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Nº 10 2013
MALA VOTAR O NO VOTAR MALA / EDICIÓN 10 / 2013
EDUCACIÓN, CULTURA Y SOCIEDAD
esa es la cuestión
Esta revista camina libremente por las principales calles de Latinoamérica. MALA / PÁG 1
índice
Editorial
4-5
“10 Razones para no votar”
6-9
“Una opinión libertaria desde la argentina acerca de la táctica electoral” Por Militantes Libertario/as Sindicales y Territoriales de Buenos Aires.
10-138 -9
“Esbozo para una reflexión referente a lo electoral” Por Factor entrópico
14-15
“La Democracia en nuestras manos” Por Claudia Hernández
16-17415
“Una Democracia real es posible” Por Mariem Labidi
18-19
Queda rigurosamente permitida la reproducción total o parcial de esta publicación y puede transmitirse en cualquier forma o por cualquier medio electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otro. El resultado de nuestra obra de creación colectiva no corresponde a un producto, por lo que éste ha sido elaborado precisamente para ser democratizado y socializado.
Colaboran:
c
EDITORA: Nathaly Jones. DISEÑO: Polilla Delacalle. EN ESTA EDICIÓN: Militantes libertario/as sindicales y territoriales de Buenos Aires, Claudia Hernández, Factor entrópico Crew y Mariem Labidi. AGRADECIMIENTOS A: den Revolutionsmäzen y a Flavia.
contacto@revistamala.cl ESTA REVISTA ES TOTALMENTE AUTOGESTIONADA, INDEPENDIENTE, AUTÓNOMA Y NO REPRESENTA
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INTERESES EMPRESARIALES, RELIGIOSOS NI PARTIDISTAS.
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/ PÁG 3 En estos momentos pasan losMALAaviones.
EDITORIAL
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VOTANDO O NO V LO CONSEGUIM M
ucha gente piensa que si uno quiere participar en la sociedad, hay que hacerlo votando.
Nos han limitado la democracia al acto de votar. Cuántas veces hemos escuchado que si uno no vota, no puede opinar o -lo que es peor-, si uno no vota, no existe. Pero lo cierto es que gran parte de la población apta para votar, simplemente no lo hace. Las razones principales son el desinterés, la i nd if e r en cia , la f l o j e r a, l a s u m i si ó n, e l individualismo, la ignorancia. Pero ¿cómo podemos pedirle a la gente que vaya a votar cuando los políticos no han hecho absolutamente nada para terminar con la pobreza y la desigualdad en la que vivimos? ¿Cómo podríamos afirmar que las elecciones son un acto democrático cuando luego no podemos participar de ninguna decisión? ¿Cómo podemos motivar a que la gente vaya a votar si sabemos que ningún candidato se atreverá a cambiar el sistema económico y político que nos domina? ¿Cómo vamos a entregar el cargo a los representantes de la burguesía para que se sigan
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favoreciendo en desmedro nuestro? ¿Cómo vamos a convencer a la gente que debe ir a votar si ésta ya se dio cuenta que la única forma que tiene de hacerse escuchar es saliendo a las calles?. En los tiempos que vivimos, se ha agudizado aquella vieja contradicción capital-trabajo. La lucha de clases se refleja cruelmente en la cotidianidad de nuestras vidas. Nos encontramos en tiempos donde más que nunca debemos reflexionar en torno a la sociedad que debemos construir para vivir en la justicia y en la igualdad. Pero no sólo hay que reflexionar, sino que también debemos pasar a la acción. Debemos trabajar en nuestros espacios sociales para construir nuevas formas de participación y expresión política. Y mientras desarrollamos esta acumulación de poder popular, debemos marginarnos del circo electoral y no votar en señal de respeto hacia el pueblo que ha sido engañado, ninguneado y muchas veces traicionado por aquellos que en campaña han hecho todo tipo de promesas.
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VOTANDO, TODO MOS LUCHANDO Hay quienes no votan simplemente por indiferen cia. Pero hay otros que no votan porque lo asumen como una acción política. La abstención consciente, como una barricada contra el poder burgués capitalista, cuenta con un arsenal de coherencia ideológica que la respalda. Y es que ya no podemos seguir votando dentro de esta democracia representativa, porque al pueblo ya nadie lo representa. Necesitamos una democracia participativa, donde todos tengamos responsabilidades que asumir, donde las conducciones vayan rotando, donde nadie se pueda repetir el plato, donde todos tengamos que trabajar, supervisar y rendir cuentas, donde se articule el movimiento social, promoviendo la participación colectiva, el diálogo y la resolución conjunta de problemas, donde se legitime la organización social como un eje fundamental de la democracia y se validen sus distintas formas y herramientas de lucha.
