Revista Neurona # 10

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NEURONA BASTA UNA PARA PENSAR

Museo de la Ciudad Neurona10 / Agosto 2014

un museo de puertas abiertas

HAYAO MIYAZAKI Un paseo por el Chichonal

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EDITORIAL Este 11 de agosto Tuxtla Gutiérrez cumple 122 años de ser la capital de Chiapas; casi un siglo y cuarto desde que se trasladaron los poderes de San Cristóbal de Las Casas en 1892. Es por ello que Revista Neurona se une a esta celebración con una edición integrada por elementos no sólo chiapanecos, sino tuxtlecos. Nos acercamos a uno de los edificios más emblemáticos del primer cuadro de la capital: el Museo de la Ciudad, cuya apariencia nos traslada a la época colonial que contrasta con el entorno urbano moderno del Tuxtla de nuestros días; presentamos a Clarita de Tuxtla York, personaje desarrollado por Lesly Cavazos que expone las peripecias del habitante común de esta ciudad; y te invitamos también a una expedición por el cráter del volcán Chichonal. No te los puedes perder. Como ya es costumbre la edición se hace acompañar de una playlist de Spotify. En esta ocasión se incluye música inspirada en los ánimes de Hayao Miyazaki y canciones de MECANO, el grupo español de pop que hizo historia en los años 80. El pretexto perfecto para disfrutar aún más de tu ejemplar. Festejemos pues, como se merece a Coyatoc, Tuchtlán o Tuxtla York: leyendo, pensando, viviendo.

foto edgar laram

Consejo Editorial

Agosto 2014, año V, Revista Neurona | Basta una para pensar, publicación mensual de distribución gratuita en Tuxta Gutiérrez y San Cristóbal de Las Casas, Chiapas; editada por Léxica Casa Editorial S.A. de C.V. Tel. (044) 961 233 62 71 Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; México. Tiraje: 2,000 ejemplares. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida total o parcialmente sin citar la fuente. Lo que se dice es responsabilidad de quien lo escribe. El contenido de los anuncios es responsabilidad del anunciante, no del editor. Todos los derechos reservados. Registro en trámite. cc Franks Font de Philippe Moesch Portada Edgar Laram

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Edgar Lara Morales

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índice

El origen de la palabra ‘baro’ El arco Un paseo por el Chichonal Clarita de Tuxtla York Un museo de puertas abiertas MECANO Vida animal El viento de Hayao Miyazaki Ars Vitraria El día en que morí Mujeres, principio y fin Hannah Arendt

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baro baro

Texto Factor Dios

Existen palabras que se alzan como más populares que otras, sin duda la palabra “baro” es una de ellas. En su forma oral es muy usada, pero qué tal en su forma escrita. Si eres de los que se preocupan por la buena ortografía seguramente te habrás detenido a pensar si se debe escribir “baro” o “varo”. Para encontrar la respuesta remitámonos a su origen. El caló es la lengua hablada por los roms o gitanos, como se les conoce comúnmente; ésta surgió de la mezcla del castellano y el romaní; y gracias a la condición viajera de sus hablantes esta lengua ha sido difundida por el mundo. Contrario a lo que se piensa, la palabra baro no es apócope o deformación de “barato”. Baro es una palabra insertada en nuestra habla cotidiana por los romanís que significa “grande”; ellos mismos llamaron baro a una moneda de cinco duros. Una importante cantidad de dinero. Fue en el habla popular mexicana y gracias a la migración de la comunidad gitana que ahora habita en nuestro país, que “baro” tomó el significado de “dinero”. Para conocer más sobre el caló se puede consultar la obra de Javier Fuentes Cañizares titulada Apuntes sobre el caló en la obra de George Borrow.


El arco ...la función del arco en la arquitectura no es meramente ornamental

cuáles son sus componentes y los tipos de arco que existen, veamos algo de la herencia que deja en la arquitectura colonial. El arco llega a Mesoamérica con la llegada de los españoles, y su aplicación en la arquitectura colonial desde siglo XVI es una constante hasta la llegada del modernismo

Texto e ilustración Willi López1

Desde el punto de vista arquitectónico, un arco es una fábrica y/o estructura basada en una geometría que se describe como una porción de curva continua, la cual se dispone para cubrir un claro o vano (espacio entre dos apoyos). Si bien el origen del arco se da en Mesopotamia, son los romanos los que

se encargan de desarrollarlo e importarlo al resto de las civilizaciones. Muy contrario a lo que la mayoría de la gente presupone, la función del arco en la arquitectura no es meramente ornamental, sino que debe su función a un principio estructural y su aplicación en la arquitectura va mucho más allá de adornar un edificio. Sin meternos en aburridos términos ingenieriles sobre cómo funciona un arco,

del siglo XX y con ello la aparición de los materiales de construcción industrializados, los cuales cambian las reglas de la composición tradicional. Así pues, podemos decir con certeza que casi todos los centros históricos de todo el país cuentan con alguna arcada o algún templo religioso o algún edificio administrativo que está resuelto con este recurso arquitectónico.

1 Willi López | Arquitecto chiapaneco egresado de la UNAM. En el año 2009 obtuvo el premio Abraham Zabludovsky por su tesis Casa de artes y oficios para sordos en la colonia Guerrero. Rockero, corredor y puma de corazón.

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...nos atrevimos a nadar dentro de esas aguas verdosas, cuya tonalidad se debe al contenido de minerales, azufre principalmente, y al sedimento que es removido continuamente por las fumarolas que nos asustaban pero a la vez nos invitaban a permanecer en ellas.

Un paseo por el

Chichonal Texto Elizabeth Ortega1

Foto Camilo Thompson

El Chichonal es un volcán estratificado de 1,060 m de altura que se localiza en el noroeste del estado de Chiapas, en una región montañosa que comprende los municipios de Francisco León y Chapultenango.

