LA DIAGONAL Sociedad Historia y Arquitectura. Buenos Aires s. XX.
ALICIA ALETTI
Autor:
Arquitecta Alicia Aletti
Diseño de tapa e interior: Carolina Más Retoque digital de imágenes: Carolina Más y Cecilia Ricci Armado de maqueta: Carolina Más y Cecilia Ricci Corrrección de textos: Thania López Foto tapa: Ignacio Di Bella Fotografías interiores: Rául Benegas Arq. Laura Pérez Arizmendi Archivo General de la Nación Prólogo: Arq. Enrique Carvajal Salinas (Confederación Internacional CICOP - Sevilla)
Reconocimientos A los que confiaron en mi trabajo profesional desde hace años para las obras y gestiones realizadas sobre Diagonzal Norte, y a los que brindaron su apoyo incondicional para que este libro fuera LA DIAGONAL. Al arquitecto Enrique Carvajal Salinas, secretario general del comité ejecutivo internacional CICOP Sevilla. A Bracht SA, Ing. Ernesto Luzuriaga, Dr. José María Fresco y Gisela Paz. A Progorod del Arq. Luis Gorodner y Arq. Cristina Bozzi, al Arq. Augusto Penedo del Estudio Urgell-Penedo-Urgell y presidente del CPAU, y al Gerente Sr. Esteban López. Al Dr. Juan Carlos Carvajal, Dr. Enrique Kiperman, Dr. Carlos Ferrario, y Gabriela Moroni de Arzoumanián SA. A Caren SA, Dr. Marcelo Valsecchi. A la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación, Superintendente Cr. Sandro Taricco. Al Sr. José Enrique Bencich, y Sras. Sol, Paz y Nora Bencich, Susana Bencich y Patricia Cabezas, Susana Samperi. Al Arq. Juan Llames de ShellMex. Al Ministerio de Modernización de la Nación, Sr. Oscar Caeiro y Dra. Lucila Brom. Al Ing. Antonio Polledo de Polledo SACIFI. A la Sra. Alicia Pini, Sr. Hernán Quadri, Sr. Hernán Pereyra, Sr. Rafael Giménez (hijo del Arquitecto). Al Sr. Federico Erricheti del edificio La Unión y Sr. Alfredo Distéfano de DN 551. A Srta. Carolina Greghi del CAI, al Sr. Ricardo Gasalla de la SCA y al personal del Archivo General de la Nación. A la Asociación Amigos del Tranvía. A todos ellos, mi más sincero agradecimiento.
Foto AGN, año 1938.
LA DIAGONAL atraviesa mares, proyectos, estilos polĂticas, gobiernos para levantarse monumental diversa y elegante sobre la Ciudad de Buenos Aires
