Revista Zero 39

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39 Una publicación de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

Ultim�tum: DOSIER Diásporas contemporáneas en tiempos de pandemia

¿Qué nos espera? La migración femenina en Colombia: experiencias locales para el abordaje de la trata de personas

La crisis de la COVID-19 como termómetro político

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Una publicación de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

EDITORIAL Edición - 39

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ULTIM�TUM

Una publicación de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales

Primer semestre 2020

uexternado.edu.co/

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Ultim�tum: DOSIER Diásporas contemporáneas en tiempos de pandemia

Dosier: Diásporas contemporáneas en tiempos de pandemia ¿Qué nos espera?

¿Qué nos espera?

08 Pío García: Migraciones asiáticas: problemas, respuestas e incógnitas La migración femenina en Colombia: experiencias locales para el abordaje de la trata de personas

La crisis de la COVID-19 como termómetro político

16 Alexandra Castro Franco : Los derechos de los migrantes en los estrados 22 María T. Palacios Sanabria, María L. Torres Villarreal, Beatriz E. Luna de Aliaga, Natalia Rojas Rodríguez: La migración femenina en Colombia: experiencias locales para el abordaje de la trata de personas 28 Irene Cabrera Nossa, María Alejandra Arias Sánchez, Deilyn Dayanna Castro López, Mariana Sofía Ortiz Vergara: Venezolanos en Colombia: discriminación y violencia contra migrantes 36 Julián Barrera: Integración fragmentada: aporofobia y capital humano 42 Aldo Pecho Gonzáles: La crisis dentro de la crisis: migrantes venezolanos en el Perú en tiempos de pandemia 50 Zulimar Herrera Rico, Diego Andrés Omaña Puentes, Hugo Ramírez Arcos: Tres voces fronterizas en cuarentena


Director Roberto Hinestrosa Editora general Diana H. Cure Hazzi Redacción general Joan Rojas Rivera Consejo editorial Roberto Hinestrosa, Mauricio Pérez, Clara Inés Rey, Gonzalo Ordoñez, Lucas Gómez Diseño y diagramación Good;) comunicación para el desarrollo sostenible Corrección de estilo y asesoría editorial Ana María Cobos Ilustraciones Andrés García, Joan Rojas

56 Carolina Chica Builes: Del modelo de Estado en tiempos del coronavirus 62 Pío García : Pos-COVID shock 70 Beethoven Herrera Valencia: Hermenéutica de una pandemia 76 Eugénie Richard: La crisis de la COVID-19 como termómetro político 82 Luis Armando Blanco : El virus: la economía y la política económica en Colombia 88 Germán Forero Laverde, Mauricio Avellaneda Hortúa: COVID-19: el día después 102 Luis Miguel Chitiva Cardona, Germán Forero Laverde: De choques exógenos, geopolítica energética y precios negativos: el mercado del petróleo del 2020 en perspectiva 112 Juan Carlos Cure Hazzi: Post-Corona-Brexit: A new challenge to Britain’s and the EU existing economic model 122 Juan Felipe Jiménez Trucco : Las remesas, un elemento fundamental para la economía colombiana: ¿cuál será su impacto con la COVID-19? 130 Stefan Lukas : The South African economy and the COVID-19 pandemic: ‘A humanitarian crisis versus a fiscal crisis’

Colaboradores Pío García, Alexandra Castro Franco, María T. Palacios Sanabria, María L. Torres Villarreal, Beatriz E. Luna de Aliaga, Natalia Rojas Rodríguez, Irene Cabrera Nossa, María Alejandra Arias Sánchez, Deilyn Dayanna Castro López, Mariana Sofía Ortiz Vergara, Julián Barrera, Aldo Pecho Gonzáles, Zulimar Herrera Rico, Diego Andrés Omaña Puentes, Hugo Ramírez Arcos , Carolina Chica Builes, Beethoven Herrera Valencia, Eugénie Richard, Luis Armando Blanco, Germán Forero Laverde, Mauricio Avellaneda Hortúa, Luis Miguel Chitiva Cardona, Juan Carlos Cure Hazzi, Juan Felipe Jiménez Trucco, Stefan Lukas. Publicación de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia. PBX: (1) 341 9900, ext. 2001. Calle 12 # 0-44 este (CIPE) Bogotá, Colombia. Correo electrónico: revistazero@uexternado.edu.co edición online: http://zero.uexternado.edu.co/ ISSN electrónico: 2344-8431 ISSN impreso: 0123-8779



EDITORIAL Esta edición de Zero inició encaminada a crear un dosier compacto y universal de las diásporas, actual correlato perverso y sombrío del «libre flujo de personas», otrora pilar fundacional del enunciado paradigma neoliberal, establecido décadas atrás. En este periodo de posverdad y de falsa información, las cifras y los discursos políticos que apelan a la emoción y los medios (incluidas las redes) han construido imaginarios de odio e incertidumbre hacia aquella porción inmensa de población paria, carente de posibilidades, expulsada de su territorio, sin identidad, sin pasaporte, mercadeada como un bien transable o, en el peor de los casos, sometida a condiciones de esclavitud. Hoy la academia, en un esfuerzo mancomunado con las entidades intergubernamentales, los Gobiernos nacionales y las instituciones especializadas, está obligada a repensar y plantear políticas públicas dinámicas y creativas para contrarrestar el fenómeno social de las migraciones como la cara más oscura y deshumanizadora del idealizado sueño de un mundo transnacional. Sí, ese modelo de libre mercado considerado el paradigma inequívoco de la contemporaneidad no solo se ha visto resquebrajado por fenómenos tan complejos como el de las migraciones, sino que se ve hoy más deteriorado que nunca por la amenaza del virus de la COVID-19, un enemigo invisible y diminuto más poderoso que las guerras, las fronteras y los índices bursátiles. No en vano, más allá de cualquier reflexión hecha tanto por teóricos, científicos y académicos de todas las latitudes como por el más común de los mortales, frente a la incertidumbre de la pandemia, el interrogante sobre sus efectos nos obliga a cuestionar a fondo un modelo de vida soportado en una cosmovisión individualista, ferozmente competitiva y sin ninguna consciencia de que somos parte de un ecosistema. La pandemia nos fue absorbiendo paulatinamente en muchas instancias. Como en todas las esferas de nuestra actividad, incluida la académica, hemos cambiado durante más de cinco meses la ruta sobre la marcha de nuestros destinos, no solo de manera individual y voluntaria, sino como el colectivo que nos hermana como especie. La amenaza común de la incipiente COVID-19 y sus efectos por su alto nivel de contagio, así como la imposibilidad de la comunidad científica de conocer e identificar un antídoto en el mediano plazo hacen que la incertidumbre y las especulaciones estén a la orden del día. En vista de que no se vislumbra una salida clara que nos lleve a retomar actividades, hay que buscar maneras creativas de seguir en una nueva normalidad para reaprender y resignificar nuestra existencia.


Nos hemos visto enfrentados a interrogantes y propuestas de mayor o menor sofisticación, generalmente asomándonos o huyendo del abismo puramente existencial para imaginar o consumir hipótesis y especulaciones hechas a la medida o de alta sofisticación teórica, ofrecidas con mayor o menor nivel de incertidumbre por parte de especialistas y consideradas por hacedores y ejecutores de políticas públicas. Todas, formulaciones parciales y tesis que de manera subyacente nos ayudan a aliviar la sensación de que nos «tocó vivir el apocalipsis». Para los más optimistas, sin embargo, se plantea la oportunidad de que, como especie evolutiva, podemos dar un giro que cambie nuestra relación con nosotros mismos, con los otros y con el agónico entorno medioambiental. En un mundo global interconectado, este por primera vez y en tiempo real se ve amenazado y necesita, como un solo lienzo, estar listo para ser redefinido. Hasta ahora ese mundo sin límites nos había hecho tener la certeza de ser dueños del planeta. Una condición que nos hacía negar, de manera irracional y en todos los ámbitos, nuestra condición finita y vulnerable. Y de pronto nos visita, desde esa naturaleza implacable, sin motivos ni razón y de manera invisible, la muerte en forma de peste. Rápidamente los filósofos y pensadores no perdieron la oportunidad de replantear, frente a esta «distopía» global, propuestas de cambio radical como es el caso del popular filósofo esloveno Slavoj Žižek, quien con las variables políticas y económicas, conjugadas con el miedo y el giro autoritario de los Gobiernos coartando las libertades individuales, ve como única salida un cambio del sistema capitalista hacia uno de corte socialista. En el lado opuesto está la postura del pensador surcoreano Byung-Chul Han, que ve con escepticismo esta teoría, pues considera que «el virus no es capaz de hacer una revolución que las personas no son capaces de hacer»; su postura se sostiene desde la perspectiva económica y conjetura de que el pánico de los mercados existía desde tiempo atrás «por la aventurada política monetaria que se ha dado durante los últimos años y que había generado un silencioso miedo que estalló gracias al empujón del coronavirus». Pero que su recuperación se dará cuando se estabilicen las condiciones económicas en la nueva normalidad. Un punto interesante que a estas alturas toma relevancia es que, a pesar de que su ensayo fue escrito hace unos meses, predice con exactitud que Estados Unidos nunca ha tenido el mal llamado «enemigo» en su territorio. Sin la experiencia de los países de Oriente y el Viejo Mundo, quedan «sin armas y muy poco preparados». Y con certeza afirma que el próximo «foco de propagación en los próximos días se trasladará a Estados Unidos». Meses después somos testigos de lo predicho por el surcoreano, la potencia de Occidente se encuentra hundida en un pozo de cifras y curvas ascendentes que no se han podido contener, en gran parte, debido al ausente y


malogrado liderazgo presidencial, quien estima más los datos de las encuestas de su candidatura, cuyos números a 120 días de la votación han descendido en más de 15 puntos, y han sido, desde los inicios de la pandemia, el eje de las decisiones improvisadas de su gobierno y su partido. Sin embargo, desde las antípodas estos autores coinciden en dos puntos: que la globalización esta en un proceso de agotamiento irreversible y que China ha manejado de la manera más eficiente la pandemia. Otros nombres que vale la pena nombrar como importantes productores y creadores de opinión solo por mencionarlos han sido Giorgio Agamben, Noah Yubal Harari, Juan Villoro, Fernando Sabater y el nobel Venki Ramakrishnan, entre otros. Unos más pesimistas que otros, todos coinciden en que el otro virus debería ser ideológico, pues su impacto tendría más beneficios y que se extienda y nos infecte: el virus de pensar en una sociedad alternativa, una sociedad más allá del Estado nación, una sociedad que se actualiza en las formas de solidaridad y cooperación mundial.


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Migraciones asiáticas: problemas, respuestas e incógnitas

Migraciones asiáticas: problemas, respuestas e incógnitas

En sus diversas modalidades, las migraciones mundiales se acercan a los 300 millones de personas, cerca del 4 % de la población total al 2020, con un ritmo creciente, pues slo representaba el 2,5 % en el año 2000. Con 4.500 millones de habitantes –el 60 % de la población mundial–, Asia aporta contingentes considerables a las migraciones contemporáneas. 8


Pío García Docente investigador Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales pio.garcia@uexternado.edu.co

Los cuatro casos emblemáticos de los Estados descuartizados por la competencia geopolítica global y regional son Afganistán, Irak, Siria y Yemen.

Tres de las cinco mayores fuentes de la migración actual corresponden a países asiáticos: India, China y Siria; entre ellos se intercalan México, que es el segundo de la lista, y Rusia, el cuarto. El objetivo de la presente reflexión es ilustrar cómo la presión demográfica asiática, asociada a la estructura económica global y a la persistencia de los conflictos políticos y religiosos, hará de las medidas de contención mecanismos temporales, que apaciguan los desplazamientos sin eliminar la tendencia fundamental de la migración internacional. Caso aparte lo comprende la migración doméstica, acentuada en Asia a raíz de la rápida industrialización de China, India y el sudeste asiático, fenómeno que condujo a que, solo en China, se trasladaran 270 millones de aldeanos a las grandes ciudades (Sumesh, 2019, p. 994). 1. Asia, en movimiento incesante Antes de la modernidad, el mundo no conocía fronteras fijas y los pueblos se desplazaron en forma masiva de lugares menos acogedores hacia espacios donde desplegar con mayor consistencia sus ímpetus de civilización. En Asia, 4.000 años atrás, los arios

del Cáucaso tomaron el norte de India; 500 años después, los continentales enriquecieron las ya habitadas islas japonesas, en tanto los indios budistas se ubicaban en Indonesia. Los hunos entraron con sus huestes hasta Roma, en el siglo IV e. c. Desde el extremo occidental asiático, el islam irradió su cultura por el norte de África y el sur y el centro de Asia, a partir del siglo VII e. c. En el siglo XIII, los mongoles desplegaron su poder por todo el continente, para terminar ubicados en dos capitales estratégicas en el siglo XV: Pekín y Kabul. El proyecto colonial europeo empezó en el siglo XVI. Fueron puntales de la red comercial las posesiones de portugueses y españoles en Goa, Macao y Filipinas. Muy pronto su capacidad naviera fue apabullada por el nuevo modelo empresarial capitalista de ingleses, franceses y holandeses, los verdaderos amos de los pueblos asiáticos. Replegados sobre sus dominios como mecanismo de preservación, los imperios de China, Japón, y el reino de Corea hicieron hasta lo imposible por permanecer al margen del nuevo circuito económico. Esta fase colonial significó contención notable de las migraciones, hasta la mitad del siglo XIX, cuando las potencias europeas reactivaron

la movilización masiva de mano de obra asiática hacia América para la construcción del canal de Panamá y los cultivos en las Antillas inglesas y holandesas. En el siglo XX, entre las primeras medidas tomadas por la dirigencia soviética se intentó doblegar los nacionalismos. Ello implicó la movilización de cuantiosa población rusa europea hacia las repúblicas de Asia central y el Cáucaso. Así, el arco que va de Kirguistán y Tayikistán hasta Georgia y Azerbaiyán, pasando por Uzbekistán y Kazajistán, tuvo que acoger a los nuevos pobladores y aceptar el injerto lingüístico y cultural de los moradores recién llegados. Después de esa migración administrada en el sur de Asia y tras alcanzar su independencia en 1947, India y Pakistán entraron en su primera guerra fratricida que dejó un saldo de 15 millones de desplazados. Al año siguiente se inició la tragedia palestina a manos del Estado de Israel, la Nakba, con 700.000 refugiados en la primera fase de su expansión territorial. A su vez, las guerras en Indochina forzaron el desplazamiento interno de más de 10 millones de personas, que solo en Vietnam crearon una diáspora de 4 millones de expatriados (Miller, 2015).

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Migraciones asiáticas: problemas, respuestas e incógnitas

De acuerdo con la tipología de la OIM, es preciso distinguir cuatro grupos de migrantes: los trabajadores, los refugiados, las personas que buscan asilo y los desplazados.

El siglo XXI no llegó menos infausto. Para empezar, la ocupación estadounidense de Afganistán en 2001 fue el punto de partida de la más prolongada de sus guerras, a un costo social abrumador. Los países que las sufrieron quedaron desvertebrados y anulados en sus proyectos económicos y sociales. Fueron pueblos destrozados por la intervención militar externa que se aprovechó de la inconformidad de una parte de la población. Estas sociedades postradas deambulan dentro del país o huyen en masa al exterior aún hoy. Los cuatro casos emblemáticos de los Estados descuartizados por la competencia geopolítica global y regional son Afganistán, Irak, Siria y Yemen. A las acciones militares preparadas desde afuera se une en Asia la tragedia de la intolerancia religiosa. La ofensiva que desde Siria sostuvo el Daesh tuvo la motivación religiosa de la interpretación extrema del islam. Por otro lado, la persecusión de los creyentes islámicos en Birmania, que ha forzado el refugio de cerca de un millón de miembros de la comunidad rohinyá en Bangladés, llevó a la Corte Internacional de Justicia a decretar medidas preventivas para evitar el genocidio de ese pueblo por parte de un Gobierno que favorece a los

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fieles budistas (Myanmar Rohingya, 2020). Los musulmanes también son atacados por los creyentes hinduistas en Asam, al noreste de India. Asimismo, hubo cientos de miles de desplazados en Sri Lanka durante la larga ofensiva gubernamental contra la guerrilla tamil, hasta su sometimiento en 2009. De esta manera la movilización humana en Asia contemporánea no deja de ser tan masiva y dramática como en el pasado. Pueblos enteros son sometidos al desarraigo por los motivos más abyectos, como lo pueden ser las creencias en donde hasta no hace mucho prevalecía la tolerancia. 2. Los flujos migratorios actuales en Asia De acuerdo con la tipología de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), es preciso distinguir cuatro grupos de migrantes: los trabajadores, los refugiados, las personas que buscan asilo y los desplazados. En Asia, el trabajo migrante representa el factor principal del traslado humano. Es un fenómeno generalizado, pero tiene su incidencia más notable en Asia occidental. Se calcula que, de los 54 millones de habitantes en el lado occidental del golfo Pérsico, la mitad de ellos son trabajadores

extranjeros. Agrupados en el Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo (CCG), Arabia Saudita, Baréin, Catar, Emiratos Árabes, Kuwait y Omán tienen como común denominador ser economías extractivas de gas y de petróleo, con demanda alta de trabajadores extranjeros. La proporción menor de estos la tiene Arabia Saudí, donde son el 33 % de sus 24 millones de habitantes, y en el otro extremo está Emiratos Árabes, donde son el 88 % de sus 9,7 millones. La inmensa mayoría de esta masa laboral está conformada por hombres y mujeres provenientes de India, Pakistán, Bangladés, Indonesia y Filipinas. El Golfo ocupa el tercer puesto entre los lugares de recepción de la mano de obra asiática, antecedido por Estados Unidos y Europa. De igual modo, Japón, Corea, Taiwán, Tailandia, Malasia y Singapur son receptores destacados de trabajadores


temporales. Dicha masa obrera la componen, por lo general, personas con baja cualificación laboral, que son empleadas mediante acuerdos intergubernamentales, en actividades poco atractivas para los locales, tales como construcción, aseo, pesca, agricultura y labores domésticas (ILO, 2014). Este capital humano genera riqueza en el lugar de trabajo, es indispensable para la economía huésped y, al mismo tiempo, es factor imprescindible para las finanzas de sus países de origen. En efecto, en 2018, las remesas mundiales se acercaron a los 700.000 millones de dólares. India recibió 80.000 millones por tal concepto; China, 70.000 millones, y Filipinas, 34.000 millones. Entre ellos, México ocupó el tercer lugar. Es tan notable el rubro para las finanzas de los emisores laborales que las remesas componen el

Es tan notable el rubro para las finanzas de los emisores laborales que las remesas componen el 5 % del PIB de Pakistán, Bangladés y Sri Lanka. 5 % del PIB de Pakistán,Bangladés y Sri Lanka. La Federación Rusa, por su parte, es receptora de unos 3 millones de trabajadores provenientes de Ucrania y las repúblicas centro asiáticas, cuyas remesas sumaron 21.000 millones de dólares en 2018 (IOM UN Migration, 2019). Respecto al grupo de refugiados y solicitantes de asilo, el centro y el occidente asiático sobresalen a nivel mundial. En efecto, la crisis política

de Afganistán desde los años ochenta del siglo pasado empezó a presionar la salida forzosa de habitantes, tendencia que arreció con la ocupación estadounidense. El país registra 2,9 millones de refugiados en la actualidad (Amnesty International, 2019), un récord mundial opacado por la tragedia siria. Aquí, desde 2013, la guerra obligó a 6,6 millones de personas a abandonar el país. Entre ellas, 140.000 han buscado asilo político. Turquía ha sido el principal receptor de esa migración. Asia occidental cuenta con el mayor número de los 5,5 millones de refugiados registrados por la UNWRA, la agencia de la ONU creada inicialmente para atender a los refugiados palestinos. El elevado número de refugiados sobrecarga los programas sociales de los países. Ellos son 156 por cada 1.000 habitantes en Líbano, 72 en Jordania y 45 en Turquía (OCHA, 2019). Algunas caras adicionales de estas tragedias las constituyen los desplazados internos. Ellos son por lo menos un millón en Afganistán y la escandalosa cifra de 6 millones en Siria. En Irak, a dos décadas de la ocupación del país, aún existen 4 millones de desplazados que requieren atención humanitaria. Las provincias de Nínive y Ambar concentran la mayor parte de esta población desprotegida. Se encuentran entre ellos refugiados que huyen ahora de la guerra en Siria (OCHA, 2019). Este panorama social de por sí crispante adquiere una fisonomía aún más escalofriante en Yemen. La violencia allí ha sido tan devastadora que el 80 % de la población –24 millones de personas– se vio afectada por la guerra. De hecho, la mitad de la población se encuentra en situación crítica, por la pérdida de sus lugares habituales de residencia y trabajo (UNHCR, s. f.).

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3. Soluciones concertadas y unilaterales al trabajo migratorio La superestructura institucional asiática coordina algunas medidas para el manejo de las migraciones en la región, en defensa de los derechos humanos y la aplicación de las normas multilaterales mundiales. Hay tres grandes espacios donde realizar esta concertación: la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático –ASEAN, por su sigla en inglés–1, la Organización de Cooperación de Shanghái –OCS2– y el CCG. En 2016, el Consenso de ASEAN, para la protección y promoción de los derechos de los trabajadores migrantes, convino una política colectiva, con el fin de asegurar que la fuerza laboral ocupada en el exterior tuviera las garantías que defiende la Organización Internacional del Trabajo –OIT. De modo más concreto, la ASEAN enfatiza que los trabajadores puedan recibir la visita de sus familias, recibir igual tratamiento salarial y en juzgados que los ciudadanos locales, presentar quejas ante las autoridades, desplazarse por el país, cambiar de trabajo, enviar remesas y pertenecer a sindicatos, entre otras reivindicaciones. El Consenso estipula obligaciones tanto para los países emisores como los receptores de los trabajadores, que incluyen brindarles información de las oportunidades, proveerles la documentación necesaria, respetar sus derechos, según las normas vigentes en cada lugar, y solucionar de forma pacífica los conflictos. También insta a ejercer control sobre los intermediarios ilegales y sobre la

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En Irak, a dos décadas de la ocupación del país, aún existen 4 millones de desplazados que requieren atención humanitaria.

1. La ASEAN fue constituida en 1967. La conforman diez países: Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Birmania, Singapur, Tailandia y Vietnam. 2. Creada en 2001, a la OCS la componen ocho miembros: China, India, Kazajistán, Kirguistán, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán. Afganistán, Bielorrusia, Irán y Mongolia son observadores; Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía son asociados.

migración ilegal. Además, los países receptores han de establecer medidas favorables a la acogida de los trabajadores temporales. El seguimiento del Consenso está al cuidado del Comité de Aplicación, que reporta a la Asociación los progresos en la materia (ASEAN, 2018). En igual sentido de propender por la defensa de los trabajadores migrantes, la OCS está asociada con la OIM. En cuanto al CCG, su política del trabajo migratorio reconoce los beneficios al final del servicio, cuidado médico, licencia de maternidad, pago durante la ausencia por enfermedad, facilidades de viaje, pago de vacaciones y compensaciones en caso de accidente (Roper & Barria, 2014). Estos arreglos convenidos entre varios países en calidad de proveedores y receptores de trabajo migrante contrastan con el panorama de medidas unilaterales en otros puntos de Asia. En el noreste, se agudiza la necesidad de mano de obra importada por la caída en la tasa de natalidad. La confianza en la revolución productiva con el uso masivo de robots asociada a la sobrevaloración del sentimiento nacional suele impedir el acceso de extranjeros a la actividad económica en Japón, Corea y China. En el pasado, Japón suplió parte de la demanda con descendientes nacidos en el extranjero –nisei–, pero la carencia sigue sin resolverse del todo. En la región, Australia es otro país con apremios por el déficit de trabajadores, de manera especial para las labores agrícolas. Se prevé igualmente que Malasia, Tailandia,


Singapur y Vietnam van a requerir mano de obra importada para sostener el ritmo de su producción agrícola e industrial (World Economic Forum, 2019). 4. Balance y perspectivas del movimiento humano en Asia Según la descripción del panorama migratorio asiático, el desbalance entre los espacios deficitarios y redundantes del trabajo mantendrá la tendencia a suplir las carencias con trabajos temporales mediante arreglos intergubernamentales. El patrón de coordinación que prevalece entre los Gobiernos tiene a la ASEAN como la entidad regional con las directrices mejor estipuladas, en las que los compromisos de los Estados ofertantes y receptores del trabajo procuran la movilización y ocupación de las personas en condiciones dignas con pleno respeto de sus derechos. Con todo y ello, la OIT detecta que los trabajadores temporales en los países del Golfo no tienen pleno acceso al mercado financiero, encuentran trabas para el envío de remesas, no se les facilitan las visitas familiares ni los servicios médicos, no cuentan con el beneficio de pensiones, carecen de suficiente información antes del arribo y les falta entrenamiento especializado para sus labores, no tienen provisiones en situación de bancarrota y no reciben trato salarial igual respecto a los ciudadanos locales. Los seis países forman parte de la OIT, pero no de la OIM. En buena medida, el tipo de contrato local, kafala, causa estas discriminaciones, porque los

trabajadores quedan a merced de un patrón que facilita su ingreso mediante un contrato de exclusividad (Winckler, 2010). Las recomendaciones y el acompañamiento de las instancias multilaterales adquieren, por lo tanto, relevancia en la modificación de leyes y cultura ciudadana en estos países, a favor de un trato justo y auspicioso con los trabajadores extranjeros. Al mismo tiempo, se esperan cambios favorables a la movilidad laboral asiática por parte de otras regiones y países. En 2018, el Gobierno japonés anunció medidas para ampliar la recepción de trabajadores de cualificación media y alta para atender el déficit de operarios en las empresas. Prometió brindarles acogida por cinco años y a los de calificación alta permitirles la compañía de sus familiares. Los analistas consideran que el ingreso de mano de obra calificada será clave en la recuperación industrial japonesa (Deguchi, 2018). La situación en China, Corea, Taiwán y Singapur, entre otras economías del este asiático es similar. En Corea del Sur, entre 2012 y 2016 fueron reclutados 300.000 trabajadores extranjeros, lo que elevó el total de esa población migrante a 1,5 millones. Según la OIT, China ingresará rápido en la competencia por atraer trabajadores calificados que le permitan el giro de un sistema industrial intenso en trabajo hacia uno basado en servicios y tecnologías avanzadas (ILO, 2017). Por el contrario, las medidas restrictivas, la discriminación y hasta la violencia contra los trabajadores extranjeros y las comunidades

(…) Australia es otro país con apremios por el déficit de trabajadores, de manera especial para las labores agrícolas.

minoritarias parecen sostenerse en algunos países. Son Gobiernos que fomentan sentimientos nacionalistas con fines políticos. En Israel e India prevalece este tipo de populismo, que echa mano de la vieja excusa de la inseguridad causada por el enemigo interno. En Israel, los residentes palestinos legales e ilegales y otra población inmigrante del norte de África sufren discriminaciones. Además de la militarización de sus fronteras, el Gobierno israelí construyó muros que convirtieron al territorio palestino en guettos y bloqueó el tránsito con Egipto en el Sinaí, con el achaque de detener la inmigración. Junto con Estados Unidos, es uno de los países que recurre a la deportación de la población ilegal (Anthropologist Chronicles, 2019). En India, en diciembre de 2019, el Parlamento aprobó la enmienda a la ley de ciudadanía, una iniciativa gubernamental que discrimina de manera abierta a los

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En 2018, el Gobierno japonés anunció medidas para ampliar la recepción de trabajadores de cualificación media y alta para atender el déficit de operarios en las empresas.

Migraciones asiáticas: problemas, respuestas e incógnitas

creyentes musulmanes. A pesar de la libertad religiosa consagrada en la Constitución, el Bharatiya Janata Party, el partido de gobierno, introdujo por este arreglo la concesión de ciudadanía a residentes ilegales en India provenientes de Afganistán, Pakistán y Bangladés cuya confesionalidad sea hinduista, sij, budista, jainista, parsi o cristiana, pero no musulmana (Citizenship Amendment, 2019). La reacción de los afectados dio lugar a protestas violentas en todo el país. Esta arremetida se suma al oprobio que los musulmanes llegados de Bangladés han recibido en Asam, como se indicó. De igual manera, la crisis humanitaria en Afganistán y Asia occidental no parece encontrar la solución adecuada en el futuro cercano. La desarticulación institucional y la ruptura del tejido social han sido de tal magnitud que, aun si se pusiera

fin a la lucha intestina y a las intervenciones extranjeras, la reconstrucción de un proyecto político y económico con un Estado legitimado tomaría lustros, si no décadas. La ausencia de una organización regional de cooperación e integración que neutralice las intervenciones unilaterales extranjeras agrava la situación de Siria, Irak y Yemen. Los buenos oficios de la ONU allí han sido sobrepasados por entero por las acciones acomodadas a sus intereses específicos de parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, Estados Unidos, Rusia y Arabia Saudí. De hecho, un plan de paz tendría que contemplar una estrategia regional de reconstrucción política, social y económica, en la cual se garantice el respeto a la soberanía nacional y la permuta de la inversión externa en la guerra por el involucramiento en la recuperación de los Estados, mediante programas recios de cooperación dirigida a infraestructura, salud, producción agrícola y educación. Conclusiones Asia contribuye de manera creciente a todas las vertientes de la edad global actual. Su participación en la dinámica de migraciones se ubica en esa tendencia, con el aporte de dos tercios de la fuerza laboral temporal. Ello les representa a algunos países un estímulo financiero, en cuanto las remesas representan el 5 % del PIB de Bangladés, Pakistán y Sri Lanka.

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La administración del capital humano por parte tanto de los países emisores como receptores, a pesar del claro avance en las orientaciones de las entidades regionales y multilaterales, presenta aún deficiencias notables. Las recomendaciones de la OIT y la ASEAN, por ejemplo, no son atendidas en ciertas zonas como los países del CCG, donde las quejas por las restricciones financieras, libertad de buscar empleo, visita de familiares o discriminación social y salarial son frecuentes. Por otra parte, los desplazamientos internos y la salida masiva de poblaciones en busca de refugio amplían el horizonte de la crisis humanitaria en Asia sur y occidental. El colapso estatal en Afganistán, Siria, Irak y Yemen produjo alrededor de 10 millones de refugiados, que se suman al éxodo millonario palestino. Además, son alarmantes medidas como la reforma a la ley de ciudadanía en India que dicta una clara discriminación contra las comunidades musulmanas, hostigadas y perseguidas también en Birmania. Mientras las organizaciones regionales sigan siendo medios de concertación de políticas y sigan facilitando las medidas de protección de los derechos de los trabajadores en el sudeste asiático y en los países árabes del Golfo, a falta de una entidad regional que congregue una buena parte de los países de Asia occidental, la crisis humanitaria queda en manos de las agencias especializadas de la ONU.

Referencias Anthropologist Chronicles Israel’s Deportation Campaign (27 de agosto de 2019). Homeland Security News Wire. http://www.homelandsecuritynewswire. com/dr20190827-anthropologist-chroniclesisraels-deportation-campaign. Amnesty International (20 de junio de 2019). Afghanistan’s refugees: forty years of dispossession. https://www. amnesty.org/en/latest/news/2019/06/ afghanistan-refugees-forty-years/. Asean (2018). Asean Consensus on the Protection and Promotion of the Rights of Migrant Workers. https://asean.org/ storage/2019/01/3.-March-2018-ASEANConsensus-on-the-Protection-andPromotion-of-the-Rights-of-MigrantWorkers.pdf. Citizenship Amendment Bill: India’s new ‘anti-Muslim’ law explained (11 de diciembre de 2019). BBC News. https://www.bbc.com/ news/world-asia-india-50670393. Deguchi, H. (4 de diciembre de 2018). A new immigration policy for Japan. The Japan Times. https://www.japantimes.co.jp/ opinion/2018/12/04/commentary/japancommentary/new-immigration-policyjapan/#.XnEL0FJKgUs. International Labour Organization [ILO] (2014). Fair migration: Setting an ILO agenda. https://www.ilo.org/ wcmsp5/groups/public/---ed_norm/--relconf/documents/meetingdocument/ wcms_242879.pdf. International Labour Office [ILO] (2017). Attracting skilled international migrants to China: A review and comparison of policies and practices. https://www.ilo. org/wcmsp5/groups/public/---asia/--ro-bangkok/---ilo-beijing/documents/ publication/wcms_565474.pdf.

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IOM UN Migration (10 de noviembre de 2019). World Migration Report. https:// www.iom.int/wmr/.

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Ultim�tum

Los derechos de los migrantes en los estrados

Los derechos de los migrantes en los estrados El acceso a la justicia por parte de los migrantes resulta especialmente complicado. Como en todo grupo vulnerable, el desconocimiento de las normas locales, las dificultades del idioma, la falta de recursos para sufragar los gastos, el temor a ser expulsados del territorio por encontrarse en situación administrativa irregular hace que la mayoría de los migrantes no tenga ninguna posibilidad de ver su causa traducida delante de la justicia.

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En ocasiones las dificultades provienen de las características propias de los procesos y las dinámicas migratorias: las demoras propias de las actuaciones delante de la justicia hacen que, cuando se quiera lograr un pronunciamiento, los migrantes ya no se encuentren en el territorio del país o la situación ya se haya consolidado (p. ej. mediante una expulsión) (García, 2016). A pesar de estas barreras, y gracias a la labor de organizaciones de la sociedad civil, los migrantes logran llevar sus causas a la justicia, adelantarlas y, cuando hay lugar, obtener reparaciones por violaciones a sus derechos. En estos casos,


Alexandra Castro Franco Docente investigadora Facultad de Derecho alexandrac.castro@uexternado.edu.co

(…) la justicia sirve como contrapeso al aparato institucional creado con el fin de restringir a todo costo las migraciones, aun si el precio por pagar son vidas.

la justicia sirve como contrapeso al aparato institucional creado con el fin de restringir a todo costo las migraciones, aun si el precio por pagar son vidas. En efecto, el aumento exponencial del número de migrantes internacionales1, pero también de prejuicios en su contra alimentados por discursos xenófobos y ultranacionalistas han llevado a una multiplicación de las medidas restrictivas migratorias, a un auge de las tendencias xenófobas contra los migrantes, y en general a una exposición cotidiana y sistemática de

los migrantes a la violación de sus derechos humanos (MWC, 2014). En muchas ocasiones son los jueces quienes tienen que interceder para lograr la garantía efectiva de los derechos más básicos en cabeza de los migrantes, estableciendo límites frente a la actuación de los órganos de seguridad encargados de gestionar las migraciones. En otras, por el contrario, los estrados judiciales contribuyen a reafirmar la vulnerabilidad de los migrantes, legitimando el proceder de las autoridades bajo el argumento de proteger la seguridad de las fronteras. Haremos referencia a dos pronunciamientos de tribunales que nos ayudan a ilustrar esta situación; los dos se presentan en contextos de afluencia masiva de migrantes, lugares por los que transitan personas buscando mejores condiciones de vida o huyendo de la violencia, el hambre y la escasez.

