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04 | n º 39 | agosto 2017
Astrid Ljungmann:
Una argentina que recorre Santiago junto a Celina, su bicicleta. Actualidad Bici Up! una aplicación para pedalear seguro por la ciudad Nuevos contadores de bicicletas en Santiago: A sólo días de su instalación ya superan las cifras proyectadas Vivencial Las anécdotas de “Amor en Bici”
Revista mensual de circulación gratuita www.revistapedalea.com
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Contenidos Publicación digital de fomento de la cultura ciclista de edición mensual. //Directora Myriam Salazar //Textos Michelle Raposo Andrés Santelices Myriam Salazar Colaboración especial de Rolando Galleguillos Flores //Fotografías Víctor Rojas Myriam Salazar //Portada Myriam Salazar //Portafolio Alpes Escuela de Imagen y Comunicación //Diseño Aribel González //Diagramación La Máquina Editores //Ventas Roberto Caices roberto.revistapedalea@gmail.com +56 9 8527 6639
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editorial
actualidad
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Rolando Galleguillos
actualidad
Nuevos Contadores de Bicicletas
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Bici UP!
mi primer a bicicleta
Astrid Ljungmann
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SikletaVeg Delivery
portafolio
José Huichamán
//Contacto contactorevistapedalea@gmail.com + 56 9 5714 3245
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urbanos
v iv encial
Amor sobre dos ruedas
editorial
La educación vial es parte fundamental para los futuros cambios Por Rolando Galleguillos Flores Director Centro de Cultura de Seguridad Vial Mutual de Seguridad CCHC
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Desde su creación por allá en 1817, sus inventores tal vez jamás imaginaron el impacto que esto tendría en la sociedad y tal vez ni dimensionaron el tremendo aporte que le haría al planeta. Estamos hablando de la bicicleta, un medio de transporte ecológico, rápido, que aporta al bienestar saludable de las personas y de seguro podríamos hablar de tantas otras más utilidades y propiedades positivas que tiene el andar en solo dos ruedas. Su demanda en la actualidad sigue en aumento y la tendencia es que siga en ese sentido. El año 2016 se importaron 900.000 mil bicicletas a Chile y los viajes en bicicleta son un millón diarios solo en la Región Metropolitana, por tal razón el Ministerio de Obras Públicas comprometió en Santiago, la construcción de 70 Km de ciclovías para antes del 2017. De la mano con aquella inversión, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo decretó que tanto las construcciones públicas como privadas deben tener un estacionamiento de bicicletas por cada 2 de autos. La tendencia es positiva. Las inversiones comprometidas por el ejecutivo siguen sus cauces normales de tránsito y que aportan al uso de este maravilloso medio de transporte. Lamentablemente estos esfuerzos se ven manchados por las negras cifras que existen actualmente por los accidentes de tránsito. Según CONASET el año 2016 murieron en nuestro país 1675 personas y el 42% de aquella cifra corresponden a peatones y ciclistas, siendo la distracción, el exceso de velocidad, conducir bajo estado de ebriedad y no respetar las señales del tránsito sus principales causas. La educación vial se hace necesaria. El pasado 4 de abril inauguramos el primer Centro de Cultura de Seguridad Vial de Latinoamérica, un lugar abierto a la comunidad totalmente gratis, que innova para contribuir a la prevención de accidentes en el espacio público y a movilizarnos por la ciudad de manera segura. La educación vial es parte fundamental para los futuros cambios, es por ello que dentro de nuestra programación realizamos charlas de sensibilización y educación vial a los estudiantes de enseñanza básica y media, y no tan solo a ellos sino también a todos quienes nos visitan y se inscriben en nuestro programa de actividades. Apoyados con la tecnología que tenemos en nuestro centro como son los simuladores de automóviles, motocicletas, realidad 3D, realidad 360, realidad aumentada, pantallas táctiles, videos, además de juegos lúdicos, obra de teatro, software de simulación de velocidad, estado de ebriedad, plaza de bolsillo de la seguridad vial, videos culturales sobre las miles de vidas que han salvado vida en el mundo y videos ilustrativos para la conducción de bicicletas. De seguro seguiremos creciendo y buscando todas las maneras y formas de hacer este trabajo necesario para las personas, con la única intención y objetivo que los peatones, conductores de vehículos motorizados y por supuesto los que conducen bicicletas tomen la real conciencia de lo que significa la seguridad vial, el respeto por la vida y por la convivencia vial. Nuestro país requiere seguir desarrollando esos cambios y nosotros tenemos un espacio donde hacerlo.
