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GABRIEL FIORITO

Este volumen reúne cuatro obras de teatro donde se dan cita los temas fundamentales como el amor, la muerte, los vínculos, los recuerdos… Dos de ellas están enmarcadas en situaciones históricas trágicas y reales: la guerra de las Malvinas y el holocausto nazi. Las otras dos responden a la matriz del sainete y la comedia. Todas invitan a transitar diferentes emociones, y abrir mil puertas: a la creación, a la imaginación sin límites, al trabajo de grupo, a la puesta en escena, al debate, a la reflexión.

Sugerida para el ciclo superior de la escuela secundaria

se abre el telón

4 OBRAS BREVES



4 OBRAS BREVES


Fiorito, Gabriel 4 Obras breves. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Asociación Educacionista Argentina Editorial Stella, 2013. 72 p. : il. ; 21x14 cm. - (Se abre el telón) ISBN 978-950-525-414-9 1. Teatro Argentino. I. Título CDD A862

©Gabriel Fiorito, 2013

©Editorial Stella Viamonte 1984. C1056ABD Ciudad de Buenos Aires. Argentina Tel: (011) 4374-0346

©Ediciones La Crujía Tel/Fax (54 11) 4375-0664 www.lacrujiaediciones.com.ar editorial@lacrujiaediciones.com.ar ISBN: 978-950-525-414-9 Diseño de cubierta e interior: Cecilia Ricci Ilustraciones: Carolina Tapia

Queda hecho el déposito que previene la Ley 11.723. Impreso en Argentina. Printed in Argentina. Queda expresamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático.


4 OBRAS BREVES

Gaby Fiorito



A todos los adolescentes con deseos de volar haciendo teatro. A todos mis alumnos, que son también mis docentes, de quienes me nutro todo el tiempo y me sigo sorprendiendo. A Fran, Sol, Gaby y Agos, por ser el disparadoresencial del texto “Gaskammer”; del mismo modo que Walter, Maru y Luciana, que con el trabajo conjunto, también en el marco del taller de teatro, me ayudaron a disparar el último texto de este libro “¿Muertos?” A mis colegas teatreros, Romina, Mauricio, Roberto, Mariana, Eva, Matías, Caro. A Nilda y Rey. A Alma y a Elvio Martín. A Cristina y Alejandro, por invitarme a subir a este mágico tren. A Pupi y Lautaro, por hacerme reír con su frescura. A Marilú. A Damián, por alentarme a escribir. A Edita y Deriz, por estar siempre.



ÍNDICE

EL AUTOR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 ANIMARSE A VOLAR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 LA PUESTA, UNA GRAN APUESTA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 VESTUARIO, MAQUILLAJE Y PEINADOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11 OBJETOS Y ESCENOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 BANDA DE SONIDO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 ILUMINACIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 AFICHES Y PROGRAMAS DE MANO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 ASISTENCIA DE DIRECCIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 CHARLA DEBATE. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 MALVINAS, LAS ISLAS DE LOS HÉROES ANÓNIMOS . . . . . . . . . . . . 17 UN ALMUERZO EN PAZ, SAINETE EN UN SOLO ACTO . . . . . . . . . . . . 37 GASKAMMER. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51 ¿MUERTOS?, BREVE COMEDIA NEGRA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61


El autor Gabriel Fiorito Nació en Sunchales, Santa Fe, el 3 de septiembre de 1971. Luego de haber culminado sus estudios en Marketing en Santa Fe capital, se traslada a la ciudad de Rosario, donde comienza su formación teatral. Es egresado de la Escuela Provincial de Teatro y se desempeña como actor desde 1994 en que estrenó su primera obra en Rosario, bajo la dirección de Rody Bertol. Desde el año 1999 se desempeña también como docente de teatro, iniciándose en esta actividad en la Universidad de Puerto Rico, (San Juan, Puerto Rico), y desde el año 2003, se ha volcado también a la dirección y adaptación de textos. Ha estudiado y trabajado junto a grandes maestros como Norberto Campos, Rody Bertol, Miguel Ángel Palma, Néstor Zapata, Héctor “Nene” Molina, -en Rosario-, y Julio Ordano, Robertino Granados, Adela Basch, Lucas Margarit, Israel Horovitz (dramaturgo norteamericano), Eduardo Rovner, -en Buenos Aires-, entre otros. Dirige desde el año 2006, el grupo Isokas en Alfa, en Sunchales, y desde el 2007, la compañía teatral ALTRO Ké, en Buenos Aires. Sus puestas han sido seleccionadas para numerosos festivales, tanto a nivel nacional como internacional: “Colón agarra viaje a toda costa”, “Oiga chamigo aguará”, “Abran cancha que aquí viene don Quijote de la Mancha”, “En estas hojas detallo cómo llegó el 25 de mayo”, (todas de Adela Basch); “La espuma”, de Luciano Suardi; “Cartucho y los animalitos sabios”, obra de su autoría, (publicada por Ediciones Abran Cancha, en el libro “Cocina, goles y Cartucho, ¡qué mucho!”); “3 x ROVNER. Fotografías de un concierto de ilusiones”, sobre textos de Eduardo Rovner, entre otras. 8


Animarse a volar Este es un libro escrito con amor. Amor al quehacer teatral y a esa etapa tan maravillosa como es la adolescencia. Los siguientes textos teatrales son una invitación a volar. Se trata de cuatro obras breves, muy simples por cierto, que proponen transitar diferentes emociones y abrir mil puertas: a la creación, a la imaginación sin límites, al trabajo de grupo, a la puesta en escena, al debate, a la reflexión. Mis casi veinte años de experiencia como actor, docente y director de teatro, me han dejado muchos legados, enseñanzas, momentos memorables y miles de sonrisas de niños y adultos en nuestra amada Argentina, así como también en países hermanos de Latinoamérica. Y hay uno en particular, un pensamiento o especie de conclusión que quiero transmitirles, y es que, más allá de las técnicas y teoría teatral, (ambos campos muy valiosos y necesarios si queremos hacer del Teatro nuestra profesión), la piedra fundamental es: las ganas de hacer teatro, el entusiasmo, el fuerte deseo de contar una historia desde un lugar distinto, con creatividad y respeto. Confío plenamente en quienes tengan este libro en sus manos. Confío en el amor que le pondrán al trabajo de montar la Confío también en estos textos como disparadores de un alto vuelo que, con la grandeza creativa de todos los que se involucren en la puesta en escena, será seguramente un viaje difícil de olvidar. 9

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obra.


Como la tortuga que sueña ser árbol, aunque sea por un rato, para estar más cerca del sol. Animarse, aunque sea por un rato, a volar. Gaby Fiorito

Cristian Ruay

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Como el árbol que sueña ser tortuga, aunque sea por un rato, para poder, moverse a lugares nuevos.

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La puesta, una gran apuesta A partir del momento en que tomamos la decisión de montar una obra de teatro, tenemos muchos aspectos de los que nos podemos ocupar. Si bien es cierto que todos pueden actuar, es probable que no todos tengan el deseo de hacerlo. Entonces, para todos los que quieren participar de la obra, pero no quieren actuar, tienen la posibilidad de poner su creatividad en diferentes aspectos de la puesta en escena. Para esto tenemos que ponernos de acuerdo, armar grupos de trabajo, y distribuir los roles para crear en los siguientes rubros: vestuario, maquillaje y peinados, objetos y escenografía, banda de sonido, iluminación, afiches y programas de mano, coordinación de una “charla-debate” y asistencia de dirección. El desarrollo de cada uno de estos aspectos, va a depender fundamentalmente de dos cosas: de la disponibilidad real de los medios con los cuales contamos (escenario, salón de actos, equipo de audio, luces, etc.) y de la capacidad creativa para resolver. Por ejemplo, si no contamos con un escenario o salón de actos, cualquier espacio debidamente delimitado (incluso puede ser al aire libre) nos puede servir perfectamente como espacio escénico, es decir, como espacio físico concreto donde se desarrollará la obra. Si no contamos con la posibilidad de conseguir un buen vestuario, podemos asumir el desafío de confeccionarlo, por ejemplo, con materiales reciclables.

Un grupo de trabajo se encargará de pensar en el vestuario más apropiado para los personajes, el maquillaje y los peinados o accesorios que puedan usar en la cabeza: sombreros, boinas, pañuelos, simular una calvicie, etc. 11

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Vestuario, maquillaje y peinados


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Podemos conseguir ropa en desuso que nos puedan regalar, y hacerle los ajustes necesarios. O bien, podemos jugarnos a hacer algo altamente creativo y sin ningún costo, confeccionando el vestuario con materiales reciclables: cortando los sachets de leche, por ejemplo, podemos crear sacos, polleras o vestidos muy originales. También podemos trabajar con papeles de diarios, revistas, bolsas plásticas, cartones, envases; en fin, todos los materiales que estén a nuestro alcance y nos permitan poner nuestra creatividad en acción.

Objetos y escenografía Otro grupo operativo, puede hacerse cargo de la realización de todos los objetos que utilizarán los personajes durante la obra, así como también de la escenografía. Los buenos dibujantes podrán realizar bocetos, y quienes tengan más habilidad manual, se podrán encargar de la confección de telones de fondo y objetos. Siguiendo la línea de trabajo planteada anteriormente, podemos trabajar con materiales reciclables: bolsas plásticas, cartones, así como también con papel afiche, papel madera, telas o retazos en desuso, incluso objetos viejos que se puedan conseguir de regalo, a los que podemos restaurar y acondicionar. Otro recurso que podemos utilizar, y que resulta altamente efectivo, es la realización de carteles para resaltar algún mensaje en particular, o bien para presentar a los personajes que van apareciendo en la historia. Estos carteles deberán tener una tipografía (letra) clara, y de buen tamaño que permita una fácil lectura a la distancia.

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Banda de sonido En toda obra de teatro, la música y/o la incidencia de determinados sonidos, permiten enriquecer muchísimo el desarrollo de la misma, haciéndola mucho más atractiva para los espectadores. En este aspecto, tenemos que decidir si vamos a trabajar con una banda de sonido pregrabada o si vamos a recrearla en vivo. Para la primera opción, tenemos que contar con un equipo de audio y con un reducido grupo de personas, que se ocupe de ir seleccionando y editando las diferentes pistas que se usarán durante la obra. Si no contamos con esta tecnología, o directamente decidimos embarcarnos en una acción más desafiante y creativa, podemos trabajar con el área de música, y crear una propia banda de sonido. Es muy enriquecedor y apasionante explorar diferentes posibilidades de producción sonora, esto es, más allá del uso de instrumentos musicales tradicionales, ir probando distintos objetos –incluso de uso cotidiano– que nos permitan generar los sonidos que necesitamos.

