La Anónima / Año uno / Número cinco / Diciembre 2013 - Enero 2014

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Coordinación y cadetería espacial por Matías Ciccolella Asistencia de amor y catering por Lucrecia Girerd Comando interestelar por Flavius Volátil Edición y arte de tapa por Ser Sur Ediciones sersurediciones.blogspot.com Contacto revistalaanónima@gmail.com 1


Furgón Apuntes en una agenda vieja: último llamado. ¡Se va el tren! ¿Adónde? –me pregunto–. Obviamente, no hay respuesta (maldita costumbre de preguntar inconsecuencias). Una mujer me alcanza una estampita que dice “soy sola”. No es un uso gramatical, pero es tan poético. Quizás porque es tan triste y tan sencillo. Tanto más cuando esa mujer jamás habrá escuchado una palabra sobre métrica, versificación y recursos estilísticos. Mejor. Hay que terminar con el misticismo de esos tahúres de academia. El tren continúa su derrotero. Un vendedor ofrece libros hinduistas. Reparte cinco ejemplares diferentes; uno de ellos (Problemas prácticos: soluciones espirituales) tiene unas anotaciones sobre la traducción del sánscrito. Y aunque no sé nada de sánscrito, me interesó. ¿Valor? Diez pesos. Demasiado caro –pienso– y, probablemente, mis ojos reflejan la negativa; por lo que el vendedor regatea. Pero ya es tarde, me da vergüenza volverme atrás. Se va, lo dejo ir, lo pierdo, y pienso que quizás dejé escapar la salvación eterna por la módica suma de diez pesos. ¡Perversa tacañería! Apuntes en una agenda vieja: me siento un flâner. No obstante, recuerdo que cierta porción de la crítica costumbrista sostiene que Baudelaire era un flâner. Jamás. ¡Inaceptable! Es un terrible reduccionismo. Flâner: la palabra cobra ahora una nueva antipatía. Flâner nunca, mejor idiota que flâner. A lo lejos se vislumbra un parque, hay gente jugando al tenis. Odioso deporte de aristócrata venido a menos. Actividad tediosa si las hay. No me resuelvo a definir si es más aburrido jugarlo o mirarlo… mirarlo, definitivamente. Debe haber un círculo del infierno donde sólo se juegue al tenis. Apuntes en una agenda vieja: ¡si me vieran mis profesores! “NUNCA ESCRIBAS AL CORRER DE LA PLUMA.” “NO HAY NADA PEOR QUE LA ESCRITURA EXCESIVA.” Palabras, palabras, palabras. Quiero escribir mis impresiones antes de que se llenen de herrumbre. ¡Que se maten mis profesores! Creo que la mayor mentira de los maestros fue hacernos creer que sabían tanto… Miro por la ventana, ¡me pasé de estación! ¡Mierda! Problemas de la escritura excesiva… Al fin de cuentas, quizás haya algo de cierto en todo eso.

Juan Martín Vidal / Constitución, Ciudad de Buenos Aires / poeta / jmvidal100@hotmail.com 2


Hundo la cabeza en la almohada, intento recuperar aquel sueño. Vago por mi memoria, inundada de imágenes que bostezan, que no pueden despertar. Sueños e imágenes fundidas en el recuerdo. Idénticas, no sé cuál es cuál. Cierro los ojos y continúo soñando. Ahondo en ese laberinto vivo, de deseos realizables, de historias verosímiles, de amores posibles. La fantasía evocando dulces encuentros. Cielos para nadar, bosques frondosos y piernas que no pueden huir de allí. Gritos mudos. Palabras nunca dichas, inventadas. Caras que se derriten en otras, rememorando alguna vida remota. Ciudades enormes, fundadas en diminutas islas, bordeadas de aguas que invitan a bucear. Viajes anhelados en tiempos instantáneos. Abuelas rejuvenecidas, con sabios mensajes, irrumpen con reminiscencias de la infancia. Personas que nunca vimos con rostros nítidos y límpidos. Miedos vencidos. Lugares sin paisajes, corazones que galopan. En mi cuerpo flotan serenos, remolonean, se mezclan promiscuamente despreocupados, intensos y banales. Transformada me despierto, y como un espejismo la realidad se multiplica nuevamente en infinitas realidades, y acechan nuevas esperanzas.