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actualidad
Innovación ciclista
Brand Manager de Bici Up!: “Esta aplicación contiene la información que necesitas para pedalear seguro por la ciudad” La plataforma, que se proyecta en IOS y Android, cuenta con un motor de enrutamiento ciclista propio, el primero desarrollado en América Latina, que entre sus variables de cálculo, considera las características del urbanismo local. Sus creadores esperan que sea utilizada por personas de distintas zonas de la ciudad. Por Andrés Santelices Fotos Myriam Salazar
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El crecimiento explosivo del ciclismo urbano en la ciudad ha generado una serie de políticas públicas a favor de la bicicleta por parte de las autoridades que van acompañadas principalmente de mejoramiento de infraestructura, pero también de acciones de alto impacto que proponen actores ligados a la innovación. Ese es el caso de Bici Up!, una aplicación para moverse seguro en bicicleta en rutas, ciclovías y CicloRecreoVía que integra en sus variables la georeferenciación de todos los siniestros viales (accidentes de tránsito), de los que existe data en Santiago en 2014 y 2015. “Es una aplicación liviana para los sistemas IOS y Android, pesa 14 megas aproximadamente que permite hacer el trackeo de la circulación ciclista sin recurrir al plan de datos del usuario, por lo que cualquier persona puede aportar data. Con esto permite que toda persona que cuente con la app genere información, en cualquier lugar de la ciudad.”, señala Henry Herrera, brand manager de Bici Up! Entre sus funcionalidades, Bici Up! recomienda rutas eficientes, para modo bicicleta, en contexto urbano, eligiendo: modo rápido, para ciclistas expertos o expertas, donde una ruta directa por la calzada, que optimiza tiempo y distancia; y modo seguro, para quienes se están iniciando en el ciclismo. En este caso, propone rutas a través de ciclovías y senderos recreativos, además de vías que registran pocos siniestros viales y no se encuentran saturadas por el transporte colectivo. “Para buscar una ruta basta indicar una dirección de partida y de llegada, a lo que se pueden sumar puntos intermedios. La dirección se puede escribir o marcar haciendo un click largo sobre el mapa”, explica. Henry Herrera destaca que el motor de enrutamiento de la aplicación es el primero desarrollado en América Latina, que entre sus variables de cálculo, considera las características del urbanismo local. “Integra en sus variables todas las rutas de circulación de transporte público, de todas las ciudades de Chile. Además cuenta con un avanzado sistema de georeferenciación que permite situar al ciclista con una precisión de 2 metros a fin de orientarle de mejor manera en su ruta. A su vez, dispone de un sistema propio de georeferenciación de elevaciones, que permite recomendar rutas cómodas a las y los ciclistas, con un grado de detalle mucho mayor que los sistemas de enrutamiendo de automóviles”, subraya.
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La aplicación además cuenta con un sistema de seguridad de la información que permite anonimato de la data recaudada para realizar la recomendación de rutas y opera en sincronía con las principales redes sociales, para efectos de registro y de viralización de contenidos entre amistades, seguidores y fans, también indica el tiempo, distancia, pendiente, gasto calórico y aporte en ahorro de CO2 al ambiente, de manera precisa para ruta consultada, a fin de que la persona decida su viaje en bicicleta con datos concreto, entre otras funcionalidades. Herramienta colaborativa que aporta datos útiles Bici Up! además de aportar información general de rutas y ciclovías, muestra los servicios más útiles con que la ciudad cuenta para facilitar la movilidad en bicicleta como talleres mecánicos, tiendas ciclistas, biciestacionamientos, puntos de provisión de aire y eventos públicos de interés ciclista. “Hasta la fecha hay más de 1.750 puntos ya identificados en Santiago, entre los que se cuentan más de 700 talleres y tiendas”, señala Henry Herrera. También ayuda a conseguir auxilio en caso de caída o falla de la bicicleta. Bici Up! cuenta con un botón de S.O.S. que permite, en dos clicks, enviar un mensaje breve a un circuito preseleccionado de amistades en redes sociales que se ubiquen, en ese momento, en un radio menor a 3 kms. En caso que 1 o 2 personas confirmen que van en apoyo, el mensaje se desactiva para las demás personas”, apunta el miembro de Bici Up!. Finalmente, permite guardar las rutas preferidas por el usuario / usuaria y compartirlas a través de las redes sociales y del correo electrónico, ofrece oportunidades de colaborar con el mejoramiento de condiciones de circulación ciclista en la ciudad y permite acceder a noticias y agenda de eventos ciclista, así como a Videos con información de interés, nacional e internacional, lo que facilitará estar en contacto con una comunidad ciclista en constante expansión. Conecta a la gente con lugares que no conoce Si bien la plataforma digital se lanzará el próximo 24 de agosto, en el equipo creativo de Bici Up! existen grandes expectativas relacionadas principalmente con el uso de usuarios que viven en la periferia de la ciudad. “Esta aplicación contiene la información que necesitas para pedalear seguro por la ciudad, por ello fomentamos que la gente se anime a realizar viajes más largos. Esperamos en el fondo que se pueda usar en la periferia de la ciudad, pues esta aplicación ayuda a que la gente se conecte con lugares que no conoce. Las expectativa es que ayude a que personas de un perfil más amplio anden en bicicleta” concluye Henry.
