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Habitar en Colectivo

Caminando hacia una ciudad que cuida.

Sofía Valenzuela Fuentes.

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La ciudad que no cuida.

Contexto mexicano. Comenzamos con la pregunta ¿dónde están los niños y las niñas en México? La falta de infancia en el paisaje urbano es una señal de hostilidad además de un foco rojo de inseguridad. Vivimos en sociedades adultocéntricas donde la maternidad y la crianza se viven como una tarea individual y no como una labor colectiva. Las violencias de género y de las infancias, al no ser visibles y parte de la ciudad, se perpetúan. La ciudad en que vivimos define los antecedentes de nuestra vida cotidiana. Mientras que la violencia de género es un problema nacional que se agrava, en la ciudad de Guadalajara, México, los indicadores son alarmantes. En los últimos 10 años los feminicidios se cuadruplicaron en el espacio público, mientras que casi se duplicaron en la vivienda (CIDE, 2019), evidenciando esto la impunidad que existe en los crímenes ocurridos en nuestras calles, dejando el espacio abierto de nuestras ciudades un espacio propicio para la violencia de género. Además, México es primer lugar en casos de abuso infantil del mundo, donde más de 6 de cada 10 niños y niñas de 1 a 14 años han experimentado disciplina violenta a nivel familiar (UNICEF, 2020). Sumado a la falta de visibilidad de estos dos grupos poblacionales en el paisaje urbano, refrendamos que entre menos visible es la víctima, más vulnerable es (Muxi, 2017). Sumado a esto, no es solo la calidad del espacio público sino la cantidad y el acceso a ellos. La ciudad de Guadalajara está muy por debajo de los estándares internacionales de espacio público, dejando escasez de sitios donde hacerse visible. No solo nos sentimos inseguras en el espacio público, si no que nuestro alcance a uno de ellos es limitado. Son 4.2 m2 de espacio público por habitante en Guadalajara, cuando la recomendación de ONU Hábitat oscila entre los 12 y 15 m2. (ONU Habitat, 2018)

Fig. 1 Parque acordonado, Sofía Valenzuela, 2020

Fig. 2 Parque acordonado, Sofía Valenzuela, 2020

La ciudad y la Pandemia.

Hoy vivimos una situación atípica, una directamente relacionada a los cuidados y a los trabajos de las mujeres, a la falta de redes de apoyo y a la falta de espacios públicos. Los parques y bosques urbanos son los primeros espacios que se cierran cuando la pandemia se agrava, pero los bares y restaurantes permanecen abiertos. Sumado a que los hogares no son un lugar seguro para muchas mujeres y niñas y niños, nuestras autoridades mandan mensajes poco claros a la niñez y a las mujeres, es decir, el “quédate en casa” va para todos los grupos poblacionales sin políticas sensibles y reales ante las dificultades de la crianza dentro de cuatro paredes.

En otros países se entiende que el reto del aislamiento con personas pequeñas con niveles de energía altos, por ejemplo, en Bélgica se propusieron esquemas para salir hasta 200 metros de la puerta de tu casa, en constante movimiento y acompañados de un adulto 214

Fig. 3 Parque acordonado, Sofía Valenzuela, 2020

Habitar en colectivo.

Cuando hablamos de una ciudad que cuida, hablamos de políticas claras para habitar en colectivo, siendo así la única forma de co-existir en un lugar determinado. Podemos ver numerosos ejemplos en los cuales, cuando se tejen redes y se organiza a través de ellas, las condiciones para los cuidados son más favorables. Hacer redes se trata de encontrar necesidades comunes para encontrarse y moverse a la acción común. En este sentido, el proyecto de Mamá Urbana nace desde la necesidad de ocupar espacios que se nos han ido negando a raíz de la violencia. La red se creó como un espacio para encontrarnos, caminar la ciudad y compartir nuestros mejores secretos de la ciudad, es decir, esos lugares que identificamos desde nuestra resiliencia a una ciudad para infancias libres y maternidades saludables. Se inició una actividad de tejido social desde la necesidad de transitar la ciudad como mujeres que cuidan. Nos encontramos desde nuestras vulnerabilidades, calles inseguras para las infancias y las mujeres y desde ahí nos organizamos. Desde ahí se comenzaron a hacer caminatas en red y mapeos colectivos de la ciudad para visibilizar estos resquicios de la ciudad donde todavía caben las mujeres con sus criaturas. El mayor reto de la red es encontrase. Hay limitantes claras en la generación de redes cuando se habla de género e infancias, los espacios y los tiempos para encontrarse son reducidos. Entre poblaciones vulneradas por raza, sexo, pobreza, existen menos espacios para generar redes que en espacios más privilegiados, como espacios laborales y recreativos

