Revista Montes. Número 150, Extraordinario 2022

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Adelantados a la globalización

Con ocasión del 75 aniversario, en octubre de 2020, de la fundación de FAO y del 50 aniversario de la primera sesión del Comité Forestal, que tuvo lugar en 1972, la Junta de Gobierno del Colegio y de la Asociación de Ingenieros de Montes ha considerado oportuno dedicar un número monográfico a la contribución de nuestra profesión a la FAO a lo largo de su prolongada existencia. En primer lugar, cabe recordar que la Revista Montes es la decana de las revistas forestales en nuestra lengua y, por lo tanto, cuenta con una proyección que va mucho más allá de nuestras fronteras.

La FAO es la primera agencia de las Naciones Unidas, tanto en la dimensión temporal como en la personal y en presupuestos. Tiene encomendadas las cuestiones relacionadas con agricultura y ganadería, pesca, actividad forestal y alimentación, así como las de suelo y agua relacionadas con las primeras. Contribuye en una faceta dual: como referencia normativa (estadística, buenas prácticas, publicaciones, reuniones internacionales, convenciones, etc.) y como apoyo al desarrollo en los países que lo requieran.

Muchos ingenieros de montes españoles han prestado sus servicios en sus múltiples formas, sea como técnicos o directivos funcionarios, personal de proyectos de campo -especialmente en países hispanohablantes-, consultores, personal administrativo y becarios. Especialmente intensas fueron la segunda mitad de los 60 y las décadas de los 70 y los 80. Su legado ha marcado las políticas forestales y otras cuestiones más técnicas como incendios, inventarios, institucionalidad o restauración hidrológico-forestal de muchos países.

Considerando la veteranía de muchos de los actores de ese período, este era el momento de recopilar toda la información posible en la Revista Montes, sin pretensión de exhaustividad, de forma que las valiosas experiencias vitales relatadas permitan comprender mejor y retener en el tiempo esa dimensión de nuestra profesión y su indudable utilidad social.

Agradecemos especialmente a Ricardo Vélez, consultor de FAO en incendios durante décadas, la coordinación de este monográfico, que se ha enriquecido gracias a su prolongada y fructífera experiencia en FAO.

En once capítulos se describen, en primera o tercera persona, las principales actuaciones de sendos ingenieros de montes en múltiples países y ámbitos, lo que permite obtener una imagen bastante completa de su contribución. Ocho de ellas, en proyectos de cooperación en diferentes países; y tres, en la sede central de Roma. Adicionalmente se incluyen, a modo de presentación, un listado de compañeros que han prestado servicios a la FAO y una introducción del funcionamiento de la organización; también se ha añadido, al final del número, una referencia al 6º Congreso Forestal Mundial, celebrado en Madrid en 1966 y que sin duda contribuyó al prestigio internacional de nuestra profesión.

La aportación del conjunto de compañeros ha sido muy reconocida, y esta publicación pretende evitar que se disipe esa memoria, pero también enriqueció su desempeño profesional una vez de retorno a España. En este sentido destaca la labor del que fuera director del Departamento de Montes y finalmente director general adjunto, Xavier Prats Llauradó, que una vez de vuelta en España, como secretario general del ICONA, estuvo especialmente implicado en el complejo proceso de las transferencias de competencias a las comunidades autónomas a principios de los 80. Tampoco debemos olvidar el crecimiento personal que para cada uno de ellos supuso su paso por FAO, una privilegiada atalaya y una experiencia irrepetible. Curtidos en un país aún pobre, semiárido, montañoso y a caballo entre América y el Norte de África, la sólida y amplia formación y un espíritu de entrega y esfuerzo constituían unas solventes premisas para dar la talla en un entorno tan complejo como exigente y estimulante. Quisiéramos agradecer a todos los que han contribuido a este número, y excusarnos con los que, sin pretenderlo, hayan quedado injustamente relegados; estos últimos quedan invitados a colaborar en sucesivos números de Montes que puedan recoger las aportaciones que se están realizando en los últimos años, en los que aparecen ya un número creciente de compañeras. Confiamos en que a las nuevas generaciones les despierte, el presente número, el interés en la cooperación y las relaciones internacionales, sea como cometido profesional temporal o definitivo. Estamos plenamente convencidos de que los ingenieros de montes de nuestro país siguen constituyendo hoy un considerable potencial en buena medida infra aprovechado.

Lasvaliosasexperienciasvitales relatadaspermitencomprendermejor, yretenereneltiempo, esadimensióndenuestraprofesióny su indudable utilidad social

Nº 150 | Extraordinario 2022 [3] Editorial

EDITA:

Colegio Oficial y Asociación de Ingenieros de Montes

DIRECTOR: Francisco Javier Gordo Alonso COORDINADORA DE REDACCIÓN: Isabel Ramírez Grand COORDINADOR NÚMERO EXTRAORDINARIO: Ricardo Vélez Muñoz CONSEJO DE REDACCIÓN: Miguel Cabrera Bonet Colegio Oficial y Asociación de Ingenieros de Montes Genoveva Canals Revilla UNEmadera José Ceballos Aranda Servicio Territorial de Medio Ambiente, Ávila. Junta de Castilla y León Miguel Esteban Herrero Universidad Politécnica de Madrid Javier María García López Servicio Territorial de Medio Ambiente, Burgos. Junta de Castilla y León Jordi Gené Sera Centro de Ciencia y Tecnología Forestal de Catalunya - INCAFUST Antonio López Santalla Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN) Fernando Magdaleno Más Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina (MITECO) y UPM Rosa Mª Marazuela Esteban Zumain Ingenieros S.L. Jorge Mongil MansoUniversidad Católica de Ávila José Luis Rodríguez Gamo Consultor Senior Alberto Rojo Alboreca Universidad de Santiago de Compostela Sandra Sánchez García Centro Tecnológico Forestal y de la Madera de Asturias CETEMAS Mª Azahara Soilán Cañás Axencia Galega da Industria Forestal (XERA) - CIS Madeira Ricardo Vélez Muñoz Sociedad Española de Ciencias Forestales Colaboradores en la revisión de artículos: Fernando García Robredo (UPM) Santiago Martín Alcón (Agresta S.Coop.)

COLABORADORES INSTITUCIONALES: ANDALUCÍA: Manuel Romero Ortiz ARAGÓN: Ignacio Pérez-Soba Díez del Corral ASTURIAS: Alejandro Oliveros García BALEARES: Oriol Domenech Agenjo CANARIAS: Luis Fernando Arencibia Aguilar CASTILLA LA MANCHA: Miguel Genaro Aguilar LarruceaCASTILLA Y LEÓN: Asier Saiz Rojo CATALUÑA: Cristina Montserrat Rodríguez EXTREMADURA: Enrique Hidalgo-Barquero Pizarro GALICIA: Verónica Rodríguez Vicente LA RIOJA: José Antonio Martínez Garrido MADRID: José Luis Rodríguez Gamo MURCIA: Roque Pérez Palazón NAVARRA: Ana Isabel Ariz ArgayaPAÍS VASCO: Alejandro Cantero Amiano VALENCIA: Constancio Amurrio García

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Cierre de edición de este número: 7 de abril

Editorial

Adelantados a la globalización

Presentación

La contribución de los Ingenieros de Montes españoles a las actividades de la FAO

Introducción

Mandato, gobernanza, estructura y funcionamiento de la FAO

Entrevista

Ramón Clopés Boix

“MiexperienciaenlaFAOfueinolvidabley maravillosa,tantoenloprofesionalcomoenlosocial”

Ingenieros de Montes en la FAO

x Javier Prats Llauradó, un Ingeniero de Montes en el equipo dirigente de la FAO [pág. 19]

x Fernando Barrientos Fernández (1925-2019) [pág. 22]

x La labor internacional del Doctor Ingeniero de Montes Antonio Pérez-Soba Baró [pág. 25]

x Inventario de los bosques del Aurés (Argelia) y otras misiones de la FAO. Javier Moro Serrano [pág. 30]

x Colaboración con la FAO en Argelia (1970) y Honduras (1996). Ramón Villaescusa Sanz [pág. 34]

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SUMAR I O
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x Contribución a la defensa contra incendios forestales en las actividades de la FAO. Ricardo Vélez Muñoz [pág. 38]

x Antonio Monzón Perala (1923-2017), Ingeniero en la FAO [pág. 42]

x Mis experiencias en el COFO. Ángel Barbero Martín [pág. 45]

x España, seis años en el gobierno de órganos forestales de la FAO. José María Solano López [pág. 49]

x 2010-2015: Compilación de un intenso periodo al frente del Departamento Forestal de la FAO. Eduardo Rojas Briales [pág. 54]

61

Decíamos ayer

Países en los que han colaborado los ingenieros de montes españoles que han trabajado con la FAO (ver Presentación)

Sobre el VI Congreso Forestal Mundial

Reconocimiento

Este número extraordinario de la revista Montes ve la luz, con motivo del 50 aniversario de la primera sesión del Comité Forestal de la FAO, gracias a la propuesta y ayuda de Eduardo Rojas, y a la coordinación y trabajo de Ricardo Vélez. Este último, con su esfuerzo de recopilación, contactando con los compañeros de profesión que han colaborado con la FAO en algún momento de su carrera profesional, es el principal artífice de este número especial. Se trata de un compendio de artículos e información, en la mayoría de los casos escritos por los propios protagonistas de las experiencias que se relatan, y otras por hijos o compañeros, dando así una visión de los trabajos realizados, con diferentes enfoques. Agradecemos por tanto la participación de todos los ingenieros y autores, vinculados de una u otra forma a esta gran cooperación internacional adelantada a la globalización. También queremos agradecer a Jorge del Río la elaboración del mapa en el que se resume gráficamente la intervención de los ingenieros de montes en la FAO.

La Revista MONTES es un medio de comunicación que trata de difundir, entre la sociedad, estudios, proyectos y técnicas de naturaleza educativa, científica o cultural, relativas al mundo forestal y al medio natural en el sentido más amplio.

El material (textos, fotografías…) que se publica en la Revista Montes, es facilitado por las personas que lo firman, y son ellas las responsables del contenido de sus trabajos.

La Revista Montes acepta, de buena fe, que este material es inédito y pertenece a quienes lo firman, o que disponen de los permisos pertinentes. Además dichos contenidos no son necesariamente compartidos por los editores de la revista.

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Foto portada: Collage de imágenes de los artículos de este monográfico. Varios autores.

J. del Río
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Revista impresa en papel que procede de bosques gestionados de forma sostenible y fuentes controladas

La contribución de los Ingenieros de Montes españoles a las actividades de la FAO

Los aniversarios múltiplos de diez suelen ser utilizados por muchas instituciones para recoger información dispersa de la que sacar pistas para futuras acciones. En este año 2022 hay un interesante aniversario para el mundo forestal, los 50 años de la primera sesión del Comité Forestal (COFO) de la FAO, constituido como el órgano de gobierno en el ámbito forestal de la organización y sustentado sobre la experiencia de las seis comisiones forestales regionales existentes con anterioridad.

En esta oportunidad, la Junta Rectora del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes ha previsto recopilar información sobre la contribución de los miembros de nuestra profesión a las actividades de la FAO. Este número extraordinario de la revista Montes se puede considerar como un ensayo de base de datos sobre este tema, cuyas fuentes de información son las propias memorias de los ingenieros de montes que se ha conseguido localizar. De algunos solo se ha podido obtener el recuerdo de que realizaron una consultoría o misión, encargada por la FAO, en el medio forestal en algún país del mundo, aplicando sus conocimientos obtenidos como profesionales en España. Otros han aportado, además, memoria de sus actividades en forma de artículos, con los que se ha compuesto este extraordinario de Montes.

Se detalla una relación, que consideramos no exhaustiva, de ingenieros de montes españoles, junto a los países donde actuaron enviados por la FAO. Se han ordenado según su antigüedad en la profesión, indicando además la especialidad en la que trabajaron:

José Mª García Nájera: Argentina; Hidrología forestal

Luis Mª Giménez Quintana: Servicios Centrales FAO Roma

Ricardo de Rada Martínez: Promotor del Día Forestal Mundial, actualmente Día Internacional de los Bosques

José Luis Caubet Iturbe: Honduras; Planificación forestal

Antonio Monzón Perala: Bolivia, Ecuador, Perú, Chile, México, Nicaragua, El Salvador, Guinea Ecuatorial; Planificación forestal

Javier Prats Llauradó: Honduras; Servicios Centrales FAO Roma

Fernando Barrientos Fernández: Ecuador, Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Perú; Planificación forestal

Domingo Cadahía Cicuéndez: Chile; Plagas forestales

Antonio Pérez-Soba Baró: Guinea Ecuatorial, Bolivia, Honduras; Hidrología forestal

Fernando Robredo Junco: Chile; Plagas forestales

Manuel de Tuero y Reyna: Argentina, México, Cabo Verde, Túnez; Política y gestión forestal

Rafael González Palacios: Honduras; Planificación forestal

Francisco Zamarriego Crespo: Argentina; Hidrología forestal

Ramón Clopés Boix: Ecuador; Planificación forestal

Javier Moro Serrano: Argelia, Senegal, Bolivia; Inventario forestal

José Mª García de Dueñas Naranjo: Ecuador; Planificación forestal

Fernando Basurco Alcíbar: Colombia; Planificación forestal

Francisco Rojo Saiz: México; Planificación forestal

Ricardo Vélez Muñoz: Guatemala, Panamá, Rep. Dominicana, Argentina, Cuba, Grecia, Benin; Defensa contra incendios forestales

Ramón Villaescusa Sanz: Argelia, Honduras; Inventario forestal

Gonzalo Fernández Tomás: Congreso Forestal Mundial de Madrid, Educación forestal, Servicios centrales FAO Roma

Ángel Barbero Martín: Representante de España en la FAO

Santiago González Alonso: Chile; Planificación forestal

José Luis de Pedro Sanz: Comité Forestal (COFO) de la FAO

José Mª Solano López: Comité Forestal (COFO) de la FAO

Francisco Rodríguez y Silva: Chipre, Nicaragua; Defensa contra incendios forestales

Eduardo Rojas Briales: Servicios Centrales FAO Roma

Nº 150 | Extraordinario 2022[6] Presentación

Se observa que la mayoría de las actividades se realizaron en países de Iberoamérica, donde la facilidad del idioma era garantía de buena comunicación con las contrapartes, generalmente técnicos de las Administraciones forestales de esos países, ya que la FAO trabaja con los Gobiernos. Y esas actividades, en muchos casos, se referían al conjunto de la gestión forestal. A veces eran trabajos especiales, como la hidrología relacionada con la lucha contra la erosión, junto con la reforestación. Asimismo, la defensa contra incendios fue otro de los temas incluidos en los programas de cooperación, habitualmente complementados con programas de formación a varios niveles.

En varios casos, esta participación en los proyectos de la FAO dio lugar a que los ingenieros de montes españoles fueran solicitados para colaborar en otras zonas del mundo, como Asia y África, en proyectos de otras agencias de cooperación internacional o de empresas consultoras.

Aunque la mayoría de las colaboraciones de los ingenieros de montes españoles se desarrollaron por el “ancho mundo”, también hubo intervención des-

de los Servicios centrales de la FAO en Roma, como se ve en la relación de nombres.

Al mismo tiempo, la vía de la FAO fue cauce para la participación de los ingenieros de montes en grandes eventos como los Congresos Forestales Mundiales, organizados por la FAO, y otras conferencias de tema forestal. De modo concreto puede citarse el 6º Congreso Forestal Mundial, que se inauguró en la significativa fecha del 6 del 6 de 1966, en Madrid, y cuyas voluminosas actas fueron editadas bajo la supervisión de Gonzalo Fernández Tomás.

Estas colaboraciones, en favor de los espacios forestales del mundo, también dieron fruto hacia dentro de nuestro país. La diversidad de la Naturaleza y de las sociedades humanas en distintas regiones del planeta obligó a nuestros compañeros a plantear la adaptación de las técnicas conocidas a las condiciones de ambientes diversos, y sacar de ahí conclusiones aplicables después a nuestros propios problemas. i

Países en los que consta la colaboración de los ingenieros de montes españoles que han trabajado enviados por la FAO en algún momento desde su creación (1945), hasta 2015

Fuente: Elaboración de Jorge del Río

Nº 150 | Extraordinario 2022 [7] Presentación

Mandato, gobernanza, estructura y funcionamiento de la FAO

Se analiza brevemente la historia de FAO, su mandato y encuadre en la ONU, así como su gobernanza, presencia en Europa y a nivel global, financiación, cooperación, recursos humanos y, en mayor detalle, el programa forestal de FAO.

Palabras clave: Cooperación internacional, estructura, FAO, forestal, gobernanza, historia, ONU.

Inicios

La FAO1 fue constituida en octubre de 1945 como la primera agencia del sistema de Naciones Unidas, que arrancaba sobre las ruinas de la II Guerra Mundial y los problemas generalizados de abastecimiento de alimentos. Establecida provisionalmente en Washington, su sede fue trasladada en 1951 a Roma.

1 https://www.fao.org/home/es; https://www.fao.org/about/org-chart/en/

Decano del COIM, presidente de PEFC-Internacional, profesor de la Universitat Politècnica de València

Prácticamente todos los países existentes en ese momento entraron como miembros en FAO en los primeros años, menos la Unión Soviética. En las siguientes décadas, la independencia de muchos países en África y Asia incrementó considerablemente el número de países, hasta 194 en la actualidad, lo que obviamente afectó al equilibrio entre los países desarrollados y en vías de desarrollo.

Bosque de bambú de Arashiyama (Kyoto, Japón, octubre de 2016) © FAO/Giulio Napolitano
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Mandato

Su mandato temático correspondía al de los Ministerios de Agricultura de esa época: agricultura y ganadería, pesca, forestal y alimentación, siendo su misión prioritaria superar el hambre. Para llevarla a cabo, desarrolló dos grandes ámbitos de trabajo: el normativo y el de desarrollo. En el primero se encuentran, entre otros, la estadística, centro de conocimiento de referencia (publicaciones, buenas prácticas, conferencias, biblioteca, bases de datos…), convenciones2 temáticas, información y comunicación. En el segundo, el objetivo es prestar a las naciones independizadas, en los años posteriores a su establecimiento, capacidades técnicas para su desarrollo.

Gobernanza3

La FAO dispone de una compleja y singular gobernanza que combina órganos específicos, temática o territorialmente, junto a otros globales, en parte integrados. El máximo órgano de gobierno es la Conferencia, que se reúne cada dos años, elige al director-general y aprueba el presupuesto. El día a día lo supervisa el Consejo, formado por una cuarta parte de los países. De él dependen los comités legal, de finanzas y de programas. Por otro lado, se dispone de comités en cada ámbito temático (agricultura y ganadería, pesca y forestal, mercado de alimentos y alimentación4). Además, la regionalización de FAO comportó el establecimiento de cinco conferencias regionales formales (Europa, Asia-Pacífico, África, Norte de África y Cercano Oriente, Latinoamérica y el Caribe) además de la informal norteamericana formada por USA y Canadá. Mientras los anteriores forman los órganos rectores, estos son complementados por los órganos estatutarios, como la Comisión de Recursos Genéticos5, las seis comisiones regionales forestales que responden a las regiones antes indicadas, más diecisiete comisiones de pesca y la Comisión de Agricultura de Europa.

Placa conmemorativa de la Sede de la FAO en Homestead (Hot Springs, Virginia, EEUU). El texto dice “Conferencia de Hot Springs. Aquí en el hotel Homestead, cuarenta y cuatro naciones se reunieron, 18 mayo – 3 junio de 1943, y propusieron la creación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, dedicada a mejorar la vida de los pueblos de todo el mundo”

2 FAO dispone de 18 convenciones establecidas en su seno, 17 en el ámbito pesquero y agrícola y una forestal (IPC). https://www.fao.org/ treaties/results/en/?search=adv&subj_coll=ArticleXIV

Como en el resto del sistema ONU, los países disponen de un voto, aunque sus aportaciones sean proporcionales a su PIB. El único caso en que se aplica en la práctica el voto es en la elección, cada cuatro años, del director general, reelegible una vez; en el resto de cuestiones se aplica el principio de consenso, sobre la base de las aportaciones de los países al punto del orden del día, y los apoyos a mociones concretas interpretadas por el comité de redacción, cuya composición se acuerda al inicio de la sesión. Los directores generales de las últimas décadas fueron Saouma (Líbano, 1976-93), Diouf (Senegal, 1994-2011), Graziano da Silva (Brasil, 2012-19) y Qu Dongyu (2019-).

Presencia global6

La FAO está presente en unos 130 países, prácticamente en todos aquellos en vías de desarrollo, donde además implementa proyectos de desarrollo. En los países desarrollados no dispone de una estructura a escala de país, sino de representación

3 https://www.fao.org/unfao/govbodies/home/en/

4 El Comité de Seguridad Alimentaria Mundial establecido en 1974 es un órgano inclusivo en el que además del sistema ONU participan el Banco Mundial, FMI, organismos de investigación (CGIAR) y la sociedad civil reuniéndose anualmente en Roma y ejerciendo su secretaría la FAO. https://www.fao.org/cfs/es/

5 https://www.fao.org/unfao/govbodies/gsb-subject-matter/statutorybodies-details/en/c/235/?no_cache=1

6 https://www.fao.org/about/who-we-are/worldwide-offices/en/

Complejo Homestead, en Hot Springs (Virginia, EEUU), donde una Conferencia sobre Alimentación y Agricultura, en 1943, sentó las bases para la FAO ©
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Homestead © FAO

en capitales, con sedes de organizaciones internacionales, sean de la ONU o no (Washington, Nueva York, Viena, Ginebra, Tokio, Bruselas...), que adicionalmente ejercen funciones de comunicación.

Financiación y desarrollo

La FAO destina los medios, aportados en forma de cuotas por los países miembros, a su estructura básica, programa normativo y unos limitados fondos para pequeños proyectos de desarrollo, generalmente utilizados como palanca para conseguir proyectos de mayor calado (TCP). Es agencia implementadora del GEF7 y el GCF8, cuyos recursos no pueden ejecutar directamente los estados, y recibe fondos para ejecutar sus programas de desarrollo de donantes públicos (estados), sector privado, instituciones financieras internacionales (Banco Mundial, bancos regionales de desarrollo, GEF, GCF…) u otras agencias de la ONU (PNUD). Su presupuesto actual es de 440 millones €/año, de aportaciones de los países, más 990 millones €/año de proyectos aportados por terceros. Los proyectos de desarrollo se centran en cuestiones técnicas, de asistencia en políticas sectoriales y creación de capacidades, solo excepcionalmente incluyendo actuaciones físicas (obras, inversiones) sobre el terreno (white collar)9. La forma de ejecución de los proyectos es directa.

Recursos humanos

Actualmente la FAO dispone de 3.000 empleados permanentes, financiados por las aportaciones obligatorias de los países, que disponen cada uno de cuotas máximas limitadas al personal técnico de acuerdo con su aportación. Además, trabajan en FAO 7.000 personas contratadas por proyectos, consultores, becarios o personal de los países u otras instituciones, puestos a la disposición de FAO. La mitad se encuentra en Roma; el resto, en las oficinas regionales, subregionales y de país.

