EJC 3-143-1 Manual de artefactos explosivos
o de pie con el propósito de remover o limpiar el terreno de hojas o elementos livianos que impiden la visibilidad en un área sospechosa. Este método se aplica después de haber registrado y demarcado el punto exacto por parte del operador del detector de metales. 6.3.1.4 Técnica de Detección Canina (TDC)
Figura 82. Detección por medio del binomio canino. Fuente: Ejército Nacional de Colombia.
Antes de iniciar una operación de localización donde se empleara un grupo antiexplosivos (Equipo EOD) y en la cual la herramienta principal será el binomio canino, se debe tener en cuenta los siguientes aspectos:
El guía debe desarrollar un examen físico del canino, para verificar que no tenga fiebre, diarrea o deshidratación; igualmente que no se encuentre herido o lesionado, verificando que no tenga secreciones fuera de su mucosa o trufa, vagina, recto o pene.
El estado del canino debe responder a los diferentes estímulos físicos, empleando diferentes motivadores como comida, pelotas de caucho, mordedores, etc.
Es ampliamente conocido que los perros tienen un olfato extraordinariamente desarrollado (biosensores). Son capaces de discriminar olores que para los seres humanos pasan inadvertidos y se destacan incluso en labores de detección tan importantes como trampas, compuestos químicos para elaboración de explosivos o estupefacientes. Según fuentes científicas, los caninos pueden olfatear a distancias muy grandes (hasta de 2 kilómetros), aunque existen casos excepcionales de perros cazadores o especialmente entrenados que identifican olores incluso a 3 kilómetros de distancia.
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