Henry Herrera, Brand Manager Bici Up!
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actualidad
Suma y sigue: Las buenas noticias que muestran los nuevos contadores de ciclistas en la comuna de Santiago Pasar por la ciclovía de Brasil con Huérfanos tipo dos de la tarde y darse cuenta que fuiste el ciclista 471 en circular por ahí. Sentir que a pesar de ser el único pelagato que está pedaleando en ese momento, 470 ciclistas lo hicieron antes que tú... y derrepente ya no te sientes tan solo.
Por Michelle Raposo Fotos Myriam Salazar
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Fue en este mismo punto, que el alcalde de la Municipalidad de Santiago, Felipe Alessandri, inauguró oficialmente a fin de julio los siete contadores de ciclistas que se instalaron en distintos puntos de comuna (hay un octavo que aún está por definir su ubicación). En la ocasión estuvo acompañado por el Intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, por el concejal Juan Mena y representantes de distintas organizaciones de ciclistas, como Indepecleta y el Movimiento Furiosos Ciclistas y la ONG Map8. Con la instalación de estos nuevos contadores de bicicletas -que dan a conocer en tiempo real los viajes realizados en las ciclovías de la comuna- ahora no sólo cada ciclista suma, sino que también deja un registro visual para el resto de los usuarios de esas vías. “Estamos visibilizando”, declara Alessandri. Anteriormente ya existían contadores subterráneos pero no estaban funcionando de la manera más efectiva. Ahora en cambio “la misma ciudadanía se puede dar cuenta y se sorprenden muchas veces de cuántos ciclistas pasan todos los días por acá. Efectivamente ayudamos a los automovilistas, a los peatones, para que todos sepan el uso masivo que están teniendo las ciclovías acá de Santiago”, agregó el alcalde durante la inauguración. “Cuando uno no cuenta a los ciclistas, los ciclistas no cuentan”, se suma el Intendente Orrego y agrega que, “si queremos hacer una ciudad más humana esta tiene que ser caminable y pedaleable. Y para esto tenemos que saber también cuántos ciclistas ocupan qué ciclovías y así ir expandiendo lo que es la red de ciclovías. Yo quiero felicitar a la Municipalidad de Santiago porque en esto ha sido pionera. Es una de las comunas que más ha invertido en crear un espacio tanto para peatones como para ciclistas y ojalá que otras comunas se animen y sigan el ejemplo”. Esta y otras tantas son las razones por las que el alcalde de Santiago ha seguido impulsando estas iniciativas y los planes de movilidad en la comuna. “Si queremos pensar bien la ciudad, el diseño y el uso que le queremos dar a las ciclovías tenemos que tener la información exacta. Estos indicadores nos señalan cuántas bicicletas pasan diariamente, y nos hemos sorprendido gratamente porque superaron con creces los números proyectados que teníamos”, comentó el edil. Si las expectativas eran buenas, los números han sido mejores. Según explica Miguel Olivares, Coordinador de Movilidad de la comuna, las cifras diarias han duplicado y en algunos casos triplicado los números de cuando se evaluó el proyecto, sobrepasando en la mayoría de las vías los mil usuarios y en otras muy cerca de llegar a esa cifra.
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Otro dato a la causa, es que todos estos números se han dado durante los días invierno. Para los meses más calurosos se espera que aumenten aún más. Tener estos datos a mano también ayuda para mirar al futuro. “Es súper necesario para poder hacer políticas de infraestructura de calidad y que los ciclistas nos merecemos. Es necesario contar a los ciclistas, y esto viene a innovar algo que no se está haciendo en Chile, entonces creemos que es una gran política de los municipios poder hacer que los ciclistas cuenten”, comenta Victorino Goldberg, director ejecutivo de la ONG Map8. Copenhague, Portland, Buenos Aires (con uno solo), y ahora, Santiago, se ponen en el mapa de ciudades con contadores de ciclistas. Los siete tótems están ubicados en las intersecciones de Eleuterio Ramírez con Serrano, Dieciocho con Miguel de Olivares, Brasil con Huérfanos, Gorbea con Ejército, Esmeralda con San Antonio, Arturo Prat con Eyzaguirre y Almirante Latorre con Sazié. Para detectar a los ciclistas, los dispositivos cuentan con un sensor que percibe el marco metálico de la bicicleta y contabilizan tanto los viajes diarios -el contador se actualiza a las cero horas de cada día- como el acumulado desde la fecha de su instalación. Eso sí, si pasan dos ciclistas (uno al lado del otro) el sensor solo lo cuenta como uno, ya que no puede diferenciar por unidad. Además son impermeables y están confeccionados con una placa de acrílico y una lámina termoplástica antivandálica. La instalación de los aparatos se enmarca dentro del proyecto de 15 nuevos kilómetros de ciclovías que se terminaron de implementar a comienzos de año y que tuvieron un costo de $1.900 millones, los que fueron ejecutados gracias al Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR). “De verdad esta es una instancia que podemos replicar en otros municipios, en otras regiones y otras ciudades, donde efectivamente se ha tomado muy en cuenta esta movilidad sustentable; una forma de entender la vida, de saber hacia dónde queremos hacer las ciudades”, concluye Rodrigo Quiroz, vocero del Movimiento Furiosos Ciclistas.