Iluminación

Es condición indispensable trabajar con un adulto con conocimientos en electricidad (circuitos eléctricos, fuentes de alimentación, etc.).

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Con la ayuda y supervisión constante de un adulto, quienes tengan inquietudes en el manejo de luces, podrán ir desarrollando una planta lumínica que sea verdaderamente original, inventando “tachos de luz” como los del teatro, con cilindros de cartulina negra, reciclando tarros de pintura vacíos, así como también pensar en alternativas distintas para iluminar las escenas, a través del uso de linternas, velas, veladores, etc.


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Afiches y programas de mano Es muy importante, no perder de vista que la obra está destinada a un público que irá a verla, de manera que es fundamental la creación de afiches que sirvan para promocionar la misma, aunque se realice para la propia comunidad educativa. La información que siempre debe contener el afiche, es la siguiente: • Nombre de la obra a representar. • Nombre de la autora o autor. • Nombre del grupo que la presenta: aquí pueden colocar el nombre de la división, o bien, inventar un nombre de grupo (que puede resultar muy divertido). • Día, hora y lugar de la función. • Una frase “gancho”, que despierte en el lector del afiche el interés por ver la obra. Son muy importantes también, los llamados “programas de mano”. Podríamos decir que un programa de mano es una especie de folleto que se entrega a cada uno de los espectadores al ingresar a la sala de teatro, salón de actos o espacio escénico donde se va a representar la obra. En este papel, se va a colocar toda la información referente al trabajo que vamos a ver. Puede incluir una síntesis de la obra, algunas palabras que desee expresar por escrito el director o responsable de la misma, y el nombre de toda la gente que se vincula al espectáculo: nombre de las actrices y actores, autora o autor del texto, directora o director y su asistente, y los nombres de todos y cada uno de los que han participado en los rubros que venimos desarrollando, es decir, los responsables de cada área (vestuario, escenografía, etc.). También podemos expresar en el programa de mano, palabras de agra14


decimiento a todas las personas que hayan colaborado directa e indirectamente con la producción de la obra.

Asistencia de dirección El o los “asistentes de dirección”, tendrán la responsabilidad de ayudar al director del proyecto en las necesidades que requiera, para que todo pueda funcionar de la mejor manera posible y en forma armónica. Las tareas de los asistentes serán definidas por el director o directora de acuerdo con las necesidades específicas de cada proyecto, que estarán vinculadas a la etapa en que se encuentre; no obstante, hay una que es universal: el rol de apuntador. La función principal del apuntador será la de tener un texto en mano y durante los ensayos, seguir de manera concentrada el texto de los actores, con la posibilidad de ir diciendo en voz alta la continudad de los textos en caso de olvido (por parte de alguno de los actores) hasta que tengan el texto bien sabido y afianzado. Lo ideal es que los actores y actrices puedan llegar a la función con los textos bien aprendidos, sin necesidad de que “le apunten” la letra. No obstante, si se trata de una primera experiencia teatral, pueden tener como herramienta de salvataje la presencia de un apuntador (que no esté, por supuesto, a la vista del público).

Una vez finalizada la función, podemos plantear una “charla debate”. Esta es una actividad altamente enriquecedora. Se trata de hacer una charla entre los actores, actrices y todos los involucrados en la puesta en escena con el público. 15

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Charla-debate


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Un grupo de alumnos oficiarán de “coordinadores” de esta charla que permitirá abrir un espacio de diálogo, reflexión y debate acerca de lo que acabamos de ver y disfrutar. Podemos comenzar haciendo ciertas algunas previamente formuladas por escrito, así como también, dar la posibilidad al público de que realice las preguntas que desee. Es un espacio donde podremos compartir puntos de vista y también descubrir qué cosas son las que gustaron más, qué tipo de mensajes han podido decodificar, cuál o cuáles fueron los personajes que más les gustaron, etc. Sin duda, como una de las consecuencias saludables de esta charla debate, aparecerá el entusiasmo y las ganas de participar en una próxima obra de teatro.

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MALVINAS LAS ISLAS DE LOS HÉROES ANÓNIMOS

En memoria de los que allá quedaron. En homenaje a los que de allá volvieron.

Esta pieza teatral, puede resultar tan simple como conmovedora. Si bien no es testimonial, sin dudas podría haber pasado, o quizás, haya pasado…

En lo personal, siempre estuve muy cerca del tema. Durante el conflicto, yo tenía solo once años, y recuerdo que le pedí a mi madre que tejiera una bufanda para “los chicos 17

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Sugiero que antes o durante el abordaje de este texto, los chicos tengan un acercamiento, tan amplio como sea posible, al momento histórico en el que se desarrolla esta historia de amor.


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de la guerra”. Y así fue. Mientras ella tejía, yo escribía cartas de aliento para los soldados. Luego, como muchísimos argentinos, donamos “cositas” de oro: cadenitas, unos aritos de mi hermana, un anillo muy chiquito que yo tenía. Decían que con ese oro, podían recaudar dinero para provisiones. Solo Dios sabe si todo eso llegó a destino… Luego, con los años, tuve el gran honor de charlar con varios excombatientes, estos héroes anónimos que vivieron el conflicto en carne propia y que hoy, probablemente, los crucemos sin saber quiénes son. Afortunadamente, desde el advenimiento de la democracia, ha comenzado a salir a la luz mucho material acerca de la guerra de Malvinas, tanto bibliográfico como digital, con testimonios de excombatientes realmente conmovedores. Existe también material fotográfico, cinematográfico y musical. A todos ellos dedico esta pieza de ficción, condimentada con muchos datos de realidad.

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PERSONAJES JUAN LETICIA LA MADRE DE LETICIA JORGE DAMIÁN GERMÁN, “EL GORDO” VÍCTOR AMIGAS Y AMIGOS

ESCENA 1 LA NOTICIA Sunchales, provincia de Santa Fe, abril de 1982. El conflicto de Malvinas había sido recientemente declarado y seguían reclutando gente. La suerte estaba echada, a cualquiera le podía llegar la citación.

Juan (Abrazando su guitarra y mirando a Leticia.) Y este próximo tema… va para vos, mi amor, por los tres años que cumplimos mañana. Feliz aniversario, Leti. Te quiero. (Las chicas, muertas de amor, pe19

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En escena: a la izquierda, (desde el punto de vista del espectador), un grupo de amigos tomando mates en una plaza, sentados en círculo. Terminaron la secundaria el año pasado, pero mantienen la amistad como en esos años de escuela. Hay uno que toca la guitarra y canta. Es Juan.


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gan un grito, suspiran, abrazan a Leticia. Los varones aplauden, silban y le gritan cosas a Juan. Todos ríen. Juan empieza a cantar.) “Quiero ver, quiero entrar, nena nadie te va a hacer mal, excepto amarte.” (Canta Seminare, de Serú Girán.) Promediando la mitad de la canción, los amigos y amigas se irán incorporando y saliendo muy lentamente de escena, excepto Leticia que se queda junto a él, escuchándolo. Juan sigue cantando y tocando la guitarra. Luego, irán entrando nuevamente tres amigos, también en forma lenta, e irán dejando cerca de Juan, -dispuestos en semicírculo-, un casco, una chaqueta militar y un bolso improvisado de tela. Luego de dejar el objeto, vuelven a salir. Leticia se incorpora, se saca una bufanda que lleva puesta y se la deja a Juan en el cuello. Sale. Mientras sucede esta acción, en simultáneo, atrás y a la derecha, otros acomodan una mesita con un teléfono. Juan termina la canción y deja su guitarra. Ruptura de tiempos. Ya es el día siguiente. Suena el teléfono. Es la casa de Leticia, quien al terminar el colegio, se mudó con su familia a Rafaela, a unos 40 km. de Sunchales. Leticia entra a escena y atiende. Mientras Juan se va colocando la chaqueta, el casco y revisa las cosas que ha puesto en el bolso, va manteniendo la conversación con ella. Juan

Hola, ¿Leti?

Leticia Hola Juani, sí, soy yo... ¡Feliz aniversario, mi amor!

Juan

Feliz aniversario, Leti…

Leticia ¿Estás bien? Juan Sí, amor, estoy bien. (Pausa.) Necesito que me escuches con atención, y me prometas que no vas a llorar, porque todo va a estar bien, ¿sí? 20


Leticia (No queriendo escuchar lo que ya imagina.) Te lo prometo. ¿Qué pasa, Juani? Juan Están acá. Me vinieron a buscar. (Leti queda sin palabras. Silencio.) ¿Estás ahí, amor? Leticia (Conteniendo el llanto.) Sí, te escucho, pero… no entiendo nada. Juan Eso, Leti. Me estoy yendo a Malvinas. Están esperando afuera. Me dieron media hora para que me prepare, salude a las personas que yo quiera, y... al sur. Leticia (Conteniendo un sollozo.) Pero… ¿ya? ¿Así, tan rápido? ¿No te voy a ver para despedirme? Juan Es así, mi chiquita, es ahora. Pero no te preocupes que Jorge también va, vamos juntos, así que no voy a estar solo. Nos llevan a pelear contra los ingleses. (Imitando la voz del personaje de dibujos animados.) “¡Contra el mal, la hormiga atómica!”. Leticia (Mezclando el llanto con la risa que siempre le genera escuchar a Juan haciendo imitaciones.) Sos hermoso, Juani. Quiero abrazarte fuerte, fuerte… Juan Yo también, mi chiquita, pero no tenemos que despedirnos, porque en dos semanas como mucho, estoy de vuelta. (Silencio del otro lado del teléfono.) ¿Leti, estás?

Juan No tenés que decir nada, los dos sabemos cuánto nos amamos, y esto es solo por un tiempito, vas a ver… cuando menos pensemos, estamos juntos otra vez. 21

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Leticia (Llorando en silencio, mientras tapa el teléfono con la mano.) Sí, amor, te estaba escuchando… y no sé qué decir…


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Leticia Pero… me muero de ganas de darte un abrazo, un beso, no sé… saludarte. Juan Ya lo sé, chiquita, yo también, es lo que más quisiera en el mundo, pero no nos dan tiempo… y sabés que no me puedo resistir, que no se puede decir que no. (Pausa.) Y no te olvides nunca que te quiero mucho, y eso va a seguir siendo así hasta que te vuelva a ver. Chau mi amor, escribime, por favor, lo voy a necesitar. Te amo. (Cuelga.) Leticia rompe en llanto. Apagón.

