2 minute read
Deja de normalizar lo inaceptable
Mi vida fue una constante aceptación de lo inadmisible, creía tener el control, pero la realidad era que estaba inmersa en la misma matrix en la que se encuentra la gran mayoría sin darse cuenta.
mostrarte las grandes diferencias y los frutos de los dos enfoques que las personas podemos darles:
Advertisement
• Al nivel de tu cuerpo: la tendencia cultural te invita a mantener un estilo de vida sedentario, acelerado y procesado; a tratar los problemas de salud con medicamentos y cirugías. Sin embargo, el principio te invita a ganar longevidad y a prevenir enfermedades armonizando tus hábitos con preceptos de salud, vitalidad y energía.
Desde hace mucho tiempo mis días inician a las 4:00 a.m. y, hasta hace varios años, me despertaba para hacer ejercicio, para prepararme una buena taza de café, fumarme un cigarrillo y sentarme en mi computador a trabajar. ¡Qué contradictorio! ¿verdad?, pero lo cierto es que muchas veces así somos de incoherentes e inconscientes.
En mi empresa siempre trabajaba emocionada, he sido una mujer muy apasionada que se entrega en cuerpo y alma, una mujer soñadora con ganas de más, una mujer que cree que no existe el éxito sin excelencia y, por lo tanto, una mujer muy exigente consigo misma. Me levantaba tan temprano porque para mí nunca alcanzaba el tiempo, porque no concebía los días si no eran trabajando, si no estaba enfocada en lo que supuestamente quería y, cualquier cosa que me alejara de lo que esperaba, era un lujo que no podía permitirme. Estaba tan absorta con el piloto automático de nuestra inconsciente sociedad que, en medio de mi propia autodestrucción, sentía que tenía el control de mi vida.
En qué momento normalizamos cosas inaceptables como no estar con nuestros hijos y los seres que más amamos; no darnos tiempo para nosotras mismas; vivir en escasez, reducir nuestros sueños al nivel de los ingresos económicos; tomar medicinas para resolver los daños que le hemos generado al cuerpo por cuenta de nuestras decisiones; vincular la enfermedad con la edad y, en lugar de ponerle vida a los años, le ponemos años a la vida. Todo esto por cuenta de apegarnos a un sistema que día tras día demuestra cuán equivocado está.
La naturaleza humana tiene tres dimensiones y quiero www.laurao.com.co
• Al nivel de tu mente: la tendencia cultural te llama a ver la televisión, las redes sociales, y cualquier cosa que te entretenga y te distraiga. No obstante, el principio te invita a leer, a entrenar tu mente y a ampliar profundamente tu visión a través de la educación continua y disruptiva, entendiéndote como un ser lleno de un potencial enorme que necesita expandirse.
• A nivel espiritual: la tendencia cultural te invita a no parar, a no evaluar, a no escuchar porque nunca hay tiempo, pero el principio te invita a reconocer que el sentido y el propósito de tu vida se encuentran en el hábito de detenerte para mirarte hacia adentro, de escucharte a ti misma y de conectarte con el abundante universo.
¡Detente! Recuerda que estás escribiendo la historia de tu vida, pero que, por estar en ese piloto automático, dejas pasar el tiempo sin darte cuenta, adquiriendo hábitos que te llevan al lugar donde no quieres permanecer, persiguiendo resultados en lugar de atraerlos y crearlos, convirtiéndote en la mejor versión de ti misma.
En algún momento la vida te pondrá un alto en el camino si tú no lo pones, aprende a cuestionarte más allá de la costumbre de repetir patrones que, en el fondo, sabes que te están conduciendo a una vida con poco control, donde muchas veces disimulas tus frustraciones porque es más sencillo mantenerte en la zona que tanto te incomoda que atreverte a dar pasos diferentes.
Toma el control de tus hábitos, desarrolla una mentalidad de crecimiento, eleva tu amor propio, sigue tu intuición y conéctate con tu poder y tu libertad interior, tu vida puede ser mucho mejor cuando te enfocas en resultados y en crecimiento.