Todas las posiciones de personal contratado, sea funcionario o de proyectos, es publicada en web y sometida a un proceso selectivo abierto y competitivo, con el objetivo de asegurar la excelencia, diversidad geográfica y especialización respecto a la plaza a cubrir, a diferencia de otros organismos internacionales que seleccionan a juniors, siendo el acceso externo a plazas superiores muy excepcional10. El personal funcionario de los servicios

7 Global Environmental Facility https://www.thegef.org/

8 Green Climate Fund https://www.greenclimate.fund/

9 https://www.fao.org/in-action/fao-projects/en/

10 Secretariado ONU (sistema ONU sin agencias), Comisión Europea)

Vivero de árboles del Gobierno de Ecuador en Nagsiche (provincia de Cotopaxi). El vivero suministra plántulas de árboles (Pinus radiata y ciprés) para cooperativas de forestación, como parte de la asistencia del Programa Mundial de Alimentos (PMA) al desarrollo comunitario. En octubre de 1978, el PMA de la ONU/FAO inició un proyecto de 3 años en respuesta a una solicitud del Gobierno de Ecuador de ayuda para promover el desarrollo socioeconómico en las zonas rurales © Mattioli Plántulas en el Centro de Semillas y Vivero Forestal de Leshoz Saba (Rusia, agosto de 2012). Rusia es uno de los países miembros de la FAO, aunque su entrada no se produjo hasta 2007 FAO/Vasily
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FAO/Franco
©
Maksimov

centrales se ocupa, además de las funciones normativas, de coordinar proyectos globales o interregionales, de la gobernanza, las cuestiones intersectoriales y las relaciones con otros organismos internacionales, estructurándose de tal forma que permita cubrir la totalidad de la temática sectorial potencialmente requerida.

Encuadre en la ONU11

La FAO es en la actualidad la mayor de las agencias de la ONU. Las agencias forman parte del sistema ONU, aplicándoseles buena parte de su normativa interna, si bien los estados son directamente sus miembros y realizan las correspondientes aportaciones (cuotas).

ODS y estadísticas

FAO provee al Departamento Económico y Social de la ONU (DESA), responsable de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los indicadores relacionados con las áreas temáticas de su mandato (agricultura y ganadería, pesca, bosques, suelo, alimentación).

Presencia en Europa

En Europa y Norteamérica (USA y Canadá) careció de estructura desde su fundación, al considerarse dos regiones ya entonces plenamente desarrolladas. Si bien el entonces bloque oriental de Europa ingresó en la FAO durante los primeros años, no lo hizo la Unión Soviética; solo en 2007 Rusia ingresó en la FAO. Ello obligó a establecer una singular arquitectura que asegurase una mínima conexión entre la FAO y la URSS, escogiéndose para ello la Comisión Económica para Europa (UNECE), que abarca también la extinta URSS y Norteamérica. Se ubicó la División para Europa, limitada a la función normativa, en sus dependencias en Ginebra.

En 1995, con la caída del Muro de Berlín y la aparición de demanda de cooperación en los antiguos países de Europa del Este y Asia Central, la FAO estableció una Oficina Regional como en el resto de regiones, primero en Roma y posteriormente en Budapest, desmontando la División Europea de Ginebra salvo en el ámbito forestal, donde la estrecha cooperación establecida entre la Comisión Forestal Europea de FAO y el Comité de la Madera de UNECE recomendaron su continuidad12

Programa forestal

Desde su establecimiento y hasta 1972, la FAO dispuso de una División Forestal que con posterioridad a esa fecha se convirtió en Departamento, hasta 2019, volviendo al nivel de División en 2020. Entre 1972 y 2019 dispuso de hasta cuatro divisiones.

La reforma de 2009 adscribió al personal técnico descentralizado a las oficinas regionales o subregionales donde estaban adscritos13. En total dispone de setenta funcionarios técnicos en las unidades forestales y de otros doscientos cincuenta como contratados o consultores a tiempo completo, entre la sede y la estructura territorial, además del personal administrativo.

Qué es el Comité Forestal de la FAO

El Comité Forestal (COFO) es el máximo órgano estatutario de la FAO para el sector forestal. Fue creado en 1970, y su primera sesión se celebró en 1972.

Antes de su constitución, existían solamente las comisiones forestales regionales (CFR). Estas se complementaron así con un mecanismo global (COFO) destinado a guiar al recién creado Departamento Forestal (antes División) en sus tareas globales, mientras que las CFR guiaban el trabajo de FAO a escala regional y la coordinación entre los países también a esa escala. En pesca se procedió de idéntica forma; y en agricultura se estableció directamente el Comité de Agricultura, sin comisiones regionales (salvo en Europa).

Las reuniones bienales del COFO (celebradas en la Sede de la FAO en Roma, Italia), reúnen a los responsables de los servicios forestales, y a otros altos funcionarios gubernamentales, con el fin de identificar los nuevos aspectos normativos y técnicos, buscar soluciones y asesorar a la FAO y a otras organizaciones sobre las acciones apropiadas. También hay otros organismos internacionales que participan en el COFO, y cada vez son más los grupos no gubernamentales que participan en este Comité. La participación en el COFO está abierta a todos los Estados Miembros de la FAO.

13 En similitud con la complejidad en engarce que conocemos de las Consejerías o de los Ministerios antes del Estado de las Autonomías.
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11 https://www.fao.org/about/fao-and-the-un/en/ 12 https://unece.org/forests/introduction

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 11 de diciembre como “Día Internacional de las Montañas”. A partir de 2003, se ha celebrado cada año para crear conciencia sobre la importancia de las montañas para la vida, para destacar las oportunidades y limitaciones en el desarrollo de las mismas y para construir alianzas que produzcan un cambio positivo que beneficie a las poblaciones y a los territorios de montaña en todo el mundo

Entre 1947 y 1959 se establecieron las seis comisiones forestales regionales, siguiendo en 1972 el Comité Forestal a escala global con sesiones cada dos años. En 1947 se estableció la primera y hasta la fecha única convención forestal: Convención Mundial del Chopo14. En 1995 se estableció y ubicó en FAO la Inter-Agency Task Force on Forests (IATF), en 2000 transformada en Collaborative Partnership on Forests, formado por quince organismos internacionales con programas relevantes en materia forestal, con el objetivo de apoyar el proceso del Foro de Bosques de la ONU (UNFF), que FAO preside desde su creación, y reforzar la coordinación. 14 https://www.fao.org/treaties/results/details/en/c/TRE-000052/

El Departamento/División Forestal ejerce la secretaría de la Alianza de las Montañas desde 2002, y del Grupo de trabajo técnico Intergubernamental sobre recursos genéticos forestales. También dispone del Comité Asesor de la Industria Forestal Sostenible (ACSFI) desde 1960.

FAO incorporó estructuras anteriores a su establecimiento. Destacan, en el ámbito forestal, la Red Silva Mediterránea, establecida en 1922 y actualmente englobada en las comisiones forestales regionales; y el Congreso Forestal Mundial, cuya XV edición ha tenido lugar en Corea en mayo de 202215. a 15 https://wfc2021korea.org/index.html

Izq.: Cartel del VI Congreso Forestal Mundial, celebrado en Madrid en 1966. Dcha.: Escultura, en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de Madrid, del enlace cardánico, símbolo del VI CFM de Madrid
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Fuente: Fototeca Forestal

Ramón Clopés Boix

Ramón Clopés Boix nació en Sant Miquel de Cladells (Girona) en 1928. Miembro de una arraigada familia de propietarios forestales (que se remonta a 1267), Ramón es ingeniero de montes desde 1959 (promoción 103) y doctor desde 1962. Su primer destino fue el Patrimonio Forestal del Estado en Tarragona, hasta 1962, año en el que comenzó su aventura en Ecuador con la FAO. A su vuelta estuvo en ICONA en Tarragona hasta 1980, año en el que fue designado delegado del Ministerio de Agricultura en esta ciudad hasta 1982. Posteriormente, hasta su jubilación en 1993, ocupó el cargo de jefe del Medio Natural en Tarragona en la Generalitat de Catalunya.

Ya jubilado, Ramón Clopés ha estado realizando proyectos para el sector privado hasta 2016, además de impartir clases de selvicultura en la Escola Tècnica Superior d’Enginyeria Agraria de Lleida desde 1990 a 1994. Cabe destacar importantes distinciones a su trabajo, como la Medalla de la Orden del Mérito Civil -categoría Comendador en 1971- y la Medalla del Mérito Agrícola en 1977.

Su experiencia en la FAO se prolongó durante 10 años y, según sus propias palabras, resultó “inolvidable y maravillosa tanto en lo profesional como en lo social”. Allí desarrolló proyectos de repoblación con Eucalyptus globulus y Pinus radiata , y posteriormente un proyecto de formación forestal en Conocoto, entre otros muchos cometidos que llevó a cabo durante su estancia.

Cuéntenos, ¿cómo surgió la oportunidad de colaborar con la FAO?

En 1962 estaba trabajando como ingeniero, contratado verbalmente por el Patrimonio Forestal del Estado en la Brigada de Tarragona-Castellón, esperando que corriera el Escalafón para ser funcionario, para el cual calculaba que faltaba alrededor de año y medio. El trabajo principal consistía en dirigir sobre el terreno las repoblaciones de la Brigada, unas 1.500 ha/año de promedio. A finales de año mi jefe y compañero Antonio Monzón, que había aceptado ir a Ecuador como experto forestal de FAO, renunció al puesto. En esto apareció por Tarragona el ingeniero cubano González, que estaba en Ecuador con FAO, pero acababa de ser trasladado a la sede central en Roma. Pensaba convencer a Monzón o por lo menos encontrar un sustituto para

el puesto que él estaba ocupando en Quito. Total, que al final me ofrecieron el puesto, que acepté encantado.

¿En qué consistieron sus primeros trabajos?

Recibí el contrato de FAO y el trabajo consistía en asesorar en técnicas de reforestación, adiestramiento del personal y asesoramiento al Gobierno de Ecuador en temas forestales. La duración del contrato era de un año, justo lo que quería, con unas condiciones que consideré inmejorables y que, entre otras cosas, daba la oportunidad de conocer las selvas tropicales, el mayor deseo de mi vida. Casado unos meses antes, todavía sin hijos, lo vimos como un nuevo y alucinante segundo viaje de novios, que nos permitiría viajar y conocer medio mundo, en tiempos en que lo más lejos que se viajaba era hasta Perpiñán, a ver películas.

Entonces decidieron emprender esta nueva aventura. ¿Cómo fueron aquellas primeras impresiones nada más llegar a Ecuador?

Tenía que estar en Roma el 26 de febrero de 1962, y allí estuve puntualmente, recibiendo instrucciones durante una semana antes de viajar a Quito, en el inicio de los vuelos en los grandes jets. Todo nuevo para nosotros. En Quito, a pie de avión, nos recibió el representante de FAO en Ecuador, el ingeniero González, el director general de Bosques y varios ingenieros, también de la Dirección de Bosques (ingenieros agrónomos, pues no había ingenieros forestales en Ecuador). Por supuesto, el recibimiento y las primeras impresiones no pudieron ser mejores.

Tuvelaoportunidad de conocer las selvas tropicales,elmayordeseo de mi vida

Apenas notamos los efectos de la altitud por los 2.850 m de Quito. Quito era entonces una ciudad de unos 400.000 habitantes, con fama de ciudad culta. Tenía 3 universidades, varios centros culturales, buenos hoteles y restaurantes, y ambiente tranquilo y pacífico. El clima era ideal, con una media de 15⁰, y al estar junto a la línea ecuatorial, primavera todo el año. Por algo se considera a Quito como “Luz de América”. El centro histórico

“MiexperienciaenlaFAOfueinolvidableymaravillosa,tantoenlo profesionalcomoenlosocial”
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es una maravilla colonial, siendo Quito la primera ciudad de América en ser declarada Patrimonio de la Humanidad, por sus singulares y riquísimos tesoros arquitectónicos de iglesias, monasterios y museos. La ciudad está al pie del volcán Pichincha, de casi 5.000 m, con la parte moderna al este, donde íbamos a instalarnos, donde se ubican las nuevas urbanizaciones.

Háblenos de esos primeros contactos.

El ingeniero González, antes de irse a Roma, me introdujo en los centros oficiales, sobre todo en el Ministerio de Agricultura y en la poderosa Junta Nacional de Planificación. Fui bien recibido por los 10 expertos de FAO de distintas especialidades y nacionalidades, que organizaron una fiesta familiar de bienvenida, lo mismo que el grupo de españoles, unos 12, que trabajaban en los distintos organismos de Naciones Unidas en Quito. También fuimos recibidos en la Embajada y en el Centro Español. La verdad es que, entre unos y otros, nos hicieron sentir como en casa y contentos de iniciar esta nueva vida.

Comienza su cometido en la FAO. Fue una etapa sin duda apasionante. ¿Era el trabajo muy diferente a lo que esperaba o a lo que hacía en España?

Mi oficina en la FAO estaba bien situada, a la vista tenía dos nevados eternos: el Cayambe, al este; y al oeste, el volcán Cotopaxi, ambos con alrededor de 5.900 m. Estaba preocupado por el trabajo, la clase de árboles que habría en los valles de la Sierra de los Andes y con qué especies se estaban haciendo las primeras repoblaciones. Cuál fue mi sorpresa al ver que el árbol principal de la Sierra era el eucalipto (E. globulus) utilizado para construcción, leña, etc. Y que era también la especie más utilizada en las repoblaciones junto con el pino insigne (P. radiata), viejo conocido ya que, en la finca familiar de Gerona, teníamos un pequeño vivero que nos servía para ir repoblando los terrenos que iban dejando los castaños enfermos.

Mis preocupaciones quedaron aparcadas. Faltaba saber lo que pasaba en el litoral y en las selvas pluviales, que por fin pude visitar a los 15 días de llegar y de donde salí impresionado. El Ministerio de Agricultura modificó pronto mis tareas, ya que consideró prioritario acabar la redacción de las Leyes de Bosques y de la Reforma Agraria, que se estaban tramitando en el Congreso de los Diputados, y fui nombrado miembro de ambas comisiones. Además, pidieron que diera clases en la Facultad de Ingenieros Agrónomos de la cual fui nombrado profesor principal Ad-Honorem a partir de 1963. Menos mal que las comisiones se iban espaciando cada vez más (como todas las comisiones) y tuve el tiempo necesario para viajar por todo el país.

Se amplió la red de distritos forestales a todas las provincias de la Sierra y se iniciaron reforestaciones masivas con Pinus radiata en los páramos hasta los 3.300 m.

Desde mi oficina en la FAO tenía a la vista dos nevados eternos: elCayambe,aleste; yaloeste,elvolcán Cotopaxi;amboscon alrededor de 5.900 m

También empezaron los primeros trabajos en los cultivos abandonados de las provincias litorales, con viveros y plantaciones de especies autóctonas: balsa (Ochroma pyramidale), laurel (Cordia sp.), caoba (Swietenia sp.), cedro (Cedrela sp.). Vimos algunas plantaciones de teca (Tectona grandis). También se activó el vivero de la Estación Experimental Subtropical “La Favorita” y se iniciaron los primeros reconocimientos de las selvas pluviales de Esmeraldas.

Su contrato finalizaba en 1963, pero usted quería continuar su labor en Ecuador. ¿Qué ocurre entonces?

Al acabar el contrato, en febrero de 1963, el Gobierno de Ecuador y FAO me propusieron un nuevo contrato por 4 años más. De acuerdo con mi mujer (y ya con nuestra hija de 4 meses) aceptamos encantados, vistos el trabajo y el ambiente social en el que vivíamos. Además de lo que venía haciendo,

La Bola de Guachalá (Cayambe, Ecuador), un monumento en honor a la línea ecuatorial, que divide la tierra en dos hemisferios iguales. Ramón Clopés en el hemisferio norte (izq.) y el director de Bosques, ingeniero Rosero, en el hemisferio sur (dcha.). Año 1969

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el Gobierno y FAO indicaron que fuera preparando un proyecto para la enseñanza forestal de Ecuador, ya que el Sector iba creciendo rápidamente y no se podría mantener sin la intervención de técnicos forestales.

Pero de pronto todo cambió. A primeros de marzo de 1963 recibí un oficio de la Dirección General de Montes, Caza y Pesca Fluvial, comunicándome que ingresaba en el Escalafón del Cuerpo de Ingenieros de Montes y que tenía que jurar al cargo (uniforme obligatorio) ante el Ilustrísimo Señor Subsecretario antes del 20 del mismo mes. De no asistir, se entendería que renunciaba al ingreso en el Escalafón. Claro, no quería renunciar al Escalafón, pero tampoco dejar mi trabajo en FAO. Pedí urgentemente una prórroga, que llegó fuera de plazo, pero por si acaso, nos espabilamos para llegar a Madrid el mismo día 20. En el aeropuerto me esperaba un compañero, Justino Rodríguez, con su flamante uniforme, que me puse en los lavabos, y llegué a tiempo para jurar el cargo. Una vez jurado, solicité excedencia

especial, que fue denegada. Tuvieron que intervenir el ministro de Asuntos Exteriores de Ecuador y el director general de FAO (guardo las cartas) para que me dieran la excedencia especial por un período de 10 años.

Entonces vuelven a Ecuador. ¿Cómo retoma su actividad allí?

Estabapreocupadoporel trabajo,laclasedeárboles quehabría...Cuálfuemi sorpresaalverqueelárbol principaldelaSierraerael Eucaliptus globulus

Regresamos muy contentos a Quito, con mucho trabajo por delante. Menos mal que FAO envió otro experto forestal, el compañero Fernando Barrientos; pero estuvo poco tiempo en Ecuador, ya que fue destinado a nuestra oficina para Latinoamérica, en Santiago de Chile. Reanudé todos los trabajos y empecé a dedicar tiempo a la preparación del convenio de Naciones Unidas - FAO - Gobierno de Ecuador, para la enseñanza forestal. El Gobierno cumplió su parte y empezó a construir unos edificios para instalar el futuro Centro de Enseñanza en el precioso valle de Conocoto, en una granja de unas 30 ha, propiedad de Agricultura, donde ya estaba

Repoblación de Pinus radiata a 3.200 m de altitud, al pie del volcán Illiniza (5.304 m, Ecuador). Año 1967 (foto coloreada artificialmente)
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Carta de Ernesto Jouvin, ministro de Economía de Ecuador, al director de la Misión FAO en el Ecuador, John Kassebaum, solicitando colaboración en la petición de excedencia de Ramón Clopés en 1963, para que pudiera regresar a Ecuador, lo antes posible, después de jurar el cargo en el Escalafón del Cuerpo de Ingenieros de Montes

instalado el vivero central y con plantaciones de eucalipto, Pinus radiata y varias especies más, incluso castaños. El valle, precioso, se encontraba a 8 kilómetros de Quito, con menos altitud (unos 2.500 m) y con un clima ideal.

Llegó a conocer bastante bien la selva… Sí, en estos años visité varias veces la selva de Esmeraldas - San Lorenzo, en la frontera con Colombia. En primer lugar, para conocer las principales especies arbóreas y familiarizarme con su ecosistema; y luego para escoger el lugar idóneo para instalar un campamento estable, para prácticas con los alumnos, y centro de investigación. Todo ello en territorio de los pacíficos indios Cayapas, simpáticos pero poco habladores.

Me encantaba el paisaje, la flora, la fauna; aunque debo confesar mi temor reverencial a las serpientes, sobre todo a la verde arborícola (Oxybelis sp.) desde el día que agarré una por la cola, enrollada en una liana verde en la que me apoyé. No volvió a ocurrir.

Pero no conocía la selva amazónica. Por eso recuerdo un esperado viaje a esta última en 1970, en

concreto a El Coca (ahora Francisco de Orellana), justo donde el río Coca desemboca al Napo. Estuve alojado en la misión de los Padres Capuchinos, firmando un proyecto de ayuda de FAO con el obispo monseñor Labaka, con quien nos adentramos por la Selva. Tiempo después, monseñor Labaka se adentró por otras zonas de la Selva y fue asesinado por una tribu indígena en 1987. Ahora toda aquella zona está llena de torres petroleras.

Volviendo al año 1966, en la que sería su última etapa en Ecuador, la FAO le nombra Project Manager, todo un reto que supuso asumir aún más responsabilidades. Cuéntenos como fueron estos últimos años profesionales allí.

En 1966 se aprobó por fin el Convenio entre el Gobierno de Ecuador y el Fondo Especial de Naciones Unidas - FAO para el Centro de Capacitación Forestal de Conocoto (CENCAFOR) ECU-18, con una duración de 5 años (hasta finales de 1971). Me comprometí entonces por 5 años más, con la intención, acordada con mi mujer, de regresar a España al finalizar el año 1971. FAO me nombra “Project Manager” y empieza un frenético trabajo de organización y planificación del proyecto, que básicamente contenía: cursos regulares para peritos forestales, en régimen de internado durante dos años en el centro, de unos veinte alumnos/año, bachilleres, previo examen de ingreso; también cursillos de especialización, tanto para personal profesional del

En la selva de Esmeraldas - San Lorenzo, al pie de un cuangare (Otobaparviflora). Año 1970
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servicio forestal como para capataces y trabajadores forestales; y coordinación de la enseñanza con actividades de investigación en bosques experimentales.

FAO envió cuatro ingenieros forestales de distintas nacionalidades, como profesores, a los que posteriormente se añadió el compañero José María García Dueñas, que había terminado su trabajo en Ecuador como asesor catastral. Por su parte, el Gobierno nombró un co-director nacional y cinco ingenieros-profesores, se reclutó al personal de secretaría y servicios, y así empezó a andar el proyecto

En1966seapruebaelconvenio entreelGobiernodeEcuadory elFondoEspecialdeNaciones Unidas-FAOparaelcentrode CapacitaciónForestaldeConocoto (CENCAFOR)ECU-18.Menombran ProjectManagerycomienzaun frenéticotrabajodeorganizacióny planificación

desde el primer día. Por parte de FAO, llegó material técnico, un aserradero completo, vehículos y libros para la biblioteca.

El proyecto adquirió cierta fama y empezaron a llegar becarios de otros países, pero solo se podía admitir dos o tres por año. También desde el proyecto enviamos técnicos con becas fuera de Ecuador; entre ellos, dos a España.

Dentro de los planes de enseñanza, además de las prácticas en los bosques propios de Conocoto y en bosques particulares en la Sierra, cada año se hacían prácticas en los bosques pluviales, por lo que se preparó un campamento estable en la Selva de Esmeraldas, en San Lorenzo, cerca de la frontera con Colombia. El proyecto se desarrolló de acuerdo al convenio y la planificación previa, y al final ya habían salido unos 100 estudiantes con el título de Perito Forestal, todos con trabajo inmediato, tanto en el sector privado como en el público. Los tres primeros destinados al Parque Nacional de las Islas Galápagos, a donde fui en 1970, como representante de FAO, al XII Congreso Forestal Latinoamericano de Vida Silvestre y Parques Nacionales.

Con el obispo capuchino Monseñor Alejandro Labaka (dcha.), bajo el árbol del pan (Artocaptusaltilis). El Coca (Ecuador). Año 1970 Enseñando la medición de diámetros en el cuangare (Otoba parviflora) en la Selva de Esmeraldas (San Lorenzo, Ecuador). Ramón Clopés en el centro. Año 1968
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Después de tanto tiempo dedicado a la FAO, le costaría dejar su trabajo y su vida en Ecuador. ¿Cuándo vuelve a España?

A finales de 1971 finalizó el convenio, y en consecuencia el proyecto de enseñanza, con total satisfacción tanto por parte del Gobierno como de FAONaciones Unidas, y pidieron preparar una prórroga por tres años más, pero nuestra decisión de regresar a España a finales de 1971 era inamovible. Regresamos y pedí al Ministerio de Agricultura el reingreso al servicio activo, que fue concedido a partir del 1 de enero. Pero esto es ya otra historia.

Aun así, desde FAO me enviaron varias propuestas de trabajo y entre 1975 y 1980 acepté seis misiones de corta duración, de evaluación de proyectos, visitando Colombia, Ecuador, Bolivia y todos los países de América Central.

¿Qué balance hace de toda aquella etapa?