Índice
1. Buenos Aires s. XX
15
2. Av. Presidente Roque Sáenz Peña
27
3. Materiales importados y nacionales
29
4. Apertura de la Diagonal
39
5. Cuestión de códigos
43
6. Usos y costumbres
47
6.1 Tiempo libre
53
6.2 Abierto al público
55
7. Al mejor estilo
57
8. En busca de identidad
69
9. Con alma de hierro
77
10. Las primeras obras de La Diagonal
81
10.1 Edificio La Continental
81
10.2 Edificio First National Bank of Boston
87
10.3 Edificio La Patagonia
97
11. Obras Arq. Edouard Le Monnier
103
11.1 Banco Argentino Uruguayo
107
12. Empresa Constructora Bencich Hnos.
115
12.1 Edificios Massimiliano Bencich y Miguel Bencich
122
12.2 Edificio Hotel Obelisco
129
13. Obra Arqs. Gantner y Gilbert
131
13.1 Edificio Sudamérica Cia de Seguros
131
14. Obras Arq. Alejandro Bustillo
143
14.1 Edificio Hotel Continental Compañía de Seguros
147
14.2 Edificio Volta
155
Índice
15. Obras Arq. Alejandro Virasoro
169
15.1 Edificio La Equitativa Del Plata
173
15.2 Edificio Heinlein
181
16. Obras Estudio Arqs. Calvo-Jacobs-Giménez
187
16.1 Edificio rentas - Samuel Ortiz Basualdo
189
16.2 Edificio La Unión
191
16.3 Edificio Cía. Inmobiliaria de Buenos Aires S.A.
197
16.4 Edificio SHELL MEX
199
16.5 Edificio ARCA
207
17. Obras Arq. Francesco Gianotti
209
17.1 Edificio de renta Ana Ortiz Basualdo
211
17.2 Edificio de renta. F. Ortiz Basualdo
215
17.3 Palacio Italia América Compañía de Navegación
217
18. Obra del Ing E B Saudibet Bilbao
223
223
18.1 Edificio YPF - Monumento Histórico Nacional
19. Obra Arq. Waldorp (hijo)
235
235
19.1 Edificio Dorrego
20. Obra Ing. y Arq. Alejandro Varangot
241
241
20.1 Edificio Pini
21. Obra Arq. Jorge B. Hardoy
247
247
21.1 Instituto Ítalo Argentino de Seguros Generales
22. Arq. Alberto Prebisch - Obelisco
253
23. Arq. Bernardo Luis Fontán
261
261
23.1 Edificio Candame
24. Bella de noche
267
25. Catálogo
269
1. Buenos Aires S.XX “Para comprender a la Argentina hay que sentir ese movimiento hacia el Atlántico. Todos los orígenes de la Argentina desembocan en el Plata, para fundir un continente con el Atlántico”.1 ¿Cómo comenzar a hablar de Buenos Aires del 1900 sin mencionar el puerto? El lugar al que arribaron seis millones de inmigrantes de toda nacionalidad para colaborar en la construcción del país. Tiempo después algunos volvieron a emigrar, estableciéndose definitivamente tres millones y medio de extranjeros en la República Argentina. La inmigración del siglo XIX significó la oportunidad de aquellos que vinieron a probar suerte invirtiendo en Argentina, en tanto que la del siglo XX fue impulsada por la necesidad de los que se sintieron expulsados de su país de origen. En ambos casos fue alentada y bienvenida por los sucesivos gobiernos argentinos.
Hotel de Inmigrantes.
La falta de empleo y de expectativas hizo de la migración hacia América la única opción posible de subsistencia para gran parte de la población europea pre y post I Guerra, de hecho, los viajes de ultramar eran organizados por agencias de navegación de los propios países europeos. La travesía comenzaba en el puerto de embarque, donde se les proporcionaban manuales completos con las características y mapas del país, un listado de frases bilingües y sugerencias que les facilitaran la comunicación y adaptación. El Hotel de Inmigrantes de Buenos Aires les daba la posibilidad de hospedaje durante los primeros días; y las Asociaciones de las comunidades española e italiana en particular, que existían en el país desde el siglo XIX, se ocupaban de recibirlos y asesorarlos, cumpliendo un rol fundamental de contención para los recién llegados.2 Los inmigrantes debían haber cumplido con el servicio militar en su país de origen, de lo contrario tendrían un permiso provisorio para emigrar. La edad promedio oscilaba entre los 17 y los 30 años. Pocos llegaban en pareja. La mayoría eran hombres solos que por lo general, cuando ya habían establecido domicilio, escribían a sus familiares directos para que vinieran a radicarse definitivamente. La mujer no tenía “voz ni voto” ni acceso a la educación, y para poder emigrar debía estar registrada en el pasaporte del “hombre de la casa” o “cabeza de familia”.3
Manual del Emigrante Italiano.
1
Adrián Gorelik, “Miradas sobre Buenos Aires” , Siglo XXI Editores Argentina , p. 42. 2 “El Asociacionismo en la Emigración Española a América”, Editor Juan Andrés Blanco Rodríguez , Salamanca 2008, p. 9/15. 3 Diego Armus, “Manual del Emigrante Italiano”, Centro Editor de América Latina. Marta Madero y Fernando Devoto, Sociabilidades, “Historia de la Vida Privada en Argentina”, Tomo 2 (1870-1930), Ediciones Taurus, pp. 19/26.
15
Por Ley Nacional Nº 9677 sancionada en 1915, La Compañía de Construcciones Modernas, se comprometería a construir diez mil viviendas para obreros y empleados financiadas a más de veinte años.19 Así se concreta la construcción de los Barrios Cafferata, Marcelo T. de Alvear, y los de manzanas “tallarín” (de 16 m. de ancho). También se levantan en los años veinte, los complejos habitacionales de vivienda social Mansión de Flores y Barrio Los Andes, proyectos del Arq. Fermín Bereterbide. Todas fueron decisiones trascendentes que anticiparon el devenir y cambiaron el perfil de la metrópoli.20 El municipio también reflejará su mirada crítica ante el antiguo trazado de ferrocarriles a nivel realizado en el siglo XIX, entendiendo que no era compatible con el proyecto de ciudad del siglo XX. Se analizaba entonces la posibilidad de continuar con el soterramiento del Ferrocarril Oeste (1857) cuyo primer tramo de trinchera había sido ejecutado en 1902 a cielo abierto, desde Once hasta Caballito.21 El Plan del Municipio hacía referencia a los inconvenientes producidos en los cruces del ferrocarril en la calle Segurola y Av. San Pedrito. Los estudios previos consideraban viable y recomendable soterrar este segundo tramo, en túnel o en trincheras a cielo abierto. La impetuosa transformación de la Metrópoli no le era indiferente a la mirada de los visitantes e intelectuales del mundo que llegaban a Buenos Aires.