Laura Spagnolo / bailarina / Ciudad de Buenos Aires/ marialspagnolo@gmail 3


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No conozco aún el peso específico de las almas sueltas ni siquiera tardecitas que arden sombras radiantes bizcochitos de grasa vanguardias de tuertos ratos disfrazados de instantes sagrados bendición de piernas olvido selectivo alegría y cinismo de tiempos muertos miserias personales horrores colectivos la divina risa maníaca tus ojos la mentira, la lírica los ceniceros paréntesis de química insospechada segundos raros, muñecas mates tibios siestas, orgasmos fechas de cartas labios cataratas sonrisas tanguitos erizados de miedo marcas que escupen pasado sal indeleble dolores de pecho estacas dulces besos regalados emociones apretadas las casualidades buscadas los momentos encontrados los mejores sueños incorrectos Ariel Iñiguez / Albañil / Barrio de los Hombres Sensibles / arielverificaciones@gmail.com 5


Andanzas de Mate Cosido Me declaro socio y culpable. De las noches, los días atardeceres y amaneceres. Socio y culpable. De darte los te quiero. Los te amo. Socio y culpable. De no darte todo. Socio y culpable. De las locuras. Corduras. Y de todos los sentires. Socio y culpable. De las noches en vela. Caminadas. De charlas interminables. Alborotar corazones. Razones. Y abrazos. Socio y culpable. De lo mejor y lo menos malo. No hay nada peor en vos. Socio y culpable. De lo que nos pasó. Socio y culpable. De lo que pasará. Socio y culpable. De lo que llaman amar.

Juan Pablo García / Escobar, Provincia de Buenos Aires / quenosebajelamarea.blogspot.com.ar 6


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Voces Días en vela El alba eterna se presta a morir Las estrellas se consumen Y yo sentado con el miedo Miedo a levantarse en sueño La continuidad del destino La plegaria de un pétalo cerebral Consciente en un coma prescrito Busco una señal La solución paradisíaca Un horizonte cristalino Nunca cruces sin mirar a ambos lados Voces construyen sonidos Melodías o cánticos del alma El corazón se desangra en sal Para qué libertad sin restricción Un amor desencadenado, derribado por la simpleza La humanidad más tímida El capricho La frialdad de la tela Junto el viento en la respiración Sofocado, distinto, triste, decantado El alba vuelve a preexistir Cierra el círculo De nuevo el mismo estuche Las cuerdas gastadas por el aceite natural La misma cantata de lágrimas Voces construyen mi sonido Pero ya sin preludio Solas

Sebastián David / músico / bajista / Parque Patricios, Ciudad de Buenos Aires / sebastiandavidcr_david@ hotmail.com 8


Algunas maneras de la maña Ama al libro por sobre el amor mismo. Búscalo, decidido, de la mano de alguien, o bajo el brazo, dentro de alguna mochila o cartera, búscalo acompañado de otros cientos en algún templo donde la mayoría reposan. Tómalo de la mano; una vez que lo hayas hallado tómalo de la mano, aférralo contra tu pecho, cíñelo al compás de tu corazón, tal vez te mimetices tan pronto que ya no puedas abandonarlo. Protégelo, los males que lo agobian también te afectan a ti. La humedad debilita su cuerpo, lo ensancha y contrae. El tiempo le suministra vida de azufre, y a la vez se la quita. Sus formas y nociones, eso que contiene, provoca el disgusto de macilentos detractores. Préstale atención desde el primer instante en que lo descubras, derrama tu mirada sobre él, llévalo a conocer parques, bares, montañas y mares. No lo asfixies, concédele su espacio, calma su trama. Escúchalo. Abre tus oídos para oír su silencio y ciérralos para recibir su verso; él no renunciará a su voz porque no lo estés escuchando, es su menester atenderse a sí mismo aunque a menudo se converse y no comprenda una palabra de lo que dice. Juega con él, templa con los ojos el calor de su verano y entibia el frío de su invierno; distráelo, corre tras sus hojas al viento como si fuera la última vez, escóndete y llámalo. Si ríes junto a él no envejecerá jamás. Elógialo, sin importar lo mucho o poco que lo hayas vivido, elógialo; menospreciar sus palabras es desmerecer su dignidad. Mientras enalteces tu ego con el juicio vano, él se eleva como un altar sobre tus murmuraciones, como pájaro que anida labios cenicientos. Deslúmbrate de sus logros, abrázalos fuerte, átalos a su nombre, respíralos. Decídete y estará contigo, estrena su historia y caerás rendido ante sus márgenes, muerde sus negras venas y reprenderás la soledad, darás sagrada sepultura a la máscara que decora lo primitivo. Confía en él, elude las artimañas del dialecto, ignora la convicción de las metáforas, interviene su tez blanca ahogada de pecas. Confía en él, conmuévelo compulsivamente, confabúlate en contra del entramado que disfraza la comprensión y enfréntalo privado de sus armas. Confía en él. Una vez vencido será remanso y pudor, adscribirás su cosmos a tu constelación. Espera lo mejor de él, pero no la perfección; en cambio aguarda lo peor de ti y él te irá perfeccionando. Hay vidas que solo nacen, él es una de ellas. El deshielo de una mano –como dimensión abocada a la insinuación de un ideal– articuló el engranaje inmóvil que altera la noción establecida de esfuerzo: él permanece sosegado mientras nosotros damos cuerda a su contextura henchida de sentido y suceso que no alcanzaremos sino hasta el final. No precipites el enojo seleccionando innumerables incorrecciones o incompatibilidades; el desenlace encauzará tu desconcierto. Sé firme con él y algún día le agradecerás lo que puedas imaginar. 9