Muy bueno. Nos habíamos ido por un año, casi recién casados y sin hijos, y regresamos a España a los 10 años, con tres hijos y una larga experiencia, tanto profesional como social. También regresamos con el reconocimiento tanto del Gobierno de Ecuador como de FAO y del Gobierno Español, al concederme la Medalla al Mérito Civil. Ecuador nos recibió muy bien, es un país fantástico; su gente, muy amable y cordial. Hemos sido muy felices y vemos que acertamos plenamente con nuestra decisión. Dicen de Madrid aquello de “de Madrid al cielo”, pero viviendo en Quito estás más cerca. Personalmente, quedé muy satisfecho con el trabajo. Confucio dice “Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Creo que tiene razón. W

Ramón Clopés (quinto por la derecha, con gafas), en la entrega de los títulos a los nuevos Peritos Forestales en la Escuela Forestal de Conocoto (Ecuador). Año 1968
RegresamosaEspaña con el reconocimiento tanto del Gobierno de EcuadorcomodeFAOy delGobiernoEspañol,al concederme la Medalla al Mérito Civil
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Ingenieros de Montes en la

Javier Prats Llauradó, un Ingeniero de Montes en el equipo dirigente de la FAO

Se presentan las actividades de Javier Prats Llauradó como experto de la FAO en varios países y específicamente como miembro del equipo dirigente de esta organización desde la sede de Roma, donde ejerció durante prácticamente veinticinco años.

Fecha inicio colaboración FAO: 1958

Palabras clave: Actividad internacional forestal, formación forestal, Servicios Centrales de la FAO.

Introducción

La participación de los ingenieros de montes españoles en las actividades de la FAO se ha desarrollado habitualmente en proyectos localizados en países del “ancho mundo”, como expertos responsables de alguna acción concreta del proyecto o como consultores asociados al proyecto para algún tema específico. La relación de compañeros que aparece en la presentación de este número extraordinario de la revista Montes lo confirma. Sin embargo, hay algunos casos en los que esa participación ha tenido lugar en los Servicios Centrales de la Organización, dedicados a coordinar esos proyectos, dispersos por el mundo, dentro de las directrices que rigen las políticas de la FAO.

La figura de Javier Prats Llauradó es notable por su prolongada participación en los trabajos de la FAO desde un puesto en dichos Servicios Centrales en Roma, donde estuvo destinado desde 1961 hasta su jubilación en la Organización en 1984.

Nació en Barcelona el 16 de marzo de 1925. Finalizó sus estudios de Ingeniería de Montes en el año 1949, perteneciendo a la promoción 93, compuesta por un grupo de sobresalientes ingenieros.

Su ingreso en el Cuerpo de Ingenieros de Montes se produjo el 17 de mayo de 1950. Su primer destino le llevó a Ourense, siendo destinado el mismo año al Distrito Forestal de Tarragona, dirigido por aquel

entonces por Ricardo Sáenz de Cenzano. Durante su etapa en el Distrito, Javier Prats colaboró intensamente con la brigada del Patrimonio Forestal de Tarragona-Castellón, que acaba de ver su luz con la llegada de su buen amigo y compañero Antonio Monzón Perala. Durante esos años en Tarragona, Prats compatibilizó sus trabajos en el Distrito con los de profesor en la Universidad Laboral de Tarragona, como profesor de Tecnología de la Madera.

Inicio de su actividad internacional

A finales de 1958 comenzó la andadura internacional de Prats, que duraría 25 años. Todo empezó con una circular que envió la Dirección General de Montes, Caza y Pesca Fluvial a los servicios provinciales comunicando que la FAO solicitaba un ingeniero de montes para un destino en Honduras. Esa solicitud fue firmada por cuarenta ingenieros, algunos con expectativa de ingreso en el Cuerpo. El subdirector, Lorenzo Casado, preseleccionó a Javier Prats y Antonio Monzón, dejando la decisión final en manos del director general, Paulino Martínez Hermosilla.

La elección recayó finalmente en Prats, según nos cuenta Monzón, por la mayor facilidad que tenía la Dirección en reemplazar a Prats en el Distrito que a Monzón en el Patrimonio, ya que este último representaba una unidad administrativa unipersonal.

La estancia de Prats en Honduras se prolongó hasta el final del proyecto nacional que allí ejecutaba la FAO (imagen 2), financiado por el Fondo Especial de Naciones Unidas para el Desarrollo Económico.

Javier Prats (década de los 80 aprox.)
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FAO

Ingenieros de Montes en la FAO

Terminado el proyecto desarrollado en Honduras, Prats se trasladó a Roma, a las oficinas centrales de FAO, donde desarrollaría una dilatada carrera. Su estancia en Honduras fue continuada por otros compañeros como José Luis Caubet y Rafael González Palacios, que se encargaron de aspectos complementarios del proyecto principal.

Actividad desde la sede de la FAO en Roma

Durante su estancia en Roma, Prats ocupó cargos de enorme responsabilidad dentro de la FAO como director de Operaciones y director del Departamento de Montes, siendo finalmente director general adjunto durante el mandato del libanés Edouard Saouma. Al principio de los años 60, en la Dirección de Montes y Productos Forestales, estaba adscrito a la Oficina del Director, Egon Glesinger. Durante los años setenta ocupó la Secretaría del Comité Asesor de la FAO sobre Enseñanza Forestal y llegó a ser el forestal de mayor categoría en la Subdirección Forestal.

Como oficial de la FAO, Prats tuvo un papel relevante en el desarrollo del 6º Congreso Forestal Mundial que se celebró en Madrid en 1966, aunque siempre

entre bastidores, sin ostentar ningún protagonismo. Así, fue secretario adscrito al presidente en la Secretaría del Congreso, editor jefe de las Actas o secretario auxiliar de la tercera sesión plenaria.

Durante los años 1977 y 1978 participó activamente en la Junta Consultiva sobre Política de Edición de la revista Unasylva, publicación que servía como vía de expresión de la Dirección de Montes y Productos Forestales, primero, y luego del Departamento de Montes de la FAO.

Javier Prats Llauradó, un Ingeniero de Montes en el equipo dirigente de la FAO Aprovechamiento forestal en Guaiamaca (Honduras) en abril de 1959 J. Prats Javier Prats Llauradó (primero por la izquierda), en el aeropuerto de Londres con unos compañeros (años 60 aprox.)
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Ingenieros de Montes en la

Durante sus años en Roma se dedicó activamente a los temas relacionados con la enseñanza y la capacitación forestal, principalmente en América Latina. Al principio de la década de los 70, la actividad de la FAO se orientó a aumentar la eficacia de las escuelas forestales mediante la capacitación del personal docente y la mejora del contenido, la organización y el desarrollo de los programas de enseñanza. Participó en numerosos informes entre los cuales destaca, por su ambición, el preparado para la cuarta sesión del Comité Asesor que se celebró en Nigeria en 1969. En ese informe, elaborado conjuntamente con Hardy Shirley de la State University College of Forestry de Syracuse , se abordaba un estudio de ámbito mundial sobre las necesidades en cuanto a enseñanza forestal, para determinar cuántas escuelas forestales más harían falta, qué temas deberían incluirse en sus programas de estudio y dónde deberían emplazarse.

Aparte de la enseñanza y la capacitación forestal, Prats también profundizó en el ámbito de las administraciones públicas forestales, especialmente en América Latina, como lo demuestra la publicación realizada con Speidel en 1975, y reeditada en 1981, PublicforestryadministrationsinAmericaLatina.

Durante sus años en Roma, su casa en el barrio del EUR en Roma se constituyó en un punto de encuentro para los compañeros forestales que por allí pasaban, como Ramón Clopés o Antonio Monzón. Finalizada su etapa en la FAO, después de 25 años, Prats fue nombrado secretario general del ICONA el 25 de abril de 1984, en el equipo de Ángel Barbero. Su estancia en la Secretaría General finalizó apenas dos años después, el 11 de abril de 1986, al ser relevado dicho equipo en el Ministerio de Agricultura. Esos años fueron muy intensos, al comprender todos los traspasos de competencias entre el Estado y las comunidades autónomas. Durante este tiempo, Prats introdujo nuevos procedimientos de trabajo derivados de su larga experiencia profesional.

Javier Prats visto por sus compañeros

Javier Prats falleció el 27 de mayo de 1993. Como testimonio de lo que fue su persona se recoge la evocación que hace de él Antonio Monzón: Javier Prats fue “una de las mentes más claras que he conocido, magnífico ingeniero, serio, recto y con cierta apariencia de frialdad, que ocultaba un gran corazón. Era además un amigo fiel”. Otra opinión sobre Javier Prats la manifiesta Ricardo Vélez, que intervino en varias consultorías de FAO y visitó los Servicios Centrales de FAO repetidas veces: “Los trabajos como consultor en varios proyectos de la FAO, en los que yo intervine, requerían un “briefing” previo en Roma para recibir instrucciones antes de viajar a la sede del proyecto y un “debriefing” al terminar, igualmente en Roma, para informar de lo realizado y presentar observaciones. La presencia de Javier Prats en Servicios Centrales significaba para los españoles que, además de visitar a los responsables del proyecto, era obligado pasar por su despacho para saludarle y comentar con él algunos aspectos. Para mí en particular era importante esta visita ya que, casi siempre, mi actividad había incluido aspectos de formación del personal local, que entraban dentro de sus cometidos. Por ello, no es extraño que muchos consultores españoles recordemos su presencia en Roma y sus amables observaciones que, sobre todo en nuestra etapa de “novatos”, nos ayudaban para enfocar nuestras misiones que, a veces, resultaban bastante complicadas”.

Agradecimientos

Agradecemos a su hijo, Xavier Prats Monné, los datos que nos han permitido completar esta presentación de la importante labor que Javier Prats Llauradó realizó durante tantos años para el Sector Forestal dentro de la FAO. a

Actividades de formación en el ámbito de la mecanización de los aprovechamientos forestales (mediados de los 60 aprox.) J. Prats Javier Prats (cuarto por la derecha) en Kathmandú (Nepal), en una delegación de la FAO (mediados de los 70 aprox.)
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FAO

Ingenieros de Montes en la FAO

Fernando Barrientos Fernández (1925-2019)

El ámbito forestal internacional marcó gran parte del devenir profesional de Fernando Barrientos. El interés por este ámbito, puesto en evidencia desde sus tiempos de estudiante, lo canalizó principalmente con su trabajo en la FAO durante una década (19621972). En Ecuador y, sobre todo, en Chile, desarrolló su actividad profesional, que fue muy diversa en cuanto a los proyectos desarrollados. De vuelta a España, en la Administración forestal de la época, ocupó diferentes puestos de trabajo ligados a la esfera internacional. A lo largo de su trayectoria forestal recibió varias distinciones, siendo una de las más especiales la que le tributó la entidad local menor de San Feliú de Veri (Huesca) en reconocimiento a su labor en el Distrito Forestal de Huesca los años anteriores a su etapa en la FAO.

Fecha inicio colaboración FAO: 1962

Palabras clave: Chile, Ecuador, FAO, San Feliú de Veri.

Introducción

Fernando Barrientos Fernández nació el 30 de junio de 1925 en Madrid. Estudió la carrera de Ingeniero de Montes formando parte de la promoción 95, la del año 1951. Ingresó en el Cuerpo de Ingenieros de Montes el 2 de julio de 1952. Comenzó su andadura profesional como Jefe de Sección en el Servicio Nacional de la Madera y colaborador del Servicio Nacional de Pesca Fluvial y Caza en Madrid. En 1952, atendiendo a su preferencia por el desarrollo profesional cerca de la naturaleza, se trasladó al Distrito Forestal de Huesca, donde estuvo destinado hasta el año 1960. Desde muy pronto, tuvo la inquietud por moverse en el ámbito internacional, como lo demuestra las prácticas sobre repoblación forestal realizadas en Alemania o los estudios sobre Ordenación de bosques y pastizales realizados en Estados Unidos entre los años 1951 y 1956. En el año 1960 se trasladó a Madrid, a la Dirección General de

En Ecuador, años 1962-63, con el volcán Cotopaxi de fondo. Fernando Barrientos es el segundo por la izquierda
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Ingenieros de Montes en la FAO

Montes, Caza y Pesca Fluvial adscrito a la Jefatura de la Subsección de Programación y Política Forestal.

Trayectoria internacional

A partir de esta época comienza una nueva etapa profesional, la internacional. En 1962 comienza su actividad por América Latina como Oficial Forestal de la FAO y asesor general del Gobierno del Ecuador. En 1964 recibe el nombramiento de adjunto al Oficial Forestal Regional de la FAO en Santiago de Chile. Fue miembro del equipo multidisciplinar de la Oficina Regional de FAO para América Latina y representante en la Región del Director del Departamento de Montes e Industrias Forestales de FAO. Durante esos años desarrolló una actividad muy diversa que comprendió la realización de estudios y programas de la Dirección General de Bosques de Ecuador sobre política, legislación administración y programación forestal, la elaboración y puesta en marcha del Plan Social de Forestación, la supervisión y seguimiento de proyectos forestales, asistencias a Gobiernos, asesoramiento y apoyo al personal de campo, elaboración de programas de becas, dirección de cursos de capacitación e impartición de docencia universitaria tanto en la Escuela de Peritos Forestales de Conocoto (Ecuador) como en la Universidad de Quito como profesor de Dasonomía. En 1970 fue elegido secretario de la Comisión Forestal Latinoamericana.

En 1972, después de 10 años de experiencia internacional, regresa a Madrid adscrito a la Subsecretaría del Ministerio de Agricultura, siendo Jefe de Sección para la Coordinación y Relaciones Internacionales en el ICONA. En esta etapa mantuvo una intensa actividad con organismos internacionales como FAO, PNUD, PNUMA, OCDE y con los servicios forestales de otros países. Formó parte de las misiones españolas de Cooperación Forestal en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.

Colaboración con la FAO

Entre 1978 y 1982 realizó distintas estancias en Chile, Uruguay y Perú como consultor de FAO para el desarrollo de diversos proyectos forestales. En 1980 elaboró el Programa Español de Cooperación Internacional en el sector forestal para el Ministerio de Asuntos Exteriores. Ese mismo año presidió el Seminario FAO/CEPE/OIT sobre Mecanización y Técnica de Forestación. Su larga experiencia y prestigio internacional hacen que sea nombrado Vicepresidente de la Comisión Forestal Europea, Presidente de la reunión OCDE sobre el “Papel de la Administración Pública en la Gestión de los Montes Privados”, y consultor de la FAO, OCDE, UNESCO y PNUMA en varias misiones internacionales. Entre ellas merece destacarse la realizada en Honduras para la firma del Convenio de Cooperación Técnica y Acuerdo Complementario en el sector Forestal

A. Álvarez Visita del Comité de Cooperación Hispano-Americano, en 1979, al Parque Nacional de Garajonay en la isla de la Gomera Fernando Barrientos es el número 12 en el centro de la fotografía
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Barrientos

Ingenieros de Montes en la FAO

o en Marruecos, para la firma de un programa de cooperación forestal. En esos años elaboró el documento base para la 2ª reunión mundial de Expertos sobre Bosques Tropicales que se celebró en Roma en enero de 1982. En numerosas ocasiones fue miembro de la delegación española en reuniones y conferencias internacionales relacionadas con el Sector Forestal.

En 1984 fue miembro del comité organizador de la 14ª reunión del Grupo de Trabajo sobre ordenación de cuencas de montaña y seminarios FAO/España sobre Restauración Hidrológico Forestal en Zonas Áridas y miembro del comité organizador de la 16ª Asamblea General de la UICN celebrada en Madrid.

A lo largo de su dilatada vida profesional impartió numerosas conferencias y realizó diversas publicaciones. En una de ellas, realizada en la revista Montes en 1985 y titulada Vinculaciones internacionales define lo que supuso y supone la FAO en el desarrollo forestal mundial: puede afirmarse sin reservasquelaFAOharealizadounatareadegran trascendencia a nivel mundial. Si se comparase la imagen de las administraciones forestales de los países en desarrollo en los años cuarenta con la actual, se observarían progresos considerables

que, en buena medida, se debe a la contribución realizada por esta organización. De forma progresiva la FAO se ha ido convirtiendo, por el prestigio crecienteobtenidoantelospaísesmiembros,enel más importante “taller” mundial de nuevas ideas, políticasyprogramasquehantrazadobuenaparte del”caminoforestal”,seguidoenelmundodurante las últimas décadas

Reconocimientos a su actividad profesional

Durante su larga actividad profesional recibió la Encomienda de la Orden del Mérito Agrícola (1958), el Premio José María de Albareda de la Universidad de Zaragoza (1959), la Encomienda de Número de la Orden del Mérito Agrícola (1973) y la Encomienda del Mérito Civil (1977). También perteneció a varias Asociaciones como la Asociación Nacional de Ingenieros de Montes, el Colegio de Ingeniero de Montes, el Instituto de la Ingeniería de España y fue Miembro Honorario de la Asociación de Ingenieros Forestales de México. En el año 2010 el Colegio de Ingenieros de Montes le concedió la Medalla de Oro por su actividad en la Administración. Pero probablemente uno de los reconocimientos que más ilusión le hizo fue el otorgado por la entidad local menor de San Feliú de Veri, perteneciente al municipio oscense de Bisaurri. El reconocimiento, concedido en el verano del 2003, es del nombre de una calle, calle D. Fernando Barrientos, que es la calle de entrada al núcleo de población y que fue la antigua pista forestal que sirvió para comunicar las entidades dispersas de Veri, Sant Feliú de Veri, Dos y Buyelgas con la carretera que une Castejón de Sos y Laspaúles. a

Fernando Barrientos, en el verano de 2003, agradeciendo a la entidad local de San Feliú de Veri (Huesca) la dedicación de una calle
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Ingenieros de Montes en la FAO

La labor internacional del Doctor Ingeniero de Montes Antonio Pérez-Soba Baró

Ignacio Pérez-Soba Diez del Corral Dr. Ingeniero de Montes Decano en Aragón del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes

El artículo presenta los aspectos más destacados de la labor internacional del doctor ingeniero de montes Antonio Pérez-Soba Baró (1931-1985), y en particular su actividad en el Servicio Forestal de Guinea Ecuatorial en 1962-1966, así como sus misiones internacionales en la Sección de Hidrología del ICONA en 1977-1985, destacando sus estudios de restauración hidrológicoforestal en Venezuela (1977), Bolivia (1979 y 1985) y Honduras (1984).

Fecha inicio colaboración FAO: 1956

Palabras clave: Cooperación internacional, desertificación, FAO, Guinea Ecuatorial, hidrología forestal.

Introducción

El doctor ingeniero de montes Antonio Pérez-Soba Baró (La Coruña, 20 de septiembre de 1931-Sierra de Guadarrama, 29 de junio de 1985) demostró ser uno de los mejores hidrólogos forestales del siglo XX en España, en particular por las obras que proyectó y dirigió en el Pirineo leridano entre 1967 y 1978, pero no menos impresionante (aunque sí menos conocida) fue su labor forestal internacional, a cuyo análisis se dedica este artículo1. La vocación forestal de Pérez-Soba, y también su interés por la cooperación internacional, le venían de familia, puesto que era nieto del prestigioso ingeniero de montes Fernando Baró Zorrilla2, quien participó en el primer Congreso Forestal Mundial (Roma, 1926), en la creación de la IUFRO (Estocolmo, 1929) y en la implantación en España de “Silva mediterránea” a partir de 1925.

Pérez-Soba ingresó en la Escuela Especial de Ingenieros de Montes en junio de 1951, y se tituló en 1956 con el número 2 de la promoción número 100.

1 Para más detalles sobre la biografía de Antonio Pérez-Soba, véase nuestro anterior trabajo (PÉREZ-SOBA, 2003).

2 Sobre la biografía de Fernando Baró (1877-1959), véase PÉREZ-SOBA (2018).

Ya en 1956 tuvo su primer contacto con la FAO, al traducir con otros compañeros el manual de populicultura de la Comisión Internacional del Chopo (FAO, 1957), recibiendo una felicitación expresa de la Organización. Su primer destino (marzo de 1957) fue el de jefe de la Delegación en Cangas del Narcea (Asturias) de la Sección de Estudios Hidráulicos del Instituto Nacional de Industria (INI), pero incluso entonces quiso mantener una vinculación internacional, al desplazarse a Francia en 1959 para estudiar, con Electricité de France y la Dirección General francesa de Aguas y Bosques, el diseño de medidas correctoras de los impactos ambientales de los aprovechamientos hidroeléctricos.

Antonio Pérez-Soba Baró, en 1981 Foto: familia Pérez-Soba
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Servicio Forestal en Guinea Ecuatorial (1962-1966)

En diciembre de 1961 Pérez-Soba concursa a una plaza de Ingeniero de Montes en el Servicio Forestal de Guinea Ecuatorial (entonces provincia española), que le es concedida en enero de 1962. Su gestión forestal en Guinea fue brillante: otro gran ingeniero de montes, Antonio Monzón Perala, testimonió que todavía en 1991 los forestales guineanos veteranos recordaban con enorme cariño a Pérez-Soba, medijeronqueésteconocíamejorquenadie,mejor que ellos mismos, su país; que se había metido en todas las montañas y masas forestales de la región continental y de la isla, y que los años en los queestuvoenelServiciofueronlosmejores (MON ZÓN, 2022). Pero lo que más destaca a los efectos de este artículo son los contactos internacionales que mantuvo esos años, y que hicieron que el Servicio Forestal español en Guinea estuviera en la vanguardia de los del continente. Así, contactó con Lucien Lebacq, conservador del Museo Real del África Central de Tervuren (Bélgica), y uno de los principales especialistas en maderas centroafricanas, para recabar sus propuestas acerca del aprovechamiento sostenible de la madera en Guinea, remitiendo al respecto un informe a la Dirección General de Plazas y Provincias Africanas. La colaboración con este museo permitió también a Pérez-Soba iniciar una acuicultura experimental de tilapia (OreochromismacrochiryCoptodonzillii) gestionada por la población local en estanques comunales de Mongomo de Guadalupe. Igualmente, participó en representación de la Guinea española en la Conferencia intergubernamental sobre las tendencias y perspectivas de la madera en África que se celebró en Nairobi (Kenia), del 27 de septiembre al 2 de octubre de 1965, por iniciativa de la FAO y de la Comisión Económica para África (ECA) de las Naciones Unidas, y en la que se concluyó la necesidad de formular programas forestales nacionales africanos, que tuvieran en cuenta la función social y ambiental del monte.

En cuanto a la conservación de la flora y fauna silvestres, Pérez-Soba formó parte de la Comisión, formada por el Gobierno colonial, para el estudio de parques territoriales y reservas de caza, desde la cual quiso dotar de un mayor contenido a los parques territoriales creados en Guinea en 19543, informando a la FAO sobre las posibilidades de gestión del Parque de Monte Raíces. Además, pro-

3 Por Orden de la Presidencia del Gobierno de 25 de mayo de 1954 (BOE n.º 153, de 2 de junio) se crearon dos parques territoriales en Guinea para la protección de la fauna: uno de reserva parcial denominado “Monte Alén” y otro de reserva absoluta denominado “Monte Raíces”.

Antonio Pérez-Soba bebiendo agua de una cantimplora nativa, hecha con una calabaza africana, en una excursión por la selva guineana durante su destino en el Servicio Forestal de Guinea Ecuatorial (1962-1966)

Foto: familia Pérez-Soba

puso en 1965, en colaboración con Jorge Sabater Pi (conservador del Centro de Aclimatación de Ikunde4) la creación de otro parque denominado “Monte del Frío” (en Abumeyeme), para la protección del gorila5. También con Jorge Sabater participó en la redacción del Proyectodeconvenciónafricanapara la conservación de la flora y fauna silvestres mediante su explotación reglamentada , propuesto por la Comisión Africana de la FAO para sustituir al Convenio de Londres de 1933, y como resultado del cual nació en 1968 la Convención Africana sobre la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales.

