año
05 | n º 47 | abril 2018
Amancay Wessel: “El ciclista y los artistas que mostramos en el programa actúan desde la resistencia, porque no tienen su espacio propio”. Editorial con Amarillis Horta directora de Bicicultura A Pedales África: “La bicicleta en África era nuestra bandera de paz” Viva la fiets Bicicletas con inspiración holandesa Revista mensual de circulación gratuita www.revistapedalea.com
·1·
revistapedalea revista pedalea revista pedalea
www.revistapedalea.com
¡2¡
·3·
·4·
Contenidos Publicación digital de fomento de la cultura ciclista de edición mensual. //Directora Myriam Salazar //Textos Michelle Raposo Natalia Bobadilla Ximena Vásquez Gonzalo Cancino Peter Loch Colaboración especial de Amarilis Horta Tricallotis //Fotografías Víctor Rojas Myriam Salazar //Portada Victor Rojas //Portafolio Alpes Escuela de Imagen y Comunicación //Diseño Aribel González //Diagramación La Máquina Editores //Ventas Victor Rojas victor.revistapedalea@gmail.com +56 9 78528444
6
editorial
Amarilis Horta Tricallotis
12
opinión
Laboratorio de Cambio Social
8
actualidad
Pedaleando Africa
14
mi primer a bici
Amancay Wessel y Antonio Carrillo
20
24
28
34
el taller
Lo que núnca debes hacer con tu bici
portafolio
Hugo Tapia Berardi
//Contacto contactorevistapedalea@gmail.com + 56 9 5714 3245
@revistapedalea revista pedalea revista pedalea www.revistapedalea.com
Revista Pedalea es una publicación independiente, editada por La Máquina Editores Limitada. Revista Pedalea no se responsabiliza por las opiniones de sus colaboradores. Todos los derechos reservados. Las imágenes publicadas no pueden ser reproducidas por ningún medio sin autorización.
·5·
emprendencleta
Viva la Fiets
v iv encial
"Imparable"
editorial
#60Mata: El llamado de la sociedad civil organizada a calmar el trĂĄnsito Amarilis Horta Tricallotis Directora Centro Bicicultura
¡6¡
Chile es un país acosado por la velocidad, vamos y estamos siempre atrasados, apurados, ansiosos, impacientes. El tiempo que nos toma llegar a casa y a cualquier destino, crece inexorablemente, y el viaje se vuelve más agotador y estresante. Esa realidad la vivimos transversalmente en todo el arco social, cultural y político, atrapados en un bus, en un citycar o 4x4. Y es que cada año entran 350.000 nuevos autos a las calles, conducidos por personas que también querrán huir del taco rápido, para llegar veloces a quedarse pegados en el siguiente semáforo. Las mediciones echan por tierra toda ilusión de que en horarios de cierta congestión podamos llegar antes, acelerando todo lo que sea posible entre intersecciones. Con esta práctica se ganan entre 1 y 2 segundos por cuadra y el tiempo total de viaje se reduce una insignificancia, porque en ciudad, con congestión, se pasa más tiempo detenido y frenando que rodando. Similar es en el Metro y en veredas congestionadas, y ya tampoco se salvan las ciclovías. Transantiago continúa esperando le asignen pistas exclusivas atrapado en el taco (buses) o con niveles de hacinamiento agotadores (metro). Es difícil evitar esta pulsión de acelere colectivo, que a mayor congestión más se exacerba, y hasta el más pacífico ciudadano se vuelve por momentos agresivo. Así las cosas, la opción individual de resistirse y no correr, es socialmente mal vista y castigada. El costo en salud de este aceleramiento es enorme. Están los mal llamados “accidentes”. Tenemos el más alto número de personas fallecidas por siniestros viales, entre todos los países de la OCDE , y una de cada 3 personas que quedan con secuelas de por vida, es un niño-niña de menos de 14 años. Cada día, por el solo hecho de salir de nuestras casas, corremos el riesgo de ser una de las 5 personas que morirán en las calles, víctimas de la velocidad. La velocidad es causal de prácticamente el 100% de los muertos y heridos graves del tránsito. El alcohol, drogas, somnolencia, distracción, podrán ser sus detonadores, pero siempre que hay muertos y heridos graves, es porque el vehículo los impactó a una velocidad letal. Los vehículos detenidos no matan y a baja velocidad solo muy excepcionalmente. Contrario a lo que se piensa, la mayoría de las víctimas son ocupantes de autos pequeños, sin cajuela protectora, luego vienen los peatones, los motociclistas y por último los ciclistas. Y si hablamos de costos en salud, crece la información y estudios sobre las repercusiones que tiene este aceleramiento y agresividad generalizada sobre la salud personal, el sistema nervioso y el sistema inmunológico por estrés, ansiedad y frustración. Pero también están los costos ambientales que genera este estilo de conducción: aumento en el consumo de bencina y emisiones, polvo en suspensión de neumáticos en constantes frenazos, mayor ruido, elevación de la temperatura ambiental de la ciudad, por mencionar sólo algunos. Pareciera no haber forma de cambiar esta situación y eso nos ha llevado como sociedad a ignorar y a naturalizar las muertes de tránsito, considerándolas como fatalidades del destino, en que simplemente “le llegó la hora”. (Podríamos preguntarnos qué piensan los padres y los hijos de los fallecidos al respecto). Aún somos pocos los que nos damos cuenta de la tremenda oportunidad que representa la reducción y fiscalización de la máxima a 50 Km/h en nuestras ciudades. Primero y en lo inmediato, porque se trata de un umbral clave, que siendo aún muy alto, permite una drástica reducción en la ocurrencia y gravedad de los accidentes (reducción de 85 a 60% de víctimas fatales). Pero