Ojos rojos 9 2

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© Óscar Carriqui

Fotografía de portada: Óscar Carriqui Diseño y maquetación: Max González / Mili Sánchez La tipografía DNNR ha sido diseñada por Ipsum Planet para la revista Neo2 <www.neo2.es>

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ENTREVISTAS Javier Vallhonrat

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LATINOAMÉRICA

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EL MUNDO ALREDEDOR

52 64

Alejandro Olivares

Photon

SANGRE FRESCA Óscar Carriqui

LA PIEZA Manuel Álvarez-Bravo

© Óscar Olivares

NOMBRE PR

Xavier Ferrer C


ROPIO

Chust

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COMODÍN Cienojos


Javier

VALLHONRA


| ENTREVISTA | 7

En este número intentamos adentrarnos en el mundo del fotógrafo Javier Vallhonrat. Como es costumbre empezamos con nuestras preguntas habituales para pasar luego a la entrevista. En ella le preguntaremos, aparte de otras cosas, sobre su nuevo trabajo llamado 42ºN. Este trabajo está enmarcado dentro del programa Tender Puentes impulsado por el Museo Universidad de Navarra. El proyecto consiste en crear un trabajo nuevo a partir de los fondos fotográficos del siglo XIX que posee el MUN.

¿Cómo empezaste en este oficio? Estudiaba Bellas Artes y alguien me ofreció trabajo como asistente. Pero el gusanillo ya estaba ahí desde antes.

po y sorprenderte? Soy muy freak del control, pero la vida me hace putadas y me sorprende todo el rato. Voy aprendiendo a dejarme ganar.

¿Te acuerdas de cuál fue tu primera cá¿Reencuadras las fotos? mara? Si, pero disimulo. Una Yashica reflex de 35 mm.

© Mili Sánchez

AT

¿Cuál fue la primera foto o fotógrafo ¿Cómo te has adaptado al mundo digital? que te impresionó? Fotógrafo. Ortiz Echagüe e Irving Por cojones. Penn. Debía tener como 14 o 15 años. ¿Digital o químico? ¿Porqué? ¿La última foto o el último fotógrafo Las cámaras de gran formato son inque te ha hecho sentir lo mismo? sustituibles para el tipo de trabajo que yo hago, aunque desde hace 10 años James Casebere. hay gente que se aventura a intentar ¿Con qué cámara sueles disparar? ¿Te convencerme de lo contrario. Me gusta la combinación de cámara de gran da igual una que otra? Con una Linhoff Master Technika. Me formato y película. da un poco igual, no soy nada fetichista, pero soy muy exigente con el resul- ¿Que películas utilizas? La que queda en las estanterías, que tado. cada vez es menos. ¿Tienes una óptica favorita? ¿Retocas las imágenes? ¿Con que soft150 mm. ware? ¿Horizontal o vertical? Photoshop. Depende del propósito. ¿Cómo ves el panorama a día de hoy? ¿Qué prefieres disparar a tiempo y ha- Lleno de Iphones y de Apps. cer lo que esperabas o no llegar a tiem-



Proyecciรณn de las vistas realizadas en 1853 por el Vizconde Joseph Vigier desde el Portillรณn de Benasque de los glaciares de Maladeta y Aneto, sobre una elevaciรณn topogrรกfica de sus principales aristas. Proyecciรณn 20


Hola Javier, en el número anterior entrevistamos a Javier Campano y le preguntamos si era coincidencia que su hermano Miguel Ángel fuera un pintor reconocido o si tenía que ver con el ambiente familiar en el que crecieron. Tu hermano Valentín es también un gran fotógrafo así que creo que podríamos empezar preguntando lo mismo. ¿Fue el ambiente familiar lo que propició esta creatividad o fue pura coincidencia? Supongo que las dos cosas. Nuestro padre, Valentín, fue un gran aficionado a la fotografía. En casa había libros de fotografía con fotos de grandes maestros, entre ellos la colección de libros de Ortiz-Echagüe. Recuerdo mirarlos con fascinación con 13 o 14 años.

Antes de licenciarte en Bellas Artes ya empezaste a exponer tu trabajo, incluso en la feria de arte de Madrid, ARCO. ¿Tenías claro desde un principio que querías dedicarte a la fotografía? ¿Cuándo te diste cuenta de que eras fotógrafo, si es que te consideras como tal? No lo tenía claro, en un principio me interesaba la pintura. Poco a poco me fue picando la curiosidad. Desde mis primeras series ya me coloqué en un lugar ambiguo, produciendo obras que incorporaban fotografía, construyendo escenografías o trabajando con puesta en escena. Siempre me han interesado los terrenos limítrofes, en ellos se produce una tensión que a mí me activa mucho.

Tu trabajo comercial también empezó con fuerza y pronto te labraste un nombre en el difícil mundo de la fotografía de moda, llegando a publicar en las ediciones Italianas y francesas de la revista Vogue . ¿Qué fue lo que te atrajo de este tipo de fotografía? ¿Fue una decisión consciente o la vida te fue llevando en esa dirección? Bueno, con 20 años me empezaron a ofrecer trabajos, se me daba bien y al principio era un mundo que

me fascinaba. Era el final de la España de Franco, oscura y gris, y en ese mundo de la pre-movida, en la moda comenzaba a brillar algo. Luego, cuando comencé a trabajar en el ámbito internacional, fue el aprender con personas que admiraba (directores de arte, redactoras, diseñadores) unido al éxito que tenía lo que me interesó durante un tiempo. Luego el atractivo fue desapareciendo y me aburrí de las limitaciones.


