1 minute read

Los paños

Next Article
LAS FOTOGRAFÍAS

LAS FOTOGRAFÍAS

en su infancia y juventud en el pueblo, las mujeres utilizaban paños durante su menstruación: los paños, cuenta mi abuela, se hacían “casi con cualquier trapo“, normalmente gastado, lo que mejoraba su capacidad de absorción. Así, una camisa de hombre, una media usada o pequeños recortes de casi cualquier tela podrían hacer las veces de paño. Sin embargo, con el paso de los años (y el avance socioeconómico), los paños comenzaron a hacerse con tela de toalla, preferiblemente de color blanco, para sustituidos por compresas desechables.

La historia de mi abuela es la misma que la de muchas otras mujeres de la época: creció pensando que menstruar te convertía en una mujer sucia. Le estaba prohibido cocinar ciertos alimentos (como el pescado o la carne, que decían se pudrían tras tocarlos), participar en la matanza o bañarse, y casi todas las actividades estaban limitadas de alguna u otra manera. Por la misma razón, jamás habló de su regla frente a su madre o su padre.

Advertisement

En su fotografía, pensábamos, tenía que quedar constancia de la cotidianidad con la que las mujeres de la época lavaban los paños. Sin embargo, también tendría que quedar representado el tabú: aunque mi abuela hablaba de cómo blanqueaban los paños “echándolos al verde” (tirándolos sobre la hierba para que les llegase directamente la luz del sol), y también otras mujeres de la época contasen cómo las mujeres en los pueblos los lavaban frente a los niños y niñas, pensamos que la mejor manera era llevar la escena del tendido de los paños a un lugar interior de una casa rural, al lugar fuera de la vista de todos: el desván.

Para la realización de la imagen nos concedimos algunas licencias (el barreño o la estantería, cuyos materiales no se corresponden con los de la época de mi abuela), que, sin embargo, no restan al mensaje de la fotografía.

En la fotografía: Begoña Gómez

This article is from: