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Alertas sobre la Xilacina y su poder de sedación

La Xilacina es un sedante veterinario no opioide que no está aprobado para el consumo humano y se ha vinculado con una cantidad creciente de muertes por sobredosis.

Entre 2015 y 2020 las muertes por sobredosis de drogas con la presencia de xilacina aumentó del 2 % al 26 %, alertando a las autoridades sanitarias de Estados Unidos por esos fallecimientos donde la presencia de ese medicamento era común.

La xilacina es un sedante de uso veterinario no opioide, el cual no está autorizado por las autoridades sanitarias para el consumo humano, tiene efecto analgésico, sedante y se emplea en diferentes especies de animales para procedimientos quirúrgicos o para calmar la agresividad.

Este medicamento se puede administrar por diferentes vías: la intravenosa es la típica para fines anestésicos, pero también está disponible la oral, sin embargo, hay estudios que refie- ren que las personas expuestas a esta sustancia con frecuencia la consumen, con o sin conocimiento, pero en combinación con otras drogas, entre ellas cocaína, heroína, benzodiacepinas, alcohol, gabapentina, metadona y opioides recetados.

Según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, en sus siglas en inglés), la xilacina es un depresor del sistema nervioso central que puede causar somnolencia, amnesia y reducir el ritmo respiratorio, el ritmo cardíaco y la presión arterial a niveles peligrosamente bajos. Consumir opioides en combinación con xilacina y otros depresores del sistema nervioso central - como el alcohol o las benzodiacepinas- aumenta el riesgo de una sobredosis potencialmente fatal. Su consumo repetido también está asociado con úlceras cutáneas, llagas, abscesos y otras complicaciones que, en los casos más graves, derivan en amputaciones y la muerte.

Los especialistas en medicina recomiendan que cuando se sospeche de una sobredosis de xilacina, se debe administrar naloxona, el cual es empleado para revertir las sobredosis de opioides. Sin embargo, dado que la xilacina no es un opioide, la naloxona no controla el efecto que tiene la xilacina en la respiración. Por ese motivo, los expertos manifiestan preocupación por el hecho de que la prevalencia creciente de xilacina en la provisión de opioides ilícitos podría reducir la eficacia de la naloxona en ciertas sobredosis.

Si padece de alteraciones en su organismo, como nerviosismo o tendencia a los sobresaltos, lo recomendable es acudir al médico y no automedicarse.

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