sobre todo por lo siguiente: exige a conductores de potenciales armas de destrucción y muerte que se conducen cargadas, de vehículos capaces de desarrollar altas velocidades, a una actitud de conducción controlada, atenta a la velocidad, a los otros conductores, a las condiciones del tránsito y la vía, les permite anticiparse a los semáforos, disminuyendo y aumentando velocidades de manera más gradual y fluida, en suma un mucho mayor control de esa arma mortal, y romper de una vez por todas con el círculo vicioso y nefasto de correr y frenar entre intersecciones. Considerando los tipos de viaje y no las personas, tenemos que en Chile 1/3 de ellos se realiza en transporte público, 1/3 en transporte privado y 1/3 a pie y en bici. La cantidad de viajes en bici se ha venido duplicando cada 4 años y en los últimos 5 se han importado 4,5 millones de bicicletas. Basada en la tendencia podemos estimar que actualmente se realiza alrededor del 7% de los viajes en modo bicicleta, a pesar de la ausencia de facilidades, de la informalidad y desprotección del modo, en ciudades de conducción tan acelerada y violenta. Otorgar mayor seguridad en calles y avenidas a ese 7% de seres humanos que se mueven en ciclos, sin congestionar ni contaminar, es una obligación de Estado y la única opción realista para lograr que no crezca el conflicto que se da en algunos lugares céntricos entre peatones y ciclistas por el uso de veredas. La oportunidad de expandir este modo a nuevos públicos, a escolares y personas mayores está en relación directa con el calmado del tránsito. La Ley de Convivencia Vial debe ser aprobada íntegramente, con su componente de reducción de velocidad máxima en ciudad y la Red Ciudadana por la Convivencia Vial, abierta a nuevas adhesiones y en constante crecimiento, no descansará hasta lograrlo.
·7·
actualidad
“La bicicleta en África era nuestra bandera de paz”
Dos chilenas y dos argentinos pedalearon más de nueve mil kilómetros por varios países con el fin de conocer y armar un documental que desean estrenar por la televisión abierta. Todo esto desde el punto de vista único que dan la tracción humana y las dos ruedas.
Por Michelle Raposo Fotos: A Pedalea África
·8·
·9·
Se podría decir que lo que viene ahora es quizás más titánico que recorrer la mitad del continente africano en bicicleta. Porque ¿cómo se puede resumir una experiencia única en la vida en un número determinado de capítulos? Con esa misma fuerza y corazón con el que pedaleó, la fotógrafa Paulina Díaz -quien recorrió 9.014 kilómetros junto a Renate Barraza y los argentinos, Alejandro Merola y Leandro Eljall- se encuentra en plena etapa de postproducción del documental que busca mostrar lo que fueron esos 360 días de v iaje por Sudáfrica, Namibia, Botsuana, Zimbabue, Mozambique, Tanzania, Zanzíbar y Malawi . “Nuestra idea es venderlo a algún canal de televisión abierta y hacer una serie de entre 10 y 12 capítulos que describa el viaje. Hasta ahora nosotros mismos estamos haciendo ese trabajo, medio aprendiendo sobre la marcha”, cuenta Paulina. Aunque a primeras no todos son documentalistas, Alejandro y Leandro, tienen experiencia grabando un viaje previo de un año hecho por la Araucanía; y Paulina, además ha trabajado con videos. “Es otro desafío para nosotros, pero no nos limita nada. Estamos sobre la marcha haciendo teasers, capítulo piloto, guiones, asesorán-
donos con personas que conocen más el medio, y nuestra idea es coproducir con una productora. Estamos ahora en etapa de elaboración del proyecto para venderlos a los canales”. Viajar liviano No hay mal que por bien no venga, dicen. A cinco días de llegar, y mientras celebraban año nuevo, al grupo les robaron todo el equipo que llevaron para documentar el viaje. -¿Eso afectó para mejor o para peor? Nosotros quisimos continuar con el viaje, con una visión súper optimista. No nos derrumbó, pero perdimos todos los equipos. Solo la cámara que llevamos a la fiesta de año nuevo se salvó, pero todo el resto lo perdimos. Computadores, cámaras, discos duros, mi pasaporte, todo. Pero al final con el tiempo me di cuenta, primero, que íbamos más pesados que lo que el viaje permitía. Si hubiésemos tenido esa cantidad de cámaras y computadores hubiera sido un cacho. Entonces nos sentimos más livianos en cuanto a pesos y cosas. Y en responsabilidad también. Y lo otro, es que nos unió como equipo, porque nos vimos enfrentados del principio a una situación penca, y vimos al tiro
· 10 ·
la personalidad de cada uno. Nos apoyamos siempre y nunca pensamos en parar. Fueron cerca de cuatro meses de preparación entre Paulina y “los niños”, como la fotógrafa llama de cariño a Leandro y Alejandro. Los tres se conocieron por medio de un amigo scout de la infancia, que participó en el viaje previo de los argentinos por la Araucanía y con quien partió inicialmente la idea de visitar África hace cuatro años. Luego de eso se sumó Renate, la chef del grupo y la integrante con menos experiencia pedaleando. “Justo cuando empezamos el proceso de planificar me puse a pololear con la Renate y le dije, yo me voy. Partimos todos y ella se unió a la mitad del viaje, con su bicicleta, sus alforjas y mega motivada hasta el fin”. Piernas, corazón y mente: Esto es lo que somos Una de las particularidades de andar en bicicleta, es que uno no se esconde. Inmediatamente puedes percibir al otro y su humanidad. Fue este medio, y no por ejemplo, un vehículo todoterreno, lo que les permitió entrar más fácil con la gente.
