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A SIESTAS LARGAS, mayor riesgo de ictus

Según revela un estudio, las probabilidades de padecer esta enfermedad aumentan en un 88 %.

ormir no solo es uno de los actos más placenteros de la vida, sino que es beneficioso para la salud, ya que reduce la incidencia de enfermedades, disminuye el estrés, mejora el estado de ánimo de las personas, ayuda a quemar calorías, entre otros aspectos. Pero, ¿qué pasa cuando se toman siestas más largas de lo normal?

De acuerdo con un estudio realizado por la Academia Estadounidense de Neurología y publicado en la revista Neurology, se evidenció que existe una correlación entre los trastornos del sueño, incluyéndose el dormir muchas o pocas horas y los accidentes cerebrovasculares o ictus.

Los investigadores se dieron a la tarea de demostrar que las personas que dormían un tiempo menor a cinco horas al día tenían tres veces más probabilidades de sufrir un ictus que aquellos que dormían hasta siete horas, dando como resultado que quienes tomaban las siestas largas (estimadas a más de una hora) tenían un 88 % más de riesgo de padecerlo que las que no lo hacían.

DUn dato importante que destacar es que quedó demostrado que uno de los factores más peligrosos es la apnea del sueño, un trastorno que triplicó el riesgo de tener un derrame cerebral.

A pesar de que la investigación incluyó a 4,496 personas, de las cuales la mitad habían sufrido un ictus, no se pudo determinar a ciencia cierta de que la falta de sueño es la causa principal de estos derrames cerebrales.

Por otro lado, también se desarrolló una investigación que fue publicada en la revista especializada Frontiers in Sleep, que establece que tener apnea es razón suficiente para que se origine un deterioro en el cerebro, reflejándose mayormente entre los hombres de mediana edad, aunque estén sanos y no padezcan otros problemas de salud relevantes.

En definitiva, ese daño puede presentarse como una pérdida relevante de memoria, una alteración del razonamiento espacial y/o incapacidad para la concentración y pensar con claridad. Por tales motivos, el estudio deja abierta la posibilidad para que exista una relación entre el apnea con el Alzhéimer. Para llegar a esas conclusiones, se realizó un seguimiento del estado mental de 27 pacientes masculinos con apnea y siete hom-

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