4 El Centro de Aclimatación y Experimentación Animal de Ikunde fue fundado por el Ayuntamiento de Barcelona en 1958 para estudiar la fauna guineana y suministrar animales al Zoológico de dicha ciudad.

5 Esta Comisión también propuso la creación de otro parque de reserva absoluta en la isla de Fernando Poo (hoy, Bioko) denominado “Pico Basilé” (MACHADO, 1998). No nos consta que se declararan estos dos parques antes de la independencia guineana. Hoy forman parte de sendos parques nacionales: “Monte del Frío”, del Parque Nacional de los Altos de Nsork, y “Pico Basilé”, del parque nacional de ese mismo nombre.

La labor internacional del Doctor Ingeniero de Montes Antonio Pérez-Soba Baró
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Labor internacional desde el ICONA (1978-1985)

En octubre de 1966, Pérez-Soba regresa a la península6, y en diciembre siguiente ingresa en el Servicio Hidrológico-Forestal del Patrimonio Forestal del Estado en Lérida, en donde desarrolla la asombrosa labor que le hizo célebre, continuada a partir de 1972 en el Servicio Provincial del ICONA. Dicha labor le llevó de nuevo al ámbito internacional, al ser designado representante del Área de Hidrología del ICONA en el Grupo de Trabajo sobre Ordenación de Cuencas Hidrográficas de Montaña de la Comisión Europea de la FAO, participando en sus reuniones de diciembre de 1974 y de mayo de 1978, en donde presentó tres comunicaciones monográficas. Igualmente, en 1977 desempeñó una misión de cooperación técnica con la Compañía Nacional de Reforestación (CONARE) de la República de Venezuela, para la que redactó el Estudioderestaura-

6 Su cese formal en el Servicio Forestal de la Guinea Ecuatorial se produjo por Orden de 21 de enero de 1967.

ción hidrológico-forestal de la cuenca del embalse delCamare,enelríoPedregaldelEstadodeFalcón , que supuso el estudio detallado de 131.300 hectáreas.

En septiembre de 1978 marcha a Madrid, al Área de Hidrología del ICONA (que pasaría a dirigir en 1983), desde la cual (sin descuidar su trabajo en España7), desplegó una gran actividad internacional, que para él iba más allá de lo estrictamente forestal hasta alcanzar el pleno desarrollo humano: trascendería elproblemadeladesertificaciónparainsertarseen elmásamplio,todavía,dedesarrolloysubdesarrolloque,enformacadavezmáspreocupanteyaguda, afecta a toda la humanidad (PÉREZ-SOBA, 1980).

Esa proyección internacional se dio en primer lugar participando en numerosos foros, bien bilaterales (Jornadas Forestales Hispano-mexicanas de 1982; Coloquio Hispano-francés sobre espacios rurales de 1983), bien multilaterales, como el Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO, la Comi7 Sobre la labor del Área de Hidrología del ICONA hasta 1985, véase PÉREZ-SOBA (2021).

Esquema de la vegetación de la zona de reserva “Monte del Frío” (Abumeyeme, Guinea Ecuatorial), cuya declaración fue propuesta por Antonio Pérez-Soba y Jorge Sabater, en 1965, para la protección del gorila Foto: familia Pérez-Soba
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FAOI. Pérez-Soba Diez del Corral

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sión de la FAO para la Ordenación de Cuencas de Montaña, el Grupo “Man and Biosphere” (MaB) de la UNESCO sobre desertificación, el Programa de Hidrología Operativa de la Organización Meteorológica Mundial, o las reuniones del Plan de Acción del Mar del Plata adoptado en 1977 por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua.

También realizó numerosas misiones de cooperación técnica: en Venezuela, Colombia, Argentina, Bolivia, Honduras, Mozambique, etc. Algunas fueron acciones formativas: el Curso de Control de Torrentes organizado por el Centro Interamericano de Desarrollo e Investigación Ambiental y Territorial (CIDIAT) de la Universidad de Los Andes (Mérida, Venezuela, octubre de 1978), el Seminario Internacional sobre Deterioro y Conservación de los Suelos en la Cuenca del Plata (Buenos Aires, septiembre-octubre de 1980) o el Seminario sobre Erosión y Sedimentación en Cuencas de Montaña organizado por el Centro Hidrológico de Regiones Semiáridas (Córdoba, Argentina, 1982).

Pero las misiones más destacadas fueron las de realización de estudios y proyectos, de los que cabe subrayar los realizados en Bolivia y en Honduras. En Bolivia, el reto era planificar el Programa Ejecutivo de Rehabilitación de Tierras en Tarija (PERTT), una iniciativa del Gobierno boliviano y de la FAO para corregir un gravísimo problema erosivo en la cuenca del río Guadalquivir. En 1978, Antonio Monzón había elaborado el “Plan Maestro” para el ordenamiento de la cuenca alta de dicho río, y en ese marco Pérez-Soba redactó las memorias de reconocimiento general para la restauración hidrológico-forestal, tanto del valle del río Camacho (1979) como de toda la cuenca del Guadalquivir (1985), que causaron una profunda impresión: ampliamente difundidas por la FAO, fueron puestas como modelo por la agencia alemana de cooperación GTZ (MONZÓN, 2022), han servido para la aprobación de planes posteriores8, y aún hoy son citadas en artículos científicos. En cuanto al proyecto hondureño9,

8 En 1999 se aprobó el PlandeManejodelosRecursosNaturalesde la Cuenca del Río Camacho y en 2021 el Plan Director de Cuenca del RíoGuadalquivir

9 Que estaba enmarcado en el Acuerdo de 8 de diciembre de 1981 (BOE n.º 59, de 10 de marzo de 1982) entre el Gobierno de España y el de la República de Honduras, sobre conservación de la naturaleza y desarrollo forestal y de las industrias derivadas.

consistía en estudiar los problemas erosivos de la cuenca del embalse del Cajón, en el río Comayagua. Pérez-Soba realizó en agosto de 1984 el reconocimiento de la subcuenca del río Humuya (de unas 400.000 ha), redactando la ordenación agrohidrológica de la cuenca y un proyecto piloto de restauración hidrológico-forestal. Ambos servirían de base para la posterior publicación por la OEA (1992) del Estudio de Factibilidad del Proyecto de manejo de los recursos naturales renovables de la cuenca del embalseelCajón.

Por último, hay que citar su papel principal en el nacimiento del Programa LUCDEME (Lucha contra la Desertificación en el Mediterráneo). En noviembre de 1979 se redactó la propuesta de dicho programa, que, en palabras de Pérez-Soba, pretendía concentrar losesfuerzosdeestudiososyexpertos nacionaleseinternacionalesenunalaborinterdisciplinariayconjuntasobreestatemática,creando así un ‘taller’ permanente de nuevas ideas y fórmulasinmediatamenteaplicables,quepermitirán a su vez transferir los conocimientos que vayan obteniéndose a otros países mediterráneos con análoga coyuntura erosiva (PÉREZ-SOBA, 1980). La idea inicial era desarrollar LUCDEME a través de la FAO y del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), pero ambos organismos rehusaron financiarlo, por lo que fue asumido exclusivamente por el ICONA10. Ya en la reunión

La labor internacional del Doctor Ingeniero de Montes Antonio Pérez-Soba Baró 10 Por Orden Ministerial de 5 de octubre de 1981 (BOE n.º 249, del 17). Vista de la presa del Cajón (Central Hidroeléctrica Francisco Morazán), en el departamento de Cortés, Honduras. Antonio Pérez-Soba redactó en 1984 el proyecto de ordenación agrohidrológica y restauración hidrológico-forestal de la subcuenca del río Humuya (de unas 400.000 ha), vertiente a este embalse Fuente: https://www.elespectadorhn.com
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del grupo de trabajo de la FAO sobre ordenación de cuencas forestales realizado en España en octubre de 1984, el Área de Hidrología del ICONA presentó como aportación de relevancia internacional los primeros resultados de LUCDEME: sendos estudios sobre los valores en la vertiente mediterránea de los índices R y C de la Ecuación Universal de Pérdida de Suelo (USLE), así como una “Metodología integrada para la determinación de los sedimentos aportados por una cuenca” (esta última, hecha en colaboración con la Escuela de Ingenieros de Montes).

LUCDEME aún sigue hoy activo, tras más de cuarenta años de investigación continua sobre erosión y desertificación, de repercusión internacional.

Epílogo

El trágico fallecimiento en 1985 de Antonio Pérez-Soba Baró y de su hijo mayor, en accidente de tráfico, puso brusquísimo fin a esta actividad internacional tan brillante, que prestigió a la Ingeniería de Montes española, y que se realizó sin descuidar un ápice su trabajo en España. El monumento que le dedicó el Ayuntamiento de El Pont de Suert (Lérida), inaugurado el 19 de octubre de 2002, recuerda su valía humana y profesional, y su trabajo incansable y entusiasta por hacer un mundo mejor. a

Bibliografía

FAO; 1957. Loschoposenlaproduccióndemaderaylautilizacióndetierras. Colección de estudios FAO n.º 12. Dirección de Montes, Comisión Internacional del Chopo, Roma, 525 pp.

MACHADO CARRILLO, A.; 1998. BorradordeAnteproyectodeLeydeÁreasProtegidasdeGuineaEcuatorial . Documento técnico n.º 13-SUC. República de Guinea Ecuatorial, 50 pp.

MONZÓN PERALA, A.; 2022. Testigodeunsiglo.Memoriasdeuningenierodemontes. (Texto inédito consultado gracias a la amabilidad de Antonio Monzón Fueyo).

PÉREZ-SOBA BARÓ, A.; 1980. Política mundial ante el problema de la erosión, en LaerosióndelossuelosenAndalucía.Actasdelasjornadas detrabajocelebradasenAlmeríadel19al23defebrerode1980. Junta de Andalucía, Dirección General de Medio Ambiente, pp. 59-65.

PÉREZ-SOBA DIEZ DEL CORRAL, I.; 2003. Reseña biográfica de don Antonio Pérez-Soba Baró (1931-1985). Montes , n.º 71, pp. 76-84.

PÉREZ-SOBA DIEZ DEL CORRAL, I.; 2018. FernandoBaróZorrilla(1877-1959)ylarenovacióndelaIngenieríadeMontesenEspaña. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Colección Estudios, n.º 181, Madrid, 365 pp.

PÉREZ-SOBA DIEZ DEL CORRAL, I.; 2021. La hidrología forestal hasta la transferencia de competencias a las Comunidades Autónomas, en VV.AA., ICONA.UnreferentedeconservacióndelanaturalezaenEspaña , pp. 185-193. Lunwerg Editores, Madrid.

Inauguración del monumento dedicado a Antonio Pérez-Soba por el Ayuntamiento de El Pont de Suert (Lérida), el 19 de octubre de 2002 I. Pérez-Soba Antonio Pérez-Soba (izquierda) en 1981, en la misión de cooperación internacional en Mozambique. En la foto aparecen también el ingeniero de montes Manuel Barrientos (en el centro) y el ingeniero agrónomo José María Gascó Montes (a la derecha) Foto: familia Gascó
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Inventario de los bosques del Aurés (Argelia) y otras misiones de la FAO

El artículo describe proyectos de inventariación forestal, auspiciados por FAO, en los montes del Aurés del este de Argelia; en la región subtropical que bordea la desembocadura del gran río Casamance, al sur de Senegal; y del Bosque de Chimanes, en Bolivia central.

Fecha inicio colaboración FAO: 1970

Palabras clave: Argelia, Aurés, Bolivia, Casamance, Chimanes, FAO, inventario forestal, Senegal.

Proyecto del Aurés, Argelia

En la primavera de 1970 me visitó en el IFIE (Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias)

Manolo Irago, director de la empresa consultora OTI

(Oficina Técnica de Empresas e Ingeniería). Manuel Arana, director del IFIE, aprobaba que ayudase a presentar una propuesta a un concurso internacional de FAO para un proyecto de ordenación de los bosques del macizo del Aurés, al este de Argelia. Eran 20.000 hectáreas de pinares de carrasco y unos pocos miles de cedrales a las puertas del Sahara.

Recibí en Roma las especificaciones del proyecto por parte de Javier Prats Llauradó, ingeniero de montes funcionario de FAO, a quien había conocido en el Congreso Forestal Mundial en Seattle (1960). Tras un breve viaje a la zona, redacté una propuesta acompañada de un meditado dígrafo de actividades, señalando el camino crítico, lo que entonces estaba de moda en FAO. Un mes después, el proyecto era adjudicado a OTI.

Cedral degradado en Sgag (Argelia, 1970) Javier Moro Serrano. 2022
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Comencé a buscar colaboradores dispuestos a desplazarse a Argelia. Los ingenieros de montes contactados, excelentes especialistas, aceptaron el encargo sin muchas vacilaciones. Ramón Villaescusa, para dirigir el trabajo de campo; Vicente Díaz Soto, para la fotointerpretación; Juan Ruiz de la Torre y Jacobo Ruiz del Castillo, como expertos en ecología; Serafín López Cuervo se hizo responsable de la cartografía; Víctor Martínez Ramón, de las tablas de producción. Villaescusa había obtenido el permiso de Cervera para tomar prestados los aparatos dasométricos y contratar a 6-8 capataces del Inventario Forestal Nacional, que debían encargarse de la toma de datos.

A primeros de agosto, la expedición estaba en el puerto de Alicante, preparada para embarcar hacia Orán. Se componía de unas 15 personas, 5 Landrover y un Renault 4L, así como todo el equipaje y material necesario para una estancia de varios meses en África, incluyendo una nevera de gas y algunos víveres.

De Orán al Aurés hubo que recorrer un millar de kilómetros de malas carreteras, bajo un sol implacable. La temperatura en el Landrover superaba ocasionalmente los 55ºC y había que detenerse a beber en cada pueblo. En la tarde del segundo día llegamos al refugio de cazadores que se nos había reservado en Sidi Ali.

Los siguientes días fueron de reconocimiento, aprovisionamiento y organización. Nos presentamos a las autoridades del pueblo cercano, de bereberes chaouis, que mostraron satisfacción con nuestra llegada pues les suponía unos ingresos suplementarios. El director del proyecto FAO en Constantine, A. J. Urbanovski, y el codirector argelino, se ocuparon del reclutamiento de los obreros locales. Díaz Soto había terminado el análisis estereoscópico de las aerofotos, consiguiendo una delineación cuidadosa de los rodales que serviría de base a Ramón para establecer los transectos muestrales. Por mi parte, inicié el apeo de árboles para calcular las tarifas de cubicación.

Regresé un mes más tarde a Madrid para volver a primeros de octubre. Este segundo viaje lo hice en coche, acompañado por Juan y Jacobo. Dormimos en Melilla y continuamos por Tlemzen hasta Constantine, donde recogimos a Urbanovski. Esta vez el viaje fue ameno, con una temperatura agradable y la compañía de dos buenos conversadores.

Durante una jornada recorrimos detenidamente el bosque con Juan, quien regresaba a España al día siguiente. Dejó a Jacobo la tediosa descripción silvícola de varios cientos de rodales.

Villaescusa había resuelto muy eficazmente los

problemas de abastecimiento a un costo razonable; la moral seguía alta y no se habían producido incidentes con los habitantes locales ni con las autoridades del proyecto. El progreso de los trabajos parecía ya imparable. Antes de Navidad habían efectivamente terminado y la expedición estaba de vuelta en Madrid.

El pinar objeto del estudio se dividió en tres zonas.

La tercera, de unas tres mil hectáreas, tenía la mayor densidad de árboles. El 85 % de su superficie albergaba masas con más de 75 árboles por hectárea. La zona 1 tenía una densidad algo inferior, mientras que la 2 tenía un gran número de subparcelas desprovistas de masa inventariable. Nos sorprendió que el Pinushalepensis aparecía con un fuste recto y una altura que superaba fácilmente los 20 metros.

El cedral en los montes de Belezma y Sgag crecía sobre una topografía accidentada de montaña y ocupaba una superficie de unas 4.500 hectáreas.

Su densidad era algo menor que la del pinar.

El gráfico 1 muestra las estimaciones del número de árboles por clase diamétrica en cada zona. En general, el 35 % de los pies tenía más de 37 cm de diámetro normal, aunque una cuarta parte estaba atacada por Trametes pini. Era recomendable su pronta eliminación.

El informe final incluía tablas del número de árbo-

Gráfico 1. Número de árboles por clase diamétrica en cada zona del macizo del Aurés (Argelia)
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les y volúmenes de distintas clases de madera, por clases diamétricas, en cada rodal. La novedad era que en cada tabla cualquier entrada iba acompañada por su error de muestreo estimado al 95 %, en el que se incluía, además del derivado de la variabilidad muestral, el efecto de la imprecisión de las tarifas de cubicación.

Inventario de la Baja y Media Casamance, Senegal

El inventario del Aurés supuso el inicio de una larga colaboración con FAO como consultor de inventariación forestal. Volví a Argelia otras dos veces para inventarios en la región de Orán y, unos años después, era contratado como subdirector a cargo del análisis de datos del inventario forestal de La Baja y Media Casamance, al sur de Senegal. Incluía selva subtropical húmeda y una extensa área de manglares. Abarcaba más de un millón de hectáreas. Una empresa francesa, el Centro Técnico Forestal Tropical, proporcionaba la experiencia que nos faltaba en este tipo de bosques.

La selva tropical que conocí en Senegal, idealizada en mi época de estudiante, me desilusionó. La variedad florística era considerable. Se habían reconocido más de 120 especies, de las que una veintena debían ser identificadas por su interés comercial.

Las más importantes eran el santan (Daniellia sp.), una leguminosa; y la caoba senegalesa (Khaya sp.), una meliácea africana relativamente abundante.

Contemplé muchos ficus y baobabs con su forma peculiar. Encontré impenetrables bosques de bambú, oscuros manglares de Rhizophora y Avicennia ,

palmerales de aceite y esbeltas formaciones de Borassus, cuya madera dura e imputrescible era muy apreciada por las poblaciones locales. Pero los buenos fustes escaseaban. Los efectos de los incendios intencionados eran enormes y, con frecuencia, el bosque parecía un inmenso cementerio vegetal.

Parte de mi estancia la dediqué a estudiar el diseño del inventario propuesto por un prestigioso estadístico forestal francés. Tenía un grave defecto, al introducir fuertes discontinuidades entre clases de madera.

De nuevo en el polvoriento Dakar, procuré comprometer el uso de la computadora de la universidad para nuestro trabajo. Estaba averiada y el profesor responsable, aunque interesado, no aseguraba su disponibilidad, por lo que decidí realizar los cálculos en Madrid.

El Bosque de Chimanes, Bolivia

Años más tarde, en la Universidad de Mérida (Venezuela), donde impartía un breve curso sobre programación en los inventarios de bosques, financiado por el gobierno finlandés, bajo los auspicios de FAO, conocí al ingeniero francés Jean Paul Lanly. Jean Paul ocupaba un buen puesto en la división forestal de FAO en Roma. Había realizado la evaluación de nuestro trabajo del Aurés. Junto con Nyssonen, director del curso, compartimos muchos ratos perdidos y también muchos puntos de vista sobre Iberoamérica.

Cuando Jean Paul ocupó un puesto directivo en Roma, resultó una persona clave para mi colaboración con FAO. A través de él, recibí el encargo de emitir un informe sobre el inventario forestal del Bosque de Chimanes o de los T’simanes en el departamento de Beni, cerca de Trinidad en Bolivia. Ese bosque ocupa más de 10.000 kilómetros cuadrados al pie de la cordillera andina. En colaboración con el finlandés Heikkila, experto en tecnología de la madera, debíamos evaluar las conclusiones de un proyecto FAO que había sido duramente criticado por algunos políticos bolivianos. Había puesto de manifiesto la destrucción que estaba sufriendo el bosque.

El director del proyecto FAO era un forestal alemán, Manfred Sachtler, graduado en Tharandt. Me dijeron que se estaba muriendo de cáncer. A pesar de su estado terminal, había pedido que le llevasen a la oficina, en Santa Cruz, para conocerme y exponer sus puntos de vista sobre las actuales concesiones madereras y la necesidad de un control efectivo de las cortas, bajo un proyecto de ordenación. Proponía la construcción local de un centro de primera transformación de la madera, con financiación ex-

Inventario de los bosques del Aurés (Argelia) y otras misiones de la FAO Manglares en la desembocadura del gran río Casamance (Senegal, 1973)
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terior y una ruta distinta de extracción de productos. Con algunas dificultades para hablar, me puso al corriente de las presiones que había tenido que soportar. Me explicó brevemente, en correcto español, los resultados que avalaban sus conclusiones. Al terminar su exposición, aparecía extenuado. Me impresionó su coraje y tenacidad por la conservación de unos recursos naturales, que él sabía que terminarían siendo devastados. Quedé en visitarle cuando terminase mis trabajos de campo, para trasmitirle mis impresiones y las bases de mi informe. Así intenté hacerlo unas semanas después, tras comprobar, desde el aire y sobre el terreno, la solidez de sus conclusiones, pero solo pude asistir a su entierro en el cementerio alemán de Santa Cruz. Mi recuerdo emocionado por la inteligencia y abnegación del Forstmeister Manfred Sachtler.

Para llegar al Bosque desde Santa Cruz resultó conveniente alquilar una avioneta Piper de 4 plazas, que nos llevó hasta San Borja, próximo a Chimanes, y nos hizo luego posible sobrevolar detenidamente el bosque.

Comencé de inmediato el penoso trabajo de implantar unos transectos para tomar algunos datos sobre la masa forestal.

El bosque era casi amazónico, de una diversidad biológica enorme, muy distinto a todo lo que había visto hasta entonces. Sin embargo, el piso forestal superior, de 35 o más metros de altura, estaba diez-

mado. La densidad de árboles grandes de interés comercial era muy pequeña. Solo raramente encontrábamos algún ejemplar del palo María (Calophyllum sp.) o de alguna meliácea como la preciosa mara o caoba (Swietenia sp.) o el cedro (Cedrella sp.). El piso medio era, por el contrario, muy denso, pero su composición, con predominio de palmeras, era de escaso interés. El sotobosque, de 4-6 metros de altura, lo formaban helechos y lianas en su mayor parte. Con frecuencia pude escuchar el ruido lejano de las motosierras de madereros furtivos, dedicados a la extracción ilegal de los mejores árboles de mara. Al concluir el trabajo, resultó obligado visitar al director de Montes en La Paz, para trasmitirle las bases de lo que sería nuestro informe. La entrevista fue tensa y nos confirmó el incierto futuro del Bosque de Chimanes.

Otras colaboraciones

Mi última colaboración con FAO fue la dirección de un curso internacional sobre procesamiento de datos de inventarios forestales en la Universidad Agraria de La Molina, en Lima (Perú). En una reunión de especialistas en Umea, al norte de Estocolmo, a la que acudí invitado por K. D. Singh, de la FAO, se nos había presentado un conjunto de programas que pretendían eliminar, de una vez por todas, la necesidad de elaborar programas particulares para cada nuevo inventario forestal. FAO había invertido mucho dinero en su desarrollo. El análisis, efectuado bajo la dirección del sueco Blackstad, era correcto, pero la programación y la documentación, muy defectuosas. Se podía decir que el sistema estaba inacabado.