“En África, la bici era nuestra bandera de paz. Porque primero estás súper cercano a la gente. Te ven como alg uien muy humano, muy que necesita algo, siempre estábamos cochinos, muertos de sed. Entonces las personas no podían creer la cantidad de kilómetros que estábamos haciendo y nos preguntaban dónde estaba nuestro auto”, cuenta Paulina.
Bichos raros Un continente lejano, del que sabemos poco y nada, y lo que alcanza a llegar, está referido principalmente a las noticias de conflictos bélicos o enfermedades. Una de las claves para enfrentar este desconocimiento cultural, comenta Paulina, fue ir sin tanta expectativa, abiertos a lo que África tenía para entregar.
“Primero la bici te acerca al medio ambiente, uno va sintiendo los olores, el paisaje. Y luego a las personas, por eso mismo que no hay ninguna barrera. Y cuando se daban cuenta de nuestro proyecto nos invitaban a sus casas. O sea, pasamos de estar en una choza con una abuelita que no tenía nada, que amó nuestra idea, a una mansión con piezas para cada uno, ducha, baño, porque nos invitaban y nos decían que no nos preocupáramos. Éramos como entre héroes y mendigos todo el rato”.
“ Yo por ejemplo, pensé que me iba a encontrar con un África más musical, y al final se dio solo en algunos países. También había algunos miedos, como en Zimbague, por ejemplo, que había una dictadura. O de pasar de países en conflicto. Que en realidad no es así. Nosotros desde Sudamérica tenemos esa percepción de un África muy peligrosa. Y este viaje nos ayudó a cambiar eso y no opinar tanto hasta que uno ve la realidad”.
Otra particularidad de la bicicleta que se suma a este tipo de experiencia es el relajo mental que provoca. “El tema de andar todo el tiempo en bici hizo que nuestro cuerpo y mente se mantuviera muy sano. Todos los días pedaleábamos como seis horas, entonces estábamos mega fitness, pero además teníamos tiempo de reflexión. Si te pasó algo raro en la mañana, después de tres horas arriba de la bici lo entiendes todo. No te deja mucho caldo de cabeza”, recuerda la fotógrafa.
Desde otro punto de vista, es imposible para un grupo de cuatro sudamericanos, de tez blanca y cabellos medios rubios pasar desapercibidos. En muchos casos fueron ellos mismos el centro de la novedad y también parte de los prejuicios. “Fue heav y. Nunca esperé que pasara algo así. En países con mucha densidad poblacional la gente gritaba en sus idiomas ‘blanco, blanco’, y empezaba a llegar todo el pueblo y nosotros íbamos por la carretera y la gente corría a mirar. Son muy curiosos, pero muy amables. Y pien-
san que por ser blanco tienes plata, así que nos dábamos el tiempo de explicarles que éramos de Chile, nadie sabía lo que era, explicando entre inglés y señas, que no era un país millonario y que Sudamérica no es Estados Unidos”. Frente a eso, y pensando también en lo que pasa en Chile, una reflexión que hace Paulina es que tiene que haber esta curiosidad por aprender. “Tiene que haber un intercambio. Si te estoy mirando porque eres de color quiero saber de ti, o si tienen una pregunta háganla, pero tiene que existir un intercambio cultural. Yo creo que es un beneficio para la humanidad que todos seamos distintos. Creo que el mensaje es que viva la diversidad y la diferencia y ser amoroso con esa diferencia”. Junto al color de la piel, también se sumó el factor -más machista- de ver a mujeres viajando. Pero no solo eso, dos mujeres viajando y en una relación. “Por lo menos en cuatro países de los que estuvimos es ilegal ser gay. Pero nunca sentí una discriminación, ni me sentí vulnerable. Y con la Rena tampoco somos unas personas reprimidas. Lo que sí sentí curiosidad todo el rato. Nos dábamos un beso y la gente gritaba. O se acercaban y nos preguntaban. Nos pasó con adolescentes que nos preguntaban cómo era nuestra vida así. Sí nos dijeron es que tuviéramos cuidado porque era ilegal, pero en verdad siendo ciclistas, blancos, sin plata, vegetarianos ya no querían más”. Después de un año es difícil no extrañar. “Agarré mucho cariño a las personas de allá. Tienen una ingenuidad muy bonita, son simples. Extraño ese modo de vida que se nos contagió a nosotros, muy austero, cercano a la naturaleza”. “En todos esos momentos en que uno podía decir que la cosa se estaba poniendo peligrosa lo resolvimos de manera muy adulta. Y nos vimos muy apoyados por la generosidad de África misma”, concluye Paulina.