Los gobernantes nunca han gobernado a favor del pueblo. Han sido los movimientos sociales, con sus innumerables métodos de presión irrupciones masivas en las calles, los que han obligado las transformaciones. Dar el voto significa estar de acuerdo con las actuales leyes del juego, es apoyar la forma en que somos gobernados, engañados y explotados. Por esto, ad portas de las elecciones presidenciales, consideramos fundamental hacer una reflexión sobre qué clase de democracia es la que nos entrega esta sociedad en la fase actual del capitalismo y cuál es la transformación que queremos hacer. En el actual contexto, creemos que la abstención consciente y organizada es la opción, mientras tanto sigamos construyendo sueños, esperanzas y otra forma de vivir; sigamos siendo la resistencia de los oprimidos; sigamos luchando y creando poder popular.
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eN ESTAS ELECCIONES
YO VOTO
DESDE
MI CASA 6 PÁG/ MALA
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10 RAZONES
PARA NO
VOTAR
1. VOTAR ES NO HACER NADA: Votar es entregarle la responsabilidad de cambio a un grupo de políticos que representan los intereses de su propia clase y no los de nuestro pueblo. Votar cada 4 años no cambiará la desigualdad ni la injusticia, votar y entregarle el poder a los políticos no transformará la sociedad, la única forma es tomar el poder popular en nuestras manos y que el pueblo mande.
2. LOS PARTIDOS SON UNA TRAMPA: Los partidos políticos son una ficción burocrática que sólo persiguen obtener una hegemonía política. Los partidos dividen a la gente, trabajan en torno a la competencia y a la disputa del poder, y no en torno a laconstrucción de una sociedad sin clases.
3. EL INDIVIDUALISMO COMO DESARTICULADOR DEL MOVIMIENTO SOCIAL: El sistema electoral actual apunta hacia el individualismo de las personas, hacia el hecho de que cada uno toma su opción política y la materializa en un voto secreto. Excluye por tanto la posibilidad de intercambiar y defender ideas, de la participación colectiva, del diálogo, de la resolución conjunta de los problemas y de la participación en la toma de decisiones.
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3. EL INDIVIDUALISMO COMO DESARTICULADOR DEL MOVIMIENTO SOCIAL: El sistema electoral actual apunta hacia el individualismo de las personas, hacia el hecho de que cada uno toma su opción política y la materializa en un voto secreto. Excluye por tanto la posibilidad de intercambiar y defender ideas, de la participación colectiva, del diálogo, de la resolución conjunta de los problemas y de la participación en la toma de decisiones.
4. LA INSTALACIÓN DEL SAQUEO Y CHORREO: Este sistema político es el mismo que ha vendido nuestros recursos naturales y bienes nacionales al capital extranjero y a las familias más ricas de Chile. Este mismo sistema político y económico es el que ha perfeccionado la pésima distribución de la riqueza, favoreciendo a los empresarios y a los más ricos. Por esto, da lo mismo quien asuma el poder mientras no haya una transformación total del sistema.
5. LA DESLEGITIMACIÓN DE LA CLASE POLÍTICA: La gente ya se ha dado cuenta que los políticos no están al servicio de las demandas populares y que no existe la voluntad para hacer las transformaciones que los movimientos sociales exigen. En campaña hacen falsas promesas y se atacan duramente entre ellos en vez de estar discutiendo propuestas programáticas de desarrollo social.
6. NO MÁS SISTEMA ELECTORAL CAPITALISTA: Las elecciones se basan en la repartición del poder en un sistema de cúpulas, injusto, clasista, excluyente y que no es representativo de las necesidades populares.
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7. EL PODER COMO UN PREMIO: El sistema electoral está diseñado para enriquecer a la clase política, generando ambiciones y corrupciones sin límite. Votar es elegir a quién te va a robar.
8. LA MISMA CLASE POLÍTICA PODRIDA: No ha habido un recambio de la clase política. Seguimos siendo gobernados por las mismas familias y por operadores políticos que trabajan -con excusas de desarrollo social- al servicio de los empresarios. No se han incorporado nuevos actores políticos, con nuevas tendencias ideológicas ni mucho menos con nuevas formas reales de participación.
9. EL VOTO FOMENTA LA PERMANENCIA Y REPRODUCCIÓN DEL SISTEMA: Dar el voto significa estar de acuerdo con las actuales leyes del juego, es apoyar la forma en que somos gobernados, engañados y explotados.