1. Según las Naciones Unidas, en todo el mundo, para el 2019 se estimaba que había más de 272 millones de migrantes internacionales, es decir, el 3,5 % de la población mundial (ONU, 2019).

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Para el 2020, se anunció reducir a 18.000 la cifra de refugiados que se admitirán [en Estados Unidos].

2. Ver, por ejemplo: https://www.eldiario.es/desalambre/Devolucionescaliente_12_995420449.html

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Los derechos de los migrantes en los estrados

Frenetismo migratorio en fronteras de alta afluencia Se trata de la frontera que separa a México con Estados Unidos con más de 3.100 kilómetros de longitud, un lugar por el que transitan personas provenientes de México, pero también de todos los demás países centroamericanos, suramericanos, así como migrantes extracontinentales. La administración Trump ha adoptado controversiales medidas para intentar detener el flujo de migrantes, proponiendo la construcción de un muro, separando familias, deteniendo niños y niñas. Sus detractores señalan que los cruces fronterizos ilegales han disminuido de manera generalizada desde el año 2000, con poco menos de 400.000 personas cruzando de manera irregular en el 2018 (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos citada por Rodgers & Bailey, 2019), y que la mayoría de personas en situación irregular en Estados Unidos ha ingresado de manera regular y permanecido sin autorización. Lo que sí ha venido en aumento son las solicitudes de asilo en la frontera, para las cuales se reporta un aumento del 70 % entre el 2017 y 2018 (Departamento de Seguridad Nacional citado por Cole, 2018) por cuenta de las caravanas de migrantes centroamericanos. Para el 2020, se anunció reducir a 18.000 la cifra de refugiados que se admitirán –mientras que para el 2019 esta cifra era de 30.000– (RTVE, 2019); dentro de esta política también se establecieron acuerdos para que quienes deseen solicitar asilo deban hacerlo desde antes de llegar a suelo norteamericano.

De manera similar, en Europa los controles migratorios se intensifican más y los mecanismos de migración legal escasean más ante la afluencia de migrantes. El peso del control migratorio es especialmente fuerte sobre Grecia, Italia, Malta y España por tratarse de las fronteras exteriores del territorio europeo, por donde intentan ingresar cientos de miles de migrantes. Según reporta la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) (2020), entre el 2014 y 2018 el mar Mediterráneo ha sido el paso migratorio más mortífero, con al menos 17.919 migrantes muertos, el 64 % de esos cuerpos ha sido recuperado del mar. En Melilla, enclave español en el continente africano, se han construido barreras para evitar el paso de migrantes, se trata de 12 kilómetros de vallas de 6 metros de alto organizadas en 3 niveles y fuertemente custodiadas por la guardia nacional. En la prensa se han colado imágenes de agentes españoles golpeando migrantes, obligándolos a descender de las barreras2; en el 2014 generó particular escándalo un incidente en el que se dispararon balas de goma contra migrantes que intentaban nadar hacia el otro lado de la frontera, lo que ocasionó la muerte de 14 personas. Según reporta la OIM (2020), más de la mitad de los migrantes internacionales vive en Europa y Norteamérica, por lo que estos pasos migratorios resultan ampliamente transitados y las medidas que allí se adoptan conciernen a una gran cantidad de personas. Dos sentencias del mes de febrero del 2020 nos ilustran sobre las dificultades que se presentan


en las zonas descritas, las prácticas de los agentes del orden en estos lugares y el camino difícil de las víctimas de violaciones de derechos humanos en zonas de frontera para poder acceder a la justicia, la cual en ocasiones termina dándoles la espalda y avalando el comportamiento de quienes solamente tienen como premisa no dejar pasar a nadie. Se trata de una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que legitima las devoluciones en caliente de migrantes (Caso de N.D. y N.T. contra España, 2020), y otra de la Corte Suprema Norteamericana que deja impune el asesinato de un joven mexicano de 15 años por parte de un agente fronterizo quien, desde el lado norteamericano, le disparó (Caso Hernández et al. vs. Mesa, 2020). Sentencias desafortunadas El Tribunal Europeo avala las «devoluciones en caliente» de migrantes, práctica instaurada en España durante el Gobierno de Mariano Rajoy que consiste en interceptar

a los extranjeros apenas cruzan la frontera y devolverlos inmediatamente a las autoridades del país vecino, sin hacer un estudio individual de su situación ni permitirles presentar solicitudes de asilo. Esta práctica implica una devolución masiva, prohibida por el derecho internacional de los derechos humanos por considerar que, si bien los Estados tienen la potestad de decidir sobre quiénes ingresan y permanecen en sus fronteras, esta decisión debe adoptarse de manera individualizada después de estudiar la situación de cada persona para evitar regresar a personas cuya vida e integridad estén en peligro en razón de su origen nacional, étnico, racial, religión, pertenencia a un grupo social (principio de no devolución). En la reciente decisión la Corte exculpa la actuación de la guardia civil, argumentando que los migrantes se pusieron a ellos mismos en peligro al no usar los canales legales de migración. Esta peligrosa lógica podría llevar, entonces, a justificar

(…) entre el 2014 y 2018 el mar Mediterráneo ha sido el paso migratorio más mortífero, con al menos 17.919 migrantes muertos (…).

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cualquier actuación contra los derechos humanos de los migrantes en situación administrativa irregular. Además, el Tribunal asume que los accionantes escogieron deliberadamente atravesar los muros y someterse al riesgo que esto implica si bien existen canales legales de migración, sin tener en cuenta lo expuesto por múltiples organizaciones que intervinieron en el proceso para mostrar cómo existían barreras para disuadir a los migrantes de presentar solicitudes de protección ante las autoridades consulares españolas en Marruecos o solicitar una visa para ingresar legalmente al territorio. Son muchas las voces que se han levantado para criticar esta decisión, la Abogacía afirma que la sentencia «sacude los cimientos de los derechos humanos» al condicionar la titularidad de estos a cierto tipo de personas, especialmente al poner gravemente en peligro el derecho a solicitar el reconocimiento como refugiado (Álvarez, 2020). Por otro lado, en Estados Unidos, se trata el caso de unos jóvenes en Ciudad Juárez que corrían en el lecho del río Bravo del lado norteamericano de El Paso para tocar la barrera y regresar. La familia de los menores alega que estaban jugando y el agente alega que intentaban ingresar irregularmente al territorio americano; lo cierto es que el agente disparó desde el lado norteamericano y asesinó a uno de

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Los derechos de los migrantes en los estrados

Al final las dos Cortes [Tribunal Europeo y Corte Norteamericana] han avalado los procedimientos de las autoridades de frontera que han puesto en peligro o terminado con la vida de los migrantes por el solo motivo de serlo (…).

los menores. Las autoridades mexicanas solicitaron la extradición del agente, solicitud que fue rechazada y el Tribunal Supremo, en un fallo con 5 votos a favor y 4 en contra, anuló la demanda contra el agente federal al considerar que la Constitución y la protección de las normas federales no debían aplicarse a acciones de los agentes federales que ocurriesen al otro lado de la frontera. Para los magistrados, además, «los agentes fronterizos tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad nacional e impedir el tráfico y cruce ilegal», y un caso como estos tiene implicaciones en la seguridad nacional norteamericana, lo que hace que, al parecer, los agentes de frontera tengan una patente de corso para efectuar todo tipo de conductas. Al final las dos Cortes han avalado los procedimientos de las autoridades de frontera que han puesto en peligro o terminado con la vida de los migrantes por el solo motivo de serlo; han relativizado el carácter de titular de derechos de estas personas, mostrando, como lo dice Hannah Arendt (1974), que los migrantes pueden no poseer el derecho a tener derechos. No nos podrá sorprender, entonces, que en el futuro las autoridades fronterizas continúen disparando contra niños del otro lado de la frontera, devolviendo migrantes sin ningún tipo de procedimientos o suspendiendo el ejercicio de los


derechos más básicos en cabeza de los migrantes, ya que al parecer las fronteras se convierten cada vez más en zonas de excepción donde todo se puede para evitar el ingreso de los migrantes con el aval de los tribunales. En palabras del catedrático y senador español Javier de Lucas (2020), estamos en presencia de un ejercicio del «derecho contra los derechos» en un escenario en el que los tribunales que deberían estar allí para defender los derechos de los más vulnerables, al final se convierten en instrumentos políticos para ayudar a reforzar los prejuicios contra la población migrante. No podemos evitar preguntarnos ¿si estos son los casos que salen a la luz pública, las historias de aquella ínfima minoría de migrantes que logra acceder a la justicia, qué sucederá con aquellos que nunca se conocen y perecen en el absoluto anonimato?

En palabras del catedrático y senador español Javier de Lucas (2020), estamos en presencia de un ejercicio del «derecho contra los derechos» (…).

Referencias Álvarez, R. (14 de febrero de 2020). La abogacía afirma que la sentencia que avala las devoluciones en caliente sacude los cimientos de los derechos humanos. El Mundo. https://amp.elmundo.es/ espana/2020/02/14/5e46d59ffdddff184e8b45db. html?__twitter_impression=true. Arendt, H. (1951). Los orígenes del totalitarismo. Taurus. Así son las devoluciones en caliente autorizadas por el Gobierno que han recibido el aval de Estrasburgo (13 de febrero de 2020). Eldiario.es. https://www. eldiario.es/desalambre/Devolucionescaliente_12_995420449.html. Cole, D. (11 de diciembre de 2018). Solicitudes de asilo en la frontera suroeste de EE. UU. aumentaron casi un 70 % en 2018. CNN Español. https://cnnespanol.cnn. com/2018/12/11/solicitudes-de-asilo-en-lafrontera-suroeste-de-ee-uu-aumentaron-casiun-70-en-2018/. Comité sobre los Derechos de los Trabajadores Migrantes (2014). Debate general de media jornada sobre «Explotación del lugar de trabajo y protección del lugar de trabajo». Nota de Antecedentes, Ginebra. De Lucas, J. (18 de febrero de 2020). El derecho contra los derechos. Levante. El Mercantil Valenciano. https://www.levanteemv.com/opinion/2020/02/18/derechoderechos/1979598.html?fbclid=IwAR2bclcZltp bw88hvpJ-sYQ5O3blRTVN3qNAMYmv1gtH4svG ISMHQ5DP-dk.

García, L. (2016). Personas migrantes y acceso a la justicia. Notas para pensar una tutela efectiva a partir de los casos judicializados de personas en situación de expulsión. Derecho y Ciencias Sociales. (15), 21-46. OIM (2020). World Migration Report. https:// publications.iom.int/es/system/files/pdf/ wmr_2020.pdf. ONU (17 de septiembre de 2019). Le nombre de migrants internationaux atteint 272 millions, en hausse dans toutes les regions du monde. https://news.un.org/fr/ story/2019/09/1051802. Rodgers, L. & Bailey, D. (2019). Cierre del gobierno en Estados Unidos: 7 gráficos sobre el muro entre EE. UU. y México que Trump quiere construir en la frontera. BCC News. https://www.bbc.com/mundo/ noticias-internacional-46946732. RTVE (26 de septiembre de 2019). EE. UU. reduce a 18.000 la cifra de refugiados que admitirá en los próximos 12 meses. https:// www.rtve.es/noticias/20190927/eeuureduce-18000-cifra-refugiados-admitiraproximos-12-meses/1980206.shtml. Tribunal Europeo de Derechos Humanos (13 de febrero de 2020). Sentencia 8675/15 8697/15. Caso de N.D. y N.T. contra España. https://hudoc.echr.coe.int/ eng#{“itemid”:[“001-201353”]}. Tribunal Supremo EE. UU. (25 de febrero de 2020). Sentencia 17-1678. Caso Hernández et al. vs. Mesa. https://www.supremecourt.gov/ opinions/19pdf/17-1678_m6io.pdf.

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La migración femenina en Colombia: experiencias locales para el abordaje de la trata de personas

La migración femenina en Colombia: experiencias locales para el abordaje de la trata de personas Colombia enfrenta en la actualidad una significativa ola migratoria proveniente de Venezuela. Es importante emprender acciones para abordar los riesgos asociados a la trata de personas que se derivan de dicha diáspora y de forma especial para la protección de los derechos de las mujeres migrantes.

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María T. Palacios Sanabria Directora Grupo de Investigación en Derechos Humanos Facultad de Jurisprudencia, Universidad del Rosario maria.palacios@urosario.edu.co María L. Torres Villarreal Profesora de carrera académica Facultad de Jurisprudencia, Universidad del Rosario maria.torres@urosario.edu.co Beatriz E. Luna de Aliaga Consultora independiente beatrizluna@lunadealiaga.com Natalia Rojas Rodríguez Consultora independiente natalia.rojas@urosario.edu.

(…) la Presidencia de la República ha estimado que, a hoy, la migración venezolana es de 1,7 millones aproximadamente, de los cuales 49,67 % son mujeres, y 50,24 %, hombres (…).

Panorama migratorio y contexto del estudio En el Estado colombiano los escenarios migratorios han sido cambiantes en los últimos años; pasamos de ser un país de origen a ser un país de destino para la inmigración especialmente de Venezuela. Esto se ha intensificado a raíz de la crisis política de la región y pone en evidencia un incremento en las condiciones de vulnerabilidad de grupos históricamente discriminados, como las mujeres y los migrantes. Para el caso que nos ocupa, confluyen las dos circunstancias, lo que plantea escenarios de reflexión desde la perspectiva de los derechos humanos, dado que se presentan riesgos y vulneraciones de derechos para las mujeres que inician un tránsito migratorio.

Según la ONU1, la más reciente cifra global de migrantes asciende a 272 millones, de los cuales el 52 % son hombres y el 48 % son mujeres (OIM, 2020), lo que revela que la migración entre los géneros es ligeramente simétrica y ha sido una constante en el tiempo (Paiewonsky, 2007, p. 4). Dentro de las principales causas de movilización de mujeres, se encuentran la situación económica y la consecuente necesidad de buscar mejores condiciones de vida, hecho que se refleja en la participación de la mujer en la fuerza laboral, la cual se estima en un 42 % (OIM, 2020). Para el caso de Colombia, la Presidencia de la República ha estimado que, a hoy, la migración venezolana es de 1,7 millones aproximadamente, de los cuales 49,67 % son mujeres, y 50,24 %, hombres (RAMV, 2018), lo que es coherente con el comportamiento mundial.

Ante este panorama, los contextos a los que se pueden enfrentar las mujeres presentan riesgos, como lo son la violencia de género y la trata de personas, situaciones que se agravan al coincidir el género y la migración (OIM & Ministerio de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2014, p. 13), lo que conduce a que los Estados adopten acciones de prevención que contengan un abordaje integral de las situaciones de la mujer migrante. Según datos del Ministerio del Interior de Colombia (2019), la cifra de víctimas de trata de personas aumenta año a año, pasando de 66 casos reportados en 2014 a 108 en 2019. En cuanto a la normativa sobre trata de personas, la Ley 800 de 2003 incorporó la Convención de la ONU contra la Delincuencia Organizada Transnacional y el Protocolo de Palermo, y en 2005 se promulgó la Ley 985, para adoptar medidas contra la trata de

1. Ver Organización de las Naciones Unidas (2019).

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Las mujeres migrantes participantes se definen como personas trabajadoras que buscan superar la adversidad y tener una vida digna. 2. Se han proferido decretos que reglamentan las competencias, los procedimientos y los trámites de las entidades responsables, entre otros temas. Ver, por ejemplo: Decretos 1069 de 2014 y 1066 de 2015. 3. Iniciativa financiada por el fondo de investigaciones de la Universidad del Rosario. 4. Bogotá, Cúcuta, Santa Marta y Pereira. Se seleccionaron estas cuatro ciudades con base en las cifras de concentración de migrantes y las zonas de tránsito migratorio de personas. 5. Se les presentó un listado de derechos para que enumeraran según consideraban los de mayor atención en su ciudad. 6. Se solicitó que, por medio de palabras o dibujos, describieran situaciones de las cuales hubieran tenido conocimiento y que implicaron discriminación.

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La migración femenina en Colombia: experiencias locales para el abordaje de la trata de personas

personas y la atención y protección de las víctimas2. Estos instrumentos también se relacionan con el Comité Interinstitucional para la Lucha contra la Trata de Personas y sus representantes a nivel territorial. No obstante todo lo anterior, la migrante, en riesgo de ser víctima de trata de personas o víctima como tal, aún carece de una plena implementación del marco normativo que le garantice de forma integral sus derechos. En Colombia, al igual que en varios países, existe la problemática de la trata de personas y afecta a niñas, niños, adolescentes, hombres y mujeres bajo la presencia de distintas finalidades de explotación. La Defensoría del Pueblo (2018), utilizando datos de Migración Colombia y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, se refirió a la existencia de riesgos latentes como explotación sexual, explotación laboral, matrimonio servil, mendicidad ajena, turismo sexual y trabajos forzados; esto ratifica el riesgo para cualquier sector de la población y especialmente para grupos en situación de vulnerabilidad, como las migrantes.

Ante este panorama, se realizó el proyecto de investigación «Feminización de la migración venezolana en Colombia: análisis regional con enfoque de derechos humanos 2014-2018»3, el cual analizó el rol de la mujer migrante venezolana en cuatro ciudades del país4, mediante la elaboración de diagnósticos regionales que permitieron identificar la situación de los derechos humanos de esta población y sus mecanismos de protección. Para ello se diseñaron dos tipos de talleres que se realizaron en cada una de dichas ciudades; el primero, con funcionarios de entidades y organizaciones que intervienen en la atención a este colectivo, con el fin de identificar las principales barreras de acceso a derechos y constatar la existencia de rutas de atención previstas para ello. El segundo, dirigido a mujeres migrantes provenientes de Venezuela y representantes de la academia, encaminado a identificar las problemáticas en el acceso a derechos y a establecer si existen factores de riesgo asociados a la migración, tales como la xenofobia y la discriminación, situación que permitió visibilizar el fenómeno de la trata de personas. Esto se logró por medio de un instrumento metodológico, «el tarjetón de derechos», con dos componentes: el «top 5 de derechos»5 y una sección sobre situaciones de discriminación6, los cuales se diseñaron a partir de un lenguaje pedagógico.


Voces de las migrantes y otros actores Los resultados obtenidos en los talleres de las ciudades seleccionadas ponen en evidencia algunas de las situaciones que las migrantes han vivido y ponen de presente las situaciones de riesgo asociadas a los derechos humanos y la trata de personas. Las mujeres migrantes participantes se definen como personas trabajadoras que buscan superar la adversidad y tener una vida digna. Identificaron como principales necesidades, en términos de derechos, las siguientes: salud, trabajo decente, igualdad y no discriminación, vivienda y acceso a servicios, regularización de la situación migratoria, educación e integridad personal7. Entre algunas de las situaciones de discriminación a las que se enfrentaron las mujeres migrantes, señalan el trato peyorativo en el lenguaje hacia ellas y una fuerte tendencia a la precarización laboral, pese a estar calificadas para el cargo, lo que aumenta el riesgo y las posibilidades de explotación o alguna modalidad asociada a la trata de personas. De manera concreta, el diálogo con las mujeres migrantes arrojó casos asociados, por ejemplo, a la explotación sexual y condiciones laborales precarias, lo que puede conducir a servidumbre y explotación laboral, especialmente en el trabajo doméstico. Las migrantes narraban

(…) el diálogo con las mujeres migrantes arrojó casos asociados, por ejemplo, a la explotación sexual y condiciones laborales precarias (…).

que eran sometidas a extensas jornadas, no les suministraban alimentos, no les daban descansos y los salarios eran inferiores en comparación con lo establecido en la ley nacional. Es una constante también el reconocimiento de la existencia de estigmas alrededor de la concepción de la mujer como objeto sexual (cosificación), lo cual puede derivar en escenarios de trata de personas. El hecho de no contar con un permiso especial de permanencia las expone a riesgos y precarización laboral por su condición de vulnerabilidad, lo que igualmente incrementa la exposición a entornos proclives a la trata de personas. Se destacan características que reflejan ciertos estereotipos y escenarios de discriminación similares en las cuatro ciudades, por ejemplo, el ejercicio de la prostitución o el imaginario de que las niñas, adolescentes y mujeres venezolanas se enfocan en temas sexuales y son quebrantadoras de relaciones intrafamiliares; este aspecto contribuye a la construcción de prejuicios contra las migrantes, incluso por parte de las mismas autoridades, y en ocasiones conduce a que sean víctimas de discriminación, explotación o trata de personas. Llama la atención que, pese a que las mujeres migrantes estén en situación regular, existen barreras frente al acceso a un trabajo en condiciones dignas, que conlleva una serie de violaciones a sus derechos humanos. Por otra parte, la situación se agrava en el caso de las mujeres en situación irregular, a quienes suelen someter a trabajos clandestinos en condiciones inhumanas, exponiéndolas a conductas

7. Debe aclararse que los derechos identificados son los mismos en las cuatro ciudades y lo que varía es la prioridad dada por las participantes.

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La migración femenina en Colombia: experiencias locales para el abordaje de la trata de personas

relacionadas con la trata de personas; así mismo, por miedo a la deportación, se abstienen de ponerlo en conocimiento de las autoridades. Lecciones aprendidas y retos En los talleres desarrollados en las cuatro ciudades, se observó la ausencia de normas de carácter nacional que den lineamientos a las autoridades locales y tampoco se encontró la existencia de normas territoriales que atiendan la situación, por lo cual todo se ha dado de manera coyuntural ante el éxodo masivo de venezolanos. En ese sentido, se encontró la inexistencia de un diseño e implementación de rutas de acceso a derechos, lo que conduce a que los funcionarios públicos se abstengan de emprender acciones en favor de las mujeres migrantes, por el temor a las consecuencias legales que ello pueda derivar. Para contrarrestar esta situación, se hace evidente un trabajo conjunto de las autoridades con los órganos del Estado encargados de velar por la protección de los derechos humanos, como estrategia alternativa para responder a la cotidianidad de la migración. En ese orden de ideas, es pertinente fomentar espacios de participación con las migrantes para conocer de forma directa sus necesidades y expectativas, especialmente sobre

el acceso a derechos y mecanismos efectivos para su protección, de modo que sirvan de herramienta para la construcción de planes, programas y/o políticas públicas en favor de este sector de la población. Si bien se ha dado una respuesta para atender la situación actual, la cual ha contado con espacios de coordinación interinstitucional, esta se ha limitado al abordaje de la migración como hecho nuevo dentro del Estado colombiano, desconociendo los impactos y las convergencias que pueden presentarse con la trata de personas, escenario en el que es imposible hallar claridad o plena conciencia de las autoridades sobre el enfoque diferencial que este asunto requiere. En este sentido, es recomendable fortalecer las herramientas existentes, como

Llama la atención que, pese a que las mujeres migrantes estén en situación regular, existen barreras frente al acceso a un trabajo en condiciones dignas (…). 26


(…) es pertinente fomentar espacios de participación con las migrantes para conocer de forma directa sus necesidades y expectativas, especialmente sobre el acceso a derechos y mecanismos efectivos para su protección (…). el Comité Interinstitucional para la Lucha contra la Trata de Personas y sus respectivos comités a nivel territorial, para que contemplen de manera prioritaria a la población migrante, especialmente a las mujeres. De igual manera, es claro que por más de que existan normas relacionadas con las conductas constitutivas de trata de personas, que parecieran conformar un marco integral de protección, en la práctica se hacen evidentes vacíos y falencias en la aplicación de este, máxime cuando Colombia está enfrentando una situación de migración masiva emergente proveniente de Venezuela. Esto pone de presente que Colombia como país y las instituciones internas encargadas de velar por esto no estaban preparadas para un flujo migratorio de estas proporciones y características, lo que cambia la perspectiva con la cual la trata de personas había sido abordada y cómo debe manejarse en el futuro. Una de las estrategias para contrarrestar los efectos derivados de la trata de personas consiste en brindar opciones para la obtención de la documentación y la regularización del estatus migratorio; justamente en los talleres se identificó, como una buena práctica, el apoyo de las

brigadas móviles de la Registraduría Nacional del Estado Civil, con el fin de obtener oportunamente la documentación migratoria. El trabajo desarrollado con las mujeres migrantes permite afirmar que se hace necesario crear entornos de protección para los niños, niñas y adolescentes, que vayan más allá de la esfera legal e incluyan elementos de integración cultural y social, con el fin de evitar la exposición a riesgos. Lo anterior debe entenderse dentro de la implementación de acciones con enfoque diferencial, que respondan de manera adecuada a las particularidades de los diferentes perfiles de víctimas de trata de personas. Esto conduce a la necesidad de establecer estrategias de acercamiento, reconocimiento e integración entre las migrantes, sus familias y comunidades de acogida, con el fin impactar de forma positiva en la prevención y el manejo de situaciones violentas, discriminación y xenofobia, lo que podría extenderse al contexto laboral, con la creación de espacios como las redes de emprendimiento que fomenten el trabajo decente y obliguen al Estado a revisar y sancionar las conductas constitutivas de explotación laboral.

Referencias Defensoría del Pueblo (30 de julio de 2018). La lucha contra la trata de personas debe ser una prioridad para la sociedad y el Estado: Defensoría del Pueblo. https://www.defensoria.gov.co/es/nube/ comunicados/7426/La-lucha-contra-la-tratade-personas-debe-ser-una-prioridad-parala-sociedad-y-el-Estado-Defensor%C3%ADadel-Pueblo-trata-de-mujeres-Defensor%C3%ADa-Estado-Mujer-derechos.htm. Ministerio del Interior (2019). Cifras de casos de trata de personas. https:// tratadepersonas.mininterior.gov.co/ observatorio-del-delito-trata-de-personas/ cifras-de-casos-de-trata-de-personas. Organización de las Naciones Unidas (17 de septiembre de 2019). La cifra de migrantes internacionales crece más rápido que la población mundial. Noticias ONU. https:// news.un.org/es/story/2019/09/1462242. Organización Internacional para las Migraciones [OIM] & Ministerio de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (2014). Las mujeres migrantes y la violencia de género: aportes para la reflexión e intervención. http:// argentina.iom.int/co/sites/default/files/ publicaciones/Manual_OIM-digital.pdf. Organización Internacional para las Migraciones [OIM] (2020). Informe sobre las migraciones en el mundo 2020. https:// publications.iom.int/books/informe-sobrelas-migraciones-en-el-mundo-2020. Paiewonsky, D. (2007). Feminización de la migración. Serie Género, Migración y Derecho, documento de trabajo 1. Institución Internacional de Investigaciones y Capacitación de las Naciones Unidas para la Promoción de la Mujer (ISNTRAW). RAMV (2018). Informe final Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos en Colombia. https://data2.unhcr.org/en/ documents/download/64101

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Ultim�tum

Venezolanos en Colombia: discriminación y violencia contra migrantes

En Colombia uno de los retos de la gobernanza de las migraciones consiste en garantizar la protección de los migrantes y refugiados frente a hechos de discriminación y violencia. Tal desafío no sería un asunto menor en medio del éxodo sin precedentes de millones de venezolanos y la transformación de Colombia en el país de mayor recepción de este flujo migratorio.

Venezolanos en Colombia: discriminación y violencia contra migrantes

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Mientras que en el año 2014 se calculaba que 23.573 ciudadanos venezolanos se encontraban viviendo en nuestro país, para febrero de 2020 se registraron 1.771.000 venezolanos, de los cuales aproximadamente 1.017.000 personas se encontraban en condición administrativa irregular (Migración Colombia, 2020). En medio de este crecimiento exponencial de familias e individuos procedentes de Venezuela, la referencia constante y sin evidencias claras del deterioro de indicadores de seguridad ciudadana por la llegada de venezolanos contrasta con la ausencia de estudios sistemáticos que analicen la ocurrencia de eventos de rechazo y violencia contra extranjeros venezolanos. Es más, no existirían diagnósticos claros y precisos que permitan entender el incremento sostenido de los homicidios contra nacionales venezolanos entre 2017 y 2019 (figura 1), y su mayor concentración en 13 departamentos del país: Norte de Santander, La Guajira, Atlántico, Antioquia, Arauca, Santander, Magdalena, Bolívar, Valle del Cauca, Cundinamarca y Bogotá (figura 2) (Medicina Legal, 2019).


Irene Cabrera Nossa Docente investigadora Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales Irene.cabrera@uexternado.edu.co María Alejandra Arias Sánchez Estudiante de IX semestre Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales maria.arias08@est.uexternado.edu.co Deilyn Dayanna Castro López Estudiante de IX semestre Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales deilyn.castro@est.uexternado.edu.co

(…) la mayoría de migrantes y refugiados que han tenido que desplazarse de manera voluntaria o por la fuerza desde Venezuela se enfrentaría a múltiples riesgos que atentan contra su vida, seguridad y libertad (…).

Mariana Sofía Ortiz Vergara Estudiante de IX semestre Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales mariana.ortiz02@est.uexternado.edu.co

Figura 1. Homicidios de venezolanos a nivel nacional 200 150 100 50 0 0

2017

2018

2019

Fuente: elaboración propia a partir de datos de Medicina Legal (2019).

Figura 2. Evolución de muertes violentas en los 13 departamentos de mayor registro 25 20 15 10 5

2017

2018

Bogotá, D. C.

Cundinamarca

Cauca

Valle del Cauca

Magdalena

Bolívar

Santander

Cesar

Arauca

Antioquia

Atlántico

La Guajira

Norte de Santander

0

2019

Fuente: elaboración propia a partir de datos de Migración Colombia (2020).

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Ultim�tum

Lo cierto es que la mayoría de migrantes y refugiados que han tenido que desplazarse de manera voluntaria o por la fuerza desde Venezuela se enfrentaría a múltiples riesgos que atentan contra su vida, seguridad y libertad en el proceso de tránsito y de asentamiento en Colombia. Estos riesgos no solo se explicarían por la presencia de grupos armados y criminales que encuentran en la vulnerabilidad de los migrantes una oportunidad para su abuso y explotación, sino que, además, están asociados a la posibilidad de sufrir tratos degradantes o ataques por parte de la población y las autoridades colombianas, como se discutirá en este artículo. En este contexto, una adecuada caracterización de las formas de discriminación y violencia que se vienen presentando contra migrantes y refugiados venezolanos sería un paso indispensable hacia el ajuste y robustecimiento de medidas de prevención, atención y protección de esta población. Bajo esta lógica, estudiantes de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales (FIGRI) realizaron un proyecto piloto con el propósito de examinar, desde la percepción y experiencia de los venezolanos, cuáles son las acciones discriminatorias y de violencia contra los migrantes y refugiados como consecuencia de su nacionalidad. Sobre esta base, este estudio preliminar apuntó a identificar en qué medida

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Venezolanos en Colombia: discriminación y violencia contra migrantes

(…) este estudio preliminar apuntó a identificar en qué medida el Gobierno ha dispuesto medidas concretas para disuadir, prevenir y atender conductas vulneradoras de los derechos humanos contra esta población en el país. el Gobierno ha dispuesto medidas concretas para disuadir, prevenir y atender conductas vulneradoras de los derechos humanos contra esta población en el país. Para lo anterior, se realizaron 51 entrevistas estructuradas en la ciudad de Bogotá a migrantes venezolanos, de los cuales el 29 % se encontraba de forma regular, y el restante, en condición irregular. En las preguntas se indagó sobre su propia definición de discriminación; el tipo de manifestaciones de discriminación y violencia en su contra por parte de la población y de las autoridades colombianas; la denuncia o no ante autoridades, y la mejor manera de prevenir o resarcir el hecho. Sin duda, tanto a nivel internacional como nacional, existen diferentes instrumentos que han definido e incluso prohibido la discriminación, tales como la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948), la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (1965), la Declaración de Durbán (2001), así como el artículo 13 de la Constitución Política, la Sentencia T-1090 de 2005


y la Ley 1482 de 2011. Con todo, dentro del proyecto se sintetizó y dio prevalencia a la definición general de la población migrante según la cual la discriminación es toda distinción, trato diferente (negativo, despectivo, rechazo o exclusión), o cualquier forma conexa de intolerancia; acciones xenófobas de incitación a la violencia o agresiones verbales y físicas; o afectaciones graves a los derechos humanos en los que la razón principal de cualquiera de estos hechos es la pertenencia de una persona a la nacionalidad venezolana. A partir de esta definición marco, a continuación se presentarán los principales hallazgos del proyecto piloto.

(…) la mayoría de los entrevistados contestó haberse sentido discriminada por parte de la población colombiana (…) y haber sido objeto de al menos seis tipos de discriminación y violencia.

I. Tipos de discriminación y violencia que están experimentando los venezolanos en Colombia La mayoría de los migrantes entrevistados contestó que la discriminación a las personas con nacionalidad venezolana obedece al prejuicio generalizado de que todos los venezolanos adelantarían conductas ilegales. Además, en su visión, los malos tratos vendrían principalmente de la población colombiana y las autoridades. De acuerdo con lo anterior, se identificaron diferentes tipos de discriminación por parte de estos dos actores en mención. Para empezar, la mayoría de los entrevistados contestó haberse sentido discriminada por parte de la población colombiana (figura 3) y haber sido objeto de al menos seis tipos de discriminación y violencia. En primer lugar, se identificaron expresiones verbales de rechazo, intolerancia o prejuicio, entendido como ataques directos con el uso de frases o palabras despectivas, entre las que se destacan «veneco», «regresen a su país», «dejen la pedidera», o referencias como «ladrón», «vagos», entre otros. En segundo lugar, se determinó como un tipo de discriminación la imposición de barreras para el acceso a servicios y oportunidades, como consecuencia de sobrecostos a bienes, requerimientos excesivos para contratos de arrendamiento y pruebas

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Ultim�tum

adicionales para obtener contratos laborales. En tercer lugar, se registró como otro tipo la violación del derecho a la dignidad humana, como resultado de prácticas de tortura, tratos inhumanos y acoso sexual. Así mismo, la violación del derecho a la vida, por desapariciones, homicidios selectivos y masacres, hasta actos de terror como el que sucedió el 23 de enero de 2018 en Cúcuta, cuando ciudadanos colombianos lanzaron bombas incendiarias contra un grupo de 900 migrantes venezolanos. Otro tipo de discriminación referido fue la violación a la propiedad privada, haciendo referencia a extorsiones, fraudes y robos. A su turno, la mayoría de los entrevistados contestó haberse sentido alguna vez discriminada por una autoridad colombiana (figura 4). En este marco, se identificaron cinco tipos de discriminación y violencia. Entre ellos, el abuso de autoridad como consecuencia de detenciones arbitrarias, requisas indebidas y agresiones sexuales. En segundo lugar, al igual que con la población colombiana, se identificaron expresiones verbales de rechazo o intolerancia. Además, se encontró la exclusión en espacios públicos, entendida como el impedimento de circular libremente en los diferentes lugares de la ciudad (parques, estaciones de TransMilenio, entre otros). Otro tipo de discriminación fue la intimidación, como consecuencia de amenazas de las autoridades

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Venezolanos en Colombia: discriminación y violencia contra migrantes

Figura 3. Percepción sobre la discriminación

79 %

21 %

¿Se ha sentido discriminado/a por la población Colombiana? Sí No

Fuente: elaboración propia.