Todo comenzó con la inquietud de hacer algo diferente para el puente de febrero, en el 2012, uy hace ya 2 años, y sin duda este viaje fue una experiencia única, porque además de ir a conocer un volcán, un ecosistema completamente nuevo para mí, significó mi primera experiencia acampando con un grupo tan grande. Nos reunimos por la mañana en el muro del Grupo Escala Chiapas, y salimos en una caravana de 3 vehículos, una banda de 15 amigos. El objetivo era llegar esa noche acampar en el poblado más cercano al cráter del volcán Chichonal, para al otro día, después de desayunar, comenzar el ascenso al cráter. Todo salió bien en el transcurso del camino, los paisajes a lo largo del trayecto son hermosos, cruzamos la niebla, pasamos de selva caducifolia, al bosque; cruzamos unas cascadas y un mosaico de diferentes tonalidades de verdes que se iban difuminando a lo largo de las montañas.

1 Elizabeth Ortega Narváez | Nació en el Distrito Federal pero se considera chiapaneca de corazón. Estudió Diseño industrial en la Universidad de Monterrey. Le gusta la intensidad de los deportes y explorar la naturaleza. Trabaja actualmente en proyectos urbanistas enfocados en la recreación y cuidado del medio ambiente.

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Al anochecer hicimos una parada en Ixtacomitán para cenar y descansar del carro. Retomamos la carretera y 40 minutos después llegamos a Chapultenango, el pueblo más cercano al volcán, donde nos percatamos que habían cerrado el paso a la colonia más próxima al volcán, donde teníamos pensado pasar la noche, así que no hubo más remedio que buscar posada en algún otro punto de Chapultenango; lo más curioso fue que se nos permitió acampar en el patio de la iglesia del pueblo, un templo dominico que data de 1950; este acontecimiento todavía hizo más genuino el trayecto, ya que dormimos arrullados por cantos gregorianos y al otro día sin necesidad de alarmas de despertador ya estábamos fuera del sleeping al sonar las campanadas de la primera misa. Después de una pequeña caminata por el pueblo, subimos a los vehículos para llegar al punto de partida de cualquier expedición, la colonia Volcán el Chichonal, fundada en 1982 por los sobrevivientes del asentamiento original; aquí fue donde dejamos los vehículos encargados con los dueños de la cabaña y a partir de ahí comenzó la caminata hacia el cráter, un recorrido aproximado de 2 horas, con pocas pendientes, lomeríos bajos y poca vegetación; la verdad es que el camino es muy tranquilo y está lleno de sorpresas, pequeños cañones tallados por la lava que corrió alguna vez en ese lugar; vimos también dos arroyos fluyendo juntos, uno era verde y el otro rojo, en uno las piedras estaban cubiertas por lama y musgo que proyectaban un tono verdoso y el otro era rojo por los minerales incrustados en las rocas porosas que expulsó el volcán hace 32 años. La llegada al cráter fue lo más emocionante del viaje, el grupo entero llegó junto y gritamos de la emoción al ver el escenario: un lago verdoso dentro del cráter con algunas fumarolas en uno de los extremos que hacían parecer que ese monstruo seguía vivo.

Para mí fue inevitable bajar para vivirlo más cerca; así que seguí a Charlie que ya había iniciado el descenso; sólo cinco de nosotros, Felicia, Camilo, Alex, Charlie y yo, nos atrevimos a nadar dentro de esas aguas verdosas, cuya tonalidad se debe al contenido de minerales, azufre principalmente, y al sedimento que es removido continuamente por las fumarolas que nos asustaban pero a la vez nos invitaban a permanecer en ellas. Entre más sumergía el pie o mano en el lodo y piedras del agua, más subía la temperatura, no sabíamos si era normal o había algún peligro, sólo nos quedaba reírnos nerviosamente y disfrutar de la adrenalina y magia que ese lugar transmitía. Comenzó a llover así que decidimos subir, pues aun no habíamos armado nuestras casas de campaña y comenzaba a oscurecer; lo curioso es que sólo llovía dentro del cráter, porque cuando alcanzamos a salir de él la lluvia aun no comenzaba. Armamos el campamento a unos 400 metros del cráter, descansamos un momento y comenzamos a preparar el fuego (el “abuelito”, como le llaman algunos) para que se armara el convivio y entre todos preparáramos una rica pasta. Todos disfrutamos mucho de este momento porque es cuando empiezan a salir las historias, las anécdotas; el grupo se integra y participa en conjunto para que todos cenemos de lujo. La pasta y el vino fueron todo un éxito, conversamos un rato más al lado del fuego y después cada uno se retiró a su tienda a descansar para comenzar el descenso temprano por la mañana, después de despedirnos del cráter. Me gustó tanto la experiencia de explorar y acampar, que después de esta salida, cada vez que tengo oportunidad, salgo a conocer un rincón más de este estado tan diverso y lleno de lugares sorprendentes con interminables aventuras como lo es Chiapas.

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Idea original e ilustraciones Lesly Cavazos1

1 Lesly Cavazos Garduño | Pintora, ilustradora y diseñadora méxicoamericana originaria de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; desde la cual, a través de la ilustración y la pintura al óleo expresa su forma de ver el mundo.

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Texto Factor Dios / Fotos Edgar Laram

Museo de la Ciudad un museo de puertas abiertas

«La arquitectura es el testigo insobornable de la historia, porque no se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él el testigo de una época, su cultura, su sociedad, sus intenciones...» Octavio Paz

Adornado con un estilo ecléctico neocolonial y como testigo inmóvil de lo que fue Tuxtla Gutiérrez, se encuentra un edificio que por sus características arquitectónicas resulta sin duda peculiar. Es el actual Museo de la Ciudad, que gracias al esfuerzo de la Fundación Fernando Castañón Gamboa y un grupo de voluntarios, cobra vida y se consolida como uno más de esos oasis en el desierto cultural tuxtleco.

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El Museo de la Ciudad ha ido creciendo y cobrando importancia gracias al trabajo y compromiso de un grupo de voluntarios, entre ellos Mariana Villa y Gerardo Ventura quienes hacen posible los conciertos de jazz de cada sábado, y la gente de Urbania y Caleidoscopio que se encargan de las dos exposiciones mensuales.