ESCENA 2 EL VIAJE Camino a Buenos Aires. Interior de un camión militar. En escena, Juan, Jorge y tres soldados con acento chaqueño: Víctor, Damián, y Germán, “el gordo”; estos dos últimos muy amigos. A una hora de viaje, Juan ya tomó el liderazgo del grupo gracias a su buen manejo del humor. Van charlando y contando chistes. Juan (Terminando de contar un chiste)… Entonces la vieja, que ya se había pasado a unos diez, más o menos, esa noche, lo mira al tipo y le dice: “la guera es la guera”. (Todos ríen.) El Gordo

¡Ojalá que se nos aparezca la vieja en las Malvinas! (Todos vuelven a reír.)

Damián Dale, Jorge, te toca a vos. 22


Jorge ¡No! Yo soy malísimo para contar chistes. Sigan, sigan… Víctor Muchachos, ¿alguien sabe cómo es esto? ¿En este camión hasta Malvinas? Damián Sí, claro. ¡Es un hidrocamión, va por mar también! (Estallan en carcajadas.) Víctor (Entre risas.) ¡Pero no gil, ya sé! Me refiero a si nos van a llevar hasta el sur en esto… no sé, a Trelew, a Río Gallegos… Juan No creo, debemos ir hasta Buenos Aires y desde ahí, seguimos en avión. Damián Encima estos tipos que no te dicen nada… El Gordo

¿Será?

Juan Yo creo que sí… Jorge ¡Qué lindo ir en avión! Debe estar bueno… yo nunca fui, ¿ustedes?..., ¿alguien voló alguna vez? Juan Yo sí. Yo volé una vez, pero de una patada en el culo que me dio mi viejo… (Todos vuelven a reír.) Es un chiste, muchachos. Mi viejo es un maestro, creo que ya lo estoy extrañando… (Silencio.) El Gordo

¿Y morfaremos bien allá?

Damián ¡¿Gordo, ya estás pensando en la comida?! (Le pega en la cabeza y ríen.) Jorge Dicen que buena comida y abrigo, no nos van a faltar.

El Gordo

¿Será?

Jorge Esperemos… (Pausa. Se miran.) 23

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Juan Sí, así dijeron, que hambre y frío, no vamos a sufrir.


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Juan Bueno, muchachos, no nos pongamos serios, eh… que en un par de semanas, seguro estamos de vuelta. (Nuevamente imitando a la hormiga atómica.) “¡Contra el mal, la hormiga atómica!” (Todos ríen. Luego, saca una foto de Leticia.) Yo, me la llevo conmigo. Para no sentirme tan solo, ¿no? (Se la pasa al gordo.) Es Leti, mi novia. Hoy, tres años que estamos juntos. Comienza a sonar una melodía de cuerdas. Los muchachos se van pasando la foto de Leticia. Hacen comentarios que no llegan a escucharse, pero dando cuenta de lo hermosa que es Leticia. Bromean y ríen. Apagón.

ESCENA 3 LA ACEPTACIÓN Casa de Leticia. Con su mamá, tomando mates. Madre Leti… un matecito. (Le ceba un mate.) Y cambiá esa cara, chiquita… vamos, ahora más que nunca tenemos que ser fuertes. Leticia ¿Cómo hago, mamá? ¿Cómo se hace para tener fuerzas? Madre Pensando en que todo va a estar bien. La vida presenta estos reveses, mi amor. (Suspira.) Ahhhh… sos muy jovencita para vivir esto, pero… hay que empezar por la aceptación. (Estrecha su mano y la acaricia.) Mi pichoncita… 24


Leticia Pero mamá, Juani es muy chico todavía, tiene apenas 19 años, no es justo que no lo dejen elegir. Madre Tenés razón, hija. Juani es un nene todavía, y vos también. Hay muchas cosas que van a ser injustas en la vida, Leti, y esta es una, pero… hay que ponerle el pecho. Leticia No quiero resignarme. Madre Nadie habla de resignación, no. Hablo de aceptación. Todo va a estar bien, vas a ver. Leticia ¿Y si no todo sale bien? Madre Paso a paso, hija. ¿Qué sentido tiene sufrir a cuenta? Pensalo. ¿Tiene algún sentido? Ya llegará el momento para eso, ¡¡y toco madera para que no llegue!! (Tratando de infundir entusiasmo.) Elijamos pensar que todo va a salir bien, y pensando de esa manera, podemos estar más fuertes y escribirle a Juani cosas que lo llenen de fortaleza y alegría. (Leticia la escucha y de a poco empieza a ver otra posibilidad.) Hoy escuché en la radio que hay un lugar donde se pueden llevar cartas, ellos se encargan de juntarlas todas y enviarlas. Incluso dijeron que el que quiera, puede mandar un chocolate. ¿Por qué no le escribís una cartita, y le mandamos también un chocolate? Leticia Porque se fue ayer, mamá.

Se quedan unidas en un apretón de manos mientras se miran con esperanza. Apagón. 25

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Madre No importa, escribile igual. La carta va a demorar unos días en llegar. Te va a hacer bien a vos y le va a hacer bien a Juani. (Leticia la empieza a mirar entusiasmada.) Vas a estar cerca de él. Juani, no solo va a leer la carta, sino que además va a sentir tu voz, susurrando.


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ESCENA 4 LAS CARTAS A tres días de haber arribado a Puerto Argentino. La suerte quiso que Juan, Jorge, Damián y el gordo permanezcan juntos, mientras que a Víctor lo mandaron con otro grupo. Es de noche. Los chicos están cubriendo una guardia. Damián (Frotándose las manos.) ¡Fresco para ir en moto, en contra viento y chupando naranjas, eh! (Ríen.) No siento la punta de los dedos… uf… Jorge Yo, los pies. Son dos cubitos de hielo número 42. Damián Sí, los pies también los tengo helados, pero bueno, ya nos iremos acostumbrando… Jorge ¿Cuánto calzás, Damián? Damián 45. Puedo dormir de parado… Juan (Interrumpiendo.) Muchachos, miren lo que me afané esta mañana en el depósito… (Saca tres chocolates para taza.) ¡¡Cha… chan!! (Todos festejan.) Jorge ¿Cómo te animaste, loco de atar? Juan Por una buena y justificada razón. Jorge ¿Cuál? Juan ¡¡Es el cumpleaños del gordo!! ¡¡Feliz cumpleaños gordo!! (Todos lo saludan.) El Gordo

¡Gracias, muchachos! ¡Gracias! ¡Los tres chocolates son para mí, entonces! ¡No les voy a dar ni una barrita! (Todos ríen. El gordo empieza a repartir barras de chocolate mientras le cantan, muy bajito, el “Feliz cumpleaños”.) 26


Damián ¿Qué les parece si festejamos con un “truquito”, eh? ¡El gordo y yo, contra ustedes! Jorge Dale, vamos. Pero estemos atentos, no nos olvidemos que estamos de guardia. Reparten los naipes. Empiezan a jugar. Comienzan a sonar los acordes de un bandoneón. Luego, Juan se incorpora, camina unos pasos, saca un anotador y se pone a escribir. Mientras escribe la carta, va leyendo en voz alta. Los otros tres siguen jugando a otro juego, en silencio. Después, cada uno a su turno, irá repitiendo la secuencia.

El Gordo

“Mamá, papá y Lucianito: hoy es mi cumpleaños y me acordé todo el día de ustedes, y seguro que ustedes también se acordaron de mí. Nunca hubiera imaginado cumplir los 20 tan lejos de casa. Me hice varios amigos muy piolas, ¡hasta me regalaron chocolates y todo! Hay gente de todas partes pero la mayoría, somos del norte. Hace bastante frío, que se siente más de noche… (Lo interrumpe Damián. El gordo también saca una pequeña libreta y se pone a escribir en silencio. Queda solamente Jorge, jugando con los naipes al “Solitario”.)

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Juan “Mi hermosa Leti: esta es la tercera carta que te escribo. Hoy fue un lindo día. Limpiamos las armas, y me tocó ir al depósito de provisiones… ¡nunca había visto tantas gaseosas y latas de masitas juntas! ¡Ah, y chocolates, claro! Te cuento que estamos bien y a lo mejor, nos volvemos pronto, porque parece que los altos mandos están hablando, y van a llegar a un acuerdo… bueno, es lo que nos dijeron…” (Interrumpe el gordo, quien va adelantando en voz alta lo que escribirá en su carta. Juan sigue escribiendo en silencio.)


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Damián “Mucho no sabemos pero por ahí las cosas se arreglan, y no hay necesidad de ataque. Con el gordo nos reímos mucho, hicimos buenos amigos. En estos días nos van a enseñar a bajar helicópteros enemigos, la verdad que no nos gusta un carajo la idea, pero... ¿qué podemos hacer? Bueno, ¿cómo está todo por allá? Vieja, ¿llegó la última de “El Tony”? Mandámela si podés, ¡tengo unas ganas de leerla!.. (Lo interrumpe Jorge.) Jorge “Parece que esta es la última noche en las carpas… La verdad es que mucho no te dicen acá, estamos a la espera del enemigo, aunque ya tenemos uno: el frío. Igual, viejita, quédate tranquila que me puse dos pares de medias y le damos con todo al chocolate, para calentar el cuerpo. Comemos todos juntos dos veces por día, y mañana nos mandan a hacer los pozos, así que nos espera un día de mucho trabajo…” Cuando Jorge termina, cada uno de los cuatro va a retomar el mismo texto -de su propia carta- y volverán a decirlo en voz alta, de manera que se vayan superponiendo los parlamentos. Mientras tanto vemos pasar por delante de los chicos a Leticia con su mamá (ruptura del espacio). Leticia, entusiasmada, lee la carta que recibió de Juan, a su madre. Cuando termina, le da un beso a la carta y la dobla. La madre toma la mano de Leticia y hablan directamente al público. Mientras hablan, los muchachos, lentamente y en silencio, se van a ir colocando el casco y van a buscar sus respectivos fusiles. Esta acción debe estar coordinada con el tiempo de duración de los parlamentos de Leticia y su mamá, de manera que finalicen juntos. Madre Venimos de llevar unas bufandas para los chicos… ¡ah, y unos chocolates!