24
Barrio Cafferata.
19
El Arquitecto Constructor, Enero 1925, p. 548. “Cincuenta años de la federalización de Buenos Aires”, 1881/1931. 20 1925. Comisión de Estética Edilicia formada por el Intendente Dr. Carlos Noel, el representante de la municipalidad Arq. René Karman, el Arq. Carlos Morra, presidente de la SCA, el Ing. Sebastián Ghigliazza, Director de MOP, y el Arq. Martín Noel, presidente de la Comisión Nacional de Bellas Artes, Acta de Constitución, p. 11. 21 Arqs. Arizmendi - Aletti, Investigación de Antecedentes FFCC Oeste, 1998, APH 15, CPU GCBA. “Plan Regulador y de Reforma de la Capital Federal”, p. 84.
Waldo Frank (escritor y amigo de Victoria Ocampo) y Adolfo Posada (jurista, sociólogo y escritor español) daban su particular opinión acerca de la ciudad, llegando a compararla con Madrid, Londres y París.22 Ambos observaban con sorpresa el contraste urbano de viviendas sencillas y conventillos conviviendo con lujosos palacios de estilo italianizante y francés, no sólo en el centro de la ciudad, sino también a siete leguas de distancia hacia el oeste, sobre la interminable cuadrícula hispana repetida en el paisaje de llanura.23 Frank y Posada destacaban la condición cosmopolita de la capital, y su rápido y próspero crecimiento. W. Frank la veía también “integral e integrada, como un embrión no consciente de sus propias características” y a la vez, cuestionaba la “falta de identidad nacional”.24 En 1929, el arquitecto Le Corbusier ejemplificará la visión de identidad cuando en ocasión de las conferencias que tuvieran lugar en la Facultad de Arquitectura de Buenos Aires, expresara su opinión crítica ante la “extravagante vegetación de balaustres” y “la devoción ciega a los órdenes de arquitectura” que encontrara en la ciudad. Se preguntaba “¿el orden de qué y de quién? ¿la arquitectura de quién es la que están construyendo?”25
Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación frontis y balaustres - DN 530.
Estas apreciaciones muestran que en realidad, todo lo propio y lo ajeno que supimos conseguir forjó nuestra identidad: la de una ciudad nueva, de un país en construcción que en pocos años logró consolidarse, encontrando su propio estilo en la diversidad.
Arriba, izquierda: conventillo de la ciudad. Arriba, derecha: Palacio Miraflores. Familia Ortíz Basualdo.
22
Susana Pereira, “Viajeros del Siglo XX y la realidad nacional”, Centro Editor de América Latina, p. 49. 23 Adrián Gorelik, “Miradas sobre Buenos Aires”, pp. 44/47. 24 Michael A Ogorzal, “Waldo Frank, Prophet of Hispanic Regeneration”, p. 93. 25 Revista de Arquitectura, junio 1936.
25
2. Av. Presidente Roque Sáenz Peña Diagonal Norte lleva el nombre del presidente conservador del partido Autonomista Nacional (PAN), Dr. Roque Sáenz Peña (1851 - 1914), quien gobernara la República Argentina entre 1910 y 1914 cuando el país era “el granero del mundo”. Fue también el único presidente en ocupar la Casa de Gobierno como residencia particular. Al llegar al gobierno, Sáenz Peña comprendió la necesidad de un cambio de rumbo hacia la libertad política: “el sufragio es la esencia de la soberanía”, solía decir; y siguiendo su iniciativa reformista y modernizadora, fue promulgada la Ley Sáenz Peña de 1912, que decretaba el voto secreto y obligatorio para los hombres nativos o naturalizados, mayores de 18 años, habitantes de la Nación e inscriptos en el padrón electoral, habilitando así la participación de otros partidos políticos [Radicalismo (UCR), Socialismo, y Demócrata Progresista]. Una de sus últimas medidas fue la de promover el Tercer Censo Nacional de 1914, necesario para visibilizar la nueva situación del país, establecer prioridades y brindar soluciones que demandaba la Argentina del nuevo siglo.1 La Diagonal lo homenajeó en 1936 con el emplazamiento del Monumento al Dr. Roque Sáenz Peña en la plazoleta ubicada en la intersección de las calles Florida, Diagonal y Bartolomé Mitre, realizado por el artista José Fioravanti. El grupo escultórico representa la figura del Presidente situado en el centro, secundado por una mujer y un niño, la acogida como símbolo de pureza que acompaña el futuro, y un hombre con la espada y la tabla de la Ley, haciendo alusión al voto obligatorio.