Nunca has dejado de trabajar en proyectos personales y parece que con una libertad absoluta. ¿Se debe esto a que, como decía en una entrevista Duane Michaels, podías comer con tu trabajo comercial o docente, y esto te permitía no dejarte manipular por modas, el mercado, galeristas, etc.? La idea de libertad absoluta es atractiva, pero irreal. Es verdad que yo he mantenido una gran independencia, y la mantengo por encima de todo, pero existen condicionantes internos con los que uno se confronta todos los días: miedos, inseguridades… Ya nos manipulamos sólitos, así que como para dejarse manipular por otros…

En la entrevista que le hicimos a Rafael Sanz Lobato le preguntamos por cómo le había influenciado el ser galardonado con el Premio Nacional de Fotografía. Nos contestó que le llegaba tarde y que era un poco incordio todo lo que conllevaba. Tú fuiste el segundo receptor del premio después de su creación en 1994. ¿Cómo te influenció?, me imagino que fue una gran responsabilidad. ¿Crees que a ti te llego demasiado pronto? (esto no significa que no creamos que te lo merecieras. Risas). La verdad es que no me afectó mucho. Por supuesto que me halagó, y ese reconocimiento a mi carrera me dió cierta seguridad, pero no pensé mucho en ello. Me llegó en un momento en el que en mi vida

Acaso 50

pasaban muchas cosas, estaba desbordado por demasiados acontecimientos vitales. Desde muy pronto en tu trayectoria, se nota en tu obra una influencia del arte minimalista. Incluso al ver algunos de tus trabajos he llegado a pensar que eran un kōan para poner a prueba al espectador. ¿Es cierta esta influencia?, ¿se debe a una huida del mundo de la fotografía de moda de tus primeros

Acaso 74

años o a una negación de la concepción formal de la fotografía? En mi trabajo hay influencias de muchos tipos, pero es cierto que el arte de los 60 y 70 ha ejercido una influencia capital en mi trabajo: Carl André, ciertos artistas relacionados con el Land Art, con el conceptualismo… El aire kōan que se puede percibir en mis trabajos tiene que ver con ese colapso del pensamiento racional en su intento de sustituir la


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experiencia de la resonancia de las obras en el interior del ser. Me interesan las obras que me desafían, que me colocan en un lugar nuevo, donde se da algún tipo de alumbramiento, de salto cualitativo en mi mirada, en mi pensamieto y en mi experiencia. Eres licenciado en Psicología y Psicoterapeuta Gestalt. En tu trabajo “Cajas” creo ver una influencia de esta corriente psicológica , incluso en tu último trabajo 42ºN creo que se aprecia de una manera mucho más sutil. ¿Es así? En Cajas tal vez hay más de experiencia contemplativa que de Gestalt, aunque tal vez por aquello del “vacío fértil” se podría relacionar. En 42ºN, hay mucho de generar sentido desde la sensación, desde una fenomenología de la imagen. Imagino a un espectador que comenzara a decir “me pasa esto, experimento esto”, y desde ahí pudiera abordar otros campos de experiencia y de sentido. A lo largo de tu trabajo, vemos unas reflexiones importantes sobre el espacio y el tiempo. ¿Crees que en tu último trabajo, (42ºN inspirado en las fotografías de 1853 que tomó Joseph Vigier en los glaciares de los Pirineos) por fin se funden ambas reflexiones? Sin duda el espacio y el tiempo forman parte de las tramas argumentales de mis trabajos. Tal vez más en mis trabajos anteriores al 2000. Con series como ETH, y más aún desde Acaso, empiezo a interesarme en una aproximación más emocional y simbólica a la representación del mundo, y comienzan a introducirse otras preocupaciones de orden menos filosófico o teórico, mas vitales.

No elijo trabajar en uno u otro medios por huir de sus limitaciones, sino aprovechando sus límites. De la fotografía me ha interesado siempre su carácter de “cosa”, su estaticidad, su ambigüedad narrativa. Del vídeo, la construcción de sentido complejo, su densidad lingüística. Aunque tu fotografía no tiene mucho que ver con la de Diane Arbus, ¿crees que esta frase suya podría resumir el concepto de tu trabajo? “A picture is a secret about a secret, the more it tells you the less you know” (Una fotografía es un secreto sobre un secreto, cuanto más te dice menos sabes). Me gusta mucho esa frase. Creo que el mundo encierra muchos secretos, somos seres muy misteriosos en un mundo misterioso, aunque hay quien se empeña en soñar que todo está en wikipedia y al final nos creeremos que la realidad es eso que cabe en google. Por eso me gusta que todas las fotos que me interesan se vean mal en Internet. Para acabar, nos gustaría saber cuándo podremos ver tu último trabajo y si ya tienes algún proyecto nuevo en mente. Os iré diciendo. El MUN de Navarra presentará Interacciones a principios de 2015, aunque probablemente se puedan ver en el próximo ARCO algunas imágenes relacionadas con este trabajo. Hasta finales de 2014 estaré sumergido en este proyecto, que incluye los trabajos de 42ºN punto Javier Vallhonrat.

Nos ha parecido interesante incluir esta pequeña relación epistolar que mantuvimos con Javier Vallhonrat. Habíamos acabado la entrevista y no teníamos muUtilizas desde hace mucho tiempo la combinación cho tiempo para rehacerla e incluir algunos de sus del video y la fotografía para expresarte y en tu pensamientos actuales sobre fotografía. Nos dimos último trabajo lo vuelves a hacer. ¿Cuáles son las cuenta que él mismo se había hecho las preguntas y limitaciones que le encuentras a cada medio para se había respondido en este breve email. Le propudecantarte por uno u otro?, en otras palabras, ¿Qué simos publicarlo aunque no fuera muy ortodoxo y, te da el video que no te ofrece la fotografía y vice- bueno, aquí está. versa?