Otro tipo de discriminación fue la intimidación, como consecuencia de amenazas de las autoridades en términos de deportarlos o enviar a sus hijos al ICBF.

en términos de deportarlos o enviar a sus hijos al ICBF. Finalmente, se establecieron agresiones físicas como resultado de golpizas y otro tipo de lesiones personales. II. Reportes o denuncias sobre hechos discriminatorios ante autoridades colombianas Los entrevistados, a pesar de haber sido víctimas de diferentes tipos de discriminación, en su mayoría no denunciaron los hechos delictivos en su contra. En particular, el 87 %


Figura 4. Percepción sobre la discriminación por parte de la autoridad

67 %

33 %

¿Se ha sentido discriminado/a por la autoridad Colombiana?

Figura 5. Tasa de denuncias ante discriminación

87 %

¿Ha denunciado hechos de discriminación ante alguna autoridad?

Sí No

Fuente: elaboración propia.

respondió nunca haber denunciado estos eventos ante alguna autoridad competente. Además, el 13 % que presentó una denuncia manifestó no recibir alguna indicación de acompañamiento y reparación. En esta línea, se les preguntó sobre su disposición a denunciar en caso de que existiera una autoridad encargada para esta tarea respecto a migrantes y refugiados, frente a lo cual la mayoría respondió de manera afirmativa, argumentando la importancia de generar

13 %

Sí No

Fuente: elaboración propia.

conciencia sobre la realidad diaria a la cual están sujetos los migrantes venezolanos. Entre los que respondieron de manera negativa, su desconfianza hacia las instituciones y estatus irregular constituyeron las principales barreras para denunciar. Finalmente, se les preguntó por la entidad de mayor credibilidad para reportar el hecho y recibir acompañamiento, y de las entidades referidas 1 , la Defensoría del Pueblo fue la de mayor preferencia.

(…) el 13 % que presentó una denuncia manifestó no recibir alguna indicación de acompañamiento y reparación.

1. Se referenciaron como opciones la Cancillería por medio de Migración Colombia, la Defensoría del Pueblo, la Procuraduría, la Personería y la Policía Nacional.

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Ultim�tum

Venezolanos en Colombia: discriminación y violencia contra migrantes

(…) no existe una línea de acción exclusiva para recibir denuncias o reportes y brindarles [a los migrantes venezolanos] algún acompañamiento, protección o reparación frente a eventos de discriminación grave.

III. Medidas de protección para los migrantes venezolanos ante eventos discriminatorios y violentos En Colombia existen diferentes instituciones que tienen competencia para atender a la población migrante, tales como las personerías municipales, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General de la Nación, e incluso la Policía Nacional. Con todo, no existe una línea de acción exclusiva para recibir denuncias o reportes y brindarles algún acompañamiento, protección o reparación frente a eventos de discriminación grave. Es más, en ocasiones, de acuerdo con los entrevistados, funcionarios de ventanilla han terminado negando la solicitud de ayuda de los migrantes debido a su estatus administrativo, aun cuando esta situación bajo ningún motivo debería ser un impedimento para recibir atención y asistencia frente a eventos violentos. De acuerdo con estos vacíos, es importante destacar que los entrevistados propusieron distintas acciones para reducir la discriminación contra migrantes venezolanos, las cuales se pueden dividir en tres categorías clave: acciones de prevención, de atención y de reparación. A nivel de prevención, se sugirió el despliegue de campañas publicitarias con mayor difusión para sensibilizar a la población

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colombiana sobre el impacto de la discriminación en los migrantes, al tiempo que se propuso la implementación de medidas de disuasión y educación que enfaticen cómo ciertas conductas incluso constituyen delitos. En la segunda categoría, se encuentra la creación de una instancia estatal que brinde información y acompañamiento de alcance nacional, que facilite los trámites de regularización y acompañamiento ante eventos de vulneración de derechos, así como la apertura de un espacio o proceso para un diálogo directo entre la población venezolana y el alcalde de turno. Por último, en cuanto a las propuestas de reparación, respondieron que era necesario aplicar multas pecuniarias ante un evento discriminatorio y violento, al igual que habilitar procesos que permitan una resolución alternativa de conflictos. A modo de reflexión final, con este proyecto piloto se corroboró la existencia de un amplio repertorio de formas de discriminación y violencia contra los migrantes venezolanos por parte de la población y de autoridades colombianas. Lo anterior merecería, sin duda, mayor atención estadística y cualitativa por parte de las entidades competentes. En este contexto, a partir de las entrevistas, resulta inquietante la impotencia que se evidenció entre


los participantes respecto a la aparente aceptación e inacción frente a las vulneraciones que se presentan contra migrantes en el país. En efecto, entre los hallazgos clave de este ejercicio académico, se destaca no solo la gravedad de las violaciones a los derechos humanos que están ocurriendo contra venezolanos, sino además, desde un nivel institucional, cómo la ausencia de rutas claras para la exigibilidad de los derechos de los migrantes y refugiados constituye un obstáculo para su seguridad y efectiva protección.

(…) los entrevistados propusieron distintas acciones para reducir la discriminación contra migrantes venezolanos, las cuales se pueden dividir en tres categorías clave: acciones de prevención, de atención y de reparación.

Referencias Departamento Nacional de Planeación (2018). CONPES 3950. Estrategia para la atención de la migración desde Venezuela. https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/ Conpes/Econ%C3%B3micos/3950.pdf. Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (2019). Lesiones fatales de ciudadanos venezolanos en Colombia. http://www.medicinalegal.gov.co/ lesiones-fatales-de-ciudadanosvenezolanos-en-colombia. Migración Colombia (2020). Venezolanos en Colombia corte a febrero de 2020. https://www.migracioncolombia.gov.co/ infografias/content/259-infografias-2020.

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Ultim�tum

Integración fragmentada: aporofobia y capital humano

Integración fragmentada: aporofobia y capital humano

Más allá de la convergencia de las variables personales de cada individuo en los procesos de integración, existen barreras connaturales al migrante que determinarán su nivel de éxito o fracaso, lo que dificulta su inserción dentro de la sociedad de acogida y trae como consecuencia una brecha diferencial incluso entre los casos más asimilables, dependiendo del sector de la población a la que cada quien se integre. 36


Julián Barrera Estudiante en proceso de grado Facultad de Derecho julian.barrera@est.uexternado.edu.co

Estas barreras se componen de diversas categorías y se inclinan hacia diferentes enfoques; sin embargo, dentro de ellas se destacan la aporofobia, como un fenómeno social, y el capital humano, como una condición personal del sujeto, ya que inciden significativamente en varias perspectivas de la integración migratoria. Migración La migración es el desplazamiento de un individuo a través del espacio geográfico, de forma temporal o permanente, que desde el principio de la humanidad ha contribuido a la supervivencia del ser humano como un ejercicio innato en el que se ha visto comprometido, tras la búsqueda constante de mejores condiciones de vida, para sí mismo y su comunidad, en distintos espacios alrededor del planeta. En la actualidad, es difícil encontrar una persona que no haya migrado o no haya sido el resultado de alguna migración del pasado, bien sea por condiciones ambientales, tiempos de crisis o el deseo de dirigirse a otro destino, lo que genera como resultado cambios en las configuraciones culturales y sociales tanto del lugar de partida como en el de llegada, que pueden ser más o

menos profundos, dependiendo de la cosmovisión e idiosincrasia de los sujetos involucrados. Por lo anterior, para el migrante uno de los mayores retos es integrarse de la forma más armónica posible a la sociedad de acogida y superar la situación de vulnerabilidad con la que llega a esta, pues el resultado de la separación de sus seres queridos, el sentimiento de desesperanza, el fracaso del proyecto migratorio, la ausencia de oportunidades, la lucha por la supervivencia, el miedo constante o la ignorancia sobre cómo enfrentar algunas circunstancias podrían desencadenarle tal duelo migratorio que lo conduzcan al síndrome de Ulises1 (Achotegui, 2009). Integración De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la integración es entendida como «un proceso mediante el cual un grupo minoritario adopta gradualmente las costumbres y actitudes de la cultura prevaleciente» (OIM, s. f., p. 5), lo que necesariamente requiere del individuo y de su comunidad una serie de métodos de aprendizaje y desaprendizaje respecto de las formas de pensar y las pautas de comportamiento

(…) para el migrante uno de los mayores retos es integrarse de la forma más armónica posible a la sociedad de acogida y superar la situación de vulnerabilidad con la que llega a esta (…).

1. Cuadro de estrés psicológico crónico y múltiple que afecta a inmigrantes tras hallarse en condiciones adversas durante su diáspora.

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Ultim�tum

(…) el proceso de aculturación varía dependiendo del grupo social al que se acoja el migrante, debido a que este grupo puede determinar la capacidad de adaptación del individuo y sus condiciones de vida en adelante (…).

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Integración fragmentada: aporofobia y capital humano

que traían consigo, para obtener una óptima interacción entre sí. No obstante, la integración, en sentido estricto, se refiere solamente a una de las cuatro alternativas posibles de incorporación del inmigrante, que se presenta cuando se alcanza la amalgama perfecta de mantener la identidad cultural primigenia y a la vez adaptarse a la de acogida, el cual es el supuesto ideal; mientras que la asimilación se presenta cuando existe en la persona el deseo de abandonar la herencia cultural de la sociedad de origen y orientarse hacia la de acogida; por su parte, la segregación ocurre cuando el migrante conserva la herencia cultural de la sociedad de origen en detrimento de la de acogida; y

finalmente la marginación aparece cuando el individuo pierde contacto cultural y psicológico con ambas culturas, por lo que es el peor supuesto (Berry, 1997). Aunque la teoría migratoria permitiría clasificar a cada individuo en alguna de estas alternativas, la aculturación psicológica, como un indicador del esfuerzo que tanto el foráneo como los locales tienen que efectuar para adaptarse y tener relaciones intergrupales satisfactorias, explica la dinámica mediante la cual las personas negocian componentes culturales de identidad, con la comparación entre el grupo de pertenencia y el de recepción, así redefinen la supuesta homegeneidad de la colectividad y la habitualidad a la


que estaba acostumbrado el sujeto, respecto de su relación con la vida cotidiana y su estilo de vida. En este sentido, el proceso de aculturación varía dependiendo del grupo social al que se acoja el migrante, debido a que este grupo puede determinar la capacidad de adaptación del individuo y sus condiciones de vida en adelante, para facilitar o dificultar su integración, puesto que confluyen componentes subjetivos, propios de la naturaleza humana, como emociones y sentimientos que podrían favorecer o perjudicar tanto su vida comunitaria como personal. Integración fragmentada La integración fragmentada se refiere, precisamente, a que la incorporación del sujeto dependerá de componentes sociales y personales que lo encaminarán a integrarse en un segmento específico de la sociedad de acogida y, en consecuencia, determinarán de forma diferencial el nivel de éxito o fracaso de cada migrante en su proceso de integración. Para Portes2, existen dos rutas a partir de las cuales se comienza a fragmentar la integración: por un lado, la integración ascendente, en la que la persona se incorpora a un estilo de vida satisfactorio entre la exclusiva clase alta y la clase media predominante, y la

integración descendente, en la que la persona se incorpora a las clases sociales más bajas, que suelen ser rechazadas por su condición de pobreza en diferentes niveles (Portes, Fernández-Kelly & Haller, 2005). En efecto, pese a que todos los procesos de integración son disímiles, se fragmentan cada vez más en el terreno, por recursos (intelectuales, materiales y sociales) y componentes estructurales que son determinantes en la calidad de vida de muchos seres humanos, quienes, a pesar de las innegables divergencias, mantienen la esperanza de tener algún día las mismas oportunidades entre ellos o respecto de los locales, y de esta forma, abatir la discriminación omnipresente de la sociedad y del sistema que los trata como diferentes. Dentro de los componentes que más fragmentan la incorporación del migrante y lo orientan a una u otra clase social, se destacan la aporofobia, entendida como el pavor hacia el migrante que no tiene suficientes recursos económicos para sostenerse, y el capital humano, entendido como el nivel personal de actitudes y aptitudes que le permitan generar fórmulas para mejorar su condición de vida y la de los suyos, que pueden acompañarlo o estar en su lugar de origen.

La integración fragmentada se refiere (…) a que la incorporación del sujeto dependerá de componentes sociales y personales que lo encaminarán a integrarse en un segmento específico de la sociedad de acogida (…).

2. Sociólogo cubanoamericano, profesor de sociología en las universidades de Princenton y Miami. Fundador y director del Center for Migration and Development en la Universidad de Princeton. Miembro de la Academia Nacional de Ciencias de la Academia Americana de Artes y Ciencias.

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Ultim�tum

(…) la teoría del capital humano se ha entendido como un conjunto de componentes que van desde las condiciones económicas del propio individuo hasta las características personales del migrante y las habilidades que este ha adquirido (…).

3. Filósofa y profesora emérita española de la Universidad de Valencia, escritora. Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, y la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida, y vocal del Comité Asesor de Ética de la Investigación Científica y Tecnológica.

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Integración fragmentada: aporofobia y capital humano

Aporofobia En las formas de discriminación hacia el migrante han sobresalido desde siempre la xenofobia , entendida como el rechazo al extranjero, y el racismo, entendido como el rechazo a grupos étnicos diferentes del propio; sin embargo, desde finales del siglo XX se acuñó el concepto aporofobia para designar el rechazo al pobre, y ha tenido gran acogida entre instituciones, expertos y neófitos. Para Cortina 3 (2017), los seres humanos son animales reciprocadores, es decir, que están dispuestos a dar con tal de recibir, y en este sentido, se es despectivo con quien no puede ofrecer nada a la sociedad o parece que no puede hacerlo, por lo que se va en colectivo en contra de la dignidad humana y la democracia, que en teoría es incluyente, pero, desde algunas organizaciones y desde la sociedad misma, es excluyente. Como fenómeno social, la aporofobia se ha constituido como una barrera a la integración, en tanto acentúa las diferencias entre la comunidad de acogida y el migrante, pues en muchas de las ocasiones el sujeto migra en busca de mejores oportunidades para sí, que no encuentra en su lugar de origen. En tal sentido, se legitiman actitudes de desprecio y rechazo que dividen a unos y otros, de manera que le dificultan al individuo el entendimiento y la aprehensión de costumbres locales que le permitan obtener el mejor supuesto de integracionismo.

Capital humano A diferencia de la economía, en los modelos migratorios la teoría del capital humano se ha entendido como un conjunto de componentes que van desde las condiciones económicas del propio individuo hasta las características personales del migrante y las habilidades que este ha adquirido, de la mano con su nivel de escolaridad, que le permitirán integrarse de peor o mejor manera en comparación con otros migrantes, de acuerdo con su caso en particular (Gómez, 2001). Por un lado, las características personales del migrante hacen referencia no solo a la edad, el género, el estatus, el idioma o la religión, que son en su mayoría componentes inmodificables de cada quien, sino también a la personalidad, su capacidad de interactuar con otras personas, su resiliencia y hasta su temperamento, dado que todos estos componentes agrupados dentro del capital humano podrían brindar más oportunidades para quien es empático, solidario o tolerante, lo que fragmenta la incorporación de tal o cual migrante. Por otro lado, las habilidades prácticas, los conocimientos específicos y el nivel de educación determinan en algunas ocasiones el potencial del individuo respecto de su fuerza laboral y las oportunidades que se le brinden para mejorar su estilo de vida, pero en otras ocasiones estos componentes no se tienen en cuenta en la sociedad de acogida, de manera que obligan al migrante


(…) el equilibrio natural solo lo encontraremos si generamos cambios inclusivos y tolerantes en nuestra forma de actuar y comprender el mundo.

Referencias Achotegui, J. (2009). Emigrar en el siglo XXI: estrés y duelo migratorio en el mundo de hoy. El síndrome del inmigrante con estrés crónico y múltiple. Ediciones El Mundo de la Mente. Berry, J. (1997). Innmigration, acculturation and adaptation. http://www.ucd.ie/mcri/ resources/Dermot%20Ryan%20Reading.pdf. Brettell, C. & Hollifield, J. (2007). The sociology of immigration: From assimilation to segmented assimilation, from the American experience to the global arena. Migration Theory: Talking Across Disciplines, (2), 83-112.

a adaptarse a cualquier situación a la que se enfrente, lo que fragmenta, una vez más, su proceso de incorporación tras notar frustradas sus expectativas y lo conduce a peores condiciones. A pesar de lo anterior, los migrantes alrededor del mundo han encontrado estrategias que facilitan su integración como el enclave étnico, que es muy común, y se presenta en aquellas ocasiones en que los establecimientos de comercio cuyos propietarios tienen un mismo origen nacional o regional, diferente del local, se agrupan en un espacio físico concreto, con el fin de emplear a trabajadores connacionales, intercambiar bienes y servicios y relacionarse cooperadamente para ayudarse entre sí, tal como es el caso de Chinatown en Nueva York, el barrio Baek-ku en Buenos Aires, de Liberdade en São Paulo, el Barrio Chino en Lima, de Little Havana en Miami o de Villa Caracas

en Barranquilla (Portes, Guarnizo & Haller, 2002). Conclusiones Aunque existan diferentes formas de abordar la integración migratoria, sus estrategias y desafíos, para poder lograr un verdadero pacto social, democrático y armónico, es indispensable conocer las diferencias entre nosotros y los otros, nutriéndonos de ellas y entendiendo que el equilibrio natural solo lo encontraremos si generamos cambios inclusivos y tolerantes en nuestra forma de actuar y comprender el mundo. Así, el gran reto que tiene la humanidad para el siglo XXI es acabar con las desigualdades de todo tipo, entendiéndonos como diversos, rompiendo los esquemas de los paradigmas que vienen con muchos de nosotros desde la infancia, tanto a nivel personal como institucional, para lograr vivir y convivir en un mejor planeta.

Castro, A. (Ed.) (2019). Venezuela migra: aspectos sensibles del éxodo hacia Colombia. Universidad Externado de Colombia. Cortina, A. (2017). Aporofobia, el rechazo al pobre: un desafío para la democracia. Paidós. Gómez, J. (coord.). (2001). X Jornadas de la Asociación de la Economía de la Educación. Universidad de Murcia. Organización Internacional para las Migraciones (s. f.). Migración y demografía. http://www.crmsv.org/documentos/ iom_emm_es/v2/v2s02_cm.pdf. Portes, A., Fernández-Kelly, P. & Haller, W. (2005). Segmented assimilation on the ground: The new second generation in early adulthood. https://www.academia. edu/29781476/Segmented_assimilation_on_ the_ground_The_new_second_generation_in_ early_adulthood. Portes, A., Guarnizo, L. & Haller, W. (2002). Transnational entrepreneurs: An alternative from immigrant economic adaptation. American Sociological Review, 67 (2), 278-298.

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La crisis dentro de la crisis: migrantes venezolanos en el Perú en tiempos de pandemia

La crisis dentro de la crisis: migrantes venezolanos en el Perú en tiempos de pandemia La pandemia global que viene azotando al mundo, debido a la expansión del virus SARS-CoV-2 (conocido genéricamente como nuevo coronavirus), ha traído consigo la paralización de actividades económicas y flujos comerciales a nivel global, el confinamiento obligatorio de por lo menos la tercera parte de la humanidad y la crisis de los sistemas de salud incluso entre los países con mayores recursos, entre otros problemas. El rápido esparcimiento del virus y su enfermedad (la COVID-19) parecen indetenibles. Se estima que los contagiados serán millones y, por lo menos, habrá cientos de miles de víctimas mortales.

La crisis sanitaria que viene desatando el virus, dentro de sus múltiples dimensiones, también tiene un rostro social y esto se agudiza más en regiones tan desiguales como América Latina. Las grietas del modelo económico vigente y la pérdida de legitimidad política de sus gobernantes ya habían desembocado en un descontento generalizado, que fue canalizado por las protestas

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sociales que sacudieron la región un año atrás. El estancamiento económico, el empobrecimiento de diversos sectores sociales, la desprotección laboral, la inseguridad ciudadana, la falta de acceso a servicios de calidad en educación y salud, la ausencia de políticas de vivienda, y muchas cosas más son el reflejo de una América Latina cuyo estado de crisis ha dejado de ser excepcional.


Aldo Pecho Gonzáles Antropólogo investigador del Área de Seguridad Ciudadana Instituto de Defensa Legal (Lima, Perú) apecho@idl.org.pe

Y a esto ahora se le suma el grave problema de la pandemia. El impacto que causará en nuestros países puede ser incalculable, tanto en pérdidas humanas como materiales. Pero incluso, en esta desgracia, cierto grupo de personas puede sufrir sus consecuencias de manera más aguda. Son grupos vulnerables que no solo están expuestos a la enfermedad, sino también a la falta de ingresos o medios de subsistencia adecuados para sobrevivir en tiempos de pandemia. Entre estos grupos vulnerables se encuentran los migrantes, y en nuestra región particularmente aquellos provenientes de la diáspora venezolana.

La migración ha sido preferentemente intrarregional, con dos países que concentran casi la mitad de la diáspora: Colombia y Perú.

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La crisis dentro de la crisis: migrantes venezolanos en el Perú en tiempos de pandemia

Primer rostro de la crisis: migrantes venezolanos en el Perú La debacle política, económica y social en Venezuela en la última década ha provocado que cerca de 5 millones de personas abandonen su territorio para sortear mejores rumbos. La migración ha sido preferentemente intrarregional, con dos países que concentran casi la mitad de la diáspora: Colombia y Perú1. En el caso peruano, la apertura migratoria tuvo como móvil impulsar una estrategia geopolítica regional contra el régimen de Maduro, que se hizo tangible con la creación del Grupo de Lima en el 2017. Así, se abrieron las puertas a ciudadanos venezolanos, quienes empezaron a llegar en grandes oleadas a un país en donde se les otorgaron facilidades administrativas para residir temporalmente, mas no la seguridad jurídica de su permanencia ni el estatus de refugiados. El discurso de ayuda humanitaria no fue más que eso: un discurso.

Las escasas políticas de integración desde el Estado, y las casi nulas de atención social, ponen a los migrantes venezolanos en una situación prácticamente de abandono, dejándolos a su suerte.

1. Acnur (2020) calcula que en Colombia y Perú existen 1,6 millones y 860.000 migrantes venezolanos, respectivamente.

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Sin embargo, la crisis política en el Perú, con la dimisión del presidente Pedro Pablo Kuczynski, trajo un cambio de rumbo en las políticas migratorias. De acuerdo con las restricciones que se iban imponiendo en los demás países de la región, el nuevo Gobierno de Martín Vizcarra decidió poner límites a los permisos temporales de permanencia y empezó a exigir el ingreso obligatorio con pasaporte, en un primer momento, y luego con visa humanitaria o de turista. Con estas medidas, debido a sus altos costos y trámites burocráticos, la desaceleración del flujo migratorio se hizo evidente. Pero ya eran cientos de miles de venezolanos quienes se encontraban en el Perú, y que empezaron a buscar empleo y residencia en los sectores emergentes y populares. El recibimiento que tuvieron los migrantes venezolanos fue tomado, inicialmente, con cierta simpatía y solidaridad por un sector de la población peruana. Perú no es un país que históricamente acostumbra recibir grandes flujos migratorios, por lo que el contacto con extranjeros resultaba más que llamativo. No obstante, la masiva llegada de venezolanos empezó a causar incertidumbre entre la población nacional. Así, se fue difundiendo el temor de que el empleo lo iban a copar los migrantes, quienes ofertaban su fuerza de trabajo a un menor costo, bajando los precios del mercado laboral. Lo cierto es que la economía peruana, caracterizada por tener un alto grado de informalidad, terminó por absorber la mano de obra venezolana en trabajos poco calificados, sin beneficios laborales


y muchas veces bajo un régimen de explotación, incluso más que el soportado por los peruanos2. No pasaría mucho tiempo para que el Estado y los medios de comunicación hicieran eco del descontento social y terminaran por catapultarlo. Así, encontraron en el siempre perenne problema de la inseguridad ciudadana la excusa ideal. Diariamente se reportaban noticias de acciones delictivas causadas por migrantes, de tal forma que parecería que se estuviera viviendo una «ola criminal». En los hechos, los registros policiales apenas señalaron que el 1,6 % del total de denuncias, en el 2019, estaba dirigido contra ciudadanos venezolanos, la mayoría por violencia familiar. Esto no fue obstáculo para que el Estado tomara como chivo expiatorio a los migrantes y endureciera sus medidas a fin de ganarse el aplauso popular. Se hicieron redadas y deportación de migrantes, se ejecutó un plan denominado Migración Segura, y hasta se creó una «brigada especial» en la Policía con el fin de combatir el crimen producido por «malos elementos venezolanos». El giro de securitización en las políticas migratorias exacerbó los ánimos en la sociedad peruana, y se ha sumado a la preocupación existente en torno al ámbito laboral y económico. Esto se hace evidente en encuestas de opinión, como las recogidas por el Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú (2020), en las que se compara cómo la percepción negativa contra los migrantes ha ido

creciendo. Así, se tiene la creencia de que muchos venezolanos están dedicándose a actividades delictivas (81 %), perjudican a la economía de los peruanos (77 %), les quitan empleos (76 %), desconfían de ellos (68 %), los consideran personas deshonestas (61 %) y les tienen miedo (52 %). Tema delicado si se tiene en cuenta que el actual Gobierno de Vizcarra es muy sensible a la opinión pública, y por ello trata de priorizar algunas de sus políticas, así como dejar otras de lado, otras que pueden resultar menos populares; la cuestión migratoria, por supuesto, no lo es. Las escasas políticas de integración desde el Estado, y las casi nulas de atención social, ponen a los migrantes venezolanos en una situación prácticamente de abandono, dejándolos a su suerte. Y en este escenario, ha llegado la pandemia.

Según datos oficiales del INEI (2019), el 78,3 % de migrantes trabajadores son dependientes asalariados, y de este total un 88,5 % carece de contrato laboral.

2. En un informe producido por Belapatiño y otros (2019), se detalla que en promedio los venezolanos trabajan más horas semanales que los peruanos (60 horas contra 41 horas, respectivamente) y reciben menos remuneración por ello (1.116 soles contra 1.560 soles, respectivamente).

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Los migrantes venezolanos tienen que afrontar la cuarentena, la paralización de actividades y el temor ante la llegada de la pandemia con una carga emocional muy fuerte.

3. Según Arturo Wallace (2020), los gastos per cápita por habitante son de los peores de Sudamérica, apenas por encima de Bolivia y Venezuela. En cuanto al gasto de salud respecto al PIB, apenas es del 3,2 %, y aquí solo se encuentra por encima de Venezuela. 4. Recordemos que los trabajos esenciales, como la producción, los servicios de salud, las comunicaciones, entre otros, continúan operando. Además, el home office o empleo por teletrabajo también se aplica, aunque solo para pocos empleos.

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La crisis dentro de la crisis: migrantes venezolanos en el Perú en tiempos de pandemia

La crisis de la crisis: solo el inicio La pandemia desatada por la COVID19 ha provocado una serie de respuestas heterogéneas en el Gobierno peruano. Su sistema de salud no es de los mejores de la región, la red de hospitales se encuentra pobremente equipada y descentralizada, y la inversión per cápita es mínima (apenas 681 dólares por habitante)3. Consciente de esta situación, el presidente Vizcarra implementó una de las primeras medidas radicales en América Latina contra la pandemia: el 16 de marzo se decretó la cuarentena total de la población, salvo para trabajos esenciales, cuando apenas se tenían 71 casos de infectados. Con esto se trataba de ganar tiempo para preparar el sistema de salud ante el crecimiento evidente de la pandemia, así como evitar la expansión del virus por el contacto y circulación de la población. Hasta el momento Lima Metropolitana, una enorme aglomeración urbana de 10 millones de habitantes, tiene la mayor cantidad de infectados y fallecidos por el virus en el país. Y en esta ciudad se concentran mayoritariamente los migrantes: se calcula que allí residen 8 de cada 10 venezolanos en el Perú. El problema es patente. Para empezar, la paralización casi total de la economía peruana pone en una situación de vulnerabilidad a los migrantes. Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística e Informática –INEI– (2019), el 78,3 % de migrantes trabajadores son dependientes asalariados, y de este

total un 88,5 % carece de contrato laboral. Los trabajadores independientes son el 20,5 % de migrantes y se dedican generalmente al rubro de los servicios. La economía informal provoca que los ingresos económicos para los migrantes sean prácticamente nulos con la paralización. En una encuesta recogida por Equilibrium CenDe (2020), en plena cuarentena, apenas un 7 % de migrantes afirma que sigue trabajando4, y el resto queda sin estabilidad económica. Cuando se les pregunta a los migrantes si se encuentran abastecidos o tienen recursos para su sobrevivencia, un 37 % afirma que no están abastecidos ni cuentan con dinero, mientras que un 40 % afirma que están parcialmente abastecidos, pero ya no tienen dinero. La falta de recursos, conforme pasan las semanas, agudiza más la situación. En redes sociales y en algunos medios de comunicación se pueden observar migrantes venezolanos pidiendo apoyo en dinero y alimentos. Bajo este panorama, la crisis humanitaria es notoria. Pero hay que sumarle otro problema más: el alquiler de la vivienda. Según el INEI (2019), el 95,7 % de los migrantes vive bajo condición de alquiler. En tiempos de pandemia, a este problema se le suma el del hacinamiento: el 62,4 % de los migrantes reside en espacios de una sola habitación (es decir, no se alquila una casa, sino apenas un cuarto). Y en promedio, el 66,7 % de venezolanos


comparte una habitación con tres a más personas. Ante la imposibilidad de tener recursos para pagar los alquileres, los migrantes también se encuentran en un escenario de posible desalojo por parte de sus caseros. Grave situación si se tiene en cuenta que el mercado de alquileres en el Perú es altamente informal, con contratos de palabra o firmados sin la mínima regulación o validez legal. Pero si hablamos de una pandemia, el problema de la salud es uno de los más importantes por evaluar. Según el INEI (2019), un 11 % de los migrantes padece de un problema de salud crónico. Y de este segmento, el asma es la enfermedad que se encuentra mayormente presente (39 %), sin dejar de observar que algunos tienen otras enfermedades pulmonares (1,1 %). En cuanto al acceso al sistema de salud del Estado, el Seguro Integral de Salud provee atención gratuita a quienes se encuentran

inscritos. Para los migrantes esto resulta complicado, porque tienen que clasificarlos como personas en pobreza o pobreza extrema en el Sistema Focalizado de Hogares; de lo contrario, tienen que pagar una cuota mensual. La enredada burocracia peruana los hace desistir de ingresar a la atención gratuita de este sistema, el que en teoría tiene el más fácil acceso. Por ello, apenas un 8,3 % de migrantes acude a los diversos establecimientos del sistema de salud peruano, un 44,5 % prefiere recibir recomendaciones de la botica o farmacia, un 27,8 % se automedica y un 19,4 % simplemente no busca ningún tipo de atención. El panorama trazado resulta desalentador. Los migrantes venezolanos tienen que afrontar la cuarentena, la paralización de actividades y el temor ante la llegada de la pandemia con una carga emocional muy fuerte. Por ello, la salud mental empieza a resquebrajarse, provocando nerviosismo, ansiedad, estrés, tristeza, miedo y conflictos en las relaciones interpersonales. ¿Cuáles son las salidas para esta crisis?

El Gobierno de Vizcarra se ha cuidado muy bien de afirmar que las políticas de apoyo se dan exclusivamente para ciudadanos peruanos (…).

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La crisis dentro de la crisis: migrantes venezolanos en el Perú en tiempos de pandemia

Con pocas salidas Las medidas tomadas por el Gobierno peruano han sido de las más radicales en la región, sin embargo, empiezan a aflorar sus defectos. La continua expansión del virus, la falta de pruebas masivas de control, el desconcierto e impaciencia de la población, y la falta de atención integral a las personas vulnerables son su evidencia. El Estado peruano cuenta con un buen respaldo fiscal y reservas internacionales generosas; por ello, ha tratado de establecer paliativos para esta crisis. Así, a los sectores vulnerables urbanos se les ha otorgado un bono de 380 soles por cada dos semanas de cuarentena y, en diversos sectores populares, se entregan canastas con productos de consumo básico. También se ha focalizado un bono para los trabajadores independientes y liberado una parte de los fondos de pensiones privados para los trabajadores desempleados. No obstante, todo esto resulta insuficiente para los propios peruanos. Habría que preguntarse, no sin cierto temor, ¿cuáles son más bien las medidas de salvación para los migrantes? Hasta el momento, a inicios de abril, no ha existido ninguna medida

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concreta. El Gobierno de Vizcarra se ha cuidado muy bien de afirmar que las políticas de apoyo se dan exclusivamente para ciudadanos peruanos, a fin de acallar las críticas políticas y el descontento popular. Sin embargo, ante la inminente crisis humanitaria que se asoma, se vienen coordinando esfuerzos con instituciones internacionales como ONU, Acnur, OIM, Save the Children, entre otras, para brindar apoyo a los migrantes. Se afirma que se les otorgará un bono similar al que reciben los sectores vulnerables peruanos, cuyo dinero va a provenir –y esto se resalta– de fondos internacionales. Ante esta propuesta, un problema será mapear los hogares venezolanos más necesitados, si es que la mayoría de ellos no se encuentra ya en estado de vulnerabilidad ante la pandemia. Evidentemente, la atención no podrá ser para todos. Según los expertos epidemiólogos, el virus tocará mortalmente las puertas de los hogares donde se encuentren familias con adultos mayores, personas con enfermedades respiratorias crónicas y espacios hacinados. Aquellas zonas urbanas de alta densidad y con grandes nudos de circulación son potenciales focos


de infección para que se desarrolle la COVID-19. Y como se ha visto en este artículo, los migrantes venezolanos van a ser uno de los grupos más propensos a ello. La escalada de la pandemia, la cual aún no llega a su pico más alto, va a dejar irreparables pérdidas. La capacidad de respuesta del Gobierno peruano deja muchas incógnitas para cuando la crisis llegue a su máximo tope. La atención prioritaria a las poblaciones vulnerables, como los migrantes, es una obligación del Estado por el derecho de las personas. Pero incluso más allá de este discurso, lamentablemente vacío para nuestros gobernantes, también es una prioridad en las políticas de salud (para evitar más focos infecciosos) e incluso en las que van a promover la reconstrucción nacional. Y para ello se necesitará el esfuerzo y empuje de miles de manos de hombres y mujeres. Las respuestas y las salidas de la crisis quedarán a juicio de la historia. Lastimosamente, como cada día que transcurre confinados en nuestros hogares, no podemos ser más que espectadores impotentes de una situación todavía azarosa.

Belapatiño, V., Grippa, F., Mendoza, I., Perea, H. & Vega, H. (2019). Inmigración venezolana: características e impactos macroeconómicos. BBVA Research. https://www.bbvaresearch. com/publicaciones/inmigracion-venezolanaa-peru-caracteristicas-e-impactosmacroeconomicos/.

Las respuestas y las salidas de la crisis quedarán a juicio de la historia.

Equilibrium-Centro para el Desarrollo Económico (26 de marzo de 2020). Encuesta Nacional de Opinión «Cuarentena COVID-19 en población venezolana migrante en Perú» [Presentación de Power Point]. Equilibrium CenDe. https://equilibriumcende. com/wp-content/uploads/2020/03/ Resultados-de-la-Encuesta-Nacional-deOpini%C3%B3n-%E2%80%93-CuarentenaCOVID-19-en-Poblaci%C3%B3n-VenezolanaMigrante-en-Per%C3%BA-%E2%80%93Marzo-2020%E2%80%8B.pdf.

Referencias Agencia de la ONU para los Refugiados (2020). Refugiados y migrantes de Venezuela. Acnur. https://r4v.info/es/ situations/platform.

Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (2019). Condiciones de vida de la población venezolana que reside en Perú. Resultados de la «Encuesta dirigida a la población venezolana que reside en el país». ENVOPE 2018. INEI. https://www.google.com/ url?sa=t&source=web&rct=j&url=https:// www.inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/ boletines/enpove-2018.pdf&ved=2ahUKEwj-_ ozSudXoAhUEGbkGHXdtC-MQFjACegQIARAB& usg=AOvVaw0NtwgoxGFafeNKfRvff9oE. Instituto de Opinión Pública de la Pontificia Universidad Católica del Perú (2020). Cambios en las actitudes hacia los inmigrantes venezolanos en Lima-Callao 2018-2019. Estado de la Opinión Pública, (166), 1-15. http://repositorio.pucp.edu.pe/ index/handle/123456789/169459. Wallace, A. (23 de marzo de 2020). Coronavirus: qué capacidad tienen realmente los países de América Latina para hacer frente a la epidemia de COVID-19. BBC. https://www.bbc.com/mundo/ noticias-america-latina-51916767.

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Tres voces fronterizas en cuarentena

Alguien que no recuerdo, y tampoco encuentro en Google, dijo un día que la ventana abierta al mundo podía taparse con un periódico. Hoy nuestras ventanas de la pandemia son más grandes, pero funcionan igual: vemos el mundo a través de los ojos de alguien más, con la fe intacta en que al menos quien escribe pueda estar más cerca que nosotros.

Tres voces fronterizas en cuarentena En nuestro curso de Migraciones Internacionales del Externado, creemos en el valor de la experiencia como valiosa fuente de información para las ciencias sociales. Nuestras discusiones siempre se nutren no solo de las experiencias de estudiantes de intercambio, sino también de la valiosa pluralidad de las regiones colombianas que tienen sus representantes en el aula. Todas nuestras trayectorias biográficas familiares están marcadas por al menos una migración. La idea de vivir en un mundo interconectado, que parecía tan

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abstracta, irónicamente hoy nos separa. En medio de la pandemia, nos une algo más que un curso, nos une una experiencia global que obliga a esperar a quienes tenemos el privilegio de quedarnos en casa. En medio de esto, nos une a los autores otra experiencia en común: la frontera. Mientras Hugo pasa el tiempo en Bogotá entre encontrar momento para disfrutar de su hijo, organizar sus clases virtuales y volver textos públicos los mensajes que no paran de llegar de migrantes pidiendo ayuda pidiendo ayuda; en Villavicencio Zulimar, junto a


Zulimar Herrera Rico Araucana, estudiante Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales zulimar.herrera@est.uexternado.edu.co Diego Andrés Omaña Puentes Cucuteño, estudiante Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales diego.omana@est.uexternado.edu.co Hugo Ramírez Arcos Bogotano, profesor del curso de Migraciones Internacionales Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales hugo.ramirez@uexternado.edu.co

su perro y su hermana estudiante de medicina, habla todos los días con sus papás en Arauca y les comenta la situación de los migrantes; Diego logra volver a su casa junto a sus papás y ve desde su ventana el retorno de los migrantes al vecino país. Los tres, hoy separados, nos encontrábamos los jueves de 9 a 11 para aprender juntos de la migración. A la usanza de los surrealistas armamos juntos este cadáver exquisito, con imágenes que tenemos a la mano, con lo que vemos, como un ejercicio de catarsis que nos permite aún sentirnos en esa comunidad inmaterial que es la universidad. No queremos tener la última palabra sobre nada, solo esperamos que estos testimonios sean ventanas compartidas de lo que tenemos de frente.

Todas nuestras trayectorias biográficas familiares están marcadas por al menos una migración.

Atún de $20.000 en Arauca Aún recuerdo cómo las noticias de la COVID-19 nos parecían tan distantes, como si la lejanía entre continentes fuera suficiente para mantenernos a salvo. Ahora que esta realidad nos ha golpeado de frente sin distinción de clase, género o raza; ahora que es una pandemia y me doy cuenta de que el destino de la humanidad es aún más incierto de lo que pensaba, me he tomado el tiempo de pensar por qué está sucediendo todo esto; ¿será cierto lo de esas hipótesis de un virus creado para controlar la natalidad?, ¿será el apocalipsis?, ¿será que la naturaleza necesita un respiro?

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Tres voces fronterizas en cuarentena

Estos comunicados [de prensa] son usados más como proselitismo o simplemente para demostrar que «cumplieron» con una tarea. Nada suena tan loco, los océanos se han aclarado, los animales están saliendo, incluso algunos que ya se creían extintos, y es que cada una de estas hipótesis tiene argumentos tan sólidos que ya no sé qué creer. Ya ni siquiera me asombra ver cómo cada vez suben más los números de infectados, debido a la falta de responsabilidad por parte de las personas que salen sin tapabocas, que se reúnen en multitudes, y a las medidas incorrectas del Estado, que quizás no nos pueden llevar a un final feliz, no por ahora, al menos no hasta que inventen una vacuna. Sin duda alguna el aislamiento preventivo debería ser voluntario, en vez de obligar a las personas a que se cuiden y cuiden a otros; pero ¿tiene esta medida en cuenta la situación de poblaciones vulnerables como los inmigrantes?, ¿está el Estado preparado y cuenta con los recursos para ayudarlos? En el caso de los inmigrantes venezolanos en la ciudad de Arauca, puedo poner en evidencia cuán difícil se torna la situación de esta población en la pandemia. Al principio me dejaba llevar por los comunicados de prensa de la administración local en los que presentaban las diferentes acciones humanitarias que la Alcaldía y la Gobernación estaban llevando a cabo, como la entrega de suministros para la protección

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sanitaria, la garantía de alojamientos seguros, los bonos de alimentación y el acompañamiento a través del corredor humanitario para un retorno seguro de los inmigrantes, pero no es suficiente. Estos comunicados son usados más como proselitismo o simplemente para demostrar que «cumplieron» con una tarea. La situación es aún más complicada de lo que parece, pues los alojamientos temporales brindados por el Gobierno local son en realidad instalaciones deportivas, las cuales carecen de las medidas sanitarias recomendadas por la OMS, mucho menos se ofrece una atención real de salud. De igual forma, las canastas de alimentos se les entregan a un reducido número de los afectados, como se hace evidente en páginas en las que reciben cédulas erradas o hasta los muertos reciben su mercado, y a esto hay que sumarle los «altos costos» presentados por la administración en la adquisición de los productos (por ejemplo, la compra de una lata de atún en $20.000). Aun se observan en las desoladas calles de la ciudad algunos inmigrantes tratando de conseguir alimentos, ya sea pidiendo compasión de la población colombiana, o tocando puertas, o simplemente aprovechando los árboles frutales que crecen en las orillas de las

Lo que más se ve es la indiferencia por parte de la mayoría de los araucanos debido a la desconfianza frente a los inmigrantes. calles. Lo que más se ve es la indiferencia por parte de la mayoría de los araucanos debido a la desconfianza frente a los inmigrantes. No toda la población ha optado por darles la espalda a los inmigrantes venezolanos, pero el miedo a la posibilidad de contagio dificulta aún más el poder ayudarlos. En medio del miedo son más las razones para evitarnos unos a otros. Caminantes, a la frontera Mi ciudad de origen es Cúcuta, Norte de Santander; viví allí toda mi vida hasta hace aproximadamente cuatro años cuando me trasladé a Bogotá para iniciar mi pregrado. La llegada de la COVID-19 les dio vuelta a nuestras vidas, tras la llegada del virus a nuestro suelo todo cambió. La cancelación de clases presenciales fue el inicio que a una persona

de 20 años más le impactaría; una vez se emitió el comunicado de rectoría yo, al igual que muchos otros estudiantes foráneos, tomamos la decisión de retornar nuevamente a nuestros lugares de origen, en mi caso Cúcuta. Viajé por carretera en el carro de un amigo, al día siguiente de la cancelación de clases en la universidad. Durante el trayecto hubo algo fuera de lo normal, desde que vivo en Bogotá he viajado seis veces en carro a mi ciudad y el fenómeno migratorio de venezolanos era siempre impactante, ya que no había tramo del camino en que no se observaran familias enteras con sus maletas caminando en dirección al centro del país. En mi regreso a Cúcuta pude observar que ya no había migrantes caminando en dirección al centro del país, por el contrario, estos se encontraban caminando hacia mi mismo destino. Conté alrededor de 120 grupos de migrantes dirigiéndose hacia la frontera, la mayoría de ellos en el tramo Bucaramanga-Cúcuta. Al día siguiente de llegar, pasé por el centro de la ciudad en horas de la noche, donde se acostumbraba a ver cientos de migrantes durmiendo en los andenes de las calles; sin embargo, no había ninguno allí, aunque en este periodo aún no se había decretado el aislamiento obligatorio. Al pasar de los días, y con la llegada

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del decreto de aislamiento, las cosas empezaron a ponerse más tensas en Cúcuta: se estaban registrando saqueos y quejas en las zonas urbanas cercanas a la vía internacional que pedían ayuda a las autoridades, denunciando a migrantes venezolanos que aparentemente estaban entrando a conjuntos residenciales con el fin de robar las casas. Con la gente asustada, las autoridades acataron el llamado y empezaron una serie de operativos que buscaban expulsar a los migrantes que residían en albergues o potreros. Hasta el día de hoy los operativos continúan y cada vez va empeorando más la situación de los migrantes en suelo cucuteño; si bien se han creado distintos grupos de ayuda, estos no se enfocan en ayudar a los migrantes, sino a familias colombianas. El escenario cada vez es más tenso, a tal punto que los comerciantes están optando por vaciar sus tiendas y armarse, con el fin de prevenir un futuro escenario en el que la desesperación pueda llegar a causar saqueos, turbas y otro tipo de violencia. Hablar de migrantes con vista al Ara Hace más de diez años trabajo en las fronteras. Me aterra la pasividad de quien, desde la comodidad de su oficina, les explica la vida a

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Tres voces fronterizas en cuarentena

Conté alrededor de 120 grupos de migrantes dirigiéndose hacia la frontera, la mayoría de ellos en el tramo Bucaramanga-Cúcuta. las «regiones», con ese acento bogotano que usamos para nombrar todo aquello que no es parte de la capital. Me gusta hablar con la gente, pero en realidad me gusta más escucharla. Confieso también que tengo una debilidad por la gastronomía nacional, lo que convierte mi vocación por el trabajo de campo casi en un placer como el de quien espera ansioso su próxima comida. Es difícil hacer trabajo de campo en este país. No solo tenemos que lidiar con los problemas evidentes, como la falta de recursos y los problemas de seguridad (que están por todo el país, incluso a la vuelta de la esquina), sino quizás más difícil es encontrar el tiempo para hacerlo y que nuestras instituciones entiendan que hay conocimiento fuera de internet, y nos den el espacio para registrarlo. Tengo mucha suerte. Las primeras noticias de la COVID-19 las tuve en la Guajira, un taxista me contó que «los chinos» construyeron un hospital en dos días, mientras se quejaba de la Villa Olímpica que el pasado alcalde había


olvidado hace meses y que hoy estaba llena de migrantes venezolanos. A mi regreso tuve mucha gripa, hicimos bromas sobre mi oportunidad de ser el primero en algo, y sobre lo exclusivo que sería ser el portador de un virus que llega por los aviones internacionales. Mi gripa era solo gripa, este virus lo traían otros migrantes muy lejanos a quienes trabajan conmigo. El virus se volvió serio, las noticias empezaron a hablar del tema y a reportar muertes en otros países.

(...) los políticos hábilmente (…) nombraron una carga [a los migrantes venezolanos] y sin decirlo remarcaron su condición de ciudadanos de segunda (…).

Mi próximo viaje a Cúcuta fue cancelado y días después nos enviaron a todos a casa. El miedo golpeó a nuestra puerta, esos otros migrantes, los que no vuelan en aviones, empezaron a ser perseguidos y estigmatizados; los políticos hábilmente los nombraron una carga y sin decirlo remarcaron su condición de ciudadanos de segunda, a quienes sus derechos se les podían poner en cuarentena en medio de la crisis. Mi celular no para de sonar: fotos, videos, mensajes de voz pidiendo ayuda me obligan a no parar de escribir y de buscar ayuda, esta vez con vista al supermercado Ara que puedo ver desde mi ventana. Un migrante está en la puerta del mercado esperando por una moneda. Esos migrantes no están en las «regiones», están a pocas calles de mi casa, están durmiendo en las calles tras ser desalojados de sus «pagadiarios», caminan con hambre tras perder su sustento en los oficios informales que la capital les ofrecía. Nosotros también tenemos miedo e impotencia, mi esposa espera nuestro segundo bebé, nos incomodan nuestros privilegios, pero nos motiva hacer visibles esas voces que hoy están más que nunca en silencio. Las migraciones se ven muy diferentes desde casa.

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Del modelo de Estado en tiempos del coronavirus

Del modelo de Estado en tiempos del coronavirus «Somos una república unitaria y aquí no podemos manejar territorios continentales como islas»1. Con estas palabras y en medio de la adopción de medidas excepcionales por la llegada del coronavirus al país, el presidente Iván Duque reclamó que, en el ordenamiento territorial colombiano, la autonomía de los Gobiernos subnacionales se encuentra subordinada al nivel central de gobierno, y al mismo tiempo, requirió hacer efectivo el principio de coordinación consignado en el artículo 288 de la Constitución Política de 1991.

1. Declaración del presidente de la república del 1.° de abril de 2020 tras el escepticismo expresado por algunos mandatarios locales frente al anuncio de que se iniciaría el desmonte paulatino de las medidas de confinamiento preventivo (Presidencia de la República, 2020).

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2. La Corte Constitucional se ha pronunciado al respecto en sentencias como C-478 de 1992, C-517 de 1992, C-216 de 1994, C-535 de 1996, C-219 de 1997, C-579 de 2001, C-1258 de 2001, C-832 de 2002, C-894 de 2003, C-931 de 2006, C-173 de 2009, C-149 de 2010, C-397 de 2010, SU-095 DE 2018, entre otras.

Con esta intervención, una vez más, se puso en evidencia la permanente tensión derivada de la coexistencia de los principios de Estado unitario y autonomía territorial en nuestro modelo de ordenamiento político-administrativo, tensión que ha sido objeto de un profundo análisis constitucional luego de la ocurrencia de decisiones legislativas que imponen reglas a los Gobiernos territoriales en materia presupuestal, administrativa o minera2. En tiempos de crisis este debate vuelve a ponerse sobre la mesa. Durante Durante el mes de abril fueron muchas las ocasiones en las cuales los mandatarios territoriales apelaron a la autonomía, que igualmente les otorga la Constitución, para actuar con celeridad ante el gigantesco problema de salud pública que vislumbraban con la llegada de los primeros casos de la enfermedad al país. Era de esperarse que los Gobiernos subnacionales


Carolina Chica Builes Docente investigadora Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales carolina.chica@uexternado.edu.co

su efectividad en dar respuesta a la COVID-19, Ana Carbajosa y Marc Bassets (2020) propusieron comparar el desempeño de dos tipologías de Estado que arrojan resultados visiblemente distintos en su capacidad de contención de muertes, para lo cual contrastaron el federalismo alemán con el centralismo francés. Los analistas señalan que en el caso alemán existe un modelo de cooperación interterritorial en el cual el peso de las medidas subyace en los estados que conforman la federación3, y estos, a su vez, deben articular los diferentes mecanismos de acción con el Gobierno federal. Como resultado, reclamaran medidas inmediatas por cuanto son titulares de competencias de naturaleza social que los ponen en la primera línea de respuesta ante una crisis sanitaria. Mientras tanto, el Gobierno nacional llamaba a la mesura y buscaba encontrar el mecanismo más adecuado para que la contención de la pandemia no terminara en una debacle económica que se traduciría, igualmente, en una catástrofe social. El pulso de los mandatarios locales por reivindicar sus actuaciones autónomas para lograr celeridad en la implementación de las medidas, frente al reclamo del nivel central de gobierno de mantener unidad y coordinación en la intervención del Estado, invita a preguntarse si podría existir una diferencia entre los modelos centralistas y los autonómicos del ordenamiento territorial para atender situaciones atípicas como las que atestiguamos. Al respecto, y con el fin de evaluar

el Gobierno recomienda y coordina y cada estado decide cuándo y cómo ejecuta las medidas. Un ejemplo es la apertura gradual de las escuelas, que comenzará el 4 de mayo y que Baviera, el land (estado) más afectado por la pandemia, retrasará una semana. (Carbajosa & Bassets, 2020, párr. 4)

De igual manera, señalan que la descentralización se ha traducido en la existencia de una amplia red de hospitales locales y de centros de investigación regional, los cuales se encuentran distribuidos a lo largo y ancho del territorio, lo que favorece la disponibilidad de centros científicos especializados que han permitido la toma y el procesamiento de pruebas diagnósticas de manera masiva y oportuna. En cuanto al modelo francés, mencionan la alta discrecionalidad del Ejecutivo en la toma de decisiones que contrasta con los procesos políticos más complejos del sistema

Los analistas señalan que en el caso alemán existe un modelo de cooperación interterritorial en el cual el peso de las medidas subyace en los estados que conforman la federación.

3. En virtud del artículo 32 de la Ley Federal de Protección para las Infecciones.

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Del modelo de Estado en tiempos del coronavirus

alemán. Tal discrecionalidad se traduce en un proceso de adopción de decisiones expedito, el cual lo complementa un poder ejecutivo con amplia capacidad de reacción, combinación que ha resultado exitosa en adecuar el sistema de salud a las necesidades del momento sin que se hubiera reportado un colapso hospitalario. No obstante, señalan que, en este caso, el costo social de los errores en las actuaciones públicas es más alto por cuanto se dan en escala nacional, y lo ejemplifican con la decisión tardía de implementar pruebas diagnósticas tempranas y masivas, con lo que concluyen que la magnitud del impacto negativo hubiera sido distinta si dicha equivocación se hubiera dado solo en una porción del territorio. Para finalizar, afirman que la uniformidad en las medidas tampoco parece ser conveniente dado que la enfermedad se ha comportado de manera muy desigual en el territorio. El paralelo es, sin duda, el abrebocas de un debate renovado sobre lo que podría llegar a ser la incidencia de los modelos de ordenamiento territorial en la eficiencia del Estado. Sin embargo, aún es prematuro arrojar conclusiones y los datos se encuentran lejos de ser concluyentes. De hecho, podría tenerse la sensación de que los buenos resultados se

encuentran asociados en mayor medida a factores como la sensatez y el liderazgo político de los Gobiernos, así como a las disposiciones tempranas de distanciamiento social y al respaldo y la disciplina ciudadana en su acatamiento, lo que le resta peso a la idea de que la disponibilidad de las infraestructuras y los recursos especializados sean el factor determinante de la respuesta (sin desconocer de ninguna manera el valor y la importancia que tienen). Para ilustrar lo anterior, se construyó una tabla en la que se listan veinte de los países más destacados en los medios, bien sea por su hasta ahora parcial éxito o fracaso en el manejo de la pandemia, los cuales se encuentran agrupados según su región geográfica. Para cada uno de ellos, se indica su modelo de Estado y se emplean los indicadores de contagio y muertes por cada 100.000 habitantes como una medida de efectividad en la gestión de la enfermedad. Tras comparar los datos, son llamativos los resultados diametralmente opuestos de países que, como Estados Unidos y Alemania, comparten la doble condición de ser federados y de contar con un robusto presupuesto en salud. De hecho, son Estados que, junto con Francia, ocupan los tres primeros lugares dentro de la Organización

4. No se mencionan los datos de contagio por el alto subregistro, aunque dicha cifra también se encuentra aparentemente controlada.

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para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD, s. f.b) en reportar el mayor gasto público en salud como porcentaje de su PIB (14,3 %, 9,5%  y 9,3 %, respectivamente). Por otra parte, para la fecha en que se escribió este artículo (abril), con excepción de Ecuador y Brasil, los países suramericanos habían logrado mantener a raya el número de muertes4, y sus cifras, a todas luces, contrastaban con las de países europeos que cuentan con mayores recursos médicos (de acuerdo con cifras de la OCDE, México y Colombia registran menos de 2 camas de hospital por cada 1.000 habitantes y Chile llega a 2, mientras que Francia alcanza 6 y Alemania 8) (OECD, s. f.a).

(…) la reflexión sobre el ordenamiento territorial (…) colombiano debería girar en torno al cumplimiento de los principios básicos de la descentralización consagrados en la Constitución: subsidiariedad, concurrencia y coordinación.


Tabla 1. Relación de muertes y contagios de COVID-19 en países seleccionados

Región

América del Sur

Europa

América del Norte

Asia

Población total

Contagios confirmados

Muertes totales

Contagio por 100.000 hab.

Muertes por 100.000 hab.

Países

Tipo de Estado

Argentina

Federado

45.636.178

3.701

179

8,11

0,39

Brasil

Federado

217.183.387

52.995

3.670

24,40

1,69

Chile

Unitario

18.892.844

12.858

181

68,06

0,96

Colombia

Unitario

50.569.932

4.881

225

9,65

0,44

Ecuador

Unitario

17.395.912

22.719

576

130,60

3,31

Perú

Unitario

33.426.413

21.648

634

64,76

1,90

Austria

Federado

8.695.425

15.134

536

174,05

6,16

Francia

Unitario

65.811.862

122.875

22.580

186,71

34,31

Alemania

Federado

81.470.060

154.175

5.640

189,24

6,92

Italia

Unitario

60.019.383

195.351

26.384

325,48

43,96

España

Autonómico

45.684.312

219.764

22.524

481,05

49,30

Portugal

Unitario

10.130.629

23.392

880

230,90

8,69

Reino Unido

Unitario

66.709.086

148.381

20.319

222,43

30,46

México

Federado

135.664.753

12.872

1.221

9,49

0,90

Canadá

Federado

37.788.124

44.353

2.350

117,37

6,22

Estados Unidos

Federado

333.667.807

899.281

46.204

269,51

13,85

Japón

Unitario

125.890.768

13.182

348

10,47

0,28

China

Unitario

1.410.853.465

84.338

4.642

5,98

0,33

India

Federado

1.392.889.637

26.496

824

1,90

0,06

Israel

Unitario

8.735.418

15.398

199

176,27

2,28

Fuente: Datos poblacionales: Country Meters (s. f.). Datos COVID-19: WHO (2020) - datos del 26 de abril de 2020 Nota: Con los datos de partida disponibles hasta el momento, es imposible e irresponsable sugerir conclusiones o relaciones de causalidad cuando del modelo de Estado se trata. No obstante, se construye esta tabla con el ánimo de alentar el debate e invitar a una futura reflexión más informada.

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Ultim�tum

Ante la imposibilidad de arrojar conclusiones sobre el vínculo entre el modelo de Estado y el desempeño público frente a la crisis, la reflexión sobre el ordenamiento territorial en lo que compete al caso colombiano debería girar en torno al cumplimiento de los principios básicos de la descentralización consagrados en la Constitución: subsidiariedad, concurrencia y coordinación. La discusión debería poner énfasis en la necesidad de habilitar mecanismos colaborativos interterritoriales para el ejercicio del gobierno, lo cual demanda la adopción de un canal de articulación institucional en el marco de la excepcionalidad. En este espacio, las decisiones públicas podrían conciliarse entre los diferentes niveles de gobierno, de manera que el anuncio de acciones nacionales y territoriales transmita señales de acuerdo. Dicho sistema debería evitar a toda costa los choques de trenes políticos entre las autoridades del nivel central de gobierno y las entidades territoriales, por cuanto estos se traducen en señales ambiguas para el ciudadano y dan paso a exhibiciones de poder que, a la postre, solo sirven para desnudar las fragilidades institucionales arrastradas por los gobiernos de turno. Una vez superada la crisis, será el tiempo de replantear los aspectos básicos del diseño de nuestro ordenamiento territorial. Para comenzar, la excesiva fragmentación de competencias dentro de sectores como salud o agua potable y saneamiento

5. En el caso colombiano, el nivel central de gobierno fija el conjunto de las reglas migratorias.

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Del modelo de Estado en tiempos del coronavirus

básico revela las costosas ineficiencias que vienen arrastrándose por más de veinte años. En consecuencia, será el tiempo de pensar en el esquivo nivel intermedio de gobierno como alternativa para aquellos ámbitos de competencia sectorial en los que las economías de escala son decisivas, para lo cual tendríamos que desempolvar las reflexiones de los constituyentes cuando propusieron a las provincias y las regiones como entidad territorial. Será también el momento para dar un debate de fondo sobre los mecanismos de focalización del gasto público social del orden local y sobre la distribución de las fuentes del financiamiento territorial, en particular las que corresponden al nivel departamental de gobierno, pues se demostró con creces que la fragilidad de sus rentas no resiste un golpe adicional. Será el tiempo de entender quiénes son los actores públicos responsables de atender fenómenos que, como los migratorios, derivan del ejercicio de una competencia exclusiva del orden nacional5, pero que se vuelve borrosa para convertirse en una tarea que

(…) la excesiva fragmentación de competencias dentro de sectores como salud o agua potable y saneamiento básico revela las costosas ineficiencias que vienen arrastrándose por más de veinte años.


(…) pensar en clave del ordenamiento territorial a partir de la crisis derivada del coronavirus prende las alarmas sobre la obsolescencia de algunos elementos centrales de nuestra arquitectura institucional.

por defecto deben asumir las entidades territoriales. Será el momento de replantear los instrumentos de la gestión pública participativa para que las herramientas de la democracia respondan a las ciudadanías del siglo XXI. Será el tiempo de preguntarse ¿cuáles deben ser los nuevos canales de participación para la formulación de los planes de desarrollo o los planes de ordenamiento territorial?, ¿pueden funcionar las corporaciones públicas de manera remota para evitar la crisis de las instituciones democráticas, máxime cuando tienen la responsabilidad de ejercer el control político en momentos excepcionales? Es probable que nunca resolvamos el interrogante que suscitó este ensayo, lo cierto es que pensar en clave del ordenamiento territorial a partir de la crisis derivada del coronavirus prende las alarmas sobre la obsolescencia de algunos elementos centrales de nuestra arquitectura institucional. Los debates públicos que recientemente han tenido lugar son un síntoma de los aspectos sin resolver en materia del diseño de la descentralización política, administrativa y fiscal. Ojalá el posconfinamiento nos traiga aportes renovados sobre aquel modelo de Estado que pueda dar respuestas más asertivas al reto de superar las profundas brechas de desarrollo territorial y social que vienen exponiéndose crudamente durante el encierro, y que en su momento, fueron la motivación de la estructura administrativa que hoy tenemos.

Referencias Carbajosa, A. &. Bassets B. (17 de abril de 2020). La pandemia examina el federalismo alemán y el centralismo francés. El País. https://elpais.com/ internacional/2020-04-17/la-pandemiaexamina-el-federalismo-aleman-y-elcentralismo-frances.html. Constitución Política de Colombia (1991). Country Meters (s. f.). Top 20 países por población. https://countrymeters.info/es/. Organizations for Economic Co-Operation and Devolpment [OECD] (s. f.a). Health expenditure and financing. https://stats. oecd.org/Index.aspx?DataSetCode=SHA. Organizations for Economic Co-Operation and Devolpment (s. f.b). Health care resources. https://stats.oecd.org/Index. aspx?DataSetCode=HEALTH_REAC. Organizations for Economic Co-Operation and Devolpment (s. f.c). Repositorio de estadísticas. OECD.Stat. https://stats. oecd.org/. Presidencia de la República (1.° de abril de 2020). Somos una república unitaria; aquí no podemos manejar territorios continentales como islas, dijo el presidente Duque al recalcar la necesidad de trabajar con una estrategia unificada frente a la pandemia. https://id.presidencia.gov.co/Paginas/ prensa/2020/Somos-republica-unitaria-nopodemos-manejar-territorios-continentalesPresidente-Duque-estrategia-unificadapandemia-200401.aspx. WHO (26 de abril de 2020)

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Ultim�tum

Pos-COVID shock

Pos-COVID

shock

La recesión global desatada por la COVID-19 hubiera causado menos estragos si la capacidad de manejo hubiera sido superior. Las fallas estructurales del sistema de salud en el mundo, y en muchos países la negligencia y la arrogancia de sus mandatarios hicieron más intenso el shock.

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Pío García Docente investigador Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales Pio.garcia@uexternado.edu.co

Las reacciones de los políticos se pueden clasificar en cuatro categorías: los impedidos (sin dotación, como Irán, Haití, Venezuela); los indolentes, que sacrificaron vidas por soberbia e ignorancia (tipo Estados Unidos o Brasil); los remilgados (Italia, España, Perú, Colombia, entre otros); y los dirigentes, que fueron asertivos en lidiar con el desafío. En consecuencia, el precio en vidas y en la producción ha sido devastador en unos lugares más que en otros. Entre los últimos, se encuentran varios países de Asia. Analistas, como el filósofo Byung-Chul Han, atribuyeron el éxito al sentido colectivo asiático que contrasta con el individualismo de los europeos. Mucho más que eso, sortear de manera favorable el desafío de la pandemia parece depender de la provisión de bienes públicos. No es un fenómeno asiático, dado que países de ese continente, como Israel, Irán y Turquía, fueron muy afectados por el virus. Pero sí quedó claro que China, Corea del Sur y Taiwán sobresalieron por el manejo certero de la situación. Agregamos a ese pequeño grupo a Nueva Zelanda, para debilitar la tesis culturalista.

(…) sortear de manera favorable el desafío de la pandemia parece depender de la provisión de bienes públicos.

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Ultim�tum

Pos-COVID shock

En contravía de la ola privatizadora dictada por el credo neoliberal desde hace cuarenta años, los países en referencia resguardaron los principios del Estado de bienestar y, por ende, la responsabilidad oficial de preservar los bienes públicos. Sin divagaciones, allí la salud es un bien básico, garantizado por el Estado. Esos países ofrecen un servicio de acceso universal, con dotación suficiente de infraestructura, equipos y personal especializado. Con excepción de Nueva Zelanda, la mayor parte de la investigación sanitaria es desarrollada por los institutos y las universidades públicas. Un análisis sistémico (Gregori, 2002) permite observar mejor la ventaja de esta muestra de países para contrarrestar la pandemia, salvar vidas y evitar la afectación severa de la economía. Son catorce subsistemas: 1. Parentesco. En los cuatro casos, estamos ante sociedades de baja natalidad y sin acuerdos internos para aceptar inmigración, que dedican recursos crecientes a la atención del adulto mayor. La atención en salud está disponible para todas las edades.

China, Corea y Nueva Zelanda tienen 2 médicos por cada 1.000 habitantes (la mayor densidad mundial la registra Cuba con 8). 64

2. Salud. Es un bien público, dada la capacidad estatal en investigación, infraestructura y personal para ofrecer, por lo general sin costo, el servicio. En cuanto a dotación, Corea, con 12 camas de cuidados intensivos por 100.000 habitantes, es el segundo en el mundo, después de Japón. A guisa de comparación, Colombia y Perú tienen 2. China, Corea y Nueva Zelanda tienen 2 médicos por cada 1.000 habitantes (la mayor densidad mundial la registra Cuba con 8); por cada 1.000 personas, China cuenta con 3 enfermeras; Corea, con 7, y Nueva Zelanda, con 11. Taiwán registra 13 por 1.000 habitantes, entre médicos y enfermeras.


3. Manutención. Los cuatro países se hallan en un rango alto de seguridad alimentaria. En Corea y Taiwán la producción de arroz es subsidiada. Por otra parte, en el 2009, China estableció el centro para supervisar los riesgos de enfermedades no transmisibles (diabetes, cáncer, enfermedad respiratoria crónica) ocasionadas por la dieta. Corea atiende estos riesgos en los centros comunitarios de salud. Antes de las medidas contra el coronavirus, ya en el 2014 Taiwán había acentuado las normas sobre el manejo y consumo de alimentos y bebidas. La producción de alimentos y bebidas en Nueva Zelanda está regulada desde 1997.

4. Asociación. Hay libertad de asociación y sindicalización del personal médico. No es corriente en China, por ser un servicio estatal; pero el 3 de febrero hubo huelga médica en Hong Kong, región china de administración especial, para exigir el control sanitario de los visitantes de China continental. 5. Recreación. Los espacios públicos y las facilidades para el deporte y el entretenimiento forman parte de las políticas públicas. Grupos de personas mayores al amanecer que realizan taichi en los parques son una postal recurrente de la sociedad china, extendida a Taiwán. Esa tradición saludable enfrenta ahora el problema de la contaminación atmosférica. Además, Corea y Nueva Zelanda le dan importancia al deporte competitivo, que requiere mayor aporte privado.

6. Comunicación. Es un factor muy destacado en el manejo y superación de la crisis. Independiente de la discusión sobre el abuso autoritario de la información privada, la ubicación inmediata de los focos de contagio para uso del Gobierno y el público se logró con las aplicaciones. En China, para entrar a los complejos de apartamentos y el lugar de trabajo se aplicó un código QR con los datos personales, temperatura corporal y viajes recientes de la persona. En Corea el Gobierno monitoreó el cumplimiento de la cuarentena con la aplicación Self-quarantine safety protection, sin movilizar personal médico a cada sitio contagiado. En Taiwán, el Gobierno cruzó el historial médico y clínico de la gente con su récord de viajes mediante el celular, para generar alertas tempranas, lo que facilitó la ubicación inmediata del enfermo y la población en riesgo. Menos autónoma en tecnología, Nueva Zelanda probó identificar y monitorear los contactos de los pacientes por medio de la aplicación TraceTogether, desarrollada en Singapur.

Corea, Taiwán y Nueva Zelanda tienen el mayor porcentaje de gasto en salud con relación al PIB: 7,6 %, 7,4 % y 7,1 %, respectivamente. 65


Ultim�tum

7. Educación. En China hay 186 institutos y facultades de medicina aprobados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Corea tiene 48 y Nueva Zelanda presenta 17 programas. Taiwán, que no forma parte de la OMS, cuenta con 13 facultades; sobresale en formación e investigación médica la Universidad Nacional de Taiwán. En investigaciones médicas, China se acerca a Estados Unidos, que ocupa el primer lugar mundial. Dado el envejecimiento de su población, buena parte del 2,3 % del PIB chino dedicado a la investigación va a la investigación biomédica. Corea dedica a investigación y desarrollo el 4,5 % del PIB; Taiwán, el 3,1%, y Nueva Zelanda, un 1,3 %. La investigación y el desarrollo médico y farmacéutico en esos países también son correlativos a tales guarismos.

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Pos-COVID shock

En Nueva Zelanda, incluso los extranjeros tienen acceso al servicio de salud pública, con derecho a exámenes, tratamientos y medicinas. 8. Patrimonial. Corea, Taiwán y Nueva Zelanda tienen el mayor porcentaje de gasto en salud con relación al PIB: 7,6 %, 7,4 % y 7,1 %, respectivamente. Comparado con el gasto en defensa, es menor, ya que el gasto militar en Corea toma el 2,9 % del PIB, y en Taiwán, el 2,1 %. Nueva Zelanda gasta 1,2 %, comparable al gasto en defensa de China, que es el 1,9 % del PIB. La inversión china en salud representa el 5,5 % del PIB.

9. Producción. La referencia popular a China como el taller del mundo no es tan banal. Su posición dominante en maquinaria y equipo se cumple en el subsistema de salud de igual manera. En febrero, el Instituto Scowcroft advertía la elevada dependencia que tiene Estados Unidos de China en este campo, al concentrar el 80 % de los productos farmacéuticos vendidos en su mercado doméstico. China es, también, el mayor proveedor de ingredientes activos para las medicinas contra el cáncer, la diabetes, y el tratamiento de la sangre, como la heparina, o antibióticos, como vancomicina, del cual es productor exclusivo. Es, asimismo, el primer exportador de equipo médico (Crudo et al., 2020). Corea cuenta con más de cien empresas farmacéuticas y de biotecnología, mientras ocupa el undécimo puesto en la escala de exportación de equipo médico, posición que se elevará, al igual que Taiwán, por efecto de las tecnologías desarrolladas con motivo de la pandemia de la COVID-19. Las capacidades de Nueva Zelanda son menores en este rubro.


10. Religioso. Excepto en Corea, no se registraron obstrucciones religiosas a las medidas para contrarrestar la pandemia en los países seleccionados. En Corea, en la primera semana de marzo, el Gobierno de Seúl sometió a la justicia al pastor Man-Hee Lee y once compañeros de la secta cristiana Shincheonji, por desobedecer la orden de aislamiento. El Gobierno lo responsabilizó de la mitad de los 3.730 contagios que contabilizaba el país en ese momento. En Taiwán, por el contrario, los templos distribuyeron tapabocas e implementos de protección, y se convirtieron en centros pedagógicos de la estrategia para contener el virus.

12. Administrativo. La estructura del sistema no permite la comparación entre lo público y lo privado en China. En Corea, un estudio del 2008 halló mayor eficiencia financiera en los hospitales privados y mejor desempeño técnico en los públicos; en cuanto al servicio, los resultados fueron similares (Lee et al., 2008). En Taiwán toda la población disfruta de seguridad social, que pagan los trabajadores, las empresas y el Estado. En Nueva Zelanda, solo el 5 % del gasto total en salud es privado. En ninguno de estos países se ha implementado la figura de intermediarios, al modo de las EPS que predominan en América Latina.

11. Seguridad. Al contar con el servicio de salud gratuito universal, en estos países la seguridad sanitaria puede considerarse un bien público. En China, el 95 % de la población disfruta de atención médica básica gratuita; pero hay un margen para el mercado del seguro médico privado. En Corea, el 70 % de la población complementa la atención de salud pública con seguros privados. En Taiwán lo hace el 60 %. En Nueva Zelanda, incluso los extranjeros tienen acceso al servicio de salud pública, con derecho a exámenes, tratamientos y medicinas. Las cirugías estéticas y otros servicios no esenciales están por fuera de la cobertura del Gobierno.

13. Jurídico. En diciembre del 2019, el Comité Permanente del Congreso Nacional Popular de China dictó la ley llamada China Saludable, con el fin de mejorar el servicio de salud, que descarga mayor responsabilidad a las instituciones de base, la interacción con la comunidad y la atención a las poblaciones más alejadas de las metrópolis. En Corea, el seguro médico obligatorio fue establecido en 1977. Taiwán lo creó en 1994. Por cierto, en Nueva Zelanda, la ley de responsabilidad estatal de la salud se remonta a 1938.

14. Precedencia. De acuerdo con el índice Health Care, el año pasado Taiwán tuvo el mejor desempeño mundial en el campo de la salud, seguido por Corea. Nueva Zelanda se ubicó en el puesto 17, y China, en el 45. La expectativa de vida en los cuatro países va en este orden: Corea (83 años), Nueva Zelanda (82 años), Taiwán (81 años) y China (77 años).

(…) contar con una estructura robusta en el subsistema de salud es uno de los factores explicativos del éxito en el control de la pandemia del Sars-CoV-2.

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Ultim�tum

Pos-COVID shock

En razón de la naturaleza de su respectiva organización política, Asia oriental fue menos proclive al traslado de las responsabilidades estatales a los operadores particulares, es decir, a privatizar los servicios públicos. En parte, puede estar relacionado con la herencia confuciana del centralismo gubernamental, pero en realidad traspasa ese límite para revelar el pacto social de posguerra, en el que el Estado guio la transformación de sus modalidades productivas tradicionales hacia la industrialización, bajo el criterio del Estado de bienestar. Nueva Zelanda forma parte también de ese grupo que, como los países nórdicos, tomó prudente distancia del neoliberalismo. Ahora bien, contar con una estructura robusta en el subsistema de salud es uno de los factores explicativos del éxito en el control de la pandemia del Sars-CoV-2. De igual

importancia fue la reacción oportuna de los gobernantes. De acuerdo con la clasificación de la OMS, Francia e Italia encabezan la lista de la mejor base sanitaria en el mundo; sin embargo, su capacidad hospitalaria terminó saturada y se ubicaron entre los países con más muertes por el coronavirus. Lo mismo que sucedió en España, su reacción fue tardía y desencadenó una situación dramática. Más irresponsable y trágica aún fue la actitud de los presidentes de Estados Unidos y Brasil. El tercer factor tiene que ver con el comportamiento de la sociedad civil, es decir, con la reacción de los gobernados. Vimos el caso de desobediencia del reverendo Lee en Corea. Fue un caso excepcional. Hasta donde las noticias permitieron observar, no hubo resistencia a la prolongada cuarentena en Wuhan y la provincia de Hubei, en China. No se vieron imágenes del ejército

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patrullando las ciudades chinas, como tampoco en los otros países de la muestra. De ello podemos deducir que esos Gobiernos cuentan con un notable grado de legitimidad, sobre el cual fundamentan medidas que pudieron parecer drásticas, antes de aplicarlas en gran parte del planeta. El afamado filósofo italiano Giorgio Agamben las calificó de «irracionales, desproporcionadas y completamente injustificadas» (Kamecke, 2020, p. 24). ¿A dónde hubiera llegado China de haber acogido tal reproche? Por supuesto, la oferta extensa y segura de bienes públicos es correspondida con la aceptación popular de las directrices políticas.

Por supuesto, la oferta extensa y segura de bienes públicos es correspondida con la aceptación popular de las directrices políticas.

Referencias Crudo, C., Natsios, A., Parker, W. & Ruyle, L. (11 de febrero de 2020). The silent threat of the coronavirus: America’s dependence on Chinese pharmaceuticals. The Conversation. https://theconversation. com/the-silent-threat-of-the-coronavirusamericas-dependence-on-chinesepharmaceuticals-130670. Gregori, W. (2002). Capital intelectual. Administración sistémica. McGrawHill. Kamecke, G. (29 de marzo de 2020). La vida en los tiempos de la prevención sanitaria. El Espectador, 24. Lee, H., Lee, H., Lee, K. H. & Wan, T. (2008). Comparing efficiency between public and private hospitals in South Korea. International Journal of Public Policy, 3(5), 430-442.

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Ultim�tum

Hermenéutica de una pandemia

Hermenéutica de una pandemia La pandemia llegó tan sorpresivamente, tan extendida por todo el mundo, y son tan profundos los efectos que ha traído que, después de comenzar a enfrentarla, ahora comienzan los esfuerzos de interpretación de sus causas, de las estrategias de respuesta, de los impactos que tendrá en las sociedades, instituciones, Gobiernos, y en nuestras vidas privadas. Apenas ahora comenzamos a tomar conciencia de que nos ha tocado vivir la mayor amenaza planetaria en un siglo, la cual nos está conduciendo a un ejercicio de hermenéutica desde todas las perspectivas teóricas. 70


Beethoven Herrera Valencia1 Doctor en Economía Internacional Instituto de Estudios Políticos de París Vicepresidente de la Academia Colombiana de Ciencias Económicas beethoven.herrera@uexternado.edu.co

Hay augurios apocalípticos como el que ha lanzado el sociólogo estadounidense Jeremy Rifkin al afirmar que «estamos ante la amenaza de extinción y la gente ni siquiera lo sabe», y advierte que ya nada volverá a ser normal. Esta es una llamada de alarma en todo el planeta. Lo que toca ahora es construir las infraestructuras que nos permitan vivir de una manera distinta. Debemos asumir que estamos en una nueva era. Si no lo hacemos, habrá más pandemias y desastres naturales. (Zafra, 2020, p. 28)

Por su parte, Mariana Mazzucato (2020), la autora de los famosos libros Estado Emprendedor y El valor de las cosas, sostiene que la crisis de la COVID‑19 está exponiendo todavía más defectos en las estructuras económicas, en particular la creciente precariedad del trabajo,

debida al surgimiento de la economía de plataformas y a décadas de deterioro del poder de negociación de los trabajadores [...]. Por desgracia, durante la última década muchos países aplicaron medidas de austeridad. El resultado fue un debilitamiento de las mismas instituciones públicas que necesitamos para superar crisis como la pandemia. (párrs. 2 y 4)

Desde su perspectiva Yuval Harari, el autor de Homo Deus y XXI lecciones para el siglo XXI, destaca el […] error que hemos cometido al debilitar la solidaridad y cooperación internacional, y cabe esperar que al final de esta crisis salgamos con organizaciones internacionales más fuertes y con una profundización de la solidaridad global que nos ayudará a lidiar no solo con esta crisis, sino con otras en el futuro. (Duer, 2020, párr. 12)

Harari coincide con Acemoglu en «los peligros de la injerencia de Estados y corporaciones en la esfera privada a través de la tecnología» (…).

1. El autor también es columnista del diario económico Portafolio, y adelanta estudios posdoctorales en la Universidad de Columbia.

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Ultim�tum

Hermenéutica de una pandemia

El economista turco Daron Acemoglu, autor con John Robinson del libro Por qué fracasan las naciones, plantea en su último libro El pasillo estrecho que el Estado y la sociedad protagonizan una puja constante y advierte que, si prevalece el Estado, en su extremo podría convertirse en despótico y totalitario, y en cambio, si prevalece la sociedad, vendrían el caos y la anarquía. Además, ha advertido que

La pandemia ha obligado a rediseñar la educación.

[…] la pandemia revela que necesitamos una red social más fuerte, mejor salud pública, mayor capacidad del Estado para coordinar acciones en tiempos de emergencia y mejor cooperación internacional. Después de la crisis tendremos Gobiernos mucho más grandes y en muchos países los Gobiernos habrán penetrado más profundamente en las vidas privadas de las personas. En algunos lugares, quizá veamos colapsar por completo la confianza en el Estado y en las instituciones democráticas debido a sus torpes respuestas a la pandemia. En otros, los Gobiernos podrían tornarse más autoritarios y dominantes porque habrán desarrollado más herramientas de vigilancia y control de la población. (Alconada, 2020, párr. 5)

Harari coincide con Acemoglu en «los peligros de la injerencia de Estados y corporaciones en la esfera privada a través de la tecnología» (Duer, 2020, párr. 6), y ha expresado su preocupación acerca de que

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debido a consideraciones cortoplacistas, la gente tome decisiones equivocadas como, por ejemplo, lidiar con la crisis implantando regímenes autoritarios o incluso totalitarios, en lugar de empoderar a los ciudadanos. O que países opten por el aislacionismo y persigan intereses nacionalistas, algo que tendría consecuencias terribles para el mundo al terminar la crisis. (Duer, 2020, párr. 6)

Además, Harari respalda la conclusión de Acemoglu, quien sostiene que esta pandemia es un punto de inflexión […]. Necesitamos empoderar a los Estados y trabajar duro para contenerlos […] con la esperanza de que las mayores responsabilidades del Estado se cumplan con mayor participación democrática de los ciudadanos, para que podamos mantener al Estado y a los políticos más controlados que antes. (Alconada, 2020, párr. 5)

Sobre las dimensiones que ha revelado la pandemia, el filósofo centenario francés Edgar Morin ha declarado que «la sanidad y la educación no pueden ser gestionadas por una lógica empresarial» y agrega que «el confinamiento está haciendo que nos demos cuenta de la importancia de la cultura» (Ordine, 2020, párrs. 20 y 28). Un tema sensible que ha aparecido es la relación de la pandemia con el cambio climático A este respecto Rifkin sostiene:


Hemos perdido el 60 % de la superficie

caso, de ocuparse de vidas humanas, de

del suelo del planeta; ha desaparecido y se tardará miles de años en recuperarlo. Lo primero que debemos hacer es tener una relación distinta con el planeta. Cada comunidad debe responsabilizarse de cómo establecer esa relación en su ámbito más cercano. Y sí, tenemos que emprender la revolución hacia el Green New Deal global, un modelo digital de cero emisiones; tenemos que desarrollar nuevas actividades, crear nuevos empleos, para reducir el riesgo de nuevos desastres. La globalización se ha terminado, debemos pensar en términos de glocalización […] se necesitan soluciones glocacales para desarrollar las infraestructuras de energía, comunicaciones, transportes, logísticas… (Zafra, 2020, pp. 28 y 29)

personas, de futuros ciudadanos. (Ordine, 2020, párr. 25)

Y frente a eso Acemoglu sostiene que «necesitamos que el Estado juegue un rol mayor para reforzar la red de protección social, evitar que la gente caiga en la pobreza, rescatar a los comercios» (Alconada, 2020, párr. 3). La pandemia ha obligado a rediseñar la educación. A ese respecto Morin ha sostenido que […] conservar el contacto humano, directo, entre profesores y alumnos es fundamental. Solo un profesor que enseña con pasión puede influir realmente en la vida de sus estudiantes. Enseñar es una misión, como la que están cumpliendo ahora los médicos: se trata, en cualquier

(…) se ha puesto en el centro del debate el futuro del empleo y de las relaciones laborales.

En ello coincide el actual rector del Externado, Juan Carlos Henao, quien ha declarado que «soy defensor de la educación presencial porque la estimo más humana, más deliberativa, más profunda, más comunicativa, y porque permite una mejor formación del estudiante como ser ético, demócrata y social». Y ha advertido que «seguiremos siendo presenciales, pero, sin duda, el gran y acelerado avance “forzado” en tecnología nos permitirá continuar profundizando en perspectivas virtuales» (Orozco, 2020, p. 19). La pandemia ha paralizado la actividad productiva, ha dejado a millones de personas en vacaciones forzadas, despedidas de sus empleos y sin un ingreso seguro, dependiendo de la ayuda estatal, casi siempre insuficiente. Por eso, se ha puesto en el centro del debate el futuro del empleo y de las relaciones laborales. A juicio de Harari, «el mercado laboral se va a reestructurar, porque estamos teniendo un experimento masivo de trabajar desde casa y el resultado de esto va a modificar la economía del futuro» (Duer, 2020, párr. 14). Y ha advertido sobre el riesgo de reemplazar a las personas por robots con el argumento

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de que son más baratos, eficientes y no se contagian. En ese caso, ¿a quién venderle? Todos estamos en la búsqueda de estrategias para responder a la rápida evolución de la crisis de salud mundial que está afectando a la educación. Pese a la ganancia de tiempo que la virtualidad genera por no tener que recorrer las ciudades (con escasa movilidad), hay profesores que se muestran desconcertados cuando los estudiantes en la sesión virtual ocultan su imagen, al tiempo que muchos estudiantes se quejan porque algunos profesores se limitan a dictar la sesión virtual como si estuvieran en el aula de clase, al igual que se quejan de sobrecarga de tareas, de limitaciones de medios informáticos y de acceso a la red en algunas regiones y, sobre todo, en estratos pobres. Resulta evidente que la virtualidad con cada alumno conectado desde su residencia reduce el nivel de socialización, pero se pueden proponer cuestiones para debates e invitar a los alumnos a compartir sus propias experiencias. ¡Por esta vía los alumnos pueden aprender unos de otros! Hay estudios que prevén que la educación podría verse enfrentada a una caída de la matrícula no solo por la merma demográfica que reveló el censo poblacional, sino que, además, vendrá una recesión y esa crisis tendrá un severo impacto en los ingresos de las familias y en su capacidad de pagar por la educación, al tiempo que deben atender salud, alimentación y vivienda.

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Hermenéutica de una pandemia

Como balance del pasado, Acemoglu considera que se está produciendo una destrucción creativa política similar a la planteada por Joseph Shumpeter (…). Como balance del pasado, Acemoglu considera que se está produciendo una destrucción creativa política similar a la planteada por Joseph Shumpeter, pues […] Muchos de los acomodamientos institucionales que emergieron de la «hiperdesregulación» y la «financiarización» de las últimas tres décadas puede que sean dejados a un costado, y en su lugar comience a emerger una red social más fuerte y eficiente y el tipo correcto de instrumentos regulatorios. (Alconada, 2020, párr. 7)

Y esa retrospectiva crítica coincide con el balance de Rifkin, quien considera que «necesitamos una nueva visión, una visión distinta del futuro, y los líderes en los principales países no tienen esa visión. Son las nuevas generaciones las que pueden realmente actuar» (Zafra, 2020, p. 29). La fragilidad de la economía mundial para enfrentar la pandemia se explica porque como si estos daños autoinfligidos no bastaran, un sector empresarial excesivamente financiarizado ha estado extrayendo valor de la economía para premiar a los accionistas con planes de recompra de acciones, en vez de apuntalar el crecimiento a largo plazo, invirtiendo en investigación y desarrollo, salarios y capacitación de los


trabajadores. Eso dejó a los hogares desprovistos de colchones financieros, lo que les dificulta el acceso a bienes básicos como la vivienda y la educación. (Mazzucato, 2020, párr. 6)

Diversos analistas constatan el surgimiento de una reacción violenta contra la globalización con el argumento de que, si el mundo estuviera menos globalizado o si la globalización estuviera menos desregulada, el virus quizá no se hubiera esparcido tan rápido. Pero, por otro lado, estamos constatando las dificultades de coordinación de políticas cuando ello es más necesario, por ejemplo, en el área de la salud pública. Hay más de un centenar de intentos dispersos por lograr la vacuna y reclamos de la canciller de Alemania Angela Merkel contra los intentos del Gobierno de Estados Unidos por atraer a científicos germanos para trabajar en el proyecto de vacuna en Norteamérica. En lugar de cooperar… Muchos bancos, empresas de servicios y oficinas públicas han tenido que rediseñar su funcionamiento en medio de la cuarentena y han descubierto que algunas de las actividades antes presenciales podrán seguirse realizando a distancia, lo cual significará un aumento del teletrabajo (que ya está reglamentado en Colombia) y reducirá costos, pero

Referencias

traerá nuevos retos para proteger la salud física y mental de los trabajadores que operan aislados con los riesgos psicosociales que ello puede implicar. Es previsible que el movimiento internacional de turistas tarde mucho en restablecerse y la recomposición de los flujos comerciales y financieros dependerá de la reactivación económica. Por el contrario, los intercambios académicos, el acceso a cursos ofrecidos por universidades internacionales o la oferta de trabajo virtual de docentes altamente calificados y con menor nivel salarial, como los indios, podría recomponer la oferta educativa superior internacional. En las duras circunstancias que vivimos podremos avanzar hacia una práctica de la educación que, como dijera Fernando Hinestrosa, rector de la Universidad Externado (1963-2012), debe ser para la libertad, pues el maestro ha de estimular, despertar curiosidad, incitar al alumno para que modele él mismo su personalidad. Permitirle que yerre y acierte sin suplantarlo… debe mostrar alternativas, y permitir que cada cual sea autónomo. Ayudar a que las gentes se vuelvan adultas dándoles responsabilidad.

Alconada (19 de abril de 2020). Daron Acemoglu: «Ahora necesitamos empoderar a los Estados y trabajar muy duro para controlarlos y contenerlos». La Nación. https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/ daron-acemoglu-ahora-necesitamosempoderar-a-los-estados-y-trabajar-muyduro-para-controlarlos-y-contenerlosnid2353255. Duer, P. (6 de abril de 2020). Harari: Elegiremos entre unir a la humanidad o el egoísmo. Agencia EFE. https://www.efe.com/ efe/espana/portada/harari-elegiremosentre-unir-a-la-humanidad-o-el-egoismo-ylos-nacionalismos/10010-4214251. Mazzucato, M. (10 de abril de 2020). La triple crisis del capitalismo. Proyect Sindicate. https://www.project-syndicate.org/ commentary/covid19-crises-of-capitalism-newstate-role-by-mariana-mazzucato-2020-03/ spanish. Ordine, N. (11 de abril de 2020). Edgar Morin: «Vivimos en un mercado planetario que no ha sabido suscitar fraternidad entre los pueblos». El País. https://elpais.com/ cultura/2020-04-11/edgar-morin-vivimos-enun-mercado-planetario-que-no-ha-sabidosuscitar-fraternidad-entre-los-pueblos.html. Orozco, C. (11 de abril de 2020). Pandemia del coronavirus: educación universitaria remota ¿en qué va? El Espectador. https://www. elespectador.com/coronavirus/pandemiadel-coronavirus-educacion-universitariaremota-en-que-va-articulo-914062/. Zafra, J. M. (2020 ). «Todas mis esperanzas están depositadas en la generación milenial». Telos, (113), 26-34. https://theconversation. com/jeremy-rifkin-estamos-ante-laamenaza-de-una-extincion-y-la-gente-nisiquiera-lo-sabe-136986.

[El] aumento del teletrabajo (…) reducirá costos, pero traerá nuevos retos para proteger la salud física y mental de los trabajadores que operan aislados con los riesgos psicosociales que ello puede implicar. 75


Ultim�tum

La crisis de la COVID-19 como termómetro político

La crisis de la COVID-19

como termómetro político

Una crisis se define como la ocurrencia de un evento inesperado que desborda la capacidad de reacción (Cañón citado por Richard, 2015).

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Eugénie Richard Docente investigadora Candidata a doctora en Estudios Sociales Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales richard.eugenie@uexternado.edu.co

Para quien se dedica a la gestión pública, las crisis son recurrentes, y los gobernantes no suelen preguntarse si una crisis podría estallar, sino cuándo estallará la próxima y cuál será su naturaleza. Sin embargo, en el caso de la COVID-19, no se trata de una crisis tradicional, sino de una pandemia mundial, es decir, un evento de carácter excepcional por sus dimensiones y por los efectos que puede generar sobre múltiples frentes a corto y largo plazo. Frente a este panorama, la respuesta por parte de los gobernantes debe ser a la altura de las circunstancias y de ella depende cómo se recordará al líder que resolvió la situación con más o menos éxito. En este sentido, la crisis generada por la pandemia del coronavirus actúa como termómetro político que toma la temperatura de los líderes, midiendo su popularidad, gracias a las acciones encaminadas a gestionar la crisis y a las declaraciones públicas enfocadas en generar confianza. La historia suele mostrar que cuando una amenaza se acerca, real o imaginada, la unión del pueblo se hace, naturalmente, alrededor del jefe. Este fenómeno se da, más

aún, cuando el enemigo es invisible y se encuentra infiltrado dentro de la sociedad. Durante su primera alocución presidencial acerca de la COVID-19, Emmanuel Macron aseguró que el «enemigo está ahí, invisible y evasivo, y avanza» («Nous sommes», 2020). Repitió más de seis veces que Francia se encontraba «en guerra» contra este poderoso adversario. La designación de un enemigo que toma la forma de un otro, exterior al grupo y que amenaza su unidad y su supervivencia, es una táctica política utilizada por los líderes que pueden instrumentalizar a este otro con el fin de generar cohesión social. Así, se reafirma el liderazgo del jefe, se otorga legitimidad a sus acciones y se genera confianza en sus decisiones. Con razón, Carl Schmitt (1927) aseguraba que la política descansaba en la distinción entre el amigo y el enemigo. Acción + comunicación = popularidad Ahora bien, cuando hablamos de una crisis como la de la COVID-19 y de sus consecuencias en el siglo XXI para nuestros gobernantes, nacionales o locales, asumimos

La historia suele mostrar que cuando una amenaza se acerca, real o imaginada, la unión del pueblo se hace, naturalmente, alrededor del jefe. que nuestros líderes deben actuar conjuntamente en dos frentes: el de las acciones y el de las comunicaciones. En efecto, unas acciones acertadas, tempranas y estratégicas, concertadas con expertos en el tema pueden afectar positivamente la curva de recuperación de las poblaciones afectadas por el virus; por otro lado, la comunicación estratégica de un plan de acción y de mensajes que ilustran la solidaridad y el compromiso del gobernante permitirá aumentar sus índices de popularidad. En otras palabras, más tempranas serán las acciones y más contundente será el mensaje que las acompaña, más alta podrá resultar la imagen positiva del mandatario. Esta lógica se replica tanto a nivel nacional como local, como nos lo enseñan las encuestas.

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Ultim�tum

La crisis de la COVID-19 como termómetro político

Figura 1. Ranking de la gestión efectuada por los mandatarios colombianos frente a la pandemia ¿Cómo evalúa la gestión de las siguientes figuras públicas frente a la pandemia de la COVID-19?

Alcaldesa de Bogotá Claudia López

82,2

Alcalde de Manizales Carlos Mario Marín

78,6

Alcaldesa de Santa Marta Virna Johnson

76,8

Gobernador del Magdalena Carlos Caicedo

76,8

Gobernador de Caldas Luis Carlos Velásquez

72,9

Gobernador de Cundinamarca Nicolás García

72,4

Alcalde de Medellín Daniel Quintero

72,0

Gobernadora del Atlántico Elsa Noguera

71,8

Alcalde de Barranquilla Jaime Pumarejo

71,4

Gobernadora del Valle del Cauca Clara Luz Roldán

71,0

Alcalde de Cali Jorge Iván Ospina

70,1

Gobernador de Antioquia Aníbal Gaviria

69,9 61,7

Presidente Iván Duque

Base: 1.821 encuestados

*Calificaciones de quienes conocían a la figura pública

Fuente: Cifras y Conceptos - Polimétrica (2020).

(…) la comunicación estratégica de un plan de acción y de mensajes que ilustran la solidaridad y el compromiso del gobernante permitirá aumentar sus índices de popularidad.

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Las cifras reveladas por la encuesta Invamer del 30 de abril (Duque sube, 2020) ilustran la misma tendencia: el 70 % de los colombianos dice apoyar la gestión de Duque frente al coronavirus, y en el caso de los alcaldes, López y Quintero reciben cada uno un apoyo del 93 %. Los que siguen no bajan del 70 % de aprobación (alcaldes de Cali, Barranquilla y Bucaramanga). Estas cifras son excepcionales porque reflejan una situación excepcional, que resalta el talante del líder. En el caso de

Colombia, al principio de la emergencia sanitaria se observó un pulso por el liderazgo entre la alcaldesa de Bogotá, principalmente, y el presidente. Frente a las primeras alarmas que anunciaban la crisis, Duque se demoró en dar línea y los mandatarios locales le tomaron la ventaja, alistando acciones de prevención y comunicando sobre la situación. El pulso entre los gobernantes locales y Duque se hizo más latente aún con el decreto presidencial que concentraba todas las acciones de


orden público en la Presidencia. Al final, fueron reconocidos con buenos índices de respaldo ciudadano los alcaldes y gobernadores que reaccionaron de primeras. A nivel regional, la ecuación es la misma: los mandatarios que reaccionaron de forma acertada desde los primeros momentos con unas acciones tempranas y unas declaraciones acertadas en cuanto a la necesidad de implementar y respetar el aislamiento preventivo fueron

recompensados con unos buenos índices de popularidad. Los que no siguieron esta fórmula se vieron castigados. Es el caso del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cuya impopularidad está directamente correlacionada con los índices de mortalidad dentro de la población brasileña. Al pésimo desempeño del mandatario frente al coronavirus (negación de la gravedad del virus, acciones tardías), se sumaron sus desafortunadas declaraciones,

tales como «la gente se muere, ¿qué quiere que haga?» y «soy el Mesías, pero no hago milagros» (Jair Bolsonaro, 2020). Los mexicanos también le pasaron factura a su presidente Andrés Manuel López Obrador, que pagó por la torpeza de sus declaraciones, como cuando le recomendó a la población no tenerle miedo al virus y abrazarse, así como por sus tardías acciones en el territorio para contener la pandemia.

Figura 2. Ranking de aprobación de los jefes de Estado en América Latina Porcentaje de aprobación por presidente

#1

Luis Alberto Lacalle Pou, presidente de Uruguay

59

22

#2

Martín Vizcarra, presidente de Perú

56

31

#3

Iván Duque, presidente de Colombia

51

39

#4

Alberto Fernández, presidente de Argentina

49

47

4

#5

Sebastián Piñera, presidente de Chile

40

58

#6

Lenín Moreno, presidente de Ecuador

40

58

Aprueba

#7

Laurentino Cortizo, presidente de Panamá

36

14

#8

Jeanine Añez Chávez, presidenta interina de Bolivia

32

11

#9

Miguel Díaz-Canal, presidente de Cuba

18

24

40

57

11

23

61

16

Manuel Lopez Obrador, #10 Andrés presidente de México

19

80

1

2

#11

Jair Bolsonaro, presidente de Brasil

16

83

0

2

#12

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela

Desaprueba

6

89

No precisa

Fuente: Ipsos (2020).

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Ultim�tum

En conclusión, un episodio de crisis mal manejado es generalmente sinónimo de decisiones tardías o mal enfocadas hacia las necesidades de las poblaciones afectadas y de mensajes que no logran generar la seguridad y la confianza que requiere una situación de aprietos. En este caso, el golpe será doble: el primero lo recibirá la población civil que padece los efectos clínicos del virus y el segundo lo recibirá por rebote el gobernante cuya credibilidad como líder resultará seriamente impactada. Por el contrario, una adecuada respuesta a la crisis combina acciones estratégicas concertadas con expertos, mensajes que vinculan información verificada, pero también valores y sentimientos en concordancia con las expectativas de las audiencias. El papel de las emociones Los mensajes en periodo de crisis cobran una importancia especial; de estos se debe destacar el talante del jefe. Para lograr esta meta, los mensajes (bien sea discursos o publicaciones en redes sociales) deben respetar unas reglas específicas. La primera es la «regla de las tres C»: corto, claro y coherente. En segundo lugar, deben ilustrarse siempre con videos o fotos en redes sociales, o con hechos en los discursos, y deben vincular una carga emocional lo suficientemente alta para que sean fácilmente recordados. Un discurso denso, cargado de información que no transmite emoción será fácilmente olvidado por el público no especializado en el tema. Por el contrario, una declaración corta, que no sume más de tres ideas, cada una ilustrada

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La crisis de la COVID-19 como termómetro político

(…) una adecuada respuesta a la crisis combina acciones estratégicas concertadas con expertos, mensajes que vinculan información verificada, pero también valores y sentimientos en concordancia con las expectativas de las audiencias.

de manera acertada (con una cifra, una metáfora o un ejemplo claro) tiene más posibilidad de ser recordada. Pero la emoción siempre es lo más importante. Para saber con certeza cuál es la más indicada para utilizar en un mensaje, es necesario proceder a una segmentación de las audiencias que le permite al mandatario identificar: 1) cuál es el público al que le desea hablar, 2) cuál es el valor o la emoción que quiere transmitir y 3) cuál es el mensaje que quiere divulgar. En el caso de la COVID-19, es necesario hablarle a todo el mundo, dado que las normas sanitarias debe conocerlas toda la población sin excepción. Sin embargo, segmentos de audiencias requieren una atención especial, porque se ven más afectadas por la crisis o las medidas de cuarentena. Es, por ejemplo, el caso de las poblaciones vulnerables, como los ancianos y los enfermos, para quienes es importante insistir sobre el valor de la responsabilidad en un mensaje de autocuidado. Para las personas cabeza de hogar, quienes sustentan a su familia con su trabajo, es necesario transmitir tranquilidad, insistiendo en las medidas que garantizan un ingreso mínimo. Con los comerciantes, empresarios o independientes, se debe destacar la solidaridad del Gobierno, comunicando sobre las ayudas que se prestan para el sector y sobre la pronta recuperación económica. Otro público privilegiado deben ser las familias, que durante la cuarentena experimentan ansiedad frente al futuro o tensiones en su núcleo. Para ellas, es necesario insuflar esperanza, dando a entender que


se trata de un momento pasajero que hay que saber aprovechar. Por último, los «héroes» de la pandemia también requieren una atención especial: médicos, enfermeras, cuidadores, todo el personal del sistema de salud, pero también policías, campesinos, conductores, limpiadores de los espacios públicos y otros deben encontrar en la comunicación del gobernante un mensaje que les sea directamente destinado. Este debe vincular solidaridad y gratitud, e insistir sobre la importancia de su labor para toda la sociedad. Estos mensajes, acompañados de otros que ilustran el actuar del gobernante en el terreno día tras día, permitirán mantener un lazo de confianza entre la gente y sus dirigentes, en este momento de particular incertidumbre. Saber equilibrar la ecuación Un plan de acción consultado con expertos y una excelente gerencia de los acontecimientos en el terreno son, sin duda, esenciales para superar una crisis, pero también lo es la comunicación estratégica. Lo primero no puede pasar a lo segundo para que se equilibre la ecuación y

resulte exitosa la fórmula. Bien manejada, la comunicación les otorga a las políticas públicas su legitimidad y respaldo ciudadano. Más allá de estas consideraciones, resulta importante subrayar que comunicar asertivamente supone un diálogo entre gobernantes y gobernados; en este sentido, la comunicación del líder no se puede reducir a un largo monólogo que satura el espacio mediático y cansa por su repetición. Las redes sociales están aquí para recordarnos que los ciudadanos también tienen la palabra, y libremente pueden expresar su sentir en cuanto al manejo que se le da a la pandemia de la COVID-19. En estos espacios virtuales también la crisis sirve como termómetro político. Cuando se acabe el 2020 y ojalá dejemos atrás el episodio del coronavirus, el recuerdo de cómo manejaron la crisis nuestros líderes indicará qué legado de gobierno construyeron y cómo podrán capitalizarlo en el futuro. No olvidemos que el 2021 y 2022 serán años electorales y que los mandatarios, sobre todo locales, contarán con este capital político consolidado, o no, durante la crisis para seguir construyendo su carrera política.

Referencias Cifras y Conceptos - Polimétrica (1.° de abril de 2020). https://lanuevaprensa.com.co/ component/k2/presentacion-resultadospolimetrica-abril-2020-v1-percepciongobiernos-nacional-y-local Duque sube a 52 % de aprobación y Claudia a 89 %: encuesta (29 de abril de 2020). El Tiempo. https://www.eltiempo.com/ politica/gobierno/coronavirus-asi-va-elapoyo-a-la-gestion-del-presidente-y-losalcaldes-490278. Jair Bolsonaro: «Soy Mesías, pero no hago milagros», así responde sobre las elevadas cifras del coronavirus (29 de abril de 2020). El Universo. https://www.eluniverso.com/ noticias/2020/04/29/nota/7826658/jairbolsonaro-soy-mesias-no-hago-milagros-asiresponde-sobre. «Nous sommes en guerre », répète Macron dans son deuxième discours sur le coronavirus (16 de marzo de 2020). Le Monde. https://www.lemonde.fr/ sante/video/2020/03/16/video-noussommes-en-guerre-repete-macrondans-son-deuxieme-discours-sur-lecoronavirus_6033315_1651302.html. Richard, E. (2015). Schmitt, C. (1927). El concepto de lo político.

Cuando se acabe el 2020 (…) el recuerdo de cómo manejaron la crisis nuestros líderes indicará qué legado de gobierno construyeron y cómo podrán capitalizarlo en el futuro.

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Ultim�tum

El virus: la economía y la política económica en Colombia

El virus: la economía y la política económica en Colombia

La curva teórica de contagio La propagación del virus de la COVID-19 constituye la mayor crisis de salud pública global de nuestro tiempo. La pandemia, que tuvo su epicentro en una región de China, contagió sin clemencia a Europa, EE. UU., América Latina, y recientemente al África donde, para mayor desgracia, se combina con rebotes del ébola. Esta crisis es el resultado inevitable de la concentración de grandes grupos de población pobre y sin servicios públicos adecuados, pero conectados con flujos masivos de personas a nivel mundial.

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Luis Armando Blanco Docente investigador Facultad de Economía luis.blanco@uexternado.edu.co

La enfermedad ha puesto en gran tensión a los sistemas de salud de los países desarrollados, ya que el creciente número de casos de infectados desborda al personal médico, la capacidad hospitalaria, las unidades de cuidados intensivos y los equipos, como ventiladores y otros elementos fundamentales para atender la urgencia y la protección del personal médico. La gravedad de la crisis de salud ha confundido a la mayoría de los Gobiernos, dirigentes

políticos y empresariales sobre una falsa disyuntiva entre la vida y la economía. No existe relación de trade off; la decisión de política pública y económica es solo una: concentrar toda la fuerza del Estado en defender la vida y producir los medios para dicha vida. En el caso de los países en desarrollo como Colombia, y la mayoría de las naciones de América Latina, los riesgos están fundamentalmente asociados con las deficiencias estructurales, institucionales y financieras del sistema de salud, producto de la incapacidad de los Gobiernos para adelantar las reformas y las decisiones de política pública necesarias, muchas de ellas evidentes, y por las restricciones

(…) no podemos ser tan optimistas, en el sentido de que no se trata de un plan de choque definitivo, sino que vamos a tener que estar preparados más bien para políticas de choque recurrentes.

fiscales agravadas por la incertidumbre internacional. Los científicos expertos en el tema predicen una curva de contagio teórica, con una pendiente creciente hasta alcanzar el pico y después decrecer en forma rápida en función del tiempo. Los expertos en el tema también coinciden en que la única manera de aplanar la curva y minimizar la tragedia es con una intervención fuerte del Estado para confinar a la población y obligar al distanciamiento físico. El manejo de la situación en Colombia pudo ser mejor, pero en todo caso las cifras y los indicadores muestran un comportamiento menos letal que la política vacilante y errática de Brasil y México. La experiencia histórica relativamente comparable, como fue el episodio de la influenza o gripe española en 1918, muestra el desastre de la política de laissez faire en Filadelfia y el costo más bajo probado mediante confinamiento total y a tiempo en San Luis. En Filadelfia, el primer caso reportado fue el 17 de septiembre de 1918 y las autoridades decidieron medidas de distanciamiento social el 24 de septiembre y el confinamiento hasta el 3 de octubre; en cambio, San Luis registró el primer caso el 5 de octubre y las autoridades tomaron la decisión del confinamiento y el distanciamiento social el 7 de octubre. Al examinar con cierta precaución las cifras de casos de infectados, muertes y recuperados y establecer un indicador complementario que sería muertes / casos cerrados –entendiendo como casos cerrados la suma de las muertes más los recuperados–, así como al asumir que las

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Ultim�tum

cifras de contagios están subvaloradas, se puede establecer una curva teórica de contagios dinámica en el tiempo con olas sucesivas. Un proceso así es terrible, pues implica serios desafíos para la economía y la política pública, ya que obliga a extender la emergencia en el mediano y largo plazo; por lo tanto, no podemos ser tan optimistas, en el sentido de que no se trata de un plan de choque definitivo, sino que vamos a tener que estar preparados más bien para políticas de choque recurrentes. La economía de la depresión global La mayoría de los economistas del mundo predice la mayor recesión tanto en los países desarrollados como en los emergentes. Las estimaciones conocidas para China, EE. UU., Italia, Francia y Reino Unido calculan una tasa de crecimiento negativa, alrededor del 12 % (Surico, & Galeotti, 2020). Las industrias más afectadas son los servicios como restaurantes, turismo, transporte aéreo y marítimo; industrias como la automotriz, manufacturas de consumo y bienes intermedios intensivos en trabajo, sector externo e informal. Además, dependiendo de la evolución de los precios del petróleo y de otros commodities, los problemas de balanza de pagos para las naciones en desarrollo, como Colombia, pueden ser severos e incidir en un mayor riesgo cambiario. Es muy probable un comportamiento negativo del PIB de la magnitud ocurrida con la crisis asiática de 1998 (-5,2 %), la cual mostró síntomas de depresión.

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El virus: la economía y la política económica en Colombia

El cierre global de los mercados, del flujo de personas y mercancías, la inminente quiebra de las aerolíneas y de la industria del turismo van a profundizar la crisis de la globalización que ya estaba en marcha. Después de los eventos críticos de 1998 y el 2008, el retorno del proteccionismo y el nacionalismo fue evidente; EE. UU. y China se enfrentaron en una guerra comercial que va a continuar, la Ronda de Doha es una negociación imposible; además, siendo optimistas, el orden multilateral se está derrumbando y si acaso lo que puede surgir es un orden multipolar regional; la paradoja de la globalización, los mercados globales y las instituciones nacionales, en lugar de resolverse, se va a profundizar. El orden multilateral camina sobre el filo de una navaja y pueden emerger nacionalismos absurdos y conflictivos; la persistente denuncia del Gobierno de los EE. UU. a China sobre la responsabilidad directa en el origen y contagio de la pandemia puede desatar procesos geopolíticos de impredecibles consecuencias; la humanidad se puede incendiar como resultado de la falta de un consenso internacional para resolver el problema de manera razonable, apelando a la cooperación científica y a la construcción gradual de instituciones que propicien un juego cooperativo global. La gran recesión del 2008 se originó en un choque de oferta debido a la crisis financiera global; la cuarentena y el distanciamiento

social han producido un choque de oferta que todavía está en proceso y es difícil predecir la magnitud del desastre. La figura 1 muestra el efecto inicial del choque, y las figuras 2 y 3, los efectos sobre la demanda como consecuencia de la incertidumbre en cuanto al progreso de la enfermedad, las políticas para aliviar el problema, el cierre de los negocios, la destrucción de puestos de trabajo y el efecto precaución de los hogares. La dinámica recesiva de la oferta y la demanda se expresa en un proceso de causación acumulativa perversa que termina en una destrucción de la economía, como se muestra en la figura 4, que puede concluir en una depresión como la que ocurrió en la Gran Depresión de 1929.

La mayoría de los economistas del mundo predice la mayor recesión tanto en los países desarrollados como en los emergentes.


El orden multilateral camina sobre el filo de una navaja y pueden emerger nacionalismos absurdos y conflictivos (…).

Figura 1. El choque de oferta

Figura 2. El choque de oferta y la contracción de la demanda

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Fuente: Surico y Galeotti, (2020).

Fuente: Surico y Galeotti (2020).

Figura 3. El choque de oferta y la contracción de la demanda

Figura 4. La destrucción de la economía

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Fuente: Surico y Galeotti (2020).

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Fuente: Surico y Galeotti (2020).

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Ultim�tum

La crisis del coronavirus ha forzado a muchas empresas e instituciones de los sectores financiero y público nacional, a las universidades y los centros de investigación, así como a la parte administrativa y contable de muchas industrias a trabajar en casa, para mantener el empleo y la remuneración. Esto está ocurriendo en el mundo y también en Colombia, es decir, se conservan el empleo y los ingresos para los trabajadores intensivos en capital humano, mientras la gran mayoría de los trabajadores no calificados —que constituye el grueso del empleo nacional, generado

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El virus: la economía y la política económica en Colombia

fundamentalmente por las pequeñas empresas y el sector informal— se ve abocada al desempleo, la pobreza y, en muchos casos, la miseria. La política macroeconómica colombiana En circunstancias tan difíciles, los objetivos de la política económica no pueden ser otros que frenar la caída del PIB, evitar una crisis del sector industrial, conservar los empleos, garantizar ingresos suficientes para los hogares vulnerables y la seguridad alimentaria. Para alcanzar estos objetivos no hay otra alternativa que recurrir a una política económica heterodoxa de corte keynesiano, cuyo núcleo macroeconómico es una expansión del gasto público sin precedentes en la historia reciente del país. En buena medida, la administración del presidente Duque ya se está moviendo en la dirección correcta con las transferencias monetarias del Programa Ingreso Solidario, la devolución del IVA a los estratos pobres y el abastecimiento alimentario para la población más vulnerable, pero se hace imprescindible complementar los créditos blandos a las pequeñas y medianas empresas con la exención de los aportes a las pensiones y los parafiscales, y pensar en alguna modalidad de subsidios directos a la nómina para conservar empleos y mantener a flote una parte de la demanda agregada.

Por el momento no es conveniente apelar a una política monetaria expansiva directa, pues podría ocasionar una inflación inercial y mayor devaluación.

La estrategia fundamental en el corto plazo es evitar la destrucción de los puestos de trabajo por el cierre de las empresas y los negocios, pues ello no solo implica un enorme desempleo, sino que en el futuro dichas empresas no renacerán. Con el fin de evitar este grave problema, se debe usar en forma amplia el crédito con un periodo de gracia de por lo menos seis meses, con tasas de interés cero y condonable en un 50 % a cambio de que las empresas conserven el empleo. Con los decretos de estado de emergencia, el Gobierno nacional puede incrementar el gasto público en relación con el PIB, saltándose la regla fiscal, pero de todas formas va a tener que presentar una reforma al Congreso en el segundo


semestre de este año. Según datos recientes (Surico & Galeotti, 2020), el promedio del incremento en el gasto público en los países en desarrollo ha sido del 2,5 % del PIB y el óptimo debería estar alrededor del 10 %; estimo que hasta el momento el gasto público del Gobierno colombiano ejecutado está entre el 2 % y el 5 % del PIB, por debajo del promedio y lejos del óptimo, lo cual implicará un mayor esfuerzo fiscal. La información suministrada por el Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla, en diversas entrevistas ante los medios de comunicación, señala que la financiación de dicho gasto ha sido con base en el ahorro público y préstamos del fondo de pensiones territoriales, pero un incremento mayor del gasto público probablemente requerirá otras fuentes de financiamiento como deuda interna y externa, e incluso, tramitar un préstamo grande con el Fondo Monetario Internacional. Por el momento no es conveniente apelar a una política monetaria expansiva directa, pues podría ocasionar una inflación inercial y mayor devaluación. En lo que sí es posible pensar es en tramitar una reforma tributaria el próximo año que incremente los impuestos a la renta a los altos ingresos y en eliminar una buena parte de las exenciones y gabelas tributarias; pero para nada pensar en incrementar el IVA y los gravámenes a los contratos de personas naturales.

Para el logro de los objetivos económicos señalados, el Banco de la República puede seguir bajando las tasas de interés, ya que tiene suficiente munición a diferencia de muchos países desarrollados y emergentes. En promedio la Reserva Federal y otras bancas centrales de América Latina, como Perú y Chile, han reducido la tasa de interés de referencia entre 75 y 100 puntos, mientras Colombia la bajó en 100 puntos, quedando en 3,50 %, lo cual significa que tiene un espacio monetario holgado para que en la próxima reunión la Junta del Banco Central baje de un solo golpe la tasa de interés en forma agresiva. En conclusión, tanto el Gobierno nacional como el Banco de la República se están moviendo en la dirección correcta, y aunque es comprensible la cautela de sus decisiones, hay consenso técnico y político nacional en que deben acelerar el paso y tomar decisiones macroeconómicas más agresivas de acuerdo con la gravedad de la situación; no es hora de pensar en el equilibrio macroeconómico, sino de salvar vidas y producir los medios de vida necesarios que demanda la urgencia manifiesta de la sociedad. Cuando salgamos de esta pandemia es inaplazable un conjunto de reformas estructurales al sistema de salud y la seguridad social, a las pensiones con un régimen único, y en fin, sentar las bases de un Estado de bienestar.

(…) no es hora de pensar en el equilibrio macroeconómico, sino de salvar vidas y producir los medios de vida necesarios que demanda la urgencia manifiesta de la sociedad.

Referencias Surico, P. & galeotti, A. (2020). COVID-19 [Diapositivas de Power Point]. The economics of a pandemic: The case of COVID-19. London Business School. https://icsb.org/ wp-content/uploads/2020/03/LBS_Covid19_ final.pdf.pdf.pdf.pdf-1.pdf.pdf.

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Ultim�tum

COVID-19: el día después

El 24 de marzo de 2020, en una reunión con altos directivos y empleados de su grupo empresarial, Ricardo Benjamín Salinas Pliego, presidente del Grupo Salinas1 de México, pronunció un vehemente discurso con el que respaldó las medidas que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha dispuesto para enfrentar la pandemia de la COVID-19. Al inicio de su disertación hizo referencia al médico y filósofo persa Ibn Sina o Avicena (980-1037), de quien recordó las siguientes palabras: «La imaginación es la mitad de la enfermedad. La calma es la mitad del remedio y la paciencia es el comienzo de la cura» (Familia Socios, 2020).

COVID-19:

el día después 1. La historia del Grupo Salinas se remonta a 1906 cuando Benjamín Salas Westrup, bisabuelo de Ricardo B. Salinas Pliego fundó la fábrica de muebles Salinas y Rocha. En la actualidad el Grupo Salinas se encuentra integrado por compañías en el sector comercio (Grupo Elektra), medios (TV Azteca, Tv Azteca Digital), servicios financieros (Banco Azteca, Advance America, Seguros Azteca, Afore Azteca, Punto Casa de Bolsa), telecomunicaciones (Total Play, Total Play Empresarial) y valor social y ambiental (Fundación Azteca, Arte & Cultura Grupo Salinas, Caminos de la Libertad, Kybernus y Ciudad de las Ideas) (Grupo Salinas, 2018).

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Dicho lo anterior, en seguida se citan algunos apartes de su alocución: Hoy estamos mal. Las calles vacías. Todo cerrado. Escuelas vacías. Hoteles vacíos. Restaurantes vacíos. Parques sin gente. Esto no puede ser. Esto no puede ser. La vida tiene que continuar… Este virus existe sin duda, pero no es de alta letalidad... Debemos olvidarnos de la ecuación equivocada, que virus es igual a muerte. No es cierto. Como van las cosas, parece que no moriremos por coronavirus, pero sí vamos a morir de hambre… Paralizar toda la actividad económica de tajo significa hambre y, por lo tanto, dentro de poco tiempo se desatará la delincuencia, la rapiña y el caos, porque resulta que el estómago no sabe esperar... (Familia Socios, 2020, 2:21)


Germán Forero Laverde Ph. D. en Historia Económica de la Universidad de Barcelona Director de la Escuela de Finanzas y Negocios Internacionales Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales german.forerol@uexternado.edu.co Mauricio Avellaneda Hortúa Magíster en Finanzas de la Universidad Externado de Colombia Magíster en Administración de la Universidad de Los Andes. Docente investigador adscrito al Observatorio de Economía y Operaciones Numéricas (ODEON) Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales mauricio.avellaneda@uexternado.edu.co

Luego, Salinas Pliego lanzó cinco afirmaciones de lo que según sus palabras sabemos del virus, y que este artículo se propone documentar mediante el uso de fuentes fiables de información. Esas afirmaciones fueron las siguientes: 1. Es muy contagioso. 2. La enorme mayoría lo tiene y no presenta síntomas, lo cual lo hace más contagioso. 3. Te da y te recuperas y desarrollas inmunidad. 4. En algunos pocos casos graves se desarrolla una especie de neumonía que afecta más a ancianos y a quienes tienen problemas previos de salud. 5. Casi no afecta a niños ni a jóvenes. (Familia Socios, 2020)

Antes de efectuar un análisis sobre estas aseveraciones, se procede con una breve reseña no solo de lo que es el coronavirus, sino en particular la COVID-19. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS, WHO por su sigla en inglés): Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, [por su sigla en inglés]) y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID19. (OMS, 2020a)

Nuevos cálculos parecen situar esa cifra [de contagio de una persona infectada] entre 3,8 y 8,9 personas.

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Ultim�tum

COVID-19: el día después

La OMS define a la COVID-19 como «la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos

antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019» (OMS, 2020a). La figura 1 presenta un par de imágenes de la estructura de la COVID-19:

Figura 1. Cómo es la COVID-19

Fuente: NIAID (2020a).

Fuente: NIAID (2020b).

Es muy contagioso: verdadero Un estudio desarrollado por Sanche y otros (2020) pone en duda los estimativos iniciales que señalaban que una persona infectada podía contagiar en promedio entre 2,2 y 2,7 personas. Nuevos cálculos parecen situar esa cifra entre 3,8 y 8,9 personas.

La enorme mayoría lo tiene y no presenta síntomas, lo cual lo hace más contagioso: verdadero Al respecto, la OMS señala:

El desarrollo de una respuesta inmunitaria que se convierta en inmunidad es aún incierto.

90

Los síntomas más comunes de la COVID19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan, pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80 %) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. (OMS, 2020a)


Así, personas con síntomas leves, que pueden confundirse, por ejemplo, con una gripe normal, tienen el potencial de contagiar a una gran cantidad de personas. Te da, te recuperas y desarrollas inmunidad: falso El desarrollo de una respuesta inmunitaria que se convierta en inmunidad es aún incierto. De acuerdo con Mandavilli (2020), existen reportes de casos de China y Japón que señalan que algunos pacientes dieron positivo por coronavirus luego de varios días de haber sido dados de alta del hospital. Por lo tanto, aún es temprano para dar por válida la afirmación de Salinas Pliego, para ello se requiere de verificación científica. En algunos pocos casos graves se desarrolla una especie de neumonía que afecta más a ancianos y a quienes tienen

problemas previos de salud: verdadero Sobre el particular la OMS (2020a) señala: Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardíacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave.

Más aún, Tedros Adhamon Ghebreyesus, director general de la OMS, en rueda de prensa señaló: «Tengo un mensaje para los más jóvenes: no son invencibles, el virus los puede poner en el hospital por semanas o incluso matarlos» (Barrucho, 2020). La figura 2 pone de presente que la mortalidad de la COVID-19 no es un problema exclusivo de los grupos de edad avanzada.

[El pasado 20 de abril] la OMS (…) reportó que el número de contagiados ascendió a 2.314.621, de los que el 31,3 % corresponde a los EE. UU., país que concentra el 21,7 % de los decesos a nivel mundial.

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COVID-19: el día después

20,2%

Figura 2. Cómo es la COVID-19

13%

6,3%

8%

12,8%

15,6% 14,8%

Case fatality rate (CFR) is calculated by dividing the total number of confirmed deaths due to COVID-19 by the number of confirmed cases. Two of the main limitations to keep in mind when interpreting the CFR. (1) many cases within the population are unconfirmed due to a lack of testing. (2) some individuals who are infected will eventually die from the disease, but are still alive at time of recording

4,8%

South Korea Spain 3,6% 3,5%

China

80 + Years

70-79 Years

1,8% 1,9%

60-69 Years

1,3% 1%

0,06% 0,3% 0,4% 0,4%

40-49 Years

0,5% 0,4%

0,11% 0,14% 0,2% 0,3%

30-39 Years

50-59 Years

0,22% 0,2%

20-29 Years

0% 0% 0,2% 0%

10-19 Years

8-9 Years

0%

Italy

Fuente: Roser et al. (2020).

El sistema de salud del país no está preparado para lidiar con dos millones de enfermos simultáneamente.

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Casi no afecta a niños ni a jóvenes: falso Si bien es cierto que es poco frecuente que niños y jóvenes presenten una sintomatología fuerte, no es menos cierto que, al ser portadores sanos, facilitan la expansión de la enfermedad. Por esta razón, «la OMS aconseja a las personas de todas las edades

que tomen medidas para protegerse del virus, por ejemplo, mediante una buena higiene de manos y respiratoria» (OMS, 2020b). A pesar de no ser parte de las cinco afirmaciones que emitió Salinas Pliego en su discurso, en forma adicional señaló que «no es de alta letalidad».


No es de alta letalidad: relativo A pesar de que aún no hay suficientes datos para estimar una tasa de mortalidad con certeza, debido, por ejemplo, a la existencia de un fenómeno de subdiagnóstico en particular en

zonas geográficas donde no se realizan pruebas suficientes, la figura 3 pone de presente la variabilidad de la tasa de mortalidad entre países.

Figura 3. Evolución de la tasa de mortalidad de la COVID-19: algunos países Case fatality rate of the ongoing COVID-19 pandemic The case fatality Rate (CFR) is the radio between confirmed deaths and confirmed cases. During an outbreak of a pandemic the CFR is a poor measure of the mortality risk of the disease. We explain this detail at OurWorldinData.org/Coronavirus Italy 12% 10% 8% World 6% 4% Germany South Korea

2% 0% Feb 25, 2020

Iceland Mar 11, 2020

Mar 21, 2020

Mar 31, 2020

Jan 19, 2020

Apr 10, 2020

Apr 19, 2020

Apr 19, 2020

Source: European CDC - Situacion update Worldwide - Last updated 19th April, 11:00 (London time). Note: Only countries with more than 100 confirmed cases are included.

Fuente: Roser et al. (2020).

La cura no puede ser más cara que la enfermedad Tras esas afirmaciones, el presidente del Grupo Salinas concluyó que parar la economía por una enfermedad con este comportamiento es una completa exageración. Sugirió que detener la actividad económica en México, un país en el que una parte importante de la población vive de

lo que gana cada día, constituye un atentado contra el bienestar de la población. Remata su exposición con una frase lapidaria «no vamos a morir de coronavirus, sino de hambre» (Familia Socios, 2020). En cuanto a las medidas de distanciamiento social y de cuarentena, Salinas Pliego sugirió que estas

(…) el acuerdo que había entre los países de la OPEP y Rusia para mantener el precio del petróleo alrededor de los US$60 se rompió (…). 93


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COVID-19: el día después

llevarán a que se desate «la delincuencia, la rapiña y el caos porque el estómago no sabe esperar» (Familia Socios, 2020). Salinas no está solo. El presidente de EE. UU., Donald J. Trump, afirmó también que «la cura no puede ser más cara que la enfermedad» (Kurtz, 2020) y que estaría dispuesto a abrir la economía del país para el Domingo de Resurrección. Dado que ello no fue posible, el pasado 16 de abril el presidente Trump presentó, con la siguiente frase «Estados Unidos quiere abrirse» (Coronavirus en EE. UU., 2020), su plan de tres fases, cada una con una duración mínima

de 14 días, para reabrir la economía. Con dicho plan, el presidente busca que los gobernadores de los diferentes estados relajen las medidas restrictivas impuestas para combatir la propagación de la COVID-19 y volver a una «nueva normalidad» como lo señaló Deborah Brix, coordinadora del grupo de trabajo de coronavirus de la Casa Blanca (Coronavirus en EE. UU., 2020).

México (AMLO), Brasil (Bolsonaro), Nicaragua (Ortega) y EE. UU. (Trump) se predica en la idea de que la gravedad del virus viene dada por su letalidad. Es decir, como la mayoría de los enfermos no muere, así toda la población enferme no se justifica detener la economía. La figura 4 muestra el número acumulado de decesos por país después del primer registro de tres fallecimientos diarios. Las estrellas indican la fecha en la que cada uno de los diferentes países inició a nivel nacional medidas de aislamiento social obligatorio.

La falsa disyuntiva entre la salud y la economía El argumento no solo de Salinas, sino también de los presidentes de

Figura 3. Evolución de la tasa de mortalidad de la COVID-19: algunos países Daily deaths with coronavirus (7-day rolling average), by number of days deaths first recorded. Stars represent national lockdowns.

2,000

2,000

US

1,000

1,000

UK

500

Italy

Spain France

500

Germany

200

200

Brazil Turkey

100

100

Iran

Canada

50

50

India Irleand

20

20

Austria

10

10 Norway

5

Japan

5 S. Korea

2 1

2

Australia

10

20

30

40

50

60

Days since average daily deaths passed 3 FT graphic: John Burn-Murdoch / @jburnmurdoch Source: FT analysis of European Centre for Disease Prevention and Control; Ft research, Data updated April 19, 20:05 BST

Fuente: Coronavirus tracked (2020).

94

1

70 China


Tabla 1. Casos confirmados y decesos países seleccionados al 20 de abril de 2020

País

Casos confirmados

%

Decesos

%

Decesos/casos Confirmados (%)

EE. UU.

723.605

31,3

34.203

21,7

4,7

España

195.944

8,5

20.453

13,0

10,4

Italia

178.972

7,7

23.660

15,0

13,2

Reino Unido

120.071

5,2

16.060

10,2

13,4

Irán

82.211

3,6

5.118

3,2

6,2

Brasil

36.599

1,6

2.347

1,5

6,4

México

7.497

0,3

650

0,4

8,6

Total

2.314.621

157.847

6,8

Fuente: elaborado por los autores a partir del Situation Report-91 (WHO, 2020b).

Dentro de los países que más han retrasado la implementación de cuarentenas y el aislamiento social preventivo, se destacan Brasil, España, EE. UU., Irán, Italia, México y Reino Unido, entre otros. Esto, a pesar de presentar un número creciente de contagios y de decesos. La OMS, en el Informe de Situación 91 del pasado 20 de abril (WHO, 2020b), reportó que el número de contagiados ascendió a 2.314.621, de los que el 31,3 % corresponde a los EE. UU., país que concentra el 21,7 % de los decesos a nivel mundial. En cuanto a la relación decesos / casos confirmados, se observa no solo la disparidad entre países, sino también que a Brasil y a Italia poco les falta para duplicar el promedio mundial, que se sitúa en 6,8 %. La tabla 1 presenta algunos indicadores para los mencionados países. Aunque el número de decesos parece relativamente bajo, en particular si se compara con la gripe española de 1918, que ocasionó la muerte de entre 50 y 100 millones

Mientras que el WTI (CL1) disminuye 99,2 %, el Brent (CO1) lo hace 65,3 %, y el cobre (HG1), 19,9 %.

de personas (Strochlic & Champine, 2020), el problema radica en que el sistema de salud a nivel global no tiene la capacidad para soportar todos aquellos casos diagnosticados que se complican. Sobrecarga del sistema de salud: un ejemplo usando datos colombianos De acuerdo con Marc Lipsitch, profesor de epidemiología de Harvard, de desarrollarse una pandemia, podría contagiarse entre el 40 y el 70 % de la humanidad (McGinty, 2020). Si de ese 40 % se complicara únicamente el 10 % de los contagiados, implica, por ejemplo, que en el

caso de Colombia cerca de 2 millones de personas tendrían necesidad de cuidado hospitalario. El sistema de salud del país no está preparado para lidiar con 2 millones de enfermos simultáneamente. Por eso, desde marzo de 2020 se ha desarrollado una campaña de salud pública a escala global (WHO, 2020a) en la que se promueven medidas como la cuarentena, el aislamiento social y el autocuidado. Si bien es posible que en el planeta cerca de 3.000 millones de personas sufran de la COVID-19, la labor de las autoridades busca aplanar la curva (Coronavirus: ¿qué es «aplanar la curva»?, 2020), es decir, retrasar la velocidad del contagio y así evitar infartar los sistemas de salud. Esta tarea se dificulta más dada la facilidad con la que el virus se transmite. Por eso, en esta ocasión, se han adoptado medidas que no se vieron con el SARS o el MERS (Wu & Chow, 2020) o con otras pandemias y epidemias ocurridas a lo largo de las dos primeras décadas del siglo XXI

95


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COVID-19: el día después

como, por ejemplo: chikunguña, dengue, ébola, gripe aviaria (H5N1), gripe porcina (H1N1) y zika. De ahí que sea el momento de contener la expansión de la COVID-19 y así proteger el sistema de salud. Si este llegara a colapsar, la población fallecerá no solo por las complicaciones asociadas a este virus, sino también por apendicitis, infartos, y en general cualquier enfermedad que, aunque sea tratable y curable, no podrá atenderla un sistema de salud colapsado. La tormenta perfecta: un doble golpe a los mercados emergentes El cerrar las fronteras, como lo hizo la mayoría de los países del mundo en el último mes (marzo), ha tenido efectos devastadores

sobre el comercio global y sobre la demanda de productos y servicios a lo largo y ancho del globo. Esto se ha traducido en una reducción de la demanda de petróleo y de bienes básicos. En forma simultánea el acuerdo que había entre los países de la OPEP y Rusia para mantener el precio del petróleo alrededor de los US$60 se rompió, pues Rusia no quiso recortar su producción para causar la quiebra de los productores estadounidenses (Cohen, 2020), que utilizan el fracking para producir petróleo. A pesar de que el 12 de abril de 2020 la OPEP junto con Rusia y México alcanzaron un acuerdo para retirar, a partir de mayo siguiente, 9,7 millones de barriles por día (Clare & Disis, 2020),

estas medidas no han resultado suficientes para apuntalar los precios del petróleo. Tanto es así que pocos días después, ante el hecho de que la disminución de la oferta fue insuficiente para compensar la caída de la demanda, unido al incremento de inventarios y limitados espacios para su almacenamiento, llevó el 20 de abril de 2020 la cotización del WTI a terreno negativo. Cada barril de petróleo se negoció a US$-37 (Egan, 2020). Estos choques han hecho que el precio del petróleo haya caído en formas nunca antes vistas. La figura 5 muestra los cambios en los precios del petróleo y del cobre para el año corrido. Mientras que el WTI (CL1) disminuye 99,2 %, el Brent (CO1) lo hace 65,3 %, y el cobre (HG1), 19,9 %.

Figura 5. Comportamiento de algunos commodities HG1

CL1:COM -99.16%

CO1:COM -66.30%

HG1:COM -19.86%

0.00%

-50.00%

-100.00%

-150.00%

May

Jul

Sep

Nov

Jan

Mar

Fuente: elaborado por los autores con la plataforma Bloomberg (www.Bloomberg.com).

96


Lo anterior, como lo presenta la figura 6, ha impactado en forma negativa la cotización de las monedas latinoamericanas que han perdido valor a lo largo del año. Así, por ejemplo, mientras el real brasileño (USDBRL) cae 32,1 %, el peso mexicano (USDMXN) lo hace 27,2 %.

Le siguen el peso colombiano (USDCOP Cur) y el peso chileno (USDCLP) con pérdidas en su valor del 21,0 % y 13,5 %, respectivamente. En suma, estos choques no solo presionan las cuentas fiscales de los diferentes países, sino que ensombrecen sus perspectivas económicas.

(…) las expectativas económicas de los mercados emergentes para los próximos doce meses no son muy halagüeñas.

Figura 6. Comportamiento del tipo de cambios de algunas monedas latinoamericanas cl 1-c

USDMXN:CUR 27.22%

USDCOP:CUR 21.00%

USDBRL:CUR 32.08%

USDCLP:CUR 13.45%

30.00%

20.00%

10.00%

0.00%

Jan

Feb

Mar

Apr

Fuente: elaborado por los autores con la plataforma Bloomberg (www.Bloomberg.com).