Monumento al Presidente Roque Sáenz Peña.
Izquierda: Monumento al Presidente Dr. Roque Sáenz Peña, 1936.
1
Revista de Arquitectura, octubre 1936, p. 499. Deleis - de Titto y Arguindeguy, “Libro de los Presidentes Argentinos del siglo XX”, pp. 65 y 68.
27
Caldera - Edificio SHELLMEX.
3. Materiales Importados y Nacionales Ubicados en este período de tiempo, podemos deducir que el transporte de ultramar era la estrella del momento. Las exportaciones de materia prima y las importaciones de bienes y productos que no se producían en Argentina, formaban parte de ese movimiento marítimo internacional, que no mermó hasta la crisis del 30. El Arq. Paul Hary escribió en 1917, que habíamos llegado al colmo de lo inverosímil en la importación de materiales de obra, por el hecho de haber recubierto calles con adoquines de Noruega o con asfalto de Antillas, y que “todos los materiales eran importados salvo arena, ladrillos, cal y alguna que otra tabla de cedro.”1
Adoquín de madera. Asociasión Amigos del Tranvía.
Desde puertos de Europa y de América, llegaban continuamente cargas de productos para el trabajo del campo, para infraestructura y para la construcción: equipos y maquinarias, metales ferrosos y no ferrosos, tablas de madera, vidrios, cañerías de hierro y de plomo, ornamentos, papeles de pared, pinturas de obra, solados y revestimientos; aunque también yeso y cemento. Hasta 1930, la mayor parte de los edificios se levantaba con toneladas de perfiles de hierro. Y los perfiles, tanto para la construcción como para las redes ferroviarias, así como para el transporte en general, representaban un volumen extraordinario de importación que arribaba al puerto de Buenos Aires en las primeras décadas del siglo XX. Las órdenes de compra, procedencia de buques y carga transportada, eran de público conocimiento.2 Desde el Reino Unido se importaban perfiles de hierro, chapas de acero, chapas galvanizadas, cajones de hojalata, alambres de púa, alambres, caños, atados de canaletas, vidrios de ventanas, yeso, ladrillos refractarios, artefactos sanitarios y materiales eléctricos. De Bélgica: lingotes de zinc, vigas y barras de hierro, artículos de ferretería y piezas de roble. De Alemania: ferretería, alambre para cercos de campos, baldosas y azulejos, cisternas, barnices, papeles de pared y piezas de roble. Desde Estados Unidos: ferretería, caños, vidrios, azulejos, papeles de pared, canaletas, alambres, yeso y chapas galvanizadas. De Italia: atados de hierro, vidrios y mármoles. De Holanda: cemento y albayalde (pintura a base de plomo), bolsas de pintura, chapas y papeles de pared. De Francia: tambores de cemento, materiales eléctricos, papeles de pared y azulejos.3
Radiadores importados. Edificio Massimiliano Bencich.
1
El país y la arquitectura, “SCA 100 años de compromiso con el país, 1916-1925”, SCA, p. 97. 2 Revista El Arquitecto Constructor Nº 305 enero 1925, pgs 76/77. 3 Revista El Arquitecto Constructor , Ediciones quincenales, listado de mercaderías de importación que llegaban a Buenos Aires.
29
6. Usos y Costumbres
6.2 Abierto al público Los edificios de renta, salvo excepciones, reservaban el local de planta baja para uso exclusivo de la actividad que desarrollaran sus dueños. Los Bancos y comercios abrían sus puertas al público sobre La Diagonal. En el edificio VOLTA se promocionaban los productos de la CHADE (Compañía Hispanoamericana de Electricidad) en un elegante salón exposición que dieron en llamar La Casa Eléctrica, donde a través de una instalación escenográfica se reproducían los ambientes de una vivienda equipada, invitando a ver y probar el funcionamiento de los más avanzados artefactos para uso del hogar.10 A falta de gas natural, CHADE promocionaba sus cocinas con la frase publicitara: “Las cocinas eléctricas modernizan las casas antiguas y prestigian el edificio moderno”. A cien metros de distancia, aparecía el gran local de ventas de la marca HEINLEIN & Cía. El salón principal, revestido en azulejos y decorado con espejos y una fuente de ninfa, correspondían a la sección Artefactos sanitarios. Del nivel de entre piso colgaban arañas de la Sección iluminación, y en primer piso se ubicaba la Sección técnica destinada a instalaciones y atención de constructores y contratistas.11
Edificio Heinlein & Cía. Salón de exposición y ventas.
También existía otro tipo de locales comerciales, como las grandes tiendas La Imperial y Dell’ Acqua, en los edificios Dorrego y Strajman respectivamente, donde podía vestirse la familia completa; y el negocio de la marca Café Manuel Candame, ubicado en el inmueble que lleva su nombre.12 Dentro de las excepciones, no faltaron los bares en locales alquilados. En Buenos Aires resultaba habitual sentarse a compartir una charla de café. El café se tomaba así, solo, negro. El “cortado” no existía; ni en el Bar Ecuador, que funcionara desde 1936 y se instalara en el nuevo edificio de Diagonal y Maipú13, ni tampoco en los bares tradicionales de la ciudad.
Edificio VOLTA - Salón CHADE.
Izquierda: Salón atención al público. Banco Argentino Uruguayo.
10
Edificio VOLTA, Nuestra Arquitectura Nº70, mayo 1935, pp. 339/359. 11 Edificio Heinlein, Revista de arquitectura, junio 1930. 12 La Imperial, Revista de Arquitectura, junio 1936, p. 288. 13 El Bar Ecuador exhibe actualmente fotos de antaño en su local del edificio de la Cía. Campomar. DN y Maipú.
55
7. Al mejor estilo Los profesionales de las primeras décadas se habían formado en la Ecole de Beaux Art europea, y en las aulas de la Escuela de Arquitectura (e Ingeniería) de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UBA (Universidad de Buenos Aires), que también respondía a los manifiestos de la escuela de Beaux Art.1 Los arquitectos provenían de los estratos más altos de la sociedad y, por su formación, eran considerados “artistas constructores”. Los planes de estudio incluían materias relacionadas específicamente con el arte como Composición decorativa, Dibujo de figura, Dibujo de ornato, Modelado, Perspectiva y sombras, y Geometría, además de las tradicionales.2 El arquitecto Ernesto Vautier, egresado en 1918, escribe en sus memorias una semblanza de la época universitaria, reconociendo que nadie sabía nada de la arquitectura moderna, y afirmaba que en la Escuela de Arquitectura “se obligaba a un estilo francés”. Sólo algunos profesores como Villeminot y Karman aceptaban trabajos “modernos”.3 Bajo estas premisas de formación académica, los arquitectos e ingenieros volcaron en sus proyectos los modelos estilísticos de su época, con el condimento de su origen e ideología. No existía un lenguaje propio o nacional, sino una interpretación del estilo que se pretendiera adoptar, dentro del marco social y requisitos del comitente. … el arte, como mero servicio de ostentación de poder, fue el denominador común resultante de la producción de nuestros eclécticos, en su mayoría imbuidos de un pragmatismo y un reaccionarismo artístico que cosechó elogios y admiración en la sociedad culta decimonónica…4 El eclecticismo reinó en la ciudad de Buenos Aires y en La Diagonal, combinando diferentes tendencias. El academicismo francés, cuyos principios clásicos compartían la simetría y la proporción, identifican algunas obras de La Diagonal: La Continental (DN 551), el Banco Argentino Uruguayo y Edificios Bencich, del arquitecto Le Monnier. El estilo neoclásico, dejó su impronta en los edificios de Arturo Prins, y en el Hotel Continental, de Alejandro Bustillo. La disyuntiva entre la continuidad de la arquitectura academicista y neoclásica, y la vertiente de los que pugnaban por identificarse con lenguaje neohispánico o hispanoamericano, se refleja en el estilo plateresco español de la obra de los Arqs. Chambert y Thomas del Banco de Boston, en el edificio Strajman del Ing. Alejandro Enquin, y en el estilo medieval hispánico del edificio Pini construido por el ingeniero y arquitecto Varangot.
1
Felix Luna, La Reforma Universitaria, “Los conflictos en la Argentina próspera”. pp. 89/90. A partir de la Reforma Universitaria de 1918, irán cambiando lentamente los planes de estudio, las autoridades y la concepción conservadora- academicista de la época. 2 Anuario El Constructor, 1922, p. 356. El Arquitecto Nº 16, noviembre de 1921, p. 356. 3Arq. Martha Levinson, El Umbral de Otra Época, “Bustillo, Un Proyecto de Arquitectura Nacional”, p. 69. 4 Reconstitución de la Sociedad de Arquitectos, “SCA 100 años de compromiso con el país, 1886-1986”, p. 54.
57
Estilo art-déco. Edificio La Unión. DN 811.
Estilo art-dĂŠco. Edificio Instituto Ă?talo-Argentino de Seguros Generales. DN890.
Izquierda y derecha: detalles del portal de ochava estilo plateresco espaĂąol.
Esculturas emblemas de la compañía.
Poseidón - dios protector de los buques en sus travesías marítimas.
98
Ninfa de la actividad Industrial-
Ninfa de la cosecha.
Ninfa de la ganadería ovina.
Ninfa del mundo como destino de los productos de la empresa.
Hermes - dios protector del comercio.
99
Vista Edificio Massimiliano Bencich. Av. Pte. R. Sáenz Peña 615. Derecha: cúpula de esquina. Edificio Massimiliano Bencich
12. Empresa Constructora Bencich Hnos.
Los Proyectos La funcionalidad del Massimiliano Bencich parte de un núcleo generador del proyecto, con escalera principal y de servicio, cuatro ascensores y sanitarios comunes para las más de treinta oficinas por cada nivel, vinculando horizontalmente las dos alas del edificio: una hacia Diagonal Norte y la otra hacia Bartolomé Mitre y Florida El servicio de calefacción funcionaba por sistema de radiadores. Siguiendo la normativa vigente de la época, los sótanos avanzaban sobre la línea municipal, permitiendo iluminación natural a través de sectores de vereda translúcidos, materializados con ladrillos de vidrio Glass Beton. En la década de 1960, los dos subsuelos se habilitaron para cocheras, con acceso desde la avenida. Actualmente se conserva la rampa del primero al segundo nivel SSº únicamente. El Miguel Bencich, sobre un terreno de menor superficie, repite el mismo esquema de núcleo de circulación vertical recostado sobre medianera (escalera, tres ascensores y batería de baños) dividiendo las dos alas de oficinas. Los dieciséis escritorios por planta ventilan e iluminan hacia el frente y hacia un espacioso patio interior revestido de mosaicos coloridos y decorados. El primer piso ostentaba un gran salón, con guardarropas, reservado y baños de uso exclusivo. En ambos edificios, los locales sanitarios conservan artefactos sanitarios y materiales de la época, mármol de carrara y azulejos. El buen gusto femenino en la selección de solados fue seguramente un logro de Celestina, quien eligió el revestimiento vitrificado de venecitas para zonas comunes y cúpulas. Cada hall de distribución hacia las oficinas presenta diferentes formatos: hexagonales para los sanitarios, alabeadas en forma de escamas, cuadradas, rectangulares, muy coloridas para las circulaciones y niveles de cúpula del Massimiliano Bencich. En las oficinas se optó por solado de madera de roble de Eslavonia. Las escaleras y el acceso principal de la planta baja combinan diferentes tipos de mármoles en alzadas, zócalos y revestimientos. Detalles y marcos moldurados verde alpe jerarquizan el revestimiento frente a los ascensores.9
Detalle escalera edificio Miguel Bencich.
Izquierda: modulación de columnas y detalles ornamentales edificio Miguel Bencich.
Planos de subdivisión 1990 y de OSN 1928/1929/1930. Planos vistas, aportados por Nora Bencich, hija de Miguel Bencich./ P.H. aportado por Paz y Sol Bencich. 9
127
Vista peatonal del Hotel 725 ( ex Continental).