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mi primera bicicleta
Astrid Ljungmann: una argentina que recorre Santiago junto a Celina, su bicicleta.
Por Myriam Salazar
La arquitecta llegó a Santiago hace unos 15 años con la idea de fundar una revista, vivir cerca de la montaña y del mar.
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Astrid es la mayor de 8 hermanos y, por supuesto, en su casa había un montón de bicicletas. “Vivía en un lugar que se llama Acassuso, dentro de San Isidro, en Buenos Aires. En un costado de la casa se colgaba la ropa para secar y ahí también estaba el bicicletero, bajo techo, en donde se guardaban todas las bicicletas, la mía incluida. Buenos Aires es plano, pero justo en donde yo vivía hay una barranca que da al río ( Río de La Plata ), con calles que bajan a lo que hoy es el Tren de la Costa. En esa época estaba todo abandonado, así que nos escapábamos con mis hermanos a la aventura, que quedaba a solo 7 cuadras de mi casa. Me acuerdo ir con ellos en las bicicletas, bajando hacia el río, a toda velocidad, jugando carreras. Una vez uno de mis hermanos casi se mata, terminó todo quebrado en la clínica”. “Recuerdo una bicicleta que me la deben haber regalado para una situación particular; era una Legnano de color rojo y de niñita, me acuerdo bien. Uno de mis hermanos tenía un Chopper que me parecía horrible. Tengo recuerdo de que las cosas me gustaban o no me gustaban, siempre me dio por lo estético”. Desde pequeña mostró interés en las letras y ya desde el colegio escribía cuentos y en el periódico escolar. “Mi profesor de lenguaje quería ser mi mentor para que siguiera escribiendo, siempre estuve con ese tema. Pero también siempre me interesó mucho la estética, entonces entre lo que era mi curiosidad, mis ganas de escribir, de leer, de crear, al final terminé estudiando arquitectura en la UBA ( Universidad de Buenos Aires )”. Cuando estudiaba en la universidad no ocupaba mucho la bicicleta porque quedaba en un lugar de difícil acceso desde su casa. “Cuando me casé empecé a ir en bicicleta con quien fue mi marido, porque ambos éramos docentes y vivíamos en Palermo, que está más cerca de la facultad. Esa zona se inundaba cuando llovía mucho y recuerdo llegar a la universidad gracias a que íbamos en bicicleta. Siempre tuvimos bicicletas GT, porque nos gustaba el particular cuadro de esa marca. De repente íbamos al sur en auto, el destino que un porteño elige para estar entre montañas, cargábamos las bicicletas arriba, y una vez allá nos tirábamos por todos lados. Cuando íbamos a la playa, en la costa de Buenos Aires, también las llevábamos, eran parte del equipaje, siempre estaban ahí”. “La arquitectura la ejercí un par de años pero por cuestiones de la vida me tuve que ir a vivir al campo y en el campo mucho para construir no había, entonces era mirar a las vacas y escribir. Así empecé a escribir.” Para Astrid autos y viajes van de la mano. Con quien fue su marido hacían muchos kilómetros de esa manera. Un amigo de ambos tenía una revista y le propusieron hacer contenido sobre todo tipo de vehículos. Así fue como empezaron a testear y a escribir sobre autos,
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para después tener una productora desde la que ofrecían contenido a distintos medios sobre temáticas ligadas al rubro automotriz. Astrid le daba la mirada femenina. Comenzó a escribir cada vez más y se especializó en viajes y autos, en un mundo netamente masculino. Pasaron los años, quisieron armar su propio proyecto editorial y se vinieron a vivir a Chile. “Nos dimos cuenta de que acá faltaban medios y había mucho por hacer, a eso se sumó el tema del “corralito” en Argentina, finalmente todo encajó para venir. En esa época y estando acá, teníamos un auto clásico ( antigüo ) para movernos, el cual no podíamos usar de manera rutinaria. Entonces usábamos nuestras bicicletas, con ellas empezamos a recorrer Santiago haciendo picnics en distintas plazas y parques, los fines de semana”. “Tuvimos una revista que incluía todo lo que a mí me gusta, desde viajes, hasta decoración, pasando por gastronomía, arquitectura, diseño, autos. Fue la primera revista de