FAO siguió promoviendo el perfeccionamiento de aquellos programas y, dos años después, me telefonearon desde Roma para encargarme un tour de difusión en diversos países sudamericanos de una nueva versión para ordenadores personales. Recomendé a José Miguel Cuevas para ese trabajo. a

J. Moro Serrano Vista aérea del Bosque de Chimanes (Bolivia, 1978) MORO, J.; VILLAESCUSA, R.; et al.; 1971. Inventaire des massifs forestiers de l’Aurès. FOSF/Alg15.
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Bibliografía

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Colaboración con la FAO en Argelia (1970) y Honduras (1996)

El objetivo de la colaboración en Argelia fue el inventario forestal de alrededor de 15.000 hectáreas en los montes Aurés, comprendiendo una fotointerpretación para la delimitación de rodales homogéneos, toma de datos de campo mediante muestreo estratificado, apeo y medición de árboles tipo, estudio ecológico y selvícola, levantamiento topográfico mediante restitución fotogramétrica, proceso de datos y redacción del informe final del proyecto.

En Honduras, la colaboración consistió en asesorar a la Administración Forestal del Estado, AFECOHDEFOR, para la elaboración de una propuesta para la creación y puesta en marcha de un Sistema de Información Forestal para la recolección, manejo y difusión de información actualizada sobre los recursos forestales, junto con información sobre la producción, transformación y comercio de productos forestales. Fecha inicio colaboración FAO: 1970

Palabras clave: Estadísticas, FAO, información, inventario forestal, muestreo.

Inventario forestal en los montes Aurés (Argelia)

El proyecto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) denominado “Desarrollo y Ordenación forestal en Argelia”, comprendía un inventario forestal en los montes Aurés. El proyecto fue adjudicado en 1970 por la FAO a la empresa española Oficina Técnica de Empresas e Ingeniería (OTI), que contó para dirigirlo con el doctor ingeniero de montes Javier Moro Serrano, jefe del departamento de informática del Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias (IFIE), que fue quien me propuso asumir la dirección de los trabajos de campo de dicho inventario.

En aquel tiempo yo trabajaba en la Dirección General de Montes del Ministerio de Agricultura, por lo que, antes de aceptar la oferta, solicité la autorización de mi jefe, José María Cervera, director del Inventario Forestal Nacional, que no tuvo inconveniente en que asumiera el trabajo, por lo que procedí a solicitar una excedencia temporal que me fue concedida.

Aurelio Martínez y Nicolás Rouco con sus ayudantes y Ramón Villaescusa. Cedral de Belezma, en Batna (Argelia, octubre 1970)
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Ingenieros de Montes en la FAO

En este número extraordinario de la revista Montes sobre Aportaciones de los Ingenieros de Montes al Comité de Montes de la FAO, Javier Moro ha desarrollado el proceso de colaboración con la FAO en toda su amplitud, por lo que yo me limitaré a lo concerniente a los trabajos de campo del inventario a partir del momento en que llegamos al área de actuación. No guardo documentación sobre las actividades que desarrollamos allí, salvo la oferta que presentó OTI para conseguir la adjudicación del proyecto y unas cuantas cartas y fotografías, de modo que para escribir estas líneas me baso en ellas y en mis recuerdos de hace más de 51 años. Los montes Aurés, que son una continuación al este del Atlas Sahariano, se encuentran en el departamento de Batna de la región de Constantina, al noreste de Argelia. El inventario comprendió inicialmente una superficie aproximada de 14.500

hectáreas, distribuidas en tres zonas piloto de 6.500, 4.700 y 3.400 hectáreas respectivamente, a las que hubo que añadir las de una ampliación del proyecto, cuya extensión no recuerdo.

La ejecución del inventario consistió en un muestreo estratificado con distribución sistemática de la muestra mediante una malla rectangular de 100x150 metros. La parcela de muestreo fue circular, de 20 metros de radio.

Los trabajos de campo de las zonas piloto 1 y 2 comenzaron a primeros de agosto de 1970, y se abordaron desde un pequeño pueblo llamado Sidi Ali; y el de la zona 3, desde la ciudad de Batna. En Sidi Ali estuvimos alojados en un refugio de cazadores que disponía de agua corriente pero no de luz eléctrica.

El personal de que dispuse para la toma de datos de campo estuvo constituido por ocho capataces forestales españoles, con experiencia en el Inven-

Equipo de inventariación al completo en Sidi Ali (Argelia, noviembre 1970) Equipo de inventariación al completo en Sidi Ali (Argelia, noviembre de 1970) Ramón Villaescusa en el alojamiento de Sidi Ali (Argelia, noviembre 1970) Alojamiento en Sidi Ali (Argelia, agosto 1970)
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R. Villaescusa Sanz

Ingenieros de Montes en la FAO

tario Forestal Nacional, y dieciséis ayudantes, dos por equipo, proporcionados por la Administración forestal argelina, algunos de los cuales fueron reclutados en el propio Sidi Ali. En el alojamiento tuvimos a un cocinero tunecino y un joven del pueblo que le ayudaba y se ocupaba de la limpieza. Para el desplazamiento por el monte dispusimos de cuatro Land Rover, que daban servicio a dos equipos cada uno, y un Renault 4 L que utilizaba yo.

Antes de comenzar con el levantamiento de parcelas tuvimos unos días de reconocimiento del área de actuación y, sobre todo, de entrenamiento del personal ayudante. El principal problema que se planteó fue el del idioma; los capataces solo hablaban español y los ayudantes lo hacían en bereber, árabe o francés. Sin embargo, sorprendentemente, en pocos días se solucionó el tema y de diversa manera: hubo capataces que aprendieron la numeración en el idioma de sus ayudantes, pero también se dio el caso contrario, la de capataces que enseñaron a sus ayudantes a cantar en español las lecturas de la forcípula o la cinta métrica. El horario de trabajo de lunes a sábado fue de ocho horas de duración, con una pausa a media mañana para tomar un bocadillo. En los dos primeros meses, agosto y septiembre, la salida al monte se efectuaba prácticamente al amanecer, con objeto de evitar en lo posible las horas de mayor calor.

La especie dominante en las zonas 1 y 2 era el pino carrasco (Pinus halepensis) y el levantamiento de las parcelas de muestreo resultó complicado por la difícil accesibilidad al monte y por sus especiales circunstancias, como, por ejemplo, la presencia de algunos claros con el arbolado tronchado o quemado, como consecuencia de los bombardeos sufridos en la zona durante la reciente guerra contra los franceses, finalizada solo ocho años antes. Como prueba de lo que allí había sucedido, en una parcela de muestreo un ayudante argelino encontró un artefacto, posiblemente una granada, que mostró a su jefe de equipo, quien le pidió que no lo manipulara, pero en vez de dejarlo en el suelo lo soltó o tiró, ocasionándose una explosión que le hirió en las piernas e incendió el monte. Hubo que trasladar al herido al hospital para que fuese curado y todos los equipos tuvieron que dedicarse a apagar el fuego, con el riesgo añadido de que las llamas hicieran explotar algún otro proyectil abandonado en el monte, cosa que, afortunadamente, no sucedió. También había en el fondo de una vaguada los restos de un avión de caza francés, no faltando entre el personal argelino quien se apuntara la autoría del derribo.

A finales del mes de septiembre y por el plazo de algo más de un mes, nos trasladamos a la ciudad

de Batna, distante alrededor de 100 Km de Sidi Ali, para realizar el inventario de la zona 3, integrada en los montes de Belezma y poblada principalmente por cedro del Atlas (Cedrus atlantica).

En Batna nos alojamos en el Hotel d’Orient et d’Angleterre, que no conservaba el esplendor de cuando fue inaugurado en 1885, pero que para nosotros supuso mucho más confort del que disfrutábamos en Sidi Ali. Además nos dio la posibilidad de comunicarnos telefónicamente con España, aunque generalmente con una demora de varias horas, lo que alivió las duras condiciones de aislamiento en que habíamos vivido los dos meses anteriores.

En noviembre volvimos a Sidi Ali para terminar el inventario de las zonas 1 y 2, más una ampliación del proyecto solicitada por la FAO, y a mediados de diciembre, finalizado el trabajo, retornamos a España. El itinerario seguido fue: Sidi Ali-Melilla, por carretera; Melilla-Málaga, en barco; y Málaga-Madrid, por carretera.

La relación con el director del proyecto FAO y sus colaboradores, y con los técnicos de la Administración forestal argelina, fue buena, así como con los trabajadores que nos ayudaron en la toma de datos de campo. También fuimos bien acogidos por los habitantes de Sidi Ali, con los que convivimos algo más de tres meses.

Cuando ya llevábamos unas semanas en Sidi Ali, fuimos retados a un partido de fútbol Argelia-España que nos ayudó a confraternizar más aún. Tiempo después fuimos invitados a una boda en la que los varones permanecimos a la puerta de una casa, que supusimos era de la novia, donde estaría acompañada seguramente por las mujeres invitadas, ya que nosotros no vimos a ninguna. En el exterior la celebración consistió en una especie de danza, ejecutada por cuatro o cinco hombres que, alineados,

Colaboración con la FAO en Argelia (1970) y Honduras (1996) Regreso a España tras el fin del trabajo. Entre Sidi Ali (Argelia) y la frontera de Argelia con Marruecos (diciembre 1970)
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avanzaban y retrocedían rítmicamente, cada uno de ellos con una escopeta de caza al hombro. Cada rato se detenían y hacían un disparo conjunto al aire. Mientras, un hombre provisto de una tetera y un vaso, iba sirviendo té a cada uno de los invitados, nosotros incluidos. Consideramos que fue un honor que nos invitaran y así lo hicimos saber.

Quiero resaltar el espíritu de equipo que se instaló desde el principio en todos los que participamos en el proyecto, especialmente en los ocho capataces forestales, jefes de equipo, cuyo compromiso con el trabajo y su generosidad fueron fundamentales para la buena ejecución del inventario. Estos son sus nombres: Juan Álvarez, Santiago Buitrago, Lauro Cabello, Antonio Hernández, Aurelio Martínez, Pedro Miguel Romero, Nicolás Rouco y Roberto Segovia. A ellos se sumó durante el último mes un noveno capataz forestal, creo recordar que se llamaba Pedro Mansilla, que nos ayudó a terminar la labor en el plazo previsto.

Fueron cuatro meses y medio de duro y arriesgado trabajo, no solo por las especiales circunstancias de los montes a inventariar, sino también por las condiciones de aislamiento en que estuvimos y la lejanía de nuestro país y de nuestras costumbres, pero que nos permitieron vivir unas experiencias que el paso de los años no ha conseguido borrar de nuestra memoria.

Sistema de Información y Estadísticas Forestales en Honduras

El Banco Mundial y la FAO estaban en febrero de 1996 preparando un importante proyecto forestal en Honduras que, entre sus componentes, contemplaba el desarrollo del Inventario y de las Estadísticas Forestales.

Para asistir al Gobierno Hondureño en la elaboración del proyecto, la FAO me invitó a participar como experto en inventariación forestal en una misión de tres semanas de duración. Obtenido el permiso del director general de Conservación de la Naturaleza del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, viajé a Tegucigalpa el 24 de febrero del citado año. El objetivo de la colaboración fue el asesoramiento a la Administración Forestal del Estado, AFE-COHDEFOR, para la elaboración de una propuesta para la creación y puesta en marcha de un Sistema de Información Forestal para la recolección, manejo y difusión de información actualizada sobre los recursos forestales, junto con información sobre la producción, transformación y comercio de productos forestales. Así me lo explicaron

los dirigentes de la Administración con los que me entrevisté al poco de llegar al país, alguno de los cuales conocía el Inventario Forestal Nacional y el Banco de Datos de la Naturaleza, que yo dirigía en España, por lo que supuse que esa era la razón para que hubieran solicitado a la FAO mi colaboración, pues el Sistema de Información Forestal que querían implantar se asemejaba bastante al Sistema de Información Forestal Nacional (SINFONA), precursor en España en la década de los 80 del Banco de Datos de la Naturaleza.

El cumplimiento del objetivo suponía principalmente:

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El control del monitoreo social y ambiental de los recursos forestales

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El perfeccionamiento del sistema de estadísticas forestales en AFE-COHDEFOR

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La integración y el manejo de la información existente y la que se generara sobre los recursos forestales del país

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El enlace e intercambio de información con instituciones con competencias en las áreas medioambientales, socioeconómicas y/o estadísticas.

El trabajo de colaboración se desarrolló en las oficinas centrales de AFE-COHDEFOR en Tegucigalpa, salvo una visita a la Universidad Nacional de Ciencias Forestales (UNACIFOR) en Siguatepeque, ciudad situada a 125 km de la capital. a

Ramón Villaescusa y Conrado Carranza (ingeniero de COHDEFOR). Parque Nacional La Tigra (Honduras, 1996)
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Ingenieros de Montes en la FAO

Contribución a la defensa contra incendios forestales en las actividades de la FAO

Se relatan brevemente las experiencias del autor dentro de actividades de la FAO en América, la cuenca mediterránea y África.

Fecha inicio colaboración FAO: 1975

Palabras clave: Agricultura migratoria, FAO, formación, quemas controladas, selvicultura preventiva.

Introducción

En los años 70 del pasado siglo, la FAO había promovido un amplio despliegue de proyectos de desarrollo y fortalecimiento forestal en diversas regiones del mundo. La experiencia adquirida en estos proyectos indujo a los servicios técnicos, que los supervisaban, a considerar la conveniencia de estructurar acciones específicas de protección contra incendios forestales, que contribuyeran a consolidar los resultados que se iban obteniendo. Para ello se programó una consulta internacional que debería tener lugar en Roma, sede central de la FAO. Para su preparación se encargó a un experto norteamericano, Carl Wilson, que visitara varias regiones forestales del mundo y redactara un informe preliminar sobre el peligro de incendios forestales y las acciones de defensa que se desarrollaban en las mismas. Asimismo, debería identificar un número reducido de expertos que serían invitados a dicha consulta. Uno de los países visitados fue España, donde conoció el programa de medidas de prevención y extinción que el ICONA estaba desarrollando. La consulta se celebró en Roma, en mayo de 1975, y fui invitado a participar en ella. El grupo era efectivamente reducido, de unos diez participantes. Solo puedo recordar a Carl Wilson, a Tran Van Nao, funcionario de la FAO, a David Harcharyk, de Estados Unidos, y a Louis Trabaud, de Francia.

Durante la consulta fui invitado a realizar una consultoría en Guatemala, durante los meses de septiembre y octubre, que fue mi primera misión con la FAO.

Fotografía publicada en el número 81 de la Revista Montes con motivo de la entrevista que se le realizó en 2005

Actividades en América

Consultorías en Guatemala, Panamá y República Dominicana

Varias de mis colaboraciones con la FAO se situaron en Centroamérica y el Caribe: Guatemala en 1975 y 1979, Panamá en 1981, República Dominicana en 1982 y Cuba en 2000-2001. En los tres primeros países citados, la causa principal de pérdida de cubierta forestal era, como en muchos otros lugares del mundo, la práctica de lo que se denomina “agricultura migratoria”, una técnica utilizada por campesinos de escasos recursos mediante “tumba y quema” de vegetación forestal, que se sustituye por otras plantas, generalmente para alimentación básica en autoconsumo. Como la fertilidad de estos terrenos desciende rápidamente, al cabo de pocos años se abandonan y se repite el ciclo, quemando en otra zona.

Las quemas en Guatemala y República Dominicana se solían concentrar en las montañas, con fuertes pendientes, y con alta pluviometría, donde el fuego no solo producía pérdida de arbolado, sino además erosión grave en extensas superficies.

En Panamá la invasión con fuego se producía a lo largo del tramo de carretera Panamericana desde el Canal hasta la frontera colombiana.

Las quemas eran claramente intencionadas, pero de ninguna manera podían calificarse de delicti-

Ricardo Vélez Muñoz
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mentos con material para la extensión forestal a los campesinos y para la formación del personal de los servicios encargados. Algunos modelos utilizados por el ICONA español sirvieron como propuesta para la realización de este material.

Mi segunda consultoría en Guatemala fue en 1979. El problema acuciante en ese momento era la propagación de una plaga en los pinares producida por un escolítido (Dendroctonus sp.), que había adquirido virulencia y estaba matando millones de pinos. Para frenarla, el Gobierno autorizaba sin restricciones la corta de los pinos atacados por el insecto y, a la vez, prohibía con carácter general la corta de árboles sanos. Con esta política se favorecía la disponibilidad de madera para la reconstrucción de viviendas y otras estructuras dañadas por el fortísimo terremoto que se había producido en 1976.

vas, ya que su finalidad era la alimentación de los propios campesinos, que no tenían otros recursos para subsistir. Debido a ello, el enfoque no podía ser represivo, sino la conversión de las quemas en quemas controladas, de manera que se favoreciera la regeneración posterior del arbolado forestal, mediante mantenimiento de árboles padre, y guiando a los campesinos para evitar las fuertes pendientes en la elección de los terrenos.

Para mí fue muy interesante comprobar, por ejemplo, en contacto con la población local de Guatemala, que el concepto de los “árboles padre”, para regenerar la superficie previamente quemada, estaba confirmado por la resistencia al fuego de una de las especies de pino principales en el país: el Pinus oocarpa , que se comporta como el Pinus canariensis , mostrando capacidad de regeneración vegetativa tras el fuego; esta capacidad ha sido adquirida quizá tras una evolución milenaria en un ambiente volcánico.

Para apoyar este enfoque, preparé en cada país un “Plan básico para defensa de los bosques contra los incendios” y un “Plan básico de defensa de una zona demostrativa”, completando estos docu-

Mi encargo era preparar un plan de extensión forestal dirigido a los campesinos que, además de las recomendaciones para frenar la plaga, incluyera las medidas para disminuir los incendios, ya que precisamente los árboles afectados por las quemas eran los más vulnerables ante el ataque de los insectos. Con estas finalidades preparé un plan de campaña incluyendo materiales para la difusión de mensajes.

Consultoría en Argentina

Entre 1983 y 1984 se produjeron varios incendios importantes en la región Andino-Patagónica, de gran importancia turística por sus paisajes y grandes lagos, que crearon gran alarma social. En mi consultoría de 1984 pude observar que las causas eran principalmente descuidos de los visitantes y que no había prácticamente ninguna actividad de selvicultura preventiva, con gran acumulación de combustibles en todo el territorio. Los medios de extinción eran bastante reducidos y dependientes de varias Administraciones, lo que provocaba

R. Vélez Muñoz Agricultura migratoria. Erosión después de quemas repetidas (Guatemala, 1975) Agricultura migratoria. Zona incendiada en 1982 en Monte de las Mercedes (República Dominicana, 1982) Agricultura migratoria. Zona deforestada con fuego en la carretera Panamericana (Panamá, 1981)
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dificultades de coordinación, a pesar de la buena formación de los profesionales encargados. Además, las disponibilidades económicas eran muy limitadas. Mis recomendaciones se refirieron a todos estos problemas, teniendo en cuenta que los incendios producían fuertes daños a los atractivos ambientales y turísticos de la región.

Consultoría en Cuba

En 2000-2001 realicé varias visitas a Cuba, enviado por la FAO para asesorar al Gobierno en la redacción de la “Estrategia nacional para la prevención contra incendios forestales” junto con un programa nacional para su implementación. El trabajo lo desarrollé con los técnicos del Cuerpo de Guardabosques, varios de los cuales habían participado en los cursos iberoamericanos iniciados en España por el ICONA y continuados por el Ministerio de Medio Ambiente.

especializadas para la extinción terrestre, en coordinación con los medios mecánicos, fue uno de los puntos que señalé como decisivo.

A finales de los años 80 fui elegido coordinador del Grupo de trabajo sobre incendios forestales de la Red FAO/Silva Mediterranea. En colaboración con colegas de los países de la cuenca, y con otras instituciones, se realizaron reuniones, simposios y cursos en distintos países para evaluar las causas y riesgos existentes, así como para difundir la aplicación de técnicas adecuadas tanto de prevención como de extinción. Como una de las reuniones más productivas se puede recordar la celebrada en Roma en 1998 sobre “Políticas públicas que afectan a los incendios forestales”, en la que coordiné la sesión dedicada a la cuenca del Mediterráneo.

En el campo de la formación, una de las instituciones con las que trabajamos más ampliamente fue el CIHEAM, organización intergubernamental, cuyos centros de Zaragoza (España) y Hania (Grecia) incluyeron durante varias décadas, en sus programas, cursos de formación sobre defensa contra incendios forestales para técnicos de países mediterráneos, algunos becados por la FAO.

Actividades en África

Actividades en la cuenca mediterránea

En 1978 fui enviado a Grecia, por la FAO, como consultor para asesorar al Ministerio de Agricultura en la revisión y terminación del plan de defensa contra incendios forestales, que se estaba preparando, ya que la situación del país frente a los incendios presentaba debilidades importantes. En la prevención, se observaba la falta generalizada de selvicultura orientada a la reducción de acumulaciones peligrosas de combustibles. En cuanto a la extinción, se contaba excesivamente con los medios mecánicos, una potente flota de medios aéreos y de vehículos autobombas, pero escasez de personal preparado para el ataque al fuego por tierra. Mis recomendaciones se refirieron a estos problemas, así como a modificaciones legales que permitieran la aplicación de técnicas como el fuego prescrito dentro de la selvicultura preventiva. La creación de cuadrillas

En 1989, la FAO me envió a Benin para realizar una consultoría relativa a los fuegos en la sabana subsahariana. La región costera del país, en el golfo de Guinea, es tropical, mientras que el norte es sabana cubierta de vegetación herbácea, que alcanza los cuatro metros de altura y cubre con espesura total todo el territorio. La sabana al sur del Sahara es compartida por varios países - uno de ellos es Benín - y va desde el Atlántico al Índico. Cada año, durante la estación seca, se encienden en ella miles de fuegos para abrir espacios en la vegetación, alrededor de los poblados, y para favorecer el rebrote de la hierba, dado que se trata de especies perennes, para alimento del ganado, generalmente en rebaños nómadas.

Este manejo de la vegetación, si se hace después de lluvias recientes, no causa daños. Por el contrario, cuando se quema sin humedad en el suelo, no es posible el rebrote y la superficie queda expuesta a la erosión eólica por los vientos que soplan desde el Sahara.

Se trataba por tanto de fijar la época de quema prescrita en función de la humedad del combustible fino muerto y de la velocidad del viento, para un modelo 3 de combustible (Rothermel-Anderson).

Una vez establecida la base teórica de las quemas prescritas, procedimos a organizar un plan experimental de grupos de quema en algunos poblados,

Contribución a la defensa contra incendios forestales en las actividades de la FAO Manglar quemado para cazar las jutías, roedores que huyen del fuego trepando a los árboles y así se hacen visibles (Cuba, 2000)
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Ingenieros de Montes en la

con sus jefes naturales al frente, y se realizaron varias quemas evaluando después sus resultados. La evaluación incluyó recomendaciones sobre limitaciones para distintos tipos de terrenos y fechas para quemar, así como sobre métodos de ignición y de control del fuego.

Lecciones aprendidas

La participación en estos proyectos de la FAO me permitió apoyar, con mi experiencia como ingeniero de montes dedicado a la defensa contra incendios forestales, la organización de esta actividad en otros países; pero, a la vez, me descubrió algunos enfoques de los problemas que podían facilitar dicha defensa en nuestro país. Por ejemplo, si las quemas descontroladas en el ámbito de la agricultura migratoria tenían por finalidad la disponibilidad de terrenos para producir alimentos, su tratamiento no podía ser la simple prohibición, sino la búsqueda de alternativas. Tampoco en nuestro ambiente

europeo resolveríamos el enfrentamiento entre protección del arbolado y quemas descontroladas de pastos y matorral para el ganado simplemente prohibiéndolas e imponiendo sanciones. Por ello, las quemas de sabana en Benín me abrieron los ojos, teniendo además en cuenta el conocimiento que habíamos adquirido en España con los trabajos realizados en nuestros centros de investigación (INIA) sobre comportamiento del fuego y sobre la forma de conducir quemas prescritas. Y así diseñamos un nuevo instrumento de prevención, los Equipos de Prevención Integral de Incendios Forestales (EPRIF), cuya actividad es precisamente ayudar a la población rural a quemar correctamente en el tiempo adecuado y dentro de la ley.