Esparce sus particularidades entre tus dientes al emplear el parloteo, y contágialo con fervor, con imprudencia, con efervescencia. Convierte la sencillez de tu transcurrir en gota que horada la piedra, al igual que él lo hace contigo. Estate a su disposición con locura. Sobre su cornisa podrás rezar, esperar, amar, avergonzarte. Disciplínalo a la medida de tu alma y así, alivianará su peso y profundizará la levedad. Contesta sus preguntas si pretendes que él acuda ante las tuyas. Ante todo, cree en él; es un jardín en tu bolsillo, una isla frente a tus ojos, un parpadeo de caminos y días. Ama a los libros por sobre el amor mismo. Federico L. Baggini / escritor y bibliotecario / Villa Santa Rita, Ciudad de Buenos Aires / fedebaggini@hotmail. com / www.federicobaggini.com

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El rey de tréboles Debajo del árbol Calavera, Se esconde el destronado Rey de tréboles Sin suerte. ¡Ay, qué vívido aquel sueño En que la vida despertaba al alborear! Mutilado, Sin piernas y sin brazos, Con sólo una barba que ahora ni siquiera puede rascar, Observa En sus costillas Una araña tejer su casa Y tender la ropa junto al corazón, Que mal que bien aún sigue cálido Como un piloto Esperando la hora del incendio.

Fernando Irman / Ciudad de Buenos Aires / fernandoirman@yahoo.com.ar 10


Música Llévame lejos, llévame despacio... quiero sentirme poco a poco envuelta entre tus brazos y percibir lentamente esta dulce melodía que comienza a sonar mientras tu piel roza la mía... Llévame lejos sin tomar ningún atajo... quiero vivir tu tierna magia mientras cada nota cálidamente va sonando... Con tu música atravieso mesetas, sierras, cordilleras... ante nuestra danza se disuelven gigantes muros de polvo y piedra... Momento brujo en el que todo me embelesa, lo insignificante se hace hermoso y me cautiva su belleza... Con tus caricias flotando llego a las estrellas y sin darme cuenta me reflejo en todas ellas... No me quema la cercanía del sol ni de sus rayos porque solo siento en mí la tibieza de tus manos... Con tus besos sigo mi camino... sobrevuelo profundos mares, grandes lagunas, caudalosos ríos... entre tus brazos no me acechan los peligros y voy sintiendo que éste es mi destino: estar con vos... que estés conmigo... Que jamás se detenga... que no pare nunca ese sonido... es el mejor de tus hechizos... el que enciende mis sentidos... el que a mi corazón le demuestra que sigue estando vivo...

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Que no pare esta música... por favor no dejes de tocarla mientras me abrazas voy sintiendo que renazco al escucharla... Y quisiera... quisiera que este vuelo nunca terminara porque el amor me hace libre y tu música, para volar, hoy me da las alas...

Laly Zayas / psicóloga social / Villa Ballester, Provincia de Buenos Aires / lalyzayas.blogspot.com / lalyzayas@ gmail.com

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Eso

Yo quiero lo que se escapa del pronóstico, lo que no mida ninguna estadística. Yo quiero que el tiempo, como hoy, nunca alcance; que jamás sea suficiente. Yo quiero lo que no se explique, lo que no se entienda. Eso que se descarta, que no se elige porque no existe.

Yesi Jakobs / poeta / pianista / terapiacronopia.blogspot.com.ar 12


CABEZA

Esta es solo la primer hoja de esta obra, ped铆 la partitura Busca el audio de la misma en la edici贸n


AMANIJA Guido Diciervo guidodiciervo@hotmail.com

a completa a su autor o a revistalaanonima@gmail.com digital o en los links de la Ăşltima pĂĄgina.