14. Obras Arq. Alejandro Bustillo
14.1 Edificio Hotel Continental Compañía de Seguros 1927. Edificio Hotel Continental Compañía de Seguros Calle Proyecto Constructora Comitente Uso
Av Diagonal Norte 725 – Maipú – Perón Arq. Alejandro Bustillo Cía. Erick Schmidt La Continental Cía. de Seguros Hotel y oficinas de la Empresa
2005-2006 Restauración y Puesta en Valor y Rehabilitación Hotel 725 Proyecto Estudio Arqs. Urgell-Penedo-Urgell Constructora Socmer Sacific Fachada Procedimientos Gorodner SA D.O. fachada Arq Alicia Aletti Comitente Cía. Hotelera Argentina SA Uso Hotel
Premio Iberoamericano a la Mejor Intervención - 2006 La Continental Cía. de Seguros era subsidiaria de la Sociedad Ernesto Tornquist & Cía., empresa propietaria del lujoso Hotel Plaza (1908) ubicado en Florida 1005, proyectado por el Arq. Zucker en vísperas del Centenario. El proyecto de DN 725 fue pensado como una alternativa a los hoteles de lujo de Buenos Aires. Con precios moderados, se dirigía al turismo proveniente del interior y a los visitantes del exterior que aspiraban encontrar en el hotel “las mismas comodidades a que está acostumbrada en su casa la gente que vive bien.”5 Con esta premisa, el diseño debía combinar funcionalidad y estética, y procurar al comitente “el éxito de la explotación”, para satisfacer las necesidades de los potenciales clientes. Se construyó en la manzana triangular delimitada por las calles Diagonal Norte, Maipú, y Pte. Juan Domingo Perón (ex Cangallo), ocupando una superficie cubierta de 11.000 m2.
Detalle capitel jónico sobre columnas
5
Revista de Arquitectura, abril 1935, pp. 146/154.
147
SillĂłn de madera diseĂąado por Nordiska, se conserva dentro del edificio.
El estudio VIRIBUS UNITIS ocupaba tres niveles, con amplias salas de trabajo, escritorios equipados con máquinas de escribir, tableros de dibujo, teléfonos. Los vidrios de las ventanas tenían impresa la sigla de Viribus Unitis en dos VV superpuestas. Ningún detalle quedaba librado al azar, hasta el equipamiento estaba pensado siguiendo el estilo déco, destacándose las mesas de la biblioteca, de forma curva, acompañando la ochava semicircular de esquina. En el acceso principal al edificio de doble altura y balconeo interior, se destacan los relieves de formas geométricas formando marcos rectangulares escalonados. Este recurso de marcos escalonados, se repetirá en la obra del edificio Heinlein, y en otras obras del arquitecto, como lo es la vivienda residencial de Guatemala 4328 (hoy convertido en Bar Virasoro). Ocho negocios se distribuían a lo largo del perímetro sobre la línea municipal de la planta baja. Cada uno de ellos con baño y escalera hacia el respectivo depósito del entrepiso. El local comercial de la empresa Aeropostal ocupaba la esquina. En su interior se apreciaba la estética déco en molduras perimetrales que alojaban luz difusa y detalles del mismo estilo, tanto en paredes como en el equipamiento.Dos subsuelos eran destinados a sala de máquinas (niveles -9,60m y -4,80m) además de contar con salones y cocina que funcionaban como comedor de la empresa. La reglamentación del código indicaba la obligatoriedad de construir sanitarios comunes por piso, pero el proyecto de Virasoro distribuía nueve oficinas con baño privado por nivel, además del núcleo de sanitarios comunes, constituyendo un valor agregado para la renta, que no se encontraba en los edificios vecinos. La cúpula vincula al edificio a través de la azotea, y subiendo la escalera de mármol de carrara se llega a cada nivel de la torre circular, que se desarrolla en cinco plantas de vivienda y oficina, y termina en un cono de remate sobre la ochava. Las ventanas de herrería rodean y acompañan el perímetro permitiendo disfrutar de espectaculares vistas de la ciudad. La cúpula escalonada, y la textura arenosa del edificio, remiten a la Pirámide escalonada de Djoser en Saqqara, Egipto (2600 a.C.) construida por Imhotep, primer arquitecto de la historia de la humanidad. Considerada un avance técnico para la época, conservaba las características de belleza del arte egipcio en cuanto a sus proporciones y geometría, predominando las líneas rectas horizontales y verticales. Estos principios básicos fueron adoptados en las obras de Alejandro Virasoro, quien representará la pirámide en el edificio de “la Casa del Teatro” (Av Santa Fe 1243).4
174
Primera pirámide escalonada de la cultura egipcia Djoser de Saqqara (2600 aC).
Derecha: cúpula escalonada de remate del edificio DN570.