El trabajo con la FAO nos ayudó a movernos en el ambiente internacional y, en contacto con profesionales de otros países en congresos, simposios y jornadas, a comprender mejor nuestros problemas y así compartir soluciones, adaptándolas a las distintas condiciones socio-económicas presentes. a

Quema controlada de sabana con antorcha de goteo (Benin, 1988) Equipo controlando que la quema no se pasa a un cultivo contiguo (Benin, 1988) Rebrote del pasto para el ganado después de la quema de sabana (Benin, 1988) Uso del extintor de mochila para evitar retrocesos del fuego (Benin, 1988)
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FAOR. Vélez Muñoz

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Antonio Monzón Perala (1923-2017), Ingeniero en la FAO

Antonio Monzón Perala participó en los Programas de Cooperación Técnica de la FAO desde 1978 hasta 1993, principalmente en Iberoamérica. Desde los tiempos de la Ilustración, los científicos españoles se han preocupado de la defensa de la naturaleza en América. La creación de la Escuela Especial de Ingenieros de Montes, en 1848, supuso un gran impulso al conocimiento del medio ambiente americano y al establecimiento de una política forestal racional en América que sigue siendo muy necesaria en la región. Fecha inicio colaboración FAO: 1978

Palabras clave: Explotación racional de recursos naturales, guardería forestal, Programas de Cooperación Técnica (FAO).

Etapa previa a la colaboración con la FAO

A finales de los años 50 Antonio Monzón Perala parecía destinado a una carrera profesional forestal de corte internacional. España era ya miembro de la FAO desde 1951 y, en 1959, Monzón había participado en un viaje de ingenieros de montes españoles a los EEUU para conocer la Administración forestal norteamericana. En 1958, y bajo el mandato del indio Binay Ranjan Sen, cuarto director general de la FAO (1956-1967), España recibió el encargo de elegir a un ingeniero de montes para desarrollar un proyecto forestal en Honduras. De los cuarenta voluntarios el subdirector español de Montes, Lorenzo Casado, seleccionó a dos: Javier Prats y Antonio Monzón. El director de Montes, Paulino Martínez Hermosilla, eligió al primero porque “Monzón no tiene jefe ni ayudantes, y si lo mandamos a América, la Brigada de Castellón-Tarragona quedará vacía; Prats tiene jefe y varios ayudantes, por lo tanto, que vaya Prats”.

Tuvieron que pasar todavía muchos años para que la FAO se cruzara de nuevo en la vida del longevo ingeniero español. El monzón (palabra de origen árabe mawzin -estación-) y como es harto conocido, es un viento cíclico que anuncia el cambio de las estaciones; unas veces es la llegada de la época de lluvia y en otras la del tiempo seco, la ventura de las cosechas o, por desgracia, los desastres me-

teorológicos se asocian al monzón; ahora bien, su ausencia, la falta del monzón, -que regularmente en ocasiones ocurre- es sinónimo de ruina segura. Pues bien, en los años sesenta tampoco se dieron las circunstancias para el cambio de estación en la carrera profesional de Monzón que, aunque estuvo a punto de embarcar en el aeropuerto del Prat de Barcelona en 1962, con destino al Ecuador, para llevar a cabo un proyecto forestal de cuatro años, no lo hizo. Tuvo un extraño mal sueño y no aceptó el puesto. Solucionó el estropicio su íntimo amigo y colaborador Ramón Clopés, quien le sustituyó con gran provecho, pues hizo una gran labor repobladora como personalmente tuvo ocasión de comprobar el agorero, años después, en un país que llegó a conocer muy bien.

Javier Prats y Antonio Monzón Perala en un monte de la provincia de Tarragona (1952)
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Ingenieros de Montes en la FAO

Trayectoria internacional en la FAO

Antonio Monzón colaboró durante catorce años (1978-1992) con la FAO en ocho proyectos en nueve países (Bolivia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, Méjico, Nicaragua y Perú). Su actividad coincidió pues con el sexto director general de la institución, el libanés Edouard Saouma (1926-2012) que la dirigió desde 1976 a 1993. Fue un periodo en el que la FAO instrumentó su apoyo a los países en desarrollo por medio de “Programas de Cooperación Técnica” (PCT).

Así pues, cuando Monzón empezó sus regulares estaciones cíclicas en diversos países de América, ya era un veterano ingeniero de montes bregado en la conservación de los bosques mediterráneos. Era un típico representante de la tradición, inaugurada en 1848, de los ingenieros de montes españoles que lucharon por preservar la deteriorada cubierta forestal tanto en la Península Ibérica, y la España insular, como en los restos de la declinante Corona española.

En los programas de colaboración de las Naciones Unidas con los países en desarrollo, los expertos nos dicen que una cosa les llama la atención: que el carácter de las diversas naciones encargadas de poner en práctica la ayuda (el grueso de la inversión corre a cargo del país en cuestión) se pone de manifiesto en el modo de hacer las cosas, en el saber hacer, en su organización. Son intangibles que hacen distintas a las ayudas según el país de origen, ya sea: Norteamérica, Alemania, Francia, Noruega, Reino Unido, etc. No debemos olvidar que la colaboración española, y eso es especialmente relevante en determinadas áreas del mundo, parte de un caudal de información, conocimiento y experiencia nada desdeñable. No en balde, somos la patria tanto de Andrés de Urdaneta (1508-1568) el marino vasco y agustino que descubrió el famoso tornaviaje que permitió que el océano Pacífico fuera el lago español, como de botánicos como Celestino Mutis (17321808) y Martín Sessé (1751-1808); de expediciones científicas ilustradas como las de Hipólito Ruiz y José Pavón en el Virreinato de Perú y Nueva Granada (1777-1788) y de la de Jorge Juan y Antonio de Ulloa que, junto al francés La Condamine, reconocieron las posesiones españolas de América (1735-1746),

de la expedición para la delimitación de fronteras con la Corona portuguesa de Félix de Azara (17421821) que tanto conocimiento aportó acerca de los hombres, las costumbres, la flora y fauna de regiones recónditas y hasta entonces desconocidas y, por último, de la gran expedición científica del italiano Alejandro Malaspina que, bajo el amparo de la Corona española, es considerada por muchos como ejemplo de la época ilustrada (1788-1794).

Ideas y principios de gestión forestal

Desde la primera colaboración de Monzón con la FAO, en el Valle de Tarija (Bolivia) hasta la última, en Guinea Ecuatorial, la preocupación por la compatibilidad entre la explotación racional de los recursos naturales por parte de la población local y la defensa y regeneración de la naturaleza fue una constante; es una cuestión que mal resuelta genera efectos tan dañinos para Iberoamérica como es la erosión de su suelo y la imparable pérdida de la selva tropical. Siempre pensó Monzón que la pobreza material de los indígenas era un caldo de cultivo que termina por perjudicar al medio ambiente; había que dar una salida para que la población

Antonio Monzón Perala, Ramón Clopés, Vicente Prades (guarda forestal) y Ramón Bourman (conductor) en un monte del sur de la provincia de Tarragona (1961)
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pudiera aprovecharse de sus recursos naturales, pero, y esa era la dificultad a la que el técnico debe dar respuesta: manteniendo a la vez el equilibrio medioambiental. Fue un convencido de que las soluciones forestales forman parte de un todo mucho más amplio, porque había que tener también en cuenta a la historia de los países y a sus problemas culturales, económicos y sociales.

La pobreza americana en lugares que, a primera vista, son paraísos, estaba asociada a varias circunstancias: a) la concentración de la riqueza en pocas manos, b) la escasa presencia de la clase media, c) el bajo nivel educativo de la población, d) su rápido crecimiento demográfico junto con, e) la ausencia de energía, con pocos embalses, el fácil recurso a la leña y la tendencia a cultivar en los bosques, especialmente grave práctica si se hace en las pendientes de las montañas, f) la costumbre a depender de la ayuda externa y, g) el egoísmo de las clases dirigentes que terminan por acaparar esa ayuda.

Su visión sobre la pobreza en el mundo y el modo de aliviarla le alineaba con las líneas estratégicas de la gran institución con sede en Roma.

Monzón fue un apasionado de su trabajo en Iberoamérica, su familia da fe de ello, en la FAO encontró el lugar idóneo para desarrollar su actividad regeneradora de los bosques, tuvo la oportunidad de conocer tierras, países y personas que de otro modo no hubiera podido. Sus experiencias nos las ha dejado escritas en varios largos manuscritos con la esperanza de que otras tres generaciones las puedan aprovechar.

Además de su entrañable amigo Javier Prats, al que tenía un gran cariño, tuvo la ocasión de tratar a extraordinarios funcionarios internacionales de la FAO y a colaboradores locales de los que guardó un gran recuerdo: Helmut Haufe (alemán), Fernando del Carpio (boliviano), William D. Beattie (norteamericano), Heinz Fischer (alemán), Jean Claude Clavel (suizo), Enrique Laso (ecuatoriano), Wilsted (noruego), Kees van Dijk (holandés), Mario Cárdenas (ecuatoriano), Fernanda Guerrieri (italiana),

Ben Chan (costarricense), Tomás Balaguer (chileno), Eduardo Mansur (brasileño), Antonio Cabrales (salvadoreño), Cristian Vanhoof (belga) y Jorge Barba (ecuatoriano) son protagonistas en sus memorias. Por si fuera poco, la FAO contribuyó a que estrechara su amistad con sus compañeros españoles, al colaborar con ellos en misiones extranjeras, como fue el caso de Antonio Pérez-Soba y Manuel de Tuero.

Tardó, pues, mucho tiempo en empezar su labor internacional, de la que estaba muy orgulloso, pero a cambio llegó con la experiencia necesaria como para hacer frente a problemas extraordinariamente graves; por desgracia, las cuestiones sin resolver respecto al medio ambiente americano siguen ahí, esperando que otras vidas de otros profesionales tomen el testigo porque el deterioro de la naturaleza no tiene fronteras. Es más necesaria que nunca una institución como la FAO para que seamos conscientes de la tarea urgente que nos queda por hacer.

Mi padre nos insistía en la importancia de la guardería forestal, en su opinión era un factor esencial para la buena gestión de un monte. El técnico forestal debía visitar (patear) el terreno, pero quien mejor podía defenderlo era quien vive en él y ese es el guarda forestal; decía “el que vive en el monte es el que mejor lo conoce”. La relación de los técnicos con la guardería es pues un elemento clave en la gestión racional de los recursos naturales y, por desgracia, en la mayoría de los países en desarrollo la guardería es prácticamente inexistente y suele tener muy pocos medios materiales; además, no tiene la autoridad suficiente como para hacer prevaler las políticas de defensa de la naturaleza. Al igual que los pescadores se adelantaron a los científicos en el conocimiento de las corrientes marinas (ahí tenemos el ejemplo señero de Urdaneta, que unió a su condición de marino la de científico), la sabiduría práctica de los que viven del y en el monte debe ser aprovechada si queremos evitar el desastre ambiental, porque la falta de una guardería forestal adecuada es sinónimo de ruina segura. a

Antonio Monzón recibe la medalla de Colegiado de Honor 2014 del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes (Instituto de la Ingeniería de España, Madrid, 2014)
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Ingenieros de Montes en la FAO

Mis experiencias en el COFO

Se relatan las intervenciones de España en los periodos de sesiones del COFO durante 1988 y 1990, y en las actividades derivadas como las desarrolladas durante los años 90 por las subcomisiones mixtas (Silva Mediterránea , congresos mundiales forestales, etc.), centradas en la importancia de los territorios de tipo mediterráneo y sus problemas más importantes (erosión, incendios forestales, mejora genética de especies forestales propias…). Se señala la influencia de las actividades de este periodo sobre las acciones posteriores de carácter forestal y de desarrollo rural de la Unión Europea.

Fecha inicio colaboración FAO: 1988

Palabras clave: CEE, conferencias regionales de la FAO, congresos forestales mundiales, PAC, Silva Mediterránea.

Fueron varias las veces en las que, a lo largo de mi carrera profesional en la Administración forestal, tuve ocasión de participar en los foros forestales de la FAO. Concretamente, por encontrarme entonces en Roma desempeñando el cargo de representante permanente de España ante la FAO, intervine bastante activamente en dos de los períodos de sesiones del Comité Forestal de la FAO: reuniones del COFO 9ª y 10ª, en 1988 y 1990 respectivamente.

También participé en la discusión de los informes correspondientes que de estas reuniones se rinden estatutariamente ante el Consejo de la Organización. Como extensión derivada de estas sesiones, estuve presente así mismo en los congresos forestales mundiales de Ciudad de México (1989), París (1991) y Antalya (Turquía, 1997); y además tuve ocasión de debatir los puntos dedicados a las cuestiones forestales en los programas de las conferencias regionales de la FAO para Europa de Cracovia (Polonia, 1988) y Tel Aviv (Israel, 1996).

A pesar de los años transcurridos, aún conservo algunos recuerdos de los temas en los que intervine y, con la perspectiva del tiempo, observo cómo constituyeron entonces el punto de partida de posteriores

e importantes desarrollos en las políticas, no sólo forestales sino de desarrollo rural, medio ambiente, cambio climático y desertificación, que tanto vienen preocupando a las actuales Administraciones.

Participación de España en las reuniones del COFO

Logo del XI Congreso Forestal Mundial, celebrado en Antalya, Turquía, del 13 al 22 de octubre de 1997. Fuente: fao.org

A continuación, se expone la participación de España en las reuniones del COFO, y en sus actividades derivadas, a finales de los 80 y principios de los 90. En el COFO de 1988, la FAO presentó el informe provisional del estado de los bosques en los países en desarrollo, aunque también se incluyeron informes pertenecientes a los bosques de algunos países industrializados, con datos referentes a los cambios producidos durante los primeros años de la década de los 80. Recuerdo especialmente el debate abierto sobre los umbrales de cierre de la cubierta para la consideración de bosques, ya que se habían propuesto un 20 % para los países industrializados y un 10 % para los países en desarrollo. La delegación

Presentación de cartas credenciales del representante permanente de España ante la FAO, Ángel Barbero Martín (izq.), al director general de la FAO, Edouard Saouma (dcha.). Roma,1988
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española hizo notar la importancia de superficies forestales de bajo porcentaje de cubierta en las áreas de tipo mediterráneo y, no solo precisamente en las que rodean el propio mar Mediterráneo, como las que posee España en amplitud (por ej., las dehesas), sino en otras zonas de características climatológicas y ambientales similares repartidas por todo el mundo.

En aquellas sesiones promovimos repetidamente la necesidad de dirigir la atención de gobiernos y expertos a la cubierta forestal y a los suelos que la sustentan en estas zonas, así como a los particulares problemas que plantean en aspectos tales como el carácter torrencial de las precipitaciones, la erosión, la desertificación, los incendios forestales, etc.

A este respecto, recuerdo también una discusión suscitada en torno a la palabra “monte”. La FAO denominaba en español, a sus órganos forestales, DG de Montes y Comité de Montes, denominación aceptada, por supuesto, por España y por bastantes países de habla hispana en Latinoamérica, pero no por otros que pedían a la FAO retirar esta palabra de sus órganos. De momento, aquel debate quedó en tablas.

En 1990 se sometió a examen el inventario de los recursos forestales, con la ampliación de su perspectiva a los recursos naturales en general. Apoyamos entonces la actualización del Mapa Mundial de Suelos para adecuarlo al conocimiento de su sensibilidad a la erosión, de cara a poder evaluar el impacto de las actividades humanas realizadas o planificadas en ellos.

Participamos también en los debates sobre la necesidad de conservación de los recursos fitogenéticos como una herencia fundamental para la humanidad. Reconocer las zonas donde existen; apoyar, con financiación y espacio, los bancos de germoplasma y propágulos; y promover que constituyan una fuente de ingresos para los países y las poblaciones que los poseen y no disponen de recursos económicos suficientes para su conservación. Apoyamos las actividades que estaba realizando la FAO, como el Compromiso Internacional de Recursos Fitogenéticos, la Red de Coordinación de Programas y el Consejo y el Fondo Internacional para los Recursos Fitogenéticos. Este apoyo lo llevé a cabo no solo con ocasión de las reuniones del COFO, sino a lo largo del periodo de mi desempeño

en COFO Encinar y sabinar en el Bosque de Riofrío (Segovia), que constituye una importante reserva ecológica y biológica en los cuatro ecosistemas que lo representan: encinar, sabinar, rebollar y fresneda. Se trata de un buen ejemplo de superficie forestal mediterránea de bajo porcentaje de cubierta I. Ramírez
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Mis experiencias
el

Ingenieros de Montes en la

En 1961, FAO y UNESCO acordaron preparar el Mapa Mundial de Suelos a una escala de 1:5.000.000. El proyecto se concluyó tras veinte años de colaboración entre los innumerables científicos de suelo en el mundo. Hasta el día de hoy, el Mapa Mundial de Suelos sigue siendo la única visión global de los recursos del suelo Fuente: fao.org

como Representante Permanente de España, trabajando para el establecimiento de un convenio internacional o mundial sobre recursos fitogenéticos. España venía entonces, y continuó más adelante, tomando parte activa en las actividades de la FAO, impulsando cursos de capacitación y extensión sobre el manejo de estos recursos y la disponibilidad de espacio e infraestructuras para albergar bancos de germoplasma, así como en las subcomisiones mixtas para temas específicos del Mediterráneo, como Silva Mediterránea y los trabajos que se esta-

ban realizando alrededor del pino piñonero y otros de amplitud mundial, como la Comisión Internacional del Álamo, ofreciendo nuestro país en varias ocasiones como sede de sus reuniones, tal como la celebrada por esta última comisión en 1992.

La CEE y el COFO

Durante la 19ª Conferencia Regional para Europa, celebrada en Cracovia, en 1988, tuvimos ocasión de debatir la necesidad de establecer una estrategia para el desarrollo y defensa de los bosques. España llevaba poco tiempo en la UE (entonces Comunidad Económica Europea, CEE) y, al contrario que para el sector agrícola con la Política Agraria Común (PAC), no existía una política forestal común, pero preocupaban los deterioros causados en los bosques europeos por la lluvia ácida transfronteriza y los incendios forestales, y se trataba de establecer, dentro de la PAC, ayudas al sector para luchar contra estos dos factores destructivos. Los países del centro y norte del continente eran contrarios a la financiación de cualquier línea de actuación contra los incendios, con argumentos tan peregrinos como que se trataba de un fenómeno provocado por las mismas políticas de repoblación o por la falta de cuidados selvícolas. Gracias a los planteamientos que rebatían esta postura, esgrimidos en las reuniones comunitarias y en foros internacio-

Elestadodelosrecursosgenéticosforestalesenelmundo , publicado por la FAO en 2014. Este informe presenta la primera evaluación mundial de los recursos genéticos forestales
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FAOÁ. Barbero Martín

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nales como el COFO y las conferencias regionales para Europa de la FAO, se lograron ayudas para los países mediterráneos.

Paralelamente, en la FAO, la CEE estaba cada vez más preocupada por estar presente institucionalmente en las reuniones donde participaban sus estados miembros y en las que se debatían asuntos en los que dichos estados tenían cedidas sus competencias a la Comunidad, como eran los temas de pesca y políticas agrarias; en especial, las ayudas a la producción agrícola y su repercusión en los precios del comercio mundial de alimentos; pero también en lo que la CEE empezaba a considerar un “segundo pilar” en sus esquemas de ayudas: el desarrollo rural. Ante la petición lanzada por las autoridades comunitarias a los órganos de la FAO para poder participar como miembro de derecho en estas sesiones, hubo que modificar los estatutos de la Organización para que una agrupacióneconómica regional con competencias cedidas por sus estados miembros pudiera estar presente institucionalmente en aquellas reuniones en que se trataran asuntos relativos a estas competencias cedidas. Y así se hizo a partir de 1991.

En aquellos años, dentro de este segundo pilar al que hemos aludido, iba tomando cuerpo en la PAC la necesidad de expandir la superficie forestal como parte importante de una política dirigida a solucionar los problemas del mundo rural, entre ellos, el desempleo y la presión sobre el medio ambiente.

La CEE aprovechó los foros internacionales ofrecidos por la FAO para presentar estas nuevas orientaciones y, concretamente, en los órganos forestales y en las conferencias regionales. Particularmente, en la conferencia que se celebró en Tel Aviv, en 1996, la delegación española, de la que yo formaba parte, en coordinación con la representación de la que entonces había pasado a llamarse CE, presentó su versión correspondiente de

una estrategia de acción comunitaria en el sector forestal para reforzar la protección de los bosques, favorecer la reforestación de tierras abandonadas por la agricultura, y valorizar los productos forestales con vista en el desarrollo de las zonas rurales.

Esta estrategia iba ya acompañada de sus correspondientes conceptos presupuestarios.

En el ámbito de la reforestación de tierras agrícolas abandonadas, esta estrategia no solo supuso una inyección financiera para muchos agricultores sino que, al tiempo, produjo un despertar de la iniciativa privada dedicada a viveros y plantaciones forestales y una aceleración de las técnicas y los estudios científicos, estimulados ante el reto de conseguir la implantación permanente de las especies forestales en tierras históricamente sometidas a los cambios causados por las sucesivas cosechas agrícolas.

A parte de las particulares intervenciones de los forestales españoles en los proyectos de cooperación de la FAO en todo el mundo, he querido exponer aquí cómo las políticas forestales que se debatían en el seno de la Organización tuvieron una importante repercusión en las de nuestro país. Así fue al menos durante los años de mi carrera profesional en los que tuve ocasión de intervenir en ellas, aunque esta interacción venía de antes y felizmente haya continuado hasta la actualidad. a

Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales Alaquás (Valencia), de la Red de Centros de Mejora Genética Forestal, creada en España a principios de los años ochenta Fuente: miteco.gob.es
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Mis experiencias en el COFO

España, seis años en el gobierno de órganos forestales de la FAO

Desde 1998 hasta 2004 España estuvo en los órganos de gobierno forestales de la FAO. Este es un pequeño resumen de la labor de estos órganos en el cambio de siglo. Fecha inicio colaboración FAO: 1998

Palabras clave: Bureau, Comisión Forestal Europea, CFE, conferencia ministerial, FAO, gobernanza, política forestal, protección de bosques.

Un poco de historia

La Comisión Forestal Europea de la FAO nace a partir de la Conferencia Internacional sobre la Madera celebrada en Marinaské-Lázne (Checoslovaquia) en 1947 – junto con el Comité de la Madera de las Naciones Unidas – como elemento clave del sistema de la ONU encargado de trabajar sobre los asuntos forestales en Europa.

En un continente devastado por la guerra, ambas instituciones, que desde el principio convinieron trabajar juntas, han sido la clave de la reconstrucción de los bosques europeos, primero, y de su gestión y transición a la sostenibilidad, después. El Comité de la Madera se constituyó fundamentalmente como el foro

Palacio de las Naciones, sede de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza) Flickr: WernerBayer
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en que se garantizó el suministro de este material, fundamentalmente mediante las importaciones procedentes de la URSS y de América del Norte, ya que los bosques europeos no eran capaces de satisfacer la demanda –tanto la URSS como EEUU y Canadá son miembros del Comité, por esta razón – mientras la Comisión Forestal Europea se encargaba de la reconstrucción de los dañados bosques europeos y su incorporación a la economía de los diferentes países, que no incluyen ni la URSS, que no fue nunca miembro de la FAO, ni EEUU y Canadá, que tienen su propia Comisión Regional.