Superando los embates de la “modernización” de la capital, el edificio ubicado en la esquina donde confluyen la Avenida Central y Segunda Poniente Norte data de los años 40. Su construcción se llevó a cabo siguiendo el diseño del arquitecto Francisco D’Amico, bajo la dirección del arquitecto y pintor Andrés Luna. Destinado a ser el Palacio Municipal, fungió como tal hasta el año de 1982 cuando fue entregado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Fue durante esta gestión que el edificio catalogado por el INAH como monumento de valor artístico sufrió una serie de modificaciones que lo alejaron de su aspecto original. No fue sino hasta el año 2000 que el gobierno estatal decidió entregar el edificio en comodato a la Fundación Fernando Castañón Gamboa. Fue en este año en el que se llevan a cabo las primeras restauraciones, mismas que tenían como propósito revertir los cambios hechos en la época en que la CTM ocupó el edificio, además de darle solución a problemas de filtraciones de agua en el techo y adecuaciones en las salas, baños y sala de juntas. El Museo de la Ciudad abrió sus puertas en el año 2002 dándole cabida a tres exposiciones: “Tuxtlecos generosos” en una primer sala, “Tuxtla en 1892” en la segunda y se habilitó una tercer sala que tenía como propósito albergar exposiciones temporales. Aunque hubo actividades en esta época, fue hasta el 2012 que una nueva mesa directiva comienza a llevar a cabo acciones para hacer que el museo cobre protagonismo en la vida cultural tuxtleca. Mediante una planeación estratégica que se extiende para los próximos ocho años, la actual mesa directiva fijó cinco líneas de trabajo en las que se contemplan trabajos de infraestructura relacionados con la restauración del edificio y su ampliación hacia áreas anexas; gestión del proyecto museográfico para enriquecer las exposiciones permanentes que el inmueble alberga; un área de investigación que busca

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el reforzamiento de la historia y la búsqueda de la identidad del tuxtleco, esperando que en un futuro el Museo de la Ciudad pueda convertirse en un centro de investigación sobre Tuxtla; consolidar un área de comunicación que permita establecer vínculos con la sociedad en general, así como con otros museos y universidades nacionales y extranjeras; y el punto más importante, la gestión de un proyecto cultural que persiga la idea de un museo vivo, con constantes eventos culturales que generen incesantemente un análisis de la identidad del tuxtleco a través del diálogo y participación de sus ciudadanos. En los últimos dos años, la actual administración ha logrado vínculos con importantes entidades; una de ellas es el Instituto de la Juventud de Quebec y fue a través de este vínculo que fue posible contar con el apoyo de una museógrafa con quien se pudo catalogar las piezas existentes según su tipo, características y estado actual de conservación, y a su vez se logró crear una política de colección para poder determinar qué objetos se pueden o no recibir en donación. Esto último con el propósito de exhibir lo más representativo e importante para la ciudad. Es importante mencionar que en este año el ayuntamiento de la ciudad a través del departamento de obras públicas y la Universidad Autónoma de Chiapas invertirán 3 millones y medio de pesos en la rehabilitación de la techumbre del edificio devolviéndole el aspecto original, siguiendo los lineamientos del INBA asesorados por el INAH. Trabajos que resultan urgentes ya que debido a una enorme cantidad de goteras y filtraciones las salas superiores del museo quedan inhabilitadas en la temporada de lluvias, imposibilitando así el propósito de crecimiento del número de salas. Contrario a lo que podría parecer, en Tuxtla hay mucha gente joven con inquietud y ganas de mostrar su trabajo; difundir, organizar y promover eventos culturales.

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Ubicado en la esquina donde confluyen la Avenida Central y Segunda Poniente Norte, el Museo de la Ciudad data de los años 40.


NOTARÍA SIE



22 de junio de 1981. En las oficinas de la CBS de Madrid, tres jóvenes se abrazan emocionados al estar frente al objeto que materializa su sueño más grande. Ana y José María tienen 22 años. Fueron novios en la secundaria y ahora son muy buenos amigos. Los acompaña Nacho, que tiene 18 y es hermano menor de José, y que también compone. Todavía no asimilan del todo el suceso, ni mucho menos dimensionan la magnitud del giro que sus vidas acaban de dar.

“El proceso creativo de los hermanos Cano y la voz e interpretación singulares de Ana llegarían a madurar y se entrelazarían hasta un punto en el que estos jóvenes reunidos en una oficina el verano de 1981 no alcanzaban siquiera a imaginar. Paradójicamente, esa misma mezcla mágica e impetuosa fue la misma que terminaría por separarlos una década después”.

Al principio, cuando Ana y José comenzaron la aventura, él componía, cantaba y tocaba la guitarra, mientras ella sólo hacía coros y acompañamientos. Nacho se les unió con su guitarra para comenzar a tocar en fiestas y reuniones, tras dejar la banda que tenía con algunos amigos, y juntos llegaron a concursar en la televisión con un cover de Luis Eduardo Aute, sin obtener mayores resultados. De toquín en toquín lograron establecer contactos para hacer una prueba en la CBS. Nerviosos y algo torpes, no lograron convencer del todo. Sin embargo, los ejecutivos hicieron una inesperada recomendación: Que la chica sea la voz principal. El resultado hizo historia. Así es como la edición final del single Hoy no me puedo levantar estaba lista para enviarse a las estaciones de radio de todo el país aquella tarde de verano. La empresa había marcado la línea: se necesitaba una canción fresca, juvenil, ligera, pegadiza, con la que esa generación vibrante de la España posfranquista pudiera identificarse, lejos de los serios coEscanea el código con tu celular para escuchar la playlist que armamos para ti en esta edición.

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vers de Aute o las letras sazonadas con preguntas filosóficas. La pieza había sido compuesta por el más joven del grupo, tres años atrás, y estaba guardada junto a otras en el cajón. De esa gaveta salió por las antenas para convertirse en un éxito total que provocaría la grabación y el lanzamiento del segundo sencillo, Perdido en mi habitación, fabricado con el mismo corte y que sería la rola indispensable en las fiestas y estaciones de radio del momento. Tras estos dos himnos del hastío adolescente y la fatiga que llega después de las parrandas, la compañía comprobó que esos tres chamacos talentosos podían vender y estaban listos para la realización de su álbum debut al año siguiente. Para ello, era necesario

1 Miguel Martínez Jiménez | Nació en Pichucalco, Chiapas en 1984, es licenciado en psicología por la UANL. Se le han ido muriendo las esperanzas por un mundo mejor pero es bueno para distraerse. Le gustan los gatos, el café, hacer yoga, comer y contar historias. Se enamora fácilmente a pesar de que ya no se cuece al primer hervor. Votó por López Obrador en 2006 y 2012. En 2008 obtuvo la Visa americana para ir de shopping. Todavía escucha sus CD y radica en Monterrey, Nuevo León desde el año 2004.