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Leticia Sí… yo aprendí a tejer, y con mamá, hicimos siete bufandas. Madre Es que… mañana entramos en mayo… Leticia (Interrumpe brevemente.) Sí… mañana ya es primero de mayo. Madre … y el frío, dicen, que se siente más. (Optimista.) Igual nos dijeron que todo está muy bien allá… Leticia Sí, que tienen todo bajo control… y que no nos preocupemos porque hay un montón de comida… Madre Y que frazadas no les faltan. ¡Y están comiendo kilos de chocolate! Leticia ¡Síiiii! Y que les llega todo lo que mandamos… Madre Bueno, entonces, con un poquito de suerte, quizás se arreglen las cosas y se eviten los ataques… Leticia ¡Ojalá! Porque parece que los ingleses no quieren que haya guerra, así que en unos días más… los mandarían de vuelta. Madre Igualmente nosotras vamos a seguir tejiendo bufandas. Es una forma de estar más cerca de ellos, ¿no? Leticia Sí, y yo voy a seguir escribiendo cartas, una por día, como hasta ahora.

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Comienza a sonar una sirena. Leticia y su madre salen horrorizadas.


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ESCENA 5 INSTANTÁNEA DE GUERRA Secuencia de guerra. El cielo se ilumina con las bengalas. Destellos de luces rojas, azules y blancas inundan la escena. Se escuchan las bombas, los gritos, las ametralladoras que suenan a lo lejos y luego, más cerca. Los flamantes soldados corren de un lado a otro, miran hacia arriba, hacia los costados, apuntan y se tiran cuerpo a tierra. Un tiro alcanza a Jorge, que cae en brazos de Juan, quien lo abraza fuerte mientras le grita desconsolado al gordo y a Damián para que lo cubran. Los chicos tratan de reforzar la defensa, mientras Juan toma a Jorge de las axilas y lo arrastra hacia afuera de la escena. Todo, de a poco, va volviendo a la calma. Damián y el gordo, agitados, avanzan hacia el público. Luego, vuelve Juan. Damián Hoy vivimos el primer ataque. El Gordo

Fue espantoso… confieso que me asusté mucho cuando escuché las primeras bombas.

Juan No entendíamos bien qué era lo que estaba pasando. Damián Por momentos no me daba cuenta si era de verdad o estaba soñando… Juan Sí... era como estar adentro de una película de guerra, pero no… El Gordo

Yo sentía que el corazón se me salía del pecho, entonces, empecé a gritar.

Damián Todo se confunde: los gritos, las bombas, el frío y el hambre.

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Juan La vida entera se te pasa por delante de los ojos en un minuto, en segundos… El Gordo

Yo no paraba de gritar “¡Mamá! ¡Papá! ¿Dónde están?” y gritaba y gritaba… para no escuchar nada más que mi propio grito.

Juan Lo peor de todo fue cuando le dieron a Jorge… no lo podía creer. Se lo llevaron urgente a terapia intensiva y seguro que va a salir adelante. Los chicos se miran entre sí. Damián (A sus compañeros.) No puedo más, y a la vez, no me quiero ir a dormir. Juan No debemos. ¿Mirá si nos vuelven a atacar y nos enganchan durmiendo? El Gordo

Hay que sacar fuerzas de donde podamos, muchachos, o nos turnamos y nos pegamos unas siestitas.

Juan Esa es buena. Vayan ustedes, traten de descansar un poco, yo me quedo acá… (Saca la foto.) …con Leti. De paso, le escribo unas líneas. Damián Mañana será mejor, se me cierran los ojos. Tratá de descansar, Juani… Juan Duerman tranquilos… bah… es una forma de decir, yo vigilo.

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Los muchachos se recuestan. Juan saca un pedazo de papel y empieza a escribir.


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ESCENA 6 LA CIGÜEÑA Ruptura de tiempo y espacio: atrás, entra Leticia leyendo la carta ya empezada. Leticia “… Hace días que no recibimos noticias, parece que no está entrando la correspondencia, no sé… yo igual escribo. Esto se pone cada vez más insoportable. El frío parece que se te metiera por las suelas y subiera como un gusano por los huesos. No hay abrigo que alcance. La comida empezó a escasear y con suerte comemos una vez al día. (Entra la madre en silencio, la observa mientras sigue leyendo.) De Jorge todavía no sabemos nada, desde que se lo llevaron a curación. Ojalá vuelva pronto, porque con los muchachos lo extrañamos mucho. Mi chiquita, contame algo lindo, algo que me ayude a seguir. Te quiero muchísimo y te necesito más que nunca, Juani.” (Guarda la carta.) Madre Leti. Leticia Sí, mamá. Madre ¿Le escribiste ya? Leticia No todavía… no sé qué hacer… ¿le cuento? Madre Claro, hija, no tengas miedo. Leticia Pero no es el mejor momento, mamá. No es como yo lo había soñado. Madre Ya lo sé, mi amor, pero a veces uno no puede elegir las condiciones. Tenés que contárselo… Leticia Tengo miedo, mamá, mucho miedo… ¿y si no vuelve? 32


Madre Mi chiquita, no pienses en eso… y si llegara a ser así, bueno, por lo menos lo puede saber, y sentir, y llevarlo en su memoria, y en su corazón. Pero contáselo, no dudes, es su derecho saber. Ya le arrebataron el derecho a elegir, no le saquemos otro… yo entiendo que no es el mejor panorama para dar una noticia tan hermosa, pero le va a hacer mucho bien y además, va a tener un nuevo motivo para seguir adelante, ¿no te parece? Lleva una mano al vientre de su hija y lo acaricia. Leticia sonríe.

ESCENA 7 EL MALDITO SILENCIO

Suena un comunicado, que en la ficción de la escena, despierta a los chicos. Voz en off

“El Estado Mayor Conjunto comunica, que en el día de hoy, 14 de junio de 1982, se ha labrado un acta en la cual se establecen las condiciones de cese de fuego y retiro de tropas.”

El Gordo

Vamos, muchachos, junten todo lo que nos dieron, eh, las mantas, las colchonetas, vamos, hay que enrollarlas…

Juan ¿Los calzoncillos largos también? 33

s e a b re e l t e l ó n

Juan, Damián y el gordo pegan un grito descontrolado de alegría. Se abrazan, saltan, festejan. De a poco, empiezan a recoger sus cosas.


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El Gordo

Todo, claro. Si no, dijeron que lo descuentan de lo que nos van a pagar. (Buscando.) ¿¿Dónde carajo está mi manta??

Juan ¿Y Jorge? (Se miran. Silencio.) Terminan de armar sus bolsos de tela. Avanzan a proscenio. Juan ¿El regreso?... el regreso fue tan frío como el frío de las islas. Damián Es que… uno nunca termina de saber si en verdad volvió… El Gordo

(Poniendo una mano en el hombro de Damián.) Damián no pronunció palabra en todo el viaje hasta Madryn.

Juan Entramos por ahí, por Puerto Madryn. Era de madrugada y estaba muy oscuro todavía… El Gordo

Nos dieron un paquete de cigarrillos y nos metieron en un camión…

Damián Lo cubrieron todo con lonas, nos taparon y nos llevaron directo a la base. Juan Ahí nos sermonearon bastante pero yo elegí no escucharlos. El Gordo

Yo nunca encontré la manta y cuando llegué, en el cuartel, me hicieron bailar.

Damián Sentíamos vergüenza, seguíamos sin entender demasiado. Juan A nosotros nos dejaron quince días en el cuartel… para engordarnos, sí. El Gordo

No querían que la gente nos viera en las condiciones que llegábamos.

Damián Querían que salgamos más o menos con el mismo peso con el que habíamos entrado. 34


El Gordo

Y nos recibió el silencio… el despiadado silencio.

Juan El silencio de la gente... de la calle… Damián Por eso yo también elegí estar en silencio. El Gordo

Nunca fue un buen aliado, por eso, voy a seguir gritando.

Damián Todo se hizo en silencio, nadie sabía que volvíamos… o cuándo volvíamos. Juan (Con inocencia.) Con lo que nos paguen, si me alcanza, me voy a comprar un vaquero y una camisa, o mejor me la guardo así invito a cenar a Jorge, cuando vuelva... El Gordo

Yo tengo que ir a visitar a la familia de Víctor, y llevarles la carta que nunca pudo mandar...

Damián Hasta que por fin… nos dieron la baja. El Gordo

Sí, nos hicieron firmar un papelito y nos largaron…

Juan Nos despedimos y cada uno volvió a su pueblo. Empieza a sonar “Eiti Leda”, de Serú Girán. Una voz, que proviene de afuera de escena, llama a Damián, que abre sus brazos y sale de escena. Luego, otro grito: “¡¡¡Gordo!!! ¡¡¡Germán!!!”. Al gordo se le ilumina la cara, sale corriendo a saludar a los suyos. Finalmente, queda Juan.

Se da vuelta, ve a Leticia, con una pancita de un incipiente embarazo. Apagón. 35

s e a b re e l t e l ó n

Escucha una voz muy dulce que proviene de atrás: “Juani, mi amor, volviste…”.



UN ALMUERZO EN PAZ SAINETE EN UN SOLO ACTO

La siguiente es una obra fresca, divertida y muy argentina. Habla de nosotros, de nuestra idiosincrasia, que propone, lejos de pretender analizarnos, una autocrítica con mucho sentido del humor, algo así como poder reírnos de nosotros mismos. Recomiendo que le aporten a la obra cosas que les sean propias; “adueñarse” del texto y hacerlo más local si se quiere. Probablemente haya modismos distintos entre los descendientes de comunidades piamontesas, originarias, alemanas, judías, etc. Sientan la libertad de tomarse esas licencias. Recomiendo también, compartir este texto con personas más grandes, que puedan asumir los roles de los padres y/o de los abuelos de la historia. Pueden ser algunos “Profes” o bien, algunos padres, dispuestos a participar.

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Les aseguro que va a ser una experiencia inolvidable.