Con el paso de los años, tras la reconstrucción forestal europea realizada en las duras condiciones de la postguerra, los miembros de la Comisión dispusieron de un foro neutral para complementar sus diferentes modelos de gobernanza forestal durante la guerra fría, ya que los países del Pacto de Varsovia, excepto la URSS, sí pertenecían a la Comisión, y esta trabajaba conjuntamente con el Comité. En ella se comenzó a verificar la enorme diferencia de modelos de gestión, pues en los países occidentales se verificó una gran expansión económica en los años 70 y 80, que hizo que las producciones –y la creación y expansión de industrias forestales – en estos países fuesen limitadas tan sólo por la posibilidad de dañar los bosques, las limitaciones energéticas internacionales y los eventuales daños al medio ambiente. En cambio, en el modelo de la Europa Oriental, totalmente estatal y planificado, no se produjo crecimiento alguno. En los años 90, los cambios políticos en Europa, por una parte, y la necesidad de armonizar el medio ambiente y el desarrollo por otra, condujeron a la adopción del modelo de gestión occidental, aunque con variaciones, por parte de los países de Europa Oriental: Los bosques que eran del Estado, se devolvieron en una pequeña proporción a sus anteriores propietarios, pero la mayoría se transfirieron a empresas públicas que los gestionaban para una economía de mercado. Al mismo tiempo, unos y otros dirigían sus políticas a una gestión forestal sostenible, que es el objetivo desde 1992. La Comisión Forestal Europea ha sido, a lo largo de todo este periodo, el lugar donde se han perfilado las ideas comunes, se han compartido las formas de trabajar y se han dado a conocer las características de la gestión forestal sostenible en el Viejo Continente.

Actualmente la Comisión Forestal Europea tiene como objetivos:

1) Asesorar en la formulación de políticas forestales y examinar y coordinar su aplicación en el plano regional;

2) Intercambiar información y, en general por conducto de órganos auxiliares especiales,

asesorar sobre los métodos y medidas más adecuados para resolver los problemas técnicos y económicos;

3) Formular las recomendaciones apropiadas en relación con estas actividades.

Gobernanza

La Comisión Forestal Europea está abierta a todos los Estados Miembros y Miembros Asociados de la FAO cuyos territorios se hallen situados total o parcialmente en la región europea, o que tengan a su cargo las relaciones internacionales de territorios no autónomos situados en la misma, pero en la realidad se compone en la actualidad de los 40 Estados que han notificado al director general de la FAO su deseo de ser miembros de la Comisión.

Se reúne habitualmente cada dos años, y como fruto de su trabajo conjunto con el Comité de la Madera, ya mencionado, una de cada dos reuniones es conjunta con este Comité, alternando entre Roma (base de la FAO) y Ginebra (base del Comité de la Madera). El resto de las reuniones se celebran aceptándose la invitación de sus miembros, en los diferentes países de la región europea, intercalándose entre las dos reuniones conjuntas.

La Mesa (Bureau) de la Comisión Forestal Europea se compone de un presidente y tres vicepresidentes, elegidos por dos años por los miembros en cada reunión, siguiendo un proceso que está regulado en sus normas de régimen interior, y además bien modulado por costumbres tradicionales no escritas, seguidas desde la creación de la Comisión. Una de ellas es que los cuatro miembros de la Mesa guarden un equilibrio geográfico y económico, otra es que el presidente sea elegido entre algunos de los tres que en el bienio anterior han ejercido como vicepresidentes, y que todos ellos presidan la Comisión durante un periodo.

Los trabajos de la Comisión, como los de cualquier otro órgano estatutario, cuentan con el soporte de una Secretaría formada por funcionarios de la FAO. En el caso de la Comisión Forestal Europea, esta Secretaría está destacada en Ginebra, y trabaja conjuntamente con su equivalente del Comité de la Madera, cuya base está también en esa ciudad, y que se denomina Sección de la Madera de la Comisión Económica para Europa. De esta manera se unen esfuerzos y una secretaría muy eficiente y bien dotada trabaja para los dos órganos, pues los trabajos se hacen en común.

La Comisión cuenta con un cierto número de órganos subsidiarios: el Grupo de Trabajo sobre Ordenación de Cuencas Hidrográficas de Montaña;

España, seis años en el gobierno de órganos forestales de la FAO
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el Comité mixto FAO/CEPE1/OIT2 sobre tecnología, ordenación y capacitación forestales; y el Grupo de Trabajo FAO/CEPE sobre Economía y Estadística Forestales. Estos son órganos técnicos, donde los funcionarios de los países miembros estudian los temas concretos, y sus informes se presentan ante la Comisión para su aprobación o enmienda. Un órgano de naturaleza especial y muy importante para España es el Comité sobre Cuestiones Forestales del Mediterráneo - Silva Mediterranea , que es un grupo de trabajo de tipo técnico que tiene la particularidad de depender simultáneamente de tres regiones de la FAO, Europa, Oriente Medio y África, informando a las tres y recibiendo orientaciones de las tres, todo ello debido a su situación geográfica.

El periodo español: La XXIX sesión de Lahti

Este periodo comienza en la 29ª Sesión de la Comisión, celebrada en Lahti (Finlandia) del 19 al 23 de octubre de 1998, en la que estuvieron presentes los delegados de 23 países, además de algunos observadores. En esta sesión se hizo en primer lugar un repaso de la situación del sector forestal en Europa, con base en un informe sintético que había preparado la Secretaría, y que se consideró suficientemente relevante como para publicarlo como uno de los “Documentos de Discusión de Ginebra”, tras ser revisado por los Estados y por la Unidad de Enlace de la Conferencia Ministerial, pues el tema dominante fue la valoración del trabajo que se había hecho en el seno de la Comisión para proporcionar la información necesaria a la III Conferencia Ministerial sobre Protección de Bosques en Europa para la elaboración del informe sobre el estado de los bosques en Europa, que había sido entregado a los ministros. Siguiendo la pauta de reuniones anteriores, tuvo lugar un seminario dentro de la sesión, dedicado en este caso a los aspectos socioeconómicos de la selvicultura en Europa, en el que varios expertos, moderados por el Sr. Muhlemann (Suiza), autor principal del informe sobre el tema que dio lugar a la Resolución L1 de Lisboa, dieron su visión. Las conclusiones principales se resumen en:

e Hay que atender los temas de género e El pequeño tamaño de las propiedades forestales es un problema para las políticas forestales e Ante la baja viabilidad económica de los bosques, son necesarias nuevas fuentes de ingresos, por ejemplo a partir de los servicios ambientales.

Se revisaron también la programación de trabajos regulares y de campo de la Secretaría, especialmente los de los últimos dos años, destacando la actualización del Estudio Global de Recursos Forestales 1990 que dio lugar al “Estado de los Bosques en Europa 1997”, presentado en la Conferencia de Lisboa. Evidentemente, se habló largo y tendido del futuro de la Conferencia Ministerial y la participación de la Comisión Forestal Europea en él. Los protagonistas informaron que la Unidad de Enlace ya se había instalado en Viena y que Portugal había sido reemplazado por España en el Comité General de Coordinación. Obviamente, esta circunstancia tuvo una gran influencia a la hora de planificar el programa de acción de la CFE para los cuatro años siguientes, que se aprobó con las consecuentes modificaciones. Y como puntos finales, tras un repaso de las actividades del Grupo de Trabajo sobre Gestión de Cuencas de Montaña – órgano estatutario que depende de esta comisión – y del Comité Silva Mediterranea, y definir los puntos que la Comisión debía trasladar al Comité Forestal de la FAO (COFO), se procedió a la elección de los miembros de la Mesa para el bienio siguiente: el señor Csoka (Hungría) como presiden-

e

La educación y la extensión son instrumentos importantísimos de la política forestal

e

El sector forestal debe incrementar su diálogo con el resto de la sociedad

1 CEPE: Comisión Económica para Europa, de Naciones Unidas

2 OIT: Organización Mundial del Trabajo

Sede de la FAO en Roma
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Flickr: pk5dark

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te y los señores Mühlemann (Suiza), Ozols (Letonia) y Solano (España) como vicepresidentes.

Finalmente, tras un informe sobre el XI Congreso Forestal Mundial celebrado en Antalya (Turquía) en octubre de 1997, y decidir que el viaje de estudios organizado por FAO y CEPE sería en Irlanda, se cerró la sesión, indicando que la XXX Reunión se celebraría en Roma en 2000, y que se solicitaban invitaciones para celebrar la siguiente, en 2002.

El primer periodo entre sesiones

En aquellos momentos, con la vista puesta en el año 2000, todos los integrantes del Sistema de Naciones

Unidas estaban siendo sometidos a unas auditorías externas e internas para poner de manifiesto su utilidad y su eficiencia. Se preguntaba a los gobiernos, a otras agencias y órganos del sistema, se pedían resultados concretos, se trataba de demostrar dónde estaba la utilidad de cada uno de los organismos auditados, en un trabajo ímprobo y global.

La Comisión Forestal Europea no escapó a esta fiebre, y prácticamente aquellos dos primeros años se emplearon en demostrar en diferentes foros, a los que acudían el presidente y los vicepresidentes según su disponibilidad, que se trataba del único foro en que los países europeos podían discutir sobre sostenibilidad forestal, y, más importante todavía, dado que por aquel entonces la Federación de Rusia (que comenzaba a emerger del colapso de la URSS y que seguía poseyendo el 80 % de los bosques europeos) no pertenecía a la FAO, pero sí al Comité de la Madera (de hecho, el presidente de este comité entonces era un ruso), el valor añadido era muy elevado. El trabajo llevado a cabo con las auditorías dio sus frutos y en la Asamblea General se citó este como ejemplo de colaboración fructífera entre órganos multilaterales, con resultados positivos.

Por otra parte, las mesas de ambos órganos, con apoyo de la Secretaría, debieron realizar una revisión estratégica, para paliar el desequilibrio entre las misiones a realizar y los recursos disponibles, definiendo el orden de prioridad de las diferentes actividades, para presentarlo al Comité.

La XXX sesión de 2000, en Roma

Entre el 9 y el 13 de octubre de 2000 se celebró la siguiente sesión de la Comisión, en las instalaciones de la FAO, en Roma, y de forma conjunta con el Comité de la Madera. Asistieron 32 representantes europeos, incluyendo Rusia, más los de EEUU y Canadá, miembros de la CEPE.

España, seis años en el gobierno de órganos forestales de la FAO

En esta sesión se aprobó la estrategia general planteada en el programa conjunto de actividades FAO/ECE, reafirmando el mandato principal de monitorizar y analizar la gestión forestal sostenible en la región, similar para ambos órganos.

Los temas dominantes durante la sesión fueron fundamentalmente:

g Las prácticas de sostenibilidad en los montes europeos

g El trabajo del Comité Conjunto FAO/ECE/ILO sobre tecnologías, gestión y formación forestal

g Las consecuencias de la tormenta “Lothar” del invierno anterior, fundamentalmente el derribo de gran cantidad de pies y su influencia en el mercado de la madera.

Y dedicó un tiempo importante a realizar una evaluación de la propuesta de orden de importancia de las diferentes actividades que las mesas habían preparado para la sesión: las que se tendrían que continuar en cualquier caso, las que se podían alargar en el tiempo y las que en último caso se podrían abandonar. El resultado fue la aprobación del programa de acción para el periodo 2001-2005.

Entre los temas propios de la Comisión Forestal Europea de la FAO que se trataron en la sesión, se revisaron las actividades durante el último bienio, incluyendo la puesta en práctica de las recomendaciones y decisiones de la reunión de Lahti. Se revisó especialmente el Comité Silva Mediterránea, que había evolucionado a ser una red de investigadores, decidiendo su revitalización y cambio estructural, que debía diseñarse en su próxima reunión.

Se eligieron de nuevo los miembros de la mesa de la Comisión. En este caso fueron el Sr. Sola-

Reunión del Comité Forestal Europeo (24ª sesión) en Ennis (Clare, Irlanda) en septiembre de 2002. De izq. a dcha.: dos funcionarios de la FAO y la Timber Section de la UNECE; H. Hoefle (Alemania), presidente de la sesión; Carol Cosgrove-Sacks (Reino Unido), entonces jefa de la División de Madera y Comercio de la UNECE; José María Solano (España), presidente de la Comisión en aquel momento; Astrid Bergquist (Suecia), vicepresidenta del Comité de la Madera de la UNECE

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no (España) como presidente y los señores Ozols (Letonia), Ilavský (Eslovaquia) y Chevalier (Francia) hasta la siguiente reunión. España ofreció ser sede de la siguiente reunión en el otoño de 2002, y la Comisión aceptó la oferta, sujeta a las formalidades de rigor.

El segundo periodo entre sesiones

Quizá lo más destacado de este periodo en la presidencia de la Comisión Forestal Europea fuese la circunstancia por la que la presidencia efectiva del Comité de Montes de la FAO, el máximo órgano forestal de la organización, también fue española, aunque no estaba así previsto.

Mediante las tradiciones de rotación en los diferentes puestos para los representantes de los diferentes continentes que se ejercen en la organización para garantizar la participación de las seis comisiones regionales, la mesa de COFO está formada por los presidentes de las seis comisiones regionales, y las presidencias y vicepresidencias van rotando de unas a otras. Por ello, en la sesión 14 del COFO, celebrada en Roma en marzo de 2001, la propuesta de mesa aprobada por unanimidad llevaba la Sra. Linda Mossop (Sudáfrica) como presidenta, y al Sr. Solano (España) como primer vicepresidente. Sin embargo, antes de finalizar la sesión, la Sra. Mossop fue destituida de su puesto y regresó a su país, de forma que fue España la que condujo el resto de la sesión, ejerció la presidencia representando al COFO durante los dos años siguientes, y presidió el inicio de la sesión número 15 en 2003, hasta que esta eligió un nuevo presidente.

La XXXI sesión, en Barcelona, con presidencia española

Tal como estaba previsto, la sesión se celebró en la “Casa de Convalescencia” del antiguo hospital de Sant Pau, una de las muestras del modernismo de la ciudad de Barcelona, entre el 4 y el 8 de noviembre de 2002. Asistieron los representantes de 25 países europeos.

Tras repasar, como es habitual, el estado de las políticas forestales en la región, el seminario interno se centró en determinar si la información disponible satisfacía las necesidades de monitorización y análisis de la gestión forestal sostenible en Europa. Sus principales conclusiones fueron:

h Debía concluirse el trabajo de armonización de definiciones entre la FAO y el UNFF

h El Grupo de Trabajo conjunto FAO/ECE sobre Economía y Estadística Forestal debía considerar, en su próxima sesión de 2003, la mejora de la cooperación entre agencias a escala regional

h El sector forestal debía ser proactivo en cuanto a comunicar sus conexiones con otros sectores e instrumentos, pues es la mejor manera de evitar duplicaciones.

Se trataron las cuestiones más habituales, los temas regionales como la participación en los órganos y procesos globales, fundamentalmente el Foro Forestal de la ONU, la Conferencia Ministerial, y la unidad mixta UNFF/COFO facilitadora de los Programas Forestales Nacionales.

También se aprobó el programa de trabajo de la Comisión para 2002-2004, y se determinaron las cuestiones que había que trasladar al COFO, ideas que debían influir en sus conclusiones, como que los desarrollos en el sector forestal influyen en otros sectores, por lo que éste debe ser proactivo y asertivo, que hay una gran necesidad de información de calidad, que es necesaria la coordinación entre los elementos nacionales que proporcionan información y los delegados en las reuniones internacionales, y que los procesos regionales deben ser importantes para la FAO.

Y finalmente se eligieron de nuevo los miembros de la mesa. En este caso accedió a la presidencia el Sr. Ozols (Letonia) y como vicepresidentes, los señores Solano (España), Ilavský (Eslovaquia) y Schutz (Países Bajos).

El periodo final

Durante el periodo siguiente, hasta la sesión XXXII, que se celebró en Ginebra del 5 al 9 de octubre de 2004, tan sólo se tramitaron por parte de la mesa los asuntos ordinarios, programa de trabajo, presupuesto bianual, etc., y la preparación inmediata de la siguiente sesión, también en conjunto con el Comité de la Madera. Al final de esta XXXII sesión, España abandonó la mesa, cerrando un ciclo de seis años. a

Flickr: Toby Jorgensen Salón de actos de la sede de las Naciones Unidas en Ginebra (Suiza)
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2010-2015: Compilación de un intenso periodo al frente del Departamento Forestal de la FAO

Eduardo Rojas Briales

Dr. Ingeniero de Montes

Decano del COIM, presidente de PEFC-Internacional, profesor de la Universitat Politècnica de València

Se describe la génesis del programa forestal de FAO y su encuadre en la gobernanza de la organización, incluyendo las seis Comisiones Forestales Regionales, Silva Mediterránea, la Convención del Álamo, la Comisión de Recursos Genéticos Forestales, el Consejo Asesor de la Industria forestal sostenible y la Alianza de las Montañas. Se aborda la colaboración con el Foro Forestal de Naciones Unidas y el trabajo en el marco de la Asociación de Colaboración de Bosques que preside FAO y que coordina a quince organismos internacionales: Año Internacional de los Bosques 2011, contribución a la Conferencia Rio+20, ODS, Forest Days en las COP de la Convención de Cambio climático, sistema de reporte armonizado, etc. Se focaliza en la evolución de la presencia del programa forestal en Europa y el proceso a la Convención Forestal Europea, finalmente descarrilado. Se presentan las prioridades técnicas, tanto en el ámbito normativo (estadística forestal, publicaciones) como de cooperación (UNREDD, GEF), el establecimiento oficial del Día Internacional de los Bosques, el comisariado de la Exposición Universal en Milán (2015) o los preparativos al Congreso Forestal Mundial de Durban.

Fecha inicio colaboración FAO: 2010

Palabras clave: Asociación de Colaboración de Bosques (CPF), Comisiones Forestales Regionales (CFR), Comité Forestal, Convención Forestal Europea, Día Internacional de los Bosques, FAO, Foro Forestal de Naciones Unidas (UNFF).

Logos de los COFO 20 (2010), 21 (2012) y 22 (2014), celebrados por el Departamento Forestal de la FAO durante la subdirección general de Eduardo Rojas

Asumí la responsabilidad del Departamento Forestal de la FAO a principios de marzo de 2010, poco después de la COP de Copenhague, donde el rol de los bosques en la lucha contra el cambio climático irrumpió en la agenda, trastocando prioridades y roles en el sistema de Naciones Unidas. La propia FAO acababa de superar una intensa evaluación externa desconocida en todo el sistema y una reforma como consecuencia de ella. Se acercaba el fin del liderazgo de dieciocho años de Jacques Diouf, un ingeniero agrónomo senegalés de una arrolladora personalidad.

Gobernanza

Existían temores sobre una disolución del departamento con el de medio ambiente, que obviamente generaban estrés interno y externo. El primer reto fue asistir y conocer cinco de las seis comisiones forestales regionales (CFR) durante los primeros tres meses; y, a través de ellas, los principales actores, especialmente los máximos responsables de las Administraciones forestales de los estados. En octubre de 2010 se celebró el Comité Forestal

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(COFO1) formado por los mismos actores, pero focalizando a escala global. Seguir durante la semana todas sus sesiones fue una experiencia instructiva del funcionamiento de la ONU y permitió dar respuesta a las numerosas aportaciones de los países, evitando dejar esa función en los técnicos. A ese COFO siguieron otros dos (2012 y 2014), incluyendo en el primero la inversión del orden de elección del presidente al final de la sesión, de tal manera que pudiese asumir un rol activo entre sesiones. Respetando la alternancia regional, en 2012 la presidencia recayó en el director general de Tanzania y, en 2014, en el expresidente de Guayana, Bharat Jagdeo, que había sido muy activo en temas de bosques tropicales, cambio climático y los mecanismos financieros, elevando obviamente el nivel de los debates. En 2014 se abrió la posibilidad, no activada hasta entonces, de disponer de un Grupo de Trabajo estable sobre bosques secos y silvo-pastoralismo2 evitando circunscribir esta temática a la CFR del Norte de África y Cercano Oriente, y que se aprobó definitivamente en 2016 con un considerable protagonismo por parte española.

También se incorporó un punto del orden del día3 permanente en el que rendir cuentas tanto de las seis CFR4, que se convocaban pocos meses antes, como de la Asociación de Colaboración de Bosques (CPF), el Foro Forestal de Naciones Unidas, la Comisión Internacional del Álamo (IPC5), el Comité Asesor de la Industria Forestal Sostenible (ACSFI6), el Secretariado del Partenariado de las Montañas (MP7), el Grupo de Trabajo Técnico Intergubernamental sobre los Recursos Genéticos Forestales8, y Silva Mediterránea9. Durante este período se abordó la revisión de la normativa del IPC -que formalmente es la única convención forestal existente, y además de ámbito global, finalizada en 2019-, del ACSFI, y de la gobernanza del MP. También Silva Mediterránea fue evaluada por un panel independiente. Durante la semana de COFO se viene celebrando la Semana Forestal Mundial, con numerosos eventos

1 https://www.fao.org/about/meetings/cofo/es/

2 https://www.fao.org/dryland-forestry/working-group/ru/

3 https://www.fao.org/3/cb1337en/cb1337en.pdf

4 https://www.fao.org/forestry/30106/en/#:~:text=Six%20Regional%20 Forestry%20Commissions%20were,forestry%20issues%20in%20the%20 region

5 https://www.fao.org/unfao/govbodies/gsb-subject-matter/statutorybodies-details/en/c/110/?no_cache=1

6 https://www.fao.org/policy-support/mechanisms/mechanismsdetails/en/c/428525/

7 https://www.fao.org/mountain-partnership/en/

8 https://www.fao.org/cgrfa/overview/subsidiary-bodies/sectoralworking-groups/es/

9 https://www.fao.org/forestry/silva-mediterranea/en/

y reuniones técnicas, reforzando su poder de convocatoria. Uno de los eventos que más atracción alcanzó fue el debate entre los máximos responsables forestales de los países, centrado en temas de actualidad y asegurando siempre un representante por región10. En 2010 se introdujo una publicación (Moving Forward) que recogía de forma ilustrativa las principales actuaciones del programa forestal de FAO para cada sesión de COFO11

En 2012 se evaluó el programa forestal de FAO12

Las prioridades de las CFR se compilaron junto a las del COFO y de otros órganos de FAO, para ajustar cada dos años las prioridades del programa. Desafortunadamente, en 2012 se apostó por un marco estratégico que dificultó el encaje del programa forestal, debido a un enfoque muy centrado en la alimentación justo en un momento de creciente competitividad por el liderazgo forestal a escala internacional.

UNFF y CPF

Junto a la gobernanza interna, una de las prioridades correspondía a la cooperación con otras organizaciones próximas, ya fueran de la ONU o no, y que formaban la CPF13, en aquel momento con catorce miembros y presidida por la FAO. Existía cierto interés por revisar su gobernanza, que pudo ser finalmente calmada al establecerse una vicepresidencia rotativa, manteniendo la secretaría permanente en la Secretaría del Foro de Bosques (UNFF14).

En los años siguientes, fueron claves dos cuestiones a escala de la ONU: por un lado, la revisión de UNFF y todo su proceso previo, incluida una compleja conferencia sobre financiación forestal15, disponible para los países en vías de desarrollo; por otro lado, el proceso arrancado en la Cumbre de Río+20 y que culminaría con los ODS, ambos en 2015.

El mandato de UNFF fue extendido hasta 2030, en paralelo al horizonte temporal de los ODS16, y los bosques alcanzaron el nivel de uno de los objetivos (el 15, en igualdad con biodiversidad, junto a ecosistemas, tierras, desertificación y montañas); además, se incluía en tres metas, no sin considerables

10 https://www.fao.org/3/mk696e/mk696e.pdf

11 https://www.fao.org/documents/card/es/c/928966bb-107c-4bcba893-801c6c69dbaf/

12 https://www.fao.org/3/me219eAdd1/me219eAdd1.pdf

13 https://www.fao.org/policy-support/mechanisms/mechanismsdetails/es/c/428692/

14 https://www.un.org/esa/forests/index.html

15 https://www.cpfweb.org/34553-0c1d627e1227cf9c7cb51999b050bdb6c. pdf

16 https://sdgs.un.org/es/goals

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escaramuzas donde la estrecha colaboración establecida entre FAO y UNFF en estos años fue decisiva. Con ello se avanzaba considerablemente sobre el marco anterior de los ODM17, donde los bosques solo aparecían como un indicador, además negativo (deforestación).