· 11 ·
Estudio Perfil Ciclista 2017 Una mirada panorámica a los ciclistas de Chile y Latinoamérica Por Ximena Vásquez y Gonzalo Cancino Laboratorio de cambio social
Al finalizar el 2017, se desarrolló una nueva edición
como medio de transporte. Convocado por las
en el movimiento - permite el desplazamiento
Transporte Ativo, el Laboratorio de Mobilidade
de Mobilidade Sustentável y el Observatório das
principales motivos de viajes para las personas
del Perfil Ciclista impulsado por las organizaciones Sustentável y el Observatório das Metrópoles.
En esta nueva versión se quiso tener una mirada latinoamericana, donde el Laboratorio de Cambio
organizaciones Transporte Ativo, el Laboratorio Metrópoles. Se entrevistó a 5.012 ciclista en diez ciudades de diferentes regiones de Brasil.
Social, lideró el proceso de encuesta en Chile. Este
La edición 2017 mantiene el foco principal en la
la construcción de políticas que promuevan el uso de
miento en la locomoción y las dinámicas de uso
estudio tiene por objetivo generar datos que impulsen la bicicleta en las ciudades, es una de las formas de trabajar en favor de las bicicletas.
En los últimos años el uso de la bicicleta viene
destacándose en el mundo como un medio de transporte activo parte del buen vivir en el ambiente urbano, un beneficio para la movilidad en
las ciudades, con su importante aporte que significa para la salud de las personas que la utilizan a diario para movilizarse a sus trabajos, lugares de estudio, realizar compras, entre otras cosas.
producción de datos sobre cambios de comportacotidiano de la bicicleta. En esta oportunidad la
prácticamente hacia cua lquier destino. Los encuestadas son:
Ir al trabajo: 74% Compras: 74%
Visitar, pasar a dejar a alguien: 69% Otros como salud, trámites: 60%.
convocatoria fue mayor, la incorporación de más
Solo un 7% señala que utiliza la bicicleta como
Latina.
metro.
ciudades brasileñas y de otros países de América El Laboratorio de Cambio Social, la Universidad
para ir o venir de la parada de buses, tren o
Católica de Chile, Centro BRT, Ciudad Viva y
Cuando se les consulta sobre la principal motiva-
en toda Latinoamérica, llevan a cabo esta nueva
como modo de transporte, 2 de cada 5 personas
CEDEUS junto a varias otras organizaciones
edición en Chile incorporándose en el estudio
con datos de Valdivia, Temuco, Padre las Casas y Santiago.
ción que les hizo comenzar a utilizar la bicicleta
señalan que fue porque lo consideraban más rápido y práctico. Y 1 de cada 3 personas manifiestan que fue porque lo consideraban más saludable.
El panorama actual implica un gran desafío
Caso Santiago, Datos preliminares:
Es importante considerar que para continuar
uso de la bicicleta, así como para los que están
metodología utilizada fue la muestra estrati-
sería mejorar la infraestructura para el desplaza-
para los actores interesados en los análisis del involucrados en los procesos de elaboración e
implementación de políticas públicas para la
movilidad en bicicleta, dada la falta de datos o estudios mayores. Los esfuerzos de organizacio-
nes de la sociedad civil para dejar en evidencia el gran uso de la bicicleta es enorme, ya que aún es
escasa la información y el conocimiento sobre la
movilidad urbana, en especial sobre la bicicleta y otros modos activos de transporte en América Latina.
En Santiago, se realizaron 797 encuestas. La ficada simple, teniendo como objetivo estimar totales, medias y proporciones controladas. La
estratificación se da en tres límites territoriales en cada ciudad. Áreas con mayor presencia de
personas con altos ingresos y alta escolaridad (Zona TIPO 1; Z1); Áreas con mayor presencia
pone hincapié en la infraestructura y 1 de cada 4 siente que hay que mejorar la educación vial.
publicarlos y poder tener este insumo para desa-
(Zona TIPO 3; Z3).
plazamiento, tanto para hombres como para
en el debate con respecto del uso de la bicicleta
dencian los encuestados que 3 de cada 5 personas
de personas de bajos ingresos y baja escolaridad
primera edición del estudio Perfil Ciclista, en el nar algunos de estos vacíos y con eso contribuir
seguridad/educación en el tráfico, o así lo evi-
El análisis de datos de Chile y Latinoamérica
(Zona TIPO 2; Z2); Y áreas con mayor presencia
Pudimos observar en los datos recabados que
año 2015 en Brasil, vino, en cierta medida a lle-
miento que nos brinda la ciudad o más y mejor
de personas con renta y escolaridad mediana
Poco se sabe, por ejemplo, respecto de las mo-
tivaciones y hábitos de los ciclistas urbanos. La
fomentando el uso de la bicicleta una estrategia
la bicicleta genera la misma autonomía de desmujeres, evidenciando que es una herramienta
democratizadora ya sea en lo económico -prácti-
camente toda la gente tiene acceso a ellas- como
· 12 ·
están siendo procesados para próximamente
rrollar y guiar mejor las políticas públicas de las ciudades involucradas.
mi primera bici
Amancay Wessel y Antonio Carrillo de “La bicicleta”
La nueva temporada del programa cultural se estrena este mes en el canal del cable. Serán 8 capítulos donde mostrarán manifestaciones artísticas de sectores periféricos de Santiago, a los que siempre llegan en dos ruedas.