calidad de distribución gratuita que existió en Chile. Básicamente reflejaba mi “lifestyle”. Me gustan las cosas originales, de calidad, con trayectoria e historia, que tengan un cuento”. Con el tiempo y como le gusta innovar, se fue entusiasmando con lo virtual, con otras cosas. El cambio Luego de su separación quería hacer algo distinto. Le hacía ruido lo que hacía con lo que quería hacer. “Las cosas pasan por algo. Dejé la revista y me volqué al mundo virtual. Ahora me dedico a hacer contenido para distintas plataformas y a crear sitios web de manera integral, poniendo énfasis en el contenido, sobre todo para pequeñas y medianas empresas, las cuales por cuestiones presupuestarias y desconocimiento tienen una presencia online ineficaz”. Los distanciamientos y los cambios abruptos trajeron complicaciones emocionales. “Instintivamente busqué algo que me salvara, fue ahí cuando encontré la bicicleta. Por eso yo a la gente le digo: cuando tenés un shock, algo que realmente te tira, buscá algo a lo cual aferrarte, que te mueva, que te lleve a estar activo. Un día estando en mi casa, la vi afuera, tenía el sillín roto, y a pesar de que vivía a la intemperie, estaba impecable. Decidí empezar a pedalear, pero tenía un problema: no hacía ejercicio desde hacía mucho tiempo, no podía correr ni a la esquina, a pesar de haber sido atleta de chica. Por eso comencé de a poco. Me iba al Parque Bicentenario y hacía una vuelta –hoy me río cuando me acuerdo-, porque no daba más. Con el paso de los días fueron dos vueltas, después tres y ejercicio en las máquinas. Hasta que me aburrí y empecé a pedalear hasta el final de Escrivá de Balaguer. Llegaba hasta un punto, después iba más allá. Quise subir el San Cristóbal, primero lo hice parando en el medio, después sin parar. Hasta que un día dije ¿por qué no usar la bici para ir a todos lados?”.
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La bicicleta para Astrid tiene una gran importancia, ya que ha pasado por distintas etapas de su vida y cumple varias funciones. “Aunque suene loco, a todos les digo que me salvó la vida, porque de alguna manera permitió que me ordenara en un momento muy difícil, fue mi terapeuta full. Después la empecé a usar como medio de transporte. Y finalmente, como compañera de paseos. Con el tiempo entendí que usar una bicicleta trae un montón de beneficios, físicos, mentales y emocionales, y que también te lleva a ver la vida y lo que te rodea de otra manera, a otro ritmo. La bicicleta me reseteó la cabeza, totalmente”. Ahora sube el San Cristóbal todo el tiempo porque le encanta llegar arriba, ver Santiago desde ahí, ver atardeceres maravillosos, y tomar un mote con huesillo. “Lo probé por primera cuando llegué a la cima en bici, me encantó y ahora es mi objetivo cada vez que subo. Finalmente, además de hacer esto, quise seguir haciendo otras cosas con la bicicleta”. Astrid tiene un desarrollado gusto por el arte y la estética. En su redes sociales lucen hermosas fotografías de sus paseos en bicicleta, donde ha logrado reunir imágenes de su bicicleta Celina posando en innumerables obras de arquitectura y muralismo capitalinos. “Un día, hace algo más de dos años, salí de paseo en bicicleta, para pedalear simplemente, disfrutando de la ciudad. Finalmente mis paseos se convirtieron en una especie de búsqueda, sin rumbo fijo pero sí con un objetivo. De alguna manera me fui especializando y buscando cosas concretas, que tengan que ver con el arte urbano, con la historia de la ciudad, sus barrios. Por ejemplo, el fin de semana pasado me fui a buscar un mural de un artista que me encanta, Dasic Fernández, que queda en San Joaquín. Nunca había ido a esa comuna en bicicleta. Como pensé que el mural estaba en otro lado, pasé primero por el barrio Yungay. En el camino me di cuenta que me había equivocado. Pero como mi objetivo era encontrar ese mural, seguí adelante hasta encontrarlo. Di muchas vueltas, me perdí y, aunque tarde, pude llegar para admirar esa magnífica obra que está en un muro de la Fábrica Patio Outlet. Lo divertido es ver como de dar solo una vuelta por el Parque Bicentenario terminé haciendo toneladas de kilómetros por la ciudad”.