Hoy te mandaré, creo que por we transfer, todo el denamiento tecnológico a principios del siglo XX, material fotográfico, y también las respuestas a la convertido en maqueta, como binomio amenazaentrevista y al cuestionario. control, en E.T.H., 2000. La naturaleza como representación de mi propio Me propones un recorrido histórico por mi trabajo. espacio interior, dificilmente habitable, y escenaMe hablas de espacio-tiempo, cuestión importante. rio del intento o la búsqueda de su habitabilidad, Para mi, además de espacio-tiempo, hay otra cues- como lo propio-lo ajeno, en Acaso, 2001-2003. tión importante, que es la polarización del cono- El entorno de la alta montaña como espacio de incimiento y la experiencia humanas. Esto es anti- certidumbre (meteorología, condiciones de dificulguo (por lo menos, desde Platón, con sus aurigas): tad, frente a las que respondemos secularmente con Pasión-razón, caos-orden, emoción-pensamiento, deseo de control), lugar para experimentar otros escultura-naturaleza, etc. Tal vez el tema del espacio- pacios interiores de incertidumbre-deseo de contol, tiempo (más filosófico) ha ido dejando sitio (aun- en 42ºN, 2010-2013, e Interacciones, 2010(work in que sigue latente, porque la fotografía es un asunto progress), que será presentado en 2014 en el MUN de espacio-tiempo), a ese otro asunto que está entre de Navarra para después itinerar. las tripas y la cabeza. Estos son algunos de los asuntos que me interesan y En un mundo cada vez más virtual, deseo y nece- que tejen estos trabajos. El otro asunto es el uso más sito (asuntos del corazón) volver mí mirada y mí marcado de un modelo de representación docupensamiento a la experiencia del tiempo lento y mental. En mi trabajo esta decisión se fundamenta el espacio inmenso de la alta montaña. Un entor- en una revisión de los usos de la fotografía de estilo no en el que las condiciones te colocan en un punto documental en el arte conceptual de los 70’s. Tal vez de vulnerabilidad (más asuntos del corazón) desde sería interesante hablar de ello. Las preguntas sobre donde descubrir (pensamiento o tripas???) que eso moda son las que menos me interesan; para mi es un que parece tan amenazante también es vulnerable. asunto del pasado…, muy pasado. Desde ahí trabajo, desde hace muchos años, en la , o en torno a la, naturaleza. Desde un lugar en el que No sé si te interesa incluir algunas nuevas cuestiopensamiento y corazón dialogan frente a condicio- nes en la entrevista… Creo que sería interesante. nes de incertidumbre. Todo de lo que te hablo aparece en mi web en las Por eso te mando únicamente fotos donde la re- distintas series que te cito, y en los textos que las presentación de la naturaleza aparece como asunto acompañan argumento extensamente sobre ello. central. Desde 1999 he trabajado en torno a este asunto, Un saludo, dándole vueltas de muchas maneras: Javier La materialidad de la representación fotográfica y su fenomenología como objeto, en relación a su imagen. La naturaleza y lo habitable como caosorden en Lugares Intermedios, 1999. El mundo salvaje de los Alpes bajo el control del or-



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Altitud: 2.939 msnm. Latitud: N O Glaciar de la M


GLACIAR DE LA MALADETA 24 N 42º 38’ 33.8” Longitud: E OOº 38’ 19.2” Orientación: 161º SSE 04.08.2012 13:31:07 Maladeta, Macizo de la Madaleta, Pirineos.

8 ETH

Centro de reciclaje


Xavier FERRER C


CHUST

| NOMBRE PROPIO | 19

Xavier Ferrar Chust (España 1958). Nace en Vila-real en 1958. Conoce pronto los secretos del laboratorio, ya que su padre es un buen conocedor de ello por su afición a la fotografía, aunque no comienza a realizar imágenes hasta el año 1982, En este inicio, sus trabajos son de tipo social y creativo sobre soporte en blanco y negro. En esta época participa en concursos consiguiendo galardones de carácter local y nacional. Pero es a partir de 1988 cuando ya dominando la técnica desarrolla su labor con más calidad y sin dejar de lado la concursística, se centra más en la elaboración de trabajos homogéneos para darlos a conocer en exposiciones. En el año 2000 , deja a un lado la fotografía y desmonta el laboratorio, con lo cual ya no puede copiar sus propias fotos . En el año 2007 aprovechando el auge de la fotografía digital consigue adaptarse al nuevo ritmo que lleva la imagen en sus técnicas de retoque y en las nuevas posibilidades de las cámaras, para realizar una nueva fotografía, un nuevo documentalismo ahora en color, rompiendo con las premisas que aun le atenazaban de la fotografía analógica de blanco y negro que en tantos años había realizado. Tiene la opción de poder viajar estos últimos años produciendo variados trabajos en diferentes países Aunque se ha distinguido siempre por el foto reportaje, tanto de tema antropológico y social, también ha realizado incursiones en fotografía creativa y conceptual. Ha expuesto individualmente en más de veinte salas de toda la geografía española, y su obra está presente en muchos centros y agrupaciones culturales y publicas y más de cien premios nacionales avalan la trayectoria del autor






Un fotógrafo moral JUAN MARÍA RODRÍGUEZ Durante trece años, un fotógrafo solitario viajó por la recóndita geografía de la religiosidad popular española con esa tenacidad visionaria que sólo pueden desplegar los grandes maestros que saben que es en las pequeñas fiestas y ceremonias rurales donde se esconde, ajeno a los objetivos de las cámaras más epidérmicas, el verdadero corazón de un pueblo. Camuflado en el paisaje, integrado con naturalidad entre el paisanaje, el fotógrafo miró sin juzgar, intentó comprender y, solo cuando ante su encuadre se fueron componiendo en toda su complejidad visual las contradictorias relaciones entre la Fiesta y la Devoción, disparó sin dudar. Tenía todo el derecho a hacerlo, pues lo hacía desde la honestidad. Ante este breve resumen del amplio catálogo de “Oremus”, de Xavier Ferrer Chust (Vila-real, 1958), aviso a los espectadores que no encontrarán la mirada retorcida del fotógrafo obstinado en enfatizar, más allá de la honesta evidencia gráfica, las irónicas contradicciones inherentes a unos rituales religiosos continuamente subvertidos –o enriquecidos, según se mire- por la espontánea intromisión de lo popular. Tampoco hallarán la asepsia formalista del fotógrafo distante que solo busca en estos rituales una excusa para la composición de vacuas y esteticistas estampas sobrecargadas de folclore y costumbrismo. Como tampoco encontrarán en este trabajo el lejano extrañamiento, meramente testimonial, de ese antropólogo académico que viaja rígidamente con su cámara solo para documentar notarialmente la mayor o menor extravagancia de unos personajes y unas celebraciones que, habiendo sido sobrepasados por el vértigo de la modernidad, nos saludan ya desde un asombroso pasado, simultáneamente próximo y remoto. No. La mirada de Xavier Ferrer Chust, como la mirada depurada y cristalina de esos raros fotógrafos que saben que la “limpieza” de su negativo, más que una higiene técnica, será su única moral, es una mirada decente y frontal situada en ese epicentro exacto, tan difícil de encontrar, desde el que solo los grandes cazadores