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PERSONAJES CACHO, EL PADRE ROSITA, LA MADRE EL NONO LA NONA VITO, EL HIJO DALIA, LA HIJA MAYOR CARLOS, EL MARIDO DE DALIA LARA, LA HIJA MENOR ÁNGEL, EL NOVIO DE LARA

Típico almuerzo familiar de domingo al mediodía. Mesa en preparación. En escena, el abuelo solo, en la cabecera de la mesa, mirando televisión. El televisor encendido, (parte de atrás del aparato hacia el público). Se escucha la voz de un comediante que cuenta chistes. El abuelo, inmutable. Voz en off

(Desde la tele) ¿Qué hace un sapo cuando sale del jardín? ¡Vamos, señora, señor, desde su casa, quiero escuchar la respuesta! Repito, ¿qué hace un sapo cuando sale del jardín? (Pausa.) ¿No lo 38


sabe, señora? ¿No lo sabe, señor? Vamos abuela, abuelo, tía, tío, ¡arriesguen una respuesta! ¿Qué hace un sapo cuando sale del jardín? (Breve cortina musical.) ¡¡¡Pasa a primer grado!!!

Rosita

Bueno, nono, basta de tele que en un ratito come-mos, y nada mejor que tener un almuerzo en familia, poder “dialoguear” como personas civilizadas, ¿me entiende, nono? (El abuelo la mira, inmutable, con una leve, pero muy leve sonrisa. Ella lo mira y le vuelve a decir:) ¿Me entiende, nono, o no me escucha? ¡¡Bas-ta de te-le!! ¡Que ya comemos! (El nono la sigue mirando de la misma manera.) ¡¡¡Nono!!! ¡¡¡La tele!!! (Toma el control remoto y apaga el televisor.) Mi difunta abuela siempre decía “el almuerzo del domingo, ¡é cosa sacra!” (El abuelo solo la mira, y sin desdibujar su incipiente sonrisa, empieza a caerse muy suavemente hacia un lado.) Nada de colaciones “tenológicas”, nada de radio que perturba la escucha, menos aún la tele que te afecta también la atención ocular, nada de “notebucs” (Lo dice así, como está escrito.) Yo no entiendo a esos padres moderrrnos que permiten a los chicos estar almorzando con la “notebuc” al lado, ¡¡jamás!! Eso es el fin de la comunicación familiar en la “potsmodernidad”, se enfrascan en la pantalla y no ven ni oyen nada más, no, no, no, eso nunca lo voy a permitir, les hablás y no te escuchan, o te responden “ahjá” sin saber lo que les estás diciendo, pobrecitos, ¡pobrecitos!.. (A punto de llorar) estos chicos “ñu aje” (Pronuncia horriblemente “new age”. Vuelve al enojo.) ¡Se creen que se las saben todas, pero en realidad no saben que se están perdiendo uno de los momentos más “sacros” como es almor39

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Se escuchan risas en la tele, el abuelo permanece mudo. Entra Rosita con los platos.


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zar en familia. (El abuelo queda inclinado hacia un lado, en 45° y la mira. Rosita sigue inmersa en su discurso, mientras sigue preparando la mesa.) Imagínese si mi santa abuela saliera de su tumba y viera lo que es la familia moderrrna, imagínese. ¡Cinco minutos aguantaría! Y creo que exagero. Vuelve solita a la tumba, solita. (Amaga a salir y vuelve bruscamente.) ¡¡Ahhhhhhh!! ¡¡Y los celulares!! ¡¡Otro dispositivo “perturbaticio”!! Eso sí que molesta, ¡molesta!, ¡¡molesta!! Nada de celulares para sentarse a la mesa, ¡fuera! No hay nada peor que escriban “desimuladamente” un… (Piensa.) “cnn” (quiere decir “sms” pero no le sale) mientras se está comiendo… así (Gesticula la acción) por abajito del mantel, haciéndose el “yo no fui”… y te mandan un “cnn”, y a los cinco minutos les suena el pito, les entra un “cnn”, y así se pasan todo el almuerzo escribiéndose con ese aparatito endemoniado, ¿qué digo el almuerzo? ¡la tarrrde! ¡¡el día!!! Siempre lo digo, la “tenología” debe estar al servicio del ser “humanos”, y no a la “reversa”. (Quiebre rotundo. Mira fijamente al abuelo.) ¿Me parece a mí o usted nono está torcido? (El abuelo sólo emite un “Eeehh” como respondiendo una obviedad. Rosita lo endereza.) ¿Está mejor así? (El abuelo la mira.) Nono, le pregunto si está mejor así. (El abuelo la mira sin responder.) A usted le está faltando un almohadón en la espalda, ahí le traigo… (Por lo bajo mientras sale.) …viejo sorrrdo. (Vuelve a entrar con un almohadón enorme que coloca entre la espalda del abuelo y el respaldo de la silla. El almohadón es tan grande que el abuelo queda hacia adelante, muy incómodo, pero no pronuncia palabra.) Bueno, ahora sí, (Concluyente, mirando cómo quedó el abuelo.) ¡Mejor, echale agua! Así que bueno, ya está casi todo, ah, el pingüino me faltó… (Sale y vuelve a entrar con un pingüino color ocre.) Ahora 40


sí. Todo listo para un almuerzo en paz. (Breve pausa. Pega un grito descomunal.) ¿¿¿QUÉ PASA QUE NO VIENEN A LA MESA??? Cacho (Entrando.) ¡Bueno, bueno! Tranquilita, eh… que ya con esto tengo más que suficiente… (Muestra el diario señalando una noticia. Desahuciado.) Subió la carne… (Rosita levanta y baja los hombros expresando “y a mí qué me importa” y sale para la cocina.) ¡Claro, a vos no te importa! ¿Y qué te va a importar? Si la señora va al supermercado y revienta la tarjeta, llena los changuitos y revienta la tarjeta, compra, compra, compra y revienta la tarjeta, total el que se revienta laburando para pagarla soy yo… así cualquiera. (Al abuelo.) ¿Qué te parece, papá? Vos no tenías ese problema, antes era distinto. ¿A vos te parece que un pedacito así de plástico, (Gesticula el tamaño de una tarjeta de crédito.) que hasta te resulta simpático, te digo, con un holograma que nunca entendí cómo hacen para ponérselo, te traiga tantos problemas? (Interviene Rosita desde la cocina, sólo la voz.) Rosita

(En off) Si no te gusta, andá vos…

Cacho (Furioso.) ¿¿Cómo?? Rosita

(Sigue en off) Que si no estás conforme cómo hago las compras, la próxima vez, vas vos al chino y se terminó.

Rosita (Asomando la cabeza desde la cocina y dando nuevamente un grito descomunal.) ¡¡¡Cacho!!! ¿¿¡Atendé, querés!?? 41

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Cacho ¡Ahhh bueno! (Respira hondo varias veces, cortito y rápido.) Mirá, voy a hacer de cuenta que pasó el tren de Acassuso y acá no se escuchó nada… Quiero tener un almuerzo en paz. (Suena el timbre. Nadie acusa. Vuelve a sonar, insistente.)


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Cacho ¡Sí, reina! ¡Atiendo, atiendo! Total, también hice el curso de Ama de llaves… ¡no sabés con qué calidad te atiendo la puerta!… (Entredientes, yendo a atender.) ¿Quién me mandó casarme, no te digo yo? Aparece Vito, pálido, asustadísimo, no puede pronunciar palabra. Saluda a su padre sin hablar. Saluda al abuelo. Se sienta a la mesa, se sirve un vaso con vino del pingüino, lo llena y se lo toma de un solo trago. Cacho, lo mira estupefacto. Cacho ¿Vos recién volvés de anoche, o te levantaste temprano y saliste a desayunar? Vito asiente con la cabeza, sin hablar, mira fijamente el vaso. Cacho ¿Sí, qué? Sí que recién volvés de anoche, o sí que… Vito vuelve a asentir con la cabeza, sin hablar, se vuelve a servir vino. Cacho ¡Bueno, bueno, bueno, despacito que no es agua eh! ¿Qué te pasa? Vito, contestame, ¿qué te pasa? ¿Pasó algo? ¡Vito te estoy hablando! Vuelve a sonar el timbre. Irrumpe Lara desde su dormitorio, desbordante de energía. Lara ¡Yo voy, má! Debe ser Ángel. (Mientras se dirige a la puerta, saluda.) ¡Hola nonito “hermosho”! (Le da un beso con ruido.) Hola Vito… ¡nene, qué cara! ¿Qué tal, pá? (Abre la puerta.) ¡¡¡Hola mi amor!!! (Aparece Ángel. Se dan un abrazo exageradamente amoroso.) Ángel ¡Hola mi pimpollito! (La levanta en andas y giran mientras se abrazan y besuquean).

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Cacho ¡Bueno, bueno, bueno! ¡Basta a la una, basta a las dos, y basta a las… (Los chicos se sueltan.) … tres! Así está mejor… Ángel ¡¡¡Vamos a la mesa que tengo un hambre!!! (Se dirigen hacia la mesa.) Aparece de un lateral la nona, con el pelo recién teñido de fucsia. Es muy moderna y habla con términos muy actuales, de adolescentes. Nona ¿Qué tal familia? ¿Les gusta mi nuevo look? Vito y Cacho la miran azorados. Lara y Ángel sonríen cómplices. Lara ¡Nonina! ¡Qué hermoso! ¡Te queda brutal! Nona (Al nono.) ¿Te gusta, Ruper? (El nono solamente la mira y sonríe.) Lara ¿Cómo te lo hiciste, nonina? ¿Dónde conseguiste tintura en ese tono? Nona ¡Nena, es muy fácil! Con papel creppe. Todos ríen. Suena el timbre. Nona ¡Yo voy, yo voy! Llegan Dalia, la hija mayor, su marido Carlos y el bebé en su cochecito. Dalia es amorosa y muy femenina. Carlos es tosco y está siempre de muy mal humor. Dalia ¡Hola, hola! ¡Abuela! ¡Qué onda! ¡Guau, ese pelo! Carlos ¡Sí, guau, guau! Parece un perro caniche…

Se sientan a la mesa. Entra Rosita con una gran fuente de tallarines. 43

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Nona A palabras rancias, oídos con naftalinas… pasen, siéntense que ya está la comida.


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Rosita Desde las 8 de la mañana que estoy dale que te dale, amasando para ustedes… espero que les guste. Dalia Yo sirvo, mamá. (Empieza a servir los tallarines.) ¡Vayan pasando los platos! Vito Para mí apenas, eh. Ángel Para mí con tutti, lo que entre en el plato… ¡tengo un hambre! Carlos Para mí también, tengo una lija… Nona Para mí muy poco, me estoy cuidando… Termina de servir a todos. Rosita Gracias, nena. Muy bien, ahora sí… “¡Buon apetitus!” Cacho ¿¿Qué?? ¡Bon appetit, querrás decir! Rosita ¡Bueno… eso! “¡Buon apetit!” (Enojada.) Bueno… no soy “políglotas”. Cacho Bueno, entonces no te hagás la intelectual. Decí “buen provecho” y punto. Clima tenso. Todos comen de manera coordinada: tenedor al plato, enroscan los tallarines, levantan el tenedor en línea recta ascendente a la altura de la boca y luego, a la boca. Los cuatro movimientos deben estar perfectamente coordinados. Rosita ¿Y, Carlitos? ¿Cómo va la carnicería? Carlos Más o menos, suegra, más o menos. Con el aumento de la carne la gente está comprando más pollo. Dalia Decí que agregamos la venta de pollos, así que vamos compensando…

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Carlos Y ahora estamos pensando en anexar verduras y frutas… vamos a ver qué pasa. Rosita Tenés que vender con tarjeta, Carlos. Si empezás a vender con tarjeta de crédito, yo te voy a comprar todos los días. Cacho ¡No te quepa la menor duda! Otro motivo para seguir reventando la tarjeta… Lara y Ángel se hablan al oído, se hacen mimos, se ríen, abstraídos. Cuando se percatan de ser observados, se reacomodan. Ángel se sirve vino, toma, se vuelve a servir, vuelve a tomar. Cacho ¡Bueno, bueno! Un poco de respeto… ¡estamos en la mesa! Nona ¡Cachito, dejalos! ¡Son jóvenes! Y están tan enamorados… ¡qué lindo! Cacho Sí, sí, son jóvenes… ¿y con eso qué? Cuando estaba de novio con la Rosi, ¡mirá si se me iba a ocurrir darle un beso en el almuerzo, por favor! Y menos en la casa de sus padres. Nona Bueno, Cachito, los tiempos han cambiado y uno tiene que “ayornarse”, sino… te comen los piojos, m’hijo. Carlos A usted, con ese color de pelo, ¡no creo que se le arrime ninguno! Dalia ¡Carlos, no seas ordinario! Nona ¡Nena, es una broma! Yo sé que en el fondo Carlitos me quiere…

Pausa. El nono sigue sonriendo. Vito sigue en silencio rotundo, no saca la mirada del plato. 45

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Carlos ¡Pero seguro, nonina, sino, no le haría estos chistes! Eso sí… ¡muy en el fondo, eh!


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Cacho Así que éste es el famoso Ángel… Lara ¡Sí, papá! ¿No es divino? Cacho Sí, sí, y le dá bastante al vino, “el divino”. Rosita Y decime, nene, ¿vos trabajás? Ángel No, señora, todavía no. Estoy estudiando. Cacho Como si no se pudiera hacer las dos cosas al mismo tiempo… Dalia Bueno, papá, pero si tiene la posibilidad de que los padres le paguen la carrera… ¿cuál es el problema? Lo único que tiene que hacer es estudiar. Ángel Sí, igualmente ya estoy buscando porque prontito, con Lara, nos vamos a vivir juntos… Cacho ¿¿Qué?? Rosita ¿¿Cómo?? Lara Sí, ese es nuestro proyecto… en dos meses como máximo, nos vamos a vivir juntos. Cacho ¿Ah, sí? ¡No me digas! Rosita Eso lo vamos a hablar en otro momento, nena… todavía no cumpliste los dieciocho… y decime, Ángel, ¿qué estás estudiando? Ángel Teatro, señora. Cacho ¿Qué? Ángel Teatro, señor, arte dramático. Cacho (Irónico.) ¡Ah, bueno… estamos salvados entonces! Rosita Nene, te pregunto en serio. Ángel Yo le respondo en serio, señora. Estudio Teatro, me encanta, ¡es una pasión! 46


Lara ¡Ay, mamá cuando lo veas en las tablas… te enamorás! Yo ya fui a verlo a tres obras… ¡es tan buen actor! ¡Llora y todo! Nona ¡Qué lindo, nene! ¡Me encanta! ¡Yo siempre quise ser artista, pero el Ruperto nunca me dejó! Decía que eso era para bataclanas… otros tiempos, claro. (El nono la mira y sonríe.) Cuando hagas otra obra avísame, eh, que te voy a ir a ver… Carlos (A Lara) Lo jodido para vos debe ser cuando le toca besar a otra, ¿no? Lara Pero no, nene, ya le tocó eso… son besos profesionales. Rosita ¡Besos profesionales, haceme el favor! Dalia (Cortando la discusión.) Pa, ¿cuándo chocaste? Cacho ¿¿Cómo?? Clima tenso. Silencio total. Todos miran a Vito, quien se atraganta con los tallarines. Toma raudamente un trago de vino con soda. Cacho (Muy serio, enojadísimo.) Vito, ¿me podés decir a qué se refiere tu hermana? Vito (Le pega una patada a Dalia por debajo de la mesa.) No sé, papá… Cacho Vito, yo sé muy bien cuando estás en infracción… (Irónico.) Te conozco como si fueras mi hijo… ¿qué le pasó al auto?

Cacho ¡¡¡La puta madre que lo remil parió!!! (Dirigiéndose a la puerta de entrada, a los gritos.) ¡¡Un rayoncito, un rayoncito!! ¡¡Vamos a ver el rayoncito!! (Sale de escena para ver el auto.) 47

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Vito Nada, papá, le hice un rayoncito nomás, justo cuando iba a estacio…


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Rosita (En defensa de Vito.) ¡¡Fui yo, fui yo, Cacho!! Me pasó esta mañana cuando volvía del super… El bebé llora desconsoladamente. Dalia lo sube en brazos y lo acuna. Rosita sigue defendiendo a Vito. La abuela se suma en la defensa. Todos discuten al mismo tiempo y a los gritos. Confusión total. Luego, todos miran hacia la puerta: aparece Cacho. Silencio y tensión total. Cacho (Desencajado. Se detiene en la entrada. Respira hondo. Lo mira fijamente a Vito. Luego, pega un grito visceral y corre hacia él.) ¡¡¡Te voy a matar!!! Rosita se tira encima de Vito para cubrirlo, Carlos en complicidad con Cacho, también trata de pegarle a Vito, la nona –con el bastón del nono- reparte bastonazos, todos pelean y discuten entre sí. Gritos superpuestos. Terminan peleando todos contra todos. Luego, Lara grita: Lara ¡¡Estoy embarazada!! Todos se detienen. Congelan. Silencio absoluto por unos segundos. Cacho y Rosita se miran. Vito larga una carcajada. La nona aplaude contenta. Luego, Dalia coloca al bebé en el cochecito. El nono ríe. Lara ¡Estoy embarazada! ¿No es hermoso? ¡Con Ángel, vamos a ser papás! Todos se quedan con la boca abierta. Tensión total. Dalia Bueno… nosotros… mejor nos vamos… (Salen Dalia, Carlos y el bebé.) Vito Yo los acompaño unas cuadritas… Cacho (Totalmente encolerizado.) ¡¡¡No te lo puedo creer!!! ¡¡Lo que faltaba!! ¡¡Pero miren ustedes a Angelito, con esa cara de…!! 48


Lara ¡Papá, por favor! Cacho (Yéndose por otra puerta, a los gritos, probablemente hacia su cuarto. Mientras le va dirigiendo su discurso a Rosita.) ¿Ves? ¡Ahí tenés la modernidad! ¡Eso es culpa tuya! Rosita (Lo sigue.) ¿Ah, sí? ¿Ahora resulta que la culpable soy yo? Pero haceme el favor, querés… ¡y calmate que te va a subir la presión! Cacho ¡La presión, la presión! ¡¡Ya no tengo presión, ya reventé!! ¡¡¡La culpa es tuya!!! (Saliendo de escena, sigue gritando.) Rosita ¡Como siempre! ¡Toda la culpa de lo que pasa en esta casa es de esta infeliz! (Se va detrás de Cacho.) En escena quedan el nono, la nona, Lara y Ángel. El abuelo sigue riendo. Lara Nono, es en serio lo que estoy diciendo… ¿de qué te reís? Nono

¡¡Pasa a primer grado!! (Sigue riendo.) ¡¡Pasa a primer grado!!

Todos ríen.

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Apagón



GASKAMMER* POR LOS DERECHOS HUMANOS

El siguiente texto habla básicamente de los derechos humanos. La historia transcurre en la Alemania nazi, a principios de la década de los ’40 del siglo pasado. Sin duda uno de los hechos más aberrantes en la historia de la humanidad, que terminó con la vida de seis millones de personas, entre los que se encontraban ancianos y cientos de miles de niñas y niños inocentes.

*En alemán: cámara de gas. 51

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La obra habla de la intolerancia en extremo, despiadada y salvaje. Temática que se hace lamentablemente universal y presente en las más diversas culturas, en nuestras culturas


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originarias y lugares del mundo, incluyendo por supuesto a nuestro país con el gobierno de facto, y a todos los países de la hermana Latinoamérica y del mundo, víctimas de gobiernos militares, dejando secuelas y heridas que aún no cierran. Por una memoria siempre viva. Para no perder la memoria. Por un grito eterno: NUNCA MÁS.

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PERSONAJES JUDITH, UNA MUJER ANCIANA AARÓN EFRAÍN ISMAEL GRETEL ESTHER 3 NAZIS

Interior de un vagón de tren, 1941. En escena: dos hombres, una mujer, y otra más en el fondo, Esther. Está de rodillas en el suelo, con un bebé en sus brazos. Entra Judith, una mujer entrada en años. Lentamente llega al centro del espacio escénico y le habla dulce y pausadamente al público. Esta es la historia de mi vida… Me llamo Judith, solo Judith, tenía un apellido pero no era el verdadero. No sé mucho sobre mis padres. Tan sólo conservo este pedazo de papel envejecido con unas pocas palabras, como el tesoro más grande del mundo. Esta es parte, la primera parte, de la historia de mi vida. (Sale de escena muy lento.)

