Una mirada a los antiguos nombres de las calles de lima Jesús Vidaurre Castillo Médico Anestesiólogo
“….el pueblo, que para eso de bautizar no necesitaba permiso de preste, ni de rey, ni de roque, ni de alcornoque” (Ricardo Palma)
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izarro fundó la ciudad de Lima con el nombre de “Ciudad de los Reyes” en honor a la fiesta de Epifanía, pero en el Acta de Fundación ya se mencionaba al
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“pueblo de Lima”, por lo que supone que este nombre es mucho más antiguo y tal vez tenga su origen en la existencia del adoratorio principal del valle llamado “Rímac”, que se cree quedaba en lo que es actualmente la Plaza Italia. Entonces la dificultad de expresar la palabra Rímac por Limac y la simplicidad de su nombramiento, a diferencia del pomposo nombre que le asignó Pizarro, terminaron imponiéndose. Algo distinto ocurrió con el nombre de las calles que poco a poco fueron formándose una vez que Diego de Agüero hiciera el primer plano de las 117 manzanas que debería tener la ciudad; estas no tenían nombre ni número como las conocemos en la actualidad. Es el pueblo quien empezó a nomi-
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nar las calles de diversas formas, ya sea porque allí residía un personaje importante, por haber ocurrido un hecho curioso, o por ubicarse en ese lugar un negocio, institución o iglesia, etc. De esa forma se registra en la primera relación de calles hecha en 1613 por el escribano Manuel de Contreras quien hace un padrón señalando sus nombres propios o las referencias por las que se conocía a estas. En 1789 se hizo una segunda relación dividiendo a la ciudad en cuarteles y barrios, pero se continuaban designando con nombre propio. En el año 1862, la municipalidad de Lima decretó el cambio de nomenclatura porque era ya poco práctico e imposible memorizar tantos nombres propios y referencias. Se designaron a las calles contiguas con el nombre de jirones, aquellos