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"La bicicleta me reseteó la cabeza, totalmente" Astrid Ljungmann
Para involucrarse más con el medio virtual comenzó a tomar fotos de la bicicleta en distintas situaciones y a subirlas a sus redes sociales. Uno de sus contactos le sugirió ponerle un nombre a la bicicleta, ya que tenía mucho protagonismo. Así surgió un concurso para bautizar a la GT. “Me encantó la idea, porque era como confirmar la entidad de la bicicleta. Me llegaron un montón de nombres y me quedé con 3 finalistas, entre los cuales elegí Doña Celina. Me imaginé a la bici como si fuera una persona, una señora segura por la cantidad de años vividos, con arrugas en forma de marcas, atemporal, y consideré que ese nombre estaba a la altura de su personalidad. El nombre derivó en Celina, y después le puse Labici, como si fuera un apellido, para que se entendiera que es una bicicleta cuando la nombro. Ahora todo el mundo sabe de ella”. “La bici logra un montón de cosas, no solo ayuda al medio ambiente por ser un medio de transporte sustentable, si no que te inserta en el contexto, estás con la piel en contacto con lo que te rodea y te das cuenta de lo que pasa a tu alrededor, estás más atento a los detalles, lo que hace que vayas por la vida apreciando lo que te rodea, que vayas por la vida a otro ritmo. La bicicleta te humaniza”. Astrid Ljungmann sigue recorriendo la ciudad mientras prepara el pronto lanzamiento de su sitio web. Celina Labici será parte de este proyecto? La bici estará, porque es parte de mi estilo de vida. Pero no quiero aleccionar a nadie, de hecho mi combinación ideal es auto para viajar, ojalá eléctrico, y bicicleta para andar por la ciudad. Simplemente me quiero mostrar tal cual soy, demostrar que se puede ser vital y que eso se lo debo, en gran parte, a la bicicleta. Desde ese enfoque pretendo mostrar maneras de disfrutar la vida, de pasarla bien, a través de experiencias, datos, en las ciudades de Santiago y Buenos Aires, y a partir de cosas lindas, porque la estética para mi es importante. Celina Labici seguramente me seguirá acompañando acá en Santiago, habrá que buscar una bici que me acompañe en Buenos Aires. Y el día que no pueda seguir el ritmo sobre una bicicleta, me subiré a una eléctrica.
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SikletaVeg Delivery: alimentación consciente y saludable con entrega en bicicleta Por Myriam Salazar
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Jimena Santibáñez y Cr istian Muñoz prepa ran comida vegetariana en su casa ubicada en el cerro San Cristóbal y la reparten personalmente en bicicleta a sus clientes. Se conocieron casualmente por una bicicleta. Cristian trabajaba como mecánico en la tienda Una Velocidad, donde Jimena había dejado su bicicleta para que la armaran. Cristian fue el encargado del trabajo.
Jimena trabajaba en el restaurant El Huerto. “El día que fui a buscar mi bicicleta me fui pedaleando al restaurant y pinché la rueda. Llamé al taller explicando que había pinchado y que no alcanzaba a devolverme porque estaba justa en la hora para entrar a mi turno. Me comunicaron con Cristian y me fue a arreglar la bicicleta al trabajo. Fue coincidencia, ahí nos dimos los números de teléfono y empezamos a hablar, fue todo muy rápido en verdad y acá estamos, viviendo juntos”.
Cristian es parte del rubro ciclista desde hace algunos años. “De un día para otro entre a trabajar como mecánico, me gustaba mucho la autonomía que la bicicleta entrega. En ese tiempo estudiaba y andaba en bici. Aprendí de a poco desarmando mi propia bicicleta”. Al tiempo encontró trabajo en un taller, luego en una tienda, y así siguió avanzando. Al cabo de un año entró en Una Velocidad.
Cristian salió de Una Velocidad por un tiempo y exploró su lado culinario, “Ya llevaba harto tiempo haciendo lo mismo, quería generar un cambio. Estaba muy estable ahí, así empecé de a poco a hacer otras cosas. Trabajé en un restaurant vegetariano en la cocina, después como garzón y haciendo los pedidos. Al tiempo volví a Una Velocidad parchando y luego en una tienda como vendedor, siempre trabajando con bicicletas”.
Como mecánico estuvo 3 años en el taller de calle Esmeralda. “Se abrieron hartas puertas, hay muchos lazos en esa tienda, siempre llegan amigos y conocí harta gente”, cuenta Cristian y Jimena agrega “el lugar es súper céntrico, todos llegan ahí a armar o arreglar su bicicleta. Llegué por un amigo que me lo recomendó. Cuando llevé mi bici me recibieron con los brazos abiertos. Me fui con mi bicicleta y con un mecánico jajaja”.
Las bicis y la comida
Cristian aclara, “La verdad es que se fue con una bici y pinchó”.
Jimena dejó de trabajar como mesera y Cristian quedó sin trabajo, lo que los llevó a crear un camino propio. “A los dos nos gusta cocinar y dijimos ya hagamos delivery. Investigamos si alguien más hacia repartos y en verdad no hay mucha gente que lo haga en bicicleta. Así nació la idea. Nos organizamos con las rutas de reparto, creamos el fanpage. De un minuto a otro tuvimos muchos likes, amigos compartiendo. Así que bien, motivados”, comenta Jimena.