Por Natalia Bobadilla Fotos: Victor Rojas
· 14 ·
· 15 ·
Este mes se estrena la cuarta temporada de “La bicicleta”, en 13C, un programa donde pedaleando se llega a distintos lugares de Chile para conocer artistas e iniciativas que no tienen cabida en el circuito tradicional. Antonio Carrillo, director del espacio, y Amancay Wessel, conductora pedalera, son ciclistas de corazón. Hace rato que se bajaron del transporte público y ambos comparten, coincidentemente, una infancia marcada por las dos ruedas. “Me acuerdo que tenía 8 años y estábamos en Rapel con mi familia para una Navidad. Había unos paquetes gigantes para mí y mi hermana. Recuerdo que fue espectacular la sensación cuando abrí y vi una Bianchi roja, grande, de aro 24”, rememora Antonio. Amancay, a la misma edad, vivió algo similar. “Crecí en Puerto Varas. Recuerdo que pedí una bici. Cuan-
do me llegó, como el clima no era muy bueno, no podía andar mucho. Por eso, las veces en que salía a andar, experimentaba una sensación de libertad increíble”, añade. 10 años más tarde y ya convertidos en estudiantes, se conocieron cursando la carrera de periodismo en la Universidad de Chile. Fue ahí que surgió el origen de la “La bicicleta”, en ese entonces, como un trabajo para el ramo de televisión. “La idea era generar un programa de difusión de artes, espacios de gestión cultural, artistas en el anonimato e iniciativas artísticas educativas, fuera del circuito oficial de las artes y que no tuvieran espacio en los medios”, detalla el realizador, quien escogió el nombre del programa inspirado en la recordada revista “La bicicleta”, publicación creada a fines de los años 70 por Eduardo Yentzen.
· 16 ·
Años más tarde, retomaron esa misma idea y armaron un piloto que fue bien recibido en el canal nacional del cable. Así, en 2014 debutaron en pantalla, a punta de pura autogestión. Por el éxito que tuvieron, se sumaron auspiciadores que permitieron la realización de una segunda temporada. Posteriormente, se adjudicaron un Fondart nacional, para la tercera entrega, y recientemente uno regional, con el que pudieron concretar los 8 nuevos episodios, donde recorren sectores periféricos de Santiago. -¿Cuál es la relación entre la bicicleta y los contenidos del programa? -Amancay: El ciclista y los artistas que mostramos en el programa actúan desde la resistencia porque no tienen su espacio propio. Por eso buscan generar experiencias.
“El ciclista y los artistas que mostramos en el programa actúan desde la resistencia porque no tienen su espacio propio” -Antonio: Desde la universidad que nos preguntaban eso. Nos decían oye, ¿por qué se llama La bicicleta si no hablas de los problemas con las ciclovías o las políticas públicas? La bicicleta es un concepto totalmente ligado a lo que hacemos en el programa, con la difusión de todo lo que no tiene espacio en un escenario cultural dominado. Andar en bici es, de alguna forma, resistir al espacio urbano, a la arquitectura, a los autos, al caos que hay. Todo eso está ligado a un nivel semántico con el arte, no es algo literal, ya que se trata de un formato audiovisual. -Antonio, ¿cómo reaccionan las personas cuando ven que la conductora llega pedaleando? -A la gente le hace mucho sentido que Amancay ande en bici. Pedalear genera un vínculo con una ciudad que no está diseñada para nosotros, los ciclistas. Te apropias andando y pasas a ser parte de los lugares. La bicicleta y el arte en sí son un reclamo por un espacio que no tienen y que necesitan. -¿Ha cambiado tu relación con la bici, Amancay? -Desde que comenzamos con el programa que solo me muevo en bici. Me ha mostrado una forma de experimentar la ciudad de otra manera. Andar en Santiago es súper rudo, hay que estar alerta. Es una ciudad que no está en sintonía con los ciclistas ni con los peatones. A pesar de eso, no suelo andar por ciclovías porque me gusta andar por las calles, le he perdido el miedo y es el lugar donde debe ir la bicicleta.
· 17 ·
· 18 ·
· 19 ·
el taller
El taller con Oh my bike!: Cosas que no debes hacer con tu bici
Por Alexander Rubilar
ciclista, mecรกnico y fundador de Oh my bike!
20
No hay nada mejor que un paseo o salida con tu bicicleta en buen estado, sin ruidos, sin chillidos y sin quedar tirado a mitad de camino. Como has leído en ediciones anteriores, hay ciertos cuidados que debes tener para mantener tu bicicleta impecable sin gastar dinero en el taller. Si recién comienzas a “meterle mano” a tu cleta, entonces procura nunca hacer estas 5 cosas: 1.- Lubricar la cadena con WD-40 Este es el caso más clásico de todos, ¿alguno de ustedes, ciclistas experimentados, nunca le roció WD-40 a su cadena de bicicleta? ¿Ah? A pesar de que actualmente la marca que fabrica WD-40 tiene una línea de productos exclusivo para bicicletas, el conocido WD-40 no es para lubricar tu cadena ya que con el uso atrae más polvo y tierra lo que terminará por provocar mucha más suciedad en tu transmisión. Hemos visto casos peores: cadenas lu-
bricadas con aceite de auto, con aceite de cocina, con grasa roja, entre tantos otros experimentos fallidos que han pasado por Oh my bike! Procura lubricar tu cadena con un aceite específico para bicicletas –la versión más barata no supera los 2 mil pesos en nuestra web ohmybike.cl- o en el peor de los casos con aceite para máquinas de coser, una alternativa cuando no hay lubricante en casa. Antes de usar el aceite recuerda pasar un paño limpio y seco por tu cadena antes –para sacar la suciedad superficial- y después de lubricar –para quitar excesos-, así podrás mantener la limpieza de tu transmisión por más tiempo. 2. Inflar los neumáticos con menos o más presión de la que corresponde Si nos has leído en ediciones anteriores ya sabes que las ruedas de tu bicicleta usan una presión mínima y máxima que puedes revisar en la banda lateral de tus neumáticos.
