3 minute read

¿Cuándo ir al PSICÓLOGO?

Existen varias creencias con relación a la búsqueda de atención psicológica que todavía afectan el acercamiento de las personas a terapia. Lo que sucede es que como seres humanos tenemos ciertos mecanismos de defensa que pueden llegar a confundirnos y hacernos pensar que todo está perfecto.

POR NATALIA ROSALEM GUZMÁN PSICÓLOGA / FUNDACIÓN UNIVERSITARIA KONRAD LORENZ

Advertisement

Cuando nos duele una muela sabemos al instante que debemos agendar una cita con el odontólogo. Lo mismo aplica para el dolor corporal. Resulta fácil identificar cuando se tiene un dolor de cabeza, si nos caemos o si sentimos que algo no está bien en nuestro cuerpo inmediatamente sabemos que podemos solicitar una cita médica para que puedan revisarnos y saldremos con el quebranto de salud solucionado, pero, ¿por qué no sucede lo mismo cuando requerimos ayuda psicológica? ¿Por qué es tan difícil de reconocer?

Aceptar que se necesita apoyo psicológico es un proceso complicado y supremamente personal. Solo cada individuo es capaz de identificar sus emociones, sus cambios de estado de ánimo y en qué situaciones cree que tiene las herramientas para hacerle frente a los momentos difíciles sin respaldo profesional.

Para contextualizar, considero que primero es importante entender lo que es la psicología y, más específicamente, la psicología clínica. La psicología es una ciencia que estudia el comportamiento del ser humano y, como cualquier otra ciencia, tiene múltiples aplicaciones en diversos ámbitos de la vida, entre ellos el educativo, el social, el jurídico, el organizacional y, por supuesto, el clínico.

La psicología clínica es el área que se encarga de la parte de evaluación, formulación y tratamiento de asuntos psicológicos y de salud mental. Además, tiene como objetivo restaurar las conductas en desajuste de los individuos, así como impactar positivamente en el equilibrio psicológico de las personas. Veamos algunas razones que deben ser dignas de un segundo análisis y de un momento de introspección a la hora de decidir buscar apoyo.

Claves para saber si necesito ayuda psicológica

• Si sientes que tus problemas te sobrepasan. Cuando tienes la sensación de que las situaciones se vuelven más grandes que tú y crees que no puedes tomar decisiones sensatas porque, sencillamente, te mantienen abrumado.

• Cuando sientes un dolor emocional profundo. En este punto puede ser necesario reconocer algunos criterios como la duración, la intensidad, el grado de afectación y la frecuencia de los síntomas. No es lo mismo sentirse de esta forma una vez al mes, que percibirlo intensa y continuamente durante las últimas dos semanas, por ejemplo.

• Ya no disfrutas de situaciones y actividades que antes solías percibir como agradables.

• Pensamientos negativos constantes y repetitivos que sientes que simplemente no puedes silenciar.

• Tus rutinas se han modificado drásticamente. Esto puede hacer referencia al deterioro del sueño, a los malos hábitos alimenticios y a los cambios en la higiene personal.

• Cuando percibes que tu calidad de vida se ve afectada a raíz de pensamientos destructivos y recurrentes.

• Si sientes que ya no te reconoces. Te sientes confundido. No sabes quién eres, qué quieres o qué necesitas.

• Escucha tus instintos. Si la idea de buscar ayuda psicológica profesional está rondando por tu cabeza puede ser un buen impulso para asistir.

¿Para qué ir a terapia?

• Es un espacio de cuidado propio que ayuda a conocerse a sí mismo. La psicoterapia permite tener momentos de introspección para identificar qué características te definen como individuo, cuáles son tus principales fortalezas y debilidades, y cómo potenciar tus cualidades.

• Aprender a responder a los cambios de la vida. La terapia otorga herramientas que permitirán afrontar de una mejor manera situaciones adversas.

• Te permitirá reconocer y enfrentar miedos.

• Da una guía para una óptima toma de decisiones.

• Te ayuda a revisar de manera organizada situaciones ya vividas que podrían repercutir en tu estado actual.

A diferencia de ir al médico, asistir a terapia es un proceso que puede realizarse aunque no te sientas “enfermo” o sientas que estás en un conflicto muy grave. También sirve para adquirir habilidades comunicativas, lograr capacidades para resolver conflictos y potencializar destrezas que ya poseas. Ten presente que buscar este tipo de ayuda no es sólo para personas que estén pasando por un trastorno mental o que atraviesen una situación de extrema tristeza y dolor. Existen múltiples habilidades que pueden ser trabajadas en terapia.

This article is from: