Rock Salta Nº26

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Número 26 | Diciembre 2017

MATILDA: MADERA POP Página 12 3


STAFF DIRECTOR

Santiago Castellanos scastellanos@rocksalta.com

EDITOR

Federico Anzardi fanzardi@rocksalta.com

DISEÑO

Bernardo Rodriguez Berri

DIAGRAMACIÓN

Colmena Boutique Audiovisual colmena.audiovisual@gmail.com

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REDACCIÓN

legamos a diciembre con mucha energía. El regreso de la revista nos revitalizó y no tenemos ganas de parar. Vamos a seguir en enero y febrero, algo inédito para nosotros. Sentimos que esta vuelta nos encuentra más firmes que nunca y queremos mantener el compromiso que asumimos con ustedes. La idea es que en 2018 la revista acompañe todos los proyectos que tenemos en Rock Salta. Uno de ellos es el resurgimiento de Rock Salta Discos como sello independiente de difusión. Creemos que el posicionamiento y los contactos que hemos hecho a lo largo de estos doce años de trabajo servirán para difundir la música que se hace en el NOA en todo el país y el exterior. Vamos a poner nuevamente en marcha Rock Salta Radio, nuestra emisora online. Un espacio donde las 24 horas sonará rock de todas las provincias. En el mediano plazo esperamos contar con colegas que realicen programas con conocimiento de causa. Es un aporte que creemos que podemos brindar desde nuestro lugar. Esperamos que estas pequeñas pero importantes cosas que hacemos y proyectamos puedan tener un impacto en la escena de Salta y todo el NOA, así como en cada provincia donde tenemos presencia y donde intentamos difundir la música, las movidas y las bandas que nos gustan. No se olviden de visitar rocksalta.com, que en los próximos meses traerá muchas sorpresas en cuanto al rediseño y contenidos. También les recuerdo que pueden escribirnos a revista@rocksalta.com, el canal de comunicación donde recibimos ideas, sugerencias y críticas, siempre con ganas de seguir. ¡Felices Fiestas!

Santiago Castellanos Director RS Producciones

ROCK SALTA es una publicación de Rock Salta Producciones. Domicilio: General Güemes 569 - CP 4400 - Salta. El nombre y el logo son marcas registradas por Santiago Castellanos. © 2006-2017. Expedientes INPI 3083222 y 3083224. Las publicaciones son de absoluta responsabilidad de sus autores y pueden no coincidir con la opinión del director. Las colaboraciones son ad-honorem y no crean ningun tipo de dependencia legal ni laboral entre los autores y la revista. Prohibida la reproducción parcial o total de los artículos sin mencionar la fuente. Tirada: 2000 ejemplares. Foto Tapa: gentileza PopArt. Foto Índice: Lucrecia Ricciardi.

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Lucas Canalda Franco Hessling Rodrigo Juárez Diego Maita López Eduardo Pece Fernanda Salas

FOTOGRAFÍA

Martín Azcárate Gastón Iñiguez

COLABORAN EN ESTE NÚMERO

Tomás Gatti, Mathias Magritte, Juanchi Moles, Vicky Pereyra, Lucrecia Ricciardi, Federico Rodríguez Lescano.

IMPRESIÓN

Mundo Gráfico S.A.

DISTRIBUCIÓN

Rómulo J. Guzmán y Distribuidora Chorba.

CONTACTO

Redacción: revista@rocksalta.com Publicidad: publicidad@rocksalta.com

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ESTA REVISTA EN SALTA Atipiko: Zuviría 408 Morrison: Caseros 646, loc. 7 TUCUMÁN La Rockería: Bs. As. 39, loc. 6 JUJUY Fixion: Belgrano 616 SANTIAGO DEL ESTERO De Tal Palo: Belgrano 852 CÓRDOBA Oktubre: Centro y Nueva Córdoba Lado B: Tucumán 105 ROSARIO Music Shop: Sarmiento 780 El Aleph: Rioja 932 www.tienda.rocksalta.com


Jujuy rockea en Carnaval Si faltaba una excusa para ir a Jujuy en enero, algunos recientes anuncios resolvieron el dilema. Los Tekis, como cada año, organizarán una gran fiesta para el carnaval. Será en la Ciudad Cultural de la capital jujeña los días 10, 11, 12 y 13 de enero. Los invitados de lujo serán La Vela Puerca, en lo que será la primera visita de los uruguayos a la provincia. Se sumarán Ciro y Los Persas y Bersuit Vergarabat. Ojo: el ex líder de Tan Biónica, Chano también podría ser de la partida. Las entradas ya se encuentran a la venta en paseshow. com.ar. Tilcara también se sumará con una cartelera atractiva para los rockeros. Pedro Aznar, Carajo, Bersuit, Estelares, Turf, David Lebón, Guasones, La Franela, Mancha de Rolando, Los Pericos y Los Cafres tocarán en el club Pueblo Nuevo en el Enero Tilcareño.

Fin de año ricotero Cada 28 de diciembre es importante para los seguidores de Patricio Rey. Cuando la banda aún transitaba los escenarios, la fecha era una fija para realizar conciertos. Este año, en Salta, habrá algo parecido: ese día, Rocambole presentará el libro De regreso a Oktubre en nuestra ciudad. Será a las 19 horas en el Complejo de Bibliotecas (Avenida Belgrano 1002, esquina Sarmiento), con entrada libre y gratuita. El evento iba a realizarse en noviembre pero debió ser reprogramado. Será una presentación tardía de Salta Expolibros, organizado por la gente del mítico programa radial La Balsa, que se emite lunes, miércoles y viernes de 18 a 20 horas por FM La Plaza (fmlaplaza.com). De regreso a Oktubre, publicado en 2016, celebra los treinta años del segundo disco de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Presenta ilustraciones inéditas y material invaluable para todo ricotero del legendario álbum de la agrupación platense.

La Renga en el barrio La Renga se dio un pequeño gusto para cerrar el año en el que volvió a tocar en Buenos Aires. De manera sorpresiva y ante poco más de 200 personas, la banda más importante del rock argentino se subió al pequeño escenario montado en Parque Avellaneda por un grupo de motoqueros. La excusa fue homenajear a Riff y Pappo, y vaya que lo hicieron. “Viva Pappo”, “Profanador de tumbas”, “Born to be Wild” y “Arte infernal” sonaron ante la atónita mirada de los vecinos que se paseaban por el hermoso parque que tiene la capital del país. “Esto nos trae muchos recuerdos de cuando eramos chicos. La calesita, el parque, hasta el trencito. Estábamos en la pista de atletismo, escuchamos que estaba sonando algo de Pappo y nos vinimos”, dijo Chizzo entre risas. Días más tarde, la tocada sorpresa se repitió pero en Malvinas Argentinas, también en un encuentro motoquero. Sonaron “La razón que te demora”, “Panic Show”, “Tripa y corazón” y “El final es en donde partí”. Sin dudas, donde hay motos y rock vieja escuela, hay lugar para La Renga.

Metaleros contentos Epica y Rhapsody llegarán a la ciudad de Salta este verano, para deleite de toda la comunidad metalera de la región, que no para de sorprenderse por la seguidilla de shows internacionales del género que arriban a nuestros escenarios. El show Rhapsody será el miércoles 10 de enero a las 21.30 horas en el Teatro del Huerto (Pueyrredón 175). Las entradas se consiguen desde 800 pesos. El concierto de Epica será el 6 de marzo, también en el Teatro del Huerto, desde las 21.30 horas. Los gigantes holandeses del metal sinfónico estarán por primera vez en nuestra región y las entradas ya se consiguen desde 900 pesos.

Llega Comarca Beat

Se estrenó Comarca Beat, el documental de Alejandro David que investiga en los orígenes del rock santafesino. Se trata de un proyecto que llevó diez años de investigación y recolección de archivos. Al igual que Radio Roquen Roll (ver Rock Salta 22), que retrata la historia del rock cordobés, Comarca Beat descubre un mundo nuevo buceando en los fondos olvidados y casi ninguneados por la historia oficial del rock argentino. La película, producida por Marea Doc, muestra el movimiento cultural de Santa Fe entre los años 1965 y 1975. “En su mayoría, el material de archivo que se recopiló durante la investigación es inédito y fue aportado por una gran cantidad de entrevistados y personajes protagónicos que construyen la esencia del relato. Es nuestra intención compartirlo por este medio, como una pequeña pero valiosa batalla de actitud ante el olvido”, aseguraron sus realizadores desde la página oficial de Facebook del documental.

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Por Federico Rodríguez Lescano

CRIANDO CUERVOS

Víctor Conti (2011)

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usicalidad ermitaña. Enfrentarte solo a todos tus instrumentos para componer y registrar sin ayuda humana. Víctor Conti, alias LaHiena, parece estar acostumbrado a esto de sentarse mano a mano frente a una computadora para concretar ideas musicales. Su trabajo discográfico 20 canciones de mierda y una PC lo incita desde el título. De la mano de Altopulso Grabaciones Caseras, el músico salteño editó en 2011 un compilado de autómatas producciones y nos enfrenta a una gran incógnita ¿Se puede tener una banda de rock en formato virtual? Criando Cuervos, placa independiente de libre descarga, contiene once

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canciones que destilan genuino rock argentino. Género que se viste de mil colores y texturas a lo largo de su historia. Con reversiones a su ex banda, Anguila Macabra, más un cover a The Animals, Conti despide diversas influencias de lo nacional en su prolífica escritura. Con un acercamiento oscuro y bien por debajo de la superficie, se percibe una especie de travesura sonora. Es el ingreso a un mundo de recreación musical, donde estilos “adversarios” en la gran novela del cancionero argento, se entrecruzan para derribar añejas dicotomías. El rock clásico, potenciado en feroces guitarras, se amiga con bases modernas y excéntricos sonidos electrónicos. Automatización rítmica, propia del pop más selecto, en un contexto de rebelión e introspección lírica.

Entre el crudo rock que erupciona sin cesar, y con registros de voz discontinuos, la fina melodía siempre dice presente. En el pasar se nos sorprende con un sombrío pasaje country, digno exponente ambiental para cualquier film western (“Caer nomás”). La memoria se instala en un lúcido Alejandro Sokol a plena luz de velas (“Despertar”), mientras que un alternativo Richard Coleman, de Los Siete Delfines, parece deambular sin permiso (“Solapadito”). Otras imágenes nos acercan a unos resucitados Caballeros de la Quema queriendo pegar una vez más en la radio (“Aliviando al Mono”), o a ese liviano “nuevo rock argentino” de los 90 (“Mear iguanas”). Nos cruzamos con alcoholizados intentos de pop punk (“Buscándote en el techo”), con unos Piojos sampleados en rabia funk (“Es tu fe”), y con exquisitas tonadas en formato acústico (“Estupidez”). La programación digital de compases, más un profundo uso de sintetizadores y efectos, nos hace imaginar una asociación de músicos virtuales a domicilio. El trabajo de mezcla final es inestable. Lo descuidado, con excesivos segmentos de dejadez instrumental, se observa con plenitud en desafortunadas ejecuciones. Contra una estandarizada visión de lo correcto, estos altibajos en realidad añaden distinción al sonido casero de garaje. En cuanto al mensaje textual, nos remitimos a viejas palabras de LaHiena en su época Macabra: “Las letras tienen un yo lírico disconforme con todo. En algunos temas hay apología a las drogas y no es metafórica. Pero las letras no son así porque escriba pensando en las drogas sino que tomo anécdotas de la gente y me hago cargo en primera persona”. Con un par de años y experiencias más, Conti se muestra como una persona que mira la realidad desde los otros, aunque afectando lo propio. Una persona que desde múltiples influencias musicales, tal vez inconscientemente, se nutre hacia una verdadera búsqueda compositiva. Una persona que desde su yo absorbente, oscuro, solitario y hasta virtual, recrea parte del extenso cancionero rock argentino.


4 MISCELÁNEAS ELÉCTRICAS Y ALGUNAS TORMENTAS OCULTAS

Chané (2010)

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ajo el alias de Chané, el multiinstrumentista Mario Cheda editó este mini álbum tras la edición del box set de cuatro EPs llamado Colección Deluxe Perfumada (2009). Por entonces había vuelto a establecerse en Salta después de varios años en la ciudad de Córdoba y continuaba en la búsqueda de experimentar con elementos sonoros y oportunidades digitales al alcance de su genio. Acompañado de sus guitarras y su computadora portátil, decidió no quedarse quieto nunca. Es por eso que el material que produjo a diario a lo largo de su historia no dejó aristas de

sorpresa cerradas en ninguna ocasión. Si bien incursionó en su discografía por diversos formatos, como por ejemplo “el modelo canción” donde sumó su propia voz, en 4 misceláneas se concentró principalmente en sus matices más electrónicos. Masa sonora difícil de digerir por muchos, pero con una abstracción y dedicación de composición tan alta, al punto de compararse con trabajos de colegas del sello alemán Kompakt. Ambient y microhouse producido entre clips & cuts de corte experimental (“Minimal”, “Dimensión”, “Grandes ciudades” y “Entonaciones”) y el agregado de dos interven-

ciones más crudas donde las seis cuerdas toman la dirección (“Sin sentido” y “Primer momento”). Estas últimas piezas connotan una explosión desgarrada y una implosión apaciguada, muy internas en el músico, demostrando que había un fuerte componente humano escondido entre tanta posible frialdad tecnológica. 4 misceláneas eléctricas y algunas tormentas ocultas no fue la producción más accesible de Chané, pero marcó el estado de musicalidad en el que se encontraba en ese momento. Se escucha en chanecrecientesmenguadas. bandcamp.com.

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Las vengadoras de las Mirabal Por Franco Hessling En una de las provincias con mayor índice de femicidios del país, las mujeres se organizan para combatir la cultura patriarcal y concretar la revolución más importante del siglo.

“Soy mujer. Y un entrañable calor me abriga cuando el mundo me golpea. Es el calor de las otras mujeres, de aquellas que hicieron de la vida este rincón sensible, luchador, de piel suave y tierno corazón guerrero”. Alejandra Pizarnik

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a fanzine Pacha Kuyuy surge ante la necesidad de crear un espacio de expresión colectivo que haga resonar las voces que generalmente no se escuchan, las que además cuentan cosas que no suelen hablarse en los medios. Nace como un colectivo de mujeres en búsqueda de crear un espacio de empoderamiento, en tiempos en que la

Andrea Neri

violencia hacia las mujeres aumenta alarmantemente mientras se nos sigue viendo como objetos o productos”, detalla Carla Ávila, una de las integrantes de la publicación que circula impresa y en la web desde hace poco más de un año. Sofía Arcuati, otra de las seis integrantes estables que tiene la Pacha Kuyuy, cuenta: “Nos dividimos las tareas según lo que cada una puede y sabe,


somos horizontales y autogestivas, eso es una de las cosas que más nos gustan y que más nos cuentan”. También rememora que una de las discusiones iniciales que tuvieron “fue si incorporábamos escritos y arte de compañeros varones, ya que la fanzine la creamos y formamos entre mujeres con un objetivo claro de empoderamiento para nosotras”. Tras el primer número en el que sólo participaron congéneres, en adelante decidieron dar espacio “a los compañeros que también se están deconstruyendo, aunque siempre dándole prioridad al arte y escritos de las compañeras”. Están abiertas a recibir cualquier tipo de colaboraciones, siempre que se inscriban en la línea de temas alternativos o que brinden herramientas “para las compañeras que sufren violencia”.

dato que recae sobre nosotras sólo por portar vaginas, de cuidar de los otros, del marido, de los hijos, de los padres, de los enfermos”. Soraire define al Género Trueque como una manera de socialización entre mujeres que se inicia en el encuentro para trocar. “Las comunidades originarias se manejaban fundamentalmente con la minga y los intercambios, en estos tiempos se apela a éstos en situaciones de emergencia”, subraya y finaliza realzando las transacciones sin dinero. **** Aunque suene tremebundo, el siguiente relato es verídico: el último 5 de enero, un hombre asesinó por segunda vez en su vida a una mujer que lo vi-

**** Las mujeres son protagonistas centrales de la economía familiar, sea por el mandato patriarcal de hacerse cargo de las tareas domésticas, sea por administrar los ingresos de las unidades económicas micro o sea por responsabilizarse por los cuidados y la contención emocional. En razón de ello, las principales revueltas por carestía o congelamiento del consumo de alimentos o bienes de subsistencia fueron impulsadas por mujeres. Los enragés y los sans culottes de la Francia de finales del siglo XVIII y los cuadros soviéticos de principios del XX son dos de los ejemplos en los que incluso la historiografía revisionista optó por embalsamar prioritariamente hombres, a pesar del protagonismo invaluable del colectivo de mujeres que arreció ambas revoluciones. Se les debe a los historiadores de izquierda la reivindicación de Jacques Roux, Jean Theóphile Leclerc y Jean-Francois Varldet, tanto como las de Vladimir Ilich Uliánov y Lev Davídovich Bronstein; no obstante, la merecida restitución histórica de Marie Gouze, Claire Lacombe y Nadezhda Krúpskaya es responsabilidad casi exclusiva del movimiento feminista y las mujeres anticapitalistas. Igual lógica aplica a Tupac Amaru y Juana Azurduy, esta última hasta hace unos años eclipsada aun por los relatos más progresistas. En agosto de 2016, un grupo de mujeres salteñas puso en marcha el Género Trueque para sobreponerse a las dificultades económicas tanto como para recuperar formas de intercambio ancestrales y establecer una experiencia de encuentro entre compañeras. Lo iniciaron dos antropólogas de la Universidad Nacional de Salta. Una de ellas, Florencia Soraire, expresa que “está clara la contradicción de sabernos pilar de la economía del hogar la mayoría de las veces y, en parte, obedecer al man-

Las Bomberas salteñas se ocupan de asesorar y acompañar a las mujeres que pretenden abortar, para que puedan hacerlo de forma libre y segura. Concretan cinco interrupciones por semana.

sitaba en una cárcel. La primera de ellas se llamaba Verónica Soledad Castro y tenía 29 años cuando cayó en manos de Gabriel Herrera, alias Chirete, quien la estranguló en el alojamiento penitenciario de San José de Metán, donde cumplía una pena de reclusión de cinco años y medio por robo calificado; fue el 23 de marzo de 2006. En enero de este año, Andrea Neri de 19 años fue ultimada por las mismas manos y en las mismas condiciones, esta vez en la Unidad Carcelaria N°1 del Servicio Penitenciario de la ciudad de Salta. Entre Metán y Salta hay unos 170 kilómetros, ambos distritos forman parte de una provincia que en los últimos años se erigió como emblema antonomástico de la violencia hacia las mujeres en la América del Sur. En Salta, en julio del 2011, la doble violación y crimen de

dos estudiantes francesas, Cassandre Bouvier y Houria Moummi, provocó un cimbronazo de tal importancia que incluso los periodistas cedieron a dejar de llamarle “crímenes pasionales” a los femicidios -homicidios por misoginia-. Otro caso que tuvo trascendencia fue el 16 de julio de 2012, cuando aparecieron sin vida las jóvenes Yanina Nuesch y Luján Peñalva, de 14 y 19 años respectivamente; llevaban dos días desaparecidas al ser halladas pendiendo de un árbol en un montaje que pretendía sugerir un pacto suicida con ambas ahorcadas. La reseña a Rosana Alderete es igualmente arbitraria que ineluctable, fue acuchillada junto a los hijos que había tenido con su atacante, al que había denunciado varias veces por golpeador. Aquel 28 de agosto de 2004, Rosana de 36 años, y sus hijos Nahuel y Noelia, de seis y nueve, perdieron la vida anteponiéndose en el camino del macho sanguinario y la mayor de los hermanos, Vanina, por entonces de once. Pese a las heridas, la nena más grande logró escabullirse. Por estos días sólo lleva el apellido de su fenecida madre, jamás el de Alberto Yapura. La sobreviviente, Vanina Alderete, hoy tiene 24 años. **** A la inversa, de lo general a lo particular, digamos que en el costado que se encuentran las rémoras de lo que en otro momento fue territorio colonizado por “Occidente”, Argentina se ha convertido en una referencia internacional del movimiento de mujeres que pretende la igualdad y que postuló la consigna “Ni una menos” para acabar con la atribución de matar que se dan los patriarcas, muy liberales en cuanto a negocios, aunque temerosos de reconocerse iguales a las mujeres, refugiados en una misoginia que deriva en legitimar privilegios y dominación violenta. “Ni una menos” es una convocatoria a una marcha nacional que se viene realizando desde el 3 de junio de 2015. Se extendió a otros países de la región como Uruguay, Brasil, Chile, México y Perú; evoca el enunciado de la poetisa Susana Chávez Castillo: “Ni una mujer menos, ni una muerta más”. La mexicana es un caso testigo para mostrar que un femicidio puede darse por violencia familiar tanto como por régimen; acallaron a la activista juarense por denunciar a viva voz el sistema patriarcal. El 6 de enero de 2011 apareció mutilada, con la cabeza envuelta en una bolsa negra. Claro que el patriarcado se expresa en la agresión doméstica y en la organizada, pero no es menor la influencia que tiene como régimen que se cuela entre normas jurídicas, fallos judiciales, protocolos de acción, objeciones de conciencia, planes de educación, y criterios de distribución del poder en-

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tre hombres y mujeres. Argentina, igual que con el reclamo para acabar con los femicidios, unos años antes fue pionera en la discusión organizada por la legalidad del aborto. Allá por 2003, en Rosario de Santa Fe, marco del XVIII Encuentro Nacional de Mujeres que se hace todos los años, se constituyó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, Seguro y Gratuito, una “amplia y diversa alianza federal, que articula y recupera parte de la historia de las luchas desarrolladas en nuestro país (Argentina) en pos del derecho al aborto”, según definen en su sitio web. Actualmente, la Campaña está integrada por 305 colectivos de mujeres adheridas. En tren de restituirle vigor a la dialéctica Occidente-Oriente, péndulo espiritual de la Guerra Fría entre súper potencias del norte, reconozcamos que el primer país en el mundo en legalizar el aborto fue la joven Unión Soviética de Lenin, en 1920, que por efecto dominó propugnó que en las zonas de influencia soviéticas se replique la medida (de acuerdo a investigaciones de Fertilab, unidad de reproducción humana de Venezuela fundada en 1974, en 1956 legalizaron el aborto Polonia, Hungría y Bulgaria, y en 1957 lo hizo Checoslovaquia). En el sur colonizado, del lado americano, aplicando nuevamente la dialéctica Occidente-Oriente, el resultado se repite: la Revolución Cubana fue la primera en reconocer el aborto legal en Latinoamérica. Los paladines del capitalismo esperaron hasta 1973, tras el fallo de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos en el caso Roe contra Wade, para admitir casos de aborto no punible. Entre los territorios evangelizados por el catolicismo -igual que Cuba-, influenciados por Occidente, los primeros en desprenderse de la punición a la interrupción voluntaria del embarazo fueron México y Uruguay. En el país azteca, desde 2002 los códigos penales de los estados han ido cediendo al derecho a abortar, con el aliciente de que el por entonces Distrito Federal, en 2004, determinó que las mujeres pudiesen abortar de modo gratuito en los centros asistenciales del sistema de salud pública. Los orientales del cono sur lo hicieron en 2012, cuando el presidente del Frente Amplio, José “Pepe” Mujica, promulgó una ley que ya había sido aprobada en 2008 y dejada sin efecto por el también presidente del Frente Amplio, Tabaré Vázquez. Dentro de Argentina, Salta ha estado en la cúspide de los conteos de femicidios que realiza desde 2008 el Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”. Ésta fue víctima fatal de su pareja, Manuel Alejadro Zerpa, quien la vapuleó. Vivían en la localidad de Palpalá, en la provincia de Jujuy y tenían una hija de

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nueve meses. En el libro Por Ellas…cinco años de informes sobre femicidios, del observatorio Zambrano, editado en noviembre de 2013 por La Casa del Encuentro, Salta aparece como la cuarta provincia con más femicidios con 61, sólo detrás de Buenos Aires (384), Santa Fe (110) y Córdoba (100). La recopilación funcionó como sustento de muchas luchas institucionales dadas por el movimiento de mujeres, sobretodo porque no había al respecto, y aún no hay, un registro oficial del Estado. En relación con las provincias que la superan en cantidad de femicidios, Salta es considerablemente más pequeña, por lo que su índice de violencia misógina, proporcionalmente hablando, es mayor. En ese período de cinco años, desde 2008 a 2013, Salta registró un femicidio cada 10.120 mujeres (tomando como referencia los datos del Observa-

“Desde que se popularizó la consigna Ni una menos se habilitó una sensibilidad entre mujeres para involucrarse, por eso en los dos últimos años hubo una ebullición de colectivos feministas. En parte es consecuencia del incremento de la violencia”. torio Zambrano y los del Censo Nacional de 2010); en Buenos Aires fue uno cada 20.887 mujeres, en Santa Fe cada 14.970, y en Córdoba cada 17.038. Para dejar de hablar de cifras, el epigrama es diáfano: “Ni una menos”. El femicidio es la máxima expresión de una cadena de violencias que el patriarcado encadena, a veces de modo invisible y otras haciéndose ostensible. Según la nota descriptiva 334 de la Organización Mundial de la Salud divulgada en septiembre de 2013, la más reciente sobre “Salud de la Mujer”, el 35 por ciento de la población femenina “ha sido alguna vez en la vida víctima de violencia de pareja o de violencia sexual fuera de la pareja. Por término medio, el 30 por ciento de las mujeres que han tenido una relación de pareja han experimentado algún tipo de violencia física o sexual por parte de su

compañero”. Las Estadísticas Vitales sobre 2015 de la DIES (Dirección de Estadísticas) del Ministerio de Salud argentino, indican que el aborto es la principal “causa individual” de muertes en madres, que por supuesto se agrava en el decil más bajo de la población (de menos recursos). Sobre un total de 298 fallecimientos maternos en 2015, fueron 55 a causa de abortos, sobre los cuales 46 se dieron en hospitales públicos, adonde la atención es gratuita pero estigmatizante. René Favaloro, médico rioplatense que inventó el bypass aorto-coronario, le dijo al periodista tucumano Federico Türpe, en una entrevista en Santiago del Estero, allá por 1997: “Los ricos defienden el aborto ilegal para mantenerlo en secreto y no pasar vergüenza. Estoy harto de que se nos mueran chicas pobres para que las ricas aborten en secreto. Se nos mueren nenas en las villas y en los sanatorios hacen fortunas sacándoles del vientre la vergüenza a las que tienen plata. Con el divorcio decían que era el fin de la familia y sólo fue el fin de la vergüenza para los separados ilegales. Con el aborto legal no habrá más ni menos abortos, habrá menos madres muertas. El resto es educar, no legislar”. El 29 de noviembre de 2015, en el paraje Alto La Sierra, parte de la agreste zona del Chaco salteño, una niña de doce años con retraso madurativo fue violada en banda, acto del que participaron seis adultos y tres menores. Al momento de ser vejada, Juana estaba encinta desde hacía un mes, conforme a las pruebas ulteriores del CIF (Cuerpo de Investigaciones Fiscales), órgano del Ministerio Público de Salta. Cuando su familia realizó la denuncia por la violación múltiple, antes de las pruebas que arrojó el CIF, ni el juez Fernando Mariscal Astigueta ni el fiscal Armando Cazón les informaron sobre el derecho a interrumpir el embarazo que otorga el Código Penal argentino. La omisión resultó en una cesárea de urgencia en el séptimo mes de gravidez, el bebé feneció por una malformación en el cráneo el 2 de junio de 2016. **** “En Argentina, a fines de los 90 sale un manual fundamental, Cómo hacerse un aborto con pastillas, de las Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto. Un material completísimo reeditado a los pocos años por Ediciones Madres de Plaza de Mayo”. A.A. se remonta a los orígenes de la organización para que dejen de morir mujeres pese a que interrumpir un embarazo siga penado por ley. Pertenece a Las Bomberas–Socorro Rosa Salta, que integran el colectivo de Socorristas en Red de Argentina, en marcha desde 2012.


Por seguridad, ya que en el país todavía es considerado un delito, prefiere resguardar su nombre. Narra que “en los 70 un grupo de feministas italianas realizaban abortos gratuitos en sótanos con médicos del Partido Comunista, para evitar que las mujeres pasaran por el maltrato y el manoseo económico. Este grupo se llamaba Socorro Rosa. De ahí se toma el nombre cuando comienza a gestarse la experiencia del acompañamiento en Argentina”. G.G., otra de Las Bomberas salteñas, indica que se ocupan de “asesorar y acompañar a las mujeres que pretenden abortar, para que puedan hacerlo de forma libre y segura”. Estima que se concretan cinco interrupciones por semana, un cuarto de las consultas que reciben, y cierra resumiendo que “desde que se popularizó la consigna ‘Ni una menos’, se habilitó una sensibilidad entre mujeres para involucrarse, por eso en los dos últimos años hubo una ebullición de colectivos feministas y por la diversidad. Lastimosamente, en parte es consecuencia del incremento de la violencia”. **** Desde hace unos veinte domingos, haciendo rotar la locación de encuentro, un grupo de mujeres se reúne en la capital de Salta para tocar y armar sicus. El ensamble, por lo pronto, se hace llamar Warmis sikuris, que traducido del quechua quiere decir mujeres que tocan aquel instrumento. Una de los propulsoras explica que entre los horizontes principales está “hacerse oír”. Gloria Chilo junto a Fernanda Mendoza y Fabiana Tapia ya integraban un conjunto de sikuris mixto -Yuyaichasqui Sikuris-. Chilo es comunicadora y realizadora audiovisual, resalta que “la idea de crear una banda de sikuris mujeres empezó a concretarse a partir de los ‘Género Trueque’, que son unos encuentros en los que nos juntamos mujeres para intercambiar lo que cada una produce, tiene o sabe”. Opina que “los movimientos de mujeres que existen hoy en día son muy diversos, y está muy bien que así sea porque existen distintas reivindicaciones. En particular, los grupos de sikuris vienen creciendo un montón en el país y el continente, eso nos genera mucha motivación”. Gloria añade que se mantienen en contacto con varios grupos de sikuris mujeres con distinta procedencia, y que con algunos de Jujuy se están programando reuniones para compartir experiencias. “Estos espacios vienen creciendo porque invitan a otras cosas, como el compartir con la otra y generar un grupo de apoyo y contención entre mujeres”, considera. Para pavor de los machistas, no dejan de multiplicarse las vengadoras de las Mirabal.

POR FernandA Salas

EL TESORO DE LOS INOCENTES

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stoy en la obra social. Tengo el número 406, va en el 284 y no traje nada para leer. Flota el malestar de la gente, el murmullo ensordecedor de cualquier oficina. Sobresale la voz de un nene que está sumergido en su juego, que no entiende del tedio. En la pantalla Crónica y C5N en mute. No parece una oficina del Estado. Los zócalos de Crónica alertan “La navidad de oro”, “Llega la navidad y estamos medio caídos”, “El viernes hay que armar el arbolito”, “¿Cómo llega Papá Noel en el 2017?”. Todo acompañado de testimonios de comerciantes con cara de preocupación. La tele anuncia algo que los supermercados ya hicieron desde mediados de noviembre. Llega diciembre (triste, real) y reforzamos nuestro espíritu tilingo, digo navideño. Ayer un amigo dijo “ya fue el submarino. AHORA EMPEZÓ EL MUNDIAL”. Y me explicó (gracias macho) que había sido el sorteo de los países. Parece que ya fue todo: Santiago, Rafael, el submarino. Entre el murmullo, el mute y el tedio todavía suena la voz del nene que juega. Será esa voz o la tele pero de repente recuerdo cuando era chica. Vuelvo a los diez años (RE grande): mis viejos me regalaron una bicicleta rosa y blanca. Bueno, Papá Noel me regaló. En mi casa se creía en cosas. En dios. Ahora sólo siguen creyendo mis viejos. Yo creía. Este recuerdo no es sobre la bici blanca y rosa de nena, ni tampoco es cómo perdí la virginidad con una bici (exagero, pero pasó), este recuerdo es sobre la inocencia. Es cierto que todavía parezco inocente cuando alguien me hace un chiste y yo digo ¿ENSERIO? con los ojos grandes como emoji mientras que del otro lado con ojos en blanco me dicen no (boluda). Esa otra inocencia de mi yo de niña era distinta. Pura, podríamos decir. Siempre pasamos las fiestas con mis padres y mis hermanos, en casa. Lejos de la otra familia. Familia éramos sólo nosotros, mi hermano mellizo y yo. Creo que me aburría bastante. Mi hermano salía a jugar con los chicos del barrio y yo creo que no. Yo vestía un enterito blanco y rosa que amaba y después odié. Había olor a navidad. Todo ese día lo hay desde temprano, incluso hoy. Mi recuerdo esta en mute igual que la tele. Veo las luces del arbolito y noto mi ansiedad porque veo regalos y nombres y no veo el mío. Veo que todos brindan y se saludan y en un parpadeo una bici creció en mi árbol. Una bici que no tiene nombre pero que es mía así, de golpe. Mágicamente. No sé por qué me ataca ese recuerdo. No sé tampoco cuándo empecé a odiar las fiestas. Probablemente cuando empecé a querer salir. Eso no importa mucho ahora. Creo que siempre pensé la navidad en relación al rito, al tedio (como el de esta oficina) a las obligaciones de familia. A no hablar de política, ni de religión ni de nada como en cualquier reunión familiar. Y en realidad siempre la pasé bien con mi familia. Nunca tuvimos problemas demasiado serios como para no estar tomando algo en navidad y hablando boludeces. Tampoco es que ahora soy menos boluda. Veo alrededor y me preocupa la inocencia de todos. Puedo ver las cabezas de la gente comprando cosas en las peatonales cuando los bondis pasan por la San Martín. ¿Vemos las cabezas de todos? ¿Todos la pasan como yo? La cabeza me va a explotar entre las palabras: reformas, inflación y mi pesimismo berreta acomodado. Porque ¿qué hago con lo que pienso? ¿Qué hacemos todos? Cómo dice amiga G: “¿Cómo sería si fuésemos Violencia Rivas y de verdad rompiéramos con todo nuestro conformismo? Entre que nos quejamos hay gente que posta no tiene nada. Me rio del cross cósmico que me aplasta la jeta porque, lejos de ser hippie, las contradicciones también hay que bancarlas. Por otro lado, dice G, las fiestas también son una metáfora de cierre, de nuevo comienzo. Lo necesitamos para seguir dentro de esa gran máquina que parece comernos. Para resistir. Lo veo al nene irse, ya mucha gente se fue y parece ganar el silencio. En eso me llegan dos mensajes: en uno un amigo me cuenta que le gusta la navidad porque va a su pueblo y su mamá hace sanguchitos de atún. En el otro mis amigas empiezan a organizar el año nuevo que pasaremos juntas. Sonrío. Ahí está la resistencia.

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POP, MĂšSICA DURA Por Lucas Canalda // Fotos de Lucrecia Ricciardi

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Entre libros anarquistas y tecno orgánico, el dúo rosarino Matilda construye una discografía prestigiosa que de a poco se expande por todo el país.

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atilda es un dúo de tecno pop que desde hace 17 años habita el circuito rosarino. Tiene cinco discos publicados. Está integrado por Juan Manuel Godoy (voz, ocasional guitarra acústica) e Ignacio Molinos (bajo, sintes, melódica y más), dos treintañeros crecidos y formados en la cultura subterránea pensada desde la autogestión y la horizontalidad. Las experiencias de ambos se complementaron en la Biblioteca Anarquista Alberto Ghiraldo y siendo parte del sello y colectivo Planeta X. Entre libros, diversas perspectivas de construcción y cientos de recitales por el interior del país se forma el núcleo que hoy vibra fuerte en la dupla. Su último trabajo El Rio y su Continuidad, de 2016, es un álbum de interrogantes metafísicos que incorpora nuevos elementos al sonido característico del grupo. En palabras de Molinos -quien paralelo a Matilda llevó adelante el sello independiente Soy Mutante por una década-, “las nuevas sonoridades se deben a que por ahí me desayuno con ciertos instrumentos, cosas que nunca le había prestado atención. Usamos para darle calidez al disco. Timbres nuevos, más madera”. “Nos propusimos hacer un disco heterogéneo, más cálido, orgánico. Tratamos de meter arreglos desde afuera de lo tecno pop o post punk, hay música disco, dub, música pop más pura, bossa nova, músicas latinoamericanas”, aporta Godoy. A mediados de 2017 Matilda se presentó en Club 1518 agotando entradas y colmando el bar rosarino de puro tecno pop que sus fans cantaron canción a canción, incluso imponiendo sus voces sobre el sonido. La presentación de El Rio y su Continuidad también se dio a sala completa en Plataforma Lavardén y desde entonces hasta ahora el dúo viene colmando espacios y convocando hasta trescientas personas en Capital Federal, Santa Fe, Córdoba o Villa María. Ciudades como Rafaela o Paraná también van recibiendo a Matilda con una más que cálida bienvenida. Lejos de ser un sensación nacida de la noche a la mañana, el grupo viene apostando a formar vínculos afectivos con escenas independientes de varios puntos del país desde su primeras épocas y hoy, cuando a poco se van perfilando para las décadas de vida, la apuesta por la constancia y la construcción horizontal está floreciendo más colorida y concurridamente que nunca. “La buena con-

vocatoria de los últimos tres años se debe a que suceden varias cosas”, señala Godoy. “Por un lado -sigue- es la constancia de mantener un circuito de ciudades durante 16 años. Por el otro, nuestra música, si bien conserva una matriz, de a poco fue corriéndose del

“Nuestra idea de hacer música es lo opuesto a esa idea del músico renegado que hace sus canciones sin pensar en el público”.

nicho del tecno pop puro y duro y fue volviéndose un pop mucho más singular con influencias heterogéneas, sin dejar de lado el baile, lo cual amplió nuestro espectro. También creo que fuimos mejorando en esta cuestión artesanal de hacer canciones y de producirlas artísticamente, teniendo en cuenta que funcionen tanto en el formato de disco como en nuestro vivo. Si bien somos dos en el escenario, creo que nuestros shows tienen una energía muy poderosa, nuestra escuela a la hora de tocar en vivo fueron las fiestas de Planeta X, de Kasa Enkantada, y algo de eso sigue estando en nuestros recitales. Siempre tuvimos un buen feedback con el pú-

blico, aunque los recitales fueran para veinte personas, si seguimos haciendo discos y tocando es porque hay un ida y vuelta entre nosotros y el público, el día que eso no suceda no lo haremos más. Nuestra idea de hacer música es lo opuesto a esa idea del músico renegado que hace sus canciones sin pensar en el público, nosotros somos amantes de la música y la hacemos dentro de una marco artístico sincero y honesto, pero siempre pensando en que queremos comunicarnos con el otro. Es más fácil decir que la gente no entiende lo que vos hacés que tratar de conectarse con los demás. Todo esta explicación la hago para que se entienda que como dijo Cristina ‘no fue magia’, es fruto de ponerle mucho trabajo, cabeza y amor a un proyecto que nos ha dado muchas felicidades”. - Molinos: Lolo (Luciani) de Fluido una vez me comentó algo que sirve como ejemplo de lo que hablamos: “Siempre que salimos a tocar por el país nos preguntan por Matilda. Hace poco fuimos a tocar a San Luis y nos preguntaron si los conocíamos a ustedes, si éramos amigos suyos”. Rosario es como una isla, hay músicos que son grandes en Rosario y que cuando quieren salir se dan cuenta que no pasa nada. Nosotros somos una banda chica en Rosario y afuera seguimos siendo una banda under pero tenemos un pequeño recorrido en otras ciudades. La edición de El Río y su Continuidad llegó para coronar un estupendo tiempo para Matilda; un excelente trabajo de estudio que impulsaba el calendario de presentaciones más activo en la vida del grupo. Por estos días, cuando algunos ven lo que genera el dúo en el circuito local y en otras ciudades, hablan del fenómeno Matilda. Aquellas personas que comentan y apuntan sobre el fenómeno coinciden en el talento musical de Godoy y Molinos que se refleja en los discos así como en sus recitales. También remarcan la perseverancia a través de los años y el constructivismo que aplican en sus formas de gestión. Ciertamente, todas grandes verdades y todas tremendas certezas. Lo que por momentos escapa a su descripción es que con su obra, Matilda parece haberse adelantado por muchos años a los procesos socioculturales -y sus respectivas discusiones- de nuestros días. Matilda supo apuntar antes que muchos la severa inequidad entre el centro y los barrios de Rosario; el completo olvido de las zonas industriales, las calles de hogares obreros castigadas

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durante los 80 y 90 y que nunca aparecieron en el GPS de los gobernantes salvo para oportunas fotos de campaña. Esos mismos barrios que hoy padecen la violencia narco y la marginalidad de un sistema que los olvidó hace más de veinte años eran los que Godoy describía en tempranas canciones de Matilda. “Amor natural” del disco Para ser movimiento (2008) se adelanta a discusiones -y batallas- por la diversidad, la inclusión, por animarse a deconstruirse y despojarse de lo adquirido. Matilda estuvo adelantado y mucho de lo planteado y sostenido con constancia hoy es una discusión viva en varias generaciones. Es por eso que el fenómeno no es fenómeno, es construcción, corazón y empatía. “En realidad son discusiones que ya venían de hace mucho” apunta el cantante y responsable de las letras. “Nosotros tuvimos la suerte de poder estar en lugares donde esas discusiones se desarrollaban, de toparnos con amigos muy lucidos o grupos como Planeta

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X o la Biblioteca Anarquista, que nos abrieron la cabeza con su manera de

“Somos una banda chica en Rosario pero tenemos un pequeño recorrido en otras ciudades”.

concebir lo colectivo”. El barbado remarca: “Mchas de las cosas que escri-

bí tenían que ver con ese aprendizaje que estábamos experimentando como personas, no fue fácil para un pibe de zona sur como yo dejar de lado tantos prejuicios adquiridos desde la más tierna infancia y darme cuenta que las cosas podían ser distintas a como nos las habían enseñado. Muchas de las letras funcionaban en lo personal como una herramienta, como un mantra que reafirmará esos nuevos conceptos. Quizá nuestro acierto fue vehiculizar eso a través de un lenguaje musical bailable como el tecno pop, que si bien en su momento en una ciudad tan rockera como Rosario fue visto como algo raro, con el pasar de los años las nuevas generaciones, mucho más desprejuiciadas que la nuestra, se encontraron con esas canciones que por un lado eran bailables y pegadizas, mientras que las letras abordan temáticas o discusiones que les resultan contemporáneas. No creo que nos hayamos adelantado a nada, creo que en todo caso las sociedades tardan en digerir ciertas transformaciones”.



Por Federico Anzardi // Fotos: gentileza PopArt

EL SONIDO Y LA FURIA

En algún lugar de las sierras cordobesas, Germán Daffunchio se mantiene a resguardo de la industria del rock que instala ídolos y fabrica productos. Luca, Las Pelotas y las canciones que surgen desde el corazón.



“Me parece que hacer una lectura sobre este país solamente pensando en si sos macrista o antimacrista es una pelotudez. El problema es mucho más profundo”.


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ermán Daffunchio está en su casa de Traslasierra, acaba de empezar las vacaciones. Tendrá un mes para descansar del constante girar de Las Pelotas, la exitosa banda que lidera desde hace casi treinta años. El grupo que durante los 90 fue el que cargó con la responsabilidad de la mística post Sumo. El que, decían, conservaba la esencia que mejor representaba al sexteto legendario. Para los músicos, especialmente para Daffunchio y para Alejandro Sokol, esa herencia comenzó siendo una cruz. “Empezar de nuevo sin él fue un aprendizaje”, dice Daffunchio. Habla de Luca Prodan, que murió hace treinta redondos años y en este momento vuelve, como suele pasar, a ser tapa de revistas y a ser protagonista de artículos que vuelven a relatar la famosa historia del Tano con educación británica que mejor pintó la porteñidad urbana de la primavera alfonsinista. Desde hace tres décadas, entonces, los sobrevivientes de Prodan cargan con la herencia de la anécdota, del haber estado ahí, del pedido de revival constante. “Cuando empezamos con Sumo, de alguna manera teníamos muchísima inocencia o mucha idealización de lo que era el mundo del rock, de la batalla épica que uno se enfrenta. Y después de la muerte de Luca, lo que más sabía con respecto a ese mundo era la decepción total y absoluta. De hecho, creo que tardé como más de un año en saber que iba a seguir tocando, porque había sido tanta la decepción del mundo que no tenía muchas ganas de dar batalla, hasta que las tuve”. Después de la muerte de Luca, Daffunchio necesitó convencerse de que valía la pena regresar. “Con Sumo hicimos nuestra pequeña revolución. El trabajo ya estaba hecho. Uno ya sabía a lo que se iba a enfrentar, a esa cosa que es mágica cuando uno no conoce y va por primera vez. Ya cuando conociste el submundo, las vanidades humanas, la estupidez humana, los egos, los músicos argentinos, etcétera, es un tema decir ‘empiezo de vuelta, sigo para adelante’. Es una remada. Vos pensá que nosotros tuvimos que arrancar con el karma de haber tocado en Sumo. Porque era ‘claro, se separó la banda y éste armó su propia bandita y sí, sí, te creo que tu banda es buena’. Y en nuestro caso peor todavía, porque Divididos salió un año y pico antes que nosotros. Éramos la tercera banda, la segunda salida de una banda a la que se le había muerto nada menos que el cantante. Había que mostrar pergaminos todo el tiempo. Fue una remada realmente intensa”. Daffunchio volvió a dar un paso más en la batalla y ya lleva, él también, tres décadas más encima. Años en los que

conoció el ninguneo de los medios y del público masivo hasta que todo se dio vuelta. Ahora, Las Pelotas es una de las bandas más respetadas y escuchadas por todos. Sin embargo, algunas cosas no cambiaron nunca. “A Sumo lo sigo teniendo en mi corazón con muchísimo orgullo. No reniego para nada de mi pasado. Al contrario, me encanta”.

Los mitos de la histeria argentina Lo que a Daffunchio nunca le gustó, y es famoso por demostrarlo, es todo lo que Luca provocó después de su muerte, algo que en los aniversarios se incrementa. “Somos amantes de las fechas redondas: los cuarenta, los cincuenta, las bodas de plata, de hojalata. Me parece que la persona que lo conoció a Luca lo sigue teniendo dentro del

“Nosotros tuvimos que arrancar con el karma de haber tocado en Sumo. Había que mostrar pergaminos todo el tiempo. Fue una remada realmente intensa”.

corazón. Todo lo demás es simbología. Realmente no es de lo que me alimento porque me parece que hace mal tanta simbología, tanto número redondo. Lo cierto es que hace treinta años que se murió y va a estar siempre vivo adentro del corazón de todos, de cada uno de nosotros y a través también de la música o las canciones que dejó. Después, todo lo demás, es cómo llenar: ‘A ver, ¿hoy qué podemos hacer?’, ‘Ah, hoy se cumplen 23 días de…’, ‘Ah, hoy es el octavo mes del embarazo de Marley’. Y qué sé yo, boludo, realmente pienso que no es importante. Te soy honesto. Uno que lo vivió, lo tuvo al lado, escucha cosas que dicen, escucha a amigos hipotéticos que tuvo y es increíble cómo las historias se fueron transformando. Las mentiras van creciendo. Porque en realidad, muy poca gente nos vio. En los 80 había que tener muchos huevos

para ir a la noche a escuchar bandas. La situación social era densa, la Policía era muy pesada, extremadamente pesada. Todo era en contra. Por eso te digo que el momento en el que tuve que retomar, sabiendo la dificultad del camino, era una decisión muy compleja. Decir ‘bueno, vale la pena hacerlo’. Al final vale la pena hacerlo pero por una cuestión de terapia de vida, de poder canalizar en lo que escribo o en lo que toco, parte del latir de tu corazón”. Daffunchio y el resto de Las Pelotas se rigen bajo ese latir. Al menos eso se desprende en los últimos discos que editaron, especialmente desde Despierta (2009), en los que la veta más pop, cancionera sensible del grupo se posicionó por encima de la crudeza que caracterizó al grupo durante la primera mitad de su carrera. “Lo primero y más importante es que se murió Alejandro. Entonces hay un cambio bastante importante. Por otro lado también es cierto eso que vos decís. Yo siempre dije que era como una trilogía desde Despierta, Cerca de las nubes (2012) y Brindando por nada (2016). Puede ser que hayamos mantenido patrones de calidad sonora, pero también es cierto que los temas no se buscan un estilo que dependa necesariamente del sonido. El estilo de una banda lo da el corazón”, opina.

Nuevos discos, nuevas drogas “Para nosotros los discos siempre fueron una cuestión terapéutica, de necesidad espiritual también. Y cuando termina el proceso hay siempre un tiempo que te lleva a tener que presentar, armar todas las actuaciones en vivo, pero después ya empieza a picar el bicho de componer. La composición me parece que es muy importante en las bandas para no aburrirse, para que no se transforme en una cosa mecánica y algo tediosa”, dice, antes de remarcar que para Las Pelotas componer es una necesidad ineludible. “Conozco tantas bandas que han tenido la desgracia de hacer un disco bueno y nunca poder salir de ese disco. No está bueno eso. Para un artista está bueno desafiarse todo el tiempo, poder renovar su música. Por sí mismo, no tanto pensando en la gente que escucha. La gente te pide los clásicos de toda la vida. Pero para nosotros es importantísimo poder tocar música nueva”. Actualmente, Las Pelotas se encuentran en un proceso de composición que todavía no define el próximo paso. Daffunchio dice que es “totalmente imposible” poder describir de qué irán las nuevas canciones. “Nosotros no nos regimos por ningún parámetro de nada. Es aquello que nos sale, lo que va tomando forma, lo que nos gusta,

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lo que va quedando. Los procesos de composición no son ‘nos juntamos un día y hacemos un disco’, no, no. Nos juntamos diez días y componemos temas, y nos juntamos otros diez días y componemos temas. Y en un momento decimos ‘che, basta de componer y empecemos a elegir, empecemos a pensar seriamente el formato del disco conceptualmente, intelectualmente’”. Agrega que componer es un ejercicio, algo desafiante, y que lo nuevo es incierto (“Para dónde va a ir, no tengo la más mínima idea”). “La fórmula de un músico para mí es componer, tener música, música, música, y de esa selección siempre van quedando las mejores cosas”. “Siempre me emboló la historia, en la Argentina y en el mundo, la búsqueda de ser únicos. Es medio una farsa porque la moda hoy es esto, pasado es aquello, y las modas pasan. No se trata en la música de decir ah, no, porque yo inventé este sonido, o yo… Me parece que no es lo importante. Lo más importante es la música que tenés para dar, mas que seguir patrones de moda. En la década del 80 apareció todo lo que era el sampler, el MIDI, las baterías electrónicas, y vos escuchás los temas y tienen un sonido que era una moda. Parecía súper vanguardia y es moda. Cuando escuchás esos tambores de los ochenta te morís de risa”, dice, y recuerda un poco (otra vez el revival) a Luca, cuando decía “te doy una guitarra y haceme latir acá”, en el pecho. Es que las canciones buenas lo son hasta con el peor maquillaje de la época. “De eso no hay ninguna duda. Por eso te digo: no depende del aparato, es la música que salga, la vida del tema que vos saques me parece que es lo importante”.

Cosquín Rock, México y después El 2017 fue un gran año para Las Pelotas. Una continuidad del éxito masivo que comenzó en 2003 con Esperando el milagro y que luego se convirtió en estabilidad. De enero hasta hoy, la banda estuvo dos veces en México. “No es poco la ida a México, porque nosotros toda la vida fuimos un grupo que no tuvimos una compañía multinacional que nos apoyara para poder ir a otros países. Fuimos a España, pero nunca fue nuestra finalidad tocar en otros países, no era nuestra premisa. Y lo hemos hecho ahora y la verdad que el feeling con el pueblo mexicano fue total. Es alucinante estar en otro lugar, que conozcan tus temas”, dice Germán, que reconoce que la impresión del público mexicano no siempre fue la misma. “Lo dije en algún momento: una de las cosas que me pasaba con México era que pensaba que éramos dos realidades distintas. Que es cierto, las problemáticas de los

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países son completamente distintas. Pero la música une, hay un canal que es la desigualdad social, la miseria, la injusticia. Es igual en toda Latinoamérica. Entonces ahí hubo un nexo alucinante con la gente”. La primera vez que la banda aterrizó en México fue en el contexto del Cosquín Rock (ver Rock Salta 25), en Guadalajara,. “Fue alucinante. De ahí fuimos a tocar al DF. Nos fue muy bien y fue tanto así que al poco tiempo ya sabíamos que volvíamos porque nos habían invitado a tocar en un festival también en Guadalajara y en Monterrey, que es tremendo. Queremos volver el año que viene”. La mención a Cosquín Rock no es gratuita. Las Pelotas tienen una historia larga con el festival Participaron de todas las ediciones argentinas. Para Daffunchio, la empatía con el evento trasciende la clásica relación entre mú-

“Uno que lo vivió, lo tuvo a Luca al lado, escucha cosas que dicen, escucha a amigos hipotéticos que tuvo y es increíble cómo las historias se fueron transformando. Las mentiras van creciendo. Porque en realidad, muy poca gente nos vio”. sico, productor, público y recinto. “Nosotros somos una banda que toda nuestra vida hemos tocado siempre. Somos una banda cuyos integrantes viven en una parte de la Argentina que se llama El Interior y yo siempre apoyé a muerte al Cosquín por la certeza que tenía de estar entre la gente. Durante muchos años me gustaba meterme entre la gente para ver quiénes eran, quiénes estaban. Y ahí adquirí la certeza que la mayoría de la gente que va al Cosquín está ahorrando la guita todo el año. Que son de pueblitos a los que nunca va ninguna banda a tocar porque son demasiado pequeños y en Cosquín tienen la posibilidad de ver a un montón de bandas con un solo ticket o sacando un abono. Están todo el año juntando la guita y eso me creó todavía más responsabilidad o más pasión por ese festival porque

realmente es un festival muy federal y está lleno de gente que va de todas las provincias, y eso, para mí tiene un condimento extra. ¿Qué quiere decir esto? Que nunca pusimos trabas para tocar en Cosquín. Ha habido bandas que te piden, no sé, te piden su lista de pelotudeces, exigencias. Para mí lo más importante es poder tocar para la gente de nuestro país que está por todos lados”. Cuando a Germán se le terminen las vacaciones le espera un año cargado con giras por (otra vez) México, (otra vez) Cosquín Rock, el Lollapalooza y más. La agenda apretada no permite demasiado tiempo libre para concretar otras ideas, como el proyecto solista que Daffunchio tiene hace años en mente y todavía no pudo desarrollar. “No me alcanza el tiempo. La vida, a medida que va pasando, cada vez necesitás más tiempo”, dice, y aclara que las composiciones por fuera de Las Pelotas “son terapias, desafíos, no estoy pensando en competir con Fito Páez (risas)”. “Hay dos de mis hijos que son músicos y tengo muchas ganas de desarrollar un proyecto con ellos. Pero todo lleva su tiempo. Los tiempos que quedan son muy pocos. Y en esos pocos tiempos tenés que tratar de desconectarte”.

La rueda que mueve al mundo “Necesitábamos descansar porque fue un año muy intenso. Una cosa que por ahí la gente no sabe y que es una constante en la vida de un músico son los miles de kilómetros que tenés que hacer. La semana pasada tocamos en Mendoza y de ahí nos fuimos a Neuquén, a Río Negro, miles de kilómetros, cientos de horas. Pero es la pasión lo que te mueve a hacer todo eso. También tocamos en Colonia Catriel, nunca habíamos tocado ahí. Y esta cosa que te decía de Cosquín y las bandas que nunca van a los pueblos, hay tanto pueblo perdido en una Argentina inmensa, que llegar por primera vez a un lugar, que la gente conozca tus temas y tocar para esa gente que va es alucinante. Te sentís bien, porque también es argentino. Para mí el éxito de un artista no es solamente cuántos Luna Park hiciste. Ese es el que hizo el negocio más grande. Pero a nosotros siempre nos gustó tocar por todo el país”, dice. El submundo del rock que Daffunchio conoció en los 80, cuando tenía veintipocos, probablemente ayudó a que su personalidad se cerrara aún más ante lo que le genera desconfianza. Su fama de recio esconde al tipo sensible que se refugia en las sierras como hace décadas (más de tres) se refugiaba en barcos mientras trabajaba de marinero. También, probablemente, ayudó a que se decida a huir de Buenos Aires.


Probablemente no: “Seguro, por supuesto”. “La ciudad de Buenos Aires realmente no ayuda en nada. Me parece que una de las cosas que enfermó al arte es toda esta moda gigante de la estética, el chisme, el se cogió a este, se cogió a la otra, estar acá, estar ahí, porque si estás pertenecés y si pertenecés sos importante. Me parece que lo nuestro es por otro lado, es la música que hacés y si te gusta y te pega estamos de acuerdo. A mí me da un poco de frustración ver pibes con tanto talento enroscados en pelotudeces que no van al fondo de la historia, siguiendo patrones que parecen dictados por una máquina. Hablo de la estética de una banda, de la música”. Por eso, Daffunchio se refugia en lo que necesita. “Cuando estoy acá estoy tratando de descansar, eso siempre ayuda a la composición, a la creación. Me gusta plantar árboles, por ejemplo, me gusta mucho la naturaleza. Es muy importante en mi vida. Ver los amaneceres o las noches estrelladas. El perfume de los árboles en primavera. Hay muchas cosas”.

vida. Algo mal se tuvo que haber hecho siempre para que estemos como estamos. Pero siempre, no ahora. Siempre. Yo no soy macrista, los odio a todos.

“Conozco tantas bandas que han tenido la desgracia de hacer un disco bueno y nunca poder salir de ese disco. Para un artista está bueno desafiarse todo el tiempo, poder renovar su música. Para nosotros es importantísimo poder tocar música nueva”.

Solito vas Lo que nunca cambió en Las Pelotas es la mirada de las cosas. La postura que la banda siempre mantuvo frente a la Argentina, que parece que es la misma, aunque pase el tiempo. “Creo que en este país, lamentablemente, estamos viviendo ciclos que los he visto toda mi

Me parece que el político actual, creado por las grandes corporaciones, es una raza absolutamente despreciable”, dice, y ya no se sabe si el Daffunchio que habla es el de los 80, los 90 o los 2000, porque es el mismo de siempre. “En la Argentina habría que leer histo-

ria. ¿Cómo podés explicarte vos que un tipo como Menem ganó dos veces en un país? Es todo una gran farsa. No tengo ganas de hablar de política porque me da asco, me embola”, dice. Sin embargo, se apasiona y sigue: “Me parece que hacer una lectura sobre este país solamente pensando en si sos macrista o antimacrista es una pelotudez. El problema es mucho más profundo. Lamentablemente vivimos en un mundo donde la desinformación es total. Antes estaba oculta”. Y entonces es cuando el ciclo se cierra. Cuando es mucho más que una trilogía de discos regidos por un sonido particular. Es, en definitiva, la esencia que pertenece a esta banda, que canalizó angustias y dolores a través de canciones y discos que marcaron épocas y que hoy continúan buscando nuevos rumbos. “Esa es la parte de la que te hablaba de la terapia humana. Si vos te regís por el parámetro comercial, cantar esas cosas es lo peor que podés hacer, porque la mayoría de la gente no quiere escuchar. Quiere escuchar ‘Felices los cuatro’ o toda esta grasada de la bachata, que, está bien, está buenísima para bailar ebrios, suponete. Está bárbaro, pero eso te muestra cómo está el mundo. Cuando lo único que hablan es de cómo te la pondrían o las ganas que tienen de garchar y nada más, cuando escribas una canción social te vas a sentir bien de cantarla porque no te vas a sentir cómplice. Pero seguro no va a ser un éxito comercial”.

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UNA ESPECIE DE BABEL Por Santiago Castellanos // Fotos: gentileza Cosquin Rock

José Palazzo presentó la edición 2018 de Cosquín Rock. El festival más importante de Argentina ofrecerá más de cien bandas en dos días y una gran diversidad de géneros y actividades. 22


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a gira continental de Cosquín Rock!”, exclama José Palazzo al ver uno de los títulos de tapa de la Rock Salta de noviembre. Está en medio de la rueda de prensa de presentación de la edición 2018 del festival, que se realizará el 10 y 11 de febrero del año que viene, y empieza a recordar cómo arrancó todo lo que derivó en un evento ineludible para el rock argentino: “En 2001 empezamos a trabajar en un sueño. Nunca nos imaginamos que iba a llegar a esta etapa tan maduro. Cosquín Rock es un festival que cumple 18 años de manera independiente en Argentina, una cosa que parecía inviable en su momento. De hecho, por momentos, sigo pensando que es inviable”. “Esta edición va a ser muy latinoamericana”, explica, en coincidencia con la exportación del festival a todo el continente durante este 2017. Bandas de Perú, Chile, Uruguay, México y Puerto Rico sustentan la idea. “También van a haber bandas de Estados Unidos, inglesas, suecas y danesas -agrega-. Va a ser una especie de Babel. También va a tener todas las tonadas. Salteños, cordobeses, porteños (risas)”. “Este 2017 logramos sacar Cosquín Rock fuera de Argentina (ver Rock Salta 25). Hicimos Lima, Bogotá, Guadalajara y Santa Cruz de la Sierra. El año que viene, si el cuerpo y la salud lo permiten, vamos a seguir recorriendo distintos lugares de Latinoamérica”, cuenta Palazzo. Después de haber viajado por el mundo viendo festivales, llega la hora de incorporar nuevas ideas a la edición argentina: “Son todos festivales distintos. Glastonbury no es tan pasional como un festival latinoamericano. En Perú, por ejemplo, abrimos las puertas a las 11 de la mañana y la gente entraba con una pasión inusitada, como loca, para disfrutar cada momento. Una de las cosas que saqué en este año recorriendo Latinoamérica es que existe mucho talento argentino, que por falta de recursos y medios todavía no ha podido salir a Latinoamérica, donde creo que tienen un gran mercado. Me parece que Cosquín Rock es una autopista para llevar talento argentino a distintos lugares y también para traer talento para acá”. Cosquín Rock 2018 tendrá un gran cambio: serán dos días en lugar de tres. “Decidimos hacer una edición compacta. Habrá muchos artistas tocando temprano. Invertimos el mismo dinero que si fueran tres días. Si vos te fijas, los artistas que antes estaban en diferentes días ahora están en el mismo. Ahora se puede ver a Las Pelotas, Creedence, Skay y Las Pastillas el mismo día. Compactamos la programación en dos días. De esta manera, se lo facilitamos a la gente que no tiene tiempo ni dinero para pasar tres o cuatro días. De esta

manera, puede darse el lujo de ir todos los días. Creo que no hay ningún festival en Argentina que tenga esta grilla. La compra de abono va a ser muy alta. Es probable que vaya mucha más gente este año, al ser sólo dos días de festival. Apenas anunciamos las fechas, casi toda la capacidad hotelera de la zona se agotó”, explica. A la hora de lidiar con semejante cantidad de bandas, Palazzo es claro: “Armamos una programación con muchísima variedad artística. Están los artistas en crecimiento, los que están

“Decidimos hacer una edición compacta. Se lo facilitamos a la gente que no tiene tiempo ni dinero para pasar tres o cuatro días. Apenas anunciamos las fechas, casi toda la capacidad hotelera de la zona se agotó”.

en desarrollo, están los nuevos y los clásicos. También, como en todas las grillas, faltarán algunos, ya sea porque no pudimos meter a todos o porque no pudimos acceder a ellos. Siempre está el problema de los horarios: unos no quieren cerrar, otros no quieren abrir. Se me ocurrió hacer un sorteo, a ver en qué posición tocan”. En Cosquín Rock 2018 habrá bandas de todos los géneros y de muchísimos países. Según Palazzo, organizar una grilla tan variada fue “muy costoso”: “Muchos artistas aceptaron el desafío de ir temprano, como Ciro, Las Pelotas o La Vela Puerca. Ciro va a tocar a las ocho de la noche, Las Pelotas a las seis, Residente a las cinco. Vamos a tener grandes shows de día, ese es el desafío que aceptaron muchos de los artistas. El año pasado la gente entendió que tiene que entrar temprano, había siete mil personas adentro antes de las cinco de la tarde”. Nagual, Ojos Locos, Sueño de Pes-

cado, Estelares, El mató o Los Espíritus, son algunos de los artistas que van a estar tocando entre las tres y las cinco de la tarde. “Siempre el Cosquín Rock fue reflejando el crecimiento de un montón de artistas. Me acuerdo cuando Callejeros tocó por primera vez en la Plaza Prospero Molina a las tres de la tarde. Estaba todo lleno, yo no sabía ni quienes eran aún. Me pasó con un montón de bandas. Las Pelotas tuvieron un salto impresionante en una época, donde empezaban a transformar la plaza en una celebración gigantesca. Siempre vimos artistas que crecieron mucho de un año a otro. La Beriso tocó a las tres de la tarde, tocó a las siete de la tarde, después a las diez de la noche y luego terminó cerrando el festival. Todo eso en cuatro años. En muchos casos el crecimiento fue exponencial”, dice Palazzo, y agrega: “El año pasado quise que toque El mató en el Hangar, junto a Los Espíritus, pero no se pudo dar por una cuestión de agenda y otros factores. Pero este año se dieron todas las cosas y estamos muy contentos de que participen. Hablamos mucho sobre esta fecha y la pudimos armar. Va a estar buenísimo. Es muy interesante que artistas que están creciendo mucho se puedan sumar al Cosquín”. Las principales novedades pasan por la gran cantidad de espacios donde habrá música y diferentes actividades. “Va a haber una muestra de Charly, Los Ángeles de Charly. Se va a agrandar La Casita del Blues, estamos trayendo tres artistas internacionales y va a estar La Mississippi. Los espacios de comida y ámbitos de descanso van a ser muchísimo más grandes”. “El predio sigue funcionando, son nueve hectáreas donde entran 300 mil personas. Es un predio donde la gente camina tranquila, disfruta. No me preocupa que se pueda colmar de gente. Lo que sí nos preocupa y en lo que estamos trabajando mucho es que haya muchos ámbitos para descansar”, dice Palazzo. El organizador opina que “la idiosincrasia del festival es única”. “Desde el primer día que hicimos el festival mezclamos todas las tribus. Tocaba El Otro Yo, Bersuit, Divididos. Me dijeron que estaba loco y que se iba a armar un quilombo bárbaro. Pero la gente convivió, cada uno disfruta de lo que le gusta. La bebida, en mayor o menor medida, es algo que siempre acompañó a Cosquín Rock. El festival se desarrolla en un ámbito muy familiar, donde un padre puede estar viendo un show con su hijo, disfrutando de un predio cómodo y tomándose una cerveza o un fernet. Eso es muy importante para que podamos programar grandes artistas temprano. Hay muchos padres que quizás están muy cansados a la una de la mañana, y ya por lo menos vieron gran parte de sus artistas favoritos temprano”.

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La edición 2018 ofrecerá más de cien bandas en dos días. Habrá música para todos los gustos. Te damos un pequeño catálogo de conciertos que se destacan en los distintos escenarios del festival.

SABEMOS QUE ES IMPOSIBLE VER TODO. HAY QUE RESIGNAR Y ELEGIR. DESDE ROCK SALTA TE OFRECEMOS UNA PEQUEÑA GUÍA CAPRICHOSA DE CONCIERTOS PARA QUE NO TENGAS QUE CAMINAR COMO FELIGRÉS ANTES DE LA NOVENA DEL MILAGRO Y PARA QUE NO TE CLAVES VIENDO BANDAS HORRENDAS PROPUESTAS POCO FELICES.

Foto: Mathias Magritte

Los Espíritus (domingo 11, escenario principal) La banda de mayor crecimiento en el 2017 debutará en el escenario principal después de haber colmado el Estadio Malvinas Argentinas, en Buenos Aires. El groove psicodélico barrial del grupo se llevará muy bien con las sierras y la caída de la tarde. El que no va vota la reforma previsional. El mató a un policía motorizado (domingo 11, escenario principal) El grupo platense publicó su mejor disco, que también es uno de los álbumes del año para el rock argentino. Será interesante ver la llegada del indie a un escenario dominado históricamente por el rock de estirpe más noventosa. El que no va agita una bandera en el pogo. Pez (sábado 10, escenario Quilmes Garage) Este año, el cuarteto publicó Pelea al Horror, quizás el título que mejor resume el clima político y social de nuestro país. Además, es un discazo que representa de manera excelente los casi 25 años del grupo. El que no va apoya el ajuste. Ratones Paranoicos (domingo 11, escenario principal) No hace falta explicar demasiado. Una de las bandas más importantes del rock argentino de los últimos treinta años está de vuelta. ¿Estarán a la altura de sus clásicos? Habrá que chequear. El que no va extraña la carpa de Onda Vaga.

Los Espiritus

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Skay y Los Fakíres (sábado 10, escenario principal) ¿Es un clásico que ya vimos y escuchamos mucho? Sí. ¿Toca seguido en Cosquín Rock? También. Pero a Skay Beilinson no se lo discute, se lo escucha. ¿Es una recomendación fanática insoportable? Quizás. El que no va prefiere tuitear.


Las Pelotas (sábado 10, escenario principal) El grupo liderado por nuestro protagonista de tapa se encuentra en un momento ideal: repleto de clásicos y con el combustible justo para mirar hacia adelante. Estelares (domingo 11, escenario principal) Rock guitarrero de melodías excelentes y poesía urbana melancólica. Nunca falla. Los Gardelitos (domingo 11, escenario principal) En medio de un nuevo recambio, Eli Suárez continúa con el grupo que fundó su padre. Las canciones siempre están ahí. Esta vez cerrarán el festival. La Mississippi (domingo 11, Casita de Blues) La banda de Ricardo Tapia festejará sus treinta años y ofrecerá una catarata de clásicos y versiones en un espacio íntimo. Dancing Mood (sábado 10, escenario temático Reggae) Si nunca viste en vivo a la orquesta de Hugo Lobo, te perdiste mucho. Si ya los viste, no hace falta que leas esto: sabés que tenés que estar ahí. Carajo (domingo 11, escenario temático Heavy) El trío viene con perfil bajo en los últimos meses. Eso se acaba cada vez que sube a un escenario. El lugar común es decir que compite por la denominación de Aplanadora. Bueno, sí. Viticus (domingo 11, escenario temático Heavy) La banda del ex bajista de Riff es de esas que uno no tiene en cuenta hasta que se topa con ella en vivo. Entonces es imposible eludirla. Massacre (sábado 10, escenario Geiser) A diez años de El Mamut, el grupo de Walas ofrece shows casi canónicos. Energía, hits, clásicos y performance de oficio. Una clase de rock en vivo. Malón (domingo 11, escenario temático Heavy) En Rock Salta no somos amigos de los tributos, pero algunos son irresistibles. Es el caso del show que traerá Malón al Cosquín Rock: un repaso a Ácido Argentino, el histórico disco de Hermética.

La Mississippi

Propuestas emergentes, prestigiosas, poco populares, clásicas, experimentales y regionales. Hay de todo en esta breve lista. Si sos de las personas que gustan escuchar algo diferente a lo que suena en la superficie, acá tenés buenas opciones para disfrutar. Francisca y Los Exploradores (sábado 10, escenario Geiser), Usted Señalemelo, Louta, Bandalos Chinos, Luca Bocci (todos el domingo 11 en el escenario Quilmes Garage), Octafonic, Banda de la Muerte, Humo del Cairo (todos el sábado 10 en el escenario Quilmes Garage), Armando Flores, Vudú (los dos el domingo 11 en el escenario Córdoba Rockea), Hammer (sábado 10, escenario Córdoba Rockea).

Octafonic

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Vamos de nuevo

Por Federico Anzardi // Foto de Tomás Gatti

L

En 2015, los integrantes de Placard perdieron instrumentos, equipos y las grabaciones que iban a conformar su segundo álbum. Dos años después se publicó El disco robado, la recuperación hecha música.

ector, lectora, por favor, ingresen a placard.bandcamp.com antes de continuar con este artículo. Notarán que hay algunas fotos, una lista de temas lista para ser reproducida (si son tan amables) y una explicación ineludible: “Hace un tiempo nos robaron toda la sala de ensayo y la computadora donde grabamos este disco. Gracias a la comunidad musical, recitales a beneficio y más, pudimos recuperarnos y regrabar. Este disco es por ustedes que nos

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ayudaron y para nosotros que lo vivimos ♥ ¡Canciones con energía para seguir adelante!”. El detalle es importante. El disco robado, el álbum que motivó esta nota, apareció en octubre de este año pero tiene orígenes diversos, un Elige tu propia aventura al revés donde lo que varía no es el final sino el comienzo. Distintos puntos de partida, regresos a la salida hasta que los dados cayeron correctamente. A principios de 2015, Placard, el cuarteto porteño liderado por Miguel

David Barrenechea (Mike para los amigos) y Laura Carbajal sufrió un golpe que muchas bandas no hubiesen podido soportar. Pasó lo que cuentan en el bandcamp: el robo de equipos, instrumentos y dinero de la sala de ensayo del grupo, pero algo más, porque el lugar también era la casa de Mike y su familia. Mike es un músico conocido en el indie emergente de la Ciudad de Buenos Aires. Ha colaborado con diversas bandas y solistas además de llevar adelante su propio camino. Es común encontrarse con él durante todo


tipo de shows. Pero fue extraño verlo dar explicaciones en Crónica TV, C5N y TN la mañana posterior al asalto con su mirada Kemper de Mindhunter sin brutalidad que tiene cuando habla de manera pausada e introspectiva. “Fue un shock tan grande. Un sábado a la noche nos juntamos en la casa de una amiga a comer algo y después de las doce era mi cumpleaños. Éramos poquitos, no era un gran festejo. Pero estábamos Mike y yo. Me fui y Mike se quedó un rato más. Al otro día a la tarde me empiezo a enterar que algo había pasado porque había gente que me hablaba y me preguntaba por Mike y yo no sabía lo que había pasado. Entonces lo llamo y un poco me cuenta, pero medio cortado, porque toda la situación había sido muy fuerte. Que se metan en tu casa cuando vos estás ahí creo que es una pesadilla horrible. Y la verdad que en el momento no pensé en la banda. Se habían llevado todos los instrumentos, la computadora, pero no pensé en la banda. Tiempo después caí”, explica Laura, la cantante del grupo. La banda nunca vio su futuro en duda. “En nuestro caso no hubo un quiebre. Mike enseguida consiguió una guitarra prestada y como que fue siga, siga, a ensayar”, agrega. “Conseguí guitarra, pedales. Todo me lo prestaron los chicos de la Orquesta Pera Reflexiva, la banda de Nahuel Briones, con la que toco. Amigos nos regalaron horas de sala de ensayo”, aporta Mike. Tras el robo, la banda perdió la computadora donde tenía demos, grabaciones y archivos, tres guitarras, un sintetizador y varios pedales, aunque algunos evitaron el saqueo. “Hay un detalle que es muy de nerd, que es que los pedales que sobrevivieron, porque estaban muy guardados, eran un wah-wah, un Chorus y una distorsión, entonces dije ‘bueno, quieren que haga música de los 80’ (risas), voy a hacer un disco ochentoso. No salió, pero estaría bueno hacer un disco así”. Cuando se produjo el robo, Placard trabajaba en el sucesor de Amor en el fin del mundo (2013). Habían grabado las baterías en un estudio y tenían lista la preproducción de un disco que aún no tenía nombre. “Estaba todo demeado”, dice Laura. “En ese robo se fueron los demos. Hubo que empezar a recuperar de mails, por ejemplo, cosas que ya teníamos”, sigue. Mike aporta: “La

única canción demeada que quedó y de la que se usaron partes en el disco es ‘Me iré’, que es la segunda. Y la tenía porque se la había mandado por mail a una chica que me gustaba (risas). Eran 17 mails (más risas)”. Todo indica que el robo no fue al voleo. Ocurrió 24 horas después de haber cancelado el servicio de alarma en la vivenda. En ese lapso de vacío (la nueva alarma tenía que ser instalada al día siguiente) sucedió todo, que no quedó ahí: “Al sintetizador lo encontré en noviembre de 2015 en Mercado Libre. Todos los días, desde que pasó eso (el robo), entro a Mercado Libre a buscar mis cosas. Una vez a la mañana y una

“Había que terminar de grabar las canciones, sacar el disco para darle una conclusión buena a todo ese evento que había sido horrible. Es un disco introspectivo y de salir adelante. Es nuestra sanación y no queríamos andar llorando por lo perdido”.

vez a la noche. Por ahora sólo encontré el sintetizador. Lo compré a través del usuario de Mercado Libre de mi vieja, contacté al tipo, nos encontramos mi vieja, un amigo y yo y lo recuperamos porque fui con un cuaderno en el que tenía anotado el número de serie. Lo revisé todo y dije ‘che, mirá, este es

el número de serie que está acá abajo, este sintetizador es mío’. Y el chabón me mostró los chats con el que se lo cambió mano a mano y ese tipo mostró chats de a quién se lo vendió, y así. Se notaba que estaban todos sacándoselo de encima”, cuenta Mike. “¿Yo puedo seguir buscando mis cosas por Mercado Libre? Sí. ¿Voy a tirar el ovillo de esta gente? No creo, porque si tiro no tengo garantías de que no pase nada. Entonces no me voy a hacer el detective. Sé que esto sucede, así que no compren cosas robadas”, dice. A pesar de semejante experiencia, la banda no hizo catarsis con canciones que hicieran referencia al robo. No hicieron su propio Dónde están los ladrones? “Nosotros somos muy prácticos: ya teníamos las baterías y no las íbamos a usar para otro disco si las podíamos usar para éste”, dice Laura, entre risas. “También había que terminar de grabar las canciones, sacar el disco para darle una conclusión buena a todo ese evento que había sido horrible -sigue-. No diría ‘cierre’ porque el disco es nuevo y ojalá abra puertas y nos lleve de viaje. Después de grabar las canciones y escucharlas me pasa que es un disco introspectivo y de salir adelante. No sé cómo decirlo, porque suena medio autoayuda, pero…”. “Este disco no es de autoayuda, es de ayuda totalmente ajena”, interrumpe Mike. “Es como nuestra sanación y no queríamos andar llorando por lo perdido”, concluye la cantante. El disco robado tiene siete canciones: “Bien adentro”, “Me iré”, “Flecha rota”, “Divo”, “Es mi turno”, “Tengo miedo” y “Playa”. “Es un disco que tiene mucha guita encima”, ironiza Mike, en referencia al arte del CD, que en la contratapa trae “billetes de cien rotos”, una movida que puede tener diversas interpretaciones. Una, aporta el guitarrista, es que hacer un disco físico hoy es “tirar la guita” (“Pero no es la versión que prefiero”). “Los billetes están puestos de una forma que se van cayendo de a poco. La guita se va, aunque no quieras. Quiero creer que de alguna forma lo que está ahí y no se puede utilizar, el dinero, es todo lo que perdimos. Porque todo lo que perdimos para alguien significó guita y circuló. De alguna manera está atrapado ahí todo lo que perdimos, es el fantasma de lo que se fue”, cuenta.

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Por Santiago Castellanos // Foto: Vicky Pereyra

CANCIÓN QUE DEVORA LA

PROPIA RAZÓN

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CUATRO AL HILO ES UNA DE LAS BANDAS CORDOBESAS QUE MÁS HA TOCADO EN ESTE 2017. FRANCO RONCHETTI, SU CANTANTE, NOS CUENTA SOBRE EL SONIDO, EL CAMINO RECORRIDO Y SOBRE LA IMPORTANCIA DE LAS CANCIONES.

M

ario y Andrés Carnero, Santiago Sesin y Álvaro Ponce, acompañan a Franco Ronchetti en esta aventura que ya lleva catorce años y que encuentra a los cordobeses de Cuatro al Hilo haciendo canciones más que nunca, presentándolas en cada lugar donde se puede. Luego de tocar en Cosquín Rock Bolivia y previo a la edición 2018 en Santa María de Punilla, la banda se convirtió en la que más ha tocado en el festival después de Las Pelotas.

- Festejaron catorce años de trayectoria. ¿Cómo fueron los inicios? - Los inicios los recuerdo con mucha alegría, entusiasmo. Éramos muy jóvenes y estábamos con todas las ganas. La música y el público nos pusieron en un lugar de privilegio muy rápido. Después de sólo un año estábamos en un estudio grabando el primer disco y tuvimos dos giras grandes, una por el Norte argentino, donde llegamos hasta Tilcara. A fin de ese año presentamos el disco y tocamos por primera vez en Cosquín Rock. Todo era un disfrute total. - ¿De dónde viene las influencias? - Nuestro sonido se basa en las guitarras y bases de rock and roll. Fue cambiando y mutando con el correr de los discos. En los últimos dos discos agregamos la armónica y los vientos. Las letras son historias contadas y ejecutadas con instrumentos. Tanto yo como Santi somos amantes de los Traveling Wilburys, Dylan, Harrison y Los Rodríguez. - Están presentando el último disco, Puro. - Puro es un sonido, una proyección que viene desde el disco anterior, En El Espejo. Volvimos a la raíz, a lo simple. Rock and roll puro, con riffs que vayan al hueso, con melodías que te hagan mover el pie. Es la línea que seguimos para Cuatro al Hilo, que por ahora es un EP de cinco temas pero en dos meses se transformará en un disco de 16 canciones. - Grabaron un DVD en vivo en Studio Theatre, Con la canción bien adentro. ¿Qué significó esa fecha para ustedes? - Es un resumen de nuestros catorce años. Decidimos plasmar en un DVD todas las canciones que a veces no tocamos en vivo. Fue una especie de ho-

menaje a la canción, de devolverle un poco de lo que nos dio. Fue un show en formato acústico, nuestro primer DVD con una big band. Cuatro coros, vientos, percusión y teclados. Fue algo increíble, uno de los conciertos más emocionantes que vivimos. Lo vamos a editar en 2018. - ¿Hacer algo así es un techo para una banda cordobesa o pueden aspirar a seguir creciendo en la provincia? - Nunca nos gustó la palabra techo, nuestro fuerte es tocar y tocar. Rodar o

“Nuestro fuerte es tocar y tocar. Rodar o morir. Creo que eso resume todo”.

morir, dijo una vez el gran Adrián Otero. Creo que eso resume todo . - Han compartido escenario con muchísimas bandas de renombre. ¿Cuál es el show que más se acuerdan? ¿Cómo surgió la relación con Javier Calamaro, que grabó en un disco de ustedes? - En la escena nacional pudimos compartir escenario con muchísimas bandas. Nos hubiera encantado tocar con el gran Luis Alberto Spinetta, pero no podemos quejarnos porque tocamos con Charly García o Andrés Calamaro, músicos que amamos con todo el corazón, que son nuestros referentes. Conozco a Javier porque Indio Márquez, su guitarrista, fue productor en nuestros dos primeros discos. Javier es un tipo increíble, la voz del rock nacional por excelencia. Hoy en día tenemos una amistad muy grande, respetamos y

nos encanta su música, hemos girado juntos y lo queremos mucho. Es un ser humano genial. - Córdoba, a diferencia de Salta y las provincias del NOA, tiene mucha cultura radial. ¿Es difícil sonar en las radios cordobesas? - Claramente los cordobeses aman la radio. Gracias a dios, y a las canciones, nunca nos costó sonar en radios de nuestra ciudad. Desde “Vivo de noche”, que fue el corte del primer disco en el 2005 hasta “Baila un rock and roll” en 2016, siempre tuvimos la chance de sonar permanentemente. - ¿A dónde apuntan? ¿A seguir desarrollarse en Córdoba, apuntar a Buenos Aires o afuera del país? - Queremos seguir grabando lindas canciones, seguir creciendo como banda, como seres humanos y como la familia que somos. Eso trae grandes éxitos, sabemos que así funciona. También apuntamos a Buenos Aires y el exterior, pero vamos despacio para encontrarnos, diría Cerati. - Han tocado ocho veces en Cosquin Rock, cinco en el escenario principal. ¿Qué significa el festival para ustedes? - Somos la banda cordobesa que más tocó en Cosquín Rock. Fueron ocho y una en la edición de Bolivia, hace un mes aproximadamente. Nos da un orgullo inexplicable, es un verdadero honor. Hace años le dije a José (Palazzo) que Cosquín es el Disney de los rockeros. Amamos el festival, es nuestra casa. - ¿Cómo es la relación con las bandas cordobesas? ¿Hay una escena unida? - La relación es muy buena, tenemos muchísimos amigos y colegas que admiramos. Gente que queremos mucho y que respetamos su música, sea la que sea. La escena está unida, todos aprendemos del otro, eso hace al crecimiento. Córdoba tiene artistas increíbles. - ¿Cómo ves el momento del rock en Argentina? ¿Es más fácil darse a conocer por redes sociales o juega en contra porque la gente ya no va a los shows? - Son momentos distintos a los que viví cuando empezamos. Creo que hay que estar todo el tiempo en sintonía con lo que sucede. Están buenas las redes sociales para difundir la música, se puede llegar con la canción mucho más lejos. Pero ojo, el vivo de la banda es lo que necesitamos todos para ser felices.

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LA RUTA DE LA

MUERTE

E

ste no es un relato más de la mitología rutera. Esto nos pasó. Cada vez que nos juntamos los protagonistas de ese momento, nos miramos, agachamos la cabeza, y como verdad absoluta decimos “sí, todos lo vimos”. Han pasado varios años, es menester dejar escrito aquel encuentro. Para preservar la identidad de estas almas sólo serán mencionados sus apodos. Fantasía o realidad, creer o reventar, así se vive a diario. El tigre quiere ser tigre eternamente y la presa también se acostumbró a ser presa. Ni el más alto escepticismo del circo romano se atrevió todavía a dudar de aquel encuentro cara a cara entre el ala más dura del rock y el heavy metal con la mismísima muerte. El vikingo Hernán, Tony (el Moyano del rock) y los dos Falsos Profetas hermanados en la música. La cita era apetitosa en Cosquín y las huestes del mal no podían faltar. Tocaban Exodus, Logos, Skay, Jazzy Mel. ¿Cómo perderse el momento de levantar la bandera argentina escuchando Horcas? ¡Imperdible! Estábamos hospedados en una casa vieja de techos altos a doscientos metros del predio, con el río de fondo y una parrilla gigante sombreada de ceibos y tipas. Estábamos cómo queríamos, nada podía salir mal. Éramos nosotros, estábamos vivos. Rock y heavy metal por todos lados. Era nuestro lugar. Con la lucidez y responsabilidad que exige la ruta, emprendíamos nuestro regreso contentos por lo vivido. Más allá de Ciro, Leo García y algún otro, la balanza se inclinaba a favor nuestro. No recuerdo qué escuchábamos: Chordotomy, Banio Qimico, o alguna banda blakera que también tenía que ver con sangre. El viento nos empujaba, los árboles nos saludaban hasta casi quebrarse. Mucho pasto amarillo, el olor a paraguas viejo invadía el habitáculo del Chevrolet que nos trasladaba. Entre risas y delirantes planes imaginábamos un mundo perfecto, pero también presentíamos el final. El poder de la mente y las energías todo lo pueden. Aunque muchos crean que vivimos un escarmiento advirtiéndonos, quizás, que con

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algunas cosas no se jode. No sabemos. Nunca olvidaremos el escalofriante momento. El herrumbre de los postes de luz nos sugería la antigüedad y la poca concurrencia de personas por el lugar. El quejido latoso del vidrio del acompañante agregaba misterio y suspenso a esa tarde calurosa. Con varias horas en la ruta y tomando sólo agua pueden pasarte cosas. La fata morgana nos mostraba espejos que nunca llegarían. De repente y en medio de la nada misma nos detuvo un semáforo de esos cañeros. “Mirá, qué raro este semáforo, ¿no?”, se sentía desde los asientos traseros. Y sí, era raro: no pasaba nadie, no era un cruce. Sin ponernos de acuerdo, las huestes del mal miramos a la derecha. Uno ya está acostumbrado a ver santuarios en la ruta, muchos realizan ofrendas agradeciendo un buen viaje. Ahí había un santuario de San la Muerte con velas encendidas y cera añejada, banderas negras y rojas flameando. Nos quedamos en silencio mirando la situación insólita cuando, de repente, una persona de cara borrosa y delgada nos encaró. Comenzó a caminar hacia el auto, el viento agitaba el pelo largo, los trapos que la vestían nos dejaban sin respiración. Claro, no era el changuito de las naranjas buscando monedas. ¿Sería nuestro último aliento? Diapositivas de lo vivido en segundos, cosas que todavía nos faltaban hacer. ¡No podía ser nuestra hora! Mi acompañante preguntó “¿subo el vidrio?”. “¡Sí, subí, subí!”. Se nos acercaba lentamente. “Che, ¿vamos?”. “¡Sí, sí! ¡Metele!”. Perturbados y nerviosos, nos fuimos. Largo silencio. “¿Todos lo vieron?”, “Sí… todos lo vimos”. Sellamos el pacto de no revelar las distintas reacciones que tuvimos. Ese día nos cruzamos con la muerte. Nos miramos, pudimos preguntarle qué hay después. Si es coherente, justa. De por qué Pappo, Civile, Balderrama. Pero no lo hicimos, no quisimos que sea el momento. Fuentes locales mostraron que no se trató de un hecho aislado. Al contrario, muchos la vieron. Está ahí, esperando. Reclamará lo suyo y vendrá a buscarnos. Entonces sí será la nota final. Pero todavía no, si es que de nosotros depende.




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