El tren recién se ha detenido. Se escuchan algunas voces superpuestas que provienen de afuera. Gritos. Irrumpe a los tumbos un hombre, empujado brutalmente hacia el interior del vagón. Es Aarón, el último que ingresa. 53

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Judith


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Aarón (Se recompone.) ¡La humanidad… la humanidad! ¿Qué habremos hecho para terminar así? Efraín Quién sabe… la especie humana es demasiado compleja como para intentar comprenderla. Ismael Las diferencias. Quieren eliminar las diferencias, eliminándonos. Efraín Y no van a parar… Aarón Tal vez nos quede una esperanza en los aliados. Efraín Es posible, pero no creo que estemos ahí para verlo… Aarón Quizás nosotros no, pero… (Señalando a Esther.) …miren a esa mujer, no creo que estas basuras sean capaces de matar a su bebé. Ismael Nunca se sabe de lo que podrían ser capaces estas mierdas. Aarón (A Esther.) Vos… ¿por qué estás acá? Esther sigue aferrada a su bebé y no da respuesta. Aarón (Insistente.) ¿Cómo llegaste a este lugar? (Esther permanece en silencio.) ¡Te estoy haciendo una pregunta! ¡¡Contestame!! Ismael (En defensa de la mujer.) ¡Pero no se da cuenta que esa mujer no está en condiciones ni tiene la fuerza suficiente para contestarle! Aarón (Alterado.) ¡¡Nos van a matar a todos, lo mínimo que podemos hacer es saber por qué estamos acá!! (Pausa. A Efraín.) Y vos, ¿cómo terminaste acá? Efraín (Respira hondo.) Yo soy médico y con una fuerte vocación. Y hasta ayer curaba a todas las personas que venían con algún problema y… no me 54


importaba si cobraba o no… Un día por semana dejaba mi consultorio y salía con mi coche por los campos a visitar gente para ver cómo estaban de salud, y repartía gratuitamente algunas medicinas. Era feliz haciéndolo. Aliviar el dolor, ver sonrisas nuevas en los rostros de los niños, es algo que no tiene precio, por eso si no podían pagarme a mí no me molestaba. Algunos me daban alimentos, o me regalaban frutas; lo que tenían. (Pausa.) Ayer estaba volviendo de una de esas recorridas y tres hombres me detuvieron en la carretera. Comenzaron a hacerme una serie de preguntas. Yo les conté lo que hacía, y me dijeron que apague el motor y aguarde al costado del camino. Mientras uno me apuntaba, los otros dos se fueron a una casilla a unos metros de ahí. Al cabo de unos minutos volvieron gritando varias veces “¡¡Socialista!!”, y empezaron a destrozar el coche a palazos. Después me llevaron a la fuerza, me vistieron con esta ropa y me cargaron en el tren; así es como terminé acá… Todos guardan silencio por unos segundos. Aarón Yo soy Aarón Goldstein, director de cine. (Con orgullo.) ¿Les suena ese nombre? Efraín ¡Claro! Ismael Maestro, vi todas sus películas. Le pido disculpas por el exabrupto de recién, no lo reconocí. Aarón No hay problema, entiendo la situación. Aarón Estos cerdos me contrataron para dirigir una película. El libro mucho no me convencía, pero necesitaba el trabajo. Así que me dije, “debo encontrar el equilibrio entre poder llevar adelante 55

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Ismael ¿Por qué terminó en este lugar, maestro?


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la dirección del largometraje, sin traicionar mis valores”, y acepté el desafío. Pero, al oponerme en algunos aspectos del guion y al hacer algunas objeciones, se enfurecieron, me golpearon y me tiraron acá… La vida humana es efímera, las películas sobreviven más tiempo…, (Suspira.) Quedará solo mi nombre en ellas si no las mandan a destruir después de esto. Gretel

(Irrumpiendo.) Mi nombre es Gretel.

Todos la miran en forma repentina. Silencio por varios segundos. Se miran todos con todos. Aarón Pero… ¿ese nombre no es alemán? Gretel Sí, yo soy alemana, pero me enamoré perdidamente de un judío… Tuvimos un romance, nos enamoramos, tratamos de mantener nuestra relación en secreto pero nos descubrieron… A él lo mataron, y yo, voy por el mismo camino… Ismael El amor es así, todo lo puede y a nada le teme. No sabe de razas, de idiomas, de sexos. Efraín ¿Pero acaso Gretel no tiene derecho a enamorarse de quien quiera? Aarón Claro que sí, el amor es libre. El amar es un derecho. Pero estos asesinos no entienden de derechos, no quieren entenderlos, y no los reconocen. Gretel (A Ismael.) ¿Y vos por qué estás acá? Ismael Soy homosexual. Y parece que también quieren deshacerse de nosotros. Se escucha una sirena prolongada. Ni bien empieza a sonar, Aarón habla por sobre el sonido de la misma.

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Efraín Nos llaman. Si suena una vez, deberán salir las mujeres, si suena dos veces, nosotros. Tensión en las dos mujeres. La mujer llora abrazando fuertemente a su bebé. Finalmente, la sirena suena dos veces. Los hombres se miran entre sí. Aarón Vamos… Ismael Yo no me muevo de aquí. Efraín Vamos. Puede ser peor para todos si nos… (Interrumpe Esther.) Esther ¡Un bolígrafo! Necesito un bolígrafo, ¿alguien tiene? Todos la miran desconcertados. Aarón, sacando uno de su bolsillo. Aarón Tome. Me acompañó los últimos cinco años. (Saca una pequeña libreta de apuntes.) Le regalo la libreta también. Ya no los necesito.

Esther Yo era feliz… me había casado hace poco, tenía una casa, había formado mi familia… Aquella noche, irrumpieron en nuestro hogar y comenzaron a destruir todo, buscando los libros… Yo le había dicho a mi esposo que no debíamos ocultarlos, que iba a ser peor… y así fue. Como no los encontraron, a él le dispararon en la cabeza delante de mí. Judith ya dormía en su cuarto y ante el disparo rompió en llanto. Así fue que descubrieron que teníamos una hijita, y nos trajeron acá. (Pausa.) ¿Adónde nos llevarán? 57

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Todos se miran. Aarón hace una seña a los otros dos hombres para salir. Muy lento, comienzan a irse. Esther arranca una hoja de la libreta y escribe; la dobla y la esconde entre la ropa de su bebé. Luego, mira a Gretel.


4 obras breves

Gretel ¿Se puede ser tan ingenua? ¡¡A la muerte!! ¿Dónde más si no? Ninguno de los que estamos acá vamos a salir con vida. ¿No escuchás? ¡Los gritos, las bombas, los tiros! Este lugar es la antesala a una muerte segura. Esther (Desencajada.) ¡¡Hija de mil puta!! ¡¡No digas eso en frente de Judith!! Gretel (Compasiva.) ¿Tenés esperanzas todavía? Vacías esperanzas. Es simple… o se muere con nosotros, o se la llevan y la convierten en uno de ellos, que es un futuro peor. (Esther no quiere escucharla, sigue llorando abrazada a Judith. Gretel se acerca a ella, tratando de persuadirla.) Llorar no va a cambiar nada. Yo conozco este lugar, y sé cómo podemos escapar, pero esa nena… (Se acerca, mira dulcemente a Esther, toma a la niña en sus brazos y se aleja unos pasos. Luego, falsamente dulce.) ¡Qué linda es! ¡Tiene tus ojos! (Pausa.) Haceme caso, tenemos toda una vida por delante como para terminarla acá. Podemos escapar… pero esta nena, esta inmunda nena, es una piedra en el camino… Esther (Abalanzándose sobre Gretel y recuperando a Judith.) ¡¡Nooooo!! ¡¡Sacá tus sucias manos de ella!! ¡¡Estás totalmente desquiciada!! ¡¡No tenés idea de lo que es el amor a un hijo!! Gretel ¿¿No te das cuenta que esa cosa te está empujando a la muerte?? Esther ¿¿Cosa?? ¡¡Vos sos una cosa!! ¡¡Judith es mi hija!! ¡Jamás la dejaría, por nada en el mundo! Creo que estás totalmente loca, ya perdiste todos los sentidos. (A Judith.) ¡Mi amor, mamá nunca te dejaría, jamás, jamás, jamás! (La besa una y otra vez.)

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Se escucha el ruido de la puerta abriéndose bruscamente, ambas se sobresaltan. Entran tres nazis. Saludan con la mano en alto. Gretel (Susurrando enojada.) ¿Ves? ¡Podríamos haber escapado, pero no! ¡Tuviste que arriesgar tu vida por una inútil que va a terminar de su lado! ¡Que nunca va a saber quién sos y que nunca te va a reconocer! Esther ¡Yo sé que no va a ser así! Esther permanece aferrada a su hija, atrás y a la izquierda. Gretel queda arrodillada en el centro, petrificada. Un nazi se le acerca, se para al lado mientras le apunta a la cabeza. Le ordena a los otros dos que se lleven a Esther. Nazi 1

IN DER GASKAMMER!!

Nazi 2 le arrebata el bebé a Esther, mientras el otro, nazi 3, se la lleva por la fuerza. Esther grita desesperada. Salen. Nazi 1 le dispara a Gretel en la cabeza. Sale. Solo queda el nazi 2 con la beba en brazos. Ruptura de tiempos. Aparece nuevamente Judith adulta a escena. Se cruzan muy lentamente con el nazi. Judith se mira a sí misma de chiquita. El nazi lentamente se va. Queda solamente el cuerpo de Gretel en el piso y Judith, en el centro de la escena. Judith (Sacando el papel envejecido. Lee.) Hija querida, no sé qué será de nosotras. Lo único que pido es que sobrevivas al caos y tengas una vida feliz. Te ama con todo el corazón, ahora y siempre, tu mamá, Esther.

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Apagón.



¿MUERTOS? BREVE COMEDIA NEGRA

Esta última pieza breve está orientada a los alumnos de ciclo superior ya que aborda como punto de partida, el humor negro. Es recomendable que este texto recaiga en manos de personas que tengan el hábito de la lectura, o que hayan leído teatro, o bien, que tengan un gran sentido del humor y apertura como para poder disfrutarlo.

Con estas premisas en claro, dirigidas especialmente al lector adolescente, se traduce entonces, en una divertida comedia de humor negro, con una alta dosis de teatralidad.

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Es también indispensable no caer en el error de asociar a los personajes ficticios de esta obra con personas queridas que ya no están en forma física con nosotros, de lo contrario, sería imposible abordarlo.