10. LA ABSTENCIÓN CONSCIENTE COMO HERRAMIENTA DE LUCHA: Marginarse del circo electoral y no participar de las elecciones, es una forma de protestar e invalidar las actuales reglas del juego que nos tienen sumidos en la injusticia y la pobreza. Es un camino para hacernos escuchar y exigir una democracia más participativa. Es una manera de demostrar que necesitamos nuevas prácticas políticas. Es la forma para cimentar el camino hacia la creación y el ejercicio del poder popular.
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UNA OPINIÓN LIBERTARIA DESDE LA ARGENTINA ACERCA DE LA TÁCTICA ELECTORAL por Militantes libertario/as sindicales y territoriales de Buenos Aires.
En el actual contexto Latinoamericano la cuestión electoral vuelve a ponerse como un punto a debatir y a pensar. En apenas un par de años este eje va a atravesar (si es que ya no lo está haciendo) a todas las organizaciones de Sudamérica de tradición extraparlamentaria e, incluso, libertaria. Va a ser una de discusiones “históricas” también a la interna del “anarquismo”.
EL CONTEXTO Hace tiempo que las y los comunistas libertaria/os dejamos de estar encerrados en torres de marfil, en pontificar desde nuestra trinchera solitaria un idealismo humanista abstracto. Desde mediados de los 90, nuestra corriente fue creciendo en organización, experiencias, definiciones, tácticas. Lo electoral no está ausente de esto. La máxima bakuninista de “ir hacia el pueblo” se hizo carne y encontramos extraordinarias experiencias sindicales, estudiantiles, culturales, piqueteras, territoriales, de DD.HH. donde la/os anarquistas jugamos un rol, con nuestras prácticas y nuestras propuestas. Organizarnos en y desde nuestra clase fue y es el axioma, pero eso no dice demasiado si no ponemos en primer plano algunos aspectos centrales de nuestras propuestas: promover la autoorganización, la conciencia de clase, radicalizar las luchas y sacar enseñanzas de la experiencia de la clase trabajadora, desde un sentido libertario, clasista y antipatriarcal. Cuando hemos desarrollado una experiencia más o menos importante, influyente y que sale de la marginalidad nos hemos encontrado con una piedra que ya no queremos mover abstractamente: la cuestión de la construcción de Poder; la acumulación en términos políticos y el salir de la lógica tradeunionista de nuestras luchas parciales. Y allí, equivocadamente o no, la cuestión electoral burguesa es un elemento que se nos presenta constantemente. Nos hemos preguntado, si hemos participado de elecciones
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en centros de estudiantes, sindicatos o juntas barriales ¿cuál sería entonces la contradicción en participar de las elecciones burguesas? Y nos hemos a su vez preguntado ¿será para acumular una experiencia, para aprovechar un momento particularmente sensible en la predisposición del Pueblo para el debate político, para extender propagandísticamente nuestras propuestas? Primera disquisición: los organismos sindicales, estudiantiles o barriales los entendemos claramente como herramientas de armonización de la contradicción capital-trabajo de la burguesía, aun cuando la clase lo sienta como propios, como una barrera para los atropellos y como una forma de organización para sus luchas. Y nosotra/os acompañamos esta experiencia. Podemos llegar a ganar un Cuerpo de Delegados o un Sindicato electoralmente, pero sabemos que no será utilizando las herramientas que nos presentan; que lo haremos desde posiciones de lucha y organización desde abajo, como expresión última de un proceso particularmente movilizante y participativo desde las bases; y que la acción y democracia directa jugarán un rol fundamental en su constitución. En nuestra América las dictaduras, las democracias tuteladas, los fraudes, el reparto del poder político entre las diversas fracciones de la burguesía han sido la moneda corriente y el corazón del capitalismo. ¿Pensamos que hemos superado esa experiencia? ¿Pensamos que los sectores de vanguardia del campo popular encuentran al parlamento burgués o al poder ejecutivo como el lugar
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donde se resuelven sus problemas? El actual nivel de desarrollo de la conciencia revolucionaria de nuestra clase todavía debe agotar su experiencia en la democracia burguesa, debe superarla. Y la superará si en ese proceso no abonamos falsas soluciones “tácticas”. Ahora bien, existe un temor que nos aqueja a las fuerzas extraparlamentarias de intención revolucionaria en la etapa de campañas electorales y es cuando los sectores populares participan y, de algún modo, se movilizan políticamente dentro de ese marco. ¿Existe la posibilidad de quedar aislados políticamente si no participamos institucionalmente en el proceso electoral? ¿Cómo podemos acumular políticamente las luchas y el Programa desde la trinchera ex t ra p a rl a me n t a ria ? C uan do hablamos de acumulación ¿no estamos olvidando la acumulación PARA la clase y no (solamente) para una corriente o partido específico?