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¿Seguir o dejar?

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----------------------------¿Qué tal amigos de La Anónima? Nuevamente nos encontramos en las páginas de esta revista para reflexionar sobre algunos inconvenientes que nos ocurren a la hora de escribir. Muchas veces nos sucede que nos asalta una gran idea. Un momento de brillantez que deseamos perpetuar en el tiempo. Entonces, presurosos de que no se marche, nos disponemos a escribir. Arrancamos con todas las ganas, nos despachamos con un comienzo que nos parece una maravilla y ahí ¡zas! nos damos cuenta de que no sabemos cómo seguir. Otras que, teniendo más o menos avanzada la historia, nos percatamos que las acciones de los personajes son inverosímiles, que sus dichos no se corresponden con sus pensamientos, que le pifiamos en los detalles o lo que es peor que nos confundimos hasta el nombre de los mismos. ¿A cuántos de nosotros nos pasó que empezamos a narrar algo que nos parecía prometedor y a mitad de camino se nos presenta como algo desordenado, confuso o por qué no simplemente embolante? Entonces nos detenemos en una pregunta que muchas veces es crucial. ¿Qué hacer? ¿Seguir o dejar? Aparentemente seguir es un reto imposible. Hay veces que el desorden llega a un punto que es irremontable, entonces ¿para que sumar más palabras al enredo? Por otro lado abandonar nos parece una idea frustrante ¿Qué peor que abortar algo con lo que hasta hace poco nos habíamos ilusionado? Calma. Lo importante en estos momentos es que no nos lleve la desesperación. En principio es bueno mantener una distancia crítica respecto de nuestra propia producción. No todo es bueno del todo ni malo a rajatabla. Siempre hay zonas intermedias, grises que no son nada despreciables. Es importante, antes de empezar a escribir cualquier cosa (pero sobretodo algún texto narrativo) tener armado un boceto. De la misma manera que hacen los dibujantes, diseñar un esquema, una imagen orientativa de lo que queremos llegar a hacer. Un guión, un punteo, una síntesis de aquello a lo que deseamos arribar. De esta manera se evita la desorganización de ideas y la maraña en la que muchas veces nos estancamos. Pero ¿cómo hacer un boceto? Hay muchas maneras, depende de la creatividad y el vuelo de cada escritor. En principio, un buen primer boceto podría ser esa historia pantanosa de la que recién hablábamos. No importa que esté mal hecha o que tenga baches insalvables. Lo importante de la misma es que tenga el germen de lo que queremos narrar. Un buen ejercicio podría ser subrayar las ideas principales del texto a reciclar, resaltando a su vez algunos detalles que queramos rescatar para nuestra nueva historia. Por una cuestión de prolijidad, no es nada desdeñable trasladar a otro papel esas ideas y organizarlas de alguna manera esquemática, tratando de darle cierto orden, cierta concatenación lógica.

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----------------------------De algún modo este podría ser el reinicio de la querida historia mal herida que no pudimos contar o por qué no, el comienzo de una nueva, que nada tenga que ver con la anterior. Entonces frente a la pregunta que nos convocó en esta entrega, entre la disyuntiva de seguir o dejar tal vez sea bueno no tomar ninguno de los dos caminos, sino más bien uno intermedio: reciclar, que en nuestro caso no es otra cosa que repensar. Gito Minore / gitomin@yahoo.com.ar

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Aún no hemos salido está cayendo el sol las paredes proyectan una luz precipitada una sustancia liviana desafía la paz de la casa. Luego afuera, durante el viaje no muy lento se pierden algo de los colores la vista se alinea en lo que separa calles de veredas uno se abastece por acá, de humo de parrilla, un poco de polvo. Las nuevas rítmicas anuncian a los primeros engendrados de la noche. Estos rincones han barrido con el apetito de algunos o no quieren ya comer. Hay algo durante la avenida que separa un momento de otro, algún puente al límite de la tortuga que cuestionó Cristóbal Colón. • -----∞----• Amanece mientras despierto Los perros aúllan la crisis diaria de los cielos a la vez que el otoño fertiliza la tierra.