de instantes decisivos pueden retratar las escenas desplegadas ante su cámara sin agregarles a su “verdad interior” ni un átomo de exaltación o mordacidad. Las escenas que Ferrer Chust nos “revela” irradian esa honesta vocación neorrealista preñada tanto de narrativa social como de los bellísimos destellos de poesía visual que la realidad, a menudo tan trivial, a veces relampaguea como furtivos fogonazos que solo el ojo experto puede capturar. Viejos curas preconciliares tocados con teja pasmados ante un escaparate de castiza lencería femenina. Anómalos enanos monaguillos que parecen extraídos de la iconografía chirriante del “Bombero Torero”. Sombras de vírgenes procesantes proyectadas sobre la gorra de plato del guardia municipal consagrando en la pared la alianza entre Catolicismo y Fuerzas de Seguridad


que presidió la vida de este país durante cuarenta años . Siluetas de crucificados emergiendo de la niebla fantasmática de un contraluz urbano que destella fuego en su granulado. Vírgenes y cristos peligrosamente abalanzados lanzándose al imposible abrazo mágico sobre una marea de cabezas en trance. Niños angelicales, como capturados de las viejas estampitas de los devocionarios, compartiendo la luminosidad de su pureza con el enlutado declive de un anciano: orto y ocaso, luz y oscuridad, cohabitando en un poyete. O esas chicas que descienden un risco portando un crucificado mientras sobre sus cabezas, en lo alto de la loma, adivinamos el perfil recortado de las cruces de una procesión campestre que bien podrían ser, también, el trampantojo visual de un cercado de madera. Prosaica realidad y misticismo confundidos en

una sola imagen. Puro arte fotográfico. La mirada “humanista” que desprenden estas fotos solo puede nacer del profundo respeto y la mayor ternura que Xavier Ferrer Chust parece sentir hacia sus personajes. Una mirada que, sin glorificar ni zaherir, sabe capturar el fulgor mágico y sobrenatural en la cotidianeidad popular del rito, hasta el punto de que muchas de estas imágenes desprenden el vaho impreciso de las ensoñaciones pues, abolidos o amenazados muchos de estos rituales por una sociedad cada vez más asépticamente globalizada, estas fotos nos invitan a internarnos por los tenues corredores de la memoria reciente de un país en el que procesiones, romerías y peregrinaciones, más allá de la fe y de sus profundas contradicciones paganas, han sido el gran escenario teatral de la convivencia familiar entre generaciones o el último nexo que nos conectaba con la nostalgia rural del arcádico paraíso perdido. Hoy, ese mundo agoniza rápidamente o está mutando en despersonalizada atracción turística. Para salvar su memoria, durante 13 años, Xavier Ferrer Chust, un gran fotógrafo limpio de prejuicios, lo retrató para nosotros magistralmente con soledad, abnegación, amor por sus personajes y esa cierta socarronería mediterránea que eleva la mirada de Ferrer Chust con la radiante luminosidad del humor y el gozo. Es decir, con la moral de quien solo abre su obturador para comprender el mundo. Yo juraría, viendo estas fotos, que disfruta mucho haciéndolo.




Cienojos Hacía tiempo que teníamos ganas de hablar con los responsables de Cienojos, algo más que un blog. Mónica Lozano nos cuenta en qué consiste este proyecto.


| COMODÍN | 29 Hola Mónica, ¿Cuándo, dónde y cómo nace el proyecto Cienojos? ¿Quién o quienes componen este proyecto? Creé Cienojos en 2007, como un simple blog de noticias sobre actualidad fotográfica para mis alumnos de la Escuela de Arte de Murcia. Me dí cuenta por aquella época que, aunque teníamos un tablón de anuncios en clase donde yo les colgaba toda la información que recibía o recopilaba, ellos pasaban cada día delante del corcho sin mirarlo. Sin embargo, se pasaban el día conectados a internet. Así que decidí cambiar el canal de comunicación y adaptarme a ellos, y estoy muy contenta del paso que dí. Desde entonces, la red sólo me ha dado alegrías, he conocido a mucha gente, he conseguido visibilidad para la fotografía en la región de Murcia y he aprendido muchísimo. Durante tres años, yo fui la única persona involucrada en el proyecto aunque recibía el apoyo de muchos amigos, de dentro y fuera de la región. En 2010 lo hice colectivo y todos esos amigos empezaron a escribir en él: Manuel Zamora, Pepe Incha, Pepa González, Juanan Requena, María Pía, Néstor Lisón, Juan Antonio Balsalobre, Julián Garnés, Pascual Martínez, Victor Soriano… Así funcionamos durante dos años. Pero a finales de 2012 decidí que hacía falta una reforma integral, y en eso estamos! Cienojos comenzó como un blog pero se ha convertido en un proyecto mucho más amplio. ¿Era esa la idea inicial? ¿Cuéntanos como ha sido esa evolución? No, no, no. Cuando yo empecé con el blog en 2007, trabajaba como profesora de fotografía en la Escuela de Arte y también daba clases en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Murcia. ¡Así que ya tenía bastante con las clases y el blog!. Pero por esa época empecé a salir con el que ahora es mi pareja y compañero de vida, Mateo Pedreño. Él trabaja en una ong que se llama Columbares, donde es responsable del área de proyectos ambientales, y tiene mucha experiencia en ese terreno. Así que él fue quien me animó a convertir Cienojos en asociación cultural en 2010 y empezar a desarrollar proyectos en torno a la fotografía. Bueno, en realidad, empezamos a crear pequeños proyectos de forma conjunta, integrando fotografía y medio ambiente, porque es una de las líneas que más nos interesan, hacer dialogar a la fotografía con otras

