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Reflexiones sobre la ceguera
Daniel Enrique Haro Haro
Médico Oftalmólogo
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Aristóteles, el famoso filósofo griego, escribió en su libro Metafísica: “Todos los hombres por naturaleza desean saber. Asi nos lo indica el amor a los sentidos; pues, al margen de su utilidad son amados por sí mismos y el más apreciado es el de la vista. Y la causa es que, de los sentidos éste es el que nos da a conocer más y nos muestra más diferencias”. Esta certera afirmación ha sido demostrada desde tiempos remotos. Si el conocimiento humano se adquiere a través de los sentidos, el 80% se recibe con la vista. Sin embargo, “el no ver no significa no hacer grandes cosas”, como lo han demostrado famosos personajes, invidentes que han destacado en diversas actividades del quehacer humano y son verdaderos ejemplos de vida. Todos ellos superaron la adversidad con coraje y tenacidad, convirtiéndose en celebridades que merecen ser reconocidos por su talento y valentía.
Lo antes expuesto se refiere a la ceguera física total, que la mayoría de casos habría podido prevenirse. Sin embargo, ésta va en aumento, lo cual representa una tragedia, no solo para el que la sufre sino para su entorno. Agrava la situación las consecuencias socio-económicas que esta afección conlleva.
Existen otras cegueras ficticias. Por ejemplo, la ceguera psíquica o pseudo ceguera que pertenece al grupo de afecciones llamadas “sindromes conversivos”, voluntaria o involuntariamente simula e imita muy bien a la ceguera física, lo que obliga al especialista a ser cuidadoso en su diagnóstico, descartando previamente esfermedades orgánicas y fisiologicas del ojo.
La ceguera espiritual o religiosa, de la cual hay infinidad de citas en la Biblia; entre ellas: “Porque antes eras tinieblas, ahora eres luz en el Señor. Andad como hijo de la luz” ( Efesios 5.8), “Los ojos de los ciegos verán” (Isaias 29.18), y “El ojo es la lámpara del cuerpo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará iluminado pero si tu ojo está malo, todo tu cuerpo estará en tinieblas”. (Mateo 6.2223). Concierne a los incrédulos . Los invidentes pueden tener luz en su alma pero en otros hay tinieblas en su espíritu .
La ceguera sentimental o amorosa que en el lenguaje popular tiene su expresión en “el amor es ciego” y “están ciegos de amor”, explica el porqué los que aman ciegamente no son concientes de la realidad, de lo malo y lo feo de su ser amado.
La ceguera mental, frecuente en los políticos, es un concepto figurado que se refiere a la incapacidad de razonar en favor de las mayorías, por conveniencia personal o de grupo y por intereses mezquinos. Finalmente, la ceguera académica hace que vivamos en el enanismo intelectual, especialmente en países del tercer mundo.
En relación a la ceguera física, la OMS en su último informe considera que en el mundo hay alrededor de 220 millones de ciegos, y que la mitad se habría podido evitar con adecuada prevención y tratamiento. Esto significa que un 0.56 % de la población mundial es ciega. Las causas más importantes en países en desarrollo son las cataratas e infecciones oculares, especialmente en zonas rurales y familias de bajos recursos sin acceso adecuado a los servicios de salud.
Asimismo, se señalan como causas de ceguera irreversible: diabetes mellitus, glaucoma, traumatismos oculares y degeneración retiniana en adultos mayores. La ceguera ha afectado a personajes invidentes que han trascendido con su vida ejemplar, demostrando que “el talento nada tiene que ver con el ver o no ver”.
En el mundo musical, los invidentes más conocidos son: Stevie Wonder, ciego por retinopatía de la prematuridad, Andrea Bocelli, Ray Charles, y José Feliciano, por glaucoma congénito.
En la literatura, Luis Alberto Sánchez y Martha Hildebrant, el primero ciego por retinitis pigmentosa y la segunda por glaucoma, y Jorge Luis Borges, famoso escritor argentino quien al preguntársele qué esperaba de la muerte, respondió: “Yo que estuve refugiado en la oscu ridad por muchos años, espero ver la luz con los ojos del alma”. Para ninguno de ellos la ceguera fue impedimento para seguir escribiendo sin menguar su intelecto.
La historia también nos cuenta acerca de los personajes que ayudaron a mejorar el estatus de los invidentes a nivel mundial.
Braille perteneció a una modesta familia radicada cerca de París. A los 3 años de edad perdió la visión de un ojo debido a una herida penetrante, causada por un punzón del taller de talabartería de su padre y del otro ojo por oftalmía simpática, rara afección que cursa con uveitis y desprendimiento de retina, quedando totalmente ciego. Cuando cumplió los 10 años, ingresó al Instituto Nacional para jóvenes ciegos en París donde se graduó como maestro e inventó el sistema de lectura y escritura con el tacto que lleva su nombre.
Louis Braille (1809 - 1852)
Este método consiste en una serie de puntos en relieve que se interpretan como las letras del alfabeto, y otro para leer música. Braille enfermó de tuberculosis y murió prematuramente a los 43 años sin percatarse de la importancia del sistema que diseñó y que sigue sirviendo a millones de invidentes en todo el mundo.
Hellen Keller (1880 - 1968)
Perteneciente a una familia acomodada de Alabama, Hellen nació como una niña normal, pero a los 19 meses de edad padeció de encefalitis y, como consecuencia, atrofia de los nervios ópticos con ceguera y sordera total. Ante esta situación, sus padres contrataron a una institutriz de 20 años de edad que había sido ciega, llamada Anne Sullivan, quien la educó a través del lenguaje de señas. Y así se inició su trabajo en conjunto y una amistad que duró casi 50 años. ni cuan tierna es la sonrisa de un niño, ni podrá saber lo que es un amanecer o un atardecer, siempre vivirá en tinieblas. Pero, es más triste perder la visión por condiciones patológica prevenibles o tratables. Por ello es una gran responsabilidad de los gobiernos el programar campañas de prevención de la ceguera y poner al alcance de la población la atención primaria de la salud ocular.
Sullivan fue autorizada por sus padres para disciplinar a Hellen, una niña engreida. Le enseñó a hablar usando el método “Tadoma”, tocando los labios de las personas cuando hablaban. Por su talento, la niña no solo aprendió inglés, sino también francés, alemán, griego y latín. Asistió al Instituto Perkins para ciegos en Nueva York y se graduó “Cum laude” en el Radcliffe College, siendo la primera persona sorda y ciega graduada en dicha universidad. Keller se convirtió con tremenda fuerza de voluntad, en famosa oradora, activista, escritora, conferencista y defensora de los derechos de los discapacitados; mundialmente conocida y amiga de reyes, gobernantes y personajes importantes. Su vida y obra han dado un poderoso impulso a la lucha contra toda forma de invalidez.
Debe ser muy triste ser ciego de nacimiento, ya que esa persona nunca podrá apreciar cuan bella es una flor