Para mantener la calidad de tus neumáticos, evitar pinchazos y deformaciones nunca uses los neumáticos con menos o más presión de la que indique el fabricante. No les hagas caso a esos porfiados que andan diciendo “que yo inflo a 35 PSI y…”, ¡no!. Las bicicletas son distintas a un auto y si recordamos nuestras clases en el colegio: si la rueda es más pequeña tiene menor área de contacto y necesita por ende más presión, ¡ciencia! En MTB por lo general los máximos llegan a los 60 PSI y en ruta a 120 PSI, revisa la banda lateral de tu neumático para averiguar este dato. 3.- Guardar tu bicicleta sucia Típico que tienes un accidente en bici o haciendo deporte, un viaje o algo como una lluvia que te impida usar la bici de forma regular. Si este es el caso evita guardarla en un lugar a la intemperie, nunca lo hagas si está sucia, mojada o con barro ya que la humedad y suciedad puede deteriorar progresivamente las piezas de tu bicicleta. Si no tienes más que un patio
para dejarla lo mejor es comprar una lona plástica y dejar tapada tu bicicleta con tal de evitar corrosión. En ohmybike.cl encontrarás fundas para bicicletas, universales y resistentes a la humedad. Visita nuestra web para saber más. 4.- Usar tu bicicleta con alguna pieza gastada o dañada Por seguridad, comodidad, para ahorrarte plata y más de algún mal rato no uses tu bicicleta con piezas en mal estado, menos de la transmisión (cambios y frenos). A pesar de que una bicicleta en ciudad por lo general requiere poca mantención si la cuidas de forma adecuada y le das buen uso, hay piezas que de todas formas se deben cambiar de forma periódica como la cadena –y por lo general junto con ésta el piñón-, los patines o pastillas de freno, cables y sus fundas, entre otras.
Es posible conservar tu bicicleta en buen estado por muchos años simplemente haciendo mantención de forma regular y siguiendo los consejos que te hemos entregado a lo largo de estas ediciones.
está demás invertir en herramientas que te permitan ajustar tu bici sin dañarla y sin que se vuelva una mala experiencia, hasta la herramienta más básica te servirá para llevar a cabo esta labor.
5.- Hacer ajustes o reparaciones sin las herramientas adecuadas Nuestra idea es que la autonomía de andar en bicicleta se traspase a toda índole que abarque a este noble medio de transporte, por eso, nos gusta que cada vez más personas tomen la iniciativa, aprendan de mecánica y compartan a su vez su conocimiento, tal como lo hace nuestro equipo y tal como lo hicieron alguna vez con nosotros: ayudarnos a aprender.
Si quieres compartir tu experiencia con nosotros o tienes una consulta no dudes en escribir a contacto@ohmybike.cl
Un consejo si estás ajustando tu bici: no uses herramientas inadecuadas, un manojo de llaves Allen es suficiente para una salida, pero si te tomas en serio esto, no
· 22 ·
· 23 ·
emprendencleta
Viva la fiets: Venta, arriendo y tours en bicicleta con inspiraciĂłn holandesa
Por Natalia Bobadilla
¡ 24 ¡
· 25 ·
Viajando por Ecuador en el año 2012, Diego Espejo (31), profesor de matemática oriundo de Tomé, Concepción, y surfista de corazón, conoció a Marleen v a n K a l mt hout (3 0), economet r ista holandesa que andaba recorriendo por seis meses América Latina. La amistad que ahí nació los llevó a seguir paseando juntos hasta consolidar una relación. “Nos conocimos y nos gustamos”, recuerda el chileno. Luego de un tiempo viajando, tuvieron que separarse para cada uno volver a sus países de origen, por lo que no les quedó otra que mantener una relación a distancia, donde solo se veían en visitas esporádicas que hacían. Pero, dos años después, el chileno decidió dejar su trabajo en una escuela básica e irse a vivir con ella a Ámsterdam y luego a La Haya. Fue conociendo la realidad de Holanda que Diego comenzó a imaginar lo que sería su actual emprendimiento, Viva la fiets (esta última palabra significa bi-
cicleta en holandés). “Me di cuenta que la bicicleta era todo y para todos. Me gustó ese concepto”, explica. Marleen, como buena holandesa, era fiel usuaria del pedaleo. Eso también aportó su cuota en el amor por el mundo del ciclismo que desarrolló el profesor chileno. “En mi país decimos que nacimos en la bici, desde que podemos caminar empezamos a andar en bici también. Se usa para ir a la escuela, para hacer compras, para ir al trabajo etc. Entonces yo sí lo introduje la bici, pero Diego se enamoró de la bici más por la cultura en Holanda que por mí ”, acota ella. En el pedaleo diario, el chileno se dio cuenta de un fenómeno muy frecuente en las calles del país europeo, el que le sir vió de inspiración para lo que sería su emprendimiento. “Me construí mi primera bici estando allá. La encontré en la calle botada. La tomé, le compré algunas piezas y la restauré. Así nació la
· 26 ·
idea de hacer algo porque allá había muchas bicis botadas y yo podía reciclarlas”, cuenta sobre el nacimiento de Viva la fiets (http://www.vivalafiets.com). “Cuando veía bicicletas botadas, les dejaba una nota que decía algo así como: si esta bicicleta no la usas dentro de cinco semanas, la voy a tomar y me la voy a llevar. Si estás de acuerdo, deja este papel”, detalla sobre su método de recolección. Luego, tras hacer unos cursos de mecánica, decidió crear una página web donde la gente podía contactarse para donarle sus bicicletas y él las iba a buscar.