disciplinas, sobre todo las de temática social. Cuando lo pienso ahora, veo que era la evolución lógica pero si no hubiera sido por él, aunque yo tenía muchas ideas y ganas de hacer cosas, no me habría lanzado. Como dice mi amiga Montse, ¡yo tenía el motor preparado pero él fue la gasolina que lo arrancó! Una de las cosas que nos une a Cienojos y a Ojos Rojos (aparte de tener la palabra ojos en el nombre, je,je) es que los dos hablamos de fotografía pero obviamos la técnica. ¿Por qué tomasteis esta decisión? Siempre me ha molestado bastante que se piense, en general, que la fotografía sólo es cuestión de técnica. A mis alumnos les digo que la fotografía es un trípode que se sujeta en tres patas: la técnica, la historia y la teoría, y que si fallas en alguna de ellas, en realidad, fallas en todo. Así lo veo yo. Además, entonces ya existían muchos blogs que hablaban, y muy bien, sobre técnica (Xataka, Qué sabes de…) y no me apetecía entrar en esa competición, persiguiendo siempre la última novedad, porque ya había pasado por eso, en mi etapa inicial de formación fotográfica. Me dí cuenta que era una carrera contra el tiempo que, además, envejecía fatal. Los conocimientos técnicos, más allá de los básicos, caducan vertigionosamente. ¿Quién se acuerda ahora del APS, por ejemplo? Sin embargo, la teoría y la historia son un refugio al que puedes acudir siempre en busca de respuestas. Ambas me han ayudado a entender y a disfrutar mucho más la fotografía y han permitido ampliar mi visión sobre el medio. Además, cada libro de teoría o historia que compras es una inversión, puedes volver a leerlos diez años después y sigues aprendiendo. Pero los de técnica, ay, los vendería todos ahora mismo! En 2012 coordinasteis el proyecto “El Invernadero”, ¿en qué consistía? ¿Tendrá continuidad? El Invernadero era un proyecto que pretendía dar apoyo a los fotógrafos en el desarrollo de sus proyectos y que pudimos hacer gracias al apoyo del Centro Cultural Puertas de Castilla de Murcia, con el que ya habíamos colaborado organizando las Jornadas Photo 2.1. Nos dimos cuenta que en España había muchas becas que te daban dinero para hacer un proyecto y sólo eso, dinero, que no es poco, lo sabemos, pero luego te dejaban “sólo ante el peligro”. ¿Y a quién acudías cuando tenías una duda, cuando no sabías por dónde seguir, si




querías tener un feedback de lo que estabas haciendo?. Así que se nos ocurrió crear una especie de becas de formación y poner a disposición de los participantes un equipo de tutores y fotógrafos que mensualmente se reunían con ellos, revisaban su trabajo y les daban orientaciones. Ricky Dávila, Carlos Spottorno, Ricardo Cases, Xavier Ribas, Lurdes Basolí y Aitor Lara fueron nuestros fotógrafos invitados, y Mara Mira (crítica de arte), Marta López Briones (gestora cultural), Gustavo Alemán (galerista) y Juan de la Cruz Mejías (fotógrafo) completaban el equipo murciano. Además, teníamos un sistema de tutorías virtuales a través de skype que podían usar cuando quisieran. Eso era todo. El viaje y el alojamiento se lo tenían que costear ellos aunque al final terminamos creando una comunidad que se ayudaba entre sí, y la gente de Murcia acogía en sus casas a los que venían de fuera. Fue una experiencia preciosa. Cuando nació El Invernadero, en 2010, aún no se hablaba sobre photocouching y no conocíamos una experiencia similar en la que pudiéramos inspirarnos (2012, la fecha que mencionas, fue cuando presentamos los resultados, pero ya llevábamos más de un año trabajando en ello). Eso hizo que hubiera muchas cosas que ahora sabemos que se podrían mejorar, si se repitiese la experiencia, pero también hubo muchas otras que funcionaron muy bien y nos dieron muchas satisfacciones. De hecho, el modelo se ha expandido y ahora otras becas, como Fotoprés, han incorporado la figura del tutor en su desarrollo. Estamos muy contentos de que haya servido de inspiración para otros. ¿Repetiremos? Nos encantaría pero, de momento, con la crisis encima, lo consideramos una utopía. Ya no hay ningún centro público en Murcia que pueda costear un proyecto así. Lo que sí hemos hecho es crear una versión “de pago” adaptada a los tiempos que corren. Se llama PHOTO+ y es un curso anual, con reuniones mensuales, en las que los alumnos reciben formación teórica y tutorías permanentes para el desarrollo de sus proyectos. Habéis colaborado con la revista Ojo de Pez en dos ocasiones, con Fotogenio y también con el festival de fotografía MED (de Mazarrón, Murcia) ¿En qué consistían esas colaboraciones? Con Ojo de Pez/La Fábrica, en realidad, hemos co-

laborado tres veces. Las dos primeras, fui invitada a participar en el Meeting Point de Barcelona como visionadora, en 2010 y 2012. La tercera, como editora gráfica del nº 31, “Zoofilias”, en 2013. Y en las tres ocasiones ha sido una experiencia maravillosa, tanto con Frank Kalero como con Arianna Rinaldo y el resto del equipo. Se portaron genial conmigo y aprendí muchísimo de todos, son grandes profesionales. Respecto a Fotogenio, bueno, es “nuestro” festival, el único festival murciano que nos queda en pié después de la triste desaparición de Fotoencuentros, y le tenemos mucho cariño, así que cuando Juan Calventus, su director, nos llama, siempre le decimos que sí. En 2012 nos propuso organizar un visionado de porfolios, y lo hicimos encantados. Era la primera vez que organizábamos uno y nos atraía mucho la idea. La experiencia fue muy interesante. En la última edición también hemos vuelto a colaborar, en esta ocasión como jurados del Concurso de Fotografía de Paisaje que impulsaba la Asociación Cultural para la Divulgación y el Conocimiento de la Fotografía (ACDC) e impartiendo una conferencia sobre edición. En el MED lo que hicimos fue participar en una mesa redonda sobre promoción de la fotografía y como visionadores de porfolios. Nos habría encantado volver a colaborar con ellos pero, desgraciadamente, el festival no se pudo celebrar este año.