Texto Miguel Martínez1

un nombre simple que condensara tanto la estética de su propuesta como el apellido de sus líderes. Tres sílabas, tres integrantes, un estilo, un apellido. Mecano se impuso como el nombre perfecto. El álbum del mismo nombre vendió medio millón de copias en un año, un éxito sin precedentes hasta el momento para un grupo de pop español. Dentro de la escena de la época, los Mecano eran muchachos fresones, hijos de papi jugando al tecnopop británico y al sintetizador. Sin embargo, la fuerza de ese primer álbum estaba marcada por la alquimia perfecta de tres grandes talentos. El proceso creativo de los hermanos Cano y la voz e interpretación singulares de Ana llegarían a madurar y se entrelazarían hasta un punto en el que estos jóvenes reunidos en una oficina el verano de 1981 no alcanzaban siquiera a imaginar. Paradójicamente, esa misma mezcla mágica e impetuosa fue la misma que terminaría por separarlos una década después.

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ANA | JOSÉ | NACHO En 1998, tras algunos trabajos en solitario, volvieron con un disco doble compilatorio que incluía siete canciones inéditas, llamado simplemente Ana José Nacho. Las esperanzas de sus seguidores se esfumaron a finales de ese mismo año, cuando José María anunció su salida definitiva e irrevocable del grupo sin dar mayor explicación. Tiempo después se supo que dicha producción fue gestada para cumplir y finiquitar con el contrato que se había hecho en la disquera, a la cual se le debía un producto más desde aquella famosa gira interrumpida. Mientras tanto, muchos seguidores y fanáticos seguimos guardando la esperanza de ese rencuentro a todas luces improbable.


MECANO, 1982

AIDALAI, 1991

Imagino lo difícil que debió ser para José María verse desplazado por su hermano durante los primeros años, la disquera hizo deliberado caso omiso de la lírica poética, introspectiva y onírica que salía de sus manos, favoreciendo las composiciones movidas y pegajosas de Nacho, plagadas de una estética sumamente atractiva para la juventud de su tiempo. No fue hasta el tercer álbum Ya viene el sol, en el mítico año de 1984, que una canción escrita por él, “Hawaii-Bombay”, sería lanzada al mercado como single. Poco antes de que eso sucediera, una composición suya se había colado en el lado B del sencillo Busco algo barato del mismo álbum. Se trataba de “Aire”, una de las canciones de culto con las que más se identifica al grupo en retrospectiva. Si imaginamos ese vinil, tenemos una ilustración clara de las diferencias en la lírica de los hermanos Cano. Por un lado, el éxito de ventas, una canción que habla sobre la simple belleza de los almacenes y tiendas donde se puede comprar artículos de segunda mano. La letra es capaz de transportarnos a esos lugares que existen en casi todas las ciudades del mundo. Además, la canción cuenta con un estribillo genial que puede ser memorizado fácilmente a partir del primer encuentro: Busco, busco, busco entre los trapos, busco, busco, busco algo barato. Busco, busco, busco unos zapatos, busco, busco, busco algo barato. El lado B, por su parte, cuenta la historia de un joven que, envuelto en los efectos de alguna sustancia, alucina que su cuerpo se vuelve aire. Y tras la metamorfosis, me sentí mucho mejor. Era aire gris oscuro y con bastante polución. Se notaba, en cualquier caso, que era aire de ciudad, que si bien no es el más sano lo prefiere el ser humano. Mecano poco a poco fue apropiándose del control y el rumbo de la dirección creativa y sus producciones. Cambiaron de disquera y el éxito trascendió los límites de la península ibérica. Así, alcanzaron la cima en Latinoamérica y lograron colocarse en las listas de popularidad de Francia e Italia. ¿Cuál era la clave del fenómeno? El amplio abanico de diversidad en las composiciones que encontraban una misma caja de resonancia en la voz de Ana. Separar y clasificar las obras de los hermanos Cano en creaciones superfluas por un lado y profundas por el otro es reduccionista en exceso. El pop de Nacho Cano es radiante, lúcido y asimismo capaz de contar historias con niveles de contenido. José María, por su parte, cuenta entre su repertorio también con piezas ligeras de ritmos contagiosos provistos de inmejorable calidad. Juntos lograron, a través de la versatilidad del pop y la lengua castellana, contar en sus canciones historias con temas variados

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que van desde la emoción de ir al cine, la experiencia imaginada del primer ser vivo enviado al espacio, el fracaso de la expedición inglesa al polo sur en 1912, un crimen pasional, el amor entre dos mujeres, la esclavitud, la búsqueda de Dios, la adicción a la heroína, un aniversario de bodas o el SIDA. Esa fusión de creatividad entre dos estilos fue necesaria para el éxito, pero por sí misma no representaba a Mecano. Es en la voz de su intérprete donde ambas vertientes creativas materializaron su encuentro, y fue ese tercer elemento el que brindó cohesión al grupo, junto a la inevitable relación e identificación que el público terminaría por hacer. El instrumento que Ana aporta en esa fórmula mágica es, a final de cuentas, la metonimia de Mecano. Dulzura y fuerza femeninas que comunican la expresión de dos artistas masculinos. La primera confusión que pudo experimentar aquel radioescucha ochentero despistado al oír una voz femenina, suave, casi infantil, entonar frases como y aunque no me guste el avión, soy un hombre de acción; y lo siento por mi novia, y el cristal que me cargué; soy educado caballero, bello, cortés y amable compañero, un codiciado soltero, o las curvas de esa chica son muy cerradas, muy cerradas, además de ser una anécdota divertida, forma parte del aderezo hipnótico y original que la agrupación ofreció a su época. Pero nada es para siempre. ¿Por qué se desintegró Mecano? En 1992, la agrupación se encontraba en la cima de su carrera, entrando con laureles y glorias a la nueva década, vendiendo discos como nunca, explorando nuevos temas y coqueteando libremente con géneros como el flamenco y la salsa, en medio de una gira impresionante para promocionar el disco Aidalai, con fechas en Europa y América. De pronto, se anunció la suspensión momentánea de la gira por problemas de garganta en la vocalista, y la promesa de reanudarla después del reposo