Carolina Santis / carolinarrsantis.blogspot.com.ar 18


para callarse hubo de andar caminaba o pedaleaba flotando como quien murió surgían flores entre los escombros y nada era real brilló el sol como nunca antes ¿era esto la vida? nadie pudo abarcar una respuesta yo seguí con mi viento hacia la memoria pero nunca nada vuelve se abren los caminos y cae la noche todo se ilumina

palpa con los elásticos de la noche

a veces mientras transcurre la pálida tarde una dulce paloma en mi nido desde su cielo donde se canta compartimos nebulosas y seguimos esperando verdes en la calma

yo aprendí a base de susto a comprender y a desligarme su lema fuerte y solo encallado con raíz tan honda que ni patalea con los vientos más feroces ni bajo la torrencial memoria

si anticipa al agua su transparencia habla con ojos verdes en el claro bosque de hongos mágicos que disipan su veneno para alimentar bocas en la lluvia 19


porque soy agua piedra tierra caigo porque soy aire y fuego subo encarnando la mística rueda que fija mi corazón en el punto más puro de su flecha

así como el león elige comérsela o no algo en las hojas se repliega y consume

Poemas sueltos de María Moreno Quintana / Palermo, Ciudad de Buenos Aires / las_piedras_1@hotmail.com //////////////////// Las palabras cercarán mi casa recuerdos de alameda sin álamos de óleo, escombros y serpentinas, de su mano taciturna sosteniendo un do sostenido dándome a beber una taza de trementina. Las palabras cercarán mi aventura y serán también mi castigo es verdad que en lo confuso crecerán las grietas en los muros y en la esquina de mi casa se alzará un desierto tan florido que apaciguará la quietud y el murmullo. Las palabras que he omitido me amenazan las haches son mudas pero sus otros sentidos portan armas he sucumbido a la noche y los estribos las cuencas de mi rostro portan surcos me aproximo al túnel cuando mi casa ya no es mi casa y lo claro se ha vuelto oscuro

María Luisa Córdova / periodista / Antofagasta, Chile / marialuisacordova.cortes@gmail.com 20


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Esta fabulosa tira pertenece al dibujante Juan Panno, podes ver sus fabulosidades en juanno.blogspot.com 22


No siempre fue así Que mi fuego arda azulado Empardado con el mar Que la calma la contenga En un vaso en algún bar Que lo que hay en mi cabeza Tenga tanto que aclarar Que la siembra de años enteros Tenga tanto que esperar Y lo que aguarda en mi garganta Tenga tanto que callar Porque no siempre fue así Que el manantial de versos dispersos Observados en luces magras Tengan tanto que borrar Porque se trata de momentos Que visten y desvisten la personalidad Quien se maneja ingenua a simple vista Pero con cambios que tramar Aunque de nuevo te lo digo Que no siempre fue así

Germán Rivero / riverogff@hotmail.com 23


Vendaval Tempestades convergen hacia mí, provocando a veces una ventisca de tal magnitud, que tiendo a creer en imposibles, por ejemplo levitar aún consistiendo así de humano. Entono: “soplá íntimo vendaval de propia entraña, para romper hábitos destinados a la muerte, costumbres sin ton ni son o nada mejor a que atenerse. Soplá y hacé que atraviese las personas autos murallas mentales que se oponen a mi progreso inmaterial pues no necesito comer para liberarme”. No importa si estoy trabajando a conciencia, viajando en angostos trenes, cenando con la parca; el huracán se desata y ya, circulandome por dentro como pancho por su casa, con noticias sobre tierras lejanas años-luz, con desmedidos sueños de posteridad. Y todo ello a ojos bien despiertos. Pero no digo que lo detesto o lo añoro si no llega, porque en ocasiones puede hasta parecer molesto, pero ¿cómo repetir la dicha de andar ingrávido y ser otro a quien nada apremia? Albin Láinez / Luis Guillón, Provincia de Buenos Aires / poeta / arlane-simbionte.blogspot.com.ar ////////////////////

Judas Hoy te volví a cruzar. Estás igual hijo de puta. Igual que esa noche cuando, sentados en el escalón de alguna puerta, me dijiste este año pasaron cosas buenas, se me fueron los granos y me creció la barba. Quince años teníamos, y hoy estás igual que ese día en que para mí todavía eras alto y me puteabas porque decías que no sabía tomar birra del pico. Ahora que lo pienso, ya te había visto otra vez, pero fue distinto. Te vi a lo lejos, en un barrio que no era el nuestro; te vi de espaldas. Estarías a media cuadra pero es fija que eras vos, inconfundible ese caminar medio malevo que le habrás copiado a tu abuelo. O sea que te vi dos veces y no te saludé. Sabés que dos veces por semana paso por la puerta de tu casa y siempre me agarra como una cosa rara que no podría explicar y, por ende, me molesta. Yo creo que todos deberíamos tener la posibilidad de suprimir o tapiar de nuestras vidas alguna puerta, alguna esquina. No te digo todas las que uno quiera, porque quedaría la ciudad emparedada, pero ponele 2 o 3 a lo largo de nuestras vidas. O por lo menos forzar una reforma de la fachada, no sé. En fin, la cosa es que estabas a una cuadra y yo ya sabía que eras vos. Como era de noche, supuse que no me ibas a reconocer, siempre renegando los anteojos, ciego de mierda. Pero yo te vi venir, con ese corte de pelo con el que debés haber nacido. 24


Lo que me sorprendió fue el traje, parecías un tipo serio y todo. Te juro que me puse contento, para serte sincero nadie daba un mango por vos. Tu obsesión con tercer año hizo que te perdieran la fe hasta en casa, y eso que mis viejos te amaban. Chabón, podés creer, ser amigo tuyo fue lo último que compartí con mi hermano. Ya no nos hablamos; tampoco te hablé a vos. Sabés que casi te pego un grito. Pasa que eso de saludar en la calle para mí siempre es un problema, además en un momento pensé que me viste y te hiciste el boludo. Primero me dio bronca y dije mah sí, que se vaya a cagar, no lo saludo una mierda. Pero después pensé que también yo era un recuerdo de una época de tu vida que mejor no revivir. Por último me pregunté si esa no sería mi excusa para no saludarte. Mierda, la cantidad de cosas que uno piensa en cinco pasos y medio, o las piensa después y las ubica en ese momento en su cabeza, no sé. La cuestión es que me puse a mirar un tacho de basura como si fuera el manuscrito original del Quijote y apuré nomás. Pero justo cuando estaba por pasarte, estando paralelo a vos, en esa fracción de tiempo-espacio en que ya casi que es demasiado tarde para pararse a saludar, no soporté y levanté la cabeza e intenté un gesto. La verdad es que no sé bien qué me pasó en ese momento. Me agarró como una culpa metafísica, una especie de certeza ontológica de que al no saludarte te estaba traicionando. Al final vos no me viste (o no quisiste verme) y yo te negué por segunda vez. Ahora me preguntó si a la tercera me arrepentiré o si el final de nuestra amistad tendrá dimensiones mucho menos bíblicas.

Mariano Sañudo / marianosanudo.blogspot.com.ar 25


Chau che Chau che, nos vemos en el próximo número pero antes, algunas aclaraciones importantes que intentarán no aburrirte. Recomendamos fervientemente abrir esta revista para apreciar el arte de tapa/contratapa realizado por Ser Sur Ediciones. Si ya leíste este número no lo tires, ni lo guardes en un cajón, compartílo, regalalo, dejalo en un banco de plaza, dáselo a un desconocido o inventa. Esta revista gratuita, se declara autogestiva y colectiva. Para mantenerla viva, es preciso regarla a diario y ver que no le falte sol. Los escritos aquí publicados pertenecen a sus correspondientes autores, está prohibido su uso sin mencionarlos. Los escritos de este número fueron corregidos, arreglados y/o diagramados según las exigencias de sus autores y el espacio disponible. Algunos signos de puntuación fueron añadidos o suprimidos según la lógica del escrito. Se pide disculpas por errores, fallas o correcciones innecesarias. Todo el material recibido será publicado en el próximo número. No hay selecciones por “calidad” o gusto. Agradecemos el apoyo y la motivación del Ceempa, de la Cooperadora Aníbal Arias, de la EMPA y de las anónimas y anónimos que colaboraron de alguna forma. Un aplauso por el aporte desinteresado del dibujante Juan Panno y del poeta Gito Minore Otro aplauso para la Biblioteca de la EMPA que se toma las molestias de distribuir y difundir la revista. Y una ovación para Adriana Hernández y Javier Marincovich por el espacio cedido para crear e imprimir y también para Juan Carlos Ciccolella por su corrección veloz. La convocatoria esta abierta las 24 hs. El próximo número saldrá los primeros días de Febrero, enviá tus escritos, propuestas, sugerencias y/o reclamos, con nombre completo o seudónimo, profesión o vocación y mail a revistalaanonima@ gmail.com. Descarga, visita y compartí en facebook.com/revistalaanonima o en sersurediciones.blogspot.com.

La Anónima no es de nadie, es de todos.

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