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A mbos son vegetarianos lo que les ha permitido ser una propuesta a limentaria diferente a lo habit ua l. Jimena es vegetariana hace poco más de 5 años y el último tiempo se ha acercado un poco más al veganismo. “Me importa mucho la alimentación consciente y el respeto por los animales y por los seres vivos, entonces quisimos crear este proyecto basado en eso. Con lo que nosotros nos alimentamos poder entregárselo a la gente. Muchos de nuestros clientes no son vegetarianos o no conocen mucho entonces nos preguntan harto sobre los ingredientes con que trabajamos, como reemplazamos las proteínas. Cada vez que nos preguntan subimos información al fanpage”. ¿Cómo preparan nutricionalmente los menús? Jimena: Estudiamos bastante, las proteínas básicamente. Tratamos de hacer legumbres dos veces a la semana, lo ideal es que un vegano coma legumbres todos los días, pero de distintas formas. Se puede hacer hummus, cocidas, como paté y un montón de formas más. Tratamos de basarnos en eso, en crear combinaciones que sean completas en base a los nutrientes que nosotros también necesitamos, porque gastamos harta energía en la bicicleta. Van de compras y cocinan juntos, los repartos los hacen por separado para llegar a más lugares. El día domingo suben a sus redes el menú de la semana para que sus clientes se planifiquen. “Tenemos clientes frecuentes que nos piden almuerzo para varios días. Les mandamos por whatsapp la informacion y a través de Facebook compartimos nuestras preparaciones en grupos de vegetarianos. Además nuestros amigos también las comparten, así se va masificando”. La recepción de la gente ha sido muy buena y de a poco van fidelizando clientes. Entre sus preparaciones destacan las papas bravas con hamburguesas de quínoa con mayonesa de soya, el pad thai o los garbanzos con leche de coco y curry, como también postres como rollitos de canela vegano o mousse de limón. Por ahora se dedican solo a este proyecto y se lo plantean como una etapa dentro de su crecimiento. Quieren seguir con este pequeño negocio hasta octubre y hacer un viaje por Bolivia, Perú y Ecuador después de eso volver al Santiago o al sur. “Vamos a seguir en esto y quizás abrir un local. Esto de la comida es súper universal, uno lo puede hacer en cualquier ciudad, en cualquier país, en cualquier contexto ya que estamos inmersos en esto lo podemos llevar a cualquier lugar”, asegura Jimena.
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Jimena Santibáñez y Cristian Muñoz
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portafolio
Cómics JOSÉ HUICHAMÁN
Diseñador Gráfico egresado de Inacap, que ha dedicado gran parte de su carrera a la ilustración y narrativa gráfica. “Mi trabajo tiene un estilo reconocible a pesar de su versatilidad, yendo desde el underground de los años 70 hasta la línea clara de la Bande Desinee franco-Belga, marcado por la influencia de Martín Cáceres a quién considero uno de mis grandes maestros. Comenzó el año 2005 con la creación de “Informe Meteoro”, y la colaboración con distintos grupos artísticos y publicaciones chilenas dedicadas a la historieta. Sus dibujos han aparecido en más de 10 publicaciones, entre las que se pueden mencionar "Zombies en La Moneda", "Mortis In absentia", "Revista Síntoma" y "Franko: cuentos en glorioso blanco y negro", además han sido beneficiados con el fondo del libro 2010 y expuestos en el museo nacional de bellas artes. Actualmente desarrolla una serie de proyectos para publicar, entre los que se cuentan dos novelas gráficas, una serie de tiras cómicas y un web comic semanal.
