153 Hallazgos y desafíos de las políticas públicas de formación profesional
médica privada aumenta con la edad, lo cual se podría explicar porque el nivel de formalidad en ese grupo poblacional es mayor. Otro aspecto a destacar es que el 40,7 % de los/as alumnos/as son el principal sostén del hogar, mientras que en el 20 % de los casos son las parejas y los/as padres/madres. Como es de esperarse, a medida que aumenta la edad crece la proporción de los/as alumnos/as que son el principal sostén del hogar. Mientras que dentro del grupo de 15 a 24 años el 10 % son el principal sostén, en el grupo de 51 años dicho porcentaje alcanza al 64 % de los/as estudiantes. A la vez, es relevante destacar las diferencias en cuanto a género, ya que en el caso de los hombres el 51 % son el principal sostén, mientras que entre las mujeres desciende al 28 %. Por último, el 27,4 % de los/as alumnos/as de CFP recibe algún plan social y el 51,8 % tiene hijos/as. En relación con el nivel de ingresos, estos son por lo general muy bajos. El 60 % de los/as alumnos/as tienen un nivel de ingresos que no asciende los $ 10.000 (de los cuales el 27 % no supera siquiera los $ 5.000 por su trabajo). En tanto, aquellos/as que ganan más de $ 20.000 apenas superan al 10 % de los/as asistentes con empleo.
Trayectorias Así como el disponer de información socioeconómica de los/as alumnos/as permite comprender su situación en el marco de un contexto determinado, las trayectorias constituyen una especie de hoja de ruta a través de las cuales poder observar los recorridos que han realizado, considerando algunas de las múltiples dimensiones de la vida como lo social, lo laboral y lo educativo. Trayectorias educativas Los/as alumnos/as que asisten a la FP tienen un nivel alto de estudio (secundario completo y más). El 39,1 % de los/as alumnos/as ha alcanzado el secundario como máximo nivel educativo, mientras que el 30,8 % alcanzó niveles de estudios superiores (de ellos/as, el 8,2 % terminó el terciario y un 2,4 % completó el nivel universitario). Solo uno/a de cada cuatro alumnos/as tiene nivel primario completo o secundario incompleto, mientras que el porcentaje de los/as que tienen bajo nivel educativo (sin instrucción o primario incompleto) alcanza el 3,4 %.