ALGUNOS CASOS Existen antecedentes en las filas libertarias de la participación o no participación en determinadas coyunturas electorales y que se decidieron al calor de sesudos análisis. En la España prerrevolucionaria de 1936 las elecciones llevaron al gobierno al Frente Popular, una unidad de centroizquierda y sectores obreros y revolucionarios, con un programa de reformas parciales. La CNT, de inspiración y dirección anarquista, que nucleaba a cerca de 2.000.000 de afiliados, por primera vez en su historia no llamó al boicot a las elecciones y dejó en libertad de acción a sus bases. 30.000 presos políticos y la caracterización de que el enemigo principal estaba en la coalición de derecha que se enfrentaba al Frente Popular, fueron parte de los motivos. En esa coyuntura la/ os anarquistas participaron extra institucionalmente en el proceso electoral y fueron determinantes en el resultado
final. ¿Quedaron aislados de las masas? Más bien salieron fortalecidos y fueron la vanguardia revolucionaria post 19 de julio cuando el golpe fascista quebró la experiencia revolucionaria más profunda desde una óptica socialista y libertaria. Luego, en medio de la guerra y la revolución, la CNT-FAI decidió tácticamente participar con tres ministros del Gobierno Republicano central y de la misma manera en infinidades de gobiernos locales y regionales. Es decir, en un mismo proceso se implementaron dos tácticas diferentes cuando fueron necesarias; y nunca se abandonó la lucha en las calles, la toma de fábricas y campos, en fin: nunca se dejó de lado la política propiamente revolucionaria. En el Uruguay de 1971 se constituyó el Frente Amplio, una extensísima coalición de izquierda y centroizquierda donde todas las tendencias participaron orgánicamente, o dando su “apoyo crítico”, como lo hizo el MLN Tupamaros. Los anarquistas de la FAU y su tendencia de referencia, la ROE, no formaron parte del Frente; se los acusó de infantilistas, de segregarse y hacerle el juego a la derecha. Luego de las elecciones del 72 (una de las más fraudulentas de la historia en Uruguay) comenzó la represión al campo popular y sus organizaciones revolucionarias. La ROE creció exponencialmente, articulando en su seno a los sectores combativos desilusionados con la experiencia del FA y de la vía electoral. El MLN fue desarticulado por la represión en el 72. La FAU-ROE y la OPR33 (la parte armada) sobrevivieron actuando y militando varios años más, fortalecidos políticamente y recibiendo en su seno a desprendimientos de otras organizaciones. Estos dos casos (resumidísimos por no poder extendernos) nos demuestran que ante determinada coyuntura objetiva debemos aplicar determinadas respuestas objetivas. Y un dato crucial a tener en cuenta: la fortaleza con la que llegamos a esa instancia. La acumulación de experiencias,
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luchas y organización y la influencia que tengamos nos dará una pauta de nuestra participación (y de qué manera) pero sabiendo que el cuello de botella o la “crisis de crecimiento o de acumulación” no la solucionaremos (únicamente) participando electoralmente. LA ACTUALIDAD Existen debates en nuestro país acerca de la participación electoral por parte de organizaciones políticas y sociales con las que hemos recorrido un largo camino común, llamadas de la “nueva izquierda”. Una parte de ellas están haciendo su primera experiencia en las actuales elecciones legislativas, como Marea Popular o el FPDS Corriente Nacional, obteniendo “buenos porcentajes” (alrededor del 3% del padrón a nivel local). Pero, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires, han participado con un “lavado de cara” profundo, con planteos a lo sumo socialdemócratas y reformistas y llevando como principal candidato a Claudio Lozano, un referente de centroizquierda. Y aquí está el otro debate. Encolumnados detrás de un figurón de centroizquierda y con un programa de tibias reformas, estos sectores de “la nueva izquierda”... ¿qué acumularán? Nosotra/os vemos que en términos históricos de clase, no lograrán más que generar confusionismo y falsas expectativas en leves reformas. Como dato podemos decir que en términos de acumulación social, una semana después de las elecciones primarias han perdido las elecciones en 4 centros de estudiantes universitarios (su gran fuerza hasta ese momento), algunos a favor del trotskismo y otros de sectores peronistas.