donde los varones tienen mayores oportunidades de organizarse. Como resultado de la pandemia y de la desaparición de lugares de encuentro tanto públicos como privados, es decir, escuelas y centros sociales, han resurgido las redes barriales y los grupos de WhatsApp, entre vecinos. La búsqueda de nuevos colectivos permite imaginar una nueva ciudad que vea por cuidados. Después del impulso pandémico, lo que sigue es convertir la formación de estas redes de cuidados en un acto político e incidencia en la toma de decisiones. El resultado de los mapeos colectivos se ha compartido a las autoridades para hacer públicas las rutas e itinerarios óptimos para la niñez así como las banquetas en mal estado, las calles sin luminarias y con mayor sensación de contaminación, los barrios sin equipamiento de espacio público, y cuestiones menos tangibles como calles con sensación de inseguridad y faltas de sombra para caminar. Esto con la intención de hacer públicos los requerimientos de una ciudad que necesita infraestructura para los cuidados.

REFLEXIONES

Caminando hacia una ciudad que cuida.

La ciudad que cuida no es una ciudad con un Estado omnipresente que provee de cuidados, sino un conjunto de esfuerzos orientados hacia el bienestar de las personas que la habitan. Para ello, existen varios elementos de diseño y de equipamiento que resultan imprescindibles, muchos de ellos resultan obviedades en el urbanismo del norte global mientras que escasean en el reducido espacio público de ciudades que han orientado todos sus recursos a una mal entendida productividad. Un primer ejemplo de esto son las bancas como punto de partida para hacer ciudad. Son tan necesarias para la convivencia y vida social como para las labores de cuidados, las y los cuidadores se enfrentan a imprevistos cuando ocupan las calles (amamantar, cambio de ropa, descanso, parada para alimentar, y un infinito etcétera) donde las bancas facilitan estas tareas. Además de las bancas, un segundo nivel de elementos incluye lactarios, espacios posibles para la niñez, baños accesibles, paradas de camión dignas, centros vecinales, bibliotecas públicas infantiles, parques y espacios lúdicos y áreas verdes. Podemos construir un modelo de ciudad que ponga en el centro la vida y el bienestar, lo necesario para satisfacer necesidades humanas, y no necesariamente lo que genera mayor crecimiento económico. Contravenir la idea de que quienes cuidan es población inactiva, es necesario reemplazar

el concepto de producción por el de bienestar y buen vivir. Un replanteamiento para atender no solo a la crisis de cuidados sino a la crisis global que estamos viviendo, un enfoque de cuidados no limitado a la vida humana. La experiencia de redes de cuidados en la ciudad de Guadalajara esboza unas primeras rutas para cuestionar y diagnosticar desde la colectividad los retos de cuidar y las exigencias pertinentes. Un ejercicio colectivo, activo y participativo para leer la ciudad desde el reclamo para que faculte y no estorbe las labores que sostienen la vida. Leyendo la presencia de las áreas verdes no como una experiencia estética sino un bien común entre personas y vidas no humanas, incorporando a la naturaleza y el medio ambiente como un objeto de los cuidados, para asegurar así la sostenibilidad de la vida.

Referencias.

• Centro de Investigación de Datos Estadísticos (CIDE), 2019, “Claves para entender y prevenir los asesinatos de mujeres en México”, México: Data

Cívica • Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), 2019, “Panorama Estadístico de la violencia contra niñas, niños y adolescentes en

México”, México: UNICEF • Muxi, Z, 2017,” Zaida Muxi en Diseño y Estudios de

Género - Clase Completa”, YouTube <https://www. youtube.com/watch?v=gE-0Aq4_uuQ> [Consulta: 19.05.2021] • ONU-Habitat, 2015, “Temas Habitat III: 11-Espacio

Público.”, Nueva York: ONU Habitat • Busquets, M. 2020, “Maternidades con Gafas

Violetas”, podcast, <Sportify,https://open.spotify. com/episode/1CMprE1EzoenKmTlPHvHXI>

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