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Dolor de sombra

Edgar Hans Medrano (1986- )

estudiante de últimos semestres de literatura de la universidad naCional de Colombia, poeta y narrador. autor de los poemarios: agua de piedra (2006), espejos y caMinos (2006-2007), MarisMas deL TieMpo (2007), doLor de soMbra (2008) y MuerTe en oscuridad (2009). ha sido publiCado en el periódiCo ex-Libris y la revista gavia.

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Muerte de canción Algo falló en el silencio, algo calló, Algo se fue por su camino. Paul Celan

A M.

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Murió en el oeste un invierno cuando ella no trajo un hijo con mi nombre a este mundo. Le gustó alejarse antes de venir a llorar la ausencia, su beso fue un modo de rechazarme la vida en silencio. A veces se oculta en mi vigilia o en mi sueño, escucho su mirada cuando nadie la nombra y cuando nadie la conoce.

Ella renunció en mi espejo sin escuchar mi palabra, hablándome siempre.

sin Cobardía he vivido entre dos puentes…

Sin cobardía he vivido entre dos puentes que me desplazan a los sueños donde soy verdaderamente. Y recuerdo oscuridades del día de ayer, de imágenes taciturnas y besos que destruyeron mi tiempo, en ese dolor de sombra fue muriendo mi vida. Nadie enseñó a cantarme la música de mis silencios.

ese aroma suCio en la mirada…

Ese aroma sucio en la mirada que no sale de ti, que no te mira y a veces se escabulle como el desierto que huye del mar, de la sombra.

Y en lo oculto de tu puerta abierta el aire de la ventana suele saludar como espiando un silencio moribundo de alguien.

Es difícil la ausencia que se pudre de a poco como una lenta mano en la pared.

alguien taChó la luz…

Alguien tachó la luz y surgió la noche como el error oscuro, una mancha. Y anoche la estuve viviendo con la extraña lluvia que parece bajar del universo, del opaco infinito, densa tumba de Dios.

Desde algún lugar vimos como se entretenía nuestra pena, como divagaba nuestra muerte.

Un grito negro que no oyen los oídos y que, a veces, olvidan los ojos, imita nuestro vacío, allí, donde se enreda una nada.

La noche requiere oscuridad de corazón.

gravedad

Lloran como lluvias los que rodean una muerte y cuatro luces iluminan un sólido abismo.

Camino alrededor de mí y de a poco se me van abriendo caminos interiores, selvas de piedra,

altas, como un mar, cementerio sin cruces.

Y un dolor apretado aplasta mis pasos, los otros, me pesa, me derrumba, como me cansan los cielos.

La vida se oscurece, se muere disfrazada de dolor.

una piedra no ha dejado…

Una piedra no ha dejado respirar el ruido del mundo, sobre una nube, espinas de agua han enredado el cielo.

Todo ha sido camino y vida en el intermedio, en el descanso de la muerte que se halla en esa piedra, en cada hueco del mundo que se atraviesa sobre nosotros.

Oscuro desde siempre y sin luz va tropezando la tullida mirada de mi infierno.

puedo estar alegre…

Puedo estar alegre sin destruir la tristeza, la humillación del mundo, lo poco y lo pobre en mí, esas grietas sombrías

de mi mirada que no son más que pedazos, miembros de un espejo.

Los ojos en mi ventana miran más que ella, esos que parecen aturdidos de tanta lluvia convertida por el silencio.

poemas

Poemas. Fragmentos de un hombre roto, exiliado como el cielo. Letras, palabras, zumbidos con sílabas oscuras, repetidas.

Camino de huellas muertas sobre el tiempo que ya nadie nombra, escribir con la mano encargada del olvido, escribir con las mismas frases que nos ocultamos a veces.

el aire Cubre Como manos…

El aire cubre como manos mis ojos dejando pasar el exterior a través de sí, dejando que muera dentro de mí.

En la lejanía el sol repetido que vigila las agonías de nuestros movimientos, no me he dejado descansar posado en una espera de piedra, sintiendo los vivos que combaten con muertos, con otros, para no morir.

Y delante el aire que florece de a poco, sin su semilla, oyendo sólo las palabras que nunca podrá decir.

negro es el peCho que aprieta…

Negro es el pecho que aprieta la noche del corazón y en su piel nacen las afirmaciones negativas como nacen de la sombra los árboles.

Negros son los ojos que dividen el mundo con su mirada y lo unen en el interior del tiempo moribundo que cría silencios cada día nuevos.

Negra es la mano que reparte el dolor en forma de vida, la ausencia en forma de muerte, la eternidad en forma de palabras.

Negras las noches que se posan como abismos sobre el mundo.

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