En 2011 se celebró el Año Internacional de los Bosques, donde la CPF18 participó en el evento central, celebrado en la sala de la Asamblea General de la ONU, y donde intervino la Premio Nobel Wangari Maathai19. Se coordinaron veinte notas de prensa20 sobre días internacionales o reuniones internacionales relevantes, relacionados con los bosques. Constatado que la formalización del Día Forestal Mundial no se había completado, a pesar de ser celebrado el 21 de marzo, desde principios de los 70, en cuarenta países, se aprovechó la ocasión del Año Internacional de los Bosques, y el precedente del Año Internacional de las Montañas en 2002, para promover el Día Internacional de los Bosques en esa misma fecha, siendo aprobado por la Asamblea General a finales de 2012, y encomendando su coordinación21 a UNFF y FAO. En 2014 se acordó que la CPF decidiría, cada año, el tema al que se dedicaría el día ese año, como se hace en otros días internacionales. Se contrató un logo, del que carecía la CPF, a un conocido diseñador español. Y al fallecer Wangari

17 https://www.un.org/millenniumgoals/

18 https://www.un.org/esa/forests/wp-content/uploads/bsk-pdfmanager/82_FACT_SHEET_IYF.PDF https://www.fao.org/forestry/ iyf2011/events/en/

19 https://www.un.org/press/en/2011/envdev1186.doc.htm

20 https://www.fao.org/forestry/iyf2011/69194/en/

21 https://www.fao.org/international-day-of-forests/en/

2010-2015: Compilación de un intenso periodo al frente del Departamento Forestal de la FAO

Maathai, la CPF22 acordó promover un premio bienal con el objetivo de perpetuar su legado inspirador. Se elaboraron ocho folletos que desarrollaban el concepto de gestión forestal sostenible en diversos ámbitos temáticos. Se organizaron los Forest Day 4, 5 y 6 en las COP de cambio climático de Cancún23, Durban y Doha, con presencia de altos dignatarios como el presidente Calderón, siendo los días temáticos más relevantes de esas COP. El modelo evolucionó al Landscape Forum, buscando integrar a la agricultura, alimentación y recursos hídricos, lo que se ha mantenido hasta la actualidad. Se elaboró un esquema unificado que permitiese a los países responder a las demandas de información de los diferentes organismos internacionales con definiciones y estructuras compartidas (CFRQ)24. Se avanzó en la definición de la degradación forestal y su medición en futuros inventarios forestales25. Igualmente, se acordó abordar, anualmente, un informe científico sobre una temática de interés emergente, mediante un panel de investigadores (GFEP)26 liderado por IUFRO. Finalmente, IUFRO albergó el sistema global de información forestal por encargo de CPF (GFIS)27. Reforzar la CPF requirió, en un contexto de competencia por recursos y visibilidad, construir relaciones de confianza con todos los miembros y sus representantes, asistiendo a sus principales conferencias.

En 2010 representé a la FAO en la COP10 de Biodiversidad en Nagoya, Japón, donde se aprobaron las metas de Aichi; y en 2013, a la COP de Desertificación en Windhoek, Namibia, donde FAO ofreció su sede para albergar el Mecanismo Global de la Convención, finalmente materializado. Después de más de 60 años de estrecha colaboración, se firmó un MoU que regulaba el funcionamiento de la sección compartida con UNECE en Europa.

El proyecto de Convención Forestal Europea

FAO fue invitada, en el mandato de la Conferencia Ministerial de Forest Europe de Oslo (2011), a apoyar el proceso negociador de la convención des-

22 https://www.fao.org/collaborative-partnership-on-forests/initiatives/ wangari-maathai-forest-champions-award/en

23 http://www.asb.cgiar.org/article/time-act-forestry-and-climatechange

24 https://www.fao.org/forest-resources-assessment/partnerships/ cfrq-partners/en/

25 https://www.fao.org/collaborative-partnership-on-forests/initiatives/ forest-degradation/en

26 https://www.iufro.org/science/gfep/

27 https://www.iufro.org/science/gfis/

Global Landscapes Forum (Lima, 2014). Intervención de Eduardo Rojas, subdirector general del Departamento Forestal de la FAO
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de la secretaría, junto a UNECE y PNUMA, encomendando su presidencia al anterior subdirector de FAO, Jan Heino28. Finalmente, la secretaría se ejerció en solitario por FAO, alcanzándose un considerable acuerdo, en poco más de un año, en el 95 % de su texto; si bien seis cuestiones claves de gobernanza e institucionales llevaron a un bloqueo insuperable en un contexto de crecientes tensiones entre Rusia y Occidente (Guerra de Crimea). Estaba en juego la estructura forestal en el continente, dada la carencia de competencias y capacidad institucional, en el ámbito forestal, de las instituciones de la UE; pero también la adscripción de futuras convenciones forestales, en coherencia o no con el mandato temático dentro del sistema ONU (FAO).

Prioridades técnicas

En marzo de 2010 se presentó el FRA29, compilación quinquenal de estadística forestal, de cobertura global e información estandariza de todos los países, sobre 90 indicadores. En 201130 se publicó el primer inventario de la extensión de bosques a escala global y regional, basado en teledetección, con el objetivo de poder calibrar mejor la información aportada por cada país al FRA, diferenciando siempre entre deforestación y cortas sostenibles con regeneración, extremo que no ocurre con otros inventarios comparables, altamente mediáticos. En 201531 se mejoraron las fuentes de información del FRA, gracias al impulso que REDD+ estaba dando a los inventarios forestales nacionales en los países en vías de desarrollo, incluidas las mejoras en resolución e interpretación de las imágenes de satélite. En 2016 se presentó el primer inventario forestal de zonas secas32, que permitió aflorar un 9 % de bosques no conocidos anteriormente, gracias a las mejoras en teledetección.

En 2008 se había establecido un mecanismo UNREDD33, formado por FAO, PNUD y PNUMA, para apoyar técnicamente en este complejo proceso a los países, y en el que la FAO asumía los inventarios. Cabe recordar que, en todos los inventarios forestales en los que FAO participaba, se aplicaba

28 https://www.sifi.se/nyheter/forest-europe-sets-a-new-timehorizon/

29 https://www.fao.org/forestry/fra/fra2010/es/

30 https://www.fao.org/forestry/fra/remotesensingsurvey/es/

31 https://www.fao.org/forest-resources-assessment/es/

32 https://www.fao.org/dryland-assessment/en/

33 https://www.unredd.net/documents/redd-papers-and-publications-90/ un-redd-publications-1191/15996-key-achievements-of-the-un-reddprogramme-2008-2016.html?path=redd-papers-and-publications-90/unredd-publications-1191

Open Foris, es decir, una metodología y software de uso universal, plenamente accesible, quedando a disposición del país. En 2015 se había trabajado en 60 países y se habían invertido 250 millones de dólares.

Se cooperó con CBD en la integración de la biodiversidad en la gestión forestal34; y con CITES, en un MoU para ampliar la sólida colaboración con FAO del ámbito ictícola, al forestal y cinegético. Lamentablemente esto último no fue posible por las críticas de los actores más radicales, incapaces de interiorizar la gestión sostenible.

Se impulsó el gran proyecto restaurador de la Muralla Verde del Sáhara y el Sahel (GGWSS)35 con un proyecto de la UE de 40 millones de euros; y el establecimiento de un mecanismo de restauración (FLR-Mechanism)36, replicando UNREDD, dedicado a superar los déficits de los países en restauración (recursos genéticos forestales, viveros, capacitación, planificación, tenencia, etc.). Se priorizó la atención hacia los bosques secos, en colaboración estrecha con la Convención de Lucha contra la Desertificación. Se prestó una creciente atención a los árboles fuera de bosques, por su relevancia tanto socioeconómica como ambiental, y su encaje normativo, de tenencia y estadístico37

Una vez culminados los planes forestales nacionales de primera generación, en el marco de las recomendaciones del IPF/IFF de los 90, se reconvirtió el mecanismo destinado a esta función al empoderamiento y capacitación de los nuevos gestores forestales locales, fuesen de forma familiar o colectiva, facilitándoles las herramientas para su acceso a los mercados, al asociacionismo y cooperativismo, a la opinión pública y a la presencia en procesos consultivos (Mecanismo de Bosques y Fincas38). En el ámbito social, también se prestó especial atención a la contribución de los bosques a la seguridad alimentaria, en la forma de una rompedora conferencia internacional39 en 2013, en la que se presentó el libro “Insectos comestibles40” que tuvo una repercusión mediática inesperada. El “Estado de los Bosques 2014”41 profundizó en la contribución social de los bosques, identificada por

34 https://www.cbd.int/cop/cop-13/hls/cancun%20declaration-en.pdf

35 http://sawap.cilss.int/pdf/GreatGreenWallBrochure.pdf

36 https://www.fao.org/in-action/forest-landscape-restoration-mechanism/en/

37 En países como Etiopía o India son la principal fuente de madera superando los 100 millones de m3/anuales.

38 https://www.fao.org/forest-farm-facility/regiones/es/

39 https://www.fao.org/forestry/82456/en/

40 https://www.fao.org/3/i3253e/i3253e.pdf

41 https://www.fao.org/policy-support/tools-and-publications/resourcesdetails/es/c/418450/

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muchos actores como clave, pero hasta entonces insuficientemente documentada42, identificándose como más importante la leña para cocinar -por 1/3 de la Humanidad-, y para hervir el agua y asegurar su potabilidad -para el 10 % de la población-. De hecho, tanto IUFRO, a través de su proyecto GFEP (2015)43, como posteriormente el Comité de Seguridad Alimentaria Global44 en 2017, abordaron monográficamente esta cuestión, siguiendo la estela iniciada.

Respondiendo a la petición de la Comisión de Recursos Genéticos forestales, se publicó el primer Estado de los Recursos forestales mundiales45, en

42 En el Inventario forestal de Tanzania se integraron de forma innovadora los parámetros sociales. https://www.fao.org/ forestry/17843-0cf525c73ccae855ba756990cc63dd58b.pdf

43 https://www.iufro.org/science/gfep/gfep-initiative/panel-on-forestsand-food-security/

44 https://www.fao.org/cfs/cfs-old/home/events/susfor/en/

45 https://www.fao.org/policy-support/tools-and-publications/resourcesdetails/es/c/453621/

2013; supuso una recopilación pionera en la materia.

Se reforzó la capacidad de comunicación del departamento, con ocasión del Año Internacional de los Bosques, a la vez que se elaboraba un paquete de material de comunicación en las seis lenguas oficiales de la ONU (forest communication toolkit) 46, destinado a los países y otros actores forestales y, concretamente, a la edición anual del Día Internacional de los Bosques. Se replicó el exitoso modelo de la Red de Comunicadores Europea 47, existente desde los 90, al resto de regiones, estableciéndose un mecanismo de coordinación global.

Se estableció una unidad responsable de redactar los proyectos GEF, lo que en pocos años permitió presentar más de cien, descargando al personal técnico y movilizando con una inversión superior a 100 millones de dólares.

46 https://www.fao.org/forestry/communication-toolkit/en/

47 https://www.fao.org/forestry/communication-toolkit/76354/en/

2010-2015: Compilación de un intenso periodo al frente del Departamento Forestal de la FAO Proyecto Gran Muralla Verde (Grande Muraille Verte). Hombres y mujeres de la comunidad, trabajando en el vivero forestal (julio 2018) creado en el pueblo de Koyli Alpha (Senegal), como parte del proyecto. Es una iniciativa panafricana lanzada en 2007 por la Unión Africana con el objetivo de crear un muro de árboles de 15 km de ancho y 7.600 km de largo, desde Dakar hasta Yibuti, para ayudar a frenar la desertificación al sur del Sáhara. Se seleccionaron siete especies de árboles, de acuerdo a cómo se adaptarían al terreno, y también por lo que podrían dar a las poblaciones vecinas (p.e., la acacia Senegal, por su goma arábiga; el árbol Balanites, por sus bayas y aceite; el Zyzyphus, por su fruto) © Benedicte Kurzen/NOOR for FAO
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la coordinación; mientras que la coordinación operativa del equipo recayó en Clara Vélez. El secretario general de la ONU y el director general de FAO acordaron mi nombramiento como comisionado general, y el de dos oficiales del PMA e IFA como comisionados adjuntos. Por primera vez se acordó con Italia una presencia transversal de la ONU en toda la Expo, incluida la celebración de 3 días ONU (medio ambiente, asistencia humanitaria y alimen-

Finalmente, se condujeron todos los preparativos para el XIV Congreso Forestal Mundial48 de Durban, en septiembre de 2015, siendo el primero que se celebraba en África.

Aportaciones al conjunto de la FAO

Adicionalmente a la dirección del departamento, se requería participar en los órganos de gobierno comunes de la FAO (Conferencia, Consejo, Comité Legal, de Programas, de Finanzas y Conferencias Regionales) presentando propuestas de los órganos forestales, revisión del marco estratégico, presupuestos, prioridades, años y días internacionales, reforma de órganos subsidiarios (ACFSI, IPC), etc. Internamente, también se asumió la presidencia del Comité de Proyectos, así como la asistencia regular al Comité de Dirección.

Comisionado de la ONU para Expo Milán 2015

La ONU está presente en cada Exposición Universal49, normalmente con un pabellón financiado por el país anfitrión; y la representación es coordinada por un funcionario con rango de subdirector general de la agencia o unidad más próxima temática o geográficamente. Debido a la temática de la Expo Milán - alimentación –, la FAO, el PMA y el IFAD, todos ubicados en Roma, estaban llamados a asumir

48 https://www.fao.org/about/meetings/world-forestry-congress/ outcome/en/

49 https://www.fao.org/in-action/globefish/news-events/detailsnews/en/c/336340/

Presentación de la contribución de la ONU a Expo Milán 2015, en la reunión semestral del Consejo Directivo de la ONU en Roma (2014). De izq. a dcha.: Maurizio Martina (ministro de Agricultura de Italia), Kanayo Nwanze (presidente de IFAD), Federica Mogherini (ministra de Asuntos Exteriores de Italia), Ban Ki-Moon (secretario general de la ONU), Guiseppe Sala (comisario general de Expo Milán 2015), Eduardo Rojas (subdirector general del Departamento Forestal de FAO)

E. Acto de reconocimiento del Servicio Forestal de USA en el XIV Congreso Forestal Mundial (Durban, septiembre de 2015). Tom Tidwell, jefe del Servicio Forestal de los Estados Unidos (izq.) y Eduardo Rojas (dcha.) Expo Milán 2015. Visita de la reina Letizia de España, embajadora de FAO para la Nutrición, junto a Eduardo Rojas, subdirector general del Departamento Forestal
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Rojas Briales

Ingenieros de Montes en la FAO

tación). Para preparar una aportación única del sistema ONU, se contactaron más de 20 agencias y unidades, complicando toda su contribución para asegurar un mensaje congruente, incluyendo visitas a sus sedes (UNIDO, UNESCO, UNWoman, UNHabitat, etc.) o a conferencias en Italia y el exterior (7º Foro Urbano Global de Medellín).

Conclusiones

Un período relativamente corto y de crisis económica en muchos países, especialmente europeos, que han venido siendo los principales donantes de FAO, no permitió abordar todas las prioridades. En el ámbito de incendios, quedó pendiente consolidar a la FAO como el punto focal, asumiendo actuaciones dispersas a escala internacional; tampoco se recuperó la educación forestal, ni la genérica para la población, ni la específicamente profesional. La desproporcionada atención hacia REDD+ generó no pocas distorsiones, al carecerse de la suficiente financiación para otras prioridades, como los recur-

sos genéticos forestales, las cuestiones sociales o la comunicación, pese a la alta valoración de su relevancia por parte de los países en COFO y las CFR. La diferente adscripción ministerial de las fuentes de recursos para cooperación (Relaciones Exteriores) respecto de la Administración forestal podría ser una de sus principales causas. Internamente, vertebrar un marco estratégico a la seguridad alimentaria dejaba en una situación muy precaria al Departamento Forestal, máxime en un momento tan competitivo a escala internacional. Afortunadamente, el nuevo marco estratégico (2022-31) está alineado con los ODS y permite así aflorar mucho mejor las aportaciones de los recursos forestales en toda su diversidad y complejidad50 Nota: El vídeo de la despedida de Eduardo Rojas al personal del Departamento Forestal (24/06/2015) está disponible (en inglés) en https://youtu.be/vIc_mlfNPw. a

50 https://www.fao.org/about/strategy-programme-budget/strategicframework/en/

2010-2015: Compilación de un intenso periodo al frente del Departamento Forestal de la FAO Sala de reuniones del Departamento Forestal, donde se encuentran las fotografías de los diez anteriores directores, en el acto de despedida de Eduardo Rojas (en el centro) como subdirector forestal (julio de 2015)
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Decíamos ayer

Sobre el VI Congreso Forestal Mundial

Publicado en “Notas y Noticias” del Nº 128 de la Revista Montes, año 1966, páginas 223-224

Sobre el VI Congreso Forestal Mundial CuandoestenúmerodelaRevistaMONTESlleguea suslectores,faltarányasolamenteunosdíaspara que,enSesiónPlenariadeAperturadelVICongreso ForestalMundial(día6dejuniode1966),sereúnan en Madrid distinguidos representantes de casi todas las naciones del mundo.

[…]

En relación con este magno Congreso, el Director GeneraldeMontes,CazayPescaFluvial,celebró,el día 17 de marzo, una reunión con los informadores de la prensa nacional y extranjera, en el Club InternacionaldePrensa,durantelacualhisolassiguientesmanifestaciones:

“OrganizarunCongresodeestascaracterísticasno es un trabajo fácil: la gran expansión de las actividades forestales y la importancia creciente de su impacto sobre las economías nacionales, hacen que un acontecimiento de esta índole movilice un gran número de intereses técnicos, económicos y sociales y estimule la formación de una audiencia […] variada y amplia […]. No he de ocultar que la cooperaciónyayudaquehemosrecibidodelaDivisióndeMontesyProductosForestalesdelaF.A.O., así como el consejo y el aliento que el Servicio Forestal de los Estados Unidos nos han prestado, constituyen una colaboración inapreciable que yo mecomplazcoendestacarpúblicamente[…].

Portada del número 128 de “Montes. Publicación de los Ingenieros de Montes”

Creo que el centro de gravedad de las discusiones que van a producirse en este Congreso ha de estar en la consideración de un tema ciertamente relevante: la imperiosa necesidad de modernizar las políticas forestales a fin de vigorizar su contribución en el desarrollo económico y hacerlas más fácilmenteintegrablesenlosplanesdedesarrollo. Vamos a examinar corporativamente los aspectos básicosdelapolíticaforestal,comosonlaevolución delconsumo,lastécnicasdeplanificación,lasinstitucionesyelfinanciamiento,asícomootrostemas específicos, y añadiré que los organizadores españoles de este VI Congreso hemos querido visualizarunaseriedecuestiones[…],yporellohemosde presentar a los congresistas una vasta Exposición demaquinariaforestalydelmuebleyunCertamen internacionaldecazaypesca.Igualmentetenemos prevista la celebración de un festival internacional decineforestal[…].

Acto por el Sexto Congreso Forestal Mundial (ETS de Ingeniería de Montes, Madrid, junio 1966) Fuente: Fototeca Forestal. Carlos Ramos
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Decíamos ayer

Mención especial merecen los siete viajes de estudioqueestánsiendoorganizados.[…]lasAdministraciones Forestales de Francia, Portugal y Marruecos […] han tomado a su cargo […] la onerosa responsabilidad de organizar viajes de estudio en susrespectivospaísesdentrodelmarcodenuestro Congreso.

EsperamosqueenjuniosereúnanenMadridalrededorde2.000personasexpertasentemasforestales.[…].

[…]

Finalmente me atrevo a advertir que la razón de que Madrid haya merecido el gran honor de ser la sededelVICongresoForestalMundial,obedece,sin duda, a unos méritos que voy a tratar de reseñar brevemente. España ha elaborado y realizado una política forestal dinámica a lo largo de los últimos veintiséisaños;frutodeestapolíticahasidoelaumentodelasuperficiearboladadelpaísenmásde dos millones de hectáreas y un incremento medio anual de la producción maderera del cinco por 100 en el último quinquenio. Tales realizaciones, aunque constituyen el orgullo justificado de los forestalesespañoles–tantomáscuantohansidollevadas a cabo bajo las duras condiciones impuestas por un clima árido y mediante una inversión total sumamente razonable – no son ciertamente las queconfierenunasignificaciónespecialalpróximo Congreso Forestal. El hecho de que seamos millonariosenhectáreasrepobladas,elhechodequela famadenuestroscazaderosyríoshayatraspuesto nuestras fronteras y gocen de la estimación de los deportistas aficionados a la caza y a la pesca de todo el mundo, el hecho, en definitiva, de que España ostente la marca de repoblación forestal más alta en la Europa Occidental y que esta tarea nos sitúe en el cuarto puesto del escalafón mundialforestal,aunqueesunlícitomotivodeorgullo, es también sobre todo, el modesto telón de fondo que queremos ofrecer a las deliberaciones de un congresoforestalcuyaimportanciatrasciende,con mucho, a la de realizaciones ejecutadas a un nivel nacional.”

En los dos siguientes números se publicaron, también en la sección “Notas y Noticias”, los textos: “Se celebró en Madrid el VI Congreso Forestal Mundial” (nº 129 de la Revista Montes, año 1966, páginas 303-304); “I Información resumen sobre el VI Congreso Forestal Mundial” (nº 130 de la Revista Montes, año 1966, páginas 397-409).

En el número 129 se indica que: Eldía6dejunio,conasistenciade2.500representantes de ochenta y nueve países, tuvo lugar, en las magníficas instalaciones del edificio de la Casa

Sindical del Paseo del Prado de Madrid, la inauguracióndelVICongresoForestalMundial.

[…]

El Congreso Forestal Mundial, que se ha celebrado enMadridduranteunpardesemanas[…],haconstituido una manifestación técnica de alto nivel. A la indudable importancia de su propio temario se ha unido ese carácter de auténticamente mundial. Lo acreditó,demodofehaciente,elnúmerodedelegados – cerca de dos mil setecientos- y el de países representados, que llegó a una cifra poco frecuente en esta clase de asambleas y reuniones. Nada menos que noventa y cinco. […]. España se viene preocupandointensa,entusiásticamente,deldesarrollo de una política forestal que descuella entre lasactividadesanálogasdeotrasnacionesquehan sentido igual preocupación por la defensa de una riquezainteresanteypeculiar,quepermaneciómuchosañosenabandono.[…].

En el número 130 se habla de la asistencia de 2.804 representantes forestales, y se pone en antecedentes:

Los Congresos Forestales Mundiales iniciaron sus tareas en Roma en el año 1926. Posteriormente Budapest,Helsinki,DehraDunySeattlefueronsus escenarios,elúltimodeellosen1960.

Y entre los discursos que se reproducen se encuentra, a lo largo de más de tres páginas, el del director general de la FAO, Dr. B. R. Sen. s

Símbolo del VI Congreso Forestal Mundial en la Exposición Mundial Forestal del Mueble y de la Pesca Fluvial y Caza (Casa de Campo, 1966). Esta misma fotografía fue publicada en el número 130 de la revista Montes

Fuente: Fototeca Forestal (Mamegam)

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