Reflejo de esta situación es la decisión de la agencia S&P Global (antes Standard & Poor’s) de revisar, el pasado 26 de marzo, la calificación crediticia de 17 emisores soberanos exportadores de petróleo. En dicho examen, 7 países (Angola, Ecuador, Kuwait, México, Nigeria, Omán y Trinidad y Tobago) vieron disminuir su evaluación

crediticia. Colombia fue uno de los 10 países que conservó su calificación (BBB- en la categoría de grado de inversión); sin embargo, la agencia modificó la perspectiva de estable a negativa (S&P Global Ratings, 2020). Así, las expectativas económicas de los mercados emergentes para los próximos doce meses no son muy halagüeñas.

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COVID-19: el día después

La pandemia y la economía Aun así, mientras más eficientes sean la cuarentena y el aislamiento social, menor será el impacto económico de largo plazo de la pandemia. Esta fue la conclusión que se extrajo de una encuesta que realizó a finales de marzo pasado la Iniciativa de los Mercados Globales (IGM, por su sigla en inglés), centro de investigación de la Escuela de Negocios de Chicago (Chicago Booth School of Business, 2020). En esa investigación, el 80 % de los expertos consultados estuvo de acuerdo en que eliminar las medidas

de aislamiento social y cuarentena obligatoria antes de tiempo no solo favorecería el contagio, sino que traería en el largo plazo un mayor costo económico. En otras palabras, en una perspectiva de largo plazo, la cuarentena es para la economía la medida menos costosa. Una situación de parada súbita de la economía como la que se vive en la actualidad no se había presentado antes en la historia de la humanidad, al menos en tiempos de paz. Esto se hace evidente en medidas como las peticiones de subsidio de desempleo en EE. UU.,

que en la semana del pasado 5 al 11 de abril llegaron a 5,2 millones de personas, y totalizaron en 22 millones de trabajadores en las últimas cuatro semanas, cifra que equivale al 13,5 % de la fuerza laboral. Estas cifras y su rápido crecimiento no se habían visto en la historia de EE. UU., al menos desde 1967, fecha a partir de la que el Departamento de Trabajo lleva esta estadística. Además, vale la pena destacar que durante la Gran Recesión el empleo disminuyó entre noviembre de 2007 y diciembre de 2009 en 8,6 millones (Tappe & Luhby, 2020).

Figura 7. Solicitudes de desempleo

7M

Recesión

5.245.000 de solicitudes La semana pasada (5 al 11 de abril)

6M 5M

22 millones de solicitudes durante las últimas 4 semanas

4M 3M 2M 1M

´07

´08

´09

´10

´11

´12

´13

´14

´15

´16

´17

´18

´19

´19

Fuente: Tappe & Luhby (2020).

(…) en una perspectiva de largo plazo, la cuarentena es para la economía la medida menos costosa. 98


Las bolsas de valores del mundo tampoco han sido ajenas a la crisis. A modo de ejemplo, la figura 8 presenta la variación porcentual para el último año de los índices de la bolsa de Nueva

York (NYA), Londres (UKX), Fráncfort (DAX), Japón (NKY), Hong Kong (HSCI), Colombia (BVC), Brasil (IBOV), México (MEXBOL). En ella se aprecia que para mediados de marzo de 2020 la mayoría

de las bolsas experimentó retrocesos del orden del 30 %. Al 20 de abril de 2020, las tres bolsas con mayor caída fueron las de Londres (-22,7 %), México (-23,9 %) y Colombia (-30,5 %).

Figura 8. Comportamiento de algunos índices de las bolsas de valores en el mundo (22 abril 2019 - 20 abril 2020) cl 1-c NYA:IND -13.44%

UKX:IND -22.73%

BVC:CB -30.53%

DAX:IND -12.75%

IBOV:IND -18.09%

NKY:IND -11.47%

HSCI:IND -15.34%

MEXBOLD:IND -23.87% 04/20

20.00% 10.00% 0.00% -10.00% -20.00% May

Jul

Sep

Nov

Jan

Mar

-30.00%

Fuente: elaborada por los autores con la plataforma Bloomberg (www.bloomberg.com).

Heterodoxia económica Aun así, hemos visto cómo hacedores de política monetaria y fiscal están dando la batalla para mitigar los efectos negativos que puede tener la cuarentena sobre la economía. Los bancos centrales aprendieron la lección de la crisis de 2008 y han tomado,

en tres semanas, medidas de política monetaria que en la crisis anterior se demoraron hasta tres años en implementar. Dentro de estas medidas se incluye una reducción acelerada de tasas de interés, el incremento de los cupos para operaciones repo y de transferencia temporal de valores, en

algunos casos la reducción de encajes, y en la mayoría, la compra de títulos en el mercado para ampliar la liquidez disponible (IDB, 2020). Todas estas medidas están encaminadas a garantizar que tanto el sistema financiero como las empresas cuenten con suficientes recursos para navegar el temporal.

99


Ultim�tum

Por otra parte, se están viendo medidas fiscales que nunca se han usado. El ejemplo más sonado es el «dinero helicóptero» (Barría, 2020) aprobado por el Congreso de EE. UU. y firmado por el presidente Trump la última semana de marzo. Esta medida, que hasta ahora solo era una construcción teórica, consiste en dar a cada ciudadano estadounidense con ingresos anuales inferiores a los 75.000 dólares un cheque por US$1.200 más US$500 por cada hijo menor de 18 años. Esta inyección de liquidez, que por ahora está pensada para hacerse una única vez, busca soportar la demanda agregada en una época en la que el consumo está deprimido (Coronavirus. EE. UU. aprueba, 2020). Medidas de (mucho) mayor gasto público se han visto también en España, Italia, China, Reino Unido, Colombia, y en general en la mayoría de las economías del planeta. Parece que, a partir de ahora, el déficit fiscal pasa a un lugar secundario en la agenda de los políticos. En el escenario actual lo que está en juego es la supervivencia misma del aparato productivo, del empleo y, por tanto, del tejido social. Por ahora, los diferentes Gobiernos del mundo se han dedicado a gastar

Al 20 de abril de 2020, las tres bolsas con mayor caída fueron las de Londres (-22,7 %), México (-23,9 %) y Colombia (-30,5 %).

100

COVID-19: el día después

fondos para estimular la economía y proteger a los ciudadanos. En un par de semanas la pregunta más relevante será seguramente ¿y cómo financiamos todo esto? (Skidelsky, 2020).

Referencias

A manera de conclusión… la luz al final del túnel En resumen, las grandes medidas de salud pública que se están tomando (distanciamiento social, cuarentenas obligatorias, cierre de fronteras) buscan evitar un contagio masivo y simultáneo que ponga en riesgo los sistemas sanitarios. Todavía es pronto para saber si estas medidas tendrán los resultados deseados en países como Colombia. Aun así, ya sabemos que hay países que las han tomado demasiado tarde, como EE. UU., España o Italia, y el retraso ha costado la vida de decenas de miles de sus ciudadanos. Además, la gestión de política monetaria heterodoxa y laxa ha servido para evitar que este patrón económico se convierta en una crisis financiera, al menos por ahora (Reinhart, 2020). La banca se ha podido permitir renegociar créditos y dar condiciones laxas a sus deudores y es posible que esto les dé un alivio mientras la tasa de contagio se estabiliza. Por otra parte, la gestión fiscal, por demás innovadora, puede garantizar que la gente, que en su mayoría vive al día, sobreviva sin trabajar durante el tiempo que dure la cuarentena. Si se logra aplanar la curva antes de que se agoten los recursos disponibles para dar estímulos, habrá luz al final del túnel. Por eso es importante que la cuarentena funcione. Por favor, quédese en casa.

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101


Ultim�tum

De choques exógenos

De choques exógenos, geopolítica energética y precios negativos: el mercado del petróleo del 2020 en perspectiva 102

La actual crisis internacional de salubridad por cuenta de la COVID-19 ha causado un impacto inesperado en los mercados financieros.


Luis Miguel Chitiva Cardona Estudiante de Finanzas y Relaciones Internacionales con énfasis en finanzas corporativas Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales luis.chitiva123@hotmail.com Germán Forero Laverde1 Doctor en Historia Económica de la Universidad de Barcelona Director de la Escuela de Finanzas y Negocios Internacionales Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales german.forerol@uexternado.edu.co

Las medidas de cuarentena adoptadas por los Gobiernos alrededor del mundo han confinado a miles de millones de personas en sus hogares y detenido casi en su totalidad la movilidad internacional y, en muchos casos, doméstica. En consecuencia, la demanda de energía, principalmente de hidrocarburos, ha presentado una reducción sin precedentes, la cual ha chochado con una sobreoferta y ha generado hechos históricos como la caída de

la cotización del petróleo WTI a -38 USD / Barril el pasado 20 de abril. Esta coyuntura ha llevado a que el precio del petróleo ocupe los titulares de grandes medios y lo ha convertido en uno de los activos más observados en los mercados. No obstante, cualquier intento por explicar su comportamiento en unas cuantas palabras resulta simplista. Así, el presente artículo busca analizar el mercado petrolero y sus dinámicas recientes con el fin de encontrar las causas que lo han hecho

caer más del 50 % en lo corrido del año, y analizarlo, a su vez, en el largo plazo para identificar su relación con otros desplomes durante el siglo XXI. Para esto se toman las dos referencias de crudo más negociadas en el mercado: el WTI y el Brent. El WTI es la principal referencia de crudo en Estados Unidos y su producción se concentra en el golfo de México; no obstante, su entrega se hace en Cushing, Oklahoma. El Brent, por su parte, se extrae del

Figura 1. Comportamiento del WTI y el Brent en lo corrido del 2020 80

USD/Barril

60 40 20 0 -20

Brent

8-may

1-may

24-abr

17-abr

10-abr

3-abr

27-mar

20-mar

13-mar

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28-feb

21-feb

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7-feb

31-ene

24-ene

17-ene

10-ene

3-ene

-40

WTI

Fuente: elaborado por los autores utilizando Thomson Reuters Eikon.

(…) se prevé que para final de año haya una caída [de la demanda de crudo] de aproximadamente el 10 % frente a la demanda de principio del 2020 (…).

1. Profesor investigador del Observatorio de Economía y Operaciones Numéricas. Twitter: @GermanForeroL.

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Ultim�tum

De choques exógenos

mar del Norte, el cual se sitúa al noreste de las islas británicas. A pesar de que ambos crudos son livianos y dulces2, la forma de extracción y de entrega representa una diferencia clave entre los dos activos que, si bien están correlacionados (0,88)3, pueden presentar diferencias importantes en sus precios de negociación (figura 1). La demanda de Brent y su facilidad de acceder a buques al extraerse de plataformas marítimas (offshore) hacen que este se venda con una prima frente al WTI, pese a que este último tiene unas mejores especificaciones de calidad.

El comovimiento de estos dos activos se explica desde las variables macroeconómicas de las cuales dependen. En principio, la demanda energética tiene una fuerte relación con el crecimiento económico; en momentos de contracción económica, lo esperable es una disminución en la demanda de crudo y, por ende, en sus precios. Durante la crisis financiera del 2008 y los meses siguientes, la demanda de crudo cayó cerca de un 4 %; no obstante, los precios del WTI y del Brent cayeron un 68 % y 67 %, respectivamente. Para el primer trimestre del 2020,

se calcula que la demanda de crudo cayó cerca de un 13 % (figura 2); sin embargo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) afirma que la caída ha sido hasta del 30 %. Si bien se espera una reactivación económica paulatina, principalmente impulsada por China como el mayor importador mundial4, se prevé que para final de año haya una caída de aproximadamente el 10 % frente a la demanda de principio del 2020 impulsada por una recesión mundial del 3,0 %5 (IMF, 2020). Por lo visto en la figura 2, existe un retraso por parte de los productores

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7%

100

6% 5%

95

4%

90

3% 85 2% 80

1%

75

0%

Crecimiento PIB Mundial

Oferta

Q4 2019

Q1 2019

Q2 2018

Q3 2017

Q4 2016

Q1 2016

Q2 2015

Q3 2014

Q4 2013

Q1 2013

Q2 2012

Q3 2011

Q4 2010

Q1 2010

Q2 2009

Q3 2008

Q4 2007

Q1 2007

Q3 2005

Q2 2006

Q4 2004

Q1 2004

-2 % Q3 2003

65 Q3 2002

-1 %

Q1 2001

70

Q4 2001

Millones de barriles al día

Figura 2. Efectos del PIB en la relación oferta-demanda

Demanda

Fuente: IEA (2020b). 2. Se consideran dulces los crudos con niveles de azufre inferiores al 0,5 %. El Brent tiene una concentración de 0,37 %, y el WTI, de 0,24 %. 3. El índice de correlación se halló usando series de precios semanales desde el 2000.

104

4. En el 2017, China sobrepasó a Estados Unidos como el mayor importador de petróleo, con lo cual importaba 10 millones de barriles al día antes de la expansión de la COVID-19.

5. El Fondo Monetario Internacional prevé una contracción del 5,9 % en Estados Unidos y un 7,5 % en la Eurozona, mientras que China crecería solo el 1,2 % comparado con un 6,1 % del 2019.


para ajustar la oferta en momentos en los que la demanda de crudo se deteriora. Lo anterior se debe, en primer lugar, a que, dependiendo de las características geológicas y de la etapa en la que se encuentre un pozo, cerrar su producción podría acarrear daños irreversibles a las reservas y, por lo tanto, afectar de forma drástica los flujos futuros esperados. En segundo lugar, lograr una disminución importante en la oferta requiere de acuerdos de recorte entre grandes agentes del mercado que pueden tardar en alcanzarse por cuestiones geopolíticas. La falta de coordinación internacional ha impulsado el desplome de precios como el que se vio el 9 de marzo, cuando Rusia rechazó el

Se ha estimado que, bajo los niveles actuales de sobreoferta, la capacidad de almacenamiento mundial estará copada para junio.

acuerdo de recorte de producción propuesto por la OPEP de 1,5 millones de barriles al día. En respuesta, Arabia Saudita anunció un aumento drástico en su producción con lo cual el petróleo cayó más del 30 % en una jornada. Para principios de abril se vieron mejoras notables en los precios tras noticias de un posible acuerdo de recorte, lo que hizo que el WTI aumentara 23 %, y el Brent, 40 %; no obstante, el recorte anunciado de 9,7 millones de barriles al día hizo que el optimismo se esfumara de inmediato al ser insuficiente para afrontar la caída drástica en la demanda. Incluso asumiendo que el acuerdo se cumpla a cabalidad, aún la OPEP estima que habría un excedente de producción para final

de año de entre 5 y 10 millones de barriles al día que les impediría a los precios recuperarse en el 2020. El recorte de producción llega en un momento en el que la OPEP ya está dejando de producir cerca de 3 millones de barriles al día6 (figura 3), con lo cual el compromiso de algunos actores de recortar aún más su producción queda en duda. El caso

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6

140

5

120 100

4

80

3

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2

USD/Barril

7

40

Capacidad adicional OPEP

Fuente: IEA (2020b).

WTI

Q4 2019

Q1 2019

Q2 2018

Q3 2017

Q4 2016

Q1 2016

Q2 2015

Q3 2014

Q4 2013

Q1 2013

Q2 2012

Q3 2011

Q4 2010

Q1 2010

Q2 2009

Q3 2008

Q4 2007

Q1 2007

Q2 2006

Q3 2005

Q4 2004

Q1 2004

0 Q3 2003

0 Q3 2002

20

Q4 2001

1

Q1 2001

Millones de barriles al día

Figura 3. Capacidad productiva adicional de la OPEP y su efecto en los precios

Brent

6. La OPEP aplica recortes constantes con el fin de estabilizar los precios. La capacidad instalada de la OPEP representa el margen de maniobra que esta tiene para bajar o subir producción en un momento dado.

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Ultim�tum

De choques exógenos

de Nigeria es uno de los más críticos al ser el mayor productor de África con una producción aproximada de 1,8 millones de barriles al día, que compone más del 50 % del ingreso fiscal, por lo tanto, un recorte en su producción podría llegar a afectar gravemente las finanzas públicas. Durante el primer trimestre de este año se generó un excedente mínimo de 10 millones de barriles al día que, por la falta de refinerías dispuestas a procesarlos, tuvieron que ir a un tanque de almacenamiento. De acuerdo con la OPEP (2020), la capacidad instalada de almacenamiento mundial es de alrededor de 1.800 millones de barriles y actualmente se encuentra sobre el 60 %. Sin embargo, capacidad instalada no necesariamente equivale a capacidad disponible.

Hay tanques de almacenamiento que se encuentran bajo contratos de arrendamiento y cuyos arrendatarios no estarían dispuestos a cancelar los contratos. Además, en ciertos escenarios climáticos, el petróleo puede expandirse o encogerse, por lo que llenar los tanques a su máxima capacidad resulta inviable. Así, la demanda de tanques de almacenamiento ha venido aumentando, y con ella, su costo (figura 4). El caso del WTI es más crítico que el del Brent, ya que este no cuenta con la facilidad de almacenarse en buques por encontrarse a más de 800 km de la costa más cercana y, por ende, debe ir directamente a los tanques de almacenamiento de Estados Unidos. Dicho esto, la falta de almacenamiento y los altos costos que esta conlleva hicieron que

el futuro para entrega en mayo del WTI cayera a -38 dólares y alcanzara su piso histórico. Si bien el Brent no ha presentado deterioros de esa magnitud en sus precios, con cerca de 160 millones de barriles almacenados en buques, su transporte se tornará cada vez más complicado. Se ha estimado que, bajo los niveles actuales de sobreoferta, la capacidad de almacenamiento mundial estará copada para junio. Si bien el desplome del 2020 ha sido histórico, para compararlo con otras caídas se utilizó el indicador desarrollado por Forero-Laverde (2019) para describir el comportamiento del precio semanal de los dos tipos de petróleo desde mayo del 2000 hasta mayo del 2020. El indicador, denominado local bull bear indicator (indicador de

Figura 4. Relación entre la capacidad de almacenamiento utilizada y el precio del WTI 70

65 %

60

60 %

USD/Barril

50 40

55 %

30

50 %

20 45 %

10 0

Capacidad de almacenamiento en Estados Unidos

Fuente: elaborada por los autores utilizando Thomson Reuters Eikon (IEA, 2020b).

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WTI

1-may

24-abr

17-abr

10-abr

3-abr

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20-mar

13-mar

6-mar

28-feb

21-feb

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31-ene

24-ene

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40 %


expansiones y contracciones locales - LBBI), está expresado en desviaciones estándar, y mide desviaciones positivas o negativas de las tasas de crecimiento de los precios comparadas con sus medias móviles de largo plazo7. Este se puede interpretar como una medida de rentabilidad ajustada por riesgo ya sea en un horizonte de corto o de largo plazo. Ocurrirá, por ejemplo, que en periodos de alta volatilidad el indicador tomará valores muy pequeños (pues el denominador es mayor) y en periodos de estabilidad el indicador tenderá a tomar valores más lejanos de cero. Esto busca reflejar que, desde la perspectiva de un inversionista, un boom o un crash dependen de cuántas desviaciones estándar se ha movido el retorno a la derecha o a la izquierda

de su media de largo plazo. En este sentido, la contribución del indicador es, precisamente, tener en cuenta diferentes contextos tanto de los precios como de sus volatilidades. Calculamos dos versiones del indicador: la primera, para retornos de corto plazo (hasta un año), permite identificar movimientos explosivos en los precios. La segunda utiliza retornos de largo plazo (entre 3,5 y 5 años), lo que permite identificar tendencias persistentes en los precios. Un valor de 1,5 en el indicador de corto plazo se interpreta como una desviación de los retornos de corto plazo de 1,5 desviaciones por encima de su media. La siguiente figura presenta la evolución de los indicadores de corto y largo plazo para el precio del petróleo Brent entre el 2005 y 2020.

(…) la contribución del indicador [LBBI] es, precisamente, tener en cuenta diferentes contextos tanto de los precios como de sus volatilidades (…).

7. La media móvil se calcula utilizando un proceso EWMA de cinco años. La volatilidad se calcula estimando un proceso GARCH (1,1) sobre la muestra completa de retornos a diferentes horizontes de tiempo.

Figura 5. Local bull bear indicator para el Brent 4

2

0

-2

-4

-6

-8

-10 05/05 05/06 05/07 05/08 05/09 05/10

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05/12 05/13 05/14 05/15 05/16

LBBI Corto

05/17 05/18 05/19 05/20

LBBI Largo

Fuente: elaborado por los autores utilizando Thomson Reuters Eikon.

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Ultim�tum

De choques exógenos

Visto desde una perspectiva de largo plazo, la crisis del primer trimestre del 2020 parece algo absolutamente menor cuando se compara con otros momentos de este siglo.

Como se puede ver en la figura 5, el indicador de corto plazo es mucho más ruidoso que el de largo plazo. El primero muestra varios periodos de contracción seguidos de varias expansiones. El segundo muestra tres contracciones importantes y solo una recuperación remarcable. Así, podemos resumir la década como un proceso de estable crecimiento hasta el 2008, un periodo de caídas importantes entre 2008-2011 y 2013-2015, y luego un

proceso de recuperación sostenida hasta la reciente crisis del 2020. Para extender nuestro análisis, una forma sencilla de resumir los datos es caracterizar las fases de expansión (contracción) como aquellas en que el indicador toma un valor por encima (por debajo) de una desviación estándar. Esta es la misma regla que utiliza ForeroLaverde (2018). En la tabla 1 se presentan las fases de expansión (gris claro) y contracción (gris oscuro) de

Tabla 1. Periodos de expansión y contracción del WTI y del Brent Periodo

WTI CP

LP

Brent CP

Periodo

LP

WTI CP

LP

Brent CP

Periodo

WTI CP

LP

LP

Brent CP

Periodo

LP

CP

2005Q2

2009Q1

2012Q4

2016Q3

2005Q3

2009Q2

2013Q1

2016Q4

2005Q4

2009Q3

2013Q2

2017Q1

2006Q1

2009Q4

2013Q3

2017Q2

2006Q2

2010Q1

2013Q4

2017Q3

2006Q3

2010Q2

2014Q1

2017Q4

2006Q4

2010Q3

2014Q2

2018Q1

2007Q1

2010Q4

2014Q3

2018Q2

2007Q2

2011Q1

2014Q4

2018Q3

2007Q3

2011Q2

2015Q1

2018Q4

2007Q4

2011Q3

2015Q2

2019Q1

2008Q1

2011Q4

2015Q3

2019Q2

2008Q2

2012Q1

2015Q4

2019Q3

2008Q3

2012Q2

2016Q1

2019Q4

2008Q4

2012Q3

2016Q2

2020Q1

Fuente: elaborado por los autores utilizando Thomson Reuters Eikon.

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WTI LP

Brent CP

LP


corto y largo plazo tanto para el WTI como para el Brent. Visto desde una perspectiva de largo plazo, la crisis del primer trimestre del 2020 parece algo absolutamente menor cuando se compara con otros momentos de este siglo. Su impacto se puede deber a que marcó el fin de la primera fase expansiva de largo plazo del siglo XXI en los precios del crudo y que probablemente tenía a los inversionistas acostumbrados a rentabilidades ajustadas por riesgo elevadas. Sin embargo, falta mucho para que esta caída en los precios se pueda comparar con la fase contraccionista que comenzó en el último trimestre del 2008,

con la crisis financiera del Atlántico Norte y que terminó en el segundo trimestre del 2013 con un único respiro durante el primer semestre del 2011. Para cerrar esta descripción de las tendencias de largo plazo en los precios del petróleo, vale la pena mostrar algunas indicaciones de la severidad de las fases de largo plazo en los precios. La tabla 2 presenta las fases de expansión y contracción en los precios del Brent y del WTI, utilizando el LBBI de largo plazo. La columna D mide la duración de la fase en semanas. La columna S se refiere al valor acumulado del indicador durante la fase. Este es el

(…) la fase más intensa y duradera fue el crash petrolero del 2008, casi tres veces más intenso y sesenta veces más largo que el crash de la última quincena de marzo del 2020.

Tabla 2. Fases en los precios del WTI y del Brent

Fases de largo plazo en el precio del WTI Fase

Inicio

Fin

D

S Total

S promedio

Boom

27/05/05

10/06/05

2

2,11

1,05

Crash

24/10/08

04/03/11

123

-450,72

-3,66

Crash

13/05/11

26/04/13

102

-206,66

-2,03

Crash

01/08/14

01/04/16

87

-157,07

-1,81

Boom

15/02/19

28/02/20

54

71,12

1,32

Crash

13/03/20

27/03/20

2

-2,75

-1,37

Fases en el precio del petróleo Brent Fase

Inicio

Fin

D

S Total

S promedio

Boom

27/05/05

10/06/05

2

2,01

1,01

Crash

24/10/08

24/12/10

113

-445,42

-3,94

Crash

12/08/11

28/06/13

98

-175,00

-1,79

Crash

04/07/14

05/08/16

109

-207,25

-1,90

Boom

29/03/19

28/02/20

48

63,75

1,33

Crash

13/03/20

27/03/20

2

-2,88

-1,44

Fuente: elaborado por los autores utilizando Thomson Reuters Eikon.

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Ultim�tum

De choques exógenos

(…) la velocidad de recuperación de los precios del petróleo (…) dependerá, de forma importante, de la velocidad en la recuperación de la economía.

número de desviaciones estándar acumuladas que se ha alejado del precio por encima o por debajo de su tendencia de largo plazo durante la fase. Expansiones más fuertes llegan a mayores valores de la severidad total. La severidad promedio se refiere a la severidad total dividida por la duración de la fase. Esta es una medida de intensidad de la fase. Así, es evidente que la fase más intensa y duradera fue el crash petrolero del 2008, casi tres veces más intenso y sesenta veces

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más largo que el crash de la última quincena de marzo del 2020. A manera de conclusión, la drástica caída de los precios del petróleo del primer trimestre del 2020 se ha debido a lo que varios analistas han denominado una «tormenta» perfecta en la que choques de oferta y de demanda coinciden con un deterioro en las expectativas de los agentes para impulsar los precios a la baja. Precisamente, esta amalgama de fuerzas hace de este un episodio interesante para un estudio académico. Sin embargo, visto desde una perspectiva de largo plazo, esta fase de contracción no ha sido ni tan persistente ni tan intensa como otros choques que han sufrido los precios del petróleo en lo corrido del siglo XXI. La gran incógnita que queda tiene que ver con la velocidad de recuperación de los precios del petróleo, que a juicio de los autores dependerá, de forma importante, de la velocidad en la recuperación de la economía.


Referencias Arabia Saudita vs. Rusia: la guerra de precios que hundió el valor del petróleo y las bolsas mundiales en medio de la crisis por el coronavirus (9 de marzo de 2020). BBC News. https://www.bbc.com/mundo/ noticias-51796524.

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Organization of Petroleum Exporting Countries (2020). OPEC monthly oil market report. Vienna, Austria.

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Ultim�tum

Post-Corona-Brexit

Post-Corona-Brexit:

A new challenge to Britain’s and the EU existing economic model Is it a period of splendid isolation upon Britain? What will be the consequences for its economic future in an increasingly multipolar world? Currently, in the midst of the worst pandemic since 1918, it is difficult to predict what sort of deal will emerge or even when negotiations, which rightly have slowed down, will gather momentum once again.

Over the past four years, Britain’s exit from the European Union, colloquially known as Brexit, has consumed the energy of the government and nation and proved to be a profoundly divisive issue amongst the population. In June 2016, in a historic and consequential moment, 51.8% of the British electorate decided that the future of their country should be cut-off from the European Union’s (EU) economic and political construct made up of another 27 countries. One could be forgiven to think that the ideological drive underpinning such a decision is part of a global trend driven by anti-globalisation sentiment and resentment towards the liberal economic and political elites. After all, Britain’s offspring, the United States, seems to

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be driving through this same path. This may be true, but it is only part of the story. The events unfolding before our eyes are nothing new. Britain’s, or rather England’s, somewhat antagonist position towards Europe has much deeper roots. To understand the motivation driving the seismic realignment of British politics today, we must look further into the past, to the “original” Brexit that helped create what some historians have called “the Protestant construction of the West,” and the order of sovereign nation-states that underpins it. In 1533, the Parliament of England, meeting in an extraordinary annual session, passed a landmark piece of legislation that profoundly altered the course of


Juan Carlos Cure Hazzi Head of Investment Product Manager London juanhazzi@gmail.com

the kingdom’s history: the Act in Restraint of Appeals. Striking a decisive setback against the Pope’s supremacy over a number of legal and fiscal matters across the European continent, the Act prohibited any further judicial appeals beyond England to Rome, and proclaimed the supremacy of the Crown and Parliament in English law. Some would argue that this bold declaration of independence from Rome was engineered so that King Henry VIII could divorce Queen Catherine of Aragon and marry Anne Boleyn. Although this might have played a role, the reality is that this significant constitutional reform required the consent of Parliament and ultimately the support of people of England.

Whether this original Brexit is the result of an impulsive yet charismatic monarch, his impatient subjects, or his canny advisors, this historic moment unearths the central elements of nationalism – national security, economic nationalism, legal sovereignty and national identity – which collectively provide insight into the current Brexit and the broader nationalist awakening it represents.

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Ultim�tum

Whether this original Brexit is the result of an impulsive yet charismatic monarch, his impatient subjects, or his canny advisors, this historic moment unearths the central elements of nationalism – national security, economic nationalism, legal sovereignty and national identity – which collectively provide insight into the current Brexit and the broader nationalist awakening it represents. English, British and European history have been intertwined and marked by a series of Great Power rivalries and wars vying for control of newfound territories and trading routes. Religious differences and territorial control within the continent also featured prominently. But in many cases, England kept deliberately out of continental conflagrations, with the most significant decision being its determination to stay out of the disastrous Thirty Years’ War (1618-1648), one of the most destructive in human history. Nonetheless, from then onwards Europe, and England, were in constant conflict, with the latter pulling strings from the fence and on occasion being actively involved in them. The splendid isolation, but… During the 19th century and under the governments of Lord Salisbury, British diplomacy was centred on a practice known as “splendid isolation” avoiding permanent alliances and interference in European affairs.

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Post-Corona-Brexit

Fundamentally, the government and some of its most ardent Brexit supporters need to understand that the EU is both a political and existential project for its members, not just a trade arrangement. Squaring this asymmetry will be at the heart of negotiations, and will prove very challenging indeed.

However, within a few years, London was drawn into defensive alliances to resist the rise of Germany and the stage was set for two catastrophic world wars. The formation of the European Union had its origins after 1945, in the desire to tie Europe’s nations so closely together that they could never again wreak such damage on each other. Winston Churchill fully supported this idea, proposing for Europe “a structure under which it can dwell in peace, in safety and in freedom... a kind of United States of Europe”. But as the European Coal and Steel Community was forged in 1951, Britain stood on the side-lines. It declined an invitation to join the six founding nations of the European Economic Community in signing the Treaty of Rome in 1957. Finally, in 1973, and under a precarious economic situation, Britain joined the European Economic Community. Membership was put to a referendum in 1975, when it had the support of the country’s three main parties and all its national newspapers. Britain’s own geography and history have played a role to its arms-length attitude to Europe. For centuries, the country has lived in “splendid isolation”, protected by its Navy and the Empire. Today, rightly, that period of isolation is long gone, but perhaps it still retains


some of its impact on the British people, who do not want such close ties with the Continent. Some might argue that the fundamental conflict in post-war British politics is not so much between left and right as between those who believe that Britain’s future lies with Europe and those who believe it does not. Those who fundamentally believe it does not are now in government and are ruthlessly focused in channelling the energy and power of the State to extricate the country from the European construct. My view is that the embrace of neoliberalism, which started with Margaret Thatcher and embraced by Tony Blair, has been deeply polarising and is in some way the gateway to what we have now. Is it a period of splendid isolation upon Britain? What will be the consequences of its economic future in an increasingly multi-polar world? Currently, in the midst of the worst pandemic since 1919, it is difficult to predict what sort of deal will emerge or even when negotiations, which rightly have slowed down, will gather momentum once again. The UK’s approach to the EU has traditionally been more transactional and market oriented than political. Fundamentally, the government and some of its most ardent Brexit supporters need to understand that the EU is both a political and existential project for its members, not

just a trade arrangement. Squaring this asymmetry will be at the heart of negotiations, and will prove very challenging indeed. However, the notion of the EU being a political construct founded on principles of cooperation and solidarity is being challenged during the current Coronavirus pandemic. Europe’s initial me-first response, where some countries imposed export bans on vital medical kit, or put up border controls that left other European citizens stranded, was not exactly the epitome of cohesion and solidarity. Although cooperation has improved, there is still a bitter taste particularly amongst southern European states which felt left alone in the early phase of the pandemic. What has come out of the current crisis does not place the EU in the best light and could well vindicate the arguments of some Brexit supporters in the UK. As Emmanuel Macron recently said, the European Union faces a “moment of truth” as it reckons with the devastating financial fallout of the Coronavirus pandemic, warning that “the populists will win” and the bloc will splinter if it is unable to be more unified in its response. The French President said the EU’s economic approach will determine whether it is “a political project or a market project only”. Current events are making clear that in times of profound crises such as this one, people turn

In the UK, years of fiscal austerity and significant underfunding of the National Health Service is revealing the consequences. In the last four years, the state apparatus has been consumed by the Brexit project and priorities such as education, security and health have become after thoughts.

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Ultim�tum

What is clear is that the consequences of the current pandemic have been devastating both socially and economically as the death count mounts and the economic forecasts deteriorate, with some economists estimating a decline of up to 15% in GDP in 2020.