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Amor sobre dos ruedas. Por : Gonzalo “Chalo” Ferrada
El desamor puede ser una de las situaciones más dolorosas para una persona, la sensación que te provoca una ruptura se asemeja a un dolor físico, a darse un golpe, torcerse un pie o hacerse un corte con sangre incluida. Lo positivo es que también puede ser una de las instancias más creativas para una persona, sobre todo si sabes canalizar ese sentimiento a un objetivo, el mío fue escribir y escribir. Así nació esta versión de Amor en Bici. Las historias ya estaban, solo faltaba plasmarlas en papel, cada uno de esos momentos que inspiró la chica que me rompió el corazón estaban dispuestos a salir a la luz, pero me faltaba una plataforma. Ahí fue cuando recurrí a mi amiga Paula Sommariva, una diseñadora brillante que tiempo atrás había creado una página llamada “Amor en Bici” para promocionar contenidos relacionados con el mundo de las bicicletas, siempre pensando en demostrar el cariño que la gente tiene por pedalear. Hablé con la Pau y le dije: “Tengo una idea para revivir Amor en Bici”. Y Acompañé ese mensaje con el siguiente texto: “Un momento romántico puede llegar en cualquier instante, pero el momento más romántico de la vida es menos frecuente. En mi caso fue un beso de otoño junto a las primeras gotas de una lluvia nocturna mientras su bicicleta y la mía se apoyaban en nuestros cuerpos para no terminar por el suelo. Un romance en bici, un romance distinto.” La idea – Dije, es pedirle a la gente que comparta sus historias de amor, desamor o joteo para publicarlas y compartirlas con el mundo ciclista nacional de forma anónima y colectiva. Y, sí, dije eso así tal cual, como si lo estuviera leyendo de un manual corporativo. Quizás es por mi formación en comunicaciones, formación que estamos usando a nuestro favor para ayudar a crecer esta comunidad y que más personas compartan sus historias. Historias que son acompañadas de preciosos diseños de la Pau. Hasta ahora tenemos muchas colaboraciones de amigos y desconocidos, pero lo que más nos gusta es el cariño de la gente por nuestro proyecto. Nos encanta sentir que la gente empatiza con textos e historias y que, además, nos invitan a participar de eventos ligados al amor por la bici y al Amor en Bici.
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Dentro de los momentos más bonitos de estos meses de trabajo están dos eventos puntuales: El matrimonio de una pareja ciclista, Sergio y Eliette, quienes nos invitaron a compartir su ceremonia en la cima del cerro San Cristobal, con pedaleo incluido, y la historia del Patiperro Joaquín, quien pedaleando por Europa rescató a un cachorro que nombró Gospodín Dinosaurus, ahora pedalean juntos por el mundo. Cómo ves, el Amor en Bici no es solo en torno al concepto romántico de encontrar una pareja y compartir un pedaleo ocasional, está pensado en todos esos lindos momentos que encontramos al usar la bici. El robar una sonrisa, un saludo, un beso, el conocer nuevos amigos, parejas o mascotas. El celebrar un pololeo, noviazgo o matrimonio. El amar a tu bicicleta y usarla cada vez que puedas. No solo de momentos bonitos se trata esto, también hay unos tristes o muy divertidos. Recuerdo perfectamente una historia que llegó y que siento es la peor manera de resolver la situación de querer conocer a alguien que pedalea como tú. Resulta que nos escribió este chico para contarnos que que por mucho tiempo casi todos los días se encontraba con una chica que pasaba en dirección contraria a él. Con los días la empezó a encontrar bonita y cada día tenía más ganas de hablar con ella, pero no sabía cómo. Por lo mismo, un día tomó una valiente desición y se le ocurrió la brillante idea de chocar de frente con ella. Los dos cayeron y este pobre cabro quiso ser galán para recogerla y se llevó una ensalada de puteadas encima, claramente su plan no funcionó y desde ese día cambió su ruta para pedalear al trabajo. También hay una historia de hoteo intenso de parte de una chica a uno de nuiestros colaboradores, el nos contaba que una compañera de pega le hablaba mucho de que le gustaba pedalear y salir en bici, que era algo que él amaba, hablaron por varios días y el notaba que todos los días la chica llegaba másy más con pinta de ciclista, lo que llamó su atención al grado que la invitó a salir a pedalear. Pero la chica siempre se negó y estuvieron así por semanas. Siempre había excusa para no hacerlo y el chico que nos escribió nos contaba que a él le parecía sospechoso todo. Sobre todo un día que esta chica llegó hablando de que era parte del movimiento MACLETA (mujeres arriba de la cleta). Todo raro, claro, pero lo mejor fue cuando lograron salir a pedalear, después de varias semanas de intento. Ahí él se dio cuenta de que ella aprendió a pedalear solo para tener excusas para hablarle y que se demoró semanas en ganar confianza arriba de las dos ruedas. Al menos personalidad tenía para mantenerle la historia hasta aprender a pedalear. Respecto a mí, lo de la chica ya pasó, quizás me costó más la cuenta dejar atrás la sensación cálida de compartir tu amor por la bicicleta con alguien más, pero cada instante de desamor que viví gracias a ella me llevó a generar la plataforma que tenemos ahora, por lo mismo te quiero invitar a leer y compartir nuestro trabajo y de paso que compartas tu historia en éste enlace: https://docs. google.com/forms/d/e/1FAIpQLSfORbFsdCkix8H6bEl7Dau-gXtpe1Y6Xlj6AhDWdTm8sAxaEA/viewform Por ahora no sabemos hasta dónde llegará esto, pero nuestro objetivo es poder editar un libro el próximo otoño, cuando ya cumplamos un año compartiendo el amor cletero por internet. <3 PS.: Por cierto, siempre estoy dispuesto a aceptar invitaciones a pedalear.¿Quién sabe? Quizás también encuentro el amor por ahí.
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