Pregúntale a Sea Grant C
on el propósito de acercarnos más a nuestros/as lectores/as y atender sus inquietudes y preocupaciones, el Programa Sea Grant, a través de su revista Marejada, ha creado una nueva sección: Pregúntale a Sea Grant. Ahora usted podrá aclarar sus dudas acerca de diversos asuntos marinos y costeros tales como: seguridad en las playas, peligros costeros, protección y conservación de los ecosistemas marinos, pesquerías, calidad del agua, desarrollo costero comunitario, entre otros. Es muy sencillo. Envíe su pregunta a la siguiente dirección electrónica, seagrant@ uprm.edu o a la dirección postal del programa, Programa de Colegio Sea Grant, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez PO Box 9011 Mayagüez, PR 00681-9011, y uno/a de nuestros/as asesores/as le responderá a través de esta nueva sección.1 En esta ocasión hemos incluido una pregunta formulada por la presentadora de noticias Susan Soltero. Después de leer una información acerca de las mareas rojas en una página en la Internet, Soltero nos preguntó: “Si la marea roja causa ciguatera, ¿podría también causar aquí en Puerto Rico enfermedades respiratorias como ha ocurrido en los casos que han sido reportados recientemente en Daytona Beach, Florida?” Deborah Cedeño, estudiante de doctorado en Ciencias Marinas, respondió: Antes de contestar tu pregunta, es necesario definir lo que son las mareas rojas y lo que
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Marejada
es ciguatera, ya que son dos cosas distintas. Se conoce comúnmente como mareas rojas a las acumulaciones (alta concentración) de ciertos microorganismos fotosintetizadores (fitoplancton) en la superficie del mar las cuales, debido a los pigmentos que poseen, imparten coloraciones llamativas al agua. Los principales formadores de mareas rojas son los dinoflagelados. Sin embargo, otras clases de microalgas, como las diatomeas, las cianobacterias y las primnesiofitas, entre otras, también pueden causarlas. El término marea roja proviene del pigmento rojo peridinina, uno de los principales pigmentos fotosintéticos de los dinoflagelados, el cual le otorga una coloración rojiza a las acumulaciones o agregaciones de estos organismos. Sin embargo, este apelativo resulta incorrecto debido a que estas acumulaciones también pueden ser verdes, amarillosas o de color marrón dependiendo del tipo de microalga presente y de su composición de pigmentos. Es por eso que en la actualidad se prefiere utilizar el término floraciones de microalgas nocivas (FMN) - en inglés, “harmful algal blooms” (HABs) - para referirse a este fenómeno. La formación de un evento de FMN resulta de la combinación de una serie de condiciones físicas, químicas y biológicas favorables para el crecimiento y para la predominancia de una especie fitoplanctónica particular (aunque las mismas suelen estar conformadas por más de una especie). Además, se necesitan condiciones meteorológicas e hidrográficas adecuadas que permitan la acumulación de estas microalgas en la superficie en un área particular. Todas las FMN pueden ocasionar daños a los seres humanos y/o a los organismos
Vol. II Núm. 1 abril 2008