que los médicos habían recomendado; sin embargo, tal promesa nunca se cumplió. Es un hecho que sólo ellos saben lo que sucedió, aunque la verdad es que es fácil sacar conjeturas, en principio porque ninguno de los integrantes ha negado las versiones en torno a las diferencias entre los hermanos Cano. De temperamentos disímiles. Nacho, entregado a la imagen seductora del rockstar, daba rienda suelta a su natural extroversión, así como a sus adicciones, mientras José María, de carácter introspectivo y melancólico, parecía más bien estar harto de los reflectores. Ana, por su parte, parecía cansada de cargar con el papel de conciliadora y punto de encuentro entre ambos polos. Actualmente, Nacho Cano es productor musical, Ana ha lanzado materiales como solista y José María se dedica a la pintura. Pero volvamos a aquella oficina madrileña en el verano de 1981. Veamos a esos tres tomarse de las manos, inmensamente emocionados por alcanzar el sueño de tener un sencillo en la radio española sin imaginar la magnitud del viaje ni el impacto no sólo en sus vidas, sino en la de millones de personas que harían de sus canciones parte indispensable de la banda sonora de sus recuerdos. Ellos no saben que diez años serán demasiado para ellos, pero poco para las generaciones que se encargarán de hacer de su música algo más que la suma de sus partes. Tampoco saben, detrás de sus ojos brillantes, que en los agradecimientos de su última y forzada producción discográfica, falso retorno, escribirán las siguientes líneas: Gracias a nuestro público. A los que crecieron con nosotros y a sus hermanos pequeños, por mantener vivo el sueño de MECANO.

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Idea original e ilustraciones Gabriel Cruz1

Vida Animal es una tira cómica que busca crear conciencia respecto a las condiciones en que estamos maltratando a la naturaleza. Se centra en sus dos personajes principales: un apático tucán de personalidad sumamente ácida, y su inseparable compañía; una optimista ardilla que siempre está en la búsqueda de una forma de recuperar el esplendor de su hábitat.

1 Gabriel Cruz | Ilustrador desde 1982 que empezó a crear y escribir cómics desde 1988. Edita estas viñetas de manera diaria e ininterrumpida desde el 2009 con el anhelo de otorgar un momento de humor suave para quienes le visitaran en Internet. Hoy puedes disfrutar y seguir sus ocurrencias en facebook.com/relatosdegabriel.

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El viento de

Hayao Miyazaki Basta con que se conozca alguna de sus obras para quedar prendado de la tan cuidada relación entre el hombre, sus valores, su naturaleza y el mundo fantástico, factores que le han permitido traspasar el mundo oriental y ser más que reconocido fuera de él.

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21 Adentrarse en el maravilloso mundo de la animación japonesa puede resultar atractivamente complicado para algunos o intrigante, controversial, más extenso de lo que uno espera, para otros a pesar de ser un arte que hemos disfrutado limitadamente ya por varias generaciones. En contraste, hablar en especial de uno de sus más populares representantes en la actualidad puede no serlo tanto; basta con que se conozca alguna de sus obras para quedar prendado de la tan cuidada relación entre el hombre, sus valores, su naturaleza y el mundo fantástico, factores que le han permitido traspasar el mundo oriental y ser más que reconocido fuera de él. Hayao Miyazaki (1941) inició su vida profesional cursando ciencias económicas con la idea de hacerse cargo del negocio de su padre; sin embargo, una vez que se incorporó a trabajar en TOEI (estudio que produce series de televisión en el formato anime desde la década de los cincuenta) su vida comenzó a cambiar. Con el paso del tiempo y gracias a sus funciones sindicales en la compañía, Miyazaki conoció a Isao Takahata (1935), con quien colaboró en la conocidísima producción de Heidi (1974), su homólogo Marco (1976), Rascall, el mapache (1977) y Ana de las Tejas Verdes (1979), en el estudio para el cual hicieron mancuerna en la década de los setenta: Nippon Animation. A esta travesía le siguen numerosas colaboraciones conjuntas en la producción de series que pronto le dieron la oportunidad de crear su propio estudio. Es justo a mediados de los ochenta que nace Ghibli, el proyecto más ambicioso con que Miyazaki se vinculó. Gracias al apoyo de Takahata, ambos comenzaron a trabajar en obras como Lupin III: El castillo de Cagliostro (1979, concebida fuera de Ghibli), Mi vecino Totoro (1986), El viaje de Chihiro (2001) El increíble castillo vagabundo (2004) o Ponyo y el Secreto de la Sirenita (2008), que pronto catapultarían la fama del equipo y del estudio.

Recientemente, en la 56ª Muestra Internacional de Cine, la Cineteca Nacional tuvo a bien exhibir la que será la despedida de Miyazaki en la producción de largometrajes, decisión que originalmente había tomado en 1997 después de haber presentado La Princesa Mononoke, y de la que posteriormente se retractó para dedicarse a producir El Viaje de Chihiro (2001), que bien puede ser considerada su obra maestra, ya que ha sido vista en todo el mundo, vendiendo 150 millones de dólares y premiada con un Oso de Oro y un Óscar en la categoría de mejor película animada. El Viaje de Chihiro (2001) no ha sido la única película nominada al galardón; El Castillo Vagabundo (2004), Ponyo (2008) y su más reciente producción también lo han hecho. El Viento Se Levanta (2013) es una película muy distinta a lo que Miyazaki había concebido con anterioridad. Esta ocasión, nos entrega una animación en la que no sólo la fantasía, sino la música y sobre todo los detalles históricos juegan un papel por demás importante. El Viento Se Levanta (2013) narra la vida de Jiro Horikoshi, quien desde su infancia imagina conocer a Secondo Campini, el diseñador aeronáutico que inspira su carrera y lo lleva a ser uno de los más prestigiosos en su ramo y época; además, une factores como el terremoto que azotó la ciudad de Kanto en 1923, la Gran Depresión, la tuberculosis y la participación de Japón en la Segunda Guerra Mundial. Las películas de Hayao Miyazaki y el Studio Ghibli fueron en un principio la respuesta de Japón a Disney, que aún contando con una temática radicalmente distinta a la del estudio occidental, ya es una fuerte competencia en el mercado internacional de la animación. La retirada de Miyazaki como director en el popular estudio japonés fue anunciada en un comunicado oficial a principios de septiembre de 2013.