en la calle y la gente se acercaba porque las encontraban bonitas y les llamaban la atención. Y como nos fue bien, comenzamos a ofrecer también los tours como un servicio más. -¿Qué diferencia a Viva la fiets de otros negocios del mundo cletero? -Marleen: Yo creo que hay algunos aspectos que hacen único Viva la Fiets: las bicis vienen de Holanda, son de buena calidad y de harta onda. Son bicis que no están acá en Chile. Cuándo yo ando en mi bici por Viña, todo el mundo mira la bici, es algo nuevo. Lo otro es que me gusta el motivo de la empresa. No se trata de hacerse millonario con un negocio, sino de introducirles a los chilenos el mundo de la bici, la conveniencia, la libertad, hacer ejercicio sin darse cuenta, etc.
“Cuando junté muchas, empecé a investigar cómo era la exportación a Chile, porque quería volver y traérmelas. Era algo difícil de concretar porque todas las bicis tienen un código que registra la información de su procedencia y la policía podía revisarlas si las sacaba del país. Si eso pasaba, no podría enviarlas”, recuerda Diego. Por eso se dio el trabajo de revisar que ninguna estuviera en el registro de robos que existe en Holanda. Luego de ese trámite y de comprar más bicis, trajo a Chile un container con, en total, 250 modelos.
-¿Fue muy difícil entrar en el mercado chileno? ¿Cuál fue la recepción? -Diego: Cuando llegamos, solo vendíamos bicicletas online. Pero no sé por qué, acá no prendió tanto como pensábamos, la realidad chilena es distinta. Entonces nos dimos cuenta que necesitábamos que nos conocieran más, meter ruido. Así que se nos ocurrió comenzar a hacer tours gratuitos en Viña del Mar y Valparaíso, solo como publicidad. Teníamos las bicis
La pareja llegó al país y se radicó en Viña del Mar. Y desde noviembre, ambos trabajan por hacer crecer a Viva la fiets, con una variedad de servicios que hoy tienen disponibles. Por un lado, está la venta online de onderas bicicletas holandesas -con la opción de personalizar modelos al gusto del cliente- cuyos precios parten desde los 150 mil pesos. Además ofrecen arriendos de modelos para hombres y mujeres, por 7 mil pesos (bicicleta sin cambios) y 8 mil pesos (con cambios) las 8 horas. Y también con gran éxito siguen realizando distintos tours pedaleables por Viña, Concón y Valparaíso.
· 27 ·
portafolio
Hugo Tapia Berardi Ilustrador
Mis ilustraciones se caracterizan por la búsqueda de un discurso del color y la forma, que se sustentan en la reinterpretación pictórica de animales y paisajes. Por otro lado mis trabajos se acercan mucho a la recuperación del Patrimonio Cultural, Natural y Arquitectónico de Chile, mediante una gráfica definida y reconocible, lo que me ha llevado a trabajar en proyecto con el Consejo de Monumentos"Patrimonio para Niña y Niños", la Seremi de Medio Ambiente "Murciélagos de la Región Metropolitana", 9 libros de educación ambiental para escolares de prebásica hasta 8º básico para el Gobierno Regional de Aysén. La educación ambiental es uno de los temas que mpas me apasionan y en los cuales he tenido las publicaciones más importantes, por lo mismo el año pasado publiqué el libro "Flora y Fauna de Chile para Colorear" y participé con 11 ilustraciones en el libro "32 Especies para Conservar". Me gustaría seguir ilustrando el patrimonio de Chile en todas sus variantes y empezar a generar productos como juegos de mesa, vasos, individuales, poleras etc.. que potencien la asimilación de contenidos medio ambientales mediante objetos de la vida diaria, generando conciencia ambienta de manera lúdica y entretenida.
· 28 ·
· 29 ·
· 30 ·
· 31 ·
· 32 ·
· 33 ·
vivencial
Imparable.
Por Peter Loch, fundador de Fundación Wazú y usuario de WTW Santiago Cycling.