Que tengáis como base la ciudad de Murcia, ¿ha supuesto para Cienojos una desventaja o quizás una ventaja? Mmm, creo que ha supuesto una ventaja, de momento… La gente necesita que se organicen actividades fuera de Madrid o Barcelona porque no todo el mundo puede vivir allí o desplazarse cada vez que hay algo interesante. Además, nos gusta la idea de ser “periféricos”. Hoy en día, puedes hacer lo que quieras desde donde quieras. Fíjate en Frank Kalero, que vive entre Brasil y la India, y no para! Es verdad que una vez estuvimos tentados de mudarnos a la “capital del reino” pero nuestro amigo Juan Valbuena nos abrió los ojos. Creo que si hubiéramos vivido en Madrid no habríamos podido hacer las cosas que hemos hecho hasta ahora. Aquí tenemos nuestra red de gente, que es importantísima, porque son los que nos apoyan y nos dan confianza para seguir adelante. Además, vivir en Murcia es más barato :) Organizáis muchos eventos; tertulias, cursos, proyecciones, exposiciones. ¿Vuestro público es local o tenéis visitas de gente de otras provincias? En Murcia hay muchísima afición a la fotografía y cada evento que organizamos se llena, afortunadamente. Pero no acude sólo gente de aquí, también tenemos amigos en Alicante, Almería, Albacete… que se desplazan cada vez que pueden y a los que estamos agradecidísimos por el esfuerzo que hacen. Es que, fíjate,

alrededor de Murcia, tenemos un vacío de centros o entidades que organicen actividades relacionadas con la fotografía: el CAF en Almería, Tabacalera en Alicante… pero no hay mucho más. Vuestros cursos de formación incluyen muchos de los nombres más importantes de la fotografía española actual e incluso habéis llegado a hacer un taller en Cuba contando con J.M. Díaz Burgos (España) Y Raul Cañibano (Cuba – ver Ojos rojos de Noviembre 2012). ¿Cómo surge la idea de estos talleres? ¿Han tenido aceptación?¿ y otra vez, los alumnos son de Murcia o se apunta gente de toda España? La formación se ha convertido en una de nuestras prioridades. Yo soy profesora desde hace dieciocho años y tengo bastante experiencia acumulada en este ámbito. Además, me gusta mucho la docencia y soy consciente permanentemente de la enorme responsabilidad que implica ejercerla. Hace falta que todos nos esforcemos en este sentido. Creo que la fotografía en España no alcanzará la mayoría de edad hasta que no tengamos un sistema formativo, público y privado, de calidad. ¿Para cuándo un Grado en Fotografía, por ejemplo? Respecto a los talleres en el extranjero, supongo que fue una evolución natural porque nos gusta mucho viajar. Empezamos con J. M. Díaz Burgos en Cuba y fue un éxito. De hecho, este año ha repetido en la República Dominicana pero esta vez ya sin nuestra ayuda porque nosotros estábamos liadísimos con otro proyecto también en el extranjero: Otras miradas, con Alfredo Cáliz, en Tánger. Hacer talleres en el extranjero supone un reto organizativo importante y un riesgo económico porque nunca sabes qué aceptación tendrán. Pero la gente que asiste a ellos lo hace con una actitud especialmente positiva, que es más difícil de conseguir cuando sigues rodeado de tu día a día, de tu cotidianidad, y eso da muchas satisfacciones y ganas de repetir. ¿Qué otros proyectos tenéis entre manos? Pues, entre otros, ése que os contaba antes, Otras miradas, un proyecto de reivindicación de la responsabilidad que implica la construcción de imaginarios colectivos en torno a lugares turísticos o “exóticos” y que nos gustaría seguir desarrollando en colaboración con el Instituto Cervantes, como hicimos en Tánger. También continuamos con la cuarta temporada de las Tertulias en el Museo de Bellas Artes de Murcia, la ter-



cera temporada de Fotografía Nómada, con el Aula de Cultura de Murcia de Caja Mediterráneo, y la segunda temporada de Conversaciones en torno al fotolibro, que desarrollamos en colaboración con el Cendeac (Centro de Documentación y Estudios Avanzados en Arte Contemporáneo). En el ámbito de la formación, de momento sólo tenemos programado PHOTO+, el curso anual de desarrollo de proyectos que tan buenos resultados dio el año pasado, en su precedente, el de especialización en fotografía contemporánea: Gustavo Alemán ganó el premio de la Kursala en el Festival Pa-ta-ta y dentro de poco verá publicado su libro con la Universidad de Cádiz, gracias a Jesús Micó, y Mar Sáez, otra de nuestras alumnas, ganó el Primer Premio de Fotografía del Aula de Artes Plásticas de la Universidad de Murcia. A lo largo del año, también nos gustaría hacer algún taller de autor, quizá en colaboración con el MURAM (el Museo Regional de Arte Moderno), como hemos hecho en los dos últimos años, y no descartamos programar algunas jornadas en torno al paisaje y el territorio u otras de temática más social. Pero, en realidad, lo que tenemos que hacer es poner en marcha ya la nueva web y así os lo podremos contar todo desde ahí. Estamos trabajando en ello y dentro de poco la presentaremos, con todas las novedades. Gracias por vuestro interés!



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Alejandro

Olivares 2004-2006 Trabaja cómo asistente del fotógrafo Juan Diego Santa Cruz. Desde el año 2006 es Editor de fotografía de la revista The Clinic, Es corresponsal para la agencia Iberpress en Italia, y colaborador de Agencia Reuters, es fotógrafo para la agencia de diseño Felicidad. Es co-fundador de TanukiPhotos.







Juntando Sombras Hacer Luz… Es tan largo el tiempo de lo mismo. De lo mismo, de lo mismo… De ese peladero sin árboles que te rodea. Y que nos ha tenido sitiados, siglo tras siglo. Que me hierve la sed de día. Y la sed de noche. Un peladero detrás de otro. Varias vidas seguidas sin bosques, sin vegetación, sin césped, sin yerbas. ¡Tanto color de estepa urbana! ¡Tanto desierto lejano en la ciudad! Que te muerde toda la silueta, sin cesar. A cada paso… La sequedad era tabaco. Era humo seco, gas, marihuana, cualquier cosa. Algo que fue aire para darle de comer a mis pulmones. Más de noche que de día. Más de sombra que de luz. Más de sociedad que de uno mismo. O de pura sociedad, que da igual. La sequedad vacía, retorcida en humo. Humo bronquial. Escozor de vida, a pleno pulmón. ¿Por qué no, si todo es cemento cuadrado, rectangular, duro, hecho de aristas y cantos de cuchillo? ¿Si cuando salgo piso latas, puchos olvidados, plásticos inmortales eternizando la calle, alimentos inútiles que no revivieron nada, ciudad aconchada en mis pies, maloliente y desechable? ¿Por qué no, si la luz me llega pálida y mezquina por entre los visillos? ¿Si el cielo de todos se carga de nubes, de carbonos y de smog? ¿Si la soledad me rodea a cada rato como camisa de fuerza, aun en el rincón más íntimo de mi propia casa?



| EL MUNDO ALREDEDOR | 45

FESTIVAL

PHOTON En esta ocasión nos fijamos en PhotOn, un joven festival de fotoperiodismo que se celebra en Valencia que arrancó con fuerza y ha crecido hasta ser un referente para el fotoperiodismo europeo. Hablamos con Tania Castro, una de sus fundadoras y miembro del colectivo Documenta.