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El otro gran sector de izquierda que viene participando en el proceso electoral desde hace años es el FIT (de composición trotskista), que obtuvo casi 1 millón de votos a nivel nacional pero con un Programa más consecuente y con muchos candidatos obreros que han protagonizado grandes luchas. En un contexto de 10 años de hegemonía política kirchnerista, donde los sectores populares trabajosamente ya están agotando su experiencia allí, la participación de fuerzas de “nueva izquierda” en las elecciones burguesas nos trajo una enseñanza. El oportunismo de (la “nueva”) izquierda “gana” un 3% en la Ciudad de Buenos Aires y “pierde” 4 centros de estudiantes ante el FIT (que canalizó la referencia de izquierda) o ante la derecha. La “madurez” política de “lo nuevo”, hecha lista electoral, da mucho que pensar en participar electoralmente cuando no existe una acumulación de base social y política que sea referencia para amplios sectores del pueblo y de la clase. Desde lo táctico estamos sosteniendo en la coyuntura electoral aprovechar los resquicios que abre el capitalismo para explayarnos en nuestras propuestas, en multiplicar y acompañar las luchas del pueblo; debemos darnos una política de propaganda callejera, cultural, casa por casa, fábrica por fábrica, escuela por escuela; visibilizando nuestros planteos. Debemos participar antiinstitucionalmente del proceso electoral. Sin duda las organizaciones sociales, de tendencia y partidarias debemos tener una propuesta de Poder, un Programa de reivindicaciones particulares y generales.
MALA / EDICIÓN 10 / 2013 Creemos que la/os libertaria/os hemos superado como táctica para la coyuntura electoral la actividad de pintadas de muros diciendo: NO VOTE. Creemos que la etapa requiere una participación propositiva y en términos revolucionarios y de clase. La consigna de mucha/ os compañera/os chilena/os no deja dudas: VOTANDO O NO VOTANDO, LAS REIVINDICACIONES LAS GANAMOS LUCHANDO. Esa consigna se hace carne en la experiencia popular, es poner en muros y volantes lo que aprendimos como clase en estos años. Ninguna conquista, ninguna reivindicación se ganó sin la organización y la lucha del pueblo. Incluso, bien lo sabe nuestra clase (y en Argentina lo estamos viviendo todavía en la década kirchnerista), las legislaciones “progresivas” del gobierno han sido tomadas del Programa de reivindicaciones populares del 2001 y han sido promulgadas cuando la conciencia política de nuestra clase dio un paso hacia adelante. Muchas de esas medidas de “ampliación de derechos” han sido fruto de años de lucha. La articulación de un amplio movimiento político de opinión, organización y de lucha extra institucional para la etapa es imprescindible, donde las organizaciones políticas, de tendencia y sociales de intención revolucionaria estén representadas y cuya principal tarea sea la construcción de un programa de cambios radicales y profundos, construyendo una alternativa política de masas y que no abone al confusionismo electoral ni al lavado de cara que, en definitiva, no es otra cosa que una extraordinaria subestimación y desconfianza en la clase trabajadora. Muchas de nuestras propuestas libertarias, clasistas y antipatriarcales hoy son más necesarias allí que en la arena electoral, sabiendo que la liberación política y social de nuestra clase es una larga y accidentada marcha, no exenta de errores ni de reflujos.
Núcleo de militantes libertarios/as argentinos, algunos ex miembros de OSL que actualmente construyen una nueva organización política libertaria. Participan en organizaciones sociales territoriales como el MTD 1° de Mayo, el MTNS (que integran el Frente de Organizaciones en Lucha) y en el ámbito sindical teniendo presencia en diversos sindicatos.
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ntendemos, dentro de nuestras particularidades y experiencias, que las manifestaciones de las que hemos sido partícipes y observadores en este último tiempo y que congregan a multitudes marchando por nuestras calles, indignándose cada vez más ante las injusticias y las desigualdades, dan cuenta real de la manifestación de un pueblo que está comenzando nuevamente a vislumbrar esa cosa abstracta y etérea a la cual es común llamar “el sistema” o “el sistema capitalista”. El cual, sin duda, no deja de investirse de una perversidad en su máximo grado de expresión. Pero que, a los ojos de muchísimos otros que no participan de instancias políticas, no es más que las figuras más cotidianas y concretas como las afp’s, la educación, la salud, las condiciones mezquinas de trabajo, la drogadicción, el alcoholismo, la violencia, etc. Y lamentablemente, en el imaginario del colectivo social, esa mayoría no militante, descontenta y que tiene una desconfianza aún indiscriminada con “lo político” y “la política”, no logran confluir en un mismo y único enemigo al cual derrotar.