1 Gina Trujillo | Nacida en el distrito federal e instruida técnicamente (literal) como ingeniera industrial, Gina es ahora madre primeriza y experimental, devota traductora, incipiente locutora, intérprete en formación, y bloggera de ocasión. Entre sus trabajos de naturaleza amateur ha tenido colaboraciones con e-reverencia.com (participando en la conducción del podcast de su programa Impuntual), Ehécatl editor y algunos despachos creativos, además de darse a la tarea de “redescubrirse en lo que más le gusta descubrir”: la música y uno que otro aliado.


Roberto Rico. Nació en Cintalapa de Figueroa, Chiapas, 1960. Es autor de Reloj de malvarena (1991), Nutrimento de Lázaro (2000), La escenográfica virtud del sepia (2000), Parlamas (2011) y Ars Vitraria, publicado por Parentalia es su más reciente poemario Ha participado en diversas antologías poéticas y suplementos de circulación nacional. Fue becario del FONCA en la categoría de jóvenes creadores y del FOESCA en el rubro de creadores con trayectoria. Obtuvo los premios estatales de poesía Rodulfo Figueroa, Ydalio Huerta Escalante y el Premio Enoch Cancino Casahonda 2011 para obra publicada.

Ars Vitraria Texto Matza Maranto1 Esa barda respira por la grieta de su lomo, respira con penosa dificultad. Hundidos los cristales en su cresta, son punta de lanza y a la vez el blanco fijo. Divisor dividendo; la quietud camaleónica peinada por el polvo el oleaje multicromo. Roberto Rico

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En Chiapas, aunque se encuentre señalado como lugar de poetas, pocas son las voces que logran despegarse de la tonalidad uniforme que impone una retórica habitualmente apegada al paisaje exterior y a la emotividad directa en cada uno de sus poetas, y un ejemplo de este desplazamiento es el trabajo de Roberto Rico. El poemario Ars Vitraria es la isla que el poeta construye a partir del lenguaje. Ha colocado cada vidrio a su alrededor para acentuar el doble filo de la finitud del lenguaje. El poeta nos habla desde la propuesta máxima de la palabra, compleja y barroca. Cada verso parece ser construido en un ambiente tropical que más allá de referirnos altas temperaturas nos conduce a la búsqueda de apaciguar la sed veraniega. Belice fue fundada/ sobre la superficie de un pantano/ relleno con astillas de caoba/ y botellas vacías de ginebra. / Vulnerable al contagio del ejemplo, / resolví construir otra muralla/ sublunar en el patio de mi casa; / visto lo cual, me armé de ingenio para reunir el vidrio/ mas no para obtener a bajo costo madera fina/ como aquí mismo deberá apreciarse.

Matza Maranto | Nació en Ocozocuautla, Chiapas. Es autora del poemario Atajos para llegar a nadie (2011), Peldaños (2012) y Trozos de azogue (2013). Fue becaria del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico 2011 y es Premio Estatal de la Juventud 2010 en la categoría de Poesía.

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En cada imagen poética el lector puede encontrar una combinación de lenguajes que, si bien se encuentran sumergidas en un espacio cotidiano, también nos hacen referencia a un estilo barroco. Rico nos da cuenta de lo habitual, dicho desde lo extraordinario; ha tejido con gran singularidad un nicho de palabras donde se puede vislumbrar a la ciudad en el borde de una barda, prueba de ello es el siguiente texto: Seremos tres la luna/ mi sombra y yo; los contertulios/ enhiestos en silente comitiva. / Vidrios encima de una barda/ por Mar de la Serenidad bañados. De cada verso emana la palabra, constituyendo así un universo poético singular. La temática de los poemas del trabajo de Roberto Rico es, sin lugar a dudas, el lenguaje, mismo que nace de su lúcida disertación del mundo. Ella reunió los vidrios/ de las botellas rotas/ que habría yo bebido en una vida. / Los colocó a lo largo de una barda. / Tiempo después, la barda se hizo célebre. / Los lugareños la conocen/ como La Gran Muralla.

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El día en que morí

Ilustración Mario A. Tassías

Texto Nenamounstro1

Cuenta la leyenda que cuando vas a morir, lo sabes. Yo lo supe el sábado por la mañana. Me desperté con una opresión en el pecho que me dificultaba la respiración, sentía los músculos del cuerpo como ligas. Del corazón ni hablamos, era el órgano más maltrecho. ¿Y el alma? No sé, andaba de vacaciones. No, no era un malestar físico el que me estaba llevando a pensar que probablemente moriría, era algo más. Era un presentimiento. Era un saber que sólo sabes, que sólo sientes y que no se lo puedes decir a nadie porque se reirían de ti. Yo lo sabía, me iba a morir pronto. Tomé café pensando que probablemente sería el último. No sé si fue por mi presentimiento pero, fue la primera vez que le puse tanta atención a la preparación y observé paso por paso lo que mis manos hacían. Me quedé viendo fijamente el cronómetro que marca el microondas 2:10 minutos, de adelante para atrás. ¿Qué pasaría si yo pudiera irme de adelante para atrás? Nada, haría las mismas pendejadas que he hecho. Supongo.