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Post-Corona-Brexit

to their national leaders for support and guidance and that it is the strength of the nation-state that matters most. Although, after a rough start, the EU has made progress in reaching consensus and being more solidary with countries in need, at time of writing, there is still some bickering between countries on how to respond to the economic fallout, arguments on the size of the emergency package, whether these resources should be channelled via loans or grants – and if these loans should be guaranteed by national treasuries – and whether the role of the European Central Bank should be that of the lender of last resort. At the heart of this debate lies an issue of trust. Many northern European nations, I suspect, still do not think the struggling southern ones will spend the money responsibly and wisely. But I might be wrong in this assumption. As all this takes place, the current crisis threatens to divert EU attention from the erosion of democratic standards in Poland and Hungary. On the latter, a newly adopted emergency law is the icing on the cake for Viktor Orban’s decade-long project of centralising power that has left Hungary the first EU country to be classed as only “partly free” by Freedom House, a U.S. government-funded non-profit non-governmental organisation. The jury is still out as to whether Europe is going to do what it takes to come out stronger from this crisis. As Britain showed at the time of Maastricht and since, Europe perhaps

lacks a shared identity and accountable leadership to make consent effective. I think the EU has no choice but to do “whatever it takes” to come out of this stronger, otherwise anti-EU sentiment will gather force. Let’s just hope this is not the case. If this were to be the case, Britain will look as having had the foresight to be ahead in the game. Meanwhile, the Brexit quarrelling taking place in the UK and in the negotiations with the EU has gone into a comatose state and it is no longer the top political priority. Many nations, including the UK, were caught unprepared by the current health crisis. In the UK, years of fiscal austerity and significant underfunding of the National Health Service is revealing the consequences. In the last four years, the state apparatus has been consumed by the Brexit project and priorities such as education, security and health have become after thoughts. The top priority now gravitates around health. Sadly, I don’t believe the current crisis will change the fundamental course of events surrounding Brexit. At time of writing, it is still unclear whether the UK will request for an extension to the original exit date scheduled for 31 December 2020. What is clear is that the consequences of the current pandemic have been devastating both socially and economically as the death count mounts and the economic forecasts deteriorate, with some economists estimating a decline of up to 15% in GDP in 2020. The head of the International Monetary


Fund said the world is facing “the worst economic crisis since the Great Depression of the 1930s”. In this context, Brexit will be an unnecessary additional drag to both the UK and EU economies. The crude reality is that Brexit negotiations will need to gather pace at some point. Although no one is thinking about it at the moment, the complexity and challenges of the negotiations cannot be underestimated. At this stage, it is difficult to predict the impact of Brexit on the UK economy as the current crisis could drag on for some time. The UK legally left the EU on 31 January 2020 and entered a “transition period” due to last until 31 December 2020. During this period, the UK remains in both the EU customs union and single market. The idea behind the transition period is to give some breathing space to allow UK-EU negotiations to take place. These talks will determine what the future relationship will eventually look like. Level playing rules on stand by The government’s priority (pre-COVID 19) was to seal a UK-EU free trade deal. This is essential if the UK wants to be able to continue to trade with the EU with no tariffs, quotas or other barriers after the transition. Both sides will also need to decide how far the UK is allowed to move away from existing EU regulations (known as level playing field rules). However, as it stands at the moment, the government seems inclined not to compromise on the level playing

field rules and to reach the end of the transition without a deal. However, even if a free trade deal was agreed, this will not eliminate all checks between the UK and EU. So businesses will need to prepare. In 2018, total UK trade (goods and services) was valued at £1.3 trillion, of which the EU made up close to 50% of this. Aside from trade and investments, many other aspects of the future UK-EU relationship will need to be decided such as judicial co-operation, data sharing and security; aviation standards and safety; access to fishing waters; atomic energy and supplies of electricity and gas; licensing and regulation of medicines; foreign and defence collaboration, to name just a few. The scale and complexity is mind-boggling. The UK will also need to design and implement many new systems, such as how it will handle immigration once freedom of movement comes to an end. At the end of the transition phase, there could be three possible Brexit outcomes: The transition period is extended while negotiations continue. If a trade deal is not finalised, which is highly likely given current circumstances, Prime Minister Boris Johnson could decide to extend the transition period (as long as the EU also agrees to it). Under the terms of the withdrawal agreement, the transition period is allowed to be extended by 12 or 24 months. If a trade deal were to be struck sooner, the transition period could be ended earlier. However, this scenario has its own challenges as legislation passed by Parliament

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Ultim�tum

Post-Corona-Brexit

Whatever the future yields, uncertainty and a delay or outright cancellation of critical investment decisions is already having an impact on the economy. Before the current pandemic struck, the Institute for Fiscal Studies argued that gross domestic product is roughly 2.5-3.0% (£55bn-£66bn) below where it is believed it would have been without Brexit and likely to be a permanent loss.

rules out an extension to the transition period, and Mr Johnson has also said he will not sanction one. It is difficult to tell at this point if the UK’s difficult economic predicament as a result of the current pandemic will change his mind. A UK-EU trade deal comes into force on 1st January 2021: This is highly unlikely as limited negotiations are taking place at the moment. The transition period is not extended and the UK exits the transition period without a trade deal with the EU: Under this scenario, UK and EU negotiators fail to agree and implement a trade deal by 1st January 2021 and no transition extension is agreed. That would leave the UK trading on WTO (World Trade Organization) terms with the EU. This means that most UK goods would be

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subject to tariffs until a free trade deal is ready. If other aspects of the future relationship are not ready, such as the more complex ones mentioned above, they too would have to proceed on no-deal terms. From an economic standpoint, this is the worst-case scenario. Whatever the path taken, what it is likely is that the UK will be a poorer country than if it had decided to stay in the EU. Perhaps except for of immigration, leaving the EU will give the UK the illusion, not the reality, of greater control. But even then, the British people will lose the right to move and work across the EU, as will citizens of EU members to live and work in the UK. The trade-off is more control against a reduction in freedom. The British will also lose direct influence over EU decisions that affect their daily lives. Those decisions will determine the evolution of the single market and EU trade and environmental policies. Without the UK, the EU will still have 450 million people and produce around 18% of world output. It will also remain the UK’s most important trading partner. The UK’s self-exclusion is puzzling and will have profound implications on the country’s ability to shape policy and events.

The UK is also likely to find it hard to exercise consequential influence in a world entering an era of great power rivalry. Next to the US, China or the EU, the UK, only with 3% of the world economy, looks small and isolated. The government’s ability to strike lucrative trade deals with other countries, one of the big promises of Brexit, could be severely curtailed as being part of the EU gave the UK the clout needed to negotiate beneficial international deals


Mr Johnson’s plans do not commit the UK to any of the so-called level playing field provisions. These apply in areas such as state aid, competition, taxation, environmental standards, and labour and social protection. Their aim is to prevent the undercutting of EU standards to gain a competitive advantage.

with big powers and medium-sized economies. In addition, the UK will need to re-negotiate all the existing trade deals between the EU and third countries as these will no longer be in place. The thought that these will be automatically granted might only be another illusion. What is clear is that building transformative trade arrangements with the rest of the world will consume time and state resources at a time when there are a number of other pressing priorities,

including dealing with the current pandemic and its consequences. One of the main benefits of being in the EU for trade and investments is not just the size of the market but its close proximity. On the manufacturing side, this allows for justin-time inventory management and a sleek and integrated supply-chain and production process. On the services side, this allows for the free flow of financial resources within the EU, among many other benefits. Also, in an era of climate change and a commitment to lower carbon emissions (the UK government has pledged to go carbon-neutral by 2050) trading with countries such as Australia, China or India (as a substitute to Europe) will be irresponsible as the carbon footprint will be considerable. For the UK, the EU market exceeds the US, China, India and a number of other advanced nations, combined. A nodeal scenario will be a profoundly damaging choice driven not by pragmatism but by ideology. It is difficult to think that signing up to trade deals with the rest of the world would be more beneficial. Whatever the future yields, uncertainty and a delay or outright cancellation of critical investment decisions is already having an impact on the economy. Before the current

pandemic struck, the Institute for Fiscal Studies argued that gross domestic product is roughly 2.5-3.0% (£55bn-£66bn) below where it is believed it would have been without Brexit and likely to be a permanent loss. It would also imply an equally permanent reduction in fiscal revenue of over 1% of GDP. Even if there is a deal, things could get worse. A recent analysis on the economic impact of Boris Johnson’s Brexit proposals, The UK in a Changing Europe think-tank, concludes that, other things being equal, GDP per head could be between 5.8% and 7.0% lower, in the long run, under Mr Johnson’s deal compared to staying in the EU. Under a no-deal scenario where WTO terms will come into effect, GDP per head will be close to 9.0% lower.

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Ultim�tum

Apart from the disruptive separation of the UK from its closet neighbours and allies, a bigger issue will be the potential break-up of the UK itself. Brexit is largely an English nationalist project. All the four nations of the union might then ultimately go their own way. Scotland and perhaps Northern Ireland, who voted to remain in the EU, are the most obvious potential defectors.

1. The divorce bill or Brexit financial settlement is a sum of money due to the EU from the UK when it leaves the EU to settle the UK’s share of the financing of all the obligations undertaken while it was a member of the EU.

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Post-Corona-Brexit

An analysis conducted by the UK government published in late 2018, concluded that, under a free trade arrangement of the type being proposed where no customs union is considered, UK gross domestic product per head is likely to be about 5% smaller than it would otherwise be, over the long term. A reduction in immigration from the European Economic Area could increase the loss. A material reduction in the country’s potential increase in GDP per head over the next decade, will have negative ramifications for government revenue and spending. The government intends that the future relationship should be based on a Free Trade Agreement (FTA) in which the UK takes control of its own regulatory affairs and trade policy. Under an FTA, the UK will not be in the EU’s customs union, there will be customs checks at the border, goods will have to satisfy rules of origin requirements to qualify for tariff-free entry, and trade will be subject to the threat of anti-dumping duties and countervailing measures. Under Mr Johnson’s proposals, the UK will be outside the single market and will have the opportunity to diverge from EU regulations, while Northern Ireland will remain bound by a greater number of EU rules. However, there will be new checks to ensure goods comply with the EU’s standards, and businesses may face extra costs. Mr Johnson’s plans do not commit the UK to any of the so-called level playing field provisions. These apply in areas such as state aid, competition, taxation, environmental standards, and labour and social

protection. Their aim is to prevent the undercutting of EU standards to gain a competitive advantage. Taking these considerations into account, it is likely that under Mr Johnson’s proposals the future relationship would be based on a ‘Canada minus’ model, as opposed to the ‘Canada plus’ model the government is aiming for. In other words, the UK and EU would strike a free trade agreement somewhat less comprehensive than the EUCanada agreement. A further aspect of the UK-EU relationship that will have a significant bearing on the economic implications of Brexit is migration policy. A less open and more restrictive migration policy should have a negative impact on output and productivity while a more liberal one would have a more positive impact. For example, there are already shortages of workers in the agricultural and health sectors which could get worse as some of the migration qualification rules being proposed set up the minimum salary at a relatively high level; many of these workers would not qualify. To assess the fiscal impact Brexit will have there are broadly three main factors to consider: the ‘divorce bill’1, the UK’s current contributions to the EU budget and the impact of Brexit on the economy. The UK would benefit from not having to continue its contributions to the EU. But the impact of reduced GDP growth would more than offset this gain. Also, the UK would need to replace at least some of the various financial transfers back from the EU, including funding for farm support, scientific research, overseas


assistance and education. The analysis concludes that the long-term fiscal position would be worse by between 1.9% and 2.2%. This would severely restrict the government’s ability to deliver on many of the promises made to the most deprived regions of the UK. Apart from the disruptive separation of the UK from its closet neighbours and allies, a bigger issue will be the potential break-up of the UK itself. Brexit is largely an English nationalist project. All the four nations of the union might then ultimately go their own way. Scotland and perhaps Northern Ireland, who voted to remain in the EU, are the most obvious potential defectors. Brexit supporters claim that the UK will thrive if freed to make its own choices and craft its own regulations and its own destiny. This, however, will prove to be another illusion as the country already has a highly deregulated economy, particularly in the labour market. Furthermore, it is unlikely that the UK will abandon current regulations over product standards, financial soundness or the environment. Moreover, some of the big failings of the UK such as its weak productivity growth, high regional disparity, poor infrastructure, educational inequality and very low investment rate (17% of GDP compared to 21% for the EU in 2018) have nothing to do with EU membership. Brexit will not solve any of these problems. The UK is entering a new phase in its economic and diplomatic history. It is walking away from the European project of collective solidarity and institutionalised co-operation, even

though those principles are being challenged at the moment. It is choosing to be an independent state next door to what seems likely as matters stand to remain an integrated European giant. It is deciding to go its own way in a world dominated by superpower rivalries. At the moment, many questions remain regarding the future of the EU itself. Will COVID-19 prove a challenge too difficult to surmount and nationalistic parties will seize the moment and gather further momentum? Will this be the beginning of the end of the EU? Only time will tell if this was the right decision for the UK to make. I believe that the EU will be able to surmount these problems, deal with its multiple imperfections and reform itself. It is also my belief that the UK’s destiny lies in Europe and that its own welfare and prosperity will always be tied to that of the Continent. What is clear is that the damaging effects of this separation on the UK economy and on its standing in the world will be endured by the younger generation which paradoxically voted to stay in the EU. They will now have to live with the consequences of this, removed from the heart of Europe. Perhaps I am an optimist and it could well be that the aftermath of this pandemic crisis will not see the EU survive in its present form. But even if the EU were to unravel, history will not end there. The UK should be at the table to help craft the path forward and be an active participant in the re-design of its future. And as history has shown us time and time again, Britain’s destiny, it seems, will always be tied to that of Europe’s.

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Ultim�tum

Las remesas, un elemento fundamental para la economía colombiana

Las remesas, un elemento fundamental para la economía colombiana:

¿cuál será su impacto con la COVID-19? En Colombia se han presentado importantes episodios migratorios tanto en la segunda parte del siglo XX como en lo que va corrido del siglo XXI, con la migración de cerca de 5 millones de colombianos en este periodo. Aquellos que han decidido salir giran recursos a sus familiares que se quedan en el país, y estas remesas han tenido un impacto económico en los departamentos que las han canalizado. ¿Se verán afectadas estas remesas como consecuencia de la COVID-19?

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Juan Felipe Jiménez Trucco Docente Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales juan.jimenez@uexternado.edu.co

(…) actualmente la gran mayoría de los recursos proviene de los Estados Unidos, España y Chile. La migración se define como «el movimiento de una persona o grupo de personas de una unidad geográfica hacia otra a través de una frontera administrativa o política con la intención de establecerse de manera indefinida o temporal en un lugar distinto a su lugar de origen» (OIM, 2014). Esta «ya no constituye una novedad […] se considera uno de los rasgos más sobresalientes y determinantes de la globalización en el presente siglo» (Garay & Rodríguez, 2005, p. 13). La migración es un fenómeno que tiene muchas aristas y no necesariamente se centra en las condiciones económicas de las personas que toman la decisión de cambiar de lugar de residencia. Aspectos tales como las condiciones familiares, las sociales, las culturales, las políticas, las de seguridad, las ambientales o las expectativas de formación académica inciden sobre la decisión de salir del país y vivir en el exterior. Cabe resaltar que no es necesariamente unidireccional: de países menos desarrollados a más desarrollados, aunque generalmente esa es la realidad. A pesar de que las motivaciones para migrar pueden obedecer a razones diferentes, la búsqueda

de mejores oportunidades económicas, tanto para quienes migran como para su círculo familiar que se queda en Colombia, es la principal causa por la cual los colombianos deciden vivir en otro país. De aquellos migrantes que viven en otro país y que deciden enviar recursos a Colombia, surge el término remesas. De acuerdo con la definición del Banco de la República (s. f.b), «las remesas comprenden las transferencias corrientes realizadas por los emigrantes a su país de origen, ya sea en dinero y/o en especie y hacen parte de las transferencias corrientes registradas en la Balanza de Pagos de Colombia». Aunque hay migración de colombianos a muchos países y, por consiguiente, se reciben remesas de diferentes partes del mundo, actualmente la gran mayoría de los recursos proviene de los Estados Unidos, España y Chile. Es importante resaltar que hace algunos años se recibían recursos importantes de Venezuela, pero actualmente la situación es al revés: recursos considerables salen de Colombia para dirigirse hacia Venezuela. En el año 2019 se recibió un total de USD 6.742 millones por remesas, distribuidos de la siguiente manera:

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Ultim�tum

Las remesas, un elemento fundamental para la economía colombiana

Figura 1. Remesas recibidas en el año 2019 por países de origen (USD millones)

Otros países 2.023 (30 %)

Chile 417 (6 %)

España 1.057 (16 %)

Estados Unidos 3.246 (48 %)

Fuente: Banco de la República (s. f.a).

De la figura anterior, se puede concluir lo siguiente: Hay una alta concentración de los recursos recibidos de los Estados Unidos y España. Casi la mitad de las remesas se recibe de los Estados Unidos.

(…) los departamentos de Risaralda (USD 518 por habitante) y Valle del Cauca (USD 374 por habitante) son los que mayor volumen de divisas recibieron por habitante.

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De otra parte, a pesar de que en todas las regiones se reciben remesas, hay unos departamentos que tienen una significativa mayor participación dentro de este rubro.


Figura 2. Remesas recibidas en el año 2019 por departamentos (USD millones) Otros países 2.023 (30 %)

Valle del Cauca 1.684 (25 %)

Santander 232 (4 %) Antioquia 1.159 (17 %)

Quindío 214 (3 %) Atlántico 278 (4 %)

Cundinamarca 1.175 (18 %)

Risaralda 494 (7 %) Fuente: Banco de la República (s. f.a).

Cuatro departamentos: Valle del Cauca, Antioquia, Cundinamarca y Risaralda, concentraron en el año 2019 el 66,9 %

de las remesas, lo que implica que una variación en estas tendría un impacto relevante en la economía de estos cuatro departamentos.

Tabla 1. Remesas recibidas en el año 2019 con respecto a la población en los cuatro principales departamentos receptores de remesas (USD)

Departamento

Remesas (USD millones)

Población

Remesas por habitante (USD)

Valle del Cauca

1.684

4.506.768

374

Antioquia

1.159

6.550.206

177

Cundinamarca

1.175

10.678.393

110

494

952.511

518

Risaralda

Fuentes: Banco de la República (s. f.a) y DANE (s. f.).

(…) en los primeros tres meses del año las remesas en el 2020 siguieron subiendo frente al 2019. 125


Ultim�tum

Las remesas, un elemento fundamental para la economía colombiana

Conforme a la tabla anterior, se concluye que los departamentos de Risaralda (USD 518 por habitante) y Valle del Cauca (USD 374 por habitante) son los que mayor volumen de divisas recibieron por habitante.

En los años recientes, la dependencia del país frente a las divisas recibidas por remesas ha sido mayor y estas han crecido permanentemente.

Figura 3. Evolución de las remesas recibidas 2000-2019 (USD millones) 8.000 7.000 6.000 5.000 4.000 3.000 2.000 1.000

Fuente: Banco de la República (s. f.a).

En la figura anterior se aprecia que la crisis del 2008 generó un impacto negativo en la evolución de las remesas, bajando por primera vez entre el 2008 y el 2009, luego de un crecimiento continuo en nueve años. Entre

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el 2009 y el 2014, mientras se daba la recuperación económica, las remesas permanecieron estables, para luego iniciar un importante alza entre el 2015 y el 2019, y se obtuvo en el 2019 el mayor valor histórico.

2019

2018

2017

2016

2015

2014

2013

2012

2011

2010

2009

2008

2007

2006

2005

2004

2003

2002

2001

2000

-


Figura 4. Evolución de las remesas recibidas en los primeros tres meses de los años 2019 y 2020 (USD millones) 800 688

700 600 500

501 512

483

507

527

400 300 200 100 0 Enero

Febrero

Marzo

Fuente: Banco de la República (s. f.).

Tal y como puede apreciarse, en los primeros tres meses del año las remesas en el 2020 siguieron subiendo frente al 2019. Considerando la crisis económica iniciada a partir de febrero del 2020 por efectos de la COVID-19, se podría haber esperado una disminución en las remesas, por lo menos en el mes de marzo. Sin embargo, el importante repunte presentado en el mes de marzo del 2020 frente al mismo mes del 2019 puede explicarse por lo siguiente:

Un esfuerzo de los familiares en el exterior por apoyar a aquellos que viven en Colombia y que tienen menos opciones de obtener subsidios y apoyos por parte del Gobierno nacional. Un incremento excepcional en la tasa de cambio por efectos de la actual crisis económica, lo que pudo haber incentivado mayores esfuerzos de las personas que viven en el exterior para apoyar a sus familiares en Colombia.

(…) es muy probable que, en los próximos años, como consecuencia de la crisis económica causada por la COVID-19 (…) el volumen de remesas baje.

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Ultim�tum

Las remesas, un elemento fundamental para la economía colombiana

Figura 5. Evolución de las remesas recibidas 2000-2019 (USD millones) 4.100

3.900

3.870

9.700

3.500

3.438

3.413

3.411 3.408

3.310 3.256

3.300 3.162

3.400

3.115

3.125

Feb -19

Mar -19

3.317

3.208

3.155

3.100

3.383

Fuente: Banco de la República (s. f.a). A pesar del incremento presentado en las remesas en el primer trimestre del 2020 frente al primer trimestre del 2019, es muy probable que, en los próximos años, como consecuencia de la crisis económica causada por la COVID-19, tal como ocurrió

luego de la crisis del 2008, baje el volumen de remesas. A continuación, se relacionan algunos elementos que permiten prever esta situación: Una caída en el PIB de los países de donde principalmente provienen las remesas.

Tabla 2. Proyección de la evolución del PIB 2020 de los países de donde principalmente provienen las remesas País

Crecimiento PIB 2020

Estados Unidos

-5,9%

España

-8,0%

Chile

-4,5%

Fuente: Fondo Monetario Internacional (2020).

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Mar - 20

Feb - 20

Ene - 20

Dic -19

Nov -19

Oct -19

Sep -19

Ago -19

Jul -19

Jun -19

May -19

Abr -19

Ene -19

2.900


Por efectos de la COVID-19, se han perdido empleos en los países de donde principalmente provienen las remesas. Esta situación afecta a los migrantes colombianos, por lo que, a pesar de las necesidades de sus familiares en el país, difícilmente podrán mantener los niveles de apoyo que venían brindándoles. Considerando que la debilidad económica es global, es probable que se generen brotes xenófobos y que en la mayoría de los países se procure darle trabajo a los nacionales, lo que puede hacer más crítica la situación de los migrantes colombianos en los principales países de donde provienen las remesas. El panorama tiende a ser desalentador Colombia ha tenido una evolución permanente en el crecimiento de las remesas recibidas de los colombianos que residen en el exterior y que

envían recursos al país para apoyar a sus familiares o para realizar inversiones, entre otros. Los recursos provienen principalmente de Estados Unidos, España y Chile, por lo que afectaciones en la situación económica de esos países pueden incidir en el nivel de remesas que lleguen al país. Aunque todos los departamentos de Colombia son receptores de remesas, el 66,9 % de estos recursos llega al Valle del Cauca, Cundinamarca, Antioquia y Risaralda, lo que conduce a que las economías de esos departamentos dependan considerablemente de los recursos recibidos por remesas. Considerando lo ocurrido luego de la crisis del 2008, es muy probable que, debido a las consecuencias económicas de la COVID-19, haya una disminución en las reservas que recibirán los colombianos en los próximos años.

Referencias Banco de la República (s. f.a). Banco de la República: somos el banco central de Colombia. https://www.banrep.gov.co. Banco de la República (s. f.b). Remesas de trabajadores. https://www.banrep.gov.co/es/ estadisticas/remesas. DANE (s. f.). DANE: Información para todos. https://www.dane.gov.co. Garay, L. J. & Rodríguez, A. (2005). Estudio sobre migración internacional y remesas en Colombia (Vol. I). Ministerio de Relaciones Exteriores, Organización Internacional para las Migraciones. Organización Internacional para las Migraciones [OIM] (2014). Datos sobre migración colombiana. http://www.oim. org.co/migracion-colombiana/datos-sobremigracion-colombiana.html.

Considerando que la debilidad económica es global, es probable que se generen brotes xenófobos y que en la mayoría de los países se procure darle trabajo a los nacionales (…).

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Ultim�tum

The South African economy and the COVID-19 pandemic

The South African economy and the COVID-19 pandemic: A humanitarian crisis versus a fiscal crisis The effect of the pandemic on South African society is intensifying as the disease takes a grip on the country with more cases reported every day and the number of deaths from the disease gradually creeping up, not only in absolute numbers but also in the consciousness of the people.

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Stefan Lukas Independent Researcher Cape Town slukas@mweb.co.za

South Africa (SA) remains well behind the Northern Hemisphere in the spread of infections but experience elsewhere confirms that any delay in the roll out of the virus is likely to be short-lived. All communities are at risk of catching COVID-19 across all social groupings. As there are no medical solutions yet to control the disease there are only practical measures available to reduce the virus’ transmission and mortality: Containment, requiring physical distancing, and personal hygiene including masks and shields in public. The government of President Cyril Ramaphosa is entrusted with the responsibility of managing this emergency (a formal ‘State of Disaster’ has already been declared) and their first priority has to be gaining the consent of the public to the measures that need to be implemented. These require severe restrictions of personal freedoms – which were hard-won from the Apartheid regime in 1994 and still remain a pinnacle of political consciousness. Their leadership needs to be decisive but reasonable for the public to buy into the programme which embraces people’s survival as well as the protection of the economy. There are three areas of critical focus necessary to curbing the pandemic in South Africa:

First, an intensified public health response to slow down and reduce infections. Second, a programme of increased social support to protect poor and vulnerable households. Third, a comprehensive package of economic support measures to assist businesses and individuals affected financially by the pandemic. 1. South Africa is fortunate to have developed world-class expertise in medical and biological sciences comprising research institutions and universities that are leaders in their fields across the African continent. Excellence in a range of inter-related bio-medical disciplines, especially virology, has been enhanced by the country’s management of the ongoing HIV/ AIDS pandemic as well as tuberculosis (TB):

There is real concern that if the virus takes hold in these areas the consequences would be catastrophic – they are susceptible to epidemic infections due to overcrowding, intimate social structures, and poverty – as demonstrated by the prevalence of HIV and TB.

In South Africa in 2018, 7,700,000 people were living with HIV, the majority of cases globally, and nearly 2,000 adolescent girls (aged 15-24) are infected with HIV each week.

South Africa is one of the countries with the highest burden of TB. The World Health Organisation (WHO) statistics give an estimated incidence of 322,000 cases of active TB in 2017. TB continues to be the leading cause of natural deaths in South Africa (7.2%).

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Ultim�tum

Public health administration in SA is the responsibility of the nine Provinces which have constitutionally mandated degrees of self-governance. The challenge of managing these virulent diseases has enabled the Provincial Departments of Health to build some capacity to deliver, coordinate, and monitor required control and surveillance services. However, these capabilities are very variable between provinces; weak public healthcare systems in most of them suggest that the crisis could easily escalate steeply and rapidly. So, South Africa has significant competences and capacity to bring to the campaign to defeat COVID19. What remains to be achieved is a comprehensive and uniformly effective programme nationally, as well as the total buy-in by the majority of the people to enforced containment. Currently, incidences of public disorder in the high-density and informal housing areas are escalating at a worrying rate. There is real concern that if the virus takes hold in these areas the consequences would be catastrophic – they are susceptible to epidemic infections due to overcrowding, intimate social structures, and poverty – as demonstrated by the prevalence of HIV and TB. Part of the cause of the non-compliance with the emergency rules flows from people’s dissatisfaction with official responses so far to their legitimate fears of becoming sick, to the cutting of their normal incomes, and rising levels of hunger. Already

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The South African economy and the COVID-19 pandemic

Only 41% of the population of working age has any kind of job (formal or informal) while 59% has never had a job at all. The unemployment rate has fuelled crime, inequality, and social unrest. incidents of looting of supermarkets have been broadcast on television. 2. The need for a programme of increased social support to protect poor and vulnerable households during this healthcare crisis is indisputable. South Africa, despite its intrinsic wealth, is ranked as the most unequal country in the world and the inequalities are racialized, gendered, and localized in dwelling space allocations. According to the latest figures from the World Inequality Database, the top 1% of South African earners take home almost 20% of all income in the country, while the top 10% take home 65%. The remaining 90% of South African earners get only 35% of total income South Africa has an extreme and persistent high unemployment rate of over 25%. The official unemployment rate, though very high by international standards, understates its magnitude because it includes only adults who are actively looking for work, therefore excluding those


who have given up looking for employment. Only 41% of the population of working age has any kind of job (formal or informal) while 59% has never had a job at all. The unemployment rate has fuelled crime, inequality, and social unrest. Refugees and migrants from poorer Sub-Saharan countries number several millions and represent a sizable portion of the informal sector of the economy. With high unemployment levels amongst poorer South Africans, xenophobia is prevalent and many South Africans feel resentful of immigrants, who are seen to be depriving the native population of work opportunities. South Africa is not a ‘welfare state’ in a conventional sense but it does provide a degree of poverty relief measures to the majority of the population. Whilst there is no universal unemployment benefit, workers in the formal sector are enrolled in the Unemployment Insurance Fund which provides a buffer against income loss. Other social assistance measures are grants provided by the state to the poor and are financed out of general tax revenues. The overwhelming majority of the funds are allocated to children and the elderly. The child support grant provides R420 (US$23) per month per child in 2019 for every child in a household younger than 18, and reaches 12.88 million children – nearly two thirds of all children in South Africa. Although child support grants are meant to be spent directly on the

South Africa has about three times as many recipients of social benefits as it has income tax-payers – an extremely high ratio by international standards.

children to whom they are allocated, they effectively become part of household budgets and help to support entire households that number nearly 5.7 million. Similarly, the State old age pension is an important source of income for a third of all Black households: it is received by over 80% of the elderly, is non-contributory, and pays a maximum of R1,780 pm (US$97) in 2019 to people who reach pension age without access to private pensions. South Africa has about three times as many recipients of social benefits as it has income tax-payers – an extremely high ratio by international standards. With a very large informal sector, which includes the unemployed, people who have never formally worked, and refugees, a great deal of economic activity takes place ‘below the radar’ and represents around 10% of the nation’s GDP. Every low-income household in the urban space depends for survival on a combination of revenues derived from formal or informal work, social grants generated by some family members and outside assistance, especially school feeding schemes. The consequence of a total lockdown of the whole of society as a defence against COVID-19 is the halt to income from work and to the majority of poor people that means that hunger is an immediate reality. With meagre incomes many families struggle to afford food at the best of times and under the extended

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Ultim�tum

The South African economy and the COVID-19 pandemic

lockdown many households are becoming desperate. It is clear that all three tiers of government: national, provincial and local, are well aware of the threat posed by hunger. But the logistical challenges of providing food to potentially millions of South Africans under lockdown are monumental, and may not be able to be resolved through existing systems. Numerous private initiatives are already underway to support official measures through feeding schemes, food banks and the like, but a society-wide effort will be crucial if an acceptable level of food security is to be achieved. The closure of schools during lockdown is a particular concern and central government is being urged to restore school feeding schemes as a priority measure. Normally, vulnerable children would receive food at school from programmes that provide meals for nine million learners. For many children the free school meal is the only meal of the day. A more radical proposal under consideration is a special COVID-19 grant or a basic income grant for the poorest segment of SA society. There are more than six million people who neither have employment nor qualify for social assistance from the government, and hence will have nothing during the stressful lockdown period and throughout the course of the pandemic. Any such innovation would inevitably become permanent after the crisis abates. The cost of such a programme would amount to nearly R550 billion (US$30 billion), around 10% of GDP to provide a basic universal income for every South African

adult over the age of 19 of R1227 (US$67) per month, the upper bound of the poverty line. This cost could be brought down by means-testing the recipients or by eliminating the existing old-age pension and child support benefits (worth just shy of 3% of GDP) or, more drastically, by setting the income benefit at the lower-bound poverty line of just R561 (US$30.50) per month. Given the challenges that already confront the economy these numbers look unworkable – without a deep restructuring of the country’s fundamental socio-economic architecture. 3. Economic support measures will also aim to protect businesses from irreversible damage from a prolonged interruption of trading during the lockdown. It is estimated that as a minimum R100 billion (US$5.4 billion) will need to be immediately available to fund grants and loans. Given the dire shortage of work opportunities in SA, when business returns to normal it is vital that employment continues with the same headcount as before the lockdown. However, predictions of the time frames leading to the end of the containment vary in line with infection statistics. The latest have triggered speculation that the lockdown may, in some form, extend well into May with dire consequences for business. Reports that the economy will reopen in stages only added to the anxiety, especially among small business owners. The ability of the government to fund a comprehensive rescue plan, along the lines of developed Western nations, is severely compromised by the current state of the SA economy

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President Ramaphosa has already announced some “quick and targeted” interventions such as a Solidarity Fund to help support vulnerable South Africans. Individual ministries have also announced their own relief plans, while some of the country’s richest business families have set up funds offering loans for small businesses.


which was already, before COVID-19, expected to contract sharply this year, with National Treasury projecting a deep recession, followed by a modest upswing in 2021. The SA Reserve Bank thinks a contraction of 6.1% is likely, the IMF -5.8%, and Moody’s -2.5%. But these forecasts may turn out to be too small. Business for South Africa projects the economy could contract by a massive 10%, and over one million more people could become unemployed. Moody’s was the last of the three global ratings agencies to downgrade SA’s sovereign credit rating to junk just a day after lockdown was instituted. This decision followed a decade of fiscal profligacy during the previous President Zuma’s administration which combined incompetence and patriarchy with unconstitutional behaviour and unhindered corruption. The legacy of that regime was a disastrous impact on the viability of all organs of government, especially the ‘State Owned Enterprises’. Today, the accumulated debts of entities like the electricity utility, Eskom, account for a major portion of the ballooning national debt and directly inhibit the ability of the Treasury to attract inward investment and international loans to help fund a comprehensive economic package to save the SA economy. President Ramaphosa has already announced some “quick and targeted” interventions such as a Solidarity Fund to help support vulnerable South Africans. Individual ministries have also announced their own relief plans, while some of the country’s richest business families have set up funds offering loans for small businesses.

The National Treasury has briefed Cabinet on its economic proposals but Cabinet has still not made a final decision and intends to hold another meeting on Monday, 20 April 2020. The realities of the COVID-19 pandemic make the government’s economic rescue plan a race against time. Elsewhere, in the economy the Congress of South African Trade Union’s Matthew Parks, says now is the time to consider using the full range of the State’s financial resources, including pensions, to invest to keep businesses alive and the economy above water.

Fundamentally, South Africa is confronted by a struggle between two crises: humanitarian and economic. Numerous complications abound within this much fractured society, not least the divisiveness of ideological issues within national government. An outsider looking at South Africa’s challenges from a distance might observe that a leader who can navigate this country through these emergencies would need the powers of a Superhero!

We want a R1 trillion (US$54.35 billion) stimulus fund to assist the economy and we need to pool public and private funds. We were already in a recession with 40% unemployment before lockdown. That’s not the normal we want to go back to, said Parks.

The country’s most wealthy resident dynasty is the Rupert family. In his book: The Stellenbosch Mafia, published earlier this year, the author Pieter du Toit says: “Perhaps more distressingly to the average South African, Johan Rupert (the patriarch) describes the country’s debt position as untenable, and says the cross-guarantees which keep most state-owned enterprises afloat could be disastrous”. He goes on to quote Rupert:“I think we’ll be at the IMF in a year’s time. [The governing party] don’t know what’s awaiting [it]. We’ll either have an Arab Spring-type event, or Ramaphosa must restructure everything. And he cannot do it. The IMF will, however, force you to restructure, and if you think about it, isn’t that the best thing that could happen to the country? Halve the public service, clean up the stateowned enterprises,” he says.

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http://zero.uexternado.edu.co


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