4 obras breves

PERSONAJES PINA CHARLY CUKI

En escena tres cuerpos. Cada uno tendido sobre una tabla del ancho de cada actor, inclinado hacia adelante, a 45 grados. En ningún caso se colocarán cinturones para sujetarse. Permanecer inclinados formará parte del trabajo corporal del actor en esta pieza. De izquierda a derecha Pina, Charly y Cuki. Cuki (bosteza, de mal humor) – ¡Ahhhhhhhhhh… dormí re mal! Charly ¿Vos dormiste re mal? Al menos el tuyo es acolchonadito, ¡el mío es pura madera! (Pausa.) ¿No se te apolilla eso? Cuki Aún no. Todavía no. Quizás un día… se apolille, y yo. Pausa. Charly Odio las flores, ¿para qué traen flores? ¿qué somos? ¿floreros? Pina, que hasta el momento estaba dormida, lanza una brutal carcajada. Cuki, molesta.) Cuki Ustedes no tienen sentimientos. Son muy fríos. 62


Charly y Pina se miran conteniendo la risa. Luego, a dúo. Charly y Pina ¡Estamos fríos! (Ríen.) Cuki A la gente le hace bien traer flores. Charly ¿Si? (Reflexiona); igual no lo entiendo, nunca lo entendí. Cuki ¿Qué es lo que no entendés? Charly Todo este asunto de las flores… Cuki Ay Charly... sos tan complicado, a veces no te entiendo... ¿siempre fuiste tan rebuscado? Charly No, no siempre, ahora porque tengo mucho tiempo para pensar. (Pausa. Se miran los tres. Finalmente ríen. Pausa.) Charly (Suspira.) Ahhhhhh… Cuki Así es… Charly ¿Así cómo? Pina Así. Charly (Aprobando la reflexión.) Ahjá… Pausa. Charly ¿Escucharon algo de lo que dijo el tipo que estaba con Tito? Cuki Mmm… estaban midiendo algo, no escuché muy bien.

Cuki ¿Cómo que nos sacan? no puede ser… ¡yo estoy acá hace años, es un derecho adquirido! Además, si nos sacan de acá, ¿adónde nos llevarían?

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Charly Yo el otro día escuché a Elvira, la viuda de Jerez, y decía que nos sacan a todos.


4 obras breves

Pina Ahora que lo dicen… a mí también me pareció escuchar algo, yo no sé a qué se refieren con sacarnos, pero yo de acá no me voy nada. Además llevo muchos años al lado de ustedes, ¿miren si nos separan? A esta altura no estoy para hacer nuevos amigos. Los tres ríen a carcajadas. Cuki Y si nos sacan de acá... ¿ustedes dicen que nos llevarían a los nichos del fondo? Pina ¿Los nuevos? ¿Los prefabricados? Charly Qué poco glamour… Pina Horrible. Cuki Bueno... por ahí podríamos pedir que nos mantengan cerca... Charly Sí, que nos separen sería triste, ¡llevamos toda una vida juntos! Los tres ríen a carcajadas. Charly ¡Qué pan tan amargo! Cuki No somos nada… Pina No se gana para disgustos. Cuki Lo que me preocupa es dónde terminaremos… Pina ¿Tendremos un lugar… habitable? (Sonríe.) Charly ¿Nos meterán en esos hornos para hacernos polvo? Cuki Cremación, Charly, cremación. Pina ¡Sí! ¡Quiero cremas! ¡Cómo extraño las cremas! Charly Pina, la cremación no tiene que ver con las cremas. En todo caso, te hacen crema… 64


Cuki O polvo, en realidad. Charly Si ya no vienen a vernos, nadie debe estar pagando el alquiler… Cuki El mantenimiento, Charly. Charly Como sea… (Pausa.) La chica que me trae flores, seguro que se equivocó de tumba. Cuki Y dale con esa chica... ¿estás seguro que no la conocés? Charly No, Cuki. Yo nunca estoy seguro de nada. Ni siquiera si estoy muerto. (Reflexiona pícaro.) Después de todo, no la pasamos tan mal juntos… (Se miran cómplices. Sonríen.) Pina ¡Escuchen! ¿Y si le pedimos ayuda a alguien? Digo, ¿si cuando viene alguien de visita saltamos así? (Hace una demostración de eso.), alguien nos va a tener que escuchar... Cuki ¡Sí! ¡Y quizás nos ayuden a defender nuestros derechos! (Se emociona y alza la voz.) ¡Sí señores! Debemos… ¡movilizarnos!… (Mira a Charly y Pina, éstos niegan con sus cabezas.) Debemos… ¡marchar!... (Vuelve a buscar la aprobación de sus compañeros. Éstos niegan con sus cabezas.) Debemos… ¡defender nuestro derecho… (Ahora sí, los compañeros aprueban.) …a una vivienda digna! (Pequeña pausa, luego los tres.) Cuki, Pina ¡¡Pueblo sí, colonia no!! y Charly Los tres ríen a carcajadas. Pausa.

Cuki Así es…

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Charly (Suspira.) Ahhhhhh…


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Charly ¿Así cómo? Pina Así. Charly (Aprobando la reflexión.) Ahjá… Pausa. Charly Pero me parece que no va a funcionar. Imagínense saltar cuando alguien viene a vernos… puede ser muy divertido para nosotros, no para el que venga de visita; además ya nadie viene… pensemos otra cosa. Cuki (Desilusionada) Me boicoteaste… Pina Siempre hay un muerto que te boicotea. Cuki Evidentemente, no nací ni morí para la política... Charly Se trata de pedir ayuda, no de espantar gente. Pina ¿La política espanta a la gente? Pausa. De golpe, Charly pega un grito. Charly ¡¡¡Ya sé!!! ¡¡¡Mandá AYUDA al 2020!!! Los tres ríen. Pausa. Se escuchan pasos. Cuki ¿Escucharon? Parece que viene alguien, ¡háganse los dormidos! Pina (Susurrando.) A ver qué dicen… Charly ¿Qué pasa? ¿Qué dicen? Pina (Sigue susurrando) ¡No se escucha! Charly ¡¡¡Me desesperaaaa!!! Cuki ¡¡¡Shhhh, dejá escuchar!!! Charly Bueno, bueno, lo que pasa es que ¡¡¡la ansiedad me mata!!! 66


Ríen todos entredientes. Cuki ¡Escuchen! ¿Cuáles son los lotes 17, 48 y 51? Pina Mmm… creo que los nuestros. Charly ¡Sonamos! Cuki No me asustes, ¿qué pasa? Charly ¿Qué es el 17? Cuki La desgracia. Charly ¿Y el 48? Cuki El muerto que habla. Charly ¿Y el 51? Cuki El serrucho. Pina Habías sido ludópata Cuki… (Ríe.) Igual… no entiendo. Charly ¡Ay, Pina! Simple: serrucho a los muertos que hablan, ¡una desgracia! Pina (Pega un grito.) ¡¡¡Noooooo!!! Cuki ¡Qué pan tan amargo! Pina No somos nada… Charly No se gana para disgustos. Cuki Siempre lo dije, a los gustos hay que dárselos en vida. Charly Pero qué frase tan estúpida. ¿Vos viste alguna vez a un muerto dándose un gustito?

Pausa. 67

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Pina Bueno, bueno, ¡no empiecen eh! Suficiente ya con lo que tenemos…


4 obras breves

Charly (Suspira.) Ahhhhhh… Cuki Así es… Charly ¿Así cómo? Pina Así. Charly (Aprobando la reflexión.) Ahjá… Pausa. Charly ¿Harán nichos torre? (Ríen). Pina Podría ser, ¿no? Esto es la versión primitiva de los barrios cerrados. Charly Tendríamos que haber comprado ese “tiempo muerto compartido”… y no tendríamos este problema… Cuki ¿Los servicios prepagos decís vos? Charly No, eso es otra cosa. De esos pagué un par de años, pero después me atrasé unas cuotas, hice un plan de pagos pero se me cayó. Pina Y… habrás venido acá antes de lo previsto… Charly ¡Y yo qué iba a saber! (Razona.) Debería haber planes según las necesidades, por sorteo o licitación. Pina Menos mal que yo nunca pagué nada, total, tarde o temprano, ¡sabía que iba a salir sorteada! (Mira a Charly y se ríen.) Cuki (Seria.) Yo sí pagué… ¡bastante pagué!... pagué toda la vida… (Reflexiona.) Charly ¡Por eso debés tener todo acolchonadito! (Ríe con Pina. Pausa.) ¡Paren! Están diciendo algo sobre el espacio… “hay que mover todo” dijo el de corbata. 68


Los tres se miran. Silencio. Cuki No sé ustedes, pero yo no me quiero ir... Charly ¡Yo no me voy ni muerto! (Ríen.) Pina Yo, ¡muero por saber qué pasa! (Ríen más fuerte.) Pausa. Pina ¡Qué pan tan amargo! Charly No somos nada… Cuki No se gana para disgustos. Silencio. Charly (Ridículamente solemne.) Pero… ¿será este nuestro lugar? ¿Será realmente éste o estaremos mejor en otro lado? ¿Habrá llegado la hora de un cambio? ¿Será el momento de ser felices? Pina Lo somos desde que llegamos. Cuki Eso es cierto. Somos inmensamente felices, ¿no Charly? Charly no contesta. Pausa. Pina Tal vez llegó la hora... Cuki Quizás… Charly (Haciéndose el que sabe hablar francés.) “Qui lo sait”.

Cuki Yo también... (Muy despacio toma la mano de Charly.) Charly Si nos llegaran a separar... 69

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Pina Si nos trasladan... los voy a extrañar… yo los quiero mucho y ¡los necesito! (Nerviosa, rápido le da la mano a Charly.)


4 obras breves

Cuki ¡No, mejor ni pensemos! Charly (Insiste.) Si nos llegaran a separar... Pina ¡Ni lo digas! Pausa. Charly (Suspira.) Ahhhhhh… Cuki Así es… Charly ¿Así cómo? Pina Así. Charly (Aprobando la reflexión.) Ahjá… Pausa. Se escuchan ruidos de palas y picos. Cuki ¿Escucharon? Pina ¿Qué son esos ruidos? Charly Están cavando. Se miran. Ellas muy nerviosas. Charly en calma. Silencio. Tensión creciente en las manos. Charly Esperemos. La obra no terminó. Apagón

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