teatral de sus apariciones públicas. Hoy, él reporta a diario las consecuencias de sus decisiones”.
En este nuevo libro, Arturo Elías Ayub, director de Fundación Telmex, nos muestra las mejores prácticas para ser un emprendedor, tomar buenas decisiones y encontrar lo mejor para todas las partes. A través de anécdotas, él nos comparte lo que ha aprendido en los negocios y en la vida.
Todos se divertían en ese baile. Todos, menos ellos dos: Daphne, una hermosa joven agobiada por su madre, y Simon, el huraño duque de Hastings. Ambos tenían el mismo problema: la presión para encontrar pareja. Al conocerse, urdieron el plan perfecto: fingir un compromiso, pero eso no sería tan simple…
SALVAR EL FUEGO Guillermo Arriaga ALFAGUARA
Premio Alfaguara de novela 2020. Una historia de violencia en el México contemporáneo, donde el amor y la redención aún son posibles. Marina, una mujer casada, con tres hijos y una vida familiar resuelta, coreógrafa de cierto prestigio, se ve involucrada en un amorío improbable con un hombre impensable. Salvar el fuego retrata dos Méxicos completamente escindidos. Una obra que retrata los absurdos de un país y, también, las contradicciones de la naturaleza humana. Una novela de amor que termina por brindar esperanza.
EL VIZCONDE QUE ME AMÓ Julia Quinn TITANIA
Los cotilleos de lady Whistledown nunca fallan: Anthony Bridgerton es el soltero más codiciado de la temporada en la alta sociedad victoriana. Pero este año, el atractivo vizconde, amante de la diversión y enemigo del compromiso, sorprende a todos y decide buscar esposa y sentar cabeza. Edwina Sheffield es su elegida, pero para conseguir su mano tendrá que enfrentar grandes retos.
En este libro encontrarás más de sesenta mandalas hindúes para colorear y crear hermosos mosaicos, que puedes conservar en el libro o convertirlos en parte de la decoración de tu lugar favorito. Aquí no hay límites: ilumínalos con plumones, acuarelas o con lápices de color. Sólo tienes que elegir la mejor técnica y dejar volar tu imaginación. Al final, ¡tu libro de arte será único!
Utilizando como modelo su vasta experiencia como editora de revistas, Lucy te ofrece los mejores consejos para que tengas una presencia impactante, desde cómo dominar las emociones, hasta cómo sortear el infame “techo de cristal” al que nos enfrentamos las mujeres en nuestras carreras profesionales.
Vincent van Gogh es uno de los artistas que con mayor fuerza se adentraron en el alma humana. Sus pinturas son una manera de descubrirlo y descubrirte, por esta razón, este libro te permitirá reinterpretarlo y transformar a su obra en el espejo de su personalidad y tu vida.
MANUAL DEL CAFÉ Nicolas Artusi PLANETA
¿Qué variedad de café elegir? ¿Cómo influye el tostado? ¿Cuál es el molido ideal para una cafetera italiana? ¿A qué temperatura tiene que estar el agua? ¿Cuál es el tiempo de infusión correcto para una prensa francesa? ¿Qué características debe tener el espresso ideal? Este manual revela toda la información necesaria para preparar la bebida perfecta y disfrutarla al máximo, es la guía definitiva para comprar, preparar y tomar el elíxir de los dioses.
VIDA MÍA Sereno Moreno GRIJALBO
Que Vida mía pueda encontrarse en tus manos no es una coincidencia. Es tu oportunidad para descubrir la magia de la cultura mexicana. No sólo conocerás México a través de sus paisajes cautivantes, sus tradiciones únicas y su naturaleza extraordinaria: también serás responsable de darle a esta historia un toque de color. Comienza esta nueva aventura y déjate llevar por tu creatividad. Vive este libro al máximo y hazlo tan tuyo como desees.