Esta cuestión, en nuestra opinión, aún no podría considerarse como la “palpable” fricción que genera el antagonismo que existe entre dominado y dominante y que deviene en el empuje necesario que lleva a una sociedad al punto que, consciente, responsable, organizada y asumiendo la lucha como la posición política que es, se enfrenta a la clase dominante con el fin de derrotarla y desarraigarla desde su fundamento, sin más. Observamos lo que hoy existe simplemente como un “síntoma”. La indignación que se produce y acumula gracias a las brutales desigualdades que el sistema mismo genera y, por tanto, estas masas indignadas no resultan ser más que fallas sistémicas esperables. Sin embargo, diversos grupos han logrado germinar ese descontento, denunciarlo y generar alguna convergencia y también algunas acciones de saturación (“ingobernabilidad”) y boicot. No obstante, la pugna entre ambas clases no logra hacerse efectiva o más bien consistente, perdurable, que culmine en un movimiento de masas responsable de su propia lucha, que se reinvente una vez saciadas sus demandas más inmediatas y que no sólo resista sino también que genere los puntos de encuentro que permitan construir una matriz cultural, una política y una programática, que adscritas a una ideología libertaria, y en encuentro con otros sectores de la izquierda nos permita alcanzar la sociedad nueva que ostentamos. Desde ahí, estas nuevas aventuras electoralistas con las que nos encontramos, estas “oportunidades” de construcción “desde arriba”, si bien en algún momento podrán ser una posibilidad y hasta una factibilidad posible de discutir y apuntalar, en este momento nos resultan ajenas e insostenibles, aún cuando se señala la “cuestión electoralista” como una simple táctica considerada entre muchas otras. Aun cuando es evidente la inversión de recursos de todos los ámbitos en ellas, el desvío de fuerzas y el segundo plano que se le ha dado a muchos temas inclusive el de compañeros involucrados en montajes jurídico-policiales. Muchos de aquellos aspectos que nos transgreden y violentan cada día, son hoy las banderas que enarbolan todos y cada uno de los candidatos presidenciales, rojos, amarillos, rosados o multicolores. Y que, utilizando todos los mecanismos publicitarios más que propagandísticos, nos enrostran cada día a través de todos los medios de comunicación a los que tienen alcance. Si quisiéramos hacer una parodia de todo esto, todos y cada uno de los que hoy ostentan el “lugar del padre primordial”, diría Freud en su mito de la horda, toman oportunistamente esas demandas que las masas han puesto en la agenda y en el ojo público, pero que paradójicamente no consideran en esa construcción programática aquellos espacios desde donde esas mismas denuncias han emanado y por supuesto muchas de las demandas originadas en aquellas mismas manifestaciones de masa simplemente no tienen cabida en los esquemas orgánicos de sus organizaciones. Hoy nos podríamos preguntar perfectamente observando este proceso ¿Cómo entonces podría sustentarse un proyecto de sociedad si no es desde el pueblo organizado que lo demanda, construye y defiende?
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MALAMALA / EDICIÓN / EDICIÓN 10 / 10 2013 / 2013 ESBOZO PARA UNA REFLEXION RESPECTO A LO ELECTORAL
POR FACTOR ENTROP ICO
Hermanxs en la lucha, compañerxs de ruta, enamoradxs de la propaganda y agitación, de la radio popular y de las pegas territoriales. Discuten, reflexionan y a veces escriben sin abandonar la idea y la práctica de que la construcción de poder popular es únicamente posible desde el pueblo mismo.