Hola Tania, el festival PhotOn va a por su cuarta edición, cuéntanos cómo surgió la idea de crear un festival de fotoperiodismo en Valencia y como lograsteis materializarlo. Era algo que muchos de manera individual deseábamos. Adictos a ir a otros festivales para disfrutar, aprender y compartir de otros compañeros. Tuvimos la suerte de encontrar ese momento de locura del “vamos a hacer uno aquí “. Materializarlo costo algo más pero el esfuerzo valió la pena. Y aquí es donde debo de recordar y agradecer a nuestros patrocinadores: la Fundación Cañada Blanch, Centre Cultural La Nau, Olleros abogados, Metro Valencia y Aire Astoria su apoyo. Así como a todos nuestros colaboradores. Nuestras ganas y trabajo están ahí pero sin su apoyo esto no se hubiese podido materializar


El festival consiste en mucho más que exposiciones, incluye: talleres, debates, conferencias. ¿Cómo ha respondido el público a estas iniciativas? ¿Crees que esta disciplina de la fotografía necesita, o al menos se beneficia del contacto del autor con el público? La respuesta, desde el primer año, nos ha demostrado que el público quiere conocernos, preguntar, y muchas veces agradecer nuestra labor. Miramos por ellos. Nos vamos a los confines del mundo, a conflictos o no dormimos aguardando una foto que finalmente son ellos, ese público, al que debe llegar. Hay un beneficio mutuo. Es bueno estar cerca de la gente y explicarle lo que hacemos. Explicárselo bien, que conozca cómo trabajamos y la diferencia de lo que es una imagen fotoperiodistica al resto. Y es bueno que el fotógrafo escuche lo que la gente lee en sus imágenes. Siendo un festival tan joven, habéis contado desde el primer momento con grandes figuras del fotoperiodismo tanto nacional como internacional (premios World Press, Pulitzer, Luis Valtueña entre otros). ¿Fue fácil convencer a los fotógrafos de que participaran en la primera edición de PhotOn ? ¿Existe una necesidad por parte de los autores de poder mostrar su trabajo en su totalidad y por una vez no depender de editores , problemas de espacio, etc? La primera edición de PhotOn fue una maravilla. Un tirarnos todos a la piscina. Para nuestra propia sorpresa cada puerta que llamamos la gente nos dio su voto de confianza. Nos dimos cuenta de que no solo nosotros estábamos deseosos de algo así en la ciudad. Más que una necesidad en PhotOn pensamos que es necesario que los trabajos de los autores se muestren en su totalidad. Meses cubriendo un conflicto para dos o tres fotos como mucho en algún medio. Currar todos los días en un tema, como está haciendo de manera espectacular Olmo Calvo con los desahucios, para publicar cuando los medios opinan que es actualidad y después nada. Haití, Libia, Sirio o Cairo no son dos días y durante meses o años los compañeros documentan una realidad que debe ser vista, más allá de su día de “gloria” en los medios, y entendida en su totalidad.


Habéis tenido la gran suerte de contar con algunas de las mejores salas de exposiciones que hay en Valencia (entre ellas el IVAM). ¿Fue fácil convencer a las salas para que expusieran trabajos que muchas veces hacen que el espectador se sienta incómodo (crisis, guerras, etc)? El proyecto gusto. Creo que todas las salas a las que lo presentamos coincidían en la idea de la necesidad de algo así pero por supuesto eran reticentes al contenido y el efecto que esto pudiera causar en el público y en consecuencia en sus salas. Sin embargo su propia curiosidad y admiración por la profesión les llevo rápidamente a un si. Cosa que agradecemos francamente. Estamos muy orgullosos de todos nuestros espacios expositivos. La idea de colgar fotos del techo del Mercado Central es algo que nos sigue emocionando. Llevar el fotoperiodismo al mercado! Un kilo de tomates y una expo de Haití de Ramón Espinosa o Libia de Bruno Stevens. O poder pasearte entre las columnas del claustro del Centre Cultural La Nau leyendo las fotos de Walter Astrada o las impactantes imágenes que podías encontrar en la exposición colectiva de Crisis. Son fotos que necesitan que te tomes un minuto para respirar y por suerte estas en el lugar adecuado. La sala Metro o, este año, Espai d’art son salas más pequeñas pero que invitan al público a perderse por la ciudad y darse el gusto de encontrar esos espacios más personales. En el festival dedicáis una gran parte de la programación a mostrar el trabajo de autores noveles. ¿Podrías explicarnos brevemente como lo hacéis y cuáles son los requisitos para poder participar? ¿Está abierta la convocatoria a todas las nacionalidades? Tenemos una beca expositiva que esperemos algún día también poder darle una dotación económica. La convocatoria se abrirá en diciembre y es internacional. Recibimos muchos trabajos de Latinoamérica, algunos ingleses y creo que hasta algún ruso. Para participar solo debes presentar un trabajo desarrollado en los últimos dos años y por supuesto ser novel.