NIÑOS LOS COMPAS Y EL JUGUEMOS A LEER. LIBRO DE LECTURA Y CUADERNO DIAMANTITO LEGENDARIO Mikecrack, El Trollino DE EJERCICIOS Y Timba VK Rosario Ahumada MARTÍNEZ ROCA EDITORIAL TRILLAS
LOS COMPAS Y LA CÁMARA DEL TIEMPO Mikecrack, El Trollino Y Timba VK MARTÍNEZ ROCA
LOS COMPAS MI LIBRO MÁGICO LECTOESCRITURA (CLÁSICO) ESCAPAN DE LA PRISIÓN Mikecrack, El Trollino NUEVA EDICIÓN Y Timba VK Carmen Espinosa Elenes De Álvarez MARTÍNEZ ROCA GRUPO EDITORIAL ONCESETENTA
In memóriam
Francisco Goñi
Sonata para un amigo S
iempre he agradecido dos cosas de haber trabajado por más de veinte años en librerías: el acceso infinito a los libros y haber conocido a personas que son fundamentales en mi vida. Hacia 2005, cuando trabajaba para El Péndulo, en la sucursal de la Condesa, convivir con los vecinos, artistas, editores y escritores de la zona era pan de todos los días. Era verdaderamente un privilegio presenciar el desfile de personalidades. Entre ellas, un hombre de tez blanca, con lentes y barba, cabello crecido, vestido con camisa y saco de pana, que comenzó a acercarse —con mucha amabilidad— a mí y al resto de mis compañeros. Un gran sentido del humor y una notable inteligencia fueron su carta de presentación. Este personaje entrañable, Jorge Lebedev, quien nos traía chocolates a la mitad de la jornada y hacía el tiempo más amable, rápidamente formó parte de las instantáneas de la librería. Siempre estaba fumando y con una taza de café. Horas y horas. Después, bajaba al piso de venta y nos preguntaba por novedades, catálogos editoriales o quería saber qué leíamos. Abordaba con ironía los temas más relevantes del medio editorial, ya que rememoraba los tiempos de grandes editores y colegas que conoció, y agregaba que todo en el presente “era un desastre”. Conde, George, Georgie, Abuelito, como le decíamos sus más cercanos, con el paso del tiempo se convirtió en el consejero (informal) de la librería, además de un amigo a quien podíamos acudir ante cualquier problema personal. Resultaba impresionante su disposición para escuchar. Y quizá su virtud central era ayudar al otro. De alguna u otra forma, trataba de solucionar el desempleo de uno, asesorar sobre las cuitas amorosas de otro, o simplemente reconfortar en situaciones complicadas. Jamás hubiéramos imaginado que Jorge, con su aparente sencillez y su temperamento accesible, había sido editor de Jorge Luis Borges y del Premio Cervantes en España durante años, o conocido cercano de Bioy Casares, Arreola, Pacheco, entre tantos otros. Con modestia y sin mayor aspaviento, podía recrear conversaciones que tuvo con Octavio Paz, Vicente Rojo o Juan Rulfo. Fue, desde la edición, un importante interlocutor de su tiempo. Sigiloso, crítico y mordaz, sarcástico y un poco cínico. Empató con muchas mentes brillantes en la cultura, y mantenía encuentros intelectuales en las terrazas de los cafés y bares. Sin embargo, sus amistades intelectuales no le estorbaban en absoluto para ser amigo de algún vendedor de películas piratas que conseguía cualquier pedido especial o del carpintero que le hizo su hermosa biblioteca. Trataba a todas las personas con la misma seriedad, que se vertía de inmediato en bromas o en algún comentario pícaro. A través de él, pude conocer a Mario Pellegrini, hijo del escritor surrealista Aldo Pellegrini, y enterarme de la efervescencia onírica en Buenos Aires. Caminar con él en ferias del libro suponía pararse a saludar a medio mundo: los principales editores de Hispanoamérica lo conocían y se acercaban con sonrisas. Jorge fue pieza clave para que existieran importantes colecciones en México, Argentina y España: la Biblioteca Borges, Ediciones del Premio Cervantes, la línea editorial de RBA y Ediciones Gandhi son ejemplos de ello. Hay que decir que su trabajo siempre fue tras bambalinas; huía del reflector y despreciaba las fotografías, quizá el público lector no lo conocía, pero en el medio era todo un referente. Entre pizzas, whisky o café, me gustaba mucho preguntarle por sus amores y sobre la época loca de la “movida madrileña”. Soltaba carcajadas por los gestos con los que describía esas andanzas, y su típico “buuueno…”. Hablando del apoyo a los otros, siempre agradecí que mediara mi regreso a las librerías, ya que después de una larga estancia laboral en El Péndulo, me aventuré al comercio electrónico sin gustarme realmente. Cuando quise regresar al sector librero, en definitiva, Jorge fue un detonante para que se dieran las cosas con librerías Gandhi, donde él fungía desde años atrás como editor. Fueron poco más de siete años maravillosos de compartir el ambiente laboral. Incontables charlas sobre el devenir del libro, la poesía, las traducciones, chismes de pasillos, lecturas apasionantes, proyectos personales, parejas, etcétera. No podría recapitular aquí todo lo que le aprendí. Lo único que sé es que para mí representaba un faro en la noche, un guía en el caos: siempre tenía un comentario oportuno o una frase sabia para tranquilizar la ansiedad y la depresión. Por lo regular, cuando viajábamos a la fil de Guadalajara, nos tocaba compartir habitación. Recuerdo perfectamente que, para dormir, Jorge necesitaba prender el aire acondicionado a todo motor. Pero a mí, friolento extremo, me molestaba mucho, incluso perjudicaba un poco mi salud. Así que, en el último viaje que compartimos, harto de padecer frío en las noches, decidí esconder el control remoto. Fingí no saber cómo se prendía el aire o si requería control. Él se molestaba cada noche, y se cabreaba mucho con el hotel, recriminando que era un lugar de quinta y con pésimo servicio. Yo tenía que hacer un esfuerzo enorme para no romper en risotadas. El día de regreso, antes de hacer check out, culminé la mentira, fingiendo sorpresa porque misteriosamente apareció el control que tanto buscó por tres días. Después de mi broma, ciertamente, sentí algo de culpa, pero nunca se lo confesé... Hoy daría lo que fuera por pasar las noches con frío y tenerte aquí, amigo. De igual manera, el mundo lo percibo más frío sin ti. Hasta siempre, querido Conde. + 30
Francisco Goñi. Ensayista y librero con más de 20 años en el sector. Ha publicado Temor y piedad y A la orilla del mundo.