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LA DEMOCRACIA EN NUESTRAS MANOS
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ada vez que nos enfrentamos a nuevas elecciones, nos tratan de hacer creer que somos indispensables para lograr los cambios que se pretenden, que el hecho de acercarnos a una urna a votar, es nuestra máxima muestra democrática y republicana, y que a través de nuestro voto, podemos demostrar nuestro malestar y así cambiar lo que no nos gusta. Nos llenan nuestro entorno con propaganda y pretenden concientizarnos que ellos son los indicados, que serán capaces de cambiar nuestra vida, que están preparados para escucharnos, reduciéndose la superación de todos nuestros males a una raya en un papel. Pero, ¿Qué cambia realmente después de que votamos? El poder se reparte en los mismos grandes bloques políticos y económicos dominantes producto del sistema electoral vigente, que determina quienes nos representaran y quienes deberán levantar las demandas de la población y del país. Las grandes mentiras expuestas en las campañas y sus discursos cada vez más populares, con grandes ofrecimientos, cuyas banderas de campaña como salud, trabajo, educación, vivienda y seguridad, apuntados a vislumbrar la desesperación de muchas familias sumidas en el actual sistema que ven en los bonos, becas y aumentos salariales una forma de sobrevivir, quedan de la misma forma en la que estaban antes de votar. Los tan anhelados ofrecimientos no siempre llegan, y una vez en el poder las necesidades de todos los frentes populares pasan a segundo plano. Dicen que si no votas “nada cambiara”. En estas décadas de “muestra democrática”, no ha cambiado nada,
no han sido capaces de eliminar las mismas leyes que fueron impuestas en dictadura, nuestro país está siendo robado y saqueado indiscriminadamente, se está exterminando y criminalizando a nuestros pueblos originarios, y los políticos y su clase se dedican a fortalecer la desigualdad en nuestro país y enriquecer cada vez más a unos pocos. Son las grandes empresas y los bancos quienes ostentan el poder, y no escuchan ni ven las necesidades de nuestro pueblo. No solamente los políticos oportunistas, amparados en el capitalismo y aprovechándose del poder económico que se les ha entregado, son los responsables de que no hayan grandes cambios. La sumisión de la población a los poderes del estado, al comercio, al endeudamiento, a tratar de aparentar o asimilar todo lo que nos ofrecen, el adormecimiento, la ignorancia y el bloqueo de los medios de comunicación a la información real, hacen que el manto de injusticias siga sobre nosotros y garantiza el mantenimiento de los privilegios que tanto aspiran al momento de postular a sus cargos públicos. No existe la “democracia”, cuando ésta sólo nos reduce a un voto una vez cada cuatro años. Las transformaciones y avances se han logrado a través de los movimientos sociales, los cuales desde hace un buen tiempo se vienen levantando para defender y exigir reivindicaciones a sus demandas. Es ahí donde debemos apuntar, a la educación de nuestra clase, a luchar día a día para hacer un mundo mejor, si queremos cambiar realmente el sistema en el que estamos debemos empezar por nosotros mismos, por levantarnos, alzar la voz, crear conciencia y negarnos al circo electoral.
Por Claudia Hernandez Pobladora, miembro del movimiento de deudores habitacionales desde el año 2005. Dirigente social de la comuna de Peñaflor. Presidenta de la JJ.VV. Vida Digna.
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UNA DEMOCRACIA REAL ES POSIBLE Por Mariem Labidi N
o estamos en una democracia y no hay que ser tan anarquista como para darse cuenta de ello. Cualquier persona con un mínimo de reflexión puede hacerlo. El sistema en el que vivimos no tiene nada que ver con la democracia real, pero estamos bajo una gobernanza representativa, que por su naturaleza fallada, derivó gradualmente en una oligarquía o plutocracia. Esto es lo que sostiene Etienne Chouard, profesor en economía y derecho en Aix -en- Provence, Francia, que -desde la estafa del Tratado Europeo de 2005- fue constantemente analizando el asunto, para encontrar "la causa de las causas" muy inspirada en la democracia ateniense. A continuación les dejo un fragmento de un texto*** que he traducido y que presenta una lista, no muy exhaustiva, de los puntos principales de lo que podría llamarse el "pensamiento" de Etienne Chouard, que en realidad es nada más que la búsqueda de la verdad y del bien común, en la generosidad y humildad. La elección es delegar el poder. No es democracia, ya que el poder no está en manos del pueblo mismo sino en manos de sus " representantes". Esto da en realidad un gobierno representativo. Una vez elegidos, nuestros "representantes " tienen el poder y hacen lo que quieren, la mayoría del tiempo nos traicionan y no cumplen con *** Publicado el 31 de enero del 2013 en http://www.lebreviairedespatriotes.fr/
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sus promesas, y no existe manera de anular sus mandatos, castigarlos o reemplazarlos. No debemos olvidar que el poder corrompe, como el dinero. Sólo los ricos, o sus agentes, son los candidatos. Para la financiación de una campaña eficaz, una cobertura amplia en los medios de comunicación, se requiere tener mucho dinero y conexiones. A través de esto, los ricos pueden “comprar” el poder. Los candidatos son impuestos y legitimados sólo por el dinero. Podemos entonces hablar de plutocracia. El poder es dado a las personas que lo deseen. Y si hay personas a quien hay que evitar dárselo, es a los que aspiran a tener el poder. La búsqueda del poder es un factor peligroso que hay que evitar. En nuestro sistema actual, el voto en blanco no tiene peso ni valor, se mezcla con los votos anulados. Y no tenemos el derecho de rechazar dos candidatos o cuestionar los asuntos debatidos o defendidos por ellos. Esto es un asalto serio a la democracia y la libertad de elección. La elección puede ser posible a nivel local, donde la proximidad con la población es beneficiosa, o también si los elegidos son nombrados por el pueblo y no candidatos, de esta forma los ciudadanos tienen la iniciativa y la elección real.