El primer sorbo de café lo tomé como una condenada sabiendo que era el último, cerré los ojos y sólo pensé qué lástima, a donde voy no va a existir esto nunca más. Se me dificultó el trago porque las lágrimas se me atoraron justo ahí, en la tráquea. Empecé a llorar. No sabía que no pararía. Me quedé parada en medio de la sala con la taza caliente entre las manos y mis ojos se posaron en todos y cada uno de los objetos que adornaban o habitan mi casa. Todos ellos tienen una historia que contar y ahora que yo muera se quedarán en el olvido. Corrí a mi escritorio. Tomé unas fichas bibliográficas, una pluma y empecé a escribir una pequeña reseña de cada objeto. “Este poster de Kandinski lo compré en un museo en Berlín, recuerdo que me aburrió la exposición. No soy mujer de museos”. Y así, empecé a escribir lo más relevante, lo más significante. Todos merecemos una historia y mis objetos también. Alguien tenía que contar su origen cuando yo ya no estuviera. Puede ser

1 Nenamounstro | Articulista en La Mosca, Milenio, Terra, Sabotage Magazine y co-autora del libro Tú y yo coincidimos en la noche terrible.


que lo único que quería era dejar una prueba de que sí estuve viva, de que sí disfruté mi vida. Terminé la tarea un poco cansada pero no podía parar, era ahora o nunca, me quedaban pocas horas de vida y tenía que aprovecharlas en mí. Me senté enfrente de la computadora y empecé a borrar cualquier historial vergonzoso que pudiera ser agresivo para mi madre. Estaba segura que cuando le avisaran de mi muerte, ella o mi hermana o alguien iban a arreglar mis cosas para donarlas, regalarlas o tirarlas. No quería que encontraran nada vergonzoso. Borré correos, fotografías, cartas. Sólo deje mi música. Escribí en un Post-it con todas las contraseñas de mis correos, de mi blog, de mi Facebook, de mi Twitter, una nota que decía: “Favor de eliminar todas mis cuentas de cualquier lugar, no quiero ser una muerta con replies, mensajes en mi muro de Facebook o un correo”. Lo mismo hice con mi celular. Borré todas las fotos pero dejé todos los contactos, quien me encontrara muerta tendría que llamarle a alguien, ¿no?, eso indica la lógica. Si algo me ha enseñado CSI es que llaman al último número marcado, así que le hice una llamada perdida a mi madre ya que mis registros de teléfonos no tienen el típico mamá, casa, hermana, oficina, abogado, contador. Tengo claves de nombres, ya saben, uno que es paranoica y que piensa en las extorsiones telefónicas. A mi padre lo tengo como Paul McCartney, a mi madre como Holly Golightly y a mi hermana como Elizabeth de Bathory. Entre lágrimas me reí al imaginar que quien encontrara mi cuerpo le llamaría a Holly Golightly y mi madre diría que no la conoce y que está equivocado. Me reía y lloraba. Importante fue desbloquear la pantalla de mi iPod y de mi teléfono, pensé que si la muerte me agarraba en la calle la gente no iba a tener tiempo de estar adivinando cuatro numeritos, les facilité el trabajo y los desbloqueé. Tiré los calcetines y los calzones que se veían viejos, que Alá me libre de que piensen que aún usaba esos trapos tan cómodos. Me cayó la noche encima y mi presentimiento de muerte crecía. Pensé

que morir de madrugada tiene un toque de glamour, pero tenía que apurarme a dejar las cosas en orden y bañarme para tener el cabello impecable. Pensé que si no moría ese fin de semana, el lunes tendría que ir con un notario para dejar una carta donde indicara que mi coche se quedaba a nombre de mi hermana y mis cuentas de banco a nombre de mi mamá. Todo esto, una vez más, con la idea de facilitarle las cosas a la gente que se quedaba. Que las vendieran, que se las quedaran, que las regalaran. A esa hora de la madrugada me explotaba la cabeza de tantos trámites, de tanto pensar, de tanto tirar, de tanto romper, de tanto borrar. Cuánta vida hay en una casa, cuántas historias caben en una fotografía, cuántos olvidos caben cuando rompes un papel, cuánto amor cabe en una carta borrada en Word. Qué afortunada fui, pensé. Mis ojos se hacían cada vez más chiquitos y mi cansancio era abrumador. Me fui a la cama, puse a Elvis Presley y antes de la segunda canción caí dormida. Domingo dos de la tarde y el teléfono me despertó. Era Holly Golightly asustada. Pensé que te había pasado algo, te estoy llamando desde las diez de la mañana. Ay, mamá, si supieras. Me levanté de la cama con la misma rutina. Ir directo a la cocina a preparar café. Se me cruzó el calendario de los Beatles que tengo colgado en el refrigerador. Era 15 de Julio del 2012. Se me cortó la respiración y todo me vino de golpe, me senté en el piso de la cocina y rompí a llorar, otra vez. Ya entendí. Por fin. Ese domingo descubrí por qué sentía que me iba a morir. Ese domingo cumplía un año de haberme ido de ti. Mi mente bloqueó la fecha pero mi cuerpo tiene memoria propia. Sonreí. Ya entendí. Morí un poquito cuando nos dejé. Cuenta la leyenda que cuando vas a morir, lo sabes. Yo morí un domingo 15 de Julio y resucité el mismo día. Y tú, ¿cuántas veces has muerto?

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Mujeres, principio y fin Texto y pintura Arcadio Acevedo1

Dedicatoria cordial a las mujeres todas, único guiño de eternidad para los hombres.

Tú sales de la cama, muchacha, a media noche y te llevas el sueño muelle adentro túnica que el salitre por las orillas besa Débora García

1. No te lo dije vos, Fuensanta. Amanecí hecho un rompecabezas de miembros desperdigados y vísceras al garete sobre las sábanas. Mis sentidos, un archipiélago azotado por el tsunami. El tequila y la conciencia percudida forman una combinación explosiva, no recomendable. Me había propuesto permanecer todo el día en el lecho como ropa íntima de cardenal en el tendedero, despatarrado, envuelto en algodones de seminconsciencia, cual suele

hacer tras los zafarranchos etílicos el maestro Suasnávar, amigo mío. Pero tuviste ese detalle con el amor de mi vida, mi sepulturera y mi epitafio. Pero me llamaste admirador y cómplice del género femenino. Pero sos bella e inteligente. No podía negarme a pergeñar unas líneas en fecha tan significativa, no sin antes confesar, púrpura de vergüenza: hasta hace muy poco, amiga, nunca fui venerador, mucho menos cómplice de las damas.