4
http://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes reportajes/la-piramide-de-djoser_7518/1
18. Obra Ing. E. B. Saudibet Bilbao 18.1 Edificio YPF Declarado Monumento Nacional en el año 2010 1938 Calle Proyecto Comitente Constructora Ampliación
Av. Presidente Roque Sáenz Peña 777 Departamento Técnico de YPF. Ing. Eduardo Saudibet Bilbao Yacimientos Petrolíferos Fiscales Petersen Thiele y Cruz Polledo SAICy F / F Natino e Hijos SACICI y A/ Ing. Servente SRL
En el acceso semicubierto del Edificio de YPF, comienza a relatarse la historia del petróleo nacional con una placa y busto en bronce del General Enrique Mosconi, quien promovió y organizó la creación de la empresa para la exploración, explotación, destilación, comercialización y autoabastecimiento de hidrocarburos y sus derivados de la República Argentina. No hubo explotación de combustibles en nuestro territorio, hasta que en 1903 se adquiere maquinaria para la exploración de pozos en busca de agua para la población del sur, sin descartar la posibilidad de obtener petróleo. El 13 de diciembre de 1907 se descubre el primer yacimiento de petróleo en Comodoro Rivadavia. El gobierno reacciona inmediatamente y circunscribe una zona de 110.000 hectáreas para preservar las reservas contra las exploraciones de empresas extranjeras. El Presidente Roque Sáenz Peña decretará en 1910, la administración de los pozos por parte del Estado Nacional, creando la Dirección General de Explotación de Petróleo de Comodoro Rivadavia, a cargo del Ing. Luis Huergo y el Ing. Hermitte. En los primeros tiempos no se contaba con la infraestructura, depósitos de almacenamiento o medios de transporte adecuados. Ante esta situación, Huergo se presenta ante el Congreso Nacional para solicitar los fondos necesarios, argumentando que teníamos “las reservas más grandes del mundo” y denunciando además, que empresas internacionales estaban adquiriendo tierras en Comodoro Rivadavia con la complicidad de funcionarios del gobierno para la explotación. A partir de ese momento, el Código de Minería se cumpliría a rajatabla en beneficio de la República Argentina.1
Placa homenaje al General Mosconi, en el acceso al edificio.
Izquierda: vista aérea edificio YPF , DN777. Año 1938.
1 Lic Fernando Risuleo, “Historia del Petróleo en Argentina”,
Cámara Argentina de la Construcción, pp. 6 y 15.
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CATÁLOGO DESDE TRIBUNALES HACIA PLAZA DE MAYO
LA DIAGONAL Contar la historia de la primera avenida diagonal de la ciudad de Buenos Aires, no es sólo la recopilación de datos de arquitectura. Entender el trazado desde su gestación hasta hoy, mereció ubicarla en su tiempo, conocer a sus protagonistas, transitarla una y mil veces, hasta descubrir en cada detalle sus anécdotas. Tal como decía el Presidente Nicolás Avellaneda “Nada hay casual en la historia”… ni en La Diagonal.
ALICIA ALETTI
Arquitecta UBA Miembro de ICOMOS y CICOP Argentina Recibió el Premio Internacional SCA - CICOP 2014 por la Restauración y Puesta en Valor del Edificio de Diagonal Norte 530 - Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación. Especializada en obras de Conservación y Patologías, trabaja desde hace muchos años sobre la avenida Diagonal Norte siendo directora de obras de Restauración de Edificios Emblemáticos como el Volta, Hotel 725 y Sudamérica. Asesora a propietarios y empresas de edificios de La Diagonal. Dirigió obras del Hotel Marriott Plaza, Mercado de Abasto, Farmacia Suiza, Monumento Histórico Nacional Marcó del Pont, YPF, Colegio Mariano Moreno. Ha escrito artículos para la Revista HABITAT referidos al patrimonio nacional e internacional desde 1997 hasta el año 2014. Actualmente escribe para la Revista VIVIENDA notas relacionadas a patologías edilicias. Consultora en patologías, trabajó para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y trabaja dando asesoría a particulares y a empresas. Junto a la Arq. Laura Pérez Arizmendi, comprometida en la conservación del Casco Histórico de San José de Flores, investigó y elaboraró el Proyecto de Área de Protección Histórica, en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires la Ley APH 15 inserta en el Código de Planeamiento Urbano de la Ciudad de Buenos Aires. Participó del anteproyecto para el soterramiento del tren FFCC ex Sarmiento, en el tramo que corre entre las avenidas Boyacá y Nazca, siendo incorporado a los lineamientos generales del Plan Estratégico para la Ciudad de Buenos Aires en el año 2000.