· 34 ·
· 35 ·
Nací el 86. Cuando ya tenía catorce, un amigo me invitó a dar un paseo en bicicleta. Era sábado, el verano se había ido y abril parecía un buen mes para pedalear. Nos juntamos cerca del colegio en que estudiábamos, aparte de la amistad, compartíamos clases. Comenzamos a pedalear, subiendo por Quilín, subida suave, árboles, lindo paisaje, muchas menos casas y autos de los que hoy hay. Los cinco íbamos por la calle, libres como cualquiera a esa edad. Desde pequeño me gustó la velocidad, y eso me regalaba mi bicicleta, el viento en la cara, la recompensa del cansancio era ir primero en el grupo, pero esa vez no me duró mucho. Íbamos por Consistorial, se estaban haciendo unos arreglos y había montículos de tierra, yo los vi no más que un lomo de toro. Me equivoqué, sumado a la velocidad, volé, pero no con intención, no fue un salto de libertad, mucho menos al caer. De espalda mirando al cielo, líquido caliente recorría la parte posterior de mi cabeza. Mis amigos me rodeaban,
mi cuerpo se volvió muy pesado, y como dicen que cuando te pegas fuerte en la cabeza no hay que pararse, ni siquiera intente moverme. Uno de ellos lloraba, eso no era buena señal. A los pocos minutos llegó una pareja de bomberos que vivían por el sector. Con su experiencia me inmovilizaron, yo seguía ahí sin ni siquiera intentar moverme, no sospechaba nada, solo estaba ahí. Largos minutos, llegó la ambulancia, mi primer viaje en una, ese día fue un tour; la posta cercana, hospital uno, hospital dos, tal vez un tercero, en uno había un niño con cáncer del Calvo Mackenna preguntó cuánto tiempo me quedaría, mi madre siempre lo recuerda. Mi destino final, el Hospital del Trabajador. Seguía mirando el cielo, ahora blanco y el sol se convirtió en tubos fluorescentes. En el tercer día de la UCI me llevan a dar otro paseo, esta vez a un pabellón, operación de cincos horas, ya en la habitación, los médicos dan las noticias, tetraplejía.
· 36 ·
En fácil, tetraplejía es andar en una silla de ruedas, no mover piernas, no tener control de tronco, no mover los dedos, en mi caso, tengo 10% de movilidad de mi cuerpo. Con ese porcentaje, no hay opciones uno cree. Por suerte no es así, si bien hay muchos límites, también muchas oportunidades, las que dependen por una parte de cómo tomes esta nueva vida y te arriesgues, y por otro lado, lamentablemente, está el dinero, es impresionante las posibilidades que hay cuando se tiene recursos.
· 37 ·
En los primeros meses seguía lo que se me indicaba desde los terapeutas y kinesiólogos, no tenía objetivos. Había una resignación, unos podrán decir que es ser negativo, yo digo que realista, por los antecedentes que tenía. Hasta que llegó un nuevo kinesiólogo, suizo, otra visión de la discapacidad, conociendo a la perfección los límites y posibilidades. Andreas me abrió los ojos cuando me habló de manejar –aunque no es lo más correcto hablar de autos con ciclistas jaja-, era mi sueño, que pensé que nunca iba a lograr, años de pesas, pesas, ejercicios, pesas, ejercicios, dieron resultado, logré manejar y ya llevo más de diez años manejando, lo que me da una inmensa felicidad.
Otra forma de pedalear Ahora lo que nos convoca, para responder la pregunta de ¿qué nos va hablar de bicicletas alguien que hace más de dieciséis años no se sube a una? Y es verdad, la última vez fue cuando me caí. Pero ya hace unos tres años, gracias a Internet conocí las “handbike” los precios bastante desalentadores, hasta que llegué al sitio w w w.trum.cl empresa de alguien con una silla de ruedas como yo, se dedica a fabricar bicicletas para personas en situación de discapacidad. Vi fotos, videos y me convencí, escribí y compré. Recuerdo las cajas en que llegó, la primera vez que la probé y fue casi imposible de usar, un nuevo desafío.
Fundación Wazú Diez años después de vivir en una silla de ruedas nace Fundación Wazú, que desde mis experiencias, vivencias y la necesidad de un espacio, viene a dar oportunidades a personas en situación de discapacidad, para que así puedan intercambiar ideas, realidades y encontrar un empleo. Hoy gracias a la Ley 21.015 las empresas que tengan sobre cien trabajadores deberán dar cumplimiento de esta, contratando al 1% de sus trabajadores en situación de discapacidad.
Con amigos empezamos a ver cómo hacer para que me fuese más fácil avanzar. Se hicieron mejoras, pero quería más, necesitaba más y la conclusión fue, engancharme a una bicicleta. Empezamos con una cuerda, tenía muchas falencias, para frenar y también se enredaba en las ruedas. La solución, que hasta hoy uso, fue una “lanza”. Gracias a este fierro hecho con un taladro prestado y una visita exprés al Sodimac, hoy disfruto de la misma forma, no, me
· 38 ·
equivoco, hoy disfruto mucho más pedalear, esta vez la tricicleta, con los pedales las manos, las piernas que descansan eternamente. Si bien no me da la libertad que un día tuve, me entrega otra arista, la amistad, la colaboración. Caminando nunca subí el San Cristóbal, con la tricicleta ya lo he hecho más de tres veces, no solo claro, sí con amigos. Hay un refrán africano que me encanta y resume lo que para mí es andar en bicicleta, “Solo se va más rápido, juntos vamos más lejos”. Más información sobre Wheel the World y Fundación Wazú en los siguientes links: https://gowheeltheworld.com/a/l/es/products/ santiago-cycling-chile http://fundacionwazu.cl/
· 39 ·
· 40 ·