1 Arcadio Acevedo | Hombre muy destartalado, nacido en Zamora, Michoacán. Su trabajo fue incluido en el libro Los moneros de México de Rius. Radica en Chiapas desde hace 40 años. Fue Premio Estatal de Caricatura en 1986 y ha trabajado en casi todas las radioemisoras y publicaciones de la entidad. Fue parte de la tropa pionera del Canal 10 y fungió como director de 1986 a 1988. Ha publicado media docena de libelos e ilustrado varios libros de la Rial Academia de la Lengua Frailescana y de algunos poetas y escritores vernáculos.


2. Víctima de los vicios culturales, de la educación con sombrero de charro y espuelas, de injustas tradiciones y de las torceduras propias de mi personalidad, exacerbadas durante mi estancia en el seminario, fui varios lustros depredador, arrendatario, expoliador, capataz, consumidor de carnes blancas y morenas. Yo, que en cuestiones de amor auténtico no había descubierto la rueda y esculpía mi desmemoria en el caparazón del agua, aseveraba que, a juicio mío, las mujeres tenían sólo dos engranes en el cerebro. Si uno giraba a la izquierda, el otro tenía que hacerlo a la inversa forzosamente. Los hombres en cambio, éramos un prodigio de ingeniería. Mísero trueque: de mí sólo les prestaba, aparte de mendrugos afectivos, de compasivas moronas, aparte de jirones para protegerse del crudo anonimato, unos centímetros de mi irrisorio pene. No las poseía en la cópula, las apuñalaba. Las clavaba con mi clavito al decálogo de las buenas costumbres varoniles para que no volaran. Pensaba con el pene y en tan estrecho recipiente no cabían la generosidad ni la comprensión ni el respeto. Y nadie puede amar lo que desprecia. 3. Fuensanta, la vida no es injusta. Ni buena ni mala, ni generosa ni cuentachiles. Es, por el contrario, rotundamente justa en cuestiones sentimentales. Y de las otras. Primero me apartó de las mujeres. Me postró de rodillas luego tras la puerta. Me revolqué meses completos en mi abandono como los cerdos en su propia mierda. Me

llamé a despojo. Les grité bandidas, ingratas, prostitutas, mercenarias. Me plagué de mocos. Me atasqué de lágrimas, las sudaba, las meaba pretendiendo ahogarme en ellas. Idiota. Ahora lo sé, el llanto redime hasta el tuétano, hasta la médula espiritual. 4. Tambor viejo, al cabo, una vez vacío de resquemores, limpia la cara de pinturas guerreras, sé que estoy manufacturado de cuero resistente, de pellejo correoso. No perdí, pese a todo, la hondura ni el ritmo de mi individual tam-tam. Las mujeres han vuelto a mí como las palomas urbanas, confiadas. Mejor dicho, he aprendido a llegar a ellas confiada, humildemente sin despertar alarma, sin propiciar torbellinos plumíferos. A caminar entre ellas sin prisas ni rezagos. A volar junto a ellas aire con aire, ala con ala, ni más alto ni más bajo ni más lejos ni más cerca. Porque Valeria, lo trascendente es el vuelo, las plumas mero pretexto. Amo a mi madre. Amo a mis hijas. Amo las huellas que dejaron en mí las mujeres en su éxodo. Amo de antemano el camino que me seguirán trazando. Amo a mis amigas. A todas les pido perdón hasta siempre. A todas.

Que pueda imaginar que ya te has ido que dejando tu voz junto a mi oído no me importe qué ocultes, que mientas, qué llueves. Débora García

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¿Es frívolo el mal? Tal es la cuestión que planteó hace más de medio siglo la filósofa Hannah Arendt en Eichmann en Jerusalén, estremecedora reflexión acerca del juicio de Adolf Eichmann, responsable de supervisar el transporte de los prisioneros judíos a los campos de concentración nazis.

Hannah Arendtde Margarethe von Trotta

La película dirigida por Margarethe von Trotta hurga en este pasaje de la vida de Hannah Arendt, acusada por un amplio sector de la comunidad judía internacional, así como por varios intelectuales, de banalizar el problema del mal, cuando lo que buscaba no era examinarlo superficialmente sino, desde luego, profundizar en los mecanismos por los que un ser humano renuncia a su conciencia para convertirse en una pieza más de un sistema opresor. El filme de von Trotta se desmarca de las facilidades de las películas biográficas; de sus, digamos, convenciones (una biografía debe fijar nombres, fechas, acontecimientos), pues poco se le dice al espectador acerca de los personajes, a los que se suele identificar por nombres y apellidos, y que por lo general no hacen más que recitar lugares y épocas para proporcionar un contexto confortable, un paisaje reconocible: apenas si nos damos cuenta que Mary (Janet McTeer), la amiga de Arendt (Barbara Sukowa), es la escritora Mary McCarthy, o que el Norman (Matthias Bundschuh) que intenta ridiculizarla es el escritor Norman Mailer: los personajes, pues,

parecen existir por sí y para sí, y recuerdan aquel dictum de Horacio Quiroga: cuenta tu historia como si sólo le interesara a unos cuantos, incluido tú mismo. En el capítulo “El problema del mal”, una de las lecciones o conferencias de la ficticia escritora Elizabeth Costello en la novela homónima de J.M. Coetzee, señala que hay horrores que no deben nombrarse, como si mencionarlos significara convocar, más que a las personas malvadas, al mal mismo. En Hannah Arendt se plantea lo contrario: sólo nombrando el mal, esa palabra cuyas atroces implicaciones parecen diluirse cada vez que se menciona, pueden entenderse sus meandros y aristas. Nombrar es conjurar. Una soberbia lección de cine y de voluntad moral.

1 Mario Alberto Bautista | Nació en Mazatán, Chiapas, en 1984. Estudió literatura en la Universidad Autónoma de Chiapas. Obtuvo el primer sitio del Segundo Premio Universitario de Poesía Joaquín Vásquez Aguilar (Unach, 2005) y el primer lugar del Concurso 37 de la revista Punto de Partida, en la categoría de cuento breve (UNAM, 2006). Desde 2003 radica en Tuxtla Gutiérrez.

Director Margarethe von Trotta Guión Pam Katz y Margarethe von Trotta País Alemania Género Drama Duración 113 min. Año 2012

Texto Mario Alberto Bautista1




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