¿Habéis empezado a ver o recibir trabajos hechos con criterio de los editores de los medios. Que han olvidado “smart phones”, tablets o similares? ¿Cómo están in- lo que es una imagen fotoperiodistica y que somos la fluyendo estas tecnologías en el mundo del fotoperio- mitad de su información. Una mitad muy importante. dismo? Por último, nos puedes adelantar las fechas y algún parNo hemos recibido aún ningún trabajo así aunque se- ticipante de PhotOn 2014 guro no tardará en ocurrir. Grandes profesionales ya lo utilizan y de hecho ya hay hasta alguna convocatoria a Las fechas de la semana de actividades PhotOn será del premio por trabajos así. 13 al 17 de mayo y por el momento solo puedo adelantarte que volveremos a contar con el taller de Joan Roig Como todo cambio requiere su tiempo para encontrar y sumaremos un intenso taller con Walter Astrada. su lugar. El frenesí del periodismo ciudadano no nos Además de poder disfrutar del impresionante trabajo beneficia en este momento en el que a la crisis mundial de nuestro becado 2013, Jordi Pizarro y del papel parece que también se suma la crisis de



| SANGRE FRESCA | 53

Óscar

Carriqui Oscar Carriquí es un fotógrafo freelance afincado en Madrid. Ha fotografiado a casi todo el mundo que importa y luego ha publicado sus fotos (a veces irónico, otras onírico, siempre preciso) en casi todas las revistas que importan. Es decir: El País Semanal, Yo Dona, Rolling Stone, Vanidad, GQ, In Style, Elle, Woman entre muchas otras. Retratos, moda y viajes se reúnen en el objetivo de Oscar, donde cobran una nueva luz. Además, alterna su labor editorial con trabajos publicitarios en campañas para Telefónica, Canal Plus, Vips, con las agencias publicitarias Ruiz Nicoli, Tiempo, Vitrubio y con agencias de imagen. Cuando nadie le ve toca la guitarra eléctrica en bandas de rocknroll, viaja, o le toma al pulso a las calles en compañía de sus amigos. Click.









Gente, personas, seres humanos,- o como los queráis llamar- y una cámara, es lo que necesito para trabajar. Y sí, para mí la fotografía además de ser una diversión también es un trabajo, mi trabajo. Y si es una foto con bicho (cariñosamente hablando digo) mejor que mejor. Siempre me gustaron los retratos, cuando estudiaba fotografía empapele las paredes de mi habitación con retratos en blanco y negro de todos mis amigos hasta que tuve que quitarlas porque descubrí a mi querido hermano jugando a los dardos con ellas y desde entonces, no me preguntes por qué, decidí hacer de ellas mi oficio. Todo tiene su evolución, todos hemos aprendido de Avedon, Penn, Leivobitz, Bailey…. y un momento clave de mi carrera fue descubrir junto a Mili Sánchez (mirando ofertas de libros de fotografía en un Vips madrileño) un libro de David Lachapelle. No podía creer lo que estaba viendo. Simplemente flipé ; bueno, no solo eso, también me ayudo a descubrir otros aspectos de la fotografía retratera (o con bicho). La mezcla de imaginación, locura, fantasía, escenografía y color, mucho color, todo ello mezclado para conseguir un retrato. Una pequeña película, una historia a golpe de vista, con muchas horas de producción y de ideas detrás, hasta conseguirla, o por lo menos acercarte lo más posible a lo que habías imaginado.Y si se consigue…. Me dan más ganas de seguir alimentando la imaginación que en el fondo es lo que intento hacer cuando hago un retrato. Me da igual que sea un artista o un bombero o una ama de casa o una modelo, yo solo quiero hacer una foto, con bicho





| LA PIEZA | 65

Manuel Álvarez-Bravo La subdirectora del magazine cultural de TVE ¡Atención obras!, Arantxa Vela Buendía, es nuestra invitada para la sección La Pieza de este mes. Y yo me pregunté… Y yo me pregunté ¿será una costumbre de las putas mexicanas? ¿Se vendarán las caderas para provocar deseo? Como siempre que ignoras algo te sientes estúpido por no saberlo, no preguntas. Y la cosa seguía ahí. La venda. La venda es para tapar heridas pero esa venda dejaba la herida al aire. Esa venda rodea, subraya el coño de la mujer. La venda, al tapar, destapa. Al cubrir, desnuda. ¿Por qué me resultaba aquel cuerpo tan obsceno? ¿Por qué pensé que se ofrecía al mejor postor? Por la venda. Estaba claro. Entonces me fijé que los tobillos también estaban vendados. Volvía a parecerme un cuerpo herido, pero no se me iba de la cabeza que la mujer era una puta. Encontré otro cuerpo tumbado en otra fotografía. Era un hombre y estaba muerto. Vi el cuerpo tumbado de un hombre muerto. Tenía heridas que sangraban, que habían sangrado, pero no llevaba vendas. Los dos cuerpos tumbados, vulnerables, dormidos, ausentes.

Nos lo dice el título (“La buena fama durmiendo”), la postura, los cactus… los cactus pinchan, hieren. En otra imagen de esta misma serie vemos a un hombre enrollando una tira de tela alrededor de las caderas a una chica. “El doctor Marín vendando a Alicia”. Entonces he dudado si la venda tendría, al final, una función médica y que el coño no se cubre para poder ir al baño. Todo esto lo pienso, por absurdo que parezca, porque la venda no se va de mi cabeza e intento, una y otra vez, buscarle una explicación, algo que consuele la intranquilidad que me produce. Si la venda la hubiera llevado el hombre que sangra, no me habría intranquilizado. Si la venda le hubiera cubierto el sexo, no me habría intranquilizado, pero la venda se empeña en estar al revés. Deja al aire lo que no debería verse. “La buena fama durmiendo”. Se me escapa el sentido. Cría buena fama y échate a dormir. ¿Qué demonios tiene que ver la venda con la fama y con el sueño? Ya no me parece que sea la foto de una mujer que enseña el cuerpo. Me parece la foto de una venda. Me da igual conocer o no la historia de ese trozo de tela o qué tipo de costumbre o hábito retrata. Ni siquiera consigo imaginar el propósito del fotógrafo. El asunto es que no puedo dejar de mirar la tela. Lo que tapa y lo que no tapa. Me sorprende que para estar completamente desnudo, haya que llevar algo puesto.

Si no fuera por la sangre, el hombre podría estar dormido y la mujer muerta. Plácidamente muerta. Amortajada. Las vendas, entonces, serían la mortaja. Para mí, la fuerza de esta imagen es que esa venda se comunica con algo de mí que no encuentra palaLa foto de la mujer ha sido preparada previamente. bras. Así que poco puedo decir, sólo preguntas.



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