MALA / EDICIÓN 10 / 2013 No corresponde a las personas que están en el poder, escribir las reglas de éste. Ningún político va a redactar una ley o constitución que limite su poder, y eso es bastante comprensible. La Constitución tiene que venir de los mismos ciudadanos, con el fin de proteger mejor a los ciudadanos de los abusos del poder. El sorteo de una asamblea que reúne a ciudadanos adultos -y sin obligación de participar- resuelve el problema de abuso de poder, la irresponsabilidad y la traición de los electos. Esto ofrece varias ventajas: El pueblo en sí es el que gobierna y no representantes del pueblo. Asimismo, los mandatos cortos y no renovables minimizan los riesgos de corrupción. Las personas que salen sorteadas son imparciales porque son desinteresadas –no fueron pagados por nadie y no tienen que asegurarse la reelección, y están dispuestos a llevar a cabo sus funciones en serio porque saben que pronto volverán a tener una vida normal- y por lo tanto no tienen ningún interés en emitir leyes que les penalizarán mas tarde. Además, su habilidad proviene del simple hecho de que si están trabajando sobre un asunto particular durante su mandato, pueden convocar a los expertos que quieran, trabajarán con mucha neutralidad y sin ninguna presión de pertenecer a un partido político. El sorteo NUNCA pone a los ricos en el poder. En cuanto a la representatividad, el 1% de privilegiados NUNCA tendrá la mayoría en la Asamblea. A través del sorteo, los "pobres", es decir, la gente común, son los que siempre gobiernan. Las proporciones son respetadas de hecho, por lo arbitrario del sistema del sorteo. Así hallamos, sobre un largo periodo, una bien repartida proporción de hombres, mujeres, jóvenes estudiantes, viejos, personas activas, etc. Además, se respetan otras proporciones de valores que habría sido imposible poner de otra forma: la bondad, la honestidad, el coraje, la virtud, etc. Los medios de comunicación deben ser públicos y controlados. Hoy en día, no hay 3, sino 5 poderes que hay que separar: el poder legislativo, el poder judicial, el poder ejecutivo, y además los medios de comunicación y las potencias económicas, que no fueron previstos por Montesquieu.
Tiene que haber un medio de vigilancia ciudadana para garantizar el correcto funcionamiento de los medios de comunicación, así como la ausencia de manipulación, una buena representación de la población y opiniones, etc . Estos deben ser públicos y el control podría hacerse por un comité también establecido por sorteo, este control es esencial ya que ahora los medios de comunicación son la principal arma de manipulación de las masas, que intenta influenciar los opiniones, y esconder las realidades o manipularlas, así como también influenciar los debates. En una sociedad donde los medios están al servicio del pueblo, es posible de expresarse sobre temas sin ser mal informados e influenciados. La educación nacional debe convertirse en la instrucción pública. Debe garantizar que los ciudadanos sean informados y darles las claves para entender el mundo. No debe estar al servicio del poder o la ideología, sino simplemente ser un medio para lograr el éxito en la vida y la independencia mental. EL REFERÉNDUM tiene que ser necesariamente una iniciativa popular, no una propuesta "del príncipe". A través de esto, el pueblo conserva la posibilidad de intervenir en cualquier momento y mantiene la posibilidad de despedir o revocar. Los planteamientos de Etienne Chouard, un académico moderno, nos llevan inevitablemente a los puntos fundamentales que teorizaran los autores clásicos, desde Bakunin y Marx hasta nuestros días. Sin dudas, la clave está en que los ciudadanos tomemos la iniciativa y no le sigamos entregando el poder a aquellos que lo buscan. Ya no necesitamos concentrar el poder en un grupo de gobernantes, por el contrario, se debe democratizar el poder para que esté en manos del pueblo, donde podamos participar y sustentar una democracia directa de masas. Cantante tunecina radicada en Argentina desde el 2008. Se dedica a cantar poemas árabes comprometidos con las luchas de los pueblos y la búsqueda de la libertad.
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“Un cambio social real NUNCA ha sido llevado a cabo sin una revolución...“
Emma Goldman.
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